PORTADA ENERO 2010 - Passio Christi

AÑO SACERDOTAL
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“La mayor desgracia para nosotros –los párrocos– es que el alma
se endurezca (...) Le diré cuál es mi receta: doy a los pecadores
una penitencia pequeña y el resto lo hago yo por ellos” (Sto. cura de Ars).
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Nació en Holanda. Fue bautizado con
el nombre de Juan Andrés. Una vez que
entró en la Congregación Pasionista se le
llamó Carlos de S. Andrés o, también,
Carlos de Mount Argus. El Papa Benedicto
XVI le canonizó hace tres años y de él
se ha dicho:
“Una reedición del Cura de Ars en pasionista
y, concretamente, en Irlanda había
de ser, en cierto modo, Juan Andrés, el
hijo del molinero de Munstergeleen”.
Fue admitido en la Congregación, en el
Convento de Ere, Bélgica, por el P. Domingo
Barberi, el gran apóstol de ecumenismo
y fundador de los Pasionistas en
Bélgica e Inglaterra. (De él hablaremos
en otro número). Cuando contaba 35 años
fue trasladado a Irlanda. De ahí que se le
llamase “el santo de Mount Argus”, donde
se ubicaba el Convento Pasionista.
Ejerció su apostolado no tanto con la
predicación, como el P. Domingo, cuanto
con la confesión y las bendiciones. Confesaba
de la mañana a la noche. De todas
partes de Irlanda, e incluso de Inglaterra,
Escocia y hasta de América, llegaban peregrinos
a Mount Argus para ser atendidos
por “Charlie”, como le llamaban sus
monaguillos. El P. Carlos tenía una particular
manera de bendecir. Lo hacía siempre
con el agua bendita y la reliquia de S.
Pablo de la Cruz. Su bendición sobre los
enfermos comenzó a realizar numerosas
curaciones y su fama se extendió rápidamente.
A dondequiera que le trasladasen,
San Carlos de Mount Argus.
incluso con motivo de un pequeño descanso,
la gente se enteraba y se formaba
una auténtica procesión de enfermos y
personas de toda condición que acudían a
visitarle suplicando su bendición.
El P. Carlos murió el 5 de enero de
1893. Cientos y miles de personas, católicos
y protestantes, llegados de todos los
ángulos de Irlanda, desfilaron durante
tres días seguidos ante su cadáver, aplicando
cruces, rosarios y otros objetos de
devoción sobre quien ya llamaban “el
Revista Pasionario/12