4 entrenós LITERATURA 18 de diciembre, día mundial de las personas migrantes Rubén Sánchez ¿Cómo ha sido el año 2014 con respecto al derecho a la libre circulación de las personas? Infausto. En la frontera sur nuestro gobierno se ha esforzado en repeler a personas que, en su mayoría venían huyendo de la guerra de Siria. Sí esa guerra que hacen con armas y municiones que les vendemos los europeos y estadounidenses. Les quemamos la casa, pero cuando salen no queremos que vengan a la nuestra. Es escandaloso que, a estas personas, que tienen derecho de asilo, no se les permita ni pedirlo. Se practican las llamadas “devoluciones en caliente” que consisten en no dejarles solicitar asilo porque se les expulsa conforme se les intercepta. Esta práctica es ilegal, ha sido denunciada por ONGs que actúan en la frontera, criticada por la Unión Europea y veremos en qué termina. Las autoridades españolas no pueden evitar mostrar su desprecio no sólo por los derechos humanos, sino sobre todo por las personas. Hoy, el Ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz ha respondido a las críticas de distintas instituciones nacionales y europeas, la Iglesia y más de un centenar de ONG sobre la ilegalidad de las devoluciones en caliente: “Que me den la dirección y les enviamos a esa pobre gente”. Así es que, según nuestro gobierno quedan justificadas las concertinas, los asesinatos de los que tratan de entrar en nuestro país, las devoluciones en caliente y todos los crímenes que se les ocurran con tal “defender la frontera”. Es difícil ser más antihumanista. ¿Y qué sucede con las personas que han entrado legalmente y como se han quedado en el paro (igual que millones de españoles) no consiguen que se les renueve el permiso de residencia? Se les acosa hasta la brutalidad. Desde las llamadas “redadas racistas” en las que la policía pide documentación a todo el que sea negro o indio hasta los “vuelos de la vergüenza” en los que compran el viaje y tratan de llenar el avión como sea y, tal como ha documentado El Diario, drogan y golpean a los pasajeros. Pero no sólo se les deporta arbitrariamente (separando familias insensiblemente), aquí, en A Coruña, nuestro gobierno municipal dicta normativas que castigan a los vendedores ambulantes, les cobran por devolverles las mercancía decomisada, les amenazan por hurgar en los contedores de basura... y lanzan a sus policías a acosarlos y utilizar la brutalidad que les apetezca que siempre estarán los mandos para justificar el abuso. Además, si no se dejan golpear adecuadamente, se les denuncia por resistencia a la autoridad. Hoy también han aprobado en el Congreso la “Ley mordaza” para que nos estemos todos quietecitos y calladitos, no nos vayamos a pensar los de aquí que nosotros sí tenemos derechos. Por supuesto hablar de derechos laborales ya resultaría ingenuo, puesto que toda la legislación sobre inmigración sólo sirve precisamente para generar mano de obra sin derechos, personas que se dejen explotar porque no pueden denunciar ningún abuso. La vergüenza de los CIEs, cárceles para personas que no son delincuentes (si no, se les llevaría a la cárcel) en los que una y otra vez se les maltrata o se les lleva a la muerte por falta de atención médica nos da la talla moral de nuestro sistema. Además, ya ni siquiera se les reconoce el derecho a atención médica, gracias a la ley que se aprobó en 2012 y que se aplica hasta en los casos en que no se puede hacer legalmente. Ni derecho a la libre circulación, ni derecho al trabajo, ni derecho a la salud... Sin embargo, cada vez son más las personas, los colectivos, los periodistas que denuncian estos atropellos. Desde muy abajo se va gestando un movimiento solidario que proclama que luchar por los derechos de las minorías es luchar por los derechos de todos los seres humanos. Salvo ésto, lo dicho: para el derecho a circular, 2014 ha sido infausto. Por cierto, el gobierno para celebrar el día internacional de las personas migrantes, ha organizado dos vuelos de la vergüenza a Mali y Senegal el próximo 18 de Dicembre.
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