La resistencia
La resistencia
La resistencia
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Ernesto Sabato<br />
peregrinan al desierto sanjuanino para ser ayudados por<br />
ella. ¡Con cuánta emoción hemos compartido en Santiago<br />
del Estero esa cena que sigue a la muerte de una criatura!<br />
<strong>La</strong> llaman la Comida del Angelito y tiene una resonancia<br />
sagrada muy honda, por el dolor de quienes han quedado<br />
sin la criatura y comen entre lágrimas, como un ruego,<br />
simbolizando la magnitud de su esperanza. No por nada<br />
Dostoievski da final a los Karamazov con una narración<br />
semejante.<br />
El calor es insoportable y pesado, la luna, casi llena, está<br />
rodeada de un halo amarillento. No se mueve ni una hoja:<br />
todo anuncia la tormenta. <strong>La</strong>s montañas parecen<br />
iluminadas como una escenografía nocturna de teatro; sin<br />
embargo, los jardines están todavía impregnados de un<br />
perfume intenso a jazmines y magnolias.<br />
<strong>La</strong> religión ha perdido influencia sobre los hombres y<br />
desde hace unas décadas los mitos y las religiones<br />
parecieron superados para siempre y el ateísmo se<br />
generalizó en los espíritus avanzados. Sin embargo, en<br />
estos años, el hombre en su desesperación ha vuelto su<br />
mirada hacia las religiones en busca de Alguien que lo<br />
pueda sostener.<br />
Todo eso, me dirán, no son más que leyendas, cosas en<br />
las que se creía antes. Sin embargo, cuando el pensamiento<br />
y la poesía constituían una sola manifestación del espíritu<br />
que impregnaba desde la magia de las palabras rituales<br />
hasta la representación de los destinos humanos, desde las<br />
invocaciones a los dioses hasta sus plegarias, el hombre<br />
pudo indagar el cosmos sin romper la armonía con los<br />
dioses. Hoy no tenemos una narración, un relato que nos<br />
una como pueblo, como humanidad, y nos permita trazar<br />
las huellas de la historia de la que somos responsables. El<br />
33