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PORTADA ENERO 2010 - Passio Christi

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SAGRADA FAMILIA DE NAZARET<br />

Comunidad Pasionista • Santuario de Santa Gema<br />

Enero <strong>2010</strong> - Nº 953 - Año XCIII - 28002 Madrid


Enero <strong>2010</strong> - AÑO XCIII - N.º 953<br />

Punto de Vista<br />

Miguel González, C.P.<br />

Revista PASIONARIO<br />

Edita:<br />

PASIONISTAS - Madrid<br />

Director:<br />

MIGUEL GONZÁLEZ, C. P.<br />

Dir. adjunto:<br />

PEPE FERNÁNDEZ DEL CACHO, C. P.<br />

Promotor:<br />

VICENTE FERNÁNDEZ, C. P.<br />

Dirección, Redacción y Administración:<br />

Leizarán, 24 y Bidasoa, 11<br />

28002 Madrid<br />

Teléfs.: 915 635 068 - 915 635 407<br />

Fax: 915 635 431<br />

E-Mail: elpasionario@gmail.com<br />

Web: www.sangabriel.net<br />

Horario de oficina:<br />

De 10 a 13 y de 17 a 20 horas.<br />

Colaboran:<br />

ALBERTO BUSTO<br />

EUTIQUIO LÓPEZ<br />

J. L. QUINTERO<br />

PABLO GARCÍA<br />

ANTONIO SAN JUAN<br />

JULIA MERODIO<br />

JUAN PEDRO ALCARAZ MORENO<br />

JUAN CARLOS PRIETO<br />

Fotógrafo Artístico:<br />

CLISOS<br />

SUSCRIPCIONES<br />

ORDINARIA .......... 13 €<br />

EUROPA ................ 20 €<br />

DE APOYO ............ 20 €<br />

BIENHECHOR ...... 25 €<br />

AMÉRICA .............. 30 $<br />

MODO DE PAGO ADELANTADO:<br />

– Por Giro Postal a Revista Pasionario.<br />

– Por Domiciliación Bancaria.<br />

– Por Transferencia Bancaria a Revista Pasionario:<br />

BANCO POPULAR ESPAÑOL<br />

ENTIDAD OFICINA D.C. Nº DE CUENTA<br />

0075 1331 23 0600027186<br />

– Por Talón o cheque nominal a Revista Pasionario.<br />

Agradecemos su colaboración.<br />

Depósito Legal: SA Nº 1 - 1978<br />

Imprime: GRÁFICAS DEHON<br />

PP. Reparadores - Tel. 916 751 536<br />

Preimpresión: Francisco Antón<br />

La Gloria de Dios en el rostro del Crucificado<br />

José Luis Quintero Sánchez, C.P.<br />

Entre Belén y Nazaret<br />

Aniceto Rey López<br />

Familia y Vida<br />

Julia Merodio<br />

Palabra y Vida<br />

Antonio San Juan<br />

Año Sacerdotal<br />

Sor Cati de la Trinidad, C.P.<br />

María Reina de la Paz<br />

Eutiquio, C.P.<br />

La Misa del Gallo en el Vaticano<br />

Pablo García Macho<br />

Testimonio y Vida<br />

Lorenzo Saavedra González<br />

Mundo misionero<br />

Julio Falagan<br />

La Palabra del Papa<br />

Santa Gema, Gratitud y Súplicas<br />

El mundo, la vida, la Iglesia<br />

P. Carlos Elizalde<br />

Otra Juventud<br />

Alberto Busto<br />

San Pablo de la Cruz y los laicos... Ayer y hoy<br />

Marta Martínez Aberasturi<br />

Por los caminos del mundo<br />

Pepe Fernández del Cacho<br />

Orar para ser<br />

Fernando Holgado Retes


PUNTO DE VISTA<br />

1 de enero, Jornada Mundial de la Paz<br />

LA PAZ, UNA NUEVA OPORTUNIDAD<br />

Esto de las guerras, y las “guerrillas”,<br />

es tan antiguo como el hombre.<br />

Todo empezó cuando, según el relato<br />

bíblico, Adán se rebeló contra Dios<br />

en el paraíso, y la primera “guerra” se<br />

consumó cuando Caín mató a su hermano<br />

Abel. La guerra<br />

fratricida se consumó<br />

entonces, pero<br />

había estallado ya<br />

en el momento en<br />

que el hermano mayor<br />

empezó a concebir<br />

en su corazón<br />

odio atroz contra su<br />

hermano.<br />

Desde aquel día,<br />

aquella noche más<br />

bien, las guerras se<br />

han sucedido ininterrumpidamente<br />

en<br />

todos los rincones<br />

del planeta tierra.<br />

Así, hasta hoy mismo,<br />

las grandes guerras<br />

y las más pequeñas.<br />

Las de hermanos<br />

contra hermanos,<br />

pasando por<br />

todas y cada una de<br />

las violencias de género,<br />

que siguen en<br />

aumento.<br />

La raíz de toda<br />

guerra, está en el<br />

María,<br />

Reina de la Paz.<br />

odio, la envidia, la ambición, que llevan<br />

a concebir al otro, a los otros, como rivales<br />

y enemigos, más que como a hermanos.<br />

Cuando nació Jesús, en Belén de<br />

Judá, en el mundo, en aquel mundo,<br />

reinaba la paz. Y cuando del alto cielo<br />

llegó a la tierra un mensaje, “os ha na-<br />

cido un Salvador”, los mensajeros desearon<br />

“paz en la tierra a los hombres de<br />

buena voluntad”.<br />

Hoy, la iglesia no cesa de proclamar de<br />

mil modos que “la paz es fruto de la justicia”.<br />

Y la justicia, ¿dónde hunde sus raíces?<br />

En la “caridad<br />

fundamentada en la<br />

verdad”, como acaba<br />

de proclamar el Papa<br />

Benedicto en su Carta<br />

Encíclica. Sin estos<br />

fundamentos esenciales,<br />

ni la ONU, ni los<br />

miles de soldados<br />

desplegados en Irak,<br />

ni..., lograrán establecer<br />

la paz y consolidarla<br />

en el mundo.<br />

Lo había recordado<br />

también, con lenguaje<br />

diferente, y con su<br />

talante de hombre<br />

profundamente creyente,<br />

pacífico y bueno,<br />

Juan XXIII, en su<br />

otra Carta “Paz en la<br />

Tierra”.<br />

La Iglesia, ha instituido<br />

el día uno de<br />

enero como “Jornada<br />

Mundial de la Paz”.<br />

Ese día, es también<br />

la fiesta de María,<br />

Madre del Dios de<br />

Paz. Que ella nos guíe siempre por caminos<br />

de paz, e inspire a los gobernantes<br />

de los pueblos “sentimientos de<br />

paz”, para que desaparezcan por doquier<br />

los sentimientos de prepotencia,<br />

de ambición y de injusticia.<br />

✒ Miguel González, C.P.<br />

Revista Pasionario/3


LA GLORIA DE DIOS EN EL ROSTRO DEL CRUCIFICADO<br />

LLAMADOS A CONTEMPLAR<br />

SU GLORIA Y A GLORIARNOS EN ÉL<br />

Volver la mirada al rostro de Cristo<br />

es el modo de permanecer en presencia<br />

de Dios mientras sucede nuestro<br />

tiempo. Y creemos, además, que la alabanza<br />

y contemplación de su Gloria,<br />

reflejo de la de Dios Padre, es la consumación<br />

de la obra de la creación y<br />

de la redención.<br />

La “Gloria del Crucificado” es deslumbrante<br />

y paradójica. En su imagen<br />

toma cuerpo y visibilidad la fidelidad<br />

inquebrantable de Dios a su alianza y<br />

a su creación. El halo que lo envuelve y<br />

que irradia su Presencia proviene de la<br />

intimidad inalcanzable de Dios y nos<br />

introduce en ella. Para toda la eternidad<br />

el encarnado, traspasado, crucificado,<br />

muerto y resucitado conserva sus<br />

llagas. Querer introducirse en ella, desear<br />

su mostración convincente es el<br />

camino de la fe y del amor mayor.<br />

La “Gloria del Crucificado” sucede<br />

en su singular humanidad sostenida y<br />

enraizada en el Verbo de Dios. Es el<br />

poder luminoso y generoso de Dios<br />

ofrecido en camino de donación y solidaridad.<br />

El Evangelista Juan lo proclama<br />

al comienzo de su obra: “Y he-<br />

mos contemplado su gloria, gloria que<br />

recibe del Padre como Hijo único, lleno<br />

de gracia y verdad” (Jn,1,14). Y concluye<br />

su Evangelio con la afirmación:<br />

“Mirarán al Traspasado” ( cf.Jn.19,37).<br />

CONTEMPLAR Y MOSTRAR<br />

SU ROSTRO<br />

El Papa Juan Pablo II lanzaba a la<br />

Iglesia del Tercer Milenio este cometido:<br />

Contemplar y mostrar el Rostro de<br />

Cristo. Así lo expresa en su carta apostólica<br />

“Al comienzo del nuevo milenio”:<br />

“’Queremos ver a Jesús’ (Jn,12,21). Esta<br />

petición, hecha al apóstol Felipe por algunos<br />

griegos que habían acudido a Jerusalén<br />

para la peregrinación pascual,<br />

ha resonado también espiritualmente<br />

en nuestros oídos en este año Jubilar.<br />

Como aquellos peregrinos de hace dos<br />

mil años, los hombres de nuestro tiempo,<br />

quizás no siempre conscientemente,<br />

piden a los creyentes de hoy no sólo ‘hablar’<br />

de Cristo, sino en cierto modo hacérselo<br />

‘ver’. ¿Y no es quizá cometido de<br />

la Iglesia reflejar la luz de Cristo en<br />

cada época de la historia y hacer res-<br />

Revista Pasionario/4


plandecer también su rostro ante las generaciones<br />

del nuevo milenio?<br />

Nuestro testimonio sería, además,<br />

enormemente deficiente si nosotros no<br />

fuéramos los primeros contempladores<br />

de su rostro. Al final del Jubileo, a la<br />

vez que reemprendemos el ritmo ordinario,<br />

llevando en el ánimo las ricas<br />

experiencias vividas durante este periodo<br />

singular, la mirada se queda más<br />

que nunca fija en el rostro de Cristo”.<br />

La contemplación y la reflexión se<br />

hacen éxtasis creyente permitiendo y<br />

suscitando el seguimiento y la transformación.<br />

La curiosidad de los griegos que desean<br />

ver a Jesús (cf. Jn.12,20-31) acaba<br />

siendo momento sublime de revelación<br />

del sentido último de su “hora”, de la fecundidad<br />

de su existencia ofrecida<br />

como grano de trigo, de la glorificación<br />

del Padre en su elevación y del misterio<br />

eficaz de su luz frente a las tinieblas.<br />

DIOS REVELA SU GLORIA<br />

La “gloria” es uno de los rasgos de la<br />

revelación de Dios y un signo de su<br />

Presencia. Expresa lo que estando<br />

dado en la creación toma una singularidad<br />

de manifestación e incluso se<br />

muestra con novedad; supone un movimiento<br />

en el mismo Dios que hace<br />

notar su ser no deducible o identificable<br />

con algo anterior, aunque todo puede<br />

ser el medio o destello de su alteridad<br />

soberana. El pueblo de Israel percibió<br />

la gloria de Dios en signos puntuales<br />

que de modo sorprendente fueron<br />

vivenciados y narrados desde su<br />

soberanía de elección. El acontecer<br />

histórico y la interpretación sapiencial<br />

y creyente constató los destellos de su<br />

presencia en la belleza deslumbrante<br />

de la libertad y la humanización, en la<br />

confianza y el horizonte de las promesas.<br />

Cada una de estas manifestaciones<br />

despertaba el deseo de ver su rostro:<br />

“Tu rostro buscaré Señor, no me<br />

escondas tu rostro” (Salmo 27,8-9). La<br />

búsqueda apasionada de su rostro, el<br />

cual no se puede contemplar sin morir<br />

(Ex.33,20), lleva al pueblo de Israel a<br />

la contemplación de su gloria en la<br />

creación haciendo de ella un cántico de<br />

alabanza: “ Los cielos cuentan la gloria<br />

de Dios, y el firmamento anuncia la<br />

obra de sus manos. La tierra está llena<br />

de la gloria de Dios” (Salmo 19:1).<br />

“!Oh Dios, Señor nuestro, cuán glorioso<br />

es tu nombre en toda la tierra! Has<br />

puesto tu gloria sobre los cielos” (Salmo<br />

8:1). E incluso en el abismo del dolor<br />

brota la certidumbre del consuelo<br />

que da ver su rostro. Así Job proclama:<br />

“Yo te conocía de oídas, mas ahora te<br />

han visto mis ojos” (Jb.42,5).<br />

CONTEMPLAR LA GLORIA<br />

DEL SEÑOR CRUCIFICADO<br />

Esta contemplación de la gloria en<br />

su claridad deslumbrante y cegadora y<br />

en algún sentido sin rostro, toma figura<br />

en el Señor Jesús “reflejo de la gloria<br />

del Padre e impronta de su ser”<br />

(Hb.1,3). Su rostro se nos ofrece en las<br />

Sagradas Escrituras leídas en el seno<br />

Revista Pasionario/5


de la comunidad cristiana que<br />

al oír celebra y adora y se deja<br />

conformar por el Espíritu que<br />

permanentemente lo hace presente.<br />

Los trazos de su existencia<br />

ofrecidos en las narraciones<br />

evangélicas han brotado de la fe<br />

sostenida por la acción del Espíritu<br />

y en ellos surge como nueva<br />

semilla la nuestra fecundada<br />

por su misma acción.<br />

La contemplación creyente de<br />

la “gloria” del Señor nos permite<br />

dibujar no tanto un rostro estático<br />

extraído del pasado cuanto<br />

una presencia inabarcable y en<br />

el fondo solo imaginable en tanto<br />

que promesa fiel y seductora,<br />

nunca poseída aunque siempre<br />

donada. Es la presencia acogida<br />

en la adoración agradecida y prolongada<br />

en la respuesta a su llamada<br />

en el servicio del amor que<br />

la provoca y sustenta en nuestro<br />

corazón, en nuestra retina, en<br />

nuestra existencia pascual.<br />

Se nace a la existencia cristiana<br />

en el oír la palabra (Rm.10,17). Sin<br />

embargo el acontecer de la palabra que<br />

ha tomado carne en Cristo hace de ésta<br />

una realidad múltiple: oír, ver, actuar y<br />

ser. No anula ni agota el misterio que<br />

se nos dona la imagen que lo refleja,<br />

aunque en él “habita corporalmente la<br />

divinidad” (Col.2,9). La Pascua ha expandido<br />

su rostro marcando indeleblemente<br />

sus rasgos esenciales y abriendo<br />

el espacio a la creatividad que al representarlo<br />

hace real su infinita e inagotable<br />

encarnación y santificación.<br />

Junto con la lectura creyente de la<br />

Escritura y provocada por ella misma,<br />

se nos ofrece la presencia del Señor<br />

por su espíritu en el propio corazón. Y<br />

a esta presencia neumática se une la<br />

sacramental y la espiritual. La vida de<br />

la Iglesia nos es testigo de ella. Su<br />

“gloria” y su “rostro glorioso” toman<br />

carne en el amor servicial y entregado<br />

de los que donan la vida realizando el<br />

amor preferencial del Maestro a los<br />

pobres y desheredados, los que adoran<br />

su presencia en nombre de la humanidad,<br />

en los que se ofrecen para construir<br />

una sociedad más evangélica.<br />

Este es el itinerario que les propongo<br />

para este nuevo año. Indicar, contemplar<br />

y sugerir algunos de los infinitos<br />

destellos del Señor Crucificado.<br />

Su gloria es salvación, solidaridad y<br />

sustitución, libertad y generosidad,<br />

fuente de gracia. Nos ayudarán en<br />

esta contemplación la Escritura como<br />

fuente inagotable, la experiencia y reflexión<br />

de los Santos Padres, las palabras<br />

fecundas de los místicos, los santos<br />

y los teólogos. Este itinerario ojalános<br />

lleve a la agradecida confesión<br />

paulina: “Dios me libre de gloriarme si<br />

no es en la cruz de nuestro<br />

Señor Jesucristo” (Gál.6,14).<br />

✒ José Luis Quintero<br />

Sánchez, C.P.<br />

Revista Pasionario/6


ENTRE BELÉN Y NAZARET<br />

DEL JESÚS NIÑO, AL JESÚS ADULTO<br />

Síntesis breve<br />

Cuando tenía ya doce años, sus padres llevaron a Jesús a Jerusalén, para cumplir la<br />

Ley (Lucas 40-50). Y Jesús les dio un gran disgusto... Se quedó en el templo, sin contar<br />

con nadie. Allí lo encontraron María y José, haciendo mil preguntas a los que tanto sabían<br />

(Lucas 2,47). Y enseguida, el reproche: “Hijo, ¿por qué nos has hecho eso? Tu padre<br />

y yo te hemos andado buscando con gran dolor” (Luc 2,48). Después, bajó con ellos a Nazaret,<br />

y les estaba sumiso... Su madre, guardaba todas estas y otras cosas en su corazón”<br />

(Luc 2,51-52).<br />

Y seguía creciendo, ante Dios y ante los hombres (Luc 2,50-52).<br />

Hasta que un día, también él se llegó al Jordán donde su primo Juan bautizaba, y proclamaba<br />

la conversión para el perdón de los pecados... Cuando Jesús recibió el bautismo<br />

de Juan, dice el evangelista que todos los presentes escucharon<br />

una voz que decía: “quien se está bautizando<br />

es mi hijo predilecto” (Mateo 3,13-17; Marcos 1,9-<br />

11), etc.<br />

Dice también el evangelio que Jesús luego se retiró<br />

al desierto, ayunando allí cuarenta días y cuarenta noches...<br />

Y que luego buscó amigos y discípulos, y con<br />

ellos, empezó a anunciar la buena nueva del Reino. Y<br />

que muchos lo seguían y lo querían, porque nadie era<br />

capaz de hacer lo que él decía y hacía. Hablaba con<br />

sencillez, todos le entendían (Mateo 7,28). Hasta los<br />

“más sabios” comprendían y se admiraban de lo que él<br />

proclamaba, aunque rechazaban su doctrina porque<br />

les era contraria.<br />

La doctrina del Maestro se cifraba en el amor, el<br />

perdón y la verdad. No tenía reparo en reprocharles:<br />

«Vuestra actitud no es buena. Mi padre reprueba lo<br />

que hacéis. Engañáis al pueblo sencillo, y Dios es la<br />

Verdad. Habéis convertido el templo en cueva de bandidos<br />

y traficantes. Además, pervertís el “templo de<br />

Dios que es cada hombre”. Dios, es más grande que<br />

vuestro templo. Vuestros sacrificios, no son agradables<br />

a Dios.” Y así, muchos otros reproches.<br />

Aquella doctrina era nueva, diferente, centrada<br />

como estaba en la fe en Dios Padre, la esperanza y el<br />

amor.<br />

Jesús adolescente,<br />

entre los doctores, en el Templo.<br />

Por todo ello, y al fin, una traición en pos de otra, y terminaron matándolo. Lo crucificaron<br />

(Mateo 27,35-38; Marcos 16,1-8), etc.<br />

Pero nunca se imaginaron que aquel a quien crucificaron por sembrar y hacer el bien,<br />

ni la muerte lo enterraría para siempre. Y resucitó al tercer día (Mateo 28,1-8; Marcos,<br />

16,1-8) etc.<br />

Desde entonces, después de la Resurrección, el grano sembrado en la tierra, dio y sigue<br />

dando fruto abundante.<br />

Esta es, en apretada síntesis, la historia de Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre, hijo<br />

también de María.<br />

Tú, tu mismo, repasa el Evangelio, vete detallando acontecimientos... lugares, actitudes...<br />

palabras... testimonios.<br />

Después, responde con amor a quien tanto te amó y te ama.<br />

Si él puso su amor en ti, ponlo tú en él, viviendo una vida cristiana desde el amor.<br />

Y en este “quehacer” no creas solamente en “pláticas piadosas”, ni en teorías sutiles,<br />

de muchas palabras y escasa concreción.<br />

Tú, cree, ama y sigue al auténtico Jesús de Nazaret.<br />

✒ Aniceto Rey López<br />

Revista Pasionario/7


FAMILIA Y VIDA<br />

EN LA PALABRA ESTABA LA VIDA<br />

Al comienzo del nuevo año, siempre se<br />

hace presente la Palabra. Ese Niñito, al<br />

que hemos contemplado entusiasmados,<br />

hemos adorado, hemos cantado, hemos<br />

admirado… pasa a ser comunicación, empieza<br />

a formar parte de nuestra vida.<br />

Parece, al menos, significativo que ese<br />

Dios hecho Palabra, siempre gane la batalla<br />

a los que intentan competir con ella<br />

¿no será este el motivo por lo que muchos<br />

tratan de desprestigiarla?<br />

Hoy cuando tanto se habla de la lengua,<br />

cuando tanto se discute sobre el idioma,<br />

cuando se lucha por una identidad<br />

lingüística, parece que nos hemos olvidado<br />

de que fue el mismo Dios el que nos<br />

hizo seres comunicativos ya en el origen.<br />

Pero no sólo eso, Él, que conocía mejor<br />

que nadie la importancia de la comunica-<br />

ción tomó la condición humana para ser:<br />

Palabra para la humanidad. Sin embargo<br />

nosotros “seres inteligentes donde los<br />

hay” no la recibimos y así lo leemos en el<br />

evangelio de Juan “vino a los suyos y los<br />

suyos no la recibieron…” ¿Para qué la<br />

queríamos, para que nos cuestionase?<br />

Pues así fue y así es, después de 2009<br />

años seguimos sin querer recibirla ¿no os<br />

perece que, este desprecio, resulta realmente<br />

triste?<br />

LA PALABRA Y LA FAMILIA<br />

Sorprende comprobar que si hay algo<br />

capaz de salvar a la familia y al mundo:<br />

es la Palabra.<br />

• ¿Por qué se presentan ante nosotros<br />

hechos que nos asolan? Por la falta<br />

de comunicación y entendimiento.<br />

• ¿Por qué las familias están más desunidas<br />

que nunca? Por la falta de<br />

comunicación y entendimiento.<br />

• ¿Por qué la Iglesia no llega a la gente,<br />

sobre todo a los jóvenes? Por la<br />

falta de comunicación y entendimiento…<br />

Y así podríamos seguir<br />

añadiendo situaciones afines a nosotros.<br />

Las personas de hoy nos comunicamos<br />

a través de una pantalla, todos tenemos<br />

ordenador y móvil, -sobre todo niños y jóvenes-,<br />

y por medio de un mail o un mensaje<br />

con las menos letras posibles, decimos<br />

escuetamente lo que queremos comunicar.<br />

¿Dónde queda el sabor de la palabra?<br />

¿Dónde queda su calidez, su hondura,<br />

su profundidad…? Y, lo que es más<br />

significativo ¿cómo comunicarnos con<br />

Dios, si siempre que nos llama estamos<br />

fuera de cobertura? Por eso me gustaría,<br />

al comenzar este año, observar la vida de<br />

las palabras.<br />

LA VIDA DE LAS PALABRAS<br />

Él, y su palabra, es luz que ilumina<br />

toda familia.<br />

Nuestra existencia está plagada de<br />

momentos que demuestran esta realidad:<br />

Dios creó al ser humano con unas pala-<br />

Revista Pasionario/8


La palabra es vida...<br />

bras: “Hagamos al hombre”. Dios toma la<br />

condición humana con unas palabras:<br />

“Concebirás y darás a luz un hijo”. La<br />

persona humana da la vida con un Sí<br />

quiero; manera de sellar un compromiso.<br />

Todos tenemos un nombre: y esa palabra,<br />

con la que todos te identifican, contiene<br />

tu vida…<br />

Pero la vida hay que vivirla. Dios nos<br />

creó con una palabra, pero necesitó derramar<br />

su sangre para redimirnos.<br />

María fue portadora de salvación al<br />

pronunciar unas palabras, pero necesitó<br />

pasar por cada acontecimiento que le deparó<br />

la existencia. Nosotros nos comprometimos<br />

con unas palabras, pero tenemos<br />

que vivir nuestra realidad pasando por<br />

unos hechos desconocidos que se nos van<br />

presentando.<br />

Con un “Sí quiero” nos casamos; pero,<br />

hacer una familia cuesta mucho esfuerzo<br />

y el sacramento dura toda la vida. Con<br />

un “Sí” a Dios es sellado un sacerdote;<br />

pero tendrá que seguir repitiendo ese sí,<br />

día a día, pues será sacerdote hasta la<br />

eternidad.<br />

Mas, no todos nos situamos ante la<br />

vida de la misma manera. Hay quien<br />

ama la vida; y, las palabras que salen de<br />

su boca, ayudan a vivir; hay otras personas<br />

que, sin embargo, pronuncian palabras<br />

de derrota y abatimiento. No son capaces<br />

de comprender el dolor de los demás,<br />

ni de ayudarles a salir del hoyo en<br />

que se encuentran.<br />

Hay jóvenes que dicen “querer vivir la<br />

vida a tope”; pero cuando se encuentran<br />

frente a ella, no les gusta demasiado, por<br />

lo que no les importa destrozarla a base<br />

de cosas llamativas, alcohol, droga, diversión<br />

incontrolada… Tampoco les importa<br />

segar la primera vida que se les pone delante,<br />

con esa palabra hiriente, para sentirse<br />

más fuertes. Ellos no miden lo que<br />

dicen, y sus mensajes reflejan el odio que<br />

hay en su corazón. Quizá no han encontrado<br />

a nadie que les enseñase a amar,<br />

regalándoles amor.<br />

Sin embargo, encontramos otras personas<br />

que entregan la vida por los demás.<br />

Sus palabras son gratuidad. Son “dulces<br />

como la miel”; son, como nos lo dice la palabra<br />

de Dios, fecundas… y hacen que<br />

muchos despechados empiecen a saborear<br />

y a amar su existencia.<br />

También hay palabras que iluminan.<br />

Ellas son capaces de mandar ese destello<br />

de luz que muestra el camino por el que<br />

se debe seguir. Son, ese faro luminoso,<br />

que brilla en mitad de la noche dejando<br />

ver con nitidez todo aquello que nos rodea;<br />

son, las que nos ayudan a ser capaces<br />

de vencer nuestra oscuridad, para introducirnos<br />

en la única Luz verdadera:<br />

Cristo.<br />

Pero, también hay mucho silencio en<br />

las familias. Silencio que deteriora, que<br />

empequeñece, que daña… ¿Seremos capaces<br />

esta año de mejorar esa situación?<br />

Pues sea cual sea nuestra realidad concreta<br />

no olvidemos que:<br />

“En la Palabra estaba la vida<br />

y la vida era la luz de los hombres,<br />

y la luz brilla en las tinieblas,<br />

y las tinieblas no la vencieron,<br />

porque la Palabra, era la luz verdadera<br />

que ilumina a todo hombre”<br />

(Juan 1, 4 – 10)<br />

✒ Julia Merodio<br />

jmatance@hotmail.com<br />

Revista Pasionario/9


PALABRA Y VIDA<br />

Te necesitamos, te esperamos<br />

1 de enero, Santa María,<br />

Madre de Dios (Lucas 2, 16-21)<br />

Qué bonito, iniciar el año nuevo celebrando<br />

a la Madre del Señor. Es un día<br />

para volver al portal y felicitar con los<br />

pastores a la Madre por el Hijo que se<br />

le ha dado. Pobre, María, y pobres, los<br />

pastores elegidos para darle la enhorabuena.<br />

Y, ante ese Hijo tan pobre, no<br />

cabe otra postura que la de su Madre:<br />

mirarle con inmensa ternura y callar,<br />

rendidos ante la grandeza de un Dios<br />

tan pequeño. Iniciar el año con María<br />

es recordar que ese Dios quiere seguir<br />

haciendo maravillas en nosotros, si le<br />

dejamos obrar, si le abrimos el corazón,<br />

como Sta. María, su Madre.<br />

A ese Dios, tan humano y tan cercano,<br />

seguimos celebrando en el 2.º Domingo<br />

de Navidad. ¡Todo un misterio!<br />

El Niño y la cueva donde nace; los pastores<br />

que le llevan el anuncio de los ángeles<br />

a María; los Magos que acuden<br />

desde Oriente y Herodes que busca la<br />

forma de acabar con él. Los belenes de<br />

estos días nos lo presentan todo más<br />

idílico. Pero la Navidad va mucho más<br />

allá. El Hijo de Dios se hace carne en el<br />

vientre de una mujer, para habitar entre<br />

nosotros. Tan humano y tan cercano<br />

que, al acoger esa Palabra de Dios, nos<br />

convertimos en hijos muy queridos<br />

para él. Pero, tener a Dios por compañero<br />

en el camino de la vida, nos compromete<br />

a ser reflejo de su misma vida.<br />

Bautismo del Señor - 10/1/10<br />

Dios entre pecadores (Lc 3,15...)<br />

Del portal de Belén y de la adoración<br />

de los Magos, salta la liturgia al Bautismo<br />

de Jesús. Y, sin embargo, ésta sigue<br />

siendo una fiesta de Navidad: un paso<br />

más en la manifestación del Hijo que se<br />

hace hombre para mostrar a los hombres<br />

el rostro amoroso de Dios. En Navidad,<br />

los ángeles traen la noticia a los<br />

Iniciar el Año...<br />

Dios quiere hacer<br />

maravillas en nosotros.<br />

pastores, y los Magos llegan de Oriente<br />

para adorar al Niño. Y en Bautismo es el<br />

mismo Padre quien lo presenta a su<br />

pueblo: Este es mi Hijo, el amado, mi<br />

predilecto. En el río Jordán, encontramos<br />

en Jesús al Dios que, para perdonarnos,<br />

se pone a la cola de los pecadores:<br />

semejante en todo a nosotros, menos<br />

en el pecado del que viene a liberarnos.<br />

Predilección del Padre por los pecadores,<br />

para que lleguemos a ser hijos suyos en<br />

su Hijo. Basta con reconocer nuestros<br />

pecados y volver a sus brazos. ¿A que un<br />

Dios así merece toda nuestra confianza?<br />

Tiempo ordinario - II Domingo<br />

Día de Boda en Caná - 17/1/10<br />

Si “el Bautismo del Señor” era todavía<br />

una fiesta de Navidad, el texto de la<br />

Boda de Caná hay que encuadrarlo<br />

igualmente en esa fiesta. El Hijo de<br />

Dios, que se hace hombre para los hom-<br />

Revista Pasionario/10


es, en Caná de Galilea se manifiesta<br />

como el Señor que viene a cambiar las<br />

cosas a mejor, a llenarlo de alegría y a<br />

hacerlo todo nuevo. Y así, los pimeros<br />

seguidores de Jesús se convierten en<br />

discípulos, para no dejar ya nunca a su<br />

Maestro. “Creyeron en él” en una fiesta<br />

de bodas. Los novios estrenan la ilusión<br />

de su matrimonio y los apóstoles, el<br />

gozo de estar con Jesús, el Mesías que<br />

convierte el agua en vino. Ante su primer<br />

milagro, convierten a Jesús en el<br />

Señor de su vida. La lección, hoy es<br />

para nosotros: sólo compartiendo la alegría<br />

de vivir con los demás podemos<br />

convertir a Jesús en el Señor de nuestra<br />

vida. Habrá que mostrarle a la Virven<br />

nuestras necesidades de cada día, y<br />

compartir con ella nuestras alegrías.<br />

Domingo III - 24/1/10<br />

Se presenta el hijo del carpintero<br />

¿Recordamos de nuevo? En Belén, los<br />

ángeles anuncian el Hijo a los pastores;<br />

Cristo es la vida,<br />

su corazón es el manantial<br />

del que ésta brota.<br />

Marcelo Spínola<br />

en el Jordán, el Padre lo presenta a su<br />

pueblo. Y en Nazaret Jesús se presenta<br />

a sus paisanos. Entra en la sinagoga<br />

para inaugurar entre los suyos su misión.<br />

Él mismo proclama y comenta la<br />

Escritura. Ya no es el amigo de la infancia<br />

ni el “hijo del carpintero”, sino el<br />

Enviado por Dios para liberar a los<br />

oprimidos y anunciar el Evangelio. Y<br />

qué sorpresa: los que mejor le conocían,<br />

no quieren creer en él. Es el riesgo de<br />

dar a Jesús por conocido por lo que no<br />

estamos dispuestos a esperar ya nada<br />

nuevo de él. Por eso, a los creyentes se<br />

nos pide siempre el esfuerzo de creer<br />

que Jesús nos trae una forma nueva de<br />

vivir; que nos ofrece lo que necesitaban<br />

aquéllos: compasión, curación y consuelo.<br />

Y, en primer lugar, creer en el que<br />

viene con su Espíritu a renovar nuestra<br />

vida.<br />

IV Domingo - 31/1/10<br />

Los suyos no lo recibieron<br />

(Lc 4,21-32)<br />

Seguimos invitados a volver a la Sinagoga<br />

de Nazaret para escuchar a Jesús,<br />

que sigue proclamando el año de<br />

gracia del Señor; y a fijarnos asimismo<br />

en la reacción contradictoria de los<br />

oyentes ante sus palabras. En un principio,<br />

sus paisanos “le expresan su<br />

aprobación por las palabras de gracia<br />

que salen de sus labios”. Nadie se había<br />

explicado nunca como él. Pero Jesús va<br />

más allá y les pide que crean en él, que<br />

acepten sin condiciones al “hijo del carpintero”.<br />

Y ¡qué lástima! Los más familiarizados<br />

con Jesús no le reciben, pierden<br />

la oportunidad de su vida. “Vino a<br />

los suyos, y los suyos no lo recibieron”.<br />

Y lo malo es que a nosotros puede pasarnos<br />

lo mismo: que nuestro mucho<br />

saber sobre Jesús no le deje ser lo que<br />

él quiere ser para los suyos. Que, por<br />

darle por conocido, perdamos la ocasión<br />

de conocer a Dios de verdad.<br />

Hoy tenemos que pedirle que<br />

él lo sea todo para nosotros.<br />

✒ Antonio San Juan<br />

Revista Pasionario/11


AÑO SACERDOTAL<br />

XÄ ftÇàÉ VâÜt wx TÜá<br />

ç fA VtÜÄÉá wx `bâÇà TÜzâá<br />

“La mayor desgracia para nosotros –los párrocos– es que el alma<br />

se endurezca (...) Le diré cuál es mi receta: doy a los pecadores<br />

una penitencia pequeña y el resto lo hago yo por ellos” (Sto. cura de Ars).<br />

VtÜÄÉá wx fA TÇwÜ°á<br />

;DKED@DKLF<<br />

Nació en Holanda. Fue bautizado con<br />

el nombre de Juan Andrés. Una vez que<br />

entró en la Congregación Pasionista se le<br />

llamó Carlos de S. Andrés o, también,<br />

Carlos de Mount Argus. El Papa Benedicto<br />

XVI le canonizó hace tres años y de él<br />

se ha dicho:<br />

“Una reedición del Cura de Ars en pasionista<br />

y, concretamente, en Irlanda había<br />

de ser, en cierto modo, Juan Andrés, el<br />

hijo del molinero de Munstergeleen”.<br />

Fue admitido en la Congregación, en el<br />

Convento de Ere, Bélgica, por el P. Domingo<br />

Barberi, el gran apóstol de ecumenismo<br />

y fundador de los Pasionistas en<br />

Bélgica e Inglaterra. (De él hablaremos<br />

en otro número). Cuando contaba 35 años<br />

fue trasladado a Irlanda. De ahí que se le<br />

llamase “el santo de Mount Argus”, donde<br />

se ubicaba el Convento Pasionista.<br />

Ejerció su apostolado no tanto con la<br />

predicación, como el P. Domingo, cuanto<br />

con la confesión y las bendiciones. Confesaba<br />

de la mañana a la noche. De todas<br />

partes de Irlanda, e incluso de Inglaterra,<br />

Escocia y hasta de América, llegaban peregrinos<br />

a Mount Argus para ser atendidos<br />

por “Charlie”, como le llamaban sus<br />

monaguillos. El P. Carlos tenía una particular<br />

manera de bendecir. Lo hacía siempre<br />

con el agua bendita y la reliquia de S.<br />

Pablo de la Cruz. Su bendición sobre los<br />

enfermos comenzó a realizar numerosas<br />

curaciones y su fama se extendió rápidamente.<br />

A dondequiera que le trasladasen,<br />

San Carlos de Mount Argus.<br />

incluso con motivo de un pequeño descanso,<br />

la gente se enteraba y se formaba<br />

una auténtica procesión de enfermos y<br />

personas de toda condición que acudían a<br />

visitarle suplicando su bendición.<br />

El P. Carlos murió el 5 de enero de<br />

1893. Cientos y miles de personas, católicos<br />

y protestantes, llegados de todos los<br />

ángulos de Irlanda, desfilaron durante<br />

tres días seguidos ante su cadáver, aplicando<br />

cruces, rosarios y otros objetos de<br />

devoción sobre quien ya llamaban “el<br />

Revista Pasionario/12


santo”. Ni siquiera por la noche se despejaba<br />

la Iglesia.<br />

XÄ VâÜt wx TÜá<br />

;DJKI@DKHL<<br />

También el Santo cura, en su parroquia<br />

de Ars, recibía peregrinos de otros<br />

lugares de Francia e incluso del extranjero<br />

que acudían, a diario, para confesarse<br />

y recibir de él aliento, esperanza, y hasta<br />

la curación de sus males.<br />

Un día, entre los asistentes, estaba una<br />

madre con su hija ciega. El cura de Ars se<br />

dio cuenta de su presencia y dijo: “orad,<br />

hijos míos, orad no para obtener la luz de<br />

los ojos, sino la luz del alma. Entonces veréis<br />

a Dios y le amaréis”. Cuando el santo<br />

cura regresó a su casa, la mujer con su<br />

hija fueron allá. El cura le dijo: “Hija<br />

mía, podrías ir donde santa Filomena y<br />

pedirle que te cure. Creo que ella lo hará.<br />

Pero no sé si la luz de este mundo te ayudará<br />

a ganar el cielo. Por el contrario si<br />

sigues ciega, irás seguramente al paraíso,<br />

donde te garantizo un buen lugar”. La<br />

niña permaneció, un momento, silenciosa;<br />

después respondió cogiendo la mano del<br />

santo: “Quiero ir a pedir a Santa Filomena<br />

que me ayude a soportar pacientemente<br />

mi ceguera”.<br />

_t i|wt wxÄ ftvxÜwÉàx<br />

Una vez que el Papa Benedicto –en su<br />

Carta con motivo del Año Sacerdotal–<br />

fundamenta el sacerdocio ministerial en<br />

Cristo, en quien Persona y Misión coinciden,<br />

va cotejando distintos aspectos de la<br />

vida del Cura de Ars. Todo sacerdote puede<br />

verse reflejado en ellos y sentirse interpelado<br />

en su vida ministerial. El Papa<br />

menciona la humildad del santo cura, a<br />

la vez, su profunda conciencia y estima<br />

del don sacerdotal, su dedicación en cuerpo<br />

y alma a la misión, su espíritu de oración,<br />

su vida eucarística, su obediencia al<br />

Señor, su ascesis, etc.<br />

Y añade el Sto. Padre: “Aunque no se<br />

puede olvidar que la eficacia sustancial<br />

del ministerio no depende de la santidad<br />

del ministro, tampoco se puede dejar de<br />

lado la extraordinaria fecundidad que se<br />

deriva de la confluencia de la santidad<br />

objetiva del ministerio con la subjetiva del<br />

ministro... En la actualidad, como en los<br />

tiempos del cura de Ars, es preciso que los<br />

sacerdotes, con su vida y con sus obras, se<br />

distingan por un vigoroso testimonio<br />

evangélico... San Juan María Vianney, con<br />

su ferviente vida de oración y su apasionado<br />

amor a Jesús Crucificado, alimentó<br />

su entrega cotidiana sin reservas a Dios y<br />

a la Iglesia” (Carta, 16-VI-2009).<br />

bÜxÅÉá<br />

Oremos por los sacerdotes que, silenciosamente,<br />

día a día, entregan su vida<br />

en sus parroquias. Para que, en sus cansancios,<br />

luchas, enfermedades, cuando su<br />

trabajo no es reconocido ni agradecido, se<br />

sientan unidos a la Pasión del Señor. Oremos<br />

para que sean hombres de fe y oración<br />

entregados a su pueblo, como lo fueron<br />

el santo cura de Ars y el P. Carlos.<br />

Que la intercesión de estos dos santos les<br />

ayude y acompañe.<br />

✒ Sor Cati de la Trinidad, C.P.<br />

Revista Pasionario/13


MARÍA REINA DE LA PAZ<br />

Estrenamos el año, celebrando la Jornada<br />

de la Paz, instituida en la Iglesia, por el Papa<br />

Pío XII, el día 11 de octubre de 1954, festividad<br />

litúrgica de la Maternidad de la Virgen<br />

María.<br />

En ese día 1 de enero, veneramos a la Madre<br />

de Jesús, bajo la advocación de Santa María,<br />

Madre de Dios, y ese Niño Dios que la Virgen<br />

nos da a los hombres, es a quien el profeta<br />

Isaías le llama: “Príncipe de la Paz”, Is. 9, 6.<br />

La Paz es el regalo que Jesús nos trae a los<br />

hombres con su nacimiento y que los ángeles<br />

se lo anuncian jubilosos a los pastores, cantando:<br />

“Gloria a Dios en el cielo y en la tierra<br />

Paz a los hombres que ama el Señor” Lc.2, 22.<br />

Los pastores y los Reyes corren presurosos<br />

a ofrecerle sus dones, y todos encuentran al<br />

Niño con su Madre quien, muy feliz y complaciente,<br />

se lo pone en sus brazos, llenándoles de<br />

felicidad y de paz, Lc. 2, 20.<br />

A los 40 días de su nacimiento, sus padres,<br />

José y María, le llevan al Niño el templo,<br />

“para cumplir todo cuanto estaba escrito en la<br />

Ley de Moisés”, Lc. 2, 22, y allí se encontraba<br />

el santo anciano Simeón quien toma al Niño<br />

en sus brazos y como fuera de sí exclama alborozado:<br />

“Ahora puedes dejar a tu siervo irse<br />

en paz, según tu palabra; porque mis ojos han<br />

visto a tu Salvador”, Lc. 2, 29-30.<br />

Reina de la Paz.<br />

La paz es igualmente el saludo y el don que<br />

Jesús ofrece a sus discípulos en todo tiempo y<br />

lugar: “Mi paz esté con vosotros”, Lc. 24, 36,<br />

“Mi paz os dejo, mi paz os doy “, Jn. 20, 19<br />

-21, y nos advierte que su paz nadie en el<br />

mundo nos la puede dar: “Mi paz os dejo, mi<br />

paz os doy; no como el mundo, os doy yo la paz<br />

a vosotros. En él tendréis que sufrir tribulaciones,<br />

pero tened confianza. Porque Yo he<br />

vencido al mundo” Jn. 16, 33.<br />

La Iglesia misma nos recuerda que la paz<br />

es fruto del amor y que está muy por encima<br />

de cuanto la justicia y la solidaridad humana<br />

nos puede dar, y nos alienta a ser nosotros<br />

mismos constructores de paz: “Por eso, todos<br />

los cristianos quedan visiblemente invitados a<br />

que, realizando la verdad en el amor, se unan<br />

a cuantos, como auténticos constructores de<br />

paz, se esfuerzan por instaurarla y rehacerla”.<br />

G.S.n 78.<br />

LA PAZ DE MARÍA CON DIOS<br />

La paz que el Niño Dios trae al mundo, está<br />

fundamentada en el amor que Dios tiene a los<br />

hombres y en la respuesta positiva que Dios<br />

espera encontrar en los hombres de buena voluntad.<br />

María fue saludada por el Angel como la<br />

llena de gracia y de Dios: “Salve, llena de gracia,<br />

el Señor es contigo”, Lc. 1, 28. Su voluntad<br />

y su vida entera están plenamente identifica-<br />

Revista Pasionario/14


das con la voluntad y el querer de Dios, y la<br />

respuesta que le da al ángel, al conocer la misión<br />

que su Dios le confía, nos revela toda su<br />

grandeza y su amor: “Soy la esclava del Señor,<br />

hágase en mí según tu palabra”, Lc. 1, 38.<br />

La armonía existente entre el plan de Dios<br />

sobre María y su disposición de entrega total<br />

a la causa de Cristo es incondicional y sin reserva.<br />

Por eso se siente transportada de gozo<br />

indescriptible y lo expresa con su maravilloso<br />

cántico del Magnificat: “Alaba y engrandece<br />

mi alma al Señor y exulta de júbilo mi espíritu<br />

en Dios mi Salvador” Lc. 1, 46 – 47.<br />

María engendra en su seno y da a luz a un<br />

Hijo que es el Hijo de Dios y a quien se le llama<br />

“Príncipe de la Paz”, y es a quien Ella<br />

nos ofrece para que todos cuantos nos acerquemos<br />

a El, podamos participar de ella.<br />

María nos lleva como de la mano a su querido<br />

Hijo Jesús y nos señala el camino que nos<br />

lleva a gozar en plenitud de su paz: “ Id y haced<br />

lo que mi hijo os mande”, Jn. 2, 5.<br />

LA PAZ DE MARÍA CON LOS HOMBRES<br />

Nadie como María ve en nosotros a Jesús y<br />

nadie comprende mejor que Ella que cuanto<br />

hace por nosotros lo está haciendo por Jesús<br />

que busca por todos los medios nuestra salvación.<br />

Jesús mismo nos da a su Madre como<br />

madre nuestra, y lo hace así, porque sabe<br />

que nosotros la necesitamos y porque quiere<br />

que nosotros la amemos como El la ha<br />

amado y que vivamos dependientes de su<br />

amor y de sus cuidados: “Jesús, viendo a su<br />

Madre y al discípulo a quien amaba que estaba<br />

allí, dijo a su Madre: Mujer, he ahí a<br />

tu hijo. Luego dijo al discípulo: Ahí tienes a<br />

tu madre”, Jn 19, 26-<br />

María es pues, nuestra Madre y nos protege<br />

y desea tenernos a su lado, con Jesús, gozando<br />

de su amor y de su paz.<br />

Quiere que, como hijos suyos, vivamos todos<br />

unidos y nos recuerda y nos enseña el mandamiento<br />

de Jesús: “Este mandamiento os doy:<br />

que os améis unos a otros como Yo os he amado”.<br />

Jn. 13, 34, y nos dice que solo amándonos<br />

mutuamente podremos presentarnos ante<br />

Ella, como discípulos de Jesús: “En esto conocerán<br />

todos que sois discípulos míos, si tenéis<br />

amor unos con otros”, Jn. 13, 35.<br />

LA PAZ DE MARÍA CONSIGO MISMA<br />

Paz a los hombres que ama el Señor.<br />

Una de las consecuencias más desconcertantes<br />

del pecado original, es la ruptura de la<br />

armonía entre el alma y el cuerpo que son los<br />

elementos constitutivos de la naturaleza humana:<br />

“Porque el apetito de la carne es muerte<br />

y solo el apetito del espíritu es vida y es<br />

paz”. Rom. 8, 6.<br />

En María, liberada del pecado original y llena<br />

de gracia, todo es armonía y es paz. Su voluntad<br />

y su vida entera está identificada con<br />

la voluntad y el querer de Dios en tal manera<br />

que tanto los apetitos de su corazón de carne<br />

como los anhelos de su espíritu, laten de consuno<br />

en una solo dirección que es Cristo, su<br />

plenitud de amor y de paz.<br />

María vive enteramente centrada en Dios y<br />

nunca encuentra motivos para el temor. Ella<br />

es el espejo en que todos debemos mirarnos y<br />

Ella es quien nos da a Jesús quien nos dice<br />

que solamente con la aceptación amorosa de<br />

nuestra cruz de cada día, podremos encontrar<br />

la paz del corazón: “Venid a mi todos los que<br />

estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré.<br />

Cargad con mi yugo y aprended de mí que soy<br />

manso y humilde de corazón, y encontrareis<br />

vuestro descanso. Porque<br />

mi yugo es llevadero y mi carga<br />

es ligera”, Mt. 11, 28-30.<br />

✒ P. Eutiquio López, C.P.<br />

Revista Pasionario/15


La Misa del Gallo en el Vaticano<br />

E<br />

scribo esto ya entrado el Adviento, más precisamente el día 8 de diciembre, fiesta de<br />

la Inmaculada, Patrona de España. En “popular televisión”, acabo de ver a Benedicto<br />

XVI en la ofrenda floral que este día hace cada año el Papa a la Virgen, en el gran<br />

monumento que la Inmaculada tiene en Roma frente a la embajada de España ante la Santa<br />

Sede.<br />

Además, en casi toda la prensa nacional aparece hoy como gran noticia que, en el Vaticano,<br />

la “misa del gallo” no será este año a medianoche, esto es, a las 12, sino a las 10.<br />

“Por la salud y la avanzada edad del Papa”, se dice, algo que yo no creo, conociendo a Benedicto<br />

XVI.<br />

Allá por los años en que era todavía cardenal arzobispo de Múnich e invitado por el P.<br />

Martín Bialas, anteriormente discípulo suyo en la universidad de Ratisbona y por entonces<br />

superior provincial de los pasionistas en Alemania, Joseph Ratzinger pasó un día<br />

el final de la tarde con los religiosos de nuestra comunidad en la<br />

zona de Pasing, de la ciudad de Múnich. No era una visita pastoral<br />

ni canónica sino familiar, de amistad y de gran aprecio por<br />

la Congregacion y por los Pasionistas.<br />

Tengo muchos y gratos recuerdos de ese mi primer encuentro<br />

con Ratzinger. Uno de ellos es precisamente sobre algo relacionado<br />

con eso que los medios de comunicación social, incluso los<br />

que uno podría pensar como bien informados, ofrecen hoy como<br />

gran noticia: el cambio de hora de la misa del gallo en el Vaticano.<br />

Y el motivo: “la salud y la avanzada edad del Papa”.<br />

Después de la cena, el cardenal compartió con nosotros la recreación<br />

y hasta quiso sacarse algunas fotografías con la comunidad.<br />

Una de ellas es la que aquí se ofrece. Como podrá apreciarse,<br />

Joseph Ratzinger era entonces bastante más joven.<br />

Pues bien, a lo largo de la conversación y por quedar ya tan<br />

cerca la Navidad, yo le pregunté a qué hora tenía la misa del gallo<br />

en la catedral. No sé si me dijo que a las nueve o las nueve y<br />

media, pero recuerdo bien que hasta me explicó el por qué. “Así<br />

–me dijo– terminada la celebración, los fieles pueden usar los<br />

transportes públicos y regresar rápidamente y seguros a sus casas,<br />

para celebrar la Noche<br />

Buena en familia”.<br />

Ésta creo con toda seguridad<br />

es la verdadera<br />

razón del cambio que este<br />

año introduce el Papa en<br />

el horario de celebración<br />

de la “misa del gallo” en<br />

el Vaticano. Tanto más<br />

que, ahora, la situación<br />

ha empeorado y el conducir<br />

o deambular a esas<br />

horas de la noche por las<br />

calles de Roma –como por<br />

tantas otras ciudades del<br />

mundo– no deja de ser<br />

un peligro, a veces muy<br />

grande.<br />

¡Qué poco conocen al<br />

Papa Benedicto XVI los<br />

que atribuyen el cambio<br />

única o principalmente a<br />

motivos personales!<br />

El entonces Cardenal<br />

Ratzinger, con la Comunidad Pasionista<br />

de Munich,<br />

Pasing. A su izquierda,<br />

el P. Pablo García<br />

y a la derecha, P. Martin<br />

Bialas, superior Provincial.<br />

Revista Pasionario/16<br />

✒ Pablo García Macho


TESTIMONIO Y VIDA<br />

“Mi vocación unida a la Iglesia de Santa Gema.”<br />

Lorenzo, nuevo diácono<br />

Acerquémonos confiadamente al trono de la gracia<br />

para alcanzar misericordia (Hb 4,16) es el lema elegido<br />

por los que nos ordenamos diáconos de la Iglesia<br />

católica en Madrid el pasado 21 de Noviembre. De<br />

manos del Cardenal Arzobispo Antonio María Rouco<br />

Varela y por la imposición de sus manos recibimos<br />

el Espíritu Santo para servir al Pueblo de Dios. Es<br />

una alegría inmensa poder acoger el Don como un<br />

vaso limpio y vacío, a fin de que Dios lo llene del<br />

todo de sí y nos colme de gracia y bendición para<br />

servir a su Iglesia en este ministerio diaconal.<br />

Santa Gema para mí ha sido siempre un referente<br />

en mi vida espiritual. Aprendí a dirigirme a<br />

Dios como Padre, a meditar el misterio de la<br />

Cruz de Cristo y rezar a la Virgen María en este<br />

hermoso Santuario. Siempre llevaré en mi corazón<br />

los momentos en los que en silencio, al pie<br />

de la Cruz, contemplaba la entereza de María,<br />

acompañando en el Amor dolorido a su Hijo. El<br />

diácono, llamado al servicio de la Palabra y del Altar<br />

en la Iglesia de Cristo, debe siempre beber de esta fuente de<br />

gracia que es la Pasión del Señor, meditada y amada. Santa Gema supo beber,<br />

junto a la Virgen María, de esta Fuente inagotable de Amor, Perdón y Misericordia que<br />

reconcilia a los hombres con Dios y a los hermanos entre sí. Sin duda es allí, en el Calvario,<br />

donde ya desde niña conoció los latidos profundos del Corazón de Cristo. De este<br />

lugar, del Gólgota, es de donde manaron fuentes de gracia para mi vida: la bendición matrimonial<br />

de mis padres, la recepción de la primera comunión y la unción junto a mi hermano<br />

Francisco del sacramento de la confirmación a manos de nuestro querido obispo<br />

auxiliar D. Eugenio Romero Pose que en paz le tenga el Señor. Fue sin duda uno de los<br />

momentos más importantes de mi vida, pues el Espíritu Santo me impulsó con fuerza a<br />

conocer al Señor en la vida de oración y puso en mí la inquietud de la vocación sacerdotal,<br />

haciendo que cada vez dedicara más tiempo y energías al apostolado y a la oración.<br />

De fondo... el apasionante “no tengáis miedo a entregaros al amor de Cristo” que Juan<br />

Pablo II lanzó a los jóvenes del mundo en distintas ocasiones... y que me lanzaba cada<br />

vez más a seguir los pasos de la entrega sacerdotal...<br />

Doy gracias a Dios, postrado ante este misterio de amor, “a vuestros pies santísimos,<br />

mi querido Jesús... por tantos y tan continuos favores como me habéis otorgado”. Muy especialmente<br />

por la Comunidad entera de padres y hermanos pasionistas que en su vida<br />

fraterna y sacerdotal, entregada y orante, han sido para mí una referencia neta del Amor<br />

de Cristo a los hombres. De modo especial agradezco al Padre Eulogio, al Padre Miguel,<br />

al Padre José Luis, y al Padre Antonio San Juan, y cómo no, a la hermana Perpetua, catequista<br />

de confirmación. Doy gracias también a Dios por todas las personas que colaboran<br />

en este Santuario con su servicio, tantas veces callado y humilde, y en especial por<br />

los catequistas de cuyo medio Dios, Diácono de toda diaconía en la Iglesia, se sirvió para<br />

llevarme al “Sí, quiero” y al “Sí, prometo” que el pasado día 21 de Noviembre, junto con<br />

otros ocho jóvenes apasionados por el amor de Cristo, le entregué para siempre a Dios<br />

Nuestro Señor.<br />

“¡Oh Jesús! Tener piedad de mí. Hágase en todo vuestra santísima voluntad”.<br />

✒ Lorenzo Saavedra González<br />

Revista Pasionario/17


MUNDO MISIONERO<br />

PASIÓN POR LA MISIÓN<br />

LA ALEGRÍA DE LA MISIÓN<br />

Así de sencillo, la misión es un<br />

virus. Creo que todo cristiano<br />

siente la alegría de la misión. Algunas<br />

personas cultivan con tanta<br />

fuerza esta pasión que se<br />

adueña totalmente de ellas. Por<br />

eso con frecuencia nos encontramos<br />

con testimonios, conferenciantes,<br />

cooperantes, amigos o conocidos<br />

que han compartido algunos<br />

años de su vida o la plenitud<br />

de su vida con otros pueblos<br />

o culturas y han quedado marcados<br />

para siempre. La experiencia,<br />

la alegría, el compartir fluido de<br />

las vivencias de los y las misioneros-as<br />

conmueve a muchas<br />

personas, que les escuchan o leen<br />

con agrado. Aunque siempre uno quiere<br />

permanecer en un segundo plano, se atribuye<br />

a la persona del misionero y a sus<br />

virtudes, gran parte del éxito de la misión,<br />

dejemos claro desde el principio, que otros<br />

son los factores decisivos: El Espíritu y los<br />

propios pueblos –los agentes locales– con<br />

los que se comparte la Buena Noticia.<br />

MI EXPERIENCIA MISIONERA<br />

EN NICARAGUA<br />

P. Julio, con sus catequistas, en Nicaragua.<br />

Aunque mi experiencia es demasiado<br />

breve, 10 años en Nicaragua, pertenezco a<br />

este grupo de personas a los que la misión,<br />

el anuncio de la Buena Noticia, los agentes<br />

locales y este pueblo maravilloso me han<br />

ganado el corazón. Mi vida cambió en Nicaragua,<br />

siempre me he arrepentido de no<br />

haberme ido antes y me ha costado salir;<br />

ojalá hubiera podido continuar, siento que<br />

mi corazón para siempre estará allí.<br />

La fiesta de Epifanía que celebramos<br />

cada año en estas fechas nos recuerda que<br />

Jesús, se presenta como salvador para todos<br />

los pueblos y culturas. ¿Cómo podemos<br />

colaborar para que este anuncio llegue a<br />

todos, para que todos podamos descubrir<br />

las semillas de Dios-Espíritu Santo que<br />

llevamos dentro? Nadie que haya sentido<br />

la emoción de conocer a Jesús se puede resistir<br />

a darlo a conocer, es un fuego que te<br />

quema por dentro, la alegría de compartir<br />

algo que te inunda.<br />

¿Qué me encontré a la llegada a Nicaragua?<br />

Todo es nuevo, desde las personas, el<br />

lenguaje que aunque es castellano, muchas<br />

palabras no significan lo mismo, el empobrecimiento<br />

de muchas gentes, planteamientos<br />

distintos de Iglesia, parroquias inmensas,<br />

muchísima población infantil y joven,<br />

naturaleza viva, calor, lluvias, y un<br />

mosquito –este me encontró él a mí– prefirió<br />

cambiar de menú y a los tres días estaba<br />

con un dengue de categoría. Las respuestas<br />

ante las necesidades y ante las circunstancias<br />

de la vida son distintas, evidentemente<br />

estamos en otra cultura. Pero<br />

sobre todo descubrí un pueblo con ganas<br />

de caminar, “una caminhada moito viva”,<br />

dirían mis hermanos y hermanas brasileños.<br />

LA MISIÓN, APASIONA,<br />

Y CAMBIA LA VIDA<br />

¿Por qué apasiona tanto esta vida a misioneros-as,<br />

voluntarios, profesionales, capaces<br />

de realizar grandes éxodos, de salir y<br />

quedarte, dejar todo, trabajo, familia, seguridades,<br />

bienestar? Pienso varias cosas.<br />

Para un buscador es difícil quedarse donde<br />

está, siempre se quiere arriesgar algo más.<br />

Revista Pasionario/18


P. Julio, primero por la derecha, con niños<br />

de su parroquia en Nicaragua.<br />

El mundo occidental se basa en la economía,<br />

el bienestar, el consumir; esto aunque<br />

tentación constante, sirve hasta que no has<br />

conocido otras cosas. Escuchar, compartir,<br />

ilusionarte con la situación de los pobres te<br />

lleva a cambiar de vida. La sensibilidad, la<br />

compasión, la situación de otro te conmueve;<br />

no es justo cómo está viviendo gran<br />

parte de la humanidad. La fe es un aliciente<br />

fundamental para la misión. Esas<br />

personas son el rostro de Cristo y tus hermanos.<br />

Sin caer en la identificación de misión<br />

más allá de las fronteras con mapas<br />

de pobreza, muchas veces, lamentablemente,<br />

coinciden. El anuncio de La Buena Noticia,<br />

el diálogo interreligioso, hemos de olvidar<br />

que la falta de dignidad de algunas<br />

personas por la pobreza, la violencia, la<br />

deshumanización de las inmensas periferias,<br />

cuestiona nuestra evangelización.<br />

LA IGLESIAS JÓVENES,<br />

NOS ENSEÑAN<br />

Las iglesias jóvenes de los continentes<br />

de América del Centro y del Sur, Asia,<br />

África, Oceanía, cuestionan nuestra Iglesia<br />

occidental, y tienen mucho que enseñarnos.<br />

Damos la imagen de una iglesia<br />

acomodada, desilusionada en muchos casos<br />

y resistiéndose cada día a ver más vacíos<br />

nuestros templos. Nos invitan a afrontar<br />

la realidad olvidándonos un poco de<br />

tanto racionalismo y tanta técnica y adentrándonos<br />

más en el misterio, tenemos que<br />

dejar espacio al misterio. La fe es un don<br />

de Dios que Él regala a los sencillos; la clave<br />

para asomarse al corazón de Dios es hacerse<br />

pobre, justo y pacífico.<br />

Nos enseñan a tomar la Biblia en nuestras<br />

manos y dejarnos guiar por esta Palabra,<br />

que no es palabra humana, necesitamos<br />

acercarnos a Dios desde la radical<br />

confianza, como Abrahán y Sara, aunque<br />

el anuncio de parte de Dios sea tan novedoso<br />

que nos cause risa al escucharlo<br />

(Gn. 18). Cuando Sara escucha, que a pesar<br />

de ser anciana va a concebir un hijo, se<br />

ríe en su interior, como tal vez nosotros<br />

nos reímos tantas veces cuando escuchamos<br />

la Palabra de Dios y fácilmente decimos<br />

¡qué ingenuos somos! Eso era antes,<br />

ahora ya no se necesita a Dios para explicarse<br />

y solucionar muchas cosas; este<br />

mundo occidental ya no necesita a Dios.<br />

LOS POBRES, NOS APORTAN<br />

ESPERANZA<br />

Las Iglesias jóvenes y los pobres del<br />

mundo nos aportan esperanza, los pobres<br />

viven con la ilusión de algo nuevo. Las jóvenes<br />

iglesias misioneras son ricas en ministerios<br />

laicales. Nunca podemos renunciar<br />

a cambiar la realidad, empezando por<br />

nosotros. No podemos estar conformes en<br />

un mundo donde no nos sentimos alegres,<br />

donde falta fraternidad, donde vemos situaciones<br />

tan desiguales.<br />

En este año que comenzamos, renovemos<br />

la alegría y la ilusión de vivir de forma nueva,<br />

gozosa, alegre, relativizando nuestros<br />

triunfos y nuestros fracasos, valorando sobre<br />

todo más a los otros que a nosotros<br />

mismos, acogiendo y permitiendo relaciones<br />

de amistad con los que son distintos, emigrantes,<br />

extranjeros... ¡Feliz año nuevo para<br />

todos aquellos y aquellas que todavía creen<br />

en la novedad de Jesús para bien del mundo!<br />

¡Si vos “querés” otro mundo es posible”.<br />

✒ Julio Falagan,<br />

Misionero en Nicaragua<br />

Revista Pasionario/19


LA PALABRA DEL PAPA<br />

El domingo, 27 de enero, es la Fiesta Litúrgica del bautismo del Señor.<br />

Ocasión propicia para evocar y agradecer nuestro propio bautismo, la fe<br />

bautismal. El Papa Benedicto XVI, lo evocaba así al visitar la parroquia de<br />

San Antonio, en Concesio, Italia, con ocasión de los cien años del bautismo,<br />

en aquella parroquia, de su antecesor el Papa Pablo VI.<br />

“Aquí, el 30 de septiembre de 1897, recibió Juan Bautista Montini, futuro<br />

Pablo VI, el Bautismo, y quién sabe cuántas veces volvió aquí para<br />

orar. Probablemente, aquí percibió mejor la voz del Divino Maestro que lo<br />

llamó a seguirlo y lo llevó, a través de las inspiradas palabras que, ya<br />

siendo cardenal, él pronunció hace cincuenta años, el 16 de agosto de 1959,<br />

cuando volvió a su pila bautismal. “Aquí llegué a ser cristiano, dijo: llegué<br />

a ser hijo de Dios y recibí el don de la fe”.<br />

EL BAUTISMO, Y EL DON DE LA FE<br />

«Aquí llegué a ser cristiano..., recibí el<br />

don de la fe». Queridos amigos, permitidme<br />

aprovechar esta ocasión para recordar,<br />

partiendo precisamente de la afirmación<br />

del Papa Montini y refiriéndome a otras<br />

intervenciones suyas, la importancia del<br />

Bautismo en la vida de todo cristiano. El<br />

Bautismo –afirma– puede definirse «la<br />

primera y fundamental relación vital y sobrenatural<br />

entre la Pascua del Señor y<br />

nuestra Pascua»; es el sacramento mediante<br />

el cual tiene lugar «la transfusión<br />

del misterio de la muerte y resurrección de<br />

Cristo a sus seguidores»; es el sacramento<br />

que introduce en la relación de comunión<br />

con Cristo. «Por el Bautismo –como dice<br />

San Pablo– fuimos sepultados con él en la<br />

muerte, a fin de que, al igual que Cristo<br />

fue resucitado de entre los muertos, así<br />

también nosotros vivamos una vida nueva»<br />

(Rom 6,4). A Pablo VI le gustaba subrayar<br />

la dimensión cristocéntrica del<br />

Bautismo, con el que nos hemos revestido<br />

de Cristo, con el que entramos en comunión<br />

vital con él y le pertenecemos a él.<br />

EL BAUTISMO, PUERTA<br />

DE ENTRADA A LA IGLESIA<br />

En tiempos de grandes cambios en el<br />

seno de la Iglesia y en el mundo, ¡cuántas<br />

veces Pablo VI insistió en esta necesidad de<br />

permanecer firmes en la comunión vital con<br />

Cristo! De hecho, sólo así llegamos a ser<br />

miembros de su familia, que es la Iglesia.<br />

El Bautismo –afirmaba– es la «puerta por<br />

la que los hombres entran en la Iglesia»; es<br />

el sacramento con el que se llega a ser «hermanos<br />

de Cristo y miembros de aquella humanidad,<br />

destinada a formar parte de su<br />

Cuerpo místico y universal, que se llama la<br />

Iglesia». Al hombre regenerado por el Bautismo<br />

Dios lo hace partícipe de su vida mis-<br />

Revista Pasionario/20


Queridos hermanos y hermanas, quisiera<br />

volver idealmente a la visita que realizó<br />

hace cincuenta años a esta iglesia parroquial<br />

el entonces arzobispo de Milán.<br />

Recordando su Bautismo, se preguntó<br />

cómo había conservado y vivido este gran<br />

don del Señor y, aun reconociendo que no<br />

lo había comprendido ni secundado suficientemente,<br />

confesó: «Os quiero decir que<br />

la fe que recibí en esta iglesia con el sacramento<br />

del santo Bautismo fue para mí<br />

la luz de la vida..., la lámpara de mi vida».<br />

Haciéndonos eco de sus palabras, podríamos<br />

preguntarnos: «¿Cómo vivo mi Bautismo?<br />

¿Cómo hago experiencia del camino<br />

de vida nueva del que habla San Pablo?».<br />

En el mundo en que vivimos –para usar<br />

también una expresión del arzobispo Montini–<br />

a menudo hay «una nube que nos<br />

quita la alegría de ver con serenidad el<br />

cielo divino...; sentimos la tentación de creer<br />

que la fe es un vínculo, una cadena de<br />

la que es preciso liberarse; que es algo antiguo,<br />

por no decir pasado de moda, algo<br />

que no sirve», por lo cual el hombre piensa<br />

que basta «la vida económica y social para<br />

dar una respuesta a todas las aspiraciones<br />

del corazón humano». Al respecto, ¡qué elocuente<br />

es, en cambio, la expresión de San<br />

Agustín, quien escribe en las Confesiones<br />

que nuestro corazón no tiene paz hasta<br />

que descansa en Dios. El ser humano sólo<br />

es verdaderamente feliz si encuentra la<br />

luz que lo ilumina y le da plenitud de significado.<br />

Esta luz es la fe en Cristo, don<br />

que se recibe en el Bautismo y que es preciso<br />

redescubrir constantemente para poder<br />

transmitirlo a los demás.<br />

POR EL BAUTISMO,<br />

UNIDOS A CRISTO PARA SIEMPRE<br />

Pablo VI, el Papa Montini.<br />

ma, y «el bautizado puede tender eficazmente<br />

a Dios-Trinidad, su fin último, al que<br />

está ordenado, con la finalidad de participar<br />

en su vida y en su amor infinito».<br />

EL BAUTISMO, LUZ DE LA VIDA<br />

Queridos hermanos y hermanas, no olvidemos<br />

el inmenso don que recibimos al<br />

día en que fuimos bautizados. En ese momento<br />

Cristo nos unió a sí para siempre,<br />

pero, por nuestra parte, ¿seguimos permaneciendo<br />

unidos a él con opciones coherentes<br />

con el Evangelio? No es fácil ser<br />

cristianos. Hace falta valentía y tenacidad<br />

para no conformarse a la mentalidad<br />

del mundo, para no dejarse seducir por<br />

los señuelos a veces poderosos del hedonismo<br />

y el consumismo, para afrontar, si<br />

fuera necesario, incluso incomprensiones<br />

y a veces hasta verdaderas persecuciones.<br />

Vivir el Bautismo implica permanecer firmemente<br />

unidos a la Iglesia, también<br />

cuando vemos en su rostro alguna sombra<br />

y alguna mancha. Es ella la que nos<br />

ha engendrado para la vida divina y nos<br />

acompaña en todo nuestro camino: ¡Amémosla,<br />

amémosla como a nuestra Madre!<br />

Amémosla y sirvámosla con un amor fiel,<br />

que se traduzca en gestos concretos en el<br />

seno de nuestras comunidades, sin caer<br />

en la tentación del individualismo y del<br />

prejuicio, y superando toda rivalidad y división.<br />

Así seremos verdaderos discípulos<br />

de Cristo. Que nos ayude desde el cielo<br />

María, Madre de Cristo y de la Iglesia, a<br />

quien el siervo de Dios Pablo VI amó y<br />

honró con gran devoción. Queridos hermanos<br />

y hermanas, os agradezco una vez<br />

más vuestra acogida, tan cordial y afectuosa;<br />

y, a la vez que os aseguro mi recuerdo<br />

en la oración, imparto a todos de<br />

corazón una bendición especial.<br />

Revista Pasionario/21


SANTA GEMA, GRATITUD Y SÚPLICAS<br />

■ Desde Puerto Llano. “Santa<br />

Gema, tu intercediste por mi marido,<br />

en su jubilación. Él, está ya contigo en<br />

el cielo... Con tu ayuda e intercesión, mi<br />

hijo aprobó en Madrid una oposición difícil.<br />

Por esto y por mucho más, gracias,<br />

Gema, de todo corazón.”<br />

Glicería Moreno, Puerto Llano ■<br />

■ “Santa Gema, tú eres mi amiga de<br />

siempre. Hoy, quiero darte las gracias<br />

por cuanto en este año has hecho por<br />

mi familia. En especial, por mi marido,<br />

que estuvo un mes en la UVI. Los médicos<br />

me dijeron, por tres veces, que me<br />

pusiera en lo peor, pues no había nada<br />

que hacer. Con todo, yo estaba convencida<br />

de que saldría adelante, pues la fe<br />

mueve montañas. Y así fue. Ahora, te<br />

pido también, Gema, por mi hijo. Él,<br />

también confía mucho en ti. ¡Ayúdalo,<br />

por favor!”<br />

Claudia Zapico, Oviedo ■<br />

■ “Gracias, Santa Gema, por tu intercesión<br />

a favor de mi madre, en una<br />

operación de cáncer, con mucho riesgo.<br />

La operación fue todo un éxito ¡Gracias,<br />

una vez más!”<br />

G.A.H., San Vicente, Alicante ■<br />

■ “Santa Gema, te invoqué a favor<br />

de mi hijo, que había pedido un traslado<br />

difícil. Para Dios, no hay imposibles.<br />

Gracias por tu intercesión.”<br />

Victoria Leal, Aranda de Duero ■<br />

■ “Mi gratitud, Santa Gema, por tu<br />

ayuda a mi hija. Ahora, imploro tu intercesión<br />

a favor de mi otro hijo, en<br />

esta época difícil de su adolescencia.”<br />

M. G., Ávila ■<br />

■ “Querida Santa Gema, son muchos<br />

años que caminamos juntas tú y yo, y<br />

muchos los favores que me has concedido.<br />

Volveré a visitarte en tu santuario<br />

con mis dos hijos. Gracias de corazón.”<br />

Una yeclana ■<br />

■ “Santa Gema, desde Albacete, mi<br />

agradecimiento por tu constante protección.<br />

Mi hermano Francisco, falleció<br />

en accidente, el 19 de noviembre, con la<br />

sonrisa en los labios, e invocándote. Él,<br />

y nosotros, siempre hemos confiado mucho<br />

en ti. Ayuda y protege ahora a toda<br />

mi familia, a los niños, y a nosotros,<br />

¡Gracias, Gema!”<br />

María C. Robles, Albacete ■<br />

Revista Pasionario/22


■ “Soy una persona devota de Sta.<br />

Gema que, por circunstancias, vive muy<br />

sola, a mis 53 años. Me agradaría contactar<br />

con personas en mi misma situación.<br />

Muchas gracias.” Pascual M. Boyer<br />

- San Jorge, 10, 1.º - 03203 Elche,<br />

Alicante ■<br />

Santa Gema, recibe la gratitud y<br />

acoge los ruegos de cuantos te invocan<br />

La niña Gema Martínez García, de Hellín, Albacete.<br />

Sus padres, muy devotos de Sta. Gema,<br />

la encomiendan a su intercesión.<br />

STA. GEMA, QUE SE VENERA<br />

EN LA CAPILLA PASIONISTA<br />

DE LAS PRESAS, CANTABRIA.<br />

Oración al comenzar el año<br />

...Y otra hoja más del libro de mi vida<br />

¿qué me traerá el año que empieza?<br />

Lo que tú quieras, Señor.<br />

Pero te pido Fe para mirarte en todo y en todos.<br />

Esperanza, para no desfallecer;<br />

y Caridad para amar a los que me rodean.<br />

Dame paciencia y humildad, desprendimiento y generosidad.<br />

Dame, Señor, lo que tú sabes que me conviene y yo no sé pedir.<br />

Que tenga el corazón alerta, el oído atento, las manos y la mente activas;<br />

Y que me halle siempre dispuesto a hacer tu Santa Voluntad.<br />

Derrama, Señor, tus gracias sobre todos los que amo<br />

y concede tu Paz al mundo entero. Amén.<br />

Revista Pasionario/23


EL MUNDO, LA VIDA, LA IGLESIA<br />

CUBA: EL SISTEMA EDUCATIVO<br />

Y LA FAMILIA (II)<br />

LA IMPOSIBLE EDUCACIÓN<br />

CRISTIANA<br />

En Cuba miles de familias querrían<br />

que sus hijos se educaran bajo estilos pedagógicos<br />

de inspiración cristiana. La familia<br />

tiene que batallar para poder ejercer<br />

su derecho a ser agente primario de<br />

la educación en el hogar, pues se encuentra<br />

bombardeada constantemente por los<br />

medios de comunicación con mensajes<br />

cargados de contenidos ideológicos y criterios<br />

de valoración que privilegian este<br />

aspecto por encima de cualquier otro. La<br />

posibilidad de elegir qué educación quiere<br />

para sus hijos es totalmente inexistente,<br />

pues es un precepto constitucional<br />

el de ejercer el monopolio sobre la educación<br />

no permitiendo otros. El derecho a<br />

ejercer cierto control de las prácticas educativas<br />

es muy escaso, a lo sumo se informa<br />

a la familia sobre los contenidos<br />

educativos que reciben sus hijos. Existen<br />

los llamados Consejos de Padres pero<br />

se limitan a ser una repetición de las<br />

orientaciones de la dirección escolar, no<br />

son voceros de la voluntad familiar.<br />

Pretender que las familias sean consultadas<br />

sobre asuntos escolares es una<br />

aspiración hoy inalcanzable. Un botón de<br />

muestra lo tenemos en la educación sexual<br />

que se ofrece en las aulas, sin preguntar<br />

a los padres si están de acuerdo y<br />

sin tener en cuenta los criterios con que<br />

desean explicar estas cuestiones. Esto se<br />

hace más crítico en los niveles secundarios<br />

y preuniversitarios, donde la participación<br />

de la familia es minimizada a<br />

cuenta de la “consulta” con los propios<br />

alumnos a los que se les hace creer que<br />

son los protagonistas del proceso de adoctrinamiento<br />

ideológico a que son sometidos.<br />

Como se puede comprender la participación<br />

de la familia es nula.<br />

UNA CONTRADICCIÓN EVIDENTE<br />

Sin embargo, en la Constitución, el capítulo<br />

referido a la familia afirma: “El Estado<br />

reconoce en la familia la célula<br />

Mamá y niño,<br />

el futuro de Cuba.<br />

fundamental de la sociedad y le atribuye<br />

responsabilidades esenciales<br />

de la educación y formación de las<br />

nuevas generaciones”. Más adelante,<br />

al referirse a los deberes de los padres,<br />

dice que “deben contribuir activamente<br />

a su educación y formación<br />

integral como ciudadanos útiles y<br />

preparados para la vida en la sociedad<br />

socialista”. Resulta evidente la contradicción<br />

existente entre las responsabilidades<br />

esenciales reconocidas a la familia<br />

y plasmadas en la Carta Magna y su<br />

concreción práctica, donde queda como<br />

mero controlador y cooperador a los dictados<br />

y principios ideológicos del estado.<br />

Por ahora no podemos imaginar que el<br />

Estado escuche a la Iglesia, que tiene por<br />

principio irrenunciable la libertad de enseñanza<br />

y la responsabilidad que asume<br />

la familia en la educación de sus hijos por<br />

derecho propio, derecho que ningún Estado<br />

puede arrebatarle. La sociedad y el gobierno<br />

deben reconocer a los padres como<br />

los primeros y principales educadores, ya<br />

Revista Pasionario/24


que la familia es la primera escuela de<br />

virtudes sociales que nadie puede suplir.<br />

ADOCTRINAMIENTO IDEOLÓGICO<br />

¿Cuándo se eliminará el adoctrinamiento<br />

ideológico en la contratación de<br />

los maestros y en los contenidos a impartir<br />

en la enseñanza? ¿Cuándo se mejorará<br />

el reconocimiento social del maestro,<br />

ofreciendo salarios dignos, condiciones laborales<br />

adecuadas, posibilidades de especialización<br />

y actualización con recursos<br />

materiales para su labor?<br />

Los profesores y maestros, tanto profesionales<br />

jóvenes como los viejos trabajadores,<br />

son víctimas de una gran desmotivación<br />

que ya les persigue desde la universidad<br />

mucho antes de graduarse. Perciben<br />

la incertidumbre de su futuro familiar<br />

y profesional porque saben de antemano<br />

que los salarios servirán para cubrir<br />

apenas las necesidades mínimas de<br />

la familia. Solamente en el aseo personal,<br />

pagan a plazo los artículos electrodomésticos<br />

distribuidos por el Estado, adquirir<br />

un plato fuerte para las comidas se gasta<br />

todo el salario y muchos se quedan en<br />

deuda. Este aspecto es tan determinante<br />

que un alto por ciento de los jóvenes profesionales<br />

optan por la emigración a toda<br />

costa, (como ya escribí en un artículo) o<br />

por la misión internacionalista que cobra<br />

un alto precio por la separación familiar,<br />

pero es algo que hay que asumir para aliviar<br />

la situación económica en que vive la<br />

familia cubana hoy, situación verdaderamente<br />

asfixiante.<br />

AÚN QUEDA LA ESPERANZA<br />

Niño de Cuba,<br />

porvernir incierto.<br />

A pesar del pesimismo que puede brotar<br />

de lo escrito, yo confío en que se recuperará<br />

el derecho de la familia de intervenir<br />

en la educación deniños y adolescentes.<br />

Todos tenemos la obligación de<br />

entrenar a las familias en el ejercicio de<br />

sus derechos, sin desalentarnos por no<br />

ver de inmediato los frutos.<br />

Ojalá algún lector o lectora de PASIO-<br />

NARIO se anime a visitar Cuba. Hay éxitos<br />

innegables, pero también cantidad de<br />

problemas en los 50 años de revolución.<br />

Además de la acogida fraterna que les<br />

aseguro, comentaremos todos los temas<br />

de Cuba que deseen conocer.<br />

✒ P. Carlos Elizalde,<br />

Misionero Pasionista en Cuba<br />

SEMANA DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS<br />

Del 8 al 25 de enero se celebra el Octavario por la Unidad de todos los creyentes en Jesucristo.<br />

Es nuestra respuesta a la oración de Jesús al Dios Padre: “Que sean uno cuantos crean en mí”<br />

Se han dado pasos agigantados, dando así cumplimiento a esta ansia de unidad que nos legó<br />

Cristo el Señor. Pero hace ya tanto tiempo... y los resultados aparecen todavía escasos. Con todo,<br />

seguimos caminando. Nuestra oración reiterada y ferviente, acelerará el proceso.<br />

Que la misma fe en Cristo nos ayude a vivir, a la mayor brevedad, como verdaderos hermanos,<br />

siempre unidos.<br />

Revista Pasionario/25


OTRA JUVENTUD<br />

Familia, la mía<br />

Ahora que acabamos de presenciar<br />

en Madrid la Celebración de la Familia<br />

Cristina, me ha venido a la memoria<br />

lo que contaba una alumna<br />

(Marta García) de mi Colegio San Gabriel,<br />

y con cuyo relato consiguió el pasado<br />

año el Primer Premio en el Concurso<br />

“La Familia cuenta”, que organizaba<br />

la Concejalía de la Mujer, en Madrid.<br />

Decía así:<br />

Yo tengo hora 11 añitos, pero dentro<br />

de nada cumpliré los veinte, o los treinta,<br />

o los novecientos y pico, porque<br />

pienso llegar a la edad de un tal Matusalén,<br />

que dicen que fue el hombre más<br />

viejo del mundo. A lo mejor yo cumplo<br />

más. Nunca se sabe.<br />

Bueno, pues cuando yo sea mayorcita,<br />

pienso ya desde ahora cambiar las<br />

cosas. Casi todas. Sobre todo, las que se<br />

refieren a la vida en familia. Voy a ser<br />

una especie de Obama, ese presi americano<br />

de color que tiene más planes<br />

guay para su patria que pelos en la cabeza.<br />

Porque a mí me aburre mucho la televisión,<br />

por ejemplo. La televisión y la<br />

radio y los periódicos, que no hacen<br />

más que contar cosas desagradables<br />

que pasan en las familias.<br />

La mía va a ser una familia de aquí<br />

te espero.<br />

No lo niego. A lo mejor yo soy un poco<br />

rara, pero, sinceramente, no me gusta<br />

comer sola. Y sin embargo tengo amigas<br />

que sí. Yo disfruto el doble cuando<br />

comemos o cenamos juntos todos los de<br />

mi casa. Y si viene algún familiar más,<br />

mejor. A mí, por ejemplo, me encantan<br />

las alitas de pollo. Pero si las como con<br />

mis hermanos, con mi padre y mi madre,<br />

las alitas no me saben a pollo. Me<br />

saben a gloria. Porque disfruto comiendo<br />

y mirando. Eso de estar juntos a la<br />

Revista Pasionario/26


mesa, dándole al trocito de carne y a los<br />

huesecillos mientras comemos y charlamos,<br />

me encanta.<br />

Es una opinión mía, pero me parece<br />

a mí que las chicas, cuando se trata<br />

de preparar la comida, disfrutamos<br />

más que los hombres. Yo, por<br />

ejemplo, comienzo por buscar el mantel<br />

más bonito que tenemos en el armario,<br />

las servilletas blancas con<br />

borde dorado, los platos con dibujos,<br />

los tenedores, las cucharas, los cuchillos.<br />

Las copas no me las deja tocar<br />

mi madre por si se me caen. Pero<br />

pongo el mantel con dibujos de fresas<br />

que es precioso. Y a todo esto, aún no<br />

hemos empezado a comer, pero yo ya<br />

la estoy gozando.<br />

Para mí, la familia es lo más guay.<br />

Por eso, cuando yo sea mayor y venga<br />

toda mi familia (hermanos, primos,<br />

abuelos, nietos, etc.) a comer a mi casa<br />

en Navidad, por ejemplo, me encerraré<br />

en mi habitación y me vestiré con la<br />

ropa que más me guste. Y como soy mujer,<br />

tengo más gusto que los hombres.<br />

Me arreglo tan chulamente por la sencilla<br />

razón de que comer todos juntos<br />

me sabe a fiesta. Y rezar juntos, más<br />

aún.<br />

Otra cosa. Yo, de mayor, si llego a<br />

presidente del Gobierno, mando cerrar<br />

todas las residencias de ancianos. Ahora<br />

mismo, con 11 añitos, cuando tenemos<br />

una comida familiar en mi casa, si<br />

no vienen, ya estoy echando de menos a<br />

los abuelos. ¡Son tan majos! Y siempre<br />

que vienen, me traen regalos. Como si<br />

fuera poco el regalo de recibirlos a ellos<br />

en mi casa…<br />

Todavía me acuerdo de una vez que<br />

vinieron a comer los abuelos a mi<br />

casa. Además de pasarlo genial mientras<br />

comíamos, a la hora del café nos<br />

marchamos a la habitación donde tenemos<br />

la tele. Allí se pueden ver retratos<br />

de toda la familia. Hay también<br />

una foto mía, de cuando era yo más<br />

chiquitaja. Le oigo comentar a mi<br />

abuelo: “Pero bueno; esta fotografía es<br />

de ayer, como quien dice. ¡Hay que ver<br />

cómo ha crecido Rocío! ¡Ya es una<br />

moza!” Con lo que a mí me gusta que<br />

me echen piropos…<br />

Por eso digo que las cosas van a ser<br />

muy diferentes cuando yo me case y<br />

tenga hijos. Muy diferentes de como<br />

son ahora, con los ancianitos en las residencias<br />

y los niños pequeños en las<br />

guarderías. La mujer comiendo sola en<br />

casa, y el marido en el VIP de la esquina.<br />

¡No, no y no!<br />

Empezaré por escoger novio. Y si a él<br />

no le gusta, por ejemplo, ir de compras,<br />

fregar los platos o tener muchos hijos;<br />

que se vaya buscando otra novia. Yo, o<br />

me caso con un hombre que me quiera<br />

a rabiar y me quiera como soy (entregada<br />

en alma y cuerpo a la familia) o<br />

me meto monja. Y punto.<br />

No le falta razón y mucho<br />

ingenio a la pequeña de mi<br />

Colegio.<br />

✒ Alberto Busto<br />

albertobusto2@gmail.com<br />

Revista Pasionario/27


SAN PABLO DE LA CRUZ<br />

Y LOS LAICOS... AYER Y HOY<br />

Encuento de formación de la familia pasionista<br />

Angosto, 13 al 15 de Noviembre<br />

UN ANHELO, UNA INQUIETUD<br />

Como familia pasionista siempre hemos<br />

tenido una prioridad en nuestro proceso<br />

de crecimiento: la necesidad de formarnos.<br />

Nuestro carisma requiere profundización<br />

continuada. La sentimos como<br />

urgente y necesaria. Tanto laicos como<br />

religiosos estamos llamados a esta<br />

tarea para responder satisfactoriamente<br />

a los retos y desafíos de nuestra cultura<br />

y de nuestro mundo. Por eso una vez<br />

más, nos reunimos en Angosto, un lugar<br />

privilegiado con sabor pasionista en la<br />

provincia de Álava en torno a la figura<br />

de nuestro fundador San Pablo de la<br />

Cruz.<br />

Nos guió y nos acompañó en este proceso<br />

Sor María Dalessandro, hermana<br />

pasionista de San Pablo de la Cruz, que<br />

llegó desde Italia para iluminar nuestro<br />

encuentro y compartir con nosotros inquietudes<br />

y vida. Las Hermanas Pasionistas<br />

de San Pablo de la Cruz son mujeres<br />

que buscan la voluntad de Dios en<br />

sus vidas a la luz del misterio pascual.<br />

María Magdalena Frescobaldi (su fundadora)<br />

encontró en la espiritualidad de<br />

San Pablo de la Cruz una experiencia<br />

acorde con lo que el Espíritu Santo la<br />

inspiraba y en 1817 aquella pequeña comunidad<br />

florentina se insertó en la Familia<br />

Pasionista.<br />

UN CARISMA PARA HOY<br />

María se planteaba para este encuentro<br />

el objetivo de animar la búsqueda<br />

compartida de formas de expresión y encarnación<br />

de la memoria passionis en la<br />

vida del laico hoy, a partir de nuestra propia<br />

realidad. Y así poco a poco fue adentrándonos<br />

en lo mucho que San Pablo tiene<br />

que decirnos aún en nuestros días. Si<br />

pensamos que los santos viven fuera de<br />

la historia porque están sumergidos en<br />

Dios, quiere decir que no les conocemos y<br />

no hemos entendido para qué han venido<br />

al mundo. Ellos son siempre fruto de la<br />

historia y, al mismo tiempo, de la gracia<br />

de Dios. Pablo vivió cuatro guerras, despertó<br />

a la fe en una realidad eclesial du-<br />

Encuentro de formación<br />

de la Familia Pasionista.<br />

Revista Pasionario/28


a cargada de vocaciones forzadas y faltas<br />

de formación. Sin embargo, a su vez,<br />

se vio inmerso en un universo materno<br />

que lo llenó del Amor de Dios y el transcurso<br />

de la vida lo invitó a formar parte<br />

de un laicado comprometido, consciente<br />

de la necesidad de una formación cristiana<br />

sólida y continua, a menudo impartida<br />

por ellos mismos, y dedicado también<br />

a socorrer a los más necesitados.<br />

As sus 20 años Dios actuó en Pablo para<br />

iniciar un movimiento vital de espiritualidad,<br />

una realidad nueva y fecunda<br />

en la Iglesia que ha llegado hasta nosotros<br />

hoy. Nuestra congregación pasionista.<br />

El domingo en la mañana nuestro trabajo<br />

se centró en mirar de cerca algunas<br />

figuras significativas que encarnaron la<br />

espiritualidad de Pablo. Desde joven, fue<br />

una persona de relaciones profundas, naturalmente<br />

del círculo que compartía su<br />

misma pasión: Dios y el encuentro con Él.<br />

La unión que se crea entre las personas<br />

va más allá de las relaciones diplomáticas,<br />

porque se fundamenta en la acción<br />

del Espíritu. San Pablo de la Cruz tuvo<br />

muchas relaciones de este tipo y fueron<br />

casi siempre con personas que dirigía,<br />

hombres y mujeres, y que eran al mismo<br />

tiempo de amistad y apoyo recíproco. Nada<br />

muy diferente a lo que vivimos nosotros<br />

en nuestras diferentes comunidades<br />

de origen. Religiosos y laicos en comunión<br />

y en comunidad viviendo al Dios Padre y<br />

dejando actuar al Dios-Espíritu. Qué<br />

suerte tuvieron aquellos primeros laicos<br />

contemporáneos al fundador. Qué grande<br />

poder compartir Palabra, vida y misión<br />

con el “abuelo Pablo” y con aquellos otros<br />

primeros pasionistas.<br />

LA CERCANÍA DE LA VIRGEN<br />

DE ANGOSTO<br />

Rematamos el encuentro poniendo<br />

nuestra vida de familia en el altar, a los<br />

pies de Nuestra Señora de Angosto. Ese<br />

Santuario es testigo inmenso de la historia,<br />

de la fe de un pueblo, del silencio y<br />

de la plegaria. Y en él nos sentamos alrededor<br />

de la mesa de la Palabra y de la<br />

Eucaristía para volver a nuestros lugares<br />

de origen a sembrar semillas de Pasión,<br />

porque como pasionistas nos debemos<br />

sentir llamados a sacudir el letargo<br />

de los cristianos, a despertarlos oponiendo<br />

al olvido, la memoria passionis. Como<br />

hizo nuestro fundador: San Pablo de la<br />

Cruz.<br />

✒ Marta Martínez Aberasturi<br />

Seglar Pasionista<br />

Revista Pasionario/29


POR LOS CAMINOS DEL MUNDO<br />

LA MITAD DEL MUNDO<br />

La Mitad del Mundo es un terreno de<br />

ocho hectáreas propiedad de la Prefectura<br />

de la provincia ecuatoriana de Pichincha<br />

que tiene una superficie total<br />

de 12.915 km 2 . Está situada en la parroquia<br />

de San Antonio, en el cantón de<br />

Quito, a 14 kilómetros de la capital declarada<br />

en 1978 Ciudad Patrimonio de<br />

la Humanidad.<br />

¿QUÉ ES?<br />

La Mitad del Mundo es una urbanización<br />

construida al estilo arquitectónico<br />

colonial español. Su trazado es el de<br />

los pueblos de antaño: una plaza central<br />

y en torno a ella, la iglesia, la casa<br />

parroquial, el cabildo, las casas del pueblo<br />

y la plaza de toros.<br />

La calle principal se llama Avenida<br />

de los Geodésicos con trece bustos, homenaje<br />

a los sabios y miembros de la<br />

primera misión geodésica francesa. Alrededor<br />

se encuentran los Pabellones<br />

de España, Francia, Ecuador, Alemania<br />

y un moderno Planetario.<br />

MUSEO ETNOGRÁFICO<br />

Un museo sobre la etnografía indígena<br />

de Ecuador. Entre 1979 y 1982 fue<br />

construido un monumento de 30 metros<br />

de altura para marcar el punto donde<br />

se creía que el ecuador atravesaba el<br />

país. De hecho, se trazó una raya desde<br />

el centro del monumento que atraviesa<br />

toda la plaza donde, a lo largo de los<br />

años, incontables visitantes se han fotografiado<br />

cruzando la línea. Muchos creen<br />

que colocando un pie en el hemisferio<br />

norte y otro pie en el hemisferio sur<br />

se pesa menos.<br />

MONUMENTO PIRAMIDAL<br />

Se denomina el Monumento Ecuatorial<br />

por su forma piramidal con cuatro<br />

monolitos en los ángulos con la dirección<br />

geográfica de los cuatro puntos<br />

cardinales, y uno es localizado en la línea<br />

ecuatorial cero grados, cero minutos,<br />

cero segundos. Esta línea pasa por<br />

diversos países y continentes, pero úni-<br />

Nace un nuevo día en la Mitad del Mundo (Ecuador).<br />

Revista Pasionario/30


camente hay un país que toma su nombre:<br />

República de Ecuador. El monumento<br />

piramidal está rematado por un<br />

global de 4,5 metros de diámetro y 5 toneladas<br />

de peso. El globo está envuelto<br />

de oriente a occidente por una cinta, indicadora<br />

de la línea ecuatorial, dividiendo<br />

a la esfera exactamente en dos<br />

mitadas. En el interior del monumento<br />

se encuentra el museo que muestra elementos<br />

de la cultura indígena de Ecuador,<br />

como vestimenta, descrpciones de<br />

diferentes grupos y muestras de sus actividades.<br />

ENCONTRANDO EL ECUADOR<br />

Los primeros trabajos tratando de<br />

localizar el punto exacto del ecuador o<br />

mitad del mundo fueron de principios<br />

del siglo XVIII por Charles Marie de<br />

la Condamine. Unos años más tarde el<br />

general Charles Perrier, de la Academia<br />

Francesa de las Ciencias, fue enviado<br />

en una misión científica para verificar<br />

los resultados obtenidos. Posteriormente,<br />

en 1936, con el apoyo del<br />

Comité Franco-Americano, el Doctor<br />

Luis Tufiño, geógrafo ecuatoriano,<br />

construyó un monumento de 10 metros<br />

en donde se creía que era el centro,<br />

ubicado en la provincia de San Antonio<br />

de Pichincha.<br />

En 1979 el monumento se trasladó<br />

a 7 kilómetros al oeste donde se construyó<br />

el actual monumento piramidal<br />

construido con hierros y cemento y<br />

recubierto de piedra tallada y pulida<br />

de andesita y que está más próximo<br />

al verdadero ecuador, pero todavía sigue<br />

estando a 240 metros al sur de la<br />

línea correcta. Hoy, con el desarrollo<br />

de la tecnología GPS, la situación<br />

real del ecuador en esta zona ha sido<br />

determinada finalmente y el Museo<br />

Solar Intiñán fue construido para<br />

marcar la verdadera localización de<br />

la línea imaginaria. En ete lugar sinlatitud,<br />

o con latitud 0º 0’ 0’’, en la<br />

mitad del mundo, las sombras se desvanecen<br />

ante el sol vertical del mediodía.<br />

EL CLIMA<br />

Ayer y hoy en el Monumento<br />

a la Mitad del Mundo.<br />

Aunque nos suene contradictorio, el<br />

clima de la Mitad del Mundo no es “mitad<br />

y mitad”, mitad seco y lluvioso, sino<br />

muy seco y árido, de mayo al mes de<br />

agosto apenas se dan precipitaciones.<br />

Para ser más exactos, las lluvias se presentan<br />

aproximadamente en una media<br />

promedio anual de 550 mm 3 , lo que propicia<br />

temperaturas que oscilan entre 15<br />

y 22 grados.<br />

Lo que es destacable son los colores y<br />

la luminosidad con que vive esta ciudad,<br />

el sol siempre presente la convierten<br />

en puro brillo.<br />

EXPERIMENTOS<br />

Se han realizado experimentos con<br />

algunas constataciones, así en el norte<br />

el agua gira de una manera y en el sur<br />

rota de manera contraria, por el efecto<br />

Coriolis; también hay menos fuerza de<br />

gravedad y resistencia en la Mitad del<br />

Mundo.<br />

✒ Pepe Fernández del Cacho<br />

Revista Pasionario/31


ORAR PARA SER<br />

Nuestros señores, los pobres<br />

El 2 de enero se celebra<br />

la festividad de San<br />

Gregorio Nacianceno,<br />

obispo de la Iglesia, en el<br />

siglo III. Decía: “Al hambriento<br />

pertenece el pan<br />

que tu guardas celosamente.<br />

Los vestidos que<br />

llenan tus roperos son<br />

del hombre desnudo. Del<br />

descalzo son los zapatos<br />

que se echan a perder en<br />

tu casa. De los indigentes<br />

es todo el oro que tienes<br />

guardado. De este<br />

modo eres opresor de<br />

aquellos a quienes podrías<br />

ayudar”.<br />

Estas palabras escritas<br />

hace 1.700 años, siguen<br />

siendo dignas de<br />

meditar, para ver la responsabilidad<br />

que tenemos<br />

al vivir en la “sobreabundancia<br />

personal”,<br />

recordando que ese pan<br />

que tiro, ese vestido que<br />

no uso, ese calzado... y<br />

ese dinero que gasto, superfluo,<br />

etc... es un robo<br />

que hago al que lo necesita;<br />

lo que nos sobra a<br />

otros le falta. Debemos vivir CON LO<br />

NECESARIO. El vivir con lo necesario,<br />

no quiere decir que el dueño de una<br />

empresa, deba venderla por lo que le<br />

den y quedarse solo para vivir; destruiría<br />

una actividad y una fuente de riqueza,<br />

para todos los que colaboran o<br />

trabajan en ella. Un individuo puede<br />

ser dueño de “FORD” y vivir con lo necesario.<br />

La sobreabundancia puede hacer<br />

más daño a la persona que la “crisis” o<br />

escasez, aunque no lo parezca. Incluso<br />

para la propia salvación. Ya lo decía<br />

La pobreza, tiene muchas caras. En la India,<br />

en Bolivia, por doquier. De cara al nuevo año,<br />

urge renovar el propio compromiso solidario.<br />

San Francisco: “es más fácil entrar en<br />

el cielo saliendo de una choza que de un<br />

palacio”.<br />

¿Cuántos padres se arrepienten de<br />

haber criado a sus hijos en la sobreabundancia?...<br />

Quizá ya sea tarde:<br />

La Sagrada Familia, es ejemplo vivo<br />

de cómo llegar a vivir con lo necesario y<br />

nada más.<br />

✒ Fernando Holgado Retes<br />

Revista Pasionario/32


Beca a Santa Gema Galgani<br />

(En memoria del Padre Leandro G. Monge, Pasionista)<br />

Josefa Martín Lebrusan (Villarubia de los Ojos, C. Real) 10 €<br />

Una devota (Madrid) 20 €<br />

Adela Rodríguez (Madrid) 10 €<br />

Una devota (Granada) 50 €<br />

Ramón Vidal (Melide, Coruña) 10 €<br />

Margarita Alvarez González (Gijón, Asturias) 50 €<br />

Rosa Guaita Rico (Pinoso, Alicante) 20 €<br />

Tirsa García Villar (Valladolid) 10 €<br />

Pilar García Villar (Valladolid) 05 €<br />

Concha Pérez Morga (Albacete) 20 €<br />

Juanita C. Puche (Albacete) 20 €<br />

Ana Fernández (Albacete) 03 €<br />

Rosa María Nuñez (Albacete) 20 €<br />

Josefina Simano (Albacete) 05 €<br />

María Rivas Cosano (Pte. Genil, Cordoba) 20 €<br />

Joaquina Jiménez Moreno (Pte. Genil, Cordoba) 10 €<br />

Inmaculada Vega (Sta.Cruz de Tenerife, Canarias) 50 €<br />

Cristina de Miguel () 50 €<br />

Beatriz (Paracuellos, Madrid) 10 €<br />

Victoria Díaz (Paracuellos, Madrid) 20 €<br />

Esta Beca se destina a la formación de jóvenes aspirantes al sacerdocio<br />

y a la vida pasionista, en España y América. Colaboradores y amigos<br />

de nuestras Misiones, ¡muchas gracias!<br />

Agradecen y piden Favores a Santa Gema<br />

Dolores Recuerdo y Alberto (Madrid), Natividad García<br />

Pérez (Villa del Prado, Madrid), Alfredo Rodrigo (Villa del<br />

Prado, Madrid), Ceferina Gutiérrez Cuervo (Candas, Asturias).<br />

Cuantos agradecen y piden favores a Santa Gema,<br />

si desean salir en esta página,<br />

deben dirigirse a REVISTA PASIONARIO,<br />

C/ Leizarán, 24. 28002. Madrid.<br />

Descansan para siempre en el Señor<br />

Ana María Rico (Yecla, Murcia), Hna. Micaela Arzayus Artola (Madrid),<br />

Francisca Romero Romero (Huelva), Matías Araque Dsviat<br />

(Albacete), Francisca Luque Carpio (Lopera, Jaén), Juana Teresa<br />

Garcia Fabregas (Las Palmas de G. C.), Tomas Gil (Orellana la Vieja,<br />

Badajoz), Pilar Pérez Moraga (Albacete), Nieves Cardona Molla<br />

(Xativa, Valencia), Licerio Villanueva Nieto y Ricardo Moreno Nieto<br />

(Riocabado, Albornos, Ávila), José Luís Martín García (Papatrigo,<br />

Ávila), Adalberto Huerga (Oviedo, Asturias), José Silvestre Agramunt<br />

(Antana, Castellon).<br />

Por su eterno descanso celebramos la Santa Misa<br />

en el Santuario el último sábado de mes a las seis de la tarde.<br />

Revista Pasionario/33


BOLETÍN DE NUEVA SUSCRIPCIÓN<br />

✄<br />

D./Doña ..................................................................................................................................<br />

Calle ....................................................................................... Núm. ............. Piso ............<br />

C.P. ......................... Población ........................................ Provincia ..................................<br />

Teléfono ........................................................<br />

Firma<br />

PRECIO DE SUSCRIPCIÓN ANUAL<br />

■ Ordinaria (12 €) ■ De apoyo (20 €) ■ Bienhechor (25 €)<br />

■ Europa (20 €) ■ América (30 $)<br />

Formas de pago (marcar)<br />

■ Giro Postal, a Revista PASIONARIO. Leizarán, 24 - 28002 Madrid<br />

■ Talón nominativo: Revista PASIONARIO, Leizarán, 24 - 28002 Madrid<br />

■ Transferencia bancaria, a Revista PASIONARIO,<br />

Banco Popular Español C/C 0075/1331/23/0600027186<br />

Recortar y enviar a: Revista PASIONARIO<br />

Leizarán, 24 - 28002 MADRID


Dios-Amor<br />

¿Cómo es posible, Señor,<br />

que abandonaras el cielo,<br />

para llegar a este suelo,<br />

sembrado de odio y dolor?<br />

–Esas son cosas de amor.<br />

¿Cómo es posible, Señor,<br />

que en una cueva nacieras,<br />

y que frío padecieras,<br />

Tú, el Sol de más ardor?<br />

–Esas son cosas de amor.<br />

¿Cómo es posible, Señor,<br />

que, siendo dueño del mundo,<br />

nacieras cual vagabundo<br />

en pobreza y sin honor...?<br />

–Esas son cosas de amor.<br />

¿Cómo es posible, Señor,<br />

que vengas a traer paz,<br />

y un rey cruel y falaz<br />

te persiga con furor...?<br />

– Esas son cosas de amor<br />

¿Cómo es posible, Señor,<br />

que nazcas para morir...?<br />

–Para que puedas vivir<br />

sin angustia y sin temor...<br />

–¡Qué cosas hace el amor!<br />

Pindado, C.P.


Cada niño, con su pan.<br />

¿Traerá pan para todos, para “casi” todos los hombres y mujeres del mundo el nuevo año?<br />

De nosotros depende, porque Dios, nunca falla.

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