PORTADA ENERO 2010 - Passio Christi
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MARÍA REINA DE LA PAZ<br />
Estrenamos el año, celebrando la Jornada<br />
de la Paz, instituida en la Iglesia, por el Papa<br />
Pío XII, el día 11 de octubre de 1954, festividad<br />
litúrgica de la Maternidad de la Virgen<br />
María.<br />
En ese día 1 de enero, veneramos a la Madre<br />
de Jesús, bajo la advocación de Santa María,<br />
Madre de Dios, y ese Niño Dios que la Virgen<br />
nos da a los hombres, es a quien el profeta<br />
Isaías le llama: “Príncipe de la Paz”, Is. 9, 6.<br />
La Paz es el regalo que Jesús nos trae a los<br />
hombres con su nacimiento y que los ángeles<br />
se lo anuncian jubilosos a los pastores, cantando:<br />
“Gloria a Dios en el cielo y en la tierra<br />
Paz a los hombres que ama el Señor” Lc.2, 22.<br />
Los pastores y los Reyes corren presurosos<br />
a ofrecerle sus dones, y todos encuentran al<br />
Niño con su Madre quien, muy feliz y complaciente,<br />
se lo pone en sus brazos, llenándoles de<br />
felicidad y de paz, Lc. 2, 20.<br />
A los 40 días de su nacimiento, sus padres,<br />
José y María, le llevan al Niño el templo,<br />
“para cumplir todo cuanto estaba escrito en la<br />
Ley de Moisés”, Lc. 2, 22, y allí se encontraba<br />
el santo anciano Simeón quien toma al Niño<br />
en sus brazos y como fuera de sí exclama alborozado:<br />
“Ahora puedes dejar a tu siervo irse<br />
en paz, según tu palabra; porque mis ojos han<br />
visto a tu Salvador”, Lc. 2, 29-30.<br />
Reina de la Paz.<br />
La paz es igualmente el saludo y el don que<br />
Jesús ofrece a sus discípulos en todo tiempo y<br />
lugar: “Mi paz esté con vosotros”, Lc. 24, 36,<br />
“Mi paz os dejo, mi paz os doy “, Jn. 20, 19<br />
-21, y nos advierte que su paz nadie en el<br />
mundo nos la puede dar: “Mi paz os dejo, mi<br />
paz os doy; no como el mundo, os doy yo la paz<br />
a vosotros. En él tendréis que sufrir tribulaciones,<br />
pero tened confianza. Porque Yo he<br />
vencido al mundo” Jn. 16, 33.<br />
La Iglesia misma nos recuerda que la paz<br />
es fruto del amor y que está muy por encima<br />
de cuanto la justicia y la solidaridad humana<br />
nos puede dar, y nos alienta a ser nosotros<br />
mismos constructores de paz: “Por eso, todos<br />
los cristianos quedan visiblemente invitados a<br />
que, realizando la verdad en el amor, se unan<br />
a cuantos, como auténticos constructores de<br />
paz, se esfuerzan por instaurarla y rehacerla”.<br />
G.S.n 78.<br />
LA PAZ DE MARÍA CON DIOS<br />
La paz que el Niño Dios trae al mundo, está<br />
fundamentada en el amor que Dios tiene a los<br />
hombres y en la respuesta positiva que Dios<br />
espera encontrar en los hombres de buena voluntad.<br />
María fue saludada por el Angel como la<br />
llena de gracia y de Dios: “Salve, llena de gracia,<br />
el Señor es contigo”, Lc. 1, 28. Su voluntad<br />
y su vida entera están plenamente identifica-<br />
Revista Pasionario/14