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XV JORNADAS CIENTÍFICAS<br />

DE LA<br />

SOCIEDAD ESPAÑOLA<br />

DE<br />

OVINOTECNIA<br />

Y<br />

CAPRINOTECNIA<br />

27, 28 y 29 de septiembre de 1990<br />

Córdoba<br />

ORGANIZADAS POR:<br />

Sociedad Española de Ovieotecnia y Caprinoteceia<br />

CON LA COLABORACIÓN DE:<br />

Cajasur. Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Córdoba<br />

Excmo. Ayuntamiento de la Ciudad de Córdoba<br />

Laboratorios Cooper-Zeltia, S. A.<br />

Laboratorios del Dr. Esteve


Editores:<br />

Prof. Alfonso Vera y Vega<br />

Prof. Mariano Herrera<br />

Edición realizada con la colaboración de la Revista:<br />

AVANCES EN ALIMENTACIÓN<br />

Y MEJORA ANIMAL<br />

I.S. B.N.: 84-87007-15-5<br />

Depósito legal: Z.-2.427-89<br />

Fotocomposición: LASERCOM, S. A.<br />

Imprenta: GRAESAL


Prólogo<br />

CÓRDOBA, LEJANA Y SOLA<br />

No sólo para el jinete lorquiano Córdoba está lejana y sola. No sólo.<br />

Para el castellano trashumante cuatro leguas al día, andurreando por los andurriales<br />

que no otra cosa eran las cañadas, Córdoba estaba lejana. Muy lejana. Lejana<br />

también estuvo para el rey reconquistador y sus huestes, que camino cabañero adelante<br />

(no había otro mejor) tardó en llegar siglos aquí hasta entrar por la cañada que<br />

alguna ignorada vanguardia de descendientes de pastores mozárabes le indicara.<br />

Y sola, muy sola bajo tu sierra, perdida en su valle, perezosa junto a su río eterno,<br />

escuchando campanas hoy dolorosamente enmudecidas.<br />

Sola porque en medio de tu valle irrigado, Córdoba, hubimos de ir lejos para encontrar<br />

alguna ganadería ovina o caprina que mostrar a quienes vinieron en aquel<br />

otoño a la anual convocatoria de la Sociedad Española de Ovinotecnia y Caprinotecnia.<br />

Pena de tu lejanía. Pena de tu soledad, Córdoba, que fuiste tan ganadera. Pena de<br />

tus agostaderos hoy quemados, no aprovechados en esas noches de julio, rastrojeras<br />

ardiendo, que ensucian para todo el verano los cielos del Sur.<br />

Hay que ir a tu sierra, Córdoba, para encontrar cabanas y pastores. Hay que preguntar<br />

a tu hermana, Sevilla, la que hiere, por si lo sabe, cómo viniste a quedar tan<br />

horra de ganado, de tanto estar preñada de mieses y olivares.<br />

Pena de tu soledad ganadera, Córdoba. Tú que viste blanquear por vez primera,<br />

mediante cruzamiento, las lanas turdetanas de lo que hoy son Merinos, sí es cierto lo<br />

que nos cuenta mi paisano Columela. Tú que fuiste provincia «nutrix» de Roma, madre<br />

común de Europa. Tú que apañaste el primer embarque de, ganado ovino para el<br />

Nuevo Mundo y que careando, careando llevaron consigo los hombres, serranos, por<br />

supuesto, de Sebastián de Balalcázar, los que vieron joven aún y no despeinada a la<br />

más bella torre de homenaje de los castillos del Sur, los que pusieron la base ganadera<br />

del virreinato del Perú.<br />

Alguna vez, cuando el hombre expoliador y erosivo agote vuestras campiñas, Córdoba,<br />

Sevilla, cuando el desierto africano os aflija más, Córdoba, Málaga, Cádiz, tendréis<br />

que repecorizar vuestras sierras. Esas que ahora dejáis que os compren, tan baratas<br />

a pesar de ser tan bellas, los comunes mercaderes, que vienen a cazar en tus<br />

dehesas como si no hubiese otra alternativa para esos vuestros territorios pastorales,<br />

tan comidos de monte, tan absortos de incendios, tan jurídicamente desprotegidos de<br />

las demagogias de quienes, invocando la ecología, pero sin saber historia ni poesía,<br />

han dejado que la soledad que apuntó el poeta invada tus campos, para hacerte más<br />

lejana y más dolorosa, aunque no te creas tan sola.<br />

Alfonso Vera y Vega<br />

Presidente de la Sociedad Española<br />

de Ovinotecnia y Caprinotecnia


ÍNDICE DE PONENCIAS Y COMUNICACIONES<br />

I. GENÉTICA<br />

Ponencia<br />

Págs.<br />

Ingeniería genética aplicada a la producción de pequeños rumiantes. M. a Belén<br />

Pintado Sanjuanbenito 13<br />

Comunicaciones<br />

Sistema M de grupos sanguíneos ovinos. Relaciones con otros parámetros eritrocitarios<br />

en merino español. M. R. de la Haba Giraldo y D. Llanes Ruiz 23<br />

Estudio del habitat de las razas ovinas y caprinas andaluzas en peligro de extinción.<br />

M. E. Camacho, E. Rodero, A. Rodero y J. V. Delgado 27<br />

Aspectos sociales de la conservación de razas autóctonas ovinas y caprinas andaluzas.<br />

M. E. Camacho, E. Rodero, J. V. Delgado y A. Rodero 31<br />

Estudio inmunogenético de diversos marcadores de eritrocitos y plasma de merino<br />

español. M. R. de la Haba Giraldo y D. Llanes Ruiz 35<br />

Estudios preliminares de resistencia genética a la paratuberculosis. A. Molina<br />

Alcalá. M. a del Carmen Crespo Giraldez, M. Fresno Baquero, J. V. Delgado<br />

Bermejo, L. Morera Sanz y D. Llanes Ruiz 40<br />

I!.<br />

ALIMENTACIÓN<br />

Comunicaciones<br />

Problemática de la alimentación-mano de obra en la explotación ovina: Nuevo<br />

sistema de alimentación con «concentrado» ad libitum. I. Sierra Alfranca 47<br />

Influencia sobre la calidad y consumo voluntario de pajas de cebada sin tratar<br />

y tratadas con amoníaco estudiada con cabras de raza Orospedana, variedad<br />

Murciana. E. Ocio Trueba, R. Moreno Ríos y F. Hernández Ruipérez 55<br />

Calendario de aprovechamiento de subproductos por ganado ovino y caprino<br />

de la región castellano-manchega. P. Gil Adrados y F. Rodríguez García 61<br />

Alimentación de cabras en lactación con microsilos agroindustriales. L. Martín,<br />

P. Rodríguez, J. D. Martín y A. Serrano 65<br />

Intoxicación ovina por Phalaris. Descripción de un caso clínico. P. Martínez Picazo<br />

y cois 71<br />

III.<br />

PRODUCCIONES<br />

Ponencia<br />

Lactancia artificial de cabritos en explotaciones de cabras serranas. L. Martín,<br />

J. D. Martín, A. Rota, A. Rojas y L. de la Calle 77<br />

Comunicaciones<br />

Efecto del método de congelación sobre la calidad in vitro del semen de macho<br />

cabrío Verato. M. a Belén Pintado, B. Pérez y L. Gil 81


8 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />

Págs.<br />

Crecimiento de corderos de raza Manchega según la condición corporal de las<br />

ovejas, la época de parto, el tipo de parto y el sexo. A. Molina, L. Gallego, J. I.<br />

Pérez y R. Bernabéu 85<br />

Reactivación de la actividad ovárica en ovejas Salz lactantes en época de actividad<br />

sexual. J. A. Anecia, F. Porcada y L. Zarazaga 91<br />

Características de la canal en chivos Veratos sacrificados a los cuarenta y cinco<br />

días de edad. M. T. Guillen y cois 95<br />

Estudio de los caracteres reproductivos de la oveja rubia de El Molar. M. Ibáñez,<br />

J. Thos y J. J. Urquía 99<br />

Producción de leche durante el período de ordeño de la oveja rubia de El Molar.<br />

M. Ibáñez, J. Thos y J. J. Urquía 103<br />

Evolución de la producción de leche de la población caprina tinerfeña según algunos<br />

factores ambientales. M. Fresno y cois 109<br />

Calidad media de la leche de la agrupación caprina canaria durante la primera<br />

lactación. M. Fresno y cois 113<br />

IV.<br />

PATOLOGÍA<br />

Ponencia<br />

Enfermedades neonatales de los corderos producidos por bacterias. O. Fuentes<br />

Pérez<br />

Comunicaciones<br />

Control y tratamiento de la paratuberculosis ovina y caprina. O. Fuentes Pérez 127<br />

Paratuberculosis caprina: Estrategias del diagnóstico según la incidencia de la<br />

enfermedad. A. Molina Alcalá y cois 135<br />

Enfermedad de Aujeszky en ovino-caprino (descripción de un caso clínico. T.<br />

Cano Expósito y cois 139<br />

Nuevos aspectos epidemiológicos de la enfermedad de los abscesos. F. J. Tejedor,<br />

J. A. Ruiz Santa Quiteria, C. Rupérez y R. de la Fuente 145<br />

Brotes de mamitis en cabras causados por estroptococos del grupo C. J. A. Ruiz<br />

Santa Quiteria y cois 147<br />

Eficacia en el control de un foco de agalaxia contagiosa de una vacuna a base<br />

de Mycoplasma agalactiae inactivado presentando en doble emulsión (Galazel)<br />

en un rebaño ovino/caprino en Medinaceli (Soria). I. Pérez y cois 151<br />

La deficiencia de setenio en el ganado ovino: Nuevo concepto de prevención, i.<br />

Domenech Rierola 153<br />

V. ECONOMÍA<br />

Ponencia<br />

Tendencia de la economía y la comercialización de la producción ovina española.<br />

A. Paz Sáez 159<br />

Comunicaciones<br />

Análisis económico del sector caprino en Extremadura. M. González Gutiérrez-<br />

Barquín y P. Rodríguez Medina 167


9<br />

Págs.<br />

Análisis económico de explotaciones caprinas extensivas en Extremadura. M.<br />

González G.-Barquín y A. M. Berga Monge 173<br />

Análisis económico de explotaciones tipo de ganado caprino. A. Rouco Yáñez,<br />

L. Ruiz Abad y P. F. Rouco Pérez 176<br />

Estructura económica del ovino en la Comunidad Autónoma de Madrid. J. A.<br />

Aguado Ramo, E. González de Chávarri Echániz y F. J. Calahorra Fernández . 181<br />

El mercado nacional de la lana. La demanda intermedia y el consumo final.<br />

A. Paz Sáez 185<br />

Análisis económico del comercio mundial de animales vivos (ovino y caprino).<br />

P. F. Rouco Pérez, F. J. Calahorra Fernández y A. Rouco Yáñez 190<br />

Análisis económico del mercado mundial de carne de ovino. L. Ruiz Abad, A.<br />

Rouco Yáñez y J. A. Aguado Ramo 194<br />

Métodos de gestión técnico-económica en explotaciones de ganado ovino en Albacete.<br />

S. Joy y L. Gallego 199<br />

La ovinicultura en Portugal: Situación y perspectivas de desarrollo en los años<br />

noventa. F. Cabral Calheiros 214


I<br />

GENÉTICA


Ponencia<br />

Ingeniería genética aplicada a la producción<br />

de pequeños rumiantes<br />

M.° B. Pintado Samjuanbenito*<br />

INTRODUCCIÓN<br />

Ingeniería genética es un término que se ha introducido<br />

profundamente en el mundo científico de los<br />

últimos años para designar uno de los campos más<br />

prometedores de la biotecnología. Como tal incluye<br />

todos los métodos técnicos que permiten reproducir,<br />

modificar y, teóricamente al menos, mejorar el material<br />

genético. La ingeniería genética logró hacerse con<br />

una entidad propia hace unos veinte años, naciendo<br />

de la confluencia de varias disciplinas científicas: bioquímica,<br />

genética y biología celular principalmente.<br />

Diez años más tarde ya había demostrado que tendría<br />

un papel destacado en la mejora de la producción<br />

animal.<br />

La intención de esta presentación es dar una visión<br />

de conjunto, necesariamente superficial, de una serie<br />

de técnicas relacionadas con los campos donde la ingeniería<br />

genética puede mejorar la producción de los<br />

pequeños rumiantes, su desarrollo actual y sus posibilidades<br />

futuras.<br />

TECNOLOGÍA DEL ADN RECOMBINANTE<br />

La recombinación del ADN, considerando ésta como<br />

la mezcla y multiplicación del material genético que<br />

constituye el mensaje hereditario, es un fenómeno tan<br />

antiguo como la propia vida, pero siempre con un factor<br />

limitante: las recombinaciones de ADN que se producen<br />

en la naturaleza ocurren, salvo raras excepciones,<br />

entre moléculas muy semejantes, casi homologas,<br />

como corresponde a individuos de la misma<br />

especie. Por esta razón las posibilidades de diversificar<br />

la información genética están tremendamente limitadas.<br />

A principio de los años setenta (4) se logra recombinar<br />

por primera vez una molécula de ADN en el laboratorio.<br />

Desde ese momento multitud de investigadores<br />

permitieron, con su esfuerzo, hacer de la biología<br />

molecular la rama de la ciencia que posiblemente ha-<br />

* Doctor en Veterinaria. Investigador del Departamento de<br />

Producción Animal. Centro de Investigación y Tecnología.<br />

Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias (CIT-INIA).<br />

Carretera de La Coruña, km 5,900 (esquina Dehesa de la<br />

Villa). 28040 Madrid.<br />

ya avanzado más en nuestra década. Se logró en poco<br />

tiempo no sólo aislar e identificar genes, sino crear<br />

otros nuevos, que reúnen en su estructura material<br />

genético de las especies más distanciadas en la escala<br />

evolutiva. Así se puede combinar ADN vírico y bacteriano<br />

con fragmentos genómicos de insectos, plantas<br />

e incluso del hombre.<br />

La gran ventaja y desventaja del ADN es su tremenda<br />

simplicidad. Por un lado hace fácil aislar o replicar<br />

una secuencia de bases, pero la necesidad de exactitud<br />

en el aislamiento es enorme. Una imprecisión<br />

puede carecer de efecto, pero también puede alterar<br />

totalmente la función del gen o inactivarlo. El organismo<br />

se defiende de este peligro potencial, y por ello<br />

cuanto más evolucionado, más complejo es el control.<br />

Por ejemplo, la síntesis de una determinada enzima<br />

puede exigir la conexión y desconexión sucesivas y en<br />

estricto orden de varias zonas del genoma no necesariamente<br />

cercanas, y en algunos casos implicando<br />

cromosomas diferentes.<br />

La recombinación del ADN como técnica de laboratorio<br />

consiste, de manera esquemática, en la obtención<br />

de un fragmento de este ácido nucleico, su inserción<br />

en un microorganismo a través de un vector, su<br />

multiplicación, con el fin de obtener gran cantidad de<br />

copias y su aislamiento y purificación posterior. Esta<br />

metodología es básica para la ingeniería genética, y<br />

aunque ha sido revisada en mucha mayor profundidad<br />

por otros autores (9, 43J conviene hacer una breve<br />

descripción de cada uno de los pasos.<br />

Una vez identificado un determinado gen de interés,<br />

la forma de obtenerlo consiste en sintetizarlo artificialmente<br />

mediante la unión de los nucleótidos o<br />

extraerlo del genoma. En el primer caso ha de conocerse<br />

perfectamente su mapa genético, es decir, la secuencia<br />

exacta de los nucleótidos que lo integran, lo<br />

que no es frecuente. En el segundo caso se aisla el<br />

ADN genómico de un tejido o grupo de células y se<br />

corta en trozos del tamaño aproximado de un gen con<br />

la ayuda de unas «tijeras» enzimáticas, las endonucleasas<br />

de restricción. Estas tienen la facultad de reconocer<br />

ciertas secuencias de bases cortando la cadena<br />

de ADN por ese lugar exclusivamente. Además<br />

ofrecen otra ventaja, y es que muchas de ellas no hacen<br />

cortes limpios, sino que seccionan las dos semicadenas<br />

a distinta altura. Dejan unas terminaciones<br />

llamadas «pegajosas» que son de gran ayuda para<br />

unir este fragmento a otro (fig. 1).


14 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

ENJ}ONUCl^I3/\£^VY.S 13E It&ZSTR X CCJ ON<br />

plásmido bacteriano<br />

Gen do rasistancia a<br />

la Terramicina<br />

€T:^1J.1ÍZ<br />

irjm^a=<br />

I<br />

]<br />

H.-.';-.-.:.M,«!.*.t.<br />

laarw<br />

Fig. 1.—Reconocimiento de una secuencia de bases y rotura<br />

de la doble cadena de ADN por la endonucleasa de restricción<br />

ECO Rl.<br />

Los distintos fragmentos tienen un peso molecular<br />

diferente y por ello se pueden aislar mediante electroforesis.<br />

Al hacer pasar una corriente eléctrica por un<br />

gen a base de agarosa, el ADN se desplaza hacia uno<br />

de los polos, pero los fragmentos más pequeños lo hacen<br />

a mayor velocidad, lo que hace posible separar<br />

unos de otros.<br />

Una vez aislado, el fragmento se integra en un vector,<br />

esto es, un agente capaz de introducirse en células<br />

vivas y replicarse. Normalmente se trata de un<br />

plásmido bacteriano o de levadura o un virus. Vector<br />

y fragmento se unen en un punto conocido con un pegamento<br />

enzimático, una ligasa, y esta construcción<br />

se coloca en contacto con células para que se introduzca<br />

en ellas y se replique. Las más utilizadas son<br />

las bacterias, especialmente el Escherichia coli, ya<br />

que con su gran velocidad de crecimiento permite obtener<br />

multitud de copias o «clones» del gen en un corto<br />

espacio de tiempo (fig. 2).<br />

El reconocer entre las colonias cuáles son las que<br />

han integrado el gen sería una tarea interminable,<br />

por esa razón el vector lleva también un mecanismo<br />

que permite su aislamiento. Por ejemplo, en el caso<br />

de un plásmido suele seleccionarse aquel que lleve<br />

en su dotación el gen de resistencia a algún antibiótico.<br />

Basta añadir éste al medio para saber que las colonias<br />

supervivientes poseen el gen. Una vez conseguido<br />

un cultivo en cantidad suficiente, se procesa, se<br />

aisla el ADN y se procede a abrir los plásmidos con<br />

las endonucleasas específicas. Los fragmentos se<br />

vuelven a aislar por electroforesis, obteniéndose el<br />

gen puro y concentrado.<br />

INGENIERÍA GENÉTICA Y SANIDAD ANIMAL<br />

La sanidad animal es una parte importante en la<br />

producción. Esta se incrementa notablemente si se lo-<br />

plasmida cariado<br />

Fragmentos de ADM exógono<br />

Fig. 2.—Apertura de un vector plásmido e inserción de un<br />

fragmento de ADN exógeno.<br />

gra reducir la incidencia de enfermedades. La ingeniería<br />

genética tiene una aplicación práctica clara al<br />

menos en cinco situaciones (7, 15): .<br />

— Diagnóstico de enfermedades.<br />

— Desarrollo de vacunas recombinantes.<br />

— Producción de agentes terapéuticos.<br />

— Obtención de animales transgénicos genéticamente<br />

resistentes.<br />

— Tratamiento de enfermedades metabólicas.<br />

Diagnóstico de enfermedades<br />

El primer sistema de diagnóstico desarrollado con<br />

técnicas relacionadas con la ingeniería genética fue la<br />

utilización de endonucleasas de restricción. Con ellas<br />

SONDAS DE ADZT<br />

A> Obtención de la sonda<br />

O Reacción de diagnóstlc<br />

^4^<br />

Fig. 3.—Metodología para la identificación y diagnóstico de<br />

agentes patógenos mediante sondas de ADN.


INGENERIA GENÉTICA APLICADA A LA PRODUCCIÓN DE PEQUEÑOS RUMIANTES 15<br />

ha sido posible caracterizar agentes etiológicos de naturaleza<br />

oscura (26). La utilización de este método de<br />

diagnóstico permitiría, por ejemplo, tipificar distintas<br />

cepas de M. paratuberculosis aisladas en ovino y caprino<br />

(5), aunque haya resultado ineficaz en el caso<br />

del vacuno. Sin embargo, esta técnica ha sido desbancada<br />

en parte por la utilización de las llamadas «sondas<br />

de ADN» y que sin duda será una herramienta indispensable<br />

en el futuro (17) (fig. 3).<br />

El fundamento de las sondas reside en la posibilidad<br />

de poder separar las dos semicadenas de ADN<br />

mediante calor o un tratamiento químico. Una vez conocida<br />

la secuencia de nucleótidos de un fragmento<br />

del agente patológico, es posible obtener multitud de<br />

copias de éste recombinando el ADN en el laboratorio.<br />

Cuando se ha obtenido en suficiente cantidad, se<br />

separan las semicadenas y se marcan, constituyendo<br />

la llamada «sonda». El sistema de marcado puede ser<br />

con radiactividad, fluorescencia o agentes enzimáticos<br />

conocidos. Cualquier semicadena de ADN tiene<br />

una peculiaridad, y es que tiende a estabilizarse<br />

uniéndose con una semicadena complementaria, que<br />

podría proceder fácilmente del agente patógeno.<br />

La metodología de diagnóstico consiste en extraer<br />

el ADN de la muestra (sangre, visceras, etc.) y desnaturalizarlo,<br />

es decir, dividirlo en semicadenas, no sólo<br />

lo hará el ADN de las células, también afectará al<br />

agente patógeno. El ADN obtenido se fija posteriormente<br />

a unos filtros especiales de nitrocelulosa. A<br />

continuación se añade la sonda marcada y ésta se encargará<br />

de buscar un fragmento de ADN complementario<br />

al que unirse. Si tras el lavado del filtro es posible<br />

detectar sonda marcada, puede establecerse, sin<br />

lugar a dudas, la presencia del agente patógeno.<br />

Este método ha demostrado ser efectivo no sólo con<br />

agentes virales en estado latente (24), también con<br />

bacterias (23) y parásitos (25). Cuando se simplifique<br />

la técnica, posiblemente deshancará a los métodos<br />

serológicos tradicionales en un futuro muy próximo.<br />

Desarrollo de vacunas recombinantes<br />

Actualmente existen dos tipos de vacunas: las inactivadas,<br />

relativamente seguras, y las vacunas vivas,<br />

que pese a estimular una mejor respuesta inmunitaria<br />

presentan el peligro de una reversión hacia una<br />

forma virulenta que en vez de detener una epidemia<br />

puede desencadenarla (26). Las vacunas recombinantes,<br />

es decir, aquellas obtenidas por ingeniería genética<br />

gozarían de las ventajas de ambas, son seguras y<br />

muy activas. El gran inconveniente que ha limitado su<br />

mayor desarrollo en Veterinaria es el de su alto coste.<br />

No por la producción en sí, sino por el trabajo que representa<br />

el aislar y conocer el código genético de un<br />

agente patógeno.<br />

Las investigaciones se han centrado en aquellos<br />

agentes etiológicos contra los cuales no hay vacuna o<br />

ésta es de una efectividad relativa. Los agentes virales<br />

por su mayor sencillez se han convertido en el mayor<br />

foco de atención, siendo un claro ejemplo el virus de<br />

la fiebre añosa (2).<br />

Hay dos posibles aproximaciones desde el punto de<br />

vista de la ingeniería genética. La primera consiste en<br />

determinar la secuencia que codifica las proteínas<br />

que originan la respuesta inmune, y éstas se sintetizan<br />

como un fragmento de ADN cualquiera, se insertan<br />

en un plásmido bacteriano que se reproduce a<br />

gran velocidad. De esta forma pueden obtenerse a<br />

muy bajo precio grandes cantidades de la misma sin<br />

correr el peligro de una «reactivación» (15). La otra<br />

posibilidad es «inactivar» el agente patógeno, eliminando<br />

de su secuencia los genes causantes del efecto<br />

citopático, pero dejando los causantes de la respuesta<br />

inmune y de la replicación (38). De esta forma sería<br />

posible lograr una infección inocua que se transmitiría<br />

a otros individuos. Este hecho constituye un factor<br />

muy interesante, inoculando un determinado número<br />

de individuos, se podría esperar una difusión de la<br />

vacuna a la población. Con este planteamiento ya se<br />

ha trabajado en porcino (19) y en vacuno (18) y es de<br />

esperar que se extienda pronto a los pequeños rumiantes.<br />

Síntesis de agentes terapéuticos<br />

Una de las ventajas de la recombinación de ADN es<br />

que abarata los costes de producción de agentes terapéuticos<br />

de elevado precio. Actualmente no se ha pasado<br />

de una fase puramente experimental, centrando<br />

los estudios en agentes utilizados en Medicina, tales<br />

como la insulina (11), pero posiblemente en un futuro<br />

no muy lejano se aplicará a tratamientos animales.<br />

Actualmente el área de mayor interés se centra en el<br />

diseño y producción de nuevos agentes antibióticos (15).<br />

Producción de animales transgénicos<br />

genéticamente resistentes<br />

Un animal transgénico es aquel que lleva en su dotación<br />

genética un gen o grupo de genes introducidos<br />

artificialmente. Aunque más adelante se profundizará<br />

en la metodología de obtención, el gen insertado puede<br />

regular cualquier tipo de función, y entre las posibilidades<br />

más tentadoras está, sin duda, la de conseguir<br />

líneas animales genéticamente inmunes (7).<br />

Los estudios de Inmunología en los últimos años<br />

atribuyen a las características del Sistema Mayor de<br />

Histocompatibilidad (MHC) la capacidad de resistencia<br />

que presentan algunos individuos frente a determinadas<br />

enfermedades, mientras que otros son susceptibles<br />

de padecerlas (29). Este sistema es un conjunto<br />

bastante complejo de genes que cada individuo<br />

hereda de sus progenitores, y cuyas características<br />

exactas una vez conocidas podrán servir para seleccionar<br />

aquellos animales con una mejor resistencia.<br />

La complejidad de este sistema hace difícil pensar que<br />

se podrá modificar mediante ingeniería genética en<br />

un futuro próximo, pero en algunas especies ha sido<br />

posible identificar un gen aislado capaz de incrementar<br />

la resistencia frente a una enfermedad en particular<br />

(40), o a un grupo de ellas. Posiblemente sea en


16 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

genes de este tipo donde se centre la actividad investigadora<br />

a corto plazo. Un ejemplo en este sentido es la<br />

labor desarrollada para conocer la estructura del gen<br />

que codifica la secreción de interferón (37).<br />

Tratamiento de enfermedades metabólicas<br />

Este tipo de enfermedades tienen poca incidencia<br />

en la producción animal. Actualmente se tiende más a<br />

la prevención de enfermedades en una población animal<br />

que al tratamiento individual. Las enfermedades<br />

metabólicas, que si tienen trascendencia en Medicina<br />

humana, pasan casi desapercibidas en Veterinaria.<br />

TÉCNICAS DE OBTENCIÓN DE ANIMALES<br />

TRANSGENICOS<br />

La consecución de un individuo transgénico ha sido<br />

posible gracias al desarrollo profundo y paralelo de<br />

dos ramas de la Biotecnología, por un lado de la Biología<br />

Molecular y por otro la Reproducción Animal.<br />

Tan importante ha sido el lograr identificar, aislar y<br />

construir un gen como el obtener células embrionarias<br />

capaces de recibirlos y de continuar su desarrollo<br />

posterior, dando lugar a un individuo con la facultad<br />

de transmitir su nueva dotación genética.<br />

La aplicación de los animales transgénicos a la producción<br />

animal es una posibilidad demasiado tentadora<br />

como para que la investigación se reduzca a grupos<br />

científicos aislados. De hecho han surgido numerosas<br />

tentativas desde muy distintos puntos de vista que han<br />

dado lugar a una metodología muy variada (fig. 4).<br />

De acuerdo con la definición ya expuesta, un individuo<br />

transgénico es aquel que incorpora en su genoma<br />

un gen o grupo de genes extraños introducidos artificialmente.<br />

Según este concepto, todos los organismos<br />

procariotas que se utilizan en la recombinación del<br />

ADN en el laboratorio son transgénicos. En esta revisión<br />

sólo se mencionarán aquellos métodos que han<br />

permitido obtener un pequeño rumiante transgénico,<br />

o que al haber sido aplicados con éxito a alguna otra<br />

especie mamífera ofrecen unas posibilidades tangibles<br />

de hacerlo en un futuro próximo. Según este criterio,<br />

se tratarán de las siguientes:<br />

— Microinyección de células totipotentes y producción<br />

de quimeras.<br />

— Utilización de vectores:<br />

a) Vectores virales.<br />

b) Espermatozoides.<br />

— Microinyección de ADN en pronúcleos o núcleos<br />

celulares.<br />

Microinyección de células totipotentes<br />

y producción de quimeras<br />

VÍRICOS<br />

Una quimera es un individuo obtenido a partir de la<br />

fusión de células de diferentes individuos, presentanai<br />

m<br />

Fig. 4.—Representación esquemática de las distintas metodologías<br />

para la obtención de animales transgénicos.<br />

do características morfológicas y fisiológicas de cada<br />

uno de ellos. La obtención de quimeras es una técnica<br />

relativamente antigua, y hasta hace poco de aplicación<br />

práctica restringida, ya que estos individuos reúnen<br />

características de dos estirpes muy diferentes,<br />

siendo imposible controlar el proceso. Otro factor limitante<br />

de mayor importancia es que la descendencia<br />

de estos «mosaicos» pertenece a una sola de las líneas<br />

parenterales, ya que en ningún caso se produce<br />

la recombinación del ADN de éstas.<br />

Las células totipotentes son aquellas que en unión<br />

con células embrionarias, son capaces de comportarse<br />

como éstas, diferenciándose y formando distintos<br />

órganos y tejidos. Se han aislado dos líneas celulares<br />

de este tipo, las que proceden de teratocarcínomas<br />

(39) o células «EC» (Embryonic Carcinoma) y las obtenidas<br />

por EVANS y KAUFMAN (10), procedentes de<br />

masas celulares internas de blastocistos de ratón.<br />

Ambos tipos han demostrado su capacidad de formar<br />

quimeras en combinación con otras células embrionarias.<br />

La aplicación de esta tecnología a la producción de<br />

transgénicos es inmediata. La infección con retrovirus<br />

o la microinyección de genes en estas líneas celulares<br />

es más sencilla que la aplicación de estos métodos<br />

directamente sobre el embrión. Más aún, hay otra<br />

ventaja clara, y es que en los cultivos celulares podrían<br />

aislarse las líneas que hubieran integrado el<br />

gen, y en algunos casos sería incluso posible el eva-


INGENERIA GENÉTICA APLICADA A LA PRODUCCIÓN DE PEQUEÑOS RUMIANTES i 7<br />

luar el nivel de expresión. De esta forma al incluir alguna<br />

de estas células en el blastocito se sabe que de<br />

formar quimeras que afecten a la línea germinal, la<br />

siguiente generación será transgénica.<br />

La metodología utilizada para la inyección de las<br />

células consiste en su aislamiento de cultivo, a continuación<br />

se colocan en una aguja de inyección y, con la<br />

ayuda de ésta, se expelen en el blastocele de un blastocisto.<br />

Hay que dirigir la inyección hacia la masa celular<br />

interna con la esperanza de que alguna de las<br />

células logre asentarse allí y dé lugar a toda o parte<br />

.de una línea germinal. Sólo si las células germinales<br />

están afectadas se producirá un auténtico transgénico<br />

en la segunda generación.<br />

Este método se ha aplicado con éxito en ratones<br />

(41), pero en el resto de las especies animales es necesario<br />

el poder obtener líneas celulares totipotentes.<br />

Otros investigadores (30) han intentado conseguir<br />

quimeras con fibroblastos de cerdo, pero hasta la fecha<br />

no se ha publicado ningún trabajo de este tipo<br />

centrado en pequeños rumiantes.<br />

Utilización de vectores<br />

El planteamiento es muy similar al de la metodología<br />

de recombinación del ADN ya expuesta, en este<br />

caso se busca un sistema de transporte de los genes<br />

al interior del embrión en lugar del interior de la bacteria.<br />

a) Agentes virales<br />

La infección viral se ha utilizado repetidamente y<br />

con diversos fines para introducir ácidos nucleicos en<br />

cultivos celulares, y de la misma forma se pudo comprobar<br />

que la infección de embriones de ratón en estadio<br />

de cuatro-ocho células producía un individuo con<br />

una copia del virus en cada una de sus células (16).<br />

La Biología Molecular ha prestado las herramientas<br />

necesarias para poder manipular los virus, de tal forma<br />

que pueda eliminarse parte de su material genético,<br />

específicamente el causante de los efectos eitopáticos,<br />

y poner en su lugar un transgén de interés. Esta<br />

metodología cuenta con una serie de ventajas dignas<br />

de mención, se produce una integración muy eficiente<br />

de copias simples e intactas del gen, aunque no deja<br />

de ser una infección transmisible con los peligros que<br />

ello conlleva.<br />

La utilización de retrovirus es sin duda la modalidad<br />

más extendida, pero éstos tienen otro factor limitante,<br />

y es el tamaño del fragmento de material genético<br />

que puede adaptarse a la estructura viral. El límite<br />

máximo está en las 8 kilobases, lo que es un gen<br />

de pequeño tamaño si hablamos de individuos eucariotas<br />

(34).<br />

No cabe duda de que se trata de un terreno muy<br />

prometedor, más teniendo en cuenta que las inserciones<br />

virales parecen no producirse tan al azar como<br />

las de otras técnicas. En la actualidad muchos esfuer-<br />

Fig. 5.—Utilización de los espermatozoides como vectores de<br />

fragmentos de ADN para la producción de animales transgénicos.<br />

zos se encaminan a lograr vectores víricos que se<br />

inactiven en el momento en que hayan colocado el<br />

transgén en el genoma de la célula hospedadora, con<br />

lo que el peligro de infección viral desaparecería.<br />

b) Espermatozoides<br />

En 1989 se dieron a conocer los resultados de un<br />

grupo de investigadores (21) que habían logrado introducir<br />

material genético extraño en oocitos de ratón,<br />

utilizando para ello espermatozoides como vectores.<br />

Sus resultados igualaron los de la técnica de microinyección,<br />

que es la de mayor porcentaje de éxito<br />

hasta el momento (fig. 5).<br />

Básicamente la metodología consiste en la incubación<br />

de espermatozoides en un medio de capacitación<br />

al que se añade en la útlima media hora una solución<br />

de ADN, de tal forma que las células espermáticas<br />

captan el ácido nucleico justo antes de ser enfrentadas<br />

con los oocitos durante un proceso de fertilización<br />

in vitro típico. No se han producido nuevas aportaciones<br />

con este planteamiento, pero de confirmarse los<br />

resultados, no cabe la menor duda de que sería un<br />

método ideal, ya que exige una infraestructura mucho<br />

menor que cualquiera de los otros sistemas disponibles<br />

hasta la fecha.<br />

Microinyección de ADN en pronúcleos y núcleos<br />

El único método que, hasta hoy, ha permitido obtener<br />

ovino transgénico consiste en la microinyección<br />

del material genético directamente en uno de los pronúcleos<br />

de'un zigoto o en ambos núcleos de un embrión<br />

de dos células (figs. 6 y 7).<br />

La microinyección de células eucariotas se describió<br />

en 1973 (8) y dos años después se aplicó con éxito<br />

en oocitos de rana (6). En embriones de mamífero se<br />

utilizó por primera vez en 1980 (12) y en 1985 se consiguieron<br />

los primeros cerdos, conejos y ovejas transgénicos<br />

(13).


18 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

Fig. 6.—Zigotos con ambos pronúcleos visibles y bien diferenciados<br />

(200 aumentos).<br />

Para la realización de esta técnica se precisan embriones<br />

de una célula en donde sean visibles los pronúcleos,<br />

o embriones de dos células, en cuyo caso la<br />

microinyección se realiza en los núcleos. Estos embriones<br />

se pueden obtener por superovulación de<br />

hembras donantes o fertilización in vitro. Es muy importante<br />

poder ver nítidamente la membrana de los<br />

pronúcleos o de los núcleos, ya que ha de ser atravesada<br />

para depositar el material genético exógeno.<br />

La operación se hace con la ayuda de un micromanipulador<br />

que posee dos brazos. En el primero se sitúa<br />

una pipeta de bordes romos. Con ella, y ejerciendo<br />

una succión muy ligera, se fija el embrión. Con el<br />

otro brazo se dirige una aguja finísima. Una vez situada<br />

dentro del pronúcleo o del núcleo se expele el ADN<br />

hasta notar un aumento significativo del diámetro<br />

pronuclear o un cambio de color. Los embriones microinyectados<br />

se cultivan un período de tiempo y se<br />

transfieren a hembras receptoras.<br />

Los embriones de los pequeños rumiantes, al igual<br />

que casi todas las especies domésticas, suelen tener<br />

los pronúcleos ocultos por granulos citoplasmáticos.<br />

Este inconveniente puede solucionarse utilizando una<br />

óptica especial, el contraste de interferencia, en el microscopio<br />

(44), o centrifugándolos para que se produzca<br />

una estratificación de los granulos dejando visible<br />

el resto de las estructuras (42) (fig. 8).<br />

Fig. 7.—Embrión en estadio de dos células, con ambos<br />

núcleos visibles y accesibles para la microinyección (100<br />

aumentos).<br />

Hay que esperar al nacimiento de los individuos para<br />

analizarlos y saber si se ha producido la integración<br />

del transgén, y para constatar que éste es funcional,<br />

hay que esperar que el tejido al que va dirigido<br />

sea activo. Por ejemplo, aquellas construcciones que<br />

están diseñadas para la glándula mamaria sólo se activarán<br />

cuando lo haga la mama, es decir, en el primer<br />

parto.<br />

La manipulación de los embriones resulta perjudicial,<br />

y la microinyección en particular ha demostrado<br />

esa faceta (35). Esa puede ser una explicación de por<br />

qué en el mejor de los casos no se ha sobrepasado el<br />

5% de corderos transgénicos entre los nacidos a partir<br />

de embriones microinyectados (36). Estas diferencias<br />

se hacen aún mayores si consideramos un porcentaje<br />

de eficacia de la microinyección, es decir, el<br />

número de transgénicos obtenidos a partir del total<br />

de embriones microinyectados y transferidos.<br />

La microinyección presenta también ventajas e inconvenientes;<br />

entre las primeras destaca el ser el método<br />

más efectivo hasta la fecha, sin limitación de tamaño<br />

en el fragmento de ADN y el poder aplicarse a<br />

todas las especies. Básicamente la misma tecnología<br />

ha permitido obtener peces, plantas y mamíferos<br />

transgénicos.<br />

Posiblemente el mayor inconveniente es la imposibilidad<br />

de controlar el lugar de integración y sobre todo<br />

el número de copias. También es costoso el montaje<br />

inicial de un laboratorio y decepcionante a veces el<br />

bajo índice de éxito, aunque el porcentaje de fracasos<br />

no es mayor que con otros métodos.<br />

La aplicación práctica en ganadería de esta tecnología<br />

se ve limitada por una serie de factores técnicos.<br />

Posiblemente el problema de mayor importancia es el<br />

hecho de que integrar el ADN extraño en el genoma<br />

no implica que el individuo transgénico exprese ese<br />

fWC<br />

Fig. 8.—Embrión de ovino. Como en todas las especies domésticas,<br />

las granulaciones citoplasmáticas enmascaran las<br />

estructuras nucleares (200 aumentos).


INGENERIA GENÉTICA APLICADA A LA PRODUCCIÓN DE PEQUEÑOS RUMIANTES 19<br />

gen, es decir, que éste sea activo y se produzca la proteína<br />

codificada. En muchos casos la inserción se lleva<br />

a cabo en una zona inactiva del cromosoma (36).<br />

Este no es el único problema, en ciertos casos se ha<br />

relatado en la bibliografía como progenitores transgénicos<br />

que expresaban el gen, daban lugar a una descendencia<br />

no transgénica o incapaz de traducir el<br />

transgén (33). Teóricamente ésto debería transmitirse<br />

a la descendencia de acuerdo con las leyes de Mendel,<br />

pero en ciertos casos no es así, a veces la inserción se<br />

produce en los heterocromosomas, por lo que su presencia<br />

se reduce a machos o a hembras. En este último<br />

caso influye además otro factor: uno de los cromosomas<br />

X de la hembra se inactiva en época muy temprana<br />

del desarrollo embrionario; si el transgén estaba<br />

allí sufre exactamente la misma suerte.<br />

La mayor necesidad en este momento sería el poder<br />

encontrar un sistema que permita dirigir el lugar de<br />

inserción a una zona cromosómica que no resultara<br />

deletérea para el individuo y que además fuera activa.<br />

Con el sistema de microinyección en pronúcleos<br />

todavía no es posible lograrlo. La inserción se produce<br />

de acuerdo con las leyes del azar y en bastantes<br />

casos interrumpe una secuencia de un gen del propio<br />

individuo. La consecuencia es que este gen queda inutilizado,<br />

se produce lo que se llama una mutilación<br />

por inserción. Esta es otra clara limitante de la extensión<br />

de los animales transgénicos. Este tipo de mutaciones<br />

no suele ser deletérea en heterozigosis, pero<br />

en la mayoría de los casos es letal en homozigosis. La<br />

consecuencia es clara, la transmisión del carácter no<br />

puede hacerse por líneas puras, sino con heterozigotes.<br />

Se había mencionado también que en muchos casos<br />

no se integra una copia única, sino un elevado número<br />

de ellas unidas entre sí. No se ha podido demostrar<br />

que exista una relación proporcional entre el número<br />

de copias y el nivel del producto codificado en el organismo;<br />

por esa razón la línea de utilización de retrovirus<br />

esta adquiriendo un auge importante que puede<br />

ser la solución para conseguir copias únicas en lugares<br />

estratégicos de los cromosomas.<br />

Se han observado otros trastornos a consecuencia<br />

de los genes exógenos. En muchas experiencias se ha<br />

trabajado con diversas construcciones de la hormona<br />

de crecimiento unida al promotor de la metalotioneína,<br />

que han causado un estado de diabetes letal (36).<br />

INGENIERÍA GENÉTICA Y PRODUCCIÓN<br />

DE PEQUEÑOS RUMIANTES<br />

La metodología descrita para la obtención de individuos<br />

transgénicos no está limitada a conseguir animales<br />

más sanos, su campo de aplicación en la producción<br />

animal es mucho más grande. Numerosas líneas<br />

de trabajo convergen en la mejora tanto<br />

cualitativa como cuantitativa de la producción. Aunque<br />

las posibilidades son inmensas, también hay que<br />

decir que en muchos casos su efecto real no se hará<br />

patente a corto plazo.<br />

De una manera esquemática los animales transgénicos<br />

permitirán mejorar la producción animal en los<br />

siguientes campos<br />

Tabla I<br />

Aplicaciones de la ingeniería genética a la producción<br />

de pequeños rumiantes<br />

— Resistencia a enfermedades.<br />

— Producción de proteínas de interés terapéutico.<br />

— Resistencia a temperaturas extremas.<br />

— Incremento de la productividad:<br />

• Incremento cuantitativo, masa muscular, leche,<br />

lana, etc.<br />

• Mejora de las características cualitativas del<br />

producto.<br />

Es imposible tocar todos los campos en los que la<br />

ingeniería genética puede afectar la producción animal,<br />

es un campo demasiado amplio. Baste decir que<br />

la misma tecnología de recombinaciones de ADN se<br />

puede aplicar a las plantas creando pastos más resistentes<br />

y nutritivos, con los beneficios que ello reportaría.<br />

Refiriéndonos a los animales transgénicos, uno de<br />

los mayores esfuerzos se ha centrado en lograr integrar<br />

el gen de la hormona de crecimiento en especies<br />

de explotación tanto cárnica como lechera, con la esperanza<br />

de alcanzar efectos tan espectaculares como<br />

los obtenidos por PALMITER y su grupo con ratones<br />

(27). En una misma carnada los individuos que integraron<br />

la construcción a base del promotor de la metalothioneína<br />

y la porción estructural de la hormona<br />

de crecimiento alcanzaron un desarrollo corporal dos<br />

veces mayor que el de los controles.<br />

La aplicación de la misma metodología en animales<br />

domésticos desgraciadamente no dio los mismos resultados<br />

(32). Con ello se hizo evidente que nuestros<br />

conocimientos de los mecanismos reguladores de los<br />

genes y de su estructura necesitan un estudio muy<br />

profundo, y en algunos casos una revisión a fondo.<br />

Al haberse demostrado que la administración exógena<br />

de la hormona de crecimiento en ganado vacuno<br />

permite incrementar de una manera significativa la<br />

producción de leche (28), algunos investigadores han<br />

utilizado diversas construcciones a base de hormona<br />

de crecimiento humana, ovina o bovina para la producción<br />

de ganado ovino transgénico. Los resultados<br />

obtenidos distan mucho de lo que podría esperarse,<br />

se ha demostrado que es posible insertar fragmentos<br />

de ADN exógeno en embriones ovinos, pero la imposibilidad<br />

de regular eficientemente la expresión de este<br />

gen, en la mayoría de los casos cuadros patológicos


20 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

derivados de una diabetes letal que ha evitado, hasta<br />

la fecha, que estos animales llegaran a la pubertad<br />

creando una línea de transgénicos (36). Por ello tampoco<br />

ha sido posible evaluar si la producción láctea<br />

estaba realmente modificada.<br />

La alteración de las características de la leche ofrece,<br />

sin embargo, una perspectiva más alentadora,<br />

máxime teniendo en cuenta el gran esfuerzo desarrollado<br />

para poder clonar genes cuya expresión se limite<br />

única y exclusivamente a la glándula mamaria.<br />

Tal es el caso de la B-lactoglobulina (14) o la B-caseína<br />

(22).<br />

Las aplicaciones prácticas de este planteamiento<br />

son muy variadas y tan atractivas que están acaparando<br />

la investigación de compañías privadas dedicadas<br />

a la ingeniería genética. Merece la pena revisar<br />

las más destacadas:<br />

Producción de proteínas farmacéuticas<br />

de alto valor en la glándula mamaria<br />

La ingeniería genética y las técnicas de recombinación<br />

de ADN han permitido obtener agentes terapéuticos<br />

en el-laboratorio cuando no existía más sistema<br />

que la extracción directa de los tejidos. Es el caso de<br />

la insulina que se mencionó anteriormente. Sin embargo,<br />

los microorganismos tienen una capacidad limitada<br />

de producción de proteínas, que les reduce a<br />

la síntesis de proteínas sencillas (31).<br />

La creación de líneas celulares estables, capaces de<br />

sintetizar proteínas más complejas, significó un avance<br />

en este campo, aunque con un coste notablemente<br />

más elevado, ya que el crecimiento de los cultivos celulares<br />

requiere una tecnología más depurada y no es<br />

tan eficaz como los agentes bacterianos. Por este sistema<br />

se ha sintetizado la hormona de crecimiento humano;<br />

el coste en este caso era un factor secundario,<br />

ya que la extracción directa de tejidos humanos post<br />

montera era incapaz de cubrir la demanda.<br />

Un caso semejante ocurre con el factor IX de la coagulación.<br />

Actualmente sólo se puede obtener a partir<br />

de la sangre donada, y la amenaza del SIDA y otras<br />

enfermedades de transmisión sanguínea está creando<br />

una situación dramática para los hemofílicos. La obtención<br />

de animales transgénicos capaces de producir<br />

este agente sería una solución casi definitiva (20). La<br />

glándula mamaria es una auténtica factoría en cuanto<br />

a producción de proteínas se refiere; la idea es poder<br />

trasformarla de tal modo que una fracción de estas<br />

proteínas sean agentes de interés terapéutico, que<br />

pueden recogerse y aislarse de la leche mediante un<br />

proceso sencillo. Hasta ahora ya se han conseguido<br />

dos ovejas capaces de producir factor IX de coagulación<br />

en la leche en una concentración 1/250 veces<br />

menor que la de la sangre humana (3); puede no parecer<br />

mucho, pero es la confirmación práctica de una<br />

hipótesis y una esperanza para un gran número de<br />

seres humanos.<br />

El planteamiento teórico consiste en aislar e identificar<br />

cualquiera de los genes que tienen actividad exclusivamente<br />

en la mama y realizar un pequeño cambio<br />

en ellos; se sustituyen los nucleótidos que codifican<br />

a la proteína conservando toda la secuencia<br />

encargada de la regulación de esa actividad, es decir,<br />

de una manera simplificada se eliminaría la parte estructural<br />

del gen, conservando la reguladora o «promotor».<br />

Una vez logrado el promotor, éste se une a<br />

una secuencia de ADN que codifica la proteína de interés,<br />

y esta construcción se microinyectaría en el<br />

embrión.<br />

El ganado ovino ha sido y es la especie de elección<br />

para los experimentos realizados en este campo. Se<br />

trata de animales capaces de producir proteínas en<br />

gran cantidad de forma natural, y además con una<br />

gran ventaja sobre el ganado vacuno, por la gestación<br />

más corta, es posible conocer los resultados de la experimentación<br />

en la mitad de tiempo.<br />

No es esta la única posibilidad; de la misma forma<br />

los promotores específicos de la glándula mamaria<br />

pueden combinarse con agentes de actividad terapéutica,<br />

pero para la propia cría. En la leche humana<br />

existe un factor, la lactoferrina, capaz no sólo de facilitar<br />

la asimilación del hierro, sino también de actuar<br />

como bacteriostático (44), reduciendo la incidencia de<br />

diarreas perinatales. Su inclusión en la composición<br />

de la leche de otras especies podría demostrar una<br />

actividad semejante. En este sentido, otra posibilidad<br />

tentadora sería la de obtener una línea de animales<br />

que fuera capaz de sintetizar un agente antibacteriano<br />

en la glándula mamaria reduciendo la incidencia<br />

de mastitis.<br />

El planteamiento de esta revisión incluye a los pequeños<br />

rumiantes, pero de alguna manera el ganado<br />

caprino se ha visto relegado del campo experimental,<br />

donde sin duda podría tener un papel tan activo como<br />

el ganado ovino. La razón más plausible es que las<br />

técnicas de superovulación y cultivo de embriones de<br />

caprino no se han desarrollado a la misma velocidad<br />

que otros rumiantes. Sin embargo, hay al menos un<br />

grupo interesado en utilizar cabras para sus trabajos<br />

de ingeniería genética (1).<br />

CONCLUSIONES<br />

La ingeniería genética ya ha demostrado sus posibilidades<br />

en muchos campos relacionados con la producción<br />

animal, pero sin duda en un futuro éstas se<br />

multiplicarán. No cabe duda de que hay mucho trabajo<br />

que hacer, exigiendo la colaboración entre varias<br />

disciplinas. De alguna manera, se ha conseguido mucho<br />

conociendo muy poco.<br />

La profundización en el estudio de los mecanismos<br />

reguladores de la actividad de los genes, así como la<br />

optimización de las técnicas de producción de plantas<br />

y animales transgénicos, permitirán, sin duda, mejorar<br />

las condiciones de la producción animal en general<br />

y de la de los pequeños rumiantes en particular.


INGENERIA GENÉTICA APLICADA A LA PRODUCCIÓN DE PEQUEÑOS RUMIANTES 21<br />

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Comunicación<br />

Sistema M de grupos sanguíneos ovinos. Relaciones<br />

con otros parámetros eritrocitarios en Merino español<br />

M. R. de la Haba Giraldo* y D. Llanes Ruiz*<br />

INTRODUCCIÓN<br />

Desde final del siglo pasado en que se comenzó a<br />

estudiar el contenido de potasio (1) en la sangre de<br />

los animales se han sucedido multitud de trabajos. En<br />

base a esto, los ovinos pueden clasificarse en dos grupos:<br />

«alto potasio» (HK) y «bajo potasio» (LK). Posteriormente<br />

(2) se descubrió que el carácter responsable<br />

del tipo HK se heredaba de forma recesiva,<br />

mientras que el del LK era dominante, aunque esta<br />

dominancia era incompleta.<br />

Tras descubrirse los alelos Ma y Mb del sistema M<br />

de grupos sanguíneos ovinos, se comprobó que los<br />

animales HK eran homocigotos para el alelo Ma (Ma-<br />

Ma), los homocigotos LK lo eran también para el Mb<br />

(MbMb), y los heterocigotos de tipo LK eran MaMb (3).<br />

Paralelamente se había encontrado que el contenido<br />

de potasio y sodio dependía de la actividad de una<br />

bomba de Na-K, localizada en la membrana del eritrocito,<br />

y que consume ATP, pero la actividad de esta<br />

ATPasa tenía en eritrocitos HK cuatro veces más actividad<br />

que en los LK (4). Asimismo, ovejas de tipo «bajo<br />

glutation» parecían tener mayores niveles de actividad<br />

de ATPasa en algunos casos (5) y menores contenidos<br />

de sodio y potasio en otros (6).<br />

MATERIAL Y MÉTODOS<br />

La sangre se extrajo, mediante punción yugular, de<br />

240 animales de raza Merina, pertenecientes al Centro<br />

de Selección y Reproducción de Ganado Ovino que<br />

la Junta de Andalucía posee en Hinojosa del Duque<br />

(Córdoba). La sangre, refrigerada durante el transporte,<br />

se centrifugó para separar el plasma, y los glóbulos<br />

fueron lavados tres veces en una solución 150<br />

mM de cloruro de colina en Tris-HCl 10 mM a pH 7,5<br />

que no altera las concentraciones eritrocitarias de potasio<br />

(7). Los parámetros estudiados fueron los siguientes:<br />

sistema M de grupos sanguíneos (técnica<br />

hemolítica estándar, usando los sueros anti-Ma y anti-<br />

* Doctor en Ciencias Biológicas.<br />

** Doctor en Ciencias Biológicas. Departamento de Genética,<br />

Instituto de Zootecnia (CSIC). Facultad de Veterinaria,<br />

Universidad de Córdoba. Av. Medina Azahara, 9.<br />

14005 Córdoba.<br />

Tabla I<br />

Frecuencias fenotípicas y génicas para el sistema M de<br />

grupos sanguíneos ovinos. La población estudiada<br />

se encuentra en equilibrio<br />

Frecuencias genotípicas<br />

Frecuencias<br />

génicas<br />

MaMa MaMb MbMb Ma Mb<br />

Absolutas.. 6 65 169<br />

Relativas ... 0,0250 0,2708 0,7041 0,1604 0,8395<br />

Mb cedidos por la doctora E. M. TUCKER AFRC, Institute<br />

of Animal Physiology, Babraham, Cambridge), potasio<br />

eritrocitario (fotómetro de llama Corning 405),<br />

actividad de ATPasa eritrocitaria (8) y glutation reducido<br />

(9).<br />

RESULTADOS<br />

La tabla I presenta las frecuencias genotípicas y génicas<br />

para el sistema M de grupos sanguíneos. El estudio<br />

llevado a cabo a partir de ellas muestra que la<br />

población se encuentra en equilibrio. Los valores de<br />

potasio de los tres genotipos se presentan en la figura<br />

1. Todos los MaMa eran HK, y los MaMb y MbMb<br />

eran LK, en orden decreciente respecto a medias de<br />

potasio. Las diferencias entre las tres medias son muy<br />

significativas (p < 0,001).<br />

La figura 2 presenta la distribución de los valores<br />

de ATPasa sensible a ouabaína de los tres fenotipos<br />

del sistema M. La media de los animales MaMa difiere<br />

significativamente (p > 0,05), de las de los MaMb y<br />

MbMb, pero no es significativa entre MaMb y MbMb.<br />

La tabla II muestra los niveles medios de GSH eritrocitario<br />

de los genotipos del sistema M de grupos<br />

sanguíneos. Sólo es significativa la diferencia entre<br />

las medias de los MaMb y los MbMb (p > 0,05).<br />

El valor del coeficiente de correlación hallado entre<br />

los niveles de GSH frente a los de actividad de ATPasa<br />

sensible a ouabaína ha sido r = 0,1079 (n.s.) para 251<br />

parejas de valores. Igualmente, el valor obtenido entre<br />

los niveles de GSH y potasio en eritrocitos para<br />

263 parejas de valores es de r = - 0,0205 (n.s.).


24 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

28 r-<br />

H. Animales<br />

199 r—<br />

MaMb<br />

x = 10.27 + 0.49 (65)<br />

j- „„tHiwl de potasic<br />

MbMb<br />

x = 7,H t 0,21 (169)<br />

MaMa (HK)<br />

x = 51.98 ± 3.10 (6)<br />

n. n<br />

3 IB 15 29 23 30 33 49 -15 39 13 43 ¿3<br />

Hi\**l d* potasio<br />

(atcil sciic.)<br />

ta<br />

tto.<br />

3 10 13 29 23 39 33 49<br />

Niuel d* potasio<br />

{a£c/I ariir-í<br />

F¿gr. 1.—Distribución de las concentraciones de potasio en los tres genotipos del sistema M de grupos sanguíneos ovinos. La diferencia<br />

entre las tres medias es muy significativa (p < 0,001). El número de animales testados figura entre paréntesis.<br />

H. animales<br />

29<br />

x= 1,03+0,14 (61)<br />

x= 7,4412,01 (6)<br />

HaMa<br />

MbMb<br />

x = 0,74 + Z 0,05 (161)<br />

JLJBI_JB_M_<br />

JL<br />

1 2 3 4 5 6 7 8 9 19 II 12 13 14 15 16 1 18<br />

Actividad flTP-aa-a (JÍ^ P/g Hb s h)<br />

XL<br />

1 2 3 * 3 4 7<br />

Fig. 2.—Distribución de los valores de ATPasa sensible a ouabaína de los tres genotipos del sistema M de grupos sanguíneos<br />

ovinos. La media de los MaMa difiere significativamente (p < 0,05) de las de los MaMb y MbMb. El número de animales testados<br />

figura entre paréntesis.


SISTEMA M DE GRUPOS SANGUÍNEOS OVINOS. RELACIONES CON OTROS PARÁMETROS... 25<br />

Tabla II<br />

Medias de los niveles de GSH eritrocitario de los<br />

genotipos del sistema M de grupos sanguíneos. Sólo es<br />

significativa la diferencia entre las inedias de los<br />

MaMb y MbMb (p < 0,05).<br />

Fenotipos<br />

MaMa<br />

MaMb<br />

MbMb<br />

DISCUSIÓN<br />

X (mg GSH/dl)<br />

70,66<br />

50,09<br />

65,14<br />

EFM<br />

5,21<br />

2,40<br />

1,20<br />

Número<br />

6<br />

65<br />

168<br />

Los resultados encontrados en el estudio del sistema<br />

M de grupos sanguíneos confirman otros estudios<br />

en cuanto a la escasa presencia en la raza Merina del<br />

alelo responsable del tipo «alto potasio». No hemos<br />

encontrado ninguna referencia sobre estudios directos<br />

de los alelos Ma y Mb en razas españolas, pues todas<br />

las referencias en estas razas deducen las frecuencias<br />

de los «alelos» HK y LK, suponiendo las poblaciones<br />

en equilibrio. Existen referencias en razas<br />

extranjeras sobre la relación directa entre la alta frecuencia<br />

del tipo «bajo potasio» (LK) y una mayor producción<br />

y finura de la lana en algunas razas ovinas.<br />

Siendo el Merino una raza seleccionada para producción<br />

de lana no es extraño la escasa presencia del alelo<br />

que determine el tipo HK (Ma).<br />

De acuerdo con las referencias (2, 3), los seis animales<br />

MaMa son de tipo HK, mientras que los 65<br />

MaMb y los 169 MbMb son de tipo LK, y las diferencias<br />

entre las tres medias de potasio son muy significativas<br />

(p < 0,001). Esto confirmaría el hecho de que<br />

el tipo de potasio eritrocitario está determinado fundamentalmente<br />

por el grupo sanguíneo M, y adicionalmente,<br />

la dominancia del alelo Mb sobre el Ma<br />

puesto que tanto los homocigotos MbMb como los<br />

heterocigotos MaMb son del tipo LK, y no es posible<br />

distinguirlos sólo por su contenido de potasio. Pero<br />

esta dominancia es incompleta, ya que la diferencia<br />

entre las medias de MaMb y MbMb es significativa<br />

(p < 0,001).<br />

La media de ATPasa sensible a ouabaína del tipo<br />

HK (MaMa) difiere significativamente (p < 0,05) con<br />

las de los MaMb y MbMb, pero no hay diferencia significativa<br />

entre las medias de estos dos grupos. Esto<br />

confirmaría lo expuesto por otros autores (8) sobre el<br />

hecho de que, aunque el tipo de potasio eritrocitario<br />

esté determinado por el sistema M de grupos sanguíneos,<br />

la diferencia entre las medias de los homocigotos<br />

(MbMb) y heterocigotos (MaMb) de tipo LK son<br />

significativas para el contenido de potasio, pero no<br />

para la actividad de ATPasa sensible a ouabaína. Esto<br />

indicaría que la actividad de esta ATPasa no es la única<br />

responsable del contenido de potasio en el eritrocito.<br />

Respecto a la relación entre los tres genotipos del<br />

sistema M y los niveles eritrocílarios de glutation reducido<br />

(GSH), sólo es significativa la diferencia entre<br />

las medias de los MaMb y MbMb, pero no entre las de<br />

los tipos HK y LK. Esta falta de significación quizá se<br />

deba en parte al escaso número de animales MaMa<br />

encontrados. Esto, unido a que los coeficientes de correlación<br />

entre GSH frente a niveles de potasio (r =<br />

0,1079 n.s.) y actividad de ATPasa sensible a ouabaína<br />

(r = - 0,0205 n.s.), que difiere de lo encontrado por<br />

otros autores (8, 9), permite deducir que, igualmente<br />

que la determinación de los niveles de GSH en Merino<br />

español es distinta a la de otras estirpes de Merino<br />

(10), también son diferentes sus relaciones con los niveles<br />

de potasio eritrocitario y de actividad de ATPasa<br />

sensible a ouabaína.<br />

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Comunicación<br />

Estudio del habitat de las razas ovinas y caprinas<br />

andaluzas en peligro de extinción<br />

M. E. Camacho, E. Rodero, A. Rodero y J. V. Delgado<br />

Departamento de Genética, Facultad de Veterinaria, Universidad de Córdoba.<br />

RESUMEN<br />

En este trabajo se hace un estudio en profundidad<br />

de los habitat ocupados en la actualidad por las razas<br />

ovinas y caprinas andaluzas en vías de extinción;<br />

su distribución, sus desplazamientos, la hidrología, la<br />

vegetación y las características geológicas generales<br />

de sus ecosistemas. Este estudio es fundamental para<br />

la valoración de nuestras razas autóctonas en cuanto<br />

a su capacidad de adaptación a regiones duras de escasos<br />

recursos, ya que esta es una de las principales<br />

características que aconsejan la salvaguarda de estas<br />

razas. Esta es la primera descripción hecha del<br />

medio de estas razas, a partir de encuestas directas,<br />

lo que ofrece unas amplias garantías en cuanto a la<br />

objetividad de las observaciones.<br />

INTRODUCCIÓN<br />

El conocimiento del habitat, donde se desenvuelven<br />

las razas ovinas y caprinas en peligro de extinción es<br />

fundamental, por varios motivos: el primero de ellos<br />

es que al tratarse de razas, sobre las que no se ha<br />

efectuado una gran presión de selección, se encuentran<br />

muy adaptadas al lugar sobre el que habitan.<br />

Otro motivo generado a partir de este primero es la<br />

escasez de medidas de manejo y mejora del sistema<br />

de explotación, por lo que podemos decir que la casi<br />

totalidad de ellos se encuentran explotados en sistemas<br />

extensivos o a lo sumo semiextensivos. De estos<br />

dos anteriores se genera un tercero, que consiste en<br />

la información tan valiosa que podemos obtener para<br />

valorar ecológicamente a las razas en peligro de extinción.<br />

Siendo este el principal objetivo que pretendemos<br />

alcanzar.<br />

En el presente trabajo hacemos un estudio de las<br />

características medioambientales donde se encuentran<br />

enclavadas en la actualidad las explotaciones de<br />

las razas ovinas y caprinas andaluzas en peligro de<br />

extinción.<br />

Los datos analizados proceden de un archivo en<br />

DBASEIII realizado por nuestro equipo a lo largo de<br />

los años 1988, 1989 y 1990, en el marco de un proyecto-convenio<br />

que la Junta de Andalucía tiene suscrito<br />

con la Universidad de Córdoba, con sus Departamentos<br />

de Genética y de Producción Animal.<br />

A pesar de que ya existen tratados donde se recogen<br />

de forma parcial aspectos ecológicos de las razas<br />

ovinas y Caprinas andaluzas (SANCHEZ-BELDA y<br />

SÁNCHEZ, 1986, y GARCÍA DORY y cois., 1990), consideramos<br />

que el presente estudio completa de forma<br />

exhaustiva la información existente, aportando datos<br />

concretos acerca de las razas en peligro de extinción,<br />

razas en cuya adecuación al medio pudieran encontrar<br />

su supervivencia.<br />

MATERIAL Y MÉTODOS<br />

Cuarenta y tres explotaciones distribuidas en 22<br />

municipios de las ocho provincias andaluzas han sido<br />

visitadas a lo largo de 14 viajes realizados, en los que<br />

se recogió material iconográfico y unas encuestas con<br />

las que se constituyó una base de datos en DBASEIII<br />

con la estructura de 16 archivos de entre los que nos<br />

son útiles para el presente trabajo los siguientes:<br />

Archivo 1: Datos personales del ganadero, domicilio<br />

de la explotación y especie y raza explotada.<br />

Archivo 2: Ubicación geográfica de las explotaciones.<br />

Archivo 3: Características litológicas del suelo.<br />

Archivo 4: Vegetación por estratos.<br />

Archivo 5: Competencias con otras especies.<br />

Archivo 6: Climatología.<br />

Archivo 7: Movimientos de ganado.<br />

Archivo 8: Recursos hídricos.<br />

Archivo 11: Alimentación.<br />

Las razas objeto del presente estudio son:<br />

Ovinos:<br />

— Merino autóctono.<br />

— Grazalemeña.<br />

— Montesina.<br />

— Churra Lebrijana.<br />

Caprino:<br />

— Blanca Serrana Andaluza.<br />

— Castiza.<br />

— Payoya.


28 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

RESULTADOS Y DISCUSIÓN<br />

Como ya se mencionó en la introducción, el aspecto<br />

más interesante del presente trabajo es la descripción<br />

del ambiente al que está adaptada cada raza de las<br />

estudiadas aquí, ya que en la actualidad se consideran<br />

los caracteres de rusticidad y adaptación a áreas<br />

determinadas uno de los factores que más justifica la<br />

conservación de las razas autóctonas (ALDERSON,<br />

1989; GARCÍA DORY, 1980).<br />

Por otro lado, otro aspecto que se está explotando<br />

en la actualidad en diversos países europeos es su<br />

asilvestramiento en parques naturales (AUDIOT,<br />

1983), donde conviven con animales propiamente salvajes.<br />

Para esta actividad sólo están dotadas aquellas<br />

razas autóctonas que incorporan a sus características<br />

de rusticidad y adecuación al medio un fuerte componente<br />

de belleza e interés histórico; en este sentido<br />

están siendo estudiados en nuestro departamento las<br />

razas ovinas Churra Lebrijana, idónea para introducirse<br />

en el Parque de Doñana, y el Merino de Grazalema,<br />

interesante para el Parque Natural de Grazalema.<br />

En la distribución sobre el mapa de las distintas razas<br />

apreciamos que todas nuestras razas ovinas se<br />

encuentran distribuidas por las sierras de nuestra<br />

región; así, en la Sub-bética encontramos las<br />

ovejas Montesinas; en la Penibética, Merinos de Grazalema,<br />

y en Sierra Morena y sierra de Aracena encontramos<br />

a los merinos autóctonos, constituyendo<br />

una excepción los Churros Lebrijanos, que se van a<br />

situar en una de las zonas más bajas de Andalucía:<br />

las islas del Guadalquivir, en un espacio geográfico<br />

que podemos delimitar entre Coria del Río y Almonte.<br />

Esta distribución no difiere significativamente de<br />

las localizaciones tradicionales de las razas ovinas y<br />

caprinas andaluzas (CASTEJON, 1926; COLUMELA,<br />

1927), aunque en casi todos los casos se observan retracciones<br />

de las áreas de explotación e incluso desplazamientos,<br />

como ha ocurrido con el Churro Lebrijano.<br />

Estas localizaciones van a determinar el que<br />

nuestras razas ovinas se desenvuelvan en altitudes<br />

que se acercan y sobrepasan los 2.000 metros, como<br />

ocurre con las Montesinas que habitan en la sierra<br />

Majina, en Jaén, y en la zona de los montes de Granada,<br />

especialmente en Pedro Martínez, y en altitudes<br />

en torno a los 800-1.000 metros, como ocurre con los<br />

Merinos autóctonos que habitan Sierra Morena y la<br />

sierra de Aracena.<br />

Esto nos lleva a estudiar la estructura geológica y<br />

subsiguiente composición lítica de los suelos sobre los<br />

que descansan, observando así que los Merinos autóctonos<br />

se desenvuelven sobre suelos de tipo silícico<br />

fundamentalmente, como corresponde a la sierra de<br />

Aracena y valle de los Pedroches, principales enclaves<br />

de esta raza en nuestra región.<br />

También los Merinos de Grazalema asientan sobre<br />

estructuras montañosas de tipo silícico y calcáreo como<br />

corresponde a las sierras de Ronda y Grazalema.<br />

Las ovejas Montesinas se asientan en suelos de tipo<br />

arcilloso y calcáreo que constituyen la sierra Magina<br />

y zona de los montes de Jaén y Granada, respectivamente.<br />

Los Churros Lebrijanos pueblan zonas bajas de la<br />

depresión del Guadalquivir, de composición fundamentalmente<br />

arcillosa, aunque con algún afloramiento<br />

de tipo silícico.<br />

Estos suelos van a determinar una riqueza vegetal<br />

que en algunos casos llegan a ser de muy distinto tipo-,<br />

así en las sierras de Ronda y Grazalema, al igual<br />

que en valle de los Pedroches, encontramos bosques y<br />

pastos de montaña, alternando con zonas de olivar y<br />

dehesas de Quercus, además de cereales de secano.<br />

En la Sub-bética encontramos cereales de secano,<br />

en las cotas más altas, y olivar en las zonas más bajas.<br />

En las islas de Guadalquivir se encuentran cultivos<br />

de arroz y pastos de tipo salobre.<br />

La disponibilidad de agua en ninguno de los casos<br />

constituye un problema, ya que a pesar de no ser Andalucía<br />

una región de pluviometría muy acusada, el<br />

hecho de encontrarnos en sistemas montañosos hace<br />

que siempre existan reservas acuosas, siendo éstas<br />

especialmente abundantes en la sierra de Grazalema<br />

y pudiendo presentarse algún problema de disponibilidad<br />

de agua en la zona de las islas del Guadalquivir,<br />

ya que en verano el descenso del nivel del agua puede<br />

hacer que éstas se presenten con un grado de salobridad<br />

algo más alto de lo normal, acarreando ello algún<br />

problema a los animales, si bien éstos dan muestras<br />

de una buena adaptación al medio adverso en el que<br />

se desenvuelven.<br />

La climatología, a pesar de clasificarse dentro del<br />

mismo tipo de clima mediterráneo, ofrece matizaciones,<br />

sobre todo en los casos de la sierra de Grazalema,<br />

donde la humedad y pluviometría son mucho más<br />

elevadas que en los otros casos, y en la zona de las islas,<br />

donde el clima es mucho más suave por la cercanía<br />

del océano Atlántico.<br />

En los demás casos nos encontramos con un clima<br />

mediterráneo de interior típico y consecuente a la altura<br />

en que se encuentra, con inviernos duros y veranos<br />

largos y extremos.<br />

Las razas caprinas estudiadas en el presente trabajo<br />

ocupan, por lo general, los habitat peores y más<br />

marginales de la región, suelen ser las zonas más<br />

montañosas y dentro de éstas las más inhóspitas y<br />

menos ricas, pero pese a ello los recursos que se encuentran<br />

en estos medios son muy aptos para el aprovechamiento<br />

por caprinos.<br />

La distribución por las sierras de nuestra región es<br />

la siguiente:<br />

La raza Blanca Serrana Andaluza se sitúa en la sierra<br />

de Aracena, con altitudes en torno a los 700 metros;<br />

en Sierra Morena, con altitudes que oscilan entre<br />

400 y 900 metros, y en el campo de Níjar, la zona<br />

más baja en la que hemos encontrado este grupo racial,<br />

que se sitúa en altitudes en torno a los 400 metros.


ESTUDIO DEL HABITAT DE LAS RAZAS OVINAS Y CAPRINAS ANDALUZAS... 29<br />

La raza Payoya, que se ubica en las sierras de Grazalema<br />

y Ronda, es la que mayor altura adquiere en<br />

su medio habitual de vida, ya que alcanzan altitudes<br />

que van de los 700 a 1.600 metros.<br />

Por último, la raza Negra Serrana o Castiza que<br />

también se encuentra en Sierra Morena, pero alcanzando<br />

las cotas más altas de este sistema montañoso,<br />

que hace que se desenvuelvan en altitudes en torno a<br />

los 1.000 metros.<br />

En estos medios la abundancia de agua es manifiesta,<br />

por lo que no supone ningún problema, a excepción<br />

de los animales situados en el campo de Níjar,<br />

donde la estapa semidesértica que compone este medio<br />

sí ocasiona, si no grandes problemas, al menos el<br />

que se tomen grandes precauciones con el agua para<br />

los animales.<br />

A excepción de esta zona de vegetación esteparia,<br />

el resto de las zonas donde habitan los grupos caprinos<br />

que aquí tratamos está integrada por pastos y vegetación<br />

de montaña típicamente mediterráneas, donde<br />

abundan los matorrales y la vegetación a veces es<br />

muy cerrada y tupida, por lo que los animales armados<br />

de cuernos están en franca ventaja y aptitud para<br />

aprovecharlos.<br />

Las zonas más bajas donde hemos encontrado caprinos<br />

estaban integradas por sistemas bien conocidos<br />

del medio mediterráneo, tal como las dehesas, si<br />

bien éstas son menos frecuentes que se usen en la explotación<br />

de ganado cabrío.<br />

Los resultados preliminares del presente trabajo<br />

fueron incorporados a una comunicación presentada<br />

en el 4th World Congress on Genetic Applied to Livestock<br />

Production, celebrado en Edimburgo (Escocia) en<br />

1990 (RODERO y cois., 1990).<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

ALDERSON, L.: The Chance to suruive. A. H. Jolly Ltd. (ed.),<br />

Northamptonshire, 1989.<br />

AUDIOT, A.: «Les Pares Naturels de France et la conservation<br />

genetique anímale». Boletín de información sobre recurso<br />

genético animal, FAO, 1/83: 24-26, 1983.<br />

CASTEJON, lí.: «El Merino andaluz». Andalucía ganadera y<br />

agrícola, 2: 3-10, 1926.<br />

COLUMELA, R.: «Las razas cabrías de Andalucía». Andalucía<br />

ganadera y agrícola, 9: 3-4, 1927.<br />

GARCÍA DORY, M. A.: «La utilización de las razas autóctonas<br />

en los ecosistemas regionales como factor de ahorro energético<br />

en la ganadería española». Agricultura y Sociedad,<br />

15: 115-162,1980.<br />

GARCÍA DORY, M. A.; MARTÍNEZ VICENTE, S., y OROZCO<br />

PIÑAN, R: Gula de campo de las razas autóctonas de España.<br />

Alianza Editorial, Madrid, 1990.<br />

RODERO, E.; CAMACHO, M. E.; DELGADO, J. V, y RODERO,<br />

A.: «Conservation of genetic resources in authoehtonous<br />

domeslie animáis of Andalusia». Proc. 4lh World Con, on<br />

Genel. Appl. to l.ivst. Prod., XIV: 496-499, Edimburgo,<br />

1990.<br />

MAIJALA, K.: «Possible role of animal genetic resources in<br />

production, natural environment conservation, human<br />

pleasure and recreation». FAO Animal Production and Healt<br />

Paper, 66: 205-216,1987.<br />

SANCHEZ-BELDA, A., y SÁNCHEZ TRUJILLANO, M. C: Razas<br />

ovinas españolas. MAPA, 1986.


Comunicación<br />

Aspectos sociales de la conservación de razas autóctonas<br />

ovinas y caprinas andaluzas<br />

M. E. Camacho, E. Rodero, J. V. Delgado y A. Rodero<br />

Departamento de Genética. Facultad de Veterinaria. Universidad de Córdoba.<br />

RESUMEN<br />

En el presente trabajo clasificamos las razas andaluzas<br />

ovinas y caprinas en peligro de extinción atendiendo<br />

a los criterios socioeconómicos de AUDIOT y<br />

cois. (1983), observándose que todas nuestras razas<br />

poseen estructuras del tipo 2, 3 y 4 de las descritas<br />

por este autor, no apreciándose ningún caso del tipo<br />

1, correspondiente ésta a los ganaderos que destinan<br />

sus animales a belleza y exhibición exclusivamente.<br />

Consideramos que el estudio de los criterios del ganadero<br />

constituye un valor importante a tener en<br />

cuenta en los programas de conservación genética;<br />

por ello creemos que este trabajo cubre un vacío existente<br />

en este área en lo que a las razas andaluzas se<br />

refiere.<br />

INTRODUCCIÓN<br />

Uno de los grandes problemas que se encuentran a<br />

la hora de luchar contra la amenaza de extinción que<br />

pesa sobre algunas de nuestras razas es sin duda el<br />

enclave social en el que se sitúan, ya que éste va a determinar<br />

el tipo de sistema de explotación a que se<br />

somete cada raza en concreto, lo que a su vez generará<br />

unas peculiaridades propias y unos problemas específicos<br />

que hemos de tener en cuenta a la hora de<br />

valorar las medidas a emprender para su conservación;<br />

por otro lado nos dará el perfil de los criadores<br />

de estas razas que según su situación económica y<br />

cultural serán más o menos abordables para los distintos<br />

tipos de medidas.<br />

Por tanto, para la valoración social de la conservación<br />

de razas hemos de conjugar ambos aspectos y<br />

seguimos la clasificación de AUDIOT y cois. (1983), en<br />

la que se recogen varias opciones socioeconómicas<br />

del perfil de los criadores de razas amenazadas.<br />

Estudiamos por un lado las razas ovinas y por otro<br />

las caprinas, ya que valoramos que existe una posición<br />

sensiblemente diferente para una misma opción<br />

dentro de la clasificación, según se trate de criadores<br />

de ovinos o caprinos, por lo que bajo nuestro punto de<br />

vista este matiz es merecedor de tenerse en cuenta a<br />

la hora de la clasificación e implantación de medidas<br />

de salvaguarda de razas ovinas y caprinas, más aún<br />

habida cuenta de la tendencia existente en muchas<br />

ocasiones de reunir conjuntamente bajo el mismo tipo<br />

de acciones a ovinos y caprinos.<br />

Estamos convencidos de que un mejor conocimiento<br />

de la sociedad a la que se dirigen nuestros esfuerzos<br />

para salvar estas razas harán estas medidas más<br />

fructíferas y eficaces, motivo por el cual nos planteamos<br />

la realización de este trabajo, con el que esperamos<br />

aportar una nueva visión de este criterio social a<br />

la hora de valorarlo de cara a la implantación de programas<br />

de conservación de razas.<br />

MATERIAL Y MÉTODOS<br />

Las distintas razas de ovinos y caprinos que en la<br />

comunidad autónoma andaluza se encuentran y que<br />

en mayor o menor medida han sufrido en los últimos<br />

tiempos ün proceso de deterioro son (GARCÍA DORY,<br />

1980; y GARCÍA DORY y cois., 1990; RODERO y cois.,<br />

1990):<br />

Ovinos:<br />

1. Merino autóctono.<br />

2. Grazalemeña.<br />

3. Montesina.<br />

4. Churra Lebrijana o Marismeña.<br />

Caprinos:<br />

1. Blanca Serrana Andaluza.<br />

2. Negra Serrana o Castiza.<br />

3. Payoya.<br />

Un número significativo de las explotaciones en pureza<br />

de estas razas fueron localizadas en nuestra región<br />

con la colaboración del cuerpo técnico de distintas<br />

instituciones oficiales (veterinarios titulares, agentes<br />

de extensión agraria, técnicos de las Diputaciones,<br />

etc.). Estas explotaciones en todos los casos fueron visitadas<br />

por nosotros en sus reductos, donde fueron<br />

obtenidos datos referentes al sistema de explotación,<br />

al tipo de ganadería y al ganadero, por medio de una<br />

minuciosa encuesta; ésta estaba compuesta por 16<br />

apartados, cada uno de ellos dedicado a contener información<br />

referente a temas concretos.


32 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

Todos estos registros fueron almacenados en otros<br />

tantos ficheros en DBASEIII.<br />

Después de procesar estos datos los hemos ajustado<br />

según la clasificación de AUDIOT y cois. (1983) en<br />

cuatro opciones socioeconómicas:<br />

1. Los aficionados.<br />

2. Los campesinos criadores.<br />

3. Los neorrurales.<br />

4. Los «leader» de las razas.<br />

RESULTADOS Y DISCUSIÓN<br />

En los resultados expuestos en la tabla I, para ovino,<br />

salta a la vista que en ninguna de nuestras razas<br />

existen ganaderos que las sustenten por hobby, por<br />

razones estéticas, afectivas o por gusto personal; y<br />

para cualquiera esto sería lógico desde el punto de<br />

vista de una concepción tradicional de los animales<br />

domésticos, pero en otros países deja ya de ser así,<br />

como hemos tenido ocasión de comprobar que en Inglaterra,<br />

Suiza, Estados Unidos, etc., (BODO, 1990;<br />

ALDERSON, 1989) donde existen ya granjas de criadores<br />

de razas en peligro de extinción donde la principal<br />

finalidad es el gusto personal del criador por la<br />

raza y a su aptitud zootécnica de siempre se le une<br />

una nueva, la exhibición ante escolares y la sociedad<br />

en general como parte integrante de su riqueza cultural.<br />

Efectivamente, el grupo 2 es el más numeroso y<br />

aparece en todas las razas de ovinos y caprinos.<br />

Pero aquí hemos de empezar a matizar las diferencias<br />

entre los ganaderos integrantes del grupo 2 de<br />

ovinos y los ganaderos integrantes del grupo 2 de caprinos.<br />

Tabla I<br />

Opciones socioeconómicas encontradas en las distintas<br />

razas andaluzas según Audiot y cois. (1983). Número<br />

de rebaños visitados, municipios y viajes realizados<br />

Raza<br />

Opciones<br />

socioeconóm.<br />

(Audiot<br />

y cois.)<br />

Ovino<br />

Merino Autóctóctono<br />

2, 3, 4<br />

Merino Grazazaleraa<br />

2<br />

Montesina 2, 3<br />

Churra Lebrijana<br />

2, 3<br />

Caprino<br />

Blanca Serrana<br />

And 2, 3<br />

Castiza 2, 3<br />

Payoya 2, 3<br />

Rebaños<br />

6<br />

12<br />

Municip. Viajes<br />

Los criadores de razas ovinas de este grupo 2 son<br />

muy similares entre sí y se ajustan casi perfectamente<br />

a la clasificación socioeconómica; son grandes conservadores<br />

de su patrimonio genético e incluso en el caso<br />

de introducir nuevas razas, éstas están perfectamente<br />

delimitadas con las existentes en la explotación de<br />

antaño, llevándose un riguroso cruce con fines industriales<br />

(APARICIO, 1960; SÁNCHEZ BELDA, 1986; SO-<br />

TILLO y SERRANO, 1985) y no se dejan animales cruzados<br />

para reposición, ya que suelen mostrar gran<br />

orgullo y afecto por sus razas, por lo que están bien<br />

dispuestos para apoyar acciones para la conservación<br />

de- sus razas.<br />

Por el contrario, los ganaderos de caprino, si bien<br />

en algunos casos se presentan conservadores y orgullosos<br />

de sus razas, en general son mucho menos reticentes<br />

para incorporar nuevas razas que por absorción<br />

mejoren algún carácter de la que poseían en<br />

principio, siendo muy frecuente observar animales<br />

cruzados en rebaños en los que la matriz inicial de los<br />

individuos manifiesta una pureza racial.<br />

En el grupo tercero hemos de seguir con esta distinción<br />

entre los ganaderos de ovino y caprino, si bien<br />

apreciamos que aparecen en ambas especies, poseen<br />

características diferentes.<br />

Los ganaderos de ovino poseen un sentido más estricto<br />

de los patrones raciales y tratan de ajustarse a<br />

ellos a la vez que intentan mejorar los sistemas de explotación,<br />

las perspectivas de la raza y en general toman<br />

parte activa y con gran iniciativa en todas aquellas<br />

medidas que propulsen a sus razas.<br />

En el caso de los nuevos ganaderos de caprino, sus<br />

intereses están orientados a las producciones de la<br />

raza sobre la que sustentan su explotación y prestan<br />

menos atención a otros aspectos, por ello son más aptos<br />

para planes de mejora de producciones que para<br />

planes de conservación de razas, en los que los resultados<br />

no tienen por qué incluir siempre una mejora<br />

productiva.<br />

El último grupo, el cuatro, sólo lo apreciamos en<br />

criadores de ovino, donde por la naturaleza de los fines<br />

que persiguen, no sólo productivos, es mucho más<br />

fácil crear organizaciones y sociedades de protección<br />

y difusión de sus razas, para gestionar sus fines, lo<br />

que posibilita la aparición de estos líderes y una estructura<br />

piramidal propia de razas no amenazadas.<br />

Esto, unido al hecho de que se presenten en una raza<br />

con una historia tan extensa y rica en el panorama<br />

ganadero desde hace siglos, y que en los últimos años<br />

está sufriendo un alarmante descenso, pero que ha<br />

dejado su estructura y gusto por la pureza de la raza,<br />

lo que la hace apta para incorporarse a un programa<br />

de conservación.<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

1. ALDERSON, L.: The chance to survive. A. H. Jolly Ltd.<br />

(ed.), Northamptonshire, 1989.<br />

2. APARICIO, G.: Zootecnia especial. Publ. Univ. de Córdoba<br />

(4. a ed.), Córdoba, 1960.


ASPECTOS SOCIALES DE LA CONSERVACIÓN DE RAZAS AUTÓCTONAS OVINAS... 33<br />

3. AUDIOT, A.; GIBON, A., y FLAMANT, J. C: «La conservation<br />

des races menacees. Quels elevers». Ethnozootechnie,<br />

33: 1-8, 1985.<br />

4. BODO, I.: «Special problems of conservation of domestic<br />

livestock». Proc. 4th World Con. Genet. Appl. to Livst.<br />

Prod., Edinburgo, XIV: 427-433,1990.<br />

5. GARCÍA DORY, M. A.: «La utilización de las razas autóctonas<br />

en los ecosistemas regionales como factor de ahorro<br />

energético en la ganadería española». Agricultura y<br />

Sociedad, 15: 115-162, 1980.<br />

6. GARCÍA DORY, M. A.; MARTÍNEZ VICENTE, S., y OROZ-<br />

CO PIÑAN, E: Guía de campo de las razas autóctonas<br />

de España. Alianza Editorial, Madrid, 1990.<br />

7. RODERO, E.; CAMACHO, M. E.; DELGADO, J. V, y RO­<br />

DERO, A.: «Conservation of genetic resources in authochtonous<br />

domestic animáis of Andalusia». Proc. 4th<br />

World Con. Genet. Appl. to Livst. Prod., Edimburgo, XTV:<br />

496-499,1990.<br />

8. SANCHEZ-BELDA, A., y SÁNCHEZ TRUJILLANO, M. C:<br />

Razas ovinas españolas. MAPA, 1986.<br />

9. SOTILLO, J. L., y SERRANO, V: Producción animal I: Etnología<br />

zootécnica. Tebas Flores, Madrid, 1985.


Comunicación<br />

Estudio inmunogenético de diversos marcadores<br />

en eritrocitos y plasma de Merino español<br />

M R. de la Haba Giraldo* y D. Llanes Ruiz*<br />

INTRODUCCIÓN<br />

El estudio de los polimorfismos de proteínas sanguíneas<br />

se comenzó en animales domésticos hace casi<br />

medio siglo. En principio se pensó en la posibilidad de<br />

encontrar asociaciones con caracteres productivos o<br />

reproductivos, pero los resultados obtenidos hasta la<br />

fecha no han justificado estas esperanzas. No obstante,<br />

los polimorfismos se han usado en Genética de poblaciones<br />

para el estudio de su evolución para control<br />

de paternidad, así como para caracterizar las razas<br />

de animales domésticos. En este trabajo presentamos<br />

los resultados de un estudio llevado a cabo sobre una<br />

población de ovejas merinas, raza que fue el origen<br />

de todas las estirpes de Merino que existen en la actualidad<br />

por todo el mundo.<br />

MATERIAL Y MÉTODOS<br />

La sangre se extrajo mediante punción yugular de<br />

300 animales del Centro de Selección y Reproducción<br />

de Ganado Ovino que la Junta de Andalucía posee en<br />

Hinojosa del Duque (Córdoba). La sangre, refrigerada<br />

durante el transporte, se centrifugó para obtener el<br />

plasma, y los glóbulos fueron lavados tres veces en<br />

solución salina (9 g/1) antes de ser congelados. Los sistemas<br />

polimórficos usados para este trabajo fueron<br />

los siguientes: hemoglobina (1), anhidrasa carbónica<br />

(2), proteína X (3), transferrina (4), esterasa (5) y potasio<br />

eritrocitario, medido en un fotómetro de llama<br />

Corning 405.<br />

RESULTADOS<br />

En la tabla I se exponen los resultados de hemoglobina.<br />

Solamente se han encontrado los tipos electroforéticos<br />

A y B. El estudio a partir de las frecuencias genotípicas<br />

y génicas muestra que la población no está<br />

en equilibrio Hardy-Weinberg, existiendo un exceso<br />

significativo (p < 0,001) de heterocigotos AB, a expen-<br />

Doctor en Ciencias Biológicas.<br />

Doctor en Ciencias Biológicas. Departamento de Genética,<br />

Instituto de Zootecnia (CSIC). Facultad de Veterinaria,<br />

Universidad de Córdoba. Av. Medina Azahara, 9.<br />

14005 Córdoba.<br />

Tabla I<br />

Frecuencias fenotípicas y génicas de los tipos<br />

de hemoglobina encontrados<br />

Frecuencias fenotípicas<br />

Hb AA Hb AB HbBB<br />

Frecuencias<br />

génicas<br />

Hb A<br />

Hb B<br />

Absolutas..22 170 107<br />

Relativas... 0,0736 0,5685* 0,3578 0,3578 0,6421<br />

* p< 0,001.<br />

sas de los homocigotos, sobre todo AA. La proporción<br />

de heterocigotos es 0,5685 y el índice de fijación de<br />

WRIGHT (1951), obtenido mediante el cociente que<br />

tiene de numerador la diferencia entre heterocigotos<br />

esperados y observados, y como denominador los esperados,<br />

tiene un valor de F = - 0,2313.<br />

La tabla II presenta los resultados de los cruces con<br />

filiación controlada para los alelos de Hb. Todos ellos<br />

se ajustan a lo esperado, excepto el cruce de Hb AB x<br />

Hb AB, en cuyo resultado se obtiene un significativo<br />

(p < 0,01) exceso de homocigotos BB a expensas de<br />

los homocigotos AA.<br />

La tabla III muestra las proporciones esperadas de<br />

cada cruce de genotipos de hemoglobina. El número<br />

de los tipo Hb AB x Hb AB excede significativamente<br />

Tabla II<br />

Resultado de los cruces con filiación controlada<br />

para los alelos de hemoglobina. El número de<br />

descendientes esperados de cada tipo de hemoglobina<br />

figura entre paréntesis<br />

Padre<br />

Hb<br />

n<br />

AA 1<br />

AB 2<br />

AB 7<br />

AB 3<br />

BB 3<br />

BB 2<br />

p


36 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

Tabla III<br />

Proporciones esperadas de cada tipo de cruce de<br />

genotipos de hemoglobina. El número de cruces de tipo<br />

AB x AB observados es muy superior al de los esperados<br />

Cruces<br />

AAxAA<br />

AAxAB<br />

AAxBB<br />

ABxAB<br />

ABxBB<br />

BBxBB<br />

Frecuencias<br />

Observadas<br />

Esperadas<br />

Observadas<br />

Esperadas<br />

Observadas<br />

Esperadas<br />

Observadas<br />

Esperadas<br />

Observadas<br />

Esperadas<br />

Observadas<br />

Esperadas<br />

Relativas<br />

0<br />

0,00541<br />

0,03846<br />

0,08368<br />

0,03846<br />

0,05266<br />

0,55769<br />

0,32326*<br />

0,32692<br />

0,40686<br />

0,03846<br />

0,12806<br />

Absolutas<br />

0<br />

0,285<br />

2<br />

4,350<br />

2<br />

3,738<br />

29<br />

16,809*<br />

17<br />

21,154<br />

2<br />

6,657<br />

(p < 0,01) de lo que cabría esperar si los cruces se<br />

produjeran al azar.<br />

En la tabla IV se presentan las frecuencias fenotípicas<br />

y génicas de los polimorfismos de transferrina,<br />

arüesterasa, anhidrasa carbónica y proteína X. En el<br />

caso de proteína X y arüesterasa, las frecuencias génicas<br />

se han obtenido supuesta la población en equilibrio<br />

Hardy-Weimberg. Los valores de heterocigosis<br />

media para transferrina y anhidrasa carbónica son,<br />

respectivamente, 0,6619 y 0,2059. Los respectivos valores<br />

del índice de fijación E son 0,0879 y 0,0779.<br />

La figura 1 presenta la distribución de los valores de<br />

potasio eritrocitario. Claramente se observan dos tipos<br />

de individuos: 234 de ellos con valores de hasta<br />

25 mEq/litro de eritrocitos (bajo potasio o LK), y otros<br />

seis con valores entre 40 y 65 mEq/litro de eritrocitos<br />

(alto potasio o HK). La media de los de tipo HK (51,98<br />

± 3,099 mEq/1) es muy superior (p < 0,001) a la de los<br />

LK (7,99 ± 0,225 mEq/1).<br />

p


ESTUDIO INMUNOGENETICO DE DIVERSOS MARCADORES EN ERITROCITOS Y PLASMA... 37<br />

H. t.nini» I e*<br />

100 r—<br />

LK<br />

5 = 7,99 í 0,22 (234)<br />

3l<br />

HK<br />

51,98 í 3,09 (6)<br />

3 10 15 20 25 38 35 10 13 30 55 é8 45 70<br />

Hlv»! d* potasio<br />

(oEq/1 eritr.)<br />

F¿


XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

GAHNE, B.,y GORANSSON, M: «The genetic control of<br />

arylesterase activity in the serum of Gotland sheep».<br />

Anim. BloodGrps. Biochem. Genet., 1: 127-134, 1970.<br />

FESUS, L.: «Less Hb AA and Hb BB type offspring and<br />

poor lambing results of Hb AA ewes in a herd of Hungaria<br />

Merino sheep». Abst. XVIIth Int. Conf. Anim. BIood<br />

Grps. Biochem. Polymorph., Wageningen, 1980.<br />

Anim. BloodGrps. Biochem. Genet, 11 (supp. 1): 23,1980.<br />

7. TUCKER, E. M.: Comunicación personal, 1988.<br />

8. ORDAS, J. G., y SAN PRIMITIVO, F.: «A new alíele at the<br />

red cell carbonic anhidrase locus in sheep». Anim. Blood<br />

Grps. Biochem. Genet., 14: 233-234, 1983.


Comunicación<br />

Estudios preliminares de resistencia genética<br />

a la paratuberculosis<br />

A. Molina Alcalá, M. a C. Crespo Giráldez, M. Fresno Saquero, J. V. Delgado Bermejo,<br />

L. Morera Sanz y D. Llanes Ruiz*<br />

INTRODUCCIÓN<br />

Los costes que producen las enfermedades en la<br />

producción animal son elevados. Los programas de<br />

erradicación, además de ser muy dificultosos en enfermedades<br />

como la paratuberculosis, con epidemiología<br />

no bien conocida, representan un elevado coste<br />

en dinero y tiempo. Por tanto, la resistencia genética<br />

en la lucha contra las enfermedades se presenta como<br />

un instrumento valioso, pudiendo seleccionarse<br />

individuos con una mejor respuesta inmune a esta enfermedad.<br />

ESTRATEGIAS EN LA BÚSQUEDA<br />

DE RESISTENCIA GENÉTICA<br />

Clásicamente son tres los enfoques que han permitido<br />

avanzar en el conocimiento de la resistencia genética<br />

a enfermedades:<br />

1. Estrategias que consideran a la respuesta inmunitaria<br />

(humoral) como un carácter multigénico<br />

y por ello utilizan la metodología de la<br />

genética cuantitativa.<br />

2. Estrategias que buscan relaciones entre genes<br />

implicados en la respuesta inmune (generalmente<br />

del MHC) y ciertas enfermedades.<br />

3. Estrategias que parcelando la respuesta inmunitaria<br />

en aspectos concretos estudian los genes<br />

implicados en estos procesos.<br />

: En relación a la primera estrategia, los mecanismos<br />

de asociación MHC y los agentes patógenos serían:<br />

— Actuar como receptor para organismos patógenos.<br />

— Modificación por parte de virus de estas moléculas.<br />

— Enmascaramiento de antígenos patógenos.<br />

— Interacción con ligandos no inmunológicos, por<br />

ejemplo, hormonas.<br />

* Departamento de Genética. Facultad de Veterinaria.<br />

Universidad de Córdoba.<br />

— Asociación no al azar entre MHC y genes de susceptibilidad<br />

a enfermedades (desequilibrio de ligamiento).<br />

El éxito obtenido en humanos aplicando esta estrategia<br />

ha dado como resultado una gran cantidad de<br />

trabajos en animales domésticos que confirman los<br />

resultados de la especie humana en unos casos y son<br />

menos concluyentes en otros. Ejemplos de estos estudios<br />

en animales domésticos son:<br />

— El tumor sarcoide y la laminitis del caballo (ME-<br />

REDITH, 1986).<br />

— La artritis y encefalitis caprina (RUFF y LA-<br />

ZARY, 1988).<br />

— La infección con Bordetella bronchiseptica en<br />

cerdos (MEEKEER y cois., 1987).<br />

DETECCIÓN DE LA BASE GENÉTICA<br />

DE UNA ENFERMEDAD<br />

En general se puede empezar a sospechar que una<br />

enfermedad puede tener un componente genético<br />

cuando:<br />

— Existe efecto de raza. Bien a nivel de prevalencias<br />

una vez depurados los efectos que puedan<br />

interferir o bien en la dicotomía sensible, resistente.<br />

— Efecto familia. La probabilidad de que se afecte<br />

un animal es mayor cuando tiene un pariente<br />

afectado.<br />

— Efecto directo de un gen. Cuando ese gen codifica<br />

para una proteína, por ejemplo, enzima, cuya<br />

falta determina la enfermedad.<br />

— Efecto indirecto de un gen. Cuando codifica para<br />

una proteína, que interacciona con los productos<br />

de otros genes.<br />

RESISTENCIA GENÉTICA A MICOBACTERIAS<br />

Los primeros datos de resistencia genética a las micobacterias<br />

se obtienen en conejos (LURIE, 19é4).


ESTUDIOS PRELIMINARES DE RESISTENCIA GENÉTICA A LA PARATUBERCULOSIS 41<br />

Usando como criterio la respuesta granulomatosa en<br />

el pulmón después de inhalación del bacilo, se pudieron<br />

separar dos líneas: una resistente al ataque y con<br />

respuesta distinta a la vacuna BCG y otra sensible.<br />

Posteriormente, SKAMENE (1986) realiza en ratones<br />

inoculaciones intravenosas de M. bovis (BCG),<br />

realizándose un estudio de las micobacterias presentes<br />

en el bazo a las tres-cuatro semanas PI. El estudio<br />

de 25 estirpes dio lugar a dos grupos claros, uno resistente<br />

y otro sensible, sin que existiese ninguna línea<br />

que fuera intermedia. Esta diferencia era clara a<br />

las tres semanas PI, pero nunca después de este período.<br />

El estudio de la segregación genética de estos cruces<br />

mostró un componente mendeliano clásico de un<br />

gen dominante R y otro recesivo S. Estos resultados<br />

han sido similares cuando se utilizan otras estirpes de<br />

micobacterias. Este gen ha sido mapeado y está situado<br />

en el cromosoma 1 del ratón, próximo al gen<br />

Ity (resistencia a Salmonella typhimurium) y Lsh<br />

(Leishmania donovani). No se sabe bien si se trata del<br />

mismo gen o bien se trata de genes estrechamente ligados,<br />

aunque esta posibilidad parece la más probable.<br />

Estas experiencias hacen pensar en los macrófagos<br />

como los responsables primero de esta resistencia, ya<br />

que mutantes de la función de células T, B y NK implican<br />

poco o ningún efecto sobre resistencia y los trasplantes<br />

de médula ósea convierten a BCGs en BCGr.<br />

Por las experiencias realizadas hasta ahora parece<br />

deducirse que este gen afecta fundamentalmente a la<br />

capacidad de expresión de un determinado antígeno<br />

de clase II en los macrófagos, al menos la correcta<br />

presentación de éste.<br />

Recientemente, mediante el uso de RFLP, se han<br />

identificado los genes ligados al gen Bcg en ratones.<br />

Estos también se encuentran ligados, aunque en otro<br />

cromosoma de la especie humana (cromosoma 2) y de<br />

la vaca, por lo que parecen conservarse a nivel evolutivo<br />

sugiriendo la existencia de un gen Bcg en el hombre<br />

y los rumiantes domésticos (SCHURR y cois.,<br />

1988).<br />

RESISTENCIA GENÉTICA<br />

A LA PARATUBERCULOSIS<br />

La paratuberculosis es considerada hoy día como la<br />

enfermedad que determina más pérdidas económicas<br />

en el caprino andaluz, radicando no sólo en su elevada<br />

incidencia, revelada por todos los estudios llevados<br />

a cabo en nuestra región (GARRIDO Y LEÓN, 1979;<br />

GASCA, 1984; MOLINA, 1989, 1990a), sino también<br />

por su presentación crónica e insidiosa, determinando<br />

zonas donde se encuentra prácticamente enzoótica, y<br />

las elevadas pérdidas económicas que determina, tanto<br />

directas por sacrificio o muerte como indirectas<br />

por pérdidas de productividad, problemas reproductivos<br />

y sensibilidad a otras enfermedades.<br />

Esto, además de no existir ningún método totalmente<br />

fiable en la detección de la enfermedad en todas<br />

sus fases y lo largo y dificultoso de su control, hace<br />

que la existencia de una posible resistencia genética<br />

de algunas razas o estirpes podría tener una elevada<br />

repercusión en el futuro.<br />

Un paso previo a cualquier estudio sobre resistencia<br />

genética es el de disponer de un test con la suficiente<br />

sensibilidad y especificidad que nos permita<br />

discriminar entre individuos sanos y enfermos. La<br />

inexistencia de un test de estas características nos<br />

motivó a la puesta a punto de una técnica ELISA, ya<br />

que es la que parece estar dando mejores resultados<br />

en otras especies (MOLINA, 1990a).<br />

Hasta el momento las experiencias que podrían indicarnos<br />

un cierto componente genético de susceptibilidad<br />

o resistencia a esta enfermedad son:<br />

Efecto de padre y familia en la paratuberculosis<br />

Hasta el momento existen muy pocas experiencias<br />

que confirme el hecho contrastado, más o menos empíricamente,<br />

de que los animales emparentados con<br />

los que han sufrido paratuberculosis son más propensos<br />

a padecerla. Tan sólo cabe citar las experiencias<br />

llevadas a cabo por el equipo del doctor MERKAL en<br />

Estados Unidos (MERKAL, 1990; LARSEN, 1975) y del<br />

doctor DESMECHT en Francia (DESMECHT, 1975) que<br />

podrían confirmar este hecho.<br />

Incidencia diferencial entre estirpes y FciZEIS<br />

Existen diversas experiencias que demuestran una<br />

mayor o menor incidencia de la paratuberculosis en<br />

determinadas razas (STUART, 1965; BLOOD, 1983;<br />

CHIODINI, 1984), lo que podría ser indicador de una<br />

implicación genética en la resistencia a la enfermedad,<br />

aunque puede ser un simple reflejo de factores<br />

ambientales y de manejo que actúen en determinados<br />

rebaños.<br />

Así, por ejemplo, en Australia, el 97% de los rebaños<br />

caprinos están afectados de paratuberculosis, variando<br />

desde el 98% de la raza Saanen, 75% anglonubiana,<br />

19% Toggenburg al 1% de Angora y Alpina<br />

(EAMENS, 1989).<br />

En encuestas serológicas llevadas a cabo por nuestro<br />

equipo (MOLINA y cois., 1900a), utilizando una<br />

técnica ELISA con una sensibilidad en torno al 85% y<br />

especificidad superior al 90%, determinó unas diferencias<br />

significativas estadísticamente entre la raza<br />

Murciana-Granadina (tabla I a), la Malagueña (tabla<br />

I b) y la Agrupación Caprina Canaria (tabla I c).<br />

Estas diferentes incidencias eran significativas estadísticamente<br />

en los tres casos.<br />

Las diferencias entre las razas Murciana-Granadina<br />

y la Malagueña, creemos, a falta de otras experiencias<br />

con más rebaños y rebaños mixtos de ambas razas,<br />

que se deben a factores ambientales y de manejo,<br />

ya que los rebaños de raza Murciana-Granadina pertenecen<br />

a zonas de Huelva, donde se puede conside-


42 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />

Tabla 1<br />

Muestra la diferente incidencia de sueros positivos al ELISA en diferentes rebaños caprinos<br />

del sur de España e islas Canarias<br />

a) Cabras Murciano-Granadinas<br />

Rebaño<br />

Animales<br />

testados<br />

Positivos<br />

con COAl<br />

Porcentaje<br />

Positivos<br />

con PPA-3<br />

Porcentaje<br />

114<br />

14<br />

14<br />

14<br />

60<br />

35<br />

38<br />

6<br />

0<br />

4<br />

32<br />

20<br />

33,33<br />

42,86<br />

0,00<br />

28,57<br />

53,33<br />

57,14<br />

46<br />

4<br />

1<br />

2<br />

30<br />

21<br />

40,35<br />

28,57<br />

7,14<br />

14,29<br />

50,00<br />

60,00<br />

TOTAL<br />

251<br />

100<br />

39,84<br />

104<br />

41,30<br />

b)<br />

Cabras Malagueñas<br />

Rebaño<br />

Animales<br />

testados<br />

Positivos<br />

con COAl<br />

Porcentaje<br />

Positivos<br />

con PPA-3<br />

Porcentaje<br />

1<br />

2<br />

3<br />

128<br />

68<br />

46<br />

15<br />

6<br />

3<br />

11,72<br />

8,82<br />

6,52<br />

18<br />

10<br />

3<br />

14,06<br />

14,71<br />

6,52<br />

TOTAL ....<br />

242<br />

24<br />

9,92<br />

31<br />

12,81<br />

c)<br />

Cabras Canarias<br />

Rebaño<br />

Animales<br />

testados<br />

Positivos<br />

con COAl<br />

Porcentaje<br />

Positivos<br />

con PPA-3<br />

Porcentaje<br />

1<br />

2<br />

3<br />

69<br />

37<br />

70<br />

2<br />

3<br />

1<br />

2,9<br />

8,1<br />

1,4<br />

1<br />

0<br />

0<br />

1,4<br />

0,0<br />

0,0<br />

TOTAL ....<br />

176<br />

6<br />

3,4<br />

1<br />

0,6<br />

1) Majorera. 2) Palmera. 3) Tinerfeña.<br />

rar enzoótica la enfermedad (GASCA, 1984), con un<br />

manejo y una estructura de la población totalmente<br />

favorecedores de esta enfermedad (pequeños cabreros<br />

de escaso número de cabezas, con pastos comunales,<br />

amamantamiento natural, etc.), mientras que<br />

los rebaños de Malagueña están situados en zonas<br />

Tiucho más aisladas de la provincia de Córdoba, con<br />

manejo y sanidad adecuado, amamantamiento artificial,<br />

pastos propios, etc.<br />

Las diferencias de ambas con los rebaños de las islas<br />

Canarias, considerados tradicionálmente como libres<br />

de paratuberculosis, sí podría tener un cierto<br />

componente genético, además de la posible influencia<br />

del tradicional aislamiento de estos colectivos, tipo de<br />

suelo, escasez de agua en los pastos, manejo, etc.,.ya<br />

que a falta de posteriores confirmaciones que incluyan<br />

un número mayor de colectivo, podríamos considerar<br />

a las islas Canarias libres de paratuberculosis,<br />

ya que con la escasa prevalencia encontrada la probabilidad<br />

de que un animal que dé positivo al ELISA,<br />

lo sea realmente, es inferior al 20%, pudiéndose incluir<br />

estos positivos en el error de predicción del test<br />

(MOLINA y cois., 1990a).<br />

Dada esta disyuntiva, realizamos una posterior experiencia.<br />

En 1988 situamos 16 animales pertenecientes<br />

a la ACC (Agrupación Caprina Canaria), un<br />

macho y 16 hembras con una edad de dos meses,<br />

dentro de un rebaño de cabras Malagueñas en la que<br />

la prevalencia de la paratuberculosis era de un 10%.<br />

La primera generación de cabras canarias produjo 14<br />

crías. Estos 30 animales han permanecido hasta la<br />

actualidad en este rebaño sometidas a las mismas<br />

condiciones de manejo, ambientales y sanitarias.<br />

Durante este tiempo que han permanecido en contacto<br />

ambas razas, los animales de raza Malagueña han<br />

sufrido un 3% anual de bajas por paratuberculosis, no<br />

cifrándose ninguna baja de raza Canaria y no dando<br />

positivo ningún animal al ELISA (MOLINA y cois.,<br />

1990b).<br />

Estos datos pueden ser un indicio de factores gene-


ESTUDIOS PRELIMINARES DE RESISTENCIA GENÉTICA A LA PARATUBERCULOSIS 43<br />

ticos raciales que condicionan una mayor sensibilidad<br />

o resistencia a esta enfermedad. Por tanto, de confirmarse<br />

la existencia de genes relacionados con la resistencia<br />

a micobacterias, consideramos que la selección<br />

de individuos más resistentes permitirá avanzar,<br />

con escaso coste sobre la producción, en la mejora sanitaria<br />

de nuestros rebaños.<br />

AGRADECIMIENTOS<br />

Estos trabajos han sido financiados por el proyecto<br />

«Resistencia genética a la paratuberculosis caprina»,<br />

PIR n.° 90/B de la Junta de Andalucía. A. Molina es<br />

becario de FPI de la Junta de Andalucía.<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

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with sarcoid tumors and laminitis in two puré<br />

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to CAE virus-induced arthritis in goats». Immunogenetics,<br />

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CHIODINI, R.; VAN KRUININGEN, H., y MERKAL, R.:<br />

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faeteurs favorisants». Ann. Méd. Vét., 119: 371-382,1975.<br />

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GROS, P: «Identification of a linkage group including the<br />

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Immunology, 137: 310-315,1988.<br />

STUART, P: «Vaccination against Johne's disease in cattle<br />

exposed to experimental infection». British Vet, 121: 289-<br />

318,1965.<br />

LURIE: Citado en Genetics of resistance to bacterial andparasitic<br />

infection. WAKELIN y J. M. BLACKWELL (eds.).<br />

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SKAMENE, E.: «Genetic control of resistance tomycobacterial<br />

infection». Current Topics in Microbiology and<br />

Immunology, 124: 49-66,1986.


II<br />

ALIMENTACIÓN


Comunicación<br />

Problemática de la alimentación-mano de obra en<br />

la explotación ovinas Nuevo sistema de alimentación<br />

con «concentrado» ad libitum<br />

Profesor doctor I. Sierra Alfranca<br />

Facultad de Veterinaria. Zaragoza.<br />

INTRODUCCIÓN<br />

El capítulo alimenticio tiene una gran importancia<br />

técnica y económica en la explotación de la oveja.<br />

Desde el punto de vista técnico es necesario cubrir<br />

adecuadamente las necesidades de la especie ovina<br />

según su fase fisiológica (cubrición, cuatro primeros<br />

meses de gestación, fin de gestación y lactación) si se<br />

desean obtener unos buenos niveles productivos.<br />

Por otra parte, los sistemas extensivos en pastoreo<br />

se mantienen todavía, especialmente en explotaciones<br />

familiares, muchas de las cuales han incrementado el<br />

número de cabezas (más ingresos por primas de la<br />

CEE), disminuyendo la intensificación reproductiva y<br />

los complementos alimenticios (manejo más simple<br />

con una paridera anual orientada hacia la época de<br />

abundancia, de forma que no se realizan destetes,<br />

aportando escasos alimentos a ovejas y corderos).<br />

Sin embargo, estos sistemas presentan serias dificultades<br />

frente a un futuro en el que muy posiblemente<br />

disminuirán y aun desaparecerán las primas de la<br />

CEE y, por otra parte, la mano de obra dedicada al<br />

pastoreo cada vez será más escasa.<br />

A la vista de todo esto se hace necesario ir hacia<br />

sistemas semiextensivos incluso en total estabulación,<br />

en donde genotipos altamente productivos sean sometidos<br />

de forma económica a una elevada intensificación<br />

reproductiva. Mientras el precio del cordero en<br />

España tenga un nivel elevado este tipo de especulación<br />

podrá ser más interesante que la extensiva. Paralelamente,<br />

en Francia, BOUTONNET y TCHAMIT-<br />

CHIAN (1990) han puesto de manifiesto este hecho,<br />

comparando con otros países de precios más bajos y<br />

sistemas extensivos de explotación (hemisferio sur).<br />

En este sentido la problemática reproductiva está<br />

totalmente resuelta (ROBINSON, 1965; ROBINSON,<br />

1974; CORNU et al., 1975, y SIERRA, 1977 y 1984);<br />

sin embargo, es preciso solucionar la economía de la<br />

alimentación bajo dos puntos de vista:<br />

a) Coste no elevado de la alimentación por hembra<br />

y año.<br />

b) Economía en el trabajo de distribución de la<br />

alimentación.<br />

En el presente estudio nos centraremos fundamentalmente<br />

en el segundo apartado, aunque también<br />

trataremos el primero, siempre con una óptica eminentemente<br />

aplicativa.<br />

RACIONES COMPLETAS ECONÓMICAS<br />

Es preciso resaltar ante todo que en el caso de una<br />

estabulación el coste de la alimentación durante la fase<br />

de sostenimiento puede hacer prohibitivo dicho sistema.<br />

Recordemos que en una explotación con intensificación<br />

reproductiva a partir de lotes escalonados en<br />

cuatro meses y un ciclo productivo de ocho meses (1,5<br />

partos teóricos y 1,3-1,4 reales) cada oveja presenta<br />

como media la siguiente duración de sus distintas fa<br />

ses fisiológicas:<br />

Tabla I<br />

Duración anual de distintas fases productivas<br />

Días<br />

Cubrición (20 días x 1,5) 30<br />

Fin de gestación (40 días x 1,5) ,. 60<br />

Lactación (50 días x 1,5) 75<br />

Sostenimiento (resto) 200<br />

365<br />

Se observará que aun utilizando máximos en gestación<br />

y lactación y atendiendo a la cubrición quedan<br />

doscientos días (sostenimiento y primeros meses de<br />

gestación) en los que la oveja come y no produce de<br />

forma objetiva, por lo que se precisan raciones muy<br />

económicas para la viabilidad del sistema.<br />

En ese sentido nosotros empleamos desde hace cinco<br />

años con éxito técnico y económico algunas raciones<br />

de bajo coste:<br />

Para ovejas de unos 50 kg (tabla II).<br />

Esta ración puede ser modificada según zonas en<br />

función de otros subproductos o residuos económicos<br />

de industrias vegetales.


48 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

Necesidades<br />

Tabla II<br />

Ración económica sostenimiento<br />

Ración<br />

Coste<br />

(ptas.)<br />

0,60-0, 65 UFL 0,8 kg de paja tratada<br />

con amoniaco (7 ptas.) 5,6<br />

1.250 kg de pulpa de<br />

manzana (2 ptas.) 2,5<br />

Corrector mineral 0,4<br />

Pero aunque el coste teórico de la ración sea bajo,<br />

queda todavía un coste adicional que supone la distribución<br />

diaria de dicho alimento en el pesebre en dos<br />

o tres ocasiones. Esto limita la posibilidad de grandes<br />

unidades ovinas en explotación intensiva, ya que disminuye<br />

el rendimiento laboral y empeora la atención<br />

hacia la oveja y cordero en las fases productivas.<br />

IMPORTANCIA DE LA MANO DE OBRA<br />

EN LA EXPLOTACIÓN OVINA<br />

No es necesario resaltar dicha importancia. Sin embargo,<br />

y de forma esquemática, se hace preciso recordar<br />

una serie de ideas fundamentales sobre la mano<br />

de obra pastoril, con toda la problemática social, técnica<br />

y económica (VERA y VEGA, y SIERRA, 1990)<br />

tantas veces citada, pero pocas estudiada a fondo y<br />

nunca solucionada:<br />

a) Escasez. Cada vez es más difícil encontrar pastores,<br />

hecho que motiva la desaparición de muchas<br />

empresas ovinas. Nadie quiere salir al<br />

campo con el ganado y el «palo». Es incómodo<br />

y peyorativo desde el punto de vista social.<br />

b) Falta de preparación del sector ovino. El hecho<br />

anterior motiva una selección a la inversa en la<br />

calidad de la mano de obra. Sólo continúan o<br />

quieren ser pastores aquéllos ya mayores o los<br />

que con menos luces o formación no tienen<br />

otras posibilidades. De hecho en las zonas rurales<br />

pocos jóvenes se hallan interesados por<br />

esta actividad laboral, lo que además condiciona<br />

las posibilidades de tecnificación de la empresa<br />

ovina.<br />

c) Dedicación laboral. No son semanas de cuarenta<br />

horas, con descanso de dos jornadas (sábado<br />

y domingo), sino de siete días de trabajo con<br />

oscilación entre sesenta y noventa horas de actividad,<br />

y aun muchas veces sin vacaciones. Esto<br />

indica notable sacrificio, casi nunca acompañado<br />

de la correspondiente compensación económica.<br />

d) Destino de la mano de obra (tabla III):<br />

8,5<br />

Tabla III<br />

Destino de la mano de obra. Explotaciones ovinas<br />

Tipo de<br />

explotación<br />

Extensiva<br />

1parto/hernbra/afio<br />

Intensiva<br />

1,3-1,4 parto/<br />

hembra/año<br />

Fasa<br />

No Productiva<br />

Productiva<br />

No productiva<br />

a) Pastoreo<br />

b) Estabulación<br />

Productiva<br />

'Estabulación<br />

(1) Sanidad, reparaciones, etc.<br />

(2) Cubriciones, partos y atención corderos.<br />

Duración<br />

Actividad mano<br />

de obra<br />

260-265d. Pastoreo 90%<br />

Varios 10%<br />

100-115d, Pastoreo 50-60*<br />

Varios(2)40-50%<br />

215d. Pastoreo 90%<br />

Varios(l) 10*<br />

2l5d. Alimentación 80-90%<br />

Varlos(1) 10-20%<br />

150d. Alimentación 40-60%<br />

Varlos(2) 40-60%<br />

1. Explotaciones extensivas en pastoreo<br />

(una paridera anual):<br />

1.1. Fases no productivas: Al menos<br />

250 días/año.<br />

Prácticamente el 90% de la mano<br />

de obra se halla dedicado al pastoreo.<br />

El 10% restante a alguna atención<br />

sanitaria puntual, reparaciones,<br />

etc.<br />

1.2. Fases productivas: Partos y lactación<br />

(unos 100-115 días/año).<br />

Un 50-60% al pastoreo y el 40-<br />

50% a la atención de los animales<br />

en aprisco (distibución de alimentos<br />

y cría de los corderos).<br />

2. Explotaciones intensivas (1,3-1,4 partos/<br />

año, alto porcentaje de gemelos y semiestabulación).<br />

En este tipo de empresas durante la estabulación<br />

la distribución de los alimentos<br />

en pesebre 2-3 veces al día supone del<br />

40 al 90% de la actividad laboral según<br />

fase productiva, dado el gran volumen y<br />

peso de alimentos a repartir y las dificultades<br />

o limitaciones de mecanización<br />

existentes, quedando desbordada la mano<br />

de obra.<br />

Este hecho tan simple, pero primordial,<br />

limita una mayor o mejor atención técnica<br />

a los animales, lo que disminuye los<br />

resultados productivos (menores índices<br />

reproductivos, mayor morbilidad, mortalidad,<br />

etc.) y disminuye el número de<br />

hembras/UTH.<br />

e) Coste de la mano de obra. Salvo en explotaciones<br />

cercadas, en donde la mano de obra tiene<br />

un mayor rendimiento, en los sistemas extensivos<br />

de forma general este coste gira entre las<br />

2.250 y 3.000 pesetas/oveja/año, suponiendo<br />

salarios brutos con seguros que oscilan entre


PROBLEMÁTICA DE LA ALIMENTACION-MANO DE OBRA EN LA EXPLOTACIÓN OVINA... 49<br />

las 900.000 y 1.200.000 pesetas, con 300-400<br />

cabezas por pastor.<br />

En las explotaciones intensivas se hace necesario<br />

incrementar al máximo el número de cabezas<br />

UTH, a fin de compensar otra serie de<br />

gastos adicionales (instalaciones, alimentación<br />

en pesebre, etc.), siendo condición fundamental<br />

a fin de abaratar costes, de forma que estos sistemas<br />

puedan ser viables económicamente.<br />

Como vemos, el tiempo dedicado a la distribución<br />

de los alimentos disminuye fuertemente<br />

el rendimiento laboral de cada UTH. Alrededor<br />

del 40-50% de su tiempo tiene que dedicarlo a<br />

actividades rutinarias, en perjuicio de otras específicas<br />

y de mayor contenido tecnológico que<br />

podrían permitir ingresos más elevados.<br />

En estas condiciones, y en sistemas intensivos<br />

en estabulación, suelen precisarse de 1,7 a<br />

2 UTH por cada 1.000 ovejas, lo que mejora sólo<br />

ligeramente las cifras de los sistemas extensivos,<br />

no favoreciendo por tanto su viabilidad<br />

económica (2.000 a 2.400 pesetas/hembra/año<br />

a partir de 500-600 hembras/UTH y salarios de<br />

1.000.000 a 1.400.000 pesetas/UTHL).<br />

f) Estudio de sistemas económicos de distribución<br />

de alimentos. La utilización de un sistema económico<br />

de distribución de raciones igualmente<br />

económicas permitiría:<br />

1. Viabilidad técnica y económica para los<br />

sistemas intensivos, pudiendo permanecer<br />

en estabulación el máximo tiempo, saliendo<br />

a pastar sólo en épocas muy concretas<br />

de pastos abundantes.<br />

2. Posibilidad de encontrar más fácilmente<br />

mano de obra joven y capacitada, dedicada<br />

muy secundariamente al pastoreo y al<br />

reparto de alimentos, permitiendo una<br />

mejor atención zootécnica del ganado (mayor<br />

producción).<br />

3. Incremento notable del número de ovejas<br />

atendidas por UTH (mínimo 2.000 por<br />

equipo de 2 UTH).<br />

En este sentido vamos a exponer un sencillo<br />

sistema de alimentación «concentrada» ad libitum<br />

en estabulación que disminuye notablemente<br />

el tiempo dedicado al reparto de alimentos,<br />

pudiendo suponer una solución para sistemas<br />

intensivos, o también para los semiextensivos<br />

en las fases de alta producción.<br />

PLANTEAMIENTO Y METODOLOGÍA<br />

A) Planteamiento<br />

Desde hace unos años intentamos buscar una solución<br />

al reparto alimenticio en el ganado ovino. Entre<br />

otras estudiamos:<br />

a) El diseño de apriscos con pasillos de distribución<br />

de alimentos conllevaba largos frentes de<br />

comedero, con elevado coste de instalaciones y<br />

escasa ventaja en los tiempos de reparto.<br />

b) El empleo de silos de autoconsumo, pacas de<br />

paja circulares, etc., entorpecían la formación<br />

de lotes y desequilibraban las raciones alimenticias,<br />

amén de dificultar una estricta intensificación.<br />

c) La utilización del sistema Unifeed, tan empleado<br />

en bovino lechero, parecía presentar alguna<br />

posibilidad. Sin embargo, se desestimó, ya que<br />

mantenía uno o dos repartos diarios, siendo<br />

por otra parte elevado el precio del remolque<br />

distribuidor.<br />

Así las cosas se estudió el problema con una visión<br />

totalmente distinta de la convencional, pensando en<br />

una nave industrial de producción de carne, comparable<br />

a la de porcinos o aves, con utilización de un<br />

alimento seco y concentrado para su fácil distribución<br />

y posible consumo ad libitum.<br />

En este sentido recordamos los trabajos de GEURIN<br />

et al. (1956) y PRESTON (1963) en prerrumiantes y<br />

rumiantes jóvenes, obteniendo resultados muy positivos<br />

en la alimentación de los terneros a partir únicamente<br />

de concentrados basados en avena o cebada<br />

aplastadas (Barley beef) y que luego sirvieron de fundamento<br />

a los sistemas actuales de aumentación de<br />

bovino de engorde con concentrado y escasa cantidad<br />

de voluminoso.<br />

Esta misma idea se extendió al cebo del cordero<br />

(ORSKOV et al., 1971) como es de todos conocido,<br />

siendo la base de la alimentación actual en los cebaderos.<br />

¿Por qué no extender estos sistemas, con las debidas<br />

adaptaciones, a la alimentación de la oveja<br />

El planteamiento, por tanto, consistió en:<br />

1. Disminución máxima del tamaño de la partícula<br />

del alimento voluminoso y seco ofrecido, con<br />

un compromiso entre el mantenimiento sin<br />

problemas de las funciones digestivas y la posibilidad<br />

de una distribución mecanizada (tornillo<br />

sin fin, tolva, etc.).<br />

2. Estudio, en estas condiciones, de la capacidad<br />

práctica de autorracionamiento en la oveja, al<br />

poner a su libre disposición alimentos de calidad.<br />

3. Estudio y solución de los posibles trastornos digestivos<br />

que pudieran plantearse y repercusión<br />

del nuevo tipo de alimentación en los índices<br />

reproductivo-productivos.<br />

4. Capacidad de adaptación de la alimentación<br />

voluminosa en pastoreo a un sistema de «concentrado»<br />

ad libitum, lo que permitiría una<br />

mayor versatilidad en el manejo y mejor aceptación<br />

por el ganadero.<br />

5. Paralelamente se presentaban una serie de interrogantes<br />

científicos como eran:<br />

a) Posible vaciamiento más rápido del rumen<br />

al disminuir el tamaño de la partícula y


50 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

por ende mayor velocidad de tránsito digestivo.<br />

Sin embargo, son muy variadas y<br />

no coincidentes las teorías actuales, yendo<br />

desde que el tamaño crítico para dicho vaciado<br />

es de alrededor de 1 mm (POPPI et<br />

al., 1980, y UDEN y VAN SOEST, 1982) a<br />

que el vaciado se produce en función del<br />

paso de las partículas indigestibles (UL-<br />

YATT et al., 1986).<br />

b) Posible disminución de la digestibilidad<br />

del alimento al permanecer en principio<br />

menor tiempo en el rumen y como consecuencia<br />

menor predigestión por la microflora<br />

ruminal.<br />

Sin embargo, esto podría verse contrarrestado<br />

por una mayor eficiencia en dicho<br />

preataque, dado el menor tamaño de la<br />

partícula.<br />

c) Modificaciones cuanticualitativas de la flora<br />

microbiana del rumen ante una presentación<br />

física de la ración bien diferente a la<br />

natural.<br />

d) Aumento de la capacidad de ingesta, motivado<br />

por un tamaño de la partícula más<br />

pequeño, lo que originaría también menor<br />

permanencia en rumen (LAREDO y MIN-<br />

SON, 1975, y OSBURN et al., 1976) y como<br />

consecuencia menor sensación de saciedad.<br />

Este incremento de la capacidad de ingesta<br />

puede conllevar un efecto muy positivo<br />

en genotipos de altas producciones y necesidades,<br />

además de paliar si eso fuera<br />

cierto la menor digestibilidad de la dieta.<br />

e) Modificación de los productos de fermentación<br />

en el rumen, precisamente debido al<br />

menor tamaño de la partícula, posible mayor<br />

rapidez de vaciado y cambios en la flora<br />

ruminal.<br />

De cualquier manera estos son aspectos puntuales<br />

técnicocientífícos que pensamos estudiar posteriormente,<br />

una vez que hayamos confirmado plenamente<br />

y a nivel aplicativo la validez del nuevo sistema de<br />

alimentación.<br />

B) Metodología<br />

Se inició el estudio tomando como base animal ovejas<br />

en sostenimiento en estabulación completa y como<br />

materias primas:<br />

— Paja tratada con amoníaco.<br />

— Paja blanda de cebada.<br />

— Heno de alfalfa.<br />

— Heno de veza-avena.<br />

Estos productos, solos (salvo la paja blanca) o combinados<br />

en distinta proporción, fueron molidos y pasados<br />

primeramente por criba del 8 y aun del 5, obteniendo<br />

tamaños de partícula entre 3 y 10 mm, lo que<br />

se asemejaba a efectos de manejo y consumo casi a<br />

un concentrado. Por otra parte, el equipo utilizado<br />

(molino y mezcladora de ocasión) estaba al alcance de<br />

cualquier ganadero.<br />

Esta es precisamente una idea fundamental de<br />

nuestro trabajo, el que el sistema pueda ser desarrollado<br />

directamente por el propio ganadero, sin dependencia<br />

exterior.<br />

Ejemplo de mezclas empleadas inicialmente:<br />

a) H. alfalfa (50%).<br />

H. veza-avena (50%).<br />

b) H. alfalfa (50%).<br />

Paja de cebada (50%).<br />

c) H. veza-avena (60%).<br />

Paja de cebada (40%).<br />

d) Paja tratada (60%).<br />

Paja de cebada (40%).<br />

El alimento era presentado a libre disposición todo<br />

el tiempo (llenado de amplios comederos dos o tres<br />

veces por semana).<br />

Al comienzo de los ensayos los animales procedían<br />

de pastoreo, por lo que se dispuso unas pacas de paja<br />

larga en un rincón del box a fin de que las ovejas pudieran<br />

tomarla a libre voluntad. Al cabo de cinco días<br />

se retiraba la paja, habiéndose adaptado ya con este<br />

breve período al nuevo tipo de alimento, no observándose<br />

ningún problema, ni trastorno digestivo.<br />

Como único inconveniente se observaba que los animales<br />

estornudaban con frecuencia (introducción de<br />

polvo en orificios nasales).<br />

Esto fue solucionado añadiendo 1,5% de grasa a la<br />

ración, lo que eliminó por completo el problema, permitiendo<br />

además un pienso más denso, algo más<br />

energético y con un atractivo olor que le hacía muy<br />

apetitoso.<br />

La adición de la grasa se realizaba de foma artesanal<br />

y simple, licuándola por calor y dosificándola directamente<br />

sobre las pacas de paja o heno antes de<br />

ser molidas, uniformando la mezcladora el conjunto.<br />

Los consumos por oveja y día eran de 1,5-1,6 kg,<br />

cubriendo las necesidades de sostenimiento (0,71 UFL<br />

y 57 g PDI).<br />

Una vez observada la perfecta adaptación de los<br />

animales al nuevo tipo de alimento se pasó a la preparación<br />

de raciones en fase de producción en las que<br />

se alternaban como base los alimentos voluminosos<br />

señalados y diversos concentrados (cereales y torta de<br />

soja), junto con el corrector vitamínico-mineral. Se<br />

utilizaron en principio materias primas de calidad<br />

(precio algo elevado), pues se buscaba primeramente<br />

resultados de viabilidad técnica.<br />

En las raciones de producción se han utilizado ovejas<br />

cruzadas Romanov x R. Aragonesa o Salz, con pesos<br />

entre 52 y 65 kg (promedios de 58-60 kg), y por<br />

supuesto en estabulación total.


PROBLEMÁTICA DE LA ALIMENTACION-MANO DE OBRA EN LA EXPLOTACIÓN OVINA... 51<br />

RESULTADOS Y DISCUSIÓN<br />

En la explotación donde se llevan a cabo estos ensayos<br />

(Fuentes de Ebro, Zaragoza) todos los animales<br />

(unos 300) están sometidos a este sistema de alimentación<br />

desde hace ya unos ocho meses, sin que haya<br />

habido hasta la fecha ningún problema digestivo,<br />

manteniéndose además al mismo nivel los resultados<br />

reproductivos y productivos.<br />

Las raciones utilizadas han sido las siguientes:<br />

1. Fin de gestación<br />

Ovejas de unos 60 kg con 2 fetos:<br />

Heno de alfalfa 30,0<br />

Heno de veza-avena 65,0<br />

Grasa 1,5<br />

Corrector vit. mineral ... 3,5<br />

1finn<br />

'<br />

1 0,50-0,55 UFL<br />

J 6,0-6,5% PDI<br />

— Necesidades promedio: 0,95 UFL y 105 g PDI.<br />

— Consumo diario entre 1,7-1,8 kg (0,90-1,0 UFL y<br />

112-117 g PDI).<br />

— Los animales se mantienen en muy buen estado<br />

de carnes.<br />

— Tamaño partícula: 0,4-0,8 cm.<br />

2. Lactación<br />

Ovejas en sus primeros cincuenta días de lactación<br />

con dos corderos:<br />

Paja cebada 30,0<br />

Cebada 45,0<br />

T. Soja 20,0<br />

Grasa 1,5<br />

Corrector 3,5<br />

~7Z7¿¡ 1 « 0,85-0,9 UFL<br />

IUU.U / f8 _ llf0%pDI<br />

— Necesidades:<br />

Sostenimiento: 0,71 UFL y 57 g PDI.<br />

Producción: 1,8 « 2 kg leche: 1,1-1,2 UFL<br />

1,8-1,9 UFL<br />

80 g PID/kg leche 144-160 g PDI<br />

TOTAL: 1,8-1,90 UFL y 200-220 g PDI<br />

— Consumo diario: 2,0-2,2 kg. (Ovejas lactantes<br />

con 2,3 corderos hasta 2,5 kg/día).<br />

— Tamaño partícula: 0,2-0,5 cm (incluso criba<br />

del 4).<br />

3. Corderos<br />

a) Lactancia. Consumen pienso de iniciación.<br />

b) Cebo tras destete. Ración integral formada por<br />

pienso de cebo al que se aporta:<br />

— 5% de paja molida.<br />

— Lacto reemplazantes.<br />

— 1,5% de grasa.<br />

No se sitúa paja larga en pesebre.<br />

Se observa en las adultas y corderos cómo a pesar<br />

de hallarse ad libitum y ser un pienso atractivo, los<br />

animales se autorregulan perfectamente en la ingestión,<br />

no existiendo ningún problema.<br />

Por otra parte las raciones y consumos se encuentran<br />

bastante ajustados a las necesidades.<br />

Es conveniente situar en pesebre; y de forma continua<br />

una mezcla mineral (macrocorrector) a libre disposición.<br />

Nosotros empleamos la siguiente mezcla:<br />

Fosfato bicálcico 48,5<br />

Cloruro sódico 48,5<br />

Sulfato magnésico 3,0<br />

100<br />

Es económica y aporta S, necesario para formar<br />

aminoácidos azufrados en general y de la lana en<br />

particular.<br />

4. Ovejas en recuperación<br />

Se realizó un ensayo (en la Facultad de Veterinaria,<br />

Zaragoza) con el fin de observar las posibilidades de<br />

recuperación en animales delgados tras lactación,<br />

empleando también una ración integral.<br />

Diez ovejas de raza Rasa Aragonesa con un promedio<br />

de 41,650 kg pasaron a 45,300 kg en quince días<br />

(ganancia media, 243 g/día) (tabla IV).<br />

La ración se hallaba formada por:<br />

Paja tratada 80,0<br />

Pienso comercial 18,5<br />

Grasa 1,5<br />

100 (0,58 UFL)<br />

Tamaño de partícula: 0,2-0,8 cm.<br />

Los consumos alcanzaron promedios de 1,5-1,6<br />

kg/día (0,95 UFIVdía).<br />

En un siguiente tramo de cuarenta y cinco días pasaron<br />

a 48,1 kg con una ganancia media diaria de 67 g.<br />

n<br />

10<br />

Tabla FV<br />

Recuperación ovejas con ración integal<br />

22-5-90<br />

Peso<br />

xl<br />

41,650<br />

6-6-90<br />

Peso<br />

x2<br />

45,300<br />

Ganancia<br />

g<br />

243<br />

18-7-90<br />

Peso<br />

x3<br />

48,1 kg<br />

Ganancia<br />

67 g<br />

En este último tramo los consumos descendieron ya<br />

a 1,3 kg por cabeza y día (0,75 UFL).


52 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

No se utilizó paja en la cama para evitar su posible<br />

consumo. No obstante, el suelo se hallaba perfectamente<br />

seco (heces muy secas en función del tipo de<br />

alimento), encontrándose las ovejas muy limpias y cómodas.<br />

En la actualidad el lote de animales continúa sin<br />

ningún problema, manteniendo el peso tras haber<br />

modificado la ración (88,5% de paja tratada, 10% de<br />

piengo y 1,5% de grasa) y con 1,2 kg de consumo diario<br />

(0,66 UFL).<br />

ENSAYOS EN MARCHA<br />

A) Distribución del alimento<br />

Finalmente y una vez observado el correcto funcionamiento<br />

del pienso integral a nivel técnico y práctico<br />

en las diversas fases productivas, se están ensayando<br />

dos sistemas básicos de distribución.<br />

a) En comederos anchos y relativamente profundos.<br />

Para explotaciones de tamaño mediano y'<br />

poco mecanizadas. Reparto cada cuatro-cinco<br />

días en lactación y cada semana en sostenimiento<br />

y fin gestación.<br />

b) En tolvas. Explotaciones grandes y buena mecanización.<br />

Distribución semanal.<br />

No parece" conveniente distribuir el pienso a más<br />

largo plazo, por el posible deterioro del mismo o incluso<br />

rechazo final del ganado. La tolva en ese sentido<br />

se muestra muy positiva, al igual que la incorporación<br />

de la grasa.<br />

B) Raciones económicas<br />

Igualmente y tras los buenos resultados técnicos<br />

obtenidos se están ensayando raciones integrales de<br />

menor coste a fin de lograr también una mayor viabilidad<br />

económica en el nuevo sistema.<br />

/'. Para sostenimiento<br />

a) Paja de cebada (68,5%), gallinaza (30%), más<br />

1,5% de grasa.<br />

b) Paja tratada (68,5%), paja blanca (30,0%), más<br />

1,5% de grasa (1,5 kg consumo).<br />

c) Heno alfalfa: 30%; paja blanca, 68,5%, y grasa,<br />

1,5%.<br />

Siempre con corrector a libre disposición. Los consumos<br />

de pienso integral giran alrededor de 1,5 kg en<br />

ovejas de unos 60 kg.<br />

2. Para lactación<br />

Empleo de materias primas más económicas (subproductos<br />

diversos).<br />

De esta forma la ración de sostenimiento puede<br />

mantenerse entre 8 y 10 pesetas, y la de lactación<br />

(dos corderos) situarse en 30-34 pesetas, todo ello en<br />

una cómoda y económica distribución.<br />

Así la alimentación en estabulación completa por<br />

oveja y año (1,4 partos y 2 corderos/parto) podría oscilar<br />

según se indica en la tabla V entre 4.800 y 5.700<br />

pesetas.<br />

Tabla V<br />

Duración anual distintas lases productivas<br />

Ptas.<br />

Sostenimiento: 215 días (8-10 ptas.) 1.720-2.150<br />

Cubrición: 30 días (10-12 ptas.) 300- 360<br />

Fin gestación (30 x 1,5): 45 días (12-15 ptas.).. 540- 675<br />

Lactación (50 x 1,5): 75 días (30-34 ptas.) 2.250-2.550<br />

4.810-5.735<br />

La existencia de pastos económicos en alguna época<br />

podría economizar estos gastos, disminuyéndolos a<br />

4.000-5.000 pesetas.<br />

Recordemos a este respecto que en los sistemas de<br />

pastoreo también se originan gastos de alimentación<br />

para las ovejas y que en los aquí expuestos se consigue<br />

una apreciable disminución de la mano de obra,<br />

tratándose además de explotaciones de una alta productividad<br />

(2,8 corderos/hembra/año).<br />

En explotaciones menos intensificadas y de niveles<br />

productivos más bajos (1,2 partos y prolificidad entre<br />

1,4-1,6) sería igualmente posible adecuar este sistema,<br />

utilizándolo en las fases (fin de gestación-lactación)<br />

o épocas (escasez de pastos) más convenientes.<br />

Por otra parte, la utilización del alimento «pelletizado»<br />

aumentaría los costes notablemente y sobre todo<br />

haría depender a la empresa ganadera de industrias<br />

de alimentos para el ganado. Por supuesto, las<br />

empresas cooperativas serían las que podrían resolver<br />

el problema de forma más económica.<br />

Sin embargo, y por ahora, hemos observado mejores<br />

resultados en la simple molienda que en la pelletización,<br />

siendo preciso comprobar más a fondo estos<br />

extremos.<br />

C) Posibles variantes del sistema<br />

Hemos expuesto siempre esta metodología como directa<br />

e independientemente aplicable por cada ganadero<br />

de forma sencilla. Sin embargo y como ampliación<br />

a algunos aspectos citados con anterioridad<br />

(pelletización), proponemos una variante de tipo industrial<br />

que puede ser también económica en coste y<br />

con distribución del alimento no gravosa: Pienso integral<br />

pelletizado, más paja larga.<br />

Para «pelletizar» adecuadamente se hace preciso<br />

realizar una molienda muy fina, por lo que en principio<br />

la ración integral pelletizada no daría resultados<br />

tan positivos (posibles problemas digestivos).<br />

El interés radicaría en preparar piensos de base<br />

muy económicos, trabajando a nivel de cooperativas<br />

dedicadas a la deshidratación de alfalfa. Antes de llevar<br />

a cabo su pelletización se realizaría una mezcla<br />

de la alfalfa con otras materias primas económicas,


PROBLEMÁTICA DE LA ALIMENTACION-MANO DE OBRA EN LA EXPLOTACIÓN OVINA... 53<br />

obteniendo un pienso de calidad y a muy bajo precio,<br />

que además podría beneficiarse en todo o en parte de<br />

la prima por pelletización de las deshidratadoras.<br />

Este pienso podría distribuirse de forma simple y<br />

mecanizada (tornillo sin fin, tolvas, etc.), ofreciéndolo<br />

ad libitum, siendo complementado su escaso tamaño<br />

de partícula, que podría provocar problemas, con una<br />

o dos pacas de paja larga dispuestas en cada box.<br />

CONCLUSIONES<br />

1. Se expone la importancia de la mano de obra<br />

(escasez y baja cualificación). en la explotación<br />

ovina en general y en la intensificada muy en<br />

particular, y su incidencia, junto con otros factores,<br />

en la viabilidad futura de estas empresas.<br />

2. Por otra parte, y dentro de este contexto, el capítulo<br />

alimenticio supone una carga importante<br />

tanto económica (coste), como laboral (distribución),<br />

muy especialmente también en las empresas<br />

ovinas intensivas.<br />

3. Como consecuencia se presenta un sistema de<br />

alimentación «concentrada» a libre disposición<br />

(ración integral obtenida a partir de la molienda<br />

y mezcla de las diversas materias primas<br />

voluminosas y concentradas), habiéndose comprobado<br />

la no existencia de problemas digestivos<br />

ni de otro tipo, manteniendo al mismo nivel<br />

los resultados productivos.<br />

4. Dicho sistema permite en las citadas explotaciones<br />

intensivas una distribución del alimento<br />

muy simplista (una o dos veces por semana), lo<br />

que supone una mejora del rendimiento laboral,<br />

posibilitando una mayor atención al ganado<br />

en los aspectos reproductivos y productivos<br />

y a la vez un incremento notable del número de<br />

ovejas por UTH.<br />

5. Por otra parte, la adaptación de animales en<br />

pastoreo (consumo elevado de voluminoso) al<br />

nuevo sistema de ración integral se realiza de<br />

forma simple en menos de una semana.<br />

6. Otro curioso aspecto derivado del nuevo sistema<br />

de alimentación es la posibilidad de no emplear<br />

paja en la cama.<br />

7. Otra alternativa posible, ésta ya industrial,<br />

consistiría en la preparación de pienso económico<br />

y pelletizado por parte de las industrias<br />

de deshidratación de alfalfa, dispuesto ad libitum<br />

en tolva y complementado con paja larga.<br />

8. Por otra parte el presente sistema plantea una<br />

serie de interrogantes futuros tanto científicos<br />

como aplicativos que irán siendo estudiados<br />

más adelante.<br />

Indicamos algunos como muestrario:<br />

a) Influencia en la capacidad de ingestión, velocidad<br />

de tránsito, modificación de la flora ruminal<br />

y de la digestibilidad, interés de la pelletización,<br />

etc.<br />

b) Reducción del coste de las raciones inicialmente<br />

utilizadas, adaptación del sistema a modelos<br />

de explotación menos intensivos, influencia en<br />

la vida productiva, etc.<br />

AGRADECIMIENTO<br />

A don Jesús Val Salvador, ganadero de Fuentes de<br />

Ebro (Zaragoza), cuyas ideas y colaboración han sido<br />

fundamentales para el desarrollo de estos ensayos.<br />

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ruminants. Ed. Milligan et al. Reston Publising Co., 498-<br />

515, 1986.


Comunicación<br />

Influencia sobre la calidad y consumo<br />

voluntario de pajas de cebada sin tratar y tratadas<br />

con amoníaco estudiada con cabras<br />

de raza Orospedana 9 variedad Murciana<br />

E. Ocio Trueba*, R. Moreno Ríos* y F. Hernández Ruipérez*<br />

INTRODUCCIÓN<br />

Es de lamentar que la paja de cereales, que constituye<br />

uno de los subproductos agrícolas más abundantes<br />

en España, con una producción que oscila entre<br />

los 11 y 12 millones de toneladas anuales, tenga un<br />

escaso valor nutritivo, una baja digestibilidad y, por<br />

tanto, que su consumo por los animales sea escaso.<br />

Por ello estos residuos se emplean como camas para<br />

el ganado, como pienso de volumen para complementar<br />

raciones de concentrados para rumiantes,<br />

bien sola o bien en mezclas con otros forrajes de mejor<br />

calidad.<br />

Incluso en algunos casos se pierden por no compensar<br />

económicamente su recogida, e incluso se queman.<br />

En los últimos años han sido muchos los procesos<br />

desarrollados para la mejora de la calidad nutritiva<br />

de este abundante subproducto. Por sólo citar a algún<br />

autor señalamos los trabajos de CHANDRA y JACH-<br />

SON (1971), que emplearon para estos fines el hidróxido<br />

sódico, el sulfilo sódico, el agua oxigenada y el<br />

hidróxido calcico, aunque vieron que el primero era<br />

el más eficaz de todos.<br />

También REXEN y VESTERGAARD (1976) consiguieron<br />

mejorar el valor nutritivo de la paja por el<br />

tratamiento con álcalis.<br />

Asimismo, CARMONA y GREENHALD (1972), trabajando<br />

sobre la mejora de paja tratada con álcalis, pero<br />

que al mismo tiempo eran molturadas o troceadas,<br />

empapadas o pulverizadas con los líquidos objeto de<br />

tratamiento, observaron que los mejores resultados<br />

se obtenían con paja troceada y empapada con 1,5%<br />

de hidróxido sódico.<br />

FERNANDEZ GONZÁLEZ en 1980 trabaja con pa-<br />

Personal científico del equipo de Producción Animal del<br />

Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura<br />

(CSIC).<br />

ja tratada con sosa en una serie de variables que incluían<br />

preferentemente paja troceada en diversos tamaños,<br />

sometiéndola a tratamiento durante un número<br />

variable de días, obteniendo diversos resultados de<br />

mejora.<br />

El tratamiento de la paja de cereales para la mejora<br />

de su valor nutritivo con gases licuados, como el<br />

amoníaco anhidro, constituye un procedimiento con el<br />

que se está obteniendo un notable éxito. Ello se debe,<br />

en parte, a la mejora de este recurso constatado a niveles<br />

científicos y técnicos, como indican, entre otros,<br />

los trabajos de SUNDT0L y cois, en 1978 o a los de<br />

ALIBES y cois, en 1984, y sobre todo a nivel ganadero,<br />

a la promoción que lleva a cabo el MAPA mediante<br />

una acertada política de subvenciones, como a la que<br />

se refiere la O. M. del 20-VII-1983, publicada en el<br />

«BOE» del 28-VII-1983, por la que se fomenta el empleo<br />

de recursos alimenticios para el ganado, de baja<br />

utilización y calidad, y en el que se contempla precisamente<br />

el de la paja de cereales tratada con amoníaco<br />

anhidro.<br />

Con este tratamiento, pues además de aprovecharse<br />

adecuadamente un recurso mal utilizado, se puede<br />

abaratar los costes de alimentación del ganado y mejorar<br />

las disponibilidades forrajeras de zonas y regiones,<br />

como es el caso particular de Murcia, donde existe<br />

una gran escasez de pastos naturales y recursos<br />

forrajeros para el mantenimiento del efectivo bovino,<br />

ovino y caprino.<br />

En el trabajo que ahora presentamos hemos querido<br />

comprobar cómo se modifica la calidad bromatológica<br />

de las pajas tratadas con amoníaco anhidro en<br />

comparación con la misma paja sin ningún tratamiento<br />

y su influencia en el consumo voluntario, utilizando<br />

cabras de raza Orospedana, variedad Murciana.<br />

Los análisis quimicobromatológicos, el control de<br />

peso de las cabras y los consumos diarios y totales de<br />

ambas clases de pajas por los animales experimentales,<br />

sirvieron de parámetros para alcanzar los objetivos<br />

propuestos.


56 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />

MATERIAL Y MÉTODOS<br />

Para la realización de las pruebas experimentales<br />

se ha controlado el proceso completo, es decir, desde<br />

la preparación de la paja hasta las pruebas de ingestión<br />

voluntaria de la misma. Por ello este capítulo lo<br />

dividimos en tres partes: los análisis realizados, la<br />

preparación y tratamiento de la paja y las pruebas<br />

con animales, que describimos a continuación.<br />

Análisis<br />

Se recogieron muestras de paja sin tratar y de la<br />

tratada para realizar los análisis programados, tomando<br />

varias fracciones de diversas pacas y mezclándolas<br />

de forma rigurosa. De estas muestras, una vez<br />

trituradas en molino de martillos sistema Culatti con<br />

malla de un milímetro, se toman tres alícuotas que se<br />

analizan de forma independiente, habiéndose consignado<br />

los resultados como la media de los análisis individuales.<br />

Se realizó un análisis de los principios inmediatos<br />

por el método de Weende, según las técnicas descritas<br />

porlaAOAC(1975).<br />

Tratamiento de la paja<br />

Se adquirió una partida de pacas de paja de cebada<br />

cuyas medidas eran: largo, 90 cm; alto, 40 cm, y ancho,<br />

35 cm, para proceder a tratamiento de una parte<br />

de las mismas, quedando parte sin tratar como testigo<br />

en las pruebas a realizar.<br />

Se dispuso la colocación de las pacas, de forma que<br />

se consiguió una pirámide de 5,30 m de largo por<br />

2,60 m de ancho, lo que ocupaba una superficie de<br />

unos 14 m 2 . La altura era de casi 2 m, por lo que se<br />

alcanza un volumen próximo a 28 m 3 . La disposición<br />

fue de 11 filas de dos pacas colocadas en sentido<br />

transversal y una fila en sentido longitudinal, que se<br />

alternaban en cada altura para dar cohesión al dispositivo,<br />

y se completaba la última altura con cinco pacas<br />

en sentido longitudinal.<br />

Se superpusieron seis alturas iguales (de 27 pacas),<br />

por lo que se emplearon 162 pacas en el paralelepípedo,<br />

remontando con las cinco de la fila séptima en el<br />

centro y en sentido longitudinal, de manera que con<br />

esta cimera, al tapar con el plástico, se forme un tejadillo<br />

que tiene dos fines: uno, que resbale el agua en<br />

caso de lluvia, y otro, que quede una cámara que facilite<br />

la expansión del gas inyectado.<br />

El peso total de la paja del almiar fue de 3.340 kg,<br />

calculando un peso medio de 20 kg por paca. Este dato<br />

es necesario tenerlo en cuenta, con objeto de inyectar<br />

la cantidad de amoníaco adecuada, para que el<br />

tratamiento resulte a una concentración del 3,5% del<br />

peso de la paja.<br />

Parece obvio señalar que la colocación y el tamaño<br />

del almiar se realizará según convenga, en dependencia<br />

con el espacio, tamaño y necesidades del rebaño,<br />

dimensiones del plástico disponible, etc. En nuestro<br />

caso se dispuso de dos hojas de plástico de 400 galgas<br />

de grosor, de color blanco. La primera, que actuaba como<br />

suelo, tenía unas dimensiones de 6,30 por 3,60 m,<br />

con lo que resultaba un superficie que sobresalía 0,50 m<br />

por cada lado del paralelogramo formado por la paja.<br />

La segunda, que se utilizó a manera de cobertura, de<br />

8 m de ancho por 11 m de largo.<br />

Para hacer hermético el cierre de las dos hojas de<br />

plástico se enrollaron los extremos de las mismas con<br />

un listón hasta llegar al borde del almiar de paja, haciendo<br />

la misma operación por cada lado del mismo.<br />

A continuación se realiza un alomamiento de tierra<br />

por los cuatro costados para dar fuerza al cerramiento<br />

y garantizar la estanqueidad del almiar.<br />

Conviene rodear con cuerdas la totalidad del almiar,<br />

con lo que se refuerza su cierre, además de que<br />

la permanencia de los plásticos se asegura bastante<br />

bien, pasando incluso alguna cuerda por la parte alta<br />

del montón, operaciones que se realizaron en nuestro<br />

caso.<br />

Se procedió seguidamente a suministrar el gas en<br />

las cantidades indicadas, aplicado con una lanza consistente<br />

en un tubo metálico de unos 3 m que se introdujo<br />

en el centro del montón perforando el plástico y<br />

conectando el extremo exterior a la botella o contenedor<br />

del gas. Como tope de dicho tubo o lanza lleva<br />

una placa que se adapta al agujero practicado en el<br />

plástico, que de alguna manera impide que el gas salga<br />

al exterior. Finalmente, al terminar la operación<br />

de introducir el gas, se extrajo la lanza y se selló el<br />

agujero abierto en el plástico mediante cinta plástica<br />

adhesiva.<br />

El gas empleado fue suministrado por la delegación<br />

en Murcia de S. E. Carburos Metálicos, S. A.<br />

Esta operación se realizó a finales de julio, destapándose<br />

el almiar a primeros de septiembre, y previa<br />

aireación se procedió a ofrecerla a los animales como<br />

forraje.<br />

Pruebas experimentales con animales<br />

Se dispuso de dos grupos de cabras, de seis animales<br />

cada uno, que de alguna manera estaban acostumbrados<br />

al consumo de paja sin tratar, ya que este<br />

material formaba parte, aunque en poca proporción,<br />

de su ración diaria.<br />

Cada grupo estaba alojado en un departamento independiente<br />

en donde disponían de un amplio comedero<br />

y bebedero con agua corriente. Las pruebas duraron<br />

quince días, siendo los cinco primeros para la<br />

adaptación más completa al régimen alimentario y los<br />

diez restantes para la realización del experimento<br />

previamente dicho. El régimen se complementaba con<br />

un concentrado integrado por un 80% de cebada y un<br />

20% de yeros, más granulos de un corrector mineral.<br />

Se administraba 300 gramos de este concentrado<br />

por cabeza y día y como pienso de volumen la paja,


INFLUENCIA SOBRE LA CALIDAD Y CONSUMO VOLUNTARIO DE PAJAS DE CEBADA... 57<br />

Tabla I<br />

Contenido en principios inmediatos de la paja natural<br />

y de la tratada con amoníaco<br />

MS<br />

%<br />

Paja natural . 87,6<br />

Paja tratada. .. 89,4<br />

PB<br />

%<br />

3,0<br />

11,8<br />

que en uno de los grupos era sin tratar y en el otro<br />

tratada con amoníaco.<br />

El concentrado era consumido por los animales totalmente<br />

y los restos sobrantes de paja eran recogidos<br />

y pesados diariamente, ya que tanto la paja tratada<br />

como la sin tratar, eran suministradas en cantidades<br />

sensiblemente mayores que las que podían ser consumidas,<br />

cantidades que fueron ajustándose según discurría<br />

el experimento, al objeto de controlar las menores<br />

cantidades posibles de paja residual.<br />

Las cabras fueron pesadas al principio de las pruebas<br />

cuando comenzó el experimento principal y cuando<br />

concluyó éste. A la formación de los grupos, y establecerse<br />

el orden jerárquico de los mismos, las dos<br />

cabras de menor peso, una por cada grupo, se vieron<br />

relegadas por el resto de los animales, siéndoles difícil<br />

obtener su cupo alimenticio, por lo que fueron eliminadas<br />

de las pruebas.<br />

No se observó alteración patológica del resto de los<br />

animales, siendo su comportamiento normal durante<br />

el total desarrollo de las pruebas experimentales.<br />

RESULTADOS Y DISCUSIÓN<br />

GB<br />

%<br />

2,1<br />

2,0<br />

FB<br />

%<br />

35,5<br />

39,7<br />

Cenizas<br />

%<br />

6,9<br />

6,1<br />

Tabla II<br />

Variaciones medias de peso en kilos de los animales<br />

experimentales durante el período preexperimental<br />

(cinco días)<br />

Lote<br />

1<br />

2<br />

Los resultados analíticos relativos al contenido en<br />

principios inmediatos de la paja utilizada en las pruebas<br />

experimentales, tanto la natural como la tratada<br />

con amoníaco, se encuentran expuestos en la tabla I.<br />

Como puede apreciarse en la tabla I, el tratamiento<br />

con amoníaco, como es natural, ha elevado el conteni-<br />

3 0 34,4 31,3<br />

Peso de las cabras*<br />

Tratamiento<br />

Comienzo Final<br />

20-X-87 24-X-87<br />

Paja Total 162,7 145,5<br />

natural 0 32,5 29,1<br />

Paja<br />

+ NH<br />

Total 172,1 156,5<br />

* Medidas correspondientes a cinco animales.<br />

Variaciones<br />

±<br />

-17,2<br />

-3,4<br />

-15,6<br />

-3,1<br />

Tabla III<br />

Variaciones medias de peso en kilos de los animales<br />

experimentales durante el período experimental<br />

Lote<br />

1<br />

2<br />

+ NH 3 0 31,3 32,6<br />

Peso de las cabras*<br />

Tratamiento<br />

Comienzo Final<br />

24-X-87 3-XI-87<br />

Paja Total 145,5 145,3<br />

natural 0 29,1 29,1<br />

Paja Total 156,5 163.0<br />

* Medidas correspondientes a cinco animales.<br />

Var ¡aciones<br />

+<br />

-0,2<br />

-0,0<br />

6.5<br />

1,3<br />

do de la paja en nitrógeno, lo que traducido a valor<br />

proteico supone aproximadamente un incremento del<br />

mismo sobre la paja natural de 8,8 puntos. Como es<br />

lógico, esta cifra sólo tiene un valor relativo, ya que el<br />

amoníaco representa el contenido en nitrógeno inorgánico,<br />

que se transformará posteriormente en la<br />

panza del rumiante en nitrógeno orgánico por la acción<br />

de los microorganismos simbióticos en los preestómagos<br />

de los animales que la ingieren.<br />

Los demás valores se corresponden en general con<br />

el contenido en principios inmediatos de la paja de cebada<br />

indicados en diversas tablas de alimentos para<br />

el ganado.<br />

Los resultados obtenidos en las pruebas de alimentación<br />

de cabras con la paja natural y la tratada con<br />

amoníaco se expresan en las tablas II, III y IV.<br />

Por la tabla II, de acuerdo con los pesos de las cabras<br />

al principio y al final de período experimental, se<br />

puede observar una pérdida generalizada de peso,<br />

que aunque fue algo mayor para el grupo que consumía<br />

paja sin tratar, las diferencias con el grupo que<br />

consumía paja tratada fue muy pequeña. Ello es explicable<br />

considerando que a los animales se les sometió<br />

a otro régimen alimenticio y de manejo distinto del<br />

que tenían anteriormente, aunque en la ración diaria<br />

ya consumían una proporción pequeña de paja sin<br />

tratar.<br />

Por la tabla III se observa que las diferencias de peso<br />

son mayores en el período experimental propiamente<br />

dicho. En efecto, los animales del grupo consumidor<br />

de paja natural no consiguieron más que<br />

mantener el peso que tenía el grupo al comienzo de la<br />

prueba preexperimental. El grupo alimentado con paja<br />

tratada consigue un ligero incremento de peso, que<br />

representó una media de 1,3 kg por animal en la totalidad<br />

del período experimental, lo que hace suponer<br />

que hubieran llegado al menos a alcanzar el peso inicial<br />

de la prueba si el experimento se hubiera prolongado<br />

alguna semana más, cosa que fue impedida por<br />

dificultades técnicas y del manejo total del rebaño.<br />

Los consumos de pienso de ambos grupos, según se<br />

indica en la tabla IV, justifican los resultados de peso<br />

encontrados en los animales al final del período experimental.<br />

En efecto, tanto en el período pre como en


58 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />

Tabla IV<br />

Consumo de paja, natural y tratada con amoníaco, en cabras adultas, durante el período preexperimental y experimental<br />

propiamente dicho en ingesta voluntaria<br />

Paja consumida en kg<br />

Lote Tratamiento Preexperimento Experimento<br />

Total Total Total Total Total Total<br />

lote lote/día cabeza/día lote lote/día cabeza/día<br />

1 Paja natural 16,5 3,3 0,650 35,5 3,5 0,709<br />

2 Paja +NH3 28,4 5,7 1,130 62,5 6,3 1,250<br />

el experimental las cabras consumieron mayores cantidades<br />

de paja tratada con amoníaco que las que disponían<br />

de paja natural sin tratamiento alguno.<br />

En el período preexperimental las cabras del grupo<br />

consumidor de paja tratada ingerían 480 g más de<br />

paja por cabeza y día que las del grupo alimentadas<br />

con paja natural, lo que representa un incremento del<br />

73,9% más a favor de la ingesta voluntaria de paja<br />

tratada con amoníaco.<br />

También se pone de manifiesto, como era de esperar,<br />

que los animales, una vez acostumbrados a este<br />

régimen, ingirieron durante el período experimental<br />

cantidades más elevadas de ambas clases de paja que<br />

en el preexperimental, y esto ocurría en los dos grupos,<br />

cifrándose estos incrementos en 59 y 120 g al día<br />

para la paja natural y tratada, respectivamente.<br />

ALIBES y cois. (1984) encuentran un incremento de<br />

la ingestión voluntaria de la paja de cebada o trigo, a<br />

favor de la tratada con amoníaco frente a controles<br />

que consumían paja sin tratar, del 23% en pruebas<br />

realizadas con ganado ovino como animal experimental.<br />

En este caso las diferencias de consumo no fueron<br />

tan elevadas como las encontradas por nosotros, aunque<br />

hay que tener en cuenta que eran otros experimentos<br />

y con especies diferentes.<br />

En pruebas para el estudio de pajas tratadas con<br />

amoníaco realizadas por MEMBRILLO y cois. (1986)<br />

se señala que ovinos consumiendo paja tratada solamente,<br />

de la que ingerían de 1,3 a 1,5 kg por cabeza y<br />

día, en un período de sesenta días, en general al comienzo<br />

de la gestación han mantenido su peso. Estos<br />

estudios, al compararlos con los realizados por nosotros,<br />

corroboran los resultados que hemos encontrado<br />

en relación con el consumo medio diario por cabeza y<br />

que los animales pueden incluso incrementar su peso<br />

con la adición de un concentrado mineralizado como<br />

el utilizado en nuestro caso.<br />

Como consecuencia de lo señalado parece poder sugerirse<br />

que el ganado caprino es capaz de ingerir<br />

cantidades más elevadas de paja tratada con NH 3 que<br />

de paja natural, lo que además mejora la disponibilidad<br />

nitrogenada de los animales.<br />

Ello quizá sea debido a la mayor digestibilidad de la<br />

paja tratada, ya que fundamentalmente el amoníaco<br />

ha sido capaz de mejorar las condiciones para el ataque<br />

de las enzimas bacterianas de los gérmenes celulolíticos<br />

de la panza de los rumiantes, debido a que<br />

hidrolizan las uniones entre la lignina y las hemicelulosas,<br />

con liberación de los grupos fenólicos y por la<br />

sutura de las uniones de calcio en radicales de ácidos<br />

glucurónicos, según indica CORDESE (1987), aunque<br />

existan además otros factores o mecanismos que coadyuven<br />

a esta mejora.<br />

AGRADECIMIENTO<br />

A la Delegación en Murcia de la Empresa S. E. Carburos<br />

Metálicos, S. A., por su colaboración en este<br />

trabajo con el suministro gratuito del gas empleado.<br />

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en corderos, sometida a diferentes grados de troceado<br />

y tiempo de actuación I y II». Av. en Alim. y Mej. AnL, vol.<br />

XXI, n.° 3: 21-24 y 4: 7-19, 1980.


INFLUENCIA SOBRE LA CALIDAD Y CONSUMO VOLUNTARIO DE PAJAS DE CEBADA... 59<br />

MEMBRILLO, J.; MUÑOZ BAUTISTA, A., y ALVAREZ GAR­<br />

CÍA, E.: Resultados y problemática del tratamiento de paja<br />

de cereales con amoníaco anhidro y de su utilización en<br />

alimentación animal durante las campañas de 1985-86 y<br />

1986-87 en Extremadura. Servicio Exp. y Apoyo Tecnológico,<br />

Dirección General de Investigación, Extensión y<br />

Capacitación Agraria Badajoz, 1986.<br />

SUNDST0L, K; COXWORTH, E., y MOWAT, D. N.: «Improving<br />

the nutritive valué of straw and other low-quality roughages<br />

by treatment wiih ammonia». World Anim. Rev., 26:<br />

13-21, 1978.<br />

REXEN, F. R, y VESTERGAARD TIIOMSKN, K. V.: «The oífect<br />

on digestibility of a nnw technique for alkali treatment<br />

of straws». Anim. l'eed Sci. and Technoi. 1: 78-83,<br />

1976.<br />

VAN SOEST, P. J.; MASCARENHAS, A., y HARTLEY, R. D.:<br />

Ann. FeedSci. and. Technoi, 10: 155-164, 1983-1984.


Comunicación<br />

Calendario de aprovechamiento de subproductos por<br />

ganado ovino y caprino de la región castellano-manchega<br />

P. Gil Adrados y F. Rodríguez García*<br />

Dada la importancia que dentro de la ganadería tiene<br />

el sector ovino y caprino en la economía regional,<br />

con un total de tres millones y medio de cabezas, y las<br />

condiciones climatológicas de escasa pluviometría y<br />

temperaturas extremas que determinan la escasez de<br />

alimentos baratos durante parte del año y, por otra<br />

parte, el potencial alimenticio que suponen para<br />

Castilla-La Mancha el aprovechamiento de subproductos<br />

agrarios, se consideró la necesidad de impulsar<br />

medidas que contribuyan a optimizar el aprovechamiento<br />

de estos recursos en el sostenimiento de la<br />

cabana, para lo cual se inició un estudio por parte del<br />

Servicio de Ganadería de la Junta de Comunidades de<br />

Castilla-La Mancha. Durante los años 1989 y 1990 se<br />

desarrolló un plan de ayudas para el fomento de la<br />

racionalización del consumo y del empleo de recursos<br />

infrautilizados en la alimentación ganadera, por el<br />

cual se subvencionó parte del coste de los subproductos<br />

incorporados a la ración alimenticia al titular de<br />

la explotación.<br />

El fin de esta ayuda es conocer las producciones y<br />

las posibilidades de aprovechamiento en la región para<br />

la alimentación animal.<br />

De un total de 897 tan sólo se relacionaron 181 que<br />

recogían aspectos interesantes para la línea que se<br />

pretende seguir en este estudio, los cuales representan<br />

un 20% de las ovejas y cabras de la región (1).<br />

Se consideran subproductos a subvencionar todo<br />

resto de una producción original que el ganadero<br />

puede emplear directamente y siempre dentro de los<br />

límites de la región. Por ello no se mencionan en este<br />

trabajo los tradicionalmente considerados subproductos,<br />

tales como aquellos más o menos elaborados por<br />

las casas comerciales y, por tanto, no infrautilizados,<br />

como las pulpas de remolacha, las tortas de semillas<br />

oleaginosas, cebadillas, preparados melazados, etc.,<br />

así como destacar el uso de pulpas de naranjas muy<br />

utilizadas para los pequeños rumiantes en la provincia<br />

de Albacete por su proximidad a la Comunidad<br />

Valenciana, especialmente ensilados con otros destríos<br />

* Licenciados en Veterinaria. Servicio de Ganadería. DGOA.<br />

CA. JCC-M. Duque de Lerma, 3. 45004 Toledo.<br />

e incluso con ramón de olivo. Combinados con pajas<br />

tratadas constituyen la ración más frecuente durante<br />

el invierno en la mayoría de los rebaños de ovino de<br />

esta provincia, pero no se incluyen en el presente trabajo<br />

por no producirse en los límites de Castilla-La<br />

Mancha.<br />

El empleo de estos recursos infrautilizados tienen<br />

una orientación más lógica hacia los rumiantes, puesto<br />

que la mayor proporción de su composición es de<br />

fibra bruta (destríos hortícolas, orujos, ramón de olivo,<br />

vasillo de girasol, cascara de almendra) o de proteína<br />

bruta (cama de pollo, pajas tratadas con amoníaco o<br />

urea) y es su condición de rumiantes con sus peculiaridades<br />

anatómicas y fisiológicas lo que les lleva al aprovechamiento<br />

eficiente de este tipo de alimentos.<br />

Por otro lado, son animales que frecuentemente se<br />

explotan al menos en régimen semiextensivo y mantener<br />

animales de este modo sólo tiene sentido cuando<br />

se aprovechan recursos que no tienen otra utilidad alternativa.<br />

La razón está en la baja productividad de este tipo<br />

de explotaciones y en su bajo índice de transformación<br />

de alimentos. Por ello los alimentos de alta calidad<br />

sólo se utilizan introduciéndose en la ración en<br />

pequeñas cantidades con la única intención de hacer<br />

equilibrada la dieta en los principios necesarios.<br />

Teniendo toda esta serie de matizaciones en consideración,<br />

centramos nuestro interés en una serie de<br />

subproductos que se pueden considerar característicos<br />

de nuestra región y que varían dentro de las cinco<br />

provincias según las condiciones agroclimáticas de<br />

cada una de ellas, que determinan tipos de cultivo<br />

distintos:<br />

1. Pajas de cereales tratadas con amoníaco o urea<br />

y fermentos.<br />

2. Destríos hortícolas.<br />

3. Ramón de olivo.<br />

4. Vasillo y flor de girasol.<br />

5. Cascara de almendra.<br />

6. Suero de quesería.<br />

7. Cama de pollos.<br />

8. Orujo de uva.


62 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />

Materia seca<br />

Proteína bruta<br />

Proteína digestible .<br />

EMkcal/kg<br />

Tabla I<br />

Las composiciones varían<br />

Paja<br />

amoníaco<br />

88%<br />

8%<br />

5%<br />

1.000<br />

Paja urea +<br />

fermentos<br />

88%<br />

12%<br />

8%<br />

1.833<br />

Tabla III<br />

Toneladas de destríos hortícolas subvencionados<br />

Tm<br />

Albacete 20.695<br />

Toledo 2.500<br />

Cuenca 945<br />

Castilla-La Mancha 24.140<br />

PAJAS DE CEREALES TRATADAS<br />

Dos métodos se siguen para el tratamiento de las<br />

pajas, de cebada generalmente, después de su recolección<br />

al finalizar el verano.<br />

Tratamiento con amoníaco<br />

En esencia consiste en inyectar amoníaco a un almiar<br />

de paja que previamente ha sido herméticamente<br />

cerrado mediante plásticos. El amoníaco disuelve<br />

en parte la lignina y hace más digestible la pared celular,<br />

aumentando la ingestión voluntaria.<br />

Presenta más inconvenientes, puesto que la combinación<br />

con amoníaco es peligrosa por su toxicidad, la<br />

distribución por un camión cisterna es más complicada<br />

y por último aporta a la ración una cantidad de<br />

proteína bruta que hay que equilibrar para evitar intoxicaciones.<br />

Paja tratada con urea y fermentos liofilizados<br />

Tabla II<br />

Toneladas de pajas tratadas en Castilla-La Mancha<br />

Tm<br />

Albacete 4.000<br />

Ciudad Real 550<br />

Cuenca 800<br />

Toledo 1.700<br />

Castilla-La Mancha 7.050<br />

Estos fermentos son análogos a los del líquido ruminal,<br />

por lo que al efecto de la urea sobre la lignina se<br />

añade una predigestión de la pared celular, por lo que<br />

en parte se nivela el exceso de proteína bruta en forma<br />

de urea con la energía que se libera en la predigestión.<br />

El método más introducido es el primero, sobre todo<br />

en las provincias de Albacete y Ciudad Real; el segundo<br />

tratamiento es de aplicación más reciente (tabla<br />

I).<br />

Castilla-La Mancha es el segundo productor de cereales<br />

de España, con 1.643.639 hectáreas (2), calculándose<br />

en 1.000 kg de paja/hectárea. La relación de<br />

provincias de mayor a menor producción sería<br />

Albacete, Toledo, Cuenca, Ciudad Real y Guadalajara.<br />

De cualquier modo la cantidad de paja que en este<br />

momento se trata es pequeña con relación a la producción<br />

y lo interesante que resulta como alimentación<br />

invernal, utilizándose una media de 0,5-1 kg/día<br />

por cabeza de oveja (la cabra no es tan buena consumidora<br />

como la oveja) (1) (tabla II).<br />

DESTRIOS HORTÍCOLAS<br />

Destaca por volumen de producción la provincia de<br />

Albacete por la reciente extensión del regadío en las<br />

comarcas del centro y La Mancha. Toledo, la zona de<br />

Talavera, también destaca por sus regadíos.<br />

Estos destríos provienen de cosechas desfavorables<br />

que no pueden salir al mercado y de la limpieza y clasificación<br />

de los vegetales en las industrias de primera<br />

transformación.<br />

Su oferta permanece a lo largo del año, variando su<br />

composición según los productos propios de cada estación<br />

(maíz, coliflor, coles, alcachofas, ajos, habas,<br />

cebollas, pimientos...).<br />

Se conservan en la explotación mediante ensilaje,<br />

ya que su contenido medio de humedad es muy alto.<br />

Son muy aceptados por ovejas y cabras; en ocasiones<br />

se consume directamente del silo.<br />

De gran utilidad para la época estival e invernal,<br />

con un consumo de 1 kg/día (tabla III).<br />

RAMÓN DE OLIVO<br />

Procedente de la poda y limpieza de chupones, ramitas<br />

mal guiadas, enmarañadas, espolones, uñas y<br />

Tabla IV<br />

Composición bromatológica media del ramón de olivo (1)<br />

Materia seca 87<br />

Proteína bruta 14,7<br />

Grasa bruta 2,52<br />

ELN 41,24<br />

Fibra bruta 23,84<br />

Cenizas 4,7<br />

/o


CALENDARIO DE APROVECHAMIENTO DE SUBPRODUCTOS POR GANADO OVINO Y CAPRINO...<br />

hli<br />

Tabla V<br />

Tabla VI<br />

Composición bromatológica media del vasillo de girasol Riqueza nutritiva de cascaras de almendras (1)<br />

% %<br />

Grasa bruta 4 Materia seca 25<br />

Fibra bruta 20,79 Grasa bruta 0,54<br />

Proteína bruta 6,35<br />

Fibra bmta<br />

15.43<br />

Cenizas 15,15 Proteína bruta 4,43<br />

Cenizas 9,59<br />

otras partes inútiles de los olivos; operación cultural<br />

muy importante, ya que guía el desarrollo del árbol<br />

para hacerlo más productivo, manteniéndolo a la vez<br />

joven y activo. Esta labor se realiza después de la recolección<br />

y antes de que la primavera provea de savia<br />

a las ramas, es decir, durante los meses de diciembre,<br />

enero y febrero.<br />

Castilla-La Mancha presenta una superficie total de<br />

cultivo del olivar de 276.428 hectáreas, destacando<br />

las provincias de Ciudad Real y Toledo, con un 42 y<br />

un 40% de la superficie, respectivamente (2).<br />

Todavía es frecuente observar la quema de ramón<br />

después de la poda, a pesar de ser un alimento de<br />

mediano valor nutritivo susceptible de aprovechamiento<br />

durante el invierno, equivalente a un heno de<br />

calidad media al que puede sustituir en igualdad de<br />

peso (tabla IV).<br />

En nuestro estudio se subvencionaron 1.500 toneladas<br />

que correspondían a unas 12.000 ovejas y cabras<br />

de las provincias de Ciudad Real y Toledo, cifras que<br />

en ningún momento reflejan la realidad, puesto que el<br />

consumo es mucho mayor.<br />

Utilizando durante el invierno en diversas proporciones<br />

en la ración, según la disponibilidad de otros<br />

alimentos, es muy bien aceptado tanto por ovejas<br />

como por cabras. En la provincia de Albacete, al disponer<br />

de subproductos más acuosos, como son los<br />

destríos hortícolas, en ocasiones se ensilan conjuntamente<br />

con ramón de olivo, de esta forma se hace aún<br />

más apetitoso al animal.<br />

VASILLO Y FLOR DE GIRASOL<br />

Con el nombre de vasillo se entiende las cabezuelas,<br />

cayado terminal del tallo, pipas vanas y cascaras que<br />

se obtienen mediante la colocación en la parte posterior<br />

de las cosechadoras de una tolva que recoge estos<br />

elementos, evitando así que se pierdan al caer al<br />

suelo.<br />

Se obtiene una media de 400 kg de vasillo/hectárea<br />

de cultivo de girasol (1). Teniendo en cuenta que la<br />

región que nos ocupa cultiva un total de 309.503 hectáreas,<br />

el vasillo de girasol constituye un importante<br />

potencial alimenticio, especialmente la provincia de<br />

Cuenca, que cuenta con 229.178 hectáreas de ese total<br />

(2).<br />

Se cosecha durante el otoño y se utiliza como parte<br />

de la alimentación invernal, si bien tiene el inconveniente<br />

de su almacenamiento por ser muy voluminoso,<br />

la posibilidad de que fermente si se conserva en<br />

un ambiente húmedo y el enranciamiento si el porcentaje<br />

de pipas que lleva es alto (tabla V).<br />

En el procesado de las semillas de girasol para la<br />

obtención del aceite que se lleva a cabo en Olcesa de<br />

Tarancón (Cuenca), se obtiene un 13% de cascaras,<br />

un 44% de harina de semillas, un 42% de aceite de girasol<br />

y 1% de flor.<br />

Se procesan 83 millones de kilos. Las cascaras,<br />

prácticamente en su totalidad, se consumen como<br />

combustible de las calderas de la propia fábrica. Tan<br />

sólo 500.000 kg se venden a ganaderos de las localidades<br />

próximas, Huete, Iniesta...<br />

Y de flor tan sólo se obtienen 200.000 kg, que tienen<br />

un destino igual al anterior.<br />

El vasillo de girasol puede completar hasta el 30%<br />

de las necesidades de las ovejas y cabras, a razón de<br />

0,25 kg/animal y día (1) durante el invierno.<br />

CASCARA DE ALMENDRA<br />

Consideramos cascara de almendra al pericarpio<br />

blando externo que hay que retirar de la almendra<br />

propiamente dicha antes de su comercialización. Una<br />

vez mondada se deja secar en eras y en tres días de<br />

intenso sol pierde la humedad, pudiéndose amontonar<br />

o ensacar sin miedo a fermentaciones o enmohecimientos.<br />

Muy apreciable por las ovejas y cabras, con<br />

una composición bromatológica media que se refleja<br />

en la tabla VI.<br />

Las mayores plantaciones de almendra de Castilla-<br />

La Mancha se encuentran en la comarca de la Sierra<br />

del Segura, de la provincia de Albacete, en los pueblos<br />

de Ontur, Hellín, Elche de la Sierra y Ferez, donde<br />

se emplea en la alimentación de ovejas y cabras<br />

durante el invierno.<br />

La cantidad de cascaras que produce la almendra<br />

recién cosechada es la décima parte del peso total (3)<br />

y nuestra región produce una media anual de 15.183<br />

toneladas de almendras, por lo que se puede constituir<br />

una suplementación importante en las zonas don-


64 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />

de se cultiva (2), a razón de 0,5-1 kg/animal y día según<br />

la disponibilidad de otros alimentos.<br />

Los orujos de uva se emplean desecados. Son pocos<br />

los datos de que disponemos, aunque Castilla-La<br />

Mancha es la primera productora nacional de uva,<br />

con un total de 2.982.877 toneladas (2).<br />

. Por último, la cama de pollos, dada la gran producción<br />

de estos animales en la provincia de Toledo y su<br />

interés por su aporte de protema bruta de bajo precio,<br />

es un potencial alimenticio durante todo el año,<br />

pero sólo disponemos de datos en la alimentación del<br />

vacuno extensivo en la provincia de Toledo, administrado<br />

«ab libitum».<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

1. Servicio de Ganadería. Dirección General de<br />

Ordenación Agraria. Consejería de Agricultura JCC-M.<br />

2. Anuario Estadístico Agrario. MAPA, 1987.<br />

3. ROMAGOSA VILA, F. J.: Subproductos en alimentación<br />

animal. Editorial Pons, 1982.<br />

4. PARRA, R: La dehesa y el olivar. Editorial Debate, 1988.<br />

5. INRA: Alimentación de los rumiantes. Editorial Mundi-<br />

Prensa.<br />

6. GONZÁLEZ ARGAMENTERIA, B.: Nutrición y alimentación<br />

del ganado. Editorial Mundi-Prensa.


Comunicación<br />

Alimentación de cabras en lactación<br />

con microsilos agromdiistriales<br />

L. Martín*, P. Rodríguez*, J. D. Martín** y A. Serrano***<br />

INTRODUCCIÓN<br />

La alimentación complementaria de las cabras serranas<br />

de producción mixta leche-carne en régimen<br />

semiextensivo, necesaria durante buena parte de la<br />

lactación, viene a suponer una cantidad importante<br />

en los gastos de la explotación.<br />

Proporcionar una alimentación suficiente y equilibrada<br />

con niveles adecuados de proteínas de calidad,<br />

especialmente durante la primera fase de la lactación,<br />

va a tener una influencia decisiva sobre la producción<br />

de leche y los resultados económicos de la explotación.<br />

Con la pretensión de reducir costes, sin menoscabo<br />

de la producción, hemos realizado el presente estudio,<br />

en el que modificamos los componentes de la ración<br />

complementaria, sustituyendo la torta de soja y<br />

buena parte de los cereales por microsilos agroindustriales<br />

(Complex-Milk) para conocer la respuesta en<br />

cuanto a la cantidad y calidad de la leche, crecimiento<br />

de las crías, influencia sobre el estado nutricional del<br />

ganado y otros efectos no deseables que pudieran<br />

ocasionar sobre las cabras este tipo de alimentación.<br />

También se realiza este estudio a instancias de la<br />

Consejería de Agricultura y Comercio de la Junta de<br />

Extremadura que necesita información sobre la utilidad<br />

de los microsilos agroindustriales, ante la posible<br />

instalación de una fábrica dentro de la Comunidad<br />

Autónoma.<br />

MATERIAL Y MÉTODOS<br />

a) Animales y su manejo<br />

El ensayo se realizó en la explotación de cabras serranas<br />

de raza Verata de la finca Valdesequera, perteneciente<br />

a la Junta de Extremadura.<br />

Se dispuso de un rebaño de 108 cabras debidamente<br />

identificadas, a partir del cual se formaron dos lotes<br />

de 24 cabras cada uno: un lote experimental ali-<br />

* Departamento de Zootecnia. Facultad de Veterinaria de<br />

Cáceres.<br />

'* Servicio de Experimentación y Apoyo Tecnológico. Consejería<br />

de Agricultura. Junta de Extremadura.<br />

'* Servicio de Investigación Agraria. Consejería de Agricultura.<br />

Junta de Extremadura.<br />

mentado con microsilo y un lote Lestigo que seguía la<br />

alimentación general de la explotación. Recibieron esta<br />

alimentación durante cinco meses a partir del parto<br />

(noviembre), aunque los controles de producción de<br />

leche se prolongaron durante un mes y medio a fin de<br />

detectar un posible efecto residual del tratamiento. Se<br />

escogió la paridera de otoño por ser la época en la<br />

que es imprescindible que las cabras reciban una alimentación<br />

complementaria.<br />

El microsilo utilizado (Complex-Milk) se presenta<br />

comercialmente en sacos de plástico de 40-45 kg y está<br />

compuesto de los siguientes productos:<br />

— Alfalfa: 23,3%.<br />

— Pulpa de remolacha: 23,3%.<br />

— Semillas oleaginosas: 31,07%.<br />

— Levaduras, productos lácteos y vinazas: 19,06%.<br />

— Minerales: 3,27%.<br />

Composición sobre materia seca según analítica del<br />

Instituto de Alimentación Animal (CSIC):<br />

— Humedad: 44,8%.<br />

— PB (N*6,25): 21,3%.<br />

— Ext. etéreo: 7,5%.<br />

— FB: 20,5%.<br />

— Cenizas: 12,8%.<br />

— MELN: 37,9%.<br />

— FAD: 24,1%.<br />

— FND: 42,0%.<br />

— Celulosa: 18,3%.<br />

— Lignina: 4,7%.<br />

— Calcio: 2,14%.<br />

— Fósforo: 0,63%.<br />

— Potasio: 1,09%.<br />

— pH: 4,8%.<br />

— Etanol: 0,88%.<br />

— Acido acético: 0,16%.<br />

— Acido propiónico: 0,22%.<br />

— Acido láctico: 1,32%.<br />

— N-NH3: 0,07%.<br />

— N-NH2/N total: 2,09%.<br />

— UF leche: 0,982<br />

— Energía metabolizable: 2.680 kcal.<br />

La alimentación en los distintos lotes fue la siguiente:<br />

— Lote experimental (1):<br />

— Complex-Milk: 77%.<br />

— Maíz grano: 20%.<br />

— Corrector vit.-mineral: 3%.


66 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

Siendo la ración por cabra y día de 750 g, representando<br />

los aportes nutritivos siguientes:<br />

— Energía metabolizable: 1.326 kcal.<br />

— Proteína bruta: 83 g.<br />

— UF leche: 0,51.<br />

• Lote testigo (0):<br />

— Cebada: 58%.<br />

— Maíz: 25%.<br />

— Torta de soja (44%): 14%.<br />

— Corrector vit.-mineral: 3%.<br />

Siendo la ración por cabra y día de 500 g, con estos<br />

aportes nutritivos:<br />

— Energía metabolizable: 1.332 kcal.<br />

— Proteína bruta: 71 g.<br />

— UF leche: 0,57.<br />

Por otra parte, hubiera sido deseable la elección de<br />

hembras en segunda lactación, mas dado el reducido<br />

número de cabras no fue posible, por lo que los lotes<br />

se constituyeron con animales en distintas lactaciones,<br />

si bien el reparto se realizó de forma que resultasen<br />

equilibrados.<br />

Debido al seguimiento previo efectuado en el rebaño,<br />

el nivel productivo de los animales de dos o más<br />

partos era conocido, hecho éste que también se tuvo<br />

en cuenta a la hora de equilibrar los lotes.<br />

Se contaba con una sala de ordeño mecánico en la<br />

que se les distribuía la alimentación específica de cada<br />

lote y se procedía a la medición y recogida de las<br />

muestras.<br />

Junto a la alimentación complementaria consumían<br />

los recursos del pastoreo realizado en 80 hectáreas de<br />

dehesa arbolada de encinas con matorral de jaguarzo<br />

(Cistus spp.).<br />

La administración del microsilo debió realizarse a<br />

partir del momento del parto, pero no fue posible hacerlo<br />

al no haberse recibido el producto, comenzando<br />

a distribuirse el 18 de noviembre, cuando las cabras<br />

habían empezado a tener los partos a partir del día 3<br />

de dicho mes.<br />

b) Controles efectuados<br />

Los controles de producción de leche se realizaron<br />

individualmente en ordeños de mañana y tarde, siendo<br />

la producción asignada a cada cabra la suma de<br />

ambos controles. La periodicidad de los mismos fue<br />

semanal, durante 195 días de lactación.<br />

Para hacer el control se separaban los cabritos de<br />

las madres, ya que el sistema de cría era de lactancia<br />

natural.<br />

La calidad de la leche fue determinada mediante<br />

análisis de las muestrs recogidas en los cuatro últimos<br />

controles de producción que se enviaban al Laboratorio<br />

Agrario Regional de Cáceres, donde se procesaban<br />

de manera automatizada con un aparato Milko-Scan<br />

104.<br />

Con la finalidad de determinar desde todos los puntos<br />

de vista el posible efecto del tratamiento utilizado,<br />

se estudió también la evolución del peso de las crías,<br />

efectuándose para ello pesadas sucesivas hasta el<br />

destete sobre un total de 58 cabritos, en los que además<br />

del tratamiento materno, intervinieron como factores<br />

de variación el sexo y el tipo de parto.<br />

Las cabras fueron pesadas después del parlo y al finalizar<br />

la experiencia, para comprobar la evolución<br />

del peso corporal.<br />

c) Análisis estadístico de los resultados<br />

Para reconstruir la curva de producción de cada<br />

animal hemos seguido la metodología propuesta por<br />

WOOD (1967, 1968, 1976), utilizando la función gamma<br />

incompleta; con ello obteníamos una definición de<br />

las características productivas de cada animal en términos<br />

de tres parámetros: A, b y c.<br />

Para el ajuste de la curva de producción utilizamos<br />

un programa escrito en Basic realizado por RODRÍ­<br />

GUEZ (1989).<br />

La posible existencia de efectos del tratamiento sobre<br />

la producción se determinó mediante un análisis<br />

de varianza sobre los parámetros individuales A, b y c.<br />

Respecto a la calidad, ante la escasez de controles<br />

disponibles, correspondiendo éstos a la fase final de<br />

la lactación en la que los valores ya están estabilizados<br />

(ROTA, 1990), hemos optado por efectuar una<br />

media de los controles disponibles. La posible influencia<br />

del tratamiento en este parámetro se ha determinado<br />

mediante un análisis de varianza sobre el valor<br />

medio de calidad determinado para cada animal.<br />

En cuanto al peso vivo de los cabritos, también se<br />

ha realizado un análisis de varianza sobre los valores<br />

medios en función del lote, sexo y tipo de parto simple<br />

o doble. Dado que en estas edades tempranas el crecimiento<br />

observado es prácticamente lineal, de acuerdo<br />

con la propuesta de RUSSEL (1972), aplicada al ganado<br />

caprino por RODRÍGUEZ (1989), hemos procedido<br />

a ajustar las «curvas» de crecimiento a sendas ecuaciones<br />

lineales del tipo v = a + bx, donde «a» es la estimación<br />

del peso al nacimiento y «b» la estimación<br />

de la ganancia media diaria, siendo «v» el peso esperado<br />

en el día «x».<br />

RESULTADOS Y DISCUSIÓN<br />

Los parámetros A, b y c, que definen las curvas de<br />

producción, se recogen en la tabla I, siendo destacable<br />

la ausencia de diferencias estadísticamente significativas.<br />

La capacidad de producción de leche, que desde el<br />

primer control resultó ser favorable al lote testigo, y<br />

se mantuvo de igual forma a lo largo de toda la experiencia,<br />

como se puede comprobar en la figura 1.<br />

La tabla II nos muestra la producción media diaria<br />

estimada de los animales de ambos lotes expresada<br />

en litros a lo largo del período experimental. La producción<br />

media total estimada por animal durante los


ALIMENTACIÓN DE CABRAS EN LACTACIÓN CON MICROSILOS AGROINDUSTRIALES 67<br />

A<br />

b<br />

c<br />

Tabla I<br />

Parámetros A, b y c en ambos lotes<br />

lote 0<br />

2.223 ± 0.258<br />

0.059 ± 0.049<br />

-.001 + 9.3E-004<br />

Tratamiento no significativo.<br />

lote 1<br />

1.717 ± 0.178<br />

0.095 ± 0.035<br />

-.002 ± 4.4E-004<br />

196 días ha resultado ser de 472,59 litros para el lote<br />

testigo y de 395,11 litros para el lote experimental,<br />

obteniéndose una producción media por animal y día<br />

de 2,41 y 2,02 litros, respectivamente.<br />

Los valores obtenidos nos permiten deducir que la<br />

influencia del tratamiento sobre los niveles de producción<br />

de leche ha sido escasa, dada la ausencia de<br />

significación estadística entre las diferencias observadas.<br />

Al mismo tiempo, y sin que ello suponga contradicción<br />

con lo anteriormente indicado, esta ausencia<br />

de significación estadística es expresión de la gran variabilidad<br />

productiva de la agrupación caprina serrana,<br />

debido a su escaso nivel de selección.<br />

Respecto a la producción de grasa, los resultados se<br />

muestran_en-la tabla II, siendo lo más destacable, de<br />

nuevo, la ausencia de diferencias debidas al tratamiento.<br />

Igualmente, como cabía esperar, los ordeños<br />

vespertinos proporcionaron una mayor riqueza grasa,<br />

debido a la menor producción lechera de éstos.<br />

La evolución del peso vivo de los cabritos en función<br />

del lote de la madre, sexo y tipo de parto vienen recogidos<br />

en la tabla III y figura 2. De ellos destacamos,<br />

en primer lugar, la ausencia de diferencias estadísticamente<br />

significativas achacables a los factores experimentales<br />

controlados. De esta manera se reitera la<br />

ausencia de efecto debido al tratamiento alimenticio<br />

efectuado sobre las madres. Sin embargo, aun manifestando<br />

nuestros animales un nivel de crecimiento<br />

similar al descrito para esta agrupación (FARIÑA y<br />

cois., 1989), no hemos encontrado las diferencias debidas<br />

al sexo y tipo de parto indicadas por RODRI-<br />

Litros<br />

2.7<br />

2.5<br />

2.3<br />

2.1<br />

1.9 -<br />

1.7<br />

f-<br />

•+<br />

.+- -4- +• •4.»+<br />

+•<br />

" , '^^S¿23>fa<br />

(1.717Mn\095WEXP(-.003 nj)^1^"^^^^<br />

• "<br />

: :<br />

- : :<br />

.002 n»<br />

'" + -*-.. +<br />

i<br />

i " + " + - +l<br />

50 100 150<br />

200<br />

Días de lactación<br />

- Lote testigo Lote m¡cro3¡Io<br />

Fig. 1.—Evolución de la producción lechera en los dos lotes<br />

experimentales.<br />

Tabla II<br />

Evolución de la producción lechera estimada a partir de la<br />

función gamma incompleta para cada lote<br />

Dia<br />

1<br />

7<br />

14<br />

21<br />

28<br />

35<br />

42<br />

49<br />

56<br />

63<br />

70<br />

77<br />

84<br />

91<br />

98<br />

105<br />

112<br />

119<br />

126<br />

133<br />

140<br />

147<br />

154<br />

161<br />

168<br />

175<br />

182<br />

189<br />

196<br />

MEDIA<br />

Lot e 0<br />

2.22<br />

2.46<br />

2.53<br />

2.56<br />

2.57<br />

2.57<br />

2.57<br />

2.56<br />

2.55<br />

2.54<br />

2.52<br />

2.51<br />

2.49<br />

2.47<br />

2.45<br />

2.43<br />

2.41<br />

2.39<br />

2.37<br />

2.35<br />

2.33<br />

2.30<br />

2.28<br />

2.26<br />

2.24<br />

2.22<br />

2.19<br />

2.17<br />

2.15<br />

Lote 1<br />

Efecto tratamiento no significativo.<br />

1.71<br />

2.03<br />

2.13<br />

2.17<br />

2.19<br />

2.20<br />

2.20<br />

2.19<br />

2.18<br />

2.17<br />

2.15<br />

2.13<br />

2.11<br />

2.09<br />

2.07<br />

2.05<br />

2.02<br />

2.00<br />

1.98<br />

1.95<br />

1.93<br />

1.90<br />

1.88<br />

1.85<br />

1.83<br />

1.80<br />

1.78<br />

1.75<br />

1.73<br />

Acumulado 0<br />

2.22<br />

15.53<br />

32.76<br />

50.48<br />

68.41<br />

86.42<br />

104.44<br />

122.44<br />

140.38<br />

158.24<br />

176.00<br />

193.66<br />

211.20<br />

228.62<br />

245.90<br />

263.06<br />

280.07<br />

296.93<br />

313.66<br />

330.23<br />

346.66<br />

362.93<br />

379.06<br />

395.03<br />

410.85<br />

426.51<br />

442.02<br />

457.38<br />

472.59<br />

2.41<br />

Acumulado 1<br />

1.71<br />

11.99<br />

26.18<br />

41.08<br />

56.28<br />

71.64<br />

87.05<br />

102.45<br />

117.80<br />

133.08<br />

148.26<br />

163.32<br />

178.26<br />

193.05<br />

207.70<br />

222.19<br />

236.52<br />

250.68<br />

264.68<br />

278.51<br />

292.16<br />

305.64<br />

318.95<br />

332.08<br />

345.03<br />

357.82<br />

370.42<br />

382.85<br />

395.11<br />

2.02<br />

GUEZ (1989), lo cual atribuirnos a la conjunción de<br />

una gran variabilidad con un número relativamente<br />

escaso de animales controlados. En cuanto a las rectas<br />

de regresión definitorias del crecimiento de cada<br />

grupo, han sido obtenidas las siguientes:<br />

• Machos:<br />

Lote 0: v = 3,451 + 0,152 x (r2 = 0,996).<br />

Lote 1: v = 3,433 + 0,152 x (r2 = 0,998).<br />

P. simple: v = 3,542 + 0,158 x (r2 = 997).<br />

P. doble: v = 3,239 + 0,140 x (r2 = 0,998).<br />

« Hembras:<br />

Lote 0: v = 3,327 + 0,130 x (r2 = 0,995).<br />

Lote 1: v = 3,302 + 0,126 x (r2 = 0,993).<br />

P. simple: v = 3,387 + 0,135 x (r2 = 0,993).<br />

P. doble: v = 3,226 + 0,118 x (r2 = 0,993).<br />

Tabla III<br />

Producción de grasa en el último tercio de la lactación<br />

en función del lote (%)<br />

mañana<br />

tarde<br />

TOTAL<br />

N. S. = No significativo.<br />

lote 0<br />

3.96 ± 0.08<br />

6.07 + 0.10<br />

4.70 ± Ó.08<br />

lote 1<br />

3.86 ± 0.08<br />

6.23 ± 0.10<br />

4.70 ± 0.08<br />

sien.<br />

N.S.<br />

N.S.<br />

N.S.


68 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

30 40<br />

Días de edad<br />

—— Lote 0 + Lote 1 -*- Parto simple — B - Parto doble<br />

Fig. 2.—Evolución del peso vivo en cabritos machos.<br />

Finalmente, las variaciones de peso experimentadas<br />

por las cabras pertenecientes a ambos lotes aparecen<br />

en la tabla IV. Como puede observarse, los animales<br />

están en balance positivo, de acuerdo con la<br />

época de mayores recursos pastables —primavera—,<br />

en la que se realizó la segunda pesada. En cualquier<br />

caso, de nuevo, no existe diferencia significativa atribuible<br />

al tratamiento.<br />

Respecto a, las condiciones prácticas de utilización<br />

del microsilo hemos de destacar que tras un corto período<br />

de adaptación (alrededor de una semana), los<br />

animales alcanzaban un nivel de consumo adecuado,<br />

si bien algún animal manifestó un rechazo hacia este<br />

tipo de alimento, traducido en una menor ingestión a<br />

30 40<br />

Días de edad<br />

— Lote 0 + Lote 1 •-*- Parto simple —°- Parto doble<br />

Fig. 3.—Evolución del peso vivo en cabritos hembras.<br />

lo largo de la experiencia. Igualmente, el manejo de<br />

este producto requiere una estimación precisa del<br />

consumo diario por parte del rebaño para evitar una<br />

alteración de las características organolépticas y el<br />

consiguiente rechazo de los animales a su ingestión: si<br />

bien la presentación del ensilado, en sacos de 40-45 kg,<br />

facilita su manejo.<br />

Curiosamente los animales cesaron el consumo de<br />

ensilado, de manera espontánea, con la llegada de la<br />

primavera (a partir del 15 de abril), de acuerdo con<br />

las mayores disponibilidades de recursos pastables.<br />

Podemos añadir también que en ningún caso se han<br />

observado trastornos patológicos tanto en las cabras<br />

como alteraciones organolépticas en la leche producida.<br />

Tabla IV<br />

Evolución del peso vivo de los cabritos en función del sexo, lote y parto<br />

HACHOS<br />

HEMBRAS<br />

días<br />

lote 0<br />

lote 1<br />

p. siiple<br />

p. doble<br />

días<br />

lote 0<br />

lote 1<br />

p. simple<br />

p. doble<br />

naci.<br />

3.26 í 0.13<br />

3.26 i 0.15<br />

3.37 í 0.12<br />

3.02 í 0.13<br />

naci.<br />

3.12 í 0.11<br />

3.00 í 0.15<br />

3.17 í 0.14<br />

2.95 í 0.10<br />

7<br />

4.37 í 0.13<br />

4.38 í 0.15<br />

4.5 í 0.16<br />

4.14 í 0.17<br />

7<br />

4.10 í 0.14<br />

4.19 í 0.20<br />

4.28 í 0.17<br />

3.95 í 0.10<br />

14<br />

5.55 í 0.17<br />

5.71 í 0.19<br />

5.81 i 0.16<br />

5.27 í 0.15<br />

14<br />

5.08 í 0.19<br />

5.00 t 0.23<br />

5.18 í 0.23<br />

4.87 í 0.15<br />

21<br />

6.77 i 0.21<br />

6.70 í 0.24<br />

6.93 í 0.20<br />

6.34 í 0.17<br />

21<br />

6.22 í 0.25<br />

5.98 í 0.28<br />

6.30 í 0.29<br />

5.85 í 0.19<br />

28<br />

7.90 i 0.21<br />

7.77 í 0.29<br />

8.11 í 0.23<br />

7.30 + 0.20<br />

28<br />

7.20 í 0.31<br />

7.04 í 0.35<br />

7.43 í 0.32<br />

6.71 í 0.29<br />

35<br />

9.02 i 0.25<br />

8.83 í 0.34<br />

9.23 í 0.27<br />

8.31 í 0.22<br />

35<br />

8.04 í 0.37<br />

7.99 í 0.35<br />

8.28 í 0.36<br />

7.66 í 0.33<br />

42<br />

10.07 i 0.31<br />

10.00 i 0.36<br />

10.44 í 0.28<br />

9.23 í 0.29<br />

42<br />

8.96 í 0.41<br />

8.77 í 0.37<br />

9.21 í 0.10<br />

8.42 í 0.32<br />

43<br />

10.91 í 0.35<br />

10.88 í 0.37<br />

11.29 í 0.32<br />

10.12 í 0.27<br />

49<br />

9.70 í 0.47<br />

9.66 í 0.40<br />

10.17 í 0.43<br />

9.02 í 0.36<br />

56<br />

11.84 í 0.40<br />

11.88 í 0.44<br />

12.29 í 0.38<br />

11.00 i 0.31<br />

56<br />

10.48 í 0.52<br />

10.16 í 0.45<br />

10.82 í 0.50<br />

9.70 í 0.41<br />

63<br />

12.79 i 0.43<br />

12.87 í 0.47<br />

13.27 í 0.41<br />

11.96 i 0.31<br />

63<br />

11.23 í 0.57<br />

10.89 í 0.49<br />

11.58 í 0.54<br />

10.39 í 0.45


ALIMENTACIÓN DE CABRAS EN LACTACIÓN CON MICROSILOS AGROINDUSTRIALES 69<br />

testigo<br />

experi.<br />

Tabla V<br />

Evolución del peso vivo de las cabras a lo largo<br />

de la experiencia (kg).<br />

peso medio<br />

inicial<br />

48.54<br />

48.54<br />

peso medio<br />

final<br />

51.89<br />

50.93<br />

variación<br />

3.35<br />

2.39<br />

Con todo ello, desde un punto de vista técnico, consideramos<br />

que el microsilo es una fuente alimenticia<br />

adecuada para formar parte del complemento del ganado<br />

caprino lechero durante la época de penuria de<br />

recursos naturales, coincidente con la paridera de<br />

otoño-invierno tradicional en las explotaciones semiextensivas<br />

extremeñas.<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

FARIÑA, T; MARTIN, L.; RODRÍGUEZ, R; ROJAS, A.; ROTA,<br />

A., y TOVAR, J.: «Estudio de los chivos Veratos: Período de<br />

amamantamiento». Archivos de Zootecnia, vol. 38, 141:<br />

127-139, 1989.<br />

RODRÍGUEZ, R: Contribución al estudio de la cabra Verata.<br />

Tesis doctora], Universidad de Extremadura, 1989.<br />

ROTA, A.: Contribución al estudio de la producción, composición,<br />

contenido y tipos celulares de la leche de cabra de<br />

raza Verata. Tesis doctoral, Universidad de Extremadura,<br />

1990.<br />

RUSSEL, T. S.: «Modelos matemáticos de crecimiento». En<br />

Desarrollo y nutrición animal, Ed. E. S. E. Hafez e I. A.<br />

Dver, Acribia, Zaragoza, 1972.<br />

WOOD, P. D. R: «Algebraic model of lactation in cattle». Nature,<br />

216: 164-165,1967.<br />

WOOD, P. D. P.: «Factors afíecting persistency of lactation in<br />

cattle». Nature, 218: 894, 1968.<br />

WOOD, P. D. P.: «Algebraic models of the lactation curves<br />

for, fat and protein production, with estünates of seasonal<br />

variation». Animal Production, 22: 340-353, 1976.


Comunicación<br />

Intoxicación ovina por Phalaris. Descripción<br />

de un caso clínico<br />

P. Martínez Picazo 1 , D. Sierra Conesa 2 , M. A. Fernández González 3 , J. M. Sanra Luengo 1 ,<br />

F. Marqués 4 , J. Navarro Abril 4 , L. Fernández Ángulo 5 y A. Contreras de Vera''<br />

RESUMEN<br />

Se presenta una revisión de la intoxicación por<br />

Phalaris en ovino y se describe un brote en ovejas de<br />

raza Segureña presuntamente asociado a una carencia<br />

de magnesio. El proceso afectó a animales en<br />

trashumancia durante su invernada en Mazarrón<br />

(Murcia). Tras el tratamiento de la carencia, el cuadro<br />

agudo evolucionó a una sintomatología nerviosa de<br />

curso crónico basada fundamentalmente en incoordinación<br />

y balanceo de los cuartos traseros. De un total<br />

de 700 ovejas y 400 corderos sólo se vieron afectados<br />

en principio las hembras en lactación, con especial incidencia<br />

en las de parto gemelar. Posteriormente, el<br />

cuadro crónico persistente se extendió al resto de animales.<br />

El numero de bajas ha alcanzado un total de<br />

120 adultos.<br />

INTOXICACIÓN POR PHALARIS<br />

La intoxicación por Phalaris es un proceso que<br />

afecta a óvidos y también a bóvidos, pero es más rara<br />

en éstos (1, 7, 8, 11). La enfermedad fue descrita hace<br />

cincuenta años (2), es relativamente frecuente en el<br />

continente australiano (1, 7, 8), en Sudáfrica (1) y en<br />

América del Norte (4, 11). En España, FERNANDEZ<br />

DE LUCO y cois. (5) han denunciado la enfermedad.<br />

Varias especies de Phalaris se consideran responsables<br />

de la intoxicación (tabla I), merced a alcaloides<br />

del tipo de la triptamina (1, 8, 9, 10). No obstante, algunos<br />

autores (2, 9) opinan que no se encuentra definida<br />

la etiología de todas sus formas clínicas.<br />

Los ovinos se afectan por igual, sin distinción de raza,<br />

sexo ni edad, y el porcentaje de morbilidad puede<br />

Ejercicio libre.<br />

Clínica San Antón, Guardamar, Alicante.<br />

ADS Ovino, Bullas, Murcia.<br />

Técnico veterinario, Piensos Hens, Murcia.<br />

Laboratorio del Servicio de Investigación y Mejora<br />

Agraria, Derio, Vizcaya.<br />

Departamento Patología Animal, Facultad de Veterinaria,<br />

Murcia.<br />

Especie<br />

Tabla I<br />

Referencia bibliográfica<br />

Phalaris aquatica (= tuberosa).... 1, 2, :>>, 7, 8<br />

Phalaris carolininiana 10<br />

Phalaris brachystachys 5<br />

Phalaris sp 4<br />

sobrepasar el 30% (1, 4). Algunas condiciones meteorológicas<br />

(lluvias abundantes, tiempo cálido) resultan<br />

determinantes de la intoxicación al favorecer un rápido<br />

desarrollo de la planta (1, 7).<br />

Se conocen tres formas clínicas de la enfermedad:<br />

Sobreaguda («muerte aguda» o «síndrome cardíaco»)<br />

Los animales pueden morir por fallo cardiorrespiratorio<br />

sin síntomas premonitorios o recuperarse repentinamente<br />

(1, 2, 7, 8). Lo normal es la total ausencia<br />

de lesiones macroscópicas (7).<br />

Aguda<br />

El cuadro puede aparecer a los cuatro días, si bien<br />

éste puede observarse ya a las cuatro-seis horas postingestión<br />

(1, 7). La sintomatología de los afectados<br />

puede desarrollar alguno o todos de los siguientes<br />

síntomas: hiperexcitabilidad, temblores en la cabeza y<br />

en el tronco, contracciones espasmódicas de labios,<br />

cola y oreja, sialorrea, nistagmos, decúbito esternal o<br />

lateral, convulsiones vigorosas que desaparecen repentinamente.<br />

Diversas alteraciones de la marcha se<br />

reflejan en la rigidez de las extremidades posteriores,<br />

que impiden su flexión e incluso pueden llegar a<br />

arrastrarlas. En ocasiones los signos clínicos sólo se<br />

patentizan al obligar a desplazarse a los animales (1,<br />

2, 4, 5, 7, 8 10, 11). Las lesiones macroscópicas inespecíficas<br />

pueden o no aparecer y consisten en congestión<br />

o hemorragias de pericardio, endocardio, hígado<br />

e inflamación catarral de abomaso y doudeno (1, 7).<br />

Las lesiones macroscópicas específicas consisten en


72 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />

83 84 85 86 87 88 89 90 AÑO<br />

15<br />

10<br />

Fig. 1.<br />

5-<br />

D<br />

><br />

O<br />

una pigmentación bilateral y simétrica gris-verdosa<br />

de distintas porciones del SNC (médula espinal, tallo<br />

encefálico, diencéfalo y mesencéfalo) que se corresponden<br />

microscópicamente con un acumulo de pigmento<br />

parduzco en el interior de las células nerviosas<br />

(1, 4, 5, 7, 8, 10). Estas lesiones específicas también<br />

pueden aparecer en córtex y médula renal (1, 4, 7).<br />

Crónica («tambaleo por Phalaris»)<br />

Puede manifestarse incluso a los cinco meses postingestión<br />

(3, 4). Se caracteriza por una persistencia<br />

de los síntomas nerviosos y las lesiones ya descritas<br />

(1,4,5,7,8,10).<br />

Ante la inexistencia de tratamiento, donde la enfermedad<br />

resulta frecuente, la administración de cobalto<br />

se emplea como preventivo, debido a que éste permite<br />

la proliferación de microorganismos ruminales capaces<br />

de detoxificar el principio tóxico (1, 2, 8), aunque<br />

no siempre resulta eficaz (7, 10).<br />

DESCRIPCIÓN DEL CASO<br />

El 4 de abril en un rebaño (700 ovejas y 400 corderos)<br />

originario de Santiago de la Espada (Jaén), que<br />

invernaba en Mazarrón (Murcia), se presentó un cuadro<br />

tetaniforme en las ovejas, con un total de 15 bajas<br />

en tres semanas.<br />

En una primera fase los animales acusaban temblores<br />

musculares, sobre todo a nivel de cabeza, cuello y<br />

miembros posteriores, que determinaba un caminar<br />

vacilante. El cuadro se intensificaba ante cualquier<br />

83 84 85 86 87 88 89 90 ANO<br />

Fig. 2.—Pluviosidad (mm J ) y temperaturas medias en la zona,<br />

referidas a los cuatro primeros meses de los últimos<br />

ocho años. (Datos facilitados por el Centro Meteorológico<br />

Zonal de Murcia, obtenidos en la estación 006. Puerto de<br />

Mazarrón.)<br />

esfuerzo. En una fase más avanzada eran apreciables<br />

el cuadro tetánico con gran hiperexcitabilidad, arqueamiento<br />

del dorso, convulsiones violentas y movimientos<br />

de pataleo, así como parálisis del tercer párpado<br />

como síntomas más significativos. Finalmente<br />

los animales permanecen en decúbito lateral hasta la<br />

muerte (fig. 1), sin que éstos pierdan el apetito.<br />

La necropsia de un animal, con un cuadro clínico<br />

de tetania, no evidenció lesiones macroscópicas evidentes<br />

y los análisis bacteriológicos realizados descartaron<br />

una etiología bacteriana.<br />

Los 300 animales afectados (42,8%) incluían a todas<br />

las hembras en lactación (sobre todo las que amamantaban<br />

gemelos), los machos, el resto de las ovejas,<br />

los corderos y un grupo de 80 cabras que<br />

convivían con el rebaño no se vieron afectados. El rebaño<br />

pernoctaba sobre un lodazal sin protección alguna<br />

frente a los vientos dominantes, la gran pluviosidad<br />

y las cálidas temperaturas de los primeros meses<br />

del año (fig. 2) favorecieron un rápido crecimiento de<br />

la hierba, que era consumida por los animales sin suplementación.<br />

Un diagnóstico clínico presuntivo de hipomagnesemia<br />

(7, 12, 15) nos hizo recomendar el siguiente tra-


INTOXICACIÓN OVINA POR PHALARIS. DESCRIPCIÓN DE UN CASO CLÍNICO<br />

TA<br />

.".• v;<br />

^kA<br />

1 ft.- -. - •<br />

Vf<br />

"tVÍV*<br />

•§ÍSi<br />

Fig. 3.<br />

tamiento: aplicación de un suero rico en magnesio por<br />

vía subcutánea e intravenosa a los más afectados y<br />

sólo subcutánea a los menos, retirar los animales de<br />

la finca y disposición ad libitum de un corrector potenciado<br />

en magnesio, bloques minerales, suplementación<br />

nocturna con forrajes secos y dejar libres a los<br />

animales por la noche. La respuesta al suero fue inmediata,<br />

corrigiéndose la sintomatología aguda de la<br />

mayoría de los animales. Tras una aparente evolución<br />

favorable al cambiar a los pastos de la sierra del<br />

Segura, la sintomatología nerviosa persistió, aunque<br />

más atenuada (fig. 3). Desde el traslado sólo un macho<br />

y algunos corderos incrementaron el número de<br />

enfermos. Las hembras fueron empeorando lentamente,<br />

hasta causar 120 bajas de las 300 afectadas<br />

(40%).<br />

La nueva evolución clínica y epidemiológica de la<br />

enfermedad difería de la tetania de la hierba a priori<br />

presumida. En ese momento dos encéfalos de animales<br />

muertos a consecuencia del proceso clínico descrito<br />

fueron enviados al Servicio de Investigación y<br />

Mejora Agraria (SIMA) de Derio (Vizcaya). Los exámenes<br />

anatomopatológicos allí realizados evidenciaron<br />

la presencia macroscópica de un pigmento pardo grisáceo<br />

en los núcleos talámicos, cuerpos geniculados<br />

lateral y medial y núcleos neuronales del puente del<br />

cerebelo, de la médula oblongada y de las astas ventrales<br />

de la médula espinal. Histológicamente, esa citoplasma<br />

obedecía al acumulo de granulos de un pigmento<br />

parduzco on el citoplasma de las neuronas de<br />

los referidos núcleos, observándose igualmente fenómenos<br />

de degeneración y necrosis de las mismas. En<br />

los exámenes microbiológicos no se obtuvo crecimiento<br />

bacteriano a partir del tronco del encéfalo ni de la<br />

corteza cerebral. A tenor de estos resultados se estableció<br />

un diagnóstico de intoxicación por alpiste (6).<br />

En la finca de Mazarrón hallamos gran abundancia de<br />

una especie de Phalaris (fig. 4), que fue determinada<br />

en la UD de Agricultura de la Facultad de Veterinaria<br />

de Murcia como Ph. canariensis. Esta especie, originaria<br />

de África y de las islas Canarias, se explota para<br />

obtener su semilla y está aclimatada en una gran par-<br />

Fig. 4.<br />

te de la región mediterránea, siendo muy frecuente su<br />

crecimiento en terrenos baldíos (13, 14). Los lugareños<br />

la conocen como «rabo de cordero».<br />

Desde hace años Ph. canariensis está presente en el<br />

pastizal de la finca, sin que jamás se haya presentado<br />

problema alguno por su consumo en los rebaños de<br />

ovinos que desde hace; ocho años pastan ahí.<br />

El proceso descrito de intoxicación por Ph. canariensis<br />

parece que fue favorecido, de una parte, por<br />

razones climáticas (fig. 2), que permitieron el rápido<br />

crecimiento de la planta. Y de otra parte, por una posible<br />

carencia de magnesio. De no existir este problema<br />

carencial, no se podría explicar: 1) que fueran<br />

siempre las ovejas que amamantaban dos corderos<br />

las más gravemente afectadas; 2) que al retirar uno<br />

de los corderos se atenuaran los síntomas; 3) que no<br />

enfermaran las ovejas no lactantes; 4) que no se afectaran<br />

los corderos hasta pasados dos meses del primer<br />

caso; 5) que los rebaños que pastaban en las fincas<br />

colindantes no se vieran afectados, y 6) que<br />

existiera una respuesta tan favorable a la aplicación<br />

de suero.<br />

•*•,


74 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

1. BLOOD, D. C; RADOSTITIS, O. M., y HENDERSON, A.<br />

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not cause Phalaris aquatica sudden death syndrome<br />

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3. BOURKE, C. A.; CARRIGAN, M. J.; SEAMAN, J. T., y<br />

EVERS, J. V.: «Delayed development of clinical sings in<br />

sheep affected by phalaris aquatica staggers». Aust.<br />

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5. FERNANDEZ DE LUCO, D.; GARCÍA, J. E, y BADIOLA,<br />

J. J.: «Intoxicación ovina por Phalaris (Phalaris<br />

brachystachys)». II Reun. Nac. Soc. Esp. Anat. Patol.<br />

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(Derio-Vizcaya), 1990.<br />

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9. KENNEDY, D. J.; CREGAN, P. D.; GLASTONBURY, J. 11.<br />

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TEN, G. C: «Tryptamine alkaloid toxicosis in feedlot<br />

sheep»../. Am. Vet. Med. Ass., 195(6): 768-771, 1989.<br />

11. NICHOLSON, S. S.; OLCOTT, B. M.; USEN1K, E. A.; CA-<br />

SEY, H. W.; BROWN, C. C; UUBATSCH, L. E.; TURN-<br />

QUIST, S. E., y MOORE, S. C: «Delayed phalaris grass<br />

toxicosis in sheep and cattle». J. Am. Vet. Med. Ass.,<br />

195(3): 345-346, 1989.<br />

12. PHILLIPS, R. W.: «Elementos traza». En Farmacología<br />

y terapéutica veterinaria I. Ed. Acribia, Zaragoza,<br />

739-741, 1988.<br />

13. POULIN, O.: Guía de campo de las flores de Europa.<br />

Ed. Omega, Barcelona, 637, 1982.<br />

14. TUTIN, T. G.: «99 Phalaris». En Flora Europea.<br />

Alismataceae to Orchidaceae. Vol. 5. Cambridge<br />

University Press, 1980.<br />

15. UNDERWOOD, E. J.: Los minerales en la nutrición del<br />

ganado. Ed. Acribia, Zaragoza, 1983.


III<br />

PRODUCCIONES


Comunicación<br />

Lactancia artificial de cabritos en explotaciones<br />

de cabras serranas<br />

L. Martín*, J. D. Martín**, A. Hota*, A. Rojas* y L. de la Calle***<br />

INTRODUCCIÓN<br />

La rentabilidad de la explotación caprina cuando se<br />

explotan razas de doble aptitud, como lo son las cabras<br />

serranas, tiene dos objetivos básicos: obtener el<br />

óptimo, tanto de kilogramos de carne de cabritos como<br />

de leche comercializable (ROJAS, 1990).<br />

La lactancia artificial de los chivos es una práctica<br />

poco habitual entre nuestros cabreros debido a la supuesta<br />

complicación que conlleva en el funcionamiento<br />

de la explotación. Un análisis más profundo indica<br />

todo lo contrario.<br />

Por una parte, existe un indudable beneficio económico.<br />

El empleo de lactorreemplazantes en la cría de<br />

cabritos puede representar una disminución considerable<br />

de los costes de producción del kilo de peso vivo<br />

obtenido si lo comparamos con los resultados que se<br />

alcanzarían siguiendo el método tradicional de amamantamiento.<br />

Las ventajas económicas serán tanto mayores cuanto<br />

más alto sea el precio de mercado de la leche de<br />

cabra.<br />

La cantidad de leche vendida de la explotación se<br />

vería incrementada con la que dejen de consumir los<br />

cabritos, a razón de 42 a 45 litros por cabeza, considerando<br />

un incremento de 5 kilos por cada lechal<br />

vendido con 8,5 kilos de peso y conforme a un índice<br />

de conversión de la leche de cabra serrana de 8,5 litros.<br />

Por otro lado, el ganadero se libera, al producirse<br />

la separación de las crías de las madres, de las tareas<br />

del ahijamiento, actividad especialmente complicada<br />

en esta especie ganadera dado su comportamiento y<br />

el número de partos múltiples.<br />

La administración de la leche artificial se puede<br />

realizar de una manera rápida y sencilla, una vez superada<br />

la fase de adaptación que suele ser breve, en<br />

* Cátedra de Producción Animal y Etnología.<br />

'* Servicio de Experimentación y Apoyo Tecnológico. Consejería<br />

de Agricultura. Junta de Extremadura.<br />

* Servicio de Extensión y Capacitación Agraria. Consejería<br />

de Agricultura. Junta de Extremadura.<br />

la que es necesario prestar alguna atención para asegurarse<br />

que todos los cabritos aceptan las tetinas.<br />

El método, bien realizado, disminuye el número de<br />

muertes de origen infeccioso, habiéndose comprobado<br />

la no presentación de trastornos metabólicos (borrachera),<br />

de aparición muy frecuente en la paridera<br />

de primavera y que se viene achacando a la ingestión<br />

elevada de leche materna.<br />

La puesta en práctica de la lactancia artificial en la<br />

paridera de primavera obedece más a razones de facilitar<br />

el manejo de la explotación, además de disminuir<br />

el número de muertes de cabritos que a la diferencia<br />

del precio de la leche, circunstancia que resulta<br />

de mayor trascendencia económica en la paridera<br />

de otoño.<br />

Otro aspecto a tener en cuenta viene dado por el hecho<br />

de que las reproductoras no se ven sometidas al<br />

desgaste que supone el amamantamiento de las crías,<br />

quedando en mejores condiciones fisiológicas para<br />

afrontar con éxito la cubrición y siguiente lactación.<br />

Nuestros objetivos han sido:<br />

— Conocer la viabilidad del sistema en explotaciones<br />

de cabras serranas en regímenes extensivos<br />

y escasamente tecnificados.<br />

— Establecer los parámetros técnicos productivos<br />

necesarios como base a un estudio económico<br />

del sistema.<br />

— Detectar la influencia del estímulo de lactación<br />

en la producción de leche, que podría ser negativo<br />

al prescindirse del amamantamiento.<br />

MATERIAL Y MÉTODO<br />

El estudio se realiza sobre las 34 crías obtenidas en<br />

la paridera de primavera (marzo-abril).<br />

Los animales eran identificados individualmente<br />

mediante un crotal después del nacimiento, y una vez<br />

que han ingerido el calostro tetando de la madre, comienza<br />

el consumo de leche artificial al segundo o<br />

tercer día del nacimiento.<br />

El consumo de calostro duraba un día en los cabri-


78 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />

EVOLUCIÓN DEL PESO VIVÓ EN<br />

AMBOS SEXOS<br />

Tabla I<br />

Evolución del peso vivo en función del sexo (gramos)<br />

76<br />

85<br />

65<br />

Oramos<br />

Días Sign. Machos Hembras<br />

leim.<br />

7<br />

14<br />

21<br />

28<br />

35<br />

42<br />

NS<br />

*<br />

**<br />

NS<br />

NS<br />

**<br />

*<br />

3.040+ 89<br />

3.675 ± 143<br />

4.448 ± 184<br />

5.044 ± 195<br />

5.786+242<br />

7.135 ±306<br />

7.268 ± 193<br />

2.821 ±113<br />

3.254 ±138<br />

3.786 ±163<br />

4.502 ± 188<br />

5.150 ±233<br />

5.841 ± 229<br />

6.498+222<br />

Gráfico I<br />

14 21 28<br />

Días de edad<br />

I I Machos i Hembras<br />

tos vigorosos, siendo de dos días en animales más débiles<br />

al nacimiento.<br />

El lote de animales sometido a experimentación tenía<br />

como característica su poca homogeneidad al estar<br />

integrado por animales que ingresaban conforme<br />

se iban produciendo los nacimientos, teniendo lugar<br />

éstos en un período de tiempo comprendido entre el<br />

día 13 de marzo al 14 de abril. Para el cálculo de los<br />

índices productivos se ha considerado una duración<br />

de la experiencia de cuarenta y dos días de vida de<br />

los cabritos, si bien la venta se fue produciendo a lo<br />

largo del mes de mayo, finalizando el día 30.<br />

Las escasas posibilidades de manejo en este tipo de<br />

explotaciones no permitía el establecimiento de lotes<br />

homogéneos, como hubiera sido lo indicado. Solamente<br />

era posible la realización de una sola modalidad de<br />

cría.<br />

Se dispuso de un alojamiento al abrigo de los aires,<br />

dada su buena orientación, ventilado, con suelo enta-<br />

160<br />

140<br />

120<br />

100<br />

80<br />

80<br />

40<br />

Gramos<br />

EVOLUC10N DE LA GANANCIA MEDIA<br />

DIARIA EN AMBOS SEXOS<br />

rimado de madera, asegurando así una cama seca y<br />

limpia.<br />

El lactorreemplazante empleado (nantalac corderos)<br />

se utilizó durante la primera semana a razón de<br />

120 g por cada litro de agua, además 4 g de tetraciclina.<br />

En una siguiente etapa, hasta el día 30 de experiencia,<br />

la dosis de leche en polvo pasaba a ser de<br />

150 g por litro de agua, subiéndose al final a 185 g.<br />

Durante los primeros quince días de la experiencia<br />

la leche se reconstituía con agua caliente (37-38° C),<br />

administrando dos tomas al día, después se realizaba<br />

con agua a temperatura ambiente y una sola toma al<br />

día, a la vez que se les pone a libre disposición pienso<br />

de arranque.<br />

En cuanto a cuidados sanitarios, consistieron en la<br />

inyección de un preparado a base de AD 3 E selenio<br />

(selferol) al segundo día de nacimiento. No fue necesaria<br />

ninguna otra práctica sanitaria en los cabritos.<br />

Las madres habían sido vacunadas de basquilla antes<br />

del parto.<br />

Para la administración de la leche reconstituida se<br />

utilizaron dos cubos de amamantamiento con capacidad<br />

de cinco litros y cinco tetinas cada uno. Todo este<br />

material es importado de Francia, siendo de gran calidad.<br />

Se emplearon 50 kilos de pienso de arranque de la<br />

casa Nanta, llegándose a consumir 35 kilos durante<br />

todo el ciclo de cría.<br />

Tabla II<br />

Evolución de la GMD en función del sexo (gramos)<br />

Días Sign. Machos Hembras<br />

0-7<br />

7-14<br />

14-21<br />

21-28<br />

28-35<br />

35-42<br />

0-42<br />

NS<br />

*<br />

NS<br />

NS<br />

NS<br />

NS<br />

NS<br />

90 ±19<br />

110 ±9<br />

85 ± 12<br />

105 + 10<br />

167 ± 48<br />

23 ±52<br />

100 + 4<br />

61 ± 16<br />

75 ±10<br />

102 ±5<br />

92 ±10<br />

98 + 11<br />

107 ±13<br />

89 ±4<br />

20<br />

0 -7<br />

Machos Hembras Total<br />

Gráfico II<br />

I J Machos ) Hembras<br />

Nacidos<br />

Muertos<br />

Vendidos ....<br />

15<br />

3<br />

12<br />

19<br />

1<br />

18<br />

34<br />

4<br />

30


LACTANCIA ARTIFICIAL DE CABRITOS EN EXPLOTACIONES DE CABRAS SERRANAS 79<br />

Para el tratamiento estadístico de los datos, cada<br />

una de las variables estudiadas se ha descrito mediante<br />

la media ± el error típico de la media.<br />

La posible influencia del sexo sobre cada variable<br />

se ha determinado mediante un análisis de varianza.<br />

RESULTADOS Y DISCUSIÓN<br />

El índice de mortalidad ha sido elevado, siendo ligeramente<br />

superior al 11%. Sin embargo, hemos de señalar<br />

que solamente un animal ha muerto (2,9%) por<br />

causas que podrían achacarse a la práctica de la lactancia<br />

artificial. El resto de los animales muertos se<br />

ha debido a deficiencias en los alojamientos.<br />

Como se puede observar en la tabla II y en su representación<br />

gráfica (gráfico 2) la ganancia media<br />

diaria en los machos, por su mayor capacidad de ingestión,<br />

se ha visto más afectada por el hecho de haber<br />

realizado el penúltimo control muy cercano a la<br />

toma de leche, coincidiendo con la última pesada, que<br />

se efectuó con los animales especialmente en vacío.<br />

El índice de transformación del lactorreemplazante<br />

ha sido de 1,258 kilos, resultando de un incremento<br />

total de peso vivo del lote de 191,59 kilos y de una<br />

cantidad de lactorreemplazante utilizado de 241,20<br />

kilos. En cuanto el índice de conversión en materia<br />

seca ha sido de 1,208 kilos al ser la humedad del lactorreemplazante<br />

del 4%.<br />

El momento de la venta se ha retrasado en exceso.<br />

El 40% rebasaba los 10 kilos, llegando algunos animales<br />

a los 13. Este retraso en la venta ha deteriorado<br />

los índices productivos de la experiencia. De haberse<br />

realizado ésta con anterioridad, los resultados<br />

hubieran sido más favorables y el índice de conversión<br />

sería más bajo.<br />

La falta de homogeneidad del lote también ha influido<br />

negativamente y ha impedido realizar una dosificación<br />

correcta de la leche artificial. En las condiciones<br />

en que se desenvuelven las explotaciones extensivas<br />

no permiten realizaciones meticulosas, como ya<br />

señalamos anteriormente.<br />

Cinco animales (16%) perdieron peso en el período<br />

de adaptación a las tetinas y dos (6,6%) lo perdieron<br />

en la última fase de cría, esto sin duda podría deberse<br />

a excesos en la ingesta.<br />

Las cabras madres, a pesar de faltarles el estímulo<br />

de lactación al no amamantar sus crías, han seguido<br />

un comportamiento equiparable a otras lactaciones<br />

en cuanto a la capacidad productiva de leche, sin que<br />

se haya observado una disminución al retirárseles las<br />

crías.<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

GALL, G. A. E.: Goat production. Ed. Academic Press. London,<br />

1981.<br />

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de raza granadina en su primer mes de edad. Lactancia<br />

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LARA, L.; ANGUITA, T., y BOZA, J.: «Lactancia artificial en<br />

el cabrito de raza granadina, empleo de leche de cabra y<br />

de un lactorreemplazante». Anales del INIA. Serie Ganadera,<br />

22: 59-73, 1985.<br />

SANZ-SAMPELAYO, M. R.; MUÑOZ, F. J.; GUERRERO, J. E.;<br />

GIL, R, y BOZA, J.: «Tasas de crecimiento y utilización del<br />

alimento lácteo en el cabrito de raza granadina: lactancia<br />

artificial y destete precoz». Revista Argentina de Producción<br />

Animal, 7: 127-134, 1987c.


Comunicación<br />

Efecto del método de congelación sobre la calidad<br />

in vitro del semen de maclio cabrío Verato<br />

M. a B. Pintado*, B. Pérez y L. Gfl**<br />

INTRODUCCIÓN<br />

La tendencia hacia la intensificación en las explotaciones<br />

caprinas ofrece a la inseminación artificial posibilidades<br />

de aplicación práctica. La estacionalidad<br />

de la hembra puede controlarse mediante tratamientos<br />

hormonales inductores del estro; sin embargo, la<br />

única forma de vencer la baja capacidad fertilizante<br />

del semen en primavera (2) es la congelación de eyaculados<br />

obtenidos en estación sexual.<br />

La congelación del semen de macho cabrío ha sido<br />

abordada fundamentalmente de dos formas diferentes<br />

(3), una basada en la utilización de un diluyente<br />

de leche descremada y glicerol al 7% (1) y otra que<br />

emplea TRIS, ácido cítrico, glucosa, yema de huevo y<br />

glicerol al 4% (5). En ambos casos la eliminación del<br />

plasma seminal es un paso esencial para asegurar<br />

una mayor fertilidad (3), ya que en éste se localiza una<br />

enzima, que en determinadas condiciones reacciona<br />

con las lecitinas de la yema de huevo de los diluyentes,<br />

originando lisolecitinas, de acción tóxica para los<br />

espermatozoides (6). La eliminación del plasma se realiza<br />

lavando el semen mediante la centrifugación del<br />

mismo. En el caso del método de CORTEEL (1) se emplea<br />

una solución salina y el de RITAR y SALAMON (5)<br />

el mismo diluyente que para la congelación, pero sin<br />

glicerol.<br />

Con nuestro planteamiento experimental se persiguieron<br />

dos objetivos. El primero fue estudiar cuál de<br />

las dos metodologías se adaptaba mejor a las características<br />

seminales de la raza Verata, ya que el comportamiento<br />

del plasma seminal depende, entre otros,<br />

de factores raciales e individuales (5).<br />

En segundo lugar, se trató de hacer un estudio detallado<br />

de las fases de preparación del eyaculado,<br />

predilución, centrifugación, refrigeración y congelación,<br />

con el fin de establecer cuál afectaba en mayor<br />

grado la viabilidad in vitro del esperma, y saber así<br />

dónde habría que centrar los esfuerzos futuros para<br />

mejorar la técnica.<br />

* Departamento de Producción Animal, CIT-INIA, carretera<br />

de La Coruña, km 5,900 (esquina Dehesa de la Villa),<br />

28040-Madrid.<br />

* Departamento de Patología (Reproducción). Facultad de<br />

Veterinaria. Miguel Servet, 177. Zaragoza.<br />

MATERIAL Y MÉTODOS<br />

Se realizaron siete réplicas del protocolo experimental,<br />

utilizando en cada una de ellas la mezcla de<br />

primeros eyaculados de ocho machos veratos de un<br />

año de edad obtenidos con vagina artificial durante<br />

los meses de enero-febrero. Una vez realizada la mezcla<br />

se tomaron muestras para una primera valoración<br />

del eyaculado y la determinación de la concentración.<br />

La mezcla se dividió en dos alícuotas que se mantuvieron<br />

en un baño a 30° C.<br />

Cada alícuota se asignó al azar a una de las dos técnicas<br />

de congelación estudiadas, la primera descrita<br />

por CORTEEL (1) (técnica A) y la segunda por RITAR y<br />

SALAMON (5) (técnica B). Las etapas analizadas fueron<br />

las siguientes:<br />

— Etapa 1: Primera dilución con la solución de lavado<br />

a 30° C.<br />

— Etapa 2: Segunda dilución con la solución de lavado<br />

tras la primera centrifugación.<br />

— Etapa 3: Dilución previa a la refrigeración, después<br />

de la segunda centrifugación, a temperatura<br />

de laboratorio.<br />

— Etapa 4: Precongelación a 5 o C.<br />

— Etapa 5: Descongelación en seco a las 24-48 horas.<br />

El lavado del semen se realizó centrifugándolo dos<br />

veces a 700 G durante diez minutos. En ambos sistemas<br />

de congelación se utilizó una dilución final de<br />

400 millones/cc, en pajuelas de 0,5 ce, selladas con alcohol<br />

de polivinilo, que se congelaron en vapores de<br />

nitrógeno líquido durante cuatro minutos. La descongelación,<br />

a las 24-48 horas, se realizó sumergiendo<br />

las pajuelas treinta segundos en un baño a 40° C y colocando<br />

el contenido en viales de plástico sin diluyente.<br />

En cada uno de los pasos se analizaron los siguientes<br />

parámetros:<br />

— Motilidad individual (%), observada por ai menos<br />

dos personas en un monitor de televisión conectado<br />

al microscopio.<br />

— % de acrosomas normales en espermatozoides<br />

incluidos en glutaraldehído y observados con un<br />

microscopio de contraste de fases (4).<br />

— % de espermatozoides con reacción de endósmosis.<br />

Para esta prueba se utilizó una solución


82 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

1 i<br />

% Hotilidad indiui dual<br />

00<br />

I<br />

90 •<br />

a<br />

i i i a a ai<br />

80<br />

7L ^. X<br />

70<br />

rr&r<br />

lilis<br />

60<br />

50<br />

II'HI i<br />

iiiiiil<br />

40 .<br />

i'i'i'i'i'<br />

¡i¡iii¡iji<br />

30<br />

|!¡Í!;!:<br />

20<br />

i'i'i'l'i'<br />

1<br />

10<br />

l¡¡i¡j¡¡!'<br />

ílííil, I<br />

Etapa 1 Ctapa 2 Etapa 3<br />

ap 0.1; map o.oí; assKp o. ool<br />

T<br />

1 Nl^jii<br />

Effl<br />

•<br />

x~<br />

Coi teal<br />

Ritar y Salaron<br />

asa<br />

i!ilililí!<br />

ii ii i<br />

IIII i<br />

itii i<br />

11 ii ¡<br />

LLtU<br />

Etapa 4 Etapa 5<br />

T<br />

!¡!¡¡¡!¡!<br />

¡di t<br />

ii ii i<br />

I¡I¡I¡I¡[<br />

!


EFECTO DEL MÉTODO DE CONGELACIÓN SOBRE LA CALIDAD IN VITRO DEL SEMEN... 83<br />

Tabla I<br />

Estudio de las mínimas diferencias significativas entre<br />

las etapas de cada método de congelación según los<br />

tres parámetros estudiados. Distintas letras indican<br />

valores estadísticamente diferentes<br />

flítodo<br />

de<br />

Corteel<br />

flétodo<br />

da -Ritar<br />

y Salaraon<br />

ñotilidad<br />

Acrosoaías<br />

Endósaosis<br />

(lotüidad<br />

Acrosonías<br />

Endosóosis<br />

Etapa 1<br />

A,C<br />

A<br />

A<br />

A<br />

A<br />

A<br />

Etapa 2<br />

B<br />

A<br />

6<br />

A,B<br />

B<br />

A<br />

Etapa 3<br />

A<br />

A<br />

A<br />

B<br />

C<br />

A<br />

Etapa 4<br />

C<br />

B<br />

A<br />

B<br />

C<br />

B<br />

Etapa 5<br />

pone una pérdida de viabilidad. Comparando los resultados<br />

de la primera dilución (etapa 1) y la pre-refrigeración<br />

(etapa 3) no existen diferencias significativas<br />

en ninguno de los tres parámetros estudiados. La<br />

solución de lavado utilizada en el método B, sin embargo,<br />

sí sjrpone un efecto perjudicial, al menos en<br />

cuanto a motilidad y acrosomas normales.<br />

La refrigeración, sin embargo, no supone una disminución<br />

de la viabilidad con el diluyente a base de<br />

yema de huevo. Comparando los resultados obtenidos<br />

al final del período de equilibración, justo antes de la<br />

congelación (etapa 4), en el método B, se puede observar<br />

que los acrosomas y la motilidad mantienen<br />

valores semejantes a los de la etapa 3, es decir, antes<br />

de comenzar la refrigeración. El diluyente a base de<br />

leche descremada (método A), en cambio, no es capaz<br />

de aportar una acción protectora de la misma calidad,<br />

y por ello hay una disminución significativa de la<br />

motilidad y de los acrosomas normales.<br />

El semen de macho cabrío es muy sensible al choque<br />

frío (8) y la yema de huevo es un gran sistema de<br />

protección durante la refrigeración, posiblemente por<br />

esa razón el método B permite que los espermatozoides<br />

estén en mejores condiciones antes de la congelación.<br />

Los datos obtenidos a partir de la prueba de endósmosis<br />

resultan difíciles de valorar. Una posible explicación<br />

de la bajada en la capacidad de reacción durante<br />

la etapa 2 con el método de CORTEEL es que la<br />

solución de lavado utilizada en esta técnica es hipoosmótica<br />

de por sí, con lo cual la diferencia entre ésta y<br />

la solución de endósmosis es menor y la endósmosis<br />

posiblemente tenga lugar más rápidamente. De confirmarse<br />

este hecho, al cabo de treinta minutos, que<br />

es el tiempo establecido en nuestro protocolo, numerosos<br />

espermatozoides ya habrían roto su membrana,<br />

apareciendo al microscopio como si no hubieran reaccionado.<br />

Esta característica de la solución de lavado explica<br />

B<br />

C<br />

B<br />

C<br />

D<br />

B<br />

también por qué hay una bajada significativa de la<br />

motilidad en esta etapa 2 del método A. Los espermatozoides<br />

reaccionan a una baja presión osmótica captando<br />

agua, al ser la membrana plasmática inelástica;<br />

con el aumento de volumen intracelular, se produce<br />

un impedimento físico para el funcionamiento normal<br />

del flagelo, lo que da lugar a una motilidad inferior y<br />

de peor calidad.<br />

Por último, es de destacar el comportamiento en la<br />

prueba de endósmosis de los espermatozoides refrigerados<br />

por la técnica 2. Hay una diferencia muy significativa<br />

en la capacidad de reacción desde la prerrefrigeración<br />

(etapa 3) a la precongelación, que puede<br />

ser debida a varias causas; la primera es que efectivamente<br />

con esta técnica se producen muchas lesiones<br />

de la membrana plasmática. Sin embargo, los altos<br />

valores de motilidad y acrosomas íntegros no parecen<br />

coincidir con esta posibilidad. Otra explicación<br />

podría ser que la prueba de endósmosis realizada antes<br />

de la congelación, y puesta a punto para esperma<br />

recién recogido, no sea la adecuada para células que<br />

ya han sufrido un período de equilibración con crioprotectores<br />

penetrantes (glicerol) y no penetrantes<br />

(yema de huevo), que de alguna manera hayan podido<br />

alterar la difusión del agua a través de la membrana.<br />

Es más plausible que el efecto sea debido al recubrimiento<br />

que del espermatozoide hacen las proteínas<br />

de la yema de huevo, porque el glicerol está presente<br />

tanto en el diluyente de RITAR y SALAMON como en<br />

el de CORTEEL, y en este último en un porcentaje mayor.<br />

CONCLUSIONES<br />

Según nuestros datos, parece más aconsejable utilizar<br />

la técnica de CORTEEL para la congelación de semen<br />

de macho cabrío de raza Verata. Esta confiere<br />

una buena protección durante la fase de lavado y<br />

también en el proceso de congelación propiamente dicho.<br />

Sin embargo, el diluyente de CORTEEL no aporta<br />

condiciones óptimas durante la refrigeración, siendo<br />

mejor el descrito por RITAR y SALAMON. Es muy posible<br />

que este defecto en la primera técnica pueda ser<br />

paliado añadiendo al diluyente de leche descremada<br />

alguna proteína de mejor acción crioprotectora.<br />

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bous conserves et congeles avec ou sans leur plasma<br />

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84 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

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and of its removal and of egg yolk in the diluent on<br />

the survival of fresh and frozen-trawed spermatozoa<br />

of the angora goat». Aust. J. Biol. Sci., 35: 305-312,<br />

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6. ROY, A.: «Egg coagulating enzyme in the semen and<br />

Couper's gland of the goat». Nalure, 318, 1957.<br />

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of goats in India». Proc. IVInternational Conference<br />

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cold shock test for determining the resistance (quality)<br />

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evaluation for the prognosis of male fertility». En The<br />

male in l'arm Animal Reproduction, editado por M.<br />

Courot, Martinus Nijhoí'f. La Haya, 269-289, 1984.


Comunicación<br />

Crecimiento de corderos de raza Manctiega según<br />

la condición corporal de las ovejas, la época de parto,<br />

el tipo de parto y el sexo<br />

A. Molina, L. Gallego, J. I. Pérez y R. Bernabéu<br />

RESUMEN<br />

En un rebaño de 530 ovejas de raza Manchega con<br />

tres épocas de parto diferentes se ha estudiado la influencia<br />

que la condición corporal de las ovejas al<br />

parto (CCPJ, al destete (CCD), la época de parto (EP),<br />

el tipo de parto (TP) y el sexo (SX) tienen sobre el crecimiento<br />

de los corderos.<br />

Los pesos en los distintos momentos estudiados (al<br />

nacimiento, treinta días, destete y venta) variaron<br />

significativamente a diferentes niveles según la CCP,<br />

EP, TP y SX. Por el contrario, la CCD sólo motivó variaciones<br />

estadísticas sobre el peso al destete (PD).<br />

Una situación muy similar a la anterior se produjo<br />

al analizar los efectos de los mismos parámetros sobre<br />

la ganancia media diaria (GMD) en los diferentes<br />

intervalos. En este caso, sin embargo, la CCP de las<br />

ovejas no tuvo ninguna influencia sobre la GMD de<br />

los corderos después del destete. Por otra parte, la<br />

CCD no tuvo estadísticamente ninguna repercusión<br />

sobre la diferentes GMD calculadas.<br />

Palabras clave: ovino, reservas corporales, razas<br />

mediterráneas.<br />

SUMMARY<br />

In aflock of 530 Manchegan ewes with three different<br />

birth seasons, it has been studied the influence<br />

that sheep body condition scoring at lambing (CCP), at<br />

weaning (CCD), lambing season (EP), birth type (TP)<br />

and sex (SX) have on lamb growth.<br />

The various parameters of the weights studied (at<br />

birth, at 30 days, al weaning and at sale) significantly<br />

changed at different levéis according to CCP,<br />

EP, TP and SX. On the contrary, the CCD only showed<br />

stadistical changes on weight at weaning (PD).<br />

A similar situation was shown on analysing the effect<br />

of the same parameters on average daily gain<br />

(GMD) at different intervals. In this case, however, the<br />

ewe CCP did not have any influences on the lamb<br />

Departamento de Ciencia y Tecnología Agroforestal. Ctra.<br />

de las Peñas, km 3,2. Albacete. Universidad de Castilla-La<br />

Mancha.<br />

GMD after weaning. On the other hand, the body condition<br />

at weaning (CCD) did not have any ejfects on<br />

the various GMD studied.<br />

Key words: ewes, corporal reserves, Mediterranean<br />

breeds.<br />

INTRODUCCIÓN<br />

El conocimiento de los diversos factores que afectan<br />

al crecimiento de los corderos resulta de gran importancia<br />

para establecer normas adecuadas de manejo<br />

y alimentación que les permitan expresar todo su potencial<br />

genético para la producción de carne.<br />

Algunos de estos factores dependen directamente<br />

de la oveja y por ello se calcula la ganancia media<br />

diaria de los corderos entre el nacimiento y los treinta<br />

días como índice de crecimiento íntimamente ligado a<br />

la producción lechera de la madre (PRUD'HON, 1976).<br />

También se ha señalado la importancia de la alimentación<br />

en la última fase de gestación sobre la movilización<br />

de reservas corporales, que a su vez tienen<br />

gran incidencia sobre el peso al nacimiento de los<br />

corderos (TISSIER y THERIEZ, 1979). Inversamente<br />

se ha propuesto también (VILLETTE-HOUSSIN y THE­<br />

RIEZ, 1982) el peso al nacimiento de los corderos de<br />

parto múltiple como criterio para la determinación<br />

del nivel mínimo de aportes alimenticios de sus madres.<br />

Otro de los factores que inciden sobre el crecimiento<br />

posterior de los corderos es el tipo de parto, que<br />

provoca una disminución del peso al nacimiento en<br />

los corderos de parto múltiple, debido a una menor<br />

disponibilidad de nutrientes y de cotiledones placentarios<br />

por feto (RHIND y cois., 1980).<br />

Finalmente se ha señalado un efecto de la época de<br />

parto sobre el crecimiento de los corderos, que tal como<br />

señalan VILLETTE-HOUSSIN y THERIEZ (1982),<br />

resulta a menudo complejo de analizar, por cuanto es<br />

difícil de separar de otros efectos como son la temperatura,<br />

el fotoperíodo, la alimentación, el manejo, etc.<br />

A la vista de todo ello, en el presente trabajo se ha<br />

tratado de estudiar el efecto que sobre el crecimiento<br />

de los corderos de raza Manchega tienen algunos<br />

factores como la condición corporal de las ovejas (CC),


86 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

la época de parto (EP), el tipo de parto (TP) y el sexo<br />

(SX).<br />

MATERIAL Y MÉTODOS<br />

La experiencia se realizó sobre un rebaño de 530<br />

ovejas de raza Manchega localizado en la provincia de<br />

Albacete y perteneciente al Instituto Técnico Agronómico<br />

Provincial (ITAP).<br />

El rebaño, dividido en dos lotes para el manejo, siguió<br />

el ritmo reproductivo tradicional en la raza de<br />

tres partos en dos años, con tres épocas de parto en<br />

los meses de enero, mayo y septiembre. La monta fue<br />

libre, con un tiempo de permanencia de los machos<br />

con las hembras de treinta y cinco días y una relación<br />

reproductiva de 20 ovejas por macho. En las tres épocas<br />

de monta se realizó el efecto macho.<br />

La alimentación estuvo basada en el aprovechamiento<br />

de pastos espontáneos y residuos de cosechas<br />

de cereales de secano y regadío. Sin embargo, como<br />

consecuencia de la orientación de parte de los cultivos<br />

de regadío hacia producciones hortícolas, la alimentación<br />

de invierno y primavera resultó favorecida por el<br />

aprovechamiento de los residuos de estos cultivos<br />

(guisantes, coliflor, judías verdes, etc.). En el último<br />

mes de gestación y durante el período de cría las ovejas<br />

recibieron, además, un complemento de heno de<br />

alfalfa (0,5 kg cabeza/día), y una cantidad variable de<br />

concentrado (maíz, cebada y soja).<br />

Los corderos eran separados de las ovejas durante<br />

el día, coincidiendo con la salida de éstas al pasto, y<br />

permanecían con ellas durante toda la noche. El destete<br />

se realizó de manera brusca, separando los corderos<br />

de sus madres a los 45 ± 3 días.<br />

Desde el día 15 de vida hasta el destete, los corderos<br />

dispusieron ad libitum de un pienso comercial de<br />

iniciación con un contenido del 18% de proteína bruta.<br />

Después del destete este pienso fue sustituido progresivamente<br />

por otro de cebo con un 16% de proteína<br />

bruta.<br />

El crecimiento de los corderos se controló mediante<br />

pesadas al nacimiento, treinta días, destete y venta.<br />

El peso al nacimiento se realizó en las veinticuatro<br />

horas posteriores al parto y el resto de los controles<br />

de peso tras un período de doce horas de ayuno de los<br />

animales.<br />

La puntuación de la nota de CC se efectuó siguiendo<br />

el método descrito por RUSSEL y cois. (1969), modificado<br />

por la Meat and Livestok Comission (1975),<br />

de tal manera que la clasificación final se realizó sobre<br />

11 puntos, al considerar variaciones de 0,5 puntos.<br />

La calificación fue realizada conjuntamente por dos<br />

observadores que previamente habían tenido, en ovejas<br />

de la misma explotación, un período de tres meses<br />

de aprendizaje. Cuando la calificación de los observadores<br />

resultó diferente, se repitió en la misma oveja<br />

la observación hasta consensuar la puntuación definitiva.<br />

RESULTADOS Y DISCUSIÓN<br />

En la tabla I se ha recogido la evolución del peso<br />

desde el nacimiento hasta la venta de los corderos,<br />

según la nota de condición corporal de las ovejas en<br />

el parto (CCP), en el destete (CCD), la época de parto<br />

(EP), el tipo de parto (TP) y el sexo de los corderos<br />

(SX), junto a un análisis de la varianza múltiple en el<br />

que se determinó la influencia conjunta de estas variables<br />

sobre los parámetros de peso estudiados.<br />

El estudio de los datos de la tabla I nos indica que<br />

el peso al nacimiento de los corderos (PN) fue estadísticamente<br />

diferente en función de la CCP, EP, TP y SX<br />

(P < 0,001), mientras que no se vio afectado por la<br />

CCD de las ovejas.<br />

El PN fue mayor, con diferencias estadísticas significativas<br />

(P < 0,05), a medida que aumentaba la CCP de<br />

sus madres, de tal manera que las ovejas en peor estado<br />

corporal (< 2,5) parieron corderos con menos peso<br />

(4,7 ± 0,8 kg) que las de condición corporal media<br />

(2,5 - 3,0) (4,9 ± 0,9 kg), y que las de mejor estado de<br />

carnes (> 3,0) (5,4 ± 1,0 kg).<br />

El PN de los corderos en el mes de septiembre (5,2<br />

±1,0 kg) resultó superior al de mayo (4,8 ± 0,9 kg) y<br />

enero (4,9 ± 0,9 kg), diferenciándose estadísticamente<br />

de ambos (P < 0,05). Esta circunstancia puede ser<br />

consecuencia del mejor estado corporal de las ovejas<br />

en septiembre, debido a la abundancia de recursos<br />

alimenticios de alto valor, como es el caso de los rastrojos<br />

de cereales.<br />

En lo que respecta a la diferencia estacional del PN,<br />

SIERRA (1984) también encuentra diferencias en la<br />

raza Rasa Aragonesa y sus cruces, resultando superiores<br />

los correspondientes al invierno frente a los alcanzados<br />

en verano.<br />

Los resultados obtenidos de PN según el tipo<br />

de parto (5,4 ± 1,0 y 4,7 ± 0,8 kg) y sexo (5,2 ± 1,0 y<br />

4,8 ± 0,9 kg) muestran una clara superioridad estadísticamente<br />

significativa (P < 0,05) de los corderos de<br />

parto simple frente a los de doble, y de los machos sobre<br />

las hembras. Resultados éstos que resultan similares<br />

a los obtenidos por otros autores en la raza<br />

Manchega (VERA y cois., 1979; VIJIL y cois., 1984;<br />

HUIDOBRO y JURADO, 1989) y en otras razas españolas<br />

(Churra: SANZ y cois., 1974; Merina: PEÑA, 1985).<br />

El peso en el destete (PD) varió significativamente,<br />

a distintos niveles, con CCP, CCD, EP, TP y SX. En relación<br />

con la CCP de las ovejas, se confirma que las que<br />

tuvieron una mejor CCP (> 3,0) fueron las que criaron<br />

corderos con mayor peso al destete (18,4 ± 4,2 kg),<br />

aunque no aparecieron diferencias estadísticas en los<br />

PD de corderos procedentes de los otros dos lotes de<br />

ovejas de diferente CCP.<br />

Contrariamente a lo que sucedía en el PN, la CCD<br />

de las ovejas sí influyó estadísticamente sobre el PD<br />

(P < 0,05), aunque en los tres grupos de CCD estudiados<br />

no se apreciaron diferencias estadísticas (P <<br />

0,05) en el PD de los corderos.<br />

Los corderos nacidos en septiembre fueron también<br />

los que alcanzaron un mayor PD (17,6 ± 4,5 kg). En


# • *<br />

CRECIMIENTO DE CORDEROS DE RAZA MANCHEGA SEGÚN LA CONDICIÓN CORPORAL... 87<br />

Tabla I<br />

Evolución del peso de corderos de raza Manchega según la condición corporal de las ovejas al parlo (CCP), al deslele<br />

(CCD), la época de parto (EP), el tipo de parto (TP) y e! sexo (SX)<br />

PN (kg)<br />

P30 (kg)<br />

PD (kg)<br />

PV (kg)<br />

DNV (días)<br />

CCP<br />

3,0<br />

4,7 + 0,8"<br />

4,9 + 0,9"<br />

5,4+l,0 c<br />

11,7 ±2,2"<br />

12,2 ±2,2"<br />

12,7 ±2,5"<br />

16,1 ± 2,8"<br />

16,5 ±3,4"<br />

18,4 ±4,2"<br />

22,6 ± 4,1 "<br />

23,0 ±4,8"<br />

24,3 ± 5,2"<br />

70,2 ± 7,9"<br />

58,6 ±8,6""<br />

67 8 + 9 6"<br />

Niv. Sig<br />

-**-*<br />

***<br />

*<br />

NS<br />

CCD<br />

3,0<br />

4,9+1,0"<br />

5,0 + 0,9"<br />

5,0+1,0"<br />

12,0 ±2,1"<br />

12,2 ±2,2"<br />

12,8+2,7"<br />

16,8 ±3,6"<br />

17,0 ±3,7"<br />

16,5 ±3,1"<br />

22,7 ±4,8"<br />

2 3,4 ±4,8""<br />

24,0 ±4,8"<br />

68 5 + 7 6"<br />

68,7 + 7,3"<br />

69,9 + 9,1"<br />

Niv. Sig<br />

NS<br />

NS<br />

*<br />

NS<br />

NS<br />

EP<br />

Mayo<br />

Septiembre<br />

Enero<br />

4.8 + 0,9"<br />

5,2 + 1,0"<br />

4.9 + 0,9"<br />

12,7 ±2,5"<br />

11,9 + 2,3"<br />

12,0 + 2,0"<br />

15,9±2,1"<br />

17,6 ±4,5"<br />

17,0 ±3,4"<br />

23,8 ±4,1"<br />

21,4 ±4,9"<br />

24,7±4,5 C<br />

70,7 ±7,5"<br />

63,1 ±7,5"<br />

73,4±7,0 C<br />

Niv. Sig<br />

# # • *<br />

# • # • #<br />

**<br />

- # • - # " *<br />

• # - * - # -<br />

TP<br />

Simple<br />

Doble<br />

5,4+1,0"<br />

4,7 + 0,8"<br />

13,3 ±2,3"<br />

11,5 ±2,1"<br />

18,4 ±3,9"<br />

15,8 ±2,8"<br />

24,6 ±5,1"<br />

22,2 + 4,3"<br />

88,8 ±9,5"<br />

68,3 ±7,9"<br />

Niv. Sig<br />

• # • * • *<br />

-*-**<br />

• # • # #<br />

# • * #<br />

NS<br />

SX<br />

Macho<br />

Hembra<br />

5.2 + 1,0"<br />

4.3 + 0,9"<br />

12,8 ±2,3"<br />

11,6 + 2,1"<br />

17,6 ±2,8"<br />

16,2 ±2,2"<br />

24,6 ±5,0"<br />

22,0 ±4,1"<br />

69,0 ±7,9"<br />

68,5 ±9,2"<br />

Niv. Sig<br />

###<br />

- # • - # • *<br />

• * • - * • - *<br />

•i(H)H(t<br />

NS<br />

Media Í7111<br />

5,0+1,0<br />

12,2 + 2,3<br />

16,9 ± 3,6<br />

23,2 ± 4,3<br />

68,7 + 7,5<br />

PN = Peso nacimiento; P30 = Peso treinta días; PV = Peso venta; DNV = Días nacimiento-venta; ( ) = Núm. de animales; **# = P < 0,001; ** = P < 0,01; # = P < 0,05;<br />

NS = Diferencias no significativas; letras distintas = Diferencias significativas (p < 0,05).<br />

relación con el tipo de parto y el sexo, se mantienen<br />

las diferencias observadas en el PN a favor de los machos<br />

y los corderos simples (P < 0,05).<br />

El peso medio al destete en cuarenta y cinco días<br />

(16,9 ± 3,6 kg) resultó en general superior a los aportados<br />

por otros autores (VERA y cois., 1979; VIJIL y<br />

cois., 1984).<br />

El peso de venta (PV) de los corderos también fue<br />

diferente según la CCP, EP, TP y SX, a diferentes niveles<br />

estadísticos. Los corderos hijos de las mejores ovejas<br />

desde el punto de vista de la CCP (> 3,0) mantienen<br />

su mayor PV (24,3 ± 5,2 kg) en relación con los<br />

otros dos grupos.<br />

El PV obtenido en los partos de septiembre (21,4 ±<br />

4,9 kg), que resultó el más bajo de las tres épocas estudiadas,<br />

es consecuencia de la menor duración del<br />

cebo (63,1 ± 7,5 días) en esta época, y no permite obtener<br />

otro tipo de conclusiones al respecto.<br />

También el PV mostró diferencias estadísticas (P <<br />

0,05) a favor de los machos y de los corderos nacidos<br />

simples. En relación con el sexo FALAGAN (1986), en<br />

la raza Segureña, no encuentra diferencias en el peso<br />

sacrificio (noventa días) entre sexos, y PEÑA (1985),<br />

en la Merina, sólo las encuentra en las últimas semanas<br />

de vida.<br />

Por otra parte, en la tabla I figuran los valores correspondientes<br />

al intervalo de tiempo entre el nacimiento<br />

y la venta de los corderos (DNV) en cada uno<br />

de los casos estudiados, observándose claramente cómo<br />

este parámetro no sufre variaciones estadísticas,<br />

excepto como consecuencia de la EP, atribuibles a necesidades<br />

de la experiencia.<br />

En lo que respecta al crecimiento de los corderos,<br />

en la tabla II se han recogido las ganancias medias<br />

diarias (GMD) en las diferentes etapas, junto a un<br />

análisis de la varianza múltiple para establecer la influencia<br />

estadística de la CCP, CCD, EP, TP y SX.<br />

Los tres grupos de ovejas según la CCP determinaron<br />

diferencias estadísticas a diferentes niveles en todas<br />

las etapas del crecimiento de los corderos, con<br />

excepción de la que va desde el destete a la venta, en<br />

la que al haberse producido la separación de la madre,<br />

el estado corporal de ésta no afecta al crecimiento<br />

del cordero.<br />

En los casos en los que la GMD varió con la CCP se<br />

observan los mayores crecimientos en los corderos


* • *<br />

88 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />

Tabla II<br />

Ganancia media diaria de corderos de raza Manchega según la condición corporal de las ovejas al parto (CCP), al destete<br />

(CCD), la época de parto (EP), el tipo de parto (TP) y el sexo (SX)<br />

GMD 0-3 (g) GMD 0-D (g) GMD 30-V (g) GMD D-V (g) GMD 0-V (g)<br />

3,0 260,3166.2" 285,7158,7" 283,8+83,0" 252.8 i 76,4 a<br />

Niv. Sig *-» 262,0155,8" *** 267,4 * + 66,3" 251,3 NS 177,2"<br />

270,5 153.1" 279,3 + 57,8" 259,0171,1"<br />


CRECIMIENTO DE CORDEROS DE RAZA MANCHEGA SEGÚN LA CONDICIÓN CORPORAL... 89<br />

procedentes de las ovejas en mejor estado corporal<br />

(> 3,0), resultando el crecimiento medio diario entre<br />

nacimiento y venta de los corderos de estas ovejas<br />

(274,6 ± 51,7 g) el mayor de los tres grupos (P < 0,05).<br />

Por el contrario, la CCD de las ovejas no significó<br />

crecimientos diferentes en los corderos, en ninguna<br />

de las etapas consideradas.<br />

El TP representó crecimientos diferentes en los corderos<br />

simples y dobles, salvo en el intervalo comprendido<br />

entre los treinta días y la venta. Hasta el momento<br />

del destete los corderos simples crecieron más que<br />

los dobles (P < 0,05), pero desde este momento hasta<br />

la venta los dobles tuvieron un crecimiento más rápido<br />

(260,0 ± 71,8 vs 250,2 ± 72,6 g), coincidiendo de<br />

esta manera con lo expuesto anteriormente por otros<br />

autores también en la raza Manchega (APARICIO y<br />

cois., 1978; HUIDOBRO y JURADO, 1989).<br />

En la tabla III aparecen los valores de los coeficientes<br />

de correlación entre todos los parámetros estudiados.<br />

En lo que respecta a los pesos, se obtuvieron unos<br />

coeficientes entre PN y P30 (0,59), PN y PD (0,58) de<br />

tipo medio, este último algo más alto que el obtenido<br />

por HUIDOBRO y JURADO (1979), también en raza<br />

Manchega. Algo superiores fueron los que se obtuvieron<br />

entre P30 y PD (0,65), P30 y PV (0,69) y PD y<br />

PV (0,79).<br />

CONCLUSIONES<br />

Los resultados obtenidos demuestran claramente<br />

que el estado corporal de las ovejas en el momento<br />

del parto condiciona en gran medida la evolución del<br />

peso de los corderos y su velocidad de crecimiento,<br />

observándose el efecto sobre este último parámetro<br />

solamente hasta el momento del destete. Por el contrario,<br />

la condición corporal de las ovejas en el destete<br />

no parece influir sobre el crecimiento de los corderos.<br />

Por otra parte, los datos obtenidos permiten confirmar<br />

los resultados de otros autores relativos a la mayor<br />

valocidad de crecimiento de los machos sobre las<br />

hembras y de los corderos simples sobre los dobles,<br />

aunque en este último caso solamente hasta el destete,<br />

a partir del cual se produce un mayor crecimiento<br />

de los dobles, que no permite, sin embargo, compensar<br />

la diferencia anterior.<br />

AGRADECIMIENTOS<br />

Los autores desean expresar su agradecimiento al<br />

Instituto Técnico Agronómico Provincial (1TAP), y muy<br />

particularmente a Cándido Gómez y Prudencio López<br />

la ayuda prestada en distintas fases del trabajo.<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

APARICIO, R; GARCÍA, L., y VERA, A.: «Estudio de canales<br />

de corderos manchegos y cruzados, Sul'IVilk y Frisón por<br />

Manchego». Archivos de Zootecnia, 27 (105): 41-50, 1978.<br />

FALAGAN, A.: «Croissance et caracteristiques bouchéres des<br />

agneaux de race "Segureña", en fonction du type d'alimentation<br />

et du sexe». Simposio sobre Les carcasses d'agneaux<br />

et de chevreaux méditerranéens, CEE-Agrimed, Zaragoza,<br />

83-96, 9-10 diciembre 1986.<br />

HUIDOBRO, R, y JURADO, J. J.: «Producción de carne en el<br />

ovino Manchego en cruzamiento». Invest. Agr.: Prod. Sanid.<br />

Anim., 4 (1): 35-44, 1989.<br />

PEÑA, R: «Crecimiento en corderos de raza Merina española.<br />

Período de lactación». Arch. Zootec, 34 (128): 95-103,<br />

1985.<br />

PRUD'HON, M.: «La crissance globale de l'aigneau: ses caracteristiques<br />

et ses lois». 2em.es Journées de la recherche<br />

ovine et caprine, ITOVIC-INRA, 6-26, 1976.<br />

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among uterine and placental factors in prolific<br />

ewes and their relevance to variations in total weight».<br />

Anim. Prod., 30: 115-124, 1980.<br />

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y sus relaciones con el sexo y la gemelaridad en los corderos<br />

de raza Churra». Avances en Alimentación y Mejora,<br />

XV (8-9): 271, 1974.<br />

SIERRA, I.: «Influencia de la estación en el cebo de corderos».<br />

IX Jornadas Científicas de la Sociedad Española de<br />

Ovinotecnia y Caprinotecnia, Granada-Málaga, 145-151,<br />

26-29 septiembre 1984.<br />

TISSIER, M., y THER1EZ, M.: «Influence du niveau des apports<br />

energétiques distribués á la brebis pendant la gestation<br />

sur le poids a la naissance et la croissance des agneaux».<br />

Ann. Biol. Anim. Biophys., 19 (IB): 235-240,1979.<br />

VERA, A.; APARICIO, R; GARCÍA, L., y GALÁN, P.: Comportamiento<br />

de la raza ovina Manchega en la producción de<br />

carne. Ministerio de Agricultura, Madrid, 143 págs, 1979.<br />

VIJIL, E.; RUIZ-POVEDA, J., y CIUDAD, C: «Peso al nacimiento<br />

de los corderos manchegos e influencia sobre el<br />

posterior crecimiento». IX Jornadas Científicas de la Sociedad<br />

Española de Ovinotecnia y Caprinotecnia, Granada-Málaga,<br />

109-143, 26-29 septiembre 1984.<br />

VILLETTE-HOUSSIN, Y., y THERIEZ, M.: «Facteurs de variation<br />

du poids a la naissance des agneaux». 7eme Journées<br />

de la Recherche Ovine et Caprine, ITOVIC-INRA, 165-186,<br />

1982.


Comunicación<br />

Reactivación de la actividad ovárica en ovejas Salz<br />

lactantes en época de actividad sexual<br />

J. A, Abecia, F. Porcada y L. Zarazaga<br />

INTRODUCCIÓN<br />

La raza Salz constituye un nuevo genotipo ovino<br />

surgido como respuesta a un sistema de explotación<br />

semiintensivo basado fundamentalmente en el aprovechamiento<br />

de forrajes y subproductos de regadío.<br />

Se trata de una raza sintética formada a partir de<br />

animales Romanov y Rasa Aragonesa al 50% (SIE­<br />

RRA, 1982), con lo que evita los problemas de manejo<br />

que se producen al explotar animales F-¡ para unos<br />

rendimientos reproductivos similares.<br />

En el presente estudio se pretende conocer en primer<br />

lugar los parámetros reproductivos de ovejas<br />

Salz lactantes y vacías en época de actividad sexual<br />

(noviembre-diciembre). Por otra parte, y dado que en<br />

ovejas prolíficas se ha indicado la incompatibilidad<br />

que parece existir entre intensificación de la reproducción<br />

y prolificidad (HOEKE y VISSCHER, 1987;<br />

TCHAMITCHIAN, 1988), se pretende obtener información<br />

acerca de la influencia que sobre la salida en celo<br />

en lactación y la tasa de ovulación del primer ciclo<br />

tras el destete tiene el intervalo entre partos.<br />

MATERIAL Y MÉTODOS<br />

Se han utilizado dos lotes de ovejas Salz durante<br />

dos años consecutivos (1988 y 1989), lactantes y vacías,<br />

cuyo número, estado fisiológico y corderos criados<br />

quedan reflejados en la tabla I.<br />

Las ovejas lactantes iniciaron los partos en el mes<br />

de septiembre en ambos años, siendo el intervalo entre<br />

partos previo para las ovejas del año 1988 de ocho<br />

meses (tres partos cada dos años, experiencia 1) y de<br />

un año para las ovejas de 1989 (experiencia 2).<br />

Treinta días después del inicio de los partos, y tras<br />

el destete, se controló diariamente la actividad sexual<br />

de las ovejas mediante machos enteros provistos de<br />

mandil, registrándose el peso vivo y la condición cor-<br />

Departamento de Producción Animal y Ciencia de los<br />

Alimentos (Unidad de Producción Animal). Facultad de<br />

Veterinaria. Miguel Servet, 177. 50013 Zaragoza.<br />

poral en el momento de la aparición del primer posparto.<br />

Además se realizó laparoscopia siete días después<br />

del primer celo posdestete (tasa de ovulación),<br />

anotándose también en ese momento el peso vivo y la<br />

condición corporal.<br />

Las ovejas se destetaban semanalmente conforme<br />

sus corderos alcanzaban un peso de 11 kg cada uno.<br />

Simultáneamente en ambos años se registró la tasa<br />

de ovulación en ovejas vacías de la misma raza.<br />

Los datos fueron analizados por análisis de varianza.<br />

RESULTADOS Y DISCUSIÓN<br />

Los resultados obtenidos en el presente estudio se<br />

exponen en la tabla II. En las ovejas sometidas a un<br />

ritmo reproductivo de tres partos en dos años (experiencia<br />

1) parece manifestarse una influencia clara<br />

del número de corderos amamantados en relación al<br />

momento en que se produce el primer celo detectado,<br />

antes en las hembras que crían un cordero que en<br />

aquellas que amamantan dos o más (35,7 vs 45,4 días;<br />

p < 0,05), lo cual no sucede en las ovejas con un intervalo<br />

entre partos de un año.<br />

Por otra parte, y para una edad similar al destete<br />

en ambas experiencias (56,2 y 55,7 días para experiencias<br />

1 y 2), hay que destacar que los animales sometidos<br />

a una mayor intensificación manifiestan antes<br />

el primer celo (42,3 vs 60,0 días; p < 0,01), a pesar<br />

de la superior condición corporal en ese momento de<br />

las ovejas con un intervalo entre partos de un año<br />

(p < 0,01). Este hecho podría ser explicado en función<br />

Tabla I<br />

Número de animales y número de corderos criados<br />

durante los dos años<br />

N.° de corderos criados -<br />

1988 (experiencia 1)<br />

1989 (experiencia 2)<br />

1<br />

10<br />

15<br />

Lactantes<br />

2 3<br />

17 4<br />

13 2<br />

Vacías<br />

10<br />

12<br />

Total<br />

41<br />

42


92 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />

Tabla II<br />

Parámetros reproductivos de ovejas Salz lactantes y vacías en época de actividad sexual<br />

Lactantes<br />

Experiencia 1<br />

n<br />

Días posparto primer celo ...<br />

CC primer celo<br />

Destete (días posparto)<br />

Peso vivo destete, kg m<br />

CC tras destete* 11<br />

Tasa ovulación tras destete<br />

Experiencia 2<br />

n<br />

Días posparto primer celo ...<br />

CC primer celo<br />

Destete (días posparto)<br />

Peso vivo tras destete, kg ll) ..<br />

CC tras destete"'<br />

Tasa ovulación tras destete' 1 '<br />

1<br />

ro<br />

35,7 a(3)<br />

2,32<br />

47,8 a<br />

45,4<br />

2,25<br />

1,50<br />

15<br />

62,4<br />

2,47<br />

51,3 a<br />

44,3<br />

2,35<br />

1,67<br />

Corderos amamantados<br />

2 o más<br />

21<br />

45,4''<br />

2,21<br />

60,2 b<br />

46,6<br />

2,08<br />

1,72<br />

15<br />

57,6<br />

2,37<br />

60,0 b<br />

45,2<br />

2,25<br />

1,67<br />

Total<br />

31<br />

42,3<br />

2,25<br />

56,2<br />

46,2 A(4)<br />

2,14 A<br />

1,64 A<br />

Vacías<br />

10<br />

12<br />

1,67 A<br />

30<br />

60,0<br />

2,42<br />

55,7<br />

44,7 A<br />

2,30 A<br />

50,4 ,2)B<br />

3,05 (2,B<br />

220(2)B<br />

52,6 ,2,B<br />

3,04 (2)B<br />

267(2)B<br />

Ln el momento 011 que se produjo ei primer celo tras el destete.<br />

Datos recogidos en el mismo mes que en ovejas destetadas.<br />

Letras minúsculas diferentes indican diferencias significativas tal menos de p < 0,05) entre ovejas que crían uno. dos o más corderos.<br />

Letras mayúsculas diferentes indican diferencias significativas (al menos de p < 0,051 entre ovejas destetadas y vacías.<br />

de un efecto año; así en ovejas de raza Rasa<br />

Aragonesa vacías hemos podido comprobar una mayor<br />

duración del anoestro estacionario en 1989 en relación<br />

a 1988 (FORCADA y ABECIA, datos no publicados),<br />

lo que unido a un anoestro de lactación en el<br />

presente ensayo ha podido incidir negativamente en<br />

lo que a la reactivación de la actividad sexual se refiere.<br />

Como referencia, en ovejas Rasa Aragonesa,<br />

COGNIE y cois. (1976) señalan un intervalo parto-primer<br />

celo detectado de cincuenta y seis días en época<br />

de actividad sexual.<br />

La edad al destete también se ha visto afectada por<br />

el número de corderos amamantados en ambas experiencias,<br />

lógicamente a favor de las ovejas de parto<br />

simple que fueron destetadas más precozmente<br />

(p < 0,01 y p < 0,05 para experiencias. 1 y 2).<br />

La tasa de ovulación observada en el primer celo<br />

tras el destete fue muy similar en ambas experiencias<br />

(1,64 y 1,67 cuerpos lúteos para experiencias 1 y 2) y<br />

además el número de corderos amamantados no ejerce<br />

efecto alguno sobre ella. Estos resultados podrían<br />

confirmar lo señalado muy recientemente por algunos<br />

autores en el sentido de la escasa influencia que un<br />

mayor o menor estímulo de amamantamiento tiene<br />

sobre la función luteal (MANDIKI y cois., 1988; WA-<br />

LLACE y cois., 1989). Por ello, y a la vista de las diferencias<br />

significativas que existen al determinar en el<br />

mismo momento la tasa de ovulación de ovejas Salz<br />

recién destetadas y vacías en ambas experiencias, podría<br />

pensarse que las primeras necesitan dos o tres<br />

ciclos tras el destete para recuperar el nivel ovulatorio<br />

propio de la época, al igual que sucede habitualmente<br />

al inicio de ia estación sexual con ovejas<br />

vacías (MONTGOMERY y cois., 1988; FORCADA<br />

y cois., 1989). Por otra parte, es posible que la mayor<br />

tasa de ovulación de las hembras vacías pueda estar<br />

mediatizada por su superior peso vivo y condición<br />

corporal, si bien estos factores parecen actuar más<br />

directamente en la rapidez con que se reactiva la plena<br />

actividad ovárica tras un período de anoestro<br />

(FORCADA y cois., 1989).<br />

En conjunto, y en las condiciones del presente ensayo,<br />

el ritmo reproductivo no parece afectar a los parámetros<br />

estudiados, por lo que serían necesarias pruebas<br />

ulteriores más amplias para cuantificar el posible<br />

efecto negativo de la intensificación sobre la prolificidad<br />

detectado por algunos autores.<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

COGNIE, Y. ; VALLS, M., y HALLANER, J.: Conocimiento de la<br />

duración del anoestro post-partum e influencia del momento<br />

del destete en la oveja Rasa Aragonesa. II Jornadas<br />

sobre ganado lanar. Huesca, 1976.<br />

FORCADA, R; SIERRA, I., y ABECIA, J. A.: Sexual activity<br />

and ovulation rate throughout the year in Rasa<br />

Aragonesa ewes with different body fat reserves. 40th<br />

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HOEKE, H., y VISSCHER, A. H.: Relationships between litter<br />

size and lambing percentage in an 8 month lambing system.<br />

38th Annual Meeting of the EAAP. Lisbon (Portugal),<br />

1987.


REACTIVACIÓN DE LA ACTIVIDAD OVARICA EN OVEJAS SALZ LACTANTES... 93<br />

MANDIKI, S. N. M.; BISTER, J. L.; DEMEYER, C, y PAGUAY,<br />

R.: Effects of suckling intensity on resumption of reproductive<br />

activity in Texel ewes. 3rd World Congress on<br />

Sheep and Beef Cattle Breeding. París. Vol. 2, 717-720,<br />

1988.<br />

MONTGOMERY, G. W.; SCOTT, I. C, y JOllNSTON'E. P. I).:<br />

«Seasonal changes in ovulation rato in Coopworth ewes<br />

maintained at different liveweights». Anlm. lieprod. ScL,<br />

17: 197-205, 1989.<br />

SIERRA, I.: «Formación de una nueva raza ovina sintética a<br />

partir de las razas Romanov v Rasa Aragonesa».<br />

Zootechnia, XXXI (1-2-3): 14-20, 1982.<br />

TCHAMITCHIAN, L.: Choix du momenl. el da ri/thmc de reproduction.<br />

Possibilités de la Génélique. 3rd World<br />

Congress on Sheep and Beef Cattle Breeding. París. Vol. 2,<br />

529-546, 1988.<br />

WALLACE, J. M. ; ROBINSON, J. J.. y AITKHW R. I'.:<br />

«Successful pregnancies after transl'er ol'embryos recovered<br />

from ewes induced to ovíllate; 24-29 days post partum».<br />

J. Reprod. FerL, 86: 627-635, 1989.


Comunicación<br />

Características de la canal de chivos Veratos sacrificados<br />

a los cuarenta y cinco días de edad<br />

M. T. Guillen*, P. L. Rodríguez**, A. I. Mayoral*, J. Tovar y S. Regodón**<br />

RESUMEN<br />

Tras el sacrificio a los cuarenta y cinco días de<br />

edad de 12 cabritos Veratos de ambos sexos y su correspondiente<br />

esquinado se ha procedido a evaluar<br />

diferentes parámetros de calidad de la canal. Los machos<br />

tienen un 48,5 de piezas de primera categoría,<br />

28,5% de segunda y 23% de tercera; las hembras, respectivamente,<br />

50,0, 26,8 y 23%. Las diferencias observadas<br />

resultaron ser significativas. De la importancia<br />

relativa de cada pieza se deduce un mayor<br />

desarrollo del tronco de las hembras a la edad de<br />

cuarenta días.<br />

INTRODUCCIÓN<br />

La canal caprina es semejante, a grandes rasgos, a<br />

la ovina con respecto a su morfología y rendimiento<br />

(4, 7); sin embargo, difiere en la composición tisular, y<br />

de modo especial en el contenido graso, que es ciertamente<br />

menor (6), hecho que en la cabra se justifica<br />

parcialmente por deposición tardía de la grasa (9).<br />

En el ámbito de las razas autóctonas, los estudios<br />

sobre las características de producción cárnica son<br />

muy limitados y se circunscriben, generalmente, a razas<br />

lecheras, en las que la producción de carne tiene<br />

un carácter complementario.<br />

Con el presente estudio se valora la aptitud sarcopoyética<br />

de una raza caprina de doble finalidad, la<br />

Verata.<br />

MATERIAL Y MÉTODOS<br />

Se han utilizado un total de 12 cabritos de ambos<br />

sexos, criados mediante lactancia natural; su sacrificio<br />

tuvo lugar a los cuarenta y cinco días de vida tras<br />

veinticuatro horas de ayuno y previamente se determinó<br />

el peso vivo de cada uno de los animales.<br />

Tras el sacrificio y oreo de la canal durante veinti-<br />

* Cátedra de Anatomía y Embriología.<br />

** Cátedra de Producción Animal. UNEX. Facultad de<br />

Veterinaria. Cáceres.<br />

cuatro horas en cámara frigorífica a 4.° C, se procedió<br />

a su esquinado, siguiendo la metodología propuesta<br />

por diversos autores para el ganado ovino (2, 3), valorándose<br />

los siguientes pesos y medidas:<br />

Pesos<br />

Canal, media canal, pierna, espalda, cuello, lomo,<br />

costillar craneal y costillar caudal.<br />

Medidas<br />

F (Longitud de la pierna). L (Longitud de la canal).<br />

G (Anchura de la grupa).<br />

A partir de estos parámetros se determinó el rendimiento<br />

canal (peso canal/peso vivo), el porcentaje que<br />

supone cada pieza respecto a la media canal (peso<br />

pieza/peso media canal), así como el rendimiento de<br />

las piezas agrupadas por categorías comerciales:<br />

pierna, lomo y costillar caudal (primera); espalda y<br />

costillar craneal (segunda), y cuello y pecho (tercera).<br />

Las medidas sirvieron para calcular el índice de compacidad<br />

de la canal (peso canal/L) y el índice de compacidad<br />

de la pierna (G/F).<br />

Se comprobó la existencia de diferencias significativas<br />

entre sexos para las distintas variables mediante<br />

el análisis de varianza a una vía. Finalmente se evaluó<br />

la interdependencia entre variables por un análisis<br />

de correlación lineal.<br />

RESULTADOS<br />

Los valores medios del peso vivo al sacrificio alcanzados<br />

son de 9,46 kg para los machos y 7,75 kg para<br />

las hembras (tabla I), similares a los indicados por (I)<br />

en la cabra Negra Serrana (9,68 kg en machos), aunque<br />

inferiores para el caso de las hembras (9,03 kg);<br />

ambas razas se manifiestan a su vez superiores a la<br />

mayoría de las razas lecheras españolas: Malagueña,<br />

en la que (8) encuentran que al cabo de cuarenta y<br />

dos días los machos pesan 9,1 kg, y Murciana, con 5,5<br />

kg a la misma edad y sexo (9).


96 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />

Tabla I<br />

Valores medios del peso vivo, de la canal y de la media<br />

canal para ambos sexos con la significación estadística de<br />

las diferencias<br />

Variable Machos Hembras<br />

Peso vivo 9.464,16 ± 210,30<br />

Peso canal 4.753,14 ± 141,30<br />

Peso media C... 2.399,81 ± 70,60<br />

** = p < 0.01. Cifras expresadas en gramos.<br />

7.749 ±355,52 17,23**<br />

3.920,97 ± 169,17 14,25**<br />

1.960,48 ± 84,58 15,89**<br />

Tras el sacrificio, el rendimiento comercial de la cañal<br />

obtenido fue prácticamente idéntico en ambos sexos:<br />

50,23% para los machos y 50,63% en las hembras<br />

(tabla I) y resultan ser ligeramente superiores a<br />

los indicados en razas caprinas lecheras: 48,2% en la<br />

Alpina Francesa (5) y 48,44% en la Granadina (11);<br />

sin embargo, en la raza Negra Serrana, de clara aptitud<br />

cárnica, los rendimientos comerciales son superiores:<br />

53,45% en machos y 52,98% en hembras (1).<br />

Desde este punto de vista la cabra Verata quedaría situada<br />

a mitad de camino entre las razas lecheras y<br />

las serranas de acuerdo con su doble aptitud.<br />

Los valores medios del peso correspondientes a las<br />

piezas comerciales se recogen en la tabla II.<br />

Lógicamente, y de acuerdo con su mayor tamaño, los<br />

machos aparecen siempre superiores a las hembras en<br />

este apartado, si bien en el caso del lomo y del costillar<br />

craneal las diferencias no llegan a ser significativas, lo<br />

que nos demostraría un mayor desarrollo relativo del<br />

tronco en estas últimas. Ello aparece confirmado en la<br />

tabla III, que refleja el peso relativo de cada pieza y se<br />

observa cómo el lomo, el costillar craneal y el costillar<br />

caudal tienen un mayor peso específico en las hembras.<br />

Una comparación de estos resultados es dificultosa,<br />

pues las experiencias recogidas en la bibliografía<br />

se limitan, generalmente, al estudio con machos.<br />

Tabla III<br />

Porcentaje que supone cada pieza respecto a la media<br />

canal<br />

Variable Machos Hembras<br />

Pierna 3,83 + 0,52 31,91+0,89<br />

Espalda 22,34 + 0,46 19,44 + 0,61<br />

Cuello 10,14 ±0,35 9.37 ±0,31<br />

Lomo 5,46 + 0,21 6,16 ±0,24<br />

C. craneal 4,73x0.24 5.02 ± 0,06<br />

C. caudal 1 1.64 ± 0.39 7.49 ± 0,38<br />

Pecho 11,64 ±0,39 11,65 ±0,36<br />

n.s. = no significativo. ** - p < 0.001.<br />

3,44 u.s.<br />

14,15**<br />

2.59 n.s.<br />

4,56 n.s.<br />

1.31 n.s.<br />

2,55 n.s.<br />

0,00 n.s.<br />

De los trabajo revisados, solamente (1) realiza su experiencia<br />

con ambos sexos, y si bien el patrón de despiece<br />

seguido ha sido diferente, el mayor porcentaje<br />

del apartado falda de las hembras (14,6% frente a<br />

11,8%); también indica un mayor desarrollo relativo<br />

del tronco femenino a la edad de cuarenta y cinco días.<br />

El agrupamiento por categorías comerciales (tabla II)<br />

arroja diferencias a favor de las hembras (50,02%) en<br />

la primera categoría y de los machos (28,54%) en la<br />

segunda, siendo similares (23%) respecto a la tercera.<br />

En cualquier caso, aun siguiendo métodos de esquinado<br />

diferentes, son valores semejantes a los de la<br />

Negra Serrana (1), Murciana-Granadina (6) o al propio<br />

ganado ovino (12).<br />

Finalmente, las medidas de la canal (tabla IV) vuelven<br />

a revelar el mayor desarrollo del sexo masculino<br />

frente al femenino y sitúan a la raza Verata con unos<br />

valores de L, F y G prácticamente idénticos a los de la<br />

Negra Serrana (1). De ello se deduce un índice de<br />

compacidad de la canal (L/peso canal) de 114,81 g/cm<br />

en machos y 96,71 g/cm en las hembras, inferiores a<br />

los indicados en la referida raza (144,71 y 141,24<br />

g/cm, respectivamente), que presenta una canal más<br />

Tabla II<br />

Valores medios de las diferentes piezas comerciales y su agrupación por categorías<br />

Variable Machos Hembras<br />

Pierna (1)<br />

Espalda (2)<br />

Cuello (3)<br />

Lomo (1)<br />

C. craneal (2).<br />

C. caudal (1)...<br />

Pecho (3)<br />

812,16 ±27,42<br />

537,00 ±23,01<br />

244,50 ±14,72<br />

130,66 ±4,55<br />

114,00 ±7,48<br />

161,00 ±5,72<br />

279,50 ± 12,61<br />

624,50 ± 27,97<br />

380,16 ± 16,59<br />

183,50 ±8,75<br />

120,16 ±4,11<br />

98,33 ±3,52<br />

145,50 ±3,64<br />

227,50 ±7,40<br />

22,95***<br />

30,54***<br />

12,67**<br />

2,91 n.s.<br />

3,58 n.s.<br />

5,21*<br />

12,63**<br />

Categoría<br />

%<br />

%<br />

Primera<br />

Segunda<br />

Tercera<br />

48,51 ±0,45<br />

28,54 ±0,31<br />

22,94 ±0,30<br />

50,02 ±0,32<br />

26,88 ±0,25<br />

23,08 ±0,18<br />

7,36*<br />

16,60**<br />

0,17 n.s.<br />

n.s. = no significativo. * = p < 0,05. ** = p < 0,001. *** = p < 0,001. Cifras expresadas en gramos o porcentaje, según el raso.


CARACTERÍSTICAS DE LA CANAL DE CHIVOS VERATOS SACRIFICADOS... 97<br />

Tabla IV<br />

Valores medios de las longitudes asociadas a la canal<br />

Variable<br />

F<br />

I<br />

G<br />

L/P canal<br />

G/F<br />

n.s. = no significativo.<br />

tros.<br />

Machos<br />

21,50 ±0.65<br />

41,53 ±0,30<br />

10,08 ±0.23<br />

114,81 ±3,70<br />

0,47 ± 0,01<br />

Hembras<br />

1 9,85 ± 0,69<br />

40,56 ± 0,55<br />

9,56 ±0,15<br />

95,97 ±2,63<br />

0,48 ± 0,00<br />

F<br />

2.97 n.s.<br />

2.32 n.s.<br />

3,28 n.s.<br />

12,44**<br />

0,74 n.s.<br />

densa (mayor peso con similar longitud). El índice de<br />

compacidad de la pierna (G/F) es de 0,46 en los machos<br />

y 0,48 en las hembras, prácticamente idénticos a<br />

los de la Negra Serrana. Respecto al ganado ovino, tomando<br />

como referencia el merino autóctono, si bien<br />

la compacidad de la pierna es similar (0,48), las canales<br />

son netamente más compactas (239 g/cm), tal y<br />

como se desprende de los datos de (13).<br />

Con todo ello se pone de manifiesto la buena aptitud<br />

cárnica de la raza Verata previamente apuntada<br />

en los estudios de crecimiento realizados por (10).<br />

Por último, se ha procedido a obtener la matriz de<br />

correlaciones lineales existentes entre las diferentes<br />

variables contempladas en el estudio (tabla V). Dado<br />

que lo interesante de estas relaciones es poder predecir<br />

valores a partir de un mínimo de mediciones, puede<br />

comprobarse cómo los dos valores que presentan<br />

una correlación más elevada respecto al resto de variables<br />

son el peso vivo y el peso de la canal. El peso<br />

de la canal y las medidas F, L y G deben determinarse<br />

a partir del peso vivo, de las que es buen predictor. El<br />

peso de las diferentes piezas, por su parte y como es<br />

lógico, muestra una correlación más alta con el peso<br />

de la canal, siendo este parámetro el predictor de<br />

elección; en este último caso se obtienen unas correlaciones<br />

altas, excepto, lógicamente, en el caso de las<br />

piezas antes aludidas, en las que el sexo induce diferencias.<br />

60i<br />

40-<br />

ZÉ<br />

Fig. 1.—Categorías comerciales.<br />

^nv'S<br />

HEMBRAS<br />

* = p < 0,05. ** = p < 0,001. Cifras exprés adas en céntimo-<br />

Fig. 2.—Porcentaje de piezas.<br />

Las ecuaciones asociadas se muestran a continuación:<br />

Peso canal = 209.303 + 0,479 peso vivo<br />

F = 11.161 + 0,001 peso vivo<br />

L = 34.780 + 0,0007 peso vivo<br />

G = 7.649 + 0,0002 peso vivo<br />

Pierna = —97.658 + 0,188 peso canal<br />

Espalda = -190.111 + 0,149 peso canal<br />

Cuello = —74.480 + 0,066 peso canal<br />

Lomo = 75.877 + 0,011 peso canal<br />

C. craneal = 13.737 + 0,021 peso canal<br />

C. caudal = 109.976 + 0,009 peso canal<br />

Pecho = 28.380 + 0,052 peso canal<br />

Tabla V<br />

Matriz de correlaciones entre los diferentes pesos y medidas de la canal<br />

1. P. vivo<br />

2. P. canal....<br />

3. Pierna<br />

4. Espalda....<br />

5. Cuello<br />

6. Lomo<br />

7. C. craneal.<br />

8. C. caudal..<br />

9. Pecho<br />

10. F<br />

11. L<br />

12. G<br />

1<br />

0,952<br />

0,899<br />

0,851<br />

0,818<br />

0,456<br />

0,769<br />

0,402<br />

0,804<br />

0,691<br />

0,705<br />

0,524<br />

1 10 11 12<br />

1<br />

0,908<br />

0,899<br />

0,885<br />

0,562<br />

0,759<br />

0,409<br />

0,810<br />

0,560<br />

0,618<br />

0,329<br />

1<br />

0,970<br />

0,954<br />

0,589<br />

0,729<br />

0,665<br />

0,934<br />

0,470<br />

0,509<br />

0,437<br />

1<br />

0,954<br />

0,625<br />

0,711<br />

0,646<br />

0,900<br />

0,448<br />

0,526<br />

0,390<br />

1<br />

0,602<br />

0,853<br />

0,584<br />

0,888<br />

0,317<br />

0,459<br />

0,265<br />

1<br />

0,309<br />

0,620<br />

0,672<br />

0,334<br />

0,177<br />

0,424<br />

1<br />

0,398<br />

0,750<br />

0,204<br />

0,493<br />

0,197<br />

1<br />

0,795<br />

0,026<br />

0,086<br />

0,378<br />

1<br />

0,397<br />

0,431<br />

0,461<br />

1<br />

0,710<br />

0,781<br />

1<br />

0,581 1


98 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

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agrupación caprina. Tesis doctoral. Facultad de<br />

Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid,<br />

1987.<br />

2. APARICIO, F.: Contribución al estudio de los caracteres<br />

productivos de una agrupación de ovinos de raza<br />

Merina Campiñesa en la comarca de Baena (Córdoba).<br />

Tesis doctoral. Facultad de Veterinaria de Córdoba,<br />

1976.<br />

3. BOCCARD, R., y DUMONT, B. L.: «Etude de la production<br />

de viande chez les ovins. Le decoupe des carcasses.<br />

Definition d'une decoupe de reference». Annales<br />

de Zootechnie, 3: 224-247, 1952.<br />

4. DEVENDRÁ, C, y OWEN, J. E.: «Aspectos cuantitativos<br />

y cualitativos de la producción de carne caprina».<br />

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5. MORAND-FEHR, P.; SAUVANT, D., y DUMONT, B. L.:<br />

Caracteristiques des carcasses et de la viande de<br />

chevreaux et reaction des consommateurs. Symposium<br />

sobre la cabra en los países mediterráneos, 338-348,<br />

1977. Málaga-Granada-Murcia.<br />

6. MORAND-FEHR, P.; BAS, P; SCHMIDELY, P, y HER-<br />

VIEU, J.: Facteurs influencant la qualité des carcasses<br />

de chevreaux et en particulier son etat d'engraissement.<br />

llémes Journes de la Recherche Ovine et<br />

Caprine, 236-252, 1986.<br />

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8. PEÑA, E; HERRERA, M.; SUBIRES, J., y APARICIO, J.<br />

B.: «Consumo de leche y crecimiento en peso vivo en<br />

chivos de raza Malagueña durante la fase; de lactación».<br />

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9. OWEN, J. E.; NORMAN, G. A.; PHILBROOKS, C. A., y<br />

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59-74, 1978.<br />

10. RODRÍGUEZ, P. L.: Contribución al estudio de la cabra<br />

Verata. Tesis doctoral, Universidad de Extremadura,<br />

1989.<br />

11. SANZ, R.; MUÑOZ, F. J.; LARA, L., y BOZA, J.: «Efectos<br />

del nivel de alimentación, clase de leche y edad en el<br />

desarrollo de cabritos de raza Granadina».<br />

Investigación Agraria. Producción y sanidad animales,<br />

2: 93-103, 1987.<br />

12. TOVAR, J. J.: Composición tisular y crecimiento relativo<br />

de órganos de corderos de raza Merina española.<br />

Tesis doctoral, Universidad de Córdoba, 1984.<br />

13. TOVAR, J. J.: «Conformación de canales de cordero de<br />

raza merina». Archivos de Zootecnia, 131: 41-48,<br />

1986.


Comunicación<br />

Estudio de los caracteres reproductivos<br />

de la oveja Rubia de El Molar<br />

M. Ibáñez*, J. Thos* y J. J. Urquía**<br />

RESUMEN<br />

Para conocer los parámetros reproductivos de la<br />

agrupación ovina Rubia de El Molar de la Comunidad<br />

de Madrid se han recogido datos en diferentes rebaños<br />

sobre un total de 770 ovejas.<br />

En los datos obtenidos se observa una mayor concentración<br />

de partos en los meses de noviembre y diciembre.<br />

Hemos calculado una fertilidad anual de<br />

0,85 (85%) con valores de 0,88 en cubriciones de febrero-marzo<br />

y 0,83 de junio-julio. La prolificidad media<br />

obtenida es de 1,24, con extremos de 1,28 en los<br />

partos de julio-agosto y 1,20 en los de noviembre-diciembre.<br />

El análisis de estas cifras nos señalan la ausencia<br />

de anoestro estacionario durante los meses de<br />

febrero y marzo en los animales controlados.<br />

SUMMARY<br />

Data from 770 Rubia de El Molar ewes included in<br />

several flocks were obtained to know the reproductive<br />

rates.<br />

Data shows a lambing concertation in november<br />

and december. The annual conception rote was 85%,<br />

raising 88% for ewes maited in february-march and<br />

83% in june-july. Lambs born per lambing ewe averaged<br />

1,24, raising 1,28 in july-august period and 1,20<br />

in november-december. This results suggets that seasonal<br />

anoestrus in february-march does not appear in<br />

these ewes.<br />

INTRODUCCIÓN<br />

La agrupación Rubia de El Molar está constituida<br />

por ovinos muy rústicos y poco estudiados hasta el<br />

momento actual, que se explotan en régimen de pastoreo<br />

ocupando zonas de la sierra de la Comunidad<br />

de Madrid. Los censos actuales disponibles indican<br />

* Departamento de Producción Animal. Facultad de<br />

Veterinaria de Madrid.<br />

* Consejería de Agricultura y Cooperación. Comunidad de<br />

Madrid.<br />

unas 6.500 hembras reproductoras en pureza y una<br />

cantidad superior de animales cruzados (M. IBÁÑEZ,<br />

1990).<br />

El escaso número de efectivos que en la actualidad<br />

posee esta agrupación, por un lado, y el interés en<br />

mantener y potenciar esta ganadería fuertemente ligada<br />

al medio, por otro, nos plantean la urgente necesidad<br />

de llevar a cabo un estudio de las posibilidades<br />

productivas de estos animales para un mejor<br />

aprovechamiento de todos los recursos disponibles.<br />

Un especial interés tiene en este contexto el conocimiento<br />

de sus caracteres reproductivos.<br />

El presente trabajo constituye una primera<br />

aportación en este sentido, basada, por un lado, en experiencias<br />

concretas y, por otro, en la información recabada<br />

a través de controles efectuados a nivel de explotación.<br />

MATERIAL Y MÉTODOS<br />

1. Material animal<br />

El estudio se ha realizado, por una parte, controlando<br />

el proceso reproductivo del rebaño experimental<br />

que la Comunidad de Madrid posee en Valdetorres<br />

del Jarama. Este rebaño consta de 140 hembras adultas<br />

pertenecientes a la agrupación ovina Rubia de El<br />

Molar.<br />

Por otra, se han recogido datos reproductivos de<br />

tres rebaños explotados actualmente en tres municipios<br />

de la zona donde la Rubia de El Molar se sigue<br />

manteniendo en pureza, con un total de 630 ovejas<br />

controladas.<br />

2. Metodología<br />

Con el rebaño experimental se realizaron controles<br />

de cubrición y resultados de partos durante dos años<br />

en las distintas épocas, estudiándose fertilidad, prolificidad<br />

y fecundidad.<br />

Los controles realizados en los rebaños de la zona<br />

de localización de la Rubia de El Molar fueron los


100 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />

Tabla I<br />

Rubia de El Molar (ovejas adultas). Porcentaje de partos<br />

según época del año<br />

Julio-agosto<br />

Noviembre-diciembre.<br />

Rebaño exp. (%) Otros reb. (%)<br />

37<br />

63<br />

41<br />

59<br />

mismos que para el rebaño experimental durante un<br />

período de un año.<br />

En ambos casos los animales estuvieron sometidos<br />

a un régimen de un parto anual, obteniendo dos parideras<br />

al año, una en verano (julio y agosto) y otra en<br />

otoño-invierno (noviembre y diciembre), de manera<br />

que las cubriciones tienen lugar dos veces al año. Los<br />

machos permanecen con las hembras durante los períodos<br />

de cubrición que tienen lugar en los meses de<br />

febrero-marzo y junio-julio.<br />

La alimentación que se les suministró a estas ovejas<br />

podemos considerarla como de usual en la zona, a base<br />

de salidas a pasto durante todo el año, excepto durante<br />

el primer mes de lactación. Se suministra paja a<br />

voluntad eri'el establo, complementando en ocasiones<br />

con heno de alfalfa. Asimismo se dan suplementos alimenticios<br />

a base de cereales o piensos quince-veinte<br />

días antes de la cubrición, al ñnal de la gestación y<br />

durante la lactancia.<br />

RESULTADOS Y DISCUSIÓN<br />

1. Distribución de partos<br />

Tanto en el rebaño experimental como en los otros<br />

rebaños estudiados, el mayor número de partos corresponde<br />

a cubriciones de junio-julio que abocan a<br />

partos de noviembre-diciembre. Así, obtenemos valores<br />

del 63% para el rebaño experimental y del 59%<br />

para el conjunto de los otros rebaños durante esta paridera.<br />

Estos datos se encuentran representados en las tablas<br />

I y II. En ellos se pone de manifiesto la distribución<br />

estacional de los partos a lo largo del año, señalando<br />

que por intereses de comercialización no se<br />

desean partos en otras épocas.<br />

En efecto, la venta de corderos se centra en la épo-<br />

Noviembre..<br />

Diciembre...<br />

Julio<br />

Agosto<br />

Tabla II<br />

Rubia de El Molar. Distribución de partos<br />

Rebaño<br />

experimental<br />

39<br />

24<br />

17<br />

20<br />

Otros<br />

rebaños<br />

37<br />

22<br />

19<br />

22<br />

Media<br />

38<br />

23<br />

18<br />

21<br />

Comparación<br />

entre rebaños<br />

NS<br />

NS<br />

NS<br />

NS<br />

Tabla III<br />

Rubia de El Molar. Fertilidad<br />

Fertilidad<br />

anual<br />

Cubriciones<br />

Febrero-marzo<br />

Junio-julio<br />

Rebaño<br />

experimental<br />

Adultas 0,82 0,91 0,76<br />

Corderas 0,58 0,60 0.56<br />

Otros rebaños<br />

(adultas)<br />

R-l 0,77 0,77 0,76<br />

R-2 0,91 0,93 0,90<br />

R-3 0,89 0,91 0,87<br />

Media 0,86 0,88 0,85<br />

Media general<br />

ponderada 0,85 0,88 0,83<br />

Comparación de medias (ovejas adultas):<br />

Entre rebaños (experimental-otros rebaños): NS.<br />

Rebaño experimental (según época de cubrición): p < 0,05.<br />

Otros rebaños (M) (según época de cubrición): NS.<br />

ca veraniega (15 de julio-15 de septiembre) con una<br />

fuerte demanda de lechales como causa de las fiestas<br />

muy numerosas en todos los pueblos de la sierra y del<br />

gran número de visitantes y turistas que se mueven<br />

por la zona en esta época. Todo ello da lugar a un importante<br />

consumo que es el responsable de esta demanda<br />

estacional. También en la época navideña el<br />

lechal de esta zona tiene la consideración de «plato<br />

casi obligado», originando el mismo efecto sobre el<br />

consumo que en el caso anterior.<br />

Las parideras se concentran durante los meses de noviembre<br />

(38% del total de los partos anuales), diciembre<br />

(23%), julio (18%) y agosto (21%). Estos datos coinciden<br />

sólo parcialmente con los indicados por S. BELDA y<br />

S. TRUJILLANO (1986), según los cuales las parideras<br />

aparecen concentradas en otoño y primavera.<br />

Las diferencias de valores entre los partos de julioagosto<br />

y de noviembre-diciembre no son significativas<br />

si comparamos el rebaño experimental con el conjunto<br />

de los otros rebaños (tabla II), cosa totalmente lógica,<br />

ya que el manejo está dirigido en ambos casos<br />

hacia la obtención de los partos en estas épocas concretas.<br />

La concentración más alta de partos se da en noviembre<br />

en ambos casos (39 y 37% para el rebaño experimental<br />

y otros rebaños, respectivamente), estando<br />

muy por encima de las concentraciones de partos<br />

obtenidas en otros meses del año (tabla II). Las cifras<br />

más bajas corresponden al mes de julio, con un 17%<br />

de los partos para el rebaño experimental y un 19%<br />

para el conjunto «otros rebaños».<br />

La Rubia de El Molar es considerada por los ganaderos<br />

de la zona como una oveja que no presenta parada<br />

sexual en los meses de febrero-marzo, con lo


ESTUDIO DE LOS CARACTERES REPRODUCTIVOS DE LA OVEJA RUBIA DE EL MOLAR 101<br />

Tabla IV<br />

Rubia de El Molar. Prolificidad<br />

Tabla V<br />

Rubia de El Molar. Fecundidad<br />

Fertilidad<br />

anual<br />

Cubriciones<br />

Febrero-marzo<br />

Junio-julio<br />

Fecundidad<br />

anual<br />

Cubrición as<br />

Febrero-marzo<br />

Junio-julio<br />

Rebaño<br />

experimental<br />

Adultas<br />

1,16<br />

1,18<br />

1,14<br />

Rebaño<br />

experimental<br />

Adultas<br />

0,95<br />

1,07<br />

0,87<br />

Otros rebaños<br />

(adultas)<br />

R-1 ........<br />

R-2<br />

R-3<br />

Media<br />

Media general<br />

ponderada<br />

1,15<br />

1,36<br />

1,19<br />

1,25<br />

1,24<br />

1,24<br />

1,38<br />

1,26<br />

1,31<br />

1,28<br />

1,08<br />

1,34<br />

1,14<br />

1,21<br />

1,20<br />

Otros rebaños<br />

(adultas)<br />

R-1<br />

R-2<br />

R-3<br />

Media<br />

Media general<br />

ponderada<br />

0,89<br />

1,24<br />

1,06<br />

1,08<br />

1,05<br />

0,95<br />

¡.28<br />

1,15<br />

1,15<br />

1,13<br />

0,82<br />

1,21<br />

0,99<br />

1,03<br />

1,00<br />

Comparación de medias (ovejas adultas):<br />

Media general ponderada (según época de cubrición): NS.<br />

cual la tienen conceptuada como una oveja capaz de<br />

parir en cualquier época del año. Por los resultados<br />

obtenidos en nuestro trabajo se puede constatar esta<br />

afirmación popular, ya que los partos obtenidos en el<br />

mes de agosto procedentes de cubriciones de marzo<br />

son bastante elevados (21% de media), lo que demuestra<br />

una buena actividad sexual durante lo que<br />

teóricamente sería una clara época de anoestro estacional.<br />

En buena lógica podemos suponer que asimismo<br />

existirá una buena actividad sexual durante los meses<br />

de abril y mayo, aunque no hemos podido constatarlo<br />

dado el escaso interés que tienen, para los ganaderos<br />

de estas zonas, las cubriciones durante estos meses.<br />

2. Fertilidad anual<br />

Los resultados obtenidos aparecen reflejados en la<br />

tabla III. El número de partos por hembra y año en la<br />

Rubia de El Molar varía muy poco según los rebaños<br />

estudiados. Ello es debido fundamentalmente a que<br />

los ganaderos aplican un manejo reproductivo dirigido<br />

hacia la consecución de un parto anual. La cifra de<br />

0,82 partos por hembra y año para el rebaño experimental<br />

y 0,86 partos por hembra y año en el conjunto<br />

de los «otros rebaños» nos parecen francamente bajas<br />

comparándolas con las de otras explotaciones ovinas,<br />

cuanto más para una oveja que ofrece notables<br />

posibilidades reproductivas en función de un anoestro<br />

estacionario que no hemos podido evidenciar.<br />

En efecto, los resultados nos indican que con cubriciones<br />

de febrero-marzo (unos sesenta días de cubrición,<br />

que incluyen como máximo un potencial de trescuatro<br />

celos) se consiguen fertilidades de 0,91 para el<br />

rebaño experimental y de 0,88 para el conjunto de<br />

«otros rebaños» que hemos de considerar como de<br />

muy satisfactorias. A su vez son demostrativas de una<br />

buena actividad sexual de estas ovejas en unos meses<br />

en que, para otras razas y en otras condiciones, serían<br />

de típico anoestro estacionario (SIERRA, 1970, y<br />

FOLCH, 1983).<br />

Las cifras de fertilidad obtenidas en las cubriciones<br />

de junio-julio (0,76 y 0,85, respectivamente para el<br />

rebaño experimental y el conjunto «otros rebaños»),<br />

son notablemente más bajas que las de febrero-marzo,<br />

pudiendo incidir en ello, entre otros factores, la<br />

inclusión en el conjunto de ovejas a cubrir de las que<br />

fallaron en la cubrición anterior.<br />

En la tabla III se observa la gran diferencia existente<br />

entre las cifras de fertilidad anual obtenidas para<br />

las corderas del rebaño experimental respecto a las<br />

adultas. Estas cifras son considerablemente más bajas,<br />

con valores de 0,60 para cubriciones de febreromarzo<br />

y de 0,56 para las de junio-julio.<br />

Si comparáramos los resultados obtenidos entre rebaños<br />

para hembras adultas según la época de cubrición<br />

(tabla III) observamos que la actividad sexual se<br />

mantiene bastante uniforme en uno y otros, no existiendo<br />

diferencias significativas. Por el contrario, sí<br />

encontramos diferencias (p < 0,05) entre las cubriciones<br />

de junio-julio y febrero-marzo del rebaño experimental.<br />

De igual modo ocurre en la comparación realizada<br />

con la media obtenida de los otros rebaños<br />

estudiados, que sin presentar diferencias significativas,<br />

sí se han obtenido valores más altos de fertilidad<br />

en las cubriciones de febrero-marzo con relación a las<br />

de junio-julio (0,88 y 0,85, respectivamente).<br />

Esta actividad sexual, relativamente elevada en febrero-marzo,<br />

que aprovechan muy bien los ganaderos<br />

de la zona para cubrir sus objetivos de partos en pleno<br />

verano, nos pone de manifiesto la ausencia de anoestro<br />

estacionario en estas ovejas y en las condiciones<br />

expuestas. Este dato, de notable interés para esta<br />

agrupación, merece ser estudiado en profundidad para<br />

perfilar su alcance y trascendencia.


102 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />

3. Prolificidad 4. Fecundidad<br />

En el rebaño experimental la prolificidad más alta<br />

se produce en las cubriciones de febrero-marzo (partos<br />

de verano), seguida de las efectuadas durante junio-julio<br />

(partos de otoño-invierno), con cifras de 1,18<br />

y 1,14 corderos nacidos por parto, respectivamente<br />

(tabla IV).<br />

En cuanto a los valores hallados en otros rebaños,<br />

asimismo comprobamos que no existen grandes diferencias<br />

entre los índices de prolificidad obtenidos en<br />

cubriciones de febrero-marzo con 1,24 y 1,26, y de junio-julio,<br />

con 1,08, y 1,14, para las ganaderías de<br />

Pedrezuela y El Vellón, respectivamente, mientras<br />

que en el rebaño de El Molar hemos obtenido unos índices<br />

de prolificidad más altos (1,38 y 1,34 para las<br />

cubriciones de febrero-marzo y junio-julio, respectivamente).<br />

En cualquier caso existe un índice más alto<br />

para los partos de verano, como ocurre en el caso del<br />

rebaño experimental.<br />

En general podemos hablar de una prolificidad media<br />

de 1,24 para hembras adultas. Estos datos de prolificidad<br />

coinciden básicamente con los proporcionados<br />

por S. BEfeDA y S. TRUJILLANO (1986) para la misma<br />

agrupación ovina, que denominan Rubia de Somosierra,<br />

siendo de 1,20 corderos nacidos por parto.<br />

URARTE y cois. (1985) indican para la Lacha, variedad<br />

Cara Rubia, y para ovejas jóvenes valores algo inferiores<br />

(1,07 a 1,15), mientras que LÓPEZ SÁNCHEZ<br />

(1987) nos dice que la prolificidad en ovejas adultas<br />

de raza Lacha, variedad Cara Negra, es algo superior<br />

(1,19 a 1,30). Asimismo, MARÍA LEVRIÑO (1988) observa<br />

un valor de 1,23 para ovejas adultas mayores<br />

de tres años de raza Lacha, indicando que la prolificidad<br />

de estas ovejas es en general baja.<br />

Respecto a la raza Manchega, SÁNCHEZ BELDA y<br />

SÁNCHEZ TRUJILLANO (1986) indican una prolificidad<br />

para las razas Churra y Manchega algo superior<br />

(1,4) que la indicada por nosotros para la Rubia de El<br />

Molar.<br />

Las cifras de prolificidad que hemos encontrado en<br />

la Rubia de El Molar, más altas en partos de julioagosto<br />

(1,28) que las correspondientes a partos de noviembre-diciembre<br />

(1,20), son claramente indicativas<br />

de la ya comentada ausencia de anoestro estacionario<br />

en febrero y marzo.<br />

En la tabla V se exponen los resultados obtenidos<br />

en relación a la fecundidad anual, en cubriciones de<br />

febrero-marzo y de junio-julio, en los distintos rebaños.<br />

Observamos que no se sobrepasa la cifra de un<br />

cordero por hembra y año, resultando ser en ocasiones<br />

tan sólo de 0,87 (cubriciones de verano en el rebaño<br />

experimental de la Comunidad de Madrid).<br />

Efectuando un análisis global sobre los índices reproductivos<br />

evidenciados para nuestros rebaños de<br />

Rubia de El Molar con los actuales sistemas de explotación<br />

y manejo, constatamos unos bajísimos resultados<br />

reproductivos. Tan sólo 1,05 corderos obtenidos<br />

por hembra y año para una oveja que, en contraste<br />

con ello, muestra una buena actividad sexual en febrero-marzo,<br />

evidenciando unas grandes posibilidades<br />

de intensificación reproductiva que de implantarse<br />

exigirían algunos cambios en el sistema actual de<br />

manejo de estos rebaños.<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

FOLCH, J.: Estacionalidad sexual del morueco. Influencia de<br />

la época de nacimiento. Symp. sobre reprod. de ovinos y<br />

bovinos de carne. Zaragoza, 1979, 177-206,1983.<br />

IBAÑEZ, M.: Estudio etnológico y productivo de la agrupación<br />

ovina rubia de El Molar. Tesis doctoral. Facultad de<br />

Veterinaria. U. C. Madrid, 1990.<br />

LÓPEZ SÁNCHEZ, M.: Calidad de la canal y de la carne en<br />

los tipos lechal, ternasco y cordero de raza Latxa y estudio<br />

de su desarrollo. Tesis doctoral. Universidad de<br />

Zaragoza, 1987.<br />

MARÍA LEVRIÑO, G. A.: Estudio y puesta a punto de un método<br />

simplificado de control lechero cualitativo en la raza<br />

ovina Latxa y su inclusión en el plan de selección. Tesis<br />

doctoral. Facultad Veterinaria, Zaragoza, 1988.<br />

SÁNCHEZ BELDA, A., y SÁNCHEZ TRUJILLANO, M. C:<br />

Razas ovinas españolas. Ministerio de Agricultura, Pesca<br />

y Alimentación, 1986.<br />

SIERRA, I.: «Mejora de la fertilidad y prolificidad en la oveja<br />

de raza Rasa Aragonesa». Zootechnia, XIX (1-2): 9-29,<br />

1970.<br />

URARTE, E.; GABINA, D., y ARRANZ, J.: «El ovino de leche<br />

en la Comunidad Autónoma del País Vasco». One. Esp.<br />

Ovino, 1, 1985.


Comunicación<br />

Producción de leche durante el período de ordeño<br />

de la oveja Eubia de El Molar<br />

M. Ibáñez*, J. Thos* y J. J. Urquía**<br />

RESUMEN<br />

Hemos controlado la producción lechera de un lote<br />

de ovejas pertenecientes a la agrupación Rubia de El<br />

Molar. Los resultados obtenidos nos indican que la<br />

cantidad de leche ordeñada decrece desde el primer<br />

control diario al último, variando desde 1.016,3 mi en<br />

el primero hasta 493,3 mi en el cuarto, con un intervalo<br />

entre ambos de noventa días. Se observa una<br />

producción media estandarizada de 760 mi por oveja<br />

y día.<br />

SUMMARY<br />

Milk production ivas recordedfor a Rubia de El Molar<br />

flock. Results show a decrease of daily milk yield<br />

from the first control (1,016 kg) to fourth (0,493 kg),<br />

with 90 days between. The average standardized<br />

yield was 0,760 kg/ewe/day.<br />

INTRODUCCIÓN<br />

La agrupación ovina Rubia de El Molar, ubicada en<br />

la zona norte y este de la Comunidad de Madrid, está<br />

constituida por efectivos rústicos, bien adaptados al<br />

medio y de clara vocación lechera, cuya explotación<br />

está muy arraigada en la zona con vistas a la obtención<br />

de lechales muy cotizados y la subsiguiente producción<br />

de leche. Se trata de unos ovinos eumétricos<br />

y sublongilíneos de lana basta y con típicas pigmentaciones<br />

rubias en cabeza y extremidades (IBAÑEZ y<br />

cois., 1987).<br />

El objetivo que nos hemos planteado en el presente<br />

trabajo consiste en conocer los parámetros de producción<br />

lechera de esta agrupación, que se explota<br />

dentro de un sistema tradicional, con vistas a tener<br />

una primera información que nos sirva como punto<br />

de partida en posteriores estudios con el fin de mejorar<br />

sus producciones lecheras.<br />

* Departamento de Producción Animal. Facultad de Veterinaria.<br />

Madrid.<br />

* Consejería de Agricultura y Cooperación. Comunidad de<br />

Madrid.<br />

MATERIAL Y MÉTODOS<br />

Material animal<br />

Se ha controlado la lactación de un grupo de ovejas<br />

pertenecientes a la agrupación Rubia de El Molar, todas<br />

ellas integradas en el rebaño que la Comunidad<br />

de Madrid viene manteniendo y seleccionando en Valdetorres<br />

del Jarama.<br />

Las lactaciones estudiadas correspondieron a los<br />

partos obtenidos en verano (julio) y otoño (noviembre)<br />

del año 1987. Se estudiaron los siguientes lotes de<br />

animales:<br />

— 15 ovejas de primer parto de la paridera de otoño<br />

(edad media al primer parto de veintiséis meses).<br />

— 51 ovejas adultas de parto sencillo, agrupadas<br />

de la siguiente manera:<br />

• 22 ovejas de la paridera de verano.<br />

» 29 ovejas de la paridera de otoño.<br />

— 10 ovejas adultas de parto doble de la paridera<br />

de verano.<br />

La alimentación fue la que habitualmente se utiliza<br />

en la zona: salidas a pasto complementadas con heno<br />

de alfalfa, cebada y paja a voluntad. En todo momento<br />

se ofrecieron niveles de complementación que garantizan<br />

las necesidades del ganado.<br />

Metodología<br />

El método utilizado es el seguido para el control lechero<br />

en la raza Manchega, que corresponde al método<br />

«A» del reglamento internacional, registrándose<br />

los dos ordeños del día para la cantidad de leche ordeñada<br />

y el porcentaje de grasa y proteína por oveja.<br />

Se efectuaron controles mensuales, centrándose el<br />

primero de ellos en el día 50.° después del parto.<br />

En cada uno de dichos controles se registró la cantidad<br />

de leche obtenida individualmente en cada ordeño<br />

(mañana y tarde), recogiéndose al mismo tiempo<br />

muestras de leche que se ordenaron y etiquetaron<br />

con el número del animal y la fecha de control para<br />

ser posteriormente analizadas en el laboratorio.


104 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

Tabla I<br />

Rubia de El Molar.<br />

Producción media de leche, grasa y proteína por control y día<br />

CONTROL<br />

1<br />

CONTROL 2<br />

CONTROL 3<br />

CON<br />

T R O L<br />

4<br />

GRUPO A<br />

Primal as<br />

n<br />

m<br />

dt<br />

cv<br />

e<br />

LECHE<br />

GRASA<br />

(mi) | (%)<br />

15 ]15<br />

818 | 5,133<br />

258,6831 1,535<br />

0,3161 0,299<br />

6G,792| 0,396<br />

PROTE.<br />

15<br />

4,993<br />

0,198<br />

0,040<br />

0,051<br />

LECHE<br />

(mi)<br />

15<br />

790<br />

276,509<br />

0,350<br />

71,394<br />

GRASA<br />

(7„)<br />

15<br />

5,353<br />

1,112<br />

0,350<br />

71,394<br />

PROTE.<br />

(7.)<br />

15<br />

5<br />

0,131<br />

0,062<br />

0,034<br />

LECHE<br />

(mi)<br />

15<br />

564<br />

179,794<br />

0,319<br />

46,423<br />

GRASA<br />

(7.)<br />

15<br />

6,060<br />

0,639<br />

0,105<br />

0,165<br />

PROTE.<br />

(%)<br />

15<br />

5<br />

0,251<br />

0,050<br />

0,065<br />

LECHE<br />

(mi)<br />

15<br />

446,667<br />

172,987<br />

0,387<br />

44,665<br />

GRASA<br />

(7„)<br />

15<br />

6,920<br />

1,429<br />

0,207<br />

0,369<br />

PROTE.<br />

(7.)<br />

15<br />

5,060<br />

0,216<br />

0,04 3<br />

0,056<br />

GRUPO B<br />

Adul 1 as de part o<br />

simp]e<br />

n<br />

m<br />

di.<br />

rv<br />

e<br />

51 ¡51<br />

1.067,840 4,939<br />

310 1,150<br />

0,290 0,233<br />

43,452 0,161<br />

51<br />

5,110<br />

0,259<br />

0,050<br />

0,036<br />

51<br />

796,863<br />

281,805<br />

0,354<br />

39,461<br />

51<br />

5,524<br />

0,975<br />

0,177<br />

0,137<br />

51<br />

5,124<br />

0,230<br />

0,045<br />

0,032<br />

51<br />

656,471<br />

257,401<br />

0,392<br />

36,043<br />

51<br />

6,416<br />

1,118<br />

0,174<br />

0,157<br />

51<br />

5,151<br />

0,263<br />

0,051<br />

0,037<br />

51<br />

520,784<br />

196,325<br />

0,377<br />

27,491<br />

51<br />

7,445<br />

1,628<br />

0,219<br />

0,228<br />

51<br />

5,153<br />

0,294<br />

0,057<br />

0,041<br />

Adul t as de part f<br />

simple (verano)<br />

n<br />

m<br />

dt<br />

cv<br />

e<br />

22 22<br />

985,000 5,682<br />

245,837 1,022<br />

0,275 0,180<br />

52,413 0,218<br />

22<br />

5,041<br />

0,156<br />

0,031<br />

0,033<br />

22<br />

671,818<br />

200,158<br />

0,298<br />

42,674<br />

22<br />

5,532<br />

1,099<br />

1,199<br />

0,234<br />

22<br />

5,055<br />

0,150<br />

0,300<br />

0,320<br />

22<br />

544,091<br />

190,754<br />

0,351<br />

40,670<br />

22<br />

6,600<br />

1,169<br />

0,177<br />

0,249<br />

22<br />

5,064<br />

0,126<br />

0,028<br />

0,027<br />

22<br />

425,909<br />

123,661<br />

0,290<br />

26,365<br />

22<br />

0,104<br />

1,136<br />

0,140<br />

0,242<br />

22<br />

5,064<br />

0,126<br />

0,025<br />

0,027<br />

Adultas de par l o<br />

simple (i nvi'.'l n< >)<br />

n<br />

m<br />

dt<br />

cv<br />

e<br />

29 ¡29<br />

1.198,970 4,376<br />

292,139 0,904<br />

c '244i 0-207<br />

54,249 0,168<br />

29<br />

5,162<br />

0,307<br />

0.059<br />

0,057<br />

29<br />

891,724<br />

300,263<br />

0,337<br />

55,757<br />

29<br />

5,517<br />

0,890<br />

0,161<br />

0,165<br />

29<br />

5,176<br />

0,267<br />

0;052<br />

0,050<br />

29<br />

741,724<br />

271,241<br />

0 ; 3GG<br />

50,368<br />

29<br />

6,276<br />

1,078<br />

0,172<br />

0,200<br />

29<br />

5,217<br />

0,317<br />

0,061<br />

0,059<br />

29<br />

592,756<br />

211,945<br />

0,358<br />

39,357<br />

29<br />

6,94 5<br />

1„779<br />

0,256<br />

0,330<br />

29<br />

5,217<br />

0,317<br />

0,061<br />

0,059<br />

Tabla II<br />

Rubia de El Molar.<br />

Producción media de leche, grasa y proteína por control y día<br />

GRUPO C<br />

Adultas 4 Prima]as n<br />

(parto simple) m<br />

dt<br />

cv<br />

Grupo D<br />

Adult as de parlo<br />

doble<br />

Grupo E<br />

Rebaño tipo<br />

(A + B + D)<br />

n<br />

m<br />

cít<br />

cv<br />

dt<br />

cv<br />

CON<br />

LECHE<br />

(m! ) 1<br />

66 1<br />

1.011,0601<br />

315.G20I<br />

0,3121<br />

38,8501<br />

1<br />

1<br />

10 ¡<br />

1.051<br />

304,611<br />

0/290<br />

96,326<br />

1<br />

1<br />

76 1<br />

1.016,3201<br />

312,4951<br />

0,3071<br />

35,84 6 1<br />

1<br />

T R O L<br />

GRASA<br />

(X) 1<br />

66 1<br />

4,9831<br />

1,2381<br />

0,2481<br />

0,1521<br />

1<br />

1<br />

io ¡<br />

5,330<br />

1,039<br />

0,182,<br />

0,328¡<br />

1<br />

1<br />

76 1<br />

5,0791<br />

1,2321<br />

0,2431<br />

0,1411<br />

1<br />

1<br />

PROTE.<br />

(%)<br />

66<br />

5,083<br />

0,250<br />

0,049<br />

0,031<br />

10<br />

5,270<br />

0,419<br />

0,080<br />

0,133<br />

76<br />

5,108<br />

0,281<br />

0,055<br />

0,032<br />

CONTROL<br />

I<br />

LECHE GRASA<br />

(mi) 1<br />

66 1<br />

795,3031<br />

278,5031<br />

0,3501<br />

34,2811<br />

10 ¡<br />

756<br />

299,711<br />

0,396<br />

94,777|<br />

1<br />

1<br />

76 1<br />

790,1321<br />

279,6071<br />

0,3541<br />

32,0731<br />

1<br />

CU<br />

I<br />

PROTE.<br />

i<br />

66 1<br />

5,4851<br />

1,002 1<br />

0,1831<br />

0,1231<br />

1<br />

1<br />

10<br />

5,710<br />

0,510<br />

0,096<br />

0,161<br />

1<br />

1<br />

76 1<br />

5,464!<br />

0,9511<br />

0,1741<br />

0,1091<br />

¡<br />

2<br />

(7„)<br />

66<br />

5,095<br />

0,217<br />

0,043<br />

0,027<br />

10<br />

5,120<br />

0,169<br />

0,033<br />

0,053<br />

76<br />

5,099<br />

0,211<br />

0,410<br />

0,024<br />

CON<br />

LECHE<br />

(mi)<br />

66<br />

635,455<br />

243,830<br />

0,384<br />

30,013<br />

10<br />

555<br />

192,368<br />

0,347<br />

60,832<br />

76<br />

624,868<br />

238,151<br />

0,381<br />

27,318<br />

T R O L<br />

GRASA<br />

(%) 1<br />

66 1<br />

6,3351<br />

1,0361<br />

0,1641<br />

0,1271<br />

1<br />

io ¡<br />

6,100<br />

1,566<br />

0,257<br />

0,495¡<br />

1<br />

1<br />

76 1<br />

6,304 1<br />

1,1091<br />

0,1761<br />

0,1271<br />

1<br />

3<br />

PROTE.<br />

(%)<br />

66<br />

5,117<br />

0,266<br />

0,052<br />

0,033<br />

10<br />

5,180<br />

0,169<br />

0,033<br />

0,053<br />

76<br />

5,125<br />

0,255<br />

0,050<br />

0,029<br />

CON<br />

(mi) 1<br />

66 1<br />

503,9391<br />

192,5451<br />

0,3821<br />

23,7011<br />

1<br />

10 ¡<br />

423<br />

130,559<br />

0,309<br />

41.286J<br />

1<br />

1<br />

76 1<br />

493,2891<br />

186,9071<br />

0,3761<br />

21,4401<br />

1<br />

T R O L<br />

LECHE ¡ GRASA ¡ PROTE.<br />

(%) 1<br />

66 1<br />

7,3261<br />

1,5901<br />

0,2171<br />

0,1961<br />

1<br />

10 ¡<br />

7,650<br />

1,239<br />

0,162<br />

0,392<br />

!<br />

1<br />

76 1<br />

7,3681<br />

1,5451<br />

0,2101<br />

0,1771<br />

1<br />

4<br />

(7„)<br />

66<br />

5,132<br />

0,280<br />

0,055<br />

0,034<br />

10<br />

5,040<br />

0,117<br />

0,023<br />

0,037<br />

76<br />

5,120<br />

0,265<br />

0,052<br />

0,030<br />

RESULTADOS Y DISCUSIÓN<br />

Los resultados obtenidos, expresados en producción<br />

media de leche por control y día, aparecen en las tablas<br />

I y II. En dichas tablas las ovejas han sido agrupadas<br />

por edad y tipo de parto de la siguiente manera:<br />

— Grupo A: Primalas (todas ellas de parto simple).


PRODUCCIÓN DE LECHE DURANTE EL PERIODO DE ORDEÑO DE LA OVEJA RUBIA... 105<br />

LAAXI &$sm¿gg<br />

Parta s&epto<br />

VZZZZZk Aéuttse<br />

Psrto dobla<br />

— PrbaaisB<br />

"•**


106 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

GRUPO<br />

GRUPO<br />

GRUPO<br />

GRUPO<br />

GRUPO<br />

GRUPO<br />

GRUPO<br />

GRUPO<br />

Tabla V<br />

Rubia de El Molar.<br />

Producción de leche (comparación entre grupos)<br />

A/B<br />

A/D<br />

A/E<br />

B/D<br />

B/E<br />

D/E<br />

D/B(v)"'<br />

B(v)/B(o)""<br />

CONTROL<br />

1 2 3 4<br />

2,84'"<br />

** «><br />

2,06<br />

*<br />

2,30<br />

**<br />

0,16<br />

N.S.<br />

0,33<br />

N.S.<br />

0,33<br />

N.S.<br />

1,54<br />

. N.S.<br />

15,48<br />

***<br />

* = P


PRODUCCIÓN DE LECHE DURANTE EL PERIODO DE ORDEÑO DE LA OVEJA RUBIA.., 107<br />

dos en razas de aptitud cárnica, encontraremos que<br />

es ligeramente inferior. Así ocurre con respecto a la<br />

Roya Bilbilitana (7,36% de grasa) o con la Merina<br />

(6,82%) (FORCADA, 1985).<br />

Comparación entre grupos<br />

La comparación de las producciones diarias de leche<br />

entre los distintos grupos de ovejas considerados<br />

aparece recogida en la tabla V, así como los correspondientes<br />

niveles de significación.<br />

En el primer control la cantidad de leche recogida<br />

en el grupo A (primalas) es significativamente inferior<br />

(P < 0,05) a la obtenida en el grupo D (adultas de parto<br />

doble) y presenta diferencias muy significativas<br />

(P < 0,01) con los grupos B (adultas de parto simple) y<br />

E (rebaño tipo). Tales diferencias no se aprecian en<br />

los siguientes controles y todo ello se refleja claramente<br />

en la figura 2. La explicación de este hecho hemos<br />

de buscarla posiblemente en función de la edad<br />

tardía en la que se efectuaron las primeras cubriciones<br />

de las primalas (veintiún meses) y de las bajas<br />

producciones que alcanzan unas y otras en fases ya /<br />

avanzadas de la lactación.<br />

En la tabla V no se aprecian diferencias significativas<br />

entre, la producción de las ovejas de parto simple<br />

(B) y las de parto doble (D). Del mismo modo ocurre<br />

al comparar las lactaciones de ovejas de parto<br />

simple de verano con las de parto doble de la misma<br />

estación, existiendo, no obstante, una ventaja a favor<br />

de estas últimas (696,25 ml/oveja/día contra 634,21<br />

ml/oveja/día, tabla III). Hemos de considerar, sin embargo,<br />

que este hecho deberíamos constatarlo con<br />

otras experiencias que incluyeran mayor número de<br />

observaciones, sobre todo en lo que respecta a partos<br />

gemelares, difíciles de controlar por la escasa prolificidad<br />

de estas ovejas.<br />

Son de destacar las diferencias altamente significativas<br />

(P < 0,01) entre las producciones de leche de las<br />

ovejas de parto simple cuya lactación se desarrolló en<br />

pleno verano (partos de julio) y las de lactaciones de<br />

invierno (partos de noviembre). Estas últimas alcanzan<br />

cifras notablemente superiores con respecto a<br />

aquéllas (856,29 frente a 634,20 mi), hecho explicable<br />

en parte por el efecto negativo de las altas temperaturas<br />

soportadas por el ganado en los meses de julio,<br />

agosto y septiembre y que indudablemente repercutirán<br />

también sobre la calidad de los pastos.<br />

La producción media de las primalas (654,67 mi/<br />

día) conseguidos tras la paridera de otoño sobrepasa,<br />

aunque tan sólo sea en 20,47 ml/día, a la de las ovejas<br />

adultas con partos de verano, siendo inferior a la del<br />

resto de los grupos. Ello evidencia los inferiores niveles<br />

de producción que siempre se consiguen tras un<br />

primer parto y remarca a la vez las inferiores producciones<br />

que hemos encontrado entre las lactaciones de<br />

verano-otoño y las de invierno, fenómeno ésto que requeriría<br />

nuevos planteamientos para una explicación<br />

definitiva.<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

BARILLET, E: Amelioration génétique de la composítion du<br />

lait des brebis. L'exemple de la Race Lacaune. These de<br />

Docteur Ingenieur, INA, París-Grignon, 144 págs., 1985.<br />

BARILLET, F. (1985): Citado por MARÍA LEVRIÑO (1988).<br />

FORCADA, F.: Estudio etnológico y productivo de la agrupación<br />

ovina Roya Bilbilitana. Tesis doctoral, Fac. Vet, Zaragoza,<br />

1985.<br />

GALLEGO, L.; MOLINA, M. R; TORRES, A., y CAJA, G.: «Evolución<br />

de la cantidad y composición de la leche de ovejas<br />

de raza Manchega desde el parto». III Symposium Internacional<br />

de Ordeño Mecánico de Pequeños Rumiantes, Valladolid,<br />

1983.<br />

IBAÑEZ, M.; URQUIA, J. J., y THOS, J. (1989): «Caracteres<br />

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283, noviembre 1987.<br />

MARÍA LEVRIÑO, G. A.: Estudio y puesta a punto de un método<br />

simplificado de control lechero cualitativo en la raza<br />

ovina Latxa y su inclusión en el plan de selección. Tesis<br />

doctoral, Fac. Vet., Zaragoza, 1988.<br />

MOLINA, M. P. (1984): Citado por MARÍA LEVRIÑO (1988).<br />

OLMEDO, J. A.: La raza Churra. Asociación Nacional de<br />

Criadores de Ganado Ovino Selecto de Raza Churra (AN­<br />

CHE), Ed. Merino, Palencia, 1985.<br />

SÁNCHEZ BELDA, A., y SÁNCHEZ TRUJILLANO, M. C: Razas<br />

ovinas españolas. Ministerio de Agricultura, Pesca y<br />

Alimentación, 1986.


Comunicación<br />

Evolución de la producción de leche de la población<br />

caprina tinerfela según algunos factores ambientales<br />

M. Fresno*, J. M. Modero**, I. Serrano***, J. V. Delgado***, J. Capote* y A. Rodero***<br />

INTRODUCCIÓN<br />

La capacidad productiva de la glándula mamaria<br />

está influida por multitud de factores. En este trabajo<br />

se pretende hacer una primera estima de cómo influyen<br />

algunos factores ambientales en la evolución de<br />

la cantidad de leche producida por la población caprina<br />

tinerfeña a lo largo de los meses de lactación. Con<br />

ello pretendemos mejorar las condiciones de manejo<br />

de las explotaciones, y por otro lado, en un futuro,<br />

diseñar programas de mejora basados en la predicción<br />

de la producción total a partir de lactaciones<br />

parciales.<br />

RESULTADOS Y DISCUSIÓN<br />

En las figuras 1 A y B se aprecia la diferente evolución<br />

encontrada para el factor ganadería, que se pone<br />

MATERIAL Y MÉTODO<br />

Para el presente trabajo nos hemos basado en la información<br />

recogida en 13 ganaderías de la zona sur<br />

de la isla de Tenerife, con un total de 961 animales.<br />

Se han realizado siete controles mensuales de ordeños<br />

efectuados cada veinticuatro horas, mediante pesada.<br />

El primer control se realizó a los treinta días del<br />

parto y no se ha estudiado la fase de amamantamiento.<br />

La producción de leche se estimó con el método de<br />

Fleischmann, tipificando la lactación a los doscientos<br />

diez días del parto. Se han considerado los siguientes<br />

factores y niveles:<br />

— Ganadería: 1 al 13.<br />

— Tipo de parto: aborto (1), simple (2), doble (3),<br />

triple o más de tres crías (4).<br />

— Número de lactación: animales de uno a siete<br />

partos.<br />

— Época de parto: animales paridos de septiembre<br />

a noviembre (1), de diciembre a febrero (2), a<br />

partir de marzo (3).<br />

Con el paquete estadístico SAS (versión 1987) se ha<br />

estimado la significación de cada factor mediante un<br />

estudio del análisis y los componentes de la varianza.<br />

Cl 1 Cl 2 Cl 3 CI 4 CI 5 Cl 3 CI 7<br />

Controles<br />

Fig. 1A.—Evolución de la cantidad de leche según el factor<br />

«Ganadería».<br />

-_ 3<br />

-+- e<br />

-X- 10<br />

-4- «<br />

-+- 12<br />

-A-<br />

13<br />

Veterinarios de la Unidad de Producción Animal, Pastos<br />

y Forrajes. Apartado de correos 60, La Laguna, Santa<br />

Cruz de Tenerife.<br />

Director del Centro de Cálculo. Facultad de Veterinaria.<br />

Universidad de Córdoba.<br />

Profesores del Departamento de Genética. Facultad de<br />

Veterinaria de la Universidad de Córdoba.<br />

CU Cl 2 Cl 3 Cl 4 Cl 6 Cl 6 CI 7<br />

Controles<br />

Fig. IB.—Evolución de la cantidad de leche según el factor<br />

«Ganadería».


110 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

Tabla I<br />

Significación de los diferentes factores y componentes<br />

de la varianza<br />

Factor<br />

Ganadería<br />

Tipo parlo<br />

No. lactación<br />

Época da parto<br />

N = 961 animales<br />

0-1-<br />

448<br />

448<br />

448<br />

447<br />

F<br />

0.48<br />

1.38<br />

1.42<br />

0.12<br />

0.0001<br />

0.0001<br />

0.0001<br />

0.0021<br />

Gomp. varMua(%)<br />

35.8<br />

12<br />

0.9<br />

37<br />

Kilos<br />

de Leche<br />

2.6<br />

1.5- "" ^^^"^^^^^^^v<br />

-a- 2<br />

-*- 4<br />

-H- s<br />

-e-«<br />

-V- 7<br />

de manifiesto en la tabla I con un estadígrafo de contraste<br />

P = 36,42 (a = 0,0001), y con un componente de<br />

la varianza de 35,9% similar al señalado para otras<br />

razas caprinas (5).<br />

Al igual que otros autores (2, 3, 8, 10) hemos encontrado<br />

un efecto significativo para el factor tipo de<br />

parto, pudiendo ver su evolución a lo largo de la lactación<br />

en la figura 2. Destacamos su elevado componente<br />

de varianza, superior a los otros factores estudiados<br />

si exceptuamos la ganadería.<br />

La producción mínima se produce en la primera<br />

lactación (4), aumentando hasta la cuarta (1, 3, 9),<br />

aunque los máximos rendimientos en el primer control<br />

se obtienen en animales de siete partos (fig. 3).<br />

Este factor a pesar de ser significativo (tabla I), contribuye<br />

en menor medida a explicar la varianza total.<br />

El último de los factores estudiados, la época de<br />

parto, ai igual que sucede para otras razas (6) tiene<br />

una influencia significativa, siendo superior la producción<br />

en los animales que parieron entre los meses<br />

de septiembre a noviembre. Hay que señalar que los<br />

animales de parto más tardío sólo tuvieron seis controles.<br />

0.5<br />

.. L ... 1 1 1 P l 1<br />

CI 1 CI 2 CI 3 CI 4 CI 5 CI 6 CI 7<br />

Controles<br />

Fig. 3.—Evolución de la cantidad de leche según el factor<br />

«Número de lactación».<br />

Kilos<br />

de Leche<br />

2.5<br />

de Leche<br />

a<br />

2.S<br />

2<br />

1.5<br />

1<br />

0.5<br />

-<br />

\<br />

A<br />

a—'<br />

i<br />

^=fc~l^^<br />

^s~.<br />

^<br />

i i i ) ,<br />

-a- i<br />

-B- 3<br />

-^ a<br />

-*- 4<br />

CU CI 2 CI 3 CI 4 CI 5 CI 6 CI 7<br />

Controles<br />

Fig. 2.—Evolución de la cantidad de leche según el factor<br />

«Tipo de parto».<br />

CI 1 CI 2 CI 3 CI 4 CI 5 CI 6 CI 7<br />

Controles<br />

Fig. 4.—Evolución de la cantidad de leche según el factor<br />

«Época de parto».<br />

Por último, señalar que esta evolución de la producción<br />

lechera con un máximo en el primer control, a<br />

los treinta días del parto, coincide con la ya señalada<br />

(7, 11) para varias razas explotadas en la India.<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

1. DICKINSON, F. N.: «Phenotypic parameters of dairy<br />

goat lactation records». J. Dairy ScL, 60 (suppl.): 104,<br />

1977.<br />

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number of young born (litter size) on milk yield of goat;<br />

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57, 1979.


EVOLUCIÓN DE LA PRODUCCIÓN DE LECHE DE LA POBLACIÓN CAPRINA TINERFENA... 111<br />

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MACARRO, J. B., y SUBIRES ANTUNEZ, J.: «Curva de<br />

lactación y composición de la leche en cabras malagueñas».<br />

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4. MACKENZIE, D.: Goat Husbandry, 3. a ed. Faber and<br />

Faber Ltd., Londres (Inglaterra), 1970.<br />

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et parametres genetiques de la production laitiére<br />

des chevres en premiére lactation». INRA-ITO-<br />

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goat for milk production in the tropics. Department of<br />

Anim. Sci. Cornell University, Ithaca, Nueva York, 53<br />

págs., 1978.<br />

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and meat potentialities of Indian goats. RBS College,<br />

Bichpuri, Agrá, India, Dep. Anim. Hus. and Dairying<br />

Tech. Report, citado por SANDS yMcDOWELL, 1978.<br />

8. STEINE, T.: «Factors affecting traits of economic importaning<br />

goats». Meldiger fra Norges Landbrukshogskole,<br />

54(2): 30, 1975.<br />

9. STEINE, T.: «Principies of seleetion for milk production<br />

in dairy goats». Proceedings of the third International<br />

Conference on Goat Production and Disease, Tucson,<br />

Arizona, 19-22, 1982.<br />

10. SUBIRES, J.; LARA, L.; FERRANDO, G., y BOZA, J.:<br />

«Factores que condicionan la productividad lechera de<br />

la cabra. Número de lactación y tipo de parto». Arch.<br />

deZoolech., 37 (138): 145-153, i 988.<br />

11. VERMA, N. K., y CIIAWLA, D. S.: «Factors affecting<br />

test day yield and monthly milk yield of Beetal, Alpino<br />

and Crossed goats». Indian .1. of Anim. Prod. and. Management,<br />

3(3): 146-147, 1987.'


Comunicación<br />

Calidad media de la leche de la agrupación caprina canaria<br />

durante la primera lactación<br />

M. Fresno*, P. Martín**, J. Capote*, N. Darmanin*, M. Corbella** y C. Casanova**<br />

INTRODUCCIÓN<br />

La población caprina autóctona de las islas Canarias<br />

se engloba en la denominada agrupación caprina<br />

canaria, cuya importancia en el archipiélago tanto<br />

desde el punto de vista económico como por su repercusión<br />

social es de primera magnitud (1). Su principal<br />

aptitud es la láctea, señalando que, casi íntegramente,<br />

se destina a la elaboración de queso, lo que supone<br />

un ingreso anual de 3.000 millones de pesetas. En<br />

este trabajo se hace un estudio físico-químico de la leche<br />

de estos animales a partir de un lote experimental<br />

de animales de primer parto.<br />

MATERIAL Y MÉTODO<br />

Obtención de las muestras<br />

Se han recogido un total de 447 muestras de leche<br />

de cabra procedentes de un lote experimental de la<br />

Unidad de Producción Animal, Pastos y Forrajes del<br />

Centro de Investigación y Tecnología Agraria de Canarias.<br />

Este lote se puede considerar, en cierta medida,<br />

representativo de la población caprina canaria, ya<br />

que fue adquirido en las principales ganaderías del<br />

archipiélago. Durante el período de la toma de muestra<br />

se mantuvo en las mismas condiciones de alimentación,<br />

manejo y sanidad.<br />

Métodos analíticos<br />

El pH se determinó con un pHmetro Crison digit<br />

501. La conductividad con un conductímetro Crison<br />

digit 525. La acidez se obtuvo por valoración ácidobase,<br />

y la densidad por pesada. La grasa, la proteína,<br />

la lactosa y el extracto seco se determinaron con un<br />

Milkoscan 133, calibrado mensualmente con las técnicas<br />

manuales (FIL: 105, 1981; FIL: 20, 1962; FIL:<br />

28A, 1974; FIL: 21, 1962, respectivamente). La caseína<br />

se precipitó con ácido acético (FIL: 29, 1964), de-<br />

terminándose el contenido proteico del suero con el<br />

Milkoscan, y calculándose el porcentaje de caseína<br />

por diferencia.<br />

El calcio, fósforo, sodio, potasio y magn. sio se determinaron<br />

con un espectrofotómetro P. • i-Elmer<br />

551S, siguiendo los métodos recomendada„ r.or el Instituto<br />

de Industrias Lácteas Españolas (8).<br />

Los datos se archivaron en la base de datos del<br />

Symphony, estimándose los estadísticos univariantes.<br />

RESULTADOS Y DISCUSIÓN<br />

En la tabla I se pueden observar los valores encontrados<br />

para las constantes físicas. Los resultados<br />

señalados para el pH concuerdan con los encontrados<br />

en la bibliografía para otras poblaciones caprinas<br />

(5, 7); en cambio, la acidez es muy superior a los<br />

valores normales de la leche de esta especie (5); esta<br />

anomalía se debe posiblemente a que transcurrieron<br />

aproximadamente unas cuatro horas entre la toma de<br />

muestras y la determinación de la misma, lo que nos<br />

sugiere que deberíamos realizar un nuevo ensayo teniendo<br />

en cuenta esta consideración.<br />

La densidad se mantiene dentro de los intervalos<br />

normales (5), mientras que la conductividad es inferior<br />

a la señalada para otras razas (4).<br />

La calidad media encontrada (tabla II) es superior a<br />

la de la leche de las principales razas explotadas<br />

Tabla I<br />

Caracteres físicos de la leche de la Agrupación Caprina<br />

Canaria en primera lactación<br />

N<br />

447<br />

41«<br />

X<br />

S.45<br />

24<br />

D.T.<br />

0.08<br />

0.03<br />

* Investigadores de la unidad de producción animal, pastos<br />

y forrajes. Apartado de correos 60, La Laguna. Santa<br />

Cruz de Tenerife.<br />

* Profesores de la EUITA. La Laguna. Santa Cruz de Tenerife.<br />

441<br />

445<br />

La conductividad se oxprnsa en mm hos/cm.<br />

1.03<br />

>J,2^2<br />

0.01<br />

0.02


114 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

Tabla II<br />

Caracteres químicos de la leche de la Agrupación<br />

Caprina Canaria en primera lactación<br />

Tabla III<br />

Composición en minerales de leche de la Agrupación<br />

Caprina Canaria en primera lactación<br />

N<br />

D.T.<br />

N<br />

"x<br />

D.T.<br />

Grasa<br />

431<br />

4.27<br />

0.07<br />

Na<br />

448<br />

0.48<br />

0.009<br />

Protefna<br />

433<br />

4.13<br />

0.03<br />

K<br />

448<br />

1.30<br />

0.01<br />

Lactosa<br />

429<br />

4.S2<br />

0.02<br />

Ca<br />

448<br />

1.42<br />

0.01<br />

Caseto<br />

433<br />

3.0$<br />

0.03<br />

Mg<br />

447<br />

0.12<br />

0.003<br />

SOMOS tétale<br />

43©<br />

13.40<br />

®.©S<br />

P<br />

443<br />

1.10<br />

0.02<br />

Resultados expresados en g/100 g.<br />

Resultados expresados en g/100 g.<br />

en Francia (6). Tenemos que destacar los contenidos<br />

en protema y caseína, superiores a otras poblaciones<br />

(2, 6, 5), y sólo superada por algunas razas de escasa<br />

producción lechera (4); en nuestro caso, este aspecto<br />

es determinante al destinarse la producción a la<br />

elaboración de quesos.<br />

Por último, en la tabla III se pueden ver los contenidos<br />

medios encontrados para los minerales estudiados<br />

expresados en gramos por litro, nuestros resultados<br />

coinciden con los valores más altos reseñados para<br />

otras razas (4, 9).<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

1. CAPOTE, J., y FRESNO, M.: Caracterización morfológica,<br />

inmunogenética y productiva de la agrupación caprina<br />

canaria. Proyecto 8141 INIA (España), 1987.<br />

2. CASOLI, C; DEBENEDETTI, A.; DURANTI, E., y LUCA-<br />

RONI, A.: «Rilievi preliminari razza popolazione umbra».<br />

Agrícola ricerca, 47/48: 12-21, 1985.<br />

3. HERRERA GARCÍA, M.; PEÑA BLANCO, F.; APARICIO<br />

MACARRO, J. B., y SUBIRES ANTUÑEZ, J.: «Curva de<br />

lactación y composición de la leche en cabras Malagueñas».<br />

AYMA, 26 (3): 119-129, 1985.<br />

4. JENNES, R. J.: «Composition and characteristics of goat<br />

milk; Review 1968-1979». J. Dairy Sel, 63: 1605-160,<br />

1980.<br />

5. JUÁREZ, M., y RAMOS, M.: «Seminar on production and<br />

utilization of ewes and goats milk». Int. Dairy Fed. Atenas,<br />

23-25, septiembre 1985.<br />

6. LE JAOUEN, S. C: «Composition du lait: de nombreux<br />

facteurs de variation». La chevre, 153: 10-13, 1986.<br />

7. MARTIN HERNÁNDEZ, M. C; JUÁREZ, M.; RAMOS, M.,<br />

y MARTIN ALVAREZ, P. J.: «Composición de la leche de<br />

cabra de razas Murciana y Granadina». Anal. Bromátol,<br />

237-248, 1988.<br />

8. MURTHY, G. K., y RHEA, U.: «Determination of major<br />

cations in milk by atomic absorption spectrophotometry».<br />

J. Dairy Sel, 50: 610-613, 1967.


IV<br />

PATOLOGÍA


Ponencia<br />

Enfermedades neonatales de los corderos<br />

producidas por bacterias<br />

D. Fuentes Pérez<br />

INTRODUCCIÓN<br />

Las enfermedades neonatales están comprendidas<br />

dentro del apartado general de «Enfermedades perinatales»<br />

o enfermedades que afectan a las explotaciones<br />

ganaderas desde los últimos sesenta días de preñez<br />

hasta los ciento veinte días de vida de los animales.<br />

Consideramos como enfermedades neonatales de<br />

los corderos a aquellas enfermedades que se presentan<br />

en el período de tiempo comprendido desde el<br />

momento del nacimiento, incluyendo el parto, hasta<br />

los cincuenta-sesenta días de edad del cordero.<br />

Este período varía según los autores, por ser arbitraria<br />

su extensión, y BLANCO LOIZELIER (1983) lo<br />

considera hasta los cuatro meses de vida, como para<br />

todas las especies de animales mayores. En este trabajo<br />

se estudian las características que acompañan a<br />

las enfermedades aparecidas durante los treinta-cuarenta<br />

primeros días que siguen al nacimiento por ser<br />

la edad de venta del 90% del corderaje que nace en la<br />

provincia de Segovia.<br />

dedicadas al ordeño), gastos extras de mano de obra,<br />

asistencia veterinaria, medicinas y productos para la<br />

desinfección de los apriscos.<br />

La importancia de las pérdidas económicas, y el<br />

consiguiente aumento de costos para el cordero vendido,<br />

producidas por las enfermedades de los recién<br />

nacidos en la ganadería segoviana, se pueden calcular<br />

teniendo presente que, como hemos dicho más<br />

arriba, el 90% de los corderos se venden como lechales,<br />

y el que el 67% de las muertes de corderos ocurren<br />

en los diez primeros días de vida. SEEGERT y<br />

cois. (1982) opinan que este porcentaje, o mayor, se<br />

produce en las primeras setenta y dos horas de vida<br />

del cordero.<br />

La casuística de las enfermedades neonatales es<br />

muy variable, existiendo rebaños, los menos, con un<br />

porcentaje mínimo de corderos afectados, y otros muchos<br />

con un índice de morbilidad del 80-90%, pudiéndose<br />

calcular una media de bajas del 15%, que la mayoría<br />

de las veces el ganadero considera inevitables.<br />

IMPORTANCIA ECONÓMICA<br />

A la región de Castilla y León correspondía en el<br />

año 1985 (censo del MAPA) el 23% del censo total del<br />

ovino español, y, de él, el 7,62% corresponde a la provincia<br />

de Segovia. El 45% de la carne ovina que se comercializa<br />

en la provincia corresponde a corderos lechales,<br />

de 10-12 kg de peso vivo y no más de treinta<br />

días de edad (PIEDRABUENA LEÓN, 1986).<br />

En España podemos calcular que el conjunto de las<br />

enfermedades perinatales (abortos y muertes de corderos<br />

neonatos) producen unas pérdidas anuales cercanas<br />

a los 2.000.000.000 (dos mil millones) de pesetas,<br />

puesto que además de las pérdidas del número de<br />

corderos no producidos (abortados y muertos) hay<br />

que sumar las ocasionadas por el lento desarrollo de<br />

los corderos afectados, la pérdida de producción de<br />

leche de las madres abortadas (en las explotaciones<br />

Ponencia presentada a las XIII Jornadas Científicas de la<br />

<strong>SEOC</strong> en Segovia.<br />

Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias. Centro de Investigación<br />

y Tecnología (CIT). Departamento de Sanidad<br />

Animal. Área de Diagnóstico. Embajadores, 68. 28012 Madrid.<br />

ETIOLOGÍA<br />

La etiología de las enfermedades neonatales es muy<br />

variada y, en su mayoría, obedece a causas no infecciosas,<br />

influyendo, en el 80% de los casos, factores<br />

predisponentes (genéticos, nutricionalcs, ambientales,<br />

etc), y el otro 20% a agentes infecciosos (virus, bacterias,<br />

parásitos) y otras causas diversas.<br />

Factores predisponentes<br />

El papel de los agentes etiológicos considerados específicos<br />

de las enfermedades neonatales sólo adquiere<br />

la importancia que tienen cuando intervienen una<br />

serie de factores colaborantes o predisponentes, sin<br />

los cuales la causa específica final pierde la mayor<br />

parte de su propio valor causal, y al mismo tiempo, si<br />

no tenemos en cuenta la existencia de estos factores,<br />

el tratamiento específico está condenado al fracaso<br />

(MANTOVANNI, 1967).<br />

Los factores predisponentes los podemos clasificar<br />

como:<br />

a) Factores predisponentes congénitos o prenatales.


118 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

b) Factores predisponentes posnatales, que comprenden:<br />

— Factores nutricionales.<br />

— Factores, ambientales.<br />

— Factores predisponentes ligados a formas<br />

morbosas de los recién nacidos de naturaleza<br />

sistemática.<br />

Todos estos factores actúan provocando una especie<br />

de «reacción en cadena» en el sentido de que pueden<br />

actuar unos tras otros y aumentar la virulencia de los<br />

gérmenes acantonados en el organismo del cordero,<br />

principalmente en el intestino y pulmón.<br />

Factores prodisponentes congénitos o prenatales<br />

Los factores congénitos generalmente se manifiestan<br />

como debilidad, conocida con el término de debilidad<br />

congénita, debido a:<br />

— Padres consanguíneos.<br />

— Padres con factores subletales.<br />

— Agammaglobulinemia, que disminuye la resistencia<br />

a las infecciones mientras no han ingerido<br />

el calostro y absorbido cantidades suficientes<br />

de lactoglobulinas procedentes del mismo.<br />

— Madres con carencias alimenticias y poca producción<br />

láctea, cuyos hijos nacen débiles y tardan<br />

más en levantarse y encontrar su camino a<br />

la ubre. Lo mismo ocurre con aquellos corderos<br />

nacidos prematuros por una deficiente alimentación<br />

de la madre durante la última etapa de la<br />

gestación.<br />

— Madres atacadas por enfermedades infecciosas<br />

agudas o crónicas.<br />

— Partos lentos o distócicos.<br />

— Partos gemelares o triples (múltiples) que producen<br />

corderos más pequeños y además no reciben<br />

leche suficiente. En los partos múltiples suele<br />

ocurrir que uno de los corderos pierda a su<br />

madre por la noche, ésta no le busque indefinidamente<br />

y el animal esté con el vientre vacío y<br />

falto de calor lo que le debilita considerablemente.<br />

Para los corderos débiles a medida que transcurre<br />

el tiempo desde el parto, las posibilidades de lograr<br />

mamar se van reduciendo, aparentemente inhibidas<br />

por las frustraciones; los corderos pasan el 30% del<br />

tiempo buscando mamar en las primeras horas de vida<br />

y el 5% a las doce horas; la probabilidad de mamar<br />

es muy reducida si no lo hicieron en las primeras<br />

seis horas.<br />

Factores predisponentes<br />

A) Factores nutricionales<br />

postnatales<br />

Dentro de los factores predisponentes posnatales,<br />

los nutricionales o de naturaleza alimentaria son los<br />

que provocan más alteraciones, en especial produciendo<br />

procesos diarreicos.<br />

Los factores nutricionales son:<br />

— Exceso de calostro con producción de indigestiones<br />

(raras).<br />

— Falta de calostro (debilidad del cordero, lesiones<br />

en la ubre de las madres, exceso de corderos,<br />

exceso de lana alrededor de la ubre).<br />

— Cantidad y calidad de la leche materna influenciada<br />

por la alimentación.<br />

Falta de calostro, Los corderos privados de calostro<br />

no reciben protección contra los gérmenes y son invadidos<br />

por ellos con producción de animales débiles,<br />

enfermizos y sin rentabilidad, o muerte de los mismos.<br />

El calostro actúa como laxante, ayudando a la expulsión<br />

del meconio y, además, suministra a los neonatos:<br />

— Vitaminas A y D, protectoras de las mucosas intestinal<br />

y respiratoria, respectivamente.<br />

— Enzimas (lactasa y lipasa) y sustancias que regulan<br />

la flora intestinal.<br />

— Inmunoglobulinas, anticuerpos o factores de<br />

protección contra las enfermedades infecciosas,<br />

que van unidos a la lactoglobulina calostral y,<br />

que absorbida por los recién nacidos, les presta<br />

una resistencia pasiva de la mayor eficacia. La<br />

absorción intestinal de las inmunoglobulinas catastrales<br />

en los corderos disminuye en grado<br />

considerable a las quince horas de nacer, pero<br />

continúa durante veinticuatro-cuarenta y ocho<br />

horas. (BLOOD y cois., 1986).<br />

La absorción de un calostro de calidad y en cantidad<br />

suficiente es primordial para la adquisición de resistencia<br />

a enfermedades infecciosas de los neonatos.<br />

Existe una correlación entre la mortalidad que sobreviene<br />

a partir de las cuarenta y ocho horas de nacimiento<br />

y la concentración de la IgGl en el segundo día<br />

(LEVIEUX, 1982).<br />

Si el cordero recibe una cantidad inadecuada de calostro<br />

de la madre o el que recibe posee los factores<br />

nutritivos y protectores de la infección en cantidades<br />

insuficientes, debido a una mala alimentación de la<br />

madre durante la gestación, principalmente durante<br />

su último tercio, resulta esencial proporcionarle calostro<br />

de otra oveja o un sustitutivo. El calostro de las<br />

ovejas se puede congelar y almacenar hasta que sea<br />

preciso su consumo. Las necesidades de calostro se<br />

estiman entre 180 y 210 mi por kilo de peso vivo durante<br />

las primeras dieciocho horas, para que se satisfaga<br />

la demanda energética para la termorregulación<br />

(MELLOR y cois., 1986).<br />

Como sustitutivo se puede emplear el calostro de<br />

vaca en dosis de 0,4-0,8 litros durante las primeras<br />

dieciocho horas de vida, corriéndose el peligro de la<br />

producción de anemia hemolítica transmitida de la<br />

vaca; es una enfermedad poco frecuente. Otro inconveniente<br />

de suministrar calostro de vaca es que no


ENFERMEDADES NEONATALES DE LOS CORDEROS PRODUCIDAS POR BACTERIAS 119<br />

protege contra las enfermedades específicas ovinas<br />

(NEDKVITNE y HAUGLAND, 1970, citados por PEN-<br />

NING, 1982).<br />

Los factores que influyen en la transferencia de los<br />

anticuerpos del calostro son numerosos. Entre los<br />

principales es preciso nombrar (POPOFF y cois.,<br />

1987):<br />

— Tamaño de la carnada: disminución de la transferencia<br />

de anticuerpos según aumenta la camada.<br />

— Edad de la madre: con la edad hay primero aumento<br />

y después una disminución de las inmunoglobulinas<br />

del calostro.<br />

— Duración de la gestación: disminución de las inmunoglobulinas<br />

del calostro si la gestación es<br />

corta.<br />

— Los corderos prematuros absorben peor las inmunoglobulinas.<br />

— Razas.<br />

— Alimentación al final de la gestación.<br />

— Relación madre-cordero, adopción o no del cordero.<br />

— Asistencia en la lactación.<br />

Cantidad y calidad de la leche materna. La producción<br />

lechera de un animal está determinada por una<br />

interacción compleja entre el genotipo del animal, su<br />

medio ambiente, particularmente su nutrición, y un<br />

conjunto de factores fisiológicos, incluyendo la edad<br />

del animal, su peso y paridad, y por las enfermedades<br />

de la ubre. En el grupo fisiológico debe incluirse las<br />

interacciones entre la oveja y el número, peso y genotipo<br />

de los corderos que alimenta con su leche.<br />

La subalimentación al final de la gestación puede<br />

alterar la producción lechera, en calidad y cantidad,<br />

afectando directamente la cantidad de tejido secretor<br />

desarrollado en la ubre en el último momento de la<br />

gestación, o bien indirectamente afectando al peso y<br />

al vigor del cordero al nacimiento, independientemente<br />

de que el parto sea simple o múltiple (TREACHER,<br />

1987).<br />

La subalimentación severa al final de la gestación<br />

produce ubres pequeñas con poca o ninguna secreción<br />

anterior al parto y un retraso de varias horas en<br />

el inicio de la lactación copiosa después del parto.<br />

La ingestión continuada de dietas que sean deficientes,<br />

desequilibradas o excesivamente ricas en un<br />

determinado mineral conduce invariablemente a perjuicios<br />

económicos en crecimiento, salud, fertilidad y<br />

producción láctea (FIELD, 1982).<br />

La oveja que alimenta dos corderos produce generalmente<br />

un 40% más leche que la oveja que alimenta<br />

un solo cordero, con el mismo nivel de nutrición<br />

(TREACHER, 1978). El rendimiento de las ovejas que<br />

alimentan corderos gemelos suele ser un 50-70% superior<br />

durante la primera semana de lactación que el<br />

de las ovejas que amamantan a un cordero único. La<br />

producción lechera de las ovejas que crían gemelos<br />

aumenta rápidamente hasta alcanzar un máximo en<br />

la segunda o tercera semana de lactación. Las ovejas<br />

que crían un solo cordero alcanzan un máximo en la<br />

producción lechera durante la tercera o cuarta semana<br />

de lactación.<br />

Además de la hiponutrición, la cantidad de producción<br />

lechera de una hembra se ve afectada por las enfermedades<br />

de la ubre principalmente, ya que se sabe<br />

que cualquier enfermedad que se presenta en una<br />

hembra en producción de leche, esta producción desaparece<br />

en mayor o menor proporción.<br />

Las alteraciones de la glándula mamaria se las conoce<br />

como mamitis o mastitis, sea cual sea su causa.<br />

Se caracteriza por alteraciones físicas, químicas y casi<br />

siempre bacteriológicas de la leche, y por modificaciones<br />

patológicas del tejido glandular. Entre las anomalías<br />

más importantes de la leche cabe reseñar el cambio<br />

de color y la presencia de coágulos y de gran número<br />

de leucocitos, difíciles de observar cuando los<br />

corderos maman, salvo en aquellos casos que se observa<br />

retraso en el crecimiento o anormalidades en el<br />

cordero. Aunque en muchos casos hay tumefacción,<br />

calor, dolor (no se dejan mamar u ordeñar) e induración<br />

de la glándula mamaria, una gran proporción de<br />

ubres con mastitis no se identifican fácilmente por<br />

palpación manual ni por examen visual directo de la<br />

leche.<br />

Los agentes infecciosos productores de las mamitis<br />

ovinas pueden ser: Pasteurella hemolytica, Staphylococcus<br />

aureus, Streptococcus uberis y agalactiae, Escherichia<br />

coli y Mycoplasma agalactiae, siendo el orden<br />

de responsabilidad: S. aureus, S. agalactiae, S.<br />

uberis y M. agalactiae, todos ellos productores de enfermedades<br />

bacterianas en los corderos. La infección<br />

del tejido mamario se produce a través del pezón y el<br />

conducto galactóforo, por los gérmenes que se encuentran<br />

en el medio ambiente, al derramar la leche<br />

de las ovejas enfermas en las camas, y por contacto<br />

de ovejas enfermas con los corderos «ladrones». También<br />

afecta el traumatismo que provoca el cordero al<br />

mamar (GROSS y cois., 1978).<br />

El descenso de la leche puede ser inhibido por enfermedades<br />

dolorosas de los pezones (ectima), pezones<br />

malformados que dificultan la succión, la incapacidad<br />

primaria para la emisión de leche especialmente<br />

en las primalas.<br />

B) Factores ambientales<br />

Los factores ambientales desempeñan un papel fundamental<br />

en la aparición de las enfermedades neonatales<br />

y no es infrecuente que la prevención y el control<br />

se logren más fácilmente a través del control de<br />

estos factores:<br />

Los principales factores ambientales son:<br />

— Higiene deficiente.<br />

— Demasiado calor o demasiado frío.<br />

— Demasiada humedad.<br />

— Mayor número de animales por m 2 del debido.<br />

— Falta de aireación.


120 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />

— Ambiente, en general, demasiado rico en gérmenes<br />

de todas clases, como ocurre con buena<br />

temperatura y humedad en las camas.<br />

Higiene deficiente. Es muy corriente no preparar<br />

los apriscos para el momento del parto al practicar,<br />

con demasiada frecuencia, la paridera continua y sin<br />

control. En estas condiciones, cuando existe aglomeración<br />

de animales (explotaciones intensivas) y falta<br />

de limpieza, los millones de gérmenes que se encuentran<br />

en los apriscos, naves y tenadas, penetran en los<br />

corderos a través del cordón umbilical o por otras heridas.<br />

El neonato deberá nacer en un lugar limpio, seco y<br />

que le permita levantarse con facilidad para mamar.<br />

Ninguna área común del animal se puede esterilizar,<br />

pero sí se puede hacer una limpieza razonable con<br />

desinfectantes para reducir al mínimo la frecuencia<br />

de infección antes de que el recién nacido ingiera el<br />

calostro y durante las primeras semanas de vida,<br />

cuando el neonato es muy susceptible a las enfermedades<br />

infecciosas. La acumulación excesiva de estiércol,<br />

y la mala limpieza de las camas, originan aumento<br />

de la mortalidad neonatal.<br />

Efectos de la temperatura. La temperatura es, con<br />

toda probabilidad, el factor ambiental que más influye<br />

en la aparición de las enfermedades en los recién nacidos,<br />

pues cuanto más joven es un animal más sensible<br />

se muestra a las condiciones desfavorables del<br />

ambiente.<br />

La temperatura afecta más cuando es baja, si además<br />

va acompañada de humedad y viento. Los corderos<br />

aguantan bien el frío seco, pero no la humedad.<br />

La temperatura ideal es la de 18-22° C y CRAPLET<br />

(1961) dice que «el calor salva más vidas de corderos<br />

que todas las medicinas juntas».<br />

La pérdida excesiva de calor por los corderos recién<br />

nacidos al contraste existente entre la temperatura<br />

intrauterina y la exterior o ambiental es la causa fundamental<br />

de muerte por hipotermia, requiriéndose algún<br />

tipo de abrigo para que esto no ocurra (EALES y<br />

cois., 1982). Esto es más frecuente en las explotaciones<br />

extensivas.<br />

La hipotermia que ocurre a las doce horas de nacer<br />

suele deberse a inanición y es necesaria la administración<br />

de glucosa. La glucosa se administra por vía<br />

intraperitoneal a dosis de 2 g/kg de peso vivo, usando<br />

una solución al 20%. Después de la administración de<br />

glucosa se calienta de nuevo a los corderos con aire a<br />

40" C, atendiendo cuidadosamente a la nutrición de<br />

los mismos después del calentamiento. Será útil la alimentación<br />

con 100-200 mi de calostro. Esto suele<br />

acompañarse de baja concentración del lactato plasmático,<br />

lo que indica descenso de la tasa metabólica.<br />

Se ha observado que la hipotermia experimental en<br />

corderos produce pocos efectos patológicos, pero existe<br />

una estrecha relación entre la raza y el grado de<br />

hipotermia que se produce (SLEE y cois., 1980).<br />

La exposición al frío produce una acidosis con producción<br />

de diarreas y muerte; también produce un<br />

impedimento para que el cordero mame o que la madre<br />

lo cuide.<br />

Falta de aireación. La ventilación insuficiente origina<br />

sobrecalentamiento del sitio en los meses de verano<br />

y enfriamiento en los meses de invierno, con producción<br />

de afecciones del aparato respiratorio. L;i aireación<br />

se puede calcular observando el grado de<br />

humedad do la cama, o la presencia o ausencia de<br />

condensación en la lana de los animales o en las paredes<br />

y los lechos de los encerraderos, y por la presencia<br />

de corrientes de aire.<br />

C) Factores ligados a formas morbosas de los recién<br />

nacidos de naturaleza sistemática<br />

El feto de oveja (CABELLO, 1979) produce grandes<br />

cantidades de corticosteroides desde los ocho o diez<br />

días antes del parto. Las altas concentraciones de corticosteroides<br />

producen linfopenia y disminución de las<br />

defensas fagocitarias del neonato, lo cual puede afectar<br />

al mecanismo inmunitario celular y por lo mismo<br />

disminuir la resistencia perinatal.<br />

Agentes infecciosos<br />

Los agentes infecciosos que pueden provocar la<br />

muerte en los corderos jóvenes son: virus (parainfluenza-3,<br />

adenovirus, reovirus, virus herpes, «pox»,<br />

virus maedi-visna, glosopeda), micoplasrnas (M. agalactiae,<br />

M. mycoides var. mycoides, M. ovipneumoniae,<br />

M. arginini), parásitos (criptosporidios y coccidios)<br />

y bacterias (Pasteurella hemolytica, Corynebaclerium,<br />

Streptococcus, Staphylococcus, Fusobacterium<br />

necrophorus o Sphaerophorus necrophorus, Clostridium,<br />

Hscherichia coli y Chlamydia psittaci). Nosotros<br />

nos referiremos a las enfermedades bacterianas o<br />

producidas por bacterias, y clasificamos a las bacterias<br />

en bacterias o gérmenes ambientales (microbismo<br />

ambiental), bacterias o gérmenes patógenos facultativos<br />

y bacterias o gérmenes patógenos estrictos.<br />

Microbismo<br />

ambiental<br />

GORET y cois. (1968) denominan microbismo ambiental<br />

«al conjunto de condiciones que aseguran o<br />

favorecen la invasión, de un medio dado, por los gérmenes,<br />

así como el desarrollo, la persistencia y las variaciones,<br />

en dicho medio, de la flora microbiana, en<br />

el más amplio sentido de la palabra».<br />

El microbismo, que resulta de un conjunto de interacciones<br />

complejas animales-medio, tiene una importancia<br />

fundamental en la explotación intensiva, puesto<br />

que representa un manantial inagotable de infecciones<br />

para el ganado, y, al mismo tiempo, un elemento<br />

de primer orden para la inmunización de los animales.<br />

La totalidad de la microflora ambiental, especialmente<br />

la del aparato digestivo, forma con los microor-


ENFERMEDADES NEONATALES DE LOS CORDEROS PRODUCIDAS POR BACTERIAS 121<br />

ganismos (colis clostridios) un sistema de equilibrio<br />

inestable que especialmente en la convivencia de animales<br />

de diversas especies se altera, con intensa proliferación<br />

de ciertos gérmenes o localización de los<br />

mismos en lugares no adecuados del organismo.<br />

El microbismo ambiental de los apriscos y/o naves<br />

tiene su expresión en el fenómeno denominado «fatiga<br />

estabular», que puede ser modificado con una desinfección<br />

profunda y un descanso durante un tiempo<br />

determinado.<br />

Patógenos facultativos o patógenos secundarios<br />

Una de las principales características del microbismo,<br />

en la explotación intensiva, consiste en el cambio<br />

de aspecto de la flora microbiana clásica, con predominio<br />

de gérmenes patógenos secundarios o facultativos,<br />

y la alerta de los gérmenes patógenos primitivos.<br />

Estos últimos suelen encontrarse controlados por las.<br />

medidas profilácticas, higiénicas e incluso terapéuticas.<br />

Permanecen en letargo y constituyen una amenaza<br />

solapada, latente y permanente de infección. Basta<br />

con que las antedichas medidas no sean respetadas<br />

para que las infecciones primitivas se recuperen y dominen<br />

de nuevo la patología. Los agentes de las infecciones<br />

secundarias, que no manifiestan su poder patógeno<br />

más que a consecuencia de un debilitamiento<br />

del terreno, tienen el campo libre, porque, por un lado,<br />

las grandes enfermedades se encuentran limitadas<br />

y, por otro, la receptividad de los animales se<br />

acrecienta con las condiciones de la explotación intensiva.<br />

De esta forma es como la flora saprofítica,<br />

que se encuentra en todas partes, constituye una permanente<br />

amenaza de infección y amenaza de invasión<br />

para el terreno.<br />

Los agentes de las infeciones secundarias tienen un<br />

poder patógeno que varía en función del estado de resistencia<br />

del terreno (organismo animal); cuanto más<br />

sensible sea el terreno (animales jóvenes) mayores<br />

caracteres de gravedad poseerá la enfermedad.<br />

Las variaciones se deben igualmente al aporte incesante<br />

de nuevos gérmenes por el hecho de la introducción<br />

de animales nuevos y extraños en la explotación.<br />

El poder patógeno de ciertos gérmenes parece ser<br />

desencadenado o exaltado por influencia de otra especie<br />

bacteriana, y cuanto más contaminado está el<br />

medio, mayores posibilidades existen para que se realicen<br />

tales asociaciones.<br />

Los gérmenes que se consideran patógenos facultativos<br />

son: Pasteurellas, Chlamydias y clostridium,<br />

principalmente, así como el E. coli para el síndrome<br />

septicemia.<br />

El hombre hace desaparecer, total o parcialmente,<br />

la virulencia de los microorganismos empleando medios<br />

físicos (calor), químicos (desinfectantes) o biológicos<br />

(pases sucesivos por animales, embriones de pollo<br />

o células de diferentes órganos del cuerpo animal), y<br />

obtiene las bacterinas (gérmenes muertos) y las vacunas<br />

(virulencia atenuada), que utilizan para el control<br />

de las enfermedades. Ambos conceptos se simplifican<br />

en uno sólo y es el de vacunas.<br />

Patógenos<br />

estrictos<br />

Se conoce como bacterias patógenas estrictas a todas<br />

aquellas que cuando so ponen en contacto con un<br />

organismo vivo, animal o vegetal, si éslo no está inmunizado<br />

contra él, le producen la. enfermedad.<br />

Las propiedades más importantes de los patógenos<br />

estrictos vienen dadas por la capacidad de:<br />

— Sobrevivir y multiplicarse en el organismo.<br />

— Penetrar en el Hospedador.<br />

— Resistir la fagocitosis.<br />

— Resistir los efectos bactericidas del suero.<br />

— Producir toxinas.<br />

A estas propiedades hay que añadir el número de<br />

gérmenes invasores en el momento de la infección.<br />

Los gérmenes patógenos productores de enfermedades<br />

neonatales en los corderos, según POPOFF y<br />

TAINTURIER (1987), son: Pasteurella, Slreptococcus,<br />

Corynebacterium, Haemophilus, Fusobacterium, Campilobacter,<br />

E. coli, Klebsiella, Yersinia, Aeromonas.<br />

En el año 1986 se encontraron, en los diferentes<br />

diagnósticos efectuados en corderos de menos de<br />

veinte días de edad, en el INIA, los siguientes agentes:<br />

— Clamidias: 38%.<br />

— Clostridios: 37%.<br />

— Criptosporidios: 15%.<br />

— Deficiencias nutritivas (enfermedad del músculo<br />

blanco): 10%.<br />

— Necrobacilos: 8%.<br />

— Pasterelas: 5%.<br />

— Colis: 2%.<br />

En el año 1987 y 1988 ha aumentado el porcentaje<br />

de criptosporidios y de colis en detrimento de los clostridios.<br />

También se ha aislado el bacilo de la PTB, pero no<br />

le consideramos responsable del proceso patológico<br />

que presentaba el animal afectado.<br />

La mayoría de estos agentes son productores de<br />

diarrea y muerte, encontrándose varios de ellos asociados.<br />

PARTICULARIDADES DE LAS ENFERMEDADES<br />

NEONATALES DE LOS CORDEROS<br />

Vía de contagio<br />

La principal vía de contagio o puerta de entrada de<br />

los agentes infecciosos está representada por el cordón<br />

umbilical. Cuando aún no se ha secado, constituye<br />

una barrera muy fácil de franquear para los diversos<br />

microorganismos presentes en el medio exterior,<br />

con el cual está directamente en contacto. La infec-


122 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

ción ocurre raramente por las vías oral, respiratoria y<br />

ocular.<br />

Síntomas de enfermedad<br />

El cuadro clínico de las enfermedades bacterianas<br />

presenta seis síndromes que por su etiología, evolución<br />

y pronóstico pueden ser diagnosticados por el veterinario<br />

clínico, aunque la confirmación deberá ser<br />

siempre laboratorial. Estos síndromes son:<br />

— Síndrome o forma septicémica.<br />

— Síndrome diarreico, enteritis o forma intestinal.<br />

— Síndrome pneumónico, pneumonía o forma pulmonar.<br />

— Síndrome poliartrítico, artritis o forma articular.<br />

— Síndrome del ombligo, onfaloflebitis o forma purulenta.<br />

— Síndrome nervioso o «borrachera de los corderos».<br />

Síndrome<br />

septicemia<br />

Está caracterizado por producirse la muerte en horas,<br />

cuando no se produce de forma súbita. Se presenta<br />

desde las cuarenta y ocho horas del nacimiento<br />

hasta los quince días de vida. Los gérmenes y los productos<br />

de su metabolismo (toxinas) se distribuyen por<br />

el torrente circulatorio a todos los tejidos, que resultarán<br />

afectados en mayor o menor intensidad. Los<br />

agentes bacterianos responsables de la septicemia<br />

son variados, siendo los más frecuentes el E. coli, la<br />

Pasteurella multocida o séptica y el Clostridium perfringens,<br />

conociéndoselas como septicemia colibacilar,<br />

septicemia hemorrágica y enterotoxemias, respectivamente.<br />

Los factores predisponentes, estudiados<br />

más arriba, juegan un papel importantísimo en la<br />

aparición de las septicemias.<br />

Los síntomas clínicos de la septicemia, cuando existen,<br />

consisten en elevación de la temperatura rectal<br />

hasta 40-41,5° C, abatimiento, inmovilidad y rehusan<br />

mamar; el vientre se encuentra blando a la palpación<br />

y el cordón umbilical tumefacto y doloroso; la temperatura<br />

desciende rápidamente.<br />

El E. coli que se encuentra en los corderos septicémicos<br />

(POPOFF y cois., 1983) forman parte del grupo<br />

078, y sus propiedades para invadir el organismo son<br />

debidas a la presencia de dos plásmidos, el plasmido<br />

Vir y el plasmido Col V, que permiten la adherencia<br />

del germen a las células epiteliales de las vellosidades<br />

intestinales y favorecen la producción de toxina letal<br />

(plasmido Vir) y el aumento de la resistencia al efecto<br />

bactericida del suero (MRAMI BELKEBIR, 1986,<br />

citado por POPOFF y TAINTURIER, 1987).<br />

En la septicemia hemorrágica de los corderos intervienen<br />

los serotipos 1:D y 4:D de la P. multocida y los<br />

12 serotipos y biotipos, A y T, de la Pasteurella hemolytica<br />

(NICOLET, 1986).<br />

Las enterotoxemias son producidas por el C. perfringens<br />

o C. welchii tipo B, causando, a veces, verdaderos<br />

estragos entre los neonatos. Se encuentra como<br />

comensal normal en el tracto gastrointestinal de los<br />

animales, así como en el suelo, agua/aguas residuales,<br />

plantas y alimentos contaminados por las deyecciones;<br />

en el suelo y aguas residuales sobrevive por la<br />

resistencia que le confieren los esporos. Afecta a los<br />

corderos en la primera semana de vida. El papel principal<br />

es producido por la toxina beta. La rápida multiplicación<br />

del C. welchii tipo B en el intestino se ve favorecida<br />

por los factores ambientales (falta de higiene)<br />

y la ingestión desmesurada de leche. Esto último<br />

puede dar lugar a la presentación enzoótica de la enfermedad.<br />

Síndrome<br />

diarreico o enteritis<br />

Las inmunoglobulinas del calostro presentes en el<br />

intestino de los neonatos pueden impedir la aparición<br />

de las enfermedades intestinales en forma de diarreas,<br />

y cuando esto no ocurre se presentan las diarreas,<br />

causa que produce mayores pérdidas económicas,<br />

que entre todas las demás enfermedades, de los recién<br />

nacidos. Cuando aparece en una explotación es<br />

muy difícil de erradicar. Producen alta mortalidad pese<br />

a los tratamientos y, aun cuando no produzcan la<br />

muerte, suelen dejar a los animales muy débiles, enfermizos<br />

y sin condiciones para ser rentables. Las diarreas<br />

son características de las explotaciones extensivas,<br />

en las cuales los pequeños apartados para partos,<br />

cuando existen, adquieren una carga de gérmenes<br />

cada vez más elevada según avanza la paridera.<br />

Cuando no hay apartados para partos el problema es<br />

mucho mayor por la contaminación de las camas por<br />

los animales mayores y por el contacto, más intenso,<br />

entre animales que favorece la difusión de las enfer-"<br />

medades. Esto es más intenso en el invierno.<br />

La muerte por diarrea se produce por acidosis, deshidratación,<br />

pérdida de electrólitos esenciales y uremia.<br />

La mayor parte de los trastornos ocasionados por la<br />

diarrea son consecuencia de la existencia de desequilibrios<br />

en el balance hídrico y electrolítico. La eliminación<br />

de agua y electrólitos rebasa, en los casos de<br />

diarrea, a la ingestión, produciéndose la deshidratación.<br />

La deshidratación se caracteriza por el hundimiento<br />

de los bulbos oculares, sequedad de las mucosas<br />

con formación de costras en los labios y morro, disminución<br />

súbita de peso y concentración de la sangre.<br />

Los gérmenes responsables de la diarrea neonatal de<br />

los corderos, según los resultados de los años 1986,<br />

1987 y 1988, son Clamidias, Clostridios y Colis, por<br />

este orden.<br />

La Chlamydia psittaci, responsable de las infecciones<br />

clamidiales en los ovinos donde provoca abortos<br />

(el más importante en la actualidad en España), y<br />

responsable de procesos patoloticos diversos, tiene un<br />

tamaño de 0,28-0,80 mieras de diámetro, es basófilo,<br />

débilmente ácidorresistente, parásito intracelular


ENFERMEDADES NEONATALES DE LOS CORDEROS PRODUCIDAS POR BACTERIAS 123<br />

obligado y se multiplica en el citoplasma de las células<br />

hospedadoras donde forma inclusiones intracitoplasmáticas.<br />

Se encuentran presentes en la mucosa intestinal de<br />

animales con diarrea y en el bazo, hígado, médula espinal<br />

y plexos coroideos de los animales que presentan<br />

diferentes síntomas de enfermedad. La infección<br />

se desarrolla por la intervención de factores del hospedador<br />

y predisponentes, tales como: edad, raza,<br />

destete, gestación (en hembras adultas), manejo, sensibilización<br />

específica, infestaciones parasitarias, estrés,<br />

cambio climático, etc.<br />

Su aislamiento se produce a partir de material infectado<br />

e inoculación correspondiente en embrión de<br />

pollo de seis días, así como en cultivos de células Mc-<br />

Coy.<br />

No se conoce la patogenia ni la epidemiología de las<br />

clamidias en las enteritis, aunque se piensa es debido<br />

a una infección intrauterina de los animales inmunizados<br />

por haber abortado o por haber estado en contacto<br />

con animales infectados, puesto que en años<br />

posteriores a la existencia de abortos en un rebaño<br />

aparecen alteraciones diarreicas en los corderos de<br />

menos de siete días de vida.<br />

Clostridios. Las diarreas producidas por el clostridium<br />

perfringens tipo B se conocen con el nombre de<br />

disentería de los corderos, caracterizada por una enteritis<br />

hemorrágica (lamb dysentery), y que cursa de<br />

forma enzoótica causando verdaderos estragos.<br />

Colis. La evidencia de la intervención del E. coli en<br />

la diarrea de los corderos se basa, más bien, en que<br />

suele aislarse Escherichia coli del contenido intestinal<br />

y heces de corderos diarreicos. En corderos normales<br />

puede aislarse E. coli con igual frecuencia. Afecta a<br />

corderos de menos de siete días, y presentan una diarrea<br />

blanca, muy líquida que produce una gran deshidratación,<br />

siendo la mortalidad elevada.<br />

Las cepas enterotoxigénicas de E. coli poseen el factor<br />

de adherencia K-99, y la toxina termoestable (ST),<br />

y con menor frecuencia la toxina termolábil.<br />

• Además de estos agentes bacterianos, existen otros<br />

gérmenes que pueden producir diarrea, pero con una<br />

incidencia insignificante. Estos gérmenes son el Corynebacterium,<br />

el Campylobacter y las Salmonellas.<br />

Se pueden producir diarreas en corderos jóvenes y<br />

criados artificalmente, por un exceso de lactosa (PE-<br />

NING, 1982), aunque este carbohidrato cuando se suministra<br />

a dosis inferiores a 160 g/cordero es un eficaz<br />

protector de las diarreas.<br />

Síndrome pmeumónico<br />

En las explotaciones extensivas las afecciones respiratorias<br />

son responsables de pérdidas económicas<br />

importantes, debidas, principalmente, al retraso en el<br />

crecimiento de los corderos. Pueden constituir una<br />

complicación de un estado septicémico, generalmente<br />

en la primera semana de vida, o declararse después<br />

de una contaminación de las vías respiratorias. Juegan<br />

un papel importantísimo los factores predisponentes<br />

ambientales.<br />

Los agentes responsables de las pneumonías de los<br />

neonatos son el M. ovipneumoniae, P. multocida y P.<br />

hemolytica tipo A, Pneumococos, Corynebacterium<br />

piogenes y chlamidias.<br />

El M. ovipneumoniae es considerado como parásito<br />

de la superficie celular, especialmente de las mucosas<br />

del tracto respiratorio y no es muy virulento. Los factores<br />

de virulencia son estructuras de adhesión de naturaleza<br />

proteica y toxinas u otros metabolitos (peróxido)<br />

que ejercen una acción nociva local. Son poco<br />

resistentes fuera del organismo.<br />

Pasteurella. La fuente principal de las infecciones<br />

producidas por pasteurelas se halla en los animales.<br />

Es un comensal de las mucosas y de la nasofaringe. El<br />

contagio suele producirse por vía aerógena y favorece<br />

la infección el hacinamiento de los animales y la falta<br />

de ventilación con aumento de gases (NH 4 y C0 2 ). Son<br />

poco resistentes fuera del organismo y suelen actuar<br />

como gérmenes secundarios en unión de virus, Mycoplasmas,<br />

Chlamidias y C. pyogenes. En los corderos<br />

es más frecuente encontrar la P. hemolytica que la<br />

P. multocida en los procesos respiratorios.<br />

El C. pyogenes es un poblador normal de las mucosas<br />

y suele actuar sinérgicamente con otros gérmenes.<br />

Artritis<br />

La inflamación de las articulaciones suele producirse<br />

por la vía umbilical o por heridas producidas en<br />

castraciones y caudectomía (raboteo). Los agentes<br />

etiológicos son todos los nombrados en las otras afecciones.<br />

Estas alteraciones raramente cursan de forma aguda<br />

con muertes, pero ocasionan pérdida de peso y retraso<br />

en el crecimiento.<br />

Onfalojlebitis u onfaütis<br />

Está originada por la infección del cordón umbilical<br />

no cicatrizado. El ombligo aún no cicatrizado es la<br />

principal puerta de entrada para los gérmenes, reuniendo<br />

el tejido gelatinoso del mismo unas condiciones<br />

óptimas para el desarrollo de los gérmenes. Estos<br />

pueden producir alteraciones locales (inflamación) o<br />

generales, al ingresar el germen o gérmenes en el organismo.<br />

Hay diversos gérmenes productores de estas alteraciones,<br />

casi todos los que producen enfermedades neonatales,<br />

pero los dos más comunes son el Fusobacterium<br />

necrophorum o Sphaerophorus necrophorus,<br />

residente habitual del tracto digestivo, y el Coryne~<br />

bacterium piogenes.<br />

La infección se produce en el momento que el ombligo<br />

contacta con las camas o utensilios de los apris-


124 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

eos, o si el nacimiento ocurre al aire libre con el suelo,<br />

y si no se toman medidas higiénicas nada más nacer,<br />

las alteraciones aparecen a partir de los diez<br />

días. El ombligo aparece tumefacto, edematoso, caliente,<br />

doloroso, de consistencia dura con uno o dos<br />

puntos de reblandecimiento, que evoluciona hacia los<br />

abscesos con aparición de un foco fluctiiante, que se<br />

abre más o menos rápidamente al exterior, dando salida<br />

a un pus o a una serosidad sanguinolenta. El cordero<br />

presenta mal estado general y debilidad general<br />

que le obliga a permanecer frecuentemente tumbado.<br />

Los animales débiles mueren rápidamente, en tanto<br />

que los más vigorosos pueden resistir y presentan<br />

grandes lesiones. En la autopsia de los cadáveres se<br />

pueden encontrar abscesos en hígado y pulmones (necrofiacilosis)<br />

(CRAPLET, 1961).<br />

Los animales enfermos eliminan gran cantidad de<br />

gérmenes virulentos que contaminan a otros corderos<br />

o permanecen durante meses en el suelo húmedo para<br />

infectar posteriormente a nuevos animales. Este<br />

germen es el productor del pedero en los animales<br />

adultos.<br />

«Borrachera de los corderos»<br />

Es un síndrome que afecta al cerebro, pudiendo ser<br />

producida^por carencia de cobre o por las clamidias.<br />

Los animales afectados vagan sin dirección fija, a<br />

veces en círculo, o permanecen en pie sin hacer ningún<br />

movimiento. Más tarde son incapaces de mantenerse<br />

en pie y yacen en decúbito lateral con los<br />

miembros estirados y la cabeza retraída hacia el dorso.<br />

Algunos presentan un movimiento continuo de<br />

«pedaleo» y ante cualquier ruido ejecutan movimientos<br />

violentos. Si no se les sujeta no maman. Las lesiones<br />

producidas consisten en edemas de los plexos coroideos<br />

y congestión de los mismos.<br />

Cuando se produce muerte súbita se observan lesiones<br />

degenerativas en el músculo cardíaco, no cediendo<br />

el problema, en el rebaño, con la implantación de<br />

un tratamiento preventivo a base de selenio y vitamina<br />

E, pero sí cuando, además, se administra oxitetraciclina.<br />

La mayoría de las enfermedades de los recién nacidos<br />

se evitan con medidas higiénicas y buen manejo<br />

del rebaño. Buena alimentación de la madre, sobre<br />

todo en el último tercio de la gestación, y preparar un<br />

buen local de partos bien desinfectado, con cama limpia,<br />

buena temperatura y ventilación, son las primeras<br />

medidas a tomar para prevenir las enfermedades<br />

neonatales.<br />

Después de nacer el cordero lo primero es realizar<br />

una buena limpieza y desinfección del cordón umbilical<br />

con tintura de yodo o con sprays desinfectantes<br />

que llevan en su composición antibióticos y antisépticos.<br />

Para que la madre no abandone al cordero hay que<br />

preparar recintos (chiqueros) pequeños de parto, que,<br />

además, favorecen la lactación.<br />

Hay que cerciorarse de que los corderos han tomado<br />

el calostro en las primeras horas después de nacer.<br />

Las medidas sanitarias son indispensables para obtener<br />

buenos resultados en la prevención de todas las<br />

enfermedades y las indispensables son: limpieza a<br />

fondo de la nave o aprisco antes de empezar la paridera,<br />

con desinfección de suelos, techo y paredes con<br />

cal, lejía, formol al 10%, compuestos de amonio cuaternario<br />

o superfosfato de cal. Después de bien limpio<br />

colocar cama limpia y seca mezclada con cal o superfosfato<br />

de cal que actúan como absorbentes de la humedad.<br />

Para algunas enfermedades (enterotoxemias) utilizar<br />

vacunas en las madres gestantes.<br />

TRATAMIENTO<br />

Como hemos visto, son varios los gérmenes que se<br />

pueden encontrar en enfermedades con los mismos<br />

síntomas e incluso en la misma enfermedad al encontrarse<br />

en sinergismo. En estas condiciones el tratamiento<br />

es difícil. Para paliar estas dificultades se necesita<br />

un diagnóstico exacto del agente morboso y si<br />

éste es una bacteria efectuar en el laboratorio un antibiograma<br />

para conocer qué antibiótico o antibióticos<br />

debemos utilizar.<br />

En las diarreas se debe suministrar suero glucosado<br />

y levadura para niños.<br />

Hay antibióticos específicos para algunos gérmenes,<br />

como son: la oxitetraciclina o terramicina para las infecciones<br />

clamidiales, y la tiamutina para las micoplasmosis.<br />

PROFILAXIS.DE LAS ENFERMEDADES NEONATALES<br />

Es muy difícil prevenir las infecciones en los animales<br />

jóvenes, ya que, independientemente del grado de<br />

la capacidad de estimulación defensiva de los distintos<br />

agentes, las respuestas inmunológicas son deficientes<br />

y no ejercen una protección total frente a los<br />

agentes infecciosos.<br />

CONCLUSIÓN<br />

Las enfermedades neonatales para su aparición dependen<br />

en primer lugar de los factores predisponentes,<br />

y después de los agentes infecciosos (bacterias, virus,<br />

micoplasmas, parásitos). Como estos factores<br />

varían de un rebaño a otro, cada rebaño en particular<br />

será objeto de un estudio atento de las alteraciones<br />

que se observan en los corderos, enfermedad y/o mortalidad,<br />

y poner en práctica medidas preventivas eficaces.<br />

El peso del cordero al nacer y el vigor que presenta<br />

son fundamentales para evaluar las posibilidades de<br />

supervivencia. Si nacen demasiados corderos débiles<br />

deberemos pensar en los animales adultos (madres y


ENFERMEDADES NEONATALES DE LOS CORDEROS PRODUCIDAS POR BACTERIAS 125<br />

padres consanguíneos, o deficiente nutrición de las<br />

madres durante la gestación).<br />

Hay que tener presente que el frío con humedad y<br />

viento es muy dañino para los ovinos en general y en<br />

especial para los animales jóvenes, que tienen menos<br />

resistencia. Vigilancia de los partos y de las madres<br />

antes de parir para evitar salgan al careo en días de<br />

frío, agua y viento {ventiscas) evitan muchas bajas de<br />

corderos.<br />

Una buena higiene de los apriscos y alrededores de<br />

los mismos son las medidas preventivas prioritarias,<br />

sin las cuales los programas de profilaxis específicos<br />

están abocados al fracaso.<br />

El éxito del tratamiento y profilaxis de las enfermedades<br />

infecciosas radica en la celeridad en efectuar el<br />

diagnóstico de la causa productora de las mismas.<br />

El viejo adagio dice: «Más vale prevenir que curar»,<br />

y yo le he transformado por el contacto con los ganaderos<br />

en «más vale prevenir que llorar», pues por no<br />

tomar medidas a tiempo (prevenir) después sufrieron<br />

verdaderas catástrofes (llorar) en sus rebaños.<br />

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1987.


Comunicación<br />

Control y tratamiento de la paratuberculosis (PTB)<br />

©vina y caprina<br />

0. Fuentes Pérez '<br />

RESUMEN<br />

El presente trabajo aborda el control y tratamiento<br />

de la PTB en ovejas y cabras. Para el control se ha<br />

trabajado con animales pertenecientes a cuatro rebaños,<br />

dos de ovejas y dos de cabras, explotados deforma<br />

tradicional. Se ha empleado vacuna viva liofilizada.<br />

Para el tratamiento se han utilizado animales con<br />

síntomas sospechosos de PTB, de los rebaños controlados,<br />

y animales remitidos al INIA enfermos de PTB,<br />

habiendo empleado preparados antimicobacterianos,<br />

estimulantes del desarrollo y correctores vitamínicominerales.<br />

Palabras clave: control, tratamiento, PTB, ovina,<br />

caprina, coprocultivo, higiene, correctores vitamínicominerales.<br />

INTRODUCCIÓN<br />

La PTB, incluida por la FAO en su reunión celebrada<br />

en Roma en el año 1964 entre las «Enfermedades<br />

de importancia naciente de los animales» junto con la<br />

PPA, lengua azul y enterotoxemias de los ovinos, ha<br />

cobrado en los últimos años la categoría de primera<br />

enfermedad, en cuanto a pérdidas económicas se refiere,<br />

en la explotación de ovejas y cabras adultas en<br />

España.<br />

Desde el año 1982 el control oficial de la enfermedad<br />

se efectúa por medio de vacunas aplicadas antes<br />

de los veinticinco-veintiocho días de vida de los animales<br />

receptibles y pertenecientes, en algunas regiones,<br />

a rebaños con diagnóstico positivo de PTB. Durante<br />

estos años se han distribuido 400.000 dosis de<br />

vacuna viva, habiendo descendido la incidencia de la<br />

enfermedad en un porcentaje elevado, aunque los<br />

animales vacunados pueden seguir excretando el bacilo<br />

paratuberculoso (bacilo PTB) (FUENTES, 1988) y<br />

presentando síntomas de la enfermedad después de la<br />

vacunación.<br />

La curación de los animales enfermos, cuando se<br />

han declarado los síntomas, no tiene hoy mejores<br />

perspectivas que hace cincuenta años, pues, aunque<br />

Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias.<br />

Departamento de Sanidad Animal.<br />

Embajadores, 68. 28012 Madrid.<br />

se ha conseguido eliminar el cuadro clínico, los animales<br />

continúan expulsando bacilos con las heces y<br />

mueren antes o después por efectos de la enfermedad.<br />

La primera sospecha de la existencia de la PTB en<br />

España data del año 1935, cuando ROCA SOLER publicó<br />

un trabajo relacionado con el tratamiento de<br />

una vaca paratuberculosa; posteriormente, ALLER y<br />

cois. (1973) publicaron la existencia de un foco de<br />

PTB en ovejas de León, y en 1979, GARRIDO y LEÓN<br />

VIZCAÍNO hablan de la PTB en cabras de Andalucía.<br />

Es una enfermedad infecciosa, específica de los rumiantes<br />

adultos, de curso crónico y caracterizada por<br />

delgadez, diarrea acuosa, maloliente e intermitente,<br />

presente siempre en los bóvidos y, a veces, en ovejas y<br />

cabras, significando en estas dos especies la cercanía<br />

de la muerte, que suele ocurrir quince-veinte días después.<br />

La sintomatología es característica, pero no patognómica,<br />

pudiéndose confundir con parasitosis, tuberculosis,<br />

salmonelosis, enfermedades carenciales, etc.<br />

El contagio se produce por vía digestiva al ingerir,<br />

en los primeros días de vida, los bacilos que contaminan<br />

las aguas, calostros y comederos y abrevaderos,<br />

así como los utensilios de los apriscos y cabrerizas,<br />

manchados con heces más o menos blandas. La transmisión<br />

también se efectúa por la vía intrauterina,<br />

aunque tiene una importancia secundaria.<br />

El período de incubación de la enfermedad dura varios<br />

meses e incluso años, pudiendo, inclusive, un animal<br />

infectado no presentar síntomas de la enfermedad<br />

durante toda su vida.<br />

Las medidas para el control de la PTB difieren de<br />

unos rebaños (infectados) a otros (vírgenes).<br />

MATERIAL Y MÉTODOS<br />

Control<br />

Para el control de la enfermedad se ha trabajado<br />

con 1.277 animales, 645 ovejas y 635 cabras, de razas<br />

Talaverana y Castellana con cruces industriales,<br />

las ovejas, y Murciana y Granadina y cruce de ambas<br />

las cabras, radicadas en Toledo (OTO, 227 ovejas, y<br />

CATO, 318 cabras), Segovia (OSG, 415 ovejas) y Guadalajara<br />

(GAGU, 317 cabras) y explotados comercialmente,<br />

en régimen de alimentación tradicional en la<br />

comarca en que radican. A partir del inicio del con-


128 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

Tabla I<br />

N2 TOTAL DE ANIMALES VACUNADOS POR REBAÑO<br />

1.982<br />

1.983<br />

1.984<br />

1,985<br />

1.986<br />

TOTAL<br />

OTO<br />

80<br />

45<br />

45<br />

20<br />

25<br />

215<br />

CATO<br />

100<br />

50<br />

35<br />

35<br />

35<br />

255<br />

OSG<br />

50<br />

40<br />

42<br />

38<br />

42<br />

212<br />

CAGU<br />

40<br />

30<br />

29<br />

31<br />

28<br />

158<br />

TOTAL<br />

270<br />

165<br />

151<br />

124<br />

130<br />

840<br />

trol se ha suministrado un suplemento continuo de<br />

minerales y vitaminas en forma de bloques o polvo, y<br />

una mejora nutricional en la época de partos y escasez<br />

de alimentos en el campo, y, fundamentalmente,<br />

en la última etapa de gestación (último tercio). La<br />

edad de los animales es la normal en un rebaño y sin<br />

control hasta el inicio de las pruebas de recogida de<br />

heces.<br />

Los rebaños de Toledo en el momento de empezar<br />

el control eran conocidos como infectados de PTB por<br />

diagnóstico previo en animales sospechosos por la<br />

sintomatología que presentaban. El número de bajas<br />

anuales llegaba al 20% en ambos rebaños (alta incidencia);<br />

los otros rebaños no tenían bajas sospechosas<br />

de PTB por encima del 2% anual (baja incidencia).<br />

Aprovechamos una charla particular con estos dos<br />

ganaderos para que nos remitiesen un animal enfermo,<br />

y en ambos rebaños diagnosticamos la existencia<br />

de PTB; estos animales estaban fuertemente parasitados<br />

al no efectuar nunca la desparasitación. La única<br />

lesión llamativa que encontramos fue la hipertrofia de<br />

los ganglios linfáticos mesentéricos, lesión sospechosa<br />

de PTB. Todos los ganaderos estaban sensibilizados<br />

con la paratuberculosis e interesados unos, los toledanos,<br />

en la erradicación de sus rebaños, y los otros que<br />

no pasase a más.<br />

Desde el año 1982 se han vacunado, en los cuatro<br />

rebaños, un total de 840 animales, repartidos según<br />

la tabla I. Las vacunas empleadas han sido las suministradas<br />

por la Subdirección de Sanidad Animal,<br />

siendo aplicadas por los veterinarios directores de las<br />

explotaciones. La edad de aplicación, menor de veintiocho<br />

días de vida, y la dosis de 2 mi por vía subcutánea<br />

en el maslo de la cola.<br />

El control se ha efectuado por recogida de heces<br />

para el posterior aislamiento del bacilo PTB mediante<br />

el coprocultivo, con una periodicidad, aproximada, de<br />

cuatro meses, y un intervalo, entre rebaños, de un<br />

mes (tabla II). El aislamiento del bacilo se ha efectuado<br />

según FUENTES (1988). Las muestras se han reco-.<br />

gido de todos los animales y han variado en un 2% ±,<br />

y los animales retirados por viejos (10%) han sido repuestos<br />

por animales jóvenes, así como los sacrificados<br />

por haber resultado positivos al CH (cultivo de heces).<br />

Todos los animales de reposición, a partir de<br />

1982, han sido vacunados. La recogida de heces se ha<br />

Tabla II<br />

Calendario de recogida-recepción de muestras<br />

FECHA DE RECEPCIÓN DE MUESTRAS<br />

REBAÑOS<br />

13<br />

recogida<br />

23<br />

recogida<br />

3a<br />

recogida<br />

4»<br />

recogida<br />

53<br />

recogida<br />

63<br />

recogida<br />

73<br />

recogida<br />

83<br />

recogida<br />

93<br />

recogida<br />

103<br />

recogida<br />

113<br />

recogida<br />

123<br />

recogida<br />

OTO<br />

10-4-81<br />

29-9-81<br />

13-1-82<br />

12-5-82<br />

15-12-82<br />

13-5-83<br />

15-11-83<br />

20-4-84<br />

22-10-84<br />

20-•3-85<br />

23-9-85<br />

15-3-66<br />

CATO<br />

14-12-81<br />

20-4-82<br />

2-11-82<br />

10-1-83<br />

20-6-83<br />

15-12-83<br />

18-6-84<br />

(»)<br />

21-5-84<br />

3-12-84<br />

22-4-85<br />

28-10-85<br />

31-3-86<br />

30-10-86<br />

OSG<br />

15-2-82<br />

7-6-82<br />

18-10-82<br />

21-2-83<br />

20-9-83<br />

20-2-84<br />

20-7-84<br />

10-1-85<br />

10-7-85<br />

20-12-85<br />

23-6-86<br />

12-1-87<br />

CAGU<br />

22-3-82<br />

10-8-82<br />

22-11-82<br />

21-3-83<br />

14-7-83<br />

10-1-84<br />

20-6-84<br />

20-12-84<br />

20-5-85<br />

25-11-85<br />

15-4-86<br />

20-11-86<br />

(*) Exceso de tubos contaminados 21-5-84, 2. a toma 18-6-84.


CONTROL Y TRATAMIENTO DE LA PARATUBERCULOSIS fPTB) OVINA Y CAPRINA 129<br />

Tabla III<br />

Número de animales tratados y productos empleados<br />

LUGARES DE TRATAMIENTO (REBAÑOS)<br />

PRODUCTO<br />

Bioazid (B)<br />

Zoodual (Z)<br />

Rimactán<br />

Rifaldín<br />

3-nitro-S (Cal)<br />

3-nitro-soluble (Sol)<br />

Ca y P<br />

B + Z<br />

Z + Cal.<br />

Z + Sol.<br />

Z + correctores<br />

Z + Ca y P<br />

TOTAL<br />

OVEJAS<br />

1<br />

1<br />

1<br />

0<br />

1<br />

1<br />

1<br />

1<br />

1<br />

1<br />

9<br />

I.N.I.A.<br />

CABRAS<br />

2<br />

2<br />

1<br />

1<br />

1<br />

2<br />

1<br />

1<br />

1<br />

1<br />

1<br />

1<br />

15<br />

OTO<br />

6<br />

6<br />

3<br />

3<br />

5<br />

5<br />

6<br />

6<br />

3<br />

3<br />

6<br />

6<br />

' 58<br />

CATO<br />

9<br />

9<br />

4<br />

5<br />

5<br />

4<br />

9<br />

9<br />

5<br />

4<br />

9<br />

9<br />

81<br />

CAGU<br />

1<br />

1<br />

1<br />

0<br />

0<br />

1<br />

1<br />

1<br />

1<br />

0<br />

1<br />

1<br />

9<br />

OSG<br />

2<br />

1<br />

1<br />

0<br />

1<br />

0<br />

1<br />

1<br />

0<br />

1<br />

1<br />

1<br />

10<br />

TOTAL<br />

21<br />

20<br />

11<br />

9<br />

13<br />

12<br />

19<br />

19<br />

10<br />

10<br />

19<br />

19<br />

182<br />

efectuado aprovechando desparasitaciones o vacunaciones<br />

efectuadas en los rebaños, llevándose refrigeradas<br />

con hielo o pastillas congeladas hasta el laboratorio.<br />

Además de las heces de todos los animales de cada<br />

rebaño, hemos empleado la mucosa intestinal, región<br />

de la válvula ileocecal, de los animales muertos o<br />

sacrificados por ser excretores del bacilo PTB en heces<br />

y/o presentar síntomas de PTB.<br />

TRATAMIENTO<br />

Para el tratamiento se ha utilizado un total de 182<br />

animales, 24 de ellos recibidos vivos en el INIA con<br />

síntomas de PTB y en doble o triple muestra (dos o<br />

tres animales al mismo tiempo), correspondiendo 15 a<br />

la especie caprina, de diferentes edades y razas, y<br />

nueve a la especie ovina, entre tres y cinco años de<br />

edad y razas variadas. Los otros 158 animales pertenecen<br />

a los cuatro rebaños en control, positivos al<br />

cultivo de heces y con inicio de adelgazamiento.<br />

El número de animales tratados por rebaño ha sido<br />

el siguiente:<br />

— Rebaño OTO: 58 animales.<br />

— Rebaño CATO: 81 animales.<br />

— Rebaño OSG: 10 animales.<br />

— Rebaño CAGU: 9 animales.<br />

El tiempo de tratamiento, si el animal no ha muerto<br />

antes, ha sido mínimo de setenta días, habiendo empleado<br />

los productos terapéuticos siguientes:<br />

Antimicobacterianos<br />

Estreptomicina (Zoodual, 4 g, Antibióticos, S. A.).<br />

Inyectable: seis días seguidos, descansar uno. Inyección<br />

única. Hidracidas (Bioazid, Uriach y Cía.). Comprimidos:<br />

tres al día en 2-3 tomas durante seis días y<br />

descansar uno, durante períodos de tratamiento de<br />

cincuenta días, dejando descansar diez, y empezar'<br />

nuevo ciclo.<br />

Rimacina o Rifampicina (Rimactán, Ciba Geigy; Rifaldín,<br />

Lepetit). Comprimidos, 1 x 600 mg/día en tandas<br />

de 6 + 1.<br />

Estimulantes<br />

Acido-3-nitro-4-hidroxifenilarsónico (ácido 3 nitro),<br />

(3 nitro-S, Lab. Calier; 3-Nitro Soluble, Solvay, Vet.)<br />

tandas de 6 + 6 en dosis de 0,0030% en el pienso, o<br />

1 g/7 litros de agua, hasta quince días antes del sacrificio.<br />

Compuesto mineral (Calcitad 40, Lab. Calier) solución<br />

inyectable. 2,5 ml/10 kg de peso y día, en una sola<br />

vez durante seis días y uno de descanso, aumentando<br />

la cantidad a partir del décimo día de tratamiento<br />

por ganancia de peso.<br />

Corrector vitamínico-mineral (Vigortone Polyfosfato,<br />

Lab. Calier), polvo para premezcla, 12 g/animal y<br />

día, tandas de 6 + 1.<br />

Bloques correctores.<br />

Estos productos se han empleado solos o mezclados<br />

como muestra la tabla III.


130 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

Actuación en los rebaños<br />

Desde el momento que empezamos a trabajar con<br />

los rebaños mejoramos las normas de alimentación<br />

que tenían.<br />

La ración de volumen se ha cubierto con el pasto<br />

del campo, paja de cereales y/o leguminosas, alfalfa<br />

henificada o fresca y heno de hierba, siendo suplementada<br />

cuando el pasto era pobre en cantidad, último<br />

tercio de gestación y durante la cría de los corderos<br />

y cabritos o en lactación, con 300 g de pienso concentrado,<br />

bien de fábrica o bien con una mezcla de<br />

— 30 kg de cebada.<br />

— 10 kg de trigo.<br />

— 15 kg de yeros, habas, soja o algarrobas.<br />

— 20 kg de avena.<br />

— 25 kg de salvado de trigo.<br />

— Corrector vitamínico mineral a dosis de 3 kg por<br />

cada 100 kg de muestra (Vigortone Polyfosfato),<br />

o la dosis recomendada por la casa productora<br />

cuando se ha empleado otro corrector elegido<br />

por el ganadero. El corrector, a veces, se ha dejado<br />

en tolva a libre disposición de los animales<br />

o se ha suministrado en forma de bloques colocados<br />

permanentemente en los encerraderos.<br />

Manejo de los animales para el tratamiento<br />

Cuando hemos recibido en el INIA más de un animal<br />

vivo, pertenecientes al mismo rebaño o explotación,<br />

presentando síntomas sospechosos de paratuberculosis,<br />

hemos sacrificado uno de ellos y, si ha resultado<br />

++++ a BD (bacterioscopia directa) intestinal,<br />

hemos realizado pruebas serológicas (FC, AGID) y BD<br />

con el otro u otros animales y si han resultado positivos<br />

a una o más pruebas de diagnóstico, se han utilizado<br />

como animales de prueba del tratamiento.<br />

Durante el tiempo que ha durado el tratamiento, todos<br />

los animales han sido controlados en la expulsión<br />

de bacilos por las heces, habiendo recogido heces al<br />

principio y, posteriormente, cada semana a los animales<br />

tratados en el INIA, y cada dos meses a los tratados<br />

en los rebaños en estudio.<br />

Los animales tratados en el INIA han sido alojados<br />

en locales de 6 x 6 m, cubiertos y en unas condiciones<br />

higiénicas muy parecidas a las que disfrutaban en sus<br />

explotaciones los animales de los rebaños objeto del<br />

estudio. En estos habitáculos se les suministraba el<br />

pienso y el agua de bebida, a libre disposición esta última.<br />

La alimentación ha consistido en:<br />

— Paja de cereales (ad líbitum).<br />

— Heno de alfalfa: 2 kg/animal y día.<br />

— Cebada en grano: 100 g/animal y día.<br />

— Salvado de trigo: 200 g/animal y día.<br />

(Las cantidades de alimento son aproximadas.)<br />

Los animales tratados en los rebaños no han estado<br />

aislados del resto de los animales de la explotación,<br />

excepción hecha del momento de suministrarles los<br />

correctores vitaminicominerales o de aquellos animales<br />

tratados con ácido 3 nitro. El tratamiento se ha<br />

iniciado, en estos animales, cuando han empezado a<br />

perder peso.<br />

Para la posología de los productos empleados, expuesta<br />

más arriba, hemos tenido presente la recomendación<br />

de los laboratorios productores, sin determinar<br />

ni la resistencia ni las concentraciones de los<br />

productos en el plasma sanguíneo, basándonos en los<br />

estudios efectuados sobre el tratamiento de la PTB<br />

por otros autores (RANKIN, MERKAL, SLOCOMBE, en<br />

FUENTES, 1988).<br />

Los tratamientos empleados tienen sus inconvenientes<br />

postratamiento, como son:<br />

El ácido 3 nitro se acumula en la carne, por lo que<br />

hay que dejar de suministrarlo quince días antes del<br />

sacrificio del animal.<br />

La rifampicina colorea de rojo carmesí los tejidos<br />

grasos de los animales tratados, lo que les hace decomisables<br />

en la inspección de la canal; se elimina por<br />

la leche y es absorbida por el cordero al mamar, produciendo<br />

coloración de los tejidos si este animal ha<br />

tomado de esta leche durante varios días.<br />

La estreptomicina se elimina por la leche, debiendo<br />

ser destruida la producida por los animales tratados,<br />

pues cuando se destina a la producción de queso interfiere<br />

el proceso biológico.<br />

RESULTADOS<br />

De las siembras efectuadas a partir de las heces de<br />

los 1.277 animales que componen los cuatro rebaños,'<br />

y, mejorada la alimentación como hemos expuesto anteriormente,<br />

hemos aislado un BAAR micobactinadependiente<br />

y de lento crecimiento (seis semanas o más)<br />

del 54,9% de los animales (tabla IV).<br />

En la primera recogida de heces, sin instaurar todavía<br />

las mejoras nutritivas (tabla V), encontramos<br />

excretores asintomáticos en el 34,61%, disminuyendo<br />

notablemente en los exámenes posteriores, como se<br />

aprecia en la tabla V. Asimismo encontramos excretores<br />

enfermos en la primera recogida al 12,21% (tabla<br />

VI), descendiendo a partir de la siguiente recogida,<br />

llegando casi a desapareer, a partir de la cuarta recogida<br />

de muestras, todos los excretores. En esta fecha<br />

se habían sacrificado o muerto la mayoría de los primeros<br />

excretores y se habían instaurado medidas higiénicas<br />

(separación de los animales jóvenes de los<br />

adultos, vacunación antes de los veintiocho días de<br />

edad, alimentación suplementaria durante todo el año<br />

con correctores vitamínico-minerales, desparasitación,<br />

higiene en los apriscos y cabrerizas, etc.).<br />

En la observación de los cuadros apreciamos la<br />

existencia de animales excretores y enfermos vacunados<br />

(vac), representando el 2,14% de los animales vacunados.<br />

Los resultados obtenidos a base de los diferentes


, CONTROL Y TRATAMIENTO DE LA PARATUBERCULOSIS (PTB) OVINA Y CAPRINA 131<br />

Tabla IV<br />

Promedio de animales infectados y enfermos con el CH<br />

REBAÑO<br />

OTO<br />

na de<br />

excretores<br />

112<br />

nfi de<br />

enfermos<br />

69<br />

Total animales<br />

infectados<br />

181<br />

% animales<br />

enfermos<br />

38,12 (*)<br />

30,3<br />

ns animales<br />

enfermos<br />

227<br />

% animales<br />

infectados<br />

79,7<br />

CATO<br />

152<br />

90<br />

242<br />

37,19 (»)<br />

28,3<br />

318<br />

76,1<br />

OSG<br />

136<br />

14<br />

150<br />

9,33 (•)<br />

3,30<br />

415<br />

36,1<br />

CAGU<br />

113<br />

16<br />

129<br />

12,40 (*)<br />

5,04<br />

317<br />

40,69<br />

TOTAL<br />

513<br />

189<br />

702<br />

26,92 l*)<br />

14,08<br />

1.277<br />

54,9<br />

(*) % de enfermos sobre animales infectados totales.<br />

Tabla V<br />

Número de animales excretores positivos al CH<br />

RESULTADOS SEGÚN<br />

ORDEN DE LA RECOGIDA DE MUESTRAS<br />

REBAÑO<br />

12<br />

2«<br />

3*<br />

4«<br />

5»<br />

62<br />

7«<br />

8a<br />

91<br />

10«<br />

11*<br />

12»<br />

TOTAL<br />

OTO<br />

92<br />

10<br />

4<br />

0<br />

4<br />

(vac)<br />

0<br />

1<br />

0<br />

1<br />

0<br />

0<br />

0<br />

112<br />

CATO<br />

128<br />

12<br />

5<br />

1<br />

5<br />

(vac)<br />

0<br />

0<br />

1<br />

(vac)<br />

0<br />

0<br />

0<br />

0<br />

152<br />

OSG<br />

125<br />

1<br />

2<br />

(vac)<br />

0<br />

4<br />

1<br />

0<br />

2<br />

(vac)<br />

0<br />

0<br />

1<br />

0<br />

136<br />

CAGU<br />

97<br />

3<br />

0<br />

0<br />

8<br />

3<br />

(vac)<br />

0<br />

1<br />

1<br />

(vac)<br />

0<br />

0<br />

0<br />

113<br />

Tabla VI<br />

Número de animales enfermos y muertos<br />

RESULTADO SEGÚN EL ORDEN DE LA RECOGIDA DE MUESTRAS<br />

REBAÑO<br />

II<br />

22<br />

3»<br />

45<br />

55<br />

62<br />

7!<br />

82<br />

98<br />

108<br />

11»<br />

121<br />

TOTAL<br />

OTO<br />

58<br />

3<br />

1<br />

1<br />

0<br />

0<br />

0<br />

2<br />

(vac)<br />

0<br />

1<br />

1<br />

(vac)<br />

2<br />

(vac)<br />

69<br />

CATO<br />

81<br />

4<br />

1<br />

1<br />

0<br />

0<br />

0<br />

1<br />

(vac)<br />

0<br />

0<br />

2<br />

(vac)<br />

0<br />

90<br />

OSG<br />

10<br />

0<br />

0<br />

0<br />

0<br />

1<br />

(vac)<br />

0<br />

0<br />

0<br />

0<br />

3<br />

(vac)<br />

0<br />

14<br />

CAGU<br />

7<br />

1<br />

0<br />

1<br />

1<br />

1<br />

(vac)<br />

0<br />

0<br />

0<br />

1<br />

(vac)<br />

1<br />

3<br />

(vac)<br />

16


132 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

tratamientos empleados han consistido en mejoría general<br />

del aspecto externo de los animales y recuperación<br />

del peso.<br />

Con bioazid no hemos podido finalizar ningún segundo<br />

ciclo de tratamiento en los animales tratados<br />

en el INIA por haber muerto antes, lo mismo que<br />

cuando se ha empleado en combinación con Zoodual.<br />

Hemos encontrado recuperación del peso, no llegando<br />

al 100%, y empeoramiento del animal a partir de los<br />

ocho días de descanso en la administración del medicamento.<br />

Ha descendido el número de CFU (colonias<br />

formando unidades) de bacilos PTB, siendo mayor<br />

cuando se ha empleado Bioazid con Zoodual.<br />

En las dos cabras tratadas con Bioazid y Zoodual<br />

encontramos ausencia de crecimiento en el CH, efectuado<br />

la semana anterior al cese del tratamiento en<br />

medios de cultivo con mlcobactina P (MP), pero no en<br />

los medios que tenían micobactina J (MJ).<br />

El ácido 3 nitro produce recuperación de peso a<br />

partir de los ocho días de iniciado el tratamiento y ganancia<br />

del peso total, según los pesos medios de las<br />

ovejas y cabras españolas (40-65 kg), a los sesenta'<br />

días de comenzado el tratamiento.<br />

Las hembras, que comenzado el tratamiento se han<br />

quedado preñadas, aun con el peligro que supone para<br />

las crías nacer infectadas, han continuado en tratamiento,<br />

pariendo bien y viviendo hasta ocho meses<br />

después de iniciado el mismo. Todas las crías nacidas<br />

de estas madres han sido sacrificadas de lechazos. No<br />

se ha observado diferencias en el número de colonias<br />

crecidas de un control al siguiente.<br />

Con el empleo de Rifampicina se consigue mejora<br />

del estado general del animal a los ocho días de iniciado<br />

el tratamiento, y descenso en el número de CFU<br />

a partir de la tercera semana de iniciado el tratamiento,<br />

pero aparece coloración de la leche a los<br />

veinte días de administración, y en los animales sacrificados<br />

en la grasa y en la carne, causa que obliga al<br />

decomiso.<br />

Con el empleo de Zoodual, sólo o acompañado con<br />

la administración de otros productos, hemos encontrado:<br />

Mejora general del animal con desaparición de los<br />

bacilos en heces, después de cuarenta días de tratamiento,<br />

en medios con MP, pero no en medios con MJ,<br />

tanto en cabras como en ovejas.<br />

Cuando se suprime el tratamiento pasados sesenta<br />

días (efecto observado en tres cabras y dos ovejas),<br />

bien sea sólo o mixto, se aprecia una recaída a los<br />

quince días, no sobreviviendo ni aun con repetición<br />

del tratamiento. «Engordar para morir.»<br />

Las lesiones observadas son idénticas a las que presentan<br />

los animales del mismo rebaño, pero no tratados.<br />

En todos los casos sometidos a tratamiento hemos<br />

observado que cuando éste se ha instaurado rápidamente<br />

de iniciados los síntomas, por haber tenido<br />

presente la positividad al GH, los resultados han sido<br />

mucho mejores.<br />

DISCUSIÓN<br />

A finales de la década pasada se empezó a detectar<br />

la presencia de la PTB en ovejas y cabras en España.<br />

habiendo alcanzado el carácter de epizootia en la actualidad.<br />

La PTB ovina y caprina cursa como una enfermedad<br />

crónica con pérdida de la producción láctea (25%)<br />

y adelgazamiento progresivo, y raras veces está presente<br />

la diarrea. Cuando se presenta ésta, el pronóstico<br />

es fatal, como siempre que aparecen los síntomas.<br />

por ser una enfermedad incurable por los gastos que<br />

implica el tratamiento en comparación con los resultados<br />

conseguidos. La muerte ocurre entro los diez y<br />

veinte días después de aparecer la diarrea.<br />

El aislamiento del bacilo PTB de un animal no indica<br />

obligatoriedad de presentar síntomas, sino solamente<br />

que está excretando bacilos PTB y contaminando<br />

el medio ambiente, actuando como difusor de la<br />

enfermedad para otros animales.<br />

El desencadenamiento de los síntomas clínicos de la<br />

infección está supeditado al número de gérmenes ingeridos<br />

y al estado general del hospedador, influyendo,<br />

fundamentalmente, la nutrición y la relación Ca/P<br />

de la dieta en primerísimo lugar.<br />

Como podemos observar en las tablas V y VI, la vacunación<br />

no erradica la enfermedad al seguir produciéndose<br />

enfermos y excretores de bacilos en las heces<br />

en el 2% de los animales vacunados.<br />

La vacuna produce fuertes reacciones postvacunales,<br />

y se debe manejar con sumo cuidado, pues si se<br />

produce un accidente vacunal involuntario (pinchazo<br />

con la aguja), aparecen reacciones inflamatorias de<br />

difícil curación (MOYLE, 1973).<br />

La lucha para la erradicación de las enfermedades"<br />

infecciosas se basa en saber que existen, mediante un<br />

diagnóstico precoz de los animales infectados o enfermos<br />

y en su posterior eliminación por sacrificio, previa<br />

identificación. La PTB es difícil de controlar por la<br />

dificultad de un diagnóstico precoz con métodos de<br />

diagnóstico específicos y sensibles.<br />

Las medidas para el control de la enfermedad difieren<br />

de un rebaño infectado, a las que hay que tomar<br />

en un rebaño virgen, pues en los primeros las medidas<br />

han de ser rigurosas y basadas en el diagnóstico<br />

por CH, pues los otros diagnósticos tienen un valor limitado.<br />

Una de las primeras medidas a tomar es detectar<br />

los animales infectados, y especialmente a los excretores<br />

de bacilos PTB asintomáticos, pero que infectan<br />

a los demás animales. Para esto se debería efectuar<br />

sistemáticamente, a todos los animales sospechosos<br />

de padecer la enfermedad, una bacterioscopia, después<br />

de la autopsia de los mismos, con una tinción<br />

para BAAR, puesto que, si no se realiza, la enfermedad<br />

puede permanecer durante mucho tiempo ignorada<br />

en las explotaciones de rumiantes.<br />

La colaboración de los propietarios de los animales<br />

es imprescindible y es difícil de conseguir (no ha sido<br />

nuestro caso) sobre todo cuando no existe gran núme-


CONTROL Y TRATAMIENTO DE LA PARATUBERCULOSIS (PTB) OVINA Y CAPRINA 133<br />

ro de bajas en sus explotaciones, y, además, los animales<br />

se encuentran en plena producción, aparente.<br />

Solamente cuando existen problemas de esterilidad,<br />

descenso de producción, abortos seguidos en las mismas<br />

hembras o son demasiado viejos, colaboran para<br />

llevar al matadero a todos los animales que resultan<br />

positivos al CU en los controles periódicos que se realizan<br />

a todos los animales de un rebaño con sospechas,<br />

más o menos fundadas, do la existencia de animales<br />

infectados o enfermos.<br />

La erradicación total de la PTB será muy difícil de<br />

conseguir si no se controla en todas las especies de<br />

animales sensibles a la misma.<br />

Las medidas para la lucha contra la PTB consisten<br />

en medidas sanitarias y medidas de profilaxis médica.<br />

La profilaxis sanitaria exige aplicar medidas tan rigurosas<br />

como:<br />

— Sacrificio de los animales clínicamente enfermos.<br />

— Sacrificio, previo diagnóstico en la fase asintomática,<br />

de todos los animales infectados.<br />

— Eliminar o separar todos los animales excretores<br />

y/o enfermos de su descendencia y demás<br />

animales jóvenes, aun mucho antes de presentar<br />

los síntomas, más o menos característicos de<br />

la enfermedad.<br />

— Los animales recién nacidos, y durante su primer<br />

ciclo de vida, deben estar el menor tiempo<br />

posible con las madres y animales adultos, evitando,<br />

al mismo tiempo, que sus habitáculos se<br />

contaminen con heces de animales adultos.<br />

— Los animales de rebaños infectados solamente<br />

saldrán de la explotación para ir al matadero si<br />

no está comprobado, fehacientemente, por el CH<br />

que son negativos a la expulsión de bacilos PTB<br />

durante por lo menos tres exámenes, efectuados<br />

cada cuatro meses.<br />

— No se comprarán animales de explotaciones que<br />

tengan o hayan tenido animales sospechosos de<br />

PTB.<br />

— Colocar el estercolero al sol, pues la sombra<br />

protege al bacilo PTB, dejando que el estiércol<br />

madure.<br />

— Control sistemático de la ración alimenticia para<br />

corregir los excesos o defectos relacionados, especialmente,<br />

con el aporte equilibrado en minerales<br />

(fósforo, cobre, calcio, magnesio, selenio,<br />

cobalto, hierro), suministrando, además, vitamina<br />

A, D y E.<br />

El desequilibrio Ca/P en la ración alimenticia, en<br />

detrimento del P, es un factor favorecedor de la aparición<br />

de la PTB clínica, y puede ser debido a deficiencias<br />

en P del pienso de volumen o a una mala composición<br />

de la ración alimenticia total, corrigiéndose con<br />

aporte de fósforo a la ración, bajo la forma de compuesto<br />

mineral con dosis de 0,3% de fósforo y 0,4%<br />

de Ca.<br />

Las cantidades de abono fosfatado (superfosfato de<br />

cal) deben llegar a 60-100 unidades de P 2 05/hectárea<br />

y año.<br />

Los abonados de los prados con 300 kg/hectárea de<br />

superfosfato o 700 kg/hectárea de escorias Thomas,<br />

además de actuar como desinfectantes de los mismos,<br />

actúan como favorecedores do la producción de hierba<br />

y heno, y contribuyen a que los alimentos contengan<br />

más cantidad de fósforo. El tenor de fósforo de<br />

los forrajes debe ser superior al 0,2%, y la relación<br />

Ca/P de la dieta entre 2,80 y 3,1 X.<br />

PROFILAXIS MKIMCA<br />

La idea de la vacunación fue introducida por VA-<br />

LLElí y RINJARI) al observar que la inyección de bacilos<br />

PTB por vía subcutánea hacía descender la incidencia<br />

de la enfermedad en las vacas.<br />

La vacuna que se emplea en España contra la PTB<br />

está compuesta de bacilos PTB suspendidos en medio<br />

no absorbible. La protección dura tanto tiempo como<br />

el bacilo PTB sea capaz de estar presente en el nodulo<br />

formado en el punto de inoculación.<br />

La vacuna reduce el número de animales enfermos<br />

y el número de animales con infección intestinal detectable,<br />

pero no confiere inmunidad absoluta, pudiendo<br />

desarrollar la enfermedad y/o excretar bacilos<br />

virulentos los animales vacunados.<br />

Los tratamientos con diferentes productos fracasan<br />

y sólo consiguen una ganancia de peso. Una dieta<br />

equilibrada en vitaminas y minerales contribuye a la<br />

no aparición de animales enfermos, clínicamente, y a<br />

la larga, a la disminución del número de bacilos excretados<br />

y detectados por el CH. Con las mejoras nutritivas<br />

producidas por la adición de estimulantes del<br />

metabolismo y correctores vitamínico-minerales, parece<br />

ser que se ayuda a los animales a deshacerse de<br />

los bacilos por ellos mismos, al descender, sensiblemente,<br />

el número de animales excretores.<br />

CONCLUSIONES<br />

Los intentos de curación de los animales enfermos<br />

con diferentes medicamentos no consiguen la curación<br />

al 100% ni la desaparición del bacilo PTB de las<br />

heces de los animales enfermos.<br />

Los tratamientos solamente son útiles para prolongar<br />

la vida de los animales en caso de gestación avanzada<br />

o de estar amamantando la cría. En estos casos<br />

estos animales deberán ser aislados del resto del rebaño<br />

pensando en su sacrificio y el de su descendencia.<br />

Los tratamientos son caros para los resultados que<br />

se obtienen.<br />

Una terapia instaurada precozmente puede llevarnos<br />

a la curación de los animales paratuberculosos, si<br />

no bacteriológica, al menos clínica, dependiendo el<br />

tratamiento del valor genético y emocional del animal<br />

o animales tratados.


134 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

En los diez primeros días de iniciado un tratamiento<br />

se consigue una mejoría en el aspecto del animal,<br />

ganancia de peso y de producción de leche, descenso<br />

del número de bacilos excretados en las heces, pero<br />

sin evitar la muerte.<br />

Los mejores resultados los hemos obtenido con Riminofenacina,<br />

tratamiento que, además de ser muy<br />

caro, produce coloración rojo carmesí en los tejidos<br />

grasos y en la leche de los animales tratados. La pigmentación<br />

de la grasa dura hasta setenta días después<br />

de la última ingestión del medicamento. La carne<br />

de estos animales no es apta para el consumo humano.<br />

La mejora de la alimentación y el suministro de un<br />

suplemento vitamínico-mineral a todos los animales<br />

hace disminuir, sensiblemente, el número de animales<br />

positivos al CH, descendiendo, casi hasta cero, el número<br />

de animales enfermos.<br />

La vacunación sola no erradica la PTB de un rebaño,<br />

y produce enfermos y excretores de bacilos en un<br />

2% de los animales vacunados. Produce fuertes reacciones<br />

postvacunales en los animales vacunados, y se<br />

debe manejar la vacuna con sumo cuidado, pues en<br />

un accidente vacunal involuntario aparecen reacciones<br />

inflamatorias de difícil curación.<br />

Para erradicar la PTB de un rebaño no es suficiente<br />

la vacunación de los animales menores de veintiocho<br />

días de edad, cuando esta medida profiláctica no va<br />

acompañada de medidas higiénicas como:<br />

— Separación de los animales, desde su nacimiento,<br />

de los animales adultos.<br />

— Mejora de la relación Ca/P en la ración alimenticia.<br />

— Suministros de correctores vitamínico-minerales<br />

durante toda la vida del animal.<br />

— Análisis serológicos, por ser más rápidos, de los<br />

animales que se quiera introducir en el rebaño.<br />

— Solamente la vacunación no disminuye el número<br />

de animales enfermos.<br />

— Para declarar a un rebaño libre de PTB hay que<br />

efectuar varios exámenes por CH, y que los mismos<br />

resulten negativos a la presencia del bacilo<br />

PTB en el 100% de los animales del rebaño. Estos<br />

exámenes pueden ser efectuados cada seis<br />

meses.<br />

— Como medidas preventivas para la erradicación<br />

de la PTB proponemos:<br />

• Diagnóstico exacto y prematuro por el CH.<br />

• Sacrificio de todos los animales positivos al<br />

coprocultivo.<br />

• Efectuar exámenes, dos veces al año, a todos<br />

los animales del rebaño.<br />

Pensamos que la incidencia de la PTB ovina y caprina<br />

seguirá en aumento, mientras los ganaderos no se<br />

decidan a poner en práctica lo legislado en el Reglamento<br />

de Epizootias y artículos 1.486 y 1.494 del Código<br />

Civil español, referentes a los movimientos de ganados<br />

infectados y al mercado de los mismos, que<br />

consideran nulos los contratos de compraventa de<br />

animales infectados antes de la venta, así como prohiben<br />

la venta de animales infectados, no fijando plazo<br />

para establecer acción de nulidad. Dentro de estos artículos<br />

se encuentra el bacilo PTB, que, como dijo DI-<br />

MOC, «se compra y se vende».<br />

AGRADECIMIENTO<br />

Al doctor RESPALDIZA CARDEÑOSA por los controles<br />

parasitológicos efectuados a lo largo del trabajo y<br />

sus sabios consejos.<br />

Al personal auxiliar del Departamento de Higiene y<br />

Sanidad Animal por la colaboración prestada, y muy<br />

especialmente a don CLAUDIO BENITO BENITO, doña<br />

MARÍA LUISA CUELLAR, doña ROSA DEMETRIA RU­<br />

BIO, don ABELARDO SÁNCHEZ RODRÍGUEZ, doña<br />

MARÍA DEL CARMEN SIMÓN PALACIOS y don JUAN<br />

TAZÓN.<br />

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VERGE y cois.: Bul. Acad. Vét, tomo XXIV, 97-99, febrero<br />

1951.


Comunicación<br />

Paratuberculosis caprinas estrategias del diagnóstico<br />

segén la incidencia de la enfermedad<br />

A. Molina Alcalá, M. a del C. Crespo Giráldez, A. López Escar, L. Morena Sanz y D. Llanes Ruiz<br />

Departamento de Genética. Facultad de Veterinaria. Universidad de Córdoba.<br />

INTRODUCCIÓN<br />

La paratuberculosis es una enfermedad producida<br />

por el M. paratuberculosis que afecta a los rumiantes<br />

tanto domésticos como salvajes. En nuestro país, aunque<br />

es poco frecuente en bovinos, en pequeños rumiantes<br />

(ovejas y cabras) su incidencia es muy elevada,<br />

siendo considerada hoy día como la primera enfermedad<br />

del ganado caprino en cuanto a pérdidas<br />

económicas que determina.<br />

Su importancia en Andalucía radica en su elevada<br />

frecuencia, confirmada por todos los estudios realizados<br />

en nuestra comunidad (GARRIDO y LEÓN, 1978;<br />

GASCA, 1981, 1982; MOLINA y cois., 1989, 1990), su<br />

carácter enzoótico en aquellas zonas en las que las<br />

condiciones de manejo y ambientales las favorecen,<br />

su presentación crónica e insidiosa, las elevadas pérdidas<br />

que ocasiona, no sólo de forma directa por<br />

muertes o sacrificio de los animales ante la imposibilidad<br />

de tratamiento, sino también indirectas por disminución<br />

de las producciones e incremento de los<br />

problemas reproductivos y sanitarios, su difícil, costoso<br />

y largo tiempo exigido para su erradicación por la<br />

problemática de su prevención, vacunación y su difícil<br />

diagnóstico en las primeras fases de la enfermedad.<br />

El control de la enfermedad de John sigue siendo<br />

un problema, principalmente por la dificultad de descubrir<br />

a los animales portadores, por la dificultad de<br />

encontrar un método de detección a la vez fiable y<br />

precoz y por el largo tiempo que transcurre antes de<br />

que la enfermedad se manifieste, con escaso número<br />

de animales clínicamente afectados que hace que<br />

cuando se detecta la infección ya se ha extendido de<br />

manera insidiosa en todo el colectivo.<br />

Por tanto, el diagnóstico para la identificación de<br />

los animales infectados y la confirmación de los enfermos<br />

es la base de cualquier tipo de control de la paratuberculosis.<br />

Los métodos microbiológicos, a pesar de diversos<br />

inconvenientes, siguen siendo válidos en cualquier<br />

programa de saneamiento de las explotaciones, así<br />

como de valoración para las nuevas técnicas de diagnóstico<br />

que se ensayen.<br />

Los métodos serológicos, si bien presentan serios<br />

inconvenientes en cuanto a especificidad, sensibilidad<br />

y dinámica de la respuesta inmune, deben tener un<br />

peso específico en el diagnóstico de los animales infectados,<br />

si bien con diversas estrategias que soslayen<br />

sus inconvenientes.<br />

Las modernas técnicas de diagnóstico basadas en la<br />

hibridación mediante sondas de DNA específicas, aunque<br />

bastante desarrolladas en la actualidad, no se<br />

han podido ensayar suficientemente en amplias pruebas<br />

de campo, lo que permitirá en un futuro muy próximo<br />

un método de diagnóstico absolutamente específico,<br />

así como un método de estudio de las diferencias<br />

entre cepas y de comparación con otras micobacterias.<br />

Las pruebas de diagnóstico serológicas son las más<br />

utilizadas, a pesar de lo cual aún no se ha desarrollado<br />

ningún test absolutamente fiable, ya que unas son<br />

escasamente específicas o sensibles, otras presentan<br />

una gran crosreactividad con otros gérmenes y otras<br />

sólo son válidas en determinadas etapas de la enfermedad.<br />

A pesar de todos estos problemas, se considera que ,<br />

un rebaño donde no existen animales reactivos se<br />

puede considerar libre de paratuberculosis. Además,<br />

en la práctica, no habría que realizar el diagnóstico<br />

de todos los animales, ya que, con prevalencias medias<br />

de 15-30%, testando un 10% la probabilidad de<br />

que aparezca al menos un animal positivo es del 98%<br />

(CHIODINI, 1984). En cambio, en rebaños de muy baja<br />

prevalencia la confirmación de la enfermedad se<br />

debería realizar siempre con técnicas de muy elevado<br />

valor predictivo como el cultivo fecal o de tejidos.<br />

Tradicionalmente, las investigaciones de paratuberculosis<br />

en nuestro país se han realizado por medio de<br />

la clínica de los casos terminales y la técnica de fijación<br />

del complemento, que según estudios de diversos<br />

autores da falsos positivos en un 10% y falsos negativos<br />

en un 50%. Más recientemente se han empezado<br />

a utilizar técnicas de IDGA, que si bien presentan un<br />

gran potencial en cuanto a su elevada especificidad,<br />

adolecen de graves problemas de sensibilidad.<br />

El gran desarrollo experimentado por el diagnóstico<br />

mediante ELISA en otras enfermedades ha llevado en<br />

los últimos años a la aplicación de estas técnicas para<br />

el diagnóstico de la paratuberculosis, que poco a poco<br />

van sustituyendo al resto de técnicas serológicas.<br />

Dentro de los posibles diseños de esta técnica, la


136 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

prueba más utilizada hasta ahora es el ELISA indirecto<br />

para la cuantificación de anticuerpos en suero.<br />

Una de las ventajas sobre otras técnicas serológicas<br />

es la de no depender de un sistema tan complejo como<br />

es el del complemento, fácil automatización y lectura<br />

automática y el de detectar tasas de infección<br />

más bajas debido al efecto amplificador del sistema<br />

enzimático (MERKAL, 1984; BUERGELT, 1988J, pero<br />

esto puede ser un grave problema si no se selecciona<br />

bien el punto de corte. Otra de sus grandes ventajas<br />

es la de que es la más precoz de las pruebas serológicas<br />

debido a este efecto amplificador (MERKAL, 1983;<br />

BUERGELT, 1988), así ha sido señalado por EAMENS<br />

(1989) más precoz que la IDGA, incluso en ambientes<br />

de escasa prevalencia, si bien ambas pruebas son capaces<br />

de detectar los animales infectados al poco<br />

tiempo de comenzar a ser excretores, sobre todo en<br />

ambientes de elevada prevalencia (MERKAL, 1983).<br />

Así, presentaría un elevado valor, una vez realizada la<br />

seroconversión, al no estar influenciado por la tasa y<br />

dinámica de la excreción, estando considerado como<br />

el test serológico que más se aproxima a la prevalencia<br />

real de la enfermedad medida mediante cultivo<br />

(SHULAW, 1986). Por otra parte, el ELISA es el test<br />

serológico que se aproxima más a la prevalencia real<br />

de la paratuberculosis (SHULAW, 1986).<br />

Nuestro grupo ha desarrollado un test ELISA (MO­<br />

LINA y cois., 1990), utilizando como fuente antigénica<br />

el PPA-3 (Protoplasmic Purified Antigens), producido<br />

a partir de la cepa NADC 18 de M. paratuberculosis<br />

(cepa núm. 1.227 del ATCC), aislada de vacuno y<br />

adaptada al crecimiento en cultivo, con una elevada<br />

sensibilidad (> 87%) y especificidad (> 93%). Utilizando<br />

un grupo de animales tuberculosos, la especificidad<br />

disminuyó a 67%. La absorción de estos sueros<br />

no modificó esta especifidad. Estos resultados son<br />

comparables a los obtenidos en ELISA para el diagnóstico<br />

de la tuberculosis humana (DANIEL y DABAN-<br />

NE, 1987) o en la paratuberculosis bovina (MERKAL,<br />

1973; JORGENSEN, 1978; THOEN, 1979; YOKOMIZO,<br />

1983 y 1985, y McLAUGHLIN, 1989) y superiores al<br />

resto de técnicas de diagnóstico serológico en cabras<br />

como la IDGA (EAMENS, 1989) o la contrainmunoelectroforesis<br />

(COLLINS, 1984).<br />

EVALUACIÓN DE LOS RESULTADOS DEL TEST<br />

En contraste con el dicotómico positivo o negativo<br />

de la mayoría de los test de diagnóstico serológicos, la<br />

absorbancia varía de una forma continua con la concentración<br />

de anticuerpos y su afinidad, por lo que<br />

hay que prestar una atención especial a la selección<br />

del punto de diferenciación positivo/negativo. El punto<br />

de corte escogido debe ser aquel que determine una<br />

mejor separación de positivos y negativos combinado<br />

con una sensibilidad no menor al 60% y una especificidad<br />

lo más alta posible, ya que la eficacia del test se<br />

ve más fuertemente influenciada por la especificidad<br />

que por la sensibilidad.<br />

La evaluación de la eficacia de un método de diagnóstico<br />

se basa en su sensibilidad, especificidad y valor<br />

predictivo. Las dos primeras son características<br />

intrínsecas al test si se considera dentro de determinadas<br />

condiciones (al estar influenciado por la etapa<br />

de la enfermedad que predomine). La sensibilidad se<br />

define como el porcentaje de animales positivos al<br />

test dentro de los animales realmente afectados, es<br />

un índice inverso do los falsos negativos que determina<br />

el test. La especificidad se define como el porcentaje<br />

de animales negativos dentro de los realmente<br />

sanos y es por tanto un índice inverso de los falsos positivos<br />

a que d;i lugar el test. A bajas prevalencias de<br />

la enfermedad el ELISA se vuelve más insensible al<br />

predominar los animales menos afectados (LESLIE,<br />

1988), como podemos observar en esta tabla, donde<br />

se muestran diferentes sensibilidades del mismo test<br />

ELISA:<br />

Cultivo ...<br />

ELISA<br />

AGID<br />

Infección<br />

experimental<br />

2,3<br />

5,2<br />

5,3<br />

Exposición<br />

ambiente<br />

ligero<br />

13,4<br />

8<br />

21<br />

Exposición<br />

ambiente<br />

medio<br />

4,0<br />

5<br />

24<br />

La sensibilidad y especifidad son muy variables, dependiendo<br />

del ELISA utilizado, el antígeno, el punto<br />

de corte, la proporción de animales altos/bajos excretores<br />

de la población a analizar, así como de otros<br />

factores indirectos como son el manejo, prevalencia<br />

de otras enfermedades como la tuberculosis, etc.; por<br />

ejemplo, para THOEN y cois. (1983, 1988) la sensibilidad<br />

variaría desde 78-100 y la especificidad desde<br />

86-95,6%; en el mismo sentido DE LISLE y cois.<br />

(1983) presenta unos valores del 86-89% y 80-88%",<br />

respectivamente; para WOOD y cois. (1989) presenta<br />

una sensibilidad global en torno al 80,8%, variando<br />

desde un 54,5 en animales en fase subclínica y un<br />

100% en animales en fase clínica. Para JORGENSEN y<br />

cois. (1987) presentaría una sensibilidad buena en<br />

animales de baja excreción y cercana al 100% en animales<br />

de fuerte excreción; así en animales de uno-dos<br />

años la sensibilidad era del 75% para los que eliminaban<br />

50-100 b/g (límite de detección del cultivo) y pasa<br />

al 80% en excreciones mayores a 500 b/g de heces en<br />

animales de más de dos años: 89 y 97%, respectivamente<br />

(JORGENSEN, 1983).<br />

El valor predictivo teórico se define como la capacidad<br />

del test de reflejar la situación real del rebaño<br />

(probabilidad de que el resultado del test sea correcto)<br />

y se basa en la sensibilidad y especificidad del test<br />

y en la prevalencia de la enfermedad en el rebaño.<br />

Así se puede definir un valor predictivo positivo (probabilidad<br />

de que un animal positivo al test esté realmente<br />

afectado) y un valor predictivo negativo (probabilidad<br />

de que un animal negativo al test no se encuentre<br />

infectado). Su cálculo se apoya en las<br />

fórmulas bayesianas de probabilidad modificadas por<br />

VECCHIO (1966).<br />

Representando los VP+ y VP- en función de la espe-


PARATUBERCULOSIS CAPRINA: ESTRATEGIAS DEL DIAGNOSTICO... 137<br />

1<br />

0.9<br />

0.8<br />

0.7<br />

0.6<br />

0.5<br />

0.4<br />

0.3<br />

0.2<br />

0.1<br />

o-<br />

1<br />

0.9<br />

0.8<br />

0.7<br />

0.6<br />

0.5<br />

0.4<br />

0.3<br />

0.2<br />

0.1<br />

n-<br />

-<br />

ri<br />

7<br />

/<br />

• /<br />

jf-<br />

VPP^ * "<br />

i<br />

"~-—•—~f~a^r-"J~"—'~~"~^<br />

l i l i<br />

0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6<br />

PREVALENCIA<br />

• v p p " ' •<br />

-<br />

i<br />

Jr<br />

•<br />

s ,<br />

0.4 0.5 0.6<br />

PREVALENCIA<br />

^ I hH<br />

-~\ I VPN<br />

r^v<br />

0.7 0.8 0.9<br />

, \<br />

COA1<br />

i^-H 1 1 1 HH<br />

" ^ VPN<br />

^ \<br />

PPA-3<br />

Fig. 7.—Valor Predictivo Positivo (VPP) y Negativo (VPN) del<br />

test ELISA de acuerdo con la prevalencia teórica de la enfermedad,<br />

utilizando como antígeno el COA1 y el PPA-3.<br />

cifícidad (fig. 1), sensibilidad y prevalencia, se observa<br />

que el VP+ de un test decae fuertemente al caer la<br />

especificidad; en cambio, el VP- no está tan afectado<br />

por la sensibilidad, así el test de diagnóstico de animales<br />

positivos debe ser lo más específico posible,<br />

aunque suponga el tener una sensibilidad algo menor;<br />

si lo que nos interesa es seleccionar animales libres,<br />

debe ser al contrario. Por ejemplo, para una prevalencia<br />

del 5%, puede tener una especificidad del 99,8% y<br />

una sensibilidad del 40% para conseguir una probabilidad<br />

de acierto en un animal positivo del > 90%.<br />

Si representamos los valores predictivos, para una<br />

especificidad y sensibilidad concreta, en función de la<br />

prevalencia de la enfermedad (fig. 1), podemos observar<br />

que a escasa prevalencia (10%), el VP+ es menor<br />

al 50%, y el VP- superior al 95%, no alcanzando el<br />

50% de VP+ hasta una prevalencia > 10%. El máximo<br />

VP conjunto se alcanzaría a prevalencias elevadas<br />

(por ejemplo, para un 40% de prevalencia, el valor de<br />

predicción alcanza el 90%); a partir de aquí el VPdesciende,<br />

haciéndose menor al 50% a partir de prevalencias<br />

del 80%.<br />

Si los resultados del ELISA son menores al 10%, la<br />

\<br />

probabilidad de que el rebaño esté libre de paratuberculosis<br />

es del 98% y la de que un animal que ha<br />

dado positivo lo sea realmente es menor al 50%, por<br />

lo que se recomienda el cultivo fecal o las biopsias de<br />

los positivos o la eliminación directa de éstos, ya que<br />

se puede soportar un máximo del 10% de falsos positivos.<br />

Con índices de prevalencia > 50% existe un grave<br />

problema de paratuberculosis, con un 90% de probabilidad<br />

de que sean realmente positivos, mientras<br />

que los negativos tienen una probabilidad > 80% de<br />

serlo; en este caso se debe evaluar cuál es la tasa máxima<br />

de eliminación que se puede soportar (actuaría<br />

como un desvieje acelerado) o ir poco a poco disminuyendo<br />

la prevalencia a niveles más aceptables.<br />

Por tanto, la utilidad y conveniencia de los métodos<br />

de diagnóstico dependen de los propósitos que tengamos<br />

(MERKAL, 1983; RICHARDS, 1990): si queremos<br />

eliminar los animales más fuertemente infectados en<br />

ambientes muy cargados y con elevada prevalencia, el<br />

ELISA va bien con un cul-ojf adecuado, ya que nos<br />

eliminará los animales más excretores y podremos ir<br />

disminuyendo la carga; en cambio, si queremos eliminar<br />

todos los animales, sería necesario el cultivo y durante<br />

al menos dos veces separados seis meses. En<br />

ambientes medianamente cargados el ELISA puede<br />

detectar los animales más excretores; en niveles muy<br />

bajos se puede usar un ELISA, con un cut-off más<br />

fuerte para eliminar todos los reactores o certificar<br />

que está libre. Se recomienda la utilización del ELISA<br />

para detección de los animales positivos, aunque en<br />

las fases subclínicas hay que tener cierta prudencia al<br />

interpretar los datos si no se conoce la prevalencia de<br />

la enfermedad (SOCKETT, 1989).<br />

La elevada sensibilidad, especificidad y valor predictivo<br />

del test hacen que se pueda usar en un amplio<br />

rango de prevalencias (30-70%), tanto para certificar<br />

que un rebaño está libre de paratuberculosis (a prevalencias<br />

del 10% el VP- es > 95%, es decir, hay menos<br />

del 5% de probabilidad de que un animal negativo<br />

al test esté realmente infectado), como para confirmar<br />

los casos clínicos en rebaños de elevada prevalencia<br />

(con una prevalencia > 30%, el VP+ es superior<br />

al 90%, dejando sólo un 10% de probabilidad de que<br />

un animal positivo esté libre de la enfermedad); aunque<br />

el máximo valor del test se da en rebaños con<br />

niveles de prevalencia intermedios (25-55% con VP+ y<br />

- > 80%).<br />

AGRADECIMIENTOS<br />

Estos trabajos han sido financiados por el proyecto<br />

«Resistencia genética a la paratuberculosis caprina»,<br />

PIR número 90/B de la Dirección General de Investigación<br />

y Desarrollo Agrario, Consejería de Agricultura,<br />

Junta de Andalucía, por el Grupo de Investigación<br />

«Inmunogenética de animales domésticos» de la Consejería<br />

de Educación y Ciencia (Junta de Andalucía) y<br />

una beca del Plan de Formación del Personal Investigador,<br />

concedida, asimismo, a ANTONIO MOLINA AL-<br />

CALA por la Junta de Andalucía.


138 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

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Comunicación<br />

Enfermedad de Aujeszky en ovieo-caprino<br />

(descripción de un caso clínico)<br />

T. Cano Expósito*, J. Hervás Rodríguez**, J. Pérez Arévalo*** y P. López Fernández*<br />

INTRODUCCIÓN<br />

La enfermedad de Aujeszky (EA), también conocida<br />

como pseudorrabia, prurito rabioso, parálisis bulbar<br />

infecciosa o escozor maligno, os una enfermedad producida<br />

por un virus ADN perteneciente al grupo de<br />

los herpesvirus caracterizado por la falta de especificidad<br />

en su hospedador. Afecta en forma natural a<br />

cerdos, bovinos, ovinos, caprinos, perros, gatos y ratas.<br />

Se ha diagnosticado clínicamente en caballos, sin<br />

confirmación laboratorial. Salvo en el cerdo adulto y<br />

de cebo, la mortalidad es muy elevada con recuperación<br />

de pocos o ninguno de los animales enfermos.<br />

El cerdo es el único animal en el que el virus puede<br />

persistir largo tiempo, siendo generalmente la transmisión<br />

de cerdos infectados a otros huéspedes. Sin<br />

embargo, los cerdos y los perros pueden infectarse a<br />

partir de cadáveres de ratas y otros animales infectados.<br />

Por inoculación la enfermedad se transmite a casi<br />

todos los animales de sangre caliente, incluyendo<br />

las aves, siendo el conejo particularmente susceptible<br />

a la inoculación. El virus es capaz de mantenerse infectivo<br />

durante varios meses en locales infectados y<br />

tejidos secos.<br />

En cuanto a las vías de contagio interespecíficas, se<br />

discute en la actualidad la mayor o menor participación<br />

de:<br />

1. Transmisión aerógena.<br />

2. Contacto directo con animales infectados o portadores.<br />

3. Contacto con orina, heces y/o exudado nasal de<br />

animales enfermos o portadores.<br />

4. Contagio mediante alimentos y utensilios contaminados.<br />

Tras la infección, salvo en el cerdo, el neurotropismo<br />

del virus es tan marcado que determina las manifestaciones<br />

nerviosas del cuadro, distinguiéndose tres<br />

formas clínicas:<br />

— Forma excitativa central.<br />

Veterinario inspector comarcal. Ministerio de Agricultura,<br />

Ganadería y Pesca.<br />

AI del Departamento de Anatomía y Anatomía Patológica<br />

Comparadas. Universidad de Córdoba.<br />

Becario FPI del Departamento de Anatomía y Anatomía<br />

Patológica Comparadas. Universidad de Córdoba.<br />

Director técnico ADS porcino. Vilches.<br />

— Forma paralítica.<br />

— Forma de shock neur o vegetativo.<br />

La forma predominante es la excitativa central, caracterizada<br />

por intenso prurito, especialmente en perro<br />

y oveja; esta última comienza a lamerse, morderse<br />

e incluso automutilarse, siendo la localización de la<br />

lesión en la región axilar, y por último parálisis y<br />

muerte.<br />

Otros síntomas suelen ser anorexia, depresión, ingurgitaciones,<br />

temblores, excitación y fiebre. Anatomopatológicamente<br />

las lesiones primarias se localizan<br />

en el sistema nervioso central; al penetrar el virus<br />

progresa de forma centrípeta a través de los troncos<br />

nerviosos.<br />

Las lesiones microscópicas se localizan en el SNC,<br />

afectando tanto a sustancia gris como a blanca, y consiste<br />

en una meningoencefalitis y ganglionitis difusa o<br />

purulenta con marcados manguitos perivasculares y<br />

gliosis focal y difusa asociada a necrosis neuronal y<br />

glial.<br />

ANAMNESIS<br />

Partimos de una explotación ubicada en el término<br />

municipal de Vilches (Jaén).<br />

En este municipio existen un total de 90 explotaciones<br />

porcinas autorizadas, con un censo total de 5.300<br />

reproductoras, y tamaños que van de 30 a 600 reproductoras/explotación,<br />

casi todas en ciclo cerrado.<br />

Su origen hay que buscarlo en el cerdo ibérico que<br />

poblaba desde tiempo inmemorial los más de 16 km 2<br />

de Sierra Morena que ocupa el municipio, si bien en<br />

los años sesenta el ibérico fue sustituido por razas<br />

blancas, pasando del campo a las explotaciones<br />

intensivas.<br />

En el año 1980-81 se desencadena un brote de peste<br />

porcina africana (PPA), que acaba con la eliminación<br />

de todo el ganado porcino. Meses más tarde se<br />

crea una ADS (la primera de España) y comienza de<br />

nuevo la repoblación de las explotaciones con reproductoras<br />

procedentes todas ellas de granjas de multiplicación<br />

y garantía sanitaria. Sólo se les exige análisis<br />

serológicos individuales que excluyan la presencia<br />

de anticuerpos antivirus PPA.<br />

Unos meses después de iniciada la repoblación, se<br />

describe el primer caso de la enfermedad de Aujeszky


140 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

Fig. 1.—Oveja en decúbito lateral. Puede observarse cómo se<br />

muerde, llegando a la automutilacion en la región costal<br />

posterior.<br />

(EA) en porcino en este municipio. A partir de entonces<br />

la enfermedad afecta a la mayor parte de las explotaciones<br />

porcinas, presentándose de forma enzoótica<br />

con brotes epizoóticos, siendo actualmente la vacunación<br />

sistemática una práctica rutinaria.<br />

En la actualidad este municipio tiene un censo de<br />

6.500 pequeños rumiantes estantes y 15.000 transhumantes,<br />

siendo casi en su totalidad explotaciones en<br />

régimen extensivo, si bien existen algunas en régimen<br />

intensivo que conviven en la misma explotación de<br />

porcino.<br />

Desde la primera descripción de la EA en porcino,<br />

no se ha observado ni un solo caso de esta enfermedad<br />

en pequeños rumiantes en la zona.<br />

La explotación que nos ocupa está compuesta por<br />

60 reproductores de porcino blanco en ciclo cerrado,<br />

150 reproductoras ovinas y 10 de caprino, con las<br />

crías correspondientes.<br />

Se encuentran ubicadas en el mismo recinto, aunque<br />

en naves y albergues separados.<br />

En cerdos de esta explotación se diagnosticó la EA<br />

por primera vez en 1982, y se introdujeron los ovinos<br />

y caprinos en 1984, sin que se haya dado ningún caso<br />

de esta enfermedad en ellos hasta ahora.<br />

El programa sanitario en porcino en cuanto a la EA<br />

consiste en vacunar dos veces al año las reproductoras<br />

con vacuna inactivada.<br />

En ovino-caprino el programa sanitario que se sigue<br />

es el siguiente:<br />

Fig. 2.—Detalle de la lesión anterior. Se puede observar una<br />

amplia zona depilada y una pequeña área central lacerada.<br />

do nos presentamos en el lugar, ya había otro cadáver<br />

y dos animales enfermos.<br />

CLÍNICA<br />

El cuadro clínico comienza con anorexia, el animal<br />

se separa del resto del rebaño y muestra signos de intranquilidad,<br />

después se lame intensamente e incluso<br />

se muerde detrás de la espalda (esta zona era la de<br />

elección en todos los casos, menos en uno que lo hizo<br />

en la región pectoral) (flgs. 1, 2 y 3), quedando la zona<br />

totalmente depilada y lacerada. A las veinticuatro<br />

o treinta y seis horas sufren una parálisis, cayendo al<br />

suelo para permanecer en decúbito lateral; en este'<br />

estado, que dura varias horas, se pueden observar<br />

movimientos de pedaleo, rechinar de dientes y manifestaciones<br />

nerviosas; por último entra en coma y<br />

muere. La temperatura medida vía rectal a los animales<br />

enfermos era de 40° C a 40,5° C. De cinco animales<br />

sanos del lote a los que se les midió la temperatu-<br />

— Vacunación en corderas de reposición a los tresseis<br />

meses de edad con Rev-1.<br />

— Vacunación contra enterotoxemia a todo el rebaño,<br />

dos veces al año.<br />

Se requiere nuestra presencia en diciembre de<br />

1989 como consecuencia de haber sufrido en el rebaño<br />

de ovino tres bajas de animales adultos en el<br />

transcurso de cinco días, de forma muy aguda. Cuan-<br />

Fig. 3.—Detalle de una oveja que muestra una amplia zona<br />

depilada y lacerada en la región pectoral.


ENFERMEDAD DE AUJESZKY EN OVINO-CAPRINO (DESCRIPCIÓN DE UN CASO CLÍNICO) 141<br />

ra ninguno pasó de 39,5° C. De un total de 12 animales<br />

afectados, todos adultos, pues no se afectó<br />

ninguna cría, nueve murieron y tres superaron la crisis<br />

sin ninguna ayuda.<br />

NECROPSIA<br />

Se realiza al cadáver de un animal de dos años de<br />

edad, inmediatamente después de morir.<br />

Se comprueba una normalidad absoluta en rumen,<br />

omaso, abomaso, intestino delgado y grueso, hígado,<br />

vesícula biliar, páncreas, corazón, bazo, ríñones, ganglios<br />

linfáticos, cerebro, cerebelo y bulbo raquídeo.<br />

En pulmón aparecen zonas congestivas.<br />

En tejido subcutáneo, sólo en la zona depilada de<br />

piel, aparece una gran induración con fuerte edema,<br />

su dimensión es de 6 cm de diámetro y 7 mm de espesor.<br />

Podemos considerar esta lesión como característica,<br />

ya que se repetía en todos los animales, lo que en<br />

principio nos hizo pensar que se debía a la aplicación<br />

en ese punto de alguna vacuna o producto con agujas<br />

que habían sido utilizadas en cerdos enfermos de EA,<br />

si bien pudimos comprobar por nosotros mismos que<br />

no era así, y confirmamos después por la descripción<br />

de un caso similar por I. LAFONT (1989), que observa<br />

las mismas lesiones.<br />

DIAGNOSTICO<br />

Clínico<br />

En primer lugar definimos un grupo de enfermedades<br />

del SNC y la locomoción dentro de los procesos de<br />

este tipo que afectan a los ovinos y caprinos, quedándonos<br />

por exclusión de las demás las siguientes: meningitis<br />

infecciosa, enterotoxemia, listeriosis y enfermedad<br />

de Aujeszky (EA).<br />

En una segunda fase, teniendo en cuenta el cuadro<br />

clínico y lesional y considerando de gran valor el prurito,<br />

descartamos las tres primeras para centrarnos<br />

en EA; para confirmarlo realizamos la prueba del conejo,<br />

y para ello preparamos cuatro macerados:<br />

A) Exudado de la induración de tejido subcutáneo<br />

de la zona depilada.<br />

B) Sangre heparinizada.<br />

C) Sistema nervioso central.<br />

D) Pulmón.<br />

Todos ellos fueron tratados con penicilina, estreptomicina<br />

y gentamicina.<br />

Se tomaron tres conejos jóvenes albinos en buen estado<br />

sanitario y se procedió a inocularlos con macerado<br />

en los flancos vía intra y subcutáneamente.<br />

— Conejo 1. 2 ce de B.<br />

— Conejo 2. 2 ce de A.<br />

— Conejo 3. 2 ce de C en flanco izquierdo y 2 ce de<br />

D en el derecho.<br />

RESULTADOS<br />

Se someten a observación cada doce horas. En el<br />

cuarto de control (a las cuarenta y ocho horas) no se<br />

aprecia ninguna alteración en los conejos.<br />

En el quinto, a las sesenta horas, el conejo número<br />

3 presenta amplias zonas laceradas y depiladas en<br />

ambos flancos, se observan temblores, espasmos, decúbito<br />

lateral y muerte cinco horas después.<br />

Los otros dos conejos no presentan sintomatología<br />

alguna.<br />

En el sexto control (setenta y dos horas) aparece el<br />

conejo número 2 muerto y con ligera inflamación y<br />

depilación en el lugar de la inoculación; a juzgar por<br />

la posición del animal sospechamos que había tenido<br />

síntomas nerviosos.<br />

El conejo número 1 se reintegra a los siete días para<br />

su cebo sin haber presentado sintomatología alguna.<br />

LABORATORIAL<br />

Se envían al Departamento de Anatomía y Anatomía<br />

Patológica Comparadas de la Facultad de Veterinaria<br />

de Córdoba muestras recogidas de cerebro, cerebelo,<br />

bulbo raquídeo, médula espinal, hígado, riñon,<br />

bazo y pulmón obtenidas de la misma oveja<br />

conservadas en formaldehído al 10%. Estas muestras<br />

se incluyen en parafina y se realizan cortes de 4 um<br />

de grosor que se tiñen con hematoxilina-eosina. Los<br />

resultados son los siguientes:<br />

Estudio histopatológico<br />

Pulmón: Presentaba de moderada a intensa congestión<br />

en los vasos de septos alveolares.<br />

Hígado: Presencia de una leve degeneración vacuolar<br />

en hepatocitos. En los espacios periportales y alrededor<br />

de la vena centrolobulillar hay un infiltrado inflamatorio<br />

moderado de tipo mononuclear (linfocitos).<br />

Bazo: Existe una pequeña cantidad de hemosiderina<br />

en macrófagos de pulpa esplénica roja. No presentaba<br />

otros cambios apreciables.<br />

Riñon: No presenta alteraciones histopatológicas relevantes.<br />

Cerebro: Presencia de una meningoencefalitis no<br />

purulenta poco intensa, siendo escasa la presencia de<br />

manguitos perivasculares de tipo linfoide. Algunas<br />

neuronas aisladas presentaban degeneración, mostrándose<br />

muy acidófilas y en algunas de ellas no se<br />

distingue el núcleo del citoplasma. En estas neuronas<br />

se observaban con frecuencia fenómenos de satelitosis<br />

(fig. 4). En algunas áreas de la sustancia gris y<br />

blanca se aprecia un aumento del número de células<br />

de glía (gliosis) (fig. 5).<br />

Cerebelo: Degeneración de algunas células de PUR-<br />

KINGE, aunque de forma muy localizada.


142 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

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• • • . * ; * ' . -<br />

F¿gr. 4.—Microfotografi'a de cerebro de oveja en la que se<br />

muestra la presencia de fenómenos de satelitosis (&•). 400x.<br />

• /. .t.'V&S.<br />

J<br />

Fig. 5.—Microfotografía de cerebro en la que se muestra la<br />

formación de grandes acúmulos de células de glía (gliosis).<br />

200x.<br />

Médula espinal: En los cortes de médula espinal estudiados<br />

se observa una mielitis no purulenta, siendo<br />

los fenómenos de degeneración neuronal la presencia<br />

de manguitos perivasculares de tipo linfoide y los focos<br />

de gliosis más frecuentes que en cerebro.<br />

Las lesiones descritas en cerebro, cerebelo y medula<br />

espinal son compatibles con una infección vírica<br />

que afecta a SNC.<br />

Estudio inmunocitoquímico<br />

Con ninguna de las dos técnicas inmunocitoquímicas<br />

(PAP y ABC) empleadas se detectó antígeno vírico<br />

en los cortes estudiados. Este hecho podría ser debido<br />

a que el virus de la EA no haya llegado al SNC en el<br />

momento de la muerte del animal, pudiendo quedar<br />

localizado en ganglios nerviosos periféricos, o bien<br />

que la cantidad de antígeno vírico que hay en SNC sea<br />

tan pequeña que no es detectablc con técnicas inmunocitoquímicas.<br />

CONTROL Y TRATAMIENTO<br />

En la bibliografía consultada sólo se recomienda separar<br />

los animales de la vía de contagio sospechosa,<br />

los sanos de los enfermos y el sacrificio de estos últimos.<br />

Dadas las dificultades que esto entrañaba, el ganadero<br />

nos insistió en la posibilidad de vacunar el ganado<br />

ovino y caprino con vacuna contra la EA para cerdos.<br />

Al no conocer por nuestra parte los efectos negativos<br />

que pudiesen derivar de tal actuación, se le negó<br />

tal proceder.<br />

No obstante, ante su insistencia, y bajo su responsabilidad,<br />

se procedió a realizar una prueba, para lo<br />

cual se eligieron dos lotes de cinco animales cada uno<br />

de ellos, procediendo a la vacunación del primero con<br />

vacuna inactivada y el segundo con viva atenuada lapinizada<br />

con 900 pases. Ambas cepa NIA.gl.<br />

No se observaron efectos negativos en ningún lote,<br />

por lo que siete días después se procedió a la vacunación<br />

de todo el rebaño con la vacuna que se utilizó en<br />

el segundo lote de la prueba (viva atenuada). Tres<br />

días después aparecen tres cabras enfermas, de las<br />

cuales dos superaron fácilmente la crisis y la tercera<br />

murió, quedando de esta forma el problema cancelado,<br />

no habiéndose observado ningún otro caso en los<br />

posteriores ocho meses.<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

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5. a ed. Ed. Lea& Febiger, 9: 322-326, 1983.<br />

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CA. COMUNIDAD AUTÓNOMA DE MURCIA: Nuevas<br />

perspectivas de lucha contra la enfermedad de Aujeszky.<br />

3. DONALDSON, A. I.; WARDLEY, R. C; MARTIN, S., y<br />

FERRIS, R: «Experimental Aujeszky's disease in pigs:<br />

Excretion, survival and transmisión of the virus». Veterinary<br />

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4. DUCATELLE, R: «Immunoperoxidase study of Aujeszky's<br />

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in Yorkshire in 1981-1982: The possibility of airbone<br />

disease spread». Veterinary Record, 114: 234-239,<br />

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8. JUBB, K. V. R; KENNEDY, P. C, y PALMER, N.: Pathology<br />

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9. HOSITANI, M.: «Demonstration of Aujeszky's disease<br />

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method». Jpn. J. Vet. Sel, 49 (3): 725-727,<br />

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10. MOCSARI, E.; SZOLNOKI, J.; SLAVITS, R., y ZSAK, L.:<br />

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Aujeszky de ovejas a cerdos». Veterinary Microbiology,<br />

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11. MORRISON, R. B.: «Recent developments in the control<br />

of pseudorabies virus». Veterinary Reports, 1 (3): 4,<br />

1988.


Comunicación<br />

Nuevos aspectos epidemiológicos de la enfermedad<br />

de los abscesos<br />

F. J. Tejedor, J. A. Ruiz Santa Quiteria, C. Rupérez y R. de la Fuente<br />

INTRODUCCIÓN<br />

La enfermedad de los abscesos es una linfadenitis<br />

específica del ganado ovino que afecta principalmente<br />

a los animales jóvenes (tres a seis meses de edad) (1,<br />

2, 6) y está causada por Staphylococcus aureus subsp.<br />

anaerobius (5). La enfermedad cursa con la aparición<br />

de abscesos en ganglios superficiales, principalmente<br />

en los de la región mandibular (submaxilar, parotídeo<br />

y retrofaríngeos laterales) y con menor frecuencia en<br />

los ganglios preescapulares, poplíteos y subilíacos.<br />

Los ganglios internos y visceras no se afectan (1, 3, 6).<br />

El proceso origina retraso en el crecimiento de los<br />

animaleSj_así como un problema evidente en el matadero<br />

(presencia de abscesos en regiones musculares<br />

en ocasiones difíciles de detectar).<br />

Se considera que la enfermedad aparece de forma<br />

intermitente y explosiva en animales de tres a seis<br />

meses. La incidencia oscila alrededor del 50%, aunque<br />

en ocasiones puede alcanzar el 90%. En adultos<br />

se consideró que la incidencia es excepcional (3, 6).<br />

El agente etiológico de esta enfermedad es un estafilococo<br />

deficiente respiratorio (catalasa —y bencidina—)<br />

que solamente crece en condiciones de microaerofilia<br />

o anaerobiosis, por lo que se ha denominado<br />

S. aureus subsp. anaerobius (5).<br />

Un aspecto importante a considerar es su diagnóstico<br />

diferencial con la pseudotuberculosis (linfadenitis<br />

caseosa), ya que ambos procesos cursan con abscesos<br />

en uno o varios ganglios linfáticos. Desde el punto de<br />

vista clínico en la enfermedad de los abscesos no aparecen<br />

lesiones ni en ganglios internos ni en visceras,<br />

por lo que no aparecen síntomas respiratorios como<br />

puede ocurrir en la pseudotuberculosis. Los abscesos<br />

en esta última enfermedad se caracterizan por la<br />

aparición en estadios avanzados de capas concéntricas<br />

(aunque no siempre ocurre así), mientras que en<br />

la enfermedad de los abscesos éstos aparecen adosados<br />

al ganglio afectado (yuxtaganglionares) y conteniendo<br />

un pus de color verdoso (4).<br />

Desde el punto de vista epidemiológico en la enfermedad<br />

de los abscesos la incidencia es elevada en jóvenes<br />

y prácticamente nula en adultos, al contrario<br />

Departamento de Patología Animal I (Sanidad Animal), Facultad<br />

de Veterinaria, Universidad Complutense, 28040 Madrid.<br />

de lo que ocurre en la pseudotuberculosis al tratarse<br />

do un proceso crónico. Sin embargo, el diagnóstico<br />

definitivo es el etiológico mediante el aislamiento de<br />

S. aureus subsp. anaerobius a partir de; material purulento<br />

(4).<br />

El estudio de abscesos de corderos sacrificados en<br />

mataderos municipales y comarcales de la provincia<br />

de Segovia durante el mes de marzo de 1988 hicieron<br />

sospechar la aparición de un brote explosivo de esta<br />

enfermedad con las características descritas previamente,<br />

por lo que se decidió estudiar este brote, cuyos<br />

resultados se exponen en la presente comunicación.<br />

MATERIAL Y MÉTODOS<br />

Los abscesos estudiados procedían de animales sacrificados<br />

en los mataderos de Cuéllar, Carbonero Mayor<br />

y Fuentepelayo. Los ganglios afectados una vez<br />

recogidos se congelaron hasta su posterior estudio en<br />

el laboratorio.<br />

También se estudiaron muestras de pus procedentes<br />

de animales adultos vivos extraídas de ganglios<br />

afectados con jeringas estériles. Las muestras recogidas<br />

se mantuvieron en refrigeración hasta su estudio.<br />

En el laboratorio y previamente al aislamiento e<br />

identificación se realizaba una tinción de Gram para<br />

observar la presencia de estos cocos gram positivos.<br />

Posteriormente las muestras se sembraban por duplicado<br />

(aerobiosis y microaerofilia) en agar sangre de<br />

carnero, seguido de una incubación a 37° C durante<br />

cuarenta y ocho horas para diferenciar este microorganismo<br />

de Corynebacterium pseudotuberculosis (el<br />

primero sólo crece en microaerofilia y el segundo en<br />

ambas condiciones). Tras la incubación y en el caso<br />

de estar presente S. aureus subsp. anaerobius se observaba<br />

crecimiento únicamente en la placa incubada<br />

en microaerofilia, donde aparecían unas colonias pequeñas<br />

(1 mm de 0), redondas, convexas, lisas, de<br />

una tonalidad blanco nacarada y rodeadas de un halo<br />

de hemolisis beta que se hacía más evidente tras dieciocho<br />

horas a 4 o C. Una vez estudiadas estas características<br />

de crecimiento, la morfología de las colonias,<br />

la tinción de Gram y la prueba de la catalasa, para<br />

identificar rutinariamente un coco microaerofñico,<br />

gram + y catalasa - como S. aureus subsp. anaerobius,<br />

bastaba con investigar la sensibilidad a la lisostafina<br />

y la prueba de la coagulasa. Otras pruebas con-


146 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

firmativas a las que podía recurrirse eran la bencidina,<br />

la resistencia a lisozima y la producción de<br />

termonucleasa (3, 6).<br />

Una vez confirmado el diagnóstico de la enfermedad<br />

se realizó un estudio epidemiológico coincidiendo<br />

con la campaña de glosopeda (abril-mayo 1988). Este<br />

estudio se llevó a cabo en 20 rebaños, en los que se<br />

realizó una inspección detallada de los animales para<br />

descubrir si presentaban o no abscesos ganglionares.<br />

En los afectados se extraía pus con jeringas estériles y<br />

se realizaba el estudio microbiológico.<br />

También se trató de determinar el posible reservorio<br />

y la fuente de infección de esta bacteria para otros<br />

animales. Para ello se tomaron muestras con escobillones<br />

estériles de piel de mama, cavidad nasal y leche<br />

del 5% de los adultos del rebaño denominado<br />

Monzoncillo, en el que previamente había sido diagnosticado<br />

un 70-80% de afectados en el matadero. Esta<br />

misma toma de muestras se realizó en otros rebaños<br />

que presentaron una elevada incidencia en adultos.<br />

En este estudio se siguió la pauta ya descrita para<br />

el aislamiento e identificación, pero además se empleó<br />

el medio selectivo para estafilococos de BAIKD-<br />

PARKER, en el que también crece esta bacteria (3, 6).<br />

RESULTADOS<br />

En los animales procedentes de matadero se localizaron<br />

con relativa frecuencia ganglios afectados. Cabe<br />

destacar la partida de corderos procedente de<br />

Monzoncillo, que fue la que dio lugar al inicio de este<br />

estudio, con una incidencia entre un 70 a un 80% de<br />

los corderos. De todos los abscesos estudiados encontrados<br />

en matadero se aisló este microorganismo. Merece<br />

la pena resaltar que no volvió a aparecer otro<br />

brote explosivo durante este estudio, sino que fueron<br />

de forma esporádica.<br />

En casi todos los rebaños controlados en el estudio<br />

epidemiológico se detectaron adultos con abscesos en<br />

ganglios de los que se aisló S. aureus subsp. anaerobius,<br />

con la excepción del rebaño de Monzoncillo (citado<br />

anteriormente), en el que, a pesar de la alta incidencia<br />

encontrada en los estudios de matadero, no<br />

aparecieron animales adultos afectados. Como se observa<br />

en la tabla I, en estos rebaños la incidencia en<br />

adultos osciló entre un 0,5 y 5%, siendo en todos estos<br />

rebaños la incidencia mayor en los animales jóvenes<br />

(datos no expresados).<br />

Con respecto al estudio para detectar el posible resevorio<br />

de este estafilococo, hasta el momento no se<br />

Tabla I<br />

Incidencia de la enfermedad de los abscesos en animales<br />

adultos (expresado en % de los adultos)<br />

Rebaño Raza Incidencia (%)<br />

Año Cruce Castellana 2,0<br />

Frumales Churra 3,0<br />

Fuentopolayo Cruce Castellana 0,5<br />

Fuentes de C. Churra - Avvassi 2,0<br />

Monzoncillo Cruce Castellana 0,0<br />

Lovingos Churra 1,0<br />

Navares 1 Churra 1,0<br />

Navares 2 Churra 5,0<br />

Sonchonuño Cruce Churra 2,0<br />

ha conseguido aislar de las muestras procedentes de<br />

los animales estudiados.<br />

CONCLUSIONES<br />

Hasta el momento se han aislado 17 cepas procedentes<br />

de estos rebaños de la provincia de Segovia.<br />

De estas 17 cepas, cinco se han aislado de adultos. La<br />

incidencia de estos rebaños oscila entre el 0,5 y el 5%<br />

en adultos y alrededor del 20% en animales jóvenes.<br />

Los resultados obtenidos hasta ahora referentes a<br />

estos nuevos aislamientos son muy interesantes, porque<br />

al contrario que los brotes estudiados anteriormente,<br />

que eran de carácter explosivo y afectaban casi<br />

exclusivamente a animales jóvenes, en los actuales<br />

brotes se demuestra que es posible el mantenimiento<br />

de la enfermedad en forma esporádica o de «goteo»<br />

precisamente en los animales adultos.<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

1. BLANCO LOIZELIER, A.: Rvta. Biol. Anim., 6: 73-87,<br />

1950.<br />

2. CARRE, H.: Rvta. Gen. Méd. Vét., 36: 241-254, 1927.<br />

3. DE LA FUENTE, R., y cois.: An. INIA. Ser. Ganadera,<br />

22(2): 79-94,1985.<br />

4. DE LA FUENTE, R., y cois.: Am. INIA. Ser. Ganadera,<br />

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5. DE LA FUENTE, R., y cois.: Int. Syst. Bacteriol., 35(1):<br />

99-102,1985.<br />

6. DE LA FUENTE, R., y SUAREZ, G.: Zbl. Vet. Med. B., 32:<br />

397-406,1985.


Comunicación<br />

Brotes de mamitis en cabras causados por<br />

estreptococos del grupo C<br />

J. A. Ruiz Santa Quiteña, L. Domínguez, J. L. Blanco, F. J. Tejedor y R. de la Fuente*<br />

INTRODUCCIÓN<br />

En este trabajo se describen tres brotes de mamitis<br />

en cabras acompañados en algunos casos de poliartritis<br />

y que habían sido diagnosticados clínicamente como<br />

agalaxia contagiosa. Como agente causal se aisló<br />

un estreptococo del grupo C, bioquímicamente similar<br />

a Streptococcus zooepidemicus. Dada la dificultad que<br />

a veces se encuentra, en la práctica, para diferenciar<br />

este proceso de la agalaxia contagiosa, se ha denominado<br />

«pseudoagalaxia».<br />

La agalaxia contagiosa se presenta con frecuencia<br />

en nuestro país en el ganado ovino y caprino, ocasionando<br />

importantes pérdidas económicas en las explotaciones.<br />

En España se ha demostrado la existencia<br />

de tres especies diferentes de micoplasmas causantes<br />

del síndrome agalaxia: Mycoplasma agalactiae, M.<br />

mycoides subsp. mycoides y M. capricolum (7). La singularidad<br />

del cuadro clínico con mamitis, artritis y<br />

conjuntivitis hace que en muchas ocasiones el diagnóstico<br />

se establezca basándose exclusivamente en la<br />

sintomatología.<br />

Las mamitis estreptocócicas en los pequeños rumiantes<br />

representan un porcentaje relativamente bajo<br />

de las infecciones mamarias (3, 5). Entre las especies<br />

de estreptococos causantes de estas infecciones<br />

se incluyen Streptococcus agalactiae, S. uberis y S.<br />

dysgalactiae. S. zooepidemicus, perteneciente al grupo<br />

C de Lancefield, se ha asociado en ovinos con mamitis,<br />

artritis y casos de pleuritis fibrinosa, además de<br />

pericarditis y neumonías en corderos (6). Asimismo,<br />

esta última especie ocasiona mamitis en cabras que<br />

terminan en una gran atrofia glandular (4). Ocasionalmente<br />

se ha descrito también que las mamitis por<br />

estreptococos del grupo C pueden acompañarse de<br />

afecciones articulares (1).<br />

* Departamento de Patología Animal I (Sanidad Animal),<br />

Facultad de Veterinaria, Universidad Complutense. 28004<br />

Madrid.<br />

DESCRIPCIÓN DEL CUADRO CLÍNICO<br />

En los brotes estudiados el proceso puede calificarse<br />

de bastante contagioso, pues en poco tiempo se difundió<br />

al 30-40% de las cabras. A pesar de esta elevada<br />

morbilidad no se registraron bajas. Los rebaños<br />

afectados estaban localizados en las provincias de<br />

Avila (800 animales), Toledo 1 (350) y Toledo 2 (80).<br />

El cuadro clínico fue análogo en todos los brotes.<br />

El proceso comienza con una inflamación aguda y<br />

caliente de una de las mamas, si bien posteriormente<br />

puede afectar a ambas. En poco tiempo se pierde la<br />

secreción láctea. La leche generalmente tiene un aspecto<br />

semejante al suero lácteo, transparente, con un<br />

ligero tono verde amarillento, si bien en ocasiones<br />

presentaba un aspecto hemorrágico. A medida que el<br />

proceso avanza hay una reacción fibrosa muy acusada<br />

de la mama, que llega a ocasionar una pérdida total<br />

de su funcionalidad.<br />

Algunas de las cabras enfermas presentaban además<br />

poliartritis con cojera evidente. Las crías de las<br />

cabras enfermas no mostraron sintomatología alguna,<br />

si bien en la fase clínica no mamaban.<br />

La sintomatología referida hizo sospechar a los clínicos<br />

de agalaxia contagiosa.<br />

MATERIAL Y MÉTODOS<br />

En el laboratorio se recibieron muestras de leche<br />

mamítica de seis cabras del brote de la provincia de<br />

Avila, de cuatro del de Toledo 1 y de cuatro del de Toledo<br />

2, para su estudio microbiológico. Las muestras<br />

se sembraron en caldo PPLO y en dos placas de agar<br />

sangre oveja que se incubaron una en aerobiosis y<br />

otra en condiciones microaerofílicas (método de jarra<br />

con vela).<br />

La prueba de CAMP se estudió sembrando transversalmente<br />

en una placa de agar sangre una cepa de<br />

Staphylococcus aureus betahemolítica. El estudio de


148 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />

la producción de ácido de distintos azúcares se realizó<br />

con tiras API CH 50. La investigación de otras<br />

pruebas fisiológicas y bioquímicas se realizó por los<br />

métodos microbiológicos convencionales. La tipificación<br />

serológica se realizó, tras la extracción acida,<br />

por el método tradicional con sueros de referencia.<br />

Para el tratamiento do los brotes se elaboró una<br />

bacterina formolizada con una mezcla de las cepas de<br />

estreptococos aisladas. Se realizó un cultivo estacionario<br />

de los estreptococos en caído infusión cerebro<br />

corazón, con un 0,1% de suero fetal bovino durante<br />

cuarenta y ocho horas antes de proceder a su tratamiento<br />

térmico. La bacterina se inoculó a todos los<br />

animales adultos de los rebaños afectados en dos dosis<br />

de 4 mi (concentración aproximada de 6,10 bacterias/ml)<br />

con quince días de intervalo.<br />

RESULTADOS<br />

De las muestras estudiadas en principio solamente<br />

se obtuvo crecimiento en las placas de agar sangre incubadas<br />

en microaerofilia. Las colonias eran de aproximadamente<br />

4 mm de diámetros a las cuarenta y<br />

ocho horas, circulares, convexas, muy mucosas,<br />

transparentes y rodeadas de una amplia zona de hemolisis<br />

total o beta. Las células eran cocos gram +,<br />

catalasa - y presentaban la agrupación típica de los<br />

estreptococos.<br />

Serológicamente las cepas aisladas pertenecían al<br />

grupo de C de Lancefield.<br />

La prueba de CAMP fue positiva. Las bacterias<br />

no crecieron a 45° C, ni en presencia de un 6,5% de<br />

CINa, ni en agar bilis al 10%. Hidrolizaron el hipurato,<br />

pero no la esculina y no produjeron acetoína a<br />

partir de la glucosa. En cuanto a la producción de ácido<br />

de distintos azúcares, fue positiva de la glucosa,<br />

lactosa, maltosa, mañosa, galactosa, ribosa, sorbitol,<br />

N-acetil-glucosamina, almidón y glucógeno, y negativa<br />

de la rafinosa, arabinosa, eelobiosa, mélibiosa, glicerol<br />

e inulina. De la trehalosa produjeron ácidos dos<br />

de las cepas y tres fueron positivas al manitol a los<br />

siete días.<br />

Todas estas características permitieron identificar<br />

los aislamientos dentro de los estreptococos del grupo<br />

C como S. zooepidemicus (hoy día se le considera como<br />

una subespecie de S. equi) (2).<br />

El tratamiento de las cabras con la bacterina dio un<br />

resultado satisfactorio tanto en la curación de animales<br />

afectados en los primeros estadios como en la<br />

prevención de nuevos casos. Pero, lógicamente, en los<br />

animales que presentaban un estado avanzado de fibrosis<br />

mamaria el proceso fue irreversible.<br />

DISCUSIÓN<br />

La semejanza del cuadro clínico con la agalaxia<br />

contagiosa, y la consiguiente dificultad en el diagnóstico<br />

diferencial, justifica la difusión de este trabajo,<br />

máxime teniendo en cuenta que el diagnóstico de la<br />

agalaxia se realiza con frecuencia basándose, exclusivamente,<br />

en la sintomatología clínica. Esta similitud<br />

del cuadro clínico nos ha inducido a denominar el<br />

proceso «pseudoagalaxia», término que implícitamente<br />

reconoce la dificultad del diagnóstico clínico diferencial.<br />

La descripción de este proceso en España tiene<br />

además una gran importancia por el carácter altamente<br />

contagioso del mismo y las consiguientes<br />

pérdidas económicas.<br />

En el diagnóstico diferencial hay que tener en cuenta<br />

que los animales afectados por pseudoagalaxia no<br />

presentan conjuntivitis, aunque la ausencia de este<br />

síntoma no permite descartar la agalaxia contagiosa.<br />

Ambos procesos pueden presentar una morbilidad semejante,<br />

pero en la pseudoagalaxia no suele haber<br />

bajas ni afección de las crías.<br />

En cualquier caso es preciso recurrir al análisis microbiológico<br />

antes de establecer el diagnóstico definitivo.<br />

Un simple cultivo bacteriano en agar sangre,<br />

siempre que se tome la precaución de incubar por<br />

partida doble, en aerobiosis y microaerofilia, permite<br />

confirmar o descartar el diagnóstico de pseudoagalaxia<br />

en veinticuatro horas. El crecimiento de colonias<br />

pequeñas, redondas, lisas, muy mucosas, transparentes<br />

y rodeadas de un halo de hemolisis total, orienta<br />

el diagnóstico. Sólo tras un diagnóstico preciso podrán<br />

establecerse las medidas adecuadas de tratamiento<br />

y prevención.<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

1. BUXTON, A., y FRASER, G.: Animal microbiology.<br />

Vol. 1. Blackwell Scientific Publications. Oxford, 1977.<br />

2. FARROW, J. A. E., y COLLINS, M. D.: System. Appl. Microbiol,<br />

5: 483-493, 1984.<br />

3. MARTIN, V. B.: Diseases of sheep. Blackwell Scientific<br />

Publications. Oxford, 1983.<br />

4. NESBAKKEN, T.: Norsk. Vet. Tidsskrift., 87: 188-191,<br />

1975.<br />

5. POUTREL, B.: Les colloques de LTNRA n.° 28, Instituí<br />

National de la Recherche Agronomique, París, pp. 199-<br />

217, 1984.<br />

6. STEVENSON, R. G.: Can. J. Comp. Med., 38: 243-250,<br />

1974.<br />

7. TALAVERA, J.: «Comunicaciones del INIA». Serie Higiene<br />

y Sanidad Animal, n.° 4, 1980.


Comunicación<br />

Eficacia en el control de un foco de agalaxia contagiosa<br />

de una vacuna a base de Mycoplasma agalactiae<br />

inactivado presentado en doble emulsión (Galazel)<br />

en un rebaño ovino/caprino en Medinaceli (Soria)<br />

I. Pérez, D. Solanes, M. Alvarez, J. Algar, J. Marco y J. Feced.<br />

INTRODUCCIÓN<br />

La agalaxia contagiosa es una enfermedad de verdadera<br />

importancia en la cabana caprina y ovina de<br />

leche en España.<br />

Los riesgos que entraña para la sanidad y nivel de<br />

producción de un rebaño un foco clínico de esta enfermedad<br />

son incalculables, pues puede llegar a hacer<br />

totalmente irrentable una ganadería.<br />

Como sabemos, existen varias especies del género<br />

Mycoplasma capaces de originar la enfermedad, entre<br />

otros M. agalactiae, M. mycoides y M. capricolum<br />

que generalmente son aceptados.<br />

La predilección de las micoplasmas por órganos<br />

diana con características comunes, como bajo contenido<br />

en oxígeno, encapsulación, pero fácil comunicación<br />

con el medio externo y la existencia de un medio<br />

líquido es realmente clara; así después de producirse<br />

la infección generalmente oral se produce una septicemia<br />

que termina con el acantonamiento del germen<br />

en estos órganos diana (glándula mamaria, articulaciones,<br />

ojos y placenta).<br />

MATERIAL Y MÉTODOS<br />

El rebaño objeto de la prueba estaba situado en<br />

Medinaceli (Soria) y era de doble origen. Del total del<br />

efectivo (700 animales) un 10% era caprino y el otro<br />

90% ovino procedente de dos partidas. El bloque principal<br />

del rebaño ovino constaba de 500 ovejas y se<br />

completaba con 130 ovejas de nueva adquisición.<br />

El estado sanitario del rebaño era preocupante al<br />

existir 15 animales con algún síntoma clínico de agalaxia<br />

contagiosa (agalaxia, conjuntivitis, artritis). El<br />

síntoma más especial en este foco de agalaxia contagiosa<br />

fue la presencia de abortos de al menos un 15%<br />

de los posibles partos, que era francamente alarmante.<br />

Se completó el diagnóstico por aislamiento del germen.<br />

Se sacrificaron después del primer diagnóstico 10<br />

* Departamento Técnico de COOPER-ZELTIA.<br />

animales por sus graves lesiones. Posteriormente el<br />

día 28 de junio de 1990 se vacunó con la vacuna comercial<br />

a base de Mycoplasma agalactiae en emulsión<br />

múltiple (Galazel) todo el rebaño y se hizo tratamiento<br />

de los enfermos con tilosina inyectada. Se obtuvieron<br />

muestras serológicas para realización de IFC<br />

(Inhibición de Formación de Cristales) gracias a la colaboración<br />

del Laboratorio Regional de Sanidad Animal<br />

de Santa Fe, en Granada.<br />

La revacunación del rebaño se realizó un mes más<br />

tarde, el 26 de julio de 1990, y se obtuvieron de nuevo<br />

muestras serológicas para realizar IFC, y ver la tendencia<br />

cinética de anticuerpos.<br />

RESULTADOS<br />

Primovacunación<br />

La vacunación del rebaño se aplicó de forma subcutánea<br />

inyectando 2 mi por animal. No hubo reacciones<br />

de tipo general y sólo cuatro animales tuvieron<br />

reacciones locales con formación de abcesos por introducción<br />

de gérmenes de la piel.<br />

El resultado de la prueba IFC (Inhibición de la Formación<br />

de Cristales) comparativo entre el día de la<br />

primovacunación y la revacunación fue el siguiente:<br />

1. a muestra 2. a muestra<br />

1 mm 4<br />

2 mm 2<br />

3 mm 3<br />

4mm 1 3<br />

5 mm — 1<br />

6 mm —<br />

7 mm — 1<br />

8 mm —<br />

Media 2,2 4,4<br />

Revacunación<br />

La revacunación se realizó con la misma vacuna<br />

(Galazel) a igual dosis (2 mi) y de forma subcutánea.


152 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

Es de resaltar que aunque era de esperar se produjeran<br />

reacciones locales de hipersensibilidad en algunos<br />

corderos que no precisaron de tratamiento.<br />

El día de la revacunación se observó la clara mejoría<br />

del rebaño que no tenía ya ningún animal con lesiones<br />

clínicas. Los abortos habían cesado por completo<br />

y se había recuperado la curva de producción<br />

láctea.<br />

CONCLUSIONES<br />

La presencia de agalaxia contagiosa en los rebaños<br />

ovinos/caprinos suele tener un punto de partida algo<br />

diluido en el tiempo.<br />

Son cambios en el manejo, introducción de nuevos<br />

ejemplares, la utilización de vacunas que no exigen<br />

una adecuada respuesta vacunal por parte del animal<br />

y la escasa preparación que se realiza del rebaño (antiparasitario<br />

interno) las condiciones que con mayor<br />

frecuencia se corresponden con la aparición de un foco<br />

clínico de agalaxia contagiosa.<br />

En este caso coincidió la anterior vacunación del<br />

rebaño con una vacuna algo anticuada, la introducción<br />

en el rebaño de nuevos ejemplares que fueron<br />

los que enfermaron y la aplicación de un antiparasitario<br />

(Albendazol) a baja dosis.<br />

Creemos que existen vacunas comerciales que son<br />

adecuadas para mantener una mínima base inmunitaria,<br />

pero que fallan ante un foco real. En la actualidad<br />

las vacunas de Mycoplasma agalactiae en emulsión<br />

múltiple son las de mayor exigencia vacunal y<br />

capaces en parto de frenar un foco infeccioso.<br />

AGRADECIMIENTOS<br />

Agradecemos al Laboratorio Regional de Sanidad y<br />

Producción Animal de Santa Fe, en Granada, y en especial<br />

a su personal técnico, la colaboración en este<br />

trabajo.<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

BEAR, C; DEBARBEYRAC, B.; BERNET, C, y RENANDIN,<br />

H.: Methods of Investigatin Mycoplasma Infectiones.<br />

Anuales de Biologie Clinique, vol. 47 (7), 1989.<br />

FULTON, R, y DUMBELL, K. R.: J. Gen. Microbial, 3/97,<br />

1949.<br />

GARBA, S. A.; TERRY, R. J.; ADAGBOYE, D. S.; LOMBARDE,<br />

A. G., y ABALAKA, J. A.: The choice of adjuvants in Mycoplasma<br />

vaccines microbios, vol. 5 (57): 230, 1989.<br />

GOURLAY, R. M, y DOMERMUTH, C. H.: Anals of N. Y. Academy<br />

Science, 1967.<br />

LADS, P. N.: Australian VeL, J., 45, 1969.<br />

MOWLES, J. M.: Mycoplasma detection. Animal cell culture.<br />

Methods in Molecular Biology, vol. 5 (65), 1989.


Comunicación<br />

La deficiencia de selenio en el ganado ovino;<br />

Nuevo concepto de prevención<br />

J. Doménech Rierola*<br />

El selenio al igual que los demás oligoelementos es<br />

necesario para el normal desarrollo del organismo, ya<br />

que todos ellos forman parte de varias enzimas que<br />

controlan diversas funciones metabólicas. Su deficiencia<br />

tendrá como consecuencia un nivel reducido de<br />

enzimas, y por tanto una disfunción metabolica.<br />

La función bioquímica del selenio fue establecida<br />

por ROTRUK y cois, cuando descubrió que era un<br />

componente esencial de la enzima glutatión-peroxidasa<br />

(GSHPx). HOESKSTRA (1984) desarrolló la hipótesis<br />

que explica la relación ente la GSHPx y la vitamina<br />

E, y sus funciones.<br />

Ambos se relacionan con el control de los peróxidos<br />

y los hidroperóxidos lipídicos. Estos son productos<br />

normales de la actividad metabolica, y pueden causar<br />

una alteración grave en las membranas celulares y en<br />

las de los componentes celulares, y la destrucción<br />

celular. La vitamina E actúa formando complejos con<br />

los ácidos grasos insaturados, previniendo así la formación<br />

de peróxidos, mientras que el selenio, como<br />

parte de la GSHPx, rompe los peróxidos.<br />

Al aumentar la producción de peróxidos por una<br />

mayor actividad metabolica, los requerimientos de vitamina<br />

E y selenio aumentan también, sobre todo en<br />

las células que tienen un alto contenido de ácidos grasos<br />

insaturados, y en las células más activas metabólicamente.<br />

Hay una amplia gama de enfermedades que se reconocen<br />

actualmente debidas a bajos niveles de selenio.<br />

Pueden dividirse en cuatro grupos principales:<br />

a) Enfermedades musculares.<br />

b) Alteraciones en la reproducción.<br />

c) Alteraciones de la producción.<br />

d) Resistencia a las infecciones.<br />

Enfermedades musculares<br />

La miodistrofia nutricional enzoótica o enfermedad<br />

del músculo blanco representa una de las enfermedades<br />

carenciales que con mayor frecuencia afecta a los<br />

pequeños rumiantes. La expresión clínica se hace evidente<br />

en animales jóvenes, presentando una alta tasa<br />

de morbilidad y mortalidad.<br />

* Esteve Veterinaria, Laboratorios Doctor Esteve, S. A., Barcelona.<br />

La afección de la musculatura del aparato locomotor<br />

es la presentación más común de esta enfermedad,<br />

con el consiguiente cuadro sintomatológico característico.<br />

La afección de la musculatura cardiorrcspiratoria<br />

da lugar a la aparición de síntomas neumónicos, y la<br />

existencia de muertes repentinas. Esta forma se presenta<br />

en animales que han adquirido el proceso carencial<br />

durante el período fetal.<br />

Alteraciones en la reproducción<br />

Todos los efectos perjudiciales de la deficiencia de<br />

selenio en la reproducción tienen lugar en la hembra,<br />

o al menos no se han descrito en el macho. El efecto<br />

puede ser:<br />

— Una fertilidad reducida, el animal mostrará un<br />

ciclo normal, pero no quedará gestante.<br />

— Muerte fetal en los primeros estadios, los animales<br />

retornan al celo en intervalos irregulares.<br />

— Aborto tardío, no imputable a ninguna infección.<br />

— Animales muertos al nacimiento, que nazcan<br />

débiles y mueran al poco tiempo, o que nazcan<br />

con la enfermedad de forma congénita.<br />

— Retención de secundinas.<br />

Alteraciones de la producción<br />

Un nivel bajo de selenio en los animales jóvenes<br />

provocará un descenso en su índice de crecimiento.<br />

En las hembras se da una disminución de cantidad y<br />

calidad de la lana y de la producción láctea; esta leche<br />

contendrá menos selenio. Los animales que maman<br />

también desarrollarán una difidencia de selenio,<br />

que puede dar lugar a los otros problemas descritos.<br />

Resistencia a las infecciones<br />

Un nivel bajo de selenio afecta a la resistencia ante<br />

las infecciones de tres modos diferentes:<br />

1. A pesar de que los macrófagos continúan estando<br />

presentes y siguen siendo capaces de fagocitar<br />

a los microorganismos invasores, son<br />

incapaces de destruir al microorganismo, con


154 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

CONTROL<br />

—A—<br />

SELENIATO "CVASICO<br />

ZOSELEN L.A.<br />

SELENIATO POTÁSICO<br />

ZOSELEN L.A.<br />

20 24<br />

Fig. 1.—Niveles de selenio en corderos.<br />

lo que éstos pueden liberarse de nuevo en el<br />

cuerpo.<br />

2. En segundo lugar y más recientemente descubiertos,<br />

los linfocitos B que producen anticuerpos<br />

IgM son menos activos. Hay una disminución<br />

en la producción de anticuerpos.<br />

3. Los linfocitos T, involucrados en la inmunidad<br />

celular, son menos activos.<br />

La inmunodeficiencia resultante significa que estos<br />

animales están más predispuestos a sufrir una infección.<br />

En explotaciones que tienen una deficiencia de<br />

selenio puede verse un aumento en la incidencia de<br />

enfermedades en general, y no de una enfermedad en<br />

particular, lo que es común entre animales jóvenes.<br />

Aunque la deficiencia de selenio puede ser tratada<br />

por vía oral, esto es a menudo poco práctico; el tratamiento<br />

más corriente en rumiantes se realiza por vía<br />

parenteral. Tradicionalmente se han utilizado las sales<br />

de potasio o de sodio, que son muy solubles. Debido<br />

a la rápida absorción del selenio de estas sales, y<br />

de la toxicidad de un exceso de selenio, sólo pueden<br />

darse cantidades muy pequeñas. Ya que los animales<br />

son incapaces de almacenar el selenio, se requieren<br />

tratamientos repetidos para mantener los niveles.<br />

Para mantener una terapia parenteral de selenio<br />

a largo término se desarrolló el seleniato de bario<br />

(Zoselen L. A.), una sal muy poco soluble de selenio,<br />

la cual libera lentamente éste en el animal tratado.<br />

Esto tiene tres efectos:<br />

1. Posibilidad de dar dosis mayores de selenio de<br />

una vez.<br />

2. La lenta liberación de selenio asegura que no<br />

haya riesgo de toxicidad.<br />

3. El selenio se absorbe lentamente durante varios<br />

meses; la preparación provee un alivio<br />

persistente de los problemas causados por la<br />

deficiencia.<br />

Fig. 2.—Niveles de selenio en ovejas.<br />

El nivel de selenio se evaluó mediante la medición<br />

de la actividad «glutation-peroxidasa» (GSHPx) descrito<br />

por ANDERSON y cois. (1978). La valoración de<br />

la actividad de la GSHPx es más rápida y fácil que la<br />

de selenio, por lo que se utiliza como indicador de<br />

elección para valorar los niveles de selenio. Se ha visto<br />

que los niveles de GSHPx en sangre están estrechamente<br />

relacionados con los niveles de selenio.<br />

Eficacia en corderos<br />

Se determinó la eficacia del tratamiento con seleniato<br />

de bario en corderos de engorde comparativamente<br />

a la de seleniato de potasio.<br />

Tres grupos de 10 corderos de 20-25 kg de peso<br />

fueron tratados, respectivamente, con seleniato de<br />

bario, seleniato de potasio, y un tercer grupo actuó<br />

como control, sin tratamiento alguno.<br />

Se extrajo sangre de todos los animales antes del<br />

tratamiento y mensualmente, hasta transcurridos cinco<br />

meses.<br />

Los resultados (fig. 1) indican que una dosis de seleniato<br />

de bario produjo un marcado incremento de los<br />

niveles de selenio durante toda la duración del estudio<br />

(cinco meses).<br />

Determinación de la transferencia de selenio<br />

«en útero» y «postpartum» de la oveja a su cría<br />

A fin de determinar la prevención de la carencia de<br />

selenio en las crías, se realizó una prueba comparati-<br />

CONTROL<br />

SELENIATO POTÁSICO<br />

ZOSELEN L.A.<br />

PBUEBAS DE EFICACIA<br />

La eficacia del seleniato de bario, en la prevención<br />

de las deficiencias de selenio, ha sido establecido por<br />

G. D. CAWLEY y I. McPEE, en Inglaterra.<br />

EDAD (SEMANAS)<br />

Fig. 3.—Niveles de selenio en corderos nacidos de ovejas<br />

tratadas.


LA DEFICIENCIA DE SELENIO EN EL GANADO OVINO: NUEVO CONCEPTO DE PREVENCIÓN 155<br />

va con 30 ovejas que estaban aproximadamente a la<br />

mitad de gestación, las cuales se dividieron en tres<br />

grupos.<br />

El primero de ellos se trató con seleniato de bario,<br />

el segundo con una solución de seleniato de potasio y<br />

el último no se trató (control).<br />

Se extrajo una muestra de sangre de cada animal<br />

antes del tratamiento y a las seis, doce, veinte y veinticuatro<br />

semanas después. Se valoró el contenido de<br />

glutatión-peroxidasa (GSHPx) de cada una de ellas.<br />

Los corderos de estas ovejas fueron identificados al<br />

nacimiento. Se tomaron muestras de sangre de cada<br />

una de las crías y se controlaron sus niveles enzimaticos.<br />

Los resultados de esta prueba indican que el tratamiento<br />

de ovejas con 50 mg de selenio en forma de<br />

seleniato de bario no era peligrosa y produjo una respuesta<br />

significativa en los animales tratados en comparación<br />

con los otros grupos (fig. 2). Esta respuesta<br />

se mantuvo durante toda la prueba (siete meses) y se<br />

reflejó en el nivel de selenio de los corderos durante<br />

los tres meses después del parto (fig. 3).<br />

RESUMEN<br />

Estas pruebas han demostrado que el selenio suministrado<br />

en forma de seleniato de bario (Zoselen L. A.)<br />

se absorbe lentamente y tiene un efecto terapéutico al<br />

menos durante doce meses, cuando se administra a la<br />

dosis recomendada de 1 mg de selcnio/kg (1 mi Zoselen<br />

L. A./50 kg).<br />

Las pruebas do transferencia maternal demuestran<br />

que al emplear el producto en ovejas no sólo las ovejas<br />

se ven protegidas de una deficiencia de selenio, sino<br />

también sus corderos durante un período de hasta<br />

doce semanas. Este es el período en el que los corderos<br />

corren el riesgo de contraer, por ejemplo, distrofia<br />

muscular (BLOOD y otros, 1981).<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

ANDERSON, P. II.; BERRET, S., y PATTERSON, D. S. P.: Veterinary<br />

Record, 104: 235.<br />

BLOOD, D. C; HENDERSON, J. A., y RADOSTITS, O. M.: Medicina<br />

Veterinaria, 5. a ed.<br />

BOOTH, N. H., y McDONALD, L. E.: Farmacología y terapéutica<br />

veterinaria, 5. a ed.<br />

CAWLEY, G. D., y McPEE, I.: Veterinary Record, 114: 565-<br />

566.<br />

DUKES/SWENSON: Fisiología de los animales domésticos.<br />

FRANKLIN, J. S.: Current Therapy in Theriogenology, 1986.<br />

RONCERO, V; REDONDO, E., y GAZQUEZ, A.: Medicina Veterinaria,<br />

vol. 6, núm. 6.


V<br />

ECONOMÍA


Ponencia<br />

Tendencia de la economía y la comercialización<br />

de la producción ovina española<br />

A. Paz Sáez*<br />

No parece que sea este el momento más adecuado<br />

para abordar la posible evolución futura de cualquier<br />

producción, dado lo altamente aleatorio de los factores<br />

que configuran la dinámica de la misma, sea cualquiera<br />

el horizonte que se considere más allá del plazo<br />

inmediato.<br />

Sin embargo, también es verdad que ante una situación<br />

de incertibumbre vale más tener, al menos,<br />

una orientación, aun relativa, que la total ignorancia;<br />

en el fondo se trata de constreñir el azar en el mayor<br />

grado posible, pero siempre hay que exigir que sea<br />

cual sea la posición que se adopte, debe mostrar las<br />

bases en que se apoya, porque no se trata, no puede<br />

tratarse, de proponer artículos de fe bajo criterios de<br />

autoridad por alta que ésta sea, sino de mostrar la lógica<br />

de un razonamiento.<br />

Dentro de este cuadro, que excluye todo optimismo<br />

a ultranza, tan prodigado en estos últimos años, se<br />

puede intentar realizar un pronóstico sobre la posible<br />

evolución de la producción ovina, sin pretender que<br />

sea propiamente una previsión, sino, sencillamente,<br />

una prospección de los factores que actúan en el presente<br />

y su posible evolución a no demasiado largo<br />

plazo, en el que se perdería todo realismo.<br />

I. Partiendo de la segunda mitad de la década de<br />

los años setenta, se comprueba que los censos ovinos<br />

muestran una clara tendencia decreciente hasta los<br />

primeros años de la década de los años ochenta, en<br />

que flexiona la tendencia produciéndose una elevación,<br />

regionalmente variable en el tiempo (CALAHO­<br />

RRA, 1990), y que, de una manera general, se viene<br />

manteniendo hasta hoy. Todo parece mostrar que tal<br />

evolución ha venido afectada por factores intrínsecos<br />

de la propia producción y otros extrínsecos a la misma,<br />

representados básicamente por la situación del<br />

mercado y la política sectorial.<br />

En conjunto, la comprensión del proceso comienza<br />

por considerar que la explotación ovina constituye un<br />

elemento de todo un sistema agrario, representado<br />

por nuestra tradicional explotación del secano, que<br />

es, precisamente, la que entra en crisis, consecuencia<br />

de sus producciones fundamentales: cereales, vid, olivo,<br />

y por la doble causa de la evolución de los mercados<br />

y los bajos rendimientos (en trigo y cebada los<br />

* CSIC. Instituto de Economía y Geografía Aplicadas. Madrid.<br />

.<br />

rendimientos son los más bajos de la Europa occidental).<br />

Tal sistema agrario, típico de nuestros secanos, implica<br />

la existencia del barbecho (unos 4,5 millones de<br />

hectáreas), en lo que entra la oveja como medio de<br />

elevar el producto bruto empresarial, por aprovechamiento<br />

de recursos no mercadeables, y en tal marco,<br />

cuya forma es dominante en el conjunto de la estructura<br />

agraria española, resulta que la explotación ovina<br />

es un elemento más de la empresa; se comprende<br />

que la crisis de ésta suponga la de sus explotaciones<br />

integrantes, desde el momento que la generalidad de<br />

los casos la baja de uno de los componentes hace peligrar<br />

la estabilidad del conjunto; lo que aún es más ostensible<br />

en la consideración del conjunto sectorial.<br />

EUo equivale a decir que las soluciones parciales no<br />

tienen efectividad más que escasamente a corto plazo,<br />

lo que abona la necesidad de encarar toda una política<br />

que englobe el conjunto del secano (PAZ SAEZ,<br />

1973).<br />

Esta consideración del ovino como pieza integrada<br />

en el conjunto del secano es el telón de fondo sobre el<br />

que transcurre la explotación, pero dos hechos han<br />

venido a cambiar el panorama:<br />

a) La existencia del cebo intensivo, dando lugar a<br />

los cebaderos.<br />

b) La entrada de España en la CEE, y, por tanto,<br />

la sujeción a la PAC.<br />

II. El cebo intensivo de corderos tuvo su base en<br />

el desarrollo de una política favorable, basada en la<br />

adquisición de cereales a precio del mercado internacional<br />

y el apoyo directo de la Administración con un<br />

sistema de primas y adquisición de canales que tuvo<br />

su base normativa en el decreto 1.715 (30-6-1972),<br />

que primaba las canales con más de 14 kg (24 pesetas/kg/canal),<br />

a la que acompañó toda una serie de disposiciones<br />

de diferente rango (resolución del FORPA,<br />

de 13-10-1972; orden del MAPA de 29-9-1972, etc.).<br />

El proceso general de intensificación de la producción<br />

animal puede tener su justificación en la política<br />

de desarrollo de los años sesenta, de la que, en realidad,<br />

vino a constituir una pieza más, pero no así en lo<br />

que concierne a los rumiantes, a los que se les hace<br />

perder tal condición para transformarse en monagástricos,<br />

lo que, a su vez, entraña el menor aprovechamiento<br />

energético de los concentrados; es decir, supo-


160 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

Tabla i<br />

Precio (kg/canal) en pesetas de la carne de cordero<br />

Tabla II<br />

Precio de la carne de cordero en los países comunitarios<br />

Año<br />

Precio<br />

1981<br />

385,55<br />

1982<br />

458,46<br />

1983<br />

482,21<br />

1984<br />

539,04<br />

1985<br />

635,89<br />

1986<br />

589,13<br />

1987<br />

523,74<br />

1988<br />

505,12<br />

Fuente: Esteban Muñoz, C. 1989.<br />

1981<br />

100<br />

119<br />

125<br />

139<br />

164<br />

152<br />

135<br />

131<br />

País/año<br />

Bélgica<br />

Dinamarca<br />

Alemania<br />

Grecia<br />

España<br />

Francia<br />

Irlanda<br />

Italia<br />

Holanda<br />

Portugal<br />

Reino Unido<br />

ECUS/Kg<br />

1986<br />

5,069<br />

3,234<br />

3,401<br />

4,346<br />

3,878<br />

3,383<br />

2,972<br />

4,523<br />

3,647<br />

3,494<br />

3,042<br />

1987<br />

3,817<br />

2,719<br />

3,044<br />

4,292<br />

3,444<br />

3,144<br />

2,458<br />

4,352<br />

3,072<br />

3,025<br />

3,032<br />

ne un derroche económico, tanto más grave si se tiene<br />

en cuenta que ello se da en un mundo que tiene<br />

hambre.<br />

De cualquier manera el proceso de intensificación<br />

en capital en el ovino lleva a una partición del sector<br />

agrario, por la que las madres quedan ligadas a la<br />

producción del suelo por la razón de que la tierra supone<br />

una earga gravosa para la producción intensificada,<br />

mientras los lechales tras el destete pasan al cebadero,<br />

rompiendo todo vínculo con el sector agrario.<br />

Esta situación es factible de ser sostenida, al menos a<br />

plazo medio, por una relación favorable entre precio<br />

de la carne y precio de los factores de producción, de<br />

los que el pienso supone la mayor partida, y precisamente<br />

ello es lo que pone en riesgo la producción intensificada<br />

en cuanto entra en concurrencia competitiva;<br />

en efecto, obsérvese que el precio es sostenido<br />

por un sistema de almacenamiento y garantías, pero<br />

si tal situación se altera —y no digamos nada en un<br />

mercado libre— la rentabilidad expresada como funciones<br />

de la diferencia precio-coste puede llegar a no<br />

tener interés, e incluso a ser negativa, lo que supone<br />

la apertura de una crisis en el sector de cebo intensivo.<br />

Por lo tanto, aun sin tener en consideración nuestro<br />

ingreso en la CEE, habría que ir pensando en una<br />

reestructuración de la producción de ovino, desmontando<br />

los cebaderos desde el momento que su explotación<br />

supone una alta elevación del coste. Así, DEL­<br />

GADO ENGUITA señala cómo tomando como base el<br />

pastoreo, el uso concentrado eleva el coste a 314, y<br />

para VERA y VEGA el coste se eleva al 164% para la<br />

intensificación (citado por GARCÍA LARA, 1987). Una<br />

vez más, insistimos en que el cebo intensivo de rumiantes<br />

fue posible por una política determinada que,<br />

desde luego, no tuvo en cuenta al sector agrario al no<br />

plantear la posibilidad de un cebo intensivo dentro de<br />

éste, por una integración secano-regadío (SOBRINO<br />

IGUALADOR y PAZ SAEZ, 1973) y dando pie a la creación<br />

de los cebaderos, institución única en Europa, y<br />

que ya a la altura de 1990 se muestra como un camino<br />

sin salida, tanto más cuanto que el consumo interior<br />

de carne de cordero se muestra escasamente dinámico.<br />

Fuente: Eurostat, 1988.<br />

III. Por supuesto que aun sin contar con el horizonte<br />

comunitario, habría que haber realizado una<br />

ordenación del secano español y, por tanto, de la producción<br />

ovina, pero desde luego nuestra integración<br />

en la Comunidad Europea cambia todo el desarrollo<br />

de una política nacional, que se condiciona por las directrices<br />

comunitarias, y, desde luego, en el inicio éstas<br />

no tuvieron para nada en cuenta a la producción<br />

ovina. El único país con producción importante era<br />

Francia, y no tenía problemas con el mercado, por lo<br />

tanto no había de qué preocuparse. Solamente la entrada<br />

de Gran Bretaña como país miembro, y la doble<br />

cuestión de su competencia con Francia, originando<br />

la llamada «guerra de los corderos», y su relación con<br />

los países de la Commonwealth, con grandes produc-'<br />

tores de ovino, como Australia y Nueva Zelanda, movieron<br />

al Mercado Común, hasta aquel momento gran<br />

importador de carne de cordero, a considerar la reglamentación<br />

del mercado.<br />

Entonces es cuando se da la entrada de España y<br />

Portugal, y, precisamente cuando no era muy favorable<br />

la situación en la CEE, puesto que la PAC había<br />

entrado en crisis; pero prescindiendo de la oportunidad<br />

del momento, y de que la negociación no fuera<br />

muy afortunada, el hecho de la integración resulta<br />

crucial, puesto que las directrices comunitarias implican,<br />

por lo pronto:<br />

a) Abandono de tierras en cultivo.<br />

b) Descenso del grado de protección de la agricultura.<br />

c) Forzosamente habrá de replantearse todo el<br />

comercio exterior.<br />

a) Entre otras razones, los bajos rendimientos de<br />

los cereales en nuestros secanos se debe al cultivo<br />

de terrenos marginales que nunca debieron<br />

de roturarse, pero que lo fueron a impulsos<br />

de una política determinada que, de forma<br />

muy general, se extendió desde la muerte de


TENDENCIA DE LA ECONOMÍA Y LA COMERCIALIZACIÓN DE LA PRODUCCIÓN OVINA ESPAÑOLA 161<br />

País/año<br />

Bélgica<br />

Dinamarca<br />

Grecia<br />

Francia<br />

España<br />

Irlanda<br />

Italia<br />

Holanda<br />

Portugal<br />

Tabla III<br />

Producción de carne de ovino y caprino en la CEE<br />

(000 Tm)<br />

Reino Unido<br />

Fuente: Eurostat, 1988.<br />

1980<br />

4<br />

120<br />

174<br />

39<br />

53<br />

25<br />

284<br />

1986<br />

6<br />

1<br />

106<br />

162<br />

209<br />

47<br />

49<br />

17 •<br />

13<br />

293<br />

1987<br />

Fernando VII a la II República (PAZ SAEZ,<br />

1976 y 1986), lo que lleva a que la remuneración<br />

de nuestros agricultores sea inferior a los<br />

comunitarios. El abandono de tales tierras, salidas<br />

de la roturación de bosques y pastizales,<br />

como es lógico, elevará el promedio de los rendimientos<br />

en trigo y cebada, pero plantea un<br />

problema doble:<br />

5<br />

1<br />

124<br />

158<br />

224<br />

49<br />

56<br />

21<br />

22<br />

321<br />

Tabla IV<br />

1. a Ciertamente el envejecimiento demográfico<br />

también se hace sentir en la población<br />

campesina, pero de cualquier forma la<br />

adversa situación liberal plantea la enorme<br />

dificultad de absorber el excedente<br />

campesino con puestos de trabajo en<br />

otros sectores.<br />

2. a El total abandono de tales superficies subí<br />

pone un coste social mayor que lo que parece<br />

a primera vista, por lo que es insoslayable<br />

la reorientación productiva de<br />

esas áreas (PAZ SAEZ y RUIZ ABAD,<br />

1989), en lo que ¡a caza y la repoblación<br />

forestal pueden jugar un buen papel, pero<br />

de cualquier manera supondrá un excedente<br />

de mano de obra; en gran medida<br />

esto se puede plantear como una infrautilización<br />

de recursos que pesa sobre el<br />

conjunto económico.<br />

Como de siempre habrían de quedar<br />

tierras libres, la orientación ganadera se<br />

presenta como una indudable salida, y en<br />

muchas ocasiones una alternativa de utilización;<br />

aquí es donde el ovino entra como<br />

un elemento productivo de primer orden.<br />

Ya MANSIIOLT había advertido que a largo<br />

plazo la política de precios de la Comunidad<br />

resultaba insostenible, y, precisamente, al llegar<br />

la iniciación de la crisis es cuando se produce<br />

la entrada de España —Portugal consiguió<br />

condiciones diferentes—. La consecuencia<br />

es que la Comunidad, ante el doble hecho de la<br />

creación creciente de excedentes y la elevación<br />

de los presupuestos, decide disminuir el nivel<br />

de garantía; es decir, de forma indirecta rebaja<br />

el ingreso campesino, pero el hecho es más<br />

grave si se tiene en cuenta que una reducción<br />

sustantiva de la política de sostén haría temblar<br />

todo el sistema de la PAC, tal como está<br />

planteada.<br />

Sin embargo, concretándonos al ovino la situación<br />

es algo diferente desde el momento<br />

Importación de carne de ovino por la Comunidad<br />

(000 Tm/canal)<br />

País/año<br />

1980<br />

1982<br />

1983<br />

1984<br />

1985<br />

1986<br />

1987<br />

Bélgica<br />

7,1<br />

3,0<br />

1,9<br />

3,2<br />

3,7<br />

4,5<br />

4,8<br />

Dinamarca<br />

1,9<br />

2,0<br />

1,8<br />

2,3<br />

2,3<br />

2,5<br />

2,8<br />

Alemania<br />

19,1<br />

26,6<br />

31,3<br />

26,8<br />

35,4<br />

32,0<br />

30,2<br />

Grecia<br />

-<br />

12,8<br />

19,9<br />

16,4<br />

18,0<br />

18,6<br />

15,0<br />

España<br />

-<br />

-<br />

-<br />

-<br />

-<br />

4,9<br />

8,7<br />

Francia<br />

2,2<br />

6,8<br />

6,3<br />

7,2<br />

7,9<br />

8,0<br />

9,2<br />

Irlanda<br />

-<br />

-<br />

-<br />

-<br />

-<br />

-<br />

Italia<br />

22,8<br />

21,6<br />

19,9<br />

20,9<br />

25,6<br />

25,3<br />

28,3<br />

Holanda<br />

1,6<br />

1,0<br />

0,7<br />

1,2<br />

1,1<br />

1,6<br />

2,4<br />

Portugal<br />

-<br />

-<br />

-<br />

-<br />

-<br />

0,1<br />

3,0<br />

Reino Unido<br />

187,5<br />

206,8<br />

169,9<br />

170,4<br />

159,2<br />

151,3<br />

154,5<br />

Fuente: Comisión de Comunidades.


162 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

Año<br />

1980<br />

1981<br />

1982<br />

1983<br />

1984<br />

1985<br />

1986<br />

1987<br />

1988<br />

Tabla V<br />

Comercio exterior español de carne de ovino (Tm)<br />

Importación<br />

310<br />

1.537<br />

363<br />

763<br />

636<br />

714<br />

6.675<br />

10.646<br />

14.172<br />

Fuente: Dirección General de Aduanas.<br />

Exportación<br />

1.373<br />

1.067<br />

1.540<br />

1.233<br />

1.306<br />

777<br />

3.376<br />

7.862<br />

10.094<br />

Balance<br />

+1.063<br />

+470<br />

+1.177<br />

+464<br />

+670<br />

+63<br />

-2.191<br />

-2.094<br />

-2.100<br />

que la CEE es una importadora neta con tonelajes<br />

importantes; únase esto al abandono de<br />

cultivos y el descenso de los precios de garantía,<br />

y se tendrá que la explotación de ovino se<br />

presenta como una opción válida, tanto más en<br />

el caso de España con el gran peso en relación<br />

con la evolución del mercado de la que no hay<br />

más remedio que ocuparse, en sus tramos interior<br />

y exterior, pero antes de ello hay que considerar<br />

dos hechos capitales:<br />

1.° Los precios de la carne de cordero en el<br />

mercado español vienen siendo superiores<br />

al promedio europeo (del orden del<br />

23-25%).<br />

2° El peso medio de nuestros corderos es,<br />

también, inferior al que se da en la Comunidad.<br />

Todo lo cual da lugar a consecuencias no enteramente<br />

deseables. En primer lugar, como<br />

resultado de lo anterior y del sistema de sostén<br />

de la PAC, el ganadero español vino percibiendo<br />

menos que los comunitarios (en la temporada<br />

presente el sistema ha sido modificado), pero<br />

ello no resulta tan grave habida cuenta de la<br />

altura de los precios en el mercado interior; el<br />

problema surge porque nuestros costes medios<br />

son superiores a los de la Comunidad, como<br />

consecuencia del peso sensible que tienen los<br />

cebaderos clásicos en la producción nacional,<br />

frente al predominio que tiene la producción<br />

del suelo (hierba y subproductos) en el cebo de<br />

los países comunitarios. Una vez más la reordenación<br />

de la produducción ovina resalta como<br />

tema de primer orden, tanto más cuanto<br />

que no puede soslayarse las interconexiones<br />

con los intercambios exteriores, en los que los<br />

aiveles relativos de precios resultan un factor<br />

primodial, y, por lo tanto, pudiera ocurrir, no<br />

ya que se esfumaran las posibilidades de exportación,<br />

sino que producciones externas comunitarias<br />

o no puedan competir sobre nuestro<br />

propio mercado interior, lo que, evidentemente,<br />

tendría un impacto altamente grave<br />

sobre nuestra producción (véase la repercusión<br />

sobre los precios de las últimas importaciones<br />

neozelandesas de carne de cordero).<br />

c) En relación con todo lo anterior no cabe silenciar<br />

el que, hasta el momento presente, el Mercado<br />

Común es altamente proteccionista frente<br />

a terceros en el terreno agrario; y aún más,<br />

puesto que esa defensa constituye una pieza<br />

esencial de la PAC, de suerte que su supresión<br />

supondría, prácticamente, la quiebra de la<br />

agricultura comunitaria. Pero resulta que todo<br />

el artificio montado en las fronteras comunitarias<br />

por el que la producción queda aislada del<br />

mercado mundial e introduce distorsiones en<br />

éste, con el sistema de restituciones a la exportación<br />

no va a poder ser mantenido quizá ni a<br />

plazo medio, y ello por las siguientes razones:<br />

1. a Ciertamente el momento actual es una<br />

coyuntura adversa de duración muy aleatoria,<br />

pero si la CEE no quiere que su<br />

proclamado liberalismo sea un mero artículo<br />

de exportación, o una proclamación<br />

lírica, no tendrá más salida que seguir lo<br />

marcado por las rondas del GATT, de libertad<br />

internacional de comercio, e incluso,<br />

en principio, debería acentuarlo bajo<br />

riesgo de caer en una contradicción in<br />

terminis. Aparte de que pierde toda razón<br />

de acusar a nadie de proteccionismo.<br />

2. a El cambio radical y sorprendente ocurrido<br />

en los, hasta ahora, países del Este,<br />

abre una nueva problemática a la Comunidad,<br />

resumida en tres aspectos:<br />

a) Estos países no pueden entrar, al<br />

menos durante un plazo prudencial,<br />

en la CEE, so pena de poner en ries-*<br />

go muy grave la propia existencia de<br />

la Comunidad; pero, por otro lado,<br />

parece obligado el prestarles la mayor<br />

ayuda posible, y no se olvide que<br />

estos países —quizá con la excepción<br />

de Checoslovaquia— tienen un gran<br />

potencial agrario, y ya PORTES (1990)<br />

señala que los países del Este tendrán<br />

en el campo agrario una de sus<br />

líneas de especialización, y, por supuesto,<br />

hay que contar con la producción<br />

ovina. En tales condiciones<br />

resulta lógico que una de las formas<br />

de esa ayuda sea la preferencia en la<br />

importación de productos de su<br />

agro.<br />

b) La reunificación alemana supone un<br />

hecho más trascendente de lo que<br />

parece, desde el momento que va a<br />

reforzar la potencia alemana y ello,<br />

se acepte o no, guste o no guste, va a<br />

colocar a Alemania a la cabeza de<br />

Europa, lo que hace que, casi necesariamente,<br />

cambie la orientación de<br />

la CEE, y a plazo no muy largo.


TENDENCIA DE LA ECONOMÍA Y LA COMERCIALIZACIÓN DE LA PRODUCCIÓN OVINA ESPAÑOLA 163<br />

c) El Acta con mercado único está previsto<br />

para comenzar en 1993, pero<br />

tres dificultades surgen a su realización:<br />

las relaciones con el Este; la<br />

unidad monetaria, que, hoy por hoy,<br />

no se ve nada próxima, y la falta absoluta<br />

de unanimidad en la concepción<br />

de lo que ha de ser la unidad<br />

europea.<br />

Sea como fuere, las relaciones con<br />

el resto del mundo no parece que<br />

puedan continuar como fueron planteadas<br />

con la CHE desde el Tratado<br />

de Roma, y ello repercutirá en el comercio<br />

internacional de carne ovina.<br />

3. a La situación del llamado Tercer Mundo va<br />

empeorando, y las apelaciones a la fuerza<br />

no son soluciones estables, por lo que pa-.<br />

rece de necesidad que cambie la actitud<br />

de la CEE, al menos en lo que atañe a los<br />

intercambios comerciales.<br />

Sobre la base de tales consideraciones es posible<br />

llegar a la conclusión:<br />

1.° La producción ovina se presenta como una posibilidad<br />

idónea en nuestra agricultura, en<br />

principio, de forma que, aun en una hipótesis<br />

moderada, el incremento de carne canal pudiera<br />

llegar a un 25% sobre el promedio obtenido<br />

en el período 1980-86 (PAZ SAEZ y RUIZ<br />

ABAD, 1989).<br />

2° En un mercado competitivo —aun sin considerar<br />

la perspectiva del Acta Única— nuestros<br />

costes impiden la concurrencia, y en ello ocupan<br />

el primer plano el precio de los piensos<br />

debido, fundamentalmente, a la alta proporción<br />

de concentrados (según la FETAC, en<br />

1988, la media de cereal en nuestros piensos<br />

alcanzan el 63,1%), lo que hace que aun sin la<br />

integración en la CEE el cebo intensivo resulta<br />

cada vez más difícil de sostener y aún menos<br />

en estos últimos años, en que nuestra balanza<br />

comercial acusa un alto déficit, con sentido<br />

creciente, habida cuenta el renglón que suponen<br />

el maíz, el sorgo y la soja en la importación<br />

española.<br />

IV. Por consiguiente, el papel que puede jugar el<br />

ovino en la reorientación de la agricultura nacional<br />

tiene que concebirse básicamente como mantenido<br />

sobre la producción del suelo; pero de cualquier manera<br />

la consideración del mercado es insoslayable,<br />

desde el momento que hay que tener en cuenta irremediablemente:<br />

1.° Posibilidad de absorber la producción nacional<br />

de carne de cordero por parte del mercado interior,<br />

tanto más si se llega a dar un incremento<br />

sustancial de la producción.<br />

2° Ante una apertura del mercado existe el riesgo<br />

claro de la entrada de carne procedente del<br />

exterior en clara competencia con la del interior.<br />

3.° Por la misma razón cabe la oportunidad de<br />

concurrir al mercado internacional, y ello es<br />

precisamente lo que necesita conocerse.<br />

Por todo ello, el análisis del mercado tiene que ser<br />

abordado en los dos sectores: interior y exterior.<br />

A este respecto, el primer parámetro a considerar<br />

es el consumo y su evolución, cuya situación no da<br />

una perspectiva demasiado optimista. En efecto, el<br />

examen de las series cronológicas permite ver, por un<br />

lado, que los niveles absolutos de los consumos unitarios<br />

son muy reducidos; ciertamente en la última temporada<br />

e) MAPA ha corregido las series de consumo,<br />

elevándolas poco más de 1 kg (lo que posiblemente es<br />

correcto), pero de todas formas supone la cuantía<br />

más reducida de todas las carnes (salvo la de cquido),<br />

pero lo más llamativo es que en un plazo prudencialmente<br />

largo los incrementos registrados son muy pequeños.<br />

Ello indica lo arriesgado que resulta, cara al mercado,<br />

un fuerte aumento de la producción. En efecto, sobre<br />

las cifras dadas más arriba, sin demasiado optimismo,<br />

puede cifrarse que se podría alcanzar un<br />

volumen del orden de las 40.000 toneladas, equivalentes<br />

a algo más de 1 kg/año/habitante, lo que sobre<br />

el nivel actual resulta de muy difícil absorción sin una<br />

caída sensible de los precios, que, a priori, podría estimarse<br />

sobre el 30%, lo que no tendría más remedio<br />

que acusar la producción. Naturalmente que una reorientación<br />

productiva en el sentido señalado de<br />

asentar la explotación ligada al suelo, aun con un<br />

descenso de los precios (siempre referidos al productor),<br />

permitiría sostener una diferencia precio-coste<br />

que hiciese, por lo menos, aceptable la rentabilidad,<br />

con la condición de que el descenso del precio en origen<br />

se transmitiese al consumidor final, en lo que debe<br />

estar interesado el productor, tanto como en la<br />

propia producción.<br />

Si el consumo lo referimos a la CEE, el panorama es<br />

bastante análogo. Como señala ESTEBAN MUÑOZ<br />

(1987), el consumo comunitario se muestra bastante<br />

estable, con un promedio de 3-4 kg/habitante y año,<br />

aunque, desde luego, se da una sensible dispersión<br />

entre los valores nacionales, cuyos extremos se dan<br />

para Grecia, con algo más de 14 kg, y el grupo de países<br />

nórdicos —Holanda, Dinamarca y Alemania—,<br />

que no llegan al kilo, y del grupo intermedio solamente<br />

destacan Gran Bretaña e Irlanda, que alcanzan un<br />

consumo de alrededor de los 7 kg, puesto que Bélgica,<br />

Luxemburgo, Francia, Italia, España y Portugal se sitúan<br />

en torno a la media comunitaria. Para mayor<br />

precisión estos datos brutos precisan matizarse, con<br />

vistas, sobre todo, a las posibles tendencias actuantes<br />

en el futuro inmediato. En efecto:<br />

a) La evolución demográfica en el conjunto de la<br />

CEE se presenta con muy ligero incremento,<br />

cuyo signo positivo, en gran medida, se debe al<br />

aporte de los países del sur, pero en éstos hace<br />

algún tiempo que se viene acusando la baja de-


164 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C,<br />

mográfica por descenso de natalidad (véase el<br />

caso de España desde 1977 y 1982), y aunque,<br />

ciertamente, la reunificación alemana y la política<br />

de protección familiar francesa van a significar<br />

una mejora, desde luego a plazo medio<br />

hay que contar con una estabilidad en el volumen<br />

de población, tanto más cuanto que la<br />

CEE limita radicalmente la inmigración.<br />

b) En los países que, como la Gran Bretaña, pueden<br />

considerarse grandes consumidores de<br />

ovino, el consumo viene cayendo desde hace<br />

algún tiempo.<br />

c) Las calidades son también diferentes, y, precisamente,<br />

el mayor consumidor comunitario no<br />

se caracteriza por la mejor calidad.<br />

V. Ante la posibilidad de un incremento de la producción<br />

interior de carne de cordero que no pueda<br />

ser absorbida por nuestro consumo al nivel presente<br />

de precios, es evidente que la exportación se presenta<br />

como una opción válida que permitiría, cuando menos,<br />

sostener la producción.<br />

En principio, tal exportación podría dirigirse bien a<br />

la Comunidad, bien a terceros países.<br />

1.° La Comunidad presenta perspectivas nada<br />

desdeñables, desde el momento que en los últimos<br />

tiempos su importación media viene a<br />

suponer un tonelaje del orden de las 250.000<br />

toneladas, lo que, teóricamente, significa que<br />

aunque por nuestra parte se diese un aumento<br />

que superara incluso las 50.000 toneladas,<br />

tendrían perfecta cabida en el mercado comunitario.<br />

2.° El principal competidor que hasta la fecha<br />

puede encontrar España en la CEE es Gran<br />

Bretaña, y en este punto cabe decir que la estacionalidad<br />

de la producción viene a favorecer<br />

a nuestra producción, tanto más importante<br />

cuanto que la fluctuación estacional es origen<br />

de grandes oscilaciones de precios en el<br />

mercado interior, más altos en el mercado de<br />

la Comunidad; solamente cuando Gran Bretaña<br />

retrasa la salida de sus corderos se pierden<br />

estas ventajas.<br />

3.° A plazo medio, o poco más, hay que contar<br />

con el probable hecho, ya señalado, de la modificación<br />

de la hasta ahora venerada organización<br />

comunitaria de mercados, lo que aumentará<br />

la concurrencia competitiva dentro<br />

de las fronteras de la CEE —con Acta Única o<br />

sin ella— y que en el caso de la carne de ovino<br />

es más probable cuanto que los países del norte<br />

no tienen en ello ningún interés que defender.<br />

4.° Alrededor del 80% de la importación comunitaria<br />

procede de Nueva Zelanda a unos precios<br />

sin posible competencia, y cuyo impacto<br />

aún será mayor si llega a darse la antedicha<br />

apertura de mercados. No se olvide la acción<br />

depresora que sobre los precios del mercado<br />

nacional han venido teniendo desde 1987 las<br />

importaciones procedentes de Nueva Zelanda.<br />

5.° Esto muestra, una vez más, que los precios diferenciales<br />

resultan definitivos en una situación<br />

competitiva, y en osle punto hay que señalar<br />

que, dentro de la CHE, Gran Bretaña, los<br />

presenta, como promedio, alrededor de un 13%<br />

más bajos que los españoles; a esta diferencia<br />

hay que añadir los costes de transporte y comercialización,<br />

no especialmente favorables a<br />

la producción española. Esto abre dos grandes<br />

dificultades:<br />

a) Si la producción nacional española no logra<br />

rebajar precios de manera sustancial,<br />

que por nuestra parte hemos estimado en<br />

un mínimo del 25% sobre el nivel de 1988,<br />

el riesgo de penetración de importaciones<br />

os muy alto.<br />

bj Este peligro aumenta y las posibilidades<br />

de exportación disminuyen si se tiene en<br />

cuenta la sobrevaloración de nuestra moneda<br />

frente a las divisas más importantes.<br />

6.° Naturalmente que un nivel de precios determinado<br />

tiene que ir referido a una calidad, pero<br />

esto mismo, referido a nuestra posible concurrencia<br />

al mercado internacional, precisa de<br />

ciertas matizaciones. En efecto, el más elemental<br />

examen del mercado hace ver que el<br />

peso medio de las canales de cordero en la<br />

CEE es superior al que se da en España, en<br />

cuyo hecho se creyó ver la necesidad de que<br />

nuestra producción llegara a mayores pesos,<br />

tanto más cuanto que se vino afirmando que<br />

las canales ligeras no tenían aceptación en Europa,<br />

pero ante todo esto conviene aclarar:<br />

a) A la producción de la Europa occidental le<br />

resulta económico llegar a grandes pesos<br />

sobre el pasto, máximas, si, como en Gran<br />

Bretaña, se da una integración entre pastizales<br />

naturales (áreas de montaña) y cebo<br />

en los cultivos de llanura. El sistema<br />

español tradicional en pastoreo no permite<br />

semejante cosa, y el acudir a la recría<br />

en cebadero ya queda dicho que va resultando<br />

cada vez más difícil, aparte de que,<br />

como ya comentaba CAMPS en 1974, el<br />

aumento de peso se realiza, en gran parte,<br />

por engrasamiento, lo que hoy resultaría<br />

inaceptable, fundamentalmente, por<br />

razones de coste.<br />

b) No es cierto que el mercado comunitario<br />

no acepte canales ligeras; para el promedio<br />

1985-87 fue de 15 kg, pero con desviaciones<br />

sensibles (8,9 kg en Italia y 10,1 kg<br />

en Portugal). Por lo tanto, España se situaría<br />

un 20-25% sobre la media de la Comunidad,<br />

con la advertencia de que ésta<br />

tiende a disminuir el peso de sus canales.<br />

Desde luego que el bajo peso medio de las canales


TENDENCIA DE LA ECONOMÍA Y LA COMERCIALIZACIÓN DE LA PRODUCCIÓN OVINA ESPAÑOLA 165<br />

españolas se debe al alto sacrificio de lechales, pero<br />

esto en la situación presente es casi insoslayable por:<br />

1.°, alto precio en el mercado interior, y 2.°, problemas<br />

de economía de empresa que, cuando menos, dificultan<br />

el llevar los animales a mayores pesos.<br />

En conjunto, puede decirse que por el tipo de canal,<br />

sobre todo si se emplean razas europeas especializadas<br />

(la Fleischschaft puede ser un ejemplo), no<br />

se presentan inconvenientes serios en el mercado<br />

europeo.<br />

7.° Antes de nuestra entrada en el Mercado Común,<br />

la exportación española de carne de ovino<br />

era muy reducida, siendo contados los años<br />

en que su superaban las 1.000 toneladas, que<br />

en parte se contrarrestaban con las importaciones<br />

que realizaba Canarias, aunque el saldo<br />

monerario resultaba favorable. Tras el ingreso<br />

de 1986, la importación ha crecido en un<br />

100%, mientras la exportación la hizo en el<br />

233%. Ahora bien, si vamos a las cifras absolutas<br />

se verá que, año tras año, el balance es<br />

negativo, desde el momento que el volumen<br />

importado sobrepasa al exportado; evidentemente,<br />

no parece que la integración en la CEE<br />

haya supuesto un buen negocio para el sector<br />

ovino, y esto sin contar la importación de animales<br />

vivos. En relación con esto está el que<br />

desde 1986 los precios hayan cambiado su<br />

tendencia claramente creciente en el período<br />

1980-85, pasando a decrecer alrededor del<br />

15%, a partir de 1986; el que ello haya trascendido<br />

al IPC, más allá de lo estrictamente<br />

estacional, es dudoso, pero, desde luego, apunta<br />

a la ya reiterada necesidad de una reordenación<br />

del sector productor.<br />

8.° Naturalmente que quedaría por considerar la<br />

posibilidad de exportar a terceros países, pero<br />

el examen del comercio internacional muestra:<br />

a) La importación mundial de carne de ovino<br />

supone el menor volumen de tráfico de todo<br />

el comercio mundial de carne, el cual<br />

entre 1972 y 1987 creció un 68%, lo que<br />

equivale a un 4,5% anual de promedio,<br />

mientras que la importación mundial de<br />

carne de ovino, en igual período, ascendió<br />

un 25%, es decir 1,6% anual.<br />

b) Los países importadores se agrupan en<br />

desarrollados y subdesarrollados (la expresión<br />

países en desarrollo no es más<br />

que un eufemismo), que prácticamente se<br />

reparten el total de la importación mundial,<br />

pero, sin embargo, presentan una característica<br />

diferencial definitiva: los países<br />

desarrollados presentan, claramente,<br />

una tendencia decreciente por la que entre<br />

1972 y 1987 descendió un 28%, mientras<br />

que los subdesarrollados, prácticamente,<br />

crecieron un 276% (aunque las<br />

cantidades absolutas son reducidas relativamente).<br />

c) La importación de los países desarrollados<br />

—CEE, Japón, Estados Unidos— está<br />

dominada por los grandes productores del<br />

hemisferio sur, en prácticamente el 90%,<br />

de los que Nueva Zelanda y Australia van<br />

a la cabeza.<br />

En cuanto a los subdesarrollados, son<br />

los musulmanes los de mayor importancia.<br />

pero se subdividen entre los exportadores<br />

de petróleo, y por tanto con medios<br />

de pago, y los que no disponen de ellos. La<br />

consecuencia es que, como es lógico, el<br />

reparto del total de las adquisiciones es<br />

muy desigual.<br />

Por otra parte, la exportación a países<br />

musulmanes presenta algunas dificultades,<br />

ya que por motivos religiosos son<br />

bastante reacios a aceptar canales, teniendo<br />

que hacer los envíos con ganado<br />

vivo, y en todo caso con carne que reúna<br />

todas las garantías de haber sido obtenida<br />

según el ritual musulmán.<br />

d) El mercado mundial de carne de ovino<br />

presenta ofertas a precios reducidos respecto<br />

a los niveles europeos, lo que frena<br />

la posible concurrencia de éstos. En gran<br />

parte, ello es el resultado de una explotación<br />

altamente extensiva y una buena organización<br />

que abarca desde el control<br />

del animal en vivo hasta la puesta de los<br />

canales o piezas en el punto de llegada.<br />

Esto no quiere negar las posibilidades de la producción<br />

española en el mercado exterior, sino sustituir la<br />

alegría con que se vienen considerando, incluso oficialmente,<br />

las posibilidades de exportación de ovino,<br />

por un enjuiciamiento realista del mercado exterior.<br />

VI. En resumen. Tenemos una producción ovina,<br />

cuya estructura en los últimos decenios ha venido<br />

configurándose de una forma dual, por la que las madres<br />

quedan ligadas a la producción del suelo, y una<br />

gran parte del corderaje pasa al cebo en explotaciones<br />

sin tierra, y en una gran mayoría sin vínculo con<br />

el sector agrario.<br />

Tal sistema, en conjunto, supone un derroche energético,<br />

cada vez más difícil de sostener, sin ninguna<br />

ventaja para el sector agrario y con un nivel de costes<br />

que constituye la primera dificultad para el logro de<br />

una posición competitiva; posición que hay que concebir<br />

en un doble frente: la defensa de la producción<br />

nacional sobre el mercado interior y el forzamiento de<br />

las posibilidades de exportación.<br />

El problema es tanto más serio cuanto que la nueva<br />

orientación de la PAC y la posible apertura de una<br />

mayor competencia internacional hace que la producción<br />

ovina se presente como una alternativa válida<br />

ante la crisis que se cierne sobre el secano tradicional,<br />

que, como es evidente, afectará a la mayor parte<br />

del territorio español.<br />

Aunque los corderos de cebadero con gran frecuen-


166 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

cia presentan un exceso de grasa, cosa que ya comprobamos<br />

en 1976, admitimos que la calidad media<br />

de nuestras canales, comprendiendo la matanza de<br />

lechales, es bastante buena, lo que hace que, prácticamente,<br />

el problema se centre en el descenso del<br />

coste y su traslado a los precios al consumo final, claro<br />

es. Teniendo en cuenta la relativamente alta elasticidad<br />

del precio para la carne de cordero, la baja del<br />

precio redundaría en un incremento del consumo, cuya<br />

evolución se muestra bastante inerte. Porque entendemos<br />

que ese es el problema crucial de la producción<br />

ovina. En efecto, el posible incremento en la<br />

producción cárnica supone la posibilidad de ser absorbido;<br />

otra cosa no tiene sentido. Pero esta absorción<br />

implica un cierto nivel de precios, lo cual significa,<br />

por un lado, el descenso de costes, y, por otro, una<br />

distribución racional que permita descender márgenes<br />

de comercialización. Todo lo cual indica que a<br />

plazo no muy largo la producción ovina tenga que reorientarse,<br />

y como las direcciones tradicionales, bien<br />

de exclusivo pastoreo —con los complementos tradicionales,<br />

claro es—, bien con los cebaderos, intensivos,<br />

no van a ser viables, el camino podría ser la delimitación<br />

de áreas de crías y áreas de cebo sobre la<br />

base de la producción agrícola con participación mínima<br />

de concentrados.<br />

Es posible que tal producción no resultara enteramente<br />

competitiva en el mercado internacional, pero<br />

sí alcanzaría mayor absorción por el consumo interior,<br />

y mejor posición en la CEE, y sobre todo alejaría<br />

el riesgo de una competencia dentro de nuestro mercado.<br />

El modelo es factible; existen antecedentes y en su<br />

consideración nos va mucho a todos, porque en ello se<br />

encierra buena parte de la estabilidad de nuestra<br />

agricultura.<br />

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Zaragoza, 1979.


Comunicación<br />

Análisis económico del sector caprino en Extremadura<br />

M. González Gutiérrez-Barquín y P. Rodríguez Medina<br />

INTRODUCCIÓN<br />

La evolución que ha seguido el modelo de desarrollo<br />

ganadero español ha sido hacia los tecnoecosistemas;<br />

entendidos éstos como un «ecosistema útil» o<br />

«domesticado» que el hombre implanta para sustituir<br />

a los «bioecosistemas», los cuales están compuestos<br />

predominantemente de elementos integrantes naturales,<br />

mientras que los tecnoecosistemas se caracterizan<br />

por una estructura de especies más simple, con<br />

frecuencia unitaria, pudiendo así proporcionar mayores<br />

beneficios.<br />

En esta evolución hacia los tecnoecosistemas, consumidores<br />

de energía y materias primas exógenas, se<br />

eliminaron especies autóctonas utilizadoras de los recursos<br />

naturales, una visión parcial mantenida sobre<br />

estos ecosistemas eliminó, entre otras, la especie caprina<br />

considerada como especie devastadora.<br />

En el momento actual en el que el sistema anterior<br />

ha entrado, en gran medida, en crisis se han revisado<br />

los sistemas de producción animal basados en la utilización<br />

racional de los recursos pascícolas. En este<br />

sentido se aprecia una recuperación de los censos de<br />

la especie caprina. Analizamos, en este trabajo, la estructura<br />

censal, las producciones y su comercialización<br />

en Extremadura.<br />

ESTRUCTURA CENSAL Y RACIAL<br />

En la tabla I puede observarse tanto el censo como<br />

la estructura del ganado caprino en Extremadura,<br />

censo que supera la barrera de las cuatrocientas mil<br />

cabezas, alcanzando la cifra de 423.153, que respecto<br />

a la de 1986 implica un aumento del 7,7%. Del censo<br />

total extremeño el 71% se concentra en la provincia<br />

de Cáceres, cuyo censo ha aumentado respecto al 86,<br />

contrariamente a lo sucedido en la provincia de Badajoz.<br />

El censo caprino de Extremadura rnpríisenta el<br />

14% del total nacional y ol 3,5% del censo de la CEE.<br />

Conviene señalar la modificación de la metodología<br />

estadística, esto es, hay que hacer referencia a la<br />

aplicación para esta especie de la Directiva del Consejo<br />

82/177/CEE.<br />

El peso de las hembras reproductoras, o destinadas<br />

a la reproducción, respecto al censo total, es del 72%,<br />

cifra ligeramente inferior a la correspondiente a los<br />

años anteriores.<br />

El incremento del censo caprino supone el mantenimiento<br />

de la tendencia creciente, que, sin embargo,<br />

es posible cambie de orientación o al menos disminuya<br />

la pendiente en 1988, a tenor de los precios de la<br />

leche y de la carne de cabrito en los años 1987 y<br />

1988. Ahora bien, de producirse una inflexión en la<br />

tendencia habría que buscar las causas, no en<br />

problemas intrasectoriales, sino principalmente en la<br />

rigidez e inadecuación de las estructuras comerciales<br />

que afectan a los productos obtenidos de esta especie.<br />

La estructura racial del ganado caprino reflejada<br />

en la tabla II se caracteriza por un claro predominio<br />

de la raza Serrana, que con 218.804 cabezas y el<br />

55,7% del total presenta un crecimiento del 19,5%<br />

Tabla I<br />

Censo de ganado caprino (1987)<br />

CHIVOS<br />

SEMENTALES<br />

HEMBRAS<br />

PARA<br />

VIDA<br />

TOTAL<br />

NUNCA HAN<br />

PARIDO<br />

QUE YA HAN<br />

PARIDO<br />

TOTAL DE GANADO CAPRINO<br />

NO CUBIERTAS<br />

CUBIERTAS l. ! VEZ<br />

ORDEÑADAS<br />

NO ORDEÑADAS »<br />

BADAJOZ<br />

29.744<br />

3.349<br />

87.014<br />

3.763<br />

9.939<br />

34.267<br />

39.045<br />

120.107<br />

CACERES<br />

75.503<br />

6.853<br />

220.690<br />

18.357<br />

31.650<br />

154.483<br />

16.200<br />

303.046<br />

EXTREMADURA<br />

105.247<br />

10.202<br />

307.704<br />

22.120<br />

41.589<br />

188.750<br />

55.245<br />

423.153<br />

ESPAÑA<br />

477.730<br />

84.418<br />

2.325.683<br />

221.894<br />

255.870<br />

1.213.373<br />

634.546<br />

2.887.831<br />

Encuesta a explotaciones de ganado ovino y caprino 1987 (Junta de Extremadura-MAPA).


168 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

Tabla II<br />

Censo de razas caprinas (1986)<br />

RAZAS BADAJOZ CACERES<br />

EXTREMADURA<br />

Cesíu<br />


ANÁLISIS ECONÓMICO DEL SECTOR CAPRINO EN EXTREMADURA 169<br />

Tabla IV<br />

Distribución comarcal de las explotaciones y censo caprina en Badajoz (1986)<br />

COMARCAS<br />

Alburquerque<br />

Mérida<br />

Don Benito<br />

Puebla de Alcocer<br />

Herrera del Duque<br />

Badajoz<br />

Almendralejo<br />

Castuera<br />

Olivenza<br />

Jerez Caballeros<br />

Llerena<br />

Azuaga<br />

TOTAL<br />

Explotaciones<br />

Número<br />

•92<br />

76<br />

47<br />

193<br />

205<br />

41<br />

100<br />

191<br />

100<br />

419<br />

189<br />

73<br />

1.718<br />

%<br />

5<br />

4<br />

3<br />

11<br />

12<br />

2<br />

6<br />

11<br />

6<br />

25<br />

11<br />

4<br />

100<br />

Primas CEE cabras reproductoras (Junta do Extremadura).<br />

Cabras Reproductoras<br />

Número<br />

3.296<br />

4.139<br />

1.230<br />

7.291<br />

8.927<br />

1.900<br />

4.846<br />

5.696<br />

8.518<br />

25.628<br />

7.855<br />

2.010<br />

81.336<br />

<br />

6<br />

7<br />

10<br />

32<br />

10<br />

3<br />

100<br />

Tabla V<br />

Distribución comarcal de las explotaciones y censo caprino en Cáceres (1986)<br />

Explotaciones<br />

COMARCAS —<br />

Número %<br />

Alcántara<br />

126 5<br />

Ambroz-Gata<br />

149 6<br />

Cáceres<br />

225 9<br />

Coria<br />

297 12<br />

Guadalupe<br />

216 9<br />

Hurdes<br />

Jaraíz de ia Vera<br />

45<br />

333<br />

2<br />

13<br />

Miajadas<br />

11 1<br />

Montánchez<br />

Navalmoral de la Mata<br />

35<br />

407<br />

1<br />

16<br />

Plasencia<br />

266 11<br />

Trujillo<br />

239 10<br />

Valencia Alcántara<br />

114 5<br />

TOTAL<br />

2.463 100<br />

Cabras Reproductoras<br />

Número<br />

14.141<br />

9.948<br />

25.594<br />

19.246<br />

15.602<br />

1.325<br />

28.494<br />

519<br />

1.660<br />

34.895<br />

33.851<br />

19.286<br />

9.462<br />

211.023<br />

%<br />

7<br />

5<br />

11<br />

9<br />

7<br />

1<br />

13<br />

-<br />

1<br />

17<br />

16<br />

9<br />

4<br />

100<br />

Primas CEE cabras reproductoras. Campana 1986 (Junta de Extremadura).<br />

Tabla VI<br />

Producción de carne de caprino en Extremadura (1987)<br />

Cabritos<br />

Tm. %<br />

Tm.<br />

Chivos<br />

%<br />

Tm.<br />

Mayoi r<br />

%<br />

Total<br />

Tm. %<br />

Badajoz<br />

Cáceres<br />

9,22 3<br />

228,37 25<br />

241,70<br />

186,31<br />

85<br />

21<br />

34,54<br />

480,11<br />

12<br />

54<br />

285.46 M00<br />

894.79 100<br />

EXTREMADURA<br />

237,59 -20<br />

428,01<br />

36<br />

514,65<br />

44<br />

1.180,25 100<br />

Elaborado a partir de la Junta de Extremadura y MAPA.


170 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

Tabla VII<br />

Producción de leche de < caprino (1987)<br />

Badajoz<br />

•Cáceres<br />

Junta de Extremadura.<br />

EXTREMADURA<br />

0001.<br />

11.061<br />

18.800<br />

29.861<br />

ocupan los rebaños entre 100 y 200 cabras y, finalmente,<br />

el 34% del censo restante se distribuye en tan<br />

sólo el 8% de las explotaciones.<br />

Él rebaño medio es de 47 cabras en Badajoz y 86<br />

cabras en Cáceres, lo que denota el carácter familiar<br />

de estas explotaciones.<br />

La distribución comarcal indica un agrupamiento<br />

del caprino en el suroeste de Badajoz (52% en Llerena,<br />

Jerez y Olivenza) y en el noroeste (27% en Puebla<br />

de Alcocer, Herrera y Castuera) (tabla IV).<br />

En Cáceres, en el tercio norte provincial, se encuentra<br />

el 61% del censo y el 60% de las explotaciones,<br />

mientras que otro 16% del censo se ubica en las comarcas<br />

de-Trujillo y Guadalupe (tabla V).<br />

PRODUCCIÓN CÁRNICA Y LÁCTEA<br />

En lo referente a las producciones animales la tabla<br />

VI refleja la producción de carne de caprino obtenida<br />

en los mataderos de la región. Al igual que en el<br />

caso del ganado ovino, sólo se conoce la cantidad global,<br />

por lo que hemos tenido que aplicar, para conocer<br />

los distintos tipos de animales sacrificados, los<br />

porcentajes correspondientes a 1986.<br />

Al comparar la producción así obtenida con la correspondiente<br />

a 1986 se observa un incremento notable:<br />

un 13-14% en Badajoz y un 85% en Cáceres. Dichos<br />

datos confirman la aseveración realizada anteriormente<br />

de que Cáceres orienta sus producciones<br />

hacia la producción de leche, pudiendo considerarse<br />

el cabrito como un subproducto a pesar de la importancia<br />

que tiene dentro de la estructura de los ingresos<br />

de las explotaciones (mayor número de cabritos<br />

sacrificados en Cáceres y mayor tasa de reposición de<br />

hembras).<br />

La valoración estimada de esta producción asciende<br />

a 84,9 millones de pesetas en Badajoz y 206,3 en Cáceres.<br />

La leche de cabra producida en Extremadura en<br />

1987 ha alcanzado la cifra de 29,8 millones de litros,<br />

una producción sensiblemente superior a la de 1986;<br />

en términos porcentuales el incremento ha sido del<br />

Tabla VIII<br />

Evolución del precio de la carne de caprino (ptas/kg pv)<br />

Cabrito (< 2 meses)<br />

ANO Ene. Feb. Mar. Abr. May. Jun. Jul. Ago. Sep. Oc!. NOY. Dic. Media Anual<br />

1985 442,67 396,18<br />

1986 501.29 418,96<br />

1987 489,08 427,01<br />

396,77 393.39 393,93 415,69 454,09 464,06 489,21 543,43 517,06 537,67 454,81<br />

409,92 414,95 429,43 440,65 461,84 487,37 522,08 568,04 532,84 592,49 485,31<br />

427,38 419,25 442,35 439,94 453,60 506,88 516,84 536,23 509,33 543,42 476,02<br />

Chivo (2-6 meses)<br />

AÑO<br />

Ene.<br />

Feb.<br />

Mar.<br />

Abr.<br />

May.<br />

Jun.<br />

Jul.<br />

Ago.<br />

Sep.<br />

Ocf.<br />

Nov.<br />

Dic.<br />

Media Anual<br />

1985 328.01<br />

1986 321.28<br />

1987 325,79<br />

289,33<br />

308,87<br />

314,87<br />

275,75<br />

294,94<br />

308,08<br />

284,58<br />

295,48<br />

311,54<br />

284,57<br />

296,37<br />

312,87<br />

285,46<br />

292,44<br />

300,03<br />

283,46<br />

312.95<br />

312,27<br />

276,89<br />

337,18<br />

345,84<br />

312.61<br />

347,52<br />

338,39<br />

356,69<br />

364,74<br />

341,01<br />

332,76<br />

. 353,97<br />

324,88<br />

34431<br />

355,83<br />

323,69<br />

300,44<br />

322.44<br />

322,05<br />

Caprino Mayor<br />

AÑO<br />

Ene.<br />

Feb.<br />

Mar.<br />

Abr.<br />

May.<br />

Jun.<br />

Jul.<br />

Ago.<br />

Sep.<br />

Ocl<br />

Nov.<br />

Dic.<br />

Media Anual<br />

1985 74.94<br />

1986 76.30<br />

1987 78.13<br />

71,18<br />

76,18<br />

75,65<br />

75,80<br />

74,58<br />

74,70<br />

69,04<br />

74.02<br />

79,25<br />

70,70<br />

77,06<br />

/ 85.45<br />

76,67<br />

.79,29<br />

79,46<br />

70,81<br />

83,05<br />

85,52<br />

70,46<br />

78.09<br />

81.84<br />

67,93<br />

81.98<br />

79,32<br />

68.23<br />

91,42<br />

75,03<br />

73.51<br />

81,69<br />

72,54<br />

72,61<br />

87,03<br />

74,33<br />

71.46<br />

80,47<br />

78,39<br />

MAPA (datos medios nacionales).


ANÁLISIS ECONÓMICO DEL SECTOR CAPRINO EN EXTREMADURA 171<br />

PTS/Kg<br />

95 •<br />

90-<br />

95-<br />

80-<br />

75-<br />

70-<<br />

65-<br />

60<br />

^ts<br />

PTS/Kg.<br />

I 985<br />

Caprino mayor<br />

— I 986<br />

/\<br />

— i se 7<br />

—*-~~-~¿r-~s'<br />

X ^ ^ ^ ,<br />

I i 'i—• r i<br />

i i l i l i<br />

EN Ft MA A8 MA JU JU\_ AG SE OC MO DI M»ies<br />

1.985<br />

I 9B6<br />

I.9P7<br />

PTS./LITRO<br />

65"<br />

60-<br />

55--<br />

50"<br />

45"<br />

40"<br />

35 -<br />

EN<br />

FE<br />

~ I —<br />

MA<br />

T<br />

AB MA JU JUL AG<br />

T<br />

1.985<br />

1.986<br />

1.987<br />

-I—<br />

SE OC NO DI<br />

Meses<br />

Fig. 2.—Evolución del precio de la carne de cabra.<br />

PTS/Kg<br />

MA AB MA JU JUL AG SE OC NO 01 M«ses<br />

Cabrito 1.985<br />

6O0 -'<br />

550 -<br />

500-<br />

450-<br />

400-<br />

350-<br />

300 I i i i i i i i 1 1 1 1 1<br />

_EN FE MA AB MA JU JUL AG SE OC NO DI<br />

Fig. 1.—Precio de la carne de caprino.<br />

1.986<br />

1987<br />

43,6%. Este aumento ha sido debido en primer lugar<br />

al espectacular crecimiento de la demanda de las industrias<br />

lácteas con una reducción en el autoconsumo<br />

que por definición no aparecía en las estadísticas, en<br />

segundo lugar al incremento de la cabana en un 8% y<br />

por último a una mayor productividad y mejor manejo<br />

del ganado. El valor de la producción ascendería en<br />

Extremadura a 1.277 millones de pesetas, correspondiendo<br />

a Cáceres el 55% (tabla VII).<br />

Aunque no existen todavía estadísticas oficiales del<br />

destino de la producción láctea en 1987; se pueden<br />

extrapolar los datos de 1985 y 1986. En la provincia<br />

de Badajoz la mayor parte se destina a la elaboración<br />

de queso en la misma explotación y secundariamente<br />

para la venta en industrias lácteas. En la provincia de<br />

Cáceres se observa un incremento considerable de su<br />

venta a industrias lácteas, con disminución del autoconsumo<br />

y producción artesana de queso. Esta evolución<br />

se encuentra influenciada por la evolución de los<br />

precios de la leche y del queso.<br />

COMERCIALIZACIÓN DE LAS PRODUCCIONES<br />

La comercialización de los animales destinados a la<br />

producción de carne se realiza fundamentalmente a<br />

través de grandes o medianos intermediarios capaces<br />

de recoger un volumen grande de animales. Únicamente<br />

se realiza la venta directa a carniceros en<br />

aquellas explotaciones que se encuentran alejadas de<br />

un centro urbano o bien en circunstancias concretas o<br />

coyunturales.<br />

La evolución de los precios mensuales pagados a los<br />

ganaderos durante 1985, 1986 y 1987 se refleja en la<br />

tabla VIII y figura 1. Donde puede verse que el precio<br />

medio anual nacional de los tres tipos de animales de<br />

esta especie (cabritos, chivos y caprino mayor) ha bajado<br />

en 1987, pero en mayor medida el precio del cabrito.<br />

Este hecho agrava más la situación por ser este<br />

tipo de animal el más importante de los tres citados<br />

en cuanto al número de animales sacrificados, y por<br />

el gran peso que tiene en la estructura de ingresos de<br />

la explotación caprina. En definitiva, aunque a nivel<br />

regional no se haya producido una disminución del<br />

valor total de las producciones obtenidas de esta especie,<br />

sin embargo, a nivel de las explotaciones puede<br />

decirse que el año 1987 no ha sido un buen año para<br />

los cabreros.<br />

Respecto a los meses del año, se observa un mayor<br />

precio durante los meses próximos a las Navidades y<br />

Semana Santa por ser, en estas épocas, donde hay<br />

una mayor demanda de estos productos.<br />

Los datos recogidos con minoristas carniceros sobre<br />

el precio de compra y venta al público del cabrito lechal<br />

carecen de la suficiente continuidad en el tiempo<br />

como para establecer algún tipo de conclusión. Sin<br />

embargo, nos ha llamado poderosamente la atención<br />

el hecho de que no exista una proporción constante<br />

entre el precio de compra y el de venta al público. Las<br />

razones para ello estarían en la forma tradicional de<br />

compra del cabrito por parte de estos minoristas, ya<br />

Tabla IX<br />

Evolución del precio de la leche de cabra<br />

MES 1985 1986 1987<br />

Enero<br />

Febrero<br />

Marzo<br />

Abril<br />

Mayo<br />

Junio<br />

Julio<br />

Agosto<br />

Septiembre<br />

Octubre<br />

Noviembre<br />

Diciembre<br />

53,74<br />

51.50<br />

50.14<br />

50,38<br />

49.68<br />

49,64<br />

48,38<br />

51,41<br />

52.18<br />

55,37<br />

55,54<br />

55,89<br />

62,80<br />

60,25<br />

58,56<br />

57,23<br />

55,07<br />

54,01<br />

56,82<br />

53,15<br />

56.12<br />

59,80<br />

56,20<br />

58,74<br />

57,64<br />

55,31<br />

58.92<br />

48,29<br />

45,10<br />

44,85<br />

44,04<br />

46,73<br />

46,76<br />

50,67<br />

54,04<br />

57,20<br />

Media Anual 51,79 57,32 49,99<br />

MAPA (datos medios nacionales).


172 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

que lo hacen como canal encorambrada, lo que hace<br />

que el beneficio final venga dado por dos sumandos<br />

separados, el precio de la carne y el de la piel, de manera<br />

que son las fluctuaciones en el precio de ésta las<br />

que en definitiva van a marcar el precio de venta al<br />

público de la carne.<br />

La comercialización de la leche en Extremadura está<br />

determinada por la existencia de industrias o cooperativas<br />

lácteas que permitan la recogida de leche.<br />

Si estas industrias no existen o las explotaciones están<br />

alejadas de ellas, la producción se destinará a la<br />

elaboración de queso artesano. La venta de este producto<br />

se realiza, en ocasiones, directamente al consumidor<br />

durante el mercado local con escasos controles<br />

higiosanitarios. En este sentido es necesaria la creación<br />

de cooperativas queseras a fin de evitar esta falta<br />

de control que podría, a largo plazo, perjudicar el<br />

mercado.<br />

La evolución de los precios de leche de cabra en los<br />

años 1985, 1986 y 1987 se reflejan en la tabla IX y<br />

gráfico 2, según los cuales durante el año 1987 los valores<br />

máximos se alcanzaron en los meses de enero,<br />

marzo y diciembre, siendo julio el mes en el que se alcanzó<br />

el nivel más bajo. No obstante, a pesar de que<br />

el precio medio anuid nacional reflejado en dicha tabla<br />

es de 50 pesetas/litro, precio que se alcanzó en la<br />

provincia de Badajoz, en Cáceres el precio medio<br />

anual estuvo muy por debajo de esa cifra, 38-40 pesetas/litro.<br />

El precio medio anual para la leche de cabra en<br />

1987 es inferior al de 1986 en más de siete pesetas,<br />

expresadas éstas en su valor corriente.


Comunicación<br />

Análisis económico<br />

de explotaciones<br />

caprinas<br />

extensivas en<br />

Extremadura<br />

M. González y Gutiérrez-Barquín*<br />

y A. M. Berga Monge*<br />

INTRODUCCIÓN<br />

Es conocido que muchas de las áreas en las que el<br />

ganado caprino se desarrolla corresponden a espacios<br />

rurales deprimidos, cuyos habitantes encuentran en<br />

esta especie la posibilidad de revalorizar los recursos<br />

locales mediante la explotación racional de esta especie.<br />

Ahora bien, se trata de realizar una reflexión de<br />

hasta qué punto se puede dotar a la explotación de la<br />

especie caprina, de su única cualidad más sobresaliente<br />

como el aprovechamiento de los ecosistemas<br />

rurales.<br />

Para ello es necesario conocer no sólo las características<br />

técnicas de esta especie, sino también las consideraciones<br />

medioambientales en que se desenvuelve,<br />

los condicionantes sociales del grupo humano inmerso<br />

en esta actividad, así como los considerandos<br />

económicos que de ésta emanan.<br />

Se analiza, desde el punto de vista económico, la situación<br />

de la producción caprina a nivel empresarial<br />

en Extremadura. Los datos han sido obtenidos mediante<br />

la realización de encuestas personales a los<br />

productores (55 en Cáceres y 43 en Badajoz), pretendiendo<br />

conocer cuáles son los parámetros que afectan,<br />

con mayor o menor intensidad, a la economía de<br />

este tipo de producción.<br />

RESULTADOS ECONÓMICOS<br />

Se han analizado las explotaciones caprinas en Extremadura,<br />

evaluando los considerandos económicos<br />

cuyos resultados se presentan en la tabla I para Badajoz<br />

y en la tabla II para Cáceres.<br />

Si analizamos el beneficio empresarial por 100 pe-<br />

Departamento de Zootecnia. Universidad de Extremadura.<br />

Carretera de Trujillo, s/n. Cáceres.<br />

setas de gastos totales, incluidos los intereses, se observa<br />

que tanto en Cáceres como en Badajoz presentan<br />

un valor negativo, lo que conlleva a la irrentabilidad<br />

de la explotación. Dicha irrentabilidad se produce<br />

al considerar los costes de oportunidad del trabajo y<br />

de los capitales, y sería extrapolable dicha irrentabilidad<br />

a otras especulaciones animales. Pensamos, no<br />

obstante, que un estudio microeconómico ha de tener<br />

en cuenta dichos costes de oportunidad.<br />

Únicamente una sola explotación en la provincia de<br />

Badajoz presenta este índice positivo y las restantes<br />

tienen valores negativos, que oscilan entre -27,82 y<br />

-81,69. El valor medio de este índice se ha calculado<br />

en-55,42.<br />

El 42,85% de las explotaciones tienen un beneficio<br />

empresarial por debajo del valor medio y el 57,14%<br />

tienen un valor negativo más elevado que la media.<br />

En la provincia de Cáceres el índice medio de beneficio<br />

empresarial es de -50,43, variando de -0,22 a<br />

-93,36.<br />

El 39% de las explotaciones caprinas presentan un<br />

índice negativo menor al valor medio calculado, y éste<br />

es superior en el 61% de las mismas.<br />

A partir de estos datos hubiera sido interesante estimar<br />

el tamaño óptimo de la explotación rentable.<br />

Debido a las grandes diferencias que se establecen<br />

entre y dentro de las ganaderías no ha sido posible<br />

evaluar este óptimo.<br />

En la provincia de Badajoz la distribución de la totalidad<br />

de los gastos de fuera de la explotación se establece<br />

en un 73% en el arrendamiento y valor de la<br />

tierra en propiedad, un 21% el apartado de compra<br />

de suplementación para el ganado y sólo el 0,0083%<br />

en costes de servicio veterinario y productos higiosanitarios.<br />

El capital total se distribuye con un mayor porcentaje<br />

en el capital mobiliario (54,91%), seguido del circulante,<br />

32,5%, y 12,56%, el fú'o.


174 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />

Tabla I<br />

Estructura de los gastos de fuera de la explotación<br />

Badajoz<br />

Cáceres<br />

Gastos fuera explotación 100 100<br />

Alimentación 21 29,75<br />

Arrendamiento 73 57,00<br />

Veterinario 0,008 0,021<br />

Tabla II<br />

Estructura del capital en las explotaciones caprinas<br />

Badajoz<br />

Cáceres<br />

Capital total 100 100<br />

C. fijo 12,56 19,00<br />

C. mobiliario 54,91 64,47<br />

C. circulante 32,49 16,64<br />

En las explotaciones caprinas en Cáceres la distribución<br />

media de los gastos de fuera de la explotación<br />

se realiza de la forma siguiente: mayor importancia,<br />

igualmente, en el capítulo de arrendamiento, 57%, seguido<br />

de los costes en alimentación, 30%, y el 0,02%<br />

para servicios veterinarios y productos farmacológicos.<br />

El capital total se reparte en el 64,47% en capital<br />

mobiliario, el 19% en fijo y el circulante supone el<br />

16,64%.<br />

Las diferencias que se constatan entre las explotaciones<br />

ubicadas en las dos provincias extremeñas estriban:<br />

Badajoz presenta un gasto medio fuera de la explotación<br />

más cuantioso que Cáceres (2.590.000 pesetas<br />

frente a 1.220.000) debido a la existencia de un mayor<br />

número de ganaderos propietarios de la tierra,<br />

cuyo valor en el mercado hemos evaluado en 6.000<br />

pesetas/hectárea, es mayor que los costes debidos al<br />

arrendamiento propiamente dicho. Por ello es más<br />

elevado el porcentaje que presenta Badajoz en este<br />

apartado frente a Cáceres.<br />

Si se presupone que los costes de arrendamiento y<br />

alimentación son complementarios, es lógico que al<br />

disminuir uno de ellos el otro aumente, y así se observa<br />

cómo en la provincia de Cáceres un menor porcentaje<br />

de costes debidos al arrendamiento conlleva a<br />

que los gastos en alimentación presenten porcentajes<br />

más elevados (tabla II).<br />

Los costes relativos a servicios veterinarios y productos<br />

higiosanitarios tienen en las dos zonas de estudio<br />

valores inferiores al 0,1%.<br />

En lo referente al capital total de las explotaciones<br />

se advierten diferencias, aunque el capital mobiliario<br />

es el que presenta un porcentaje más elevado en las<br />

dos provincias. En Cáceres tiene un valor superior debido<br />

a la mayor tradición caprina, lo que origina tasas<br />

de reposición de los animales más elevadas; el capital<br />

fijo también es superior en las ganaderías cacereñas,<br />

posiblemente debido al mayor interés por esta especie,<br />

lo que determina explotaciones con esta única actividad,<br />

mientras que en Badajoz al incorporarse el<br />

caprino a sistemas de producción de otras especies se<br />

da una importancia menor a instalaciones específicas<br />

para cabras y a las tasas de reposición, como hemos<br />

mencionado anteriormente (tabla III).<br />

Sin embargo, el capital circulante tiene un peso mayor<br />

en Badajoz debido a sus gastos fuera de la explotación<br />

superiores, pero siempre creyendo que son<br />

otras especies ganaderas, además del caprino, partícipes<br />

de estos costes.<br />

Las explotaciones caprinas en Extremadura se evalúan<br />

mediante el análisis de índices, realizándose su<br />

estudio en función de los estratos considerados.<br />

Entre los índices realizados destacamos los siguientes:<br />

producción final/cabeza, ingreso/hembra produce<br />

tiva, gasto/hembra productiva, la eficacia de la peseta<br />

gastada, siendo éste la diferencia entre la producción<br />

final y los gastos de fuera de la explotación por hembra<br />

productiva, que indicará la rentabilidad de la explotación<br />

a estudiar, margen bruto y la estructura de<br />

los gastos de fuera de la explotación (tablas III y IV).<br />

Con ello pretendemos definir el estrato, es decir, el<br />

tamaño de explotación que presenta índices más favorables<br />

que conducirían a establecer el óptimo de ta-<br />

Tabla III<br />

índices utilizados en el estudio económico (Badajoz)<br />

Estratos<br />

Producción final por cabeza 11.712<br />

Ingreso por hembra 13.120<br />

Gastos por hembra 12.033<br />

Eficacia de la peseta gastada 1,25<br />

Margen bruto 1.087<br />

Alimentación (%) 17,27<br />

Arrendamiento (%) 65,25<br />

Veterinario (%) „• 1,95<br />

18.380<br />

24.480<br />

13.107<br />

3,13<br />

11.373<br />

55,32<br />

27,85<br />

2,24<br />

9.149<br />

11.691<br />

11.830<br />

1,04<br />

-139,00<br />

33,75<br />

54,56<br />

1,99<br />

8.391<br />

10.621<br />

8.269<br />

0,73<br />

-7.547<br />

33,86<br />

57,28<br />

1,37<br />

7.973<br />

9.567<br />

15.381<br />

0,83<br />

-5.814<br />

27,96<br />

61,39<br />

1,42<br />

8.743<br />

15.043<br />

40.219<br />

0,40<br />

-25.177<br />

22,85<br />

71,31<br />

0,88


ANÁLISIS ECONÓMICO DE EXPLOTACIONES CAPRINAS EXTENSIVAS EN EXTREMADURA 175<br />

Tabla IV<br />

índices utilizados en el estudio económico (Cáceres)<br />

Estratos<br />

Producción final por cabeza 8.243<br />

Ingreso por hembra 12.686<br />

Gastos por hembra 105.431<br />

Eficacia de la peseta gastada 1,24<br />

Margenbruto -2.750<br />

Alimentación (%) 53,32<br />

Arrendamiento (%) 28,65<br />

Veterinario (%) 3,08<br />

8.308<br />

11.444<br />

41.125<br />

1,21<br />

1.202<br />

54,33<br />

31,83<br />

1,47<br />

13.985<br />

17.190<br />

31.875<br />

2,09<br />

8.533<br />

50,77<br />

31,23<br />

3,31<br />

7.889<br />

10.160<br />

24.793<br />

1,66<br />

2.140<br />

44,71<br />

34,15<br />

4,13<br />

6.684<br />

8.183<br />

18.232<br />

1,24<br />

577<br />

23,39<br />

58,47<br />

2,73<br />

6.756<br />

8.098<br />

17.313<br />

1,21<br />

-1.218<br />

28,10<br />

56,57<br />

3,55<br />

maño de explotación más rentable. Así, analizaremos<br />

por separado las explotaciones ubicadas en Badajoz y<br />

en Cáceres.<br />

El análisis de estos datos determina que es el estrato<br />

2, aquellas explotaciones entre 30-49 hembras productivas,<br />

el tamaño de explotación más favorable respecto<br />

a la totalidad de explotaciones ubicadas en Badajoz.<br />

Valores de producción final/cabeza de 18.380 pesetas;<br />

ingresos/hembra de 24.480 pesetas, mientras que<br />

los gastos/hembra sean incluso superiores a los estratos<br />

1 y 3, conduce a un margen bruto con valores positivos<br />

más elevados y a un beneficio empresarial incluidos<br />

los intereses medio inferior en su negatividad<br />

al resto de los estratos.<br />

Destacamos la magnitud de la eficacia de la peseta<br />

gastada eñ este estracto, de 3,13 frente a 1,25 del estrato<br />

1, localizándose a continuación en orden decreciente.<br />

La estructura de los gastos de fuera de la explotación<br />

supone que el 55,32% pertenece a la alimentación<br />

y el 27,85% al arrendamiento, característica peculiar<br />

si analizamos los estratos restantes, ya que éstos<br />

presentan un porcentaje de costes de arrendamiento<br />

superior.<br />

Al observar los costes de servicios veterinarios, es<br />

en el estrato número 2 el que presenta un mayor porcentaje<br />

(2,24%) al compararlo con el resto de las explotaciones.<br />

Por todo ello, creemos que en la provincia de Badajoz<br />

aquellas explotaciones que tienden a la intensificación<br />

de su sistema de producción son las más rentables.<br />

De la totalidad de las explotaciones estudiadas en<br />

Cáceres, aquellas que se agrupan en el estrato 3 (entre<br />

50-99 hembras productivas) son las más rentables,<br />

aunque los gastos/hembra son equiparables al<br />

resto de los estratos, es el valor más elevado del ingreso/hembra<br />

y, por tanto, la producción final/cabeza<br />

el condicionante de los resultados más favorables de<br />

estos índices.<br />

La estructura de los gastos de fuera de la explotación<br />

en el estrato 3 son de un 50,7% en alimentación<br />

y del 31,23% en arrendamiento, porcentajes que suponen<br />

más de la mitad de los gastos en alimentación<br />

se observan en los estratos 1 y 2; en el resto de los tamaños<br />

adquiere importancia el arrendamiento que en<br />

los estratos 5 y 6 suponen más de la mitad de los gas-"<br />

tos.<br />

Es menos patente en la provincia de Cáceres establecer<br />

una tendencia de mayor rentabilidad de las explotaciones<br />

por la intensificación del sistema productivo.<br />

Ahora bien, tanto en Cáceres como en Badajoz, son<br />

las explotaciones de gran tamaño las menos eficientes<br />

en el sistema de producción, como indican sus índices<br />

menos favorables.


Comunicación<br />

Análisis económico de explotaciones tipo<br />

de ganado caprino<br />

A. Rouco Yáñez*, L. Ruis Abad** y P. F. Eouco Pérez**<br />

INTRODUCCIÓN<br />

Tabla I<br />

La producción caprina se revela en la actualidad<br />

como una forma de aprovechamiento de amplias zonas<br />

de nuestra geografía que difícilmente podrían<br />

serlo por otras especies, ya que usan unos recursos<br />

no mercadeables y ocupan unas zonas en las que<br />

otras especies no serían rentables.<br />

En la actualidad el censo caprino (superada la amplia<br />

crisis motivada por múltiples factores, entre ellos<br />

el rechazo a la especie por ser considerada dañina,<br />

que hizo que a principios de los ochenta se colocase<br />

por debajo de los dos millones de cabezas), se sitúa en<br />

las 2.888.000 cabezas (tabla I), siendo por comunidades<br />

autónomas Andalucía la que marcha en primer<br />

lugar, con 797.331 cabezas (lo que supone el 27,6%<br />

del total nacional), seguida de Castilla-La Mancha,<br />

con 737.006 cabezas (25,5%) y en tercer lugar, ya a<br />

una cierta distancia, Extremadura, con 423.153 cabezas<br />

(14,7%); mención especial merece Canarias, con<br />

un censo de 102.606 cabezas (3,6%), por ser una especie<br />

con una gran importancia dentro del archipiélago<br />

(tabla II). En resumen, la cabra se sitúa en nuestro<br />

país en zonas pobres o marginales, que son en las que<br />

verdaderamente tiene sentido su explotación.<br />

Podemos observar cómo a nivel de la CEE-12,<br />

España se sitúa en segundo lugar, tras Grecia, en el<br />

número de efectivos caprinos, colocándose Francia y<br />

Portugal en tercer y cuarto lugar, respectivamente, es<br />

decir, la ubicación básica de esta especie corresponde<br />

al área mediterránea (exceptuando Italia), con unos<br />

pastos generalmente pobres y fuertemente estacionalizados<br />

con amplias zonas de secano, aprovechando<br />

toda una serie de recursos no mercadeables, marcados<br />

por lo que WORMAN denominó alimentos absolutos<br />

(4), es decir, aquellos que no son aprovechados<br />

con mayor utilidad por ninguna otra especie.<br />

A nivel racial, es la raza Serrana la que presenta un<br />

* Becario de FPI de la cátedra de Economía Agraria de la<br />

Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense<br />

de Madrid. Carretera de La Coruña, s/n. 28040 Madrid.<br />

'* Profesor titular de la cátedra de Economía Agraria de la<br />

Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense<br />

de Madrid. Carretera de La Coruña, s/n. 28040 Madrid.<br />

UV11U UllJIUlll'U UU1 V^IIJU I J U M I U I U<br />

Años<br />

Total de animales<br />

1965 2.196.000<br />

1966 2.277.000<br />

1967 2.449.000<br />

1968 2.504.000<br />

1969 2.529.000<br />

1970 2.551.000<br />

1971 2.448.000<br />

1972 2.368.000<br />

1973 2.403.000<br />

1974 2.230.000<br />

1975 2.293.000<br />

1976 2.178.000<br />

1977 2.206.000<br />

1978 2.283.000<br />

1979 1.973.000<br />

1980 1.977.000<br />

1981 2.112.000<br />

1982 2.450.000<br />

1983 2.424.000<br />

1984 2.533.000<br />

1985 2.584.000<br />

1986 2.850.000<br />

1987 2.888.000<br />

Fuente: Anuarios de Estadística Agraria. Secretaría General Técnica de) MAPA.<br />

mayor número de efectivos en el censo de 1986 para<br />

cabras mayores de un año, con 665.985 cabezas<br />

(30,8% del total), seguida de los Cruces, con 515.341<br />

cabezas (23,8%), en tanto que por detrás se sitúan las<br />

razas con especialización productiva lechera:<br />

Murciano-Granadina, Malagueña y Canaria. Ello nos<br />

indica la escasa espacialización productiva de la especie<br />

y la gran rusticidad en la que se desenvuelve su<br />

producción y nos confirma lo anteriormente expresado<br />

de que se trata de una especie que ocupa amplias<br />

zonas de serranía y marginales, que es donde verdaderamente<br />

tiene sentido su producción.<br />

En cuanto a la orientación productiva de la especie,<br />

no cabe la menor duda que debe ser básicamente lechera<br />

y orientada a la industria quesera, consideran-


ANÁLISIS ECONÓMICO DE EXPLOTACIONES TIPO DE GANADO CAPRINO 177<br />

Tabla II<br />

Censo de ganado caprino por CC.AA. en 1987<br />

CC.AA.<br />

Galicia<br />

Asturias<br />

Cantabria<br />

País Vasco<br />

Navarra<br />

La Rioja<br />

Aragón<br />

Cataluña<br />

Baleares<br />

Castilla-León<br />

Madrid<br />

Castilla-La Mancha .<br />

Valencia<br />

Murcia<br />

Extremadura<br />

Andalucía<br />

Canarias<br />

España<br />

Total de animales<br />

73.542<br />

33.542<br />

9.366<br />

21.157<br />

21.605<br />

28.281<br />

60.090<br />

51.926<br />

4.160<br />

314.611<br />

19.192<br />

737.006<br />

143.100<br />

46.882<br />

423.153<br />

797.331<br />

102.606<br />

.887.831<br />

Fuente: Anuarios de estadística Agraria. Secretaría General Técnica del MAPA.<br />

do al cabrito como un auténtico subproducto. En este<br />

sentido plantearemos el trabajo, analizando la rentabilidad<br />

de tres explotaciones tipo para intentar concluir<br />

cuál debe ser la forma de producción idónea,<br />

bien entendido que todo ello no es excluyente, variando<br />

en función de las coyunturas existentes en el momento<br />

y de los recursos disponibles para la explotación.<br />

RESULTADOS<br />

Se han supuesto tres explotaciones tipo:<br />

I. La primera, una explotación intensiva con 200<br />

cabras en producción, estabuladas permanentemente<br />

y con ordeño automático.<br />

II. La segunda, una explotación semiintensiva,<br />

asimismo con 200 cabras en producción, donde ya se<br />

dispone de finca para pastoreo y el ordeño se realiza<br />

a mano.<br />

III. La tercera, una explotación extensiva, tam-<br />

bien con 200 cabras en producción, explotadas en zona<br />

de montaña, razas rústicas a las que no se ordeña<br />

y los apriscos son simples cobertizos, utilizados sólo<br />

en épocas de climatología desfavorable.<br />

1. Costes fijos o estructurales (tabla III)<br />

I. En el primer supuesto las construcciones suponen<br />

1.000 m\ que a 15.000 pesolas/ur (incluida la sala<br />

de ordeño), dan un valor inicial de 15.000.000 de<br />

pesetas, amortizables en treinta años, esto es,<br />

500.000 pesetas/año. Los intereses serán al 10%, lo<br />

cual supondrá 1.500.000 pesetas el primer año. Se<br />

instalan 20 comederos. El capital vivo es de 200 cabras,<br />

asignando a cada hembra el valor de 8.000 pesetas<br />

(el mismo que se asigna en los costes variables a<br />

la mortalidad por hembra). Se supone que su amortización<br />

se realiza con la propia reposición y mantene-<br />

• mos los intereses cifrados en el 10%, lo que haría un<br />

total de 160.000 pesetas.<br />

II. En el segundo supuesto las construcciones suponen<br />

500 m 2 , a 10.000 pesetas/m 2 , lo que constituye<br />

un valor inicial de 5.000.000 de pesetas, amortizables<br />

en treinta años, esto es, 166.666 pesetas/año, al 10%<br />

de interés, con lo cual el primer año supone 500.000<br />

pesetas; los comederos y el capital vivo será lo mismo<br />

que en el caso anterior.<br />

III. En el tercer supuesto, como coste fijo o estructural,<br />

sólo se contempla el capital vivo, que es igual a<br />

los casos anteriores, ya que según hemos explicado,<br />

las construcciones son sencillas, sin coste adicional<br />

alguno.<br />

2. Costes variables (tabla IV)<br />

Estos costes los desglosaremos en mano de obra,<br />

alimentación, higiene y manejo y otros.<br />

I. En el primer supuesto la mano de obra estará<br />

compuesta por dos UTH, a los que se les paga un salario<br />

más una bonificación por productividad, y todo<br />

ello hace un total de 75.000 pesetas/mes/UTH, o sea,<br />

1.800.000 pesetas/año. La alimentación tradicionalmente<br />

suele constituir el capítulo más importante de<br />

este tipo de costes, aunque en este caso, a pesar de<br />

suponer el 40% del total de los mismos (6), esto es,<br />

Tabla III<br />

Costes fijos o estructurales (CF)<br />

Tipo de<br />

explotación<br />

Construcciones<br />

Amortización<br />

Intereses<br />

Comederos<br />

Amortización Intereses<br />

Capital vivo<br />

Intereses<br />

I<br />

II<br />

III<br />

500.000<br />

166.666<br />

1.500.000<br />

500.000<br />

40.000<br />

40.000<br />

40.000<br />

40.000<br />

160.000<br />

160.000<br />

160.000<br />

2.240.000<br />

906.666<br />

160.000<br />

Puente: Elaboración propia a partir de datos reales.


178 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />

Tabla IV<br />

Costes variables (CV)<br />

Tipo de explotación<br />

Mano de obra<br />

Alimentación<br />

Higiene y manejo<br />

Otros<br />

Total anual<br />

I<br />

II<br />

III<br />

1.800.000<br />

1.800.000<br />

1.350.000<br />

1.600.000<br />

570.000<br />

400.000<br />

320.000<br />

200.000<br />

200.000<br />

160.000<br />

80.000<br />

4.000.000 j<br />

2.850.000<br />

1.630.000<br />

Fuente: Elaboración propia a partir de datos reales.<br />

1.600.000 pesetas/año, tienen todavía menos peso<br />

que los costes por mano de obra, los cuales vienen a<br />

constituir el 45% del total de costes variables. En higiene<br />

y manejo incluimos los gastos de medicinas, veterinario,<br />

limpieza, mortalidad (con una valoración de<br />

8.000 pesetas/cabra, según se dijo antes), etc., y supone<br />

400.000 pesetas/año. El capítulo de otros incluye<br />

energía, impuestos, etc., y se cifra en 200.000 pesetas/año.<br />

II. En el segundo supuesto la mano de obra se<br />

mantiene en dos UTH, reduciéndose en un 20% los<br />

costes de higiene y manejo y de otros, lo que supone<br />

320.000 y 160.000 pesetas, respectivamente. La alimentación<br />

constituye el 25% del total de costes variables<br />

(6), esto es, 570.000 pesetas/año.<br />

III. En el tercer supuesto la mano de obra se reduce<br />

a 1,5 UTH, o sea, 1.350.000 pesetas/año. El capítulo<br />

de alimentación no lo tendremos en cuenta. En<br />

cuanto a higiene y manejo y otros suponen 200.000 y<br />

80.000 pesetas, respectivamente (6).<br />

Queremos hacer hincapié en el porcentaje que supone<br />

la mano de obra en el total de costes variables,<br />

que como en el caso de las explotaciones puramente<br />

extensivas, pueden llegar a constituir hasta el 80%<br />

del total de los costes.<br />

3. Costes totales (tabla V)<br />

Los costes totales serán la suma de los costes fijos<br />

más los costes variables. Podemos observar cómo la<br />

importancia relativa de los costes variables en el total<br />

de costes aumenta a medida que la explotación está<br />

más ligada al suelo, lo que nos ratifica en la idea de<br />

que lo auténticamente gravoso en las explotaciones<br />

extensivas es la mano de obra.<br />

4. Ingresos (tabla VI)<br />

En los dos primeros supuestos los ingresos vendrán<br />

dados por la venta de leche (destinada a la industria<br />

quesera) y carne, mientras que en el tercer supuesto<br />

los ingresos vendrán dados única y exclusivamente<br />

por la carne, no ordeñándose las cabras, sirviendo la<br />

leche para criar a los cabritos.<br />

I. En el primero de los supuestos tendremos 190<br />

lactaciones, con una media de 550 litros por lactación,<br />

lo que hace un total de 104.500 litros, que pagados<br />

a 60 pesetas/litro, supondrá 6.270.000 pesetas de<br />

ingresos por leche. En cuanto a la carne, se comercializarán<br />

285 cabritos, con un peso vivo de 6 kg, y pagados<br />

a 500 pesetas/kg de PV, lo que reportará unos<br />

ingresos de 855.000 pesetas por este concepto (tenemos<br />

en cuenta los datos medios de una cabra de raza<br />

Murciano-Granadina) (3, 8).<br />

II. En el segundo de los supuestos tendremos 180<br />

lactaciones, con una media de 550 litros por lactación,<br />

lo que hace un total de 90.000 litros, que pagados<br />

a 60 pesetas/litro, supondrá 5.400.000 pesetas de_<br />

ingresos por leche. En cuanto a la carne se comercializarán<br />

230 cabritos, con un peso vivo de 7 kg, y pagados<br />

a 500 pesetas/kg de PV, lo que reportará unos<br />

ingresos de 805.000 pesetas por este concepto (tenemos<br />

en cuenta los datos medios de una cabra de raza<br />

Canaria) (3, 8).<br />

III. En el tercer supuesto sólo se tendrá en cuenta<br />

la carne, y así, cara al mercado, se comercializarán<br />

187 cabritos, con una media de 10 kg de peso vivo,<br />

que a 500 pesetas/kg de PV, hace un total de 935.000<br />

pesetas de ingresos por este único concepto (tenemos<br />

en cuenta los datos medios de una cabra de raza<br />

Serrana) (3, 8).<br />

Tabla V<br />

Costes totales (CT)<br />

Tipo de explotación<br />

Costes fijos<br />

%<br />

Costes variables<br />

%<br />

Total anual<br />

I<br />

II :<br />

oí<br />

2.240.000<br />

906.666<br />

160.000<br />

36<br />

24<br />

9<br />

4.000.000<br />

2.850.000<br />

1.630.000<br />

64<br />

76<br />

91<br />

6.240.000<br />

3.756.666<br />

1.790.000<br />

CT = CF + CV<br />

Fuente: Elaboración propia a partir de datos reales.


ANÁLISIS ECONÓMICO DE EXPLOTACIONES TIPO DE GANADO CAPRINO 179<br />

Tabla VI<br />

Ingresos (I)<br />

Tipo de explotación Carne Leche Total anual<br />

1 855,000 6.270.000 7.125.000<br />

II 805.000 5.400.000 6.205.000<br />

III 935.000 — 935.000<br />

Fuento: Hlaboración propia a partir do datos reales.<br />

CONCLUSIONES<br />

1. Los dos primeros supuestos nos dan beneficios<br />

ya desde el primer año, con una clara ventaja hacia<br />

un sistema de tipo semiinlensivo, pero teniendo en<br />

cuenta que es muy probable que para un sistema intensivo<br />

el tamaño empresarial idóneo sea uno, tres o<br />

cuatro veces superior al aquí analizado, aunque queda<br />

claro que para rebaños de tipo medio lo ideal es un<br />

sistema de tipo semiinlensivo. No hemos incluido los<br />

Tabla VII<br />

Beneficio empresarial y tasas de rentabilidad<br />

Tipo de explotación BB MBE MNAI CI/BB CI/MBE CI/MNAI<br />

1 885.000 3.125.000 4.385.000 19,20 5,44 3,88<br />

II 2.448.334 3.355.000 4.948.334 2,86 2,09 1,41<br />

III -855.000 -695.000 655.000 -1,87 -2,30 2,44<br />

BB: I - CT. MBH: I - CV. MNAI: BB + mano de obra + intereses de capital. CI: Capital invertido.<br />

Fuonte: elaboración propia a partir de datos reales.<br />

5. Beneficio empresarial y tasas<br />

de rentabilidad (tabla VII)<br />

El beneficio bruto (BB) se define como los ingresos<br />

obtenidos en la explotación, menos los costes totales.<br />

Se debe entender como la rentabilidad de la explotación<br />

tomada bajo un punto de vista estrictamente liberal<br />

sin más connotaciones.<br />

El margen bruto de la explotación (MBE) se define<br />

como los ingresos obtenidos en la explotación menos<br />

los costes variables, esto es, los beneficios empresariales<br />

una vez remunerados todos los factores de producción.<br />

El margen neto antes de impuestos (MNAI) se define<br />

como el beneficio bruto (BB), al cual se le añaden<br />

la mano de obra y los intereses del capital.<br />

Asimismo analizaremos tres ratios, que serán: capital<br />

invertido/beneficio bruto (CI/BB), capital invertido/margen<br />

bruto de explotación (CI/MBE) y capital invertido/margen<br />

neto antes de impuestos (CI/MNAI);<br />

estos tres ratios serán más positivos cuanto más se<br />

acerquen a 1 o se alejen de -1, ya que eso significará<br />

que los beneficios se irán acercando al capital invertido;<br />

además se deberá observar su evolución a lo largo<br />

del tiempo para comprobar si efectivamente van acercándose<br />

alo alejándose de -1 (en el caso de que<br />

existan pérdidas), lo cual nos indicará la marcha de la<br />

explotación en una economía de escalas. Nosotros<br />

únicamente los hemos tomado para el año de arranque<br />

de la explotación, con lo que solamente tendremos<br />

una aproximación, pero no podremos ver la evolución.<br />

ingresos por subvenciones, con lo que es posible que en<br />

el tercero de los supuestos no existiesen pérdidas por<br />

ser unos ingresos tan atípicos que la producción caprina<br />

no puede ni debe sostenerse en ellos.<br />

2. Como ya quedó dicho en el apartado anterior,<br />

el tercer supuesto para el año de su puesta en funcionamiento<br />

produce pérdidas, debido a que tenemos en<br />

cuenta la remuneración de la mano de obra, por lo<br />

que queda claro que de plantearse esta producción<br />

debe ser una explotación de tipo familiar sin remuneración<br />

de la mano de obra, y que sirva única y exclusivamente<br />

para aumentar los ingresos brutos familiares;<br />

debemos poner también de manifiesto la inercia<br />

de este tipo empresarial con respecto a los otros dos,<br />

ya que soporta mucho mejor las fluctuaciones del<br />

mercado, siempre y cuando se tome en el sentido antes<br />

expresado de complementar los ingresos brutos<br />

familiares.<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

1. ANUARIO DE ESTADÍSTICA AGRARIA: Ed. Secretaría<br />

General Técnica del MAPA. Varios años.<br />

2. BOLETINES MENSUALES DE ESTADÍSTICA: Ed.<br />

Secretaría General Técnica del MAPA. Varios años.<br />

3. ESTEBAN, C, y TEJÓN, D.: Catálogo de razas autóctonas<br />

españolas. I. Especies ovina y caprina. Ed.<br />

Secretaría General Técnica del MAPA. Madrid, 1986.<br />

4. PAZ SAEZ, A., y RUIZ ABAD, L.: Aportación al conocimiento<br />

de la estructura económica de la producción ovina.<br />

III Jornadas Internacionales de la SEO. Mérida,<br />

1979.


180 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />

5. RUIZ, L., y GARCÍA, A.: Aportación al estudio de la estructura<br />

de la producción caprina. Relaciones y perspectivas.<br />

XV Reunión Científica de la SINA. Valencia,<br />

1977.<br />

6. RUIZ, L.; PAZ, A., y ROUCO, A.: Análisis económico de<br />

una explotación de ovino. XIV Jornadas Científicas de la<br />

<strong>SEOC</strong>. Jaén, 1989.<br />

7. RUIZ, L.; ROUCO, A., y ROUCO, P. R: Análisis de la producción<br />

de carne de caprino en Andalucía y su consumo.<br />

XIV Jornadas Científicas de la <strong>SEOC</strong>. Jaén, 1989.<br />

8. TEJÓN, D.: Explotación actual y manejo futuro de la cabra<br />

en España. XIV Reunión Científica de la SINA.<br />

Murcia, 1976.


Comunicación<br />

Estructura económica del ovino<br />

en la Comunidad Autónoma de Madrid<br />

J. A. Aguado Ramo*, E. González de Chavarri Echáníz** y F. J. Calahorra Fernández*<br />

La importancia que la ganadería ovina ha tenido en<br />

España queda fuera de cualquier intento de justificación.<br />

Desde los tiempos de la Mesta, en los que suponía<br />

una de las principales fuentes de riqueza para<br />

nuestro país, hasta nuestros días, el sector ha experimentado<br />

una evolución casi paralela, pero de sentido<br />

contrario a la de la situación económica y social del<br />

conjunto de la nación.<br />

La Comunidad Autónoma de Madrid (CAM), con todas<br />

las peculiaridades que su sector agrario presenta,<br />

no ha sido ajena a este proceso de recesión del ganado<br />

ovino y no ha podido resistir la competencia que<br />

para el sector agrario en general representan los sectores<br />

secundario y terciario (el de mayor importancia<br />

en la actualidad). Ambos emplean al 98% de la población<br />

activa, dejando para el sector primario el 2% restante,<br />

siendo además el de mayor edad media de los<br />

sectores en cuestión.<br />

Aunque tal vez de menor importancia, otros factores<br />

han conducido a esta situación:<br />

— La expansión de los núcleos urbanos e industriales.<br />

— Las repoblaciones forestales.<br />

— El empleo de herbicidas en los cultivos.<br />

— La mayor mecanización de las labores agrícolas.<br />

— La escasa intensificación de los métodos de explotación<br />

de esta especie, etc., que obviamente<br />

no pueden soslayarse al tratar de la evolución<br />

de este subsector.<br />

En consecuencia, muchos rebaños manejados de<br />

forma tradicional e incapaces de mejorar su producti-<br />

Profesor titular interino de Estados Unidos de la cátedra<br />

de Economía Agraria..Departamento de Producción<br />

Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad<br />

Complutense de Madrid. Carretera de La Coruña, s/n.<br />

28040 Madrid.<br />

Profesora ayudante de Estados Unidos de la cátedra de<br />

Producción Animal. Departamento de Producción<br />

Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad<br />

Complutense de Madrid. Carretera de La Coruña, s/n.<br />

28040 Madrid.<br />

vidad, y con unos costes de producción crecientes, se<br />

vieron obligados a desaparecer.<br />

En la tabla I podemos ver la evolución del censo de<br />

ganado ovino en España y en él se constata cómo el<br />

censo total actual, después de disminuir paulatinamente,<br />

en la actualidad es similar al de 1960. Aunque<br />

no disponemos de una serie tan amplia para la<br />

Comunidad de Madrid, en la tabla II se puede apreciar<br />

también un punto de inflexión en la tendencia decreciente<br />

de las últimas décadas.<br />

Por consiguiente, todo parece indicar que estamos<br />

asistiendo a una recuperación de los efectivos del ganado<br />

ovino, tanto a nivel nacional como de comunidad<br />

autónoma, que nos aproxima a los niveles anteriores<br />

al gran retroceso de los años sesenta.<br />

Sin embargo, el análisis de estos datos requiere una<br />

depuración más exquisita con el fin de no llegar a<br />

unas conclusiones demasiado triunfalistas. En efecto,<br />

si este incremento del censo fuese real en términos<br />

absolutos, debería concurrir alguna de las siguientes<br />

circunstancias:<br />

1960<br />

1976<br />

1977<br />

1978<br />

1979<br />

1980<br />

1981<br />

1982<br />

1983<br />

1984<br />

1985<br />

1986<br />

1987<br />

1988<br />

1989<br />

Tabla I<br />

Censo de ganado ovino en España. Mües<br />

Año<br />

* A partir de este año, corderas cubiertas y ovejas.<br />

Fuente: Anuarios de Estadística Agraria MAPA.<br />

Total<br />

22.622<br />

14.776<br />

14.536<br />

14.522<br />

13.800<br />

14.180<br />

14.678<br />

17.456<br />

16.755<br />

17.053<br />

16.954<br />

17.894<br />

20.310<br />

23.798<br />

25.448<br />

Hembras<br />

mayores<br />

12 meses<br />

11.667<br />

11.499<br />

11.614<br />

10.794<br />

10.999<br />

11.460<br />

12.798<br />

13.013<br />

12.245 *<br />

12.194<br />

12.570<br />

14.593<br />

17.427<br />

19.282


182 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />

1976<br />

1977<br />

1978<br />

1979<br />

1980<br />

1981<br />

1982<br />

1983<br />

1984<br />

1985<br />

1986<br />

1987<br />

1988<br />

1989<br />

Tabla II<br />

Censo de ganado ovino en la CAM<br />

Añc<br />

Fuente: Anuarios de Estadística Agraria MAPA.<br />

Total<br />

210.295<br />

226.117<br />

225.546<br />

191.858<br />

198.673<br />

214.221<br />

203.446<br />

193.021<br />

182.411<br />

172.032<br />

198.324<br />

165.691<br />

249.637<br />

320.326<br />

Hembras<br />

mayores<br />

12 meses<br />

175.276<br />

192.057<br />

186.766<br />

149.115<br />

155.589<br />

169.917<br />

165.830<br />

156.564<br />

142.798<br />

137.273<br />

157.315<br />

126.843<br />

193.967<br />

215.512<br />

— Que la renta de la población hubiese experimentado<br />

en moneda constante al menos un incremento<br />

paralelo. Esto no ocurre.<br />

— Es bien sabido que el verdadero motor de la<br />

producción es la demanda. Podríamos comprobar<br />

que el volumen de sacrificios no se corresponde<br />

con la variación del censo e incluso tienen<br />

tendencias diferentes.<br />

— Para que los ganaderos incrementen sus efectivos<br />

tiene que haber aumentado su nivel de renta,<br />

bien porque los precios de venta de sus productos,<br />

en moneda constante, se hayan visto<br />

incrementados o bien porque hayan disminuido<br />

sus costes de producción. Se puede demostrar<br />

que esto no ocurre así.<br />

En realidad, la disminución de renta de los ganaderos<br />

ha sido compensada en parte por la prima anual<br />

percibida tanto por los productores de leche como por<br />

los de carne, que es, por diversos motivos, una de las<br />

causas de este incremento estadístico.<br />

Tabla III<br />

Distribución del censo de ganado ovino por comarcas<br />

en la CAM<br />

Comarca I ..<br />

Comarca II .<br />

Comarca III<br />

Comarca IV<br />

Comarca V .<br />

Comarca VI<br />

TOTA!<br />

Censo total<br />

35.337<br />

7.247<br />

41.038<br />

36.446<br />

33.502<br />

25.911<br />

Porcentaje<br />

19,69<br />

4,04<br />

22,86<br />

20,31<br />

18,67<br />

14,43<br />

179.481 100,00<br />

Fuente: Censo elaborado a partir de las primas concedidas a los ganaderos de ovino<br />

de la CAM en 1987.<br />

grafía (zona montañosa con pocos pastos y superficie<br />

pedregosa).<br />

En el resto de las comarcas, como ya hemos dicho,<br />

la distribución es uniforme, pero a nuestro entender<br />

obedece a motivos diferentes si atendemos a los cocientes<br />

de localización por comarcas del conjunto de<br />

tierras y cultivos. En efecto, en la C-I se concentra el<br />

34,7% de la superficie de prados y pastizales de la comunidad,<br />

por lo que se dan las condiciones apropiadas<br />

para que coexista un importante censo de ganado<br />

vacuno y ovino.<br />

El caso opuesto lo constituye la C-IV, en la cual el<br />

ovino cumple el cometido que ancestralmente tiene<br />

asignado en nuestro país, que es el de producir én ba-<br />

PROVINCIA<br />

DE MADRID<br />

U,'JAltAMA<br />

ESTRUCTURA PRODUCTIVA<br />

La CAM está constituida por seis comarcas agrarias<br />

bien diferenciadas:<br />

Lozoya-Somosierra.<br />

Guadarrama.<br />

Área metropolitana.<br />

Campiña.<br />

Sur-Occidental.<br />

Las Vegas.<br />

La distribución del censo en estas comarcas es la<br />

que aparece en la tabla III, en la que podemos apreciar<br />

una distribución prácticamente uniforme si exceptuamos<br />

la C-II, con tan sólo una representatividad<br />

del 4% y explicable fácilmente por su particular geo-<br />

J1UENCA<br />

TAJO<br />

TAJO<br />

Mapa 1.—Localización preferencial del ganado ovino en la CAM.


ESTRUCTURA ECONÓMICA DEL OVINO EN LA COMUNIDAD AUTÓNOMA DE MADRID 183<br />

Tabla IV<br />

Tamaño y número de explotaciones de ovino en la CAM y en España (1988)<br />

1-99<br />

100-199<br />

200-399<br />

400-599<br />

600-999<br />

1.000<br />

Foíal<br />

Madrid<br />

197<br />

23,8%<br />

264<br />

31,8%<br />

249<br />

30,0%<br />

75<br />

9,0%<br />

31<br />

3,7%<br />

13<br />

1,6%<br />

829<br />

100%<br />

España<br />

42.052<br />

44,7%<br />

24.102<br />

25,6%<br />

19.034<br />

20,2%<br />

5.212<br />

5,5%<br />

2.624<br />

2,8%<br />

1.050<br />

1,2%<br />

94.074<br />

100%<br />

Fuente: Boletín Mensual de Estadística MAPA (diciembre 1988).<br />

se al aprovechamiento de los recursos naturales fibrosos<br />

que permanecen en el terreno después de recoger<br />

las cosechas.<br />

En una situación intermedia se encuentran las comarcas<br />

restantes.<br />

Con independencia de la distribución por comarcas,<br />

merece la pena resaltar el hecho de que existen dos<br />

zonas geográficas bien diferenciadas que presentan<br />

una marcada «vocación ovina» dentro de la comunidad<br />

(mapa 1):<br />

— La primera a la que hacemos referencia se sitúa<br />

en la Sierra Norte, en la comarca de Lozoya-<br />

Somosierra, y agrupa 17 municipios, los cuales,<br />

con una SAU total de 17.667 hectáreas (el 47,6%<br />

de la comarca), concentran el 65,6% del censo<br />

do reproductoras de la misma (23.181 ovejas) y<br />

en consecuencia alcanzan una densidad de 1,31<br />

ovejas/hectárea de SAU. lista zona se irradia hacia<br />

Colmenar Viejo, Boecrrü de la Sierra y Hoyo<br />

de Manzanares.<br />

Es, pues, este área serrana de una notoria especialización<br />

ganadera, no tanto por razones de<br />

influencia del medio físico como por propia tradición,<br />

a la que se le plantean serios problemas<br />

de continuidad por la mayor dimensión de la superficie<br />

forestal en algunos municipios, el impacto<br />

residencial y la falta de vitalidad demográfica,<br />

sobre todo en la zona más septentrional,<br />

a los que podemos añadir el atractivo que<br />

representa para la población el empleo en otros<br />

sectores económicos.<br />

— La otra zona que presenta una mayor concentración<br />

de ganado ovino se localiza en la cuenca<br />

del río Henares, conocida como el Corredor del<br />

Henares, que en tres municipios (Alcalá de<br />

Henares, Santos de la Humosa y Torrejón de<br />

Ardoz), con 7.272 hectáreas de SAU, alcanzan<br />

densidades de 1,41 ovejas/hectárea de SAU. En<br />

ella predominan los cultivos herbáceos de secano<br />

(94,84% de la SAU), con escasa superficie<br />

destinada a los cultivos forrajeros, como corresponde<br />

a áreas con una precipitación media<br />

anual de 400-500 mm, similar a la del resto de<br />

la comunidad. Se da la coincidencia de que aquí<br />

existe una elevada actividad industrial subsidiaria<br />

del gran núcleo de consumo que constituye<br />

Madrid.<br />

ESTRUCTURA RACIAL<br />

La principal característica digna de mencionar de<br />

la estructura racial del ganado ovino de la CAM es su<br />

diversidad.<br />

En efecto, en la gráfica 1 se observa la representatividad<br />

de cada raza en el conjunto del ganado ovino.<br />

Esta multiplicidad de razas puede explicarse por la<br />

coincidencia de varios factores:<br />

— La distinta topografía y condiciones climáticas<br />

existentes en la CAM. Es bien sabido que el medio<br />

condiciona la raza explotada.<br />

— La proximidad geográfica con otras razas ubicadas<br />

en provincias limítrofes, como es el caso de<br />

las razas Manchega y Castellana.<br />

— Tradición histórica. En la Sierra Norte de<br />

Madrid existe un asentamiento de ganado ovino<br />

Tabla V<br />

Tamaño y número de explotaciones de ovino en la CAM<br />

Tamaño C. I C. II C. III C. IV C. V C. VI Total<br />

0-100 ....<br />

101-200<br />

201-300<br />

301-500<br />

500<br />

76<br />

123<br />

28<br />

9<br />

4<br />

10<br />

23<br />

8<br />

2<br />

1<br />

21<br />

47<br />

23<br />

31<br />

20<br />

21<br />

32<br />

31<br />

22<br />

15<br />

31<br />

49<br />

40<br />

20<br />

10<br />

23<br />

49<br />

27<br />

15<br />

5<br />

182<br />

323<br />

157<br />

99<br />

55<br />

TOTAL ...<br />

240 44 142 121 150 119 816<br />

Fuente: Censo Agrario INli (1982).


184 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />

de raza Merina, restos de las grandes cabanas<br />

que procedentes de Extremadura tenían sus<br />

agostaderos en la Sierra de Guadarrama.<br />

Por razas, sólo mencionaremos (por representar el<br />

55% del censo) la Manchega y el tronco Churro:<br />

— Manchega: Por sus características de aptitud<br />

mixta y rusticidad es la que se explota en mayor<br />

cuantía. Representa el 41,2% del censo y se extiende<br />

precisamente por la meseta madrileña<br />

como continuación de La Mancha.<br />

— Tronco Churro: Especializado en la producción<br />

de leche, posee mayores necesidades nutritivas,<br />

por lo que se localiza en la que hemos denominado<br />

zona «típicamente ganadera». Nos referimos<br />

a los municipios antes citados de la C-I y su<br />

área de irradiación. En esta denominación están<br />

incluidas dos agrupaciones raciales que deben<br />

su importancia, más que al volumen de sus<br />

efectivos, a la cualidad de «autóctonas» de la<br />

CAM: se trata de la Rubia del Molar y de la<br />

Negra de Colmenar.<br />

ESTRUCTURA DE LAS EXPLOTACIONES<br />

En la tabla IV se expone el tamaño y número de las<br />

explotaciones de la Comunidad por comarcas y estratos.<br />

Como hechos significativos podemos destacar:<br />

— La CAM tiene una estructura productiva más racional<br />

que Ja media del país. En efecto, más del<br />

60% de las explotaciones están comprendidas<br />

entre los estratos de 100-400 reproductoras, en<br />

comparación con el 45% para la media española.<br />

— El número de explotaciones con menos de 100<br />

ovejas, aunque es elevado, representa sólo el<br />

23%, frente al 44,7% del cómputo nacional.<br />

— Las explotaciones de mayor dimensión (más de<br />

400 ovejas) suponen el 14,3% del total de explotaciones,<br />

frente al 9,5% nacional.<br />

— Por comarcas, la C-III y la C-IV agrupan a las de<br />

mayor tamaño, localizándose el 67% del censo<br />

en los estratos 300-500 y más de 500 cabezas.<br />

— En las comarcas I y II predominan las de pequeño<br />

tamaño. El 33% de las explotaciones sólo poseen<br />

el 21,3% del censo. En situación intermedia<br />

se encuentran las comarcas V y VI.<br />

En resumen, podemos concluir que la CAM, a pesar<br />

de no presentar una clara especialización ganadera,<br />

su sector ovino reúne unas características de estructura<br />

y de diversidad racial, resultado de los múltiples<br />

factores que en ella confluyen, que le confieren entidad<br />

suficiente como para seguir profundizando en su<br />

conocimiento.<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

1. ANUARIO DE ESTADÍSTICA AGRARIA. Ed. Secretaría<br />

General Técnica del MAPA. Varios años.<br />

2. BOLETINES MENSUALES DE ESTADÍSTICA. Ed.<br />

Secretaría General Técnica del MAPA. Varios años.<br />

3. CENSO AGRARIO 1982. Ed. INE.<br />

4. INFORME ECONÓMICO 1988. Ed. Banco Bilbao-<br />

Vizcaya. Bilbao, 1989.<br />

5. SÁNCHEZ BELDA, A., y SÁNCHEZ TRUJILLANO, M.:<br />

Razas ovinas españolas. Ed. MAPA. Madrid, 1986.<br />

6. LA AGRICULTURA, LA PESCA Y LA ALIMENTACIÓN ES­<br />

PAÑOLAS EN 1986. Ed. Secretaría General Técnica del<br />

MAPA.


Comunicación<br />

El mercado nacional de la lana, la demanda<br />

intermedia y el consumo final<br />

A. Paz Sáez*<br />

La producción ovina española —y en general la europea—<br />

viene centrada en la leche y carne, lo que supone<br />

una postergación de la de lana, ya que desde<br />

1973 los tipos finos vienen presentando una tendencia<br />

decreciente.<br />

Naturalmente que tal evolución ha sido consecuencia<br />

de la tenida por la orientación productiva, lo que<br />

ha venido haciendo que los ingresos por venta de lana<br />

representan una escasa proporción del producto tanto<br />

de la explotación ovina, y en consecuencia en la<br />

producción final agraria, lo que, a su vez, hace perder<br />

interés por la producción lanera, tanto por parte de<br />

los productores, como del sector público.<br />

Ahora bien, la lana al ser un producto de demanda<br />

industrial, la cuantía de ésta depende de la que se dé<br />

para los elaborados, lo que equivale a decir que la<br />

disminución de la demanda de lana se debe a una retracción<br />

del consumo de los tejidos de la misma. Tal<br />

retracción puede ser achacada a tres factores de modo<br />

primordial, ya señalados por nosotros (PAZ SAEZ,<br />

1988):<br />

A) Competencia de las nuevas fibras químicas<br />

que se han vendido imponiendo en el mercado<br />

textil desde los años finales de la década de los<br />

cuarenta.<br />

B) Situación de la economía interior, con sensible<br />

depresión durante los últimos años, como lo<br />

muestra el retroceso de la renta unitaria en<br />

términos reales.<br />

C) Cambios en las preferencias del consumo, sobre<br />

todo en lo que se refiere a los tipos femeninos.<br />

En efecto, en los últimos cuarenta años las fibras<br />

químicas: nilón (poliamidas), tergal (poliésteres), polivinilos<br />

y poliacnlicos, han venido dominando paulatinamente<br />

la oferta textil, desplazando a la fibras clásicas<br />

en conjunto, incluso penetrando en peletería,<br />

aunque sea la lana la que ha sufrido el mayor impacto,<br />

y ello en razón de los precios diferenciales.<br />

El problema es más trascendente por cuanto, por<br />

un lado, las fibras de origen químico se prestan perfectamente<br />

a todo tipo de confección, lo que permite<br />

adaptarse de manera total al consumo de masas, ase-<br />

* Instituto de Economía Aplicada CSIC, Madrid.<br />

garandóse así su permanencia y crecimiento en el<br />

mercado.<br />

Por otro, tanto el algodón como la lana son susceptibles<br />

de regeneración y eliminación limpia, lo que no<br />

resulta tan factible para los tejidos de origen químico.<br />

Naturalmente que; la irrupción de las fibras químicas<br />

supone de forma universal el factor fundamental<br />

en la retracción del consumo de tejidos tradicionales,<br />

pero en nuestro caso hay que agregar dos factores: el<br />

efecto demostración (en su momento el nilón gozó de<br />

gran prestigio, sobre todo para ciertas prendas de la<br />

ropa femenina), por una parte, y por otra no cabe olvidar<br />

la situación de crisis por la que ha venido pasando<br />

la situación económica española, aproximadamente<br />

desde 1977, en que no se dieron incrementos<br />

reales de renta, dándose descensos durante el período<br />

1980-82, manteniéndose en situación precaria entre<br />

1983 y 1987 (según datos del BB, entre 1979 y<br />

1983 la renta en términos reales descendió el 0,8%),<br />

lo que llevó a una retracción del consumo (el de la<br />

carne de vacuno entre 1976 y 1981 descendió un<br />

20%), lo que en lo que afecta a los textiles supuso bajar<br />

de 12,1 kg/cabeza/año en 1987 a 11,6 kg/cabe--<br />

za/año en 1988, y aun sin cuantificar parece que siguió<br />

bajando durante 1988-89, de forma que, por lo<br />

menos para la lana, concretamente, estimamos el<br />

descenso entre el 6 y el 8% para 1989 (PAZ SAEZ,<br />

1990), lo que significaría que el consumo de lana manufacturada,<br />

en los últimos años, ha bajado más que<br />

proporcionalmente a lo que lo ha hecho el conjunto<br />

de los textiles, incidiendo en las industrias de base<br />

para las que ha descendido la venta de tejidos de lana,<br />

por lo que, a su vez, hay que esperar una retracción<br />

de la demanda industrial a la producción lanera,<br />

comprometiendo, una vez más, el nivel de precios de<br />

esta fibra al productor, lo que, aunque sea en proporción<br />

muy reducida, deprime el equilibrio económico<br />

de la empresa con explotación ovina.<br />

Como es lógico, en una situación en la que los incrementos<br />

de precios se vinieron comiendo los aumentos<br />

monetarios de los ingresos, las relaciones de<br />

precios favorables a otras fibras origina una retracción<br />

en la demanda de tejidos y confecciones de lana;<br />

ahora bien, el examen de la estructura del consumo<br />

muestra que aunque los precios diferenciales han jugado<br />

un papel importante, el hecho es que han cambiado<br />

las preferencias, hasta cierto punto, independientemente<br />

de ello, ya que como causa inmediata se


186 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

reconocen otras motivaciones, y en primer lugar, los<br />

cambios en el consumo femenino, cuyo descenso de<br />

adquisiciones de ropa interior se reconocen viene<br />

dándose en los últimos años, por ejemplo, pese a la<br />

introducción de la alta costura en ese terreno.<br />

Concomitantemente a tales hechos, se ha ido dando<br />

una crisis de la industria textil. No se trata de una recensión<br />

en el sector lanero, que desde luego la acusa,<br />

sino del conjunto de la industrial textil, y ello no puede<br />

imputarse por completo a los factores anteriormente<br />

señalados, sino que a ello hay que agregar de<br />

manera fundamental:<br />

A) Situación de la misma empresa, cuya estructura<br />

ya a finales de los años sesenta presentaba<br />

signos de obsolencia e inadecuación a las posibles<br />

coyunturas (PAZ SAEZ, 1973), que podría<br />

achacarse a la falta de renovación consecuente<br />

a contar una política proteccionista que reservaba<br />

el mercado interior a la industria nacional.<br />

B) Creciente competencia exterior con producciones<br />

obtenidas por empresas, cuyo cambio tecnológico<br />

y de organización permite precios diferenciales<br />

y condiciones de venta más favorables<br />

al consumo que las de la oferta interior.<br />

C) Como consecuencia, por una parte, de la situación<br />

económica mundial y, por otra, de las propias<br />

condiciones internas, todo el sector industrial<br />

de la economía española entra en crisis, y<br />

como es lógico la rama textil no hace excepción,<br />

determinando entre 1987 y 1988 una caída<br />

en el empleo del 3,1% y un descenso del<br />

0,6% en el valor monetario de la producción.<br />

En último extremo puede verse que en 1987 el<br />

conjunto empresarial creció el 7% y en 1988 el<br />

5,5%, pero el textil quedó por debajo, lo que<br />

puede mostrar que el sector textil, dentro de la<br />

crisis general, venía afectado de factores propios.<br />

D) Al igual que otros sectores, el textil venía afectado<br />

por la amenaza que suponía la integración<br />

en la CEE, por cuanto encerraba una Ubre<br />

competencia en el espacio europeo, una vez<br />

eliminadas las barreras arancelarias. En realidad,<br />

el horizonte de la integración era perceptible<br />

desde comienzos de la década de los años<br />

setenta, y aunque sea discutible el que la integración<br />

fuese ineludible como expresaron LO-<br />

REA y CALATRAVA (1983), lo cierto es que era<br />

previsible ya a finales de los años setenta, a<br />

más o menos largo plazo, como ya expresamos<br />

en 1976, y que pese a que tal integración dependía<br />

por completo de los intereses comunitarios<br />

(OCAÑA, 1984), hacia 1980 se veía próximo.<br />

Por tanto, existió un tiempo en que cupo<br />

la posibilidad de adaptar el sector textil a la situación<br />

que se presentía próxima. Si esto no se<br />

dio así, la industria textil tiene buena parte de<br />

culpa.<br />

E) En los últimos años hay que añadir el impacto<br />

que ocasionan la inflación, el cambio monetario,<br />

los tipos de interés y los problemas laborales,<br />

que en conjunto frenan la competitividad,<br />

deteriorando la situación del sector entre 1977<br />

y 1987, de un modo paulatino, pero rápido,<br />

tanto más cuanto que ya el nivel de productividad<br />

venía siendo bajo respecto al promedio<br />

europeo occidental.<br />

Pese a todo ello, la producción textil sigue teniendo<br />

una sensible importancia en la industria, lo que en resumen<br />

exponemos en la tabla siguiente:<br />

Tabla I<br />

Producto /o<br />

Fibras de lana 11.985,5<br />

Hilados 15.022<br />

Por cuenta ajena 14.517,5<br />

En otros sectores 458,8<br />

Tejidos y mezclas 36.491<br />

Por cuenta ajena 634,5<br />

Fuente: Elaborada sobre datos del INE-Encuesta industrial.<br />

A esta producción hay que añadir los géneros de<br />

punto, de los que es muy difícil separar la lana.<br />

Refiriéndonos al valor correspondiente a los tejidos<br />

de lana y mezcla, en igual tiempo, se tiene una cuantía<br />

de 15.345 millones (promedio de valor en fábrica).<br />

Por otro lado, y correspondiendo a lanas bastas,<br />

hay que añadir la producción y valor de alfombras y<br />

similares.<br />

No obstante, hay que hacer una doble puntualiza-'<br />

ción:<br />

A) En los textiles la producción industrial se<br />

muestra decreciente (un descenso del 14,24%<br />

entre 1982/83 y 1985/86, continuando posteriormente),<br />

y desde luego la perspectiva durante<br />

1988-1990 no resulta nada favorable. Si<br />

el valor monetario se mantiene, e incluso crece<br />

(entre 1982 y 1986 aumentó un 10,8%), se debe<br />

en proporción importante al efecto de inflación,<br />

lo que significa que en términos reales el<br />

valor se ajusta a la evolución de la producción<br />

de tejidos, aproximadamente.<br />

B) España se comporta como un país importador<br />

de lanas finas y exportador de lanas bastas, en<br />

gran parte consecuencia de la estructura de<br />

nuestra cabana ovina, por lo que es posible<br />

que resultara de interés el incrementar la elaboración<br />

de las lanas bastas, aunque tal exportación<br />

es muy reducida (poco más de 2.000<br />

toneladas en 1987), pero en todo caso hay que<br />

señalar:<br />

1.° El saldo monetario del balance importación-exportación<br />

nos es adverso, de tanta<br />

mayor significación cuanto que a comien-


EL MERCADO NACIONAL DE LA LANA, LA DEMANDA INTERMEDIA... 187<br />

zos de 1990 la balanza comercial española<br />

presentaba una situación de alto déficit,<br />

llegando a constituir uno de los problemas<br />

fundamentales de nuestra economía.<br />

2." La industria textil sigue demandando lana,<br />

si bien con tendencia decreciente (un<br />

volumen de importación de 17.156 toneladas<br />

de lana sucia en 1987), siendo la<br />

producción interna de una cuantía insuficiente<br />

para cubrir tal demanda (la oferta<br />

nacional media entre los períodos<br />

1972/1980 - 1984/87 supuso 19.444 toneladas<br />

de lana en sucio).<br />

Todo ello hace ver la importancia que tiene la industria<br />

textil, si se quiere tener una idea suficientemente<br />

aproximada del mercado lanero, lo que, a su<br />

vez, depende de la situación y desarrollo de la demanda<br />

de elaborados.<br />

Por lo pronto el sector textil ocupa un lugar destacado<br />

en la estructura económica mundial, representando<br />

en la CEE el empleo de tres millones de trabajadores;<br />

por nuestra parte, el valor de la producción<br />

de la industria textil, en 1988, ascendió a 2.040.140<br />

millones de pesetas, manteniendo empleadas a<br />

319.150 personas (entre elaboración y confección),<br />

con lo que su importancia queda patente.<br />

Por otra parte, el comercio internacional textil ha<br />

venido teniendo un incremento tan grande que llega a<br />

duplicar el crecimiento habido en el comercio general.<br />

Sin embargo, por lo menos en el período 1987-<br />

1990 la situación venía a desfavorecer a los países desarrollados,<br />

llegando algunos países exportadores de<br />

elaborados textiles a prohibir la entrada de tales productos<br />

de origen europeo. Si tales hechos obedecieran<br />

a una política favorecedora de las economías subdesarrolladas,<br />

aprovechando el hecho de suponer una<br />

tecnología relativamente sencilla con alta utilización<br />

de fuerzas de trabajo, ello sería estimable por cuanto<br />

podría contribuir al mejor equilibrio internacional,<br />

pero la realidad muestra que:<br />

A) La producción y comercio textil no está ni medianamente<br />

extendido por el mundo subdesarrollado,<br />

y aún menos los elaborados de lana,<br />

desde el momento que el área intertropical no<br />

es productora de ganado ovino. Tal producción<br />

y exportación se viene centrando en determinados<br />

puntos como Corea, Taiwán, Hong-Kong<br />

y Singapur, especialmente.<br />

B) Tales centros de producción y comercio de amplitud<br />

mundial basan su acción aparte de<br />

aprovechar una mano de obra abundante y<br />

barata (los salarios chinos, por ejemplo, son<br />

muy reducidos) en prácticas tales como exportar<br />

con subvenciones y realizando dumping,<br />

incumplimiento sistemático de los acuerdos del<br />

GATT, copias de marcas y diseños, e incluso<br />

expediciones clandestinas de mayores o menores<br />

cantidades de mercancías.<br />

C) Estos hechos determinan una distorsión sensible<br />

del comercio internacional sin ventaja alguna<br />

para el mundo del subdesarrollo y frenando<br />

las posibilidades de algunos países occidentales,<br />

entre los que nos podíamos contar.<br />

El problema estriba en que los mercados exteriores<br />

presentan posibilidades alteradas por una competencia<br />

enteramente dislocada, y aunque dentro de la<br />

CEE, Gran Bretaña y Alemania no muestran gran interés,<br />

sí lo tienen España, Italia, Francia y Bélgica, lo<br />

que ha llevado al Consejo Intertextil a pedir al Gobierno<br />

español el que se cumpla el Acuerdo Multifibras.<br />

En consecuencia, desde el punto de vista español y<br />

considerando en conjunto el mercado, la atención tiene<br />

que centrarse tanto en el mercado interior como<br />

en el exterior, ya que éste marca una posible línea de<br />

expansión, en principio, para la industria textil.<br />

La demanda interior, en el orden cuantitativo, y sobre<br />

todo en el cualitativo —donde la lana puede jugar<br />

un buen papel—, responde a un modelo en el que<br />

renta y precios constituyen las variables explicativas<br />

fundamentales. Téngase en cuenta que s¡, en conjunto,<br />

los elaborados textiles presentan frente; a los ingresos<br />

una elasticidad del orden de 1, determinadas<br />

confecciones alcanzan magnitudes mayores, la importancia<br />

que tiene el conocimiento de los valores que<br />

puede alcanzar la renta de la población española en<br />

los años inmediatos, ya que con seguridad el consumo<br />

será de cuantía más que proporcional a los presumibles<br />

aumentos de renta.<br />

En cuanto a los precios, ello va a depender de la<br />

eficacia con que trabaje nuestra industria y logre una<br />

posición competitiva frente a los concurrentes actuales<br />

sobre nuestro mercado, y ello va a depender de la<br />

situación tecnológica, financiera y organizativa del<br />

sector textil nacional, pero también de la evolución<br />

económico-social española, en cuanto pueda afectar a<br />

los niveles de costes y productividad, parámetros que<br />

en estos momentos no se presentan, precisamente, en<br />

situación favorable (la crisis de la industria auxiliar es<br />

sensible en 1990).<br />

Sin entrar en el análisis del mercado interior, que<br />

no tendría aquí su lugar preciso, dos extremos sí interesa<br />

señalar:<br />

A) En los últimos años se viene manifestando una<br />

penetración del capital extranjero concomitente<br />

con la debilidad del sector textil nacional<br />

(para 1988 el índice de producción textil descendió<br />

el 7,1, y el 5,6 las confecciones). Esto<br />

significa que las decisiones van dependiendo<br />

de intereses alejados de la producción nacional,<br />

cada vez en mayor medida, aunque la penetración<br />

se suele apoyar en empresas nacionales<br />

(un ejemplo puede ser el caso de Benoybe<br />

como franquiciadora de la italiana Benetton,<br />

que en 1990 contaba con 105 tiendas en<br />

España y que en agosto de 1989 adquirió Intelhorce).<br />

B) Concretándonos al caso de la lana, hay que se-


188 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

ñalar que en el Plan Nacional de Diseño, Calidad<br />

y Moda, propuesto por el Ministerio de Industria<br />

en 1989 y dotado con 2.700 millones<br />

de pesetas por tres años para 300 empresas,<br />

no se considera a la lana como materia individualizada,<br />

cuando la moda italiana al menos<br />

para la temporada 1988-89 promociona la<br />

confección de prendas de lana, tanto masculinas<br />

como femeninas. (Italia es uno de los grandes<br />

importadores europeos de lana con tendencia<br />

creciente, y que en 1987 alcanzó las<br />

84.419 toneladas de lana en sucio.)<br />

Parece claro que las tendencias de nuestra producción<br />

textil difieren de las de los competidores, y no se<br />

olvide que Italia, en este terreno, tiene una gran influencia<br />

en el mercado mundial de la confección y la<br />

moda.<br />

En cuanto al mercado internacional, la perspectiva<br />

comprende un triple frente:<br />

A) Las posibilidades de exportación suponen la<br />

expansión del sector textil nacional —en la actualidad<br />

20 empresas concentran el 50% de la<br />

exportación y en el caso de prendas externas<br />

masculinas y deportivas, el 64% se cubre por<br />

tres empresas—. En cambio, la exportación<br />

textil española viene a suponer el 8% de la<br />

producción.<br />

B) Un aporte de divisas que puede ser un alivio al<br />

déficit de nuestra balanza comercial (en 1989<br />

supuso 3,2 billones de pesetas, equivalentes al<br />

4% del PIB).<br />

C) El propio mercado interior se halla amenazado<br />

ante la fuerte penetración de comercializadoras<br />

extranjeras.<br />

Frente a todo ello, la realidad muestra que el sector<br />

exterior nos viene siendo adverso, sobre todo en los<br />

años más recientes, y así en 1988, mientras la exportación<br />

creció un 7,4%, las importaciones un 20,1%,<br />

con un saldo monetario negativo de 48.625 millones<br />

de pesetas. En conjunto, para el período 1987-89, la<br />

balanza textil es deficitaria, de forma que en 1987 el<br />

grado de cobertura fue del 100,5%, mientras que en<br />

1988 tan sólo supuso el 79,3%; es decir, quedamos un<br />

21,2% al descubierto y ello tan sólo en un año, lo que<br />

implica la existencia de una alta tasa en el crecimiento<br />

de la importación, a lo que ha contribuido en alto<br />

grado factores como: la apreciación de la peseta (un<br />

7% respecto a las monedas de la CEE y un 3% frente<br />

al dólar); el desarme arancelario a que nos obliga la<br />

adhesión a la Comunidad, tanto más grave cuanto<br />

que nuestro nivel de productividad es inferior al de la<br />

CEE; la tendencia creciente de nuestros costes y la<br />

conflictividad laboral no sólo en el sector, sino también,<br />

de forma indirecta, la conflictividad general, que<br />

dada nuestra baja productividad tiene un efecto multiplicador.<br />

Para el período 1984-89 todos los factores señalados<br />

y el grado de inflación han hecho, en consecuencia,<br />

que la tendencia creciente de la importación de<br />

confecciones se agudizara (en 1988 el valor de las<br />

confecciones importadas ascendió a 50.410 millones<br />

de pesetas).<br />

Sin embargo, como señalamos en otra ocasión (PAZ<br />

SAEZ, 1988), la exportación de confecciones venía<br />

siendo una de las posibilidades reales sobre el mercado<br />

mundial (en 1987 la confección logró un superávit<br />

de 192 millones de pesetas), pero en los últimos tiempos,<br />

para la producción española, el mercado se ha<br />

ido enrareciendo; en primer lugar, por los factores señalados,<br />

que limitan nuestra competitividad, y en segundo<br />

por la gran competencia que supone la presencia<br />

de países asiáticos, cuyas prácticas ya hemos señalado.<br />

Pero es que, además, es posible que países de<br />

la CEE adquieran productos textiles a terceros países<br />

y posteriormente los desvíen a España, aprovechando<br />

las condiciones del mercado comunitario; a lo que hay<br />

que sumar la señalada penetración de empresas no<br />

nacionales, que, en realidad, realizan importaciones<br />

más o menos encubiertas. La misma acción por parte<br />

de empresas españolas es bastante más limitada (en<br />

1990, Levanter fabricará vaqueros en la URSS, pero<br />

asociada a una firma sueca, por ejemplo), aunque por<br />

lo que respecta a la lana, se dan casos (Zasa y Rúa<br />

Papel, por ejemplo) que vienen tratando de montar<br />

fábricas de géneros de punto y abrir tiendas de confección<br />

en los países del Este europeo.<br />

Pese a todo ello, la exportación textil resulta importante<br />

para nuestra economía; baste con considerar<br />

que, en 1988, el 11,2% de la exportación total catalana<br />

correspondió a textiles, por lo que la concurrencia<br />

en el mercado internacional se presenta como una<br />

necesidad, a pesar de la dificultad creciente que ello<br />

supone. Por supuesto que la superación de esto tiene'<br />

su vía más lógica en las confecciones, industria que se<br />

viene desarrollando desde los años cuarenta y que a<br />

comienzos de los setenta ya tiene presencia en el exterior,<br />

máximo cuando el diseño español tiene aceptación<br />

mundial (aunque, en verdad, no se han logrado<br />

incrementos importantes en la exportación), siendo<br />

Francia y Alemania nuestros mejores clientes. Téngase<br />

presente que en 1988, y tan sólo procedente de la<br />

CEE, se importó un valor de 1.300 pesetas por habitante,<br />

mientras grupos comunitarios están penetrando<br />

en nuestro mercado interior, lo que hace que la<br />

balanza textil vaya desnivelándose en nuestra contra,<br />

con el consiguiente impacto en déficit por cuenta corriente,<br />

sobre el cual, y a mayor abundamiento, cabe<br />

decir que somos uno de los países con mayor deuda<br />

por habitante.<br />

Hay que decir que los esfuerzos españoles para forzar<br />

al mercado distan de ser todo lo intensos que podrían,<br />

y en parte ello se debe a la falta de iniciativa de<br />

nuestro sector textil, que plantea, con preferencia,<br />

una estrategia de consorcio, asociación o incluso venta<br />

al capital no nacional, lo que no resulta nada difícil,<br />

dada la situación del sector, pese al plan de reconversión,<br />

con un gasto de 183.057 millones en cinco<br />

años, en la que se han venido dando numerosas quie-


EL MERCADO NACIONAL DE LA LANA, LA DEMANDA INTERMEDIA... 189<br />

bras (en el sector lanero ha quebrado Torredemer), lo<br />

que entre otros hechos muestra el fracaso del citado<br />

plan de reconversión.<br />

Llegados a este punto, el problema básico estriba<br />

en el cambio que es previsible que se dé si las multinacinales<br />

dominan ampliamente el sector, entre otras<br />

razones por la propensión a importar que muestran.<br />

En consecuencia, el sector lanero —producción, elaboración<br />

y venta de elaborados— puede quedar subordinado<br />

a intereses ajenos que no son los suyos.<br />

En conclusión, no es factible que la producción lanera<br />

nacional pueda ser motor de una industria elaboradora,<br />

porque tal producción no cabe en el sistema<br />

de nuestra producción agraria; pero es que, además,<br />

la industria transformadora se encuentra con<br />

dificultades, lo que hace previsible que, tampoco, ella<br />

pueda ser el estímulo que nos lleve a un desarrollo de<br />

la producción ovina, que de todas formas no cabe esperar,<br />

por lo que el mercado de la lana continuará dominado<br />

por los grandes exportadores del hemisferio<br />

sur, y el de sus elaborados muestra un sector cualificado<br />

que seguirá en manos de los países industrializados.


Comunicación<br />

Análisis económico del comercio mundial<br />

de animales vívos (ovino y caprino)<br />

P. F. Rouco Pérez*, F. J. Calahorra Fernández** y A. Rouco Yáñez***<br />

El estudio del comercio mundial de pequeños rumiantes<br />

para vida se justifica por nuestro deseo de intentar<br />

clarificar las corrientes comerciales de un sector<br />

aparentemente poco dinámico y también porque<br />

con la entrada española en la Comunidad Económica<br />

Europea se crearon grandes expectativas en torno al<br />

papel que nuestro país podría jugar como país exportador<br />

en el concierto europeo, sobre todo en el sector<br />

ovino.<br />

En la tabla I se analizan los censos ovino y caprino,<br />

a nivel mundial, comunitario y español, observándose<br />

que a nivel mundial éstos llevan una tendencia ligeramente<br />

creciente, mientras que a nivel comunitario<br />

ambos censos son bastante estables, con una tendencia<br />

ligeramente decreciente para el ovino (motivada<br />

por el descenso censal que se ha producido enla Gran<br />

Bretaña) y creciente para el caprino, con la peculiaridad<br />

de que este último concentra el 90,6% de sus<br />

efectivos en el área mediterránea (50,3% en Grecia,<br />

30% en España y el 10,3% en Francia).<br />

En nuestro país el censo ovino, para el período de<br />

tiempo estudiado (1978-87), viene marcado por tres<br />

tramos, el primero decreciente hasta 1981, el segundo<br />

creciente hasta 1984, para posteriormente estabilizarse<br />

a partir de esa fecha; en el censo caprino se<br />

observan sólo dos tramos mucho más marcados, el<br />

primero decreciente hasta 1981, coincidente con la<br />

injusta persecución sufrida por la cabra, y el segundo<br />

creciente en franca recuperación, como manifiesta la<br />

serie hasta el último año de que disponemos.<br />

A la vista de los datos se comprueba cómo son dos<br />

especies con muy poco dinamismo censal (las fluctuaciones,<br />

a pesar de existir, son muy poco marcadas),<br />

ello nos hace pensar que son especies que van a ocupar<br />

áreas geográficas muy concretas, caracterizadas<br />

* Profesor titular de la Cátedra de Economía Agraria, Departamento<br />

de Producción Animal de la Facultad de<br />

Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid.<br />

Carretera de La Coruña, s/n, 28040 Madrid.<br />

* Profesor titular interino de Estados Unidos de la Cátedra<br />

de Economía Agraria, Departamento de Producción<br />

Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad<br />

Complutense de Madrid. Carretera de La Coruña, s/n,<br />

28040 Madrid.<br />

* Becario de FPI de la Cátedra de Economía Agraria, Departamento<br />

de Producción Animal de la Facultad de<br />

Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid.<br />

Carretera de La Coruña, s/n, 28040 Madrid.<br />

Años<br />

1965<br />

1975<br />

1978<br />

1979<br />

1980<br />

1981<br />

1982<br />

1983<br />

1984<br />

1985<br />

1986<br />

1987<br />

Tabla I<br />

Censo ovino y caprino en miles de cabezas<br />

MUNDIAL<br />

1.015.863<br />

1.044.982<br />

1.063.801<br />

1.092.644<br />

1.120.092<br />

1.130.571<br />

1.157.690<br />

1.137.370<br />

1.124.304<br />

1.121.993<br />

1.145.690<br />

1.157.643<br />

CENSO OVINO<br />

CEE *<br />

87.526<br />

81.406<br />

83.641<br />

83.990<br />

85.354<br />

87.759<br />

91.250<br />

91.249<br />

79.434<br />

81.635<br />

83.111<br />

85.513<br />

ESPAÑA<br />

20.855<br />

16.257<br />

15.403<br />

14.728<br />

14.547<br />

14.678<br />

16.457<br />

16.731<br />

17.554<br />

17.520<br />

17.735<br />

17.177<br />

MUNDIAL<br />

377.501<br />

406.263<br />

438.945<br />

447.815<br />

459.214<br />

468.705<br />

472.784<br />

476.135<br />

459.721<br />

459.960<br />

492.192<br />

501.762<br />

CENSO CAPRINO<br />

CEE «<br />

10.487<br />

9.595<br />

9.710<br />

9.505<br />

9.507<br />

9.873<br />

10.175<br />

10.159<br />

9.948<br />

10.156<br />

9.425<br />

10.850<br />

* Se considera, para todos los años, la actual composición de la CEE-12.<br />

Fuente: Anuario de Producción de la FAO. Varios años.<br />

ESPAÑA<br />

2.714<br />

2.392<br />

2.174<br />

2.091<br />

2.100<br />

2.113<br />

2.450<br />

2.414<br />

2.573<br />

2.635<br />

2.828<br />

2.800<br />

por ser grandes superficies pobres en recursos donde<br />

el aprovechamiento no va a ser superior por ninguna<br />

otra especie (5); es el caso del secano mediterráneo o<br />

de las grandes superficies del interior de Australia,<br />

excepción a esta concepción es Gran Bretaña, con un<br />

censo ovino muy importante, pero orientado hacia un<br />

importante mercado interior consumidor de carne<br />

que ni siquiera se autoabastece. Una circunstancia<br />

que influye en gran medida en las ligeras fluctuaciones<br />

censales es el precio de los productos derivados:<br />

leche y carne, para ambas especies, y lana en el caso<br />

del ovino, a pesar de ser producciones típicamente<br />

extensivas, y que por lo tanto se sostienen con una<br />

inercia mucho mayor que otras producciones más industrializadas<br />

con una mayor orientación cara al<br />

mercado (porcino y aves, por ejemplo). Por último, a<br />

nivel comunitario, son producciones sostenidas en<br />

gran medida por las subvenciones, con lo que no se<br />

puede hablar de una producción consolidada, ya que<br />

va a depender, en gran medida, de un tipo de política<br />

que puede estar sujeta a cambios, salvo en los países<br />

del área mediterránea, donde estas especies van ligadas<br />

al secano, constituyendo un conjunto dentro del<br />

sector agrario con una problemática que no se puede<br />

ni debe plantear por separado (6).


ANÁLISIS ECONÓMICO DEL COMERCIO MUNDIAL DE ANIMALES VIVOS (OVINO CAPRINO) 191<br />

Tabla II<br />

Comercio internacional de ovino y caprino<br />

Años<br />

MUNDO<br />

CEE *<br />

AUSTRALIA<br />

IMPORTACIONES<br />

H. ZELANDA<br />

U.R.S.S.<br />

PAÍSES ESTE**<br />

ESPAÑA<br />

1978<br />

1979<br />

1980<br />

1981<br />

1982<br />

1983<br />

1984<br />

1985<br />

1986<br />

1987<br />

1988<br />

13.553.231<br />

16.429.606<br />

18.191.516<br />

19.497.868<br />

18.786.653<br />

20.855.297<br />

19.019.790<br />

18.527.680<br />

19.048.440<br />

20.822.490<br />

21.033.850<br />

2.720.762<br />

2.909.679<br />

2.916.290<br />

2.159.266<br />

2.268.912<br />

2.749.555<br />

2.728.330<br />

3.288.630<br />

3.304.720<br />

3.911.850<br />

3.977.790<br />

778<br />

718<br />

7.565<br />

1.199<br />

578<br />

290<br />

110<br />

310<br />

30<br />

180<br />

80<br />

62<br />

0<br />

130<br />

63<br />

0<br />

0<br />

0<br />

4.350<br />

9.320<br />

8.350<br />

4.150<br />

430.000<br />

448.000<br />

430.000<br />

315.000<br />

305.000<br />

390.000<br />

417.000<br />

312.000<br />

440.000<br />

395.000<br />

4.500<br />

813.803<br />

803.695<br />

776.046<br />

852.625<br />

886.120<br />

852.973<br />

58.810<br />

48.870<br />

16.260<br />

24.630<br />

24.460<br />

792<br />

2.213<br />

1.274<br />

1.420<br />

486<br />

0<br />

1.040<br />

1.000<br />

227.970<br />

205.370<br />

217.250<br />

Años<br />

MUNDO<br />

CEE •<br />

AUSTRALIA<br />

EXPORTACIONES<br />

N. ZELANDA<br />

U.R.S.S.<br />

PAÍSES ESTE**<br />

ESPAÑA<br />

1978<br />

1979<br />

1980<br />

1981<br />

1982<br />

1983<br />

1984<br />

1985<br />

1986<br />

1987<br />

1988<br />

13.939.830<br />

15.142.013<br />

18.164.966<br />

19.439.935<br />

18.541.280<br />

21.196.238<br />

19.237.530<br />

18.765.980<br />

19.457.150<br />

21.718.720<br />

21.533.340<br />

1.544.420<br />

1.245.848<br />

1.283.306<br />

933.226<br />

746.868<br />

1.119.935<br />

1.067.950<br />

1.372.060<br />

1.531.670<br />

1.890.860<br />

2.011.780<br />

4.125.356<br />

3.865.502<br />

6.162.549<br />

5.741.259<br />

6.011.474<br />

7.033.595<br />

6.349.650<br />

6.260.590<br />

6.405.010<br />

7.702.070<br />

6.350.000<br />

17.587<br />

32.307<br />

9.632<br />

21.402<br />

85.260<br />

100.000<br />

820<br />

1.650<br />

149.390<br />

714.210<br />

794.490<br />

0<br />

0<br />

0<br />

0<br />

0<br />

0<br />

0<br />

0<br />

0<br />

0<br />

0<br />

3.971.211<br />

4.767.866<br />

4.961.723<br />

3.802.943<br />

3.677.652<br />

4.034.551<br />

4.288.460<br />

3.606.210<br />

3.085.350<br />

3.798.040<br />

4.418.500<br />

62.692<br />

15.570<br />

23.563<br />

21.800<br />

19.716<br />

25.000<br />

27.180<br />

29.200<br />

63.450<br />

135.280<br />

147.420<br />

* Se considera, para todos los años, la actual composición de la CEE-12.<br />

** Este epígrafe comprende a: Bulgaria, Checoslovaquia, RDA, Hungría, Polonia, Rumania y Yugoslavia.<br />

Fuente: Anuarios de Comercio de la FAO. Varios años.<br />

En la tabla II se recoge extractado el comercio<br />

mundial de animales vivos de ovino y caprino. Hemos<br />

de señalar que hemos utilizado la única fuente de que<br />

disponemos y que está constituida por los diversos<br />

Anuarios de Comercio de la FAO, con los inconvenientes<br />

de que puede ponefse en tela de juicio la Habilidad<br />

de los datos (aunque realmente lo que nos interesa<br />

es la tendencia), y que además se recogen en una<br />

sola partida las dos especies, si bien es cierto que el<br />

caprino no puede suponer un porcentaje relevante,<br />

por su característica fundamental de contar con una<br />

demanda restringida prácticamente a los países productores,<br />

e incluso se podría decir que a zonas muy<br />

concretas de esos países.<br />

La importación a nivel mundial lleva una tendencia<br />

muy positiva, de tal forma que para el período estudiado<br />

1978-88 se produce un aumento del 55,4%, absorbiendo<br />

la mayor parte los países industrializados,<br />

representados fundamentalmente por la CEE, con una<br />

media de un 20% para dicho período, y tendencia creciente,<br />

lo que demuestra claramente que la importación<br />

es sobre todo de efectivos ovinos, como hemos<br />

Precio en $USA de animales vivos (ovino) en el mercado<br />

internacional, y comparación con el mercado español<br />

1978<br />

1979<br />

1980<br />

1981<br />

1982<br />

1983<br />

1984<br />

1985<br />

1986<br />

1987<br />

AUSTRALIA<br />

$ USA/100 Kg<br />

52,9<br />

74,2<br />

79,5<br />

79,1<br />

37,6<br />

43,8<br />

50,0<br />

29,6<br />

24,2<br />

30,8<br />

N. ZELANDA<br />

$ USA/100 Kg<br />

76,3<br />

83,0<br />

100,1<br />

107,9<br />

112,0<br />

99,7<br />

91,4<br />

85,7<br />

75,4<br />

—<br />

CEE<br />

$ USA/100 Kg<br />

—<br />

—<br />

—<br />

361,0<br />

329,3<br />

293,5<br />

280,0<br />

362,1<br />

400,4<br />

ESPAÜA »<br />

$ USA/100 Kg<br />

__<br />

—<br />

—<br />

—<br />

185,5<br />

148,7<br />

115,2<br />

151,2<br />

192,8<br />

264,7<br />

* Se considera la cotización media del ganado y el cambio medio del $USA al 31<br />

de diciembre de cada año.<br />

Fuente: Elaboración propia a partir de Anuario de Producción de la FAO (años<br />

respectivos), Boletines mensuales de Precios Agrarios e Informe Económico 1988<br />

del BBV.


• — , .<br />

^ • -<br />

192 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

2S0<br />

78<br />

1980 'i Sa2 18134<br />

1986<br />

Moa<br />

Ovino<br />

CEE-1 2<br />

Owino - Caprino<br />

España CEE- 1 2<br />

Caprino<br />

España<br />

Fig. 1.—Censos ovino y caprino en millones de cabezas.<br />

Irnpotaclón<br />

Exportación<br />

Fig. 3.—Comercio internacional de ovino y caprino en España.<br />

8000<br />

7000<br />

6000<br />

sooo<br />

4000<br />

3000<br />

2000<br />

1000<br />

-<br />

-<br />

-<br />

-<br />

-<br />

••<br />

,<br />

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1<br />

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I<br />

1<br />

1<br />

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1978 1680 1982 1984 1986 1988<br />

'-<br />

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/\<br />

-^—^ ~<br />

450<br />

400<br />

350<br />

300<br />

250<br />

200<br />

160<br />

100<br />

50<br />

0<br />

-<br />

^-<br />

\___~—<br />

1982<br />

1984<br />

/ / / /<br />

Años<br />

Años<br />

Imp. Exp. Imp. Imp. Exp. Exp.<br />

CEE CEE URSS Este Aus. Este<br />

N.2.<br />

España<br />

Fig. 2.—Comercio internacional de ovino y caprino.<br />

manifestado, puesto que el censo comunitario caprino<br />

se mantiene estable.<br />

La importación en España era prácticamente despreciable<br />

hasta 1986, año en el que crece con respecto<br />

a 1985 en un 22.700%, cifra totalmente irreal, pero<br />

que muestra la existencia de un tremendo incremento<br />

del dinamismo comercial tras nuestra entrada en la<br />

Comunidad Económica Europea, con la consiguiente<br />

desaparición de barreras fronterizas al tráfico pecuario.<br />

La exportación a nivel mundial sigue, en buena lógica,<br />

la misma tónica observada en la importación.<br />

Los principales países exportadores son: Australia y<br />

Nueva Zelanda, con el 33,2% del total mundial, dominando<br />

entre ambos el mercado, consecuencia de sus<br />

elevadas posibilidades de producción a muy bajo coste,<br />

de la gran calidad de sus razas y de la gran competitividad<br />

de sus precios; en segundo lugar destacan<br />

los países del este de Europa (exceptuando a la<br />

URSS), dominadores del 20% del mercado a nivel<br />

mundial, aunque esta posición tan ventajosa tenga<br />

Fig. 4.—Precio del ovino para vida en el mercado español e<br />

internacional.<br />

otros motivos totalmente diferentes, ya que son países<br />

que dedican a la exportación la práctica totalidad de<br />

su producción con el objeto de obtener divisas con las<br />

que hacer frente a la compra de otros bienes en el<br />

mercado internacional, hecho que tiene una gran importancia<br />

tras el desmantelamiento de la economía<br />

marxista y el paso a una economía de mercado.<br />

En la exportación española se observa también la<br />

dinámica comercial marcada por nuestra adhesión a<br />

la CEE, pero en contra de las expectativas creadas<br />

antes de nuestra entrada, los datos corroboran que la<br />

balanza comercial se invierte y pasa a ser bastante<br />

deficitaria.<br />

La clave a este panorama mundial hay que buscarla<br />

en los precios de los mercados que cotizan a nivel<br />

internacional (tabla III); hay que hacer la salvedad de<br />

que el caprino no cotiza en éstos, observándose que<br />

son mucho más competitivos los mercados australiano<br />

y neozelandés que el comunitario y español, y ello<br />

es lógico si tenemos en cuenta su mucho menor coste<br />

de producción basado en el menor impacto de la re-


ANÁLISIS ECONÓMICO DEL COMERCIO MUNDIAL DE ANIMALES VIVOS (OVINO CAPRINO) 193<br />

muneración de los factores alimentación (explotación<br />

en grandes superficies sin ningún aporte suplementario)<br />

y mano de obra (por su sistema de grandes rebaños<br />

manejados por pocas personas a caballo). Por último,<br />

consideramos que la apertura al mercado de la<br />

Europa del este abre nuevas expectativas, ya que su<br />

competencia puede basarse en nuevos objetivos, pasando<br />

a exportar por el bocho de simples acuerdos<br />

comerciales y cotizando en los mercados internacionales<br />

con unos precios francamente conipelilivos; recordemos<br />

que su producción es también mucho menos<br />

costosa que la comunitaria, ya que está basada en<br />

una mano de obra menos onerosa.<br />

Todo este panorama coloca a nuestro país en una<br />

posición escasamente competitiva en contra de las expectativas<br />

suscitadas, debiendo hacer hincapié en lo<br />

que ha sido señalado por diversos autores (6), que debemos<br />

tender a una reducción de nuestros costes para<br />

poder lograr un precio competitivo, debiendo reestructurar<br />

el sector en el que no tienen cabida nuestros<br />

cebaderos, y potenciar la explotación de nuestros<br />

secanos en integración con estas especies. Es evidente<br />

que nuestro mercado interior se ha visto afectado y<br />

puede deteriorarse mucho más si no se adoptan las<br />

medidas oportunas.<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

1. Anuario de Comercio. lid. RAO, liorna, varios años.<br />

2. Anuario de Producción, lid. 1AO, liorna, varios años.<br />

3. Boletín de Precios Agrarios, lid. Secretaría General Técnica<br />

del MAPA, varios años.<br />

4. Informe económico 19SS. lid. Raneo de Uilbao-Vizcavíi.<br />

Bilbao, 1989.<br />

5. PYZ SAEZ, A., y lilJIZ ARAD, ],.: «Aportación al e.onoeiinicnlo<br />

de ki estructura económica de la producción<br />

ovina». III Jornadas Internacionales de la SHO, Mérida,<br />

1979.<br />

6. RUIZ, L.; PAZ, A., y ROUCO, A.: «Análisis económico de<br />

una explotación de ovino». XIV Jornadas Científicas de<br />

la <strong>SEOC</strong>. Jaén, 1989.


Comunicación<br />

Análisis económico del mercado mundial de carne de ovino<br />

L. Ruiz Abad*, A. Rouco Yáñez** y J. A. Aguado Ramo***<br />

INTRODUCCIÓN<br />

Continuando con la línea de trabajo que nos ha llevado<br />

a participar en anteriores Jornadas Científicas<br />

de esta Sociedad, el equipo que constituimos la Unidad<br />

Docente de Economía Agraria de la Facultad de Veterinaria<br />

de Madrid presentamos unas comunicaciones<br />

con la pretensión de colaborar en el conocimiento y<br />

desarrollo de los sectores ovino y caprino.<br />

Dado que España hace cuatro años que pertenece a<br />

la Comunidad Económica Europea, y que en estas<br />

Jornadas hay una ponencia que realiza un análisis<br />

económico del sector ovino español, hemos creído<br />

conveniente tocar dos aspectos que puedan complementar<br />

la misma y que se refieren al análisis económico<br />

del comercio mundial de animales vivos (ovinos<br />

y caprinos —los anuarios de la FAO los recoge englobados—),<br />

y de la carne de ovino.<br />

La pretendida situación favorable que se iba a presentar<br />

para este sector tras nuestra adhesión a la<br />

CEE, según manifestaciones de diversos autores y de<br />

la propia Administración, se ha revelado a posteriori<br />

problemática, desfavorable e incierta para el futuro,<br />

de tal forma que en las Jornadas de esta Sociedad del<br />

año 1988, celebradas en Segovia, se apuntaba la importancia<br />

que tienen las primas para la subsistencia<br />

del mismo, lo que nos llevó a realizar el análisis de<br />

una explotación (presentada en Jaén en 1989), donde<br />

quedaba de manifiesto cómo estas subvenciones habían<br />

supuesto el 20% del total de los ingresos en 1988<br />

y el 14,21% en 1989, lo que realmente demuestra la<br />

tremenda importancia que este capítulo representa<br />

en la actualidad en nuestro sector ovino, con todos los<br />

problemas que esto conlleva.<br />

PRODUCCIÓN DE CARNE<br />

La ubicación de la cabana ovina en el mundo se rige<br />

por una serie de parámetros que han sido puestos<br />

* Profesor titular de la Cátedra de Economía Agraria del<br />

Departamento de Producción Animal de la Facultad de<br />

Veterinaria de la UCM. Carretera de La Coruña, s/n,<br />

28040 Madrid.<br />

** Becario de FPI de la Cátedra de Economía Agraria del<br />

Departamento de Producción Animal de la Facultad de<br />

Veterinaria de la UCM. Carretera de La Coruña, s/n,<br />

28040 Madrid.<br />

*** Profesor titular interino de Estados Unidos de la Cátedra<br />

de Economía Agraria del Departamento de Producción<br />

Animal de la Facultad de Veterinaria de la UCM.<br />

Carretera de La Coruña, s/n, 28040 Madrid.<br />

de manifiesto por diversos autores; de éstos vamos a<br />

citar los más importantes: a) zonas de baja densidad<br />

humana; b) grandes extensiones de terreno; c) escaso<br />

nivel de pluviometría, y d) zonas, en definitiva, con<br />

una producción no mercadeable y donde el ovino, y<br />

en su caso el caprino, juegan un papel primordial para<br />

obtener unos recursos que de otra forma se perderían,<br />

con la consiguiente degradación por desertización.<br />

En la tabla I y figura 1 podemos ver la evolución de<br />

la producción de carne de ovino en el mundo, la CEE<br />

y los países que hemos considerado más representativos.<br />

Años<br />

1965<br />

1975<br />

1978<br />

1979<br />

1980<br />

1981<br />

1982<br />

1983<br />

1984<br />

1985<br />

1986<br />

1987<br />

Tabla I<br />

Producción de carne de ovino<br />

(peso canal total, en miles de toneladas)<br />

MUHDIAL<br />

5.180<br />

6.777<br />

5.535<br />

5.502<br />

5.849<br />

5.984<br />

6.244<br />

6.139<br />

6.145<br />

6.242<br />

6.246<br />

6.420<br />

CEE


ANÁLISIS ECONÓMICO DEL MERCADO MUNDIAL DE CARNE DE OVINO 195<br />

Salvo en el caso de la URSS, que manifiesta más<br />

fluctuaciones que el resto de las series y una cierta<br />

tendencia a la estabilidad, el resto se muestra con un<br />

trend ascendente, aunque si bien es cierto que esta<br />

producción no llega a alcanzar el dinamismo del resto<br />

de las especies animales (salvo el caprino, que presenta<br />

el mismo comportamiento) por motivos inherentes<br />

a la propia oferta (hemos señalado los más importantes)<br />

y a la demanda de carne de esta especie (que<br />

veremos más adelante), aunque ya ha sido señalado<br />

en diversos trabajos.<br />

Tomando los datos correspondientes al censo mundial<br />

de ovino del Anuario de Estadística Agraria del<br />

MAPA para el año 1987, vemos cómo su distribución<br />

porcentual es la siguiente:<br />

— Australia: 13,5%.<br />

— CEE: 7,2%.<br />

— Nueva Zelanda: 6,2%.<br />

— URSS: 12,2%.<br />

— Países del Este*: 4,1%.<br />

— España**: 1,5%.<br />

Frente a esta distribución mundial del censo, vemos<br />

cómo se reparte la producción de carne (tabla I), que<br />

porcentualmente es:<br />

— Australia: 9,1%.<br />

— CEE: 14,4%.<br />

— Nueva Zelanda: 9,4%.<br />

— Países del Este*: 4,3%.<br />

— España**: 3,2*.<br />

Esto, unido a los datos que presentamos en la otra<br />

Comunicación, en los que se puede apreciar que los<br />

países del Este representan el 20,5% del total mundial<br />

de la exportación de animales vivos y Australia el<br />

29,4%, nos da una idea previa de la ubicación del ovino<br />

en el mundo y de las principales corrientes comerciales,<br />

de tal forma, y sirva como ejemplo, que la CEE,<br />

que tiene el 7,2% de la población ovina mundial, produce<br />

el 14,4% de la carne, lo que significa que es un<br />

bloque netamente importador de animales vivos,<br />

amén del comercio de canales como veremos más<br />

adelante.<br />

PAÍSES IMPORTADORES<br />

Partimos de un producto que es la carne y recordamos<br />

cómo cursando Economía Agraria en la licenciatura<br />

el profesor PAZ SAEZ nos decía: «Los países desarrollados<br />

son los que pueden acceder a estos productos,<br />

es decir, tenemos la suerte de poder comer<br />

carne, y algunos todos los días.» Es evidente que hablamos,<br />

por tanto, de que son los países desarrollados<br />

los que pueden acceder a estos productos, siendo así<br />

* En este bloque hemos incluido Bulgaria, Checoslovaquia,<br />

RDA, Hungría, Polonia, Rumania y Yugoslavia.<br />

* Este porcentaje ya está incluido en el de la CEE.<br />

los países con mayores recursos económicos los que<br />

abarcan el mayor porcentaje de la importación de ovino,<br />

como se puede apreciar en la tabla II y figura 2.<br />

Así podemos ver cómo entre la CEE (327.277 toneladas),<br />

la URSS (40.000 toneladas), los países árabes<br />

(260.000 toneladas) y Japón (70.000 toneladas) representan<br />

en el año 1988 el 82,15% del total mundial de<br />

importaciones de carne de ovino.<br />

No sólo tiene una tremenda importancia que sean<br />

los países con más recursos económicos los que puedan<br />

adquirir carne de ovino en el mercado mundial,<br />

sino que además hay que considerar que en otras<br />

producciones, como los monogástricos, se puede producir<br />

en los propios países un sistema intensificado,<br />

lo que no se puede dar en esta especie por tratarse de<br />

una producción extensiva y necesitar, por tanto, de un<br />

espacio físico (factor tierra) determinado (el modelo<br />

de cebo español intensificado hace tiempo que venimos<br />

señalando que está en crisis).<br />

Todo ello nos dice que son los países productores<br />

los que tienen que seguir abasteciendo de carne de<br />

ovino a los países más industrializados.<br />

No obstante, hay que hacer constar que hablamos<br />

de una demanda que presenta un crecimiento muy<br />

bajo (por razones ya expuestas en multitud de trabajos),<br />

y que además no es previsible que vaya a incrementarse<br />

mucho más.<br />

Hay que resaltar que en la CEE son el Reino Unido<br />

y Francia los mayores importadores, puesto que abarcan<br />

el 60% del total, lo que supondría un buen mercado<br />

para la producción española si logramos establecer<br />

una competitividad en precios de mercado, algo<br />

bastante señalado y no de fácil solución, puesto que<br />

supondría afrontar la crisis de nuestro secano en su<br />

conjunto.<br />

Tampoco hay que olvidar a los países árabes con<br />

Irán e Irak a la cabeza de las importaciones de estos<br />

países, con el 70%, aunque es preciso no olvidarse de<br />

las condiciones que requieren estos países para la importación<br />

de carne.<br />

PAÍSES EXPORTADORES<br />

Si observamos la tabla II (exportaciones) y la figura<br />

3, vemos cómo son los países que cumplen las condiciones<br />

que señalamos, al hablar de la ubicación del<br />

ovino en el mundo, los que abastecen el mercado<br />

mundial. Véase cómo entre Australia y Nueva Zelanda<br />

abarcan el 70% del total de exportaciones mundiales.<br />

Asimismo, y por razones de política de mercados, la<br />

CEE supone alrededor del 16% de las exportaciones<br />

mundiales.<br />

Es lógico pensar que estos grandes países exportadores<br />

no sólo cumplen las condiciones descritas, sino<br />

que además, la incidencia de los costes fijos en la explotación<br />

de esta especie es prácticamente nula, lo<br />

que determina que se obtenga un producto a un precio<br />

muy competitivo en el mercado mundial.


196 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

Tabla II<br />

Comercio internacional de carne de ovino, en toneladas<br />

Años<br />

MUNDO<br />

CEE *<br />

AUSTRALIA<br />

IMPORTACIONES<br />

N. ZELANDA<br />

U.R.S.S.<br />

PAÍSES ESTE**<br />

ESPAÑA<br />

1978<br />

1979<br />

1980<br />

1981<br />

1982<br />

1983<br />

1984<br />

1985<br />

1986<br />

1987<br />

1988<br />

738.050<br />

792.466<br />

827.394<br />

853.046<br />

870.688<br />

820.640<br />

804.130<br />

811.012<br />

862.567<br />

870.193<br />

848.698<br />

351.871<br />

335.340<br />

299.545<br />

263.675<br />

334.411<br />

284.025<br />

286.780<br />

287.400<br />

302.539<br />

316.677<br />

327.277<br />

6<br />

4<br />

9<br />

15<br />

0<br />

445<br />

3.470<br />

1.575<br />

1.488<br />

1.175<br />

1.900<br />

11<br />

28<br />

0<br />

27<br />

17<br />

5<br />

0<br />

25<br />

11<br />

18<br />

51<br />

10.000<br />

70.000<br />

130.000<br />

135.000<br />

120.000<br />

100.000<br />

45.000<br />

40.000<br />

77.000<br />

62.000<br />

40.000<br />

3.162<br />

3.000<br />

2.998<br />

3.302<br />

7.100<br />

5.800<br />

8.258<br />

22.608<br />

1.200<br />

1.500<br />

8.583<br />

934<br />

1.039<br />

310<br />

1.737<br />

1.500<br />

763<br />

640<br />

1.500<br />

7.862<br />

11.421<br />

14.725<br />

Años<br />

MUNDO<br />

CEE *<br />

AUSTRALIA<br />

EXPORTACIONES<br />

N. ZELANDA<br />

U.R.S.S.<br />

PAÍSES ESTE»*<br />

ESPAÑA<br />

1978<br />

1979<br />

1980<br />

1981<br />

1982<br />

1983<br />

1984<br />

1985<br />

1986<br />

1987<br />

1988<br />

776.484<br />

814.077<br />

793.028<br />

932.817<br />

843.345<br />

909.561<br />

858.665<br />

818.010<br />

843.924<br />

928.358<br />

869.102<br />

80.798<br />

79.026<br />

77.632<br />

72.396<br />

68.215<br />

72.913<br />

79.414<br />

89.046<br />

101.182<br />

120.434<br />

139.826<br />

192.424<br />

152.213<br />

189.986<br />

242.583<br />

146.998<br />

172.698<br />

93.325<br />

91.993<br />

143.997<br />

167.623<br />

166.396<br />

376.108<br />

461.949<br />

418.282<br />

494.247<br />

455.600<br />

506.458<br />

523.968<br />

496.463<br />

448.661<br />

509.897<br />

433.661<br />

0<br />

0<br />

0<br />

0<br />

0<br />

0<br />

0<br />

0<br />

0<br />

0<br />

0<br />

29.376<br />

30.016<br />

30.609<br />

23.812<br />

47.789<br />

33.103<br />

38.092<br />

40.121<br />

35.013<br />

36.338<br />

34.426<br />

2.081<br />

839<br />

1.374<br />

1.041<br />

1.100<br />

1.234<br />

1.309<br />

1.000<br />

5.381<br />

7.872<br />

19.676<br />

* Se considera, para lodos los años, la actual composición de la CKF.-12.<br />

** liste epígrafe comprende a: Bulgaria, Checoslovaquia, RDA, Hungría, Polonia, Rumania y Yugoslavia.<br />

Fuente: Anuario de Producción de la PAO. Varios años.<br />

900 i—•<br />

800 r<br />

9SO<br />

700<br />

S00<br />

500<br />

400<br />

300<br />

200<br />

100 r<br />

0L<br />

1982 1984<br />

50 l 1978 1980<br />

1982 1984<br />

1988<br />

Años<br />

Años<br />

Mundo<br />

CEE<br />

--- URSS<br />

Fig. 2.—Comercio internacional de carne de ovino, importación.<br />

Mundo<br />

CEE<br />

Aus.<br />

N.Z.<br />

Fig. 3.—Comercio internacional de carne de ovino, exportación.


ANÁLISIS ECONÓMICO DEL MERCADO MUNDIAL DE CARNE DE OVINO 197<br />

Tabla III<br />

Precio medio en $USA de la carne de cordero y carnero<br />

de 13 a 16 kg de PV en el mercado internacional<br />

y comparación con el mercado español<br />

Importación<br />

Exportación<br />

NUEVA ZELANDA<br />

ESPAÑA *<br />

$ USA/100 Kg<br />

$ USA/100 Kg<br />

1978<br />

1979<br />

203,2<br />

220,8<br />

322,1<br />

.417,7<br />

1978 1980 1982 1984 1986 1988<br />

Años<br />

Fig. 4.—Comercio internacional español de carne de ovino.<br />

1980<br />

1981<br />

1982<br />

267,7<br />

310,1<br />

312,0<br />

368,2<br />

321,8<br />

271,4<br />

450r- ' ••<br />

! " N. Zelanda<br />

,_„:<br />

España<br />

1983<br />

268,0<br />

218,4<br />

1984<br />

326,0<br />

225,1<br />

1985<br />

370,0<br />

298,3<br />

1986<br />

399,0<br />

389,5<br />

1987<br />

379,0<br />

421,6<br />

* Se considerad cambio medio del SUSA a! 31 de diciembre de cada año.<br />

Fuente: Elaboración propia a partir de: Anuario de Producción de la FAO (años<br />

respectivos). Boletines Mensuales de Estadística del MAPA e Informe Hconómico<br />

1988 del BBV.<br />

No podemos dejar de señalar la incidencia de los<br />

países del Este, que en la tabla II se puede apreciar<br />

cómo representan en torno al 4,5% de las exportaciones<br />

mundiales, y ello no significa que sean grandes<br />

productores, sino que es debido al sistema económico<br />

vigente hasta la actualidad, lo que les hacía exportar<br />

prácticamente toda su producción para tener así una<br />

fuente de entrada de divisas.<br />

No obstante, en el futuro habrá que prestar atención<br />

al desarrollo de la economía de mercado en este<br />

bloque, y ver hacia dónde apunta su lógico crecimiento<br />

én el sector productivo que indudablemente se tiene<br />

que dar y que incidirá en el mercado mundial del<br />

sector o sectores de que se trate.<br />

El comercio internacional español de carne de ovino<br />

apenas si ha mostrado dinamismo hasta nuestro<br />

ingreso en la CEE (figura 4), debido fundamentalmente<br />

a que teníamos un buen grado de autoabastecimiento<br />

por un lado, y por otro nuestra falta de competitividad<br />

en precios en el mercado mundial.<br />

A partir del año 1986 el comercio se muestra más<br />

dinámico y a pesar de que la figura 4 muestra que<br />

nuestras exportaciones se encuentran por encima de<br />

las importaciones, no es muy indicativo de la realidad,<br />

puesto que el mercado interior está acusando un<br />

mayor impacto en las importaciones de canales congeladas<br />

de Nueva Zelanda, que lo que puede suponer<br />

nuestro nivel de exportaciones para el conjunto.<br />

Sin entrar en mayores consideraciones sobre la po-<br />

1980 1982<br />

Años<br />

Fig. 5.—Precio de carne de ovino en los mercados español e<br />

internacional.<br />

lítica comunitaria y su incidencia sobre nuestro sector<br />

productivo, así como en el comercio internacional, sí<br />

debemos poner de manifiesto que son realmente<br />

nuestros precios de mercado los que determinan la<br />

falta de competitividad de nuestra carne de ovino en<br />

el mercado mundial, como se puede apreciar en la tabla<br />

III y figura 5, aunque se manifieste un período con<br />

precios más bajos, puesto que es debido a la paridad<br />

de la peseta con el dólar.<br />

Es el precio, como decimos, el verdadero problema,<br />

lo que manifiesta nuestra deficiencia estructural y<br />

consiguientemente que tengamos unos costes de producción<br />

más elevados, por lo que debemos remitirnos<br />

a una serie de acciones que son recogidas en diversos<br />

trabajos expresados en la bibliografía y que en resumen<br />

vienen a decir que se debe de abandonar la producción<br />

intensiva en esta especie y abordarse una reestruturación<br />

del secano español, tomándolo como un<br />

conjunto, lo que podría llevar, y esa es la meta, a una<br />

disminución de los costes de producción.<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

1. Anuario de Comercio. Ed. FAO, varios años.<br />

2. Anuario de Estadística Agraria 1987. Ed. Secretaría<br />

General Técnica del MAPA, Madrid, 1989.<br />

3. Anuario de Producción. Ed. FAO, varios años.


198 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

4. Boletines mensuales de Estadística. Ed. Secretaría General<br />

Técnica del MAPA, Madrid, meses y años respectivos.<br />

5. ESTEBAN MUÑOZ, C: «El sector de las carnes de ovino<br />

y caprino en la CEE. Incidencia de nuestra incorporación<br />

sobre el ovino y caprino español». V Jornadas<br />

Técnicas sobre el Ganado Ovino, Barcelona, 1987.<br />

6. Informe económico 1988. Ed. BBV, Bilbao, 1989.<br />

7. MOLINA, T.: «Ganadería intensiva y déflcit de la balanza<br />

de pagos agrícola». Agricultura, 538: 19,1977.<br />

8. PAZ SAEZ, A., y RUIZ ABAD, L.: «Aportación al conocimiento<br />

de la estructura económica de la producción<br />

ovina». /// Reunión Internacional de Producción Ovina,<br />

Mérida (Badajoz), 1979.<br />

9. PAZ SAEZ, A., y RUIZ ABAD, L.: «Impacto de la política<br />

comunitaria y el mercado en la producción ovina<br />

española, con especial referencia a Castilla-León». XIII<br />

Jornadas Científicas de la <strong>SEOC</strong>, Segovia, 1988.<br />

10. SORIA GUTIÉRREZ, R., y RODRÍGUEZ ZUÑIGA, M.:<br />

«Estructura de la oferta derivada del sector ovino: una<br />

aproximación regional». Monografía núm. 2 del DEA<br />

del CSIC, Madrid, 1977.


Comunicación<br />

Métodos de gestión técnico-económica en explotaciones<br />

de ganado OYÍno en Albacete<br />

S. Joy y L Gallego*<br />

INTRODUCCIÓN<br />

Históricamente el ganado ovino ha tenido una gran<br />

importancia en Castilla-La Mancha, donde como consecuencia<br />

de sus características climáticas y agrológicas,<br />

ha ido configurándose una zona, desde el punto<br />

de vista ganadero, de clara especialización extensiva,<br />

y muy particularmente ovina.<br />

En 1986 había en la comunidad aproximadamente<br />

3.00CK000 de cabezas de ganado ovino, lo que supone<br />

un 18,9% del total nacional, habiendo experimentado<br />

este censo durante el cuatrienio 1982-86 un crecimiento<br />

del" 3^7%. Su distribución regional coloca a<br />

Ciudad Real como primera provincia en cuanto a censo<br />

con un 28,8%, seguida a continuación de Albacete<br />

con el 23,16%, quedando en último lugar Guadalajara<br />

con el 14,4%.<br />

La raza más importante en la población es la Manchega,<br />

tanto en términos absolutos (43,14%) como relativos,<br />

consecuencia de su doble capacidad productora<br />

y de los altos rendimientos comerciales, y de la calidad,<br />

alcanzados en la producción de carne y leche.<br />

Destaca también el alto porcentaje de razas cuyas<br />

áreas de origen se sitúan dentro de los límites regionales<br />

o muy próximas a ellos (Alcarreña, Talaverana<br />

y Segureña), lo que garantiza un notable grado de<br />

adaptación de los efectivos a las condiciones específicas<br />

de explotación en la región.<br />

La característica más general en el conjunto de las<br />

explotaciones ovinas de la región es su reducido tamaño,<br />

con 189 cabezas/explotación como media. En<br />

total se calcula que existen en Castilla-La Mancha alrededor<br />

de 13.000 explotaciones ovinas, en general<br />

de volumen reducido y carácter familiar, lo que hace<br />

que un 60% de los rebaños cuenten con menos de 200<br />

cabezas como media, lo que determina una serie de<br />

importantes limitaciones estructurales y dificulta la<br />

incorporación de las mejoras necesarias.<br />

Sin embargo, junto a esta situación descrita, coexisten<br />

grandes explotaciones ovinas que agrupan casi el<br />

50% del censo regional, destinadas tanto a la producción<br />

de carne como de leche, que soportan rebaños<br />

de dimensiones considerables, donde las propias con-<br />

* Departamento de Ciencia y Tecnología Agroforestal. Universidad<br />

de Castilla-La Mancha.<br />

diciones de explotación han permitido su mejora. Así,<br />

el sistema de un parto por año ha dado paso a otros<br />

que reducen sensiblemente el intervalo entre partos<br />

(tres partos/dos años, cubrición intermitente). La mayoría<br />

de las explotaciones poseen base territorial, lo<br />

que permite realizar una planificación alimenticia<br />

que evite las grandes oscilaciones de los subproductos<br />

agrícolas. Y por último, como exponente de este alto<br />

grado de tecnificación apuntado en estas explotaciones,<br />

resaltar el incremento permanente en el número<br />

de instalaciones de ordeño mecánico incorporadas recientemente.<br />

Este tipo de explotaciones son también frecuentes<br />

en la provincia de Albacete, cuya agricultura ha evolucionado<br />

profundamente en el curso de estos últimos<br />

veinte años como consecuencia del descubrimiento de<br />

importantes reservas de agua que han permitido<br />

transformar en regadío grandes extensiones de terreno.<br />

Esta nueva situación ha afectado de manera importante<br />

a la cabana ovina provincial, que ha asistido durante<br />

este período de tiempo a un proceso de intensificación<br />

de sus sistemas de producción, prestando cada<br />

vez más atención a su especialización lechera.<br />

Por todo lo anterior, de todas las especies explotadas<br />

en la región, la ovina constituye quizá la de más<br />

evidente futuro, al margen de situaciones puramente<br />

coyunturales, dado, de una parte, las condiciones específicas<br />

de la zona, y de otra, su menor dependencia<br />

de concentrados que otras especies, aprovechando recursos<br />

baratos que de otra manera se perderían.<br />

No obstante, esta situación interesante descrita para<br />

este tipo de explotaciones ovinas de la región contrasta<br />

con los estudios más recientes llevados a cabo,<br />

en los que se ponen de manifiesto los numerosos problemas<br />

que inciden negativamente sobre la rentabilidad<br />

del ganado ovino, que ha llegado a hacer temer<br />

por la supervivencia de muchas de ellas.<br />

Por ello, paralelamente con la difusión de nuevas<br />

técnicas productivas destinadas a incrementar el número<br />

de corderos por oveja, la mejora de las condiciones<br />

alimenticias o a elevar la atención sanitaria del<br />

ganado, es necesario introducir técnicas de gestión<br />

que permitan un anáfisis riguroso de las condiciones<br />

de viabilidad de las explotaciones y establezcan criterios<br />

de rentabilidad que permitan al ganadero una toma<br />

más racional de sus decisiones.


200 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

LA GESTIÓN TECNICO-ECONOMICA:<br />

CONSIDERACIONES GENERALES<br />

El desarrollo de métodos de gestión de explotaciones<br />

agropecuarias ha tenido lugar en las dos últimas<br />

décadas en un gran número de países, a partir de una<br />

concepción empresarial de actividades agrarias. La<br />

aplicación de estas técnicas al mejor aprovechamiento<br />

de los recursos y a la reconducción de las distintas<br />

actividades ha sido posible gracias al desarrollo de la<br />

informática, y a la creación de estructuras asociativas<br />

que han permitido desarrollarlas. «Los métodos de<br />

gestión tienen como objetivo proponer métodos para<br />

una mejora neta y duradera de eficiencia económica<br />

de la empresa agrícola» (CORDONNIER y cois., 1983).<br />

La técnica de gestión más simple y utilizada es el<br />

análisis de grupo o comparativo, que emplea un número<br />

determinado de índices técnicos y económicos<br />

que constituyen la base de comparación frente a beneficios<br />

o márgenes obtenidos. A partir de él se determinan<br />

los elementos que limitan con mayor medida<br />

los resultados.<br />

El análisis factorial es una técnica analítica que<br />

permite conclusiones más objetivas, aunque introduce<br />

una mayor complejidad (CORDONNIER y cois., 1983).<br />

Pretende explicar las causas de variación de un cierto<br />

número de criterios (o índices) previamente seleccionados,<br />

a partir de diferentes factores independientes<br />

entre sí.<br />

Otras técnicas de apoyo utilizadas en la fase de<br />

análisis son las regresiones, análisis de la varianza,<br />

de correlaciones, y análisis presupuestario. Este último<br />

pretende prever los resultados tras la introducción<br />

de cambios en el sistema de producción.<br />

Por último, los modelos lineales de decisión determinan<br />

los programas óptimos a través de la elección<br />

de las combinaciones que conducen a la mayor eficacia<br />

productiva de la explotación (JUDEZ, 1983).<br />

La precisión y la validez de las conclusiones depende<br />

principalmente del nivel de precisión y de la calidad<br />

cualitativa de la información recogida.<br />

En España los Institutos Técnicos de Gestión, creados<br />

en Navarra en 1979 a modo de los centros de gestión<br />

franceses, han sido pioneros en la aplicación de<br />

estas técnicas de modo continuo, desarrollándose en<br />

sectores como el bovino, porcino, cereales y recientemente<br />

ovino. En el sector ovino los Servicios Centrales<br />

de Extensión Agraria han puesto a punto un programa<br />

de gestión a nivel nacional (GÓMEZ TORAN,<br />

1984). Por otro lado, la Agencia de Desarrollo Ganadero<br />

cuenta con otro programa y algunos resultados.<br />

En Aragón se está coordinando una acción común que<br />

permita desarrollar un control de gestión único para<br />

cada una de las actividades agrarias más importantes,<br />

entre las que destaca el interés por la ganadería<br />

ovina.<br />

OBJETIVOS PRINCIPALES<br />

Los principales objetivos que un plan de gestión técnico-económica<br />

aplicado a las ganaderías ovinas de la<br />

provincia de Albacete pretende conseguir podemos<br />

resumirlos así:<br />

1. Establecimiento de una metodología<br />

y procesado de datos<br />

Se incluye como objetivo, ya que la toma y procesado<br />

de datos constituyen el núcleo central de un control<br />

de gestión y determinan los límites del análisis<br />

posterior a realizar. Por otro lado es en esta fase; donde<br />

surgen mayores problemas, siendo necesario conocer<br />

el nivel de precisión de la información, establecer<br />

criterios de valoración comunes y de normalización<br />

de los datos. Es necesario también establecer una metodología<br />

de la recogida de la información asequible<br />

al ganadero.<br />

2. Características de los sistemas de producción<br />

Se trata de definir los sistemas de producción atendiendo<br />

a las características estructurales de la explotación<br />

y al manejo del ganado. Para ello se consideran<br />

los distintos niveles de intensificación, analizando<br />

entre éstos los siguientes parámetros.<br />

— Superficies pastables.<br />

— Alimentación en aprisco.<br />

— Reproducción (selección, razas o cruces, tratamientos,<br />

manejo, cubrición).<br />

— Producción de corderos (destete, cruce industrial).<br />

— Producción de leche.<br />

— Instalaciones.<br />

— Mano de obra.<br />

— Tamaño del rebaño.<br />

3. Metodología para el análisis<br />

de explotaciones ovinas<br />

Se pretende desarrollar y contrastar métodos de<br />

análisis de gestión técnico-económica que permitan<br />

concluir los medios necesarios para incrementar la<br />

rentabilidad de las explotaciones, estimada mediante<br />

márgenes brutos. Se realizará a partir de la información<br />

recopilada en un número limitado de explotaciones.<br />

Para ello se distribuirán en grupos atendiendo a<br />

criterios básicos y claramente diferenciados del sistema<br />

de producción.<br />

4. Determinación de modelos óptimos<br />

Una vez realizado el análisis de las explotaciones y<br />

llegado a las conclusiones correspondientes acerca de<br />

los factores limitantes de la rentabilidad se plantea<br />

como objetivo último la determinación de modelos óptimos<br />

de explotaciones ovinas de carne y carne-leche.<br />

«Un modelo de empresa agrícola puede definirse como


MÉTODOS DE GESTIÓN TECNICO-ECONOMICA EN EXPLOTACIONES DE GANADO OVINO EN ALBACETE 201<br />

la representación formal de los conocimientos relativos<br />

a una unidad de producción agrícola. El modelo<br />

se convierte en modelo de decisión cuando va unido a<br />

una función objetiva, como, por ejemplo, el de optimización<br />

del ingreso neto» (CORDONNIER, 1983).<br />

MATERIALES Y MÉTODOS<br />

Materiales<br />

Para la realización del presente trabajo se ha contado,<br />

en una primera fase, con 15 explotaciones, tanto<br />

de carne como de carne-leche, de la provincia de<br />

Albacete. Su elección se realizó procurando que fueran<br />

lo más representativas posible de determinadas<br />

zonas geográficas y diferentes sistemas de explotación.<br />

Además, de entre las ganaderías seleccionadas<br />

por los anteriores criterios se eligieron aquellas cuyos<br />

responsables mostraron un mayor grado de interés<br />

por el plan, por considerar de gran importancia la colaboración<br />

del empresario en las labores de recogida<br />

de datos.<br />

Durante el primer año de funcionamiento se recogieron<br />

datos correspondientes a 11 ganaderías, donde<br />

la raza predominante fue la Manchega en distintos<br />

grados de cruzamiento. Las explotaciones ganaderas<br />

estaban situadas en fincas agrícolas generalmente extensas,<br />

que les proporcionaron la base de pastoreo<br />

sobre subproductos agrícolas y, en muy pocos casos,<br />

superficies forrajeras destinadas al rebaño.<br />

El manejo reproductivo seguido en todos los casos<br />

fue el de tres partos en dos años. El destete se realizó<br />

precozmente, dada la orientación lechera de la mayor<br />

parte de las explotaciones y, aunque el cebo de los<br />

corderos en la explotación es la práctica más generalizada,<br />

en algunos casos la venta tuvo lugar al destete.<br />

Métodos<br />

1. Recopilación de la información<br />

A) Ficha técnica de explotación (anejo 1)<br />

En ella se recogen y almacenan los principales datos<br />

técnicos de infraestructura de la explotación. Su<br />

finalidad principal es conocer en todo momento las líneas<br />

principales de actuación de cada ganadero, así<br />

como los medios con que cuenta para realizarlas.<br />

Consiste en una encuesta realizada directamente sobre<br />

el ganadero con una periodicidad anual.<br />

— Corderos muertos.<br />

— Fecha de entrada de machos y número.<br />

— Número de ovejas en ordeño.<br />

— Muerte de reproductores/as.<br />

— Corderos destetados.<br />

B.2.<br />

Parid diario de ingresos y gastos<br />

En el que se recogen datos de:<br />

— Ventas de corderos.<br />

— Ventas de subproductos (lana, pieles, estiércol,<br />

etc.).<br />

— Venta de leche.<br />

— Gastos sanitarios y varios.<br />

— Gastos de mano de obra.<br />

En gastos varios se incluyen los referentes a cuotas,<br />

seguros, gastos de esquileo, portes, agua, luz, contribuciones,<br />

etc.<br />

B.3.<br />

Parte diario de compra y almacenamiento<br />

de alimentos<br />

Recoge todos los productos alimenticios que se almacenan<br />

con destino a la alimentación del ganado en<br />

pesebre. En él se anotan las entradas de productos,<br />

ya sean de propia explotación o del exterior.<br />

En él se anotan los datos sobre:<br />

— Pienso de corderos.<br />

— Pienso de ovejas.<br />

— Heno.<br />

— Subproductos.<br />

En este apartado se incluye la valoración de las cosechas<br />

de cultivos que son aprovechadas por el ganado<br />

mediante pastoreo, situación que se puede abordar<br />

desde dos puntos de vista. El primero y más sencillo<br />

consiste en considerar el precio de arrendamiento del<br />

cultivo en los casos en que existen referencias en el<br />

mercado agrario. El segundo contempla la valoración<br />

a partir de los gastos directos ocasionados por el cultivo<br />

y del precio de mercado anual de la tierra.<br />

Cuando se recolectan excedentes de pastoreo, en la<br />

valoración detallada se incluyen los ingresos procedentes<br />

de dicha recolección y los gastos originados<br />

por ésta. Por el contrario, si el aprovechamiento a<br />

diente de un cultivo es esporádico o parcial, se valora<br />

exclusivamente dicho aprovechamiento.<br />

B) Partes mensuales (anejo 2)<br />

B.l.<br />

Parte diario ganadero<br />

En él se recoge la evolución diaria de los siguientes<br />

parámetros:<br />

— Número de partos (simples, dobles).<br />

— Número de abortos.<br />

C) Partes anuales (anejo 3)<br />

Los datos correspondientes a este documento se obtienen<br />

al final de cada ejercicio, es decir, en el mes de<br />

diciembre. En él se reflejan los inventarios de principio<br />

y final de año de los principales factores de producción<br />

(reproductores, alimentos en almacén, corderos,<br />

estiércol, etc.), todos ellos valorados debidamente.


202 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

Tabla I<br />

Media, desviación típica y matriz de correlaciones<br />

de los principales índices técnicos-económicos<br />

Tabla II<br />

Comparación de resultados obtenidos en diferentes<br />

programas de gestión técnico-económica<br />

ÍNDICES<br />

TÉCNICOS<br />

MEDIA V DESVIA<br />

CION TÍPICA<br />

CORRELACIONES<br />

PB<br />

(IB<br />

ÍNDICES TÉCNICOS<br />

ALBACETE .<br />

ZARAGOZA<br />

TARN<br />

(FRANCIA)<br />

Efectivo medio de ovejas<br />

Efectivo medio de machos<br />

Mano de obra (UTH)<br />

N« de ovejas / UTH<br />

Fertilidad Anual (X)"<br />

Protificidad (%)<br />

Tasa abortos (%)<br />

Tasa mortalidad de corderos (%)<br />

Tasa desecho {%)<br />

Tasa mortalidad reproductores (%)<br />

Tasa renuevo (%)<br />

ÍNDICES DE PRODUCCIÓN<br />

721,2 ! 379,0<br />

17.5 i 13,9<br />

2,3 i 1,2<br />

311,4 i 156,2<br />

117,2 i 19,1<br />

130,0 i 10,1<br />

3,3 t 3,1<br />

14.6 ! 12,2<br />

11,6 í 9,8<br />

3,3 i 1,7<br />

16,2 ! 7,4<br />

0,08<br />

0,44<br />

0,41<br />

-0,15<br />

0,57<br />

0,62<br />

0,35<br />

-0,80<br />

0,57<br />

-0,01<br />

0,21<br />

0,10<br />

0,42<br />

0,35<br />

0,08<br />

0,59<br />

0,32<br />

0,06<br />

-0,51<br />

0,28<br />

0,13<br />

0,22<br />

Efectivo medio de ovejas<br />

Erectivo medio de machos<br />

mano de obra (UTH)<br />

N3 de ovejas / UTH<br />

Fertilidad (%)<br />

Proliticidad (%)<br />

Tara abortos í%)<br />

Tara mortalidad de corderos 1%)<br />

Tara desecho (%)<br />

Tara mortalidad reproductores {%)<br />

Tara semero (%)<br />

ÍNDICES DE PRODUCCIÓN<br />

721,2 s 379,0 •<br />

17,5 i 13,9<br />

2,3 • 1,2<br />

311,4 ; 156,2<br />

129,1 : 19,1<br />

130,0 s 10,1<br />

3,3 : 3,7<br />

4,6 ! 2,2<br />

1 1,6 i 9,8<br />

3,3 s 1.7<br />

16.2 ! 7,4<br />

625 ! 528<br />

11 ± A<br />

1.8: 1<br />

331 i 113<br />

122 s 12<br />

133 i 14<br />

12 : 6<br />

12 : 6<br />

15 : 5<br />

94<br />

147.5<br />

7.4<br />

20.7<br />

2.2<br />

29<br />

Productividad numérica<br />

Productividad ponderal (kg)<br />

Peso venta corderos (kg)<br />

Precio venta corderos íptas)<br />

Leche vendida por oveja íl)<br />

Precio venta leche íptas)<br />

1,3 ! 0,3<br />

26,6 t 6.6<br />

20,2 i 4,5<br />

407,3 i 7,4<br />

29,2 i 12,9<br />

99,1 ! 17,6<br />

0,84<br />

0,56<br />

0,12<br />

0,30<br />

0,51<br />

0,27<br />

0,70<br />

0,12<br />

-0,20<br />

0,03<br />

0,43<br />

-0,06<br />

Productividad numérica<br />

Productividad ponderal (kg)<br />

Peso venta .corderos (kg)<br />

Precio venta corderos (ptas)<br />

Leche vendida por oveja (1)<br />

Precio venta leche (ptas)<br />

1.3 : 0.3<br />

26,6 : 6,6<br />

20.2 s 4.5<br />

407,3 : 7,4<br />

29,2 i 12.9<br />

99,1 i 17,6<br />

1.4: 2<br />

32 i 6<br />

23.6: 1.7<br />

342 : 18<br />

13<br />

168-8<br />

ÍNDICES DE CONSUMO<br />

Concentrado consumido ovejas (kg/oveja)<br />

Heno consumido ovejas (kg/oveja)<br />

Subproductos consumidos ovejas (kg/oveja)<br />

Concentrado consumido corderos (kg/cordero)<br />

Precio medio concentrado ovejas (pías)<br />

Precio medio heno (ptas)<br />

Precio medio subproducto (ptas)<br />

Precio medio concentrado corderos (ptas)<br />

68,0 i 31,9<br />

98,8 i 68,2<br />

286,1 *204,7<br />

41,0 í 16,8<br />

24,2 i 1,2<br />

15,8 s 0,6<br />

5,6 i 1,1<br />

38,2 ! 7,9<br />

0,04<br />

-0,08<br />

-0,15<br />

0,10<br />

-0,13<br />

0,29<br />

0,16<br />

-0,04<br />

-0,09<br />

-0,14<br />

-0,40<br />

0,07<br />

-0,08<br />

0,21<br />

0,07<br />

-0,26<br />

ÍNDICES DE CONSUMO<br />

Concentrado consumido ovejas (kg/oveja)<br />

Heno consumido ovejas (kg/oveja)<br />

Subproductos consumidos ovejas (kg/oveja)<br />

Concentrado consumido corderos (kg/cordero)<br />

Precio medio concentrado ovejas (otas)<br />

Precio medio neno (ptas)<br />

Precio medio subproducto (ptas)<br />

Precio medio concentrado corderos (ptas)<br />

68,0 : 31.9<br />

98,8 ': 68.2<br />

286,1 ;204.7<br />

41,0 i 16.6<br />

24.2 ! 1.2<br />

15.8 : 0,6<br />

5,6: 1,1<br />

38,2 : 7.9<br />

58 : 31<br />

67 : 75<br />

148 : 88<br />

137 5<br />

ÍNDICES ECONÓMICOS<br />

ÍNDICES ECONÓMICOS<br />

Producto bruto por oveja (ptas)<br />

Gastos alimentación corderos (ptas/oveja)<br />

Gastos alimentación pesebre (ptas/oveja)<br />

Gastos sanitarios (ptas/oveja)<br />

Margen bruto por oveja (ptas)<br />

13255,5 i 4663,1<br />

2279,4; 988,6<br />

4627.8 i 2296,3<br />

374,7 i 274,4<br />

5973,6 ; 3149,8<br />

1<br />

0,28<br />

0,57<br />

0,32<br />

0,78<br />

0,78<br />

0,34<br />

-0,02<br />

0,34<br />

1<br />

Producto bruto por oveja (ptas)<br />

Gastos alimentación corderos (Ptas/oveja)<br />

Gastos alimentación pesebre (ptas/oveja)<br />

Gastos sanitarios (ptas/oveja)<br />

Margen bruto por oveja (ptas)<br />

3255,5 ! 4663.1<br />

2279,4 : 988.6<br />

4627.8 : 2296.3<br />

374,7 : 274.4<br />

6137.2 : 3149.8<br />

1073! :1908<br />

1764: 47<br />

2520 : 794<br />

154. 93<br />

6290 :2002<br />

27980<br />

4160<br />

432<br />

19380<br />

2. índices calculados<br />

Los principales índices reproductores utilizados<br />

son:<br />

— Fertilidad anual: número de partos/100 ovejas<br />

mayores un año.<br />

— Prolifícidad: número medio de corderos nacidos<br />

por parto.<br />

— Productividad numérica: número de corderos<br />

vendidos/oveja y año.<br />

— Tasa de abortos: porcentaje sobre número de<br />

partos.<br />

— Productividad ponderal: kilogramos de carne<br />

vendidos/oveja y año.<br />

Los índices económicos se han expresado en pesetas/oveja<br />

y año, y han sido los siguientes:<br />

— Producto bruto: variaciones de inventario y ventas<br />

de productos.<br />

— Margen bruto: PB-gastos de alimentación en pesebre<br />

y sanitarios.<br />

RESULTADOS<br />

En la tabla I se presentan las medias y desviaciones<br />

típicas de los índices técnico-económicos estudiados,<br />

así como las correlaciones de todos ellos con el PB y<br />

el MB, considerados como los índices de mayor im-.<br />

portancia económica.<br />

En lo que respecta a los valores medios de los índices<br />

calculados, en general se pueden considerar propios<br />

de un sistema de explotación semiextensivo, con<br />

un ritmo reproductivo de tres partos en dos años. En<br />

esta línea se sitúan el valor de la fertilidad anual<br />

(117,2%) y la prolifícidad (130%), resultando, sin embargo,<br />

un poco alto el índice de mortalidad de corderos<br />

(14,6%).<br />

El peso de venta de los corderos (20,2 kg) indica la<br />

existencia de explotaciones donde se produce el cebo<br />

junto a otras donde la venta se realiza como lechales.<br />

La leche vendida por oveja y año (29,21) expresa una<br />

no muy firme orientación lechera en las explotaciones.<br />

En el conjunto de índices económicos, el alto valor<br />

alcanzado por el PB es consecuencia de la doble<br />

orientación carne-leche de los rebaños, que se traduce<br />

en un valor alto también de los gastos de alimentación<br />

en pesebre de las ovejas.<br />

De entre los índices técnicos que más repercusión<br />

tienen, tanto sobre el PB como sobre el MB, destacan<br />

la fertilidad anual (0,57 y 0,59, respectivamente), la<br />

prolifícidad (0,62 y 0,32) y en sentido negativo la mortalidad<br />

de corderos (-0,80 y -0,51). Otros parámetros


MÉTODOS DE GESTIÓN TECNICO-ECONOMICA EN EXPLOTACIONES DE GANADO OVINO EN ALBACETE 203<br />

que también explican, aunque en menor medida, los<br />

índices considerados son el efectivo medio de machos<br />

y la tasa de desecho.<br />

La productividad numérica destaca como el índice<br />

de producción que más explica las variaciones del PB<br />

(0,84) y del MB (0,70). A continuación, en este grupo<br />

de índices productivos se sitúa la leche vendida, con<br />

unos coeficientes de correlación de 0,51 y 0,43 con el<br />

PB y el MB, respectivamente. La productividad ponderal<br />

se relaciona con un coeficiente 0,56 con el PB,<br />

mientras que con el MB tan sólo es de 0,12.<br />

Por último, indicar en relación con los índices económicos<br />

la estrecha relación, como era de esperar,<br />

entre PB y MB (0,78), así como la incidencia positiva<br />

de los gastos de alimentación de ovejas con el<br />

PB (0,57).<br />

En las figuras 1 y 2 se han representado las frecuencias<br />

de distribución de partos y producción de leche<br />

a lo largo del año. En lo que respecta a los partos,<br />

en la figura se aprecia con cierta claridad la existencia<br />

en la raza Manchega de anoestro estacionario, con<br />

un mínimo porcentaje de partos en junio y julio (cubriciones<br />

en enero-febrero) y un máximo en los meses<br />

de enero y abril (cubriciones en agosto y noviembre).<br />

Con más claridad aparece representada en la figura 2<br />

la estacionalidad en la producción de leche, concentrándose<br />

gran parte de la producción en los meses de<br />

primavera, para ser mínima en el otoño. Ello es consecuencia,<br />

por una parte, de la distribución de partos<br />

comentada anteriormente, y por otra del ordeño coyuntural<br />

de algunos rebaños, aprovechando la vegetación<br />

espontánea propia de la época.<br />

La figura 3 recoge el porcentaje de ovejas del total<br />

del rebaño que se ordeñan mensualmente, con valores<br />

medios del conjunto de explotaciones participantes<br />

en el programa. Se observa también una clara estacionalidad<br />

coincidente con la anterior, de tal manera<br />

que en el mes de mayo se ordeñan un 33% del total<br />

de efectivos, mientras que en el de octubre este porcentaje<br />

es tan sólo del 10%. En general, la proporción<br />

de ovejas ordeñadas mensualmente resulta baja, probablemente<br />

debido a la corta duración de las lactaciones,<br />

que dificulta que se solapen mensualmente. A<br />

ello se unen las bajas producciones de leche encontradas,<br />

que aparecen perfectamente determinadas en<br />

la figura 4, en la que se observa cómo la producción<br />

media diaria por oveja a lo largo de todo el año se encuentra<br />

en el intervalo 0,3-0,6 1/día, cifra a todas luces<br />

reducida.<br />

A pesar de que la muestra de explotaciones escogidas<br />

en esta primera fase del programa es reducida, se<br />

ha encontrado una gran variabilidad en muchos de<br />

los parámetros estudiados entre los diferentes rebaños.<br />

Con el fin de ilustrar esta situación se han elaborado<br />

las figuras 5 y 6.<br />

El parámetro más uniforme en todas las explotaciones<br />

es la prolificidad que presenta una baja desviación<br />

típica, mientras que margen bruto, producto bruto<br />

y productividad ponderal, por el contrario, adquieren<br />

valores muy diferentes entre explotaciones.<br />

Otro tanto sucede con los datos sobre consumo de<br />

alimentos reflejados en la figura 6, en los que se aprecia<br />

una gran variabilidad entre explotaciones en el<br />

consumo de concentrados, henos y subproductos.<br />

Estos últimos resultados comentados dificultan notablemente<br />

la estandarización de un sistema de producción<br />

propio de rebaños lecheros en la provincia de<br />

Albacete, a pesar de que el marco agrológico y climático<br />

resulta bastante uniforme, poniéndose claramente<br />

de manifiesto que en un contexto general similar<br />

existen diferentes maneras de enfocar la producción,<br />

con resultados económicos diversos.<br />

Resulta de gran interés también la comparación de<br />

los índices obtenidos en Albacete, determinados por<br />

un sistema de explotación concreto, con los calculados<br />

como consecuencia de programas de gestión similares,<br />

aplicados en otras razas y con otros sistemas de<br />

explotación. Con este fin se ha elaborado la tabla 2,<br />

que recoge datos de explotaciones ovinas de carne en<br />

Zaragoza y de carne-leche en el Tarn (Francia).<br />

Destaca en primer lugar la baja fertilidad anual<br />

(94%) de los rebaños franceses frente a los de Albacete<br />

y Zaragoza, consecuencia de la explotación de una<br />

raza como la Lacaune, caracterizada por la aparición<br />

de un fuerte anoestro estacional, que obliga a la realización<br />

de un solo parto al año. Por otro lado, la prolificidad<br />

resulta superior en el caso francés. La tasa de<br />

desecho en el caso de los rebaños Lacaune (20,7%)<br />

resta siempre superior a los de Zaragoza (15%) y a la<br />

de los manchegos (11,6%). En Francia la intensidad<br />

de renuevo anual (29%) resulta casi doble que la de<br />

Albacete (16,2%).<br />

La productividad numérica resultó ser muy similar<br />

en los tres casos considerados, aunque hay que hacer<br />

constar que en el caso de la Lacaune esta productividad<br />

se obtiene con un parto al año solamente, frente<br />

a los 1,5 partos de las otras dos razas consideradas.<br />

Probablemente la mayor prolificidad observada, junto<br />

a una menor tasa de mortalidad de corderos, sean suficientes<br />

para contrarrestar el menor número de partos<br />

por oveja y año obtenidos.<br />

Donde también vuelven a plantearse diferencias<br />

sustanciales entre los dos casos estudiados y el francés<br />

es en lo relativo al consumo de concentrado por<br />

las ovejas. Los 137,5 kg/oveja del Tarn suponen más<br />

del doble de los consumidos en Albacete y Zaragoza,<br />

poniendo claramente de manifiesto una fuerte intensificación<br />

productiva, sobre todo en lo que a producción<br />

de leche se refiere, que necesariamente obliga a<br />

un incremento en el uso de concentrados, y como consecuencia<br />

a una menor dependencia de los recursos<br />

alimenticios espontáneos.<br />

Esta última afirmación queda claramente contrastada<br />

al comparar las producciones de leche por oveja<br />

en el caso de la Lacaune (168,8 1) y de la Manchega<br />

(29,2 1). Estas diferencias de producción de leche entre<br />

ambas razas son debidas en buena parte al intenso<br />

esfuerzo de selección realizado en la raza francesa<br />

en los últimos cuarenta años, que han permitido obtener<br />

los espectaculares resultados comentados. A ello<br />

hay que añadir el alto consumo de concentrados por


204 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

20 (%)<br />

15<br />

10<br />

í;L'íí<br />

m<br />

m<br />

Ab My Jn<br />

Meses<br />

i<br />

De<br />

vrn fm &$ pv B<br />

En Fb Mr Ab My Jn Jl Ag St Oc No De<br />

Meses<br />

Fig. Ir—Distribución de frecuencia de partos (%).<br />

Fig. 3.—Porcentaje de ovejas ordeñadas<br />

mensualmente.<br />

l./dia<br />

0.6<br />

0.5<br />

0.4<br />

0.3<br />

0.2<br />

0.1<br />

_ N-M.-.. : .:&£.l„<br />

My Jn Jl Ag<br />

Meses<br />

0 L En Fb Mr Ab My Jn Jl Ag<br />

Meses<br />

St Oc No De<br />

Fig. 2.—Frecuencia de la producción de leche (%).<br />

Fig. 4.—Producción media diaria por oveja.


MÉTODOS DE GESTIÓN TECNICO-ECONOMICA EN EXPLOTACIONES DE GANADO OVINO EN ALBACETE 205<br />

Margen bruto (x 1000) Producto bruto (x 1000)<br />

10<br />

A B C D E F Q H I J K L M X<br />

Explotaciones<br />

Prolificidad<br />

A B C D E F G H I J K L M X<br />

Explotaciones<br />

Prod. ponderal<br />

A B C D E F G H I J K L M X<br />

Explotaciones<br />

A B C D E F G H I<br />

Explotaciones<br />

J K L M X<br />

Fig. 5.—Principales parámetros productivos por explotación.<br />

las ovejas, lo que les facilita la expresión de su máximo<br />

potencial genético, en este caso referido a la producción<br />

de leche.<br />

Los índices económicos también muestran unas diferencias<br />

sustanciales entre los sistemas de explotación<br />

comparados. De un lado, entre Albacete y Zaragoza<br />

existen diferencias en el producto bruto obtenido<br />

(13.255 ptas. vs. 10,731 ptas.), consecuencia sin duda<br />

de la orientación carne-leche en el primer caso y carne<br />

sólo en el segundo, que produce mayores ingresos<br />

por la venta de leche. Sin embargo, los menores gastos<br />

en alimentación de corderos (1.764 ptas. vs. 2.279<br />

ptas.) y, sobre todo, la disminución de gastos de ali-


206 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

Kg. pienso<br />

50 r<br />

Kg. heno<br />

350<br />

300 -<br />

250 -<br />

200 -<br />

150 -<br />

100 -,<br />

50<br />

A B C D E F G H I .JKLMX<br />

Explotaciones<br />

n<br />

i i 1<br />

A B C D E F Q H ' I<br />

Explotaciones<br />

J K L M X<br />

800<br />

Kg. subprod.<br />

600<br />

400<br />

200<br />

A B C D E F G H I J K L M X<br />

Explotaciones<br />

Fig. 6.—Consumo de alimentos por explotación.<br />

mentación de las ovejas (257 ptas. vs. 4.627 ptas.),<br />

hacen que el margen bruto sea ligeramente superior<br />

en el caso de Zaragoza. Mucho más importantes aparecen<br />

las diferencias entre índices al comparar los<br />

dos sistemas de producción orientados hacia la carneleche.<br />

Así el producto bruto (27.980 ptas. vs. 13.255<br />

ptas.) resulta ser más del doble en el caso francés que<br />

en el de Albacete y, como los gastos de alimentación<br />

en pesebre de las ovejas son muy similares, ello determina<br />

un margen bruto para los rebaños franceses<br />

3,2 veces superior al de los de Albacete.


MÉTODOS DE GESTIÓN TECNICO-ECONOMICA EN EXPLOTACIONES DE GANADO OVINO EN ALBACETE 207<br />

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208 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

ANEJO 1<br />

FICHA DE EXPLOTACIÓN<br />

Año Comarca Nombre<br />

Municipio<br />

Núm. ganadería<br />

I. BASE ALIMENTICIA<br />

• Explotación agrícola: tipos de tenencia de tierra y superficies (haj.<br />

Regadío<br />

Secano<br />

Pastos naturales<br />

Monte-erial<br />

Propiedad<br />

Arriendo<br />

Otros<br />

-<br />

TOTAL<br />

• Cultivos y aprovechamientos.<br />

Se incluyen los cultivos que hayan tenido lugar durante el año al que se refiere esta ficha.<br />

Cultivo Núm. ha Fecha siembra Fecha recolección Producción (kg)<br />

Aprovechamiento ganado<br />

Tipo<br />

Período<br />

• Alquiler de pastos<br />

Tipo de aprovechamiento Período Núm. ha<br />

II.<br />

INSTALACIONES Y MATERIAL GANADERO<br />

Utilización Dimensiones Año de ejecución<br />

Coste de ejecución<br />

o compra<br />

Naves<br />

Otras<br />

instalaciones<br />

Material ganadero


MÉTODOS DE GESTIÓN TECNICO-ECONOMICA EN EXPLOTACIONES DE GANADO OVINO EN ALBACETE 209<br />

III.<br />

MANO DE OBRA<br />

Número<br />

Jornadas por año<br />

Metálico<br />

Remuneración bruta<br />

Especies<br />

Asalariados fijos<br />

Asalariados eventuales<br />

Familiar<br />

IV. GANADO<br />

Raza Número de cabezas Peso<br />

Machos<br />

Hembras<br />

Detallar la relación de ovejas no propias en el rebaño y de otro tipo de animales en la explotación.<br />

Reposición<br />

Criterios de selección<br />

— Reposición (hembras): Propia Comprada<br />

Raza<br />

— Reposición (machos): Propia Comprada<br />

Raza<br />

/o<br />

— Edad primera cubrición 9 ; Edad puesta en servicio 6<br />

Manejo reproductivo<br />

Sistema de cubrición<br />

— Manejo de la cubrición (lotes, flushing)<br />

— Tratamientos hormonales<br />

• Tipo de tratamiento<br />

• Número de animales<br />

— Inseminación artificial (número de animales)<br />

— Intervalo parto-cubrición


210 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

Manejo del ganado<br />

Especificar el manejo más frecuente del ganado en cada fase fisiológica a lo largo del año, indicando para cada<br />

grupo si se mantiene separado del resto o en qué condiciones permanece.<br />

— Machos: Período de cubrición<br />

Período de descanso<br />

— Ovejas: Fin de gestación<br />

— Ovejas lactantes: Parto simple<br />

— Ovejas vacías<br />

— Borregos/as<br />

Parto múltiple<br />

Manejo de los corderos<br />

— Número de días permanentemente con la madre<br />

— Edad y peso aproximado al destete<br />

— Criterios de lotes de corderos<br />

— Número de celdas individuales para el parto<br />

Manejo sanitario (vacunas y tratamientos)<br />

— Ganado reproductor<br />

— Borregos/as<br />

— Corderos<br />

Problemas sanitarios más destacables:<br />

Manejo del ordeño<br />

— Tipo de sala de ordeño<br />

— Duración del ordeño


MÉTODOS DE GESTIÓN TECNICO-ECONOMICA EN EXPLOTACIONES DE GANADO OVINO EN ALBACETE 211<br />

ANEJO 2<br />

PARTE DIARIO GANADERO<br />

Gan. Mes Año<br />

Días<br />

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31<br />

Núm.<br />

partos<br />

Simples<br />

Dobles<br />

De más<br />

Abortos<br />

Corderos muertos<br />

N.° machos<br />

Entrada<br />

de<br />

machos<br />

N.° hembras<br />

Raza machos<br />

Cont. cel.<br />

Salida machos (1)<br />

Núm. ovejas ordeño<br />

Muerte<br />

reproductores<br />

Machos<br />

Hembras<br />

Corderas<br />

Destete corderos<br />

PARTE DIARIO DE INGRESOS Y GASTOS Gan. Mes Año<br />

Días<br />

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31<br />

Venta<br />

de<br />

corderos<br />

Venta de<br />

subprod.<br />

de la<br />

explotación<br />

Venta<br />

de<br />

leche<br />

Gastos<br />

sanitarios<br />

y varios<br />

Gastos<br />

mano<br />

de obra<br />

Número<br />

Kilos<br />

Pesetas<br />

Tipo<br />

Cantidad<br />

Pesetas<br />

Litros<br />

Pesetas<br />

Producto<br />

Pesetas<br />

UTH<br />

Pesetas


212 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

PARTE DIARIO DE COMPRA Y<br />

ALMACENAMIENTO DE ALIMENTOS<br />

Gan. Mes Año<br />

Días<br />

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31<br />

Pienso<br />

corderos<br />

Pienso<br />

ovejas<br />

Tipo<br />

Kilos<br />

Pesetas<br />

Tipo<br />

Küos<br />

Pesetas<br />

COMPRAS<br />

Heno<br />

Subproductos<br />

Tipo<br />

Kilos<br />

Pesetas<br />

Tipo<br />

Kilos<br />

Pesetas<br />

•<br />

Corrector<br />

Tipo<br />

Cantidad<br />

Pesetas


MÉTODOS DE GESTIÓN TECNICO-ECONOMICA EN EXPLOTACIONES DE GANADO OVINO EN ALBACETE 213<br />

ANEJOS<br />

PARTE ANUAL ECONÓMICO<br />

INICIAL FINAL<br />

Gan. Mes Año Mes Año<br />

Pienso de<br />

corderos<br />

Pienso de ovejas<br />

Heno<br />

Subproductos<br />

Corree.<br />

Almacén<br />

P. comp. Otros<br />

P. comp. Cebada Maíz Otros<br />

Alfalfa<br />

Veza Otros<br />

Paj. cer. Paj. leg. Otros<br />

Inventario<br />

Kg.<br />

Pts.<br />

Inventario<br />

Ganado<br />

Ovejas<br />

Machos<br />

Borros<br />

Borras<br />

N.°<br />

Corderos<br />

Kg/cor.<br />

Cabezas<br />

Pts/cabeza<br />

Subproductos<br />

Cult. forr + 1 año<br />

C. forraj. anual<br />

Regadío<br />

Secano Pastos Monte<br />

Regadío<br />

Secano<br />

Regadío<br />

Secano<br />

Pastos propios<br />

Pastos arrend.<br />

Has.<br />

Pts/has.<br />

Has.<br />

Pts/has.<br />

Cultivos de la explotación<br />

No forrajeros<br />

Forrajeros<br />

Pasto<br />

natural<br />

Monte<br />

erial<br />

Sau<br />

Cereales<br />

Huerta<br />

frutales<br />

Otros<br />

+ de 1 año + de 1 año<br />

Arriendo Propiedad Total<br />

Regadío<br />

Secano<br />

Razas<br />

UTH (total)<br />

UTH (ovino)<br />

Lluvia<br />

CV<br />

Almacén<br />

Apris<br />

Ordeño<br />

/o /o /o %<br />

Fam.<br />

Asal.<br />

Temp.<br />

Fam. Asal. Tem.<br />

mm.<br />

m 2<br />

m 2<br />

Unidad<br />

Pt s/jorn.


Comunicación<br />

La ovinicultura en Portugal^ Situación y perspectivas<br />

de desarrollo en los años noventa*<br />

Francisco Cabra! Calheiros<br />

Estación Zootécnica Nacional (INIA). Departamento de Ovinicultura.<br />

Fonte Boa-2000 Vale de Santarém. Portugal.<br />

SITUACIÓN PREVIA A LA INTEGRACIÓN DEL PAÍS<br />

EN EL MERCADO COMÚN<br />

Es corriente decir que la mayor parte de los suelos<br />

del país tienen aptitud forestal o capacidad de soporte<br />

para cultivos cerealíferos y pastos espontáneos o sembrados<br />

de secano. De dicha circunstancia resultaba<br />

atribuirle una marcada vocación para la producción<br />

de rumiantes.<br />

De éstos, tenían un lugar privilegiado los ovinos<br />

que, según se decía, debido a las características de su<br />

sistema productivo y reproductivo se ajustan mejor al<br />

ciclo de la producción forrajera, pudiendo dispensar<br />

la utilización de alimentos concentrados, si no en la<br />

totalidad, por lo menos a niveles no tan elevados como<br />

los practicados en la producción bovina de leche y<br />

carne.<br />

La participación de estos elementos en la dieta de<br />

los pequeños rumiantes debería ser considerada sólo<br />

como una opción tecnológica, teniendo en vista una<br />

especulación productiva (cuantitativa y cualitativa) naturalmente<br />

rentable (borrego, producción de leche).<br />

A pesar del ya mencionado ajuste de la explotación<br />

de ovinos a las condiciones edafoclimáticas del país,<br />

persistían varios bloqueos al desarrollo de esta especie<br />

que venían contribuyendo para una disminución<br />

significativa de los efectivos en las últimas décadas<br />

que antecedieron a la integración de Portugal en el<br />

Mercado Común en 1986.<br />

Se enumeran, sin pretender atender a un orden de<br />

prioridad, los que tenemos por más importantes:<br />

— La disminución creciente de pastores resultante<br />

del atractivo de las mejores condiciones propiciadas<br />

por otro tipo de actividad en el país o en el extranjero.<br />

— La falta de apoyos (fundamentalmente de créditos)<br />

en el desarrollo tecnológico de los pequeños rumiantes<br />

en privilegio de otros sectores de la producción<br />

pecuaria (bovinos de leche, suinos y aves).<br />

— La producción bovina se tornó más aliciente y<br />

* Materia presentada en un trabajo de síntesis: «Estrangulamientos<br />

en la producción ovina», en Potenciales de<br />

producción/aumentos de la exportación. Filagro-Encuentro/84.<br />

Lisboa, 1984.<br />

en cierta medida más competitiva (menos problemas<br />

sanitarios, de manejo, depredadores y de robos).<br />

— La ineficacia del sistema de comercialización en<br />

base a los precios de garantía (carne y lana) practicados<br />

durante muchos años; esos precios no tenían en<br />

cuenta los costes y los incentivos a la producción.<br />

— La incipiente actividad asociativa y cooperativa.<br />

— La ruptura del entonces Servicio de Asistencia<br />

Técnica a la Ovinicultura sin que, en su alternativa,<br />

fuese dada la necesaria dimensión y operacionalidad<br />

a las nuevas estructuras de extensión rural y de formación<br />

profesional.<br />

— La insignificante cobertura sanitaria relativamente<br />

a unas enfermedades infectocontagiosas como<br />

la brucelosis, la agalaxia contagiosa y la clamidiasis,<br />

así como algunas manifestaciones parasitarias.<br />

Habiendo hecho referencia a los bloqueos que podríamos<br />

considerar específicos, persistían otros coyunturales<br />

y no menos importantes que entramaban<br />

el desarrollo de la ovinicultura en general:<br />

— La dimensión de la empresa agrícola minifundista<br />

en muchas zonas del país, no permitiendo la justa<br />

rentabilidad y la sana competividad.<br />

— La inexistencia de un sistema de registro a nivel<br />

de explotaciones que permitiera la evaluación de la<br />

eficiencia y rentabilidad de las producciones.<br />

— La insuficiencia, a nivel regional, de técnicos especializados<br />

«operacionales» que permitieran una cobertura<br />

técnica suficientemente eficaz.<br />

— La falta de una investigación agraria dirigida y<br />

operante, convenientemente articulada a nivel regional<br />

y nacional, que deje de ser dispersa, paralela y diluida<br />

por innumerables entidades: INIA, direcciones<br />

generales, direcciones-regionales, universidades, diversos<br />

institutos, etc.<br />

PRIMEROS REFLEJOS DE LA ADHESIÓN DEL PAÍS<br />

AL MERCADO COMÚN (PRIMERA FASE)<br />

A pesar de la serie de bloqueos apuntados como<br />

trabas del desarrollo de los pequeños rumiantes, los<br />

ovinocultores vivieron en los inicios de la adhesión un<br />

cierto clima de optimismo y receptividad.


LA OVINICULTURA EN PORTUGAL: SITUACIÓN Y PERSPECTIVAS DE DESARROLLO EN LOS AÑOS NOVENTA 215<br />

ELEMENTOS BIOMETRICOS DE LAS DOS PRINCIPALES RAZAS OVINAS PORTUGUESAS.<br />

RAZA MERINA BLANCA<br />

(Carne)<br />

En: Estudios del crecimiento y composición de canales de borregos Merino Blanco. José Santos Silva (Ing. Agr.). EZN-<br />

Fonte Boa. Abril 1990.<br />

Tabla I<br />

Pesos y edades medias de los borregos provenientes de partos simples al nacimiento, al destete y al inicio del ensayo<br />

ani íi\a i e<br />

15<br />

.1.8<br />

nac i mienta<br />

•: kg. )<br />

4,42 ± 0. 67<br />

¡ Edad<br />

Ppn=<br />

SÜ Si i Edad al i i-<br />

a£ s tst dasret<br />

1 n ,u<br />

a i<br />

i<br />

( días ) ( k q. .)<br />

í<br />

d a 3<br />

49.53+5 •<br />

49 1 6,40±2 .-. o<br />

— -¡<br />

69<br />

•<br />

ái 1 ± 6 . 44<br />

•<br />

•<br />

i c i a 1. *<br />

kg. )<br />

01±3.99<br />

•<br />

* Taza de crecimiento medio en el ensayo: 0,362 kg/día.<br />

Esta circunstancia se debió, en parte, a los apoyos<br />

comunitarios, estatales y en parte a la valoración sustancial<br />

de los productos: carne, leche y queso.<br />

La lana, a pesar de su indiscutible importancia en<br />

la industria textil, va ocupando cada vez más una posición<br />

de subalternidad relativa a aquellos productos.<br />

El precio de la carne en ciertas épocas de producción<br />

ha conseguido precios a niveles europeos e incluso más<br />

elevados, justamente en relación a países del norte,<br />

que son más carentes en aquel primer producto.<br />

Esta situación en el mercado nacional constituye un<br />

factor positivo a la expansión del efectivo ovino, concretamente<br />

en el sur del país resultante, no tanto del<br />

aumento numérico de las explotaciones como por una<br />

consecuencia de la ampliación de los efectivos en los<br />

rebaños. Con todo, en la región del norte y centro interior,<br />

según opinión generalizada, el efectivo ovino<br />

continúa a disminuir.<br />

Puntualmente se verifica en algunas zonas cierta<br />

tendencia para un crecimiento como, por ejemplo, la<br />

zona norte de Ribatejo, y eventualmente en otras de<br />

pequeño significado en el cómputo global del país, caso<br />

del Minho y del Oeste.<br />

Es justamente en las zonas más deprimidas donde<br />

la explotación de los pequeños rumiantes tiene menos<br />

alternativas que los obstáculos hacen sentir más marcadamente<br />

sus efectos y aparecen las mayores dificultades<br />

para romperlos.<br />

Se impone un gran dinamismo de aplicación de acciones<br />

que lleven a pasar esos obstáculos para que<br />

vengan a crearse las condiciones que conduzcan a<br />

una modernización tecnológica de las explotaciones<br />

de ovinos.<br />

Estamos en la CEE, a las puertas del Mercado Único,<br />

y siendo la carne de ovino uno de los productos en<br />

que aquel mercado es deficitario y para lo cual nues-<br />

Tabla II<br />

Clasificación de las canales.<br />

Distribución en porcentaje para las diferentes clases<br />

Ucn íormacion<br />

r- ' —<br />

\-i C a D<br />

sao i 2 y t<br />

4<br />

i<br />

.-.<br />

xL<br />

r<br />

4<br />

i<br />

'*"><br />

^<br />

4<br />

21 !


XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

Tabla III<br />

Rendimiento y composición de las canales<br />

/.i<br />

l c:; •— -—, •<br />

oras.<br />

1 ó 0.3<br />

ai<br />

é. 5<br />

a<br />

•—- - i -<br />

,J.<br />

i,3<br />

cü<br />

17. i<br />

i<br />

i<br />

X<br />

3<br />

57. SO<br />

ab<br />

9.77<br />

ab<br />

10 „ 58<br />

ab<br />

2.13<br />

ab<br />

22.49<br />

57 „ 00<br />

ab<br />

10. 6S<br />

a<br />

1 1 „ 52<br />

5D<br />

2.11<br />

ab<br />

24.39<br />

53. 1<br />

be<br />

13.7<br />

be<br />

12.9<br />

b<br />

3.5<br />

be<br />

30.5<br />

17. / ±<br />

a o<br />

I ..'; ,<br />

i c>. •c a J.<br />

i. 4:<br />

ab<br />

ir<br />

-'<br />

I<br />

l.as canales fueron clasificadas de acuerdo a la clasificación de EZN (Simoes y Calheiros, 1985) que consideran tres clases de conformación (E: buena; Z: regular, y N:<br />

mediana) y cuatro clases de acabado, definidas con base en la grasa (1: magra; 2: medianamente acabada; 3: bien acabada, y 4: grasa).<br />

El estudio de las canales refendu en la tabla fue realizado en la Unidad de Canales de la EZN por el equipo de trabajo coordinado por el doctor Simoes.<br />

tro país tiene posibilidad de producir más y mejor y<br />

exportar, se impone llevar a efecto todo un esfuerzo<br />

de aumento de la productividad sobre pena de no producir<br />

lo suficiente para el consumo interno y estar a<br />

merced de la penetración de los productos de esta especie,<br />

particularmente de nuestra vecina España y/o<br />

de países terceros, si los precios practicados en los<br />

mercados propiciaran ese aflujo.<br />

En opinión general, Portugal tiene condiciones edafoclimáticas<br />

favorables a la producción de forrajes y<br />

suelos que racionalmente corregidos y fertilizados son<br />

susceptibles de proporcionar aumentos significativos<br />

de las áreas de pastoreo y, como consecuencia, el aumento<br />

de los efectivos ovinos.<br />

Sin pretender minimizar la importancia de estos aspectos<br />

que, al concretizarse, tendrían seguramente<br />

impacto en el desarrollo de la ovinicultura, tenemos<br />

como más realista para su progreso, a corto plazo,<br />

privilegiar, en esta fase, el aumento de la productividad<br />

unitaria, esto es, producir más kilos de borrego y<br />

litros de leche por oveja dentro de la mayor economicidad.<br />

Prácticamente concluida la primera fase de adhesión,<br />

es innegable reconocer que se verificó en estos<br />

últimos cuatro años una tendencia evolutiva del sector,<br />

no tanto en la tecnología de producción como en<br />

la «mentalidad» de criadores y técnicos.<br />

Estos tomaron conciencia de la irreversibilidad de<br />

transferencia de funciones y atributos cometido a los<br />

servicios estatales para las organizaciones asociativas,<br />

y aquéllos darán un impulso muy significativo en<br />

la constitución de asociaciones de criadores (se calcula<br />

que existen actualmente cerca de veinte legalizadas<br />

o en vías de legalización) y algunas cooperativas de<br />

producción, éstas en pequeño número y casi nula actividad.<br />

La aplicación en Portugal de los Reglamentos (CEE)<br />

números 355/77 y 797/85, el primero, impulsador de<br />

acciones comunes en la mejora de condiciones de<br />

transformación y comercialización de los productos<br />

agrícolas, y el segundo, institucionalizador de acciones<br />

comunes relativas a la mejora de eficacia de las<br />

estructuras agrícolas, tuvo sus efectos positivos, pero<br />

no tanto como sería deseable y necesario.<br />

Recientemente en el campo de la comercialización<br />

—nueva aplicación del Reglamento (CEE) 355/77— la


LA OVINICULTURA EN PORTUGAL: SITUACIÓN Y PERSPECTIVAS DE DESARROLLO EN LOS AÑOS NOVENTA 217<br />

organización común de mercado relativo a las carnes<br />

de ovino y caprino establece medidas de intervención,<br />

sobre la forma de ayuda, al almacenamiento privado<br />

para canales de borregos y/o piezas si las canales fueran<br />

sometidas a despiece.<br />

En la formación profesional, a pesar de las buenas<br />

intenciones del Fondo Social Europeo, los resultados<br />

prácticos en la formación de «jóvenes» que aquel fondo<br />

contempla no tienen en cuenta la actualización de<br />

los criadores y técnicos más viejos y en actividad y no<br />

corresponden a los objetivos marcados en la mayoría<br />

de los casos.<br />

En el dominio de las acciones estatales podemos<br />

sintetizar en el siguiente orden:<br />

— Creación de estímulos financieros para el desarrollo<br />

del asociativismo, del que resultaron las asociaciones<br />

de criadores verificadas, a bien decir, en los últimos<br />

años.<br />

— Definición de una política de fomento y mejora<br />

de los rumiantes del cual los ovinos y caprinos fueran<br />

contemplados, a nivel nacional, con acciones de mejora<br />

genética (elaboración de inventarios de los recursos<br />

genéticos e incremento de los libros genealógicos<br />

de las razas autóctonas).<br />

— Creación de las Agrupaciones de Defensa Sanitaria<br />

(ADS) con vistas a una definición de programas<br />

sanitarios generalizados en el país.<br />

— Apoyos a la formación profesional a través de<br />

centros de formación profesional, algunos ya en actividad<br />

y otros en vías de funcionamiento. Es de esperar<br />

resultados positivos por cuanto que los organismos<br />

que lo soportan tienen suficiente experiencia técnico-científica<br />

para dicho cometido.<br />

En el presente año el Ministerio de Agricultura,<br />

Pesca y Alimentación lanzó el PROAGRI —Programa<br />

de Apoyo al Refuerzo de las Organizaciones de Agricultores—,<br />

componente del PEDAP —Programa Específico<br />

para el Desarrollo de la Agricultura Portuguesa—,<br />

que tiene por objetivo el refuerzo de la capacidad<br />

técnica y de gestión, la creación y desarrollo de<br />

servicios de normalización y apoyo financiero relativo<br />

a las organizaciones asociativas. El mismo Ministerio<br />

tiene en elaboración el NOVAGRI —Programa de Apoyo<br />

a las Nuevas Actividades Agrícolas—, otro componente<br />

del PEDAP a desarrollarse próximamente. Este<br />

programa, en lo que respecta a los ovinos, tiene como<br />

objetivo estimular la producción y calidad de la leche<br />

y del queso con la introducción de nuevas tecnologías<br />

en el ordeño, en la recogida y conservación y en la fabricación<br />

de estos productos. Tiene por fin la creación<br />

de zonas demarcadas para recuperación de quesos regionales<br />

en vía de desaparición, estimulando simultáneamente<br />

sistemas de defensa para estos productos.<br />

COYUNTURA Y PERSPECTIVAS<br />

DE DESARROLLO<br />

Las muy diversas condiciones de cada región, fundamentalmente<br />

en los aspectos estructurales y socioeconómicos,<br />

no consienten encarar el problema del<br />

desarrollo ovino en una perspectiva de planeamiento<br />

uniforme como es obvio.<br />

Veamos así:<br />

El «Nordeste Transmontano» y la «Beira Interior»<br />

tendrán que privilegiar rebaños de media dimensión<br />

con razas autóctonas explotadas en la aptitud carne/leche<br />

o leche/carne/lana.<br />

Un gran esfuerzo tiene que incidir en las acciones<br />

de manejo, dando particular atención a la sanidad, a<br />

la alimentación, a la reproducción, a los registros zootécnicos<br />

y a los contrastes funcionales.<br />

No se excluye la ventaja de utilizar, en la intensificación<br />

del ovino de carne, el cruzamiento industrial<br />

con una raza pesada de carne.<br />

«La Cova de Beira» y zonas limítrofes, donde se<br />

acantona la segunda mayor población ovina y de más<br />

elevado potencial lechero —la «serra da Estrela»— se<br />

presenta por esta circunstancia y por todo un conjunto<br />

de tradiciones en la fabricación de un queso de<br />

gran renombre —el «Queijo da Serra» (Queso de la<br />

Sierra)—, con una gran vocación para la explotación<br />

de leche.<br />

La significativa rentabilidad de estas explotaciones<br />

consienten las estructuras de los rebaños, que son de<br />

pequeña dimensión y en la gran mayoría explotados<br />

por los propios criadores.<br />

Las acciones específicas prioritarias se relacionan,<br />

fundamentalmente, con aspectos genéticos de mejoramiento<br />

(registro genealógico, contrastes funcionales,<br />

selección y pruebas de descendencia). El ordeño mecánico<br />

es otra acción que interesa ir considerando por<br />

cuanto que en la medida que los ordeñadores manuales<br />

van escaseando, constituyen un factor más de re-,<br />

tracción en los efectivos. Tal vez se justifique la aplicación<br />

de instalaciones de ordeño mecánico en régimen<br />

cooperativo.<br />

Con esta vocación para la producción de leche puede<br />

también considerarse la parte contigua a la región<br />

ya referida y conocida por «Bibatejo Norte».<br />

Aquí las estructuras de la propiedad y de los rebaños<br />

consisten en unidades de mayor dimensión, incluyendo<br />

explotaciones de tipo empresarial.<br />

Aunque la etnia allí difundida sea de tipo amerinado,<br />

creemos que, en una intensificación de la producción<br />

de leche, habrá que optar por otra oveja que<br />

bien podrá ser la «Serra da Estrela» por la circunstancia<br />

de ya haber sido comprobada su buena adaptación<br />

en diversas regiones del país y por no ser muy<br />

creíble una significativa utilización de razas exóticas<br />

de leche, generalmente de difícil aclimatación en los<br />

países que no sean los de origen —Manchega, Lacaunne,<br />

Awassi, Assa.<br />

Algunas explotaciones vienen considerando de cierto<br />

interés la raza de síntesis «Frisserra».<br />

En esta región, en virtud de la mayor dimensión de<br />

los rebaños, es de solución más fácil el problema de la<br />

instalación de salas de ordeño.


218 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

RAZA «SERRA DA ESTRELA»<br />

(Leche)<br />

En: Reunión del grupo PHILOETIOS. (Agrimed/CEE). José Fernandes Ribeiro (Med. Vet). EZN-Fonte<br />

Boa. Septiembre 1987. (Datos tomados por la ANCOSE. Asociación Nacional de Criadores de Ovinos de la<br />

«Serra da Estrela».)<br />

Tabla I<br />

Producciones lecheras referentes a 150 días de lactación<br />

VarieGa uí blanca<br />

!<br />

Var-isdad<br />

¡Magra<br />

i<br />

!<br />

AnQ<br />

Lactac ion<br />

NS da<br />

an imales<br />

Media<br />

diari a<br />

3á<br />

it>c¡<br />

ili<br />

2C1<br />

/^o<br />

744 .<br />

777<br />

¡L-M-<br />

9<br />

"Zíx.<br />

'"."' •.-><br />

:','.-<br />

916<br />

1.317<br />

¡<br />

_!<br />

.<br />

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1<br />

1<br />

Manifiestan también aptitud lechera los ovinos de la<br />

región circundante de Lisboa y península de Setubal.<br />

En la basta región del Sur, conocida como «Alentejo»',<br />

se sitúa la mayor población ovina del país de merino<br />

blanco, representando cerca de la mitad del efectivo<br />

global.<br />

Se trata de la población ovina con más vocación para<br />

la producción de carne y sobre la cual ha incidido<br />

una acción generalizada de mejoramiento en lo que<br />

respecta a crecimiento, conformación y características<br />

de lana.<br />

Esta acción se debe, fundamentalmente, a la introducción<br />

del merino precoz a lo largo de cuatro décadas.<br />

Generalmente los rebaños son de gran dimensión y<br />

las estructuras fundiarias de la propiedad permiten la<br />

ampliación de los efectivos si, paralelamente, fuera<br />

ampliada sustancialmente la producción forrajera<br />

(pastos y subproductos para la complementación alimentaria).<br />

Es en esta región donde se detectan potencialidades<br />

inmediatas para la producción de carne en cantidad y<br />

calidad, bastando continuar introduciendo en los rebaños<br />

más heterogéneos carneros mejoradores de tipo<br />

Merino Precoz o Merino Alemán (Fleischschaf), utilizando<br />

carneros pesados de carne —He de Francia,<br />

Berichon du Cher, Sulfolk— en cruzamiento de tipo<br />

industrial o en cruzamientos terminales sobre hembras<br />

Fl cruzadas de autóctonas con una raza prolífica<br />

—Romanov— o eventualmente utilizar alguna raza<br />

exótica de comprobada capacidad de adaptación<br />

(Charolesa, Merino Precoz, Merino Alemán, He ce<br />

France u otras).<br />

La introducción del gen «Booroola» en el merino<br />

blanco puede tener interés para mejorar la prolificidad<br />

en esta raza autóctona.<br />

La explotación de leche como complemento de la<br />

producción de borrego continúa todavía teniendo tradición<br />

e interés económico en el «Alentejo». Creemos,<br />

con todo, ello irá acabándose a medida que vayan disminuyendo<br />

los ejecutores de la ordeña a mano.


LA OVINICULTURA EN PORTUGAL: SITUACIÓN Y PERSPECTIVAS DE DESARROLLO EN LOS AÑOS NOVENTA 219<br />

Tabla II<br />

Duración media de lactación<br />

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La media de los efectivos entre 2.700 animales contrastados en 1985, pertenecientes a 90 criadores, se estimó en 30 animales por explotación.<br />

Consiguieron más de 200 litros 63 ovejas, de variedad Blanca, con la producción máxima de 304 litros en 282 días, y 103 ovejas de variedad Negra,<br />

con la producción máxima de 467 litros en 305 días de lactación.<br />

Las perspectivas de desarrollo de los ovinos en el<br />

país están en razón directa de la capacidad de resolver<br />

los estrangulamientos que fueron apuntados y que<br />

en su mayoría todavía persisten.<br />

No va a ser una tarea fácil ni rápida.<br />

Pensamos que, a pesar de todo, el sector tiene suficientes<br />

potencialidades para superar los factores de<br />

retracción y crear condiciones favorables para su progreso.<br />

Estudios que se vienen efectuando en las dos principales<br />

razas ovinas, la Merina Blanca y la «Serra da<br />

Estrela», revelan ser detentoras de buenos potenciales<br />

productivos para la producción de carne y de leche,<br />

respectivamente.<br />

Las restantes etnias son muy rústicas, bien adaptadas<br />

al medio hostil donde sobreviven, aunque con<br />

productividades suceptibles de incremento en la medida<br />

en que se mejore el medio ambiente y el manejo<br />

a que están sujetas.<br />

La producción de carne constituye la especulación<br />

que sobrepasa en gran medida a las restantes producciones,<br />

pudiendo estimarse en el «Alentejo» la<br />

proporción en 70, 20 y 5% para carne, leche y lana,<br />

respectivamente.<br />

Es evidente que en la zona donde la explotación<br />

predominante es la leche, la carne aparece en segunda<br />

posición por las circunstancias de allí comercializarse<br />

un borrego ligero (borrego de leche o «canastra»)<br />

que en virtud de su precio en el mercado es significativamente<br />

más elevado que aquel practicado en<br />

borregos más pesados, constituye un incremento del<br />

rendimiento tanto más importante cuanto más elevado<br />

fuese la prolificidad de las ovejas. Teniendo en<br />

cuenta la evolución social, no nos resistimos a afirmar<br />

que la producción de carne es una especulación ovina<br />

que tiende a aumentar y que la producción de leche<br />

quedaría así circunscrita a las regiones tradicionalmente<br />

productoras, que hoy están siendo demarcadas<br />

y con capacidad de soportar, por sus características<br />

ambientales, animales de mayor producción.<br />

Así, para la generalidad de las regiones del país, las<br />

explotaciones ovinas tendrán cada vez más vocación<br />

para la producción de carne.<br />

La oveja de multiplicación deberá ser explotada,<br />

fundamentalmente en régimen extensivo, y el tipo de<br />

borrego producido dependerá de la naturaleza del<br />

medio ambiente (explotaciones de tipo más o menos<br />

extensivo), de la tecnología del manejo en el terreno<br />

alimentario (pastos mejorados, suplementación, cebo<br />

y acabado), de los criterios genéticos (cruzamiento industrial<br />

y doble), de los criterios reproductivos (tres<br />

partos en dos años, control del estro, inseminación<br />

artificial) y finalmente de las exigencias de los mercados<br />

consumidores (peso, conformación y acabado).<br />

En Portugal, en lo que respecta a las características<br />

de canal, es cuestión preferencial solamente el tamaño<br />

(peso).<br />

En las regiones del Sur se consume un borrego «pesado»;<br />

en las regiones del Norte y las más marcadamente<br />

lecheras se prefiere un borrego «ligero».<br />

Ni uno ni otro es producido atendiendo a la calidad,<br />

el primero por ser normalmente «viejo» y mal acabado<br />

y el segundo, aunque tierno, es de pequeñas masas<br />

musculares y escaso sabor. A pesar de eso, este tipo<br />

de borrego tiene un mercado asegurado, constituyendo<br />

un plato tradicional muy apreciado en las regiones<br />

donde es producido.<br />

El aumento del peso y la mejoría del acabado de las<br />

canales resultante de la utilización de técnicas simples<br />

traería por sí solo un apreciable desarrollo cuantitativo<br />

de la carne de ovino.<br />

Mucho se ha hablado de la capacidad de Portugal<br />

para exportar carne de ovino hacia Europa, resultante<br />

de nuestra adhesión al Mercado Común.<br />

Se apuntan como razones la carencia de este mercado<br />

en casi 300.000 toneladas y la existencia en el<br />

país de un potencial forrajero que permitiría aumentar<br />

significativamente la producción ovina.<br />

No dudamos de nuestra capacidad si todos los factores<br />

de producción apuntasen en ese sentido. Con todo,<br />

pensamos que seremos más realistas si primero<br />

optamos en producir lo suficiente para el país.<br />

Tengamos presente que viene del exterior más del<br />

50% de los alimentos que consumimos y que la carne<br />

de ovino puede ser también una importante alternativa<br />

a la carne de bovino que importamos.


220 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />

Conseguida esta meta entonces sí podremos dirigir<br />

parte de nuestra producción para mercados externos,<br />

siempre que se salvaguarde una condición que consideramos<br />

esencial: que los precios practicados en los<br />

mercados sean concurrentes.<br />

PROGRAMA DE DESARROLLO<br />

El atraso todavía constatado en el sector de la ovinicultura<br />

y la necesidad imperiosa de una evolución,<br />

a ritmo acelerado de desarrollo, deseable a corto plazo,<br />

y más realistamente aceptable a medio plazo, hacen<br />

que sea imprescindible la promoción de una oportuna,<br />

«honesta» y bien concebida investigación experimental<br />

(IE).<br />

Sólo así será posible conseguir o, tal vez mejor dicho,<br />

aproximarnos a los patrones técnicos y socioeconómicos<br />

de los países comunitarios poseedores de<br />

oviniculturas más progresistas.<br />

Tenemos todavía para creer que las entidades y organismos<br />

de índole oficial, privada, asociativa y cooperativa<br />

están conscientes del papel decisivo que la<br />

investigación tiene que desempeñar en los últimos<br />

años que preceden aquel que debería constituir una<br />

«primera meta de referencia» en el Mercado Único<br />

Europeo: el año 2000.<br />

Anunciamos un proyecto que si fuera aceptado por<br />

el organisnTo involucrado estaría destinado al estudio<br />

de la evaluación de la capacidad productiva de la raza<br />

Merino Blanco y sus cruzamientos, en la que implicará<br />

explotaciones seleccionadas en toda la zona sur de<br />

Portugal y que es iniciativa de la FAPOC (Federación<br />

Portuguesa de Ovinocultores y Caprinocultores) y de la<br />

ACORE (Asociación de Criadores de Ovino de la Región<br />

de Estremoz) implicando tres asociaciones, una del<br />

norte, otras del centro y otra del sur del «Alentejo».<br />

La SPO da todo su empeño al correcto desarrollo de<br />

este programa, el cual vendrá a contribuir una acción<br />

dentro de un programa extendido a todo el país —PRO-<br />

DOVI— con vistas al desarrollo de la ovinicultura.<br />

Lanzamos un reto a la <strong>SEOC</strong> en el sentido de sensibilizar<br />

a las entidades oficiales de vuestro país para<br />

desarrollar una acción semejante en Extremadura y<br />

en Andalucía, caso de creer pertinente y de interés<br />

para la ovinicultura española.<br />

No me resisto a la tentación de transcribir de un artículo<br />

publicado en el «Diario Público», con fecha del<br />

31 de julio de 1990, una cita atribuida a Jean Fourastié<br />

a propósito de sus conceptos de productividad (lato<br />

sensu): «El espíritu de la productividad es antes que<br />

nada una mentalidad que consiste en sustituir el espíritu<br />

de la imitación, por el espíritu de la búsqueda; el<br />

espíritu crítico pasivo, por el espíritu crítico constructivo;<br />

el raciocinio racional, por la experiencia concreta;<br />

la autoridad de los antiguos, por la objetividad<br />

científica.»<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

CALHEIROS, E: «Producción de ovinos y caprinos en Portugal».<br />

FAO. Reunión de la Red de Trabajos Cooperativos sobre<br />

Producción Ovina (26-29 mayo 1981). Boletín Pecuario.<br />

Dirección General de los Servicios Pecuarios. Año XLVIII.<br />

Lisboa, 1981.<br />

CALHEIROS, E: «Estrangulamiento de la producción ovina».<br />

En: Potencialidad de producción/aumento de la exportación.<br />

FILAGRO-ENEOTRO/84. Lisboa, 1984.<br />

CAROLINO, R. da S.: Papel del Estado en la defensa de la<br />

ovinicultura en coloquio sobre «Perspectivas de la Ovinicultura<br />

Nacional en Face del Mercado Único Europeo».<br />

XXV Reunión de la Sociedad Portuguesa de Ovinicultura,<br />

Santarem, 11 julio 1990. Vol. Serie II (Técnica). Número 1,<br />

1990.<br />

RIBEIRO, J.: Reunión del grupo PHILOETIOS. (Agrimed/<br />

CEE). Estación Zootécnica Nacional, Fonte-Boa. Septiembre<br />

1987.<br />

SILVA, J. S.: Estudio del crecimiento y de la composición de<br />

las canales de borrego de raza Merino Blanca. Trabajo<br />

Policopiado. Estación Zootécnica Nacional. Fonte-Boa, Vale<br />

de Santarem, 1990.<br />

SOBRAL, M., y cois.: Recurso genético-raza autóctona. Especies<br />

ovina y caprina. Volumen Dirección General Pecuaria.<br />

Lisboa, 1987.

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