en escena - Casa de la Danza

Un paraíso para disfrutar
del teatro y la danza
Por Perfecto Uriel
Del 11 al 14 de septiembre,
Tárrega se convierte en un mercado
de teatro y danza. El pueblo
entero se transforma en un enorme
mostrador al que acuden programadores
de teatro, directores de festivales,
productores y público en general para
disfrutar de las nuevas propuestas para
la temporada.
Con sus 28 años de vida, tiempo más
que suficiente para hacerse un hueco
en el panorama internacional. Éste
fenómeno sociocultural, festivo y popular
-junto a otras ferias un poco menos
conocidas- es el que mueve los hilos de
la industria de las artes escénicas en
España.
Hablar de Tárrega es hablar de teatro
y de fiesta en la calle. Tárrega siempre
ha tenido en consideración los espectáculos
de danza y sería injusto olvidar
esos momentos, ya históricos, de compañías
como: "Mar Gómez" o "Las
Malqueridas" o "Corchero", por citar a
unos pocos. Es cierto que siempre eran
propuestas de calle y por tanto un poco
menos formales que cuando se trata de
una programación de interior, sea cual
sea su condición.
Diez compañías nacionales e internacionales
-de las 80 que participan en la
feria- han traído a Tárrega sus últimos
montajes que, con la danza como elemento
principal, también beben de
otras disciplinas como el circo, los
audiovisuales o la performance.
Un buen ejemplo de esta mezcla de disciplinas
la pudimos ver en la compañía
de las Islas Baleares, Au Ments, con su
montaje Accions/Reaccions, a caballo
entre el teatro visual, la performance y la
danza.
Así mismo, la compañía catalana Senza
Tempo, con un lenguaje mestizo y más
allá de la danza, su montaje de calle
A+, cosas que nunca te conté, nos ha
hablado de la utopía, de la libertad y
del nomadismo.
A medio camino entre la danza contemporánea
y el circo, Claire trajo su Barco
de Arena, un solo de danza que recoge
el espíritu del montaje De paseo (2004).
Danza y humor se mezclaron en el
espectáculo de calle Un poco Carmen,
de la compañía belga La Guardia
Flamenca. Una curiosa formación de
majorettes flamencas de Flandes
(Bélgica) que teatralizan el mito de
Carmen en un montaje itinerante y festivo.
Los franceses Osmosis Cie. traspasan los
límites de la danza con el montaje
Alhambra Container. A medio camino
entre la danza y el teatro físico, es una
gran coreografía concebida para tres
bailarines, tres carretillas elevadoras y
tres contenedores de mercancías sobre
los que se proyectan imágenes de las
interpretaciones de tres cantantes creadas
para la ocasión. El espectáculo
habla de fronteras, de división, de movimientos
migratorios, del exilio. Es un
canto a la esperanza, la reivindicación
de un sueño.
La pintura se mezcló con la danza
robándole el protagonismo en el montaje
El pintor y la modelo, del andaluz
Roberto Martínez Losa. Un pintor baila
y pinta encima del escenario
en una tela. Una reflexión
sobre el arte y la realidad
de un creador multidisciplinar
formado en las
bellas artes.
La música clásica (con
músicos procedentes de la
Orquesta Sinfónica de
Tenerife y de la Filarmónica
de Galicia) y la danza contemporánea
establecen un
diálogo en la creación Suite
Nómada, de la compañía
canaria Nómada.
El teatro gestual y la danza
son los protagonistas del
montaje de calle El jardí de
les meravelles, de la compañía
Factoria Mascaró,
una sátira sobre el hombre
y su entorno natural y
urbano.
Danza, circo y humor convergen
en Gira, el espectáculo
de Jorge Albuerne i
Cecilia Colacrai.
Los aragoneses Teatro Che
y Moche presentaron
Metrópolis, un espectáculo
multidisciplinar, que amalgama
música y danza,
cinema, vídeo y teatro.
Basado en la mítica película
de Fritz Lang, la compañía lleva a los
escenarios una superproducción con
una banda sonora original de Víctor
Rebullida grabada por la orquestra
Enigma (Orquesta de Cámara del
Auditorio de Zaragoza).
Resumido en pocas palabras, estas son
algunas de las sinopsis de los espectáculos
que me dio tiempo a ver. Aunque
algunos no fueron para tirar cohetes, la
verdad es que siempre es interesante
ver como la danza empieza a formar
parte de las propuestas de ferias y festivales.
Estamos tan acostumbrados a no
encajar en programaciones, festivales y
otros eventos que es causa de gran júbilo
cuando nos dejan participar en las
ferias de artes escénicas. De cualquier
manera siempre será más provechoso
abrir puertas que cerrarlas. La interdisciplinaridad
nos dará buenos resultados
en un futuro no muy lejano.
“Un poco de Carmen”, La Guardia Flamenca
Danza en Escena 5
nº22_2008