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XV JORNADAS CIENTÍFICAS<br />
DE LA<br />
SOCIEDAD ESPAÑOLA<br />
DE<br />
OVINOTECNIA<br />
Y<br />
CAPRINOTECNIA<br />
27, 28 y 29 de septiembre de 1990<br />
Córdoba<br />
ORGANIZADAS POR:<br />
Sociedad Española de Ovieotecnia y Caprinoteceia<br />
CON LA COLABORACIÓN DE:<br />
Cajasur. Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Córdoba<br />
Excmo. Ayuntamiento de la Ciudad de Córdoba<br />
Laboratorios Cooper-Zeltia, S. A.<br />
Laboratorios del Dr. Esteve
Editores:<br />
Prof. Alfonso Vera y Vega<br />
Prof. Mariano Herrera<br />
Edición realizada con la colaboración de la Revista:<br />
AVANCES EN ALIMENTACIÓN<br />
Y MEJORA ANIMAL<br />
I.S. B.N.: 84-87007-15-5<br />
Depósito legal: Z.-2.427-89<br />
Fotocomposición: LASERCOM, S. A.<br />
Imprenta: GRAESAL
Prólogo<br />
CÓRDOBA, LEJANA Y SOLA<br />
No sólo para el jinete lorquiano Córdoba está lejana y sola. No sólo.<br />
Para el castellano trashumante cuatro leguas al día, andurreando por los andurriales<br />
que no otra cosa eran las cañadas, Córdoba estaba lejana. Muy lejana. Lejana<br />
también estuvo para el rey reconquistador y sus huestes, que camino cabañero adelante<br />
(no había otro mejor) tardó en llegar siglos aquí hasta entrar por la cañada que<br />
alguna ignorada vanguardia de descendientes de pastores mozárabes le indicara.<br />
Y sola, muy sola bajo tu sierra, perdida en su valle, perezosa junto a su río eterno,<br />
escuchando campanas hoy dolorosamente enmudecidas.<br />
Sola porque en medio de tu valle irrigado, Córdoba, hubimos de ir lejos para encontrar<br />
alguna ganadería ovina o caprina que mostrar a quienes vinieron en aquel<br />
otoño a la anual convocatoria de la Sociedad Española de Ovinotecnia y Caprinotecnia.<br />
Pena de tu lejanía. Pena de tu soledad, Córdoba, que fuiste tan ganadera. Pena de<br />
tus agostaderos hoy quemados, no aprovechados en esas noches de julio, rastrojeras<br />
ardiendo, que ensucian para todo el verano los cielos del Sur.<br />
Hay que ir a tu sierra, Córdoba, para encontrar cabanas y pastores. Hay que preguntar<br />
a tu hermana, Sevilla, la que hiere, por si lo sabe, cómo viniste a quedar tan<br />
horra de ganado, de tanto estar preñada de mieses y olivares.<br />
Pena de tu soledad ganadera, Córdoba. Tú que viste blanquear por vez primera,<br />
mediante cruzamiento, las lanas turdetanas de lo que hoy son Merinos, sí es cierto lo<br />
que nos cuenta mi paisano Columela. Tú que fuiste provincia «nutrix» de Roma, madre<br />
común de Europa. Tú que apañaste el primer embarque de, ganado ovino para el<br />
Nuevo Mundo y que careando, careando llevaron consigo los hombres, serranos, por<br />
supuesto, de Sebastián de Balalcázar, los que vieron joven aún y no despeinada a la<br />
más bella torre de homenaje de los castillos del Sur, los que pusieron la base ganadera<br />
del virreinato del Perú.<br />
Alguna vez, cuando el hombre expoliador y erosivo agote vuestras campiñas, Córdoba,<br />
Sevilla, cuando el desierto africano os aflija más, Córdoba, Málaga, Cádiz, tendréis<br />
que repecorizar vuestras sierras. Esas que ahora dejáis que os compren, tan baratas<br />
a pesar de ser tan bellas, los comunes mercaderes, que vienen a cazar en tus<br />
dehesas como si no hubiese otra alternativa para esos vuestros territorios pastorales,<br />
tan comidos de monte, tan absortos de incendios, tan jurídicamente desprotegidos de<br />
las demagogias de quienes, invocando la ecología, pero sin saber historia ni poesía,<br />
han dejado que la soledad que apuntó el poeta invada tus campos, para hacerte más<br />
lejana y más dolorosa, aunque no te creas tan sola.<br />
Alfonso Vera y Vega<br />
Presidente de la Sociedad Española<br />
de Ovinotecnia y Caprinotecnia
ÍNDICE DE PONENCIAS Y COMUNICACIONES<br />
I. GENÉTICA<br />
Ponencia<br />
Págs.<br />
Ingeniería genética aplicada a la producción de pequeños rumiantes. M. a Belén<br />
Pintado Sanjuanbenito 13<br />
Comunicaciones<br />
Sistema M de grupos sanguíneos ovinos. Relaciones con otros parámetros eritrocitarios<br />
en merino español. M. R. de la Haba Giraldo y D. Llanes Ruiz 23<br />
Estudio del habitat de las razas ovinas y caprinas andaluzas en peligro de extinción.<br />
M. E. Camacho, E. Rodero, A. Rodero y J. V. Delgado 27<br />
Aspectos sociales de la conservación de razas autóctonas ovinas y caprinas andaluzas.<br />
M. E. Camacho, E. Rodero, J. V. Delgado y A. Rodero 31<br />
Estudio inmunogenético de diversos marcadores de eritrocitos y plasma de merino<br />
español. M. R. de la Haba Giraldo y D. Llanes Ruiz 35<br />
Estudios preliminares de resistencia genética a la paratuberculosis. A. Molina<br />
Alcalá. M. a del Carmen Crespo Giraldez, M. Fresno Baquero, J. V. Delgado<br />
Bermejo, L. Morera Sanz y D. Llanes Ruiz 40<br />
I!.<br />
ALIMENTACIÓN<br />
Comunicaciones<br />
Problemática de la alimentación-mano de obra en la explotación ovina: Nuevo<br />
sistema de alimentación con «concentrado» ad libitum. I. Sierra Alfranca 47<br />
Influencia sobre la calidad y consumo voluntario de pajas de cebada sin tratar<br />
y tratadas con amoníaco estudiada con cabras de raza Orospedana, variedad<br />
Murciana. E. Ocio Trueba, R. Moreno Ríos y F. Hernández Ruipérez 55<br />
Calendario de aprovechamiento de subproductos por ganado ovino y caprino<br />
de la región castellano-manchega. P. Gil Adrados y F. Rodríguez García 61<br />
Alimentación de cabras en lactación con microsilos agroindustriales. L. Martín,<br />
P. Rodríguez, J. D. Martín y A. Serrano 65<br />
Intoxicación ovina por Phalaris. Descripción de un caso clínico. P. Martínez Picazo<br />
y cois 71<br />
III.<br />
PRODUCCIONES<br />
Ponencia<br />
Lactancia artificial de cabritos en explotaciones de cabras serranas. L. Martín,<br />
J. D. Martín, A. Rota, A. Rojas y L. de la Calle 77<br />
Comunicaciones<br />
Efecto del método de congelación sobre la calidad in vitro del semen de macho<br />
cabrío Verato. M. a Belén Pintado, B. Pérez y L. Gil 81
8 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />
Págs.<br />
Crecimiento de corderos de raza Manchega según la condición corporal de las<br />
ovejas, la época de parto, el tipo de parto y el sexo. A. Molina, L. Gallego, J. I.<br />
Pérez y R. Bernabéu 85<br />
Reactivación de la actividad ovárica en ovejas Salz lactantes en época de actividad<br />
sexual. J. A. Anecia, F. Porcada y L. Zarazaga 91<br />
Características de la canal en chivos Veratos sacrificados a los cuarenta y cinco<br />
días de edad. M. T. Guillen y cois 95<br />
Estudio de los caracteres reproductivos de la oveja rubia de El Molar. M. Ibáñez,<br />
J. Thos y J. J. Urquía 99<br />
Producción de leche durante el período de ordeño de la oveja rubia de El Molar.<br />
M. Ibáñez, J. Thos y J. J. Urquía 103<br />
Evolución de la producción de leche de la población caprina tinerfeña según algunos<br />
factores ambientales. M. Fresno y cois 109<br />
Calidad media de la leche de la agrupación caprina canaria durante la primera<br />
lactación. M. Fresno y cois 113<br />
IV.<br />
PATOLOGÍA<br />
Ponencia<br />
Enfermedades neonatales de los corderos producidos por bacterias. O. Fuentes<br />
Pérez<br />
Comunicaciones<br />
Control y tratamiento de la paratuberculosis ovina y caprina. O. Fuentes Pérez 127<br />
Paratuberculosis caprina: Estrategias del diagnóstico según la incidencia de la<br />
enfermedad. A. Molina Alcalá y cois 135<br />
Enfermedad de Aujeszky en ovino-caprino (descripción de un caso clínico. T.<br />
Cano Expósito y cois 139<br />
Nuevos aspectos epidemiológicos de la enfermedad de los abscesos. F. J. Tejedor,<br />
J. A. Ruiz Santa Quiteria, C. Rupérez y R. de la Fuente 145<br />
Brotes de mamitis en cabras causados por estroptococos del grupo C. J. A. Ruiz<br />
Santa Quiteria y cois 147<br />
Eficacia en el control de un foco de agalaxia contagiosa de una vacuna a base<br />
de Mycoplasma agalactiae inactivado presentando en doble emulsión (Galazel)<br />
en un rebaño ovino/caprino en Medinaceli (Soria). I. Pérez y cois 151<br />
La deficiencia de setenio en el ganado ovino: Nuevo concepto de prevención, i.<br />
Domenech Rierola 153<br />
V. ECONOMÍA<br />
Ponencia<br />
Tendencia de la economía y la comercialización de la producción ovina española.<br />
A. Paz Sáez 159<br />
Comunicaciones<br />
Análisis económico del sector caprino en Extremadura. M. González Gutiérrez-<br />
Barquín y P. Rodríguez Medina 167
9<br />
Págs.<br />
Análisis económico de explotaciones caprinas extensivas en Extremadura. M.<br />
González G.-Barquín y A. M. Berga Monge 173<br />
Análisis económico de explotaciones tipo de ganado caprino. A. Rouco Yáñez,<br />
L. Ruiz Abad y P. F. Rouco Pérez 176<br />
Estructura económica del ovino en la Comunidad Autónoma de Madrid. J. A.<br />
Aguado Ramo, E. González de Chávarri Echániz y F. J. Calahorra Fernández . 181<br />
El mercado nacional de la lana. La demanda intermedia y el consumo final.<br />
A. Paz Sáez 185<br />
Análisis económico del comercio mundial de animales vivos (ovino y caprino).<br />
P. F. Rouco Pérez, F. J. Calahorra Fernández y A. Rouco Yáñez 190<br />
Análisis económico del mercado mundial de carne de ovino. L. Ruiz Abad, A.<br />
Rouco Yáñez y J. A. Aguado Ramo 194<br />
Métodos de gestión técnico-económica en explotaciones de ganado ovino en Albacete.<br />
S. Joy y L. Gallego 199<br />
La ovinicultura en Portugal: Situación y perspectivas de desarrollo en los años<br />
noventa. F. Cabral Calheiros 214
I<br />
GENÉTICA
Ponencia<br />
Ingeniería genética aplicada a la producción<br />
de pequeños rumiantes<br />
M.° B. Pintado Samjuanbenito*<br />
INTRODUCCIÓN<br />
Ingeniería genética es un término que se ha introducido<br />
profundamente en el mundo científico de los<br />
últimos años para designar uno de los campos más<br />
prometedores de la biotecnología. Como tal incluye<br />
todos los métodos técnicos que permiten reproducir,<br />
modificar y, teóricamente al menos, mejorar el material<br />
genético. La ingeniería genética logró hacerse con<br />
una entidad propia hace unos veinte años, naciendo<br />
de la confluencia de varias disciplinas científicas: bioquímica,<br />
genética y biología celular principalmente.<br />
Diez años más tarde ya había demostrado que tendría<br />
un papel destacado en la mejora de la producción<br />
animal.<br />
La intención de esta presentación es dar una visión<br />
de conjunto, necesariamente superficial, de una serie<br />
de técnicas relacionadas con los campos donde la ingeniería<br />
genética puede mejorar la producción de los<br />
pequeños rumiantes, su desarrollo actual y sus posibilidades<br />
futuras.<br />
TECNOLOGÍA DEL ADN RECOMBINANTE<br />
La recombinación del ADN, considerando ésta como<br />
la mezcla y multiplicación del material genético que<br />
constituye el mensaje hereditario, es un fenómeno tan<br />
antiguo como la propia vida, pero siempre con un factor<br />
limitante: las recombinaciones de ADN que se producen<br />
en la naturaleza ocurren, salvo raras excepciones,<br />
entre moléculas muy semejantes, casi homologas,<br />
como corresponde a individuos de la misma<br />
especie. Por esta razón las posibilidades de diversificar<br />
la información genética están tremendamente limitadas.<br />
A principio de los años setenta (4) se logra recombinar<br />
por primera vez una molécula de ADN en el laboratorio.<br />
Desde ese momento multitud de investigadores<br />
permitieron, con su esfuerzo, hacer de la biología<br />
molecular la rama de la ciencia que posiblemente ha-<br />
* Doctor en Veterinaria. Investigador del Departamento de<br />
Producción Animal. Centro de Investigación y Tecnología.<br />
Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias (CIT-INIA).<br />
Carretera de La Coruña, km 5,900 (esquina Dehesa de la<br />
Villa). 28040 Madrid.<br />
ya avanzado más en nuestra década. Se logró en poco<br />
tiempo no sólo aislar e identificar genes, sino crear<br />
otros nuevos, que reúnen en su estructura material<br />
genético de las especies más distanciadas en la escala<br />
evolutiva. Así se puede combinar ADN vírico y bacteriano<br />
con fragmentos genómicos de insectos, plantas<br />
e incluso del hombre.<br />
La gran ventaja y desventaja del ADN es su tremenda<br />
simplicidad. Por un lado hace fácil aislar o replicar<br />
una secuencia de bases, pero la necesidad de exactitud<br />
en el aislamiento es enorme. Una imprecisión<br />
puede carecer de efecto, pero también puede alterar<br />
totalmente la función del gen o inactivarlo. El organismo<br />
se defiende de este peligro potencial, y por ello<br />
cuanto más evolucionado, más complejo es el control.<br />
Por ejemplo, la síntesis de una determinada enzima<br />
puede exigir la conexión y desconexión sucesivas y en<br />
estricto orden de varias zonas del genoma no necesariamente<br />
cercanas, y en algunos casos implicando<br />
cromosomas diferentes.<br />
La recombinación del ADN como técnica de laboratorio<br />
consiste, de manera esquemática, en la obtención<br />
de un fragmento de este ácido nucleico, su inserción<br />
en un microorganismo a través de un vector, su<br />
multiplicación, con el fin de obtener gran cantidad de<br />
copias y su aislamiento y purificación posterior. Esta<br />
metodología es básica para la ingeniería genética, y<br />
aunque ha sido revisada en mucha mayor profundidad<br />
por otros autores (9, 43J conviene hacer una breve<br />
descripción de cada uno de los pasos.<br />
Una vez identificado un determinado gen de interés,<br />
la forma de obtenerlo consiste en sintetizarlo artificialmente<br />
mediante la unión de los nucleótidos o<br />
extraerlo del genoma. En el primer caso ha de conocerse<br />
perfectamente su mapa genético, es decir, la secuencia<br />
exacta de los nucleótidos que lo integran, lo<br />
que no es frecuente. En el segundo caso se aisla el<br />
ADN genómico de un tejido o grupo de células y se<br />
corta en trozos del tamaño aproximado de un gen con<br />
la ayuda de unas «tijeras» enzimáticas, las endonucleasas<br />
de restricción. Estas tienen la facultad de reconocer<br />
ciertas secuencias de bases cortando la cadena<br />
de ADN por ese lugar exclusivamente. Además<br />
ofrecen otra ventaja, y es que muchas de ellas no hacen<br />
cortes limpios, sino que seccionan las dos semicadenas<br />
a distinta altura. Dejan unas terminaciones<br />
llamadas «pegajosas» que son de gran ayuda para<br />
unir este fragmento a otro (fig. 1).
14 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
ENJ}ONUCl^I3/\£^VY.S 13E It&ZSTR X CCJ ON<br />
plásmido bacteriano<br />
Gen do rasistancia a<br />
la Terramicina<br />
€T:^1J.1ÍZ<br />
irjm^a=<br />
I<br />
]<br />
H.-.';-.-.:.M,«!.*.t.<br />
laarw<br />
Fig. 1.—Reconocimiento de una secuencia de bases y rotura<br />
de la doble cadena de ADN por la endonucleasa de restricción<br />
ECO Rl.<br />
Los distintos fragmentos tienen un peso molecular<br />
diferente y por ello se pueden aislar mediante electroforesis.<br />
Al hacer pasar una corriente eléctrica por un<br />
gen a base de agarosa, el ADN se desplaza hacia uno<br />
de los polos, pero los fragmentos más pequeños lo hacen<br />
a mayor velocidad, lo que hace posible separar<br />
unos de otros.<br />
Una vez aislado, el fragmento se integra en un vector,<br />
esto es, un agente capaz de introducirse en células<br />
vivas y replicarse. Normalmente se trata de un<br />
plásmido bacteriano o de levadura o un virus. Vector<br />
y fragmento se unen en un punto conocido con un pegamento<br />
enzimático, una ligasa, y esta construcción<br />
se coloca en contacto con células para que se introduzca<br />
en ellas y se replique. Las más utilizadas son<br />
las bacterias, especialmente el Escherichia coli, ya<br />
que con su gran velocidad de crecimiento permite obtener<br />
multitud de copias o «clones» del gen en un corto<br />
espacio de tiempo (fig. 2).<br />
El reconocer entre las colonias cuáles son las que<br />
han integrado el gen sería una tarea interminable,<br />
por esa razón el vector lleva también un mecanismo<br />
que permite su aislamiento. Por ejemplo, en el caso<br />
de un plásmido suele seleccionarse aquel que lleve<br />
en su dotación el gen de resistencia a algún antibiótico.<br />
Basta añadir éste al medio para saber que las colonias<br />
supervivientes poseen el gen. Una vez conseguido<br />
un cultivo en cantidad suficiente, se procesa, se<br />
aisla el ADN y se procede a abrir los plásmidos con<br />
las endonucleasas específicas. Los fragmentos se<br />
vuelven a aislar por electroforesis, obteniéndose el<br />
gen puro y concentrado.<br />
INGENIERÍA GENÉTICA Y SANIDAD ANIMAL<br />
La sanidad animal es una parte importante en la<br />
producción. Esta se incrementa notablemente si se lo-<br />
plasmida cariado<br />
Fragmentos de ADM exógono<br />
Fig. 2.—Apertura de un vector plásmido e inserción de un<br />
fragmento de ADN exógeno.<br />
gra reducir la incidencia de enfermedades. La ingeniería<br />
genética tiene una aplicación práctica clara al<br />
menos en cinco situaciones (7, 15): .<br />
— Diagnóstico de enfermedades.<br />
— Desarrollo de vacunas recombinantes.<br />
— Producción de agentes terapéuticos.<br />
— Obtención de animales transgénicos genéticamente<br />
resistentes.<br />
— Tratamiento de enfermedades metabólicas.<br />
Diagnóstico de enfermedades<br />
El primer sistema de diagnóstico desarrollado con<br />
técnicas relacionadas con la ingeniería genética fue la<br />
utilización de endonucleasas de restricción. Con ellas<br />
SONDAS DE ADZT<br />
A> Obtención de la sonda<br />
O Reacción de diagnóstlc<br />
^4^<br />
Fig. 3.—Metodología para la identificación y diagnóstico de<br />
agentes patógenos mediante sondas de ADN.
INGENERIA GENÉTICA APLICADA A LA PRODUCCIÓN DE PEQUEÑOS RUMIANTES 15<br />
ha sido posible caracterizar agentes etiológicos de naturaleza<br />
oscura (26). La utilización de este método de<br />
diagnóstico permitiría, por ejemplo, tipificar distintas<br />
cepas de M. paratuberculosis aisladas en ovino y caprino<br />
(5), aunque haya resultado ineficaz en el caso<br />
del vacuno. Sin embargo, esta técnica ha sido desbancada<br />
en parte por la utilización de las llamadas «sondas<br />
de ADN» y que sin duda será una herramienta indispensable<br />
en el futuro (17) (fig. 3).<br />
El fundamento de las sondas reside en la posibilidad<br />
de poder separar las dos semicadenas de ADN<br />
mediante calor o un tratamiento químico. Una vez conocida<br />
la secuencia de nucleótidos de un fragmento<br />
del agente patológico, es posible obtener multitud de<br />
copias de éste recombinando el ADN en el laboratorio.<br />
Cuando se ha obtenido en suficiente cantidad, se<br />
separan las semicadenas y se marcan, constituyendo<br />
la llamada «sonda». El sistema de marcado puede ser<br />
con radiactividad, fluorescencia o agentes enzimáticos<br />
conocidos. Cualquier semicadena de ADN tiene<br />
una peculiaridad, y es que tiende a estabilizarse<br />
uniéndose con una semicadena complementaria, que<br />
podría proceder fácilmente del agente patógeno.<br />
La metodología de diagnóstico consiste en extraer<br />
el ADN de la muestra (sangre, visceras, etc.) y desnaturalizarlo,<br />
es decir, dividirlo en semicadenas, no sólo<br />
lo hará el ADN de las células, también afectará al<br />
agente patógeno. El ADN obtenido se fija posteriormente<br />
a unos filtros especiales de nitrocelulosa. A<br />
continuación se añade la sonda marcada y ésta se encargará<br />
de buscar un fragmento de ADN complementario<br />
al que unirse. Si tras el lavado del filtro es posible<br />
detectar sonda marcada, puede establecerse, sin<br />
lugar a dudas, la presencia del agente patógeno.<br />
Este método ha demostrado ser efectivo no sólo con<br />
agentes virales en estado latente (24), también con<br />
bacterias (23) y parásitos (25). Cuando se simplifique<br />
la técnica, posiblemente deshancará a los métodos<br />
serológicos tradicionales en un futuro muy próximo.<br />
Desarrollo de vacunas recombinantes<br />
Actualmente existen dos tipos de vacunas: las inactivadas,<br />
relativamente seguras, y las vacunas vivas,<br />
que pese a estimular una mejor respuesta inmunitaria<br />
presentan el peligro de una reversión hacia una<br />
forma virulenta que en vez de detener una epidemia<br />
puede desencadenarla (26). Las vacunas recombinantes,<br />
es decir, aquellas obtenidas por ingeniería genética<br />
gozarían de las ventajas de ambas, son seguras y<br />
muy activas. El gran inconveniente que ha limitado su<br />
mayor desarrollo en Veterinaria es el de su alto coste.<br />
No por la producción en sí, sino por el trabajo que representa<br />
el aislar y conocer el código genético de un<br />
agente patógeno.<br />
Las investigaciones se han centrado en aquellos<br />
agentes etiológicos contra los cuales no hay vacuna o<br />
ésta es de una efectividad relativa. Los agentes virales<br />
por su mayor sencillez se han convertido en el mayor<br />
foco de atención, siendo un claro ejemplo el virus de<br />
la fiebre añosa (2).<br />
Hay dos posibles aproximaciones desde el punto de<br />
vista de la ingeniería genética. La primera consiste en<br />
determinar la secuencia que codifica las proteínas<br />
que originan la respuesta inmune, y éstas se sintetizan<br />
como un fragmento de ADN cualquiera, se insertan<br />
en un plásmido bacteriano que se reproduce a<br />
gran velocidad. De esta forma pueden obtenerse a<br />
muy bajo precio grandes cantidades de la misma sin<br />
correr el peligro de una «reactivación» (15). La otra<br />
posibilidad es «inactivar» el agente patógeno, eliminando<br />
de su secuencia los genes causantes del efecto<br />
citopático, pero dejando los causantes de la respuesta<br />
inmune y de la replicación (38). De esta forma sería<br />
posible lograr una infección inocua que se transmitiría<br />
a otros individuos. Este hecho constituye un factor<br />
muy interesante, inoculando un determinado número<br />
de individuos, se podría esperar una difusión de la<br />
vacuna a la población. Con este planteamiento ya se<br />
ha trabajado en porcino (19) y en vacuno (18) y es de<br />
esperar que se extienda pronto a los pequeños rumiantes.<br />
Síntesis de agentes terapéuticos<br />
Una de las ventajas de la recombinación de ADN es<br />
que abarata los costes de producción de agentes terapéuticos<br />
de elevado precio. Actualmente no se ha pasado<br />
de una fase puramente experimental, centrando<br />
los estudios en agentes utilizados en Medicina, tales<br />
como la insulina (11), pero posiblemente en un futuro<br />
no muy lejano se aplicará a tratamientos animales.<br />
Actualmente el área de mayor interés se centra en el<br />
diseño y producción de nuevos agentes antibióticos (15).<br />
Producción de animales transgénicos<br />
genéticamente resistentes<br />
Un animal transgénico es aquel que lleva en su dotación<br />
genética un gen o grupo de genes introducidos<br />
artificialmente. Aunque más adelante se profundizará<br />
en la metodología de obtención, el gen insertado puede<br />
regular cualquier tipo de función, y entre las posibilidades<br />
más tentadoras está, sin duda, la de conseguir<br />
líneas animales genéticamente inmunes (7).<br />
Los estudios de Inmunología en los últimos años<br />
atribuyen a las características del Sistema Mayor de<br />
Histocompatibilidad (MHC) la capacidad de resistencia<br />
que presentan algunos individuos frente a determinadas<br />
enfermedades, mientras que otros son susceptibles<br />
de padecerlas (29). Este sistema es un conjunto<br />
bastante complejo de genes que cada individuo<br />
hereda de sus progenitores, y cuyas características<br />
exactas una vez conocidas podrán servir para seleccionar<br />
aquellos animales con una mejor resistencia.<br />
La complejidad de este sistema hace difícil pensar que<br />
se podrá modificar mediante ingeniería genética en<br />
un futuro próximo, pero en algunas especies ha sido<br />
posible identificar un gen aislado capaz de incrementar<br />
la resistencia frente a una enfermedad en particular<br />
(40), o a un grupo de ellas. Posiblemente sea en
16 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
genes de este tipo donde se centre la actividad investigadora<br />
a corto plazo. Un ejemplo en este sentido es la<br />
labor desarrollada para conocer la estructura del gen<br />
que codifica la secreción de interferón (37).<br />
Tratamiento de enfermedades metabólicas<br />
Este tipo de enfermedades tienen poca incidencia<br />
en la producción animal. Actualmente se tiende más a<br />
la prevención de enfermedades en una población animal<br />
que al tratamiento individual. Las enfermedades<br />
metabólicas, que si tienen trascendencia en Medicina<br />
humana, pasan casi desapercibidas en Veterinaria.<br />
TÉCNICAS DE OBTENCIÓN DE ANIMALES<br />
TRANSGENICOS<br />
La consecución de un individuo transgénico ha sido<br />
posible gracias al desarrollo profundo y paralelo de<br />
dos ramas de la Biotecnología, por un lado de la Biología<br />
Molecular y por otro la Reproducción Animal.<br />
Tan importante ha sido el lograr identificar, aislar y<br />
construir un gen como el obtener células embrionarias<br />
capaces de recibirlos y de continuar su desarrollo<br />
posterior, dando lugar a un individuo con la facultad<br />
de transmitir su nueva dotación genética.<br />
La aplicación de los animales transgénicos a la producción<br />
animal es una posibilidad demasiado tentadora<br />
como para que la investigación se reduzca a grupos<br />
científicos aislados. De hecho han surgido numerosas<br />
tentativas desde muy distintos puntos de vista que han<br />
dado lugar a una metodología muy variada (fig. 4).<br />
De acuerdo con la definición ya expuesta, un individuo<br />
transgénico es aquel que incorpora en su genoma<br />
un gen o grupo de genes extraños introducidos artificialmente.<br />
Según este concepto, todos los organismos<br />
procariotas que se utilizan en la recombinación del<br />
ADN en el laboratorio son transgénicos. En esta revisión<br />
sólo se mencionarán aquellos métodos que han<br />
permitido obtener un pequeño rumiante transgénico,<br />
o que al haber sido aplicados con éxito a alguna otra<br />
especie mamífera ofrecen unas posibilidades tangibles<br />
de hacerlo en un futuro próximo. Según este criterio,<br />
se tratarán de las siguientes:<br />
— Microinyección de células totipotentes y producción<br />
de quimeras.<br />
— Utilización de vectores:<br />
a) Vectores virales.<br />
b) Espermatozoides.<br />
— Microinyección de ADN en pronúcleos o núcleos<br />
celulares.<br />
Microinyección de células totipotentes<br />
y producción de quimeras<br />
VÍRICOS<br />
Una quimera es un individuo obtenido a partir de la<br />
fusión de células de diferentes individuos, presentanai<br />
m<br />
Fig. 4.—Representación esquemática de las distintas metodologías<br />
para la obtención de animales transgénicos.<br />
do características morfológicas y fisiológicas de cada<br />
uno de ellos. La obtención de quimeras es una técnica<br />
relativamente antigua, y hasta hace poco de aplicación<br />
práctica restringida, ya que estos individuos reúnen<br />
características de dos estirpes muy diferentes,<br />
siendo imposible controlar el proceso. Otro factor limitante<br />
de mayor importancia es que la descendencia<br />
de estos «mosaicos» pertenece a una sola de las líneas<br />
parenterales, ya que en ningún caso se produce<br />
la recombinación del ADN de éstas.<br />
Las células totipotentes son aquellas que en unión<br />
con células embrionarias, son capaces de comportarse<br />
como éstas, diferenciándose y formando distintos<br />
órganos y tejidos. Se han aislado dos líneas celulares<br />
de este tipo, las que proceden de teratocarcínomas<br />
(39) o células «EC» (Embryonic Carcinoma) y las obtenidas<br />
por EVANS y KAUFMAN (10), procedentes de<br />
masas celulares internas de blastocistos de ratón.<br />
Ambos tipos han demostrado su capacidad de formar<br />
quimeras en combinación con otras células embrionarias.<br />
La aplicación de esta tecnología a la producción de<br />
transgénicos es inmediata. La infección con retrovirus<br />
o la microinyección de genes en estas líneas celulares<br />
es más sencilla que la aplicación de estos métodos<br />
directamente sobre el embrión. Más aún, hay otra<br />
ventaja clara, y es que en los cultivos celulares podrían<br />
aislarse las líneas que hubieran integrado el<br />
gen, y en algunos casos sería incluso posible el eva-
INGENERIA GENÉTICA APLICADA A LA PRODUCCIÓN DE PEQUEÑOS RUMIANTES i 7<br />
luar el nivel de expresión. De esta forma al incluir alguna<br />
de estas células en el blastocito se sabe que de<br />
formar quimeras que afecten a la línea germinal, la<br />
siguiente generación será transgénica.<br />
La metodología utilizada para la inyección de las<br />
células consiste en su aislamiento de cultivo, a continuación<br />
se colocan en una aguja de inyección y, con la<br />
ayuda de ésta, se expelen en el blastocele de un blastocisto.<br />
Hay que dirigir la inyección hacia la masa celular<br />
interna con la esperanza de que alguna de las<br />
células logre asentarse allí y dé lugar a toda o parte<br />
.de una línea germinal. Sólo si las células germinales<br />
están afectadas se producirá un auténtico transgénico<br />
en la segunda generación.<br />
Este método se ha aplicado con éxito en ratones<br />
(41), pero en el resto de las especies animales es necesario<br />
el poder obtener líneas celulares totipotentes.<br />
Otros investigadores (30) han intentado conseguir<br />
quimeras con fibroblastos de cerdo, pero hasta la fecha<br />
no se ha publicado ningún trabajo de este tipo<br />
centrado en pequeños rumiantes.<br />
Utilización de vectores<br />
El planteamiento es muy similar al de la metodología<br />
de recombinación del ADN ya expuesta, en este<br />
caso se busca un sistema de transporte de los genes<br />
al interior del embrión en lugar del interior de la bacteria.<br />
a) Agentes virales<br />
La infección viral se ha utilizado repetidamente y<br />
con diversos fines para introducir ácidos nucleicos en<br />
cultivos celulares, y de la misma forma se pudo comprobar<br />
que la infección de embriones de ratón en estadio<br />
de cuatro-ocho células producía un individuo con<br />
una copia del virus en cada una de sus células (16).<br />
La Biología Molecular ha prestado las herramientas<br />
necesarias para poder manipular los virus, de tal forma<br />
que pueda eliminarse parte de su material genético,<br />
específicamente el causante de los efectos eitopáticos,<br />
y poner en su lugar un transgén de interés. Esta<br />
metodología cuenta con una serie de ventajas dignas<br />
de mención, se produce una integración muy eficiente<br />
de copias simples e intactas del gen, aunque no deja<br />
de ser una infección transmisible con los peligros que<br />
ello conlleva.<br />
La utilización de retrovirus es sin duda la modalidad<br />
más extendida, pero éstos tienen otro factor limitante,<br />
y es el tamaño del fragmento de material genético<br />
que puede adaptarse a la estructura viral. El límite<br />
máximo está en las 8 kilobases, lo que es un gen<br />
de pequeño tamaño si hablamos de individuos eucariotas<br />
(34).<br />
No cabe duda de que se trata de un terreno muy<br />
prometedor, más teniendo en cuenta que las inserciones<br />
virales parecen no producirse tan al azar como<br />
las de otras técnicas. En la actualidad muchos esfuer-<br />
Fig. 5.—Utilización de los espermatozoides como vectores de<br />
fragmentos de ADN para la producción de animales transgénicos.<br />
zos se encaminan a lograr vectores víricos que se<br />
inactiven en el momento en que hayan colocado el<br />
transgén en el genoma de la célula hospedadora, con<br />
lo que el peligro de infección viral desaparecería.<br />
b) Espermatozoides<br />
En 1989 se dieron a conocer los resultados de un<br />
grupo de investigadores (21) que habían logrado introducir<br />
material genético extraño en oocitos de ratón,<br />
utilizando para ello espermatozoides como vectores.<br />
Sus resultados igualaron los de la técnica de microinyección,<br />
que es la de mayor porcentaje de éxito<br />
hasta el momento (fig. 5).<br />
Básicamente la metodología consiste en la incubación<br />
de espermatozoides en un medio de capacitación<br />
al que se añade en la útlima media hora una solución<br />
de ADN, de tal forma que las células espermáticas<br />
captan el ácido nucleico justo antes de ser enfrentadas<br />
con los oocitos durante un proceso de fertilización<br />
in vitro típico. No se han producido nuevas aportaciones<br />
con este planteamiento, pero de confirmarse los<br />
resultados, no cabe la menor duda de que sería un<br />
método ideal, ya que exige una infraestructura mucho<br />
menor que cualquiera de los otros sistemas disponibles<br />
hasta la fecha.<br />
Microinyección de ADN en pronúcleos y núcleos<br />
El único método que, hasta hoy, ha permitido obtener<br />
ovino transgénico consiste en la microinyección<br />
del material genético directamente en uno de los pronúcleos<br />
de'un zigoto o en ambos núcleos de un embrión<br />
de dos células (figs. 6 y 7).<br />
La microinyección de células eucariotas se describió<br />
en 1973 (8) y dos años después se aplicó con éxito<br />
en oocitos de rana (6). En embriones de mamífero se<br />
utilizó por primera vez en 1980 (12) y en 1985 se consiguieron<br />
los primeros cerdos, conejos y ovejas transgénicos<br />
(13).
18 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
Fig. 6.—Zigotos con ambos pronúcleos visibles y bien diferenciados<br />
(200 aumentos).<br />
Para la realización de esta técnica se precisan embriones<br />
de una célula en donde sean visibles los pronúcleos,<br />
o embriones de dos células, en cuyo caso la<br />
microinyección se realiza en los núcleos. Estos embriones<br />
se pueden obtener por superovulación de<br />
hembras donantes o fertilización in vitro. Es muy importante<br />
poder ver nítidamente la membrana de los<br />
pronúcleos o de los núcleos, ya que ha de ser atravesada<br />
para depositar el material genético exógeno.<br />
La operación se hace con la ayuda de un micromanipulador<br />
que posee dos brazos. En el primero se sitúa<br />
una pipeta de bordes romos. Con ella, y ejerciendo<br />
una succión muy ligera, se fija el embrión. Con el<br />
otro brazo se dirige una aguja finísima. Una vez situada<br />
dentro del pronúcleo o del núcleo se expele el ADN<br />
hasta notar un aumento significativo del diámetro<br />
pronuclear o un cambio de color. Los embriones microinyectados<br />
se cultivan un período de tiempo y se<br />
transfieren a hembras receptoras.<br />
Los embriones de los pequeños rumiantes, al igual<br />
que casi todas las especies domésticas, suelen tener<br />
los pronúcleos ocultos por granulos citoplasmáticos.<br />
Este inconveniente puede solucionarse utilizando una<br />
óptica especial, el contraste de interferencia, en el microscopio<br />
(44), o centrifugándolos para que se produzca<br />
una estratificación de los granulos dejando visible<br />
el resto de las estructuras (42) (fig. 8).<br />
Fig. 7.—Embrión en estadio de dos células, con ambos<br />
núcleos visibles y accesibles para la microinyección (100<br />
aumentos).<br />
Hay que esperar al nacimiento de los individuos para<br />
analizarlos y saber si se ha producido la integración<br />
del transgén, y para constatar que éste es funcional,<br />
hay que esperar que el tejido al que va dirigido<br />
sea activo. Por ejemplo, aquellas construcciones que<br />
están diseñadas para la glándula mamaria sólo se activarán<br />
cuando lo haga la mama, es decir, en el primer<br />
parto.<br />
La manipulación de los embriones resulta perjudicial,<br />
y la microinyección en particular ha demostrado<br />
esa faceta (35). Esa puede ser una explicación de por<br />
qué en el mejor de los casos no se ha sobrepasado el<br />
5% de corderos transgénicos entre los nacidos a partir<br />
de embriones microinyectados (36). Estas diferencias<br />
se hacen aún mayores si consideramos un porcentaje<br />
de eficacia de la microinyección, es decir, el<br />
número de transgénicos obtenidos a partir del total<br />
de embriones microinyectados y transferidos.<br />
La microinyección presenta también ventajas e inconvenientes;<br />
entre las primeras destaca el ser el método<br />
más efectivo hasta la fecha, sin limitación de tamaño<br />
en el fragmento de ADN y el poder aplicarse a<br />
todas las especies. Básicamente la misma tecnología<br />
ha permitido obtener peces, plantas y mamíferos<br />
transgénicos.<br />
Posiblemente el mayor inconveniente es la imposibilidad<br />
de controlar el lugar de integración y sobre todo<br />
el número de copias. También es costoso el montaje<br />
inicial de un laboratorio y decepcionante a veces el<br />
bajo índice de éxito, aunque el porcentaje de fracasos<br />
no es mayor que con otros métodos.<br />
La aplicación práctica en ganadería de esta tecnología<br />
se ve limitada por una serie de factores técnicos.<br />
Posiblemente el problema de mayor importancia es el<br />
hecho de que integrar el ADN extraño en el genoma<br />
no implica que el individuo transgénico exprese ese<br />
fWC<br />
Fig. 8.—Embrión de ovino. Como en todas las especies domésticas,<br />
las granulaciones citoplasmáticas enmascaran las<br />
estructuras nucleares (200 aumentos).
INGENERIA GENÉTICA APLICADA A LA PRODUCCIÓN DE PEQUEÑOS RUMIANTES 19<br />
gen, es decir, que éste sea activo y se produzca la proteína<br />
codificada. En muchos casos la inserción se lleva<br />
a cabo en una zona inactiva del cromosoma (36).<br />
Este no es el único problema, en ciertos casos se ha<br />
relatado en la bibliografía como progenitores transgénicos<br />
que expresaban el gen, daban lugar a una descendencia<br />
no transgénica o incapaz de traducir el<br />
transgén (33). Teóricamente ésto debería transmitirse<br />
a la descendencia de acuerdo con las leyes de Mendel,<br />
pero en ciertos casos no es así, a veces la inserción se<br />
produce en los heterocromosomas, por lo que su presencia<br />
se reduce a machos o a hembras. En este último<br />
caso influye además otro factor: uno de los cromosomas<br />
X de la hembra se inactiva en época muy temprana<br />
del desarrollo embrionario; si el transgén estaba<br />
allí sufre exactamente la misma suerte.<br />
La mayor necesidad en este momento sería el poder<br />
encontrar un sistema que permita dirigir el lugar de<br />
inserción a una zona cromosómica que no resultara<br />
deletérea para el individuo y que además fuera activa.<br />
Con el sistema de microinyección en pronúcleos<br />
todavía no es posible lograrlo. La inserción se produce<br />
de acuerdo con las leyes del azar y en bastantes<br />
casos interrumpe una secuencia de un gen del propio<br />
individuo. La consecuencia es que este gen queda inutilizado,<br />
se produce lo que se llama una mutilación<br />
por inserción. Esta es otra clara limitante de la extensión<br />
de los animales transgénicos. Este tipo de mutaciones<br />
no suele ser deletérea en heterozigosis, pero<br />
en la mayoría de los casos es letal en homozigosis. La<br />
consecuencia es clara, la transmisión del carácter no<br />
puede hacerse por líneas puras, sino con heterozigotes.<br />
Se había mencionado también que en muchos casos<br />
no se integra una copia única, sino un elevado número<br />
de ellas unidas entre sí. No se ha podido demostrar<br />
que exista una relación proporcional entre el número<br />
de copias y el nivel del producto codificado en el organismo;<br />
por esa razón la línea de utilización de retrovirus<br />
esta adquiriendo un auge importante que puede<br />
ser la solución para conseguir copias únicas en lugares<br />
estratégicos de los cromosomas.<br />
Se han observado otros trastornos a consecuencia<br />
de los genes exógenos. En muchas experiencias se ha<br />
trabajado con diversas construcciones de la hormona<br />
de crecimiento unida al promotor de la metalotioneína,<br />
que han causado un estado de diabetes letal (36).<br />
INGENIERÍA GENÉTICA Y PRODUCCIÓN<br />
DE PEQUEÑOS RUMIANTES<br />
La metodología descrita para la obtención de individuos<br />
transgénicos no está limitada a conseguir animales<br />
más sanos, su campo de aplicación en la producción<br />
animal es mucho más grande. Numerosas líneas<br />
de trabajo convergen en la mejora tanto<br />
cualitativa como cuantitativa de la producción. Aunque<br />
las posibilidades son inmensas, también hay que<br />
decir que en muchos casos su efecto real no se hará<br />
patente a corto plazo.<br />
De una manera esquemática los animales transgénicos<br />
permitirán mejorar la producción animal en los<br />
siguientes campos<br />
Tabla I<br />
Aplicaciones de la ingeniería genética a la producción<br />
de pequeños rumiantes<br />
— Resistencia a enfermedades.<br />
— Producción de proteínas de interés terapéutico.<br />
— Resistencia a temperaturas extremas.<br />
— Incremento de la productividad:<br />
• Incremento cuantitativo, masa muscular, leche,<br />
lana, etc.<br />
• Mejora de las características cualitativas del<br />
producto.<br />
Es imposible tocar todos los campos en los que la<br />
ingeniería genética puede afectar la producción animal,<br />
es un campo demasiado amplio. Baste decir que<br />
la misma tecnología de recombinaciones de ADN se<br />
puede aplicar a las plantas creando pastos más resistentes<br />
y nutritivos, con los beneficios que ello reportaría.<br />
Refiriéndonos a los animales transgénicos, uno de<br />
los mayores esfuerzos se ha centrado en lograr integrar<br />
el gen de la hormona de crecimiento en especies<br />
de explotación tanto cárnica como lechera, con la esperanza<br />
de alcanzar efectos tan espectaculares como<br />
los obtenidos por PALMITER y su grupo con ratones<br />
(27). En una misma carnada los individuos que integraron<br />
la construcción a base del promotor de la metalothioneína<br />
y la porción estructural de la hormona<br />
de crecimiento alcanzaron un desarrollo corporal dos<br />
veces mayor que el de los controles.<br />
La aplicación de la misma metodología en animales<br />
domésticos desgraciadamente no dio los mismos resultados<br />
(32). Con ello se hizo evidente que nuestros<br />
conocimientos de los mecanismos reguladores de los<br />
genes y de su estructura necesitan un estudio muy<br />
profundo, y en algunos casos una revisión a fondo.<br />
Al haberse demostrado que la administración exógena<br />
de la hormona de crecimiento en ganado vacuno<br />
permite incrementar de una manera significativa la<br />
producción de leche (28), algunos investigadores han<br />
utilizado diversas construcciones a base de hormona<br />
de crecimiento humana, ovina o bovina para la producción<br />
de ganado ovino transgénico. Los resultados<br />
obtenidos distan mucho de lo que podría esperarse,<br />
se ha demostrado que es posible insertar fragmentos<br />
de ADN exógeno en embriones ovinos, pero la imposibilidad<br />
de regular eficientemente la expresión de este<br />
gen, en la mayoría de los casos cuadros patológicos
20 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
derivados de una diabetes letal que ha evitado, hasta<br />
la fecha, que estos animales llegaran a la pubertad<br />
creando una línea de transgénicos (36). Por ello tampoco<br />
ha sido posible evaluar si la producción láctea<br />
estaba realmente modificada.<br />
La alteración de las características de la leche ofrece,<br />
sin embargo, una perspectiva más alentadora,<br />
máxime teniendo en cuenta el gran esfuerzo desarrollado<br />
para poder clonar genes cuya expresión se limite<br />
única y exclusivamente a la glándula mamaria.<br />
Tal es el caso de la B-lactoglobulina (14) o la B-caseína<br />
(22).<br />
Las aplicaciones prácticas de este planteamiento<br />
son muy variadas y tan atractivas que están acaparando<br />
la investigación de compañías privadas dedicadas<br />
a la ingeniería genética. Merece la pena revisar<br />
las más destacadas:<br />
Producción de proteínas farmacéuticas<br />
de alto valor en la glándula mamaria<br />
La ingeniería genética y las técnicas de recombinación<br />
de ADN han permitido obtener agentes terapéuticos<br />
en el-laboratorio cuando no existía más sistema<br />
que la extracción directa de los tejidos. Es el caso de<br />
la insulina que se mencionó anteriormente. Sin embargo,<br />
los microorganismos tienen una capacidad limitada<br />
de producción de proteínas, que les reduce a<br />
la síntesis de proteínas sencillas (31).<br />
La creación de líneas celulares estables, capaces de<br />
sintetizar proteínas más complejas, significó un avance<br />
en este campo, aunque con un coste notablemente<br />
más elevado, ya que el crecimiento de los cultivos celulares<br />
requiere una tecnología más depurada y no es<br />
tan eficaz como los agentes bacterianos. Por este sistema<br />
se ha sintetizado la hormona de crecimiento humano;<br />
el coste en este caso era un factor secundario,<br />
ya que la extracción directa de tejidos humanos post<br />
montera era incapaz de cubrir la demanda.<br />
Un caso semejante ocurre con el factor IX de la coagulación.<br />
Actualmente sólo se puede obtener a partir<br />
de la sangre donada, y la amenaza del SIDA y otras<br />
enfermedades de transmisión sanguínea está creando<br />
una situación dramática para los hemofílicos. La obtención<br />
de animales transgénicos capaces de producir<br />
este agente sería una solución casi definitiva (20). La<br />
glándula mamaria es una auténtica factoría en cuanto<br />
a producción de proteínas se refiere; la idea es poder<br />
trasformarla de tal modo que una fracción de estas<br />
proteínas sean agentes de interés terapéutico, que<br />
pueden recogerse y aislarse de la leche mediante un<br />
proceso sencillo. Hasta ahora ya se han conseguido<br />
dos ovejas capaces de producir factor IX de coagulación<br />
en la leche en una concentración 1/250 veces<br />
menor que la de la sangre humana (3); puede no parecer<br />
mucho, pero es la confirmación práctica de una<br />
hipótesis y una esperanza para un gran número de<br />
seres humanos.<br />
El planteamiento teórico consiste en aislar e identificar<br />
cualquiera de los genes que tienen actividad exclusivamente<br />
en la mama y realizar un pequeño cambio<br />
en ellos; se sustituyen los nucleótidos que codifican<br />
a la proteína conservando toda la secuencia<br />
encargada de la regulación de esa actividad, es decir,<br />
de una manera simplificada se eliminaría la parte estructural<br />
del gen, conservando la reguladora o «promotor».<br />
Una vez logrado el promotor, éste se une a<br />
una secuencia de ADN que codifica la proteína de interés,<br />
y esta construcción se microinyectaría en el<br />
embrión.<br />
El ganado ovino ha sido y es la especie de elección<br />
para los experimentos realizados en este campo. Se<br />
trata de animales capaces de producir proteínas en<br />
gran cantidad de forma natural, y además con una<br />
gran ventaja sobre el ganado vacuno, por la gestación<br />
más corta, es posible conocer los resultados de la experimentación<br />
en la mitad de tiempo.<br />
No es esta la única posibilidad; de la misma forma<br />
los promotores específicos de la glándula mamaria<br />
pueden combinarse con agentes de actividad terapéutica,<br />
pero para la propia cría. En la leche humana<br />
existe un factor, la lactoferrina, capaz no sólo de facilitar<br />
la asimilación del hierro, sino también de actuar<br />
como bacteriostático (44), reduciendo la incidencia de<br />
diarreas perinatales. Su inclusión en la composición<br />
de la leche de otras especies podría demostrar una<br />
actividad semejante. En este sentido, otra posibilidad<br />
tentadora sería la de obtener una línea de animales<br />
que fuera capaz de sintetizar un agente antibacteriano<br />
en la glándula mamaria reduciendo la incidencia<br />
de mastitis.<br />
El planteamiento de esta revisión incluye a los pequeños<br />
rumiantes, pero de alguna manera el ganado<br />
caprino se ha visto relegado del campo experimental,<br />
donde sin duda podría tener un papel tan activo como<br />
el ganado ovino. La razón más plausible es que las<br />
técnicas de superovulación y cultivo de embriones de<br />
caprino no se han desarrollado a la misma velocidad<br />
que otros rumiantes. Sin embargo, hay al menos un<br />
grupo interesado en utilizar cabras para sus trabajos<br />
de ingeniería genética (1).<br />
CONCLUSIONES<br />
La ingeniería genética ya ha demostrado sus posibilidades<br />
en muchos campos relacionados con la producción<br />
animal, pero sin duda en un futuro éstas se<br />
multiplicarán. No cabe duda de que hay mucho trabajo<br />
que hacer, exigiendo la colaboración entre varias<br />
disciplinas. De alguna manera, se ha conseguido mucho<br />
conociendo muy poco.<br />
La profundización en el estudio de los mecanismos<br />
reguladores de la actividad de los genes, así como la<br />
optimización de las técnicas de producción de plantas<br />
y animales transgénicos, permitirán, sin duda, mejorar<br />
las condiciones de la producción animal en general<br />
y de la de los pequeños rumiantes en particular.
INGENERIA GENÉTICA APLICADA A LA PRODUCCIÓN DE PEQUEÑOS RUMIANTES 21<br />
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Comunicación<br />
Sistema M de grupos sanguíneos ovinos. Relaciones<br />
con otros parámetros eritrocitarios en Merino español<br />
M. R. de la Haba Giraldo* y D. Llanes Ruiz*<br />
INTRODUCCIÓN<br />
Desde final del siglo pasado en que se comenzó a<br />
estudiar el contenido de potasio (1) en la sangre de<br />
los animales se han sucedido multitud de trabajos. En<br />
base a esto, los ovinos pueden clasificarse en dos grupos:<br />
«alto potasio» (HK) y «bajo potasio» (LK). Posteriormente<br />
(2) se descubrió que el carácter responsable<br />
del tipo HK se heredaba de forma recesiva,<br />
mientras que el del LK era dominante, aunque esta<br />
dominancia era incompleta.<br />
Tras descubrirse los alelos Ma y Mb del sistema M<br />
de grupos sanguíneos ovinos, se comprobó que los<br />
animales HK eran homocigotos para el alelo Ma (Ma-<br />
Ma), los homocigotos LK lo eran también para el Mb<br />
(MbMb), y los heterocigotos de tipo LK eran MaMb (3).<br />
Paralelamente se había encontrado que el contenido<br />
de potasio y sodio dependía de la actividad de una<br />
bomba de Na-K, localizada en la membrana del eritrocito,<br />
y que consume ATP, pero la actividad de esta<br />
ATPasa tenía en eritrocitos HK cuatro veces más actividad<br />
que en los LK (4). Asimismo, ovejas de tipo «bajo<br />
glutation» parecían tener mayores niveles de actividad<br />
de ATPasa en algunos casos (5) y menores contenidos<br />
de sodio y potasio en otros (6).<br />
MATERIAL Y MÉTODOS<br />
La sangre se extrajo, mediante punción yugular, de<br />
240 animales de raza Merina, pertenecientes al Centro<br />
de Selección y Reproducción de Ganado Ovino que<br />
la Junta de Andalucía posee en Hinojosa del Duque<br />
(Córdoba). La sangre, refrigerada durante el transporte,<br />
se centrifugó para separar el plasma, y los glóbulos<br />
fueron lavados tres veces en una solución 150<br />
mM de cloruro de colina en Tris-HCl 10 mM a pH 7,5<br />
que no altera las concentraciones eritrocitarias de potasio<br />
(7). Los parámetros estudiados fueron los siguientes:<br />
sistema M de grupos sanguíneos (técnica<br />
hemolítica estándar, usando los sueros anti-Ma y anti-<br />
* Doctor en Ciencias Biológicas.<br />
** Doctor en Ciencias Biológicas. Departamento de Genética,<br />
Instituto de Zootecnia (CSIC). Facultad de Veterinaria,<br />
Universidad de Córdoba. Av. Medina Azahara, 9.<br />
14005 Córdoba.<br />
Tabla I<br />
Frecuencias fenotípicas y génicas para el sistema M de<br />
grupos sanguíneos ovinos. La población estudiada<br />
se encuentra en equilibrio<br />
Frecuencias genotípicas<br />
Frecuencias<br />
génicas<br />
MaMa MaMb MbMb Ma Mb<br />
Absolutas.. 6 65 169<br />
Relativas ... 0,0250 0,2708 0,7041 0,1604 0,8395<br />
Mb cedidos por la doctora E. M. TUCKER AFRC, Institute<br />
of Animal Physiology, Babraham, Cambridge), potasio<br />
eritrocitario (fotómetro de llama Corning 405),<br />
actividad de ATPasa eritrocitaria (8) y glutation reducido<br />
(9).<br />
RESULTADOS<br />
La tabla I presenta las frecuencias genotípicas y génicas<br />
para el sistema M de grupos sanguíneos. El estudio<br />
llevado a cabo a partir de ellas muestra que la<br />
población se encuentra en equilibrio. Los valores de<br />
potasio de los tres genotipos se presentan en la figura<br />
1. Todos los MaMa eran HK, y los MaMb y MbMb<br />
eran LK, en orden decreciente respecto a medias de<br />
potasio. Las diferencias entre las tres medias son muy<br />
significativas (p < 0,001).<br />
La figura 2 presenta la distribución de los valores<br />
de ATPasa sensible a ouabaína de los tres fenotipos<br />
del sistema M. La media de los animales MaMa difiere<br />
significativamente (p > 0,05), de las de los MaMb y<br />
MbMb, pero no es significativa entre MaMb y MbMb.<br />
La tabla II muestra los niveles medios de GSH eritrocitario<br />
de los genotipos del sistema M de grupos<br />
sanguíneos. Sólo es significativa la diferencia entre<br />
las medias de los MaMb y los MbMb (p > 0,05).<br />
El valor del coeficiente de correlación hallado entre<br />
los niveles de GSH frente a los de actividad de ATPasa<br />
sensible a ouabaína ha sido r = 0,1079 (n.s.) para 251<br />
parejas de valores. Igualmente, el valor obtenido entre<br />
los niveles de GSH y potasio en eritrocitos para<br />
263 parejas de valores es de r = - 0,0205 (n.s.).
24 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
28 r-<br />
H. Animales<br />
199 r—<br />
MaMb<br />
x = 10.27 + 0.49 (65)<br />
j- „„tHiwl de potasic<br />
MbMb<br />
x = 7,H t 0,21 (169)<br />
MaMa (HK)<br />
x = 51.98 ± 3.10 (6)<br />
n. n<br />
3 IB 15 29 23 30 33 49 -15 39 13 43 ¿3<br />
Hi\**l d* potasio<br />
(atcil sciic.)<br />
ta<br />
tto.<br />
3 10 13 29 23 39 33 49<br />
Niuel d* potasio<br />
{a£c/I ariir-í<br />
F¿gr. 1.—Distribución de las concentraciones de potasio en los tres genotipos del sistema M de grupos sanguíneos ovinos. La diferencia<br />
entre las tres medias es muy significativa (p < 0,001). El número de animales testados figura entre paréntesis.<br />
H. animales<br />
29<br />
x= 1,03+0,14 (61)<br />
x= 7,4412,01 (6)<br />
HaMa<br />
MbMb<br />
x = 0,74 + Z 0,05 (161)<br />
JLJBI_JB_M_<br />
JL<br />
1 2 3 4 5 6 7 8 9 19 II 12 13 14 15 16 1 18<br />
Actividad flTP-aa-a (JÍ^ P/g Hb s h)<br />
XL<br />
1 2 3 * 3 4 7<br />
Fig. 2.—Distribución de los valores de ATPasa sensible a ouabaína de los tres genotipos del sistema M de grupos sanguíneos<br />
ovinos. La media de los MaMa difiere significativamente (p < 0,05) de las de los MaMb y MbMb. El número de animales testados<br />
figura entre paréntesis.
SISTEMA M DE GRUPOS SANGUÍNEOS OVINOS. RELACIONES CON OTROS PARÁMETROS... 25<br />
Tabla II<br />
Medias de los niveles de GSH eritrocitario de los<br />
genotipos del sistema M de grupos sanguíneos. Sólo es<br />
significativa la diferencia entre las inedias de los<br />
MaMb y MbMb (p < 0,05).<br />
Fenotipos<br />
MaMa<br />
MaMb<br />
MbMb<br />
DISCUSIÓN<br />
X (mg GSH/dl)<br />
70,66<br />
50,09<br />
65,14<br />
EFM<br />
5,21<br />
2,40<br />
1,20<br />
Número<br />
6<br />
65<br />
168<br />
Los resultados encontrados en el estudio del sistema<br />
M de grupos sanguíneos confirman otros estudios<br />
en cuanto a la escasa presencia en la raza Merina del<br />
alelo responsable del tipo «alto potasio». No hemos<br />
encontrado ninguna referencia sobre estudios directos<br />
de los alelos Ma y Mb en razas españolas, pues todas<br />
las referencias en estas razas deducen las frecuencias<br />
de los «alelos» HK y LK, suponiendo las poblaciones<br />
en equilibrio. Existen referencias en razas<br />
extranjeras sobre la relación directa entre la alta frecuencia<br />
del tipo «bajo potasio» (LK) y una mayor producción<br />
y finura de la lana en algunas razas ovinas.<br />
Siendo el Merino una raza seleccionada para producción<br />
de lana no es extraño la escasa presencia del alelo<br />
que determine el tipo HK (Ma).<br />
De acuerdo con las referencias (2, 3), los seis animales<br />
MaMa son de tipo HK, mientras que los 65<br />
MaMb y los 169 MbMb son de tipo LK, y las diferencias<br />
entre las tres medias de potasio son muy significativas<br />
(p < 0,001). Esto confirmaría el hecho de que<br />
el tipo de potasio eritrocitario está determinado fundamentalmente<br />
por el grupo sanguíneo M, y adicionalmente,<br />
la dominancia del alelo Mb sobre el Ma<br />
puesto que tanto los homocigotos MbMb como los<br />
heterocigotos MaMb son del tipo LK, y no es posible<br />
distinguirlos sólo por su contenido de potasio. Pero<br />
esta dominancia es incompleta, ya que la diferencia<br />
entre las medias de MaMb y MbMb es significativa<br />
(p < 0,001).<br />
La media de ATPasa sensible a ouabaína del tipo<br />
HK (MaMa) difiere significativamente (p < 0,05) con<br />
las de los MaMb y MbMb, pero no hay diferencia significativa<br />
entre las medias de estos dos grupos. Esto<br />
confirmaría lo expuesto por otros autores (8) sobre el<br />
hecho de que, aunque el tipo de potasio eritrocitario<br />
esté determinado por el sistema M de grupos sanguíneos,<br />
la diferencia entre las medias de los homocigotos<br />
(MbMb) y heterocigotos (MaMb) de tipo LK son<br />
significativas para el contenido de potasio, pero no<br />
para la actividad de ATPasa sensible a ouabaína. Esto<br />
indicaría que la actividad de esta ATPasa no es la única<br />
responsable del contenido de potasio en el eritrocito.<br />
Respecto a la relación entre los tres genotipos del<br />
sistema M y los niveles eritrocílarios de glutation reducido<br />
(GSH), sólo es significativa la diferencia entre<br />
las medias de los MaMb y MbMb, pero no entre las de<br />
los tipos HK y LK. Esta falta de significación quizá se<br />
deba en parte al escaso número de animales MaMa<br />
encontrados. Esto, unido a que los coeficientes de correlación<br />
entre GSH frente a niveles de potasio (r =<br />
0,1079 n.s.) y actividad de ATPasa sensible a ouabaína<br />
(r = - 0,0205 n.s.), que difiere de lo encontrado por<br />
otros autores (8, 9), permite deducir que, igualmente<br />
que la determinación de los niveles de GSH en Merino<br />
español es distinta a la de otras estirpes de Merino<br />
(10), también son diferentes sus relaciones con los niveles<br />
de potasio eritrocitario y de actividad de ATPasa<br />
sensible a ouabaína.<br />
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Comunicación<br />
Estudio del habitat de las razas ovinas y caprinas<br />
andaluzas en peligro de extinción<br />
M. E. Camacho, E. Rodero, A. Rodero y J. V. Delgado<br />
Departamento de Genética, Facultad de Veterinaria, Universidad de Córdoba.<br />
RESUMEN<br />
En este trabajo se hace un estudio en profundidad<br />
de los habitat ocupados en la actualidad por las razas<br />
ovinas y caprinas andaluzas en vías de extinción;<br />
su distribución, sus desplazamientos, la hidrología, la<br />
vegetación y las características geológicas generales<br />
de sus ecosistemas. Este estudio es fundamental para<br />
la valoración de nuestras razas autóctonas en cuanto<br />
a su capacidad de adaptación a regiones duras de escasos<br />
recursos, ya que esta es una de las principales<br />
características que aconsejan la salvaguarda de estas<br />
razas. Esta es la primera descripción hecha del<br />
medio de estas razas, a partir de encuestas directas,<br />
lo que ofrece unas amplias garantías en cuanto a la<br />
objetividad de las observaciones.<br />
INTRODUCCIÓN<br />
El conocimiento del habitat, donde se desenvuelven<br />
las razas ovinas y caprinas en peligro de extinción es<br />
fundamental, por varios motivos: el primero de ellos<br />
es que al tratarse de razas, sobre las que no se ha<br />
efectuado una gran presión de selección, se encuentran<br />
muy adaptadas al lugar sobre el que habitan.<br />
Otro motivo generado a partir de este primero es la<br />
escasez de medidas de manejo y mejora del sistema<br />
de explotación, por lo que podemos decir que la casi<br />
totalidad de ellos se encuentran explotados en sistemas<br />
extensivos o a lo sumo semiextensivos. De estos<br />
dos anteriores se genera un tercero, que consiste en<br />
la información tan valiosa que podemos obtener para<br />
valorar ecológicamente a las razas en peligro de extinción.<br />
Siendo este el principal objetivo que pretendemos<br />
alcanzar.<br />
En el presente trabajo hacemos un estudio de las<br />
características medioambientales donde se encuentran<br />
enclavadas en la actualidad las explotaciones de<br />
las razas ovinas y caprinas andaluzas en peligro de<br />
extinción.<br />
Los datos analizados proceden de un archivo en<br />
DBASEIII realizado por nuestro equipo a lo largo de<br />
los años 1988, 1989 y 1990, en el marco de un proyecto-convenio<br />
que la Junta de Andalucía tiene suscrito<br />
con la Universidad de Córdoba, con sus Departamentos<br />
de Genética y de Producción Animal.<br />
A pesar de que ya existen tratados donde se recogen<br />
de forma parcial aspectos ecológicos de las razas<br />
ovinas y Caprinas andaluzas (SANCHEZ-BELDA y<br />
SÁNCHEZ, 1986, y GARCÍA DORY y cois., 1990), consideramos<br />
que el presente estudio completa de forma<br />
exhaustiva la información existente, aportando datos<br />
concretos acerca de las razas en peligro de extinción,<br />
razas en cuya adecuación al medio pudieran encontrar<br />
su supervivencia.<br />
MATERIAL Y MÉTODOS<br />
Cuarenta y tres explotaciones distribuidas en 22<br />
municipios de las ocho provincias andaluzas han sido<br />
visitadas a lo largo de 14 viajes realizados, en los que<br />
se recogió material iconográfico y unas encuestas con<br />
las que se constituyó una base de datos en DBASEIII<br />
con la estructura de 16 archivos de entre los que nos<br />
son útiles para el presente trabajo los siguientes:<br />
Archivo 1: Datos personales del ganadero, domicilio<br />
de la explotación y especie y raza explotada.<br />
Archivo 2: Ubicación geográfica de las explotaciones.<br />
Archivo 3: Características litológicas del suelo.<br />
Archivo 4: Vegetación por estratos.<br />
Archivo 5: Competencias con otras especies.<br />
Archivo 6: Climatología.<br />
Archivo 7: Movimientos de ganado.<br />
Archivo 8: Recursos hídricos.<br />
Archivo 11: Alimentación.<br />
Las razas objeto del presente estudio son:<br />
Ovinos:<br />
— Merino autóctono.<br />
— Grazalemeña.<br />
— Montesina.<br />
— Churra Lebrijana.<br />
Caprino:<br />
— Blanca Serrana Andaluza.<br />
— Castiza.<br />
— Payoya.
28 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
RESULTADOS Y DISCUSIÓN<br />
Como ya se mencionó en la introducción, el aspecto<br />
más interesante del presente trabajo es la descripción<br />
del ambiente al que está adaptada cada raza de las<br />
estudiadas aquí, ya que en la actualidad se consideran<br />
los caracteres de rusticidad y adaptación a áreas<br />
determinadas uno de los factores que más justifica la<br />
conservación de las razas autóctonas (ALDERSON,<br />
1989; GARCÍA DORY, 1980).<br />
Por otro lado, otro aspecto que se está explotando<br />
en la actualidad en diversos países europeos es su<br />
asilvestramiento en parques naturales (AUDIOT,<br />
1983), donde conviven con animales propiamente salvajes.<br />
Para esta actividad sólo están dotadas aquellas<br />
razas autóctonas que incorporan a sus características<br />
de rusticidad y adecuación al medio un fuerte componente<br />
de belleza e interés histórico; en este sentido<br />
están siendo estudiados en nuestro departamento las<br />
razas ovinas Churra Lebrijana, idónea para introducirse<br />
en el Parque de Doñana, y el Merino de Grazalema,<br />
interesante para el Parque Natural de Grazalema.<br />
En la distribución sobre el mapa de las distintas razas<br />
apreciamos que todas nuestras razas ovinas se<br />
encuentran distribuidas por las sierras de nuestra<br />
región; así, en la Sub-bética encontramos las<br />
ovejas Montesinas; en la Penibética, Merinos de Grazalema,<br />
y en Sierra Morena y sierra de Aracena encontramos<br />
a los merinos autóctonos, constituyendo<br />
una excepción los Churros Lebrijanos, que se van a<br />
situar en una de las zonas más bajas de Andalucía:<br />
las islas del Guadalquivir, en un espacio geográfico<br />
que podemos delimitar entre Coria del Río y Almonte.<br />
Esta distribución no difiere significativamente de<br />
las localizaciones tradicionales de las razas ovinas y<br />
caprinas andaluzas (CASTEJON, 1926; COLUMELA,<br />
1927), aunque en casi todos los casos se observan retracciones<br />
de las áreas de explotación e incluso desplazamientos,<br />
como ha ocurrido con el Churro Lebrijano.<br />
Estas localizaciones van a determinar el que<br />
nuestras razas ovinas se desenvuelvan en altitudes<br />
que se acercan y sobrepasan los 2.000 metros, como<br />
ocurre con las Montesinas que habitan en la sierra<br />
Majina, en Jaén, y en la zona de los montes de Granada,<br />
especialmente en Pedro Martínez, y en altitudes<br />
en torno a los 800-1.000 metros, como ocurre con los<br />
Merinos autóctonos que habitan Sierra Morena y la<br />
sierra de Aracena.<br />
Esto nos lleva a estudiar la estructura geológica y<br />
subsiguiente composición lítica de los suelos sobre los<br />
que descansan, observando así que los Merinos autóctonos<br />
se desenvuelven sobre suelos de tipo silícico<br />
fundamentalmente, como corresponde a la sierra de<br />
Aracena y valle de los Pedroches, principales enclaves<br />
de esta raza en nuestra región.<br />
También los Merinos de Grazalema asientan sobre<br />
estructuras montañosas de tipo silícico y calcáreo como<br />
corresponde a las sierras de Ronda y Grazalema.<br />
Las ovejas Montesinas se asientan en suelos de tipo<br />
arcilloso y calcáreo que constituyen la sierra Magina<br />
y zona de los montes de Jaén y Granada, respectivamente.<br />
Los Churros Lebrijanos pueblan zonas bajas de la<br />
depresión del Guadalquivir, de composición fundamentalmente<br />
arcillosa, aunque con algún afloramiento<br />
de tipo silícico.<br />
Estos suelos van a determinar una riqueza vegetal<br />
que en algunos casos llegan a ser de muy distinto tipo-,<br />
así en las sierras de Ronda y Grazalema, al igual<br />
que en valle de los Pedroches, encontramos bosques y<br />
pastos de montaña, alternando con zonas de olivar y<br />
dehesas de Quercus, además de cereales de secano.<br />
En la Sub-bética encontramos cereales de secano,<br />
en las cotas más altas, y olivar en las zonas más bajas.<br />
En las islas de Guadalquivir se encuentran cultivos<br />
de arroz y pastos de tipo salobre.<br />
La disponibilidad de agua en ninguno de los casos<br />
constituye un problema, ya que a pesar de no ser Andalucía<br />
una región de pluviometría muy acusada, el<br />
hecho de encontrarnos en sistemas montañosos hace<br />
que siempre existan reservas acuosas, siendo éstas<br />
especialmente abundantes en la sierra de Grazalema<br />
y pudiendo presentarse algún problema de disponibilidad<br />
de agua en la zona de las islas del Guadalquivir,<br />
ya que en verano el descenso del nivel del agua puede<br />
hacer que éstas se presenten con un grado de salobridad<br />
algo más alto de lo normal, acarreando ello algún<br />
problema a los animales, si bien éstos dan muestras<br />
de una buena adaptación al medio adverso en el que<br />
se desenvuelven.<br />
La climatología, a pesar de clasificarse dentro del<br />
mismo tipo de clima mediterráneo, ofrece matizaciones,<br />
sobre todo en los casos de la sierra de Grazalema,<br />
donde la humedad y pluviometría son mucho más<br />
elevadas que en los otros casos, y en la zona de las islas,<br />
donde el clima es mucho más suave por la cercanía<br />
del océano Atlántico.<br />
En los demás casos nos encontramos con un clima<br />
mediterráneo de interior típico y consecuente a la altura<br />
en que se encuentra, con inviernos duros y veranos<br />
largos y extremos.<br />
Las razas caprinas estudiadas en el presente trabajo<br />
ocupan, por lo general, los habitat peores y más<br />
marginales de la región, suelen ser las zonas más<br />
montañosas y dentro de éstas las más inhóspitas y<br />
menos ricas, pero pese a ello los recursos que se encuentran<br />
en estos medios son muy aptos para el aprovechamiento<br />
por caprinos.<br />
La distribución por las sierras de nuestra región es<br />
la siguiente:<br />
La raza Blanca Serrana Andaluza se sitúa en la sierra<br />
de Aracena, con altitudes en torno a los 700 metros;<br />
en Sierra Morena, con altitudes que oscilan entre<br />
400 y 900 metros, y en el campo de Níjar, la zona<br />
más baja en la que hemos encontrado este grupo racial,<br />
que se sitúa en altitudes en torno a los 400 metros.
ESTUDIO DEL HABITAT DE LAS RAZAS OVINAS Y CAPRINAS ANDALUZAS... 29<br />
La raza Payoya, que se ubica en las sierras de Grazalema<br />
y Ronda, es la que mayor altura adquiere en<br />
su medio habitual de vida, ya que alcanzan altitudes<br />
que van de los 700 a 1.600 metros.<br />
Por último, la raza Negra Serrana o Castiza que<br />
también se encuentra en Sierra Morena, pero alcanzando<br />
las cotas más altas de este sistema montañoso,<br />
que hace que se desenvuelvan en altitudes en torno a<br />
los 1.000 metros.<br />
En estos medios la abundancia de agua es manifiesta,<br />
por lo que no supone ningún problema, a excepción<br />
de los animales situados en el campo de Níjar,<br />
donde la estapa semidesértica que compone este medio<br />
sí ocasiona, si no grandes problemas, al menos el<br />
que se tomen grandes precauciones con el agua para<br />
los animales.<br />
A excepción de esta zona de vegetación esteparia,<br />
el resto de las zonas donde habitan los grupos caprinos<br />
que aquí tratamos está integrada por pastos y vegetación<br />
de montaña típicamente mediterráneas, donde<br />
abundan los matorrales y la vegetación a veces es<br />
muy cerrada y tupida, por lo que los animales armados<br />
de cuernos están en franca ventaja y aptitud para<br />
aprovecharlos.<br />
Las zonas más bajas donde hemos encontrado caprinos<br />
estaban integradas por sistemas bien conocidos<br />
del medio mediterráneo, tal como las dehesas, si<br />
bien éstas son menos frecuentes que se usen en la explotación<br />
de ganado cabrío.<br />
Los resultados preliminares del presente trabajo<br />
fueron incorporados a una comunicación presentada<br />
en el 4th World Congress on Genetic Applied to Livestock<br />
Production, celebrado en Edimburgo (Escocia) en<br />
1990 (RODERO y cois., 1990).<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
ALDERSON, L.: The Chance to suruive. A. H. Jolly Ltd. (ed.),<br />
Northamptonshire, 1989.<br />
AUDIOT, A.: «Les Pares Naturels de France et la conservation<br />
genetique anímale». Boletín de información sobre recurso<br />
genético animal, FAO, 1/83: 24-26, 1983.<br />
CASTEJON, lí.: «El Merino andaluz». Andalucía ganadera y<br />
agrícola, 2: 3-10, 1926.<br />
COLUMELA, R.: «Las razas cabrías de Andalucía». Andalucía<br />
ganadera y agrícola, 9: 3-4, 1927.<br />
GARCÍA DORY, M. A.: «La utilización de las razas autóctonas<br />
en los ecosistemas regionales como factor de ahorro energético<br />
en la ganadería española». Agricultura y Sociedad,<br />
15: 115-162,1980.<br />
GARCÍA DORY, M. A.; MARTÍNEZ VICENTE, S., y OROZCO<br />
PIÑAN, R: Gula de campo de las razas autóctonas de España.<br />
Alianza Editorial, Madrid, 1990.<br />
RODERO, E.; CAMACHO, M. E.; DELGADO, J. V, y RODERO,<br />
A.: «Conservation of genetic resources in authoehtonous<br />
domeslie animáis of Andalusia». Proc. 4lh World Con, on<br />
Genel. Appl. to l.ivst. Prod., XIV: 496-499, Edimburgo,<br />
1990.<br />
MAIJALA, K.: «Possible role of animal genetic resources in<br />
production, natural environment conservation, human<br />
pleasure and recreation». FAO Animal Production and Healt<br />
Paper, 66: 205-216,1987.<br />
SANCHEZ-BELDA, A., y SÁNCHEZ TRUJILLANO, M. C: Razas<br />
ovinas españolas. MAPA, 1986.
Comunicación<br />
Aspectos sociales de la conservación de razas autóctonas<br />
ovinas y caprinas andaluzas<br />
M. E. Camacho, E. Rodero, J. V. Delgado y A. Rodero<br />
Departamento de Genética. Facultad de Veterinaria. Universidad de Córdoba.<br />
RESUMEN<br />
En el presente trabajo clasificamos las razas andaluzas<br />
ovinas y caprinas en peligro de extinción atendiendo<br />
a los criterios socioeconómicos de AUDIOT y<br />
cois. (1983), observándose que todas nuestras razas<br />
poseen estructuras del tipo 2, 3 y 4 de las descritas<br />
por este autor, no apreciándose ningún caso del tipo<br />
1, correspondiente ésta a los ganaderos que destinan<br />
sus animales a belleza y exhibición exclusivamente.<br />
Consideramos que el estudio de los criterios del ganadero<br />
constituye un valor importante a tener en<br />
cuenta en los programas de conservación genética;<br />
por ello creemos que este trabajo cubre un vacío existente<br />
en este área en lo que a las razas andaluzas se<br />
refiere.<br />
INTRODUCCIÓN<br />
Uno de los grandes problemas que se encuentran a<br />
la hora de luchar contra la amenaza de extinción que<br />
pesa sobre algunas de nuestras razas es sin duda el<br />
enclave social en el que se sitúan, ya que éste va a determinar<br />
el tipo de sistema de explotación a que se<br />
somete cada raza en concreto, lo que a su vez generará<br />
unas peculiaridades propias y unos problemas específicos<br />
que hemos de tener en cuenta a la hora de<br />
valorar las medidas a emprender para su conservación;<br />
por otro lado nos dará el perfil de los criadores<br />
de estas razas que según su situación económica y<br />
cultural serán más o menos abordables para los distintos<br />
tipos de medidas.<br />
Por tanto, para la valoración social de la conservación<br />
de razas hemos de conjugar ambos aspectos y<br />
seguimos la clasificación de AUDIOT y cois. (1983), en<br />
la que se recogen varias opciones socioeconómicas<br />
del perfil de los criadores de razas amenazadas.<br />
Estudiamos por un lado las razas ovinas y por otro<br />
las caprinas, ya que valoramos que existe una posición<br />
sensiblemente diferente para una misma opción<br />
dentro de la clasificación, según se trate de criadores<br />
de ovinos o caprinos, por lo que bajo nuestro punto de<br />
vista este matiz es merecedor de tenerse en cuenta a<br />
la hora de la clasificación e implantación de medidas<br />
de salvaguarda de razas ovinas y caprinas, más aún<br />
habida cuenta de la tendencia existente en muchas<br />
ocasiones de reunir conjuntamente bajo el mismo tipo<br />
de acciones a ovinos y caprinos.<br />
Estamos convencidos de que un mejor conocimiento<br />
de la sociedad a la que se dirigen nuestros esfuerzos<br />
para salvar estas razas harán estas medidas más<br />
fructíferas y eficaces, motivo por el cual nos planteamos<br />
la realización de este trabajo, con el que esperamos<br />
aportar una nueva visión de este criterio social a<br />
la hora de valorarlo de cara a la implantación de programas<br />
de conservación de razas.<br />
MATERIAL Y MÉTODOS<br />
Las distintas razas de ovinos y caprinos que en la<br />
comunidad autónoma andaluza se encuentran y que<br />
en mayor o menor medida han sufrido en los últimos<br />
tiempos ün proceso de deterioro son (GARCÍA DORY,<br />
1980; y GARCÍA DORY y cois., 1990; RODERO y cois.,<br />
1990):<br />
Ovinos:<br />
1. Merino autóctono.<br />
2. Grazalemeña.<br />
3. Montesina.<br />
4. Churra Lebrijana o Marismeña.<br />
Caprinos:<br />
1. Blanca Serrana Andaluza.<br />
2. Negra Serrana o Castiza.<br />
3. Payoya.<br />
Un número significativo de las explotaciones en pureza<br />
de estas razas fueron localizadas en nuestra región<br />
con la colaboración del cuerpo técnico de distintas<br />
instituciones oficiales (veterinarios titulares, agentes<br />
de extensión agraria, técnicos de las Diputaciones,<br />
etc.). Estas explotaciones en todos los casos fueron visitadas<br />
por nosotros en sus reductos, donde fueron<br />
obtenidos datos referentes al sistema de explotación,<br />
al tipo de ganadería y al ganadero, por medio de una<br />
minuciosa encuesta; ésta estaba compuesta por 16<br />
apartados, cada uno de ellos dedicado a contener información<br />
referente a temas concretos.
32 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
Todos estos registros fueron almacenados en otros<br />
tantos ficheros en DBASEIII.<br />
Después de procesar estos datos los hemos ajustado<br />
según la clasificación de AUDIOT y cois. (1983) en<br />
cuatro opciones socioeconómicas:<br />
1. Los aficionados.<br />
2. Los campesinos criadores.<br />
3. Los neorrurales.<br />
4. Los «leader» de las razas.<br />
RESULTADOS Y DISCUSIÓN<br />
En los resultados expuestos en la tabla I, para ovino,<br />
salta a la vista que en ninguna de nuestras razas<br />
existen ganaderos que las sustenten por hobby, por<br />
razones estéticas, afectivas o por gusto personal; y<br />
para cualquiera esto sería lógico desde el punto de<br />
vista de una concepción tradicional de los animales<br />
domésticos, pero en otros países deja ya de ser así,<br />
como hemos tenido ocasión de comprobar que en Inglaterra,<br />
Suiza, Estados Unidos, etc., (BODO, 1990;<br />
ALDERSON, 1989) donde existen ya granjas de criadores<br />
de razas en peligro de extinción donde la principal<br />
finalidad es el gusto personal del criador por la<br />
raza y a su aptitud zootécnica de siempre se le une<br />
una nueva, la exhibición ante escolares y la sociedad<br />
en general como parte integrante de su riqueza cultural.<br />
Efectivamente, el grupo 2 es el más numeroso y<br />
aparece en todas las razas de ovinos y caprinos.<br />
Pero aquí hemos de empezar a matizar las diferencias<br />
entre los ganaderos integrantes del grupo 2 de<br />
ovinos y los ganaderos integrantes del grupo 2 de caprinos.<br />
Tabla I<br />
Opciones socioeconómicas encontradas en las distintas<br />
razas andaluzas según Audiot y cois. (1983). Número<br />
de rebaños visitados, municipios y viajes realizados<br />
Raza<br />
Opciones<br />
socioeconóm.<br />
(Audiot<br />
y cois.)<br />
Ovino<br />
Merino Autóctóctono<br />
2, 3, 4<br />
Merino Grazazaleraa<br />
2<br />
Montesina 2, 3<br />
Churra Lebrijana<br />
2, 3<br />
Caprino<br />
Blanca Serrana<br />
And 2, 3<br />
Castiza 2, 3<br />
Payoya 2, 3<br />
Rebaños<br />
6<br />
12<br />
Municip. Viajes<br />
Los criadores de razas ovinas de este grupo 2 son<br />
muy similares entre sí y se ajustan casi perfectamente<br />
a la clasificación socioeconómica; son grandes conservadores<br />
de su patrimonio genético e incluso en el caso<br />
de introducir nuevas razas, éstas están perfectamente<br />
delimitadas con las existentes en la explotación de<br />
antaño, llevándose un riguroso cruce con fines industriales<br />
(APARICIO, 1960; SÁNCHEZ BELDA, 1986; SO-<br />
TILLO y SERRANO, 1985) y no se dejan animales cruzados<br />
para reposición, ya que suelen mostrar gran<br />
orgullo y afecto por sus razas, por lo que están bien<br />
dispuestos para apoyar acciones para la conservación<br />
de- sus razas.<br />
Por el contrario, los ganaderos de caprino, si bien<br />
en algunos casos se presentan conservadores y orgullosos<br />
de sus razas, en general son mucho menos reticentes<br />
para incorporar nuevas razas que por absorción<br />
mejoren algún carácter de la que poseían en<br />
principio, siendo muy frecuente observar animales<br />
cruzados en rebaños en los que la matriz inicial de los<br />
individuos manifiesta una pureza racial.<br />
En el grupo tercero hemos de seguir con esta distinción<br />
entre los ganaderos de ovino y caprino, si bien<br />
apreciamos que aparecen en ambas especies, poseen<br />
características diferentes.<br />
Los ganaderos de ovino poseen un sentido más estricto<br />
de los patrones raciales y tratan de ajustarse a<br />
ellos a la vez que intentan mejorar los sistemas de explotación,<br />
las perspectivas de la raza y en general toman<br />
parte activa y con gran iniciativa en todas aquellas<br />
medidas que propulsen a sus razas.<br />
En el caso de los nuevos ganaderos de caprino, sus<br />
intereses están orientados a las producciones de la<br />
raza sobre la que sustentan su explotación y prestan<br />
menos atención a otros aspectos, por ello son más aptos<br />
para planes de mejora de producciones que para<br />
planes de conservación de razas, en los que los resultados<br />
no tienen por qué incluir siempre una mejora<br />
productiva.<br />
El último grupo, el cuatro, sólo lo apreciamos en<br />
criadores de ovino, donde por la naturaleza de los fines<br />
que persiguen, no sólo productivos, es mucho más<br />
fácil crear organizaciones y sociedades de protección<br />
y difusión de sus razas, para gestionar sus fines, lo<br />
que posibilita la aparición de estos líderes y una estructura<br />
piramidal propia de razas no amenazadas.<br />
Esto, unido al hecho de que se presenten en una raza<br />
con una historia tan extensa y rica en el panorama<br />
ganadero desde hace siglos, y que en los últimos años<br />
está sufriendo un alarmante descenso, pero que ha<br />
dejado su estructura y gusto por la pureza de la raza,<br />
lo que la hace apta para incorporarse a un programa<br />
de conservación.<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
1. ALDERSON, L.: The chance to survive. A. H. Jolly Ltd.<br />
(ed.), Northamptonshire, 1989.<br />
2. APARICIO, G.: Zootecnia especial. Publ. Univ. de Córdoba<br />
(4. a ed.), Córdoba, 1960.
ASPECTOS SOCIALES DE LA CONSERVACIÓN DE RAZAS AUTÓCTONAS OVINAS... 33<br />
3. AUDIOT, A.; GIBON, A., y FLAMANT, J. C: «La conservation<br />
des races menacees. Quels elevers». Ethnozootechnie,<br />
33: 1-8, 1985.<br />
4. BODO, I.: «Special problems of conservation of domestic<br />
livestock». Proc. 4th World Con. Genet. Appl. to Livst.<br />
Prod., Edinburgo, XIV: 427-433,1990.<br />
5. GARCÍA DORY, M. A.: «La utilización de las razas autóctonas<br />
en los ecosistemas regionales como factor de ahorro<br />
energético en la ganadería española». Agricultura y<br />
Sociedad, 15: 115-162, 1980.<br />
6. GARCÍA DORY, M. A.; MARTÍNEZ VICENTE, S., y OROZ-<br />
CO PIÑAN, E: Guía de campo de las razas autóctonas<br />
de España. Alianza Editorial, Madrid, 1990.<br />
7. RODERO, E.; CAMACHO, M. E.; DELGADO, J. V, y RO<br />
DERO, A.: «Conservation of genetic resources in authochtonous<br />
domestic animáis of Andalusia». Proc. 4th<br />
World Con. Genet. Appl. to Livst. Prod., Edimburgo, XTV:<br />
496-499,1990.<br />
8. SANCHEZ-BELDA, A., y SÁNCHEZ TRUJILLANO, M. C:<br />
Razas ovinas españolas. MAPA, 1986.<br />
9. SOTILLO, J. L., y SERRANO, V: Producción animal I: Etnología<br />
zootécnica. Tebas Flores, Madrid, 1985.
Comunicación<br />
Estudio inmunogenético de diversos marcadores<br />
en eritrocitos y plasma de Merino español<br />
M R. de la Haba Giraldo* y D. Llanes Ruiz*<br />
INTRODUCCIÓN<br />
El estudio de los polimorfismos de proteínas sanguíneas<br />
se comenzó en animales domésticos hace casi<br />
medio siglo. En principio se pensó en la posibilidad de<br />
encontrar asociaciones con caracteres productivos o<br />
reproductivos, pero los resultados obtenidos hasta la<br />
fecha no han justificado estas esperanzas. No obstante,<br />
los polimorfismos se han usado en Genética de poblaciones<br />
para el estudio de su evolución para control<br />
de paternidad, así como para caracterizar las razas<br />
de animales domésticos. En este trabajo presentamos<br />
los resultados de un estudio llevado a cabo sobre una<br />
población de ovejas merinas, raza que fue el origen<br />
de todas las estirpes de Merino que existen en la actualidad<br />
por todo el mundo.<br />
MATERIAL Y MÉTODOS<br />
La sangre se extrajo mediante punción yugular de<br />
300 animales del Centro de Selección y Reproducción<br />
de Ganado Ovino que la Junta de Andalucía posee en<br />
Hinojosa del Duque (Córdoba). La sangre, refrigerada<br />
durante el transporte, se centrifugó para obtener el<br />
plasma, y los glóbulos fueron lavados tres veces en<br />
solución salina (9 g/1) antes de ser congelados. Los sistemas<br />
polimórficos usados para este trabajo fueron<br />
los siguientes: hemoglobina (1), anhidrasa carbónica<br />
(2), proteína X (3), transferrina (4), esterasa (5) y potasio<br />
eritrocitario, medido en un fotómetro de llama<br />
Corning 405.<br />
RESULTADOS<br />
En la tabla I se exponen los resultados de hemoglobina.<br />
Solamente se han encontrado los tipos electroforéticos<br />
A y B. El estudio a partir de las frecuencias genotípicas<br />
y génicas muestra que la población no está<br />
en equilibrio Hardy-Weinberg, existiendo un exceso<br />
significativo (p < 0,001) de heterocigotos AB, a expen-<br />
Doctor en Ciencias Biológicas.<br />
Doctor en Ciencias Biológicas. Departamento de Genética,<br />
Instituto de Zootecnia (CSIC). Facultad de Veterinaria,<br />
Universidad de Córdoba. Av. Medina Azahara, 9.<br />
14005 Córdoba.<br />
Tabla I<br />
Frecuencias fenotípicas y génicas de los tipos<br />
de hemoglobina encontrados<br />
Frecuencias fenotípicas<br />
Hb AA Hb AB HbBB<br />
Frecuencias<br />
génicas<br />
Hb A<br />
Hb B<br />
Absolutas..22 170 107<br />
Relativas... 0,0736 0,5685* 0,3578 0,3578 0,6421<br />
* p< 0,001.<br />
sas de los homocigotos, sobre todo AA. La proporción<br />
de heterocigotos es 0,5685 y el índice de fijación de<br />
WRIGHT (1951), obtenido mediante el cociente que<br />
tiene de numerador la diferencia entre heterocigotos<br />
esperados y observados, y como denominador los esperados,<br />
tiene un valor de F = - 0,2313.<br />
La tabla II presenta los resultados de los cruces con<br />
filiación controlada para los alelos de Hb. Todos ellos<br />
se ajustan a lo esperado, excepto el cruce de Hb AB x<br />
Hb AB, en cuyo resultado se obtiene un significativo<br />
(p < 0,01) exceso de homocigotos BB a expensas de<br />
los homocigotos AA.<br />
La tabla III muestra las proporciones esperadas de<br />
cada cruce de genotipos de hemoglobina. El número<br />
de los tipo Hb AB x Hb AB excede significativamente<br />
Tabla II<br />
Resultado de los cruces con filiación controlada<br />
para los alelos de hemoglobina. El número de<br />
descendientes esperados de cada tipo de hemoglobina<br />
figura entre paréntesis<br />
Padre<br />
Hb<br />
n<br />
AA 1<br />
AB 2<br />
AB 7<br />
AB 3<br />
BB 3<br />
BB 2<br />
p
36 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
Tabla III<br />
Proporciones esperadas de cada tipo de cruce de<br />
genotipos de hemoglobina. El número de cruces de tipo<br />
AB x AB observados es muy superior al de los esperados<br />
Cruces<br />
AAxAA<br />
AAxAB<br />
AAxBB<br />
ABxAB<br />
ABxBB<br />
BBxBB<br />
Frecuencias<br />
Observadas<br />
Esperadas<br />
Observadas<br />
Esperadas<br />
Observadas<br />
Esperadas<br />
Observadas<br />
Esperadas<br />
Observadas<br />
Esperadas<br />
Observadas<br />
Esperadas<br />
Relativas<br />
0<br />
0,00541<br />
0,03846<br />
0,08368<br />
0,03846<br />
0,05266<br />
0,55769<br />
0,32326*<br />
0,32692<br />
0,40686<br />
0,03846<br />
0,12806<br />
Absolutas<br />
0<br />
0,285<br />
2<br />
4,350<br />
2<br />
3,738<br />
29<br />
16,809*<br />
17<br />
21,154<br />
2<br />
6,657<br />
(p < 0,01) de lo que cabría esperar si los cruces se<br />
produjeran al azar.<br />
En la tabla IV se presentan las frecuencias fenotípicas<br />
y génicas de los polimorfismos de transferrina,<br />
arüesterasa, anhidrasa carbónica y proteína X. En el<br />
caso de proteína X y arüesterasa, las frecuencias génicas<br />
se han obtenido supuesta la población en equilibrio<br />
Hardy-Weimberg. Los valores de heterocigosis<br />
media para transferrina y anhidrasa carbónica son,<br />
respectivamente, 0,6619 y 0,2059. Los respectivos valores<br />
del índice de fijación E son 0,0879 y 0,0779.<br />
La figura 1 presenta la distribución de los valores de<br />
potasio eritrocitario. Claramente se observan dos tipos<br />
de individuos: 234 de ellos con valores de hasta<br />
25 mEq/litro de eritrocitos (bajo potasio o LK), y otros<br />
seis con valores entre 40 y 65 mEq/litro de eritrocitos<br />
(alto potasio o HK). La media de los de tipo HK (51,98<br />
± 3,099 mEq/1) es muy superior (p < 0,001) a la de los<br />
LK (7,99 ± 0,225 mEq/1).<br />
p
ESTUDIO INMUNOGENETICO DE DIVERSOS MARCADORES EN ERITROCITOS Y PLASMA... 37<br />
H. t.nini» I e*<br />
100 r—<br />
LK<br />
5 = 7,99 í 0,22 (234)<br />
3l<br />
HK<br />
51,98 í 3,09 (6)<br />
3 10 15 20 25 38 35 10 13 30 55 é8 45 70<br />
Hlv»! d* potasio<br />
(oEq/1 eritr.)<br />
F¿
XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
GAHNE, B.,y GORANSSON, M: «The genetic control of<br />
arylesterase activity in the serum of Gotland sheep».<br />
Anim. BloodGrps. Biochem. Genet., 1: 127-134, 1970.<br />
FESUS, L.: «Less Hb AA and Hb BB type offspring and<br />
poor lambing results of Hb AA ewes in a herd of Hungaria<br />
Merino sheep». Abst. XVIIth Int. Conf. Anim. BIood<br />
Grps. Biochem. Polymorph., Wageningen, 1980.<br />
Anim. BloodGrps. Biochem. Genet, 11 (supp. 1): 23,1980.<br />
7. TUCKER, E. M.: Comunicación personal, 1988.<br />
8. ORDAS, J. G., y SAN PRIMITIVO, F.: «A new alíele at the<br />
red cell carbonic anhidrase locus in sheep». Anim. Blood<br />
Grps. Biochem. Genet., 14: 233-234, 1983.
Comunicación<br />
Estudios preliminares de resistencia genética<br />
a la paratuberculosis<br />
A. Molina Alcalá, M. a C. Crespo Giráldez, M. Fresno Saquero, J. V. Delgado Bermejo,<br />
L. Morera Sanz y D. Llanes Ruiz*<br />
INTRODUCCIÓN<br />
Los costes que producen las enfermedades en la<br />
producción animal son elevados. Los programas de<br />
erradicación, además de ser muy dificultosos en enfermedades<br />
como la paratuberculosis, con epidemiología<br />
no bien conocida, representan un elevado coste<br />
en dinero y tiempo. Por tanto, la resistencia genética<br />
en la lucha contra las enfermedades se presenta como<br />
un instrumento valioso, pudiendo seleccionarse<br />
individuos con una mejor respuesta inmune a esta enfermedad.<br />
ESTRATEGIAS EN LA BÚSQUEDA<br />
DE RESISTENCIA GENÉTICA<br />
Clásicamente son tres los enfoques que han permitido<br />
avanzar en el conocimiento de la resistencia genética<br />
a enfermedades:<br />
1. Estrategias que consideran a la respuesta inmunitaria<br />
(humoral) como un carácter multigénico<br />
y por ello utilizan la metodología de la<br />
genética cuantitativa.<br />
2. Estrategias que buscan relaciones entre genes<br />
implicados en la respuesta inmune (generalmente<br />
del MHC) y ciertas enfermedades.<br />
3. Estrategias que parcelando la respuesta inmunitaria<br />
en aspectos concretos estudian los genes<br />
implicados en estos procesos.<br />
: En relación a la primera estrategia, los mecanismos<br />
de asociación MHC y los agentes patógenos serían:<br />
— Actuar como receptor para organismos patógenos.<br />
— Modificación por parte de virus de estas moléculas.<br />
— Enmascaramiento de antígenos patógenos.<br />
— Interacción con ligandos no inmunológicos, por<br />
ejemplo, hormonas.<br />
* Departamento de Genética. Facultad de Veterinaria.<br />
Universidad de Córdoba.<br />
— Asociación no al azar entre MHC y genes de susceptibilidad<br />
a enfermedades (desequilibrio de ligamiento).<br />
El éxito obtenido en humanos aplicando esta estrategia<br />
ha dado como resultado una gran cantidad de<br />
trabajos en animales domésticos que confirman los<br />
resultados de la especie humana en unos casos y son<br />
menos concluyentes en otros. Ejemplos de estos estudios<br />
en animales domésticos son:<br />
— El tumor sarcoide y la laminitis del caballo (ME-<br />
REDITH, 1986).<br />
— La artritis y encefalitis caprina (RUFF y LA-<br />
ZARY, 1988).<br />
— La infección con Bordetella bronchiseptica en<br />
cerdos (MEEKEER y cois., 1987).<br />
DETECCIÓN DE LA BASE GENÉTICA<br />
DE UNA ENFERMEDAD<br />
En general se puede empezar a sospechar que una<br />
enfermedad puede tener un componente genético<br />
cuando:<br />
— Existe efecto de raza. Bien a nivel de prevalencias<br />
una vez depurados los efectos que puedan<br />
interferir o bien en la dicotomía sensible, resistente.<br />
— Efecto familia. La probabilidad de que se afecte<br />
un animal es mayor cuando tiene un pariente<br />
afectado.<br />
— Efecto directo de un gen. Cuando ese gen codifica<br />
para una proteína, por ejemplo, enzima, cuya<br />
falta determina la enfermedad.<br />
— Efecto indirecto de un gen. Cuando codifica para<br />
una proteína, que interacciona con los productos<br />
de otros genes.<br />
RESISTENCIA GENÉTICA A MICOBACTERIAS<br />
Los primeros datos de resistencia genética a las micobacterias<br />
se obtienen en conejos (LURIE, 19é4).
ESTUDIOS PRELIMINARES DE RESISTENCIA GENÉTICA A LA PARATUBERCULOSIS 41<br />
Usando como criterio la respuesta granulomatosa en<br />
el pulmón después de inhalación del bacilo, se pudieron<br />
separar dos líneas: una resistente al ataque y con<br />
respuesta distinta a la vacuna BCG y otra sensible.<br />
Posteriormente, SKAMENE (1986) realiza en ratones<br />
inoculaciones intravenosas de M. bovis (BCG),<br />
realizándose un estudio de las micobacterias presentes<br />
en el bazo a las tres-cuatro semanas PI. El estudio<br />
de 25 estirpes dio lugar a dos grupos claros, uno resistente<br />
y otro sensible, sin que existiese ninguna línea<br />
que fuera intermedia. Esta diferencia era clara a<br />
las tres semanas PI, pero nunca después de este período.<br />
El estudio de la segregación genética de estos cruces<br />
mostró un componente mendeliano clásico de un<br />
gen dominante R y otro recesivo S. Estos resultados<br />
han sido similares cuando se utilizan otras estirpes de<br />
micobacterias. Este gen ha sido mapeado y está situado<br />
en el cromosoma 1 del ratón, próximo al gen<br />
Ity (resistencia a Salmonella typhimurium) y Lsh<br />
(Leishmania donovani). No se sabe bien si se trata del<br />
mismo gen o bien se trata de genes estrechamente ligados,<br />
aunque esta posibilidad parece la más probable.<br />
Estas experiencias hacen pensar en los macrófagos<br />
como los responsables primero de esta resistencia, ya<br />
que mutantes de la función de células T, B y NK implican<br />
poco o ningún efecto sobre resistencia y los trasplantes<br />
de médula ósea convierten a BCGs en BCGr.<br />
Por las experiencias realizadas hasta ahora parece<br />
deducirse que este gen afecta fundamentalmente a la<br />
capacidad de expresión de un determinado antígeno<br />
de clase II en los macrófagos, al menos la correcta<br />
presentación de éste.<br />
Recientemente, mediante el uso de RFLP, se han<br />
identificado los genes ligados al gen Bcg en ratones.<br />
Estos también se encuentran ligados, aunque en otro<br />
cromosoma de la especie humana (cromosoma 2) y de<br />
la vaca, por lo que parecen conservarse a nivel evolutivo<br />
sugiriendo la existencia de un gen Bcg en el hombre<br />
y los rumiantes domésticos (SCHURR y cois.,<br />
1988).<br />
RESISTENCIA GENÉTICA<br />
A LA PARATUBERCULOSIS<br />
La paratuberculosis es considerada hoy día como la<br />
enfermedad que determina más pérdidas económicas<br />
en el caprino andaluz, radicando no sólo en su elevada<br />
incidencia, revelada por todos los estudios llevados<br />
a cabo en nuestra región (GARRIDO Y LEÓN, 1979;<br />
GASCA, 1984; MOLINA, 1989, 1990a), sino también<br />
por su presentación crónica e insidiosa, determinando<br />
zonas donde se encuentra prácticamente enzoótica, y<br />
las elevadas pérdidas económicas que determina, tanto<br />
directas por sacrificio o muerte como indirectas<br />
por pérdidas de productividad, problemas reproductivos<br />
y sensibilidad a otras enfermedades.<br />
Esto, además de no existir ningún método totalmente<br />
fiable en la detección de la enfermedad en todas<br />
sus fases y lo largo y dificultoso de su control, hace<br />
que la existencia de una posible resistencia genética<br />
de algunas razas o estirpes podría tener una elevada<br />
repercusión en el futuro.<br />
Un paso previo a cualquier estudio sobre resistencia<br />
genética es el de disponer de un test con la suficiente<br />
sensibilidad y especificidad que nos permita<br />
discriminar entre individuos sanos y enfermos. La<br />
inexistencia de un test de estas características nos<br />
motivó a la puesta a punto de una técnica ELISA, ya<br />
que es la que parece estar dando mejores resultados<br />
en otras especies (MOLINA, 1990a).<br />
Hasta el momento las experiencias que podrían indicarnos<br />
un cierto componente genético de susceptibilidad<br />
o resistencia a esta enfermedad son:<br />
Efecto de padre y familia en la paratuberculosis<br />
Hasta el momento existen muy pocas experiencias<br />
que confirme el hecho contrastado, más o menos empíricamente,<br />
de que los animales emparentados con<br />
los que han sufrido paratuberculosis son más propensos<br />
a padecerla. Tan sólo cabe citar las experiencias<br />
llevadas a cabo por el equipo del doctor MERKAL en<br />
Estados Unidos (MERKAL, 1990; LARSEN, 1975) y del<br />
doctor DESMECHT en Francia (DESMECHT, 1975) que<br />
podrían confirmar este hecho.<br />
Incidencia diferencial entre estirpes y FciZEIS<br />
Existen diversas experiencias que demuestran una<br />
mayor o menor incidencia de la paratuberculosis en<br />
determinadas razas (STUART, 1965; BLOOD, 1983;<br />
CHIODINI, 1984), lo que podría ser indicador de una<br />
implicación genética en la resistencia a la enfermedad,<br />
aunque puede ser un simple reflejo de factores<br />
ambientales y de manejo que actúen en determinados<br />
rebaños.<br />
Así, por ejemplo, en Australia, el 97% de los rebaños<br />
caprinos están afectados de paratuberculosis, variando<br />
desde el 98% de la raza Saanen, 75% anglonubiana,<br />
19% Toggenburg al 1% de Angora y Alpina<br />
(EAMENS, 1989).<br />
En encuestas serológicas llevadas a cabo por nuestro<br />
equipo (MOLINA y cois., 1900a), utilizando una<br />
técnica ELISA con una sensibilidad en torno al 85% y<br />
especificidad superior al 90%, determinó unas diferencias<br />
significativas estadísticamente entre la raza<br />
Murciana-Granadina (tabla I a), la Malagueña (tabla<br />
I b) y la Agrupación Caprina Canaria (tabla I c).<br />
Estas diferentes incidencias eran significativas estadísticamente<br />
en los tres casos.<br />
Las diferencias entre las razas Murciana-Granadina<br />
y la Malagueña, creemos, a falta de otras experiencias<br />
con más rebaños y rebaños mixtos de ambas razas,<br />
que se deben a factores ambientales y de manejo,<br />
ya que los rebaños de raza Murciana-Granadina pertenecen<br />
a zonas de Huelva, donde se puede conside-
42 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />
Tabla 1<br />
Muestra la diferente incidencia de sueros positivos al ELISA en diferentes rebaños caprinos<br />
del sur de España e islas Canarias<br />
a) Cabras Murciano-Granadinas<br />
Rebaño<br />
Animales<br />
testados<br />
Positivos<br />
con COAl<br />
Porcentaje<br />
Positivos<br />
con PPA-3<br />
Porcentaje<br />
114<br />
14<br />
14<br />
14<br />
60<br />
35<br />
38<br />
6<br />
0<br />
4<br />
32<br />
20<br />
33,33<br />
42,86<br />
0,00<br />
28,57<br />
53,33<br />
57,14<br />
46<br />
4<br />
1<br />
2<br />
30<br />
21<br />
40,35<br />
28,57<br />
7,14<br />
14,29<br />
50,00<br />
60,00<br />
TOTAL<br />
251<br />
100<br />
39,84<br />
104<br />
41,30<br />
b)<br />
Cabras Malagueñas<br />
Rebaño<br />
Animales<br />
testados<br />
Positivos<br />
con COAl<br />
Porcentaje<br />
Positivos<br />
con PPA-3<br />
Porcentaje<br />
1<br />
2<br />
3<br />
128<br />
68<br />
46<br />
15<br />
6<br />
3<br />
11,72<br />
8,82<br />
6,52<br />
18<br />
10<br />
3<br />
14,06<br />
14,71<br />
6,52<br />
TOTAL ....<br />
242<br />
24<br />
9,92<br />
31<br />
12,81<br />
c)<br />
Cabras Canarias<br />
Rebaño<br />
Animales<br />
testados<br />
Positivos<br />
con COAl<br />
Porcentaje<br />
Positivos<br />
con PPA-3<br />
Porcentaje<br />
1<br />
2<br />
3<br />
69<br />
37<br />
70<br />
2<br />
3<br />
1<br />
2,9<br />
8,1<br />
1,4<br />
1<br />
0<br />
0<br />
1,4<br />
0,0<br />
0,0<br />
TOTAL ....<br />
176<br />
6<br />
3,4<br />
1<br />
0,6<br />
1) Majorera. 2) Palmera. 3) Tinerfeña.<br />
rar enzoótica la enfermedad (GASCA, 1984), con un<br />
manejo y una estructura de la población totalmente<br />
favorecedores de esta enfermedad (pequeños cabreros<br />
de escaso número de cabezas, con pastos comunales,<br />
amamantamiento natural, etc.), mientras que<br />
los rebaños de Malagueña están situados en zonas<br />
Tiucho más aisladas de la provincia de Córdoba, con<br />
manejo y sanidad adecuado, amamantamiento artificial,<br />
pastos propios, etc.<br />
Las diferencias de ambas con los rebaños de las islas<br />
Canarias, considerados tradicionálmente como libres<br />
de paratuberculosis, sí podría tener un cierto<br />
componente genético, además de la posible influencia<br />
del tradicional aislamiento de estos colectivos, tipo de<br />
suelo, escasez de agua en los pastos, manejo, etc.,.ya<br />
que a falta de posteriores confirmaciones que incluyan<br />
un número mayor de colectivo, podríamos considerar<br />
a las islas Canarias libres de paratuberculosis,<br />
ya que con la escasa prevalencia encontrada la probabilidad<br />
de que un animal que dé positivo al ELISA,<br />
lo sea realmente, es inferior al 20%, pudiéndose incluir<br />
estos positivos en el error de predicción del test<br />
(MOLINA y cois., 1990a).<br />
Dada esta disyuntiva, realizamos una posterior experiencia.<br />
En 1988 situamos 16 animales pertenecientes<br />
a la ACC (Agrupación Caprina Canaria), un<br />
macho y 16 hembras con una edad de dos meses,<br />
dentro de un rebaño de cabras Malagueñas en la que<br />
la prevalencia de la paratuberculosis era de un 10%.<br />
La primera generación de cabras canarias produjo 14<br />
crías. Estos 30 animales han permanecido hasta la<br />
actualidad en este rebaño sometidas a las mismas<br />
condiciones de manejo, ambientales y sanitarias.<br />
Durante este tiempo que han permanecido en contacto<br />
ambas razas, los animales de raza Malagueña han<br />
sufrido un 3% anual de bajas por paratuberculosis, no<br />
cifrándose ninguna baja de raza Canaria y no dando<br />
positivo ningún animal al ELISA (MOLINA y cois.,<br />
1990b).<br />
Estos datos pueden ser un indicio de factores gene-
ESTUDIOS PRELIMINARES DE RESISTENCIA GENÉTICA A LA PARATUBERCULOSIS 43<br />
ticos raciales que condicionan una mayor sensibilidad<br />
o resistencia a esta enfermedad. Por tanto, de confirmarse<br />
la existencia de genes relacionados con la resistencia<br />
a micobacterias, consideramos que la selección<br />
de individuos más resistentes permitirá avanzar,<br />
con escaso coste sobre la producción, en la mejora sanitaria<br />
de nuestros rebaños.<br />
AGRADECIMIENTOS<br />
Estos trabajos han sido financiados por el proyecto<br />
«Resistencia genética a la paratuberculosis caprina»,<br />
PIR n.° 90/B de la Junta de Andalucía. A. Molina es<br />
becario de FPI de la Junta de Andalucía.<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
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LARSEN, A.; MERKAL, R., y CUTLIP, R.: «Age of cattle as related<br />
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MOLINA, A.; DELGADO, J. V; MORERA, L., y LLANES, D.:<br />
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SCHURR, E.; SKAMENE, E.; NESBITT, M.; HYNES, R., y<br />
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Immunology, 137: 310-315,1988.<br />
STUART, P: «Vaccination against Johne's disease in cattle<br />
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LURIE: Citado en Genetics of resistance to bacterial andparasitic<br />
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SKAMENE, E.: «Genetic control of resistance tomycobacterial<br />
infection». Current Topics in Microbiology and<br />
Immunology, 124: 49-66,1986.
II<br />
ALIMENTACIÓN
Comunicación<br />
Problemática de la alimentación-mano de obra en<br />
la explotación ovinas Nuevo sistema de alimentación<br />
con «concentrado» ad libitum<br />
Profesor doctor I. Sierra Alfranca<br />
Facultad de Veterinaria. Zaragoza.<br />
INTRODUCCIÓN<br />
El capítulo alimenticio tiene una gran importancia<br />
técnica y económica en la explotación de la oveja.<br />
Desde el punto de vista técnico es necesario cubrir<br />
adecuadamente las necesidades de la especie ovina<br />
según su fase fisiológica (cubrición, cuatro primeros<br />
meses de gestación, fin de gestación y lactación) si se<br />
desean obtener unos buenos niveles productivos.<br />
Por otra parte, los sistemas extensivos en pastoreo<br />
se mantienen todavía, especialmente en explotaciones<br />
familiares, muchas de las cuales han incrementado el<br />
número de cabezas (más ingresos por primas de la<br />
CEE), disminuyendo la intensificación reproductiva y<br />
los complementos alimenticios (manejo más simple<br />
con una paridera anual orientada hacia la época de<br />
abundancia, de forma que no se realizan destetes,<br />
aportando escasos alimentos a ovejas y corderos).<br />
Sin embargo, estos sistemas presentan serias dificultades<br />
frente a un futuro en el que muy posiblemente<br />
disminuirán y aun desaparecerán las primas de la<br />
CEE y, por otra parte, la mano de obra dedicada al<br />
pastoreo cada vez será más escasa.<br />
A la vista de todo esto se hace necesario ir hacia<br />
sistemas semiextensivos incluso en total estabulación,<br />
en donde genotipos altamente productivos sean sometidos<br />
de forma económica a una elevada intensificación<br />
reproductiva. Mientras el precio del cordero en<br />
España tenga un nivel elevado este tipo de especulación<br />
podrá ser más interesante que la extensiva. Paralelamente,<br />
en Francia, BOUTONNET y TCHAMIT-<br />
CHIAN (1990) han puesto de manifiesto este hecho,<br />
comparando con otros países de precios más bajos y<br />
sistemas extensivos de explotación (hemisferio sur).<br />
En este sentido la problemática reproductiva está<br />
totalmente resuelta (ROBINSON, 1965; ROBINSON,<br />
1974; CORNU et al., 1975, y SIERRA, 1977 y 1984);<br />
sin embargo, es preciso solucionar la economía de la<br />
alimentación bajo dos puntos de vista:<br />
a) Coste no elevado de la alimentación por hembra<br />
y año.<br />
b) Economía en el trabajo de distribución de la<br />
alimentación.<br />
En el presente estudio nos centraremos fundamentalmente<br />
en el segundo apartado, aunque también<br />
trataremos el primero, siempre con una óptica eminentemente<br />
aplicativa.<br />
RACIONES COMPLETAS ECONÓMICAS<br />
Es preciso resaltar ante todo que en el caso de una<br />
estabulación el coste de la alimentación durante la fase<br />
de sostenimiento puede hacer prohibitivo dicho sistema.<br />
Recordemos que en una explotación con intensificación<br />
reproductiva a partir de lotes escalonados en<br />
cuatro meses y un ciclo productivo de ocho meses (1,5<br />
partos teóricos y 1,3-1,4 reales) cada oveja presenta<br />
como media la siguiente duración de sus distintas fa<br />
ses fisiológicas:<br />
Tabla I<br />
Duración anual de distintas fases productivas<br />
Días<br />
Cubrición (20 días x 1,5) 30<br />
Fin de gestación (40 días x 1,5) ,. 60<br />
Lactación (50 días x 1,5) 75<br />
Sostenimiento (resto) 200<br />
365<br />
Se observará que aun utilizando máximos en gestación<br />
y lactación y atendiendo a la cubrición quedan<br />
doscientos días (sostenimiento y primeros meses de<br />
gestación) en los que la oveja come y no produce de<br />
forma objetiva, por lo que se precisan raciones muy<br />
económicas para la viabilidad del sistema.<br />
En ese sentido nosotros empleamos desde hace cinco<br />
años con éxito técnico y económico algunas raciones<br />
de bajo coste:<br />
Para ovejas de unos 50 kg (tabla II).<br />
Esta ración puede ser modificada según zonas en<br />
función de otros subproductos o residuos económicos<br />
de industrias vegetales.
48 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
Necesidades<br />
Tabla II<br />
Ración económica sostenimiento<br />
Ración<br />
Coste<br />
(ptas.)<br />
0,60-0, 65 UFL 0,8 kg de paja tratada<br />
con amoniaco (7 ptas.) 5,6<br />
1.250 kg de pulpa de<br />
manzana (2 ptas.) 2,5<br />
Corrector mineral 0,4<br />
Pero aunque el coste teórico de la ración sea bajo,<br />
queda todavía un coste adicional que supone la distribución<br />
diaria de dicho alimento en el pesebre en dos<br />
o tres ocasiones. Esto limita la posibilidad de grandes<br />
unidades ovinas en explotación intensiva, ya que disminuye<br />
el rendimiento laboral y empeora la atención<br />
hacia la oveja y cordero en las fases productivas.<br />
IMPORTANCIA DE LA MANO DE OBRA<br />
EN LA EXPLOTACIÓN OVINA<br />
No es necesario resaltar dicha importancia. Sin embargo,<br />
y de forma esquemática, se hace preciso recordar<br />
una serie de ideas fundamentales sobre la mano<br />
de obra pastoril, con toda la problemática social, técnica<br />
y económica (VERA y VEGA, y SIERRA, 1990)<br />
tantas veces citada, pero pocas estudiada a fondo y<br />
nunca solucionada:<br />
a) Escasez. Cada vez es más difícil encontrar pastores,<br />
hecho que motiva la desaparición de muchas<br />
empresas ovinas. Nadie quiere salir al<br />
campo con el ganado y el «palo». Es incómodo<br />
y peyorativo desde el punto de vista social.<br />
b) Falta de preparación del sector ovino. El hecho<br />
anterior motiva una selección a la inversa en la<br />
calidad de la mano de obra. Sólo continúan o<br />
quieren ser pastores aquéllos ya mayores o los<br />
que con menos luces o formación no tienen<br />
otras posibilidades. De hecho en las zonas rurales<br />
pocos jóvenes se hallan interesados por<br />
esta actividad laboral, lo que además condiciona<br />
las posibilidades de tecnificación de la empresa<br />
ovina.<br />
c) Dedicación laboral. No son semanas de cuarenta<br />
horas, con descanso de dos jornadas (sábado<br />
y domingo), sino de siete días de trabajo con<br />
oscilación entre sesenta y noventa horas de actividad,<br />
y aun muchas veces sin vacaciones. Esto<br />
indica notable sacrificio, casi nunca acompañado<br />
de la correspondiente compensación económica.<br />
d) Destino de la mano de obra (tabla III):<br />
8,5<br />
Tabla III<br />
Destino de la mano de obra. Explotaciones ovinas<br />
Tipo de<br />
explotación<br />
Extensiva<br />
1parto/hernbra/afio<br />
Intensiva<br />
1,3-1,4 parto/<br />
hembra/año<br />
Fasa<br />
No Productiva<br />
Productiva<br />
No productiva<br />
a) Pastoreo<br />
b) Estabulación<br />
Productiva<br />
'Estabulación<br />
(1) Sanidad, reparaciones, etc.<br />
(2) Cubriciones, partos y atención corderos.<br />
Duración<br />
Actividad mano<br />
de obra<br />
260-265d. Pastoreo 90%<br />
Varios 10%<br />
100-115d, Pastoreo 50-60*<br />
Varios(2)40-50%<br />
215d. Pastoreo 90%<br />
Varios(l) 10*<br />
2l5d. Alimentación 80-90%<br />
Varlos(1) 10-20%<br />
150d. Alimentación 40-60%<br />
Varlos(2) 40-60%<br />
1. Explotaciones extensivas en pastoreo<br />
(una paridera anual):<br />
1.1. Fases no productivas: Al menos<br />
250 días/año.<br />
Prácticamente el 90% de la mano<br />
de obra se halla dedicado al pastoreo.<br />
El 10% restante a alguna atención<br />
sanitaria puntual, reparaciones,<br />
etc.<br />
1.2. Fases productivas: Partos y lactación<br />
(unos 100-115 días/año).<br />
Un 50-60% al pastoreo y el 40-<br />
50% a la atención de los animales<br />
en aprisco (distibución de alimentos<br />
y cría de los corderos).<br />
2. Explotaciones intensivas (1,3-1,4 partos/<br />
año, alto porcentaje de gemelos y semiestabulación).<br />
En este tipo de empresas durante la estabulación<br />
la distribución de los alimentos<br />
en pesebre 2-3 veces al día supone del<br />
40 al 90% de la actividad laboral según<br />
fase productiva, dado el gran volumen y<br />
peso de alimentos a repartir y las dificultades<br />
o limitaciones de mecanización<br />
existentes, quedando desbordada la mano<br />
de obra.<br />
Este hecho tan simple, pero primordial,<br />
limita una mayor o mejor atención técnica<br />
a los animales, lo que disminuye los<br />
resultados productivos (menores índices<br />
reproductivos, mayor morbilidad, mortalidad,<br />
etc.) y disminuye el número de<br />
hembras/UTH.<br />
e) Coste de la mano de obra. Salvo en explotaciones<br />
cercadas, en donde la mano de obra tiene<br />
un mayor rendimiento, en los sistemas extensivos<br />
de forma general este coste gira entre las<br />
2.250 y 3.000 pesetas/oveja/año, suponiendo<br />
salarios brutos con seguros que oscilan entre
PROBLEMÁTICA DE LA ALIMENTACION-MANO DE OBRA EN LA EXPLOTACIÓN OVINA... 49<br />
las 900.000 y 1.200.000 pesetas, con 300-400<br />
cabezas por pastor.<br />
En las explotaciones intensivas se hace necesario<br />
incrementar al máximo el número de cabezas<br />
UTH, a fin de compensar otra serie de<br />
gastos adicionales (instalaciones, alimentación<br />
en pesebre, etc.), siendo condición fundamental<br />
a fin de abaratar costes, de forma que estos sistemas<br />
puedan ser viables económicamente.<br />
Como vemos, el tiempo dedicado a la distribución<br />
de los alimentos disminuye fuertemente<br />
el rendimiento laboral de cada UTH. Alrededor<br />
del 40-50% de su tiempo tiene que dedicarlo a<br />
actividades rutinarias, en perjuicio de otras específicas<br />
y de mayor contenido tecnológico que<br />
podrían permitir ingresos más elevados.<br />
En estas condiciones, y en sistemas intensivos<br />
en estabulación, suelen precisarse de 1,7 a<br />
2 UTH por cada 1.000 ovejas, lo que mejora sólo<br />
ligeramente las cifras de los sistemas extensivos,<br />
no favoreciendo por tanto su viabilidad<br />
económica (2.000 a 2.400 pesetas/hembra/año<br />
a partir de 500-600 hembras/UTH y salarios de<br />
1.000.000 a 1.400.000 pesetas/UTHL).<br />
f) Estudio de sistemas económicos de distribución<br />
de alimentos. La utilización de un sistema económico<br />
de distribución de raciones igualmente<br />
económicas permitiría:<br />
1. Viabilidad técnica y económica para los<br />
sistemas intensivos, pudiendo permanecer<br />
en estabulación el máximo tiempo, saliendo<br />
a pastar sólo en épocas muy concretas<br />
de pastos abundantes.<br />
2. Posibilidad de encontrar más fácilmente<br />
mano de obra joven y capacitada, dedicada<br />
muy secundariamente al pastoreo y al<br />
reparto de alimentos, permitiendo una<br />
mejor atención zootécnica del ganado (mayor<br />
producción).<br />
3. Incremento notable del número de ovejas<br />
atendidas por UTH (mínimo 2.000 por<br />
equipo de 2 UTH).<br />
En este sentido vamos a exponer un sencillo<br />
sistema de alimentación «concentrada» ad libitum<br />
en estabulación que disminuye notablemente<br />
el tiempo dedicado al reparto de alimentos,<br />
pudiendo suponer una solución para sistemas<br />
intensivos, o también para los semiextensivos<br />
en las fases de alta producción.<br />
PLANTEAMIENTO Y METODOLOGÍA<br />
A) Planteamiento<br />
Desde hace unos años intentamos buscar una solución<br />
al reparto alimenticio en el ganado ovino. Entre<br />
otras estudiamos:<br />
a) El diseño de apriscos con pasillos de distribución<br />
de alimentos conllevaba largos frentes de<br />
comedero, con elevado coste de instalaciones y<br />
escasa ventaja en los tiempos de reparto.<br />
b) El empleo de silos de autoconsumo, pacas de<br />
paja circulares, etc., entorpecían la formación<br />
de lotes y desequilibraban las raciones alimenticias,<br />
amén de dificultar una estricta intensificación.<br />
c) La utilización del sistema Unifeed, tan empleado<br />
en bovino lechero, parecía presentar alguna<br />
posibilidad. Sin embargo, se desestimó, ya que<br />
mantenía uno o dos repartos diarios, siendo<br />
por otra parte elevado el precio del remolque<br />
distribuidor.<br />
Así las cosas se estudió el problema con una visión<br />
totalmente distinta de la convencional, pensando en<br />
una nave industrial de producción de carne, comparable<br />
a la de porcinos o aves, con utilización de un<br />
alimento seco y concentrado para su fácil distribución<br />
y posible consumo ad libitum.<br />
En este sentido recordamos los trabajos de GEURIN<br />
et al. (1956) y PRESTON (1963) en prerrumiantes y<br />
rumiantes jóvenes, obteniendo resultados muy positivos<br />
en la alimentación de los terneros a partir únicamente<br />
de concentrados basados en avena o cebada<br />
aplastadas (Barley beef) y que luego sirvieron de fundamento<br />
a los sistemas actuales de aumentación de<br />
bovino de engorde con concentrado y escasa cantidad<br />
de voluminoso.<br />
Esta misma idea se extendió al cebo del cordero<br />
(ORSKOV et al., 1971) como es de todos conocido,<br />
siendo la base de la alimentación actual en los cebaderos.<br />
¿Por qué no extender estos sistemas, con las debidas<br />
adaptaciones, a la alimentación de la oveja<br />
El planteamiento, por tanto, consistió en:<br />
1. Disminución máxima del tamaño de la partícula<br />
del alimento voluminoso y seco ofrecido, con<br />
un compromiso entre el mantenimiento sin<br />
problemas de las funciones digestivas y la posibilidad<br />
de una distribución mecanizada (tornillo<br />
sin fin, tolva, etc.).<br />
2. Estudio, en estas condiciones, de la capacidad<br />
práctica de autorracionamiento en la oveja, al<br />
poner a su libre disposición alimentos de calidad.<br />
3. Estudio y solución de los posibles trastornos digestivos<br />
que pudieran plantearse y repercusión<br />
del nuevo tipo de alimentación en los índices<br />
reproductivo-productivos.<br />
4. Capacidad de adaptación de la alimentación<br />
voluminosa en pastoreo a un sistema de «concentrado»<br />
ad libitum, lo que permitiría una<br />
mayor versatilidad en el manejo y mejor aceptación<br />
por el ganadero.<br />
5. Paralelamente se presentaban una serie de interrogantes<br />
científicos como eran:<br />
a) Posible vaciamiento más rápido del rumen<br />
al disminuir el tamaño de la partícula y
50 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
por ende mayor velocidad de tránsito digestivo.<br />
Sin embargo, son muy variadas y<br />
no coincidentes las teorías actuales, yendo<br />
desde que el tamaño crítico para dicho vaciado<br />
es de alrededor de 1 mm (POPPI et<br />
al., 1980, y UDEN y VAN SOEST, 1982) a<br />
que el vaciado se produce en función del<br />
paso de las partículas indigestibles (UL-<br />
YATT et al., 1986).<br />
b) Posible disminución de la digestibilidad<br />
del alimento al permanecer en principio<br />
menor tiempo en el rumen y como consecuencia<br />
menor predigestión por la microflora<br />
ruminal.<br />
Sin embargo, esto podría verse contrarrestado<br />
por una mayor eficiencia en dicho<br />
preataque, dado el menor tamaño de la<br />
partícula.<br />
c) Modificaciones cuanticualitativas de la flora<br />
microbiana del rumen ante una presentación<br />
física de la ración bien diferente a la<br />
natural.<br />
d) Aumento de la capacidad de ingesta, motivado<br />
por un tamaño de la partícula más<br />
pequeño, lo que originaría también menor<br />
permanencia en rumen (LAREDO y MIN-<br />
SON, 1975, y OSBURN et al., 1976) y como<br />
consecuencia menor sensación de saciedad.<br />
Este incremento de la capacidad de ingesta<br />
puede conllevar un efecto muy positivo<br />
en genotipos de altas producciones y necesidades,<br />
además de paliar si eso fuera<br />
cierto la menor digestibilidad de la dieta.<br />
e) Modificación de los productos de fermentación<br />
en el rumen, precisamente debido al<br />
menor tamaño de la partícula, posible mayor<br />
rapidez de vaciado y cambios en la flora<br />
ruminal.<br />
De cualquier manera estos son aspectos puntuales<br />
técnicocientífícos que pensamos estudiar posteriormente,<br />
una vez que hayamos confirmado plenamente<br />
y a nivel aplicativo la validez del nuevo sistema de<br />
alimentación.<br />
B) Metodología<br />
Se inició el estudio tomando como base animal ovejas<br />
en sostenimiento en estabulación completa y como<br />
materias primas:<br />
— Paja tratada con amoníaco.<br />
— Paja blanda de cebada.<br />
— Heno de alfalfa.<br />
— Heno de veza-avena.<br />
Estos productos, solos (salvo la paja blanca) o combinados<br />
en distinta proporción, fueron molidos y pasados<br />
primeramente por criba del 8 y aun del 5, obteniendo<br />
tamaños de partícula entre 3 y 10 mm, lo que<br />
se asemejaba a efectos de manejo y consumo casi a<br />
un concentrado. Por otra parte, el equipo utilizado<br />
(molino y mezcladora de ocasión) estaba al alcance de<br />
cualquier ganadero.<br />
Esta es precisamente una idea fundamental de<br />
nuestro trabajo, el que el sistema pueda ser desarrollado<br />
directamente por el propio ganadero, sin dependencia<br />
exterior.<br />
Ejemplo de mezclas empleadas inicialmente:<br />
a) H. alfalfa (50%).<br />
H. veza-avena (50%).<br />
b) H. alfalfa (50%).<br />
Paja de cebada (50%).<br />
c) H. veza-avena (60%).<br />
Paja de cebada (40%).<br />
d) Paja tratada (60%).<br />
Paja de cebada (40%).<br />
El alimento era presentado a libre disposición todo<br />
el tiempo (llenado de amplios comederos dos o tres<br />
veces por semana).<br />
Al comienzo de los ensayos los animales procedían<br />
de pastoreo, por lo que se dispuso unas pacas de paja<br />
larga en un rincón del box a fin de que las ovejas pudieran<br />
tomarla a libre voluntad. Al cabo de cinco días<br />
se retiraba la paja, habiéndose adaptado ya con este<br />
breve período al nuevo tipo de alimento, no observándose<br />
ningún problema, ni trastorno digestivo.<br />
Como único inconveniente se observaba que los animales<br />
estornudaban con frecuencia (introducción de<br />
polvo en orificios nasales).<br />
Esto fue solucionado añadiendo 1,5% de grasa a la<br />
ración, lo que eliminó por completo el problema, permitiendo<br />
además un pienso más denso, algo más<br />
energético y con un atractivo olor que le hacía muy<br />
apetitoso.<br />
La adición de la grasa se realizaba de foma artesanal<br />
y simple, licuándola por calor y dosificándola directamente<br />
sobre las pacas de paja o heno antes de<br />
ser molidas, uniformando la mezcladora el conjunto.<br />
Los consumos por oveja y día eran de 1,5-1,6 kg,<br />
cubriendo las necesidades de sostenimiento (0,71 UFL<br />
y 57 g PDI).<br />
Una vez observada la perfecta adaptación de los<br />
animales al nuevo tipo de alimento se pasó a la preparación<br />
de raciones en fase de producción en las que<br />
se alternaban como base los alimentos voluminosos<br />
señalados y diversos concentrados (cereales y torta de<br />
soja), junto con el corrector vitamínico-mineral. Se<br />
utilizaron en principio materias primas de calidad<br />
(precio algo elevado), pues se buscaba primeramente<br />
resultados de viabilidad técnica.<br />
En las raciones de producción se han utilizado ovejas<br />
cruzadas Romanov x R. Aragonesa o Salz, con pesos<br />
entre 52 y 65 kg (promedios de 58-60 kg), y por<br />
supuesto en estabulación total.
PROBLEMÁTICA DE LA ALIMENTACION-MANO DE OBRA EN LA EXPLOTACIÓN OVINA... 51<br />
RESULTADOS Y DISCUSIÓN<br />
En la explotación donde se llevan a cabo estos ensayos<br />
(Fuentes de Ebro, Zaragoza) todos los animales<br />
(unos 300) están sometidos a este sistema de alimentación<br />
desde hace ya unos ocho meses, sin que haya<br />
habido hasta la fecha ningún problema digestivo,<br />
manteniéndose además al mismo nivel los resultados<br />
reproductivos y productivos.<br />
Las raciones utilizadas han sido las siguientes:<br />
1. Fin de gestación<br />
Ovejas de unos 60 kg con 2 fetos:<br />
Heno de alfalfa 30,0<br />
Heno de veza-avena 65,0<br />
Grasa 1,5<br />
Corrector vit. mineral ... 3,5<br />
1finn<br />
'<br />
1 0,50-0,55 UFL<br />
J 6,0-6,5% PDI<br />
— Necesidades promedio: 0,95 UFL y 105 g PDI.<br />
— Consumo diario entre 1,7-1,8 kg (0,90-1,0 UFL y<br />
112-117 g PDI).<br />
— Los animales se mantienen en muy buen estado<br />
de carnes.<br />
— Tamaño partícula: 0,4-0,8 cm.<br />
2. Lactación<br />
Ovejas en sus primeros cincuenta días de lactación<br />
con dos corderos:<br />
Paja cebada 30,0<br />
Cebada 45,0<br />
T. Soja 20,0<br />
Grasa 1,5<br />
Corrector 3,5<br />
~7Z7¿¡ 1 « 0,85-0,9 UFL<br />
IUU.U / f8 _ llf0%pDI<br />
— Necesidades:<br />
Sostenimiento: 0,71 UFL y 57 g PDI.<br />
Producción: 1,8 « 2 kg leche: 1,1-1,2 UFL<br />
1,8-1,9 UFL<br />
80 g PID/kg leche 144-160 g PDI<br />
TOTAL: 1,8-1,90 UFL y 200-220 g PDI<br />
— Consumo diario: 2,0-2,2 kg. (Ovejas lactantes<br />
con 2,3 corderos hasta 2,5 kg/día).<br />
— Tamaño partícula: 0,2-0,5 cm (incluso criba<br />
del 4).<br />
3. Corderos<br />
a) Lactancia. Consumen pienso de iniciación.<br />
b) Cebo tras destete. Ración integral formada por<br />
pienso de cebo al que se aporta:<br />
— 5% de paja molida.<br />
— Lacto reemplazantes.<br />
— 1,5% de grasa.<br />
No se sitúa paja larga en pesebre.<br />
Se observa en las adultas y corderos cómo a pesar<br />
de hallarse ad libitum y ser un pienso atractivo, los<br />
animales se autorregulan perfectamente en la ingestión,<br />
no existiendo ningún problema.<br />
Por otra parte las raciones y consumos se encuentran<br />
bastante ajustados a las necesidades.<br />
Es conveniente situar en pesebre; y de forma continua<br />
una mezcla mineral (macrocorrector) a libre disposición.<br />
Nosotros empleamos la siguiente mezcla:<br />
Fosfato bicálcico 48,5<br />
Cloruro sódico 48,5<br />
Sulfato magnésico 3,0<br />
100<br />
Es económica y aporta S, necesario para formar<br />
aminoácidos azufrados en general y de la lana en<br />
particular.<br />
4. Ovejas en recuperación<br />
Se realizó un ensayo (en la Facultad de Veterinaria,<br />
Zaragoza) con el fin de observar las posibilidades de<br />
recuperación en animales delgados tras lactación,<br />
empleando también una ración integral.<br />
Diez ovejas de raza Rasa Aragonesa con un promedio<br />
de 41,650 kg pasaron a 45,300 kg en quince días<br />
(ganancia media, 243 g/día) (tabla IV).<br />
La ración se hallaba formada por:<br />
Paja tratada 80,0<br />
Pienso comercial 18,5<br />
Grasa 1,5<br />
100 (0,58 UFL)<br />
Tamaño de partícula: 0,2-0,8 cm.<br />
Los consumos alcanzaron promedios de 1,5-1,6<br />
kg/día (0,95 UFIVdía).<br />
En un siguiente tramo de cuarenta y cinco días pasaron<br />
a 48,1 kg con una ganancia media diaria de 67 g.<br />
n<br />
10<br />
Tabla FV<br />
Recuperación ovejas con ración integal<br />
22-5-90<br />
Peso<br />
xl<br />
41,650<br />
6-6-90<br />
Peso<br />
x2<br />
45,300<br />
Ganancia<br />
g<br />
243<br />
18-7-90<br />
Peso<br />
x3<br />
48,1 kg<br />
Ganancia<br />
67 g<br />
En este último tramo los consumos descendieron ya<br />
a 1,3 kg por cabeza y día (0,75 UFL).
52 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
No se utilizó paja en la cama para evitar su posible<br />
consumo. No obstante, el suelo se hallaba perfectamente<br />
seco (heces muy secas en función del tipo de<br />
alimento), encontrándose las ovejas muy limpias y cómodas.<br />
En la actualidad el lote de animales continúa sin<br />
ningún problema, manteniendo el peso tras haber<br />
modificado la ración (88,5% de paja tratada, 10% de<br />
piengo y 1,5% de grasa) y con 1,2 kg de consumo diario<br />
(0,66 UFL).<br />
ENSAYOS EN MARCHA<br />
A) Distribución del alimento<br />
Finalmente y una vez observado el correcto funcionamiento<br />
del pienso integral a nivel técnico y práctico<br />
en las diversas fases productivas, se están ensayando<br />
dos sistemas básicos de distribución.<br />
a) En comederos anchos y relativamente profundos.<br />
Para explotaciones de tamaño mediano y'<br />
poco mecanizadas. Reparto cada cuatro-cinco<br />
días en lactación y cada semana en sostenimiento<br />
y fin gestación.<br />
b) En tolvas. Explotaciones grandes y buena mecanización.<br />
Distribución semanal.<br />
No parece" conveniente distribuir el pienso a más<br />
largo plazo, por el posible deterioro del mismo o incluso<br />
rechazo final del ganado. La tolva en ese sentido<br />
se muestra muy positiva, al igual que la incorporación<br />
de la grasa.<br />
B) Raciones económicas<br />
Igualmente y tras los buenos resultados técnicos<br />
obtenidos se están ensayando raciones integrales de<br />
menor coste a fin de lograr también una mayor viabilidad<br />
económica en el nuevo sistema.<br />
/'. Para sostenimiento<br />
a) Paja de cebada (68,5%), gallinaza (30%), más<br />
1,5% de grasa.<br />
b) Paja tratada (68,5%), paja blanca (30,0%), más<br />
1,5% de grasa (1,5 kg consumo).<br />
c) Heno alfalfa: 30%; paja blanca, 68,5%, y grasa,<br />
1,5%.<br />
Siempre con corrector a libre disposición. Los consumos<br />
de pienso integral giran alrededor de 1,5 kg en<br />
ovejas de unos 60 kg.<br />
2. Para lactación<br />
Empleo de materias primas más económicas (subproductos<br />
diversos).<br />
De esta forma la ración de sostenimiento puede<br />
mantenerse entre 8 y 10 pesetas, y la de lactación<br />
(dos corderos) situarse en 30-34 pesetas, todo ello en<br />
una cómoda y económica distribución.<br />
Así la alimentación en estabulación completa por<br />
oveja y año (1,4 partos y 2 corderos/parto) podría oscilar<br />
según se indica en la tabla V entre 4.800 y 5.700<br />
pesetas.<br />
Tabla V<br />
Duración anual distintas lases productivas<br />
Ptas.<br />
Sostenimiento: 215 días (8-10 ptas.) 1.720-2.150<br />
Cubrición: 30 días (10-12 ptas.) 300- 360<br />
Fin gestación (30 x 1,5): 45 días (12-15 ptas.).. 540- 675<br />
Lactación (50 x 1,5): 75 días (30-34 ptas.) 2.250-2.550<br />
4.810-5.735<br />
La existencia de pastos económicos en alguna época<br />
podría economizar estos gastos, disminuyéndolos a<br />
4.000-5.000 pesetas.<br />
Recordemos a este respecto que en los sistemas de<br />
pastoreo también se originan gastos de alimentación<br />
para las ovejas y que en los aquí expuestos se consigue<br />
una apreciable disminución de la mano de obra,<br />
tratándose además de explotaciones de una alta productividad<br />
(2,8 corderos/hembra/año).<br />
En explotaciones menos intensificadas y de niveles<br />
productivos más bajos (1,2 partos y prolificidad entre<br />
1,4-1,6) sería igualmente posible adecuar este sistema,<br />
utilizándolo en las fases (fin de gestación-lactación)<br />
o épocas (escasez de pastos) más convenientes.<br />
Por otra parte, la utilización del alimento «pelletizado»<br />
aumentaría los costes notablemente y sobre todo<br />
haría depender a la empresa ganadera de industrias<br />
de alimentos para el ganado. Por supuesto, las<br />
empresas cooperativas serían las que podrían resolver<br />
el problema de forma más económica.<br />
Sin embargo, y por ahora, hemos observado mejores<br />
resultados en la simple molienda que en la pelletización,<br />
siendo preciso comprobar más a fondo estos<br />
extremos.<br />
C) Posibles variantes del sistema<br />
Hemos expuesto siempre esta metodología como directa<br />
e independientemente aplicable por cada ganadero<br />
de forma sencilla. Sin embargo y como ampliación<br />
a algunos aspectos citados con anterioridad<br />
(pelletización), proponemos una variante de tipo industrial<br />
que puede ser también económica en coste y<br />
con distribución del alimento no gravosa: Pienso integral<br />
pelletizado, más paja larga.<br />
Para «pelletizar» adecuadamente se hace preciso<br />
realizar una molienda muy fina, por lo que en principio<br />
la ración integral pelletizada no daría resultados<br />
tan positivos (posibles problemas digestivos).<br />
El interés radicaría en preparar piensos de base<br />
muy económicos, trabajando a nivel de cooperativas<br />
dedicadas a la deshidratación de alfalfa. Antes de llevar<br />
a cabo su pelletización se realizaría una mezcla<br />
de la alfalfa con otras materias primas económicas,
PROBLEMÁTICA DE LA ALIMENTACION-MANO DE OBRA EN LA EXPLOTACIÓN OVINA... 53<br />
obteniendo un pienso de calidad y a muy bajo precio,<br />
que además podría beneficiarse en todo o en parte de<br />
la prima por pelletización de las deshidratadoras.<br />
Este pienso podría distribuirse de forma simple y<br />
mecanizada (tornillo sin fin, tolvas, etc.), ofreciéndolo<br />
ad libitum, siendo complementado su escaso tamaño<br />
de partícula, que podría provocar problemas, con una<br />
o dos pacas de paja larga dispuestas en cada box.<br />
CONCLUSIONES<br />
1. Se expone la importancia de la mano de obra<br />
(escasez y baja cualificación). en la explotación<br />
ovina en general y en la intensificada muy en<br />
particular, y su incidencia, junto con otros factores,<br />
en la viabilidad futura de estas empresas.<br />
2. Por otra parte, y dentro de este contexto, el capítulo<br />
alimenticio supone una carga importante<br />
tanto económica (coste), como laboral (distribución),<br />
muy especialmente también en las empresas<br />
ovinas intensivas.<br />
3. Como consecuencia se presenta un sistema de<br />
alimentación «concentrada» a libre disposición<br />
(ración integral obtenida a partir de la molienda<br />
y mezcla de las diversas materias primas<br />
voluminosas y concentradas), habiéndose comprobado<br />
la no existencia de problemas digestivos<br />
ni de otro tipo, manteniendo al mismo nivel<br />
los resultados productivos.<br />
4. Dicho sistema permite en las citadas explotaciones<br />
intensivas una distribución del alimento<br />
muy simplista (una o dos veces por semana), lo<br />
que supone una mejora del rendimiento laboral,<br />
posibilitando una mayor atención al ganado<br />
en los aspectos reproductivos y productivos<br />
y a la vez un incremento notable del número de<br />
ovejas por UTH.<br />
5. Por otra parte, la adaptación de animales en<br />
pastoreo (consumo elevado de voluminoso) al<br />
nuevo sistema de ración integral se realiza de<br />
forma simple en menos de una semana.<br />
6. Otro curioso aspecto derivado del nuevo sistema<br />
de alimentación es la posibilidad de no emplear<br />
paja en la cama.<br />
7. Otra alternativa posible, ésta ya industrial,<br />
consistiría en la preparación de pienso económico<br />
y pelletizado por parte de las industrias<br />
de deshidratación de alfalfa, dispuesto ad libitum<br />
en tolva y complementado con paja larga.<br />
8. Por otra parte el presente sistema plantea una<br />
serie de interrogantes futuros tanto científicos<br />
como aplicativos que irán siendo estudiados<br />
más adelante.<br />
Indicamos algunos como muestrario:<br />
a) Influencia en la capacidad de ingestión, velocidad<br />
de tránsito, modificación de la flora ruminal<br />
y de la digestibilidad, interés de la pelletización,<br />
etc.<br />
b) Reducción del coste de las raciones inicialmente<br />
utilizadas, adaptación del sistema a modelos<br />
de explotación menos intensivos, influencia en<br />
la vida productiva, etc.<br />
AGRADECIMIENTO<br />
A don Jesús Val Salvador, ganadero de Fuentes de<br />
Ebro (Zaragoza), cuyas ideas y colaboración han sido<br />
fundamentales para el desarrollo de estos ensayos.<br />
BIBLIOGRAFÍA.<br />
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ruminants. Ed. Milligan et al. Reston Publising Co., 498-<br />
515, 1986.
Comunicación<br />
Influencia sobre la calidad y consumo<br />
voluntario de pajas de cebada sin tratar y tratadas<br />
con amoníaco estudiada con cabras<br />
de raza Orospedana 9 variedad Murciana<br />
E. Ocio Trueba*, R. Moreno Ríos* y F. Hernández Ruipérez*<br />
INTRODUCCIÓN<br />
Es de lamentar que la paja de cereales, que constituye<br />
uno de los subproductos agrícolas más abundantes<br />
en España, con una producción que oscila entre<br />
los 11 y 12 millones de toneladas anuales, tenga un<br />
escaso valor nutritivo, una baja digestibilidad y, por<br />
tanto, que su consumo por los animales sea escaso.<br />
Por ello estos residuos se emplean como camas para<br />
el ganado, como pienso de volumen para complementar<br />
raciones de concentrados para rumiantes,<br />
bien sola o bien en mezclas con otros forrajes de mejor<br />
calidad.<br />
Incluso en algunos casos se pierden por no compensar<br />
económicamente su recogida, e incluso se queman.<br />
En los últimos años han sido muchos los procesos<br />
desarrollados para la mejora de la calidad nutritiva<br />
de este abundante subproducto. Por sólo citar a algún<br />
autor señalamos los trabajos de CHANDRA y JACH-<br />
SON (1971), que emplearon para estos fines el hidróxido<br />
sódico, el sulfilo sódico, el agua oxigenada y el<br />
hidróxido calcico, aunque vieron que el primero era<br />
el más eficaz de todos.<br />
También REXEN y VESTERGAARD (1976) consiguieron<br />
mejorar el valor nutritivo de la paja por el<br />
tratamiento con álcalis.<br />
Asimismo, CARMONA y GREENHALD (1972), trabajando<br />
sobre la mejora de paja tratada con álcalis, pero<br />
que al mismo tiempo eran molturadas o troceadas,<br />
empapadas o pulverizadas con los líquidos objeto de<br />
tratamiento, observaron que los mejores resultados<br />
se obtenían con paja troceada y empapada con 1,5%<br />
de hidróxido sódico.<br />
FERNANDEZ GONZÁLEZ en 1980 trabaja con pa-<br />
Personal científico del equipo de Producción Animal del<br />
Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura<br />
(CSIC).<br />
ja tratada con sosa en una serie de variables que incluían<br />
preferentemente paja troceada en diversos tamaños,<br />
sometiéndola a tratamiento durante un número<br />
variable de días, obteniendo diversos resultados de<br />
mejora.<br />
El tratamiento de la paja de cereales para la mejora<br />
de su valor nutritivo con gases licuados, como el<br />
amoníaco anhidro, constituye un procedimiento con el<br />
que se está obteniendo un notable éxito. Ello se debe,<br />
en parte, a la mejora de este recurso constatado a niveles<br />
científicos y técnicos, como indican, entre otros,<br />
los trabajos de SUNDT0L y cois, en 1978 o a los de<br />
ALIBES y cois, en 1984, y sobre todo a nivel ganadero,<br />
a la promoción que lleva a cabo el MAPA mediante<br />
una acertada política de subvenciones, como a la que<br />
se refiere la O. M. del 20-VII-1983, publicada en el<br />
«BOE» del 28-VII-1983, por la que se fomenta el empleo<br />
de recursos alimenticios para el ganado, de baja<br />
utilización y calidad, y en el que se contempla precisamente<br />
el de la paja de cereales tratada con amoníaco<br />
anhidro.<br />
Con este tratamiento, pues además de aprovecharse<br />
adecuadamente un recurso mal utilizado, se puede<br />
abaratar los costes de alimentación del ganado y mejorar<br />
las disponibilidades forrajeras de zonas y regiones,<br />
como es el caso particular de Murcia, donde existe<br />
una gran escasez de pastos naturales y recursos<br />
forrajeros para el mantenimiento del efectivo bovino,<br />
ovino y caprino.<br />
En el trabajo que ahora presentamos hemos querido<br />
comprobar cómo se modifica la calidad bromatológica<br />
de las pajas tratadas con amoníaco anhidro en<br />
comparación con la misma paja sin ningún tratamiento<br />
y su influencia en el consumo voluntario, utilizando<br />
cabras de raza Orospedana, variedad Murciana.<br />
Los análisis quimicobromatológicos, el control de<br />
peso de las cabras y los consumos diarios y totales de<br />
ambas clases de pajas por los animales experimentales,<br />
sirvieron de parámetros para alcanzar los objetivos<br />
propuestos.
56 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />
MATERIAL Y MÉTODOS<br />
Para la realización de las pruebas experimentales<br />
se ha controlado el proceso completo, es decir, desde<br />
la preparación de la paja hasta las pruebas de ingestión<br />
voluntaria de la misma. Por ello este capítulo lo<br />
dividimos en tres partes: los análisis realizados, la<br />
preparación y tratamiento de la paja y las pruebas<br />
con animales, que describimos a continuación.<br />
Análisis<br />
Se recogieron muestras de paja sin tratar y de la<br />
tratada para realizar los análisis programados, tomando<br />
varias fracciones de diversas pacas y mezclándolas<br />
de forma rigurosa. De estas muestras, una vez<br />
trituradas en molino de martillos sistema Culatti con<br />
malla de un milímetro, se toman tres alícuotas que se<br />
analizan de forma independiente, habiéndose consignado<br />
los resultados como la media de los análisis individuales.<br />
Se realizó un análisis de los principios inmediatos<br />
por el método de Weende, según las técnicas descritas<br />
porlaAOAC(1975).<br />
Tratamiento de la paja<br />
Se adquirió una partida de pacas de paja de cebada<br />
cuyas medidas eran: largo, 90 cm; alto, 40 cm, y ancho,<br />
35 cm, para proceder a tratamiento de una parte<br />
de las mismas, quedando parte sin tratar como testigo<br />
en las pruebas a realizar.<br />
Se dispuso la colocación de las pacas, de forma que<br />
se consiguió una pirámide de 5,30 m de largo por<br />
2,60 m de ancho, lo que ocupaba una superficie de<br />
unos 14 m 2 . La altura era de casi 2 m, por lo que se<br />
alcanza un volumen próximo a 28 m 3 . La disposición<br />
fue de 11 filas de dos pacas colocadas en sentido<br />
transversal y una fila en sentido longitudinal, que se<br />
alternaban en cada altura para dar cohesión al dispositivo,<br />
y se completaba la última altura con cinco pacas<br />
en sentido longitudinal.<br />
Se superpusieron seis alturas iguales (de 27 pacas),<br />
por lo que se emplearon 162 pacas en el paralelepípedo,<br />
remontando con las cinco de la fila séptima en el<br />
centro y en sentido longitudinal, de manera que con<br />
esta cimera, al tapar con el plástico, se forme un tejadillo<br />
que tiene dos fines: uno, que resbale el agua en<br />
caso de lluvia, y otro, que quede una cámara que facilite<br />
la expansión del gas inyectado.<br />
El peso total de la paja del almiar fue de 3.340 kg,<br />
calculando un peso medio de 20 kg por paca. Este dato<br />
es necesario tenerlo en cuenta, con objeto de inyectar<br />
la cantidad de amoníaco adecuada, para que el<br />
tratamiento resulte a una concentración del 3,5% del<br />
peso de la paja.<br />
Parece obvio señalar que la colocación y el tamaño<br />
del almiar se realizará según convenga, en dependencia<br />
con el espacio, tamaño y necesidades del rebaño,<br />
dimensiones del plástico disponible, etc. En nuestro<br />
caso se dispuso de dos hojas de plástico de 400 galgas<br />
de grosor, de color blanco. La primera, que actuaba como<br />
suelo, tenía unas dimensiones de 6,30 por 3,60 m,<br />
con lo que resultaba un superficie que sobresalía 0,50 m<br />
por cada lado del paralelogramo formado por la paja.<br />
La segunda, que se utilizó a manera de cobertura, de<br />
8 m de ancho por 11 m de largo.<br />
Para hacer hermético el cierre de las dos hojas de<br />
plástico se enrollaron los extremos de las mismas con<br />
un listón hasta llegar al borde del almiar de paja, haciendo<br />
la misma operación por cada lado del mismo.<br />
A continuación se realiza un alomamiento de tierra<br />
por los cuatro costados para dar fuerza al cerramiento<br />
y garantizar la estanqueidad del almiar.<br />
Conviene rodear con cuerdas la totalidad del almiar,<br />
con lo que se refuerza su cierre, además de que<br />
la permanencia de los plásticos se asegura bastante<br />
bien, pasando incluso alguna cuerda por la parte alta<br />
del montón, operaciones que se realizaron en nuestro<br />
caso.<br />
Se procedió seguidamente a suministrar el gas en<br />
las cantidades indicadas, aplicado con una lanza consistente<br />
en un tubo metálico de unos 3 m que se introdujo<br />
en el centro del montón perforando el plástico y<br />
conectando el extremo exterior a la botella o contenedor<br />
del gas. Como tope de dicho tubo o lanza lleva<br />
una placa que se adapta al agujero practicado en el<br />
plástico, que de alguna manera impide que el gas salga<br />
al exterior. Finalmente, al terminar la operación<br />
de introducir el gas, se extrajo la lanza y se selló el<br />
agujero abierto en el plástico mediante cinta plástica<br />
adhesiva.<br />
El gas empleado fue suministrado por la delegación<br />
en Murcia de S. E. Carburos Metálicos, S. A.<br />
Esta operación se realizó a finales de julio, destapándose<br />
el almiar a primeros de septiembre, y previa<br />
aireación se procedió a ofrecerla a los animales como<br />
forraje.<br />
Pruebas experimentales con animales<br />
Se dispuso de dos grupos de cabras, de seis animales<br />
cada uno, que de alguna manera estaban acostumbrados<br />
al consumo de paja sin tratar, ya que este<br />
material formaba parte, aunque en poca proporción,<br />
de su ración diaria.<br />
Cada grupo estaba alojado en un departamento independiente<br />
en donde disponían de un amplio comedero<br />
y bebedero con agua corriente. Las pruebas duraron<br />
quince días, siendo los cinco primeros para la<br />
adaptación más completa al régimen alimentario y los<br />
diez restantes para la realización del experimento<br />
previamente dicho. El régimen se complementaba con<br />
un concentrado integrado por un 80% de cebada y un<br />
20% de yeros, más granulos de un corrector mineral.<br />
Se administraba 300 gramos de este concentrado<br />
por cabeza y día y como pienso de volumen la paja,
INFLUENCIA SOBRE LA CALIDAD Y CONSUMO VOLUNTARIO DE PAJAS DE CEBADA... 57<br />
Tabla I<br />
Contenido en principios inmediatos de la paja natural<br />
y de la tratada con amoníaco<br />
MS<br />
%<br />
Paja natural . 87,6<br />
Paja tratada. .. 89,4<br />
PB<br />
%<br />
3,0<br />
11,8<br />
que en uno de los grupos era sin tratar y en el otro<br />
tratada con amoníaco.<br />
El concentrado era consumido por los animales totalmente<br />
y los restos sobrantes de paja eran recogidos<br />
y pesados diariamente, ya que tanto la paja tratada<br />
como la sin tratar, eran suministradas en cantidades<br />
sensiblemente mayores que las que podían ser consumidas,<br />
cantidades que fueron ajustándose según discurría<br />
el experimento, al objeto de controlar las menores<br />
cantidades posibles de paja residual.<br />
Las cabras fueron pesadas al principio de las pruebas<br />
cuando comenzó el experimento principal y cuando<br />
concluyó éste. A la formación de los grupos, y establecerse<br />
el orden jerárquico de los mismos, las dos<br />
cabras de menor peso, una por cada grupo, se vieron<br />
relegadas por el resto de los animales, siéndoles difícil<br />
obtener su cupo alimenticio, por lo que fueron eliminadas<br />
de las pruebas.<br />
No se observó alteración patológica del resto de los<br />
animales, siendo su comportamiento normal durante<br />
el total desarrollo de las pruebas experimentales.<br />
RESULTADOS Y DISCUSIÓN<br />
GB<br />
%<br />
2,1<br />
2,0<br />
FB<br />
%<br />
35,5<br />
39,7<br />
Cenizas<br />
%<br />
6,9<br />
6,1<br />
Tabla II<br />
Variaciones medias de peso en kilos de los animales<br />
experimentales durante el período preexperimental<br />
(cinco días)<br />
Lote<br />
1<br />
2<br />
Los resultados analíticos relativos al contenido en<br />
principios inmediatos de la paja utilizada en las pruebas<br />
experimentales, tanto la natural como la tratada<br />
con amoníaco, se encuentran expuestos en la tabla I.<br />
Como puede apreciarse en la tabla I, el tratamiento<br />
con amoníaco, como es natural, ha elevado el conteni-<br />
3 0 34,4 31,3<br />
Peso de las cabras*<br />
Tratamiento<br />
Comienzo Final<br />
20-X-87 24-X-87<br />
Paja Total 162,7 145,5<br />
natural 0 32,5 29,1<br />
Paja<br />
+ NH<br />
Total 172,1 156,5<br />
* Medidas correspondientes a cinco animales.<br />
Variaciones<br />
±<br />
-17,2<br />
-3,4<br />
-15,6<br />
-3,1<br />
Tabla III<br />
Variaciones medias de peso en kilos de los animales<br />
experimentales durante el período experimental<br />
Lote<br />
1<br />
2<br />
+ NH 3 0 31,3 32,6<br />
Peso de las cabras*<br />
Tratamiento<br />
Comienzo Final<br />
24-X-87 3-XI-87<br />
Paja Total 145,5 145,3<br />
natural 0 29,1 29,1<br />
Paja Total 156,5 163.0<br />
* Medidas correspondientes a cinco animales.<br />
Var ¡aciones<br />
+<br />
-0,2<br />
-0,0<br />
6.5<br />
1,3<br />
do de la paja en nitrógeno, lo que traducido a valor<br />
proteico supone aproximadamente un incremento del<br />
mismo sobre la paja natural de 8,8 puntos. Como es<br />
lógico, esta cifra sólo tiene un valor relativo, ya que el<br />
amoníaco representa el contenido en nitrógeno inorgánico,<br />
que se transformará posteriormente en la<br />
panza del rumiante en nitrógeno orgánico por la acción<br />
de los microorganismos simbióticos en los preestómagos<br />
de los animales que la ingieren.<br />
Los demás valores se corresponden en general con<br />
el contenido en principios inmediatos de la paja de cebada<br />
indicados en diversas tablas de alimentos para<br />
el ganado.<br />
Los resultados obtenidos en las pruebas de alimentación<br />
de cabras con la paja natural y la tratada con<br />
amoníaco se expresan en las tablas II, III y IV.<br />
Por la tabla II, de acuerdo con los pesos de las cabras<br />
al principio y al final de período experimental, se<br />
puede observar una pérdida generalizada de peso,<br />
que aunque fue algo mayor para el grupo que consumía<br />
paja sin tratar, las diferencias con el grupo que<br />
consumía paja tratada fue muy pequeña. Ello es explicable<br />
considerando que a los animales se les sometió<br />
a otro régimen alimenticio y de manejo distinto del<br />
que tenían anteriormente, aunque en la ración diaria<br />
ya consumían una proporción pequeña de paja sin<br />
tratar.<br />
Por la tabla III se observa que las diferencias de peso<br />
son mayores en el período experimental propiamente<br />
dicho. En efecto, los animales del grupo consumidor<br />
de paja natural no consiguieron más que<br />
mantener el peso que tenía el grupo al comienzo de la<br />
prueba preexperimental. El grupo alimentado con paja<br />
tratada consigue un ligero incremento de peso, que<br />
representó una media de 1,3 kg por animal en la totalidad<br />
del período experimental, lo que hace suponer<br />
que hubieran llegado al menos a alcanzar el peso inicial<br />
de la prueba si el experimento se hubiera prolongado<br />
alguna semana más, cosa que fue impedida por<br />
dificultades técnicas y del manejo total del rebaño.<br />
Los consumos de pienso de ambos grupos, según se<br />
indica en la tabla IV, justifican los resultados de peso<br />
encontrados en los animales al final del período experimental.<br />
En efecto, tanto en el período pre como en
58 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />
Tabla IV<br />
Consumo de paja, natural y tratada con amoníaco, en cabras adultas, durante el período preexperimental y experimental<br />
propiamente dicho en ingesta voluntaria<br />
Paja consumida en kg<br />
Lote Tratamiento Preexperimento Experimento<br />
Total Total Total Total Total Total<br />
lote lote/día cabeza/día lote lote/día cabeza/día<br />
1 Paja natural 16,5 3,3 0,650 35,5 3,5 0,709<br />
2 Paja +NH3 28,4 5,7 1,130 62,5 6,3 1,250<br />
el experimental las cabras consumieron mayores cantidades<br />
de paja tratada con amoníaco que las que disponían<br />
de paja natural sin tratamiento alguno.<br />
En el período preexperimental las cabras del grupo<br />
consumidor de paja tratada ingerían 480 g más de<br />
paja por cabeza y día que las del grupo alimentadas<br />
con paja natural, lo que representa un incremento del<br />
73,9% más a favor de la ingesta voluntaria de paja<br />
tratada con amoníaco.<br />
También se pone de manifiesto, como era de esperar,<br />
que los animales, una vez acostumbrados a este<br />
régimen, ingirieron durante el período experimental<br />
cantidades más elevadas de ambas clases de paja que<br />
en el preexperimental, y esto ocurría en los dos grupos,<br />
cifrándose estos incrementos en 59 y 120 g al día<br />
para la paja natural y tratada, respectivamente.<br />
ALIBES y cois. (1984) encuentran un incremento de<br />
la ingestión voluntaria de la paja de cebada o trigo, a<br />
favor de la tratada con amoníaco frente a controles<br />
que consumían paja sin tratar, del 23% en pruebas<br />
realizadas con ganado ovino como animal experimental.<br />
En este caso las diferencias de consumo no fueron<br />
tan elevadas como las encontradas por nosotros, aunque<br />
hay que tener en cuenta que eran otros experimentos<br />
y con especies diferentes.<br />
En pruebas para el estudio de pajas tratadas con<br />
amoníaco realizadas por MEMBRILLO y cois. (1986)<br />
se señala que ovinos consumiendo paja tratada solamente,<br />
de la que ingerían de 1,3 a 1,5 kg por cabeza y<br />
día, en un período de sesenta días, en general al comienzo<br />
de la gestación han mantenido su peso. Estos<br />
estudios, al compararlos con los realizados por nosotros,<br />
corroboran los resultados que hemos encontrado<br />
en relación con el consumo medio diario por cabeza y<br />
que los animales pueden incluso incrementar su peso<br />
con la adición de un concentrado mineralizado como<br />
el utilizado en nuestro caso.<br />
Como consecuencia de lo señalado parece poder sugerirse<br />
que el ganado caprino es capaz de ingerir<br />
cantidades más elevadas de paja tratada con NH 3 que<br />
de paja natural, lo que además mejora la disponibilidad<br />
nitrogenada de los animales.<br />
Ello quizá sea debido a la mayor digestibilidad de la<br />
paja tratada, ya que fundamentalmente el amoníaco<br />
ha sido capaz de mejorar las condiciones para el ataque<br />
de las enzimas bacterianas de los gérmenes celulolíticos<br />
de la panza de los rumiantes, debido a que<br />
hidrolizan las uniones entre la lignina y las hemicelulosas,<br />
con liberación de los grupos fenólicos y por la<br />
sutura de las uniones de calcio en radicales de ácidos<br />
glucurónicos, según indica CORDESE (1987), aunque<br />
existan además otros factores o mecanismos que coadyuven<br />
a esta mejora.<br />
AGRADECIMIENTO<br />
A la Delegación en Murcia de la Empresa S. E. Carburos<br />
Metálicos, S. A., por su colaboración en este<br />
trabajo con el suministro gratuito del gas empleado.<br />
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INFLUENCIA SOBRE LA CALIDAD Y CONSUMO VOLUNTARIO DE PAJAS DE CEBADA... 59<br />
MEMBRILLO, J.; MUÑOZ BAUTISTA, A., y ALVAREZ GAR<br />
CÍA, E.: Resultados y problemática del tratamiento de paja<br />
de cereales con amoníaco anhidro y de su utilización en<br />
alimentación animal durante las campañas de 1985-86 y<br />
1986-87 en Extremadura. Servicio Exp. y Apoyo Tecnológico,<br />
Dirección General de Investigación, Extensión y<br />
Capacitación Agraria Badajoz, 1986.<br />
SUNDST0L, K; COXWORTH, E., y MOWAT, D. N.: «Improving<br />
the nutritive valué of straw and other low-quality roughages<br />
by treatment wiih ammonia». World Anim. Rev., 26:<br />
13-21, 1978.<br />
REXEN, F. R, y VESTERGAARD TIIOMSKN, K. V.: «The oífect<br />
on digestibility of a nnw technique for alkali treatment<br />
of straws». Anim. l'eed Sci. and Technoi. 1: 78-83,<br />
1976.<br />
VAN SOEST, P. J.; MASCARENHAS, A., y HARTLEY, R. D.:<br />
Ann. FeedSci. and. Technoi, 10: 155-164, 1983-1984.
Comunicación<br />
Calendario de aprovechamiento de subproductos por<br />
ganado ovino y caprino de la región castellano-manchega<br />
P. Gil Adrados y F. Rodríguez García*<br />
Dada la importancia que dentro de la ganadería tiene<br />
el sector ovino y caprino en la economía regional,<br />
con un total de tres millones y medio de cabezas, y las<br />
condiciones climatológicas de escasa pluviometría y<br />
temperaturas extremas que determinan la escasez de<br />
alimentos baratos durante parte del año y, por otra<br />
parte, el potencial alimenticio que suponen para<br />
Castilla-La Mancha el aprovechamiento de subproductos<br />
agrarios, se consideró la necesidad de impulsar<br />
medidas que contribuyan a optimizar el aprovechamiento<br />
de estos recursos en el sostenimiento de la<br />
cabana, para lo cual se inició un estudio por parte del<br />
Servicio de Ganadería de la Junta de Comunidades de<br />
Castilla-La Mancha. Durante los años 1989 y 1990 se<br />
desarrolló un plan de ayudas para el fomento de la<br />
racionalización del consumo y del empleo de recursos<br />
infrautilizados en la alimentación ganadera, por el<br />
cual se subvencionó parte del coste de los subproductos<br />
incorporados a la ración alimenticia al titular de<br />
la explotación.<br />
El fin de esta ayuda es conocer las producciones y<br />
las posibilidades de aprovechamiento en la región para<br />
la alimentación animal.<br />
De un total de 897 tan sólo se relacionaron 181 que<br />
recogían aspectos interesantes para la línea que se<br />
pretende seguir en este estudio, los cuales representan<br />
un 20% de las ovejas y cabras de la región (1).<br />
Se consideran subproductos a subvencionar todo<br />
resto de una producción original que el ganadero<br />
puede emplear directamente y siempre dentro de los<br />
límites de la región. Por ello no se mencionan en este<br />
trabajo los tradicionalmente considerados subproductos,<br />
tales como aquellos más o menos elaborados por<br />
las casas comerciales y, por tanto, no infrautilizados,<br />
como las pulpas de remolacha, las tortas de semillas<br />
oleaginosas, cebadillas, preparados melazados, etc.,<br />
así como destacar el uso de pulpas de naranjas muy<br />
utilizadas para los pequeños rumiantes en la provincia<br />
de Albacete por su proximidad a la Comunidad<br />
Valenciana, especialmente ensilados con otros destríos<br />
* Licenciados en Veterinaria. Servicio de Ganadería. DGOA.<br />
CA. JCC-M. Duque de Lerma, 3. 45004 Toledo.<br />
e incluso con ramón de olivo. Combinados con pajas<br />
tratadas constituyen la ración más frecuente durante<br />
el invierno en la mayoría de los rebaños de ovino de<br />
esta provincia, pero no se incluyen en el presente trabajo<br />
por no producirse en los límites de Castilla-La<br />
Mancha.<br />
El empleo de estos recursos infrautilizados tienen<br />
una orientación más lógica hacia los rumiantes, puesto<br />
que la mayor proporción de su composición es de<br />
fibra bruta (destríos hortícolas, orujos, ramón de olivo,<br />
vasillo de girasol, cascara de almendra) o de proteína<br />
bruta (cama de pollo, pajas tratadas con amoníaco o<br />
urea) y es su condición de rumiantes con sus peculiaridades<br />
anatómicas y fisiológicas lo que les lleva al aprovechamiento<br />
eficiente de este tipo de alimentos.<br />
Por otro lado, son animales que frecuentemente se<br />
explotan al menos en régimen semiextensivo y mantener<br />
animales de este modo sólo tiene sentido cuando<br />
se aprovechan recursos que no tienen otra utilidad alternativa.<br />
La razón está en la baja productividad de este tipo<br />
de explotaciones y en su bajo índice de transformación<br />
de alimentos. Por ello los alimentos de alta calidad<br />
sólo se utilizan introduciéndose en la ración en<br />
pequeñas cantidades con la única intención de hacer<br />
equilibrada la dieta en los principios necesarios.<br />
Teniendo toda esta serie de matizaciones en consideración,<br />
centramos nuestro interés en una serie de<br />
subproductos que se pueden considerar característicos<br />
de nuestra región y que varían dentro de las cinco<br />
provincias según las condiciones agroclimáticas de<br />
cada una de ellas, que determinan tipos de cultivo<br />
distintos:<br />
1. Pajas de cereales tratadas con amoníaco o urea<br />
y fermentos.<br />
2. Destríos hortícolas.<br />
3. Ramón de olivo.<br />
4. Vasillo y flor de girasol.<br />
5. Cascara de almendra.<br />
6. Suero de quesería.<br />
7. Cama de pollos.<br />
8. Orujo de uva.
62 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />
Materia seca<br />
Proteína bruta<br />
Proteína digestible .<br />
EMkcal/kg<br />
Tabla I<br />
Las composiciones varían<br />
Paja<br />
amoníaco<br />
88%<br />
8%<br />
5%<br />
1.000<br />
Paja urea +<br />
fermentos<br />
88%<br />
12%<br />
8%<br />
1.833<br />
Tabla III<br />
Toneladas de destríos hortícolas subvencionados<br />
Tm<br />
Albacete 20.695<br />
Toledo 2.500<br />
Cuenca 945<br />
Castilla-La Mancha 24.140<br />
PAJAS DE CEREALES TRATADAS<br />
Dos métodos se siguen para el tratamiento de las<br />
pajas, de cebada generalmente, después de su recolección<br />
al finalizar el verano.<br />
Tratamiento con amoníaco<br />
En esencia consiste en inyectar amoníaco a un almiar<br />
de paja que previamente ha sido herméticamente<br />
cerrado mediante plásticos. El amoníaco disuelve<br />
en parte la lignina y hace más digestible la pared celular,<br />
aumentando la ingestión voluntaria.<br />
Presenta más inconvenientes, puesto que la combinación<br />
con amoníaco es peligrosa por su toxicidad, la<br />
distribución por un camión cisterna es más complicada<br />
y por último aporta a la ración una cantidad de<br />
proteína bruta que hay que equilibrar para evitar intoxicaciones.<br />
Paja tratada con urea y fermentos liofilizados<br />
Tabla II<br />
Toneladas de pajas tratadas en Castilla-La Mancha<br />
Tm<br />
Albacete 4.000<br />
Ciudad Real 550<br />
Cuenca 800<br />
Toledo 1.700<br />
Castilla-La Mancha 7.050<br />
Estos fermentos son análogos a los del líquido ruminal,<br />
por lo que al efecto de la urea sobre la lignina se<br />
añade una predigestión de la pared celular, por lo que<br />
en parte se nivela el exceso de proteína bruta en forma<br />
de urea con la energía que se libera en la predigestión.<br />
El método más introducido es el primero, sobre todo<br />
en las provincias de Albacete y Ciudad Real; el segundo<br />
tratamiento es de aplicación más reciente (tabla<br />
I).<br />
Castilla-La Mancha es el segundo productor de cereales<br />
de España, con 1.643.639 hectáreas (2), calculándose<br />
en 1.000 kg de paja/hectárea. La relación de<br />
provincias de mayor a menor producción sería<br />
Albacete, Toledo, Cuenca, Ciudad Real y Guadalajara.<br />
De cualquier modo la cantidad de paja que en este<br />
momento se trata es pequeña con relación a la producción<br />
y lo interesante que resulta como alimentación<br />
invernal, utilizándose una media de 0,5-1 kg/día<br />
por cabeza de oveja (la cabra no es tan buena consumidora<br />
como la oveja) (1) (tabla II).<br />
DESTRIOS HORTÍCOLAS<br />
Destaca por volumen de producción la provincia de<br />
Albacete por la reciente extensión del regadío en las<br />
comarcas del centro y La Mancha. Toledo, la zona de<br />
Talavera, también destaca por sus regadíos.<br />
Estos destríos provienen de cosechas desfavorables<br />
que no pueden salir al mercado y de la limpieza y clasificación<br />
de los vegetales en las industrias de primera<br />
transformación.<br />
Su oferta permanece a lo largo del año, variando su<br />
composición según los productos propios de cada estación<br />
(maíz, coliflor, coles, alcachofas, ajos, habas,<br />
cebollas, pimientos...).<br />
Se conservan en la explotación mediante ensilaje,<br />
ya que su contenido medio de humedad es muy alto.<br />
Son muy aceptados por ovejas y cabras; en ocasiones<br />
se consume directamente del silo.<br />
De gran utilidad para la época estival e invernal,<br />
con un consumo de 1 kg/día (tabla III).<br />
RAMÓN DE OLIVO<br />
Procedente de la poda y limpieza de chupones, ramitas<br />
mal guiadas, enmarañadas, espolones, uñas y<br />
Tabla IV<br />
Composición bromatológica media del ramón de olivo (1)<br />
Materia seca 87<br />
Proteína bruta 14,7<br />
Grasa bruta 2,52<br />
ELN 41,24<br />
Fibra bruta 23,84<br />
Cenizas 4,7<br />
/o
CALENDARIO DE APROVECHAMIENTO DE SUBPRODUCTOS POR GANADO OVINO Y CAPRINO...<br />
hli<br />
Tabla V<br />
Tabla VI<br />
Composición bromatológica media del vasillo de girasol Riqueza nutritiva de cascaras de almendras (1)<br />
% %<br />
Grasa bruta 4 Materia seca 25<br />
Fibra bruta 20,79 Grasa bruta 0,54<br />
Proteína bruta 6,35<br />
Fibra bmta<br />
15.43<br />
Cenizas 15,15 Proteína bruta 4,43<br />
Cenizas 9,59<br />
otras partes inútiles de los olivos; operación cultural<br />
muy importante, ya que guía el desarrollo del árbol<br />
para hacerlo más productivo, manteniéndolo a la vez<br />
joven y activo. Esta labor se realiza después de la recolección<br />
y antes de que la primavera provea de savia<br />
a las ramas, es decir, durante los meses de diciembre,<br />
enero y febrero.<br />
Castilla-La Mancha presenta una superficie total de<br />
cultivo del olivar de 276.428 hectáreas, destacando<br />
las provincias de Ciudad Real y Toledo, con un 42 y<br />
un 40% de la superficie, respectivamente (2).<br />
Todavía es frecuente observar la quema de ramón<br />
después de la poda, a pesar de ser un alimento de<br />
mediano valor nutritivo susceptible de aprovechamiento<br />
durante el invierno, equivalente a un heno de<br />
calidad media al que puede sustituir en igualdad de<br />
peso (tabla IV).<br />
En nuestro estudio se subvencionaron 1.500 toneladas<br />
que correspondían a unas 12.000 ovejas y cabras<br />
de las provincias de Ciudad Real y Toledo, cifras que<br />
en ningún momento reflejan la realidad, puesto que el<br />
consumo es mucho mayor.<br />
Utilizando durante el invierno en diversas proporciones<br />
en la ración, según la disponibilidad de otros<br />
alimentos, es muy bien aceptado tanto por ovejas<br />
como por cabras. En la provincia de Albacete, al disponer<br />
de subproductos más acuosos, como son los<br />
destríos hortícolas, en ocasiones se ensilan conjuntamente<br />
con ramón de olivo, de esta forma se hace aún<br />
más apetitoso al animal.<br />
VASILLO Y FLOR DE GIRASOL<br />
Con el nombre de vasillo se entiende las cabezuelas,<br />
cayado terminal del tallo, pipas vanas y cascaras que<br />
se obtienen mediante la colocación en la parte posterior<br />
de las cosechadoras de una tolva que recoge estos<br />
elementos, evitando así que se pierdan al caer al<br />
suelo.<br />
Se obtiene una media de 400 kg de vasillo/hectárea<br />
de cultivo de girasol (1). Teniendo en cuenta que la<br />
región que nos ocupa cultiva un total de 309.503 hectáreas,<br />
el vasillo de girasol constituye un importante<br />
potencial alimenticio, especialmente la provincia de<br />
Cuenca, que cuenta con 229.178 hectáreas de ese total<br />
(2).<br />
Se cosecha durante el otoño y se utiliza como parte<br />
de la alimentación invernal, si bien tiene el inconveniente<br />
de su almacenamiento por ser muy voluminoso,<br />
la posibilidad de que fermente si se conserva en<br />
un ambiente húmedo y el enranciamiento si el porcentaje<br />
de pipas que lleva es alto (tabla V).<br />
En el procesado de las semillas de girasol para la<br />
obtención del aceite que se lleva a cabo en Olcesa de<br />
Tarancón (Cuenca), se obtiene un 13% de cascaras,<br />
un 44% de harina de semillas, un 42% de aceite de girasol<br />
y 1% de flor.<br />
Se procesan 83 millones de kilos. Las cascaras,<br />
prácticamente en su totalidad, se consumen como<br />
combustible de las calderas de la propia fábrica. Tan<br />
sólo 500.000 kg se venden a ganaderos de las localidades<br />
próximas, Huete, Iniesta...<br />
Y de flor tan sólo se obtienen 200.000 kg, que tienen<br />
un destino igual al anterior.<br />
El vasillo de girasol puede completar hasta el 30%<br />
de las necesidades de las ovejas y cabras, a razón de<br />
0,25 kg/animal y día (1) durante el invierno.<br />
CASCARA DE ALMENDRA<br />
Consideramos cascara de almendra al pericarpio<br />
blando externo que hay que retirar de la almendra<br />
propiamente dicha antes de su comercialización. Una<br />
vez mondada se deja secar en eras y en tres días de<br />
intenso sol pierde la humedad, pudiéndose amontonar<br />
o ensacar sin miedo a fermentaciones o enmohecimientos.<br />
Muy apreciable por las ovejas y cabras, con<br />
una composición bromatológica media que se refleja<br />
en la tabla VI.<br />
Las mayores plantaciones de almendra de Castilla-<br />
La Mancha se encuentran en la comarca de la Sierra<br />
del Segura, de la provincia de Albacete, en los pueblos<br />
de Ontur, Hellín, Elche de la Sierra y Ferez, donde<br />
se emplea en la alimentación de ovejas y cabras<br />
durante el invierno.<br />
La cantidad de cascaras que produce la almendra<br />
recién cosechada es la décima parte del peso total (3)<br />
y nuestra región produce una media anual de 15.183<br />
toneladas de almendras, por lo que se puede constituir<br />
una suplementación importante en las zonas don-
64 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />
de se cultiva (2), a razón de 0,5-1 kg/animal y día según<br />
la disponibilidad de otros alimentos.<br />
Los orujos de uva se emplean desecados. Son pocos<br />
los datos de que disponemos, aunque Castilla-La<br />
Mancha es la primera productora nacional de uva,<br />
con un total de 2.982.877 toneladas (2).<br />
. Por último, la cama de pollos, dada la gran producción<br />
de estos animales en la provincia de Toledo y su<br />
interés por su aporte de protema bruta de bajo precio,<br />
es un potencial alimenticio durante todo el año,<br />
pero sólo disponemos de datos en la alimentación del<br />
vacuno extensivo en la provincia de Toledo, administrado<br />
«ab libitum».<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
1. Servicio de Ganadería. Dirección General de<br />
Ordenación Agraria. Consejería de Agricultura JCC-M.<br />
2. Anuario Estadístico Agrario. MAPA, 1987.<br />
3. ROMAGOSA VILA, F. J.: Subproductos en alimentación<br />
animal. Editorial Pons, 1982.<br />
4. PARRA, R: La dehesa y el olivar. Editorial Debate, 1988.<br />
5. INRA: Alimentación de los rumiantes. Editorial Mundi-<br />
Prensa.<br />
6. GONZÁLEZ ARGAMENTERIA, B.: Nutrición y alimentación<br />
del ganado. Editorial Mundi-Prensa.
Comunicación<br />
Alimentación de cabras en lactación<br />
con microsilos agromdiistriales<br />
L. Martín*, P. Rodríguez*, J. D. Martín** y A. Serrano***<br />
INTRODUCCIÓN<br />
La alimentación complementaria de las cabras serranas<br />
de producción mixta leche-carne en régimen<br />
semiextensivo, necesaria durante buena parte de la<br />
lactación, viene a suponer una cantidad importante<br />
en los gastos de la explotación.<br />
Proporcionar una alimentación suficiente y equilibrada<br />
con niveles adecuados de proteínas de calidad,<br />
especialmente durante la primera fase de la lactación,<br />
va a tener una influencia decisiva sobre la producción<br />
de leche y los resultados económicos de la explotación.<br />
Con la pretensión de reducir costes, sin menoscabo<br />
de la producción, hemos realizado el presente estudio,<br />
en el que modificamos los componentes de la ración<br />
complementaria, sustituyendo la torta de soja y<br />
buena parte de los cereales por microsilos agroindustriales<br />
(Complex-Milk) para conocer la respuesta en<br />
cuanto a la cantidad y calidad de la leche, crecimiento<br />
de las crías, influencia sobre el estado nutricional del<br />
ganado y otros efectos no deseables que pudieran<br />
ocasionar sobre las cabras este tipo de alimentación.<br />
También se realiza este estudio a instancias de la<br />
Consejería de Agricultura y Comercio de la Junta de<br />
Extremadura que necesita información sobre la utilidad<br />
de los microsilos agroindustriales, ante la posible<br />
instalación de una fábrica dentro de la Comunidad<br />
Autónoma.<br />
MATERIAL Y MÉTODOS<br />
a) Animales y su manejo<br />
El ensayo se realizó en la explotación de cabras serranas<br />
de raza Verata de la finca Valdesequera, perteneciente<br />
a la Junta de Extremadura.<br />
Se dispuso de un rebaño de 108 cabras debidamente<br />
identificadas, a partir del cual se formaron dos lotes<br />
de 24 cabras cada uno: un lote experimental ali-<br />
* Departamento de Zootecnia. Facultad de Veterinaria de<br />
Cáceres.<br />
'* Servicio de Experimentación y Apoyo Tecnológico. Consejería<br />
de Agricultura. Junta de Extremadura.<br />
'* Servicio de Investigación Agraria. Consejería de Agricultura.<br />
Junta de Extremadura.<br />
mentado con microsilo y un lote Lestigo que seguía la<br />
alimentación general de la explotación. Recibieron esta<br />
alimentación durante cinco meses a partir del parto<br />
(noviembre), aunque los controles de producción de<br />
leche se prolongaron durante un mes y medio a fin de<br />
detectar un posible efecto residual del tratamiento. Se<br />
escogió la paridera de otoño por ser la época en la<br />
que es imprescindible que las cabras reciban una alimentación<br />
complementaria.<br />
El microsilo utilizado (Complex-Milk) se presenta<br />
comercialmente en sacos de plástico de 40-45 kg y está<br />
compuesto de los siguientes productos:<br />
— Alfalfa: 23,3%.<br />
— Pulpa de remolacha: 23,3%.<br />
— Semillas oleaginosas: 31,07%.<br />
— Levaduras, productos lácteos y vinazas: 19,06%.<br />
— Minerales: 3,27%.<br />
Composición sobre materia seca según analítica del<br />
Instituto de Alimentación Animal (CSIC):<br />
— Humedad: 44,8%.<br />
— PB (N*6,25): 21,3%.<br />
— Ext. etéreo: 7,5%.<br />
— FB: 20,5%.<br />
— Cenizas: 12,8%.<br />
— MELN: 37,9%.<br />
— FAD: 24,1%.<br />
— FND: 42,0%.<br />
— Celulosa: 18,3%.<br />
— Lignina: 4,7%.<br />
— Calcio: 2,14%.<br />
— Fósforo: 0,63%.<br />
— Potasio: 1,09%.<br />
— pH: 4,8%.<br />
— Etanol: 0,88%.<br />
— Acido acético: 0,16%.<br />
— Acido propiónico: 0,22%.<br />
— Acido láctico: 1,32%.<br />
— N-NH3: 0,07%.<br />
— N-NH2/N total: 2,09%.<br />
— UF leche: 0,982<br />
— Energía metabolizable: 2.680 kcal.<br />
La alimentación en los distintos lotes fue la siguiente:<br />
— Lote experimental (1):<br />
— Complex-Milk: 77%.<br />
— Maíz grano: 20%.<br />
— Corrector vit.-mineral: 3%.
66 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
Siendo la ración por cabra y día de 750 g, representando<br />
los aportes nutritivos siguientes:<br />
— Energía metabolizable: 1.326 kcal.<br />
— Proteína bruta: 83 g.<br />
— UF leche: 0,51.<br />
• Lote testigo (0):<br />
— Cebada: 58%.<br />
— Maíz: 25%.<br />
— Torta de soja (44%): 14%.<br />
— Corrector vit.-mineral: 3%.<br />
Siendo la ración por cabra y día de 500 g, con estos<br />
aportes nutritivos:<br />
— Energía metabolizable: 1.332 kcal.<br />
— Proteína bruta: 71 g.<br />
— UF leche: 0,57.<br />
Por otra parte, hubiera sido deseable la elección de<br />
hembras en segunda lactación, mas dado el reducido<br />
número de cabras no fue posible, por lo que los lotes<br />
se constituyeron con animales en distintas lactaciones,<br />
si bien el reparto se realizó de forma que resultasen<br />
equilibrados.<br />
Debido al seguimiento previo efectuado en el rebaño,<br />
el nivel productivo de los animales de dos o más<br />
partos era conocido, hecho éste que también se tuvo<br />
en cuenta a la hora de equilibrar los lotes.<br />
Se contaba con una sala de ordeño mecánico en la<br />
que se les distribuía la alimentación específica de cada<br />
lote y se procedía a la medición y recogida de las<br />
muestras.<br />
Junto a la alimentación complementaria consumían<br />
los recursos del pastoreo realizado en 80 hectáreas de<br />
dehesa arbolada de encinas con matorral de jaguarzo<br />
(Cistus spp.).<br />
La administración del microsilo debió realizarse a<br />
partir del momento del parto, pero no fue posible hacerlo<br />
al no haberse recibido el producto, comenzando<br />
a distribuirse el 18 de noviembre, cuando las cabras<br />
habían empezado a tener los partos a partir del día 3<br />
de dicho mes.<br />
b) Controles efectuados<br />
Los controles de producción de leche se realizaron<br />
individualmente en ordeños de mañana y tarde, siendo<br />
la producción asignada a cada cabra la suma de<br />
ambos controles. La periodicidad de los mismos fue<br />
semanal, durante 195 días de lactación.<br />
Para hacer el control se separaban los cabritos de<br />
las madres, ya que el sistema de cría era de lactancia<br />
natural.<br />
La calidad de la leche fue determinada mediante<br />
análisis de las muestrs recogidas en los cuatro últimos<br />
controles de producción que se enviaban al Laboratorio<br />
Agrario Regional de Cáceres, donde se procesaban<br />
de manera automatizada con un aparato Milko-Scan<br />
104.<br />
Con la finalidad de determinar desde todos los puntos<br />
de vista el posible efecto del tratamiento utilizado,<br />
se estudió también la evolución del peso de las crías,<br />
efectuándose para ello pesadas sucesivas hasta el<br />
destete sobre un total de 58 cabritos, en los que además<br />
del tratamiento materno, intervinieron como factores<br />
de variación el sexo y el tipo de parto.<br />
Las cabras fueron pesadas después del parlo y al finalizar<br />
la experiencia, para comprobar la evolución<br />
del peso corporal.<br />
c) Análisis estadístico de los resultados<br />
Para reconstruir la curva de producción de cada<br />
animal hemos seguido la metodología propuesta por<br />
WOOD (1967, 1968, 1976), utilizando la función gamma<br />
incompleta; con ello obteníamos una definición de<br />
las características productivas de cada animal en términos<br />
de tres parámetros: A, b y c.<br />
Para el ajuste de la curva de producción utilizamos<br />
un programa escrito en Basic realizado por RODRÍ<br />
GUEZ (1989).<br />
La posible existencia de efectos del tratamiento sobre<br />
la producción se determinó mediante un análisis<br />
de varianza sobre los parámetros individuales A, b y c.<br />
Respecto a la calidad, ante la escasez de controles<br />
disponibles, correspondiendo éstos a la fase final de<br />
la lactación en la que los valores ya están estabilizados<br />
(ROTA, 1990), hemos optado por efectuar una<br />
media de los controles disponibles. La posible influencia<br />
del tratamiento en este parámetro se ha determinado<br />
mediante un análisis de varianza sobre el valor<br />
medio de calidad determinado para cada animal.<br />
En cuanto al peso vivo de los cabritos, también se<br />
ha realizado un análisis de varianza sobre los valores<br />
medios en función del lote, sexo y tipo de parto simple<br />
o doble. Dado que en estas edades tempranas el crecimiento<br />
observado es prácticamente lineal, de acuerdo<br />
con la propuesta de RUSSEL (1972), aplicada al ganado<br />
caprino por RODRÍGUEZ (1989), hemos procedido<br />
a ajustar las «curvas» de crecimiento a sendas ecuaciones<br />
lineales del tipo v = a + bx, donde «a» es la estimación<br />
del peso al nacimiento y «b» la estimación<br />
de la ganancia media diaria, siendo «v» el peso esperado<br />
en el día «x».<br />
RESULTADOS Y DISCUSIÓN<br />
Los parámetros A, b y c, que definen las curvas de<br />
producción, se recogen en la tabla I, siendo destacable<br />
la ausencia de diferencias estadísticamente significativas.<br />
La capacidad de producción de leche, que desde el<br />
primer control resultó ser favorable al lote testigo, y<br />
se mantuvo de igual forma a lo largo de toda la experiencia,<br />
como se puede comprobar en la figura 1.<br />
La tabla II nos muestra la producción media diaria<br />
estimada de los animales de ambos lotes expresada<br />
en litros a lo largo del período experimental. La producción<br />
media total estimada por animal durante los
ALIMENTACIÓN DE CABRAS EN LACTACIÓN CON MICROSILOS AGROINDUSTRIALES 67<br />
A<br />
b<br />
c<br />
Tabla I<br />
Parámetros A, b y c en ambos lotes<br />
lote 0<br />
2.223 ± 0.258<br />
0.059 ± 0.049<br />
-.001 + 9.3E-004<br />
Tratamiento no significativo.<br />
lote 1<br />
1.717 ± 0.178<br />
0.095 ± 0.035<br />
-.002 ± 4.4E-004<br />
196 días ha resultado ser de 472,59 litros para el lote<br />
testigo y de 395,11 litros para el lote experimental,<br />
obteniéndose una producción media por animal y día<br />
de 2,41 y 2,02 litros, respectivamente.<br />
Los valores obtenidos nos permiten deducir que la<br />
influencia del tratamiento sobre los niveles de producción<br />
de leche ha sido escasa, dada la ausencia de<br />
significación estadística entre las diferencias observadas.<br />
Al mismo tiempo, y sin que ello suponga contradicción<br />
con lo anteriormente indicado, esta ausencia<br />
de significación estadística es expresión de la gran variabilidad<br />
productiva de la agrupación caprina serrana,<br />
debido a su escaso nivel de selección.<br />
Respecto a la producción de grasa, los resultados se<br />
muestran_en-la tabla II, siendo lo más destacable, de<br />
nuevo, la ausencia de diferencias debidas al tratamiento.<br />
Igualmente, como cabía esperar, los ordeños<br />
vespertinos proporcionaron una mayor riqueza grasa,<br />
debido a la menor producción lechera de éstos.<br />
La evolución del peso vivo de los cabritos en función<br />
del lote de la madre, sexo y tipo de parto vienen recogidos<br />
en la tabla III y figura 2. De ellos destacamos,<br />
en primer lugar, la ausencia de diferencias estadísticamente<br />
significativas achacables a los factores experimentales<br />
controlados. De esta manera se reitera la<br />
ausencia de efecto debido al tratamiento alimenticio<br />
efectuado sobre las madres. Sin embargo, aun manifestando<br />
nuestros animales un nivel de crecimiento<br />
similar al descrito para esta agrupación (FARIÑA y<br />
cois., 1989), no hemos encontrado las diferencias debidas<br />
al sexo y tipo de parto indicadas por RODRI-<br />
Litros<br />
2.7<br />
2.5<br />
2.3<br />
2.1<br />
1.9 -<br />
1.7<br />
f-<br />
•+<br />
.+- -4- +• •4.»+<br />
+•<br />
" , '^^S¿23>fa<br />
(1.717Mn\095WEXP(-.003 nj)^1^"^^^^<br />
• "<br />
: :<br />
- : :<br />
.002 n»<br />
'" + -*-.. +<br />
i<br />
i " + " + - +l<br />
50 100 150<br />
200<br />
Días de lactación<br />
- Lote testigo Lote m¡cro3¡Io<br />
Fig. 1.—Evolución de la producción lechera en los dos lotes<br />
experimentales.<br />
Tabla II<br />
Evolución de la producción lechera estimada a partir de la<br />
función gamma incompleta para cada lote<br />
Dia<br />
1<br />
7<br />
14<br />
21<br />
28<br />
35<br />
42<br />
49<br />
56<br />
63<br />
70<br />
77<br />
84<br />
91<br />
98<br />
105<br />
112<br />
119<br />
126<br />
133<br />
140<br />
147<br />
154<br />
161<br />
168<br />
175<br />
182<br />
189<br />
196<br />
MEDIA<br />
Lot e 0<br />
2.22<br />
2.46<br />
2.53<br />
2.56<br />
2.57<br />
2.57<br />
2.57<br />
2.56<br />
2.55<br />
2.54<br />
2.52<br />
2.51<br />
2.49<br />
2.47<br />
2.45<br />
2.43<br />
2.41<br />
2.39<br />
2.37<br />
2.35<br />
2.33<br />
2.30<br />
2.28<br />
2.26<br />
2.24<br />
2.22<br />
2.19<br />
2.17<br />
2.15<br />
Lote 1<br />
Efecto tratamiento no significativo.<br />
1.71<br />
2.03<br />
2.13<br />
2.17<br />
2.19<br />
2.20<br />
2.20<br />
2.19<br />
2.18<br />
2.17<br />
2.15<br />
2.13<br />
2.11<br />
2.09<br />
2.07<br />
2.05<br />
2.02<br />
2.00<br />
1.98<br />
1.95<br />
1.93<br />
1.90<br />
1.88<br />
1.85<br />
1.83<br />
1.80<br />
1.78<br />
1.75<br />
1.73<br />
Acumulado 0<br />
2.22<br />
15.53<br />
32.76<br />
50.48<br />
68.41<br />
86.42<br />
104.44<br />
122.44<br />
140.38<br />
158.24<br />
176.00<br />
193.66<br />
211.20<br />
228.62<br />
245.90<br />
263.06<br />
280.07<br />
296.93<br />
313.66<br />
330.23<br />
346.66<br />
362.93<br />
379.06<br />
395.03<br />
410.85<br />
426.51<br />
442.02<br />
457.38<br />
472.59<br />
2.41<br />
Acumulado 1<br />
1.71<br />
11.99<br />
26.18<br />
41.08<br />
56.28<br />
71.64<br />
87.05<br />
102.45<br />
117.80<br />
133.08<br />
148.26<br />
163.32<br />
178.26<br />
193.05<br />
207.70<br />
222.19<br />
236.52<br />
250.68<br />
264.68<br />
278.51<br />
292.16<br />
305.64<br />
318.95<br />
332.08<br />
345.03<br />
357.82<br />
370.42<br />
382.85<br />
395.11<br />
2.02<br />
GUEZ (1989), lo cual atribuirnos a la conjunción de<br />
una gran variabilidad con un número relativamente<br />
escaso de animales controlados. En cuanto a las rectas<br />
de regresión definitorias del crecimiento de cada<br />
grupo, han sido obtenidas las siguientes:<br />
• Machos:<br />
Lote 0: v = 3,451 + 0,152 x (r2 = 0,996).<br />
Lote 1: v = 3,433 + 0,152 x (r2 = 0,998).<br />
P. simple: v = 3,542 + 0,158 x (r2 = 997).<br />
P. doble: v = 3,239 + 0,140 x (r2 = 0,998).<br />
« Hembras:<br />
Lote 0: v = 3,327 + 0,130 x (r2 = 0,995).<br />
Lote 1: v = 3,302 + 0,126 x (r2 = 0,993).<br />
P. simple: v = 3,387 + 0,135 x (r2 = 0,993).<br />
P. doble: v = 3,226 + 0,118 x (r2 = 0,993).<br />
Tabla III<br />
Producción de grasa en el último tercio de la lactación<br />
en función del lote (%)<br />
mañana<br />
tarde<br />
TOTAL<br />
N. S. = No significativo.<br />
lote 0<br />
3.96 ± 0.08<br />
6.07 + 0.10<br />
4.70 ± Ó.08<br />
lote 1<br />
3.86 ± 0.08<br />
6.23 ± 0.10<br />
4.70 ± 0.08<br />
sien.<br />
N.S.<br />
N.S.<br />
N.S.
68 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
30 40<br />
Días de edad<br />
—— Lote 0 + Lote 1 -*- Parto simple — B - Parto doble<br />
Fig. 2.—Evolución del peso vivo en cabritos machos.<br />
Finalmente, las variaciones de peso experimentadas<br />
por las cabras pertenecientes a ambos lotes aparecen<br />
en la tabla IV. Como puede observarse, los animales<br />
están en balance positivo, de acuerdo con la<br />
época de mayores recursos pastables —primavera—,<br />
en la que se realizó la segunda pesada. En cualquier<br />
caso, de nuevo, no existe diferencia significativa atribuible<br />
al tratamiento.<br />
Respecto a, las condiciones prácticas de utilización<br />
del microsilo hemos de destacar que tras un corto período<br />
de adaptación (alrededor de una semana), los<br />
animales alcanzaban un nivel de consumo adecuado,<br />
si bien algún animal manifestó un rechazo hacia este<br />
tipo de alimento, traducido en una menor ingestión a<br />
30 40<br />
Días de edad<br />
— Lote 0 + Lote 1 •-*- Parto simple —°- Parto doble<br />
Fig. 3.—Evolución del peso vivo en cabritos hembras.<br />
lo largo de la experiencia. Igualmente, el manejo de<br />
este producto requiere una estimación precisa del<br />
consumo diario por parte del rebaño para evitar una<br />
alteración de las características organolépticas y el<br />
consiguiente rechazo de los animales a su ingestión: si<br />
bien la presentación del ensilado, en sacos de 40-45 kg,<br />
facilita su manejo.<br />
Curiosamente los animales cesaron el consumo de<br />
ensilado, de manera espontánea, con la llegada de la<br />
primavera (a partir del 15 de abril), de acuerdo con<br />
las mayores disponibilidades de recursos pastables.<br />
Podemos añadir también que en ningún caso se han<br />
observado trastornos patológicos tanto en las cabras<br />
como alteraciones organolépticas en la leche producida.<br />
Tabla IV<br />
Evolución del peso vivo de los cabritos en función del sexo, lote y parto<br />
HACHOS<br />
HEMBRAS<br />
días<br />
lote 0<br />
lote 1<br />
p. siiple<br />
p. doble<br />
días<br />
lote 0<br />
lote 1<br />
p. simple<br />
p. doble<br />
naci.<br />
3.26 í 0.13<br />
3.26 i 0.15<br />
3.37 í 0.12<br />
3.02 í 0.13<br />
naci.<br />
3.12 í 0.11<br />
3.00 í 0.15<br />
3.17 í 0.14<br />
2.95 í 0.10<br />
7<br />
4.37 í 0.13<br />
4.38 í 0.15<br />
4.5 í 0.16<br />
4.14 í 0.17<br />
7<br />
4.10 í 0.14<br />
4.19 í 0.20<br />
4.28 í 0.17<br />
3.95 í 0.10<br />
14<br />
5.55 í 0.17<br />
5.71 í 0.19<br />
5.81 i 0.16<br />
5.27 í 0.15<br />
14<br />
5.08 í 0.19<br />
5.00 t 0.23<br />
5.18 í 0.23<br />
4.87 í 0.15<br />
21<br />
6.77 i 0.21<br />
6.70 í 0.24<br />
6.93 í 0.20<br />
6.34 í 0.17<br />
21<br />
6.22 í 0.25<br />
5.98 í 0.28<br />
6.30 í 0.29<br />
5.85 í 0.19<br />
28<br />
7.90 i 0.21<br />
7.77 í 0.29<br />
8.11 í 0.23<br />
7.30 + 0.20<br />
28<br />
7.20 í 0.31<br />
7.04 í 0.35<br />
7.43 í 0.32<br />
6.71 í 0.29<br />
35<br />
9.02 i 0.25<br />
8.83 í 0.34<br />
9.23 í 0.27<br />
8.31 í 0.22<br />
35<br />
8.04 í 0.37<br />
7.99 í 0.35<br />
8.28 í 0.36<br />
7.66 í 0.33<br />
42<br />
10.07 i 0.31<br />
10.00 i 0.36<br />
10.44 í 0.28<br />
9.23 í 0.29<br />
42<br />
8.96 í 0.41<br />
8.77 í 0.37<br />
9.21 í 0.10<br />
8.42 í 0.32<br />
43<br />
10.91 í 0.35<br />
10.88 í 0.37<br />
11.29 í 0.32<br />
10.12 í 0.27<br />
49<br />
9.70 í 0.47<br />
9.66 í 0.40<br />
10.17 í 0.43<br />
9.02 í 0.36<br />
56<br />
11.84 í 0.40<br />
11.88 í 0.44<br />
12.29 í 0.38<br />
11.00 i 0.31<br />
56<br />
10.48 í 0.52<br />
10.16 í 0.45<br />
10.82 í 0.50<br />
9.70 í 0.41<br />
63<br />
12.79 i 0.43<br />
12.87 í 0.47<br />
13.27 í 0.41<br />
11.96 i 0.31<br />
63<br />
11.23 í 0.57<br />
10.89 í 0.49<br />
11.58 í 0.54<br />
10.39 í 0.45
ALIMENTACIÓN DE CABRAS EN LACTACIÓN CON MICROSILOS AGROINDUSTRIALES 69<br />
testigo<br />
experi.<br />
Tabla V<br />
Evolución del peso vivo de las cabras a lo largo<br />
de la experiencia (kg).<br />
peso medio<br />
inicial<br />
48.54<br />
48.54<br />
peso medio<br />
final<br />
51.89<br />
50.93<br />
variación<br />
3.35<br />
2.39<br />
Con todo ello, desde un punto de vista técnico, consideramos<br />
que el microsilo es una fuente alimenticia<br />
adecuada para formar parte del complemento del ganado<br />
caprino lechero durante la época de penuria de<br />
recursos naturales, coincidente con la paridera de<br />
otoño-invierno tradicional en las explotaciones semiextensivas<br />
extremeñas.<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
FARIÑA, T; MARTIN, L.; RODRÍGUEZ, R; ROJAS, A.; ROTA,<br />
A., y TOVAR, J.: «Estudio de los chivos Veratos: Período de<br />
amamantamiento». Archivos de Zootecnia, vol. 38, 141:<br />
127-139, 1989.<br />
RODRÍGUEZ, R: Contribución al estudio de la cabra Verata.<br />
Tesis doctora], Universidad de Extremadura, 1989.<br />
ROTA, A.: Contribución al estudio de la producción, composición,<br />
contenido y tipos celulares de la leche de cabra de<br />
raza Verata. Tesis doctoral, Universidad de Extremadura,<br />
1990.<br />
RUSSEL, T. S.: «Modelos matemáticos de crecimiento». En<br />
Desarrollo y nutrición animal, Ed. E. S. E. Hafez e I. A.<br />
Dver, Acribia, Zaragoza, 1972.<br />
WOOD, P. D. R: «Algebraic model of lactation in cattle». Nature,<br />
216: 164-165,1967.<br />
WOOD, P. D. P.: «Factors afíecting persistency of lactation in<br />
cattle». Nature, 218: 894, 1968.<br />
WOOD, P. D. P.: «Algebraic models of the lactation curves<br />
for, fat and protein production, with estünates of seasonal<br />
variation». Animal Production, 22: 340-353, 1976.
Comunicación<br />
Intoxicación ovina por Phalaris. Descripción<br />
de un caso clínico<br />
P. Martínez Picazo 1 , D. Sierra Conesa 2 , M. A. Fernández González 3 , J. M. Sanra Luengo 1 ,<br />
F. Marqués 4 , J. Navarro Abril 4 , L. Fernández Ángulo 5 y A. Contreras de Vera''<br />
RESUMEN<br />
Se presenta una revisión de la intoxicación por<br />
Phalaris en ovino y se describe un brote en ovejas de<br />
raza Segureña presuntamente asociado a una carencia<br />
de magnesio. El proceso afectó a animales en<br />
trashumancia durante su invernada en Mazarrón<br />
(Murcia). Tras el tratamiento de la carencia, el cuadro<br />
agudo evolucionó a una sintomatología nerviosa de<br />
curso crónico basada fundamentalmente en incoordinación<br />
y balanceo de los cuartos traseros. De un total<br />
de 700 ovejas y 400 corderos sólo se vieron afectados<br />
en principio las hembras en lactación, con especial incidencia<br />
en las de parto gemelar. Posteriormente, el<br />
cuadro crónico persistente se extendió al resto de animales.<br />
El numero de bajas ha alcanzado un total de<br />
120 adultos.<br />
INTOXICACIÓN POR PHALARIS<br />
La intoxicación por Phalaris es un proceso que<br />
afecta a óvidos y también a bóvidos, pero es más rara<br />
en éstos (1, 7, 8, 11). La enfermedad fue descrita hace<br />
cincuenta años (2), es relativamente frecuente en el<br />
continente australiano (1, 7, 8), en Sudáfrica (1) y en<br />
América del Norte (4, 11). En España, FERNANDEZ<br />
DE LUCO y cois. (5) han denunciado la enfermedad.<br />
Varias especies de Phalaris se consideran responsables<br />
de la intoxicación (tabla I), merced a alcaloides<br />
del tipo de la triptamina (1, 8, 9, 10). No obstante, algunos<br />
autores (2, 9) opinan que no se encuentra definida<br />
la etiología de todas sus formas clínicas.<br />
Los ovinos se afectan por igual, sin distinción de raza,<br />
sexo ni edad, y el porcentaje de morbilidad puede<br />
Ejercicio libre.<br />
Clínica San Antón, Guardamar, Alicante.<br />
ADS Ovino, Bullas, Murcia.<br />
Técnico veterinario, Piensos Hens, Murcia.<br />
Laboratorio del Servicio de Investigación y Mejora<br />
Agraria, Derio, Vizcaya.<br />
Departamento Patología Animal, Facultad de Veterinaria,<br />
Murcia.<br />
Especie<br />
Tabla I<br />
Referencia bibliográfica<br />
Phalaris aquatica (= tuberosa).... 1, 2, :>>, 7, 8<br />
Phalaris carolininiana 10<br />
Phalaris brachystachys 5<br />
Phalaris sp 4<br />
sobrepasar el 30% (1, 4). Algunas condiciones meteorológicas<br />
(lluvias abundantes, tiempo cálido) resultan<br />
determinantes de la intoxicación al favorecer un rápido<br />
desarrollo de la planta (1, 7).<br />
Se conocen tres formas clínicas de la enfermedad:<br />
Sobreaguda («muerte aguda» o «síndrome cardíaco»)<br />
Los animales pueden morir por fallo cardiorrespiratorio<br />
sin síntomas premonitorios o recuperarse repentinamente<br />
(1, 2, 7, 8). Lo normal es la total ausencia<br />
de lesiones macroscópicas (7).<br />
Aguda<br />
El cuadro puede aparecer a los cuatro días, si bien<br />
éste puede observarse ya a las cuatro-seis horas postingestión<br />
(1, 7). La sintomatología de los afectados<br />
puede desarrollar alguno o todos de los siguientes<br />
síntomas: hiperexcitabilidad, temblores en la cabeza y<br />
en el tronco, contracciones espasmódicas de labios,<br />
cola y oreja, sialorrea, nistagmos, decúbito esternal o<br />
lateral, convulsiones vigorosas que desaparecen repentinamente.<br />
Diversas alteraciones de la marcha se<br />
reflejan en la rigidez de las extremidades posteriores,<br />
que impiden su flexión e incluso pueden llegar a<br />
arrastrarlas. En ocasiones los signos clínicos sólo se<br />
patentizan al obligar a desplazarse a los animales (1,<br />
2, 4, 5, 7, 8 10, 11). Las lesiones macroscópicas inespecíficas<br />
pueden o no aparecer y consisten en congestión<br />
o hemorragias de pericardio, endocardio, hígado<br />
e inflamación catarral de abomaso y doudeno (1, 7).<br />
Las lesiones macroscópicas específicas consisten en
72 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />
83 84 85 86 87 88 89 90 AÑO<br />
15<br />
10<br />
Fig. 1.<br />
5-<br />
D<br />
><br />
O<br />
una pigmentación bilateral y simétrica gris-verdosa<br />
de distintas porciones del SNC (médula espinal, tallo<br />
encefálico, diencéfalo y mesencéfalo) que se corresponden<br />
microscópicamente con un acumulo de pigmento<br />
parduzco en el interior de las células nerviosas<br />
(1, 4, 5, 7, 8, 10). Estas lesiones específicas también<br />
pueden aparecer en córtex y médula renal (1, 4, 7).<br />
Crónica («tambaleo por Phalaris»)<br />
Puede manifestarse incluso a los cinco meses postingestión<br />
(3, 4). Se caracteriza por una persistencia<br />
de los síntomas nerviosos y las lesiones ya descritas<br />
(1,4,5,7,8,10).<br />
Ante la inexistencia de tratamiento, donde la enfermedad<br />
resulta frecuente, la administración de cobalto<br />
se emplea como preventivo, debido a que éste permite<br />
la proliferación de microorganismos ruminales capaces<br />
de detoxificar el principio tóxico (1, 2, 8), aunque<br />
no siempre resulta eficaz (7, 10).<br />
DESCRIPCIÓN DEL CASO<br />
El 4 de abril en un rebaño (700 ovejas y 400 corderos)<br />
originario de Santiago de la Espada (Jaén), que<br />
invernaba en Mazarrón (Murcia), se presentó un cuadro<br />
tetaniforme en las ovejas, con un total de 15 bajas<br />
en tres semanas.<br />
En una primera fase los animales acusaban temblores<br />
musculares, sobre todo a nivel de cabeza, cuello y<br />
miembros posteriores, que determinaba un caminar<br />
vacilante. El cuadro se intensificaba ante cualquier<br />
83 84 85 86 87 88 89 90 ANO<br />
Fig. 2.—Pluviosidad (mm J ) y temperaturas medias en la zona,<br />
referidas a los cuatro primeros meses de los últimos<br />
ocho años. (Datos facilitados por el Centro Meteorológico<br />
Zonal de Murcia, obtenidos en la estación 006. Puerto de<br />
Mazarrón.)<br />
esfuerzo. En una fase más avanzada eran apreciables<br />
el cuadro tetánico con gran hiperexcitabilidad, arqueamiento<br />
del dorso, convulsiones violentas y movimientos<br />
de pataleo, así como parálisis del tercer párpado<br />
como síntomas más significativos. Finalmente<br />
los animales permanecen en decúbito lateral hasta la<br />
muerte (fig. 1), sin que éstos pierdan el apetito.<br />
La necropsia de un animal, con un cuadro clínico<br />
de tetania, no evidenció lesiones macroscópicas evidentes<br />
y los análisis bacteriológicos realizados descartaron<br />
una etiología bacteriana.<br />
Los 300 animales afectados (42,8%) incluían a todas<br />
las hembras en lactación (sobre todo las que amamantaban<br />
gemelos), los machos, el resto de las ovejas,<br />
los corderos y un grupo de 80 cabras que<br />
convivían con el rebaño no se vieron afectados. El rebaño<br />
pernoctaba sobre un lodazal sin protección alguna<br />
frente a los vientos dominantes, la gran pluviosidad<br />
y las cálidas temperaturas de los primeros meses<br />
del año (fig. 2) favorecieron un rápido crecimiento de<br />
la hierba, que era consumida por los animales sin suplementación.<br />
Un diagnóstico clínico presuntivo de hipomagnesemia<br />
(7, 12, 15) nos hizo recomendar el siguiente tra-
INTOXICACIÓN OVINA POR PHALARIS. DESCRIPCIÓN DE UN CASO CLÍNICO<br />
TA<br />
.".• v;<br />
^kA<br />
1 ft.- -. - •<br />
Vf<br />
"tVÍV*<br />
•§ÍSi<br />
Fig. 3.<br />
tamiento: aplicación de un suero rico en magnesio por<br />
vía subcutánea e intravenosa a los más afectados y<br />
sólo subcutánea a los menos, retirar los animales de<br />
la finca y disposición ad libitum de un corrector potenciado<br />
en magnesio, bloques minerales, suplementación<br />
nocturna con forrajes secos y dejar libres a los<br />
animales por la noche. La respuesta al suero fue inmediata,<br />
corrigiéndose la sintomatología aguda de la<br />
mayoría de los animales. Tras una aparente evolución<br />
favorable al cambiar a los pastos de la sierra del<br />
Segura, la sintomatología nerviosa persistió, aunque<br />
más atenuada (fig. 3). Desde el traslado sólo un macho<br />
y algunos corderos incrementaron el número de<br />
enfermos. Las hembras fueron empeorando lentamente,<br />
hasta causar 120 bajas de las 300 afectadas<br />
(40%).<br />
La nueva evolución clínica y epidemiológica de la<br />
enfermedad difería de la tetania de la hierba a priori<br />
presumida. En ese momento dos encéfalos de animales<br />
muertos a consecuencia del proceso clínico descrito<br />
fueron enviados al Servicio de Investigación y<br />
Mejora Agraria (SIMA) de Derio (Vizcaya). Los exámenes<br />
anatomopatológicos allí realizados evidenciaron<br />
la presencia macroscópica de un pigmento pardo grisáceo<br />
en los núcleos talámicos, cuerpos geniculados<br />
lateral y medial y núcleos neuronales del puente del<br />
cerebelo, de la médula oblongada y de las astas ventrales<br />
de la médula espinal. Histológicamente, esa citoplasma<br />
obedecía al acumulo de granulos de un pigmento<br />
parduzco on el citoplasma de las neuronas de<br />
los referidos núcleos, observándose igualmente fenómenos<br />
de degeneración y necrosis de las mismas. En<br />
los exámenes microbiológicos no se obtuvo crecimiento<br />
bacteriano a partir del tronco del encéfalo ni de la<br />
corteza cerebral. A tenor de estos resultados se estableció<br />
un diagnóstico de intoxicación por alpiste (6).<br />
En la finca de Mazarrón hallamos gran abundancia de<br />
una especie de Phalaris (fig. 4), que fue determinada<br />
en la UD de Agricultura de la Facultad de Veterinaria<br />
de Murcia como Ph. canariensis. Esta especie, originaria<br />
de África y de las islas Canarias, se explota para<br />
obtener su semilla y está aclimatada en una gran par-<br />
Fig. 4.<br />
te de la región mediterránea, siendo muy frecuente su<br />
crecimiento en terrenos baldíos (13, 14). Los lugareños<br />
la conocen como «rabo de cordero».<br />
Desde hace años Ph. canariensis está presente en el<br />
pastizal de la finca, sin que jamás se haya presentado<br />
problema alguno por su consumo en los rebaños de<br />
ovinos que desde hace; ocho años pastan ahí.<br />
El proceso descrito de intoxicación por Ph. canariensis<br />
parece que fue favorecido, de una parte, por<br />
razones climáticas (fig. 2), que permitieron el rápido<br />
crecimiento de la planta. Y de otra parte, por una posible<br />
carencia de magnesio. De no existir este problema<br />
carencial, no se podría explicar: 1) que fueran<br />
siempre las ovejas que amamantaban dos corderos<br />
las más gravemente afectadas; 2) que al retirar uno<br />
de los corderos se atenuaran los síntomas; 3) que no<br />
enfermaran las ovejas no lactantes; 4) que no se afectaran<br />
los corderos hasta pasados dos meses del primer<br />
caso; 5) que los rebaños que pastaban en las fincas<br />
colindantes no se vieran afectados, y 6) que<br />
existiera una respuesta tan favorable a la aplicación<br />
de suero.<br />
•*•,
74 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
1. BLOOD, D. C; RADOSTITIS, O. M., y HENDERSON, A.<br />
J.: Medicina Veterinaria: 1283-1285. Ed. Interamericana,<br />
Méjico, 1986.<br />
2. BOURKE, C. A.; CARRIGAN, M. J., y DIXON, R. J.:<br />
«Experimental evidence that tryptamine alkaloid do<br />
not cause Phalaris aquatica sudden death syndrome<br />
in sheep». Aust. Vet. J., 65(7): 218-220, 1988.<br />
3. BOURKE, C. A.; CARRIGAN, M. J.; SEAMAN, J. T., y<br />
EVERS, J. V.: «Delayed development of clinical sings in<br />
sheep affected by phalaris aquatica staggers». Aust.<br />
Vet. J., 64(1): 31-32, 1987.<br />
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sp.J toxicosis in sheep in california». J. Am. Vet. Med.<br />
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5. FERNANDEZ DE LUCO, D.; GARCÍA, J. E, y BADIOLA,<br />
J. J.: «Intoxicación ovina por Phalaris (Phalaris<br />
brachystachys)». II Reun. Nac. Soc. Esp. Anat. Patol.<br />
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6. GONZÁLEZ, L., y KOBEAGA, M.: Inf. 90/1607. SIMA<br />
(Derio-Vizcaya), 1990.<br />
7. HUNGERFORD, T. G.: Diseases of livestock. McGraw-<br />
Hill, ed. Sydney, Australia, 1975.<br />
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«Phalaris poisoning». In: Patology of domestic animáis.<br />
3th ed. (1): 261-262, 1985. Ed. Academic Press,<br />
Inc., Orlando.<br />
9. KENNEDY, D. J.; CREGAN, P. D.; GLASTONBURY, J. 11.<br />
W.; GOLLAND, D. T., y DAY, D. G.: «Poisoning of cattle<br />
grazing a low-alkaloid cultivar of Phalaris aquatica,<br />
Sirolan». Aust. Vet. J., 63(3): 88-89, 1986.<br />
10. LEAN, I. .].; ANDERSON, M.; KERFOOT, M. G., y MAR-<br />
TEN, G. C: «Tryptamine alkaloid toxicosis in feedlot<br />
sheep»../. Am. Vet. Med. Ass., 195(6): 768-771, 1989.<br />
11. NICHOLSON, S. S.; OLCOTT, B. M.; USEN1K, E. A.; CA-<br />
SEY, H. W.; BROWN, C. C; UUBATSCH, L. E.; TURN-<br />
QUIST, S. E., y MOORE, S. C: «Delayed phalaris grass<br />
toxicosis in sheep and cattle». J. Am. Vet. Med. Ass.,<br />
195(3): 345-346, 1989.<br />
12. PHILLIPS, R. W.: «Elementos traza». En Farmacología<br />
y terapéutica veterinaria I. Ed. Acribia, Zaragoza,<br />
739-741, 1988.<br />
13. POULIN, O.: Guía de campo de las flores de Europa.<br />
Ed. Omega, Barcelona, 637, 1982.<br />
14. TUTIN, T. G.: «99 Phalaris». En Flora Europea.<br />
Alismataceae to Orchidaceae. Vol. 5. Cambridge<br />
University Press, 1980.<br />
15. UNDERWOOD, E. J.: Los minerales en la nutrición del<br />
ganado. Ed. Acribia, Zaragoza, 1983.
III<br />
PRODUCCIONES
Comunicación<br />
Lactancia artificial de cabritos en explotaciones<br />
de cabras serranas<br />
L. Martín*, J. D. Martín**, A. Hota*, A. Rojas* y L. de la Calle***<br />
INTRODUCCIÓN<br />
La rentabilidad de la explotación caprina cuando se<br />
explotan razas de doble aptitud, como lo son las cabras<br />
serranas, tiene dos objetivos básicos: obtener el<br />
óptimo, tanto de kilogramos de carne de cabritos como<br />
de leche comercializable (ROJAS, 1990).<br />
La lactancia artificial de los chivos es una práctica<br />
poco habitual entre nuestros cabreros debido a la supuesta<br />
complicación que conlleva en el funcionamiento<br />
de la explotación. Un análisis más profundo indica<br />
todo lo contrario.<br />
Por una parte, existe un indudable beneficio económico.<br />
El empleo de lactorreemplazantes en la cría de<br />
cabritos puede representar una disminución considerable<br />
de los costes de producción del kilo de peso vivo<br />
obtenido si lo comparamos con los resultados que se<br />
alcanzarían siguiendo el método tradicional de amamantamiento.<br />
Las ventajas económicas serán tanto mayores cuanto<br />
más alto sea el precio de mercado de la leche de<br />
cabra.<br />
La cantidad de leche vendida de la explotación se<br />
vería incrementada con la que dejen de consumir los<br />
cabritos, a razón de 42 a 45 litros por cabeza, considerando<br />
un incremento de 5 kilos por cada lechal<br />
vendido con 8,5 kilos de peso y conforme a un índice<br />
de conversión de la leche de cabra serrana de 8,5 litros.<br />
Por otro lado, el ganadero se libera, al producirse<br />
la separación de las crías de las madres, de las tareas<br />
del ahijamiento, actividad especialmente complicada<br />
en esta especie ganadera dado su comportamiento y<br />
el número de partos múltiples.<br />
La administración de la leche artificial se puede<br />
realizar de una manera rápida y sencilla, una vez superada<br />
la fase de adaptación que suele ser breve, en<br />
* Cátedra de Producción Animal y Etnología.<br />
'* Servicio de Experimentación y Apoyo Tecnológico. Consejería<br />
de Agricultura. Junta de Extremadura.<br />
* Servicio de Extensión y Capacitación Agraria. Consejería<br />
de Agricultura. Junta de Extremadura.<br />
la que es necesario prestar alguna atención para asegurarse<br />
que todos los cabritos aceptan las tetinas.<br />
El método, bien realizado, disminuye el número de<br />
muertes de origen infeccioso, habiéndose comprobado<br />
la no presentación de trastornos metabólicos (borrachera),<br />
de aparición muy frecuente en la paridera<br />
de primavera y que se viene achacando a la ingestión<br />
elevada de leche materna.<br />
La puesta en práctica de la lactancia artificial en la<br />
paridera de primavera obedece más a razones de facilitar<br />
el manejo de la explotación, además de disminuir<br />
el número de muertes de cabritos que a la diferencia<br />
del precio de la leche, circunstancia que resulta<br />
de mayor trascendencia económica en la paridera<br />
de otoño.<br />
Otro aspecto a tener en cuenta viene dado por el hecho<br />
de que las reproductoras no se ven sometidas al<br />
desgaste que supone el amamantamiento de las crías,<br />
quedando en mejores condiciones fisiológicas para<br />
afrontar con éxito la cubrición y siguiente lactación.<br />
Nuestros objetivos han sido:<br />
— Conocer la viabilidad del sistema en explotaciones<br />
de cabras serranas en regímenes extensivos<br />
y escasamente tecnificados.<br />
— Establecer los parámetros técnicos productivos<br />
necesarios como base a un estudio económico<br />
del sistema.<br />
— Detectar la influencia del estímulo de lactación<br />
en la producción de leche, que podría ser negativo<br />
al prescindirse del amamantamiento.<br />
MATERIAL Y MÉTODO<br />
El estudio se realiza sobre las 34 crías obtenidas en<br />
la paridera de primavera (marzo-abril).<br />
Los animales eran identificados individualmente<br />
mediante un crotal después del nacimiento, y una vez<br />
que han ingerido el calostro tetando de la madre, comienza<br />
el consumo de leche artificial al segundo o<br />
tercer día del nacimiento.<br />
El consumo de calostro duraba un día en los cabri-
78 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />
EVOLUCIÓN DEL PESO VIVÓ EN<br />
AMBOS SEXOS<br />
Tabla I<br />
Evolución del peso vivo en función del sexo (gramos)<br />
76<br />
85<br />
65<br />
Oramos<br />
Días Sign. Machos Hembras<br />
leim.<br />
7<br />
14<br />
21<br />
28<br />
35<br />
42<br />
NS<br />
*<br />
**<br />
NS<br />
NS<br />
**<br />
*<br />
3.040+ 89<br />
3.675 ± 143<br />
4.448 ± 184<br />
5.044 ± 195<br />
5.786+242<br />
7.135 ±306<br />
7.268 ± 193<br />
2.821 ±113<br />
3.254 ±138<br />
3.786 ±163<br />
4.502 ± 188<br />
5.150 ±233<br />
5.841 ± 229<br />
6.498+222<br />
Gráfico I<br />
14 21 28<br />
Días de edad<br />
I I Machos i Hembras<br />
tos vigorosos, siendo de dos días en animales más débiles<br />
al nacimiento.<br />
El lote de animales sometido a experimentación tenía<br />
como característica su poca homogeneidad al estar<br />
integrado por animales que ingresaban conforme<br />
se iban produciendo los nacimientos, teniendo lugar<br />
éstos en un período de tiempo comprendido entre el<br />
día 13 de marzo al 14 de abril. Para el cálculo de los<br />
índices productivos se ha considerado una duración<br />
de la experiencia de cuarenta y dos días de vida de<br />
los cabritos, si bien la venta se fue produciendo a lo<br />
largo del mes de mayo, finalizando el día 30.<br />
Las escasas posibilidades de manejo en este tipo de<br />
explotaciones no permitía el establecimiento de lotes<br />
homogéneos, como hubiera sido lo indicado. Solamente<br />
era posible la realización de una sola modalidad de<br />
cría.<br />
Se dispuso de un alojamiento al abrigo de los aires,<br />
dada su buena orientación, ventilado, con suelo enta-<br />
160<br />
140<br />
120<br />
100<br />
80<br />
80<br />
40<br />
Gramos<br />
EVOLUC10N DE LA GANANCIA MEDIA<br />
DIARIA EN AMBOS SEXOS<br />
rimado de madera, asegurando así una cama seca y<br />
limpia.<br />
El lactorreemplazante empleado (nantalac corderos)<br />
se utilizó durante la primera semana a razón de<br />
120 g por cada litro de agua, además 4 g de tetraciclina.<br />
En una siguiente etapa, hasta el día 30 de experiencia,<br />
la dosis de leche en polvo pasaba a ser de<br />
150 g por litro de agua, subiéndose al final a 185 g.<br />
Durante los primeros quince días de la experiencia<br />
la leche se reconstituía con agua caliente (37-38° C),<br />
administrando dos tomas al día, después se realizaba<br />
con agua a temperatura ambiente y una sola toma al<br />
día, a la vez que se les pone a libre disposición pienso<br />
de arranque.<br />
En cuanto a cuidados sanitarios, consistieron en la<br />
inyección de un preparado a base de AD 3 E selenio<br />
(selferol) al segundo día de nacimiento. No fue necesaria<br />
ninguna otra práctica sanitaria en los cabritos.<br />
Las madres habían sido vacunadas de basquilla antes<br />
del parto.<br />
Para la administración de la leche reconstituida se<br />
utilizaron dos cubos de amamantamiento con capacidad<br />
de cinco litros y cinco tetinas cada uno. Todo este<br />
material es importado de Francia, siendo de gran calidad.<br />
Se emplearon 50 kilos de pienso de arranque de la<br />
casa Nanta, llegándose a consumir 35 kilos durante<br />
todo el ciclo de cría.<br />
Tabla II<br />
Evolución de la GMD en función del sexo (gramos)<br />
Días Sign. Machos Hembras<br />
0-7<br />
7-14<br />
14-21<br />
21-28<br />
28-35<br />
35-42<br />
0-42<br />
NS<br />
*<br />
NS<br />
NS<br />
NS<br />
NS<br />
NS<br />
90 ±19<br />
110 ±9<br />
85 ± 12<br />
105 + 10<br />
167 ± 48<br />
23 ±52<br />
100 + 4<br />
61 ± 16<br />
75 ±10<br />
102 ±5<br />
92 ±10<br />
98 + 11<br />
107 ±13<br />
89 ±4<br />
20<br />
0 -7<br />
Machos Hembras Total<br />
Gráfico II<br />
I J Machos ) Hembras<br />
Nacidos<br />
Muertos<br />
Vendidos ....<br />
15<br />
3<br />
12<br />
19<br />
1<br />
18<br />
34<br />
4<br />
30
LACTANCIA ARTIFICIAL DE CABRITOS EN EXPLOTACIONES DE CABRAS SERRANAS 79<br />
Para el tratamiento estadístico de los datos, cada<br />
una de las variables estudiadas se ha descrito mediante<br />
la media ± el error típico de la media.<br />
La posible influencia del sexo sobre cada variable<br />
se ha determinado mediante un análisis de varianza.<br />
RESULTADOS Y DISCUSIÓN<br />
El índice de mortalidad ha sido elevado, siendo ligeramente<br />
superior al 11%. Sin embargo, hemos de señalar<br />
que solamente un animal ha muerto (2,9%) por<br />
causas que podrían achacarse a la práctica de la lactancia<br />
artificial. El resto de los animales muertos se<br />
ha debido a deficiencias en los alojamientos.<br />
Como se puede observar en la tabla II y en su representación<br />
gráfica (gráfico 2) la ganancia media<br />
diaria en los machos, por su mayor capacidad de ingestión,<br />
se ha visto más afectada por el hecho de haber<br />
realizado el penúltimo control muy cercano a la<br />
toma de leche, coincidiendo con la última pesada, que<br />
se efectuó con los animales especialmente en vacío.<br />
El índice de transformación del lactorreemplazante<br />
ha sido de 1,258 kilos, resultando de un incremento<br />
total de peso vivo del lote de 191,59 kilos y de una<br />
cantidad de lactorreemplazante utilizado de 241,20<br />
kilos. En cuanto el índice de conversión en materia<br />
seca ha sido de 1,208 kilos al ser la humedad del lactorreemplazante<br />
del 4%.<br />
El momento de la venta se ha retrasado en exceso.<br />
El 40% rebasaba los 10 kilos, llegando algunos animales<br />
a los 13. Este retraso en la venta ha deteriorado<br />
los índices productivos de la experiencia. De haberse<br />
realizado ésta con anterioridad, los resultados<br />
hubieran sido más favorables y el índice de conversión<br />
sería más bajo.<br />
La falta de homogeneidad del lote también ha influido<br />
negativamente y ha impedido realizar una dosificación<br />
correcta de la leche artificial. En las condiciones<br />
en que se desenvuelven las explotaciones extensivas<br />
no permiten realizaciones meticulosas, como ya<br />
señalamos anteriormente.<br />
Cinco animales (16%) perdieron peso en el período<br />
de adaptación a las tetinas y dos (6,6%) lo perdieron<br />
en la última fase de cría, esto sin duda podría deberse<br />
a excesos en la ingesta.<br />
Las cabras madres, a pesar de faltarles el estímulo<br />
de lactación al no amamantar sus crías, han seguido<br />
un comportamiento equiparable a otras lactaciones<br />
en cuanto a la capacidad productiva de leche, sin que<br />
se haya observado una disminución al retirárseles las<br />
crías.<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
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1981.<br />
MUÑOZ, E; SAMPELAYO, M. R.; LARA, L.; GUERRERO, J. E.;<br />
GIL EXTREMERA, R, y BOZA, J.: Crecimiento del cabrito<br />
de raza granadina en su primer mes de edad. Lactancia<br />
artificial. IX Jornadas de la Sociedad Española de Ovinotecnia<br />
y Caprinotecnia. Granada y Málaga, 1984.<br />
ROJAS, A. I.: Contribución al estudio de la lactancia artificial<br />
en la especie caprina. Tesis Doctoral. Cáceres.<br />
SANZ-SAMPELAYO, M. R.; MUÑOZ, R J.; GUERRERO, J. E.;<br />
LARA, L.; ANGUITA, T., y BOZA, J.: «Lactancia artificial en<br />
el cabrito de raza granadina, empleo de leche de cabra y<br />
de un lactorreemplazante». Anales del INIA. Serie Ganadera,<br />
22: 59-73, 1985.<br />
SANZ-SAMPELAYO, M. R.; MUÑOZ, F. J.; GUERRERO, J. E.;<br />
GIL, R, y BOZA, J.: «Tasas de crecimiento y utilización del<br />
alimento lácteo en el cabrito de raza granadina: lactancia<br />
artificial y destete precoz». Revista Argentina de Producción<br />
Animal, 7: 127-134, 1987c.
Comunicación<br />
Efecto del método de congelación sobre la calidad<br />
in vitro del semen de maclio cabrío Verato<br />
M. a B. Pintado*, B. Pérez y L. Gfl**<br />
INTRODUCCIÓN<br />
La tendencia hacia la intensificación en las explotaciones<br />
caprinas ofrece a la inseminación artificial posibilidades<br />
de aplicación práctica. La estacionalidad<br />
de la hembra puede controlarse mediante tratamientos<br />
hormonales inductores del estro; sin embargo, la<br />
única forma de vencer la baja capacidad fertilizante<br />
del semen en primavera (2) es la congelación de eyaculados<br />
obtenidos en estación sexual.<br />
La congelación del semen de macho cabrío ha sido<br />
abordada fundamentalmente de dos formas diferentes<br />
(3), una basada en la utilización de un diluyente<br />
de leche descremada y glicerol al 7% (1) y otra que<br />
emplea TRIS, ácido cítrico, glucosa, yema de huevo y<br />
glicerol al 4% (5). En ambos casos la eliminación del<br />
plasma seminal es un paso esencial para asegurar<br />
una mayor fertilidad (3), ya que en éste se localiza una<br />
enzima, que en determinadas condiciones reacciona<br />
con las lecitinas de la yema de huevo de los diluyentes,<br />
originando lisolecitinas, de acción tóxica para los<br />
espermatozoides (6). La eliminación del plasma se realiza<br />
lavando el semen mediante la centrifugación del<br />
mismo. En el caso del método de CORTEEL (1) se emplea<br />
una solución salina y el de RITAR y SALAMON (5)<br />
el mismo diluyente que para la congelación, pero sin<br />
glicerol.<br />
Con nuestro planteamiento experimental se persiguieron<br />
dos objetivos. El primero fue estudiar cuál de<br />
las dos metodologías se adaptaba mejor a las características<br />
seminales de la raza Verata, ya que el comportamiento<br />
del plasma seminal depende, entre otros,<br />
de factores raciales e individuales (5).<br />
En segundo lugar, se trató de hacer un estudio detallado<br />
de las fases de preparación del eyaculado,<br />
predilución, centrifugación, refrigeración y congelación,<br />
con el fin de establecer cuál afectaba en mayor<br />
grado la viabilidad in vitro del esperma, y saber así<br />
dónde habría que centrar los esfuerzos futuros para<br />
mejorar la técnica.<br />
* Departamento de Producción Animal, CIT-INIA, carretera<br />
de La Coruña, km 5,900 (esquina Dehesa de la Villa),<br />
28040-Madrid.<br />
* Departamento de Patología (Reproducción). Facultad de<br />
Veterinaria. Miguel Servet, 177. Zaragoza.<br />
MATERIAL Y MÉTODOS<br />
Se realizaron siete réplicas del protocolo experimental,<br />
utilizando en cada una de ellas la mezcla de<br />
primeros eyaculados de ocho machos veratos de un<br />
año de edad obtenidos con vagina artificial durante<br />
los meses de enero-febrero. Una vez realizada la mezcla<br />
se tomaron muestras para una primera valoración<br />
del eyaculado y la determinación de la concentración.<br />
La mezcla se dividió en dos alícuotas que se mantuvieron<br />
en un baño a 30° C.<br />
Cada alícuota se asignó al azar a una de las dos técnicas<br />
de congelación estudiadas, la primera descrita<br />
por CORTEEL (1) (técnica A) y la segunda por RITAR y<br />
SALAMON (5) (técnica B). Las etapas analizadas fueron<br />
las siguientes:<br />
— Etapa 1: Primera dilución con la solución de lavado<br />
a 30° C.<br />
— Etapa 2: Segunda dilución con la solución de lavado<br />
tras la primera centrifugación.<br />
— Etapa 3: Dilución previa a la refrigeración, después<br />
de la segunda centrifugación, a temperatura<br />
de laboratorio.<br />
— Etapa 4: Precongelación a 5 o C.<br />
— Etapa 5: Descongelación en seco a las 24-48 horas.<br />
El lavado del semen se realizó centrifugándolo dos<br />
veces a 700 G durante diez minutos. En ambos sistemas<br />
de congelación se utilizó una dilución final de<br />
400 millones/cc, en pajuelas de 0,5 ce, selladas con alcohol<br />
de polivinilo, que se congelaron en vapores de<br />
nitrógeno líquido durante cuatro minutos. La descongelación,<br />
a las 24-48 horas, se realizó sumergiendo<br />
las pajuelas treinta segundos en un baño a 40° C y colocando<br />
el contenido en viales de plástico sin diluyente.<br />
En cada uno de los pasos se analizaron los siguientes<br />
parámetros:<br />
— Motilidad individual (%), observada por ai menos<br />
dos personas en un monitor de televisión conectado<br />
al microscopio.<br />
— % de acrosomas normales en espermatozoides<br />
incluidos en glutaraldehído y observados con un<br />
microscopio de contraste de fases (4).<br />
— % de espermatozoides con reacción de endósmosis.<br />
Para esta prueba se utilizó una solución
82 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
1 i<br />
% Hotilidad indiui dual<br />
00<br />
I<br />
90 •<br />
a<br />
i i i a a ai<br />
80<br />
7L ^. X<br />
70<br />
rr&r<br />
lilis<br />
60<br />
50<br />
II'HI i<br />
iiiiiil<br />
40 .<br />
i'i'i'i'i'<br />
¡i¡iii¡iji<br />
30<br />
|!¡Í!;!:<br />
20<br />
i'i'i'l'i'<br />
1<br />
10<br />
l¡¡i¡j¡¡!'<br />
ílííil, I<br />
Etapa 1 Ctapa 2 Etapa 3<br />
ap 0.1; map o.oí; assKp o. ool<br />
T<br />
1 Nl^jii<br />
Effl<br />
•<br />
x~<br />
Coi teal<br />
Ritar y Salaron<br />
asa<br />
i!ilililí!<br />
ii ii i<br />
IIII i<br />
itii i<br />
11 ii ¡<br />
LLtU<br />
Etapa 4 Etapa 5<br />
T<br />
!¡!¡¡¡!¡!<br />
¡di t<br />
ii ii i<br />
I¡I¡I¡I¡[<br />
!
EFECTO DEL MÉTODO DE CONGELACIÓN SOBRE LA CALIDAD IN VITRO DEL SEMEN... 83<br />
Tabla I<br />
Estudio de las mínimas diferencias significativas entre<br />
las etapas de cada método de congelación según los<br />
tres parámetros estudiados. Distintas letras indican<br />
valores estadísticamente diferentes<br />
flítodo<br />
de<br />
Corteel<br />
flétodo<br />
da -Ritar<br />
y Salaraon<br />
ñotilidad<br />
Acrosoaías<br />
Endósaosis<br />
(lotüidad<br />
Acrosonías<br />
Endosóosis<br />
Etapa 1<br />
A,C<br />
A<br />
A<br />
A<br />
A<br />
A<br />
Etapa 2<br />
B<br />
A<br />
6<br />
A,B<br />
B<br />
A<br />
Etapa 3<br />
A<br />
A<br />
A<br />
B<br />
C<br />
A<br />
Etapa 4<br />
C<br />
B<br />
A<br />
B<br />
C<br />
B<br />
Etapa 5<br />
pone una pérdida de viabilidad. Comparando los resultados<br />
de la primera dilución (etapa 1) y la pre-refrigeración<br />
(etapa 3) no existen diferencias significativas<br />
en ninguno de los tres parámetros estudiados. La<br />
solución de lavado utilizada en el método B, sin embargo,<br />
sí sjrpone un efecto perjudicial, al menos en<br />
cuanto a motilidad y acrosomas normales.<br />
La refrigeración, sin embargo, no supone una disminución<br />
de la viabilidad con el diluyente a base de<br />
yema de huevo. Comparando los resultados obtenidos<br />
al final del período de equilibración, justo antes de la<br />
congelación (etapa 4), en el método B, se puede observar<br />
que los acrosomas y la motilidad mantienen<br />
valores semejantes a los de la etapa 3, es decir, antes<br />
de comenzar la refrigeración. El diluyente a base de<br />
leche descremada (método A), en cambio, no es capaz<br />
de aportar una acción protectora de la misma calidad,<br />
y por ello hay una disminución significativa de la<br />
motilidad y de los acrosomas normales.<br />
El semen de macho cabrío es muy sensible al choque<br />
frío (8) y la yema de huevo es un gran sistema de<br />
protección durante la refrigeración, posiblemente por<br />
esa razón el método B permite que los espermatozoides<br />
estén en mejores condiciones antes de la congelación.<br />
Los datos obtenidos a partir de la prueba de endósmosis<br />
resultan difíciles de valorar. Una posible explicación<br />
de la bajada en la capacidad de reacción durante<br />
la etapa 2 con el método de CORTEEL es que la<br />
solución de lavado utilizada en esta técnica es hipoosmótica<br />
de por sí, con lo cual la diferencia entre ésta y<br />
la solución de endósmosis es menor y la endósmosis<br />
posiblemente tenga lugar más rápidamente. De confirmarse<br />
este hecho, al cabo de treinta minutos, que<br />
es el tiempo establecido en nuestro protocolo, numerosos<br />
espermatozoides ya habrían roto su membrana,<br />
apareciendo al microscopio como si no hubieran reaccionado.<br />
Esta característica de la solución de lavado explica<br />
B<br />
C<br />
B<br />
C<br />
D<br />
B<br />
también por qué hay una bajada significativa de la<br />
motilidad en esta etapa 2 del método A. Los espermatozoides<br />
reaccionan a una baja presión osmótica captando<br />
agua, al ser la membrana plasmática inelástica;<br />
con el aumento de volumen intracelular, se produce<br />
un impedimento físico para el funcionamiento normal<br />
del flagelo, lo que da lugar a una motilidad inferior y<br />
de peor calidad.<br />
Por último, es de destacar el comportamiento en la<br />
prueba de endósmosis de los espermatozoides refrigerados<br />
por la técnica 2. Hay una diferencia muy significativa<br />
en la capacidad de reacción desde la prerrefrigeración<br />
(etapa 3) a la precongelación, que puede<br />
ser debida a varias causas; la primera es que efectivamente<br />
con esta técnica se producen muchas lesiones<br />
de la membrana plasmática. Sin embargo, los altos<br />
valores de motilidad y acrosomas íntegros no parecen<br />
coincidir con esta posibilidad. Otra explicación<br />
podría ser que la prueba de endósmosis realizada antes<br />
de la congelación, y puesta a punto para esperma<br />
recién recogido, no sea la adecuada para células que<br />
ya han sufrido un período de equilibración con crioprotectores<br />
penetrantes (glicerol) y no penetrantes<br />
(yema de huevo), que de alguna manera hayan podido<br />
alterar la difusión del agua a través de la membrana.<br />
Es más plausible que el efecto sea debido al recubrimiento<br />
que del espermatozoide hacen las proteínas<br />
de la yema de huevo, porque el glicerol está presente<br />
tanto en el diluyente de RITAR y SALAMON como en<br />
el de CORTEEL, y en este último en un porcentaje mayor.<br />
CONCLUSIONES<br />
Según nuestros datos, parece más aconsejable utilizar<br />
la técnica de CORTEEL para la congelación de semen<br />
de macho cabrío de raza Verata. Esta confiere<br />
una buena protección durante la fase de lavado y<br />
también en el proceso de congelación propiamente dicho.<br />
Sin embargo, el diluyente de CORTEEL no aporta<br />
condiciones óptimas durante la refrigeración, siendo<br />
mejor el descrito por RITAR y SALAMON. Es muy posible<br />
que este defecto en la primera técnica pueda ser<br />
paliado añadiendo al diluyente de leche descremada<br />
alguna proteína de mejor acción crioprotectora.<br />
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and of its removal and of egg yolk in the diluent on<br />
the survival of fresh and frozen-trawed spermatozoa<br />
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of goats in India». Proc. IVInternational Conference<br />
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male in l'arm Animal Reproduction, editado por M.<br />
Courot, Martinus Nijhoí'f. La Haya, 269-289, 1984.
Comunicación<br />
Crecimiento de corderos de raza Manctiega según<br />
la condición corporal de las ovejas, la época de parto,<br />
el tipo de parto y el sexo<br />
A. Molina, L. Gallego, J. I. Pérez y R. Bernabéu<br />
RESUMEN<br />
En un rebaño de 530 ovejas de raza Manchega con<br />
tres épocas de parto diferentes se ha estudiado la influencia<br />
que la condición corporal de las ovejas al<br />
parto (CCPJ, al destete (CCD), la época de parto (EP),<br />
el tipo de parto (TP) y el sexo (SX) tienen sobre el crecimiento<br />
de los corderos.<br />
Los pesos en los distintos momentos estudiados (al<br />
nacimiento, treinta días, destete y venta) variaron<br />
significativamente a diferentes niveles según la CCP,<br />
EP, TP y SX. Por el contrario, la CCD sólo motivó variaciones<br />
estadísticas sobre el peso al destete (PD).<br />
Una situación muy similar a la anterior se produjo<br />
al analizar los efectos de los mismos parámetros sobre<br />
la ganancia media diaria (GMD) en los diferentes<br />
intervalos. En este caso, sin embargo, la CCP de las<br />
ovejas no tuvo ninguna influencia sobre la GMD de<br />
los corderos después del destete. Por otra parte, la<br />
CCD no tuvo estadísticamente ninguna repercusión<br />
sobre la diferentes GMD calculadas.<br />
Palabras clave: ovino, reservas corporales, razas<br />
mediterráneas.<br />
SUMMARY<br />
In aflock of 530 Manchegan ewes with three different<br />
birth seasons, it has been studied the influence<br />
that sheep body condition scoring at lambing (CCP), at<br />
weaning (CCD), lambing season (EP), birth type (TP)<br />
and sex (SX) have on lamb growth.<br />
The various parameters of the weights studied (at<br />
birth, at 30 days, al weaning and at sale) significantly<br />
changed at different levéis according to CCP,<br />
EP, TP and SX. On the contrary, the CCD only showed<br />
stadistical changes on weight at weaning (PD).<br />
A similar situation was shown on analysing the effect<br />
of the same parameters on average daily gain<br />
(GMD) at different intervals. In this case, however, the<br />
ewe CCP did not have any influences on the lamb<br />
Departamento de Ciencia y Tecnología Agroforestal. Ctra.<br />
de las Peñas, km 3,2. Albacete. Universidad de Castilla-La<br />
Mancha.<br />
GMD after weaning. On the other hand, the body condition<br />
at weaning (CCD) did not have any ejfects on<br />
the various GMD studied.<br />
Key words: ewes, corporal reserves, Mediterranean<br />
breeds.<br />
INTRODUCCIÓN<br />
El conocimiento de los diversos factores que afectan<br />
al crecimiento de los corderos resulta de gran importancia<br />
para establecer normas adecuadas de manejo<br />
y alimentación que les permitan expresar todo su potencial<br />
genético para la producción de carne.<br />
Algunos de estos factores dependen directamente<br />
de la oveja y por ello se calcula la ganancia media<br />
diaria de los corderos entre el nacimiento y los treinta<br />
días como índice de crecimiento íntimamente ligado a<br />
la producción lechera de la madre (PRUD'HON, 1976).<br />
También se ha señalado la importancia de la alimentación<br />
en la última fase de gestación sobre la movilización<br />
de reservas corporales, que a su vez tienen<br />
gran incidencia sobre el peso al nacimiento de los<br />
corderos (TISSIER y THERIEZ, 1979). Inversamente<br />
se ha propuesto también (VILLETTE-HOUSSIN y THE<br />
RIEZ, 1982) el peso al nacimiento de los corderos de<br />
parto múltiple como criterio para la determinación<br />
del nivel mínimo de aportes alimenticios de sus madres.<br />
Otro de los factores que inciden sobre el crecimiento<br />
posterior de los corderos es el tipo de parto, que<br />
provoca una disminución del peso al nacimiento en<br />
los corderos de parto múltiple, debido a una menor<br />
disponibilidad de nutrientes y de cotiledones placentarios<br />
por feto (RHIND y cois., 1980).<br />
Finalmente se ha señalado un efecto de la época de<br />
parto sobre el crecimiento de los corderos, que tal como<br />
señalan VILLETTE-HOUSSIN y THERIEZ (1982),<br />
resulta a menudo complejo de analizar, por cuanto es<br />
difícil de separar de otros efectos como son la temperatura,<br />
el fotoperíodo, la alimentación, el manejo, etc.<br />
A la vista de todo ello, en el presente trabajo se ha<br />
tratado de estudiar el efecto que sobre el crecimiento<br />
de los corderos de raza Manchega tienen algunos<br />
factores como la condición corporal de las ovejas (CC),
86 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
la época de parto (EP), el tipo de parto (TP) y el sexo<br />
(SX).<br />
MATERIAL Y MÉTODOS<br />
La experiencia se realizó sobre un rebaño de 530<br />
ovejas de raza Manchega localizado en la provincia de<br />
Albacete y perteneciente al Instituto Técnico Agronómico<br />
Provincial (ITAP).<br />
El rebaño, dividido en dos lotes para el manejo, siguió<br />
el ritmo reproductivo tradicional en la raza de<br />
tres partos en dos años, con tres épocas de parto en<br />
los meses de enero, mayo y septiembre. La monta fue<br />
libre, con un tiempo de permanencia de los machos<br />
con las hembras de treinta y cinco días y una relación<br />
reproductiva de 20 ovejas por macho. En las tres épocas<br />
de monta se realizó el efecto macho.<br />
La alimentación estuvo basada en el aprovechamiento<br />
de pastos espontáneos y residuos de cosechas<br />
de cereales de secano y regadío. Sin embargo, como<br />
consecuencia de la orientación de parte de los cultivos<br />
de regadío hacia producciones hortícolas, la alimentación<br />
de invierno y primavera resultó favorecida por el<br />
aprovechamiento de los residuos de estos cultivos<br />
(guisantes, coliflor, judías verdes, etc.). En el último<br />
mes de gestación y durante el período de cría las ovejas<br />
recibieron, además, un complemento de heno de<br />
alfalfa (0,5 kg cabeza/día), y una cantidad variable de<br />
concentrado (maíz, cebada y soja).<br />
Los corderos eran separados de las ovejas durante<br />
el día, coincidiendo con la salida de éstas al pasto, y<br />
permanecían con ellas durante toda la noche. El destete<br />
se realizó de manera brusca, separando los corderos<br />
de sus madres a los 45 ± 3 días.<br />
Desde el día 15 de vida hasta el destete, los corderos<br />
dispusieron ad libitum de un pienso comercial de<br />
iniciación con un contenido del 18% de proteína bruta.<br />
Después del destete este pienso fue sustituido progresivamente<br />
por otro de cebo con un 16% de proteína<br />
bruta.<br />
El crecimiento de los corderos se controló mediante<br />
pesadas al nacimiento, treinta días, destete y venta.<br />
El peso al nacimiento se realizó en las veinticuatro<br />
horas posteriores al parto y el resto de los controles<br />
de peso tras un período de doce horas de ayuno de los<br />
animales.<br />
La puntuación de la nota de CC se efectuó siguiendo<br />
el método descrito por RUSSEL y cois. (1969), modificado<br />
por la Meat and Livestok Comission (1975),<br />
de tal manera que la clasificación final se realizó sobre<br />
11 puntos, al considerar variaciones de 0,5 puntos.<br />
La calificación fue realizada conjuntamente por dos<br />
observadores que previamente habían tenido, en ovejas<br />
de la misma explotación, un período de tres meses<br />
de aprendizaje. Cuando la calificación de los observadores<br />
resultó diferente, se repitió en la misma oveja<br />
la observación hasta consensuar la puntuación definitiva.<br />
RESULTADOS Y DISCUSIÓN<br />
En la tabla I se ha recogido la evolución del peso<br />
desde el nacimiento hasta la venta de los corderos,<br />
según la nota de condición corporal de las ovejas en<br />
el parto (CCP), en el destete (CCD), la época de parto<br />
(EP), el tipo de parto (TP) y el sexo de los corderos<br />
(SX), junto a un análisis de la varianza múltiple en el<br />
que se determinó la influencia conjunta de estas variables<br />
sobre los parámetros de peso estudiados.<br />
El estudio de los datos de la tabla I nos indica que<br />
el peso al nacimiento de los corderos (PN) fue estadísticamente<br />
diferente en función de la CCP, EP, TP y SX<br />
(P < 0,001), mientras que no se vio afectado por la<br />
CCD de las ovejas.<br />
El PN fue mayor, con diferencias estadísticas significativas<br />
(P < 0,05), a medida que aumentaba la CCP de<br />
sus madres, de tal manera que las ovejas en peor estado<br />
corporal (< 2,5) parieron corderos con menos peso<br />
(4,7 ± 0,8 kg) que las de condición corporal media<br />
(2,5 - 3,0) (4,9 ± 0,9 kg), y que las de mejor estado de<br />
carnes (> 3,0) (5,4 ± 1,0 kg).<br />
El PN de los corderos en el mes de septiembre (5,2<br />
±1,0 kg) resultó superior al de mayo (4,8 ± 0,9 kg) y<br />
enero (4,9 ± 0,9 kg), diferenciándose estadísticamente<br />
de ambos (P < 0,05). Esta circunstancia puede ser<br />
consecuencia del mejor estado corporal de las ovejas<br />
en septiembre, debido a la abundancia de recursos<br />
alimenticios de alto valor, como es el caso de los rastrojos<br />
de cereales.<br />
En lo que respecta a la diferencia estacional del PN,<br />
SIERRA (1984) también encuentra diferencias en la<br />
raza Rasa Aragonesa y sus cruces, resultando superiores<br />
los correspondientes al invierno frente a los alcanzados<br />
en verano.<br />
Los resultados obtenidos de PN según el tipo<br />
de parto (5,4 ± 1,0 y 4,7 ± 0,8 kg) y sexo (5,2 ± 1,0 y<br />
4,8 ± 0,9 kg) muestran una clara superioridad estadísticamente<br />
significativa (P < 0,05) de los corderos de<br />
parto simple frente a los de doble, y de los machos sobre<br />
las hembras. Resultados éstos que resultan similares<br />
a los obtenidos por otros autores en la raza<br />
Manchega (VERA y cois., 1979; VIJIL y cois., 1984;<br />
HUIDOBRO y JURADO, 1989) y en otras razas españolas<br />
(Churra: SANZ y cois., 1974; Merina: PEÑA, 1985).<br />
El peso en el destete (PD) varió significativamente,<br />
a distintos niveles, con CCP, CCD, EP, TP y SX. En relación<br />
con la CCP de las ovejas, se confirma que las que<br />
tuvieron una mejor CCP (> 3,0) fueron las que criaron<br />
corderos con mayor peso al destete (18,4 ± 4,2 kg),<br />
aunque no aparecieron diferencias estadísticas en los<br />
PD de corderos procedentes de los otros dos lotes de<br />
ovejas de diferente CCP.<br />
Contrariamente a lo que sucedía en el PN, la CCD<br />
de las ovejas sí influyó estadísticamente sobre el PD<br />
(P < 0,05), aunque en los tres grupos de CCD estudiados<br />
no se apreciaron diferencias estadísticas (P <<br />
0,05) en el PD de los corderos.<br />
Los corderos nacidos en septiembre fueron también<br />
los que alcanzaron un mayor PD (17,6 ± 4,5 kg). En
# • *<br />
CRECIMIENTO DE CORDEROS DE RAZA MANCHEGA SEGÚN LA CONDICIÓN CORPORAL... 87<br />
Tabla I<br />
Evolución del peso de corderos de raza Manchega según la condición corporal de las ovejas al parlo (CCP), al deslele<br />
(CCD), la época de parto (EP), el tipo de parto (TP) y e! sexo (SX)<br />
PN (kg)<br />
P30 (kg)<br />
PD (kg)<br />
PV (kg)<br />
DNV (días)<br />
CCP<br />
3,0<br />
4,7 + 0,8"<br />
4,9 + 0,9"<br />
5,4+l,0 c<br />
11,7 ±2,2"<br />
12,2 ±2,2"<br />
12,7 ±2,5"<br />
16,1 ± 2,8"<br />
16,5 ±3,4"<br />
18,4 ±4,2"<br />
22,6 ± 4,1 "<br />
23,0 ±4,8"<br />
24,3 ± 5,2"<br />
70,2 ± 7,9"<br />
58,6 ±8,6""<br />
67 8 + 9 6"<br />
Niv. Sig<br />
-**-*<br />
***<br />
*<br />
NS<br />
CCD<br />
3,0<br />
4,9+1,0"<br />
5,0 + 0,9"<br />
5,0+1,0"<br />
12,0 ±2,1"<br />
12,2 ±2,2"<br />
12,8+2,7"<br />
16,8 ±3,6"<br />
17,0 ±3,7"<br />
16,5 ±3,1"<br />
22,7 ±4,8"<br />
2 3,4 ±4,8""<br />
24,0 ±4,8"<br />
68 5 + 7 6"<br />
68,7 + 7,3"<br />
69,9 + 9,1"<br />
Niv. Sig<br />
NS<br />
NS<br />
*<br />
NS<br />
NS<br />
EP<br />
Mayo<br />
Septiembre<br />
Enero<br />
4.8 + 0,9"<br />
5,2 + 1,0"<br />
4.9 + 0,9"<br />
12,7 ±2,5"<br />
11,9 + 2,3"<br />
12,0 + 2,0"<br />
15,9±2,1"<br />
17,6 ±4,5"<br />
17,0 ±3,4"<br />
23,8 ±4,1"<br />
21,4 ±4,9"<br />
24,7±4,5 C<br />
70,7 ±7,5"<br />
63,1 ±7,5"<br />
73,4±7,0 C<br />
Niv. Sig<br />
# # • *<br />
# • # • #<br />
**<br />
- # • - # " *<br />
• # - * - # -<br />
TP<br />
Simple<br />
Doble<br />
5,4+1,0"<br />
4,7 + 0,8"<br />
13,3 ±2,3"<br />
11,5 ±2,1"<br />
18,4 ±3,9"<br />
15,8 ±2,8"<br />
24,6 ±5,1"<br />
22,2 + 4,3"<br />
88,8 ±9,5"<br />
68,3 ±7,9"<br />
Niv. Sig<br />
• # • * • *<br />
-*-**<br />
• # • # #<br />
# • * #<br />
NS<br />
SX<br />
Macho<br />
Hembra<br />
5.2 + 1,0"<br />
4.3 + 0,9"<br />
12,8 ±2,3"<br />
11,6 + 2,1"<br />
17,6 ±2,8"<br />
16,2 ±2,2"<br />
24,6 ±5,0"<br />
22,0 ±4,1"<br />
69,0 ±7,9"<br />
68,5 ±9,2"<br />
Niv. Sig<br />
###<br />
- # • - # • *<br />
• * • - * • - *<br />
•i(H)H(t<br />
NS<br />
Media Í7111<br />
5,0+1,0<br />
12,2 + 2,3<br />
16,9 ± 3,6<br />
23,2 ± 4,3<br />
68,7 + 7,5<br />
PN = Peso nacimiento; P30 = Peso treinta días; PV = Peso venta; DNV = Días nacimiento-venta; ( ) = Núm. de animales; **# = P < 0,001; ** = P < 0,01; # = P < 0,05;<br />
NS = Diferencias no significativas; letras distintas = Diferencias significativas (p < 0,05).<br />
relación con el tipo de parto y el sexo, se mantienen<br />
las diferencias observadas en el PN a favor de los machos<br />
y los corderos simples (P < 0,05).<br />
El peso medio al destete en cuarenta y cinco días<br />
(16,9 ± 3,6 kg) resultó en general superior a los aportados<br />
por otros autores (VERA y cois., 1979; VIJIL y<br />
cois., 1984).<br />
El peso de venta (PV) de los corderos también fue<br />
diferente según la CCP, EP, TP y SX, a diferentes niveles<br />
estadísticos. Los corderos hijos de las mejores ovejas<br />
desde el punto de vista de la CCP (> 3,0) mantienen<br />
su mayor PV (24,3 ± 5,2 kg) en relación con los<br />
otros dos grupos.<br />
El PV obtenido en los partos de septiembre (21,4 ±<br />
4,9 kg), que resultó el más bajo de las tres épocas estudiadas,<br />
es consecuencia de la menor duración del<br />
cebo (63,1 ± 7,5 días) en esta época, y no permite obtener<br />
otro tipo de conclusiones al respecto.<br />
También el PV mostró diferencias estadísticas (P <<br />
0,05) a favor de los machos y de los corderos nacidos<br />
simples. En relación con el sexo FALAGAN (1986), en<br />
la raza Segureña, no encuentra diferencias en el peso<br />
sacrificio (noventa días) entre sexos, y PEÑA (1985),<br />
en la Merina, sólo las encuentra en las últimas semanas<br />
de vida.<br />
Por otra parte, en la tabla I figuran los valores correspondientes<br />
al intervalo de tiempo entre el nacimiento<br />
y la venta de los corderos (DNV) en cada uno<br />
de los casos estudiados, observándose claramente cómo<br />
este parámetro no sufre variaciones estadísticas,<br />
excepto como consecuencia de la EP, atribuibles a necesidades<br />
de la experiencia.<br />
En lo que respecta al crecimiento de los corderos,<br />
en la tabla II se han recogido las ganancias medias<br />
diarias (GMD) en las diferentes etapas, junto a un<br />
análisis de la varianza múltiple para establecer la influencia<br />
estadística de la CCP, CCD, EP, TP y SX.<br />
Los tres grupos de ovejas según la CCP determinaron<br />
diferencias estadísticas a diferentes niveles en todas<br />
las etapas del crecimiento de los corderos, con<br />
excepción de la que va desde el destete a la venta, en<br />
la que al haberse producido la separación de la madre,<br />
el estado corporal de ésta no afecta al crecimiento<br />
del cordero.<br />
En los casos en los que la GMD varió con la CCP se<br />
observan los mayores crecimientos en los corderos
* • *<br />
88 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />
Tabla II<br />
Ganancia media diaria de corderos de raza Manchega según la condición corporal de las ovejas al parto (CCP), al destete<br />
(CCD), la época de parto (EP), el tipo de parto (TP) y el sexo (SX)<br />
GMD 0-3 (g) GMD 0-D (g) GMD 30-V (g) GMD D-V (g) GMD 0-V (g)<br />
3,0 260,3166.2" 285,7158,7" 283,8+83,0" 252.8 i 76,4 a<br />
Niv. Sig *-» 262,0155,8" *** 267,4 * + 66,3" 251,3 NS 177,2"<br />
270,5 153.1" 279,3 + 57,8" 259,0171,1"<br />
CRECIMIENTO DE CORDEROS DE RAZA MANCHEGA SEGÚN LA CONDICIÓN CORPORAL... 89<br />
procedentes de las ovejas en mejor estado corporal<br />
(> 3,0), resultando el crecimiento medio diario entre<br />
nacimiento y venta de los corderos de estas ovejas<br />
(274,6 ± 51,7 g) el mayor de los tres grupos (P < 0,05).<br />
Por el contrario, la CCD de las ovejas no significó<br />
crecimientos diferentes en los corderos, en ninguna<br />
de las etapas consideradas.<br />
El TP representó crecimientos diferentes en los corderos<br />
simples y dobles, salvo en el intervalo comprendido<br />
entre los treinta días y la venta. Hasta el momento<br />
del destete los corderos simples crecieron más que<br />
los dobles (P < 0,05), pero desde este momento hasta<br />
la venta los dobles tuvieron un crecimiento más rápido<br />
(260,0 ± 71,8 vs 250,2 ± 72,6 g), coincidiendo de<br />
esta manera con lo expuesto anteriormente por otros<br />
autores también en la raza Manchega (APARICIO y<br />
cois., 1978; HUIDOBRO y JURADO, 1989).<br />
En la tabla III aparecen los valores de los coeficientes<br />
de correlación entre todos los parámetros estudiados.<br />
En lo que respecta a los pesos, se obtuvieron unos<br />
coeficientes entre PN y P30 (0,59), PN y PD (0,58) de<br />
tipo medio, este último algo más alto que el obtenido<br />
por HUIDOBRO y JURADO (1979), también en raza<br />
Manchega. Algo superiores fueron los que se obtuvieron<br />
entre P30 y PD (0,65), P30 y PV (0,69) y PD y<br />
PV (0,79).<br />
CONCLUSIONES<br />
Los resultados obtenidos demuestran claramente<br />
que el estado corporal de las ovejas en el momento<br />
del parto condiciona en gran medida la evolución del<br />
peso de los corderos y su velocidad de crecimiento,<br />
observándose el efecto sobre este último parámetro<br />
solamente hasta el momento del destete. Por el contrario,<br />
la condición corporal de las ovejas en el destete<br />
no parece influir sobre el crecimiento de los corderos.<br />
Por otra parte, los datos obtenidos permiten confirmar<br />
los resultados de otros autores relativos a la mayor<br />
valocidad de crecimiento de los machos sobre las<br />
hembras y de los corderos simples sobre los dobles,<br />
aunque en este último caso solamente hasta el destete,<br />
a partir del cual se produce un mayor crecimiento<br />
de los dobles, que no permite, sin embargo, compensar<br />
la diferencia anterior.<br />
AGRADECIMIENTOS<br />
Los autores desean expresar su agradecimiento al<br />
Instituto Técnico Agronómico Provincial (1TAP), y muy<br />
particularmente a Cándido Gómez y Prudencio López<br />
la ayuda prestada en distintas fases del trabajo.<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
APARICIO, R; GARCÍA, L., y VERA, A.: «Estudio de canales<br />
de corderos manchegos y cruzados, Sul'IVilk y Frisón por<br />
Manchego». Archivos de Zootecnia, 27 (105): 41-50, 1978.<br />
FALAGAN, A.: «Croissance et caracteristiques bouchéres des<br />
agneaux de race "Segureña", en fonction du type d'alimentation<br />
et du sexe». Simposio sobre Les carcasses d'agneaux<br />
et de chevreaux méditerranéens, CEE-Agrimed, Zaragoza,<br />
83-96, 9-10 diciembre 1986.<br />
HUIDOBRO, R, y JURADO, J. J.: «Producción de carne en el<br />
ovino Manchego en cruzamiento». Invest. Agr.: Prod. Sanid.<br />
Anim., 4 (1): 35-44, 1989.<br />
PEÑA, R: «Crecimiento en corderos de raza Merina española.<br />
Período de lactación». Arch. Zootec, 34 (128): 95-103,<br />
1985.<br />
PRUD'HON, M.: «La crissance globale de l'aigneau: ses caracteristiques<br />
et ses lois». 2em.es Journées de la recherche<br />
ovine et caprine, ITOVIC-INRA, 6-26, 1976.<br />
RHIND, S. M.; ROBINSON, J. J., y McDONALD, J.: «Relationships<br />
among uterine and placental factors in prolific<br />
ewes and their relevance to variations in total weight».<br />
Anim. Prod., 30: 115-124, 1980.<br />
SANZ, R.; OVEJERO, R, y ZORITA, E.: «El peso al nacimiento<br />
y sus relaciones con el sexo y la gemelaridad en los corderos<br />
de raza Churra». Avances en Alimentación y Mejora,<br />
XV (8-9): 271, 1974.<br />
SIERRA, I.: «Influencia de la estación en el cebo de corderos».<br />
IX Jornadas Científicas de la Sociedad Española de<br />
Ovinotecnia y Caprinotecnia, Granada-Málaga, 145-151,<br />
26-29 septiembre 1984.<br />
TISSIER, M., y THER1EZ, M.: «Influence du niveau des apports<br />
energétiques distribués á la brebis pendant la gestation<br />
sur le poids a la naissance et la croissance des agneaux».<br />
Ann. Biol. Anim. Biophys., 19 (IB): 235-240,1979.<br />
VERA, A.; APARICIO, R; GARCÍA, L., y GALÁN, P.: Comportamiento<br />
de la raza ovina Manchega en la producción de<br />
carne. Ministerio de Agricultura, Madrid, 143 págs, 1979.<br />
VIJIL, E.; RUIZ-POVEDA, J., y CIUDAD, C: «Peso al nacimiento<br />
de los corderos manchegos e influencia sobre el<br />
posterior crecimiento». IX Jornadas Científicas de la Sociedad<br />
Española de Ovinotecnia y Caprinotecnia, Granada-Málaga,<br />
109-143, 26-29 septiembre 1984.<br />
VILLETTE-HOUSSIN, Y., y THERIEZ, M.: «Facteurs de variation<br />
du poids a la naissance des agneaux». 7eme Journées<br />
de la Recherche Ovine et Caprine, ITOVIC-INRA, 165-186,<br />
1982.
Comunicación<br />
Reactivación de la actividad ovárica en ovejas Salz<br />
lactantes en época de actividad sexual<br />
J. A, Abecia, F. Porcada y L. Zarazaga<br />
INTRODUCCIÓN<br />
La raza Salz constituye un nuevo genotipo ovino<br />
surgido como respuesta a un sistema de explotación<br />
semiintensivo basado fundamentalmente en el aprovechamiento<br />
de forrajes y subproductos de regadío.<br />
Se trata de una raza sintética formada a partir de<br />
animales Romanov y Rasa Aragonesa al 50% (SIE<br />
RRA, 1982), con lo que evita los problemas de manejo<br />
que se producen al explotar animales F-¡ para unos<br />
rendimientos reproductivos similares.<br />
En el presente estudio se pretende conocer en primer<br />
lugar los parámetros reproductivos de ovejas<br />
Salz lactantes y vacías en época de actividad sexual<br />
(noviembre-diciembre). Por otra parte, y dado que en<br />
ovejas prolíficas se ha indicado la incompatibilidad<br />
que parece existir entre intensificación de la reproducción<br />
y prolificidad (HOEKE y VISSCHER, 1987;<br />
TCHAMITCHIAN, 1988), se pretende obtener información<br />
acerca de la influencia que sobre la salida en celo<br />
en lactación y la tasa de ovulación del primer ciclo<br />
tras el destete tiene el intervalo entre partos.<br />
MATERIAL Y MÉTODOS<br />
Se han utilizado dos lotes de ovejas Salz durante<br />
dos años consecutivos (1988 y 1989), lactantes y vacías,<br />
cuyo número, estado fisiológico y corderos criados<br />
quedan reflejados en la tabla I.<br />
Las ovejas lactantes iniciaron los partos en el mes<br />
de septiembre en ambos años, siendo el intervalo entre<br />
partos previo para las ovejas del año 1988 de ocho<br />
meses (tres partos cada dos años, experiencia 1) y de<br />
un año para las ovejas de 1989 (experiencia 2).<br />
Treinta días después del inicio de los partos, y tras<br />
el destete, se controló diariamente la actividad sexual<br />
de las ovejas mediante machos enteros provistos de<br />
mandil, registrándose el peso vivo y la condición cor-<br />
Departamento de Producción Animal y Ciencia de los<br />
Alimentos (Unidad de Producción Animal). Facultad de<br />
Veterinaria. Miguel Servet, 177. 50013 Zaragoza.<br />
poral en el momento de la aparición del primer posparto.<br />
Además se realizó laparoscopia siete días después<br />
del primer celo posdestete (tasa de ovulación),<br />
anotándose también en ese momento el peso vivo y la<br />
condición corporal.<br />
Las ovejas se destetaban semanalmente conforme<br />
sus corderos alcanzaban un peso de 11 kg cada uno.<br />
Simultáneamente en ambos años se registró la tasa<br />
de ovulación en ovejas vacías de la misma raza.<br />
Los datos fueron analizados por análisis de varianza.<br />
RESULTADOS Y DISCUSIÓN<br />
Los resultados obtenidos en el presente estudio se<br />
exponen en la tabla II. En las ovejas sometidas a un<br />
ritmo reproductivo de tres partos en dos años (experiencia<br />
1) parece manifestarse una influencia clara<br />
del número de corderos amamantados en relación al<br />
momento en que se produce el primer celo detectado,<br />
antes en las hembras que crían un cordero que en<br />
aquellas que amamantan dos o más (35,7 vs 45,4 días;<br />
p < 0,05), lo cual no sucede en las ovejas con un intervalo<br />
entre partos de un año.<br />
Por otra parte, y para una edad similar al destete<br />
en ambas experiencias (56,2 y 55,7 días para experiencias<br />
1 y 2), hay que destacar que los animales sometidos<br />
a una mayor intensificación manifiestan antes<br />
el primer celo (42,3 vs 60,0 días; p < 0,01), a pesar<br />
de la superior condición corporal en ese momento de<br />
las ovejas con un intervalo entre partos de un año<br />
(p < 0,01). Este hecho podría ser explicado en función<br />
Tabla I<br />
Número de animales y número de corderos criados<br />
durante los dos años<br />
N.° de corderos criados -<br />
1988 (experiencia 1)<br />
1989 (experiencia 2)<br />
1<br />
10<br />
15<br />
Lactantes<br />
2 3<br />
17 4<br />
13 2<br />
Vacías<br />
10<br />
12<br />
Total<br />
41<br />
42
92 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />
Tabla II<br />
Parámetros reproductivos de ovejas Salz lactantes y vacías en época de actividad sexual<br />
Lactantes<br />
Experiencia 1<br />
n<br />
Días posparto primer celo ...<br />
CC primer celo<br />
Destete (días posparto)<br />
Peso vivo destete, kg m<br />
CC tras destete* 11<br />
Tasa ovulación tras destete<br />
Experiencia 2<br />
n<br />
Días posparto primer celo ...<br />
CC primer celo<br />
Destete (días posparto)<br />
Peso vivo tras destete, kg ll) ..<br />
CC tras destete"'<br />
Tasa ovulación tras destete' 1 '<br />
1<br />
ro<br />
35,7 a(3)<br />
2,32<br />
47,8 a<br />
45,4<br />
2,25<br />
1,50<br />
15<br />
62,4<br />
2,47<br />
51,3 a<br />
44,3<br />
2,35<br />
1,67<br />
Corderos amamantados<br />
2 o más<br />
21<br />
45,4''<br />
2,21<br />
60,2 b<br />
46,6<br />
2,08<br />
1,72<br />
15<br />
57,6<br />
2,37<br />
60,0 b<br />
45,2<br />
2,25<br />
1,67<br />
Total<br />
31<br />
42,3<br />
2,25<br />
56,2<br />
46,2 A(4)<br />
2,14 A<br />
1,64 A<br />
Vacías<br />
10<br />
12<br />
1,67 A<br />
30<br />
60,0<br />
2,42<br />
55,7<br />
44,7 A<br />
2,30 A<br />
50,4 ,2)B<br />
3,05 (2,B<br />
220(2)B<br />
52,6 ,2,B<br />
3,04 (2)B<br />
267(2)B<br />
Ln el momento 011 que se produjo ei primer celo tras el destete.<br />
Datos recogidos en el mismo mes que en ovejas destetadas.<br />
Letras minúsculas diferentes indican diferencias significativas tal menos de p < 0,05) entre ovejas que crían uno. dos o más corderos.<br />
Letras mayúsculas diferentes indican diferencias significativas (al menos de p < 0,051 entre ovejas destetadas y vacías.<br />
de un efecto año; así en ovejas de raza Rasa<br />
Aragonesa vacías hemos podido comprobar una mayor<br />
duración del anoestro estacionario en 1989 en relación<br />
a 1988 (FORCADA y ABECIA, datos no publicados),<br />
lo que unido a un anoestro de lactación en el<br />
presente ensayo ha podido incidir negativamente en<br />
lo que a la reactivación de la actividad sexual se refiere.<br />
Como referencia, en ovejas Rasa Aragonesa,<br />
COGNIE y cois. (1976) señalan un intervalo parto-primer<br />
celo detectado de cincuenta y seis días en época<br />
de actividad sexual.<br />
La edad al destete también se ha visto afectada por<br />
el número de corderos amamantados en ambas experiencias,<br />
lógicamente a favor de las ovejas de parto<br />
simple que fueron destetadas más precozmente<br />
(p < 0,01 y p < 0,05 para experiencias. 1 y 2).<br />
La tasa de ovulación observada en el primer celo<br />
tras el destete fue muy similar en ambas experiencias<br />
(1,64 y 1,67 cuerpos lúteos para experiencias 1 y 2) y<br />
además el número de corderos amamantados no ejerce<br />
efecto alguno sobre ella. Estos resultados podrían<br />
confirmar lo señalado muy recientemente por algunos<br />
autores en el sentido de la escasa influencia que un<br />
mayor o menor estímulo de amamantamiento tiene<br />
sobre la función luteal (MANDIKI y cois., 1988; WA-<br />
LLACE y cois., 1989). Por ello, y a la vista de las diferencias<br />
significativas que existen al determinar en el<br />
mismo momento la tasa de ovulación de ovejas Salz<br />
recién destetadas y vacías en ambas experiencias, podría<br />
pensarse que las primeras necesitan dos o tres<br />
ciclos tras el destete para recuperar el nivel ovulatorio<br />
propio de la época, al igual que sucede habitualmente<br />
al inicio de ia estación sexual con ovejas<br />
vacías (MONTGOMERY y cois., 1988; FORCADA<br />
y cois., 1989). Por otra parte, es posible que la mayor<br />
tasa de ovulación de las hembras vacías pueda estar<br />
mediatizada por su superior peso vivo y condición<br />
corporal, si bien estos factores parecen actuar más<br />
directamente en la rapidez con que se reactiva la plena<br />
actividad ovárica tras un período de anoestro<br />
(FORCADA y cois., 1989).<br />
En conjunto, y en las condiciones del presente ensayo,<br />
el ritmo reproductivo no parece afectar a los parámetros<br />
estudiados, por lo que serían necesarias pruebas<br />
ulteriores más amplias para cuantificar el posible<br />
efecto negativo de la intensificación sobre la prolificidad<br />
detectado por algunos autores.<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
COGNIE, Y. ; VALLS, M., y HALLANER, J.: Conocimiento de la<br />
duración del anoestro post-partum e influencia del momento<br />
del destete en la oveja Rasa Aragonesa. II Jornadas<br />
sobre ganado lanar. Huesca, 1976.<br />
FORCADA, R; SIERRA, I., y ABECIA, J. A.: Sexual activity<br />
and ovulation rate throughout the year in Rasa<br />
Aragonesa ewes with different body fat reserves. 40th<br />
Annual Meting of the EAAP. Dublín (Eire), 1989.<br />
HOEKE, H., y VISSCHER, A. H.: Relationships between litter<br />
size and lambing percentage in an 8 month lambing system.<br />
38th Annual Meeting of the EAAP. Lisbon (Portugal),<br />
1987.
REACTIVACIÓN DE LA ACTIVIDAD OVARICA EN OVEJAS SALZ LACTANTES... 93<br />
MANDIKI, S. N. M.; BISTER, J. L.; DEMEYER, C, y PAGUAY,<br />
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activity in Texel ewes. 3rd World Congress on<br />
Sheep and Beef Cattle Breeding. París. Vol. 2, 717-720,<br />
1988.<br />
MONTGOMERY, G. W.; SCOTT, I. C, y JOllNSTON'E. P. I).:<br />
«Seasonal changes in ovulation rato in Coopworth ewes<br />
maintained at different liveweights». Anlm. lieprod. ScL,<br />
17: 197-205, 1989.<br />
SIERRA, I.: «Formación de una nueva raza ovina sintética a<br />
partir de las razas Romanov v Rasa Aragonesa».<br />
Zootechnia, XXXI (1-2-3): 14-20, 1982.<br />
TCHAMITCHIAN, L.: Choix du momenl. el da ri/thmc de reproduction.<br />
Possibilités de la Génélique. 3rd World<br />
Congress on Sheep and Beef Cattle Breeding. París. Vol. 2,<br />
529-546, 1988.<br />
WALLACE, J. M. ; ROBINSON, J. J.. y AITKHW R. I'.:<br />
«Successful pregnancies after transl'er ol'embryos recovered<br />
from ewes induced to ovíllate; 24-29 days post partum».<br />
J. Reprod. FerL, 86: 627-635, 1989.
Comunicación<br />
Características de la canal de chivos Veratos sacrificados<br />
a los cuarenta y cinco días de edad<br />
M. T. Guillen*, P. L. Rodríguez**, A. I. Mayoral*, J. Tovar y S. Regodón**<br />
RESUMEN<br />
Tras el sacrificio a los cuarenta y cinco días de<br />
edad de 12 cabritos Veratos de ambos sexos y su correspondiente<br />
esquinado se ha procedido a evaluar<br />
diferentes parámetros de calidad de la canal. Los machos<br />
tienen un 48,5 de piezas de primera categoría,<br />
28,5% de segunda y 23% de tercera; las hembras, respectivamente,<br />
50,0, 26,8 y 23%. Las diferencias observadas<br />
resultaron ser significativas. De la importancia<br />
relativa de cada pieza se deduce un mayor<br />
desarrollo del tronco de las hembras a la edad de<br />
cuarenta días.<br />
INTRODUCCIÓN<br />
La canal caprina es semejante, a grandes rasgos, a<br />
la ovina con respecto a su morfología y rendimiento<br />
(4, 7); sin embargo, difiere en la composición tisular, y<br />
de modo especial en el contenido graso, que es ciertamente<br />
menor (6), hecho que en la cabra se justifica<br />
parcialmente por deposición tardía de la grasa (9).<br />
En el ámbito de las razas autóctonas, los estudios<br />
sobre las características de producción cárnica son<br />
muy limitados y se circunscriben, generalmente, a razas<br />
lecheras, en las que la producción de carne tiene<br />
un carácter complementario.<br />
Con el presente estudio se valora la aptitud sarcopoyética<br />
de una raza caprina de doble finalidad, la<br />
Verata.<br />
MATERIAL Y MÉTODOS<br />
Se han utilizado un total de 12 cabritos de ambos<br />
sexos, criados mediante lactancia natural; su sacrificio<br />
tuvo lugar a los cuarenta y cinco días de vida tras<br />
veinticuatro horas de ayuno y previamente se determinó<br />
el peso vivo de cada uno de los animales.<br />
Tras el sacrificio y oreo de la canal durante veinti-<br />
* Cátedra de Anatomía y Embriología.<br />
** Cátedra de Producción Animal. UNEX. Facultad de<br />
Veterinaria. Cáceres.<br />
cuatro horas en cámara frigorífica a 4.° C, se procedió<br />
a su esquinado, siguiendo la metodología propuesta<br />
por diversos autores para el ganado ovino (2, 3), valorándose<br />
los siguientes pesos y medidas:<br />
Pesos<br />
Canal, media canal, pierna, espalda, cuello, lomo,<br />
costillar craneal y costillar caudal.<br />
Medidas<br />
F (Longitud de la pierna). L (Longitud de la canal).<br />
G (Anchura de la grupa).<br />
A partir de estos parámetros se determinó el rendimiento<br />
canal (peso canal/peso vivo), el porcentaje que<br />
supone cada pieza respecto a la media canal (peso<br />
pieza/peso media canal), así como el rendimiento de<br />
las piezas agrupadas por categorías comerciales:<br />
pierna, lomo y costillar caudal (primera); espalda y<br />
costillar craneal (segunda), y cuello y pecho (tercera).<br />
Las medidas sirvieron para calcular el índice de compacidad<br />
de la canal (peso canal/L) y el índice de compacidad<br />
de la pierna (G/F).<br />
Se comprobó la existencia de diferencias significativas<br />
entre sexos para las distintas variables mediante<br />
el análisis de varianza a una vía. Finalmente se evaluó<br />
la interdependencia entre variables por un análisis<br />
de correlación lineal.<br />
RESULTADOS<br />
Los valores medios del peso vivo al sacrificio alcanzados<br />
son de 9,46 kg para los machos y 7,75 kg para<br />
las hembras (tabla I), similares a los indicados por (I)<br />
en la cabra Negra Serrana (9,68 kg en machos), aunque<br />
inferiores para el caso de las hembras (9,03 kg);<br />
ambas razas se manifiestan a su vez superiores a la<br />
mayoría de las razas lecheras españolas: Malagueña,<br />
en la que (8) encuentran que al cabo de cuarenta y<br />
dos días los machos pesan 9,1 kg, y Murciana, con 5,5<br />
kg a la misma edad y sexo (9).
96 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />
Tabla I<br />
Valores medios del peso vivo, de la canal y de la media<br />
canal para ambos sexos con la significación estadística de<br />
las diferencias<br />
Variable Machos Hembras<br />
Peso vivo 9.464,16 ± 210,30<br />
Peso canal 4.753,14 ± 141,30<br />
Peso media C... 2.399,81 ± 70,60<br />
** = p < 0.01. Cifras expresadas en gramos.<br />
7.749 ±355,52 17,23**<br />
3.920,97 ± 169,17 14,25**<br />
1.960,48 ± 84,58 15,89**<br />
Tras el sacrificio, el rendimiento comercial de la cañal<br />
obtenido fue prácticamente idéntico en ambos sexos:<br />
50,23% para los machos y 50,63% en las hembras<br />
(tabla I) y resultan ser ligeramente superiores a<br />
los indicados en razas caprinas lecheras: 48,2% en la<br />
Alpina Francesa (5) y 48,44% en la Granadina (11);<br />
sin embargo, en la raza Negra Serrana, de clara aptitud<br />
cárnica, los rendimientos comerciales son superiores:<br />
53,45% en machos y 52,98% en hembras (1).<br />
Desde este punto de vista la cabra Verata quedaría situada<br />
a mitad de camino entre las razas lecheras y<br />
las serranas de acuerdo con su doble aptitud.<br />
Los valores medios del peso correspondientes a las<br />
piezas comerciales se recogen en la tabla II.<br />
Lógicamente, y de acuerdo con su mayor tamaño, los<br />
machos aparecen siempre superiores a las hembras en<br />
este apartado, si bien en el caso del lomo y del costillar<br />
craneal las diferencias no llegan a ser significativas, lo<br />
que nos demostraría un mayor desarrollo relativo del<br />
tronco en estas últimas. Ello aparece confirmado en la<br />
tabla III, que refleja el peso relativo de cada pieza y se<br />
observa cómo el lomo, el costillar craneal y el costillar<br />
caudal tienen un mayor peso específico en las hembras.<br />
Una comparación de estos resultados es dificultosa,<br />
pues las experiencias recogidas en la bibliografía<br />
se limitan, generalmente, al estudio con machos.<br />
Tabla III<br />
Porcentaje que supone cada pieza respecto a la media<br />
canal<br />
Variable Machos Hembras<br />
Pierna 3,83 + 0,52 31,91+0,89<br />
Espalda 22,34 + 0,46 19,44 + 0,61<br />
Cuello 10,14 ±0,35 9.37 ±0,31<br />
Lomo 5,46 + 0,21 6,16 ±0,24<br />
C. craneal 4,73x0.24 5.02 ± 0,06<br />
C. caudal 1 1.64 ± 0.39 7.49 ± 0,38<br />
Pecho 11,64 ±0,39 11,65 ±0,36<br />
n.s. = no significativo. ** - p < 0.001.<br />
3,44 u.s.<br />
14,15**<br />
2.59 n.s.<br />
4,56 n.s.<br />
1.31 n.s.<br />
2,55 n.s.<br />
0,00 n.s.<br />
De los trabajo revisados, solamente (1) realiza su experiencia<br />
con ambos sexos, y si bien el patrón de despiece<br />
seguido ha sido diferente, el mayor porcentaje<br />
del apartado falda de las hembras (14,6% frente a<br />
11,8%); también indica un mayor desarrollo relativo<br />
del tronco femenino a la edad de cuarenta y cinco días.<br />
El agrupamiento por categorías comerciales (tabla II)<br />
arroja diferencias a favor de las hembras (50,02%) en<br />
la primera categoría y de los machos (28,54%) en la<br />
segunda, siendo similares (23%) respecto a la tercera.<br />
En cualquier caso, aun siguiendo métodos de esquinado<br />
diferentes, son valores semejantes a los de la<br />
Negra Serrana (1), Murciana-Granadina (6) o al propio<br />
ganado ovino (12).<br />
Finalmente, las medidas de la canal (tabla IV) vuelven<br />
a revelar el mayor desarrollo del sexo masculino<br />
frente al femenino y sitúan a la raza Verata con unos<br />
valores de L, F y G prácticamente idénticos a los de la<br />
Negra Serrana (1). De ello se deduce un índice de<br />
compacidad de la canal (L/peso canal) de 114,81 g/cm<br />
en machos y 96,71 g/cm en las hembras, inferiores a<br />
los indicados en la referida raza (144,71 y 141,24<br />
g/cm, respectivamente), que presenta una canal más<br />
Tabla II<br />
Valores medios de las diferentes piezas comerciales y su agrupación por categorías<br />
Variable Machos Hembras<br />
Pierna (1)<br />
Espalda (2)<br />
Cuello (3)<br />
Lomo (1)<br />
C. craneal (2).<br />
C. caudal (1)...<br />
Pecho (3)<br />
812,16 ±27,42<br />
537,00 ±23,01<br />
244,50 ±14,72<br />
130,66 ±4,55<br />
114,00 ±7,48<br />
161,00 ±5,72<br />
279,50 ± 12,61<br />
624,50 ± 27,97<br />
380,16 ± 16,59<br />
183,50 ±8,75<br />
120,16 ±4,11<br />
98,33 ±3,52<br />
145,50 ±3,64<br />
227,50 ±7,40<br />
22,95***<br />
30,54***<br />
12,67**<br />
2,91 n.s.<br />
3,58 n.s.<br />
5,21*<br />
12,63**<br />
Categoría<br />
%<br />
%<br />
Primera<br />
Segunda<br />
Tercera<br />
48,51 ±0,45<br />
28,54 ±0,31<br />
22,94 ±0,30<br />
50,02 ±0,32<br />
26,88 ±0,25<br />
23,08 ±0,18<br />
7,36*<br />
16,60**<br />
0,17 n.s.<br />
n.s. = no significativo. * = p < 0,05. ** = p < 0,001. *** = p < 0,001. Cifras expresadas en gramos o porcentaje, según el raso.
CARACTERÍSTICAS DE LA CANAL DE CHIVOS VERATOS SACRIFICADOS... 97<br />
Tabla IV<br />
Valores medios de las longitudes asociadas a la canal<br />
Variable<br />
F<br />
I<br />
G<br />
L/P canal<br />
G/F<br />
n.s. = no significativo.<br />
tros.<br />
Machos<br />
21,50 ±0.65<br />
41,53 ±0,30<br />
10,08 ±0.23<br />
114,81 ±3,70<br />
0,47 ± 0,01<br />
Hembras<br />
1 9,85 ± 0,69<br />
40,56 ± 0,55<br />
9,56 ±0,15<br />
95,97 ±2,63<br />
0,48 ± 0,00<br />
F<br />
2.97 n.s.<br />
2.32 n.s.<br />
3,28 n.s.<br />
12,44**<br />
0,74 n.s.<br />
densa (mayor peso con similar longitud). El índice de<br />
compacidad de la pierna (G/F) es de 0,46 en los machos<br />
y 0,48 en las hembras, prácticamente idénticos a<br />
los de la Negra Serrana. Respecto al ganado ovino, tomando<br />
como referencia el merino autóctono, si bien<br />
la compacidad de la pierna es similar (0,48), las canales<br />
son netamente más compactas (239 g/cm), tal y<br />
como se desprende de los datos de (13).<br />
Con todo ello se pone de manifiesto la buena aptitud<br />
cárnica de la raza Verata previamente apuntada<br />
en los estudios de crecimiento realizados por (10).<br />
Por último, se ha procedido a obtener la matriz de<br />
correlaciones lineales existentes entre las diferentes<br />
variables contempladas en el estudio (tabla V). Dado<br />
que lo interesante de estas relaciones es poder predecir<br />
valores a partir de un mínimo de mediciones, puede<br />
comprobarse cómo los dos valores que presentan<br />
una correlación más elevada respecto al resto de variables<br />
son el peso vivo y el peso de la canal. El peso<br />
de la canal y las medidas F, L y G deben determinarse<br />
a partir del peso vivo, de las que es buen predictor. El<br />
peso de las diferentes piezas, por su parte y como es<br />
lógico, muestra una correlación más alta con el peso<br />
de la canal, siendo este parámetro el predictor de<br />
elección; en este último caso se obtienen unas correlaciones<br />
altas, excepto, lógicamente, en el caso de las<br />
piezas antes aludidas, en las que el sexo induce diferencias.<br />
60i<br />
40-<br />
ZÉ<br />
Fig. 1.—Categorías comerciales.<br />
^nv'S<br />
HEMBRAS<br />
* = p < 0,05. ** = p < 0,001. Cifras exprés adas en céntimo-<br />
Fig. 2.—Porcentaje de piezas.<br />
Las ecuaciones asociadas se muestran a continuación:<br />
Peso canal = 209.303 + 0,479 peso vivo<br />
F = 11.161 + 0,001 peso vivo<br />
L = 34.780 + 0,0007 peso vivo<br />
G = 7.649 + 0,0002 peso vivo<br />
Pierna = —97.658 + 0,188 peso canal<br />
Espalda = -190.111 + 0,149 peso canal<br />
Cuello = —74.480 + 0,066 peso canal<br />
Lomo = 75.877 + 0,011 peso canal<br />
C. craneal = 13.737 + 0,021 peso canal<br />
C. caudal = 109.976 + 0,009 peso canal<br />
Pecho = 28.380 + 0,052 peso canal<br />
Tabla V<br />
Matriz de correlaciones entre los diferentes pesos y medidas de la canal<br />
1. P. vivo<br />
2. P. canal....<br />
3. Pierna<br />
4. Espalda....<br />
5. Cuello<br />
6. Lomo<br />
7. C. craneal.<br />
8. C. caudal..<br />
9. Pecho<br />
10. F<br />
11. L<br />
12. G<br />
1<br />
0,952<br />
0,899<br />
0,851<br />
0,818<br />
0,456<br />
0,769<br />
0,402<br />
0,804<br />
0,691<br />
0,705<br />
0,524<br />
1 10 11 12<br />
1<br />
0,908<br />
0,899<br />
0,885<br />
0,562<br />
0,759<br />
0,409<br />
0,810<br />
0,560<br />
0,618<br />
0,329<br />
1<br />
0,970<br />
0,954<br />
0,589<br />
0,729<br />
0,665<br />
0,934<br />
0,470<br />
0,509<br />
0,437<br />
1<br />
0,954<br />
0,625<br />
0,711<br />
0,646<br />
0,900<br />
0,448<br />
0,526<br />
0,390<br />
1<br />
0,602<br />
0,853<br />
0,584<br />
0,888<br />
0,317<br />
0,459<br />
0,265<br />
1<br />
0,309<br />
0,620<br />
0,672<br />
0,334<br />
0,177<br />
0,424<br />
1<br />
0,398<br />
0,750<br />
0,204<br />
0,493<br />
0,197<br />
1<br />
0,795<br />
0,026<br />
0,086<br />
0,378<br />
1<br />
0,397<br />
0,431<br />
0,461<br />
1<br />
0,710<br />
0,781<br />
1<br />
0,581 1
98 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
1. ALIA, M. J.: Estudio etnológico y productivo de la<br />
agrupación caprina. Tesis doctoral. Facultad de<br />
Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid,<br />
1987.<br />
2. APARICIO, F.: Contribución al estudio de los caracteres<br />
productivos de una agrupación de ovinos de raza<br />
Merina Campiñesa en la comarca de Baena (Córdoba).<br />
Tesis doctoral. Facultad de Veterinaria de Córdoba,<br />
1976.<br />
3. BOCCARD, R., y DUMONT, B. L.: «Etude de la production<br />
de viande chez les ovins. Le decoupe des carcasses.<br />
Definition d'une decoupe de reference». Annales<br />
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y cualitativos de la producción de carne caprina».<br />
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Caracteristiques des carcasses et de la viande de<br />
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VIEU, J.: Facteurs influencant la qualité des carcasses<br />
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59-74, 1978.<br />
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Verata. Tesis doctoral, Universidad de Extremadura,<br />
1989.<br />
11. SANZ, R.; MUÑOZ, F. J.; LARA, L., y BOZA, J.: «Efectos<br />
del nivel de alimentación, clase de leche y edad en el<br />
desarrollo de cabritos de raza Granadina».<br />
Investigación Agraria. Producción y sanidad animales,<br />
2: 93-103, 1987.<br />
12. TOVAR, J. J.: Composición tisular y crecimiento relativo<br />
de órganos de corderos de raza Merina española.<br />
Tesis doctoral, Universidad de Córdoba, 1984.<br />
13. TOVAR, J. J.: «Conformación de canales de cordero de<br />
raza merina». Archivos de Zootecnia, 131: 41-48,<br />
1986.
Comunicación<br />
Estudio de los caracteres reproductivos<br />
de la oveja Rubia de El Molar<br />
M. Ibáñez*, J. Thos* y J. J. Urquía**<br />
RESUMEN<br />
Para conocer los parámetros reproductivos de la<br />
agrupación ovina Rubia de El Molar de la Comunidad<br />
de Madrid se han recogido datos en diferentes rebaños<br />
sobre un total de 770 ovejas.<br />
En los datos obtenidos se observa una mayor concentración<br />
de partos en los meses de noviembre y diciembre.<br />
Hemos calculado una fertilidad anual de<br />
0,85 (85%) con valores de 0,88 en cubriciones de febrero-marzo<br />
y 0,83 de junio-julio. La prolificidad media<br />
obtenida es de 1,24, con extremos de 1,28 en los<br />
partos de julio-agosto y 1,20 en los de noviembre-diciembre.<br />
El análisis de estas cifras nos señalan la ausencia<br />
de anoestro estacionario durante los meses de<br />
febrero y marzo en los animales controlados.<br />
SUMMARY<br />
Data from 770 Rubia de El Molar ewes included in<br />
several flocks were obtained to know the reproductive<br />
rates.<br />
Data shows a lambing concertation in november<br />
and december. The annual conception rote was 85%,<br />
raising 88% for ewes maited in february-march and<br />
83% in june-july. Lambs born per lambing ewe averaged<br />
1,24, raising 1,28 in july-august period and 1,20<br />
in november-december. This results suggets that seasonal<br />
anoestrus in february-march does not appear in<br />
these ewes.<br />
INTRODUCCIÓN<br />
La agrupación Rubia de El Molar está constituida<br />
por ovinos muy rústicos y poco estudiados hasta el<br />
momento actual, que se explotan en régimen de pastoreo<br />
ocupando zonas de la sierra de la Comunidad<br />
de Madrid. Los censos actuales disponibles indican<br />
* Departamento de Producción Animal. Facultad de<br />
Veterinaria de Madrid.<br />
* Consejería de Agricultura y Cooperación. Comunidad de<br />
Madrid.<br />
unas 6.500 hembras reproductoras en pureza y una<br />
cantidad superior de animales cruzados (M. IBÁÑEZ,<br />
1990).<br />
El escaso número de efectivos que en la actualidad<br />
posee esta agrupación, por un lado, y el interés en<br />
mantener y potenciar esta ganadería fuertemente ligada<br />
al medio, por otro, nos plantean la urgente necesidad<br />
de llevar a cabo un estudio de las posibilidades<br />
productivas de estos animales para un mejor<br />
aprovechamiento de todos los recursos disponibles.<br />
Un especial interés tiene en este contexto el conocimiento<br />
de sus caracteres reproductivos.<br />
El presente trabajo constituye una primera<br />
aportación en este sentido, basada, por un lado, en experiencias<br />
concretas y, por otro, en la información recabada<br />
a través de controles efectuados a nivel de explotación.<br />
MATERIAL Y MÉTODOS<br />
1. Material animal<br />
El estudio se ha realizado, por una parte, controlando<br />
el proceso reproductivo del rebaño experimental<br />
que la Comunidad de Madrid posee en Valdetorres<br />
del Jarama. Este rebaño consta de 140 hembras adultas<br />
pertenecientes a la agrupación ovina Rubia de El<br />
Molar.<br />
Por otra, se han recogido datos reproductivos de<br />
tres rebaños explotados actualmente en tres municipios<br />
de la zona donde la Rubia de El Molar se sigue<br />
manteniendo en pureza, con un total de 630 ovejas<br />
controladas.<br />
2. Metodología<br />
Con el rebaño experimental se realizaron controles<br />
de cubrición y resultados de partos durante dos años<br />
en las distintas épocas, estudiándose fertilidad, prolificidad<br />
y fecundidad.<br />
Los controles realizados en los rebaños de la zona<br />
de localización de la Rubia de El Molar fueron los
100 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />
Tabla I<br />
Rubia de El Molar (ovejas adultas). Porcentaje de partos<br />
según época del año<br />
Julio-agosto<br />
Noviembre-diciembre.<br />
Rebaño exp. (%) Otros reb. (%)<br />
37<br />
63<br />
41<br />
59<br />
mismos que para el rebaño experimental durante un<br />
período de un año.<br />
En ambos casos los animales estuvieron sometidos<br />
a un régimen de un parto anual, obteniendo dos parideras<br />
al año, una en verano (julio y agosto) y otra en<br />
otoño-invierno (noviembre y diciembre), de manera<br />
que las cubriciones tienen lugar dos veces al año. Los<br />
machos permanecen con las hembras durante los períodos<br />
de cubrición que tienen lugar en los meses de<br />
febrero-marzo y junio-julio.<br />
La alimentación que se les suministró a estas ovejas<br />
podemos considerarla como de usual en la zona, a base<br />
de salidas a pasto durante todo el año, excepto durante<br />
el primer mes de lactación. Se suministra paja a<br />
voluntad eri'el establo, complementando en ocasiones<br />
con heno de alfalfa. Asimismo se dan suplementos alimenticios<br />
a base de cereales o piensos quince-veinte<br />
días antes de la cubrición, al ñnal de la gestación y<br />
durante la lactancia.<br />
RESULTADOS Y DISCUSIÓN<br />
1. Distribución de partos<br />
Tanto en el rebaño experimental como en los otros<br />
rebaños estudiados, el mayor número de partos corresponde<br />
a cubriciones de junio-julio que abocan a<br />
partos de noviembre-diciembre. Así, obtenemos valores<br />
del 63% para el rebaño experimental y del 59%<br />
para el conjunto de los otros rebaños durante esta paridera.<br />
Estos datos se encuentran representados en las tablas<br />
I y II. En ellos se pone de manifiesto la distribución<br />
estacional de los partos a lo largo del año, señalando<br />
que por intereses de comercialización no se<br />
desean partos en otras épocas.<br />
En efecto, la venta de corderos se centra en la épo-<br />
Noviembre..<br />
Diciembre...<br />
Julio<br />
Agosto<br />
Tabla II<br />
Rubia de El Molar. Distribución de partos<br />
Rebaño<br />
experimental<br />
39<br />
24<br />
17<br />
20<br />
Otros<br />
rebaños<br />
37<br />
22<br />
19<br />
22<br />
Media<br />
38<br />
23<br />
18<br />
21<br />
Comparación<br />
entre rebaños<br />
NS<br />
NS<br />
NS<br />
NS<br />
Tabla III<br />
Rubia de El Molar. Fertilidad<br />
Fertilidad<br />
anual<br />
Cubriciones<br />
Febrero-marzo<br />
Junio-julio<br />
Rebaño<br />
experimental<br />
Adultas 0,82 0,91 0,76<br />
Corderas 0,58 0,60 0.56<br />
Otros rebaños<br />
(adultas)<br />
R-l 0,77 0,77 0,76<br />
R-2 0,91 0,93 0,90<br />
R-3 0,89 0,91 0,87<br />
Media 0,86 0,88 0,85<br />
Media general<br />
ponderada 0,85 0,88 0,83<br />
Comparación de medias (ovejas adultas):<br />
Entre rebaños (experimental-otros rebaños): NS.<br />
Rebaño experimental (según época de cubrición): p < 0,05.<br />
Otros rebaños (M) (según época de cubrición): NS.<br />
ca veraniega (15 de julio-15 de septiembre) con una<br />
fuerte demanda de lechales como causa de las fiestas<br />
muy numerosas en todos los pueblos de la sierra y del<br />
gran número de visitantes y turistas que se mueven<br />
por la zona en esta época. Todo ello da lugar a un importante<br />
consumo que es el responsable de esta demanda<br />
estacional. También en la época navideña el<br />
lechal de esta zona tiene la consideración de «plato<br />
casi obligado», originando el mismo efecto sobre el<br />
consumo que en el caso anterior.<br />
Las parideras se concentran durante los meses de noviembre<br />
(38% del total de los partos anuales), diciembre<br />
(23%), julio (18%) y agosto (21%). Estos datos coinciden<br />
sólo parcialmente con los indicados por S. BELDA y<br />
S. TRUJILLANO (1986), según los cuales las parideras<br />
aparecen concentradas en otoño y primavera.<br />
Las diferencias de valores entre los partos de julioagosto<br />
y de noviembre-diciembre no son significativas<br />
si comparamos el rebaño experimental con el conjunto<br />
de los otros rebaños (tabla II), cosa totalmente lógica,<br />
ya que el manejo está dirigido en ambos casos<br />
hacia la obtención de los partos en estas épocas concretas.<br />
La concentración más alta de partos se da en noviembre<br />
en ambos casos (39 y 37% para el rebaño experimental<br />
y otros rebaños, respectivamente), estando<br />
muy por encima de las concentraciones de partos<br />
obtenidas en otros meses del año (tabla II). Las cifras<br />
más bajas corresponden al mes de julio, con un 17%<br />
de los partos para el rebaño experimental y un 19%<br />
para el conjunto «otros rebaños».<br />
La Rubia de El Molar es considerada por los ganaderos<br />
de la zona como una oveja que no presenta parada<br />
sexual en los meses de febrero-marzo, con lo
ESTUDIO DE LOS CARACTERES REPRODUCTIVOS DE LA OVEJA RUBIA DE EL MOLAR 101<br />
Tabla IV<br />
Rubia de El Molar. Prolificidad<br />
Tabla V<br />
Rubia de El Molar. Fecundidad<br />
Fertilidad<br />
anual<br />
Cubriciones<br />
Febrero-marzo<br />
Junio-julio<br />
Fecundidad<br />
anual<br />
Cubrición as<br />
Febrero-marzo<br />
Junio-julio<br />
Rebaño<br />
experimental<br />
Adultas<br />
1,16<br />
1,18<br />
1,14<br />
Rebaño<br />
experimental<br />
Adultas<br />
0,95<br />
1,07<br />
0,87<br />
Otros rebaños<br />
(adultas)<br />
R-1 ........<br />
R-2<br />
R-3<br />
Media<br />
Media general<br />
ponderada<br />
1,15<br />
1,36<br />
1,19<br />
1,25<br />
1,24<br />
1,24<br />
1,38<br />
1,26<br />
1,31<br />
1,28<br />
1,08<br />
1,34<br />
1,14<br />
1,21<br />
1,20<br />
Otros rebaños<br />
(adultas)<br />
R-1<br />
R-2<br />
R-3<br />
Media<br />
Media general<br />
ponderada<br />
0,89<br />
1,24<br />
1,06<br />
1,08<br />
1,05<br />
0,95<br />
¡.28<br />
1,15<br />
1,15<br />
1,13<br />
0,82<br />
1,21<br />
0,99<br />
1,03<br />
1,00<br />
Comparación de medias (ovejas adultas):<br />
Media general ponderada (según época de cubrición): NS.<br />
cual la tienen conceptuada como una oveja capaz de<br />
parir en cualquier época del año. Por los resultados<br />
obtenidos en nuestro trabajo se puede constatar esta<br />
afirmación popular, ya que los partos obtenidos en el<br />
mes de agosto procedentes de cubriciones de marzo<br />
son bastante elevados (21% de media), lo que demuestra<br />
una buena actividad sexual durante lo que<br />
teóricamente sería una clara época de anoestro estacional.<br />
En buena lógica podemos suponer que asimismo<br />
existirá una buena actividad sexual durante los meses<br />
de abril y mayo, aunque no hemos podido constatarlo<br />
dado el escaso interés que tienen, para los ganaderos<br />
de estas zonas, las cubriciones durante estos meses.<br />
2. Fertilidad anual<br />
Los resultados obtenidos aparecen reflejados en la<br />
tabla III. El número de partos por hembra y año en la<br />
Rubia de El Molar varía muy poco según los rebaños<br />
estudiados. Ello es debido fundamentalmente a que<br />
los ganaderos aplican un manejo reproductivo dirigido<br />
hacia la consecución de un parto anual. La cifra de<br />
0,82 partos por hembra y año para el rebaño experimental<br />
y 0,86 partos por hembra y año en el conjunto<br />
de los «otros rebaños» nos parecen francamente bajas<br />
comparándolas con las de otras explotaciones ovinas,<br />
cuanto más para una oveja que ofrece notables<br />
posibilidades reproductivas en función de un anoestro<br />
estacionario que no hemos podido evidenciar.<br />
En efecto, los resultados nos indican que con cubriciones<br />
de febrero-marzo (unos sesenta días de cubrición,<br />
que incluyen como máximo un potencial de trescuatro<br />
celos) se consiguen fertilidades de 0,91 para el<br />
rebaño experimental y de 0,88 para el conjunto de<br />
«otros rebaños» que hemos de considerar como de<br />
muy satisfactorias. A su vez son demostrativas de una<br />
buena actividad sexual de estas ovejas en unos meses<br />
en que, para otras razas y en otras condiciones, serían<br />
de típico anoestro estacionario (SIERRA, 1970, y<br />
FOLCH, 1983).<br />
Las cifras de fertilidad obtenidas en las cubriciones<br />
de junio-julio (0,76 y 0,85, respectivamente para el<br />
rebaño experimental y el conjunto «otros rebaños»),<br />
son notablemente más bajas que las de febrero-marzo,<br />
pudiendo incidir en ello, entre otros factores, la<br />
inclusión en el conjunto de ovejas a cubrir de las que<br />
fallaron en la cubrición anterior.<br />
En la tabla III se observa la gran diferencia existente<br />
entre las cifras de fertilidad anual obtenidas para<br />
las corderas del rebaño experimental respecto a las<br />
adultas. Estas cifras son considerablemente más bajas,<br />
con valores de 0,60 para cubriciones de febreromarzo<br />
y de 0,56 para las de junio-julio.<br />
Si comparáramos los resultados obtenidos entre rebaños<br />
para hembras adultas según la época de cubrición<br />
(tabla III) observamos que la actividad sexual se<br />
mantiene bastante uniforme en uno y otros, no existiendo<br />
diferencias significativas. Por el contrario, sí<br />
encontramos diferencias (p < 0,05) entre las cubriciones<br />
de junio-julio y febrero-marzo del rebaño experimental.<br />
De igual modo ocurre en la comparación realizada<br />
con la media obtenida de los otros rebaños<br />
estudiados, que sin presentar diferencias significativas,<br />
sí se han obtenido valores más altos de fertilidad<br />
en las cubriciones de febrero-marzo con relación a las<br />
de junio-julio (0,88 y 0,85, respectivamente).<br />
Esta actividad sexual, relativamente elevada en febrero-marzo,<br />
que aprovechan muy bien los ganaderos<br />
de la zona para cubrir sus objetivos de partos en pleno<br />
verano, nos pone de manifiesto la ausencia de anoestro<br />
estacionario en estas ovejas y en las condiciones<br />
expuestas. Este dato, de notable interés para esta<br />
agrupación, merece ser estudiado en profundidad para<br />
perfilar su alcance y trascendencia.
102 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />
3. Prolificidad 4. Fecundidad<br />
En el rebaño experimental la prolificidad más alta<br />
se produce en las cubriciones de febrero-marzo (partos<br />
de verano), seguida de las efectuadas durante junio-julio<br />
(partos de otoño-invierno), con cifras de 1,18<br />
y 1,14 corderos nacidos por parto, respectivamente<br />
(tabla IV).<br />
En cuanto a los valores hallados en otros rebaños,<br />
asimismo comprobamos que no existen grandes diferencias<br />
entre los índices de prolificidad obtenidos en<br />
cubriciones de febrero-marzo con 1,24 y 1,26, y de junio-julio,<br />
con 1,08, y 1,14, para las ganaderías de<br />
Pedrezuela y El Vellón, respectivamente, mientras<br />
que en el rebaño de El Molar hemos obtenido unos índices<br />
de prolificidad más altos (1,38 y 1,34 para las<br />
cubriciones de febrero-marzo y junio-julio, respectivamente).<br />
En cualquier caso existe un índice más alto<br />
para los partos de verano, como ocurre en el caso del<br />
rebaño experimental.<br />
En general podemos hablar de una prolificidad media<br />
de 1,24 para hembras adultas. Estos datos de prolificidad<br />
coinciden básicamente con los proporcionados<br />
por S. BEfeDA y S. TRUJILLANO (1986) para la misma<br />
agrupación ovina, que denominan Rubia de Somosierra,<br />
siendo de 1,20 corderos nacidos por parto.<br />
URARTE y cois. (1985) indican para la Lacha, variedad<br />
Cara Rubia, y para ovejas jóvenes valores algo inferiores<br />
(1,07 a 1,15), mientras que LÓPEZ SÁNCHEZ<br />
(1987) nos dice que la prolificidad en ovejas adultas<br />
de raza Lacha, variedad Cara Negra, es algo superior<br />
(1,19 a 1,30). Asimismo, MARÍA LEVRIÑO (1988) observa<br />
un valor de 1,23 para ovejas adultas mayores<br />
de tres años de raza Lacha, indicando que la prolificidad<br />
de estas ovejas es en general baja.<br />
Respecto a la raza Manchega, SÁNCHEZ BELDA y<br />
SÁNCHEZ TRUJILLANO (1986) indican una prolificidad<br />
para las razas Churra y Manchega algo superior<br />
(1,4) que la indicada por nosotros para la Rubia de El<br />
Molar.<br />
Las cifras de prolificidad que hemos encontrado en<br />
la Rubia de El Molar, más altas en partos de julioagosto<br />
(1,28) que las correspondientes a partos de noviembre-diciembre<br />
(1,20), son claramente indicativas<br />
de la ya comentada ausencia de anoestro estacionario<br />
en febrero y marzo.<br />
En la tabla V se exponen los resultados obtenidos<br />
en relación a la fecundidad anual, en cubriciones de<br />
febrero-marzo y de junio-julio, en los distintos rebaños.<br />
Observamos que no se sobrepasa la cifra de un<br />
cordero por hembra y año, resultando ser en ocasiones<br />
tan sólo de 0,87 (cubriciones de verano en el rebaño<br />
experimental de la Comunidad de Madrid).<br />
Efectuando un análisis global sobre los índices reproductivos<br />
evidenciados para nuestros rebaños de<br />
Rubia de El Molar con los actuales sistemas de explotación<br />
y manejo, constatamos unos bajísimos resultados<br />
reproductivos. Tan sólo 1,05 corderos obtenidos<br />
por hembra y año para una oveja que, en contraste<br />
con ello, muestra una buena actividad sexual en febrero-marzo,<br />
evidenciando unas grandes posibilidades<br />
de intensificación reproductiva que de implantarse<br />
exigirían algunos cambios en el sistema actual de<br />
manejo de estos rebaños.<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
FOLCH, J.: Estacionalidad sexual del morueco. Influencia de<br />
la época de nacimiento. Symp. sobre reprod. de ovinos y<br />
bovinos de carne. Zaragoza, 1979, 177-206,1983.<br />
IBAÑEZ, M.: Estudio etnológico y productivo de la agrupación<br />
ovina rubia de El Molar. Tesis doctoral. Facultad de<br />
Veterinaria. U. C. Madrid, 1990.<br />
LÓPEZ SÁNCHEZ, M.: Calidad de la canal y de la carne en<br />
los tipos lechal, ternasco y cordero de raza Latxa y estudio<br />
de su desarrollo. Tesis doctoral. Universidad de<br />
Zaragoza, 1987.<br />
MARÍA LEVRIÑO, G. A.: Estudio y puesta a punto de un método<br />
simplificado de control lechero cualitativo en la raza<br />
ovina Latxa y su inclusión en el plan de selección. Tesis<br />
doctoral. Facultad Veterinaria, Zaragoza, 1988.<br />
SÁNCHEZ BELDA, A., y SÁNCHEZ TRUJILLANO, M. C:<br />
Razas ovinas españolas. Ministerio de Agricultura, Pesca<br />
y Alimentación, 1986.<br />
SIERRA, I.: «Mejora de la fertilidad y prolificidad en la oveja<br />
de raza Rasa Aragonesa». Zootechnia, XIX (1-2): 9-29,<br />
1970.<br />
URARTE, E.; GABINA, D., y ARRANZ, J.: «El ovino de leche<br />
en la Comunidad Autónoma del País Vasco». One. Esp.<br />
Ovino, 1, 1985.
Comunicación<br />
Producción de leche durante el período de ordeño<br />
de la oveja Eubia de El Molar<br />
M. Ibáñez*, J. Thos* y J. J. Urquía**<br />
RESUMEN<br />
Hemos controlado la producción lechera de un lote<br />
de ovejas pertenecientes a la agrupación Rubia de El<br />
Molar. Los resultados obtenidos nos indican que la<br />
cantidad de leche ordeñada decrece desde el primer<br />
control diario al último, variando desde 1.016,3 mi en<br />
el primero hasta 493,3 mi en el cuarto, con un intervalo<br />
entre ambos de noventa días. Se observa una<br />
producción media estandarizada de 760 mi por oveja<br />
y día.<br />
SUMMARY<br />
Milk production ivas recordedfor a Rubia de El Molar<br />
flock. Results show a decrease of daily milk yield<br />
from the first control (1,016 kg) to fourth (0,493 kg),<br />
with 90 days between. The average standardized<br />
yield was 0,760 kg/ewe/day.<br />
INTRODUCCIÓN<br />
La agrupación ovina Rubia de El Molar, ubicada en<br />
la zona norte y este de la Comunidad de Madrid, está<br />
constituida por efectivos rústicos, bien adaptados al<br />
medio y de clara vocación lechera, cuya explotación<br />
está muy arraigada en la zona con vistas a la obtención<br />
de lechales muy cotizados y la subsiguiente producción<br />
de leche. Se trata de unos ovinos eumétricos<br />
y sublongilíneos de lana basta y con típicas pigmentaciones<br />
rubias en cabeza y extremidades (IBAÑEZ y<br />
cois., 1987).<br />
El objetivo que nos hemos planteado en el presente<br />
trabajo consiste en conocer los parámetros de producción<br />
lechera de esta agrupación, que se explota<br />
dentro de un sistema tradicional, con vistas a tener<br />
una primera información que nos sirva como punto<br />
de partida en posteriores estudios con el fin de mejorar<br />
sus producciones lecheras.<br />
* Departamento de Producción Animal. Facultad de Veterinaria.<br />
Madrid.<br />
* Consejería de Agricultura y Cooperación. Comunidad de<br />
Madrid.<br />
MATERIAL Y MÉTODOS<br />
Material animal<br />
Se ha controlado la lactación de un grupo de ovejas<br />
pertenecientes a la agrupación Rubia de El Molar, todas<br />
ellas integradas en el rebaño que la Comunidad<br />
de Madrid viene manteniendo y seleccionando en Valdetorres<br />
del Jarama.<br />
Las lactaciones estudiadas correspondieron a los<br />
partos obtenidos en verano (julio) y otoño (noviembre)<br />
del año 1987. Se estudiaron los siguientes lotes de<br />
animales:<br />
— 15 ovejas de primer parto de la paridera de otoño<br />
(edad media al primer parto de veintiséis meses).<br />
— 51 ovejas adultas de parto sencillo, agrupadas<br />
de la siguiente manera:<br />
• 22 ovejas de la paridera de verano.<br />
» 29 ovejas de la paridera de otoño.<br />
— 10 ovejas adultas de parto doble de la paridera<br />
de verano.<br />
La alimentación fue la que habitualmente se utiliza<br />
en la zona: salidas a pasto complementadas con heno<br />
de alfalfa, cebada y paja a voluntad. En todo momento<br />
se ofrecieron niveles de complementación que garantizan<br />
las necesidades del ganado.<br />
Metodología<br />
El método utilizado es el seguido para el control lechero<br />
en la raza Manchega, que corresponde al método<br />
«A» del reglamento internacional, registrándose<br />
los dos ordeños del día para la cantidad de leche ordeñada<br />
y el porcentaje de grasa y proteína por oveja.<br />
Se efectuaron controles mensuales, centrándose el<br />
primero de ellos en el día 50.° después del parto.<br />
En cada uno de dichos controles se registró la cantidad<br />
de leche obtenida individualmente en cada ordeño<br />
(mañana y tarde), recogiéndose al mismo tiempo<br />
muestras de leche que se ordenaron y etiquetaron<br />
con el número del animal y la fecha de control para<br />
ser posteriormente analizadas en el laboratorio.
104 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
Tabla I<br />
Rubia de El Molar.<br />
Producción media de leche, grasa y proteína por control y día<br />
CONTROL<br />
1<br />
CONTROL 2<br />
CONTROL 3<br />
CON<br />
T R O L<br />
4<br />
GRUPO A<br />
Primal as<br />
n<br />
m<br />
dt<br />
cv<br />
e<br />
LECHE<br />
GRASA<br />
(mi) | (%)<br />
15 ]15<br />
818 | 5,133<br />
258,6831 1,535<br />
0,3161 0,299<br />
6G,792| 0,396<br />
PROTE.<br />
15<br />
4,993<br />
0,198<br />
0,040<br />
0,051<br />
LECHE<br />
(mi)<br />
15<br />
790<br />
276,509<br />
0,350<br />
71,394<br />
GRASA<br />
(7„)<br />
15<br />
5,353<br />
1,112<br />
0,350<br />
71,394<br />
PROTE.<br />
(7.)<br />
15<br />
5<br />
0,131<br />
0,062<br />
0,034<br />
LECHE<br />
(mi)<br />
15<br />
564<br />
179,794<br />
0,319<br />
46,423<br />
GRASA<br />
(7.)<br />
15<br />
6,060<br />
0,639<br />
0,105<br />
0,165<br />
PROTE.<br />
(%)<br />
15<br />
5<br />
0,251<br />
0,050<br />
0,065<br />
LECHE<br />
(mi)<br />
15<br />
446,667<br />
172,987<br />
0,387<br />
44,665<br />
GRASA<br />
(7„)<br />
15<br />
6,920<br />
1,429<br />
0,207<br />
0,369<br />
PROTE.<br />
(7.)<br />
15<br />
5,060<br />
0,216<br />
0,04 3<br />
0,056<br />
GRUPO B<br />
Adul 1 as de part o<br />
simp]e<br />
n<br />
m<br />
di.<br />
rv<br />
e<br />
51 ¡51<br />
1.067,840 4,939<br />
310 1,150<br />
0,290 0,233<br />
43,452 0,161<br />
51<br />
5,110<br />
0,259<br />
0,050<br />
0,036<br />
51<br />
796,863<br />
281,805<br />
0,354<br />
39,461<br />
51<br />
5,524<br />
0,975<br />
0,177<br />
0,137<br />
51<br />
5,124<br />
0,230<br />
0,045<br />
0,032<br />
51<br />
656,471<br />
257,401<br />
0,392<br />
36,043<br />
51<br />
6,416<br />
1,118<br />
0,174<br />
0,157<br />
51<br />
5,151<br />
0,263<br />
0,051<br />
0,037<br />
51<br />
520,784<br />
196,325<br />
0,377<br />
27,491<br />
51<br />
7,445<br />
1,628<br />
0,219<br />
0,228<br />
51<br />
5,153<br />
0,294<br />
0,057<br />
0,041<br />
Adul t as de part f<br />
simple (verano)<br />
n<br />
m<br />
dt<br />
cv<br />
e<br />
22 22<br />
985,000 5,682<br />
245,837 1,022<br />
0,275 0,180<br />
52,413 0,218<br />
22<br />
5,041<br />
0,156<br />
0,031<br />
0,033<br />
22<br />
671,818<br />
200,158<br />
0,298<br />
42,674<br />
22<br />
5,532<br />
1,099<br />
1,199<br />
0,234<br />
22<br />
5,055<br />
0,150<br />
0,300<br />
0,320<br />
22<br />
544,091<br />
190,754<br />
0,351<br />
40,670<br />
22<br />
6,600<br />
1,169<br />
0,177<br />
0,249<br />
22<br />
5,064<br />
0,126<br />
0,028<br />
0,027<br />
22<br />
425,909<br />
123,661<br />
0,290<br />
26,365<br />
22<br />
0,104<br />
1,136<br />
0,140<br />
0,242<br />
22<br />
5,064<br />
0,126<br />
0,025<br />
0,027<br />
Adultas de par l o<br />
simple (i nvi'.'l n< >)<br />
n<br />
m<br />
dt<br />
cv<br />
e<br />
29 ¡29<br />
1.198,970 4,376<br />
292,139 0,904<br />
c '244i 0-207<br />
54,249 0,168<br />
29<br />
5,162<br />
0,307<br />
0.059<br />
0,057<br />
29<br />
891,724<br />
300,263<br />
0,337<br />
55,757<br />
29<br />
5,517<br />
0,890<br />
0,161<br />
0,165<br />
29<br />
5,176<br />
0,267<br />
0;052<br />
0,050<br />
29<br />
741,724<br />
271,241<br />
0 ; 3GG<br />
50,368<br />
29<br />
6,276<br />
1,078<br />
0,172<br />
0,200<br />
29<br />
5,217<br />
0,317<br />
0,061<br />
0,059<br />
29<br />
592,756<br />
211,945<br />
0,358<br />
39,357<br />
29<br />
6,94 5<br />
1„779<br />
0,256<br />
0,330<br />
29<br />
5,217<br />
0,317<br />
0,061<br />
0,059<br />
Tabla II<br />
Rubia de El Molar.<br />
Producción media de leche, grasa y proteína por control y día<br />
GRUPO C<br />
Adultas 4 Prima]as n<br />
(parto simple) m<br />
dt<br />
cv<br />
Grupo D<br />
Adult as de parlo<br />
doble<br />
Grupo E<br />
Rebaño tipo<br />
(A + B + D)<br />
n<br />
m<br />
cít<br />
cv<br />
dt<br />
cv<br />
CON<br />
LECHE<br />
(m! ) 1<br />
66 1<br />
1.011,0601<br />
315.G20I<br />
0,3121<br />
38,8501<br />
1<br />
1<br />
10 ¡<br />
1.051<br />
304,611<br />
0/290<br />
96,326<br />
1<br />
1<br />
76 1<br />
1.016,3201<br />
312,4951<br />
0,3071<br />
35,84 6 1<br />
1<br />
T R O L<br />
GRASA<br />
(X) 1<br />
66 1<br />
4,9831<br />
1,2381<br />
0,2481<br />
0,1521<br />
1<br />
1<br />
io ¡<br />
5,330<br />
1,039<br />
0,182,<br />
0,328¡<br />
1<br />
1<br />
76 1<br />
5,0791<br />
1,2321<br />
0,2431<br />
0,1411<br />
1<br />
1<br />
PROTE.<br />
(%)<br />
66<br />
5,083<br />
0,250<br />
0,049<br />
0,031<br />
10<br />
5,270<br />
0,419<br />
0,080<br />
0,133<br />
76<br />
5,108<br />
0,281<br />
0,055<br />
0,032<br />
CONTROL<br />
I<br />
LECHE GRASA<br />
(mi) 1<br />
66 1<br />
795,3031<br />
278,5031<br />
0,3501<br />
34,2811<br />
10 ¡<br />
756<br />
299,711<br />
0,396<br />
94,777|<br />
1<br />
1<br />
76 1<br />
790,1321<br />
279,6071<br />
0,3541<br />
32,0731<br />
1<br />
CU<br />
I<br />
PROTE.<br />
i<br />
66 1<br />
5,4851<br />
1,002 1<br />
0,1831<br />
0,1231<br />
1<br />
1<br />
10<br />
5,710<br />
0,510<br />
0,096<br />
0,161<br />
1<br />
1<br />
76 1<br />
5,464!<br />
0,9511<br />
0,1741<br />
0,1091<br />
¡<br />
2<br />
(7„)<br />
66<br />
5,095<br />
0,217<br />
0,043<br />
0,027<br />
10<br />
5,120<br />
0,169<br />
0,033<br />
0,053<br />
76<br />
5,099<br />
0,211<br />
0,410<br />
0,024<br />
CON<br />
LECHE<br />
(mi)<br />
66<br />
635,455<br />
243,830<br />
0,384<br />
30,013<br />
10<br />
555<br />
192,368<br />
0,347<br />
60,832<br />
76<br />
624,868<br />
238,151<br />
0,381<br />
27,318<br />
T R O L<br />
GRASA<br />
(%) 1<br />
66 1<br />
6,3351<br />
1,0361<br />
0,1641<br />
0,1271<br />
1<br />
io ¡<br />
6,100<br />
1,566<br />
0,257<br />
0,495¡<br />
1<br />
1<br />
76 1<br />
6,304 1<br />
1,1091<br />
0,1761<br />
0,1271<br />
1<br />
3<br />
PROTE.<br />
(%)<br />
66<br />
5,117<br />
0,266<br />
0,052<br />
0,033<br />
10<br />
5,180<br />
0,169<br />
0,033<br />
0,053<br />
76<br />
5,125<br />
0,255<br />
0,050<br />
0,029<br />
CON<br />
(mi) 1<br />
66 1<br />
503,9391<br />
192,5451<br />
0,3821<br />
23,7011<br />
1<br />
10 ¡<br />
423<br />
130,559<br />
0,309<br />
41.286J<br />
1<br />
1<br />
76 1<br />
493,2891<br />
186,9071<br />
0,3761<br />
21,4401<br />
1<br />
T R O L<br />
LECHE ¡ GRASA ¡ PROTE.<br />
(%) 1<br />
66 1<br />
7,3261<br />
1,5901<br />
0,2171<br />
0,1961<br />
1<br />
10 ¡<br />
7,650<br />
1,239<br />
0,162<br />
0,392<br />
!<br />
1<br />
76 1<br />
7,3681<br />
1,5451<br />
0,2101<br />
0,1771<br />
1<br />
4<br />
(7„)<br />
66<br />
5,132<br />
0,280<br />
0,055<br />
0,034<br />
10<br />
5,040<br />
0,117<br />
0,023<br />
0,037<br />
76<br />
5,120<br />
0,265<br />
0,052<br />
0,030<br />
RESULTADOS Y DISCUSIÓN<br />
Los resultados obtenidos, expresados en producción<br />
media de leche por control y día, aparecen en las tablas<br />
I y II. En dichas tablas las ovejas han sido agrupadas<br />
por edad y tipo de parto de la siguiente manera:<br />
— Grupo A: Primalas (todas ellas de parto simple).
PRODUCCIÓN DE LECHE DURANTE EL PERIODO DE ORDEÑO DE LA OVEJA RUBIA... 105<br />
LAAXI &$sm¿gg<br />
Parta s&epto<br />
VZZZZZk Aéuttse<br />
Psrto dobla<br />
— PrbaaisB<br />
"•**
106 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
GRUPO<br />
GRUPO<br />
GRUPO<br />
GRUPO<br />
GRUPO<br />
GRUPO<br />
GRUPO<br />
GRUPO<br />
Tabla V<br />
Rubia de El Molar.<br />
Producción de leche (comparación entre grupos)<br />
A/B<br />
A/D<br />
A/E<br />
B/D<br />
B/E<br />
D/E<br />
D/B(v)"'<br />
B(v)/B(o)""<br />
CONTROL<br />
1 2 3 4<br />
2,84'"<br />
** «><br />
2,06<br />
*<br />
2,30<br />
**<br />
0,16<br />
N.S.<br />
0,33<br />
N.S.<br />
0,33<br />
N.S.<br />
1,54<br />
. N.S.<br />
15,48<br />
***<br />
* = P
PRODUCCIÓN DE LECHE DURANTE EL PERIODO DE ORDEÑO DE LA OVEJA RUBIA.., 107<br />
dos en razas de aptitud cárnica, encontraremos que<br />
es ligeramente inferior. Así ocurre con respecto a la<br />
Roya Bilbilitana (7,36% de grasa) o con la Merina<br />
(6,82%) (FORCADA, 1985).<br />
Comparación entre grupos<br />
La comparación de las producciones diarias de leche<br />
entre los distintos grupos de ovejas considerados<br />
aparece recogida en la tabla V, así como los correspondientes<br />
niveles de significación.<br />
En el primer control la cantidad de leche recogida<br />
en el grupo A (primalas) es significativamente inferior<br />
(P < 0,05) a la obtenida en el grupo D (adultas de parto<br />
doble) y presenta diferencias muy significativas<br />
(P < 0,01) con los grupos B (adultas de parto simple) y<br />
E (rebaño tipo). Tales diferencias no se aprecian en<br />
los siguientes controles y todo ello se refleja claramente<br />
en la figura 2. La explicación de este hecho hemos<br />
de buscarla posiblemente en función de la edad<br />
tardía en la que se efectuaron las primeras cubriciones<br />
de las primalas (veintiún meses) y de las bajas<br />
producciones que alcanzan unas y otras en fases ya /<br />
avanzadas de la lactación.<br />
En la tabla V no se aprecian diferencias significativas<br />
entre, la producción de las ovejas de parto simple<br />
(B) y las de parto doble (D). Del mismo modo ocurre<br />
al comparar las lactaciones de ovejas de parto<br />
simple de verano con las de parto doble de la misma<br />
estación, existiendo, no obstante, una ventaja a favor<br />
de estas últimas (696,25 ml/oveja/día contra 634,21<br />
ml/oveja/día, tabla III). Hemos de considerar, sin embargo,<br />
que este hecho deberíamos constatarlo con<br />
otras experiencias que incluyeran mayor número de<br />
observaciones, sobre todo en lo que respecta a partos<br />
gemelares, difíciles de controlar por la escasa prolificidad<br />
de estas ovejas.<br />
Son de destacar las diferencias altamente significativas<br />
(P < 0,01) entre las producciones de leche de las<br />
ovejas de parto simple cuya lactación se desarrolló en<br />
pleno verano (partos de julio) y las de lactaciones de<br />
invierno (partos de noviembre). Estas últimas alcanzan<br />
cifras notablemente superiores con respecto a<br />
aquéllas (856,29 frente a 634,20 mi), hecho explicable<br />
en parte por el efecto negativo de las altas temperaturas<br />
soportadas por el ganado en los meses de julio,<br />
agosto y septiembre y que indudablemente repercutirán<br />
también sobre la calidad de los pastos.<br />
La producción media de las primalas (654,67 mi/<br />
día) conseguidos tras la paridera de otoño sobrepasa,<br />
aunque tan sólo sea en 20,47 ml/día, a la de las ovejas<br />
adultas con partos de verano, siendo inferior a la del<br />
resto de los grupos. Ello evidencia los inferiores niveles<br />
de producción que siempre se consiguen tras un<br />
primer parto y remarca a la vez las inferiores producciones<br />
que hemos encontrado entre las lactaciones de<br />
verano-otoño y las de invierno, fenómeno ésto que requeriría<br />
nuevos planteamientos para una explicación<br />
definitiva.<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
BARILLET, E: Amelioration génétique de la composítion du<br />
lait des brebis. L'exemple de la Race Lacaune. These de<br />
Docteur Ingenieur, INA, París-Grignon, 144 págs., 1985.<br />
BARILLET, F. (1985): Citado por MARÍA LEVRIÑO (1988).<br />
FORCADA, F.: Estudio etnológico y productivo de la agrupación<br />
ovina Roya Bilbilitana. Tesis doctoral, Fac. Vet, Zaragoza,<br />
1985.<br />
GALLEGO, L.; MOLINA, M. R; TORRES, A., y CAJA, G.: «Evolución<br />
de la cantidad y composición de la leche de ovejas<br />
de raza Manchega desde el parto». III Symposium Internacional<br />
de Ordeño Mecánico de Pequeños Rumiantes, Valladolid,<br />
1983.<br />
IBAÑEZ, M.; URQUIA, J. J., y THOS, J. (1989): «Caracteres<br />
zoométricos de la agrupación ovina Rubia de El Molar».<br />
XII Jornadas Científicas de la SEO y C. Guadalajara, 277-<br />
283, noviembre 1987.<br />
MARÍA LEVRIÑO, G. A.: Estudio y puesta a punto de un método<br />
simplificado de control lechero cualitativo en la raza<br />
ovina Latxa y su inclusión en el plan de selección. Tesis<br />
doctoral, Fac. Vet., Zaragoza, 1988.<br />
MOLINA, M. P. (1984): Citado por MARÍA LEVRIÑO (1988).<br />
OLMEDO, J. A.: La raza Churra. Asociación Nacional de<br />
Criadores de Ganado Ovino Selecto de Raza Churra (AN<br />
CHE), Ed. Merino, Palencia, 1985.<br />
SÁNCHEZ BELDA, A., y SÁNCHEZ TRUJILLANO, M. C: Razas<br />
ovinas españolas. Ministerio de Agricultura, Pesca y<br />
Alimentación, 1986.
Comunicación<br />
Evolución de la producción de leche de la población<br />
caprina tinerfela según algunos factores ambientales<br />
M. Fresno*, J. M. Modero**, I. Serrano***, J. V. Delgado***, J. Capote* y A. Rodero***<br />
INTRODUCCIÓN<br />
La capacidad productiva de la glándula mamaria<br />
está influida por multitud de factores. En este trabajo<br />
se pretende hacer una primera estima de cómo influyen<br />
algunos factores ambientales en la evolución de<br />
la cantidad de leche producida por la población caprina<br />
tinerfeña a lo largo de los meses de lactación. Con<br />
ello pretendemos mejorar las condiciones de manejo<br />
de las explotaciones, y por otro lado, en un futuro,<br />
diseñar programas de mejora basados en la predicción<br />
de la producción total a partir de lactaciones<br />
parciales.<br />
RESULTADOS Y DISCUSIÓN<br />
En las figuras 1 A y B se aprecia la diferente evolución<br />
encontrada para el factor ganadería, que se pone<br />
MATERIAL Y MÉTODO<br />
Para el presente trabajo nos hemos basado en la información<br />
recogida en 13 ganaderías de la zona sur<br />
de la isla de Tenerife, con un total de 961 animales.<br />
Se han realizado siete controles mensuales de ordeños<br />
efectuados cada veinticuatro horas, mediante pesada.<br />
El primer control se realizó a los treinta días del<br />
parto y no se ha estudiado la fase de amamantamiento.<br />
La producción de leche se estimó con el método de<br />
Fleischmann, tipificando la lactación a los doscientos<br />
diez días del parto. Se han considerado los siguientes<br />
factores y niveles:<br />
— Ganadería: 1 al 13.<br />
— Tipo de parto: aborto (1), simple (2), doble (3),<br />
triple o más de tres crías (4).<br />
— Número de lactación: animales de uno a siete<br />
partos.<br />
— Época de parto: animales paridos de septiembre<br />
a noviembre (1), de diciembre a febrero (2), a<br />
partir de marzo (3).<br />
Con el paquete estadístico SAS (versión 1987) se ha<br />
estimado la significación de cada factor mediante un<br />
estudio del análisis y los componentes de la varianza.<br />
Cl 1 Cl 2 Cl 3 CI 4 CI 5 Cl 3 CI 7<br />
Controles<br />
Fig. 1A.—Evolución de la cantidad de leche según el factor<br />
«Ganadería».<br />
-_ 3<br />
-+- e<br />
-X- 10<br />
-4- «<br />
-+- 12<br />
-A-<br />
13<br />
Veterinarios de la Unidad de Producción Animal, Pastos<br />
y Forrajes. Apartado de correos 60, La Laguna, Santa<br />
Cruz de Tenerife.<br />
Director del Centro de Cálculo. Facultad de Veterinaria.<br />
Universidad de Córdoba.<br />
Profesores del Departamento de Genética. Facultad de<br />
Veterinaria de la Universidad de Córdoba.<br />
CU Cl 2 Cl 3 Cl 4 Cl 6 Cl 6 CI 7<br />
Controles<br />
Fig. IB.—Evolución de la cantidad de leche según el factor<br />
«Ganadería».
110 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
Tabla I<br />
Significación de los diferentes factores y componentes<br />
de la varianza<br />
Factor<br />
Ganadería<br />
Tipo parlo<br />
No. lactación<br />
Época da parto<br />
N = 961 animales<br />
0-1-<br />
448<br />
448<br />
448<br />
447<br />
F<br />
0.48<br />
1.38<br />
1.42<br />
0.12<br />
0.0001<br />
0.0001<br />
0.0001<br />
0.0021<br />
Gomp. varMua(%)<br />
35.8<br />
12<br />
0.9<br />
37<br />
Kilos<br />
de Leche<br />
2.6<br />
1.5- "" ^^^"^^^^^^^v<br />
-a- 2<br />
-*- 4<br />
-H- s<br />
-e-«<br />
-V- 7<br />
de manifiesto en la tabla I con un estadígrafo de contraste<br />
P = 36,42 (a = 0,0001), y con un componente de<br />
la varianza de 35,9% similar al señalado para otras<br />
razas caprinas (5).<br />
Al igual que otros autores (2, 3, 8, 10) hemos encontrado<br />
un efecto significativo para el factor tipo de<br />
parto, pudiendo ver su evolución a lo largo de la lactación<br />
en la figura 2. Destacamos su elevado componente<br />
de varianza, superior a los otros factores estudiados<br />
si exceptuamos la ganadería.<br />
La producción mínima se produce en la primera<br />
lactación (4), aumentando hasta la cuarta (1, 3, 9),<br />
aunque los máximos rendimientos en el primer control<br />
se obtienen en animales de siete partos (fig. 3).<br />
Este factor a pesar de ser significativo (tabla I), contribuye<br />
en menor medida a explicar la varianza total.<br />
El último de los factores estudiados, la época de<br />
parto, ai igual que sucede para otras razas (6) tiene<br />
una influencia significativa, siendo superior la producción<br />
en los animales que parieron entre los meses<br />
de septiembre a noviembre. Hay que señalar que los<br />
animales de parto más tardío sólo tuvieron seis controles.<br />
0.5<br />
.. L ... 1 1 1 P l 1<br />
CI 1 CI 2 CI 3 CI 4 CI 5 CI 6 CI 7<br />
Controles<br />
Fig. 3.—Evolución de la cantidad de leche según el factor<br />
«Número de lactación».<br />
Kilos<br />
de Leche<br />
2.5<br />
de Leche<br />
a<br />
2.S<br />
2<br />
1.5<br />
1<br />
0.5<br />
-<br />
\<br />
A<br />
a—'<br />
i<br />
^=fc~l^^<br />
^s~.<br />
^<br />
i i i ) ,<br />
-a- i<br />
-B- 3<br />
-^ a<br />
-*- 4<br />
CU CI 2 CI 3 CI 4 CI 5 CI 6 CI 7<br />
Controles<br />
Fig. 2.—Evolución de la cantidad de leche según el factor<br />
«Tipo de parto».<br />
CI 1 CI 2 CI 3 CI 4 CI 5 CI 6 CI 7<br />
Controles<br />
Fig. 4.—Evolución de la cantidad de leche según el factor<br />
«Época de parto».<br />
Por último, señalar que esta evolución de la producción<br />
lechera con un máximo en el primer control, a<br />
los treinta días del parto, coincide con la ya señalada<br />
(7, 11) para varias razas explotadas en la India.<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
1. DICKINSON, F. N.: «Phenotypic parameters of dairy<br />
goat lactation records». J. Dairy ScL, 60 (suppl.): 104,<br />
1977.<br />
2. HAYDEN, T. J.; THOMAS, C, y FORSYTH, A.: «Effect of<br />
number of young born (litter size) on milk yield of goat;<br />
role for placental lactogen». J. Dairy ScL, 62: 53-<br />
57, 1979.
EVOLUCIÓN DE LA PRODUCCIÓN DE LECHE DE LA POBLACIÓN CAPRINA TINERFENA... 111<br />
3. HERRERA GARCÍA, M.; PEÑA BLANCO, E; APARICIO<br />
MACARRO, J. B., y SUBIRES ANTUNEZ, J.: «Curva de<br />
lactación y composición de la leche en cabras malagueñas».<br />
AYMA, 24 (3): 119-129, 1985.<br />
4. MACKENZIE, D.: Goat Husbandry, 3. a ed. Faber and<br />
Faber Ltd., Londres (Inglaterra), 1970.<br />
5. MOCQUOT, .1. C, y RICORDEAU, G.: «Facteurs de variation<br />
et parametres genetiques de la production laitiére<br />
des chevres en premiére lactation». INRA-ITO-<br />
V1C, 402-414, 1981.<br />
6. SANDS, M. C, y DOWELL, E. R.: The potential of the<br />
goat for milk production in the tropics. Department of<br />
Anim. Sci. Cornell University, Ithaca, Nueva York, 53<br />
págs., 1978.<br />
7. SING, S. N., y SENGAR, O. P. S.: Investigation on milk<br />
and meat potentialities of Indian goats. RBS College,<br />
Bichpuri, Agrá, India, Dep. Anim. Hus. and Dairying<br />
Tech. Report, citado por SANDS yMcDOWELL, 1978.<br />
8. STEINE, T.: «Factors affecting traits of economic importaning<br />
goats». Meldiger fra Norges Landbrukshogskole,<br />
54(2): 30, 1975.<br />
9. STEINE, T.: «Principies of seleetion for milk production<br />
in dairy goats». Proceedings of the third International<br />
Conference on Goat Production and Disease, Tucson,<br />
Arizona, 19-22, 1982.<br />
10. SUBIRES, J.; LARA, L.; FERRANDO, G., y BOZA, J.:<br />
«Factores que condicionan la productividad lechera de<br />
la cabra. Número de lactación y tipo de parto». Arch.<br />
deZoolech., 37 (138): 145-153, i 988.<br />
11. VERMA, N. K., y CIIAWLA, D. S.: «Factors affecting<br />
test day yield and monthly milk yield of Beetal, Alpino<br />
and Crossed goats». Indian .1. of Anim. Prod. and. Management,<br />
3(3): 146-147, 1987.'
Comunicación<br />
Calidad media de la leche de la agrupación caprina canaria<br />
durante la primera lactación<br />
M. Fresno*, P. Martín**, J. Capote*, N. Darmanin*, M. Corbella** y C. Casanova**<br />
INTRODUCCIÓN<br />
La población caprina autóctona de las islas Canarias<br />
se engloba en la denominada agrupación caprina<br />
canaria, cuya importancia en el archipiélago tanto<br />
desde el punto de vista económico como por su repercusión<br />
social es de primera magnitud (1). Su principal<br />
aptitud es la láctea, señalando que, casi íntegramente,<br />
se destina a la elaboración de queso, lo que supone<br />
un ingreso anual de 3.000 millones de pesetas. En<br />
este trabajo se hace un estudio físico-químico de la leche<br />
de estos animales a partir de un lote experimental<br />
de animales de primer parto.<br />
MATERIAL Y MÉTODO<br />
Obtención de las muestras<br />
Se han recogido un total de 447 muestras de leche<br />
de cabra procedentes de un lote experimental de la<br />
Unidad de Producción Animal, Pastos y Forrajes del<br />
Centro de Investigación y Tecnología Agraria de Canarias.<br />
Este lote se puede considerar, en cierta medida,<br />
representativo de la población caprina canaria, ya<br />
que fue adquirido en las principales ganaderías del<br />
archipiélago. Durante el período de la toma de muestra<br />
se mantuvo en las mismas condiciones de alimentación,<br />
manejo y sanidad.<br />
Métodos analíticos<br />
El pH se determinó con un pHmetro Crison digit<br />
501. La conductividad con un conductímetro Crison<br />
digit 525. La acidez se obtuvo por valoración ácidobase,<br />
y la densidad por pesada. La grasa, la proteína,<br />
la lactosa y el extracto seco se determinaron con un<br />
Milkoscan 133, calibrado mensualmente con las técnicas<br />
manuales (FIL: 105, 1981; FIL: 20, 1962; FIL:<br />
28A, 1974; FIL: 21, 1962, respectivamente). La caseína<br />
se precipitó con ácido acético (FIL: 29, 1964), de-<br />
terminándose el contenido proteico del suero con el<br />
Milkoscan, y calculándose el porcentaje de caseína<br />
por diferencia.<br />
El calcio, fósforo, sodio, potasio y magn. sio se determinaron<br />
con un espectrofotómetro P. • i-Elmer<br />
551S, siguiendo los métodos recomendada„ r.or el Instituto<br />
de Industrias Lácteas Españolas (8).<br />
Los datos se archivaron en la base de datos del<br />
Symphony, estimándose los estadísticos univariantes.<br />
RESULTADOS Y DISCUSIÓN<br />
En la tabla I se pueden observar los valores encontrados<br />
para las constantes físicas. Los resultados<br />
señalados para el pH concuerdan con los encontrados<br />
en la bibliografía para otras poblaciones caprinas<br />
(5, 7); en cambio, la acidez es muy superior a los<br />
valores normales de la leche de esta especie (5); esta<br />
anomalía se debe posiblemente a que transcurrieron<br />
aproximadamente unas cuatro horas entre la toma de<br />
muestras y la determinación de la misma, lo que nos<br />
sugiere que deberíamos realizar un nuevo ensayo teniendo<br />
en cuenta esta consideración.<br />
La densidad se mantiene dentro de los intervalos<br />
normales (5), mientras que la conductividad es inferior<br />
a la señalada para otras razas (4).<br />
La calidad media encontrada (tabla II) es superior a<br />
la de la leche de las principales razas explotadas<br />
Tabla I<br />
Caracteres físicos de la leche de la Agrupación Caprina<br />
Canaria en primera lactación<br />
N<br />
447<br />
41«<br />
X<br />
S.45<br />
24<br />
D.T.<br />
0.08<br />
0.03<br />
* Investigadores de la unidad de producción animal, pastos<br />
y forrajes. Apartado de correos 60, La Laguna. Santa<br />
Cruz de Tenerife.<br />
* Profesores de la EUITA. La Laguna. Santa Cruz de Tenerife.<br />
441<br />
445<br />
La conductividad se oxprnsa en mm hos/cm.<br />
1.03<br />
>J,2^2<br />
0.01<br />
0.02
114 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
Tabla II<br />
Caracteres químicos de la leche de la Agrupación<br />
Caprina Canaria en primera lactación<br />
Tabla III<br />
Composición en minerales de leche de la Agrupación<br />
Caprina Canaria en primera lactación<br />
N<br />
D.T.<br />
N<br />
"x<br />
D.T.<br />
Grasa<br />
431<br />
4.27<br />
0.07<br />
Na<br />
448<br />
0.48<br />
0.009<br />
Protefna<br />
433<br />
4.13<br />
0.03<br />
K<br />
448<br />
1.30<br />
0.01<br />
Lactosa<br />
429<br />
4.S2<br />
0.02<br />
Ca<br />
448<br />
1.42<br />
0.01<br />
Caseto<br />
433<br />
3.0$<br />
0.03<br />
Mg<br />
447<br />
0.12<br />
0.003<br />
SOMOS tétale<br />
43©<br />
13.40<br />
®.©S<br />
P<br />
443<br />
1.10<br />
0.02<br />
Resultados expresados en g/100 g.<br />
Resultados expresados en g/100 g.<br />
en Francia (6). Tenemos que destacar los contenidos<br />
en protema y caseína, superiores a otras poblaciones<br />
(2, 6, 5), y sólo superada por algunas razas de escasa<br />
producción lechera (4); en nuestro caso, este aspecto<br />
es determinante al destinarse la producción a la<br />
elaboración de quesos.<br />
Por último, en la tabla III se pueden ver los contenidos<br />
medios encontrados para los minerales estudiados<br />
expresados en gramos por litro, nuestros resultados<br />
coinciden con los valores más altos reseñados para<br />
otras razas (4, 9).<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
1. CAPOTE, J., y FRESNO, M.: Caracterización morfológica,<br />
inmunogenética y productiva de la agrupación caprina<br />
canaria. Proyecto 8141 INIA (España), 1987.<br />
2. CASOLI, C; DEBENEDETTI, A.; DURANTI, E., y LUCA-<br />
RONI, A.: «Rilievi preliminari razza popolazione umbra».<br />
Agrícola ricerca, 47/48: 12-21, 1985.<br />
3. HERRERA GARCÍA, M.; PEÑA BLANCO, F.; APARICIO<br />
MACARRO, J. B., y SUBIRES ANTUÑEZ, J.: «Curva de<br />
lactación y composición de la leche en cabras Malagueñas».<br />
AYMA, 26 (3): 119-129, 1985.<br />
4. JENNES, R. J.: «Composition and characteristics of goat<br />
milk; Review 1968-1979». J. Dairy Sel, 63: 1605-160,<br />
1980.<br />
5. JUÁREZ, M., y RAMOS, M.: «Seminar on production and<br />
utilization of ewes and goats milk». Int. Dairy Fed. Atenas,<br />
23-25, septiembre 1985.<br />
6. LE JAOUEN, S. C: «Composition du lait: de nombreux<br />
facteurs de variation». La chevre, 153: 10-13, 1986.<br />
7. MARTIN HERNÁNDEZ, M. C; JUÁREZ, M.; RAMOS, M.,<br />
y MARTIN ALVAREZ, P. J.: «Composición de la leche de<br />
cabra de razas Murciana y Granadina». Anal. Bromátol,<br />
237-248, 1988.<br />
8. MURTHY, G. K., y RHEA, U.: «Determination of major<br />
cations in milk by atomic absorption spectrophotometry».<br />
J. Dairy Sel, 50: 610-613, 1967.
IV<br />
PATOLOGÍA
Ponencia<br />
Enfermedades neonatales de los corderos<br />
producidas por bacterias<br />
D. Fuentes Pérez<br />
INTRODUCCIÓN<br />
Las enfermedades neonatales están comprendidas<br />
dentro del apartado general de «Enfermedades perinatales»<br />
o enfermedades que afectan a las explotaciones<br />
ganaderas desde los últimos sesenta días de preñez<br />
hasta los ciento veinte días de vida de los animales.<br />
Consideramos como enfermedades neonatales de<br />
los corderos a aquellas enfermedades que se presentan<br />
en el período de tiempo comprendido desde el<br />
momento del nacimiento, incluyendo el parto, hasta<br />
los cincuenta-sesenta días de edad del cordero.<br />
Este período varía según los autores, por ser arbitraria<br />
su extensión, y BLANCO LOIZELIER (1983) lo<br />
considera hasta los cuatro meses de vida, como para<br />
todas las especies de animales mayores. En este trabajo<br />
se estudian las características que acompañan a<br />
las enfermedades aparecidas durante los treinta-cuarenta<br />
primeros días que siguen al nacimiento por ser<br />
la edad de venta del 90% del corderaje que nace en la<br />
provincia de Segovia.<br />
dedicadas al ordeño), gastos extras de mano de obra,<br />
asistencia veterinaria, medicinas y productos para la<br />
desinfección de los apriscos.<br />
La importancia de las pérdidas económicas, y el<br />
consiguiente aumento de costos para el cordero vendido,<br />
producidas por las enfermedades de los recién<br />
nacidos en la ganadería segoviana, se pueden calcular<br />
teniendo presente que, como hemos dicho más<br />
arriba, el 90% de los corderos se venden como lechales,<br />
y el que el 67% de las muertes de corderos ocurren<br />
en los diez primeros días de vida. SEEGERT y<br />
cois. (1982) opinan que este porcentaje, o mayor, se<br />
produce en las primeras setenta y dos horas de vida<br />
del cordero.<br />
La casuística de las enfermedades neonatales es<br />
muy variable, existiendo rebaños, los menos, con un<br />
porcentaje mínimo de corderos afectados, y otros muchos<br />
con un índice de morbilidad del 80-90%, pudiéndose<br />
calcular una media de bajas del 15%, que la mayoría<br />
de las veces el ganadero considera inevitables.<br />
IMPORTANCIA ECONÓMICA<br />
A la región de Castilla y León correspondía en el<br />
año 1985 (censo del MAPA) el 23% del censo total del<br />
ovino español, y, de él, el 7,62% corresponde a la provincia<br />
de Segovia. El 45% de la carne ovina que se comercializa<br />
en la provincia corresponde a corderos lechales,<br />
de 10-12 kg de peso vivo y no más de treinta<br />
días de edad (PIEDRABUENA LEÓN, 1986).<br />
En España podemos calcular que el conjunto de las<br />
enfermedades perinatales (abortos y muertes de corderos<br />
neonatos) producen unas pérdidas anuales cercanas<br />
a los 2.000.000.000 (dos mil millones) de pesetas,<br />
puesto que además de las pérdidas del número de<br />
corderos no producidos (abortados y muertos) hay<br />
que sumar las ocasionadas por el lento desarrollo de<br />
los corderos afectados, la pérdida de producción de<br />
leche de las madres abortadas (en las explotaciones<br />
Ponencia presentada a las XIII Jornadas Científicas de la<br />
<strong>SEOC</strong> en Segovia.<br />
Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias. Centro de Investigación<br />
y Tecnología (CIT). Departamento de Sanidad<br />
Animal. Área de Diagnóstico. Embajadores, 68. 28012 Madrid.<br />
ETIOLOGÍA<br />
La etiología de las enfermedades neonatales es muy<br />
variada y, en su mayoría, obedece a causas no infecciosas,<br />
influyendo, en el 80% de los casos, factores<br />
predisponentes (genéticos, nutricionalcs, ambientales,<br />
etc), y el otro 20% a agentes infecciosos (virus, bacterias,<br />
parásitos) y otras causas diversas.<br />
Factores predisponentes<br />
El papel de los agentes etiológicos considerados específicos<br />
de las enfermedades neonatales sólo adquiere<br />
la importancia que tienen cuando intervienen una<br />
serie de factores colaborantes o predisponentes, sin<br />
los cuales la causa específica final pierde la mayor<br />
parte de su propio valor causal, y al mismo tiempo, si<br />
no tenemos en cuenta la existencia de estos factores,<br />
el tratamiento específico está condenado al fracaso<br />
(MANTOVANNI, 1967).<br />
Los factores predisponentes los podemos clasificar<br />
como:<br />
a) Factores predisponentes congénitos o prenatales.
118 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
b) Factores predisponentes posnatales, que comprenden:<br />
— Factores nutricionales.<br />
— Factores, ambientales.<br />
— Factores predisponentes ligados a formas<br />
morbosas de los recién nacidos de naturaleza<br />
sistemática.<br />
Todos estos factores actúan provocando una especie<br />
de «reacción en cadena» en el sentido de que pueden<br />
actuar unos tras otros y aumentar la virulencia de los<br />
gérmenes acantonados en el organismo del cordero,<br />
principalmente en el intestino y pulmón.<br />
Factores prodisponentes congénitos o prenatales<br />
Los factores congénitos generalmente se manifiestan<br />
como debilidad, conocida con el término de debilidad<br />
congénita, debido a:<br />
— Padres consanguíneos.<br />
— Padres con factores subletales.<br />
— Agammaglobulinemia, que disminuye la resistencia<br />
a las infecciones mientras no han ingerido<br />
el calostro y absorbido cantidades suficientes<br />
de lactoglobulinas procedentes del mismo.<br />
— Madres con carencias alimenticias y poca producción<br />
láctea, cuyos hijos nacen débiles y tardan<br />
más en levantarse y encontrar su camino a<br />
la ubre. Lo mismo ocurre con aquellos corderos<br />
nacidos prematuros por una deficiente alimentación<br />
de la madre durante la última etapa de la<br />
gestación.<br />
— Madres atacadas por enfermedades infecciosas<br />
agudas o crónicas.<br />
— Partos lentos o distócicos.<br />
— Partos gemelares o triples (múltiples) que producen<br />
corderos más pequeños y además no reciben<br />
leche suficiente. En los partos múltiples suele<br />
ocurrir que uno de los corderos pierda a su<br />
madre por la noche, ésta no le busque indefinidamente<br />
y el animal esté con el vientre vacío y<br />
falto de calor lo que le debilita considerablemente.<br />
Para los corderos débiles a medida que transcurre<br />
el tiempo desde el parto, las posibilidades de lograr<br />
mamar se van reduciendo, aparentemente inhibidas<br />
por las frustraciones; los corderos pasan el 30% del<br />
tiempo buscando mamar en las primeras horas de vida<br />
y el 5% a las doce horas; la probabilidad de mamar<br />
es muy reducida si no lo hicieron en las primeras<br />
seis horas.<br />
Factores predisponentes<br />
A) Factores nutricionales<br />
postnatales<br />
Dentro de los factores predisponentes posnatales,<br />
los nutricionales o de naturaleza alimentaria son los<br />
que provocan más alteraciones, en especial produciendo<br />
procesos diarreicos.<br />
Los factores nutricionales son:<br />
— Exceso de calostro con producción de indigestiones<br />
(raras).<br />
— Falta de calostro (debilidad del cordero, lesiones<br />
en la ubre de las madres, exceso de corderos,<br />
exceso de lana alrededor de la ubre).<br />
— Cantidad y calidad de la leche materna influenciada<br />
por la alimentación.<br />
Falta de calostro, Los corderos privados de calostro<br />
no reciben protección contra los gérmenes y son invadidos<br />
por ellos con producción de animales débiles,<br />
enfermizos y sin rentabilidad, o muerte de los mismos.<br />
El calostro actúa como laxante, ayudando a la expulsión<br />
del meconio y, además, suministra a los neonatos:<br />
— Vitaminas A y D, protectoras de las mucosas intestinal<br />
y respiratoria, respectivamente.<br />
— Enzimas (lactasa y lipasa) y sustancias que regulan<br />
la flora intestinal.<br />
— Inmunoglobulinas, anticuerpos o factores de<br />
protección contra las enfermedades infecciosas,<br />
que van unidos a la lactoglobulina calostral y,<br />
que absorbida por los recién nacidos, les presta<br />
una resistencia pasiva de la mayor eficacia. La<br />
absorción intestinal de las inmunoglobulinas catastrales<br />
en los corderos disminuye en grado<br />
considerable a las quince horas de nacer, pero<br />
continúa durante veinticuatro-cuarenta y ocho<br />
horas. (BLOOD y cois., 1986).<br />
La absorción de un calostro de calidad y en cantidad<br />
suficiente es primordial para la adquisición de resistencia<br />
a enfermedades infecciosas de los neonatos.<br />
Existe una correlación entre la mortalidad que sobreviene<br />
a partir de las cuarenta y ocho horas de nacimiento<br />
y la concentración de la IgGl en el segundo día<br />
(LEVIEUX, 1982).<br />
Si el cordero recibe una cantidad inadecuada de calostro<br />
de la madre o el que recibe posee los factores<br />
nutritivos y protectores de la infección en cantidades<br />
insuficientes, debido a una mala alimentación de la<br />
madre durante la gestación, principalmente durante<br />
su último tercio, resulta esencial proporcionarle calostro<br />
de otra oveja o un sustitutivo. El calostro de las<br />
ovejas se puede congelar y almacenar hasta que sea<br />
preciso su consumo. Las necesidades de calostro se<br />
estiman entre 180 y 210 mi por kilo de peso vivo durante<br />
las primeras dieciocho horas, para que se satisfaga<br />
la demanda energética para la termorregulación<br />
(MELLOR y cois., 1986).<br />
Como sustitutivo se puede emplear el calostro de<br />
vaca en dosis de 0,4-0,8 litros durante las primeras<br />
dieciocho horas de vida, corriéndose el peligro de la<br />
producción de anemia hemolítica transmitida de la<br />
vaca; es una enfermedad poco frecuente. Otro inconveniente<br />
de suministrar calostro de vaca es que no
ENFERMEDADES NEONATALES DE LOS CORDEROS PRODUCIDAS POR BACTERIAS 119<br />
protege contra las enfermedades específicas ovinas<br />
(NEDKVITNE y HAUGLAND, 1970, citados por PEN-<br />
NING, 1982).<br />
Los factores que influyen en la transferencia de los<br />
anticuerpos del calostro son numerosos. Entre los<br />
principales es preciso nombrar (POPOFF y cois.,<br />
1987):<br />
— Tamaño de la carnada: disminución de la transferencia<br />
de anticuerpos según aumenta la camada.<br />
— Edad de la madre: con la edad hay primero aumento<br />
y después una disminución de las inmunoglobulinas<br />
del calostro.<br />
— Duración de la gestación: disminución de las inmunoglobulinas<br />
del calostro si la gestación es<br />
corta.<br />
— Los corderos prematuros absorben peor las inmunoglobulinas.<br />
— Razas.<br />
— Alimentación al final de la gestación.<br />
— Relación madre-cordero, adopción o no del cordero.<br />
— Asistencia en la lactación.<br />
Cantidad y calidad de la leche materna. La producción<br />
lechera de un animal está determinada por una<br />
interacción compleja entre el genotipo del animal, su<br />
medio ambiente, particularmente su nutrición, y un<br />
conjunto de factores fisiológicos, incluyendo la edad<br />
del animal, su peso y paridad, y por las enfermedades<br />
de la ubre. En el grupo fisiológico debe incluirse las<br />
interacciones entre la oveja y el número, peso y genotipo<br />
de los corderos que alimenta con su leche.<br />
La subalimentación al final de la gestación puede<br />
alterar la producción lechera, en calidad y cantidad,<br />
afectando directamente la cantidad de tejido secretor<br />
desarrollado en la ubre en el último momento de la<br />
gestación, o bien indirectamente afectando al peso y<br />
al vigor del cordero al nacimiento, independientemente<br />
de que el parto sea simple o múltiple (TREACHER,<br />
1987).<br />
La subalimentación severa al final de la gestación<br />
produce ubres pequeñas con poca o ninguna secreción<br />
anterior al parto y un retraso de varias horas en<br />
el inicio de la lactación copiosa después del parto.<br />
La ingestión continuada de dietas que sean deficientes,<br />
desequilibradas o excesivamente ricas en un<br />
determinado mineral conduce invariablemente a perjuicios<br />
económicos en crecimiento, salud, fertilidad y<br />
producción láctea (FIELD, 1982).<br />
La oveja que alimenta dos corderos produce generalmente<br />
un 40% más leche que la oveja que alimenta<br />
un solo cordero, con el mismo nivel de nutrición<br />
(TREACHER, 1978). El rendimiento de las ovejas que<br />
alimentan corderos gemelos suele ser un 50-70% superior<br />
durante la primera semana de lactación que el<br />
de las ovejas que amamantan a un cordero único. La<br />
producción lechera de las ovejas que crían gemelos<br />
aumenta rápidamente hasta alcanzar un máximo en<br />
la segunda o tercera semana de lactación. Las ovejas<br />
que crían un solo cordero alcanzan un máximo en la<br />
producción lechera durante la tercera o cuarta semana<br />
de lactación.<br />
Además de la hiponutrición, la cantidad de producción<br />
lechera de una hembra se ve afectada por las enfermedades<br />
de la ubre principalmente, ya que se sabe<br />
que cualquier enfermedad que se presenta en una<br />
hembra en producción de leche, esta producción desaparece<br />
en mayor o menor proporción.<br />
Las alteraciones de la glándula mamaria se las conoce<br />
como mamitis o mastitis, sea cual sea su causa.<br />
Se caracteriza por alteraciones físicas, químicas y casi<br />
siempre bacteriológicas de la leche, y por modificaciones<br />
patológicas del tejido glandular. Entre las anomalías<br />
más importantes de la leche cabe reseñar el cambio<br />
de color y la presencia de coágulos y de gran número<br />
de leucocitos, difíciles de observar cuando los<br />
corderos maman, salvo en aquellos casos que se observa<br />
retraso en el crecimiento o anormalidades en el<br />
cordero. Aunque en muchos casos hay tumefacción,<br />
calor, dolor (no se dejan mamar u ordeñar) e induración<br />
de la glándula mamaria, una gran proporción de<br />
ubres con mastitis no se identifican fácilmente por<br />
palpación manual ni por examen visual directo de la<br />
leche.<br />
Los agentes infecciosos productores de las mamitis<br />
ovinas pueden ser: Pasteurella hemolytica, Staphylococcus<br />
aureus, Streptococcus uberis y agalactiae, Escherichia<br />
coli y Mycoplasma agalactiae, siendo el orden<br />
de responsabilidad: S. aureus, S. agalactiae, S.<br />
uberis y M. agalactiae, todos ellos productores de enfermedades<br />
bacterianas en los corderos. La infección<br />
del tejido mamario se produce a través del pezón y el<br />
conducto galactóforo, por los gérmenes que se encuentran<br />
en el medio ambiente, al derramar la leche<br />
de las ovejas enfermas en las camas, y por contacto<br />
de ovejas enfermas con los corderos «ladrones». También<br />
afecta el traumatismo que provoca el cordero al<br />
mamar (GROSS y cois., 1978).<br />
El descenso de la leche puede ser inhibido por enfermedades<br />
dolorosas de los pezones (ectima), pezones<br />
malformados que dificultan la succión, la incapacidad<br />
primaria para la emisión de leche especialmente<br />
en las primalas.<br />
B) Factores ambientales<br />
Los factores ambientales desempeñan un papel fundamental<br />
en la aparición de las enfermedades neonatales<br />
y no es infrecuente que la prevención y el control<br />
se logren más fácilmente a través del control de<br />
estos factores:<br />
Los principales factores ambientales son:<br />
— Higiene deficiente.<br />
— Demasiado calor o demasiado frío.<br />
— Demasiada humedad.<br />
— Mayor número de animales por m 2 del debido.<br />
— Falta de aireación.
120 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />
— Ambiente, en general, demasiado rico en gérmenes<br />
de todas clases, como ocurre con buena<br />
temperatura y humedad en las camas.<br />
Higiene deficiente. Es muy corriente no preparar<br />
los apriscos para el momento del parto al practicar,<br />
con demasiada frecuencia, la paridera continua y sin<br />
control. En estas condiciones, cuando existe aglomeración<br />
de animales (explotaciones intensivas) y falta<br />
de limpieza, los millones de gérmenes que se encuentran<br />
en los apriscos, naves y tenadas, penetran en los<br />
corderos a través del cordón umbilical o por otras heridas.<br />
El neonato deberá nacer en un lugar limpio, seco y<br />
que le permita levantarse con facilidad para mamar.<br />
Ninguna área común del animal se puede esterilizar,<br />
pero sí se puede hacer una limpieza razonable con<br />
desinfectantes para reducir al mínimo la frecuencia<br />
de infección antes de que el recién nacido ingiera el<br />
calostro y durante las primeras semanas de vida,<br />
cuando el neonato es muy susceptible a las enfermedades<br />
infecciosas. La acumulación excesiva de estiércol,<br />
y la mala limpieza de las camas, originan aumento<br />
de la mortalidad neonatal.<br />
Efectos de la temperatura. La temperatura es, con<br />
toda probabilidad, el factor ambiental que más influye<br />
en la aparición de las enfermedades en los recién nacidos,<br />
pues cuanto más joven es un animal más sensible<br />
se muestra a las condiciones desfavorables del<br />
ambiente.<br />
La temperatura afecta más cuando es baja, si además<br />
va acompañada de humedad y viento. Los corderos<br />
aguantan bien el frío seco, pero no la humedad.<br />
La temperatura ideal es la de 18-22° C y CRAPLET<br />
(1961) dice que «el calor salva más vidas de corderos<br />
que todas las medicinas juntas».<br />
La pérdida excesiva de calor por los corderos recién<br />
nacidos al contraste existente entre la temperatura<br />
intrauterina y la exterior o ambiental es la causa fundamental<br />
de muerte por hipotermia, requiriéndose algún<br />
tipo de abrigo para que esto no ocurra (EALES y<br />
cois., 1982). Esto es más frecuente en las explotaciones<br />
extensivas.<br />
La hipotermia que ocurre a las doce horas de nacer<br />
suele deberse a inanición y es necesaria la administración<br />
de glucosa. La glucosa se administra por vía<br />
intraperitoneal a dosis de 2 g/kg de peso vivo, usando<br />
una solución al 20%. Después de la administración de<br />
glucosa se calienta de nuevo a los corderos con aire a<br />
40" C, atendiendo cuidadosamente a la nutrición de<br />
los mismos después del calentamiento. Será útil la alimentación<br />
con 100-200 mi de calostro. Esto suele<br />
acompañarse de baja concentración del lactato plasmático,<br />
lo que indica descenso de la tasa metabólica.<br />
Se ha observado que la hipotermia experimental en<br />
corderos produce pocos efectos patológicos, pero existe<br />
una estrecha relación entre la raza y el grado de<br />
hipotermia que se produce (SLEE y cois., 1980).<br />
La exposición al frío produce una acidosis con producción<br />
de diarreas y muerte; también produce un<br />
impedimento para que el cordero mame o que la madre<br />
lo cuide.<br />
Falta de aireación. La ventilación insuficiente origina<br />
sobrecalentamiento del sitio en los meses de verano<br />
y enfriamiento en los meses de invierno, con producción<br />
de afecciones del aparato respiratorio. L;i aireación<br />
se puede calcular observando el grado de<br />
humedad do la cama, o la presencia o ausencia de<br />
condensación en la lana de los animales o en las paredes<br />
y los lechos de los encerraderos, y por la presencia<br />
de corrientes de aire.<br />
C) Factores ligados a formas morbosas de los recién<br />
nacidos de naturaleza sistemática<br />
El feto de oveja (CABELLO, 1979) produce grandes<br />
cantidades de corticosteroides desde los ocho o diez<br />
días antes del parto. Las altas concentraciones de corticosteroides<br />
producen linfopenia y disminución de las<br />
defensas fagocitarias del neonato, lo cual puede afectar<br />
al mecanismo inmunitario celular y por lo mismo<br />
disminuir la resistencia perinatal.<br />
Agentes infecciosos<br />
Los agentes infecciosos que pueden provocar la<br />
muerte en los corderos jóvenes son: virus (parainfluenza-3,<br />
adenovirus, reovirus, virus herpes, «pox»,<br />
virus maedi-visna, glosopeda), micoplasrnas (M. agalactiae,<br />
M. mycoides var. mycoides, M. ovipneumoniae,<br />
M. arginini), parásitos (criptosporidios y coccidios)<br />
y bacterias (Pasteurella hemolytica, Corynebaclerium,<br />
Streptococcus, Staphylococcus, Fusobacterium<br />
necrophorus o Sphaerophorus necrophorus, Clostridium,<br />
Hscherichia coli y Chlamydia psittaci). Nosotros<br />
nos referiremos a las enfermedades bacterianas o<br />
producidas por bacterias, y clasificamos a las bacterias<br />
en bacterias o gérmenes ambientales (microbismo<br />
ambiental), bacterias o gérmenes patógenos facultativos<br />
y bacterias o gérmenes patógenos estrictos.<br />
Microbismo<br />
ambiental<br />
GORET y cois. (1968) denominan microbismo ambiental<br />
«al conjunto de condiciones que aseguran o<br />
favorecen la invasión, de un medio dado, por los gérmenes,<br />
así como el desarrollo, la persistencia y las variaciones,<br />
en dicho medio, de la flora microbiana, en<br />
el más amplio sentido de la palabra».<br />
El microbismo, que resulta de un conjunto de interacciones<br />
complejas animales-medio, tiene una importancia<br />
fundamental en la explotación intensiva, puesto<br />
que representa un manantial inagotable de infecciones<br />
para el ganado, y, al mismo tiempo, un elemento<br />
de primer orden para la inmunización de los animales.<br />
La totalidad de la microflora ambiental, especialmente<br />
la del aparato digestivo, forma con los microor-
ENFERMEDADES NEONATALES DE LOS CORDEROS PRODUCIDAS POR BACTERIAS 121<br />
ganismos (colis clostridios) un sistema de equilibrio<br />
inestable que especialmente en la convivencia de animales<br />
de diversas especies se altera, con intensa proliferación<br />
de ciertos gérmenes o localización de los<br />
mismos en lugares no adecuados del organismo.<br />
El microbismo ambiental de los apriscos y/o naves<br />
tiene su expresión en el fenómeno denominado «fatiga<br />
estabular», que puede ser modificado con una desinfección<br />
profunda y un descanso durante un tiempo<br />
determinado.<br />
Patógenos facultativos o patógenos secundarios<br />
Una de las principales características del microbismo,<br />
en la explotación intensiva, consiste en el cambio<br />
de aspecto de la flora microbiana clásica, con predominio<br />
de gérmenes patógenos secundarios o facultativos,<br />
y la alerta de los gérmenes patógenos primitivos.<br />
Estos últimos suelen encontrarse controlados por las.<br />
medidas profilácticas, higiénicas e incluso terapéuticas.<br />
Permanecen en letargo y constituyen una amenaza<br />
solapada, latente y permanente de infección. Basta<br />
con que las antedichas medidas no sean respetadas<br />
para que las infecciones primitivas se recuperen y dominen<br />
de nuevo la patología. Los agentes de las infecciones<br />
secundarias, que no manifiestan su poder patógeno<br />
más que a consecuencia de un debilitamiento<br />
del terreno, tienen el campo libre, porque, por un lado,<br />
las grandes enfermedades se encuentran limitadas<br />
y, por otro, la receptividad de los animales se<br />
acrecienta con las condiciones de la explotación intensiva.<br />
De esta forma es como la flora saprofítica,<br />
que se encuentra en todas partes, constituye una permanente<br />
amenaza de infección y amenaza de invasión<br />
para el terreno.<br />
Los agentes de las infeciones secundarias tienen un<br />
poder patógeno que varía en función del estado de resistencia<br />
del terreno (organismo animal); cuanto más<br />
sensible sea el terreno (animales jóvenes) mayores<br />
caracteres de gravedad poseerá la enfermedad.<br />
Las variaciones se deben igualmente al aporte incesante<br />
de nuevos gérmenes por el hecho de la introducción<br />
de animales nuevos y extraños en la explotación.<br />
El poder patógeno de ciertos gérmenes parece ser<br />
desencadenado o exaltado por influencia de otra especie<br />
bacteriana, y cuanto más contaminado está el<br />
medio, mayores posibilidades existen para que se realicen<br />
tales asociaciones.<br />
Los gérmenes que se consideran patógenos facultativos<br />
son: Pasteurellas, Chlamydias y clostridium,<br />
principalmente, así como el E. coli para el síndrome<br />
septicemia.<br />
El hombre hace desaparecer, total o parcialmente,<br />
la virulencia de los microorganismos empleando medios<br />
físicos (calor), químicos (desinfectantes) o biológicos<br />
(pases sucesivos por animales, embriones de pollo<br />
o células de diferentes órganos del cuerpo animal), y<br />
obtiene las bacterinas (gérmenes muertos) y las vacunas<br />
(virulencia atenuada), que utilizan para el control<br />
de las enfermedades. Ambos conceptos se simplifican<br />
en uno sólo y es el de vacunas.<br />
Patógenos<br />
estrictos<br />
Se conoce como bacterias patógenas estrictas a todas<br />
aquellas que cuando so ponen en contacto con un<br />
organismo vivo, animal o vegetal, si éslo no está inmunizado<br />
contra él, le producen la. enfermedad.<br />
Las propiedades más importantes de los patógenos<br />
estrictos vienen dadas por la capacidad de:<br />
— Sobrevivir y multiplicarse en el organismo.<br />
— Penetrar en el Hospedador.<br />
— Resistir la fagocitosis.<br />
— Resistir los efectos bactericidas del suero.<br />
— Producir toxinas.<br />
A estas propiedades hay que añadir el número de<br />
gérmenes invasores en el momento de la infección.<br />
Los gérmenes patógenos productores de enfermedades<br />
neonatales en los corderos, según POPOFF y<br />
TAINTURIER (1987), son: Pasteurella, Slreptococcus,<br />
Corynebacterium, Haemophilus, Fusobacterium, Campilobacter,<br />
E. coli, Klebsiella, Yersinia, Aeromonas.<br />
En el año 1986 se encontraron, en los diferentes<br />
diagnósticos efectuados en corderos de menos de<br />
veinte días de edad, en el INIA, los siguientes agentes:<br />
— Clamidias: 38%.<br />
— Clostridios: 37%.<br />
— Criptosporidios: 15%.<br />
— Deficiencias nutritivas (enfermedad del músculo<br />
blanco): 10%.<br />
— Necrobacilos: 8%.<br />
— Pasterelas: 5%.<br />
— Colis: 2%.<br />
En el año 1987 y 1988 ha aumentado el porcentaje<br />
de criptosporidios y de colis en detrimento de los clostridios.<br />
También se ha aislado el bacilo de la PTB, pero no<br />
le consideramos responsable del proceso patológico<br />
que presentaba el animal afectado.<br />
La mayoría de estos agentes son productores de<br />
diarrea y muerte, encontrándose varios de ellos asociados.<br />
PARTICULARIDADES DE LAS ENFERMEDADES<br />
NEONATALES DE LOS CORDEROS<br />
Vía de contagio<br />
La principal vía de contagio o puerta de entrada de<br />
los agentes infecciosos está representada por el cordón<br />
umbilical. Cuando aún no se ha secado, constituye<br />
una barrera muy fácil de franquear para los diversos<br />
microorganismos presentes en el medio exterior,<br />
con el cual está directamente en contacto. La infec-
122 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
ción ocurre raramente por las vías oral, respiratoria y<br />
ocular.<br />
Síntomas de enfermedad<br />
El cuadro clínico de las enfermedades bacterianas<br />
presenta seis síndromes que por su etiología, evolución<br />
y pronóstico pueden ser diagnosticados por el veterinario<br />
clínico, aunque la confirmación deberá ser<br />
siempre laboratorial. Estos síndromes son:<br />
— Síndrome o forma septicémica.<br />
— Síndrome diarreico, enteritis o forma intestinal.<br />
— Síndrome pneumónico, pneumonía o forma pulmonar.<br />
— Síndrome poliartrítico, artritis o forma articular.<br />
— Síndrome del ombligo, onfaloflebitis o forma purulenta.<br />
— Síndrome nervioso o «borrachera de los corderos».<br />
Síndrome<br />
septicemia<br />
Está caracterizado por producirse la muerte en horas,<br />
cuando no se produce de forma súbita. Se presenta<br />
desde las cuarenta y ocho horas del nacimiento<br />
hasta los quince días de vida. Los gérmenes y los productos<br />
de su metabolismo (toxinas) se distribuyen por<br />
el torrente circulatorio a todos los tejidos, que resultarán<br />
afectados en mayor o menor intensidad. Los<br />
agentes bacterianos responsables de la septicemia<br />
son variados, siendo los más frecuentes el E. coli, la<br />
Pasteurella multocida o séptica y el Clostridium perfringens,<br />
conociéndoselas como septicemia colibacilar,<br />
septicemia hemorrágica y enterotoxemias, respectivamente.<br />
Los factores predisponentes, estudiados<br />
más arriba, juegan un papel importantísimo en la<br />
aparición de las septicemias.<br />
Los síntomas clínicos de la septicemia, cuando existen,<br />
consisten en elevación de la temperatura rectal<br />
hasta 40-41,5° C, abatimiento, inmovilidad y rehusan<br />
mamar; el vientre se encuentra blando a la palpación<br />
y el cordón umbilical tumefacto y doloroso; la temperatura<br />
desciende rápidamente.<br />
El E. coli que se encuentra en los corderos septicémicos<br />
(POPOFF y cois., 1983) forman parte del grupo<br />
078, y sus propiedades para invadir el organismo son<br />
debidas a la presencia de dos plásmidos, el plasmido<br />
Vir y el plasmido Col V, que permiten la adherencia<br />
del germen a las células epiteliales de las vellosidades<br />
intestinales y favorecen la producción de toxina letal<br />
(plasmido Vir) y el aumento de la resistencia al efecto<br />
bactericida del suero (MRAMI BELKEBIR, 1986,<br />
citado por POPOFF y TAINTURIER, 1987).<br />
En la septicemia hemorrágica de los corderos intervienen<br />
los serotipos 1:D y 4:D de la P. multocida y los<br />
12 serotipos y biotipos, A y T, de la Pasteurella hemolytica<br />
(NICOLET, 1986).<br />
Las enterotoxemias son producidas por el C. perfringens<br />
o C. welchii tipo B, causando, a veces, verdaderos<br />
estragos entre los neonatos. Se encuentra como<br />
comensal normal en el tracto gastrointestinal de los<br />
animales, así como en el suelo, agua/aguas residuales,<br />
plantas y alimentos contaminados por las deyecciones;<br />
en el suelo y aguas residuales sobrevive por la<br />
resistencia que le confieren los esporos. Afecta a los<br />
corderos en la primera semana de vida. El papel principal<br />
es producido por la toxina beta. La rápida multiplicación<br />
del C. welchii tipo B en el intestino se ve favorecida<br />
por los factores ambientales (falta de higiene)<br />
y la ingestión desmesurada de leche. Esto último<br />
puede dar lugar a la presentación enzoótica de la enfermedad.<br />
Síndrome<br />
diarreico o enteritis<br />
Las inmunoglobulinas del calostro presentes en el<br />
intestino de los neonatos pueden impedir la aparición<br />
de las enfermedades intestinales en forma de diarreas,<br />
y cuando esto no ocurre se presentan las diarreas,<br />
causa que produce mayores pérdidas económicas,<br />
que entre todas las demás enfermedades, de los recién<br />
nacidos. Cuando aparece en una explotación es<br />
muy difícil de erradicar. Producen alta mortalidad pese<br />
a los tratamientos y, aun cuando no produzcan la<br />
muerte, suelen dejar a los animales muy débiles, enfermizos<br />
y sin condiciones para ser rentables. Las diarreas<br />
son características de las explotaciones extensivas,<br />
en las cuales los pequeños apartados para partos,<br />
cuando existen, adquieren una carga de gérmenes<br />
cada vez más elevada según avanza la paridera.<br />
Cuando no hay apartados para partos el problema es<br />
mucho mayor por la contaminación de las camas por<br />
los animales mayores y por el contacto, más intenso,<br />
entre animales que favorece la difusión de las enfer-"<br />
medades. Esto es más intenso en el invierno.<br />
La muerte por diarrea se produce por acidosis, deshidratación,<br />
pérdida de electrólitos esenciales y uremia.<br />
La mayor parte de los trastornos ocasionados por la<br />
diarrea son consecuencia de la existencia de desequilibrios<br />
en el balance hídrico y electrolítico. La eliminación<br />
de agua y electrólitos rebasa, en los casos de<br />
diarrea, a la ingestión, produciéndose la deshidratación.<br />
La deshidratación se caracteriza por el hundimiento<br />
de los bulbos oculares, sequedad de las mucosas<br />
con formación de costras en los labios y morro, disminución<br />
súbita de peso y concentración de la sangre.<br />
Los gérmenes responsables de la diarrea neonatal de<br />
los corderos, según los resultados de los años 1986,<br />
1987 y 1988, son Clamidias, Clostridios y Colis, por<br />
este orden.<br />
La Chlamydia psittaci, responsable de las infecciones<br />
clamidiales en los ovinos donde provoca abortos<br />
(el más importante en la actualidad en España), y<br />
responsable de procesos patoloticos diversos, tiene un<br />
tamaño de 0,28-0,80 mieras de diámetro, es basófilo,<br />
débilmente ácidorresistente, parásito intracelular
ENFERMEDADES NEONATALES DE LOS CORDEROS PRODUCIDAS POR BACTERIAS 123<br />
obligado y se multiplica en el citoplasma de las células<br />
hospedadoras donde forma inclusiones intracitoplasmáticas.<br />
Se encuentran presentes en la mucosa intestinal de<br />
animales con diarrea y en el bazo, hígado, médula espinal<br />
y plexos coroideos de los animales que presentan<br />
diferentes síntomas de enfermedad. La infección<br />
se desarrolla por la intervención de factores del hospedador<br />
y predisponentes, tales como: edad, raza,<br />
destete, gestación (en hembras adultas), manejo, sensibilización<br />
específica, infestaciones parasitarias, estrés,<br />
cambio climático, etc.<br />
Su aislamiento se produce a partir de material infectado<br />
e inoculación correspondiente en embrión de<br />
pollo de seis días, así como en cultivos de células Mc-<br />
Coy.<br />
No se conoce la patogenia ni la epidemiología de las<br />
clamidias en las enteritis, aunque se piensa es debido<br />
a una infección intrauterina de los animales inmunizados<br />
por haber abortado o por haber estado en contacto<br />
con animales infectados, puesto que en años<br />
posteriores a la existencia de abortos en un rebaño<br />
aparecen alteraciones diarreicas en los corderos de<br />
menos de siete días de vida.<br />
Clostridios. Las diarreas producidas por el clostridium<br />
perfringens tipo B se conocen con el nombre de<br />
disentería de los corderos, caracterizada por una enteritis<br />
hemorrágica (lamb dysentery), y que cursa de<br />
forma enzoótica causando verdaderos estragos.<br />
Colis. La evidencia de la intervención del E. coli en<br />
la diarrea de los corderos se basa, más bien, en que<br />
suele aislarse Escherichia coli del contenido intestinal<br />
y heces de corderos diarreicos. En corderos normales<br />
puede aislarse E. coli con igual frecuencia. Afecta a<br />
corderos de menos de siete días, y presentan una diarrea<br />
blanca, muy líquida que produce una gran deshidratación,<br />
siendo la mortalidad elevada.<br />
Las cepas enterotoxigénicas de E. coli poseen el factor<br />
de adherencia K-99, y la toxina termoestable (ST),<br />
y con menor frecuencia la toxina termolábil.<br />
• Además de estos agentes bacterianos, existen otros<br />
gérmenes que pueden producir diarrea, pero con una<br />
incidencia insignificante. Estos gérmenes son el Corynebacterium,<br />
el Campylobacter y las Salmonellas.<br />
Se pueden producir diarreas en corderos jóvenes y<br />
criados artificalmente, por un exceso de lactosa (PE-<br />
NING, 1982), aunque este carbohidrato cuando se suministra<br />
a dosis inferiores a 160 g/cordero es un eficaz<br />
protector de las diarreas.<br />
Síndrome pmeumónico<br />
En las explotaciones extensivas las afecciones respiratorias<br />
son responsables de pérdidas económicas<br />
importantes, debidas, principalmente, al retraso en el<br />
crecimiento de los corderos. Pueden constituir una<br />
complicación de un estado septicémico, generalmente<br />
en la primera semana de vida, o declararse después<br />
de una contaminación de las vías respiratorias. Juegan<br />
un papel importantísimo los factores predisponentes<br />
ambientales.<br />
Los agentes responsables de las pneumonías de los<br />
neonatos son el M. ovipneumoniae, P. multocida y P.<br />
hemolytica tipo A, Pneumococos, Corynebacterium<br />
piogenes y chlamidias.<br />
El M. ovipneumoniae es considerado como parásito<br />
de la superficie celular, especialmente de las mucosas<br />
del tracto respiratorio y no es muy virulento. Los factores<br />
de virulencia son estructuras de adhesión de naturaleza<br />
proteica y toxinas u otros metabolitos (peróxido)<br />
que ejercen una acción nociva local. Son poco<br />
resistentes fuera del organismo.<br />
Pasteurella. La fuente principal de las infecciones<br />
producidas por pasteurelas se halla en los animales.<br />
Es un comensal de las mucosas y de la nasofaringe. El<br />
contagio suele producirse por vía aerógena y favorece<br />
la infección el hacinamiento de los animales y la falta<br />
de ventilación con aumento de gases (NH 4 y C0 2 ). Son<br />
poco resistentes fuera del organismo y suelen actuar<br />
como gérmenes secundarios en unión de virus, Mycoplasmas,<br />
Chlamidias y C. pyogenes. En los corderos<br />
es más frecuente encontrar la P. hemolytica que la<br />
P. multocida en los procesos respiratorios.<br />
El C. pyogenes es un poblador normal de las mucosas<br />
y suele actuar sinérgicamente con otros gérmenes.<br />
Artritis<br />
La inflamación de las articulaciones suele producirse<br />
por la vía umbilical o por heridas producidas en<br />
castraciones y caudectomía (raboteo). Los agentes<br />
etiológicos son todos los nombrados en las otras afecciones.<br />
Estas alteraciones raramente cursan de forma aguda<br />
con muertes, pero ocasionan pérdida de peso y retraso<br />
en el crecimiento.<br />
Onfalojlebitis u onfaütis<br />
Está originada por la infección del cordón umbilical<br />
no cicatrizado. El ombligo aún no cicatrizado es la<br />
principal puerta de entrada para los gérmenes, reuniendo<br />
el tejido gelatinoso del mismo unas condiciones<br />
óptimas para el desarrollo de los gérmenes. Estos<br />
pueden producir alteraciones locales (inflamación) o<br />
generales, al ingresar el germen o gérmenes en el organismo.<br />
Hay diversos gérmenes productores de estas alteraciones,<br />
casi todos los que producen enfermedades neonatales,<br />
pero los dos más comunes son el Fusobacterium<br />
necrophorum o Sphaerophorus necrophorus,<br />
residente habitual del tracto digestivo, y el Coryne~<br />
bacterium piogenes.<br />
La infección se produce en el momento que el ombligo<br />
contacta con las camas o utensilios de los apris-
124 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
eos, o si el nacimiento ocurre al aire libre con el suelo,<br />
y si no se toman medidas higiénicas nada más nacer,<br />
las alteraciones aparecen a partir de los diez<br />
días. El ombligo aparece tumefacto, edematoso, caliente,<br />
doloroso, de consistencia dura con uno o dos<br />
puntos de reblandecimiento, que evoluciona hacia los<br />
abscesos con aparición de un foco fluctiiante, que se<br />
abre más o menos rápidamente al exterior, dando salida<br />
a un pus o a una serosidad sanguinolenta. El cordero<br />
presenta mal estado general y debilidad general<br />
que le obliga a permanecer frecuentemente tumbado.<br />
Los animales débiles mueren rápidamente, en tanto<br />
que los más vigorosos pueden resistir y presentan<br />
grandes lesiones. En la autopsia de los cadáveres se<br />
pueden encontrar abscesos en hígado y pulmones (necrofiacilosis)<br />
(CRAPLET, 1961).<br />
Los animales enfermos eliminan gran cantidad de<br />
gérmenes virulentos que contaminan a otros corderos<br />
o permanecen durante meses en el suelo húmedo para<br />
infectar posteriormente a nuevos animales. Este<br />
germen es el productor del pedero en los animales<br />
adultos.<br />
«Borrachera de los corderos»<br />
Es un síndrome que afecta al cerebro, pudiendo ser<br />
producida^por carencia de cobre o por las clamidias.<br />
Los animales afectados vagan sin dirección fija, a<br />
veces en círculo, o permanecen en pie sin hacer ningún<br />
movimiento. Más tarde son incapaces de mantenerse<br />
en pie y yacen en decúbito lateral con los<br />
miembros estirados y la cabeza retraída hacia el dorso.<br />
Algunos presentan un movimiento continuo de<br />
«pedaleo» y ante cualquier ruido ejecutan movimientos<br />
violentos. Si no se les sujeta no maman. Las lesiones<br />
producidas consisten en edemas de los plexos coroideos<br />
y congestión de los mismos.<br />
Cuando se produce muerte súbita se observan lesiones<br />
degenerativas en el músculo cardíaco, no cediendo<br />
el problema, en el rebaño, con la implantación de<br />
un tratamiento preventivo a base de selenio y vitamina<br />
E, pero sí cuando, además, se administra oxitetraciclina.<br />
La mayoría de las enfermedades de los recién nacidos<br />
se evitan con medidas higiénicas y buen manejo<br />
del rebaño. Buena alimentación de la madre, sobre<br />
todo en el último tercio de la gestación, y preparar un<br />
buen local de partos bien desinfectado, con cama limpia,<br />
buena temperatura y ventilación, son las primeras<br />
medidas a tomar para prevenir las enfermedades<br />
neonatales.<br />
Después de nacer el cordero lo primero es realizar<br />
una buena limpieza y desinfección del cordón umbilical<br />
con tintura de yodo o con sprays desinfectantes<br />
que llevan en su composición antibióticos y antisépticos.<br />
Para que la madre no abandone al cordero hay que<br />
preparar recintos (chiqueros) pequeños de parto, que,<br />
además, favorecen la lactación.<br />
Hay que cerciorarse de que los corderos han tomado<br />
el calostro en las primeras horas después de nacer.<br />
Las medidas sanitarias son indispensables para obtener<br />
buenos resultados en la prevención de todas las<br />
enfermedades y las indispensables son: limpieza a<br />
fondo de la nave o aprisco antes de empezar la paridera,<br />
con desinfección de suelos, techo y paredes con<br />
cal, lejía, formol al 10%, compuestos de amonio cuaternario<br />
o superfosfato de cal. Después de bien limpio<br />
colocar cama limpia y seca mezclada con cal o superfosfato<br />
de cal que actúan como absorbentes de la humedad.<br />
Para algunas enfermedades (enterotoxemias) utilizar<br />
vacunas en las madres gestantes.<br />
TRATAMIENTO<br />
Como hemos visto, son varios los gérmenes que se<br />
pueden encontrar en enfermedades con los mismos<br />
síntomas e incluso en la misma enfermedad al encontrarse<br />
en sinergismo. En estas condiciones el tratamiento<br />
es difícil. Para paliar estas dificultades se necesita<br />
un diagnóstico exacto del agente morboso y si<br />
éste es una bacteria efectuar en el laboratorio un antibiograma<br />
para conocer qué antibiótico o antibióticos<br />
debemos utilizar.<br />
En las diarreas se debe suministrar suero glucosado<br />
y levadura para niños.<br />
Hay antibióticos específicos para algunos gérmenes,<br />
como son: la oxitetraciclina o terramicina para las infecciones<br />
clamidiales, y la tiamutina para las micoplasmosis.<br />
PROFILAXIS.DE LAS ENFERMEDADES NEONATALES<br />
Es muy difícil prevenir las infecciones en los animales<br />
jóvenes, ya que, independientemente del grado de<br />
la capacidad de estimulación defensiva de los distintos<br />
agentes, las respuestas inmunológicas son deficientes<br />
y no ejercen una protección total frente a los<br />
agentes infecciosos.<br />
CONCLUSIÓN<br />
Las enfermedades neonatales para su aparición dependen<br />
en primer lugar de los factores predisponentes,<br />
y después de los agentes infecciosos (bacterias, virus,<br />
micoplasmas, parásitos). Como estos factores<br />
varían de un rebaño a otro, cada rebaño en particular<br />
será objeto de un estudio atento de las alteraciones<br />
que se observan en los corderos, enfermedad y/o mortalidad,<br />
y poner en práctica medidas preventivas eficaces.<br />
El peso del cordero al nacer y el vigor que presenta<br />
son fundamentales para evaluar las posibilidades de<br />
supervivencia. Si nacen demasiados corderos débiles<br />
deberemos pensar en los animales adultos (madres y
ENFERMEDADES NEONATALES DE LOS CORDEROS PRODUCIDAS POR BACTERIAS 125<br />
padres consanguíneos, o deficiente nutrición de las<br />
madres durante la gestación).<br />
Hay que tener presente que el frío con humedad y<br />
viento es muy dañino para los ovinos en general y en<br />
especial para los animales jóvenes, que tienen menos<br />
resistencia. Vigilancia de los partos y de las madres<br />
antes de parir para evitar salgan al careo en días de<br />
frío, agua y viento {ventiscas) evitan muchas bajas de<br />
corderos.<br />
Una buena higiene de los apriscos y alrededores de<br />
los mismos son las medidas preventivas prioritarias,<br />
sin las cuales los programas de profilaxis específicos<br />
están abocados al fracaso.<br />
El éxito del tratamiento y profilaxis de las enfermedades<br />
infecciosas radica en la celeridad en efectuar el<br />
diagnóstico de la causa productora de las mismas.<br />
El viejo adagio dice: «Más vale prevenir que curar»,<br />
y yo le he transformado por el contacto con los ganaderos<br />
en «más vale prevenir que llorar», pues por no<br />
tomar medidas a tiempo (prevenir) después sufrieron<br />
verdaderas catástrofes (llorar) en sus rebaños.<br />
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1987.
Comunicación<br />
Control y tratamiento de la paratuberculosis (PTB)<br />
©vina y caprina<br />
0. Fuentes Pérez '<br />
RESUMEN<br />
El presente trabajo aborda el control y tratamiento<br />
de la PTB en ovejas y cabras. Para el control se ha<br />
trabajado con animales pertenecientes a cuatro rebaños,<br />
dos de ovejas y dos de cabras, explotados deforma<br />
tradicional. Se ha empleado vacuna viva liofilizada.<br />
Para el tratamiento se han utilizado animales con<br />
síntomas sospechosos de PTB, de los rebaños controlados,<br />
y animales remitidos al INIA enfermos de PTB,<br />
habiendo empleado preparados antimicobacterianos,<br />
estimulantes del desarrollo y correctores vitamínicominerales.<br />
Palabras clave: control, tratamiento, PTB, ovina,<br />
caprina, coprocultivo, higiene, correctores vitamínicominerales.<br />
INTRODUCCIÓN<br />
La PTB, incluida por la FAO en su reunión celebrada<br />
en Roma en el año 1964 entre las «Enfermedades<br />
de importancia naciente de los animales» junto con la<br />
PPA, lengua azul y enterotoxemias de los ovinos, ha<br />
cobrado en los últimos años la categoría de primera<br />
enfermedad, en cuanto a pérdidas económicas se refiere,<br />
en la explotación de ovejas y cabras adultas en<br />
España.<br />
Desde el año 1982 el control oficial de la enfermedad<br />
se efectúa por medio de vacunas aplicadas antes<br />
de los veinticinco-veintiocho días de vida de los animales<br />
receptibles y pertenecientes, en algunas regiones,<br />
a rebaños con diagnóstico positivo de PTB. Durante<br />
estos años se han distribuido 400.000 dosis de<br />
vacuna viva, habiendo descendido la incidencia de la<br />
enfermedad en un porcentaje elevado, aunque los<br />
animales vacunados pueden seguir excretando el bacilo<br />
paratuberculoso (bacilo PTB) (FUENTES, 1988) y<br />
presentando síntomas de la enfermedad después de la<br />
vacunación.<br />
La curación de los animales enfermos, cuando se<br />
han declarado los síntomas, no tiene hoy mejores<br />
perspectivas que hace cincuenta años, pues, aunque<br />
Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias.<br />
Departamento de Sanidad Animal.<br />
Embajadores, 68. 28012 Madrid.<br />
se ha conseguido eliminar el cuadro clínico, los animales<br />
continúan expulsando bacilos con las heces y<br />
mueren antes o después por efectos de la enfermedad.<br />
La primera sospecha de la existencia de la PTB en<br />
España data del año 1935, cuando ROCA SOLER publicó<br />
un trabajo relacionado con el tratamiento de<br />
una vaca paratuberculosa; posteriormente, ALLER y<br />
cois. (1973) publicaron la existencia de un foco de<br />
PTB en ovejas de León, y en 1979, GARRIDO y LEÓN<br />
VIZCAÍNO hablan de la PTB en cabras de Andalucía.<br />
Es una enfermedad infecciosa, específica de los rumiantes<br />
adultos, de curso crónico y caracterizada por<br />
delgadez, diarrea acuosa, maloliente e intermitente,<br />
presente siempre en los bóvidos y, a veces, en ovejas y<br />
cabras, significando en estas dos especies la cercanía<br />
de la muerte, que suele ocurrir quince-veinte días después.<br />
La sintomatología es característica, pero no patognómica,<br />
pudiéndose confundir con parasitosis, tuberculosis,<br />
salmonelosis, enfermedades carenciales, etc.<br />
El contagio se produce por vía digestiva al ingerir,<br />
en los primeros días de vida, los bacilos que contaminan<br />
las aguas, calostros y comederos y abrevaderos,<br />
así como los utensilios de los apriscos y cabrerizas,<br />
manchados con heces más o menos blandas. La transmisión<br />
también se efectúa por la vía intrauterina,<br />
aunque tiene una importancia secundaria.<br />
El período de incubación de la enfermedad dura varios<br />
meses e incluso años, pudiendo, inclusive, un animal<br />
infectado no presentar síntomas de la enfermedad<br />
durante toda su vida.<br />
Las medidas para el control de la PTB difieren de<br />
unos rebaños (infectados) a otros (vírgenes).<br />
MATERIAL Y MÉTODOS<br />
Control<br />
Para el control de la enfermedad se ha trabajado<br />
con 1.277 animales, 645 ovejas y 635 cabras, de razas<br />
Talaverana y Castellana con cruces industriales,<br />
las ovejas, y Murciana y Granadina y cruce de ambas<br />
las cabras, radicadas en Toledo (OTO, 227 ovejas, y<br />
CATO, 318 cabras), Segovia (OSG, 415 ovejas) y Guadalajara<br />
(GAGU, 317 cabras) y explotados comercialmente,<br />
en régimen de alimentación tradicional en la<br />
comarca en que radican. A partir del inicio del con-
128 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
Tabla I<br />
N2 TOTAL DE ANIMALES VACUNADOS POR REBAÑO<br />
1.982<br />
1.983<br />
1.984<br />
1,985<br />
1.986<br />
TOTAL<br />
OTO<br />
80<br />
45<br />
45<br />
20<br />
25<br />
215<br />
CATO<br />
100<br />
50<br />
35<br />
35<br />
35<br />
255<br />
OSG<br />
50<br />
40<br />
42<br />
38<br />
42<br />
212<br />
CAGU<br />
40<br />
30<br />
29<br />
31<br />
28<br />
158<br />
TOTAL<br />
270<br />
165<br />
151<br />
124<br />
130<br />
840<br />
trol se ha suministrado un suplemento continuo de<br />
minerales y vitaminas en forma de bloques o polvo, y<br />
una mejora nutricional en la época de partos y escasez<br />
de alimentos en el campo, y, fundamentalmente,<br />
en la última etapa de gestación (último tercio). La<br />
edad de los animales es la normal en un rebaño y sin<br />
control hasta el inicio de las pruebas de recogida de<br />
heces.<br />
Los rebaños de Toledo en el momento de empezar<br />
el control eran conocidos como infectados de PTB por<br />
diagnóstico previo en animales sospechosos por la<br />
sintomatología que presentaban. El número de bajas<br />
anuales llegaba al 20% en ambos rebaños (alta incidencia);<br />
los otros rebaños no tenían bajas sospechosas<br />
de PTB por encima del 2% anual (baja incidencia).<br />
Aprovechamos una charla particular con estos dos<br />
ganaderos para que nos remitiesen un animal enfermo,<br />
y en ambos rebaños diagnosticamos la existencia<br />
de PTB; estos animales estaban fuertemente parasitados<br />
al no efectuar nunca la desparasitación. La única<br />
lesión llamativa que encontramos fue la hipertrofia de<br />
los ganglios linfáticos mesentéricos, lesión sospechosa<br />
de PTB. Todos los ganaderos estaban sensibilizados<br />
con la paratuberculosis e interesados unos, los toledanos,<br />
en la erradicación de sus rebaños, y los otros que<br />
no pasase a más.<br />
Desde el año 1982 se han vacunado, en los cuatro<br />
rebaños, un total de 840 animales, repartidos según<br />
la tabla I. Las vacunas empleadas han sido las suministradas<br />
por la Subdirección de Sanidad Animal,<br />
siendo aplicadas por los veterinarios directores de las<br />
explotaciones. La edad de aplicación, menor de veintiocho<br />
días de vida, y la dosis de 2 mi por vía subcutánea<br />
en el maslo de la cola.<br />
El control se ha efectuado por recogida de heces<br />
para el posterior aislamiento del bacilo PTB mediante<br />
el coprocultivo, con una periodicidad, aproximada, de<br />
cuatro meses, y un intervalo, entre rebaños, de un<br />
mes (tabla II). El aislamiento del bacilo se ha efectuado<br />
según FUENTES (1988). Las muestras se han reco-.<br />
gido de todos los animales y han variado en un 2% ±,<br />
y los animales retirados por viejos (10%) han sido repuestos<br />
por animales jóvenes, así como los sacrificados<br />
por haber resultado positivos al CH (cultivo de heces).<br />
Todos los animales de reposición, a partir de<br />
1982, han sido vacunados. La recogida de heces se ha<br />
Tabla II<br />
Calendario de recogida-recepción de muestras<br />
FECHA DE RECEPCIÓN DE MUESTRAS<br />
REBAÑOS<br />
13<br />
recogida<br />
23<br />
recogida<br />
3a<br />
recogida<br />
4»<br />
recogida<br />
53<br />
recogida<br />
63<br />
recogida<br />
73<br />
recogida<br />
83<br />
recogida<br />
93<br />
recogida<br />
103<br />
recogida<br />
113<br />
recogida<br />
123<br />
recogida<br />
OTO<br />
10-4-81<br />
29-9-81<br />
13-1-82<br />
12-5-82<br />
15-12-82<br />
13-5-83<br />
15-11-83<br />
20-4-84<br />
22-10-84<br />
20-•3-85<br />
23-9-85<br />
15-3-66<br />
CATO<br />
14-12-81<br />
20-4-82<br />
2-11-82<br />
10-1-83<br />
20-6-83<br />
15-12-83<br />
18-6-84<br />
(»)<br />
21-5-84<br />
3-12-84<br />
22-4-85<br />
28-10-85<br />
31-3-86<br />
30-10-86<br />
OSG<br />
15-2-82<br />
7-6-82<br />
18-10-82<br />
21-2-83<br />
20-9-83<br />
20-2-84<br />
20-7-84<br />
10-1-85<br />
10-7-85<br />
20-12-85<br />
23-6-86<br />
12-1-87<br />
CAGU<br />
22-3-82<br />
10-8-82<br />
22-11-82<br />
21-3-83<br />
14-7-83<br />
10-1-84<br />
20-6-84<br />
20-12-84<br />
20-5-85<br />
25-11-85<br />
15-4-86<br />
20-11-86<br />
(*) Exceso de tubos contaminados 21-5-84, 2. a toma 18-6-84.
CONTROL Y TRATAMIENTO DE LA PARATUBERCULOSIS fPTB) OVINA Y CAPRINA 129<br />
Tabla III<br />
Número de animales tratados y productos empleados<br />
LUGARES DE TRATAMIENTO (REBAÑOS)<br />
PRODUCTO<br />
Bioazid (B)<br />
Zoodual (Z)<br />
Rimactán<br />
Rifaldín<br />
3-nitro-S (Cal)<br />
3-nitro-soluble (Sol)<br />
Ca y P<br />
B + Z<br />
Z + Cal.<br />
Z + Sol.<br />
Z + correctores<br />
Z + Ca y P<br />
TOTAL<br />
OVEJAS<br />
1<br />
1<br />
1<br />
0<br />
1<br />
1<br />
1<br />
1<br />
1<br />
1<br />
9<br />
I.N.I.A.<br />
CABRAS<br />
2<br />
2<br />
1<br />
1<br />
1<br />
2<br />
1<br />
1<br />
1<br />
1<br />
1<br />
1<br />
15<br />
OTO<br />
6<br />
6<br />
3<br />
3<br />
5<br />
5<br />
6<br />
6<br />
3<br />
3<br />
6<br />
6<br />
' 58<br />
CATO<br />
9<br />
9<br />
4<br />
5<br />
5<br />
4<br />
9<br />
9<br />
5<br />
4<br />
9<br />
9<br />
81<br />
CAGU<br />
1<br />
1<br />
1<br />
0<br />
0<br />
1<br />
1<br />
1<br />
1<br />
0<br />
1<br />
1<br />
9<br />
OSG<br />
2<br />
1<br />
1<br />
0<br />
1<br />
0<br />
1<br />
1<br />
0<br />
1<br />
1<br />
1<br />
10<br />
TOTAL<br />
21<br />
20<br />
11<br />
9<br />
13<br />
12<br />
19<br />
19<br />
10<br />
10<br />
19<br />
19<br />
182<br />
efectuado aprovechando desparasitaciones o vacunaciones<br />
efectuadas en los rebaños, llevándose refrigeradas<br />
con hielo o pastillas congeladas hasta el laboratorio.<br />
Además de las heces de todos los animales de cada<br />
rebaño, hemos empleado la mucosa intestinal, región<br />
de la válvula ileocecal, de los animales muertos o<br />
sacrificados por ser excretores del bacilo PTB en heces<br />
y/o presentar síntomas de PTB.<br />
TRATAMIENTO<br />
Para el tratamiento se ha utilizado un total de 182<br />
animales, 24 de ellos recibidos vivos en el INIA con<br />
síntomas de PTB y en doble o triple muestra (dos o<br />
tres animales al mismo tiempo), correspondiendo 15 a<br />
la especie caprina, de diferentes edades y razas, y<br />
nueve a la especie ovina, entre tres y cinco años de<br />
edad y razas variadas. Los otros 158 animales pertenecen<br />
a los cuatro rebaños en control, positivos al<br />
cultivo de heces y con inicio de adelgazamiento.<br />
El número de animales tratados por rebaño ha sido<br />
el siguiente:<br />
— Rebaño OTO: 58 animales.<br />
— Rebaño CATO: 81 animales.<br />
— Rebaño OSG: 10 animales.<br />
— Rebaño CAGU: 9 animales.<br />
El tiempo de tratamiento, si el animal no ha muerto<br />
antes, ha sido mínimo de setenta días, habiendo empleado<br />
los productos terapéuticos siguientes:<br />
Antimicobacterianos<br />
Estreptomicina (Zoodual, 4 g, Antibióticos, S. A.).<br />
Inyectable: seis días seguidos, descansar uno. Inyección<br />
única. Hidracidas (Bioazid, Uriach y Cía.). Comprimidos:<br />
tres al día en 2-3 tomas durante seis días y<br />
descansar uno, durante períodos de tratamiento de<br />
cincuenta días, dejando descansar diez, y empezar'<br />
nuevo ciclo.<br />
Rimacina o Rifampicina (Rimactán, Ciba Geigy; Rifaldín,<br />
Lepetit). Comprimidos, 1 x 600 mg/día en tandas<br />
de 6 + 1.<br />
Estimulantes<br />
Acido-3-nitro-4-hidroxifenilarsónico (ácido 3 nitro),<br />
(3 nitro-S, Lab. Calier; 3-Nitro Soluble, Solvay, Vet.)<br />
tandas de 6 + 6 en dosis de 0,0030% en el pienso, o<br />
1 g/7 litros de agua, hasta quince días antes del sacrificio.<br />
Compuesto mineral (Calcitad 40, Lab. Calier) solución<br />
inyectable. 2,5 ml/10 kg de peso y día, en una sola<br />
vez durante seis días y uno de descanso, aumentando<br />
la cantidad a partir del décimo día de tratamiento<br />
por ganancia de peso.<br />
Corrector vitamínico-mineral (Vigortone Polyfosfato,<br />
Lab. Calier), polvo para premezcla, 12 g/animal y<br />
día, tandas de 6 + 1.<br />
Bloques correctores.<br />
Estos productos se han empleado solos o mezclados<br />
como muestra la tabla III.
130 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
Actuación en los rebaños<br />
Desde el momento que empezamos a trabajar con<br />
los rebaños mejoramos las normas de alimentación<br />
que tenían.<br />
La ración de volumen se ha cubierto con el pasto<br />
del campo, paja de cereales y/o leguminosas, alfalfa<br />
henificada o fresca y heno de hierba, siendo suplementada<br />
cuando el pasto era pobre en cantidad, último<br />
tercio de gestación y durante la cría de los corderos<br />
y cabritos o en lactación, con 300 g de pienso concentrado,<br />
bien de fábrica o bien con una mezcla de<br />
— 30 kg de cebada.<br />
— 10 kg de trigo.<br />
— 15 kg de yeros, habas, soja o algarrobas.<br />
— 20 kg de avena.<br />
— 25 kg de salvado de trigo.<br />
— Corrector vitamínico mineral a dosis de 3 kg por<br />
cada 100 kg de muestra (Vigortone Polyfosfato),<br />
o la dosis recomendada por la casa productora<br />
cuando se ha empleado otro corrector elegido<br />
por el ganadero. El corrector, a veces, se ha dejado<br />
en tolva a libre disposición de los animales<br />
o se ha suministrado en forma de bloques colocados<br />
permanentemente en los encerraderos.<br />
Manejo de los animales para el tratamiento<br />
Cuando hemos recibido en el INIA más de un animal<br />
vivo, pertenecientes al mismo rebaño o explotación,<br />
presentando síntomas sospechosos de paratuberculosis,<br />
hemos sacrificado uno de ellos y, si ha resultado<br />
++++ a BD (bacterioscopia directa) intestinal,<br />
hemos realizado pruebas serológicas (FC, AGID) y BD<br />
con el otro u otros animales y si han resultado positivos<br />
a una o más pruebas de diagnóstico, se han utilizado<br />
como animales de prueba del tratamiento.<br />
Durante el tiempo que ha durado el tratamiento, todos<br />
los animales han sido controlados en la expulsión<br />
de bacilos por las heces, habiendo recogido heces al<br />
principio y, posteriormente, cada semana a los animales<br />
tratados en el INIA, y cada dos meses a los tratados<br />
en los rebaños en estudio.<br />
Los animales tratados en el INIA han sido alojados<br />
en locales de 6 x 6 m, cubiertos y en unas condiciones<br />
higiénicas muy parecidas a las que disfrutaban en sus<br />
explotaciones los animales de los rebaños objeto del<br />
estudio. En estos habitáculos se les suministraba el<br />
pienso y el agua de bebida, a libre disposición esta última.<br />
La alimentación ha consistido en:<br />
— Paja de cereales (ad líbitum).<br />
— Heno de alfalfa: 2 kg/animal y día.<br />
— Cebada en grano: 100 g/animal y día.<br />
— Salvado de trigo: 200 g/animal y día.<br />
(Las cantidades de alimento son aproximadas.)<br />
Los animales tratados en los rebaños no han estado<br />
aislados del resto de los animales de la explotación,<br />
excepción hecha del momento de suministrarles los<br />
correctores vitaminicominerales o de aquellos animales<br />
tratados con ácido 3 nitro. El tratamiento se ha<br />
iniciado, en estos animales, cuando han empezado a<br />
perder peso.<br />
Para la posología de los productos empleados, expuesta<br />
más arriba, hemos tenido presente la recomendación<br />
de los laboratorios productores, sin determinar<br />
ni la resistencia ni las concentraciones de los<br />
productos en el plasma sanguíneo, basándonos en los<br />
estudios efectuados sobre el tratamiento de la PTB<br />
por otros autores (RANKIN, MERKAL, SLOCOMBE, en<br />
FUENTES, 1988).<br />
Los tratamientos empleados tienen sus inconvenientes<br />
postratamiento, como son:<br />
El ácido 3 nitro se acumula en la carne, por lo que<br />
hay que dejar de suministrarlo quince días antes del<br />
sacrificio del animal.<br />
La rifampicina colorea de rojo carmesí los tejidos<br />
grasos de los animales tratados, lo que les hace decomisables<br />
en la inspección de la canal; se elimina por<br />
la leche y es absorbida por el cordero al mamar, produciendo<br />
coloración de los tejidos si este animal ha<br />
tomado de esta leche durante varios días.<br />
La estreptomicina se elimina por la leche, debiendo<br />
ser destruida la producida por los animales tratados,<br />
pues cuando se destina a la producción de queso interfiere<br />
el proceso biológico.<br />
RESULTADOS<br />
De las siembras efectuadas a partir de las heces de<br />
los 1.277 animales que componen los cuatro rebaños,'<br />
y, mejorada la alimentación como hemos expuesto anteriormente,<br />
hemos aislado un BAAR micobactinadependiente<br />
y de lento crecimiento (seis semanas o más)<br />
del 54,9% de los animales (tabla IV).<br />
En la primera recogida de heces, sin instaurar todavía<br />
las mejoras nutritivas (tabla V), encontramos<br />
excretores asintomáticos en el 34,61%, disminuyendo<br />
notablemente en los exámenes posteriores, como se<br />
aprecia en la tabla V. Asimismo encontramos excretores<br />
enfermos en la primera recogida al 12,21% (tabla<br />
VI), descendiendo a partir de la siguiente recogida,<br />
llegando casi a desapareer, a partir de la cuarta recogida<br />
de muestras, todos los excretores. En esta fecha<br />
se habían sacrificado o muerto la mayoría de los primeros<br />
excretores y se habían instaurado medidas higiénicas<br />
(separación de los animales jóvenes de los<br />
adultos, vacunación antes de los veintiocho días de<br />
edad, alimentación suplementaria durante todo el año<br />
con correctores vitamínico-minerales, desparasitación,<br />
higiene en los apriscos y cabrerizas, etc.).<br />
En la observación de los cuadros apreciamos la<br />
existencia de animales excretores y enfermos vacunados<br />
(vac), representando el 2,14% de los animales vacunados.<br />
Los resultados obtenidos a base de los diferentes
, CONTROL Y TRATAMIENTO DE LA PARATUBERCULOSIS (PTB) OVINA Y CAPRINA 131<br />
Tabla IV<br />
Promedio de animales infectados y enfermos con el CH<br />
REBAÑO<br />
OTO<br />
na de<br />
excretores<br />
112<br />
nfi de<br />
enfermos<br />
69<br />
Total animales<br />
infectados<br />
181<br />
% animales<br />
enfermos<br />
38,12 (*)<br />
30,3<br />
ns animales<br />
enfermos<br />
227<br />
% animales<br />
infectados<br />
79,7<br />
CATO<br />
152<br />
90<br />
242<br />
37,19 (»)<br />
28,3<br />
318<br />
76,1<br />
OSG<br />
136<br />
14<br />
150<br />
9,33 (•)<br />
3,30<br />
415<br />
36,1<br />
CAGU<br />
113<br />
16<br />
129<br />
12,40 (*)<br />
5,04<br />
317<br />
40,69<br />
TOTAL<br />
513<br />
189<br />
702<br />
26,92 l*)<br />
14,08<br />
1.277<br />
54,9<br />
(*) % de enfermos sobre animales infectados totales.<br />
Tabla V<br />
Número de animales excretores positivos al CH<br />
RESULTADOS SEGÚN<br />
ORDEN DE LA RECOGIDA DE MUESTRAS<br />
REBAÑO<br />
12<br />
2«<br />
3*<br />
4«<br />
5»<br />
62<br />
7«<br />
8a<br />
91<br />
10«<br />
11*<br />
12»<br />
TOTAL<br />
OTO<br />
92<br />
10<br />
4<br />
0<br />
4<br />
(vac)<br />
0<br />
1<br />
0<br />
1<br />
0<br />
0<br />
0<br />
112<br />
CATO<br />
128<br />
12<br />
5<br />
1<br />
5<br />
(vac)<br />
0<br />
0<br />
1<br />
(vac)<br />
0<br />
0<br />
0<br />
0<br />
152<br />
OSG<br />
125<br />
1<br />
2<br />
(vac)<br />
0<br />
4<br />
1<br />
0<br />
2<br />
(vac)<br />
0<br />
0<br />
1<br />
0<br />
136<br />
CAGU<br />
97<br />
3<br />
0<br />
0<br />
8<br />
3<br />
(vac)<br />
0<br />
1<br />
1<br />
(vac)<br />
0<br />
0<br />
0<br />
113<br />
Tabla VI<br />
Número de animales enfermos y muertos<br />
RESULTADO SEGÚN EL ORDEN DE LA RECOGIDA DE MUESTRAS<br />
REBAÑO<br />
II<br />
22<br />
3»<br />
45<br />
55<br />
62<br />
7!<br />
82<br />
98<br />
108<br />
11»<br />
121<br />
TOTAL<br />
OTO<br />
58<br />
3<br />
1<br />
1<br />
0<br />
0<br />
0<br />
2<br />
(vac)<br />
0<br />
1<br />
1<br />
(vac)<br />
2<br />
(vac)<br />
69<br />
CATO<br />
81<br />
4<br />
1<br />
1<br />
0<br />
0<br />
0<br />
1<br />
(vac)<br />
0<br />
0<br />
2<br />
(vac)<br />
0<br />
90<br />
OSG<br />
10<br />
0<br />
0<br />
0<br />
0<br />
1<br />
(vac)<br />
0<br />
0<br />
0<br />
0<br />
3<br />
(vac)<br />
0<br />
14<br />
CAGU<br />
7<br />
1<br />
0<br />
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(vac)<br />
1<br />
3<br />
(vac)<br />
16
132 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
tratamientos empleados han consistido en mejoría general<br />
del aspecto externo de los animales y recuperación<br />
del peso.<br />
Con bioazid no hemos podido finalizar ningún segundo<br />
ciclo de tratamiento en los animales tratados<br />
en el INIA por haber muerto antes, lo mismo que<br />
cuando se ha empleado en combinación con Zoodual.<br />
Hemos encontrado recuperación del peso, no llegando<br />
al 100%, y empeoramiento del animal a partir de los<br />
ocho días de descanso en la administración del medicamento.<br />
Ha descendido el número de CFU (colonias<br />
formando unidades) de bacilos PTB, siendo mayor<br />
cuando se ha empleado Bioazid con Zoodual.<br />
En las dos cabras tratadas con Bioazid y Zoodual<br />
encontramos ausencia de crecimiento en el CH, efectuado<br />
la semana anterior al cese del tratamiento en<br />
medios de cultivo con mlcobactina P (MP), pero no en<br />
los medios que tenían micobactina J (MJ).<br />
El ácido 3 nitro produce recuperación de peso a<br />
partir de los ocho días de iniciado el tratamiento y ganancia<br />
del peso total, según los pesos medios de las<br />
ovejas y cabras españolas (40-65 kg), a los sesenta'<br />
días de comenzado el tratamiento.<br />
Las hembras, que comenzado el tratamiento se han<br />
quedado preñadas, aun con el peligro que supone para<br />
las crías nacer infectadas, han continuado en tratamiento,<br />
pariendo bien y viviendo hasta ocho meses<br />
después de iniciado el mismo. Todas las crías nacidas<br />
de estas madres han sido sacrificadas de lechazos. No<br />
se ha observado diferencias en el número de colonias<br />
crecidas de un control al siguiente.<br />
Con el empleo de Rifampicina se consigue mejora<br />
del estado general del animal a los ocho días de iniciado<br />
el tratamiento, y descenso en el número de CFU<br />
a partir de la tercera semana de iniciado el tratamiento,<br />
pero aparece coloración de la leche a los<br />
veinte días de administración, y en los animales sacrificados<br />
en la grasa y en la carne, causa que obliga al<br />
decomiso.<br />
Con el empleo de Zoodual, sólo o acompañado con<br />
la administración de otros productos, hemos encontrado:<br />
Mejora general del animal con desaparición de los<br />
bacilos en heces, después de cuarenta días de tratamiento,<br />
en medios con MP, pero no en medios con MJ,<br />
tanto en cabras como en ovejas.<br />
Cuando se suprime el tratamiento pasados sesenta<br />
días (efecto observado en tres cabras y dos ovejas),<br />
bien sea sólo o mixto, se aprecia una recaída a los<br />
quince días, no sobreviviendo ni aun con repetición<br />
del tratamiento. «Engordar para morir.»<br />
Las lesiones observadas son idénticas a las que presentan<br />
los animales del mismo rebaño, pero no tratados.<br />
En todos los casos sometidos a tratamiento hemos<br />
observado que cuando éste se ha instaurado rápidamente<br />
de iniciados los síntomas, por haber tenido<br />
presente la positividad al GH, los resultados han sido<br />
mucho mejores.<br />
DISCUSIÓN<br />
A finales de la década pasada se empezó a detectar<br />
la presencia de la PTB en ovejas y cabras en España.<br />
habiendo alcanzado el carácter de epizootia en la actualidad.<br />
La PTB ovina y caprina cursa como una enfermedad<br />
crónica con pérdida de la producción láctea (25%)<br />
y adelgazamiento progresivo, y raras veces está presente<br />
la diarrea. Cuando se presenta ésta, el pronóstico<br />
es fatal, como siempre que aparecen los síntomas.<br />
por ser una enfermedad incurable por los gastos que<br />
implica el tratamiento en comparación con los resultados<br />
conseguidos. La muerte ocurre entro los diez y<br />
veinte días después de aparecer la diarrea.<br />
El aislamiento del bacilo PTB de un animal no indica<br />
obligatoriedad de presentar síntomas, sino solamente<br />
que está excretando bacilos PTB y contaminando<br />
el medio ambiente, actuando como difusor de la<br />
enfermedad para otros animales.<br />
El desencadenamiento de los síntomas clínicos de la<br />
infección está supeditado al número de gérmenes ingeridos<br />
y al estado general del hospedador, influyendo,<br />
fundamentalmente, la nutrición y la relación Ca/P<br />
de la dieta en primerísimo lugar.<br />
Como podemos observar en las tablas V y VI, la vacunación<br />
no erradica la enfermedad al seguir produciéndose<br />
enfermos y excretores de bacilos en las heces<br />
en el 2% de los animales vacunados.<br />
La vacuna produce fuertes reacciones postvacunales,<br />
y se debe manejar con sumo cuidado, pues si se<br />
produce un accidente vacunal involuntario (pinchazo<br />
con la aguja), aparecen reacciones inflamatorias de<br />
difícil curación (MOYLE, 1973).<br />
La lucha para la erradicación de las enfermedades"<br />
infecciosas se basa en saber que existen, mediante un<br />
diagnóstico precoz de los animales infectados o enfermos<br />
y en su posterior eliminación por sacrificio, previa<br />
identificación. La PTB es difícil de controlar por la<br />
dificultad de un diagnóstico precoz con métodos de<br />
diagnóstico específicos y sensibles.<br />
Las medidas para el control de la enfermedad difieren<br />
de un rebaño infectado, a las que hay que tomar<br />
en un rebaño virgen, pues en los primeros las medidas<br />
han de ser rigurosas y basadas en el diagnóstico<br />
por CH, pues los otros diagnósticos tienen un valor limitado.<br />
Una de las primeras medidas a tomar es detectar<br />
los animales infectados, y especialmente a los excretores<br />
de bacilos PTB asintomáticos, pero que infectan<br />
a los demás animales. Para esto se debería efectuar<br />
sistemáticamente, a todos los animales sospechosos<br />
de padecer la enfermedad, una bacterioscopia, después<br />
de la autopsia de los mismos, con una tinción<br />
para BAAR, puesto que, si no se realiza, la enfermedad<br />
puede permanecer durante mucho tiempo ignorada<br />
en las explotaciones de rumiantes.<br />
La colaboración de los propietarios de los animales<br />
es imprescindible y es difícil de conseguir (no ha sido<br />
nuestro caso) sobre todo cuando no existe gran núme-
CONTROL Y TRATAMIENTO DE LA PARATUBERCULOSIS (PTB) OVINA Y CAPRINA 133<br />
ro de bajas en sus explotaciones, y, además, los animales<br />
se encuentran en plena producción, aparente.<br />
Solamente cuando existen problemas de esterilidad,<br />
descenso de producción, abortos seguidos en las mismas<br />
hembras o son demasiado viejos, colaboran para<br />
llevar al matadero a todos los animales que resultan<br />
positivos al CU en los controles periódicos que se realizan<br />
a todos los animales de un rebaño con sospechas,<br />
más o menos fundadas, do la existencia de animales<br />
infectados o enfermos.<br />
La erradicación total de la PTB será muy difícil de<br />
conseguir si no se controla en todas las especies de<br />
animales sensibles a la misma.<br />
Las medidas para la lucha contra la PTB consisten<br />
en medidas sanitarias y medidas de profilaxis médica.<br />
La profilaxis sanitaria exige aplicar medidas tan rigurosas<br />
como:<br />
— Sacrificio de los animales clínicamente enfermos.<br />
— Sacrificio, previo diagnóstico en la fase asintomática,<br />
de todos los animales infectados.<br />
— Eliminar o separar todos los animales excretores<br />
y/o enfermos de su descendencia y demás<br />
animales jóvenes, aun mucho antes de presentar<br />
los síntomas, más o menos característicos de<br />
la enfermedad.<br />
— Los animales recién nacidos, y durante su primer<br />
ciclo de vida, deben estar el menor tiempo<br />
posible con las madres y animales adultos, evitando,<br />
al mismo tiempo, que sus habitáculos se<br />
contaminen con heces de animales adultos.<br />
— Los animales de rebaños infectados solamente<br />
saldrán de la explotación para ir al matadero si<br />
no está comprobado, fehacientemente, por el CH<br />
que son negativos a la expulsión de bacilos PTB<br />
durante por lo menos tres exámenes, efectuados<br />
cada cuatro meses.<br />
— No se comprarán animales de explotaciones que<br />
tengan o hayan tenido animales sospechosos de<br />
PTB.<br />
— Colocar el estercolero al sol, pues la sombra<br />
protege al bacilo PTB, dejando que el estiércol<br />
madure.<br />
— Control sistemático de la ración alimenticia para<br />
corregir los excesos o defectos relacionados, especialmente,<br />
con el aporte equilibrado en minerales<br />
(fósforo, cobre, calcio, magnesio, selenio,<br />
cobalto, hierro), suministrando, además, vitamina<br />
A, D y E.<br />
El desequilibrio Ca/P en la ración alimenticia, en<br />
detrimento del P, es un factor favorecedor de la aparición<br />
de la PTB clínica, y puede ser debido a deficiencias<br />
en P del pienso de volumen o a una mala composición<br />
de la ración alimenticia total, corrigiéndose con<br />
aporte de fósforo a la ración, bajo la forma de compuesto<br />
mineral con dosis de 0,3% de fósforo y 0,4%<br />
de Ca.<br />
Las cantidades de abono fosfatado (superfosfato de<br />
cal) deben llegar a 60-100 unidades de P 2 05/hectárea<br />
y año.<br />
Los abonados de los prados con 300 kg/hectárea de<br />
superfosfato o 700 kg/hectárea de escorias Thomas,<br />
además de actuar como desinfectantes de los mismos,<br />
actúan como favorecedores do la producción de hierba<br />
y heno, y contribuyen a que los alimentos contengan<br />
más cantidad de fósforo. El tenor de fósforo de<br />
los forrajes debe ser superior al 0,2%, y la relación<br />
Ca/P de la dieta entre 2,80 y 3,1 X.<br />
PROFILAXIS MKIMCA<br />
La idea de la vacunación fue introducida por VA-<br />
LLElí y RINJARI) al observar que la inyección de bacilos<br />
PTB por vía subcutánea hacía descender la incidencia<br />
de la enfermedad en las vacas.<br />
La vacuna que se emplea en España contra la PTB<br />
está compuesta de bacilos PTB suspendidos en medio<br />
no absorbible. La protección dura tanto tiempo como<br />
el bacilo PTB sea capaz de estar presente en el nodulo<br />
formado en el punto de inoculación.<br />
La vacuna reduce el número de animales enfermos<br />
y el número de animales con infección intestinal detectable,<br />
pero no confiere inmunidad absoluta, pudiendo<br />
desarrollar la enfermedad y/o excretar bacilos<br />
virulentos los animales vacunados.<br />
Los tratamientos con diferentes productos fracasan<br />
y sólo consiguen una ganancia de peso. Una dieta<br />
equilibrada en vitaminas y minerales contribuye a la<br />
no aparición de animales enfermos, clínicamente, y a<br />
la larga, a la disminución del número de bacilos excretados<br />
y detectados por el CH. Con las mejoras nutritivas<br />
producidas por la adición de estimulantes del<br />
metabolismo y correctores vitamínico-minerales, parece<br />
ser que se ayuda a los animales a deshacerse de<br />
los bacilos por ellos mismos, al descender, sensiblemente,<br />
el número de animales excretores.<br />
CONCLUSIONES<br />
Los intentos de curación de los animales enfermos<br />
con diferentes medicamentos no consiguen la curación<br />
al 100% ni la desaparición del bacilo PTB de las<br />
heces de los animales enfermos.<br />
Los tratamientos solamente son útiles para prolongar<br />
la vida de los animales en caso de gestación avanzada<br />
o de estar amamantando la cría. En estos casos<br />
estos animales deberán ser aislados del resto del rebaño<br />
pensando en su sacrificio y el de su descendencia.<br />
Los tratamientos son caros para los resultados que<br />
se obtienen.<br />
Una terapia instaurada precozmente puede llevarnos<br />
a la curación de los animales paratuberculosos, si<br />
no bacteriológica, al menos clínica, dependiendo el<br />
tratamiento del valor genético y emocional del animal<br />
o animales tratados.
134 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
En los diez primeros días de iniciado un tratamiento<br />
se consigue una mejoría en el aspecto del animal,<br />
ganancia de peso y de producción de leche, descenso<br />
del número de bacilos excretados en las heces, pero<br />
sin evitar la muerte.<br />
Los mejores resultados los hemos obtenido con Riminofenacina,<br />
tratamiento que, además de ser muy<br />
caro, produce coloración rojo carmesí en los tejidos<br />
grasos y en la leche de los animales tratados. La pigmentación<br />
de la grasa dura hasta setenta días después<br />
de la última ingestión del medicamento. La carne<br />
de estos animales no es apta para el consumo humano.<br />
La mejora de la alimentación y el suministro de un<br />
suplemento vitamínico-mineral a todos los animales<br />
hace disminuir, sensiblemente, el número de animales<br />
positivos al CH, descendiendo, casi hasta cero, el número<br />
de animales enfermos.<br />
La vacunación sola no erradica la PTB de un rebaño,<br />
y produce enfermos y excretores de bacilos en un<br />
2% de los animales vacunados. Produce fuertes reacciones<br />
postvacunales en los animales vacunados, y se<br />
debe manejar la vacuna con sumo cuidado, pues en<br />
un accidente vacunal involuntario aparecen reacciones<br />
inflamatorias de difícil curación.<br />
Para erradicar la PTB de un rebaño no es suficiente<br />
la vacunación de los animales menores de veintiocho<br />
días de edad, cuando esta medida profiláctica no va<br />
acompañada de medidas higiénicas como:<br />
— Separación de los animales, desde su nacimiento,<br />
de los animales adultos.<br />
— Mejora de la relación Ca/P en la ración alimenticia.<br />
— Suministros de correctores vitamínico-minerales<br />
durante toda la vida del animal.<br />
— Análisis serológicos, por ser más rápidos, de los<br />
animales que se quiera introducir en el rebaño.<br />
— Solamente la vacunación no disminuye el número<br />
de animales enfermos.<br />
— Para declarar a un rebaño libre de PTB hay que<br />
efectuar varios exámenes por CH, y que los mismos<br />
resulten negativos a la presencia del bacilo<br />
PTB en el 100% de los animales del rebaño. Estos<br />
exámenes pueden ser efectuados cada seis<br />
meses.<br />
— Como medidas preventivas para la erradicación<br />
de la PTB proponemos:<br />
• Diagnóstico exacto y prematuro por el CH.<br />
• Sacrificio de todos los animales positivos al<br />
coprocultivo.<br />
• Efectuar exámenes, dos veces al año, a todos<br />
los animales del rebaño.<br />
Pensamos que la incidencia de la PTB ovina y caprina<br />
seguirá en aumento, mientras los ganaderos no se<br />
decidan a poner en práctica lo legislado en el Reglamento<br />
de Epizootias y artículos 1.486 y 1.494 del Código<br />
Civil español, referentes a los movimientos de ganados<br />
infectados y al mercado de los mismos, que<br />
consideran nulos los contratos de compraventa de<br />
animales infectados antes de la venta, así como prohiben<br />
la venta de animales infectados, no fijando plazo<br />
para establecer acción de nulidad. Dentro de estos artículos<br />
se encuentra el bacilo PTB, que, como dijo DI-<br />
MOC, «se compra y se vende».<br />
AGRADECIMIENTO<br />
Al doctor RESPALDIZA CARDEÑOSA por los controles<br />
parasitológicos efectuados a lo largo del trabajo y<br />
sus sabios consejos.<br />
Al personal auxiliar del Departamento de Higiene y<br />
Sanidad Animal por la colaboración prestada, y muy<br />
especialmente a don CLAUDIO BENITO BENITO, doña<br />
MARÍA LUISA CUELLAR, doña ROSA DEMETRIA RU<br />
BIO, don ABELARDO SÁNCHEZ RODRÍGUEZ, doña<br />
MARÍA DEL CARMEN SIMÓN PALACIOS y don JUAN<br />
TAZÓN.<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
ALLER y cois.: Supl. Cient. Bol. Infor. Cons. Coleg. Veter.,<br />
196: 11-18,1973.<br />
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1951.
Comunicación<br />
Paratuberculosis caprinas estrategias del diagnóstico<br />
segén la incidencia de la enfermedad<br />
A. Molina Alcalá, M. a del C. Crespo Giráldez, A. López Escar, L. Morena Sanz y D. Llanes Ruiz<br />
Departamento de Genética. Facultad de Veterinaria. Universidad de Córdoba.<br />
INTRODUCCIÓN<br />
La paratuberculosis es una enfermedad producida<br />
por el M. paratuberculosis que afecta a los rumiantes<br />
tanto domésticos como salvajes. En nuestro país, aunque<br />
es poco frecuente en bovinos, en pequeños rumiantes<br />
(ovejas y cabras) su incidencia es muy elevada,<br />
siendo considerada hoy día como la primera enfermedad<br />
del ganado caprino en cuanto a pérdidas<br />
económicas que determina.<br />
Su importancia en Andalucía radica en su elevada<br />
frecuencia, confirmada por todos los estudios realizados<br />
en nuestra comunidad (GARRIDO y LEÓN, 1978;<br />
GASCA, 1981, 1982; MOLINA y cois., 1989, 1990), su<br />
carácter enzoótico en aquellas zonas en las que las<br />
condiciones de manejo y ambientales las favorecen,<br />
su presentación crónica e insidiosa, las elevadas pérdidas<br />
que ocasiona, no sólo de forma directa por<br />
muertes o sacrificio de los animales ante la imposibilidad<br />
de tratamiento, sino también indirectas por disminución<br />
de las producciones e incremento de los<br />
problemas reproductivos y sanitarios, su difícil, costoso<br />
y largo tiempo exigido para su erradicación por la<br />
problemática de su prevención, vacunación y su difícil<br />
diagnóstico en las primeras fases de la enfermedad.<br />
El control de la enfermedad de John sigue siendo<br />
un problema, principalmente por la dificultad de descubrir<br />
a los animales portadores, por la dificultad de<br />
encontrar un método de detección a la vez fiable y<br />
precoz y por el largo tiempo que transcurre antes de<br />
que la enfermedad se manifieste, con escaso número<br />
de animales clínicamente afectados que hace que<br />
cuando se detecta la infección ya se ha extendido de<br />
manera insidiosa en todo el colectivo.<br />
Por tanto, el diagnóstico para la identificación de<br />
los animales infectados y la confirmación de los enfermos<br />
es la base de cualquier tipo de control de la paratuberculosis.<br />
Los métodos microbiológicos, a pesar de diversos<br />
inconvenientes, siguen siendo válidos en cualquier<br />
programa de saneamiento de las explotaciones, así<br />
como de valoración para las nuevas técnicas de diagnóstico<br />
que se ensayen.<br />
Los métodos serológicos, si bien presentan serios<br />
inconvenientes en cuanto a especificidad, sensibilidad<br />
y dinámica de la respuesta inmune, deben tener un<br />
peso específico en el diagnóstico de los animales infectados,<br />
si bien con diversas estrategias que soslayen<br />
sus inconvenientes.<br />
Las modernas técnicas de diagnóstico basadas en la<br />
hibridación mediante sondas de DNA específicas, aunque<br />
bastante desarrolladas en la actualidad, no se<br />
han podido ensayar suficientemente en amplias pruebas<br />
de campo, lo que permitirá en un futuro muy próximo<br />
un método de diagnóstico absolutamente específico,<br />
así como un método de estudio de las diferencias<br />
entre cepas y de comparación con otras micobacterias.<br />
Las pruebas de diagnóstico serológicas son las más<br />
utilizadas, a pesar de lo cual aún no se ha desarrollado<br />
ningún test absolutamente fiable, ya que unas son<br />
escasamente específicas o sensibles, otras presentan<br />
una gran crosreactividad con otros gérmenes y otras<br />
sólo son válidas en determinadas etapas de la enfermedad.<br />
A pesar de todos estos problemas, se considera que ,<br />
un rebaño donde no existen animales reactivos se<br />
puede considerar libre de paratuberculosis. Además,<br />
en la práctica, no habría que realizar el diagnóstico<br />
de todos los animales, ya que, con prevalencias medias<br />
de 15-30%, testando un 10% la probabilidad de<br />
que aparezca al menos un animal positivo es del 98%<br />
(CHIODINI, 1984). En cambio, en rebaños de muy baja<br />
prevalencia la confirmación de la enfermedad se<br />
debería realizar siempre con técnicas de muy elevado<br />
valor predictivo como el cultivo fecal o de tejidos.<br />
Tradicionalmente, las investigaciones de paratuberculosis<br />
en nuestro país se han realizado por medio de<br />
la clínica de los casos terminales y la técnica de fijación<br />
del complemento, que según estudios de diversos<br />
autores da falsos positivos en un 10% y falsos negativos<br />
en un 50%. Más recientemente se han empezado<br />
a utilizar técnicas de IDGA, que si bien presentan un<br />
gran potencial en cuanto a su elevada especificidad,<br />
adolecen de graves problemas de sensibilidad.<br />
El gran desarrollo experimentado por el diagnóstico<br />
mediante ELISA en otras enfermedades ha llevado en<br />
los últimos años a la aplicación de estas técnicas para<br />
el diagnóstico de la paratuberculosis, que poco a poco<br />
van sustituyendo al resto de técnicas serológicas.<br />
Dentro de los posibles diseños de esta técnica, la
136 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
prueba más utilizada hasta ahora es el ELISA indirecto<br />
para la cuantificación de anticuerpos en suero.<br />
Una de las ventajas sobre otras técnicas serológicas<br />
es la de no depender de un sistema tan complejo como<br />
es el del complemento, fácil automatización y lectura<br />
automática y el de detectar tasas de infección<br />
más bajas debido al efecto amplificador del sistema<br />
enzimático (MERKAL, 1984; BUERGELT, 1988J, pero<br />
esto puede ser un grave problema si no se selecciona<br />
bien el punto de corte. Otra de sus grandes ventajas<br />
es la de que es la más precoz de las pruebas serológicas<br />
debido a este efecto amplificador (MERKAL, 1983;<br />
BUERGELT, 1988), así ha sido señalado por EAMENS<br />
(1989) más precoz que la IDGA, incluso en ambientes<br />
de escasa prevalencia, si bien ambas pruebas son capaces<br />
de detectar los animales infectados al poco<br />
tiempo de comenzar a ser excretores, sobre todo en<br />
ambientes de elevada prevalencia (MERKAL, 1983).<br />
Así, presentaría un elevado valor, una vez realizada la<br />
seroconversión, al no estar influenciado por la tasa y<br />
dinámica de la excreción, estando considerado como<br />
el test serológico que más se aproxima a la prevalencia<br />
real de la enfermedad medida mediante cultivo<br />
(SHULAW, 1986). Por otra parte, el ELISA es el test<br />
serológico que se aproxima más a la prevalencia real<br />
de la paratuberculosis (SHULAW, 1986).<br />
Nuestro grupo ha desarrollado un test ELISA (MO<br />
LINA y cois., 1990), utilizando como fuente antigénica<br />
el PPA-3 (Protoplasmic Purified Antigens), producido<br />
a partir de la cepa NADC 18 de M. paratuberculosis<br />
(cepa núm. 1.227 del ATCC), aislada de vacuno y<br />
adaptada al crecimiento en cultivo, con una elevada<br />
sensibilidad (> 87%) y especificidad (> 93%). Utilizando<br />
un grupo de animales tuberculosos, la especificidad<br />
disminuyó a 67%. La absorción de estos sueros<br />
no modificó esta especifidad. Estos resultados son<br />
comparables a los obtenidos en ELISA para el diagnóstico<br />
de la tuberculosis humana (DANIEL y DABAN-<br />
NE, 1987) o en la paratuberculosis bovina (MERKAL,<br />
1973; JORGENSEN, 1978; THOEN, 1979; YOKOMIZO,<br />
1983 y 1985, y McLAUGHLIN, 1989) y superiores al<br />
resto de técnicas de diagnóstico serológico en cabras<br />
como la IDGA (EAMENS, 1989) o la contrainmunoelectroforesis<br />
(COLLINS, 1984).<br />
EVALUACIÓN DE LOS RESULTADOS DEL TEST<br />
En contraste con el dicotómico positivo o negativo<br />
de la mayoría de los test de diagnóstico serológicos, la<br />
absorbancia varía de una forma continua con la concentración<br />
de anticuerpos y su afinidad, por lo que<br />
hay que prestar una atención especial a la selección<br />
del punto de diferenciación positivo/negativo. El punto<br />
de corte escogido debe ser aquel que determine una<br />
mejor separación de positivos y negativos combinado<br />
con una sensibilidad no menor al 60% y una especificidad<br />
lo más alta posible, ya que la eficacia del test se<br />
ve más fuertemente influenciada por la especificidad<br />
que por la sensibilidad.<br />
La evaluación de la eficacia de un método de diagnóstico<br />
se basa en su sensibilidad, especificidad y valor<br />
predictivo. Las dos primeras son características<br />
intrínsecas al test si se considera dentro de determinadas<br />
condiciones (al estar influenciado por la etapa<br />
de la enfermedad que predomine). La sensibilidad se<br />
define como el porcentaje de animales positivos al<br />
test dentro de los animales realmente afectados, es<br />
un índice inverso do los falsos negativos que determina<br />
el test. La especificidad se define como el porcentaje<br />
de animales negativos dentro de los realmente<br />
sanos y es por tanto un índice inverso de los falsos positivos<br />
a que d;i lugar el test. A bajas prevalencias de<br />
la enfermedad el ELISA se vuelve más insensible al<br />
predominar los animales menos afectados (LESLIE,<br />
1988), como podemos observar en esta tabla, donde<br />
se muestran diferentes sensibilidades del mismo test<br />
ELISA:<br />
Cultivo ...<br />
ELISA<br />
AGID<br />
Infección<br />
experimental<br />
2,3<br />
5,2<br />
5,3<br />
Exposición<br />
ambiente<br />
ligero<br />
13,4<br />
8<br />
21<br />
Exposición<br />
ambiente<br />
medio<br />
4,0<br />
5<br />
24<br />
La sensibilidad y especifidad son muy variables, dependiendo<br />
del ELISA utilizado, el antígeno, el punto<br />
de corte, la proporción de animales altos/bajos excretores<br />
de la población a analizar, así como de otros<br />
factores indirectos como son el manejo, prevalencia<br />
de otras enfermedades como la tuberculosis, etc.; por<br />
ejemplo, para THOEN y cois. (1983, 1988) la sensibilidad<br />
variaría desde 78-100 y la especificidad desde<br />
86-95,6%; en el mismo sentido DE LISLE y cois.<br />
(1983) presenta unos valores del 86-89% y 80-88%",<br />
respectivamente; para WOOD y cois. (1989) presenta<br />
una sensibilidad global en torno al 80,8%, variando<br />
desde un 54,5 en animales en fase subclínica y un<br />
100% en animales en fase clínica. Para JORGENSEN y<br />
cois. (1987) presentaría una sensibilidad buena en<br />
animales de baja excreción y cercana al 100% en animales<br />
de fuerte excreción; así en animales de uno-dos<br />
años la sensibilidad era del 75% para los que eliminaban<br />
50-100 b/g (límite de detección del cultivo) y pasa<br />
al 80% en excreciones mayores a 500 b/g de heces en<br />
animales de más de dos años: 89 y 97%, respectivamente<br />
(JORGENSEN, 1983).<br />
El valor predictivo teórico se define como la capacidad<br />
del test de reflejar la situación real del rebaño<br />
(probabilidad de que el resultado del test sea correcto)<br />
y se basa en la sensibilidad y especificidad del test<br />
y en la prevalencia de la enfermedad en el rebaño.<br />
Así se puede definir un valor predictivo positivo (probabilidad<br />
de que un animal positivo al test esté realmente<br />
afectado) y un valor predictivo negativo (probabilidad<br />
de que un animal negativo al test no se encuentre<br />
infectado). Su cálculo se apoya en las<br />
fórmulas bayesianas de probabilidad modificadas por<br />
VECCHIO (1966).<br />
Representando los VP+ y VP- en función de la espe-
PARATUBERCULOSIS CAPRINA: ESTRATEGIAS DEL DIAGNOSTICO... 137<br />
1<br />
0.9<br />
0.8<br />
0.7<br />
0.6<br />
0.5<br />
0.4<br />
0.3<br />
0.2<br />
0.1<br />
o-<br />
1<br />
0.9<br />
0.8<br />
0.7<br />
0.6<br />
0.5<br />
0.4<br />
0.3<br />
0.2<br />
0.1<br />
n-<br />
-<br />
ri<br />
7<br />
/<br />
• /<br />
jf-<br />
VPP^ * "<br />
i<br />
"~-—•—~f~a^r-"J~"—'~~"~^<br />
l i l i<br />
0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6<br />
PREVALENCIA<br />
• v p p " ' •<br />
-<br />
i<br />
Jr<br />
•<br />
s ,<br />
0.4 0.5 0.6<br />
PREVALENCIA<br />
^ I hH<br />
-~\ I VPN<br />
r^v<br />
0.7 0.8 0.9<br />
, \<br />
COA1<br />
i^-H 1 1 1 HH<br />
" ^ VPN<br />
^ \<br />
PPA-3<br />
Fig. 7.—Valor Predictivo Positivo (VPP) y Negativo (VPN) del<br />
test ELISA de acuerdo con la prevalencia teórica de la enfermedad,<br />
utilizando como antígeno el COA1 y el PPA-3.<br />
cifícidad (fig. 1), sensibilidad y prevalencia, se observa<br />
que el VP+ de un test decae fuertemente al caer la<br />
especificidad; en cambio, el VP- no está tan afectado<br />
por la sensibilidad, así el test de diagnóstico de animales<br />
positivos debe ser lo más específico posible,<br />
aunque suponga el tener una sensibilidad algo menor;<br />
si lo que nos interesa es seleccionar animales libres,<br />
debe ser al contrario. Por ejemplo, para una prevalencia<br />
del 5%, puede tener una especificidad del 99,8% y<br />
una sensibilidad del 40% para conseguir una probabilidad<br />
de acierto en un animal positivo del > 90%.<br />
Si representamos los valores predictivos, para una<br />
especificidad y sensibilidad concreta, en función de la<br />
prevalencia de la enfermedad (fig. 1), podemos observar<br />
que a escasa prevalencia (10%), el VP+ es menor<br />
al 50%, y el VP- superior al 95%, no alcanzando el<br />
50% de VP+ hasta una prevalencia > 10%. El máximo<br />
VP conjunto se alcanzaría a prevalencias elevadas<br />
(por ejemplo, para un 40% de prevalencia, el valor de<br />
predicción alcanza el 90%); a partir de aquí el VPdesciende,<br />
haciéndose menor al 50% a partir de prevalencias<br />
del 80%.<br />
Si los resultados del ELISA son menores al 10%, la<br />
\<br />
probabilidad de que el rebaño esté libre de paratuberculosis<br />
es del 98% y la de que un animal que ha<br />
dado positivo lo sea realmente es menor al 50%, por<br />
lo que se recomienda el cultivo fecal o las biopsias de<br />
los positivos o la eliminación directa de éstos, ya que<br />
se puede soportar un máximo del 10% de falsos positivos.<br />
Con índices de prevalencia > 50% existe un grave<br />
problema de paratuberculosis, con un 90% de probabilidad<br />
de que sean realmente positivos, mientras<br />
que los negativos tienen una probabilidad > 80% de<br />
serlo; en este caso se debe evaluar cuál es la tasa máxima<br />
de eliminación que se puede soportar (actuaría<br />
como un desvieje acelerado) o ir poco a poco disminuyendo<br />
la prevalencia a niveles más aceptables.<br />
Por tanto, la utilidad y conveniencia de los métodos<br />
de diagnóstico dependen de los propósitos que tengamos<br />
(MERKAL, 1983; RICHARDS, 1990): si queremos<br />
eliminar los animales más fuertemente infectados en<br />
ambientes muy cargados y con elevada prevalencia, el<br />
ELISA va bien con un cul-ojf adecuado, ya que nos<br />
eliminará los animales más excretores y podremos ir<br />
disminuyendo la carga; en cambio, si queremos eliminar<br />
todos los animales, sería necesario el cultivo y durante<br />
al menos dos veces separados seis meses. En<br />
ambientes medianamente cargados el ELISA puede<br />
detectar los animales más excretores; en niveles muy<br />
bajos se puede usar un ELISA, con un cut-off más<br />
fuerte para eliminar todos los reactores o certificar<br />
que está libre. Se recomienda la utilización del ELISA<br />
para detección de los animales positivos, aunque en<br />
las fases subclínicas hay que tener cierta prudencia al<br />
interpretar los datos si no se conoce la prevalencia de<br />
la enfermedad (SOCKETT, 1989).<br />
La elevada sensibilidad, especificidad y valor predictivo<br />
del test hacen que se pueda usar en un amplio<br />
rango de prevalencias (30-70%), tanto para certificar<br />
que un rebaño está libre de paratuberculosis (a prevalencias<br />
del 10% el VP- es > 95%, es decir, hay menos<br />
del 5% de probabilidad de que un animal negativo<br />
al test esté realmente infectado), como para confirmar<br />
los casos clínicos en rebaños de elevada prevalencia<br />
(con una prevalencia > 30%, el VP+ es superior<br />
al 90%, dejando sólo un 10% de probabilidad de que<br />
un animal positivo esté libre de la enfermedad); aunque<br />
el máximo valor del test se da en rebaños con<br />
niveles de prevalencia intermedios (25-55% con VP+ y<br />
- > 80%).<br />
AGRADECIMIENTOS<br />
Estos trabajos han sido financiados por el proyecto<br />
«Resistencia genética a la paratuberculosis caprina»,<br />
PIR número 90/B de la Dirección General de Investigación<br />
y Desarrollo Agrario, Consejería de Agricultura,<br />
Junta de Andalucía, por el Grupo de Investigación<br />
«Inmunogenética de animales domésticos» de la Consejería<br />
de Educación y Ciencia (Junta de Andalucía) y<br />
una beca del Plan de Formación del Personal Investigador,<br />
concedida, asimismo, a ANTONIO MOLINA AL-<br />
CALA por la Junta de Andalucía.
138 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
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Comunicación<br />
Enfermedad de Aujeszky en ovieo-caprino<br />
(descripción de un caso clínico)<br />
T. Cano Expósito*, J. Hervás Rodríguez**, J. Pérez Arévalo*** y P. López Fernández*<br />
INTRODUCCIÓN<br />
La enfermedad de Aujeszky (EA), también conocida<br />
como pseudorrabia, prurito rabioso, parálisis bulbar<br />
infecciosa o escozor maligno, os una enfermedad producida<br />
por un virus ADN perteneciente al grupo de<br />
los herpesvirus caracterizado por la falta de especificidad<br />
en su hospedador. Afecta en forma natural a<br />
cerdos, bovinos, ovinos, caprinos, perros, gatos y ratas.<br />
Se ha diagnosticado clínicamente en caballos, sin<br />
confirmación laboratorial. Salvo en el cerdo adulto y<br />
de cebo, la mortalidad es muy elevada con recuperación<br />
de pocos o ninguno de los animales enfermos.<br />
El cerdo es el único animal en el que el virus puede<br />
persistir largo tiempo, siendo generalmente la transmisión<br />
de cerdos infectados a otros huéspedes. Sin<br />
embargo, los cerdos y los perros pueden infectarse a<br />
partir de cadáveres de ratas y otros animales infectados.<br />
Por inoculación la enfermedad se transmite a casi<br />
todos los animales de sangre caliente, incluyendo<br />
las aves, siendo el conejo particularmente susceptible<br />
a la inoculación. El virus es capaz de mantenerse infectivo<br />
durante varios meses en locales infectados y<br />
tejidos secos.<br />
En cuanto a las vías de contagio interespecíficas, se<br />
discute en la actualidad la mayor o menor participación<br />
de:<br />
1. Transmisión aerógena.<br />
2. Contacto directo con animales infectados o portadores.<br />
3. Contacto con orina, heces y/o exudado nasal de<br />
animales enfermos o portadores.<br />
4. Contagio mediante alimentos y utensilios contaminados.<br />
Tras la infección, salvo en el cerdo, el neurotropismo<br />
del virus es tan marcado que determina las manifestaciones<br />
nerviosas del cuadro, distinguiéndose tres<br />
formas clínicas:<br />
— Forma excitativa central.<br />
Veterinario inspector comarcal. Ministerio de Agricultura,<br />
Ganadería y Pesca.<br />
AI del Departamento de Anatomía y Anatomía Patológica<br />
Comparadas. Universidad de Córdoba.<br />
Becario FPI del Departamento de Anatomía y Anatomía<br />
Patológica Comparadas. Universidad de Córdoba.<br />
Director técnico ADS porcino. Vilches.<br />
— Forma paralítica.<br />
— Forma de shock neur o vegetativo.<br />
La forma predominante es la excitativa central, caracterizada<br />
por intenso prurito, especialmente en perro<br />
y oveja; esta última comienza a lamerse, morderse<br />
e incluso automutilarse, siendo la localización de la<br />
lesión en la región axilar, y por último parálisis y<br />
muerte.<br />
Otros síntomas suelen ser anorexia, depresión, ingurgitaciones,<br />
temblores, excitación y fiebre. Anatomopatológicamente<br />
las lesiones primarias se localizan<br />
en el sistema nervioso central; al penetrar el virus<br />
progresa de forma centrípeta a través de los troncos<br />
nerviosos.<br />
Las lesiones microscópicas se localizan en el SNC,<br />
afectando tanto a sustancia gris como a blanca, y consiste<br />
en una meningoencefalitis y ganglionitis difusa o<br />
purulenta con marcados manguitos perivasculares y<br />
gliosis focal y difusa asociada a necrosis neuronal y<br />
glial.<br />
ANAMNESIS<br />
Partimos de una explotación ubicada en el término<br />
municipal de Vilches (Jaén).<br />
En este municipio existen un total de 90 explotaciones<br />
porcinas autorizadas, con un censo total de 5.300<br />
reproductoras, y tamaños que van de 30 a 600 reproductoras/explotación,<br />
casi todas en ciclo cerrado.<br />
Su origen hay que buscarlo en el cerdo ibérico que<br />
poblaba desde tiempo inmemorial los más de 16 km 2<br />
de Sierra Morena que ocupa el municipio, si bien en<br />
los años sesenta el ibérico fue sustituido por razas<br />
blancas, pasando del campo a las explotaciones<br />
intensivas.<br />
En el año 1980-81 se desencadena un brote de peste<br />
porcina africana (PPA), que acaba con la eliminación<br />
de todo el ganado porcino. Meses más tarde se<br />
crea una ADS (la primera de España) y comienza de<br />
nuevo la repoblación de las explotaciones con reproductoras<br />
procedentes todas ellas de granjas de multiplicación<br />
y garantía sanitaria. Sólo se les exige análisis<br />
serológicos individuales que excluyan la presencia<br />
de anticuerpos antivirus PPA.<br />
Unos meses después de iniciada la repoblación, se<br />
describe el primer caso de la enfermedad de Aujeszky
140 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
Fig. 1.—Oveja en decúbito lateral. Puede observarse cómo se<br />
muerde, llegando a la automutilacion en la región costal<br />
posterior.<br />
(EA) en porcino en este municipio. A partir de entonces<br />
la enfermedad afecta a la mayor parte de las explotaciones<br />
porcinas, presentándose de forma enzoótica<br />
con brotes epizoóticos, siendo actualmente la vacunación<br />
sistemática una práctica rutinaria.<br />
En la actualidad este municipio tiene un censo de<br />
6.500 pequeños rumiantes estantes y 15.000 transhumantes,<br />
siendo casi en su totalidad explotaciones en<br />
régimen extensivo, si bien existen algunas en régimen<br />
intensivo que conviven en la misma explotación de<br />
porcino.<br />
Desde la primera descripción de la EA en porcino,<br />
no se ha observado ni un solo caso de esta enfermedad<br />
en pequeños rumiantes en la zona.<br />
La explotación que nos ocupa está compuesta por<br />
60 reproductores de porcino blanco en ciclo cerrado,<br />
150 reproductoras ovinas y 10 de caprino, con las<br />
crías correspondientes.<br />
Se encuentran ubicadas en el mismo recinto, aunque<br />
en naves y albergues separados.<br />
En cerdos de esta explotación se diagnosticó la EA<br />
por primera vez en 1982, y se introdujeron los ovinos<br />
y caprinos en 1984, sin que se haya dado ningún caso<br />
de esta enfermedad en ellos hasta ahora.<br />
El programa sanitario en porcino en cuanto a la EA<br />
consiste en vacunar dos veces al año las reproductoras<br />
con vacuna inactivada.<br />
En ovino-caprino el programa sanitario que se sigue<br />
es el siguiente:<br />
Fig. 2.—Detalle de la lesión anterior. Se puede observar una<br />
amplia zona depilada y una pequeña área central lacerada.<br />
do nos presentamos en el lugar, ya había otro cadáver<br />
y dos animales enfermos.<br />
CLÍNICA<br />
El cuadro clínico comienza con anorexia, el animal<br />
se separa del resto del rebaño y muestra signos de intranquilidad,<br />
después se lame intensamente e incluso<br />
se muerde detrás de la espalda (esta zona era la de<br />
elección en todos los casos, menos en uno que lo hizo<br />
en la región pectoral) (flgs. 1, 2 y 3), quedando la zona<br />
totalmente depilada y lacerada. A las veinticuatro<br />
o treinta y seis horas sufren una parálisis, cayendo al<br />
suelo para permanecer en decúbito lateral; en este'<br />
estado, que dura varias horas, se pueden observar<br />
movimientos de pedaleo, rechinar de dientes y manifestaciones<br />
nerviosas; por último entra en coma y<br />
muere. La temperatura medida vía rectal a los animales<br />
enfermos era de 40° C a 40,5° C. De cinco animales<br />
sanos del lote a los que se les midió la temperatu-<br />
— Vacunación en corderas de reposición a los tresseis<br />
meses de edad con Rev-1.<br />
— Vacunación contra enterotoxemia a todo el rebaño,<br />
dos veces al año.<br />
Se requiere nuestra presencia en diciembre de<br />
1989 como consecuencia de haber sufrido en el rebaño<br />
de ovino tres bajas de animales adultos en el<br />
transcurso de cinco días, de forma muy aguda. Cuan-<br />
Fig. 3.—Detalle de una oveja que muestra una amplia zona<br />
depilada y lacerada en la región pectoral.
ENFERMEDAD DE AUJESZKY EN OVINO-CAPRINO (DESCRIPCIÓN DE UN CASO CLÍNICO) 141<br />
ra ninguno pasó de 39,5° C. De un total de 12 animales<br />
afectados, todos adultos, pues no se afectó<br />
ninguna cría, nueve murieron y tres superaron la crisis<br />
sin ninguna ayuda.<br />
NECROPSIA<br />
Se realiza al cadáver de un animal de dos años de<br />
edad, inmediatamente después de morir.<br />
Se comprueba una normalidad absoluta en rumen,<br />
omaso, abomaso, intestino delgado y grueso, hígado,<br />
vesícula biliar, páncreas, corazón, bazo, ríñones, ganglios<br />
linfáticos, cerebro, cerebelo y bulbo raquídeo.<br />
En pulmón aparecen zonas congestivas.<br />
En tejido subcutáneo, sólo en la zona depilada de<br />
piel, aparece una gran induración con fuerte edema,<br />
su dimensión es de 6 cm de diámetro y 7 mm de espesor.<br />
Podemos considerar esta lesión como característica,<br />
ya que se repetía en todos los animales, lo que en<br />
principio nos hizo pensar que se debía a la aplicación<br />
en ese punto de alguna vacuna o producto con agujas<br />
que habían sido utilizadas en cerdos enfermos de EA,<br />
si bien pudimos comprobar por nosotros mismos que<br />
no era así, y confirmamos después por la descripción<br />
de un caso similar por I. LAFONT (1989), que observa<br />
las mismas lesiones.<br />
DIAGNOSTICO<br />
Clínico<br />
En primer lugar definimos un grupo de enfermedades<br />
del SNC y la locomoción dentro de los procesos de<br />
este tipo que afectan a los ovinos y caprinos, quedándonos<br />
por exclusión de las demás las siguientes: meningitis<br />
infecciosa, enterotoxemia, listeriosis y enfermedad<br />
de Aujeszky (EA).<br />
En una segunda fase, teniendo en cuenta el cuadro<br />
clínico y lesional y considerando de gran valor el prurito,<br />
descartamos las tres primeras para centrarnos<br />
en EA; para confirmarlo realizamos la prueba del conejo,<br />
y para ello preparamos cuatro macerados:<br />
A) Exudado de la induración de tejido subcutáneo<br />
de la zona depilada.<br />
B) Sangre heparinizada.<br />
C) Sistema nervioso central.<br />
D) Pulmón.<br />
Todos ellos fueron tratados con penicilina, estreptomicina<br />
y gentamicina.<br />
Se tomaron tres conejos jóvenes albinos en buen estado<br />
sanitario y se procedió a inocularlos con macerado<br />
en los flancos vía intra y subcutáneamente.<br />
— Conejo 1. 2 ce de B.<br />
— Conejo 2. 2 ce de A.<br />
— Conejo 3. 2 ce de C en flanco izquierdo y 2 ce de<br />
D en el derecho.<br />
RESULTADOS<br />
Se someten a observación cada doce horas. En el<br />
cuarto de control (a las cuarenta y ocho horas) no se<br />
aprecia ninguna alteración en los conejos.<br />
En el quinto, a las sesenta horas, el conejo número<br />
3 presenta amplias zonas laceradas y depiladas en<br />
ambos flancos, se observan temblores, espasmos, decúbito<br />
lateral y muerte cinco horas después.<br />
Los otros dos conejos no presentan sintomatología<br />
alguna.<br />
En el sexto control (setenta y dos horas) aparece el<br />
conejo número 2 muerto y con ligera inflamación y<br />
depilación en el lugar de la inoculación; a juzgar por<br />
la posición del animal sospechamos que había tenido<br />
síntomas nerviosos.<br />
El conejo número 1 se reintegra a los siete días para<br />
su cebo sin haber presentado sintomatología alguna.<br />
LABORATORIAL<br />
Se envían al Departamento de Anatomía y Anatomía<br />
Patológica Comparadas de la Facultad de Veterinaria<br />
de Córdoba muestras recogidas de cerebro, cerebelo,<br />
bulbo raquídeo, médula espinal, hígado, riñon,<br />
bazo y pulmón obtenidas de la misma oveja<br />
conservadas en formaldehído al 10%. Estas muestras<br />
se incluyen en parafina y se realizan cortes de 4 um<br />
de grosor que se tiñen con hematoxilina-eosina. Los<br />
resultados son los siguientes:<br />
Estudio histopatológico<br />
Pulmón: Presentaba de moderada a intensa congestión<br />
en los vasos de septos alveolares.<br />
Hígado: Presencia de una leve degeneración vacuolar<br />
en hepatocitos. En los espacios periportales y alrededor<br />
de la vena centrolobulillar hay un infiltrado inflamatorio<br />
moderado de tipo mononuclear (linfocitos).<br />
Bazo: Existe una pequeña cantidad de hemosiderina<br />
en macrófagos de pulpa esplénica roja. No presentaba<br />
otros cambios apreciables.<br />
Riñon: No presenta alteraciones histopatológicas relevantes.<br />
Cerebro: Presencia de una meningoencefalitis no<br />
purulenta poco intensa, siendo escasa la presencia de<br />
manguitos perivasculares de tipo linfoide. Algunas<br />
neuronas aisladas presentaban degeneración, mostrándose<br />
muy acidófilas y en algunas de ellas no se<br />
distingue el núcleo del citoplasma. En estas neuronas<br />
se observaban con frecuencia fenómenos de satelitosis<br />
(fig. 4). En algunas áreas de la sustancia gris y<br />
blanca se aprecia un aumento del número de células<br />
de glía (gliosis) (fig. 5).<br />
Cerebelo: Degeneración de algunas células de PUR-<br />
KINGE, aunque de forma muy localizada.
142 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
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F¿gr. 4.—Microfotografi'a de cerebro de oveja en la que se<br />
muestra la presencia de fenómenos de satelitosis (&•). 400x.<br />
• /. .t.'V&S.<br />
J<br />
Fig. 5.—Microfotografía de cerebro en la que se muestra la<br />
formación de grandes acúmulos de células de glía (gliosis).<br />
200x.<br />
Médula espinal: En los cortes de médula espinal estudiados<br />
se observa una mielitis no purulenta, siendo<br />
los fenómenos de degeneración neuronal la presencia<br />
de manguitos perivasculares de tipo linfoide y los focos<br />
de gliosis más frecuentes que en cerebro.<br />
Las lesiones descritas en cerebro, cerebelo y medula<br />
espinal son compatibles con una infección vírica<br />
que afecta a SNC.<br />
Estudio inmunocitoquímico<br />
Con ninguna de las dos técnicas inmunocitoquímicas<br />
(PAP y ABC) empleadas se detectó antígeno vírico<br />
en los cortes estudiados. Este hecho podría ser debido<br />
a que el virus de la EA no haya llegado al SNC en el<br />
momento de la muerte del animal, pudiendo quedar<br />
localizado en ganglios nerviosos periféricos, o bien<br />
que la cantidad de antígeno vírico que hay en SNC sea<br />
tan pequeña que no es detectablc con técnicas inmunocitoquímicas.<br />
CONTROL Y TRATAMIENTO<br />
En la bibliografía consultada sólo se recomienda separar<br />
los animales de la vía de contagio sospechosa,<br />
los sanos de los enfermos y el sacrificio de estos últimos.<br />
Dadas las dificultades que esto entrañaba, el ganadero<br />
nos insistió en la posibilidad de vacunar el ganado<br />
ovino y caprino con vacuna contra la EA para cerdos.<br />
Al no conocer por nuestra parte los efectos negativos<br />
que pudiesen derivar de tal actuación, se le negó<br />
tal proceder.<br />
No obstante, ante su insistencia, y bajo su responsabilidad,<br />
se procedió a realizar una prueba, para lo<br />
cual se eligieron dos lotes de cinco animales cada uno<br />
de ellos, procediendo a la vacunación del primero con<br />
vacuna inactivada y el segundo con viva atenuada lapinizada<br />
con 900 pases. Ambas cepa NIA.gl.<br />
No se observaron efectos negativos en ningún lote,<br />
por lo que siete días después se procedió a la vacunación<br />
de todo el rebaño con la vacuna que se utilizó en<br />
el segundo lote de la prueba (viva atenuada). Tres<br />
días después aparecen tres cabras enfermas, de las<br />
cuales dos superaron fácilmente la crisis y la tercera<br />
murió, quedando de esta forma el problema cancelado,<br />
no habiéndose observado ningún otro caso en los<br />
posteriores ocho meses.<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
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1988.
Comunicación<br />
Nuevos aspectos epidemiológicos de la enfermedad<br />
de los abscesos<br />
F. J. Tejedor, J. A. Ruiz Santa Quiteria, C. Rupérez y R. de la Fuente<br />
INTRODUCCIÓN<br />
La enfermedad de los abscesos es una linfadenitis<br />
específica del ganado ovino que afecta principalmente<br />
a los animales jóvenes (tres a seis meses de edad) (1,<br />
2, 6) y está causada por Staphylococcus aureus subsp.<br />
anaerobius (5). La enfermedad cursa con la aparición<br />
de abscesos en ganglios superficiales, principalmente<br />
en los de la región mandibular (submaxilar, parotídeo<br />
y retrofaríngeos laterales) y con menor frecuencia en<br />
los ganglios preescapulares, poplíteos y subilíacos.<br />
Los ganglios internos y visceras no se afectan (1, 3, 6).<br />
El proceso origina retraso en el crecimiento de los<br />
animaleSj_así como un problema evidente en el matadero<br />
(presencia de abscesos en regiones musculares<br />
en ocasiones difíciles de detectar).<br />
Se considera que la enfermedad aparece de forma<br />
intermitente y explosiva en animales de tres a seis<br />
meses. La incidencia oscila alrededor del 50%, aunque<br />
en ocasiones puede alcanzar el 90%. En adultos<br />
se consideró que la incidencia es excepcional (3, 6).<br />
El agente etiológico de esta enfermedad es un estafilococo<br />
deficiente respiratorio (catalasa —y bencidina—)<br />
que solamente crece en condiciones de microaerofilia<br />
o anaerobiosis, por lo que se ha denominado<br />
S. aureus subsp. anaerobius (5).<br />
Un aspecto importante a considerar es su diagnóstico<br />
diferencial con la pseudotuberculosis (linfadenitis<br />
caseosa), ya que ambos procesos cursan con abscesos<br />
en uno o varios ganglios linfáticos. Desde el punto de<br />
vista clínico en la enfermedad de los abscesos no aparecen<br />
lesiones ni en ganglios internos ni en visceras,<br />
por lo que no aparecen síntomas respiratorios como<br />
puede ocurrir en la pseudotuberculosis. Los abscesos<br />
en esta última enfermedad se caracterizan por la<br />
aparición en estadios avanzados de capas concéntricas<br />
(aunque no siempre ocurre así), mientras que en<br />
la enfermedad de los abscesos éstos aparecen adosados<br />
al ganglio afectado (yuxtaganglionares) y conteniendo<br />
un pus de color verdoso (4).<br />
Desde el punto de vista epidemiológico en la enfermedad<br />
de los abscesos la incidencia es elevada en jóvenes<br />
y prácticamente nula en adultos, al contrario<br />
Departamento de Patología Animal I (Sanidad Animal), Facultad<br />
de Veterinaria, Universidad Complutense, 28040 Madrid.<br />
de lo que ocurre en la pseudotuberculosis al tratarse<br />
do un proceso crónico. Sin embargo, el diagnóstico<br />
definitivo es el etiológico mediante el aislamiento de<br />
S. aureus subsp. anaerobius a partir de; material purulento<br />
(4).<br />
El estudio de abscesos de corderos sacrificados en<br />
mataderos municipales y comarcales de la provincia<br />
de Segovia durante el mes de marzo de 1988 hicieron<br />
sospechar la aparición de un brote explosivo de esta<br />
enfermedad con las características descritas previamente,<br />
por lo que se decidió estudiar este brote, cuyos<br />
resultados se exponen en la presente comunicación.<br />
MATERIAL Y MÉTODOS<br />
Los abscesos estudiados procedían de animales sacrificados<br />
en los mataderos de Cuéllar, Carbonero Mayor<br />
y Fuentepelayo. Los ganglios afectados una vez<br />
recogidos se congelaron hasta su posterior estudio en<br />
el laboratorio.<br />
También se estudiaron muestras de pus procedentes<br />
de animales adultos vivos extraídas de ganglios<br />
afectados con jeringas estériles. Las muestras recogidas<br />
se mantuvieron en refrigeración hasta su estudio.<br />
En el laboratorio y previamente al aislamiento e<br />
identificación se realizaba una tinción de Gram para<br />
observar la presencia de estos cocos gram positivos.<br />
Posteriormente las muestras se sembraban por duplicado<br />
(aerobiosis y microaerofilia) en agar sangre de<br />
carnero, seguido de una incubación a 37° C durante<br />
cuarenta y ocho horas para diferenciar este microorganismo<br />
de Corynebacterium pseudotuberculosis (el<br />
primero sólo crece en microaerofilia y el segundo en<br />
ambas condiciones). Tras la incubación y en el caso<br />
de estar presente S. aureus subsp. anaerobius se observaba<br />
crecimiento únicamente en la placa incubada<br />
en microaerofilia, donde aparecían unas colonias pequeñas<br />
(1 mm de 0), redondas, convexas, lisas, de<br />
una tonalidad blanco nacarada y rodeadas de un halo<br />
de hemolisis beta que se hacía más evidente tras dieciocho<br />
horas a 4 o C. Una vez estudiadas estas características<br />
de crecimiento, la morfología de las colonias,<br />
la tinción de Gram y la prueba de la catalasa, para<br />
identificar rutinariamente un coco microaerofñico,<br />
gram + y catalasa - como S. aureus subsp. anaerobius,<br />
bastaba con investigar la sensibilidad a la lisostafina<br />
y la prueba de la coagulasa. Otras pruebas con-
146 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
firmativas a las que podía recurrirse eran la bencidina,<br />
la resistencia a lisozima y la producción de<br />
termonucleasa (3, 6).<br />
Una vez confirmado el diagnóstico de la enfermedad<br />
se realizó un estudio epidemiológico coincidiendo<br />
con la campaña de glosopeda (abril-mayo 1988). Este<br />
estudio se llevó a cabo en 20 rebaños, en los que se<br />
realizó una inspección detallada de los animales para<br />
descubrir si presentaban o no abscesos ganglionares.<br />
En los afectados se extraía pus con jeringas estériles y<br />
se realizaba el estudio microbiológico.<br />
También se trató de determinar el posible reservorio<br />
y la fuente de infección de esta bacteria para otros<br />
animales. Para ello se tomaron muestras con escobillones<br />
estériles de piel de mama, cavidad nasal y leche<br />
del 5% de los adultos del rebaño denominado<br />
Monzoncillo, en el que previamente había sido diagnosticado<br />
un 70-80% de afectados en el matadero. Esta<br />
misma toma de muestras se realizó en otros rebaños<br />
que presentaron una elevada incidencia en adultos.<br />
En este estudio se siguió la pauta ya descrita para<br />
el aislamiento e identificación, pero además se empleó<br />
el medio selectivo para estafilococos de BAIKD-<br />
PARKER, en el que también crece esta bacteria (3, 6).<br />
RESULTADOS<br />
En los animales procedentes de matadero se localizaron<br />
con relativa frecuencia ganglios afectados. Cabe<br />
destacar la partida de corderos procedente de<br />
Monzoncillo, que fue la que dio lugar al inicio de este<br />
estudio, con una incidencia entre un 70 a un 80% de<br />
los corderos. De todos los abscesos estudiados encontrados<br />
en matadero se aisló este microorganismo. Merece<br />
la pena resaltar que no volvió a aparecer otro<br />
brote explosivo durante este estudio, sino que fueron<br />
de forma esporádica.<br />
En casi todos los rebaños controlados en el estudio<br />
epidemiológico se detectaron adultos con abscesos en<br />
ganglios de los que se aisló S. aureus subsp. anaerobius,<br />
con la excepción del rebaño de Monzoncillo (citado<br />
anteriormente), en el que, a pesar de la alta incidencia<br />
encontrada en los estudios de matadero, no<br />
aparecieron animales adultos afectados. Como se observa<br />
en la tabla I, en estos rebaños la incidencia en<br />
adultos osciló entre un 0,5 y 5%, siendo en todos estos<br />
rebaños la incidencia mayor en los animales jóvenes<br />
(datos no expresados).<br />
Con respecto al estudio para detectar el posible resevorio<br />
de este estafilococo, hasta el momento no se<br />
Tabla I<br />
Incidencia de la enfermedad de los abscesos en animales<br />
adultos (expresado en % de los adultos)<br />
Rebaño Raza Incidencia (%)<br />
Año Cruce Castellana 2,0<br />
Frumales Churra 3,0<br />
Fuentopolayo Cruce Castellana 0,5<br />
Fuentes de C. Churra - Avvassi 2,0<br />
Monzoncillo Cruce Castellana 0,0<br />
Lovingos Churra 1,0<br />
Navares 1 Churra 1,0<br />
Navares 2 Churra 5,0<br />
Sonchonuño Cruce Churra 2,0<br />
ha conseguido aislar de las muestras procedentes de<br />
los animales estudiados.<br />
CONCLUSIONES<br />
Hasta el momento se han aislado 17 cepas procedentes<br />
de estos rebaños de la provincia de Segovia.<br />
De estas 17 cepas, cinco se han aislado de adultos. La<br />
incidencia de estos rebaños oscila entre el 0,5 y el 5%<br />
en adultos y alrededor del 20% en animales jóvenes.<br />
Los resultados obtenidos hasta ahora referentes a<br />
estos nuevos aislamientos son muy interesantes, porque<br />
al contrario que los brotes estudiados anteriormente,<br />
que eran de carácter explosivo y afectaban casi<br />
exclusivamente a animales jóvenes, en los actuales<br />
brotes se demuestra que es posible el mantenimiento<br />
de la enfermedad en forma esporádica o de «goteo»<br />
precisamente en los animales adultos.<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
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397-406,1985.
Comunicación<br />
Brotes de mamitis en cabras causados por<br />
estreptococos del grupo C<br />
J. A. Ruiz Santa Quiteña, L. Domínguez, J. L. Blanco, F. J. Tejedor y R. de la Fuente*<br />
INTRODUCCIÓN<br />
En este trabajo se describen tres brotes de mamitis<br />
en cabras acompañados en algunos casos de poliartritis<br />
y que habían sido diagnosticados clínicamente como<br />
agalaxia contagiosa. Como agente causal se aisló<br />
un estreptococo del grupo C, bioquímicamente similar<br />
a Streptococcus zooepidemicus. Dada la dificultad que<br />
a veces se encuentra, en la práctica, para diferenciar<br />
este proceso de la agalaxia contagiosa, se ha denominado<br />
«pseudoagalaxia».<br />
La agalaxia contagiosa se presenta con frecuencia<br />
en nuestro país en el ganado ovino y caprino, ocasionando<br />
importantes pérdidas económicas en las explotaciones.<br />
En España se ha demostrado la existencia<br />
de tres especies diferentes de micoplasmas causantes<br />
del síndrome agalaxia: Mycoplasma agalactiae, M.<br />
mycoides subsp. mycoides y M. capricolum (7). La singularidad<br />
del cuadro clínico con mamitis, artritis y<br />
conjuntivitis hace que en muchas ocasiones el diagnóstico<br />
se establezca basándose exclusivamente en la<br />
sintomatología.<br />
Las mamitis estreptocócicas en los pequeños rumiantes<br />
representan un porcentaje relativamente bajo<br />
de las infecciones mamarias (3, 5). Entre las especies<br />
de estreptococos causantes de estas infecciones<br />
se incluyen Streptococcus agalactiae, S. uberis y S.<br />
dysgalactiae. S. zooepidemicus, perteneciente al grupo<br />
C de Lancefield, se ha asociado en ovinos con mamitis,<br />
artritis y casos de pleuritis fibrinosa, además de<br />
pericarditis y neumonías en corderos (6). Asimismo,<br />
esta última especie ocasiona mamitis en cabras que<br />
terminan en una gran atrofia glandular (4). Ocasionalmente<br />
se ha descrito también que las mamitis por<br />
estreptococos del grupo C pueden acompañarse de<br />
afecciones articulares (1).<br />
* Departamento de Patología Animal I (Sanidad Animal),<br />
Facultad de Veterinaria, Universidad Complutense. 28004<br />
Madrid.<br />
DESCRIPCIÓN DEL CUADRO CLÍNICO<br />
En los brotes estudiados el proceso puede calificarse<br />
de bastante contagioso, pues en poco tiempo se difundió<br />
al 30-40% de las cabras. A pesar de esta elevada<br />
morbilidad no se registraron bajas. Los rebaños<br />
afectados estaban localizados en las provincias de<br />
Avila (800 animales), Toledo 1 (350) y Toledo 2 (80).<br />
El cuadro clínico fue análogo en todos los brotes.<br />
El proceso comienza con una inflamación aguda y<br />
caliente de una de las mamas, si bien posteriormente<br />
puede afectar a ambas. En poco tiempo se pierde la<br />
secreción láctea. La leche generalmente tiene un aspecto<br />
semejante al suero lácteo, transparente, con un<br />
ligero tono verde amarillento, si bien en ocasiones<br />
presentaba un aspecto hemorrágico. A medida que el<br />
proceso avanza hay una reacción fibrosa muy acusada<br />
de la mama, que llega a ocasionar una pérdida total<br />
de su funcionalidad.<br />
Algunas de las cabras enfermas presentaban además<br />
poliartritis con cojera evidente. Las crías de las<br />
cabras enfermas no mostraron sintomatología alguna,<br />
si bien en la fase clínica no mamaban.<br />
La sintomatología referida hizo sospechar a los clínicos<br />
de agalaxia contagiosa.<br />
MATERIAL Y MÉTODOS<br />
En el laboratorio se recibieron muestras de leche<br />
mamítica de seis cabras del brote de la provincia de<br />
Avila, de cuatro del de Toledo 1 y de cuatro del de Toledo<br />
2, para su estudio microbiológico. Las muestras<br />
se sembraron en caldo PPLO y en dos placas de agar<br />
sangre oveja que se incubaron una en aerobiosis y<br />
otra en condiciones microaerofílicas (método de jarra<br />
con vela).<br />
La prueba de CAMP se estudió sembrando transversalmente<br />
en una placa de agar sangre una cepa de<br />
Staphylococcus aureus betahemolítica. El estudio de
148 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />
la producción de ácido de distintos azúcares se realizó<br />
con tiras API CH 50. La investigación de otras<br />
pruebas fisiológicas y bioquímicas se realizó por los<br />
métodos microbiológicos convencionales. La tipificación<br />
serológica se realizó, tras la extracción acida,<br />
por el método tradicional con sueros de referencia.<br />
Para el tratamiento do los brotes se elaboró una<br />
bacterina formolizada con una mezcla de las cepas de<br />
estreptococos aisladas. Se realizó un cultivo estacionario<br />
de los estreptococos en caído infusión cerebro<br />
corazón, con un 0,1% de suero fetal bovino durante<br />
cuarenta y ocho horas antes de proceder a su tratamiento<br />
térmico. La bacterina se inoculó a todos los<br />
animales adultos de los rebaños afectados en dos dosis<br />
de 4 mi (concentración aproximada de 6,10 bacterias/ml)<br />
con quince días de intervalo.<br />
RESULTADOS<br />
De las muestras estudiadas en principio solamente<br />
se obtuvo crecimiento en las placas de agar sangre incubadas<br />
en microaerofilia. Las colonias eran de aproximadamente<br />
4 mm de diámetros a las cuarenta y<br />
ocho horas, circulares, convexas, muy mucosas,<br />
transparentes y rodeadas de una amplia zona de hemolisis<br />
total o beta. Las células eran cocos gram +,<br />
catalasa - y presentaban la agrupación típica de los<br />
estreptococos.<br />
Serológicamente las cepas aisladas pertenecían al<br />
grupo de C de Lancefield.<br />
La prueba de CAMP fue positiva. Las bacterias<br />
no crecieron a 45° C, ni en presencia de un 6,5% de<br />
CINa, ni en agar bilis al 10%. Hidrolizaron el hipurato,<br />
pero no la esculina y no produjeron acetoína a<br />
partir de la glucosa. En cuanto a la producción de ácido<br />
de distintos azúcares, fue positiva de la glucosa,<br />
lactosa, maltosa, mañosa, galactosa, ribosa, sorbitol,<br />
N-acetil-glucosamina, almidón y glucógeno, y negativa<br />
de la rafinosa, arabinosa, eelobiosa, mélibiosa, glicerol<br />
e inulina. De la trehalosa produjeron ácidos dos<br />
de las cepas y tres fueron positivas al manitol a los<br />
siete días.<br />
Todas estas características permitieron identificar<br />
los aislamientos dentro de los estreptococos del grupo<br />
C como S. zooepidemicus (hoy día se le considera como<br />
una subespecie de S. equi) (2).<br />
El tratamiento de las cabras con la bacterina dio un<br />
resultado satisfactorio tanto en la curación de animales<br />
afectados en los primeros estadios como en la<br />
prevención de nuevos casos. Pero, lógicamente, en los<br />
animales que presentaban un estado avanzado de fibrosis<br />
mamaria el proceso fue irreversible.<br />
DISCUSIÓN<br />
La semejanza del cuadro clínico con la agalaxia<br />
contagiosa, y la consiguiente dificultad en el diagnóstico<br />
diferencial, justifica la difusión de este trabajo,<br />
máxime teniendo en cuenta que el diagnóstico de la<br />
agalaxia se realiza con frecuencia basándose, exclusivamente,<br />
en la sintomatología clínica. Esta similitud<br />
del cuadro clínico nos ha inducido a denominar el<br />
proceso «pseudoagalaxia», término que implícitamente<br />
reconoce la dificultad del diagnóstico clínico diferencial.<br />
La descripción de este proceso en España tiene<br />
además una gran importancia por el carácter altamente<br />
contagioso del mismo y las consiguientes<br />
pérdidas económicas.<br />
En el diagnóstico diferencial hay que tener en cuenta<br />
que los animales afectados por pseudoagalaxia no<br />
presentan conjuntivitis, aunque la ausencia de este<br />
síntoma no permite descartar la agalaxia contagiosa.<br />
Ambos procesos pueden presentar una morbilidad semejante,<br />
pero en la pseudoagalaxia no suele haber<br />
bajas ni afección de las crías.<br />
En cualquier caso es preciso recurrir al análisis microbiológico<br />
antes de establecer el diagnóstico definitivo.<br />
Un simple cultivo bacteriano en agar sangre,<br />
siempre que se tome la precaución de incubar por<br />
partida doble, en aerobiosis y microaerofilia, permite<br />
confirmar o descartar el diagnóstico de pseudoagalaxia<br />
en veinticuatro horas. El crecimiento de colonias<br />
pequeñas, redondas, lisas, muy mucosas, transparentes<br />
y rodeadas de un halo de hemolisis total, orienta<br />
el diagnóstico. Sólo tras un diagnóstico preciso podrán<br />
establecerse las medidas adecuadas de tratamiento<br />
y prevención.<br />
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Publications. Oxford, 1983.<br />
4. NESBAKKEN, T.: Norsk. Vet. Tidsskrift., 87: 188-191,<br />
1975.<br />
5. POUTREL, B.: Les colloques de LTNRA n.° 28, Instituí<br />
National de la Recherche Agronomique, París, pp. 199-<br />
217, 1984.<br />
6. STEVENSON, R. G.: Can. J. Comp. Med., 38: 243-250,<br />
1974.<br />
7. TALAVERA, J.: «Comunicaciones del INIA». Serie Higiene<br />
y Sanidad Animal, n.° 4, 1980.
Comunicación<br />
Eficacia en el control de un foco de agalaxia contagiosa<br />
de una vacuna a base de Mycoplasma agalactiae<br />
inactivado presentado en doble emulsión (Galazel)<br />
en un rebaño ovino/caprino en Medinaceli (Soria)<br />
I. Pérez, D. Solanes, M. Alvarez, J. Algar, J. Marco y J. Feced.<br />
INTRODUCCIÓN<br />
La agalaxia contagiosa es una enfermedad de verdadera<br />
importancia en la cabana caprina y ovina de<br />
leche en España.<br />
Los riesgos que entraña para la sanidad y nivel de<br />
producción de un rebaño un foco clínico de esta enfermedad<br />
son incalculables, pues puede llegar a hacer<br />
totalmente irrentable una ganadería.<br />
Como sabemos, existen varias especies del género<br />
Mycoplasma capaces de originar la enfermedad, entre<br />
otros M. agalactiae, M. mycoides y M. capricolum<br />
que generalmente son aceptados.<br />
La predilección de las micoplasmas por órganos<br />
diana con características comunes, como bajo contenido<br />
en oxígeno, encapsulación, pero fácil comunicación<br />
con el medio externo y la existencia de un medio<br />
líquido es realmente clara; así después de producirse<br />
la infección generalmente oral se produce una septicemia<br />
que termina con el acantonamiento del germen<br />
en estos órganos diana (glándula mamaria, articulaciones,<br />
ojos y placenta).<br />
MATERIAL Y MÉTODOS<br />
El rebaño objeto de la prueba estaba situado en<br />
Medinaceli (Soria) y era de doble origen. Del total del<br />
efectivo (700 animales) un 10% era caprino y el otro<br />
90% ovino procedente de dos partidas. El bloque principal<br />
del rebaño ovino constaba de 500 ovejas y se<br />
completaba con 130 ovejas de nueva adquisición.<br />
El estado sanitario del rebaño era preocupante al<br />
existir 15 animales con algún síntoma clínico de agalaxia<br />
contagiosa (agalaxia, conjuntivitis, artritis). El<br />
síntoma más especial en este foco de agalaxia contagiosa<br />
fue la presencia de abortos de al menos un 15%<br />
de los posibles partos, que era francamente alarmante.<br />
Se completó el diagnóstico por aislamiento del germen.<br />
Se sacrificaron después del primer diagnóstico 10<br />
* Departamento Técnico de COOPER-ZELTIA.<br />
animales por sus graves lesiones. Posteriormente el<br />
día 28 de junio de 1990 se vacunó con la vacuna comercial<br />
a base de Mycoplasma agalactiae en emulsión<br />
múltiple (Galazel) todo el rebaño y se hizo tratamiento<br />
de los enfermos con tilosina inyectada. Se obtuvieron<br />
muestras serológicas para realización de IFC<br />
(Inhibición de Formación de Cristales) gracias a la colaboración<br />
del Laboratorio Regional de Sanidad Animal<br />
de Santa Fe, en Granada.<br />
La revacunación del rebaño se realizó un mes más<br />
tarde, el 26 de julio de 1990, y se obtuvieron de nuevo<br />
muestras serológicas para realizar IFC, y ver la tendencia<br />
cinética de anticuerpos.<br />
RESULTADOS<br />
Primovacunación<br />
La vacunación del rebaño se aplicó de forma subcutánea<br />
inyectando 2 mi por animal. No hubo reacciones<br />
de tipo general y sólo cuatro animales tuvieron<br />
reacciones locales con formación de abcesos por introducción<br />
de gérmenes de la piel.<br />
El resultado de la prueba IFC (Inhibición de la Formación<br />
de Cristales) comparativo entre el día de la<br />
primovacunación y la revacunación fue el siguiente:<br />
1. a muestra 2. a muestra<br />
1 mm 4<br />
2 mm 2<br />
3 mm 3<br />
4mm 1 3<br />
5 mm — 1<br />
6 mm —<br />
7 mm — 1<br />
8 mm —<br />
Media 2,2 4,4<br />
Revacunación<br />
La revacunación se realizó con la misma vacuna<br />
(Galazel) a igual dosis (2 mi) y de forma subcutánea.
152 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
Es de resaltar que aunque era de esperar se produjeran<br />
reacciones locales de hipersensibilidad en algunos<br />
corderos que no precisaron de tratamiento.<br />
El día de la revacunación se observó la clara mejoría<br />
del rebaño que no tenía ya ningún animal con lesiones<br />
clínicas. Los abortos habían cesado por completo<br />
y se había recuperado la curva de producción<br />
láctea.<br />
CONCLUSIONES<br />
La presencia de agalaxia contagiosa en los rebaños<br />
ovinos/caprinos suele tener un punto de partida algo<br />
diluido en el tiempo.<br />
Son cambios en el manejo, introducción de nuevos<br />
ejemplares, la utilización de vacunas que no exigen<br />
una adecuada respuesta vacunal por parte del animal<br />
y la escasa preparación que se realiza del rebaño (antiparasitario<br />
interno) las condiciones que con mayor<br />
frecuencia se corresponden con la aparición de un foco<br />
clínico de agalaxia contagiosa.<br />
En este caso coincidió la anterior vacunación del<br />
rebaño con una vacuna algo anticuada, la introducción<br />
en el rebaño de nuevos ejemplares que fueron<br />
los que enfermaron y la aplicación de un antiparasitario<br />
(Albendazol) a baja dosis.<br />
Creemos que existen vacunas comerciales que son<br />
adecuadas para mantener una mínima base inmunitaria,<br />
pero que fallan ante un foco real. En la actualidad<br />
las vacunas de Mycoplasma agalactiae en emulsión<br />
múltiple son las de mayor exigencia vacunal y<br />
capaces en parto de frenar un foco infeccioso.<br />
AGRADECIMIENTOS<br />
Agradecemos al Laboratorio Regional de Sanidad y<br />
Producción Animal de Santa Fe, en Granada, y en especial<br />
a su personal técnico, la colaboración en este<br />
trabajo.<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
BEAR, C; DEBARBEYRAC, B.; BERNET, C, y RENANDIN,<br />
H.: Methods of Investigatin Mycoplasma Infectiones.<br />
Anuales de Biologie Clinique, vol. 47 (7), 1989.<br />
FULTON, R, y DUMBELL, K. R.: J. Gen. Microbial, 3/97,<br />
1949.<br />
GARBA, S. A.; TERRY, R. J.; ADAGBOYE, D. S.; LOMBARDE,<br />
A. G., y ABALAKA, J. A.: The choice of adjuvants in Mycoplasma<br />
vaccines microbios, vol. 5 (57): 230, 1989.<br />
GOURLAY, R. M, y DOMERMUTH, C. H.: Anals of N. Y. Academy<br />
Science, 1967.<br />
LADS, P. N.: Australian VeL, J., 45, 1969.<br />
MOWLES, J. M.: Mycoplasma detection. Animal cell culture.<br />
Methods in Molecular Biology, vol. 5 (65), 1989.
Comunicación<br />
La deficiencia de selenio en el ganado ovino;<br />
Nuevo concepto de prevención<br />
J. Doménech Rierola*<br />
El selenio al igual que los demás oligoelementos es<br />
necesario para el normal desarrollo del organismo, ya<br />
que todos ellos forman parte de varias enzimas que<br />
controlan diversas funciones metabólicas. Su deficiencia<br />
tendrá como consecuencia un nivel reducido de<br />
enzimas, y por tanto una disfunción metabolica.<br />
La función bioquímica del selenio fue establecida<br />
por ROTRUK y cois, cuando descubrió que era un<br />
componente esencial de la enzima glutatión-peroxidasa<br />
(GSHPx). HOESKSTRA (1984) desarrolló la hipótesis<br />
que explica la relación ente la GSHPx y la vitamina<br />
E, y sus funciones.<br />
Ambos se relacionan con el control de los peróxidos<br />
y los hidroperóxidos lipídicos. Estos son productos<br />
normales de la actividad metabolica, y pueden causar<br />
una alteración grave en las membranas celulares y en<br />
las de los componentes celulares, y la destrucción<br />
celular. La vitamina E actúa formando complejos con<br />
los ácidos grasos insaturados, previniendo así la formación<br />
de peróxidos, mientras que el selenio, como<br />
parte de la GSHPx, rompe los peróxidos.<br />
Al aumentar la producción de peróxidos por una<br />
mayor actividad metabolica, los requerimientos de vitamina<br />
E y selenio aumentan también, sobre todo en<br />
las células que tienen un alto contenido de ácidos grasos<br />
insaturados, y en las células más activas metabólicamente.<br />
Hay una amplia gama de enfermedades que se reconocen<br />
actualmente debidas a bajos niveles de selenio.<br />
Pueden dividirse en cuatro grupos principales:<br />
a) Enfermedades musculares.<br />
b) Alteraciones en la reproducción.<br />
c) Alteraciones de la producción.<br />
d) Resistencia a las infecciones.<br />
Enfermedades musculares<br />
La miodistrofia nutricional enzoótica o enfermedad<br />
del músculo blanco representa una de las enfermedades<br />
carenciales que con mayor frecuencia afecta a los<br />
pequeños rumiantes. La expresión clínica se hace evidente<br />
en animales jóvenes, presentando una alta tasa<br />
de morbilidad y mortalidad.<br />
* Esteve Veterinaria, Laboratorios Doctor Esteve, S. A., Barcelona.<br />
La afección de la musculatura del aparato locomotor<br />
es la presentación más común de esta enfermedad,<br />
con el consiguiente cuadro sintomatológico característico.<br />
La afección de la musculatura cardiorrcspiratoria<br />
da lugar a la aparición de síntomas neumónicos, y la<br />
existencia de muertes repentinas. Esta forma se presenta<br />
en animales que han adquirido el proceso carencial<br />
durante el período fetal.<br />
Alteraciones en la reproducción<br />
Todos los efectos perjudiciales de la deficiencia de<br />
selenio en la reproducción tienen lugar en la hembra,<br />
o al menos no se han descrito en el macho. El efecto<br />
puede ser:<br />
— Una fertilidad reducida, el animal mostrará un<br />
ciclo normal, pero no quedará gestante.<br />
— Muerte fetal en los primeros estadios, los animales<br />
retornan al celo en intervalos irregulares.<br />
— Aborto tardío, no imputable a ninguna infección.<br />
— Animales muertos al nacimiento, que nazcan<br />
débiles y mueran al poco tiempo, o que nazcan<br />
con la enfermedad de forma congénita.<br />
— Retención de secundinas.<br />
Alteraciones de la producción<br />
Un nivel bajo de selenio en los animales jóvenes<br />
provocará un descenso en su índice de crecimiento.<br />
En las hembras se da una disminución de cantidad y<br />
calidad de la lana y de la producción láctea; esta leche<br />
contendrá menos selenio. Los animales que maman<br />
también desarrollarán una difidencia de selenio,<br />
que puede dar lugar a los otros problemas descritos.<br />
Resistencia a las infecciones<br />
Un nivel bajo de selenio afecta a la resistencia ante<br />
las infecciones de tres modos diferentes:<br />
1. A pesar de que los macrófagos continúan estando<br />
presentes y siguen siendo capaces de fagocitar<br />
a los microorganismos invasores, son<br />
incapaces de destruir al microorganismo, con
154 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
CONTROL<br />
—A—<br />
SELENIATO "CVASICO<br />
ZOSELEN L.A.<br />
SELENIATO POTÁSICO<br />
ZOSELEN L.A.<br />
20 24<br />
Fig. 1.—Niveles de selenio en corderos.<br />
lo que éstos pueden liberarse de nuevo en el<br />
cuerpo.<br />
2. En segundo lugar y más recientemente descubiertos,<br />
los linfocitos B que producen anticuerpos<br />
IgM son menos activos. Hay una disminución<br />
en la producción de anticuerpos.<br />
3. Los linfocitos T, involucrados en la inmunidad<br />
celular, son menos activos.<br />
La inmunodeficiencia resultante significa que estos<br />
animales están más predispuestos a sufrir una infección.<br />
En explotaciones que tienen una deficiencia de<br />
selenio puede verse un aumento en la incidencia de<br />
enfermedades en general, y no de una enfermedad en<br />
particular, lo que es común entre animales jóvenes.<br />
Aunque la deficiencia de selenio puede ser tratada<br />
por vía oral, esto es a menudo poco práctico; el tratamiento<br />
más corriente en rumiantes se realiza por vía<br />
parenteral. Tradicionalmente se han utilizado las sales<br />
de potasio o de sodio, que son muy solubles. Debido<br />
a la rápida absorción del selenio de estas sales, y<br />
de la toxicidad de un exceso de selenio, sólo pueden<br />
darse cantidades muy pequeñas. Ya que los animales<br />
son incapaces de almacenar el selenio, se requieren<br />
tratamientos repetidos para mantener los niveles.<br />
Para mantener una terapia parenteral de selenio<br />
a largo término se desarrolló el seleniato de bario<br />
(Zoselen L. A.), una sal muy poco soluble de selenio,<br />
la cual libera lentamente éste en el animal tratado.<br />
Esto tiene tres efectos:<br />
1. Posibilidad de dar dosis mayores de selenio de<br />
una vez.<br />
2. La lenta liberación de selenio asegura que no<br />
haya riesgo de toxicidad.<br />
3. El selenio se absorbe lentamente durante varios<br />
meses; la preparación provee un alivio<br />
persistente de los problemas causados por la<br />
deficiencia.<br />
Fig. 2.—Niveles de selenio en ovejas.<br />
El nivel de selenio se evaluó mediante la medición<br />
de la actividad «glutation-peroxidasa» (GSHPx) descrito<br />
por ANDERSON y cois. (1978). La valoración de<br />
la actividad de la GSHPx es más rápida y fácil que la<br />
de selenio, por lo que se utiliza como indicador de<br />
elección para valorar los niveles de selenio. Se ha visto<br />
que los niveles de GSHPx en sangre están estrechamente<br />
relacionados con los niveles de selenio.<br />
Eficacia en corderos<br />
Se determinó la eficacia del tratamiento con seleniato<br />
de bario en corderos de engorde comparativamente<br />
a la de seleniato de potasio.<br />
Tres grupos de 10 corderos de 20-25 kg de peso<br />
fueron tratados, respectivamente, con seleniato de<br />
bario, seleniato de potasio, y un tercer grupo actuó<br />
como control, sin tratamiento alguno.<br />
Se extrajo sangre de todos los animales antes del<br />
tratamiento y mensualmente, hasta transcurridos cinco<br />
meses.<br />
Los resultados (fig. 1) indican que una dosis de seleniato<br />
de bario produjo un marcado incremento de los<br />
niveles de selenio durante toda la duración del estudio<br />
(cinco meses).<br />
Determinación de la transferencia de selenio<br />
«en útero» y «postpartum» de la oveja a su cría<br />
A fin de determinar la prevención de la carencia de<br />
selenio en las crías, se realizó una prueba comparati-<br />
CONTROL<br />
SELENIATO POTÁSICO<br />
ZOSELEN L.A.<br />
PBUEBAS DE EFICACIA<br />
La eficacia del seleniato de bario, en la prevención<br />
de las deficiencias de selenio, ha sido establecido por<br />
G. D. CAWLEY y I. McPEE, en Inglaterra.<br />
EDAD (SEMANAS)<br />
Fig. 3.—Niveles de selenio en corderos nacidos de ovejas<br />
tratadas.
LA DEFICIENCIA DE SELENIO EN EL GANADO OVINO: NUEVO CONCEPTO DE PREVENCIÓN 155<br />
va con 30 ovejas que estaban aproximadamente a la<br />
mitad de gestación, las cuales se dividieron en tres<br />
grupos.<br />
El primero de ellos se trató con seleniato de bario,<br />
el segundo con una solución de seleniato de potasio y<br />
el último no se trató (control).<br />
Se extrajo una muestra de sangre de cada animal<br />
antes del tratamiento y a las seis, doce, veinte y veinticuatro<br />
semanas después. Se valoró el contenido de<br />
glutatión-peroxidasa (GSHPx) de cada una de ellas.<br />
Los corderos de estas ovejas fueron identificados al<br />
nacimiento. Se tomaron muestras de sangre de cada<br />
una de las crías y se controlaron sus niveles enzimaticos.<br />
Los resultados de esta prueba indican que el tratamiento<br />
de ovejas con 50 mg de selenio en forma de<br />
seleniato de bario no era peligrosa y produjo una respuesta<br />
significativa en los animales tratados en comparación<br />
con los otros grupos (fig. 2). Esta respuesta<br />
se mantuvo durante toda la prueba (siete meses) y se<br />
reflejó en el nivel de selenio de los corderos durante<br />
los tres meses después del parto (fig. 3).<br />
RESUMEN<br />
Estas pruebas han demostrado que el selenio suministrado<br />
en forma de seleniato de bario (Zoselen L. A.)<br />
se absorbe lentamente y tiene un efecto terapéutico al<br />
menos durante doce meses, cuando se administra a la<br />
dosis recomendada de 1 mg de selcnio/kg (1 mi Zoselen<br />
L. A./50 kg).<br />
Las pruebas do transferencia maternal demuestran<br />
que al emplear el producto en ovejas no sólo las ovejas<br />
se ven protegidas de una deficiencia de selenio, sino<br />
también sus corderos durante un período de hasta<br />
doce semanas. Este es el período en el que los corderos<br />
corren el riesgo de contraer, por ejemplo, distrofia<br />
muscular (BLOOD y otros, 1981).<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
ANDERSON, P. II.; BERRET, S., y PATTERSON, D. S. P.: Veterinary<br />
Record, 104: 235.<br />
BLOOD, D. C; HENDERSON, J. A., y RADOSTITS, O. M.: Medicina<br />
Veterinaria, 5. a ed.<br />
BOOTH, N. H., y McDONALD, L. E.: Farmacología y terapéutica<br />
veterinaria, 5. a ed.<br />
CAWLEY, G. D., y McPEE, I.: Veterinary Record, 114: 565-<br />
566.<br />
DUKES/SWENSON: Fisiología de los animales domésticos.<br />
FRANKLIN, J. S.: Current Therapy in Theriogenology, 1986.<br />
RONCERO, V; REDONDO, E., y GAZQUEZ, A.: Medicina Veterinaria,<br />
vol. 6, núm. 6.
V<br />
ECONOMÍA
Ponencia<br />
Tendencia de la economía y la comercialización<br />
de la producción ovina española<br />
A. Paz Sáez*<br />
No parece que sea este el momento más adecuado<br />
para abordar la posible evolución futura de cualquier<br />
producción, dado lo altamente aleatorio de los factores<br />
que configuran la dinámica de la misma, sea cualquiera<br />
el horizonte que se considere más allá del plazo<br />
inmediato.<br />
Sin embargo, también es verdad que ante una situación<br />
de incertibumbre vale más tener, al menos,<br />
una orientación, aun relativa, que la total ignorancia;<br />
en el fondo se trata de constreñir el azar en el mayor<br />
grado posible, pero siempre hay que exigir que sea<br />
cual sea la posición que se adopte, debe mostrar las<br />
bases en que se apoya, porque no se trata, no puede<br />
tratarse, de proponer artículos de fe bajo criterios de<br />
autoridad por alta que ésta sea, sino de mostrar la lógica<br />
de un razonamiento.<br />
Dentro de este cuadro, que excluye todo optimismo<br />
a ultranza, tan prodigado en estos últimos años, se<br />
puede intentar realizar un pronóstico sobre la posible<br />
evolución de la producción ovina, sin pretender que<br />
sea propiamente una previsión, sino, sencillamente,<br />
una prospección de los factores que actúan en el presente<br />
y su posible evolución a no demasiado largo<br />
plazo, en el que se perdería todo realismo.<br />
I. Partiendo de la segunda mitad de la década de<br />
los años setenta, se comprueba que los censos ovinos<br />
muestran una clara tendencia decreciente hasta los<br />
primeros años de la década de los años ochenta, en<br />
que flexiona la tendencia produciéndose una elevación,<br />
regionalmente variable en el tiempo (CALAHO<br />
RRA, 1990), y que, de una manera general, se viene<br />
manteniendo hasta hoy. Todo parece mostrar que tal<br />
evolución ha venido afectada por factores intrínsecos<br />
de la propia producción y otros extrínsecos a la misma,<br />
representados básicamente por la situación del<br />
mercado y la política sectorial.<br />
En conjunto, la comprensión del proceso comienza<br />
por considerar que la explotación ovina constituye un<br />
elemento de todo un sistema agrario, representado<br />
por nuestra tradicional explotación del secano, que<br />
es, precisamente, la que entra en crisis, consecuencia<br />
de sus producciones fundamentales: cereales, vid, olivo,<br />
y por la doble causa de la evolución de los mercados<br />
y los bajos rendimientos (en trigo y cebada los<br />
* CSIC. Instituto de Economía y Geografía Aplicadas. Madrid.<br />
.<br />
rendimientos son los más bajos de la Europa occidental).<br />
Tal sistema agrario, típico de nuestros secanos, implica<br />
la existencia del barbecho (unos 4,5 millones de<br />
hectáreas), en lo que entra la oveja como medio de<br />
elevar el producto bruto empresarial, por aprovechamiento<br />
de recursos no mercadeables, y en tal marco,<br />
cuya forma es dominante en el conjunto de la estructura<br />
agraria española, resulta que la explotación ovina<br />
es un elemento más de la empresa; se comprende<br />
que la crisis de ésta suponga la de sus explotaciones<br />
integrantes, desde el momento que la generalidad de<br />
los casos la baja de uno de los componentes hace peligrar<br />
la estabilidad del conjunto; lo que aún es más ostensible<br />
en la consideración del conjunto sectorial.<br />
EUo equivale a decir que las soluciones parciales no<br />
tienen efectividad más que escasamente a corto plazo,<br />
lo que abona la necesidad de encarar toda una política<br />
que englobe el conjunto del secano (PAZ SAEZ,<br />
1973).<br />
Esta consideración del ovino como pieza integrada<br />
en el conjunto del secano es el telón de fondo sobre el<br />
que transcurre la explotación, pero dos hechos han<br />
venido a cambiar el panorama:<br />
a) La existencia del cebo intensivo, dando lugar a<br />
los cebaderos.<br />
b) La entrada de España en la CEE, y, por tanto,<br />
la sujeción a la PAC.<br />
II. El cebo intensivo de corderos tuvo su base en<br />
el desarrollo de una política favorable, basada en la<br />
adquisición de cereales a precio del mercado internacional<br />
y el apoyo directo de la Administración con un<br />
sistema de primas y adquisición de canales que tuvo<br />
su base normativa en el decreto 1.715 (30-6-1972),<br />
que primaba las canales con más de 14 kg (24 pesetas/kg/canal),<br />
a la que acompañó toda una serie de disposiciones<br />
de diferente rango (resolución del FORPA,<br />
de 13-10-1972; orden del MAPA de 29-9-1972, etc.).<br />
El proceso general de intensificación de la producción<br />
animal puede tener su justificación en la política<br />
de desarrollo de los años sesenta, de la que, en realidad,<br />
vino a constituir una pieza más, pero no así en lo<br />
que concierne a los rumiantes, a los que se les hace<br />
perder tal condición para transformarse en monagástricos,<br />
lo que, a su vez, entraña el menor aprovechamiento<br />
energético de los concentrados; es decir, supo-
160 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
Tabla i<br />
Precio (kg/canal) en pesetas de la carne de cordero<br />
Tabla II<br />
Precio de la carne de cordero en los países comunitarios<br />
Año<br />
Precio<br />
1981<br />
385,55<br />
1982<br />
458,46<br />
1983<br />
482,21<br />
1984<br />
539,04<br />
1985<br />
635,89<br />
1986<br />
589,13<br />
1987<br />
523,74<br />
1988<br />
505,12<br />
Fuente: Esteban Muñoz, C. 1989.<br />
1981<br />
100<br />
119<br />
125<br />
139<br />
164<br />
152<br />
135<br />
131<br />
País/año<br />
Bélgica<br />
Dinamarca<br />
Alemania<br />
Grecia<br />
España<br />
Francia<br />
Irlanda<br />
Italia<br />
Holanda<br />
Portugal<br />
Reino Unido<br />
ECUS/Kg<br />
1986<br />
5,069<br />
3,234<br />
3,401<br />
4,346<br />
3,878<br />
3,383<br />
2,972<br />
4,523<br />
3,647<br />
3,494<br />
3,042<br />
1987<br />
3,817<br />
2,719<br />
3,044<br />
4,292<br />
3,444<br />
3,144<br />
2,458<br />
4,352<br />
3,072<br />
3,025<br />
3,032<br />
ne un derroche económico, tanto más grave si se tiene<br />
en cuenta que ello se da en un mundo que tiene<br />
hambre.<br />
De cualquier manera el proceso de intensificación<br />
en capital en el ovino lleva a una partición del sector<br />
agrario, por la que las madres quedan ligadas a la<br />
producción del suelo por la razón de que la tierra supone<br />
una earga gravosa para la producción intensificada,<br />
mientras los lechales tras el destete pasan al cebadero,<br />
rompiendo todo vínculo con el sector agrario.<br />
Esta situación es factible de ser sostenida, al menos a<br />
plazo medio, por una relación favorable entre precio<br />
de la carne y precio de los factores de producción, de<br />
los que el pienso supone la mayor partida, y precisamente<br />
ello es lo que pone en riesgo la producción intensificada<br />
en cuanto entra en concurrencia competitiva;<br />
en efecto, obsérvese que el precio es sostenido<br />
por un sistema de almacenamiento y garantías, pero<br />
si tal situación se altera —y no digamos nada en un<br />
mercado libre— la rentabilidad expresada como funciones<br />
de la diferencia precio-coste puede llegar a no<br />
tener interés, e incluso a ser negativa, lo que supone<br />
la apertura de una crisis en el sector de cebo intensivo.<br />
Por lo tanto, aun sin tener en consideración nuestro<br />
ingreso en la CEE, habría que ir pensando en una<br />
reestructuración de la producción de ovino, desmontando<br />
los cebaderos desde el momento que su explotación<br />
supone una alta elevación del coste. Así, DEL<br />
GADO ENGUITA señala cómo tomando como base el<br />
pastoreo, el uso concentrado eleva el coste a 314, y<br />
para VERA y VEGA el coste se eleva al 164% para la<br />
intensificación (citado por GARCÍA LARA, 1987). Una<br />
vez más, insistimos en que el cebo intensivo de rumiantes<br />
fue posible por una política determinada que,<br />
desde luego, no tuvo en cuenta al sector agrario al no<br />
plantear la posibilidad de un cebo intensivo dentro de<br />
éste, por una integración secano-regadío (SOBRINO<br />
IGUALADOR y PAZ SAEZ, 1973) y dando pie a la creación<br />
de los cebaderos, institución única en Europa, y<br />
que ya a la altura de 1990 se muestra como un camino<br />
sin salida, tanto más cuanto que el consumo interior<br />
de carne de cordero se muestra escasamente dinámico.<br />
Fuente: Eurostat, 1988.<br />
III. Por supuesto que aun sin contar con el horizonte<br />
comunitario, habría que haber realizado una<br />
ordenación del secano español y, por tanto, de la producción<br />
ovina, pero desde luego nuestra integración<br />
en la Comunidad Europea cambia todo el desarrollo<br />
de una política nacional, que se condiciona por las directrices<br />
comunitarias, y, desde luego, en el inicio éstas<br />
no tuvieron para nada en cuenta a la producción<br />
ovina. El único país con producción importante era<br />
Francia, y no tenía problemas con el mercado, por lo<br />
tanto no había de qué preocuparse. Solamente la entrada<br />
de Gran Bretaña como país miembro, y la doble<br />
cuestión de su competencia con Francia, originando<br />
la llamada «guerra de los corderos», y su relación con<br />
los países de la Commonwealth, con grandes produc-'<br />
tores de ovino, como Australia y Nueva Zelanda, movieron<br />
al Mercado Común, hasta aquel momento gran<br />
importador de carne de cordero, a considerar la reglamentación<br />
del mercado.<br />
Entonces es cuando se da la entrada de España y<br />
Portugal, y, precisamente cuando no era muy favorable<br />
la situación en la CEE, puesto que la PAC había<br />
entrado en crisis; pero prescindiendo de la oportunidad<br />
del momento, y de que la negociación no fuera<br />
muy afortunada, el hecho de la integración resulta<br />
crucial, puesto que las directrices comunitarias implican,<br />
por lo pronto:<br />
a) Abandono de tierras en cultivo.<br />
b) Descenso del grado de protección de la agricultura.<br />
c) Forzosamente habrá de replantearse todo el<br />
comercio exterior.<br />
a) Entre otras razones, los bajos rendimientos de<br />
los cereales en nuestros secanos se debe al cultivo<br />
de terrenos marginales que nunca debieron<br />
de roturarse, pero que lo fueron a impulsos<br />
de una política determinada que, de forma<br />
muy general, se extendió desde la muerte de
TENDENCIA DE LA ECONOMÍA Y LA COMERCIALIZACIÓN DE LA PRODUCCIÓN OVINA ESPAÑOLA 161<br />
País/año<br />
Bélgica<br />
Dinamarca<br />
Grecia<br />
Francia<br />
España<br />
Irlanda<br />
Italia<br />
Holanda<br />
Portugal<br />
Tabla III<br />
Producción de carne de ovino y caprino en la CEE<br />
(000 Tm)<br />
Reino Unido<br />
Fuente: Eurostat, 1988.<br />
1980<br />
4<br />
120<br />
174<br />
39<br />
53<br />
25<br />
284<br />
1986<br />
6<br />
1<br />
106<br />
162<br />
209<br />
47<br />
49<br />
17 •<br />
13<br />
293<br />
1987<br />
Fernando VII a la II República (PAZ SAEZ,<br />
1976 y 1986), lo que lleva a que la remuneración<br />
de nuestros agricultores sea inferior a los<br />
comunitarios. El abandono de tales tierras, salidas<br />
de la roturación de bosques y pastizales,<br />
como es lógico, elevará el promedio de los rendimientos<br />
en trigo y cebada, pero plantea un<br />
problema doble:<br />
5<br />
1<br />
124<br />
158<br />
224<br />
49<br />
56<br />
21<br />
22<br />
321<br />
Tabla IV<br />
1. a Ciertamente el envejecimiento demográfico<br />
también se hace sentir en la población<br />
campesina, pero de cualquier forma la<br />
adversa situación liberal plantea la enorme<br />
dificultad de absorber el excedente<br />
campesino con puestos de trabajo en<br />
otros sectores.<br />
2. a El total abandono de tales superficies subí<br />
pone un coste social mayor que lo que parece<br />
a primera vista, por lo que es insoslayable<br />
la reorientación productiva de<br />
esas áreas (PAZ SAEZ y RUIZ ABAD,<br />
1989), en lo que ¡a caza y la repoblación<br />
forestal pueden jugar un buen papel, pero<br />
de cualquier manera supondrá un excedente<br />
de mano de obra; en gran medida<br />
esto se puede plantear como una infrautilización<br />
de recursos que pesa sobre el<br />
conjunto económico.<br />
Como de siempre habrían de quedar<br />
tierras libres, la orientación ganadera se<br />
presenta como una indudable salida, y en<br />
muchas ocasiones una alternativa de utilización;<br />
aquí es donde el ovino entra como<br />
un elemento productivo de primer orden.<br />
Ya MANSIIOLT había advertido que a largo<br />
plazo la política de precios de la Comunidad<br />
resultaba insostenible, y, precisamente, al llegar<br />
la iniciación de la crisis es cuando se produce<br />
la entrada de España —Portugal consiguió<br />
condiciones diferentes—. La consecuencia<br />
es que la Comunidad, ante el doble hecho de la<br />
creación creciente de excedentes y la elevación<br />
de los presupuestos, decide disminuir el nivel<br />
de garantía; es decir, de forma indirecta rebaja<br />
el ingreso campesino, pero el hecho es más<br />
grave si se tiene en cuenta que una reducción<br />
sustantiva de la política de sostén haría temblar<br />
todo el sistema de la PAC, tal como está<br />
planteada.<br />
Sin embargo, concretándonos al ovino la situación<br />
es algo diferente desde el momento<br />
Importación de carne de ovino por la Comunidad<br />
(000 Tm/canal)<br />
País/año<br />
1980<br />
1982<br />
1983<br />
1984<br />
1985<br />
1986<br />
1987<br />
Bélgica<br />
7,1<br />
3,0<br />
1,9<br />
3,2<br />
3,7<br />
4,5<br />
4,8<br />
Dinamarca<br />
1,9<br />
2,0<br />
1,8<br />
2,3<br />
2,3<br />
2,5<br />
2,8<br />
Alemania<br />
19,1<br />
26,6<br />
31,3<br />
26,8<br />
35,4<br />
32,0<br />
30,2<br />
Grecia<br />
-<br />
12,8<br />
19,9<br />
16,4<br />
18,0<br />
18,6<br />
15,0<br />
España<br />
-<br />
-<br />
-<br />
-<br />
-<br />
4,9<br />
8,7<br />
Francia<br />
2,2<br />
6,8<br />
6,3<br />
7,2<br />
7,9<br />
8,0<br />
9,2<br />
Irlanda<br />
-<br />
-<br />
-<br />
-<br />
-<br />
-<br />
Italia<br />
22,8<br />
21,6<br />
19,9<br />
20,9<br />
25,6<br />
25,3<br />
28,3<br />
Holanda<br />
1,6<br />
1,0<br />
0,7<br />
1,2<br />
1,1<br />
1,6<br />
2,4<br />
Portugal<br />
-<br />
-<br />
-<br />
-<br />
-<br />
0,1<br />
3,0<br />
Reino Unido<br />
187,5<br />
206,8<br />
169,9<br />
170,4<br />
159,2<br />
151,3<br />
154,5<br />
Fuente: Comisión de Comunidades.
162 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
Año<br />
1980<br />
1981<br />
1982<br />
1983<br />
1984<br />
1985<br />
1986<br />
1987<br />
1988<br />
Tabla V<br />
Comercio exterior español de carne de ovino (Tm)<br />
Importación<br />
310<br />
1.537<br />
363<br />
763<br />
636<br />
714<br />
6.675<br />
10.646<br />
14.172<br />
Fuente: Dirección General de Aduanas.<br />
Exportación<br />
1.373<br />
1.067<br />
1.540<br />
1.233<br />
1.306<br />
777<br />
3.376<br />
7.862<br />
10.094<br />
Balance<br />
+1.063<br />
+470<br />
+1.177<br />
+464<br />
+670<br />
+63<br />
-2.191<br />
-2.094<br />
-2.100<br />
que la CEE es una importadora neta con tonelajes<br />
importantes; únase esto al abandono de<br />
cultivos y el descenso de los precios de garantía,<br />
y se tendrá que la explotación de ovino se<br />
presenta como una opción válida, tanto más en<br />
el caso de España con el gran peso en relación<br />
con la evolución del mercado de la que no hay<br />
más remedio que ocuparse, en sus tramos interior<br />
y exterior, pero antes de ello hay que considerar<br />
dos hechos capitales:<br />
1.° Los precios de la carne de cordero en el<br />
mercado español vienen siendo superiores<br />
al promedio europeo (del orden del<br />
23-25%).<br />
2° El peso medio de nuestros corderos es,<br />
también, inferior al que se da en la Comunidad.<br />
Todo lo cual da lugar a consecuencias no enteramente<br />
deseables. En primer lugar, como<br />
resultado de lo anterior y del sistema de sostén<br />
de la PAC, el ganadero español vino percibiendo<br />
menos que los comunitarios (en la temporada<br />
presente el sistema ha sido modificado), pero<br />
ello no resulta tan grave habida cuenta de la<br />
altura de los precios en el mercado interior; el<br />
problema surge porque nuestros costes medios<br />
son superiores a los de la Comunidad, como<br />
consecuencia del peso sensible que tienen los<br />
cebaderos clásicos en la producción nacional,<br />
frente al predominio que tiene la producción<br />
del suelo (hierba y subproductos) en el cebo de<br />
los países comunitarios. Una vez más la reordenación<br />
de la produducción ovina resalta como<br />
tema de primer orden, tanto más cuanto<br />
que no puede soslayarse las interconexiones<br />
con los intercambios exteriores, en los que los<br />
aiveles relativos de precios resultan un factor<br />
primodial, y, por lo tanto, pudiera ocurrir, no<br />
ya que se esfumaran las posibilidades de exportación,<br />
sino que producciones externas comunitarias<br />
o no puedan competir sobre nuestro<br />
propio mercado interior, lo que, evidentemente,<br />
tendría un impacto altamente grave<br />
sobre nuestra producción (véase la repercusión<br />
sobre los precios de las últimas importaciones<br />
neozelandesas de carne de cordero).<br />
c) En relación con todo lo anterior no cabe silenciar<br />
el que, hasta el momento presente, el Mercado<br />
Común es altamente proteccionista frente<br />
a terceros en el terreno agrario; y aún más,<br />
puesto que esa defensa constituye una pieza<br />
esencial de la PAC, de suerte que su supresión<br />
supondría, prácticamente, la quiebra de la<br />
agricultura comunitaria. Pero resulta que todo<br />
el artificio montado en las fronteras comunitarias<br />
por el que la producción queda aislada del<br />
mercado mundial e introduce distorsiones en<br />
éste, con el sistema de restituciones a la exportación<br />
no va a poder ser mantenido quizá ni a<br />
plazo medio, y ello por las siguientes razones:<br />
1. a Ciertamente el momento actual es una<br />
coyuntura adversa de duración muy aleatoria,<br />
pero si la CEE no quiere que su<br />
proclamado liberalismo sea un mero artículo<br />
de exportación, o una proclamación<br />
lírica, no tendrá más salida que seguir lo<br />
marcado por las rondas del GATT, de libertad<br />
internacional de comercio, e incluso,<br />
en principio, debería acentuarlo bajo<br />
riesgo de caer en una contradicción in<br />
terminis. Aparte de que pierde toda razón<br />
de acusar a nadie de proteccionismo.<br />
2. a El cambio radical y sorprendente ocurrido<br />
en los, hasta ahora, países del Este,<br />
abre una nueva problemática a la Comunidad,<br />
resumida en tres aspectos:<br />
a) Estos países no pueden entrar, al<br />
menos durante un plazo prudencial,<br />
en la CEE, so pena de poner en ries-*<br />
go muy grave la propia existencia de<br />
la Comunidad; pero, por otro lado,<br />
parece obligado el prestarles la mayor<br />
ayuda posible, y no se olvide que<br />
estos países —quizá con la excepción<br />
de Checoslovaquia— tienen un gran<br />
potencial agrario, y ya PORTES (1990)<br />
señala que los países del Este tendrán<br />
en el campo agrario una de sus<br />
líneas de especialización, y, por supuesto,<br />
hay que contar con la producción<br />
ovina. En tales condiciones<br />
resulta lógico que una de las formas<br />
de esa ayuda sea la preferencia en la<br />
importación de productos de su<br />
agro.<br />
b) La reunificación alemana supone un<br />
hecho más trascendente de lo que<br />
parece, desde el momento que va a<br />
reforzar la potencia alemana y ello,<br />
se acepte o no, guste o no guste, va a<br />
colocar a Alemania a la cabeza de<br />
Europa, lo que hace que, casi necesariamente,<br />
cambie la orientación de<br />
la CEE, y a plazo no muy largo.
TENDENCIA DE LA ECONOMÍA Y LA COMERCIALIZACIÓN DE LA PRODUCCIÓN OVINA ESPAÑOLA 163<br />
c) El Acta con mercado único está previsto<br />
para comenzar en 1993, pero<br />
tres dificultades surgen a su realización:<br />
las relaciones con el Este; la<br />
unidad monetaria, que, hoy por hoy,<br />
no se ve nada próxima, y la falta absoluta<br />
de unanimidad en la concepción<br />
de lo que ha de ser la unidad<br />
europea.<br />
Sea como fuere, las relaciones con<br />
el resto del mundo no parece que<br />
puedan continuar como fueron planteadas<br />
con la CHE desde el Tratado<br />
de Roma, y ello repercutirá en el comercio<br />
internacional de carne ovina.<br />
3. a La situación del llamado Tercer Mundo va<br />
empeorando, y las apelaciones a la fuerza<br />
no son soluciones estables, por lo que pa-.<br />
rece de necesidad que cambie la actitud<br />
de la CEE, al menos en lo que atañe a los<br />
intercambios comerciales.<br />
Sobre la base de tales consideraciones es posible<br />
llegar a la conclusión:<br />
1.° La producción ovina se presenta como una posibilidad<br />
idónea en nuestra agricultura, en<br />
principio, de forma que, aun en una hipótesis<br />
moderada, el incremento de carne canal pudiera<br />
llegar a un 25% sobre el promedio obtenido<br />
en el período 1980-86 (PAZ SAEZ y RUIZ<br />
ABAD, 1989).<br />
2° En un mercado competitivo —aun sin considerar<br />
la perspectiva del Acta Única— nuestros<br />
costes impiden la concurrencia, y en ello ocupan<br />
el primer plano el precio de los piensos<br />
debido, fundamentalmente, a la alta proporción<br />
de concentrados (según la FETAC, en<br />
1988, la media de cereal en nuestros piensos<br />
alcanzan el 63,1%), lo que hace que aun sin la<br />
integración en la CEE el cebo intensivo resulta<br />
cada vez más difícil de sostener y aún menos<br />
en estos últimos años, en que nuestra balanza<br />
comercial acusa un alto déficit, con sentido<br />
creciente, habida cuenta el renglón que suponen<br />
el maíz, el sorgo y la soja en la importación<br />
española.<br />
IV. Por consiguiente, el papel que puede jugar el<br />
ovino en la reorientación de la agricultura nacional<br />
tiene que concebirse básicamente como mantenido<br />
sobre la producción del suelo; pero de cualquier manera<br />
la consideración del mercado es insoslayable,<br />
desde el momento que hay que tener en cuenta irremediablemente:<br />
1.° Posibilidad de absorber la producción nacional<br />
de carne de cordero por parte del mercado interior,<br />
tanto más si se llega a dar un incremento<br />
sustancial de la producción.<br />
2° Ante una apertura del mercado existe el riesgo<br />
claro de la entrada de carne procedente del<br />
exterior en clara competencia con la del interior.<br />
3.° Por la misma razón cabe la oportunidad de<br />
concurrir al mercado internacional, y ello es<br />
precisamente lo que necesita conocerse.<br />
Por todo ello, el análisis del mercado tiene que ser<br />
abordado en los dos sectores: interior y exterior.<br />
A este respecto, el primer parámetro a considerar<br />
es el consumo y su evolución, cuya situación no da<br />
una perspectiva demasiado optimista. En efecto, el<br />
examen de las series cronológicas permite ver, por un<br />
lado, que los niveles absolutos de los consumos unitarios<br />
son muy reducidos; ciertamente en la última temporada<br />
e) MAPA ha corregido las series de consumo,<br />
elevándolas poco más de 1 kg (lo que posiblemente es<br />
correcto), pero de todas formas supone la cuantía<br />
más reducida de todas las carnes (salvo la de cquido),<br />
pero lo más llamativo es que en un plazo prudencialmente<br />
largo los incrementos registrados son muy pequeños.<br />
Ello indica lo arriesgado que resulta, cara al mercado,<br />
un fuerte aumento de la producción. En efecto, sobre<br />
las cifras dadas más arriba, sin demasiado optimismo,<br />
puede cifrarse que se podría alcanzar un<br />
volumen del orden de las 40.000 toneladas, equivalentes<br />
a algo más de 1 kg/año/habitante, lo que sobre<br />
el nivel actual resulta de muy difícil absorción sin una<br />
caída sensible de los precios, que, a priori, podría estimarse<br />
sobre el 30%, lo que no tendría más remedio<br />
que acusar la producción. Naturalmente que una reorientación<br />
productiva en el sentido señalado de<br />
asentar la explotación ligada al suelo, aun con un<br />
descenso de los precios (siempre referidos al productor),<br />
permitiría sostener una diferencia precio-coste<br />
que hiciese, por lo menos, aceptable la rentabilidad,<br />
con la condición de que el descenso del precio en origen<br />
se transmitiese al consumidor final, en lo que debe<br />
estar interesado el productor, tanto como en la<br />
propia producción.<br />
Si el consumo lo referimos a la CEE, el panorama es<br />
bastante análogo. Como señala ESTEBAN MUÑOZ<br />
(1987), el consumo comunitario se muestra bastante<br />
estable, con un promedio de 3-4 kg/habitante y año,<br />
aunque, desde luego, se da una sensible dispersión<br />
entre los valores nacionales, cuyos extremos se dan<br />
para Grecia, con algo más de 14 kg, y el grupo de países<br />
nórdicos —Holanda, Dinamarca y Alemania—,<br />
que no llegan al kilo, y del grupo intermedio solamente<br />
destacan Gran Bretaña e Irlanda, que alcanzan un<br />
consumo de alrededor de los 7 kg, puesto que Bélgica,<br />
Luxemburgo, Francia, Italia, España y Portugal se sitúan<br />
en torno a la media comunitaria. Para mayor<br />
precisión estos datos brutos precisan matizarse, con<br />
vistas, sobre todo, a las posibles tendencias actuantes<br />
en el futuro inmediato. En efecto:<br />
a) La evolución demográfica en el conjunto de la<br />
CEE se presenta con muy ligero incremento,<br />
cuyo signo positivo, en gran medida, se debe al<br />
aporte de los países del sur, pero en éstos hace<br />
algún tiempo que se viene acusando la baja de-
164 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C,<br />
mográfica por descenso de natalidad (véase el<br />
caso de España desde 1977 y 1982), y aunque,<br />
ciertamente, la reunificación alemana y la política<br />
de protección familiar francesa van a significar<br />
una mejora, desde luego a plazo medio<br />
hay que contar con una estabilidad en el volumen<br />
de población, tanto más cuanto que la<br />
CEE limita radicalmente la inmigración.<br />
b) En los países que, como la Gran Bretaña, pueden<br />
considerarse grandes consumidores de<br />
ovino, el consumo viene cayendo desde hace<br />
algún tiempo.<br />
c) Las calidades son también diferentes, y, precisamente,<br />
el mayor consumidor comunitario no<br />
se caracteriza por la mejor calidad.<br />
V. Ante la posibilidad de un incremento de la producción<br />
interior de carne de cordero que no pueda<br />
ser absorbida por nuestro consumo al nivel presente<br />
de precios, es evidente que la exportación se presenta<br />
como una opción válida que permitiría, cuando menos,<br />
sostener la producción.<br />
En principio, tal exportación podría dirigirse bien a<br />
la Comunidad, bien a terceros países.<br />
1.° La Comunidad presenta perspectivas nada<br />
desdeñables, desde el momento que en los últimos<br />
tiempos su importación media viene a<br />
suponer un tonelaje del orden de las 250.000<br />
toneladas, lo que, teóricamente, significa que<br />
aunque por nuestra parte se diese un aumento<br />
que superara incluso las 50.000 toneladas,<br />
tendrían perfecta cabida en el mercado comunitario.<br />
2.° El principal competidor que hasta la fecha<br />
puede encontrar España en la CEE es Gran<br />
Bretaña, y en este punto cabe decir que la estacionalidad<br />
de la producción viene a favorecer<br />
a nuestra producción, tanto más importante<br />
cuanto que la fluctuación estacional es origen<br />
de grandes oscilaciones de precios en el<br />
mercado interior, más altos en el mercado de<br />
la Comunidad; solamente cuando Gran Bretaña<br />
retrasa la salida de sus corderos se pierden<br />
estas ventajas.<br />
3.° A plazo medio, o poco más, hay que contar<br />
con el probable hecho, ya señalado, de la modificación<br />
de la hasta ahora venerada organización<br />
comunitaria de mercados, lo que aumentará<br />
la concurrencia competitiva dentro<br />
de las fronteras de la CEE —con Acta Única o<br />
sin ella— y que en el caso de la carne de ovino<br />
es más probable cuanto que los países del norte<br />
no tienen en ello ningún interés que defender.<br />
4.° Alrededor del 80% de la importación comunitaria<br />
procede de Nueva Zelanda a unos precios<br />
sin posible competencia, y cuyo impacto<br />
aún será mayor si llega a darse la antedicha<br />
apertura de mercados. No se olvide la acción<br />
depresora que sobre los precios del mercado<br />
nacional han venido teniendo desde 1987 las<br />
importaciones procedentes de Nueva Zelanda.<br />
5.° Esto muestra, una vez más, que los precios diferenciales<br />
resultan definitivos en una situación<br />
competitiva, y en osle punto hay que señalar<br />
que, dentro de la CHE, Gran Bretaña, los<br />
presenta, como promedio, alrededor de un 13%<br />
más bajos que los españoles; a esta diferencia<br />
hay que añadir los costes de transporte y comercialización,<br />
no especialmente favorables a<br />
la producción española. Esto abre dos grandes<br />
dificultades:<br />
a) Si la producción nacional española no logra<br />
rebajar precios de manera sustancial,<br />
que por nuestra parte hemos estimado en<br />
un mínimo del 25% sobre el nivel de 1988,<br />
el riesgo de penetración de importaciones<br />
os muy alto.<br />
bj Este peligro aumenta y las posibilidades<br />
de exportación disminuyen si se tiene en<br />
cuenta la sobrevaloración de nuestra moneda<br />
frente a las divisas más importantes.<br />
6.° Naturalmente que un nivel de precios determinado<br />
tiene que ir referido a una calidad, pero<br />
esto mismo, referido a nuestra posible concurrencia<br />
al mercado internacional, precisa de<br />
ciertas matizaciones. En efecto, el más elemental<br />
examen del mercado hace ver que el<br />
peso medio de las canales de cordero en la<br />
CEE es superior al que se da en España, en<br />
cuyo hecho se creyó ver la necesidad de que<br />
nuestra producción llegara a mayores pesos,<br />
tanto más cuanto que se vino afirmando que<br />
las canales ligeras no tenían aceptación en Europa,<br />
pero ante todo esto conviene aclarar:<br />
a) A la producción de la Europa occidental le<br />
resulta económico llegar a grandes pesos<br />
sobre el pasto, máximas, si, como en Gran<br />
Bretaña, se da una integración entre pastizales<br />
naturales (áreas de montaña) y cebo<br />
en los cultivos de llanura. El sistema<br />
español tradicional en pastoreo no permite<br />
semejante cosa, y el acudir a la recría<br />
en cebadero ya queda dicho que va resultando<br />
cada vez más difícil, aparte de que,<br />
como ya comentaba CAMPS en 1974, el<br />
aumento de peso se realiza, en gran parte,<br />
por engrasamiento, lo que hoy resultaría<br />
inaceptable, fundamentalmente, por<br />
razones de coste.<br />
b) No es cierto que el mercado comunitario<br />
no acepte canales ligeras; para el promedio<br />
1985-87 fue de 15 kg, pero con desviaciones<br />
sensibles (8,9 kg en Italia y 10,1 kg<br />
en Portugal). Por lo tanto, España se situaría<br />
un 20-25% sobre la media de la Comunidad,<br />
con la advertencia de que ésta<br />
tiende a disminuir el peso de sus canales.<br />
Desde luego que el bajo peso medio de las canales
TENDENCIA DE LA ECONOMÍA Y LA COMERCIALIZACIÓN DE LA PRODUCCIÓN OVINA ESPAÑOLA 165<br />
españolas se debe al alto sacrificio de lechales, pero<br />
esto en la situación presente es casi insoslayable por:<br />
1.°, alto precio en el mercado interior, y 2.°, problemas<br />
de economía de empresa que, cuando menos, dificultan<br />
el llevar los animales a mayores pesos.<br />
En conjunto, puede decirse que por el tipo de canal,<br />
sobre todo si se emplean razas europeas especializadas<br />
(la Fleischschaft puede ser un ejemplo), no<br />
se presentan inconvenientes serios en el mercado<br />
europeo.<br />
7.° Antes de nuestra entrada en el Mercado Común,<br />
la exportación española de carne de ovino<br />
era muy reducida, siendo contados los años<br />
en que su superaban las 1.000 toneladas, que<br />
en parte se contrarrestaban con las importaciones<br />
que realizaba Canarias, aunque el saldo<br />
monerario resultaba favorable. Tras el ingreso<br />
de 1986, la importación ha crecido en un<br />
100%, mientras la exportación la hizo en el<br />
233%. Ahora bien, si vamos a las cifras absolutas<br />
se verá que, año tras año, el balance es<br />
negativo, desde el momento que el volumen<br />
importado sobrepasa al exportado; evidentemente,<br />
no parece que la integración en la CEE<br />
haya supuesto un buen negocio para el sector<br />
ovino, y esto sin contar la importación de animales<br />
vivos. En relación con esto está el que<br />
desde 1986 los precios hayan cambiado su<br />
tendencia claramente creciente en el período<br />
1980-85, pasando a decrecer alrededor del<br />
15%, a partir de 1986; el que ello haya trascendido<br />
al IPC, más allá de lo estrictamente<br />
estacional, es dudoso, pero, desde luego, apunta<br />
a la ya reiterada necesidad de una reordenación<br />
del sector productor.<br />
8.° Naturalmente que quedaría por considerar la<br />
posibilidad de exportar a terceros países, pero<br />
el examen del comercio internacional muestra:<br />
a) La importación mundial de carne de ovino<br />
supone el menor volumen de tráfico de todo<br />
el comercio mundial de carne, el cual<br />
entre 1972 y 1987 creció un 68%, lo que<br />
equivale a un 4,5% anual de promedio,<br />
mientras que la importación mundial de<br />
carne de ovino, en igual período, ascendió<br />
un 25%, es decir 1,6% anual.<br />
b) Los países importadores se agrupan en<br />
desarrollados y subdesarrollados (la expresión<br />
países en desarrollo no es más<br />
que un eufemismo), que prácticamente se<br />
reparten el total de la importación mundial,<br />
pero, sin embargo, presentan una característica<br />
diferencial definitiva: los países<br />
desarrollados presentan, claramente,<br />
una tendencia decreciente por la que entre<br />
1972 y 1987 descendió un 28%, mientras<br />
que los subdesarrollados, prácticamente,<br />
crecieron un 276% (aunque las<br />
cantidades absolutas son reducidas relativamente).<br />
c) La importación de los países desarrollados<br />
—CEE, Japón, Estados Unidos— está<br />
dominada por los grandes productores del<br />
hemisferio sur, en prácticamente el 90%,<br />
de los que Nueva Zelanda y Australia van<br />
a la cabeza.<br />
En cuanto a los subdesarrollados, son<br />
los musulmanes los de mayor importancia.<br />
pero se subdividen entre los exportadores<br />
de petróleo, y por tanto con medios<br />
de pago, y los que no disponen de ellos. La<br />
consecuencia es que, como es lógico, el<br />
reparto del total de las adquisiciones es<br />
muy desigual.<br />
Por otra parte, la exportación a países<br />
musulmanes presenta algunas dificultades,<br />
ya que por motivos religiosos son<br />
bastante reacios a aceptar canales, teniendo<br />
que hacer los envíos con ganado<br />
vivo, y en todo caso con carne que reúna<br />
todas las garantías de haber sido obtenida<br />
según el ritual musulmán.<br />
d) El mercado mundial de carne de ovino<br />
presenta ofertas a precios reducidos respecto<br />
a los niveles europeos, lo que frena<br />
la posible concurrencia de éstos. En gran<br />
parte, ello es el resultado de una explotación<br />
altamente extensiva y una buena organización<br />
que abarca desde el control<br />
del animal en vivo hasta la puesta de los<br />
canales o piezas en el punto de llegada.<br />
Esto no quiere negar las posibilidades de la producción<br />
española en el mercado exterior, sino sustituir la<br />
alegría con que se vienen considerando, incluso oficialmente,<br />
las posibilidades de exportación de ovino,<br />
por un enjuiciamiento realista del mercado exterior.<br />
VI. En resumen. Tenemos una producción ovina,<br />
cuya estructura en los últimos decenios ha venido<br />
configurándose de una forma dual, por la que las madres<br />
quedan ligadas a la producción del suelo, y una<br />
gran parte del corderaje pasa al cebo en explotaciones<br />
sin tierra, y en una gran mayoría sin vínculo con<br />
el sector agrario.<br />
Tal sistema, en conjunto, supone un derroche energético,<br />
cada vez más difícil de sostener, sin ninguna<br />
ventaja para el sector agrario y con un nivel de costes<br />
que constituye la primera dificultad para el logro de<br />
una posición competitiva; posición que hay que concebir<br />
en un doble frente: la defensa de la producción<br />
nacional sobre el mercado interior y el forzamiento de<br />
las posibilidades de exportación.<br />
El problema es tanto más serio cuanto que la nueva<br />
orientación de la PAC y la posible apertura de una<br />
mayor competencia internacional hace que la producción<br />
ovina se presente como una alternativa válida<br />
ante la crisis que se cierne sobre el secano tradicional,<br />
que, como es evidente, afectará a la mayor parte<br />
del territorio español.<br />
Aunque los corderos de cebadero con gran frecuen-
166 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
cia presentan un exceso de grasa, cosa que ya comprobamos<br />
en 1976, admitimos que la calidad media<br />
de nuestras canales, comprendiendo la matanza de<br />
lechales, es bastante buena, lo que hace que, prácticamente,<br />
el problema se centre en el descenso del<br />
coste y su traslado a los precios al consumo final, claro<br />
es. Teniendo en cuenta la relativamente alta elasticidad<br />
del precio para la carne de cordero, la baja del<br />
precio redundaría en un incremento del consumo, cuya<br />
evolución se muestra bastante inerte. Porque entendemos<br />
que ese es el problema crucial de la producción<br />
ovina. En efecto, el posible incremento en la<br />
producción cárnica supone la posibilidad de ser absorbido;<br />
otra cosa no tiene sentido. Pero esta absorción<br />
implica un cierto nivel de precios, lo cual significa,<br />
por un lado, el descenso de costes, y, por otro, una<br />
distribución racional que permita descender márgenes<br />
de comercialización. Todo lo cual indica que a<br />
plazo no muy largo la producción ovina tenga que reorientarse,<br />
y como las direcciones tradicionales, bien<br />
de exclusivo pastoreo —con los complementos tradicionales,<br />
claro es—, bien con los cebaderos, intensivos,<br />
no van a ser viables, el camino podría ser la delimitación<br />
de áreas de crías y áreas de cebo sobre la<br />
base de la producción agrícola con participación mínima<br />
de concentrados.<br />
Es posible que tal producción no resultara enteramente<br />
competitiva en el mercado internacional, pero<br />
sí alcanzaría mayor absorción por el consumo interior,<br />
y mejor posición en la CEE, y sobre todo alejaría<br />
el riesgo de una competencia dentro de nuestro mercado.<br />
El modelo es factible; existen antecedentes y en su<br />
consideración nos va mucho a todos, porque en ello se<br />
encierra buena parte de la estabilidad de nuestra<br />
agricultura.<br />
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Comunicación<br />
Análisis económico del sector caprino en Extremadura<br />
M. González Gutiérrez-Barquín y P. Rodríguez Medina<br />
INTRODUCCIÓN<br />
La evolución que ha seguido el modelo de desarrollo<br />
ganadero español ha sido hacia los tecnoecosistemas;<br />
entendidos éstos como un «ecosistema útil» o<br />
«domesticado» que el hombre implanta para sustituir<br />
a los «bioecosistemas», los cuales están compuestos<br />
predominantemente de elementos integrantes naturales,<br />
mientras que los tecnoecosistemas se caracterizan<br />
por una estructura de especies más simple, con<br />
frecuencia unitaria, pudiendo así proporcionar mayores<br />
beneficios.<br />
En esta evolución hacia los tecnoecosistemas, consumidores<br />
de energía y materias primas exógenas, se<br />
eliminaron especies autóctonas utilizadoras de los recursos<br />
naturales, una visión parcial mantenida sobre<br />
estos ecosistemas eliminó, entre otras, la especie caprina<br />
considerada como especie devastadora.<br />
En el momento actual en el que el sistema anterior<br />
ha entrado, en gran medida, en crisis se han revisado<br />
los sistemas de producción animal basados en la utilización<br />
racional de los recursos pascícolas. En este<br />
sentido se aprecia una recuperación de los censos de<br />
la especie caprina. Analizamos, en este trabajo, la estructura<br />
censal, las producciones y su comercialización<br />
en Extremadura.<br />
ESTRUCTURA CENSAL Y RACIAL<br />
En la tabla I puede observarse tanto el censo como<br />
la estructura del ganado caprino en Extremadura,<br />
censo que supera la barrera de las cuatrocientas mil<br />
cabezas, alcanzando la cifra de 423.153, que respecto<br />
a la de 1986 implica un aumento del 7,7%. Del censo<br />
total extremeño el 71% se concentra en la provincia<br />
de Cáceres, cuyo censo ha aumentado respecto al 86,<br />
contrariamente a lo sucedido en la provincia de Badajoz.<br />
El censo caprino de Extremadura rnpríisenta el<br />
14% del total nacional y ol 3,5% del censo de la CEE.<br />
Conviene señalar la modificación de la metodología<br />
estadística, esto es, hay que hacer referencia a la<br />
aplicación para esta especie de la Directiva del Consejo<br />
82/177/CEE.<br />
El peso de las hembras reproductoras, o destinadas<br />
a la reproducción, respecto al censo total, es del 72%,<br />
cifra ligeramente inferior a la correspondiente a los<br />
años anteriores.<br />
El incremento del censo caprino supone el mantenimiento<br />
de la tendencia creciente, que, sin embargo,<br />
es posible cambie de orientación o al menos disminuya<br />
la pendiente en 1988, a tenor de los precios de la<br />
leche y de la carne de cabrito en los años 1987 y<br />
1988. Ahora bien, de producirse una inflexión en la<br />
tendencia habría que buscar las causas, no en<br />
problemas intrasectoriales, sino principalmente en la<br />
rigidez e inadecuación de las estructuras comerciales<br />
que afectan a los productos obtenidos de esta especie.<br />
La estructura racial del ganado caprino reflejada<br />
en la tabla II se caracteriza por un claro predominio<br />
de la raza Serrana, que con 218.804 cabezas y el<br />
55,7% del total presenta un crecimiento del 19,5%<br />
Tabla I<br />
Censo de ganado caprino (1987)<br />
CHIVOS<br />
SEMENTALES<br />
HEMBRAS<br />
PARA<br />
VIDA<br />
TOTAL<br />
NUNCA HAN<br />
PARIDO<br />
QUE YA HAN<br />
PARIDO<br />
TOTAL DE GANADO CAPRINO<br />
NO CUBIERTAS<br />
CUBIERTAS l. ! VEZ<br />
ORDEÑADAS<br />
NO ORDEÑADAS »<br />
BADAJOZ<br />
29.744<br />
3.349<br />
87.014<br />
3.763<br />
9.939<br />
34.267<br />
39.045<br />
120.107<br />
CACERES<br />
75.503<br />
6.853<br />
220.690<br />
18.357<br />
31.650<br />
154.483<br />
16.200<br />
303.046<br />
EXTREMADURA<br />
105.247<br />
10.202<br />
307.704<br />
22.120<br />
41.589<br />
188.750<br />
55.245<br />
423.153<br />
ESPAÑA<br />
477.730<br />
84.418<br />
2.325.683<br />
221.894<br />
255.870<br />
1.213.373<br />
634.546<br />
2.887.831<br />
Encuesta a explotaciones de ganado ovino y caprino 1987 (Junta de Extremadura-MAPA).
168 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
Tabla II<br />
Censo de razas caprinas (1986)<br />
RAZAS BADAJOZ CACERES<br />
EXTREMADURA<br />
Cesíu<br />
ANÁLISIS ECONÓMICO DEL SECTOR CAPRINO EN EXTREMADURA 169<br />
Tabla IV<br />
Distribución comarcal de las explotaciones y censo caprina en Badajoz (1986)<br />
COMARCAS<br />
Alburquerque<br />
Mérida<br />
Don Benito<br />
Puebla de Alcocer<br />
Herrera del Duque<br />
Badajoz<br />
Almendralejo<br />
Castuera<br />
Olivenza<br />
Jerez Caballeros<br />
Llerena<br />
Azuaga<br />
TOTAL<br />
Explotaciones<br />
Número<br />
•92<br />
76<br />
47<br />
193<br />
205<br />
41<br />
100<br />
191<br />
100<br />
419<br />
189<br />
73<br />
1.718<br />
%<br />
5<br />
4<br />
3<br />
11<br />
12<br />
2<br />
6<br />
11<br />
6<br />
25<br />
11<br />
4<br />
100<br />
Primas CEE cabras reproductoras (Junta do Extremadura).<br />
Cabras Reproductoras<br />
Número<br />
3.296<br />
4.139<br />
1.230<br />
7.291<br />
8.927<br />
1.900<br />
4.846<br />
5.696<br />
8.518<br />
25.628<br />
7.855<br />
2.010<br />
81.336<br />
<br />
6<br />
7<br />
10<br />
32<br />
10<br />
3<br />
100<br />
Tabla V<br />
Distribución comarcal de las explotaciones y censo caprino en Cáceres (1986)<br />
Explotaciones<br />
COMARCAS —<br />
Número %<br />
Alcántara<br />
126 5<br />
Ambroz-Gata<br />
149 6<br />
Cáceres<br />
225 9<br />
Coria<br />
297 12<br />
Guadalupe<br />
216 9<br />
Hurdes<br />
Jaraíz de ia Vera<br />
45<br />
333<br />
2<br />
13<br />
Miajadas<br />
11 1<br />
Montánchez<br />
Navalmoral de la Mata<br />
35<br />
407<br />
1<br />
16<br />
Plasencia<br />
266 11<br />
Trujillo<br />
239 10<br />
Valencia Alcántara<br />
114 5<br />
TOTAL<br />
2.463 100<br />
Cabras Reproductoras<br />
Número<br />
14.141<br />
9.948<br />
25.594<br />
19.246<br />
15.602<br />
1.325<br />
28.494<br />
519<br />
1.660<br />
34.895<br />
33.851<br />
19.286<br />
9.462<br />
211.023<br />
%<br />
7<br />
5<br />
11<br />
9<br />
7<br />
1<br />
13<br />
-<br />
1<br />
17<br />
16<br />
9<br />
4<br />
100<br />
Primas CEE cabras reproductoras. Campana 1986 (Junta de Extremadura).<br />
Tabla VI<br />
Producción de carne de caprino en Extremadura (1987)<br />
Cabritos<br />
Tm. %<br />
Tm.<br />
Chivos<br />
%<br />
Tm.<br />
Mayoi r<br />
%<br />
Total<br />
Tm. %<br />
Badajoz<br />
Cáceres<br />
9,22 3<br />
228,37 25<br />
241,70<br />
186,31<br />
85<br />
21<br />
34,54<br />
480,11<br />
12<br />
54<br />
285.46 M00<br />
894.79 100<br />
EXTREMADURA<br />
237,59 -20<br />
428,01<br />
36<br />
514,65<br />
44<br />
1.180,25 100<br />
Elaborado a partir de la Junta de Extremadura y MAPA.
170 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
Tabla VII<br />
Producción de leche de < caprino (1987)<br />
Badajoz<br />
•Cáceres<br />
Junta de Extremadura.<br />
EXTREMADURA<br />
0001.<br />
11.061<br />
18.800<br />
29.861<br />
ocupan los rebaños entre 100 y 200 cabras y, finalmente,<br />
el 34% del censo restante se distribuye en tan<br />
sólo el 8% de las explotaciones.<br />
Él rebaño medio es de 47 cabras en Badajoz y 86<br />
cabras en Cáceres, lo que denota el carácter familiar<br />
de estas explotaciones.<br />
La distribución comarcal indica un agrupamiento<br />
del caprino en el suroeste de Badajoz (52% en Llerena,<br />
Jerez y Olivenza) y en el noroeste (27% en Puebla<br />
de Alcocer, Herrera y Castuera) (tabla IV).<br />
En Cáceres, en el tercio norte provincial, se encuentra<br />
el 61% del censo y el 60% de las explotaciones,<br />
mientras que otro 16% del censo se ubica en las comarcas<br />
de-Trujillo y Guadalupe (tabla V).<br />
PRODUCCIÓN CÁRNICA Y LÁCTEA<br />
En lo referente a las producciones animales la tabla<br />
VI refleja la producción de carne de caprino obtenida<br />
en los mataderos de la región. Al igual que en el<br />
caso del ganado ovino, sólo se conoce la cantidad global,<br />
por lo que hemos tenido que aplicar, para conocer<br />
los distintos tipos de animales sacrificados, los<br />
porcentajes correspondientes a 1986.<br />
Al comparar la producción así obtenida con la correspondiente<br />
a 1986 se observa un incremento notable:<br />
un 13-14% en Badajoz y un 85% en Cáceres. Dichos<br />
datos confirman la aseveración realizada anteriormente<br />
de que Cáceres orienta sus producciones<br />
hacia la producción de leche, pudiendo considerarse<br />
el cabrito como un subproducto a pesar de la importancia<br />
que tiene dentro de la estructura de los ingresos<br />
de las explotaciones (mayor número de cabritos<br />
sacrificados en Cáceres y mayor tasa de reposición de<br />
hembras).<br />
La valoración estimada de esta producción asciende<br />
a 84,9 millones de pesetas en Badajoz y 206,3 en Cáceres.<br />
La leche de cabra producida en Extremadura en<br />
1987 ha alcanzado la cifra de 29,8 millones de litros,<br />
una producción sensiblemente superior a la de 1986;<br />
en términos porcentuales el incremento ha sido del<br />
Tabla VIII<br />
Evolución del precio de la carne de caprino (ptas/kg pv)<br />
Cabrito (< 2 meses)<br />
ANO Ene. Feb. Mar. Abr. May. Jun. Jul. Ago. Sep. Oc!. NOY. Dic. Media Anual<br />
1985 442,67 396,18<br />
1986 501.29 418,96<br />
1987 489,08 427,01<br />
396,77 393.39 393,93 415,69 454,09 464,06 489,21 543,43 517,06 537,67 454,81<br />
409,92 414,95 429,43 440,65 461,84 487,37 522,08 568,04 532,84 592,49 485,31<br />
427,38 419,25 442,35 439,94 453,60 506,88 516,84 536,23 509,33 543,42 476,02<br />
Chivo (2-6 meses)<br />
AÑO<br />
Ene.<br />
Feb.<br />
Mar.<br />
Abr.<br />
May.<br />
Jun.<br />
Jul.<br />
Ago.<br />
Sep.<br />
Ocf.<br />
Nov.<br />
Dic.<br />
Media Anual<br />
1985 328.01<br />
1986 321.28<br />
1987 325,79<br />
289,33<br />
308,87<br />
314,87<br />
275,75<br />
294,94<br />
308,08<br />
284,58<br />
295,48<br />
311,54<br />
284,57<br />
296,37<br />
312,87<br />
285,46<br />
292,44<br />
300,03<br />
283,46<br />
312.95<br />
312,27<br />
276,89<br />
337,18<br />
345,84<br />
312.61<br />
347,52<br />
338,39<br />
356,69<br />
364,74<br />
341,01<br />
332,76<br />
. 353,97<br />
324,88<br />
34431<br />
355,83<br />
323,69<br />
300,44<br />
322.44<br />
322,05<br />
Caprino Mayor<br />
AÑO<br />
Ene.<br />
Feb.<br />
Mar.<br />
Abr.<br />
May.<br />
Jun.<br />
Jul.<br />
Ago.<br />
Sep.<br />
Ocl<br />
Nov.<br />
Dic.<br />
Media Anual<br />
1985 74.94<br />
1986 76.30<br />
1987 78.13<br />
71,18<br />
76,18<br />
75,65<br />
75,80<br />
74,58<br />
74,70<br />
69,04<br />
74.02<br />
79,25<br />
70,70<br />
77,06<br />
/ 85.45<br />
76,67<br />
.79,29<br />
79,46<br />
70,81<br />
83,05<br />
85,52<br />
70,46<br />
78.09<br />
81.84<br />
67,93<br />
81.98<br />
79,32<br />
68.23<br />
91,42<br />
75,03<br />
73.51<br />
81,69<br />
72,54<br />
72,61<br />
87,03<br />
74,33<br />
71.46<br />
80,47<br />
78,39<br />
MAPA (datos medios nacionales).
ANÁLISIS ECONÓMICO DEL SECTOR CAPRINO EN EXTREMADURA 171<br />
PTS/Kg<br />
95 •<br />
90-<br />
95-<br />
80-<br />
75-<br />
70-<<br />
65-<br />
60<br />
^ts<br />
PTS/Kg.<br />
I 985<br />
Caprino mayor<br />
— I 986<br />
/\<br />
— i se 7<br />
—*-~~-~¿r-~s'<br />
X ^ ^ ^ ,<br />
I i 'i—• r i<br />
i i l i l i<br />
EN Ft MA A8 MA JU JU\_ AG SE OC MO DI M»ies<br />
1.985<br />
I 9B6<br />
I.9P7<br />
PTS./LITRO<br />
65"<br />
60-<br />
55--<br />
50"<br />
45"<br />
40"<br />
35 -<br />
EN<br />
FE<br />
~ I —<br />
MA<br />
T<br />
AB MA JU JUL AG<br />
T<br />
1.985<br />
1.986<br />
1.987<br />
-I—<br />
SE OC NO DI<br />
Meses<br />
Fig. 2.—Evolución del precio de la carne de cabra.<br />
PTS/Kg<br />
MA AB MA JU JUL AG SE OC NO 01 M«ses<br />
Cabrito 1.985<br />
6O0 -'<br />
550 -<br />
500-<br />
450-<br />
400-<br />
350-<br />
300 I i i i i i i i 1 1 1 1 1<br />
_EN FE MA AB MA JU JUL AG SE OC NO DI<br />
Fig. 1.—Precio de la carne de caprino.<br />
1.986<br />
1987<br />
43,6%. Este aumento ha sido debido en primer lugar<br />
al espectacular crecimiento de la demanda de las industrias<br />
lácteas con una reducción en el autoconsumo<br />
que por definición no aparecía en las estadísticas, en<br />
segundo lugar al incremento de la cabana en un 8% y<br />
por último a una mayor productividad y mejor manejo<br />
del ganado. El valor de la producción ascendería en<br />
Extremadura a 1.277 millones de pesetas, correspondiendo<br />
a Cáceres el 55% (tabla VII).<br />
Aunque no existen todavía estadísticas oficiales del<br />
destino de la producción láctea en 1987; se pueden<br />
extrapolar los datos de 1985 y 1986. En la provincia<br />
de Badajoz la mayor parte se destina a la elaboración<br />
de queso en la misma explotación y secundariamente<br />
para la venta en industrias lácteas. En la provincia de<br />
Cáceres se observa un incremento considerable de su<br />
venta a industrias lácteas, con disminución del autoconsumo<br />
y producción artesana de queso. Esta evolución<br />
se encuentra influenciada por la evolución de los<br />
precios de la leche y del queso.<br />
COMERCIALIZACIÓN DE LAS PRODUCCIONES<br />
La comercialización de los animales destinados a la<br />
producción de carne se realiza fundamentalmente a<br />
través de grandes o medianos intermediarios capaces<br />
de recoger un volumen grande de animales. Únicamente<br />
se realiza la venta directa a carniceros en<br />
aquellas explotaciones que se encuentran alejadas de<br />
un centro urbano o bien en circunstancias concretas o<br />
coyunturales.<br />
La evolución de los precios mensuales pagados a los<br />
ganaderos durante 1985, 1986 y 1987 se refleja en la<br />
tabla VIII y figura 1. Donde puede verse que el precio<br />
medio anual nacional de los tres tipos de animales de<br />
esta especie (cabritos, chivos y caprino mayor) ha bajado<br />
en 1987, pero en mayor medida el precio del cabrito.<br />
Este hecho agrava más la situación por ser este<br />
tipo de animal el más importante de los tres citados<br />
en cuanto al número de animales sacrificados, y por<br />
el gran peso que tiene en la estructura de ingresos de<br />
la explotación caprina. En definitiva, aunque a nivel<br />
regional no se haya producido una disminución del<br />
valor total de las producciones obtenidas de esta especie,<br />
sin embargo, a nivel de las explotaciones puede<br />
decirse que el año 1987 no ha sido un buen año para<br />
los cabreros.<br />
Respecto a los meses del año, se observa un mayor<br />
precio durante los meses próximos a las Navidades y<br />
Semana Santa por ser, en estas épocas, donde hay<br />
una mayor demanda de estos productos.<br />
Los datos recogidos con minoristas carniceros sobre<br />
el precio de compra y venta al público del cabrito lechal<br />
carecen de la suficiente continuidad en el tiempo<br />
como para establecer algún tipo de conclusión. Sin<br />
embargo, nos ha llamado poderosamente la atención<br />
el hecho de que no exista una proporción constante<br />
entre el precio de compra y el de venta al público. Las<br />
razones para ello estarían en la forma tradicional de<br />
compra del cabrito por parte de estos minoristas, ya<br />
Tabla IX<br />
Evolución del precio de la leche de cabra<br />
MES 1985 1986 1987<br />
Enero<br />
Febrero<br />
Marzo<br />
Abril<br />
Mayo<br />
Junio<br />
Julio<br />
Agosto<br />
Septiembre<br />
Octubre<br />
Noviembre<br />
Diciembre<br />
53,74<br />
51.50<br />
50.14<br />
50,38<br />
49.68<br />
49,64<br />
48,38<br />
51,41<br />
52.18<br />
55,37<br />
55,54<br />
55,89<br />
62,80<br />
60,25<br />
58,56<br />
57,23<br />
55,07<br />
54,01<br />
56,82<br />
53,15<br />
56.12<br />
59,80<br />
56,20<br />
58,74<br />
57,64<br />
55,31<br />
58.92<br />
48,29<br />
45,10<br />
44,85<br />
44,04<br />
46,73<br />
46,76<br />
50,67<br />
54,04<br />
57,20<br />
Media Anual 51,79 57,32 49,99<br />
MAPA (datos medios nacionales).
172 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
que lo hacen como canal encorambrada, lo que hace<br />
que el beneficio final venga dado por dos sumandos<br />
separados, el precio de la carne y el de la piel, de manera<br />
que son las fluctuaciones en el precio de ésta las<br />
que en definitiva van a marcar el precio de venta al<br />
público de la carne.<br />
La comercialización de la leche en Extremadura está<br />
determinada por la existencia de industrias o cooperativas<br />
lácteas que permitan la recogida de leche.<br />
Si estas industrias no existen o las explotaciones están<br />
alejadas de ellas, la producción se destinará a la<br />
elaboración de queso artesano. La venta de este producto<br />
se realiza, en ocasiones, directamente al consumidor<br />
durante el mercado local con escasos controles<br />
higiosanitarios. En este sentido es necesaria la creación<br />
de cooperativas queseras a fin de evitar esta falta<br />
de control que podría, a largo plazo, perjudicar el<br />
mercado.<br />
La evolución de los precios de leche de cabra en los<br />
años 1985, 1986 y 1987 se reflejan en la tabla IX y<br />
gráfico 2, según los cuales durante el año 1987 los valores<br />
máximos se alcanzaron en los meses de enero,<br />
marzo y diciembre, siendo julio el mes en el que se alcanzó<br />
el nivel más bajo. No obstante, a pesar de que<br />
el precio medio anuid nacional reflejado en dicha tabla<br />
es de 50 pesetas/litro, precio que se alcanzó en la<br />
provincia de Badajoz, en Cáceres el precio medio<br />
anual estuvo muy por debajo de esa cifra, 38-40 pesetas/litro.<br />
El precio medio anual para la leche de cabra en<br />
1987 es inferior al de 1986 en más de siete pesetas,<br />
expresadas éstas en su valor corriente.
Comunicación<br />
Análisis económico<br />
de explotaciones<br />
caprinas<br />
extensivas en<br />
Extremadura<br />
M. González y Gutiérrez-Barquín*<br />
y A. M. Berga Monge*<br />
INTRODUCCIÓN<br />
Es conocido que muchas de las áreas en las que el<br />
ganado caprino se desarrolla corresponden a espacios<br />
rurales deprimidos, cuyos habitantes encuentran en<br />
esta especie la posibilidad de revalorizar los recursos<br />
locales mediante la explotación racional de esta especie.<br />
Ahora bien, se trata de realizar una reflexión de<br />
hasta qué punto se puede dotar a la explotación de la<br />
especie caprina, de su única cualidad más sobresaliente<br />
como el aprovechamiento de los ecosistemas<br />
rurales.<br />
Para ello es necesario conocer no sólo las características<br />
técnicas de esta especie, sino también las consideraciones<br />
medioambientales en que se desenvuelve,<br />
los condicionantes sociales del grupo humano inmerso<br />
en esta actividad, así como los considerandos<br />
económicos que de ésta emanan.<br />
Se analiza, desde el punto de vista económico, la situación<br />
de la producción caprina a nivel empresarial<br />
en Extremadura. Los datos han sido obtenidos mediante<br />
la realización de encuestas personales a los<br />
productores (55 en Cáceres y 43 en Badajoz), pretendiendo<br />
conocer cuáles son los parámetros que afectan,<br />
con mayor o menor intensidad, a la economía de<br />
este tipo de producción.<br />
RESULTADOS ECONÓMICOS<br />
Se han analizado las explotaciones caprinas en Extremadura,<br />
evaluando los considerandos económicos<br />
cuyos resultados se presentan en la tabla I para Badajoz<br />
y en la tabla II para Cáceres.<br />
Si analizamos el beneficio empresarial por 100 pe-<br />
Departamento de Zootecnia. Universidad de Extremadura.<br />
Carretera de Trujillo, s/n. Cáceres.<br />
setas de gastos totales, incluidos los intereses, se observa<br />
que tanto en Cáceres como en Badajoz presentan<br />
un valor negativo, lo que conlleva a la irrentabilidad<br />
de la explotación. Dicha irrentabilidad se produce<br />
al considerar los costes de oportunidad del trabajo y<br />
de los capitales, y sería extrapolable dicha irrentabilidad<br />
a otras especulaciones animales. Pensamos, no<br />
obstante, que un estudio microeconómico ha de tener<br />
en cuenta dichos costes de oportunidad.<br />
Únicamente una sola explotación en la provincia de<br />
Badajoz presenta este índice positivo y las restantes<br />
tienen valores negativos, que oscilan entre -27,82 y<br />
-81,69. El valor medio de este índice se ha calculado<br />
en-55,42.<br />
El 42,85% de las explotaciones tienen un beneficio<br />
empresarial por debajo del valor medio y el 57,14%<br />
tienen un valor negativo más elevado que la media.<br />
En la provincia de Cáceres el índice medio de beneficio<br />
empresarial es de -50,43, variando de -0,22 a<br />
-93,36.<br />
El 39% de las explotaciones caprinas presentan un<br />
índice negativo menor al valor medio calculado, y éste<br />
es superior en el 61% de las mismas.<br />
A partir de estos datos hubiera sido interesante estimar<br />
el tamaño óptimo de la explotación rentable.<br />
Debido a las grandes diferencias que se establecen<br />
entre y dentro de las ganaderías no ha sido posible<br />
evaluar este óptimo.<br />
En la provincia de Badajoz la distribución de la totalidad<br />
de los gastos de fuera de la explotación se establece<br />
en un 73% en el arrendamiento y valor de la<br />
tierra en propiedad, un 21% el apartado de compra<br />
de suplementación para el ganado y sólo el 0,0083%<br />
en costes de servicio veterinario y productos higiosanitarios.<br />
El capital total se distribuye con un mayor porcentaje<br />
en el capital mobiliario (54,91%), seguido del circulante,<br />
32,5%, y 12,56%, el fú'o.
174 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />
Tabla I<br />
Estructura de los gastos de fuera de la explotación<br />
Badajoz<br />
Cáceres<br />
Gastos fuera explotación 100 100<br />
Alimentación 21 29,75<br />
Arrendamiento 73 57,00<br />
Veterinario 0,008 0,021<br />
Tabla II<br />
Estructura del capital en las explotaciones caprinas<br />
Badajoz<br />
Cáceres<br />
Capital total 100 100<br />
C. fijo 12,56 19,00<br />
C. mobiliario 54,91 64,47<br />
C. circulante 32,49 16,64<br />
En las explotaciones caprinas en Cáceres la distribución<br />
media de los gastos de fuera de la explotación<br />
se realiza de la forma siguiente: mayor importancia,<br />
igualmente, en el capítulo de arrendamiento, 57%, seguido<br />
de los costes en alimentación, 30%, y el 0,02%<br />
para servicios veterinarios y productos farmacológicos.<br />
El capital total se reparte en el 64,47% en capital<br />
mobiliario, el 19% en fijo y el circulante supone el<br />
16,64%.<br />
Las diferencias que se constatan entre las explotaciones<br />
ubicadas en las dos provincias extremeñas estriban:<br />
Badajoz presenta un gasto medio fuera de la explotación<br />
más cuantioso que Cáceres (2.590.000 pesetas<br />
frente a 1.220.000) debido a la existencia de un mayor<br />
número de ganaderos propietarios de la tierra,<br />
cuyo valor en el mercado hemos evaluado en 6.000<br />
pesetas/hectárea, es mayor que los costes debidos al<br />
arrendamiento propiamente dicho. Por ello es más<br />
elevado el porcentaje que presenta Badajoz en este<br />
apartado frente a Cáceres.<br />
Si se presupone que los costes de arrendamiento y<br />
alimentación son complementarios, es lógico que al<br />
disminuir uno de ellos el otro aumente, y así se observa<br />
cómo en la provincia de Cáceres un menor porcentaje<br />
de costes debidos al arrendamiento conlleva a<br />
que los gastos en alimentación presenten porcentajes<br />
más elevados (tabla II).<br />
Los costes relativos a servicios veterinarios y productos<br />
higiosanitarios tienen en las dos zonas de estudio<br />
valores inferiores al 0,1%.<br />
En lo referente al capital total de las explotaciones<br />
se advierten diferencias, aunque el capital mobiliario<br />
es el que presenta un porcentaje más elevado en las<br />
dos provincias. En Cáceres tiene un valor superior debido<br />
a la mayor tradición caprina, lo que origina tasas<br />
de reposición de los animales más elevadas; el capital<br />
fijo también es superior en las ganaderías cacereñas,<br />
posiblemente debido al mayor interés por esta especie,<br />
lo que determina explotaciones con esta única actividad,<br />
mientras que en Badajoz al incorporarse el<br />
caprino a sistemas de producción de otras especies se<br />
da una importancia menor a instalaciones específicas<br />
para cabras y a las tasas de reposición, como hemos<br />
mencionado anteriormente (tabla III).<br />
Sin embargo, el capital circulante tiene un peso mayor<br />
en Badajoz debido a sus gastos fuera de la explotación<br />
superiores, pero siempre creyendo que son<br />
otras especies ganaderas, además del caprino, partícipes<br />
de estos costes.<br />
Las explotaciones caprinas en Extremadura se evalúan<br />
mediante el análisis de índices, realizándose su<br />
estudio en función de los estratos considerados.<br />
Entre los índices realizados destacamos los siguientes:<br />
producción final/cabeza, ingreso/hembra produce<br />
tiva, gasto/hembra productiva, la eficacia de la peseta<br />
gastada, siendo éste la diferencia entre la producción<br />
final y los gastos de fuera de la explotación por hembra<br />
productiva, que indicará la rentabilidad de la explotación<br />
a estudiar, margen bruto y la estructura de<br />
los gastos de fuera de la explotación (tablas III y IV).<br />
Con ello pretendemos definir el estrato, es decir, el<br />
tamaño de explotación que presenta índices más favorables<br />
que conducirían a establecer el óptimo de ta-<br />
Tabla III<br />
índices utilizados en el estudio económico (Badajoz)<br />
Estratos<br />
Producción final por cabeza 11.712<br />
Ingreso por hembra 13.120<br />
Gastos por hembra 12.033<br />
Eficacia de la peseta gastada 1,25<br />
Margen bruto 1.087<br />
Alimentación (%) 17,27<br />
Arrendamiento (%) 65,25<br />
Veterinario (%) „• 1,95<br />
18.380<br />
24.480<br />
13.107<br />
3,13<br />
11.373<br />
55,32<br />
27,85<br />
2,24<br />
9.149<br />
11.691<br />
11.830<br />
1,04<br />
-139,00<br />
33,75<br />
54,56<br />
1,99<br />
8.391<br />
10.621<br />
8.269<br />
0,73<br />
-7.547<br />
33,86<br />
57,28<br />
1,37<br />
7.973<br />
9.567<br />
15.381<br />
0,83<br />
-5.814<br />
27,96<br />
61,39<br />
1,42<br />
8.743<br />
15.043<br />
40.219<br />
0,40<br />
-25.177<br />
22,85<br />
71,31<br />
0,88
ANÁLISIS ECONÓMICO DE EXPLOTACIONES CAPRINAS EXTENSIVAS EN EXTREMADURA 175<br />
Tabla IV<br />
índices utilizados en el estudio económico (Cáceres)<br />
Estratos<br />
Producción final por cabeza 8.243<br />
Ingreso por hembra 12.686<br />
Gastos por hembra 105.431<br />
Eficacia de la peseta gastada 1,24<br />
Margenbruto -2.750<br />
Alimentación (%) 53,32<br />
Arrendamiento (%) 28,65<br />
Veterinario (%) 3,08<br />
8.308<br />
11.444<br />
41.125<br />
1,21<br />
1.202<br />
54,33<br />
31,83<br />
1,47<br />
13.985<br />
17.190<br />
31.875<br />
2,09<br />
8.533<br />
50,77<br />
31,23<br />
3,31<br />
7.889<br />
10.160<br />
24.793<br />
1,66<br />
2.140<br />
44,71<br />
34,15<br />
4,13<br />
6.684<br />
8.183<br />
18.232<br />
1,24<br />
577<br />
23,39<br />
58,47<br />
2,73<br />
6.756<br />
8.098<br />
17.313<br />
1,21<br />
-1.218<br />
28,10<br />
56,57<br />
3,55<br />
maño de explotación más rentable. Así, analizaremos<br />
por separado las explotaciones ubicadas en Badajoz y<br />
en Cáceres.<br />
El análisis de estos datos determina que es el estrato<br />
2, aquellas explotaciones entre 30-49 hembras productivas,<br />
el tamaño de explotación más favorable respecto<br />
a la totalidad de explotaciones ubicadas en Badajoz.<br />
Valores de producción final/cabeza de 18.380 pesetas;<br />
ingresos/hembra de 24.480 pesetas, mientras que<br />
los gastos/hembra sean incluso superiores a los estratos<br />
1 y 3, conduce a un margen bruto con valores positivos<br />
más elevados y a un beneficio empresarial incluidos<br />
los intereses medio inferior en su negatividad<br />
al resto de los estratos.<br />
Destacamos la magnitud de la eficacia de la peseta<br />
gastada eñ este estracto, de 3,13 frente a 1,25 del estrato<br />
1, localizándose a continuación en orden decreciente.<br />
La estructura de los gastos de fuera de la explotación<br />
supone que el 55,32% pertenece a la alimentación<br />
y el 27,85% al arrendamiento, característica peculiar<br />
si analizamos los estratos restantes, ya que éstos<br />
presentan un porcentaje de costes de arrendamiento<br />
superior.<br />
Al observar los costes de servicios veterinarios, es<br />
en el estrato número 2 el que presenta un mayor porcentaje<br />
(2,24%) al compararlo con el resto de las explotaciones.<br />
Por todo ello, creemos que en la provincia de Badajoz<br />
aquellas explotaciones que tienden a la intensificación<br />
de su sistema de producción son las más rentables.<br />
De la totalidad de las explotaciones estudiadas en<br />
Cáceres, aquellas que se agrupan en el estrato 3 (entre<br />
50-99 hembras productivas) son las más rentables,<br />
aunque los gastos/hembra son equiparables al<br />
resto de los estratos, es el valor más elevado del ingreso/hembra<br />
y, por tanto, la producción final/cabeza<br />
el condicionante de los resultados más favorables de<br />
estos índices.<br />
La estructura de los gastos de fuera de la explotación<br />
en el estrato 3 son de un 50,7% en alimentación<br />
y del 31,23% en arrendamiento, porcentajes que suponen<br />
más de la mitad de los gastos en alimentación<br />
se observan en los estratos 1 y 2; en el resto de los tamaños<br />
adquiere importancia el arrendamiento que en<br />
los estratos 5 y 6 suponen más de la mitad de los gas-"<br />
tos.<br />
Es menos patente en la provincia de Cáceres establecer<br />
una tendencia de mayor rentabilidad de las explotaciones<br />
por la intensificación del sistema productivo.<br />
Ahora bien, tanto en Cáceres como en Badajoz, son<br />
las explotaciones de gran tamaño las menos eficientes<br />
en el sistema de producción, como indican sus índices<br />
menos favorables.
Comunicación<br />
Análisis económico de explotaciones tipo<br />
de ganado caprino<br />
A. Rouco Yáñez*, L. Ruis Abad** y P. F. Eouco Pérez**<br />
INTRODUCCIÓN<br />
Tabla I<br />
La producción caprina se revela en la actualidad<br />
como una forma de aprovechamiento de amplias zonas<br />
de nuestra geografía que difícilmente podrían<br />
serlo por otras especies, ya que usan unos recursos<br />
no mercadeables y ocupan unas zonas en las que<br />
otras especies no serían rentables.<br />
En la actualidad el censo caprino (superada la amplia<br />
crisis motivada por múltiples factores, entre ellos<br />
el rechazo a la especie por ser considerada dañina,<br />
que hizo que a principios de los ochenta se colocase<br />
por debajo de los dos millones de cabezas), se sitúa en<br />
las 2.888.000 cabezas (tabla I), siendo por comunidades<br />
autónomas Andalucía la que marcha en primer<br />
lugar, con 797.331 cabezas (lo que supone el 27,6%<br />
del total nacional), seguida de Castilla-La Mancha,<br />
con 737.006 cabezas (25,5%) y en tercer lugar, ya a<br />
una cierta distancia, Extremadura, con 423.153 cabezas<br />
(14,7%); mención especial merece Canarias, con<br />
un censo de 102.606 cabezas (3,6%), por ser una especie<br />
con una gran importancia dentro del archipiélago<br />
(tabla II). En resumen, la cabra se sitúa en nuestro<br />
país en zonas pobres o marginales, que son en las que<br />
verdaderamente tiene sentido su explotación.<br />
Podemos observar cómo a nivel de la CEE-12,<br />
España se sitúa en segundo lugar, tras Grecia, en el<br />
número de efectivos caprinos, colocándose Francia y<br />
Portugal en tercer y cuarto lugar, respectivamente, es<br />
decir, la ubicación básica de esta especie corresponde<br />
al área mediterránea (exceptuando Italia), con unos<br />
pastos generalmente pobres y fuertemente estacionalizados<br />
con amplias zonas de secano, aprovechando<br />
toda una serie de recursos no mercadeables, marcados<br />
por lo que WORMAN denominó alimentos absolutos<br />
(4), es decir, aquellos que no son aprovechados<br />
con mayor utilidad por ninguna otra especie.<br />
A nivel racial, es la raza Serrana la que presenta un<br />
* Becario de FPI de la cátedra de Economía Agraria de la<br />
Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense<br />
de Madrid. Carretera de La Coruña, s/n. 28040 Madrid.<br />
'* Profesor titular de la cátedra de Economía Agraria de la<br />
Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense<br />
de Madrid. Carretera de La Coruña, s/n. 28040 Madrid.<br />
UV11U UllJIUlll'U UU1 V^IIJU I J U M I U I U<br />
Años<br />
Total de animales<br />
1965 2.196.000<br />
1966 2.277.000<br />
1967 2.449.000<br />
1968 2.504.000<br />
1969 2.529.000<br />
1970 2.551.000<br />
1971 2.448.000<br />
1972 2.368.000<br />
1973 2.403.000<br />
1974 2.230.000<br />
1975 2.293.000<br />
1976 2.178.000<br />
1977 2.206.000<br />
1978 2.283.000<br />
1979 1.973.000<br />
1980 1.977.000<br />
1981 2.112.000<br />
1982 2.450.000<br />
1983 2.424.000<br />
1984 2.533.000<br />
1985 2.584.000<br />
1986 2.850.000<br />
1987 2.888.000<br />
Fuente: Anuarios de Estadística Agraria. Secretaría General Técnica de) MAPA.<br />
mayor número de efectivos en el censo de 1986 para<br />
cabras mayores de un año, con 665.985 cabezas<br />
(30,8% del total), seguida de los Cruces, con 515.341<br />
cabezas (23,8%), en tanto que por detrás se sitúan las<br />
razas con especialización productiva lechera:<br />
Murciano-Granadina, Malagueña y Canaria. Ello nos<br />
indica la escasa espacialización productiva de la especie<br />
y la gran rusticidad en la que se desenvuelve su<br />
producción y nos confirma lo anteriormente expresado<br />
de que se trata de una especie que ocupa amplias<br />
zonas de serranía y marginales, que es donde verdaderamente<br />
tiene sentido su producción.<br />
En cuanto a la orientación productiva de la especie,<br />
no cabe la menor duda que debe ser básicamente lechera<br />
y orientada a la industria quesera, consideran-
ANÁLISIS ECONÓMICO DE EXPLOTACIONES TIPO DE GANADO CAPRINO 177<br />
Tabla II<br />
Censo de ganado caprino por CC.AA. en 1987<br />
CC.AA.<br />
Galicia<br />
Asturias<br />
Cantabria<br />
País Vasco<br />
Navarra<br />
La Rioja<br />
Aragón<br />
Cataluña<br />
Baleares<br />
Castilla-León<br />
Madrid<br />
Castilla-La Mancha .<br />
Valencia<br />
Murcia<br />
Extremadura<br />
Andalucía<br />
Canarias<br />
España<br />
Total de animales<br />
73.542<br />
33.542<br />
9.366<br />
21.157<br />
21.605<br />
28.281<br />
60.090<br />
51.926<br />
4.160<br />
314.611<br />
19.192<br />
737.006<br />
143.100<br />
46.882<br />
423.153<br />
797.331<br />
102.606<br />
.887.831<br />
Fuente: Anuarios de estadística Agraria. Secretaría General Técnica del MAPA.<br />
do al cabrito como un auténtico subproducto. En este<br />
sentido plantearemos el trabajo, analizando la rentabilidad<br />
de tres explotaciones tipo para intentar concluir<br />
cuál debe ser la forma de producción idónea,<br />
bien entendido que todo ello no es excluyente, variando<br />
en función de las coyunturas existentes en el momento<br />
y de los recursos disponibles para la explotación.<br />
RESULTADOS<br />
Se han supuesto tres explotaciones tipo:<br />
I. La primera, una explotación intensiva con 200<br />
cabras en producción, estabuladas permanentemente<br />
y con ordeño automático.<br />
II. La segunda, una explotación semiintensiva,<br />
asimismo con 200 cabras en producción, donde ya se<br />
dispone de finca para pastoreo y el ordeño se realiza<br />
a mano.<br />
III. La tercera, una explotación extensiva, tam-<br />
bien con 200 cabras en producción, explotadas en zona<br />
de montaña, razas rústicas a las que no se ordeña<br />
y los apriscos son simples cobertizos, utilizados sólo<br />
en épocas de climatología desfavorable.<br />
1. Costes fijos o estructurales (tabla III)<br />
I. En el primer supuesto las construcciones suponen<br />
1.000 m\ que a 15.000 pesolas/ur (incluida la sala<br />
de ordeño), dan un valor inicial de 15.000.000 de<br />
pesetas, amortizables en treinta años, esto es,<br />
500.000 pesetas/año. Los intereses serán al 10%, lo<br />
cual supondrá 1.500.000 pesetas el primer año. Se<br />
instalan 20 comederos. El capital vivo es de 200 cabras,<br />
asignando a cada hembra el valor de 8.000 pesetas<br />
(el mismo que se asigna en los costes variables a<br />
la mortalidad por hembra). Se supone que su amortización<br />
se realiza con la propia reposición y mantene-<br />
• mos los intereses cifrados en el 10%, lo que haría un<br />
total de 160.000 pesetas.<br />
II. En el segundo supuesto las construcciones suponen<br />
500 m 2 , a 10.000 pesetas/m 2 , lo que constituye<br />
un valor inicial de 5.000.000 de pesetas, amortizables<br />
en treinta años, esto es, 166.666 pesetas/año, al 10%<br />
de interés, con lo cual el primer año supone 500.000<br />
pesetas; los comederos y el capital vivo será lo mismo<br />
que en el caso anterior.<br />
III. En el tercer supuesto, como coste fijo o estructural,<br />
sólo se contempla el capital vivo, que es igual a<br />
los casos anteriores, ya que según hemos explicado,<br />
las construcciones son sencillas, sin coste adicional<br />
alguno.<br />
2. Costes variables (tabla IV)<br />
Estos costes los desglosaremos en mano de obra,<br />
alimentación, higiene y manejo y otros.<br />
I. En el primer supuesto la mano de obra estará<br />
compuesta por dos UTH, a los que se les paga un salario<br />
más una bonificación por productividad, y todo<br />
ello hace un total de 75.000 pesetas/mes/UTH, o sea,<br />
1.800.000 pesetas/año. La alimentación tradicionalmente<br />
suele constituir el capítulo más importante de<br />
este tipo de costes, aunque en este caso, a pesar de<br />
suponer el 40% del total de los mismos (6), esto es,<br />
Tabla III<br />
Costes fijos o estructurales (CF)<br />
Tipo de<br />
explotación<br />
Construcciones<br />
Amortización<br />
Intereses<br />
Comederos<br />
Amortización Intereses<br />
Capital vivo<br />
Intereses<br />
I<br />
II<br />
III<br />
500.000<br />
166.666<br />
1.500.000<br />
500.000<br />
40.000<br />
40.000<br />
40.000<br />
40.000<br />
160.000<br />
160.000<br />
160.000<br />
2.240.000<br />
906.666<br />
160.000<br />
Puente: Elaboración propia a partir de datos reales.
178 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />
Tabla IV<br />
Costes variables (CV)<br />
Tipo de explotación<br />
Mano de obra<br />
Alimentación<br />
Higiene y manejo<br />
Otros<br />
Total anual<br />
I<br />
II<br />
III<br />
1.800.000<br />
1.800.000<br />
1.350.000<br />
1.600.000<br />
570.000<br />
400.000<br />
320.000<br />
200.000<br />
200.000<br />
160.000<br />
80.000<br />
4.000.000 j<br />
2.850.000<br />
1.630.000<br />
Fuente: Elaboración propia a partir de datos reales.<br />
1.600.000 pesetas/año, tienen todavía menos peso<br />
que los costes por mano de obra, los cuales vienen a<br />
constituir el 45% del total de costes variables. En higiene<br />
y manejo incluimos los gastos de medicinas, veterinario,<br />
limpieza, mortalidad (con una valoración de<br />
8.000 pesetas/cabra, según se dijo antes), etc., y supone<br />
400.000 pesetas/año. El capítulo de otros incluye<br />
energía, impuestos, etc., y se cifra en 200.000 pesetas/año.<br />
II. En el segundo supuesto la mano de obra se<br />
mantiene en dos UTH, reduciéndose en un 20% los<br />
costes de higiene y manejo y de otros, lo que supone<br />
320.000 y 160.000 pesetas, respectivamente. La alimentación<br />
constituye el 25% del total de costes variables<br />
(6), esto es, 570.000 pesetas/año.<br />
III. En el tercer supuesto la mano de obra se reduce<br />
a 1,5 UTH, o sea, 1.350.000 pesetas/año. El capítulo<br />
de alimentación no lo tendremos en cuenta. En<br />
cuanto a higiene y manejo y otros suponen 200.000 y<br />
80.000 pesetas, respectivamente (6).<br />
Queremos hacer hincapié en el porcentaje que supone<br />
la mano de obra en el total de costes variables,<br />
que como en el caso de las explotaciones puramente<br />
extensivas, pueden llegar a constituir hasta el 80%<br />
del total de los costes.<br />
3. Costes totales (tabla V)<br />
Los costes totales serán la suma de los costes fijos<br />
más los costes variables. Podemos observar cómo la<br />
importancia relativa de los costes variables en el total<br />
de costes aumenta a medida que la explotación está<br />
más ligada al suelo, lo que nos ratifica en la idea de<br />
que lo auténticamente gravoso en las explotaciones<br />
extensivas es la mano de obra.<br />
4. Ingresos (tabla VI)<br />
En los dos primeros supuestos los ingresos vendrán<br />
dados por la venta de leche (destinada a la industria<br />
quesera) y carne, mientras que en el tercer supuesto<br />
los ingresos vendrán dados única y exclusivamente<br />
por la carne, no ordeñándose las cabras, sirviendo la<br />
leche para criar a los cabritos.<br />
I. En el primero de los supuestos tendremos 190<br />
lactaciones, con una media de 550 litros por lactación,<br />
lo que hace un total de 104.500 litros, que pagados<br />
a 60 pesetas/litro, supondrá 6.270.000 pesetas de<br />
ingresos por leche. En cuanto a la carne, se comercializarán<br />
285 cabritos, con un peso vivo de 6 kg, y pagados<br />
a 500 pesetas/kg de PV, lo que reportará unos<br />
ingresos de 855.000 pesetas por este concepto (tenemos<br />
en cuenta los datos medios de una cabra de raza<br />
Murciano-Granadina) (3, 8).<br />
II. En el segundo de los supuestos tendremos 180<br />
lactaciones, con una media de 550 litros por lactación,<br />
lo que hace un total de 90.000 litros, que pagados<br />
a 60 pesetas/litro, supondrá 5.400.000 pesetas de_<br />
ingresos por leche. En cuanto a la carne se comercializarán<br />
230 cabritos, con un peso vivo de 7 kg, y pagados<br />
a 500 pesetas/kg de PV, lo que reportará unos<br />
ingresos de 805.000 pesetas por este concepto (tenemos<br />
en cuenta los datos medios de una cabra de raza<br />
Canaria) (3, 8).<br />
III. En el tercer supuesto sólo se tendrá en cuenta<br />
la carne, y así, cara al mercado, se comercializarán<br />
187 cabritos, con una media de 10 kg de peso vivo,<br />
que a 500 pesetas/kg de PV, hace un total de 935.000<br />
pesetas de ingresos por este único concepto (tenemos<br />
en cuenta los datos medios de una cabra de raza<br />
Serrana) (3, 8).<br />
Tabla V<br />
Costes totales (CT)<br />
Tipo de explotación<br />
Costes fijos<br />
%<br />
Costes variables<br />
%<br />
Total anual<br />
I<br />
II :<br />
oí<br />
2.240.000<br />
906.666<br />
160.000<br />
36<br />
24<br />
9<br />
4.000.000<br />
2.850.000<br />
1.630.000<br />
64<br />
76<br />
91<br />
6.240.000<br />
3.756.666<br />
1.790.000<br />
CT = CF + CV<br />
Fuente: Elaboración propia a partir de datos reales.
ANÁLISIS ECONÓMICO DE EXPLOTACIONES TIPO DE GANADO CAPRINO 179<br />
Tabla VI<br />
Ingresos (I)<br />
Tipo de explotación Carne Leche Total anual<br />
1 855,000 6.270.000 7.125.000<br />
II 805.000 5.400.000 6.205.000<br />
III 935.000 — 935.000<br />
Fuento: Hlaboración propia a partir do datos reales.<br />
CONCLUSIONES<br />
1. Los dos primeros supuestos nos dan beneficios<br />
ya desde el primer año, con una clara ventaja hacia<br />
un sistema de tipo semiinlensivo, pero teniendo en<br />
cuenta que es muy probable que para un sistema intensivo<br />
el tamaño empresarial idóneo sea uno, tres o<br />
cuatro veces superior al aquí analizado, aunque queda<br />
claro que para rebaños de tipo medio lo ideal es un<br />
sistema de tipo semiinlensivo. No hemos incluido los<br />
Tabla VII<br />
Beneficio empresarial y tasas de rentabilidad<br />
Tipo de explotación BB MBE MNAI CI/BB CI/MBE CI/MNAI<br />
1 885.000 3.125.000 4.385.000 19,20 5,44 3,88<br />
II 2.448.334 3.355.000 4.948.334 2,86 2,09 1,41<br />
III -855.000 -695.000 655.000 -1,87 -2,30 2,44<br />
BB: I - CT. MBH: I - CV. MNAI: BB + mano de obra + intereses de capital. CI: Capital invertido.<br />
Fuonte: elaboración propia a partir de datos reales.<br />
5. Beneficio empresarial y tasas<br />
de rentabilidad (tabla VII)<br />
El beneficio bruto (BB) se define como los ingresos<br />
obtenidos en la explotación, menos los costes totales.<br />
Se debe entender como la rentabilidad de la explotación<br />
tomada bajo un punto de vista estrictamente liberal<br />
sin más connotaciones.<br />
El margen bruto de la explotación (MBE) se define<br />
como los ingresos obtenidos en la explotación menos<br />
los costes variables, esto es, los beneficios empresariales<br />
una vez remunerados todos los factores de producción.<br />
El margen neto antes de impuestos (MNAI) se define<br />
como el beneficio bruto (BB), al cual se le añaden<br />
la mano de obra y los intereses del capital.<br />
Asimismo analizaremos tres ratios, que serán: capital<br />
invertido/beneficio bruto (CI/BB), capital invertido/margen<br />
bruto de explotación (CI/MBE) y capital invertido/margen<br />
neto antes de impuestos (CI/MNAI);<br />
estos tres ratios serán más positivos cuanto más se<br />
acerquen a 1 o se alejen de -1, ya que eso significará<br />
que los beneficios se irán acercando al capital invertido;<br />
además se deberá observar su evolución a lo largo<br />
del tiempo para comprobar si efectivamente van acercándose<br />
alo alejándose de -1 (en el caso de que<br />
existan pérdidas), lo cual nos indicará la marcha de la<br />
explotación en una economía de escalas. Nosotros<br />
únicamente los hemos tomado para el año de arranque<br />
de la explotación, con lo que solamente tendremos<br />
una aproximación, pero no podremos ver la evolución.<br />
ingresos por subvenciones, con lo que es posible que en<br />
el tercero de los supuestos no existiesen pérdidas por<br />
ser unos ingresos tan atípicos que la producción caprina<br />
no puede ni debe sostenerse en ellos.<br />
2. Como ya quedó dicho en el apartado anterior,<br />
el tercer supuesto para el año de su puesta en funcionamiento<br />
produce pérdidas, debido a que tenemos en<br />
cuenta la remuneración de la mano de obra, por lo<br />
que queda claro que de plantearse esta producción<br />
debe ser una explotación de tipo familiar sin remuneración<br />
de la mano de obra, y que sirva única y exclusivamente<br />
para aumentar los ingresos brutos familiares;<br />
debemos poner también de manifiesto la inercia<br />
de este tipo empresarial con respecto a los otros dos,<br />
ya que soporta mucho mejor las fluctuaciones del<br />
mercado, siempre y cuando se tome en el sentido antes<br />
expresado de complementar los ingresos brutos<br />
familiares.<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
1. ANUARIO DE ESTADÍSTICA AGRARIA: Ed. Secretaría<br />
General Técnica del MAPA. Varios años.<br />
2. BOLETINES MENSUALES DE ESTADÍSTICA: Ed.<br />
Secretaría General Técnica del MAPA. Varios años.<br />
3. ESTEBAN, C, y TEJÓN, D.: Catálogo de razas autóctonas<br />
españolas. I. Especies ovina y caprina. Ed.<br />
Secretaría General Técnica del MAPA. Madrid, 1986.<br />
4. PAZ SAEZ, A., y RUIZ ABAD, L.: Aportación al conocimiento<br />
de la estructura económica de la producción ovina.<br />
III Jornadas Internacionales de la SEO. Mérida,<br />
1979.
180 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />
5. RUIZ, L., y GARCÍA, A.: Aportación al estudio de la estructura<br />
de la producción caprina. Relaciones y perspectivas.<br />
XV Reunión Científica de la SINA. Valencia,<br />
1977.<br />
6. RUIZ, L.; PAZ, A., y ROUCO, A.: Análisis económico de<br />
una explotación de ovino. XIV Jornadas Científicas de la<br />
<strong>SEOC</strong>. Jaén, 1989.<br />
7. RUIZ, L.; ROUCO, A., y ROUCO, P. R: Análisis de la producción<br />
de carne de caprino en Andalucía y su consumo.<br />
XIV Jornadas Científicas de la <strong>SEOC</strong>. Jaén, 1989.<br />
8. TEJÓN, D.: Explotación actual y manejo futuro de la cabra<br />
en España. XIV Reunión Científica de la SINA.<br />
Murcia, 1976.
Comunicación<br />
Estructura económica del ovino<br />
en la Comunidad Autónoma de Madrid<br />
J. A. Aguado Ramo*, E. González de Chavarri Echáníz** y F. J. Calahorra Fernández*<br />
La importancia que la ganadería ovina ha tenido en<br />
España queda fuera de cualquier intento de justificación.<br />
Desde los tiempos de la Mesta, en los que suponía<br />
una de las principales fuentes de riqueza para<br />
nuestro país, hasta nuestros días, el sector ha experimentado<br />
una evolución casi paralela, pero de sentido<br />
contrario a la de la situación económica y social del<br />
conjunto de la nación.<br />
La Comunidad Autónoma de Madrid (CAM), con todas<br />
las peculiaridades que su sector agrario presenta,<br />
no ha sido ajena a este proceso de recesión del ganado<br />
ovino y no ha podido resistir la competencia que<br />
para el sector agrario en general representan los sectores<br />
secundario y terciario (el de mayor importancia<br />
en la actualidad). Ambos emplean al 98% de la población<br />
activa, dejando para el sector primario el 2% restante,<br />
siendo además el de mayor edad media de los<br />
sectores en cuestión.<br />
Aunque tal vez de menor importancia, otros factores<br />
han conducido a esta situación:<br />
— La expansión de los núcleos urbanos e industriales.<br />
— Las repoblaciones forestales.<br />
— El empleo de herbicidas en los cultivos.<br />
— La mayor mecanización de las labores agrícolas.<br />
— La escasa intensificación de los métodos de explotación<br />
de esta especie, etc., que obviamente<br />
no pueden soslayarse al tratar de la evolución<br />
de este subsector.<br />
En consecuencia, muchos rebaños manejados de<br />
forma tradicional e incapaces de mejorar su producti-<br />
Profesor titular interino de Estados Unidos de la cátedra<br />
de Economía Agraria..Departamento de Producción<br />
Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad<br />
Complutense de Madrid. Carretera de La Coruña, s/n.<br />
28040 Madrid.<br />
Profesora ayudante de Estados Unidos de la cátedra de<br />
Producción Animal. Departamento de Producción<br />
Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad<br />
Complutense de Madrid. Carretera de La Coruña, s/n.<br />
28040 Madrid.<br />
vidad, y con unos costes de producción crecientes, se<br />
vieron obligados a desaparecer.<br />
En la tabla I podemos ver la evolución del censo de<br />
ganado ovino en España y en él se constata cómo el<br />
censo total actual, después de disminuir paulatinamente,<br />
en la actualidad es similar al de 1960. Aunque<br />
no disponemos de una serie tan amplia para la<br />
Comunidad de Madrid, en la tabla II se puede apreciar<br />
también un punto de inflexión en la tendencia decreciente<br />
de las últimas décadas.<br />
Por consiguiente, todo parece indicar que estamos<br />
asistiendo a una recuperación de los efectivos del ganado<br />
ovino, tanto a nivel nacional como de comunidad<br />
autónoma, que nos aproxima a los niveles anteriores<br />
al gran retroceso de los años sesenta.<br />
Sin embargo, el análisis de estos datos requiere una<br />
depuración más exquisita con el fin de no llegar a<br />
unas conclusiones demasiado triunfalistas. En efecto,<br />
si este incremento del censo fuese real en términos<br />
absolutos, debería concurrir alguna de las siguientes<br />
circunstancias:<br />
1960<br />
1976<br />
1977<br />
1978<br />
1979<br />
1980<br />
1981<br />
1982<br />
1983<br />
1984<br />
1985<br />
1986<br />
1987<br />
1988<br />
1989<br />
Tabla I<br />
Censo de ganado ovino en España. Mües<br />
Año<br />
* A partir de este año, corderas cubiertas y ovejas.<br />
Fuente: Anuarios de Estadística Agraria MAPA.<br />
Total<br />
22.622<br />
14.776<br />
14.536<br />
14.522<br />
13.800<br />
14.180<br />
14.678<br />
17.456<br />
16.755<br />
17.053<br />
16.954<br />
17.894<br />
20.310<br />
23.798<br />
25.448<br />
Hembras<br />
mayores<br />
12 meses<br />
11.667<br />
11.499<br />
11.614<br />
10.794<br />
10.999<br />
11.460<br />
12.798<br />
13.013<br />
12.245 *<br />
12.194<br />
12.570<br />
14.593<br />
17.427<br />
19.282
182 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />
1976<br />
1977<br />
1978<br />
1979<br />
1980<br />
1981<br />
1982<br />
1983<br />
1984<br />
1985<br />
1986<br />
1987<br />
1988<br />
1989<br />
Tabla II<br />
Censo de ganado ovino en la CAM<br />
Añc<br />
Fuente: Anuarios de Estadística Agraria MAPA.<br />
Total<br />
210.295<br />
226.117<br />
225.546<br />
191.858<br />
198.673<br />
214.221<br />
203.446<br />
193.021<br />
182.411<br />
172.032<br />
198.324<br />
165.691<br />
249.637<br />
320.326<br />
Hembras<br />
mayores<br />
12 meses<br />
175.276<br />
192.057<br />
186.766<br />
149.115<br />
155.589<br />
169.917<br />
165.830<br />
156.564<br />
142.798<br />
137.273<br />
157.315<br />
126.843<br />
193.967<br />
215.512<br />
— Que la renta de la población hubiese experimentado<br />
en moneda constante al menos un incremento<br />
paralelo. Esto no ocurre.<br />
— Es bien sabido que el verdadero motor de la<br />
producción es la demanda. Podríamos comprobar<br />
que el volumen de sacrificios no se corresponde<br />
con la variación del censo e incluso tienen<br />
tendencias diferentes.<br />
— Para que los ganaderos incrementen sus efectivos<br />
tiene que haber aumentado su nivel de renta,<br />
bien porque los precios de venta de sus productos,<br />
en moneda constante, se hayan visto<br />
incrementados o bien porque hayan disminuido<br />
sus costes de producción. Se puede demostrar<br />
que esto no ocurre así.<br />
En realidad, la disminución de renta de los ganaderos<br />
ha sido compensada en parte por la prima anual<br />
percibida tanto por los productores de leche como por<br />
los de carne, que es, por diversos motivos, una de las<br />
causas de este incremento estadístico.<br />
Tabla III<br />
Distribución del censo de ganado ovino por comarcas<br />
en la CAM<br />
Comarca I ..<br />
Comarca II .<br />
Comarca III<br />
Comarca IV<br />
Comarca V .<br />
Comarca VI<br />
TOTA!<br />
Censo total<br />
35.337<br />
7.247<br />
41.038<br />
36.446<br />
33.502<br />
25.911<br />
Porcentaje<br />
19,69<br />
4,04<br />
22,86<br />
20,31<br />
18,67<br />
14,43<br />
179.481 100,00<br />
Fuente: Censo elaborado a partir de las primas concedidas a los ganaderos de ovino<br />
de la CAM en 1987.<br />
grafía (zona montañosa con pocos pastos y superficie<br />
pedregosa).<br />
En el resto de las comarcas, como ya hemos dicho,<br />
la distribución es uniforme, pero a nuestro entender<br />
obedece a motivos diferentes si atendemos a los cocientes<br />
de localización por comarcas del conjunto de<br />
tierras y cultivos. En efecto, en la C-I se concentra el<br />
34,7% de la superficie de prados y pastizales de la comunidad,<br />
por lo que se dan las condiciones apropiadas<br />
para que coexista un importante censo de ganado<br />
vacuno y ovino.<br />
El caso opuesto lo constituye la C-IV, en la cual el<br />
ovino cumple el cometido que ancestralmente tiene<br />
asignado en nuestro país, que es el de producir én ba-<br />
PROVINCIA<br />
DE MADRID<br />
U,'JAltAMA<br />
ESTRUCTURA PRODUCTIVA<br />
La CAM está constituida por seis comarcas agrarias<br />
bien diferenciadas:<br />
Lozoya-Somosierra.<br />
Guadarrama.<br />
Área metropolitana.<br />
Campiña.<br />
Sur-Occidental.<br />
Las Vegas.<br />
La distribución del censo en estas comarcas es la<br />
que aparece en la tabla III, en la que podemos apreciar<br />
una distribución prácticamente uniforme si exceptuamos<br />
la C-II, con tan sólo una representatividad<br />
del 4% y explicable fácilmente por su particular geo-<br />
J1UENCA<br />
TAJO<br />
TAJO<br />
Mapa 1.—Localización preferencial del ganado ovino en la CAM.
ESTRUCTURA ECONÓMICA DEL OVINO EN LA COMUNIDAD AUTÓNOMA DE MADRID 183<br />
Tabla IV<br />
Tamaño y número de explotaciones de ovino en la CAM y en España (1988)<br />
1-99<br />
100-199<br />
200-399<br />
400-599<br />
600-999<br />
1.000<br />
Foíal<br />
Madrid<br />
197<br />
23,8%<br />
264<br />
31,8%<br />
249<br />
30,0%<br />
75<br />
9,0%<br />
31<br />
3,7%<br />
13<br />
1,6%<br />
829<br />
100%<br />
España<br />
42.052<br />
44,7%<br />
24.102<br />
25,6%<br />
19.034<br />
20,2%<br />
5.212<br />
5,5%<br />
2.624<br />
2,8%<br />
1.050<br />
1,2%<br />
94.074<br />
100%<br />
Fuente: Boletín Mensual de Estadística MAPA (diciembre 1988).<br />
se al aprovechamiento de los recursos naturales fibrosos<br />
que permanecen en el terreno después de recoger<br />
las cosechas.<br />
En una situación intermedia se encuentran las comarcas<br />
restantes.<br />
Con independencia de la distribución por comarcas,<br />
merece la pena resaltar el hecho de que existen dos<br />
zonas geográficas bien diferenciadas que presentan<br />
una marcada «vocación ovina» dentro de la comunidad<br />
(mapa 1):<br />
— La primera a la que hacemos referencia se sitúa<br />
en la Sierra Norte, en la comarca de Lozoya-<br />
Somosierra, y agrupa 17 municipios, los cuales,<br />
con una SAU total de 17.667 hectáreas (el 47,6%<br />
de la comarca), concentran el 65,6% del censo<br />
do reproductoras de la misma (23.181 ovejas) y<br />
en consecuencia alcanzan una densidad de 1,31<br />
ovejas/hectárea de SAU. lista zona se irradia hacia<br />
Colmenar Viejo, Boecrrü de la Sierra y Hoyo<br />
de Manzanares.<br />
Es, pues, este área serrana de una notoria especialización<br />
ganadera, no tanto por razones de<br />
influencia del medio físico como por propia tradición,<br />
a la que se le plantean serios problemas<br />
de continuidad por la mayor dimensión de la superficie<br />
forestal en algunos municipios, el impacto<br />
residencial y la falta de vitalidad demográfica,<br />
sobre todo en la zona más septentrional,<br />
a los que podemos añadir el atractivo que<br />
representa para la población el empleo en otros<br />
sectores económicos.<br />
— La otra zona que presenta una mayor concentración<br />
de ganado ovino se localiza en la cuenca<br />
del río Henares, conocida como el Corredor del<br />
Henares, que en tres municipios (Alcalá de<br />
Henares, Santos de la Humosa y Torrejón de<br />
Ardoz), con 7.272 hectáreas de SAU, alcanzan<br />
densidades de 1,41 ovejas/hectárea de SAU. En<br />
ella predominan los cultivos herbáceos de secano<br />
(94,84% de la SAU), con escasa superficie<br />
destinada a los cultivos forrajeros, como corresponde<br />
a áreas con una precipitación media<br />
anual de 400-500 mm, similar a la del resto de<br />
la comunidad. Se da la coincidencia de que aquí<br />
existe una elevada actividad industrial subsidiaria<br />
del gran núcleo de consumo que constituye<br />
Madrid.<br />
ESTRUCTURA RACIAL<br />
La principal característica digna de mencionar de<br />
la estructura racial del ganado ovino de la CAM es su<br />
diversidad.<br />
En efecto, en la gráfica 1 se observa la representatividad<br />
de cada raza en el conjunto del ganado ovino.<br />
Esta multiplicidad de razas puede explicarse por la<br />
coincidencia de varios factores:<br />
— La distinta topografía y condiciones climáticas<br />
existentes en la CAM. Es bien sabido que el medio<br />
condiciona la raza explotada.<br />
— La proximidad geográfica con otras razas ubicadas<br />
en provincias limítrofes, como es el caso de<br />
las razas Manchega y Castellana.<br />
— Tradición histórica. En la Sierra Norte de<br />
Madrid existe un asentamiento de ganado ovino<br />
Tabla V<br />
Tamaño y número de explotaciones de ovino en la CAM<br />
Tamaño C. I C. II C. III C. IV C. V C. VI Total<br />
0-100 ....<br />
101-200<br />
201-300<br />
301-500<br />
500<br />
76<br />
123<br />
28<br />
9<br />
4<br />
10<br />
23<br />
8<br />
2<br />
1<br />
21<br />
47<br />
23<br />
31<br />
20<br />
21<br />
32<br />
31<br />
22<br />
15<br />
31<br />
49<br />
40<br />
20<br />
10<br />
23<br />
49<br />
27<br />
15<br />
5<br />
182<br />
323<br />
157<br />
99<br />
55<br />
TOTAL ...<br />
240 44 142 121 150 119 816<br />
Fuente: Censo Agrario INli (1982).
184 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C<br />
de raza Merina, restos de las grandes cabanas<br />
que procedentes de Extremadura tenían sus<br />
agostaderos en la Sierra de Guadarrama.<br />
Por razas, sólo mencionaremos (por representar el<br />
55% del censo) la Manchega y el tronco Churro:<br />
— Manchega: Por sus características de aptitud<br />
mixta y rusticidad es la que se explota en mayor<br />
cuantía. Representa el 41,2% del censo y se extiende<br />
precisamente por la meseta madrileña<br />
como continuación de La Mancha.<br />
— Tronco Churro: Especializado en la producción<br />
de leche, posee mayores necesidades nutritivas,<br />
por lo que se localiza en la que hemos denominado<br />
zona «típicamente ganadera». Nos referimos<br />
a los municipios antes citados de la C-I y su<br />
área de irradiación. En esta denominación están<br />
incluidas dos agrupaciones raciales que deben<br />
su importancia, más que al volumen de sus<br />
efectivos, a la cualidad de «autóctonas» de la<br />
CAM: se trata de la Rubia del Molar y de la<br />
Negra de Colmenar.<br />
ESTRUCTURA DE LAS EXPLOTACIONES<br />
En la tabla IV se expone el tamaño y número de las<br />
explotaciones de la Comunidad por comarcas y estratos.<br />
Como hechos significativos podemos destacar:<br />
— La CAM tiene una estructura productiva más racional<br />
que Ja media del país. En efecto, más del<br />
60% de las explotaciones están comprendidas<br />
entre los estratos de 100-400 reproductoras, en<br />
comparación con el 45% para la media española.<br />
— El número de explotaciones con menos de 100<br />
ovejas, aunque es elevado, representa sólo el<br />
23%, frente al 44,7% del cómputo nacional.<br />
— Las explotaciones de mayor dimensión (más de<br />
400 ovejas) suponen el 14,3% del total de explotaciones,<br />
frente al 9,5% nacional.<br />
— Por comarcas, la C-III y la C-IV agrupan a las de<br />
mayor tamaño, localizándose el 67% del censo<br />
en los estratos 300-500 y más de 500 cabezas.<br />
— En las comarcas I y II predominan las de pequeño<br />
tamaño. El 33% de las explotaciones sólo poseen<br />
el 21,3% del censo. En situación intermedia<br />
se encuentran las comarcas V y VI.<br />
En resumen, podemos concluir que la CAM, a pesar<br />
de no presentar una clara especialización ganadera,<br />
su sector ovino reúne unas características de estructura<br />
y de diversidad racial, resultado de los múltiples<br />
factores que en ella confluyen, que le confieren entidad<br />
suficiente como para seguir profundizando en su<br />
conocimiento.<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
1. ANUARIO DE ESTADÍSTICA AGRARIA. Ed. Secretaría<br />
General Técnica del MAPA. Varios años.<br />
2. BOLETINES MENSUALES DE ESTADÍSTICA. Ed.<br />
Secretaría General Técnica del MAPA. Varios años.<br />
3. CENSO AGRARIO 1982. Ed. INE.<br />
4. INFORME ECONÓMICO 1988. Ed. Banco Bilbao-<br />
Vizcaya. Bilbao, 1989.<br />
5. SÁNCHEZ BELDA, A., y SÁNCHEZ TRUJILLANO, M.:<br />
Razas ovinas españolas. Ed. MAPA. Madrid, 1986.<br />
6. LA AGRICULTURA, LA PESCA Y LA ALIMENTACIÓN ES<br />
PAÑOLAS EN 1986. Ed. Secretaría General Técnica del<br />
MAPA.
Comunicación<br />
El mercado nacional de la lana, la demanda<br />
intermedia y el consumo final<br />
A. Paz Sáez*<br />
La producción ovina española —y en general la europea—<br />
viene centrada en la leche y carne, lo que supone<br />
una postergación de la de lana, ya que desde<br />
1973 los tipos finos vienen presentando una tendencia<br />
decreciente.<br />
Naturalmente que tal evolución ha sido consecuencia<br />
de la tenida por la orientación productiva, lo que<br />
ha venido haciendo que los ingresos por venta de lana<br />
representan una escasa proporción del producto tanto<br />
de la explotación ovina, y en consecuencia en la<br />
producción final agraria, lo que, a su vez, hace perder<br />
interés por la producción lanera, tanto por parte de<br />
los productores, como del sector público.<br />
Ahora bien, la lana al ser un producto de demanda<br />
industrial, la cuantía de ésta depende de la que se dé<br />
para los elaborados, lo que equivale a decir que la<br />
disminución de la demanda de lana se debe a una retracción<br />
del consumo de los tejidos de la misma. Tal<br />
retracción puede ser achacada a tres factores de modo<br />
primordial, ya señalados por nosotros (PAZ SAEZ,<br />
1988):<br />
A) Competencia de las nuevas fibras químicas<br />
que se han vendido imponiendo en el mercado<br />
textil desde los años finales de la década de los<br />
cuarenta.<br />
B) Situación de la economía interior, con sensible<br />
depresión durante los últimos años, como lo<br />
muestra el retroceso de la renta unitaria en<br />
términos reales.<br />
C) Cambios en las preferencias del consumo, sobre<br />
todo en lo que se refiere a los tipos femeninos.<br />
En efecto, en los últimos cuarenta años las fibras<br />
químicas: nilón (poliamidas), tergal (poliésteres), polivinilos<br />
y poliacnlicos, han venido dominando paulatinamente<br />
la oferta textil, desplazando a la fibras clásicas<br />
en conjunto, incluso penetrando en peletería,<br />
aunque sea la lana la que ha sufrido el mayor impacto,<br />
y ello en razón de los precios diferenciales.<br />
El problema es más trascendente por cuanto, por<br />
un lado, las fibras de origen químico se prestan perfectamente<br />
a todo tipo de confección, lo que permite<br />
adaptarse de manera total al consumo de masas, ase-<br />
* Instituto de Economía Aplicada CSIC, Madrid.<br />
garandóse así su permanencia y crecimiento en el<br />
mercado.<br />
Por otro, tanto el algodón como la lana son susceptibles<br />
de regeneración y eliminación limpia, lo que no<br />
resulta tan factible para los tejidos de origen químico.<br />
Naturalmente que; la irrupción de las fibras químicas<br />
supone de forma universal el factor fundamental<br />
en la retracción del consumo de tejidos tradicionales,<br />
pero en nuestro caso hay que agregar dos factores: el<br />
efecto demostración (en su momento el nilón gozó de<br />
gran prestigio, sobre todo para ciertas prendas de la<br />
ropa femenina), por una parte, y por otra no cabe olvidar<br />
la situación de crisis por la que ha venido pasando<br />
la situación económica española, aproximadamente<br />
desde 1977, en que no se dieron incrementos<br />
reales de renta, dándose descensos durante el período<br />
1980-82, manteniéndose en situación precaria entre<br />
1983 y 1987 (según datos del BB, entre 1979 y<br />
1983 la renta en términos reales descendió el 0,8%),<br />
lo que llevó a una retracción del consumo (el de la<br />
carne de vacuno entre 1976 y 1981 descendió un<br />
20%), lo que en lo que afecta a los textiles supuso bajar<br />
de 12,1 kg/cabeza/año en 1987 a 11,6 kg/cabe--<br />
za/año en 1988, y aun sin cuantificar parece que siguió<br />
bajando durante 1988-89, de forma que, por lo<br />
menos para la lana, concretamente, estimamos el<br />
descenso entre el 6 y el 8% para 1989 (PAZ SAEZ,<br />
1990), lo que significaría que el consumo de lana manufacturada,<br />
en los últimos años, ha bajado más que<br />
proporcionalmente a lo que lo ha hecho el conjunto<br />
de los textiles, incidiendo en las industrias de base<br />
para las que ha descendido la venta de tejidos de lana,<br />
por lo que, a su vez, hay que esperar una retracción<br />
de la demanda industrial a la producción lanera,<br />
comprometiendo, una vez más, el nivel de precios de<br />
esta fibra al productor, lo que, aunque sea en proporción<br />
muy reducida, deprime el equilibrio económico<br />
de la empresa con explotación ovina.<br />
Como es lógico, en una situación en la que los incrementos<br />
de precios se vinieron comiendo los aumentos<br />
monetarios de los ingresos, las relaciones de<br />
precios favorables a otras fibras origina una retracción<br />
en la demanda de tejidos y confecciones de lana;<br />
ahora bien, el examen de la estructura del consumo<br />
muestra que aunque los precios diferenciales han jugado<br />
un papel importante, el hecho es que han cambiado<br />
las preferencias, hasta cierto punto, independientemente<br />
de ello, ya que como causa inmediata se
186 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
reconocen otras motivaciones, y en primer lugar, los<br />
cambios en el consumo femenino, cuyo descenso de<br />
adquisiciones de ropa interior se reconocen viene<br />
dándose en los últimos años, por ejemplo, pese a la<br />
introducción de la alta costura en ese terreno.<br />
Concomitantemente a tales hechos, se ha ido dando<br />
una crisis de la industria textil. No se trata de una recensión<br />
en el sector lanero, que desde luego la acusa,<br />
sino del conjunto de la industrial textil, y ello no puede<br />
imputarse por completo a los factores anteriormente<br />
señalados, sino que a ello hay que agregar de<br />
manera fundamental:<br />
A) Situación de la misma empresa, cuya estructura<br />
ya a finales de los años sesenta presentaba<br />
signos de obsolencia e inadecuación a las posibles<br />
coyunturas (PAZ SAEZ, 1973), que podría<br />
achacarse a la falta de renovación consecuente<br />
a contar una política proteccionista que reservaba<br />
el mercado interior a la industria nacional.<br />
B) Creciente competencia exterior con producciones<br />
obtenidas por empresas, cuyo cambio tecnológico<br />
y de organización permite precios diferenciales<br />
y condiciones de venta más favorables<br />
al consumo que las de la oferta interior.<br />
C) Como consecuencia, por una parte, de la situación<br />
económica mundial y, por otra, de las propias<br />
condiciones internas, todo el sector industrial<br />
de la economía española entra en crisis, y<br />
como es lógico la rama textil no hace excepción,<br />
determinando entre 1987 y 1988 una caída<br />
en el empleo del 3,1% y un descenso del<br />
0,6% en el valor monetario de la producción.<br />
En último extremo puede verse que en 1987 el<br />
conjunto empresarial creció el 7% y en 1988 el<br />
5,5%, pero el textil quedó por debajo, lo que<br />
puede mostrar que el sector textil, dentro de la<br />
crisis general, venía afectado de factores propios.<br />
D) Al igual que otros sectores, el textil venía afectado<br />
por la amenaza que suponía la integración<br />
en la CEE, por cuanto encerraba una Ubre<br />
competencia en el espacio europeo, una vez<br />
eliminadas las barreras arancelarias. En realidad,<br />
el horizonte de la integración era perceptible<br />
desde comienzos de la década de los años<br />
setenta, y aunque sea discutible el que la integración<br />
fuese ineludible como expresaron LO-<br />
REA y CALATRAVA (1983), lo cierto es que era<br />
previsible ya a finales de los años setenta, a<br />
más o menos largo plazo, como ya expresamos<br />
en 1976, y que pese a que tal integración dependía<br />
por completo de los intereses comunitarios<br />
(OCAÑA, 1984), hacia 1980 se veía próximo.<br />
Por tanto, existió un tiempo en que cupo<br />
la posibilidad de adaptar el sector textil a la situación<br />
que se presentía próxima. Si esto no se<br />
dio así, la industria textil tiene buena parte de<br />
culpa.<br />
E) En los últimos años hay que añadir el impacto<br />
que ocasionan la inflación, el cambio monetario,<br />
los tipos de interés y los problemas laborales,<br />
que en conjunto frenan la competitividad,<br />
deteriorando la situación del sector entre 1977<br />
y 1987, de un modo paulatino, pero rápido,<br />
tanto más cuanto que ya el nivel de productividad<br />
venía siendo bajo respecto al promedio<br />
europeo occidental.<br />
Pese a todo ello, la producción textil sigue teniendo<br />
una sensible importancia en la industria, lo que en resumen<br />
exponemos en la tabla siguiente:<br />
Tabla I<br />
Producto /o<br />
Fibras de lana 11.985,5<br />
Hilados 15.022<br />
Por cuenta ajena 14.517,5<br />
En otros sectores 458,8<br />
Tejidos y mezclas 36.491<br />
Por cuenta ajena 634,5<br />
Fuente: Elaborada sobre datos del INE-Encuesta industrial.<br />
A esta producción hay que añadir los géneros de<br />
punto, de los que es muy difícil separar la lana.<br />
Refiriéndonos al valor correspondiente a los tejidos<br />
de lana y mezcla, en igual tiempo, se tiene una cuantía<br />
de 15.345 millones (promedio de valor en fábrica).<br />
Por otro lado, y correspondiendo a lanas bastas,<br />
hay que añadir la producción y valor de alfombras y<br />
similares.<br />
No obstante, hay que hacer una doble puntualiza-'<br />
ción:<br />
A) En los textiles la producción industrial se<br />
muestra decreciente (un descenso del 14,24%<br />
entre 1982/83 y 1985/86, continuando posteriormente),<br />
y desde luego la perspectiva durante<br />
1988-1990 no resulta nada favorable. Si<br />
el valor monetario se mantiene, e incluso crece<br />
(entre 1982 y 1986 aumentó un 10,8%), se debe<br />
en proporción importante al efecto de inflación,<br />
lo que significa que en términos reales el<br />
valor se ajusta a la evolución de la producción<br />
de tejidos, aproximadamente.<br />
B) España se comporta como un país importador<br />
de lanas finas y exportador de lanas bastas, en<br />
gran parte consecuencia de la estructura de<br />
nuestra cabana ovina, por lo que es posible<br />
que resultara de interés el incrementar la elaboración<br />
de las lanas bastas, aunque tal exportación<br />
es muy reducida (poco más de 2.000<br />
toneladas en 1987), pero en todo caso hay que<br />
señalar:<br />
1.° El saldo monetario del balance importación-exportación<br />
nos es adverso, de tanta<br />
mayor significación cuanto que a comien-
EL MERCADO NACIONAL DE LA LANA, LA DEMANDA INTERMEDIA... 187<br />
zos de 1990 la balanza comercial española<br />
presentaba una situación de alto déficit,<br />
llegando a constituir uno de los problemas<br />
fundamentales de nuestra economía.<br />
2." La industria textil sigue demandando lana,<br />
si bien con tendencia decreciente (un<br />
volumen de importación de 17.156 toneladas<br />
de lana sucia en 1987), siendo la<br />
producción interna de una cuantía insuficiente<br />
para cubrir tal demanda (la oferta<br />
nacional media entre los períodos<br />
1972/1980 - 1984/87 supuso 19.444 toneladas<br />
de lana en sucio).<br />
Todo ello hace ver la importancia que tiene la industria<br />
textil, si se quiere tener una idea suficientemente<br />
aproximada del mercado lanero, lo que, a su<br />
vez, depende de la situación y desarrollo de la demanda<br />
de elaborados.<br />
Por lo pronto el sector textil ocupa un lugar destacado<br />
en la estructura económica mundial, representando<br />
en la CEE el empleo de tres millones de trabajadores;<br />
por nuestra parte, el valor de la producción<br />
de la industria textil, en 1988, ascendió a 2.040.140<br />
millones de pesetas, manteniendo empleadas a<br />
319.150 personas (entre elaboración y confección),<br />
con lo que su importancia queda patente.<br />
Por otra parte, el comercio internacional textil ha<br />
venido teniendo un incremento tan grande que llega a<br />
duplicar el crecimiento habido en el comercio general.<br />
Sin embargo, por lo menos en el período 1987-<br />
1990 la situación venía a desfavorecer a los países desarrollados,<br />
llegando algunos países exportadores de<br />
elaborados textiles a prohibir la entrada de tales productos<br />
de origen europeo. Si tales hechos obedecieran<br />
a una política favorecedora de las economías subdesarrolladas,<br />
aprovechando el hecho de suponer una<br />
tecnología relativamente sencilla con alta utilización<br />
de fuerzas de trabajo, ello sería estimable por cuanto<br />
podría contribuir al mejor equilibrio internacional,<br />
pero la realidad muestra que:<br />
A) La producción y comercio textil no está ni medianamente<br />
extendido por el mundo subdesarrollado,<br />
y aún menos los elaborados de lana,<br />
desde el momento que el área intertropical no<br />
es productora de ganado ovino. Tal producción<br />
y exportación se viene centrando en determinados<br />
puntos como Corea, Taiwán, Hong-Kong<br />
y Singapur, especialmente.<br />
B) Tales centros de producción y comercio de amplitud<br />
mundial basan su acción aparte de<br />
aprovechar una mano de obra abundante y<br />
barata (los salarios chinos, por ejemplo, son<br />
muy reducidos) en prácticas tales como exportar<br />
con subvenciones y realizando dumping,<br />
incumplimiento sistemático de los acuerdos del<br />
GATT, copias de marcas y diseños, e incluso<br />
expediciones clandestinas de mayores o menores<br />
cantidades de mercancías.<br />
C) Estos hechos determinan una distorsión sensible<br />
del comercio internacional sin ventaja alguna<br />
para el mundo del subdesarrollo y frenando<br />
las posibilidades de algunos países occidentales,<br />
entre los que nos podíamos contar.<br />
El problema estriba en que los mercados exteriores<br />
presentan posibilidades alteradas por una competencia<br />
enteramente dislocada, y aunque dentro de la<br />
CEE, Gran Bretaña y Alemania no muestran gran interés,<br />
sí lo tienen España, Italia, Francia y Bélgica, lo<br />
que ha llevado al Consejo Intertextil a pedir al Gobierno<br />
español el que se cumpla el Acuerdo Multifibras.<br />
En consecuencia, desde el punto de vista español y<br />
considerando en conjunto el mercado, la atención tiene<br />
que centrarse tanto en el mercado interior como<br />
en el exterior, ya que éste marca una posible línea de<br />
expansión, en principio, para la industria textil.<br />
La demanda interior, en el orden cuantitativo, y sobre<br />
todo en el cualitativo —donde la lana puede jugar<br />
un buen papel—, responde a un modelo en el que<br />
renta y precios constituyen las variables explicativas<br />
fundamentales. Téngase en cuenta que s¡, en conjunto,<br />
los elaborados textiles presentan frente; a los ingresos<br />
una elasticidad del orden de 1, determinadas<br />
confecciones alcanzan magnitudes mayores, la importancia<br />
que tiene el conocimiento de los valores que<br />
puede alcanzar la renta de la población española en<br />
los años inmediatos, ya que con seguridad el consumo<br />
será de cuantía más que proporcional a los presumibles<br />
aumentos de renta.<br />
En cuanto a los precios, ello va a depender de la<br />
eficacia con que trabaje nuestra industria y logre una<br />
posición competitiva frente a los concurrentes actuales<br />
sobre nuestro mercado, y ello va a depender de la<br />
situación tecnológica, financiera y organizativa del<br />
sector textil nacional, pero también de la evolución<br />
económico-social española, en cuanto pueda afectar a<br />
los niveles de costes y productividad, parámetros que<br />
en estos momentos no se presentan, precisamente, en<br />
situación favorable (la crisis de la industria auxiliar es<br />
sensible en 1990).<br />
Sin entrar en el análisis del mercado interior, que<br />
no tendría aquí su lugar preciso, dos extremos sí interesa<br />
señalar:<br />
A) En los últimos años se viene manifestando una<br />
penetración del capital extranjero concomitente<br />
con la debilidad del sector textil nacional<br />
(para 1988 el índice de producción textil descendió<br />
el 7,1, y el 5,6 las confecciones). Esto<br />
significa que las decisiones van dependiendo<br />
de intereses alejados de la producción nacional,<br />
cada vez en mayor medida, aunque la penetración<br />
se suele apoyar en empresas nacionales<br />
(un ejemplo puede ser el caso de Benoybe<br />
como franquiciadora de la italiana Benetton,<br />
que en 1990 contaba con 105 tiendas en<br />
España y que en agosto de 1989 adquirió Intelhorce).<br />
B) Concretándonos al caso de la lana, hay que se-
188 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
ñalar que en el Plan Nacional de Diseño, Calidad<br />
y Moda, propuesto por el Ministerio de Industria<br />
en 1989 y dotado con 2.700 millones<br />
de pesetas por tres años para 300 empresas,<br />
no se considera a la lana como materia individualizada,<br />
cuando la moda italiana al menos<br />
para la temporada 1988-89 promociona la<br />
confección de prendas de lana, tanto masculinas<br />
como femeninas. (Italia es uno de los grandes<br />
importadores europeos de lana con tendencia<br />
creciente, y que en 1987 alcanzó las<br />
84.419 toneladas de lana en sucio.)<br />
Parece claro que las tendencias de nuestra producción<br />
textil difieren de las de los competidores, y no se<br />
olvide que Italia, en este terreno, tiene una gran influencia<br />
en el mercado mundial de la confección y la<br />
moda.<br />
En cuanto al mercado internacional, la perspectiva<br />
comprende un triple frente:<br />
A) Las posibilidades de exportación suponen la<br />
expansión del sector textil nacional —en la actualidad<br />
20 empresas concentran el 50% de la<br />
exportación y en el caso de prendas externas<br />
masculinas y deportivas, el 64% se cubre por<br />
tres empresas—. En cambio, la exportación<br />
textil española viene a suponer el 8% de la<br />
producción.<br />
B) Un aporte de divisas que puede ser un alivio al<br />
déficit de nuestra balanza comercial (en 1989<br />
supuso 3,2 billones de pesetas, equivalentes al<br />
4% del PIB).<br />
C) El propio mercado interior se halla amenazado<br />
ante la fuerte penetración de comercializadoras<br />
extranjeras.<br />
Frente a todo ello, la realidad muestra que el sector<br />
exterior nos viene siendo adverso, sobre todo en los<br />
años más recientes, y así en 1988, mientras la exportación<br />
creció un 7,4%, las importaciones un 20,1%,<br />
con un saldo monetario negativo de 48.625 millones<br />
de pesetas. En conjunto, para el período 1987-89, la<br />
balanza textil es deficitaria, de forma que en 1987 el<br />
grado de cobertura fue del 100,5%, mientras que en<br />
1988 tan sólo supuso el 79,3%; es decir, quedamos un<br />
21,2% al descubierto y ello tan sólo en un año, lo que<br />
implica la existencia de una alta tasa en el crecimiento<br />
de la importación, a lo que ha contribuido en alto<br />
grado factores como: la apreciación de la peseta (un<br />
7% respecto a las monedas de la CEE y un 3% frente<br />
al dólar); el desarme arancelario a que nos obliga la<br />
adhesión a la Comunidad, tanto más grave cuanto<br />
que nuestro nivel de productividad es inferior al de la<br />
CEE; la tendencia creciente de nuestros costes y la<br />
conflictividad laboral no sólo en el sector, sino también,<br />
de forma indirecta, la conflictividad general, que<br />
dada nuestra baja productividad tiene un efecto multiplicador.<br />
Para el período 1984-89 todos los factores señalados<br />
y el grado de inflación han hecho, en consecuencia,<br />
que la tendencia creciente de la importación de<br />
confecciones se agudizara (en 1988 el valor de las<br />
confecciones importadas ascendió a 50.410 millones<br />
de pesetas).<br />
Sin embargo, como señalamos en otra ocasión (PAZ<br />
SAEZ, 1988), la exportación de confecciones venía<br />
siendo una de las posibilidades reales sobre el mercado<br />
mundial (en 1987 la confección logró un superávit<br />
de 192 millones de pesetas), pero en los últimos tiempos,<br />
para la producción española, el mercado se ha<br />
ido enrareciendo; en primer lugar, por los factores señalados,<br />
que limitan nuestra competitividad, y en segundo<br />
por la gran competencia que supone la presencia<br />
de países asiáticos, cuyas prácticas ya hemos señalado.<br />
Pero es que, además, es posible que países de<br />
la CEE adquieran productos textiles a terceros países<br />
y posteriormente los desvíen a España, aprovechando<br />
las condiciones del mercado comunitario; a lo que hay<br />
que sumar la señalada penetración de empresas no<br />
nacionales, que, en realidad, realizan importaciones<br />
más o menos encubiertas. La misma acción por parte<br />
de empresas españolas es bastante más limitada (en<br />
1990, Levanter fabricará vaqueros en la URSS, pero<br />
asociada a una firma sueca, por ejemplo), aunque por<br />
lo que respecta a la lana, se dan casos (Zasa y Rúa<br />
Papel, por ejemplo) que vienen tratando de montar<br />
fábricas de géneros de punto y abrir tiendas de confección<br />
en los países del Este europeo.<br />
Pese a todo ello, la exportación textil resulta importante<br />
para nuestra economía; baste con considerar<br />
que, en 1988, el 11,2% de la exportación total catalana<br />
correspondió a textiles, por lo que la concurrencia<br />
en el mercado internacional se presenta como una<br />
necesidad, a pesar de la dificultad creciente que ello<br />
supone. Por supuesto que la superación de esto tiene'<br />
su vía más lógica en las confecciones, industria que se<br />
viene desarrollando desde los años cuarenta y que a<br />
comienzos de los setenta ya tiene presencia en el exterior,<br />
máximo cuando el diseño español tiene aceptación<br />
mundial (aunque, en verdad, no se han logrado<br />
incrementos importantes en la exportación), siendo<br />
Francia y Alemania nuestros mejores clientes. Téngase<br />
presente que en 1988, y tan sólo procedente de la<br />
CEE, se importó un valor de 1.300 pesetas por habitante,<br />
mientras grupos comunitarios están penetrando<br />
en nuestro mercado interior, lo que hace que la<br />
balanza textil vaya desnivelándose en nuestra contra,<br />
con el consiguiente impacto en déficit por cuenta corriente,<br />
sobre el cual, y a mayor abundamiento, cabe<br />
decir que somos uno de los países con mayor deuda<br />
por habitante.<br />
Hay que decir que los esfuerzos españoles para forzar<br />
al mercado distan de ser todo lo intensos que podrían,<br />
y en parte ello se debe a la falta de iniciativa de<br />
nuestro sector textil, que plantea, con preferencia,<br />
una estrategia de consorcio, asociación o incluso venta<br />
al capital no nacional, lo que no resulta nada difícil,<br />
dada la situación del sector, pese al plan de reconversión,<br />
con un gasto de 183.057 millones en cinco<br />
años, en la que se han venido dando numerosas quie-
EL MERCADO NACIONAL DE LA LANA, LA DEMANDA INTERMEDIA... 189<br />
bras (en el sector lanero ha quebrado Torredemer), lo<br />
que entre otros hechos muestra el fracaso del citado<br />
plan de reconversión.<br />
Llegados a este punto, el problema básico estriba<br />
en el cambio que es previsible que se dé si las multinacinales<br />
dominan ampliamente el sector, entre otras<br />
razones por la propensión a importar que muestran.<br />
En consecuencia, el sector lanero —producción, elaboración<br />
y venta de elaborados— puede quedar subordinado<br />
a intereses ajenos que no son los suyos.<br />
En conclusión, no es factible que la producción lanera<br />
nacional pueda ser motor de una industria elaboradora,<br />
porque tal producción no cabe en el sistema<br />
de nuestra producción agraria; pero es que, además,<br />
la industria transformadora se encuentra con<br />
dificultades, lo que hace previsible que, tampoco, ella<br />
pueda ser el estímulo que nos lleve a un desarrollo de<br />
la producción ovina, que de todas formas no cabe esperar,<br />
por lo que el mercado de la lana continuará dominado<br />
por los grandes exportadores del hemisferio<br />
sur, y el de sus elaborados muestra un sector cualificado<br />
que seguirá en manos de los países industrializados.
Comunicación<br />
Análisis económico del comercio mundial<br />
de animales vívos (ovino y caprino)<br />
P. F. Rouco Pérez*, F. J. Calahorra Fernández** y A. Rouco Yáñez***<br />
El estudio del comercio mundial de pequeños rumiantes<br />
para vida se justifica por nuestro deseo de intentar<br />
clarificar las corrientes comerciales de un sector<br />
aparentemente poco dinámico y también porque<br />
con la entrada española en la Comunidad Económica<br />
Europea se crearon grandes expectativas en torno al<br />
papel que nuestro país podría jugar como país exportador<br />
en el concierto europeo, sobre todo en el sector<br />
ovino.<br />
En la tabla I se analizan los censos ovino y caprino,<br />
a nivel mundial, comunitario y español, observándose<br />
que a nivel mundial éstos llevan una tendencia ligeramente<br />
creciente, mientras que a nivel comunitario<br />
ambos censos son bastante estables, con una tendencia<br />
ligeramente decreciente para el ovino (motivada<br />
por el descenso censal que se ha producido enla Gran<br />
Bretaña) y creciente para el caprino, con la peculiaridad<br />
de que este último concentra el 90,6% de sus<br />
efectivos en el área mediterránea (50,3% en Grecia,<br />
30% en España y el 10,3% en Francia).<br />
En nuestro país el censo ovino, para el período de<br />
tiempo estudiado (1978-87), viene marcado por tres<br />
tramos, el primero decreciente hasta 1981, el segundo<br />
creciente hasta 1984, para posteriormente estabilizarse<br />
a partir de esa fecha; en el censo caprino se<br />
observan sólo dos tramos mucho más marcados, el<br />
primero decreciente hasta 1981, coincidente con la<br />
injusta persecución sufrida por la cabra, y el segundo<br />
creciente en franca recuperación, como manifiesta la<br />
serie hasta el último año de que disponemos.<br />
A la vista de los datos se comprueba cómo son dos<br />
especies con muy poco dinamismo censal (las fluctuaciones,<br />
a pesar de existir, son muy poco marcadas),<br />
ello nos hace pensar que son especies que van a ocupar<br />
áreas geográficas muy concretas, caracterizadas<br />
* Profesor titular de la Cátedra de Economía Agraria, Departamento<br />
de Producción Animal de la Facultad de<br />
Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid.<br />
Carretera de La Coruña, s/n, 28040 Madrid.<br />
* Profesor titular interino de Estados Unidos de la Cátedra<br />
de Economía Agraria, Departamento de Producción<br />
Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad<br />
Complutense de Madrid. Carretera de La Coruña, s/n,<br />
28040 Madrid.<br />
* Becario de FPI de la Cátedra de Economía Agraria, Departamento<br />
de Producción Animal de la Facultad de<br />
Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid.<br />
Carretera de La Coruña, s/n, 28040 Madrid.<br />
Años<br />
1965<br />
1975<br />
1978<br />
1979<br />
1980<br />
1981<br />
1982<br />
1983<br />
1984<br />
1985<br />
1986<br />
1987<br />
Tabla I<br />
Censo ovino y caprino en miles de cabezas<br />
MUNDIAL<br />
1.015.863<br />
1.044.982<br />
1.063.801<br />
1.092.644<br />
1.120.092<br />
1.130.571<br />
1.157.690<br />
1.137.370<br />
1.124.304<br />
1.121.993<br />
1.145.690<br />
1.157.643<br />
CENSO OVINO<br />
CEE *<br />
87.526<br />
81.406<br />
83.641<br />
83.990<br />
85.354<br />
87.759<br />
91.250<br />
91.249<br />
79.434<br />
81.635<br />
83.111<br />
85.513<br />
ESPAÑA<br />
20.855<br />
16.257<br />
15.403<br />
14.728<br />
14.547<br />
14.678<br />
16.457<br />
16.731<br />
17.554<br />
17.520<br />
17.735<br />
17.177<br />
MUNDIAL<br />
377.501<br />
406.263<br />
438.945<br />
447.815<br />
459.214<br />
468.705<br />
472.784<br />
476.135<br />
459.721<br />
459.960<br />
492.192<br />
501.762<br />
CENSO CAPRINO<br />
CEE «<br />
10.487<br />
9.595<br />
9.710<br />
9.505<br />
9.507<br />
9.873<br />
10.175<br />
10.159<br />
9.948<br />
10.156<br />
9.425<br />
10.850<br />
* Se considera, para todos los años, la actual composición de la CEE-12.<br />
Fuente: Anuario de Producción de la FAO. Varios años.<br />
ESPAÑA<br />
2.714<br />
2.392<br />
2.174<br />
2.091<br />
2.100<br />
2.113<br />
2.450<br />
2.414<br />
2.573<br />
2.635<br />
2.828<br />
2.800<br />
por ser grandes superficies pobres en recursos donde<br />
el aprovechamiento no va a ser superior por ninguna<br />
otra especie (5); es el caso del secano mediterráneo o<br />
de las grandes superficies del interior de Australia,<br />
excepción a esta concepción es Gran Bretaña, con un<br />
censo ovino muy importante, pero orientado hacia un<br />
importante mercado interior consumidor de carne<br />
que ni siquiera se autoabastece. Una circunstancia<br />
que influye en gran medida en las ligeras fluctuaciones<br />
censales es el precio de los productos derivados:<br />
leche y carne, para ambas especies, y lana en el caso<br />
del ovino, a pesar de ser producciones típicamente<br />
extensivas, y que por lo tanto se sostienen con una<br />
inercia mucho mayor que otras producciones más industrializadas<br />
con una mayor orientación cara al<br />
mercado (porcino y aves, por ejemplo). Por último, a<br />
nivel comunitario, son producciones sostenidas en<br />
gran medida por las subvenciones, con lo que no se<br />
puede hablar de una producción consolidada, ya que<br />
va a depender, en gran medida, de un tipo de política<br />
que puede estar sujeta a cambios, salvo en los países<br />
del área mediterránea, donde estas especies van ligadas<br />
al secano, constituyendo un conjunto dentro del<br />
sector agrario con una problemática que no se puede<br />
ni debe plantear por separado (6).
ANÁLISIS ECONÓMICO DEL COMERCIO MUNDIAL DE ANIMALES VIVOS (OVINO CAPRINO) 191<br />
Tabla II<br />
Comercio internacional de ovino y caprino<br />
Años<br />
MUNDO<br />
CEE *<br />
AUSTRALIA<br />
IMPORTACIONES<br />
H. ZELANDA<br />
U.R.S.S.<br />
PAÍSES ESTE**<br />
ESPAÑA<br />
1978<br />
1979<br />
1980<br />
1981<br />
1982<br />
1983<br />
1984<br />
1985<br />
1986<br />
1987<br />
1988<br />
13.553.231<br />
16.429.606<br />
18.191.516<br />
19.497.868<br />
18.786.653<br />
20.855.297<br />
19.019.790<br />
18.527.680<br />
19.048.440<br />
20.822.490<br />
21.033.850<br />
2.720.762<br />
2.909.679<br />
2.916.290<br />
2.159.266<br />
2.268.912<br />
2.749.555<br />
2.728.330<br />
3.288.630<br />
3.304.720<br />
3.911.850<br />
3.977.790<br />
778<br />
718<br />
7.565<br />
1.199<br />
578<br />
290<br />
110<br />
310<br />
30<br />
180<br />
80<br />
62<br />
0<br />
130<br />
63<br />
0<br />
0<br />
0<br />
4.350<br />
9.320<br />
8.350<br />
4.150<br />
430.000<br />
448.000<br />
430.000<br />
315.000<br />
305.000<br />
390.000<br />
417.000<br />
312.000<br />
440.000<br />
395.000<br />
4.500<br />
813.803<br />
803.695<br />
776.046<br />
852.625<br />
886.120<br />
852.973<br />
58.810<br />
48.870<br />
16.260<br />
24.630<br />
24.460<br />
792<br />
2.213<br />
1.274<br />
1.420<br />
486<br />
0<br />
1.040<br />
1.000<br />
227.970<br />
205.370<br />
217.250<br />
Años<br />
MUNDO<br />
CEE •<br />
AUSTRALIA<br />
EXPORTACIONES<br />
N. ZELANDA<br />
U.R.S.S.<br />
PAÍSES ESTE**<br />
ESPAÑA<br />
1978<br />
1979<br />
1980<br />
1981<br />
1982<br />
1983<br />
1984<br />
1985<br />
1986<br />
1987<br />
1988<br />
13.939.830<br />
15.142.013<br />
18.164.966<br />
19.439.935<br />
18.541.280<br />
21.196.238<br />
19.237.530<br />
18.765.980<br />
19.457.150<br />
21.718.720<br />
21.533.340<br />
1.544.420<br />
1.245.848<br />
1.283.306<br />
933.226<br />
746.868<br />
1.119.935<br />
1.067.950<br />
1.372.060<br />
1.531.670<br />
1.890.860<br />
2.011.780<br />
4.125.356<br />
3.865.502<br />
6.162.549<br />
5.741.259<br />
6.011.474<br />
7.033.595<br />
6.349.650<br />
6.260.590<br />
6.405.010<br />
7.702.070<br />
6.350.000<br />
17.587<br />
32.307<br />
9.632<br />
21.402<br />
85.260<br />
100.000<br />
820<br />
1.650<br />
149.390<br />
714.210<br />
794.490<br />
0<br />
0<br />
0<br />
0<br />
0<br />
0<br />
0<br />
0<br />
0<br />
0<br />
0<br />
3.971.211<br />
4.767.866<br />
4.961.723<br />
3.802.943<br />
3.677.652<br />
4.034.551<br />
4.288.460<br />
3.606.210<br />
3.085.350<br />
3.798.040<br />
4.418.500<br />
62.692<br />
15.570<br />
23.563<br />
21.800<br />
19.716<br />
25.000<br />
27.180<br />
29.200<br />
63.450<br />
135.280<br />
147.420<br />
* Se considera, para todos los años, la actual composición de la CEE-12.<br />
** Este epígrafe comprende a: Bulgaria, Checoslovaquia, RDA, Hungría, Polonia, Rumania y Yugoslavia.<br />
Fuente: Anuarios de Comercio de la FAO. Varios años.<br />
En la tabla II se recoge extractado el comercio<br />
mundial de animales vivos de ovino y caprino. Hemos<br />
de señalar que hemos utilizado la única fuente de que<br />
disponemos y que está constituida por los diversos<br />
Anuarios de Comercio de la FAO, con los inconvenientes<br />
de que puede ponefse en tela de juicio la Habilidad<br />
de los datos (aunque realmente lo que nos interesa<br />
es la tendencia), y que además se recogen en una<br />
sola partida las dos especies, si bien es cierto que el<br />
caprino no puede suponer un porcentaje relevante,<br />
por su característica fundamental de contar con una<br />
demanda restringida prácticamente a los países productores,<br />
e incluso se podría decir que a zonas muy<br />
concretas de esos países.<br />
La importación a nivel mundial lleva una tendencia<br />
muy positiva, de tal forma que para el período estudiado<br />
1978-88 se produce un aumento del 55,4%, absorbiendo<br />
la mayor parte los países industrializados,<br />
representados fundamentalmente por la CEE, con una<br />
media de un 20% para dicho período, y tendencia creciente,<br />
lo que demuestra claramente que la importación<br />
es sobre todo de efectivos ovinos, como hemos<br />
Precio en $USA de animales vivos (ovino) en el mercado<br />
internacional, y comparación con el mercado español<br />
1978<br />
1979<br />
1980<br />
1981<br />
1982<br />
1983<br />
1984<br />
1985<br />
1986<br />
1987<br />
AUSTRALIA<br />
$ USA/100 Kg<br />
52,9<br />
74,2<br />
79,5<br />
79,1<br />
37,6<br />
43,8<br />
50,0<br />
29,6<br />
24,2<br />
30,8<br />
N. ZELANDA<br />
$ USA/100 Kg<br />
76,3<br />
83,0<br />
100,1<br />
107,9<br />
112,0<br />
99,7<br />
91,4<br />
85,7<br />
75,4<br />
—<br />
CEE<br />
$ USA/100 Kg<br />
—<br />
—<br />
—<br />
361,0<br />
329,3<br />
293,5<br />
280,0<br />
362,1<br />
400,4<br />
ESPAÜA »<br />
$ USA/100 Kg<br />
__<br />
—<br />
—<br />
—<br />
185,5<br />
148,7<br />
115,2<br />
151,2<br />
192,8<br />
264,7<br />
* Se considera la cotización media del ganado y el cambio medio del $USA al 31<br />
de diciembre de cada año.<br />
Fuente: Elaboración propia a partir de Anuario de Producción de la FAO (años<br />
respectivos), Boletines mensuales de Precios Agrarios e Informe Económico 1988<br />
del BBV.
• — , .<br />
^ • -<br />
192 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
2S0<br />
78<br />
1980 'i Sa2 18134<br />
1986<br />
Moa<br />
Ovino<br />
CEE-1 2<br />
Owino - Caprino<br />
España CEE- 1 2<br />
Caprino<br />
España<br />
Fig. 1.—Censos ovino y caprino en millones de cabezas.<br />
Irnpotaclón<br />
Exportación<br />
Fig. 3.—Comercio internacional de ovino y caprino en España.<br />
8000<br />
7000<br />
6000<br />
sooo<br />
4000<br />
3000<br />
2000<br />
1000<br />
-<br />
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1978 1680 1982 1984 1986 1988<br />
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/\<br />
-^—^ ~<br />
450<br />
400<br />
350<br />
300<br />
250<br />
200<br />
160<br />
100<br />
50<br />
0<br />
-<br />
^-<br />
\___~—<br />
1982<br />
1984<br />
/ / / /<br />
Años<br />
Años<br />
Imp. Exp. Imp. Imp. Exp. Exp.<br />
CEE CEE URSS Este Aus. Este<br />
N.2.<br />
España<br />
Fig. 2.—Comercio internacional de ovino y caprino.<br />
manifestado, puesto que el censo comunitario caprino<br />
se mantiene estable.<br />
La importación en España era prácticamente despreciable<br />
hasta 1986, año en el que crece con respecto<br />
a 1985 en un 22.700%, cifra totalmente irreal, pero<br />
que muestra la existencia de un tremendo incremento<br />
del dinamismo comercial tras nuestra entrada en la<br />
Comunidad Económica Europea, con la consiguiente<br />
desaparición de barreras fronterizas al tráfico pecuario.<br />
La exportación a nivel mundial sigue, en buena lógica,<br />
la misma tónica observada en la importación.<br />
Los principales países exportadores son: Australia y<br />
Nueva Zelanda, con el 33,2% del total mundial, dominando<br />
entre ambos el mercado, consecuencia de sus<br />
elevadas posibilidades de producción a muy bajo coste,<br />
de la gran calidad de sus razas y de la gran competitividad<br />
de sus precios; en segundo lugar destacan<br />
los países del este de Europa (exceptuando a la<br />
URSS), dominadores del 20% del mercado a nivel<br />
mundial, aunque esta posición tan ventajosa tenga<br />
Fig. 4.—Precio del ovino para vida en el mercado español e<br />
internacional.<br />
otros motivos totalmente diferentes, ya que son países<br />
que dedican a la exportación la práctica totalidad de<br />
su producción con el objeto de obtener divisas con las<br />
que hacer frente a la compra de otros bienes en el<br />
mercado internacional, hecho que tiene una gran importancia<br />
tras el desmantelamiento de la economía<br />
marxista y el paso a una economía de mercado.<br />
En la exportación española se observa también la<br />
dinámica comercial marcada por nuestra adhesión a<br />
la CEE, pero en contra de las expectativas creadas<br />
antes de nuestra entrada, los datos corroboran que la<br />
balanza comercial se invierte y pasa a ser bastante<br />
deficitaria.<br />
La clave a este panorama mundial hay que buscarla<br />
en los precios de los mercados que cotizan a nivel<br />
internacional (tabla III); hay que hacer la salvedad de<br />
que el caprino no cotiza en éstos, observándose que<br />
son mucho más competitivos los mercados australiano<br />
y neozelandés que el comunitario y español, y ello<br />
es lógico si tenemos en cuenta su mucho menor coste<br />
de producción basado en el menor impacto de la re-
ANÁLISIS ECONÓMICO DEL COMERCIO MUNDIAL DE ANIMALES VIVOS (OVINO CAPRINO) 193<br />
muneración de los factores alimentación (explotación<br />
en grandes superficies sin ningún aporte suplementario)<br />
y mano de obra (por su sistema de grandes rebaños<br />
manejados por pocas personas a caballo). Por último,<br />
consideramos que la apertura al mercado de la<br />
Europa del este abre nuevas expectativas, ya que su<br />
competencia puede basarse en nuevos objetivos, pasando<br />
a exportar por el bocho de simples acuerdos<br />
comerciales y cotizando en los mercados internacionales<br />
con unos precios francamente conipelilivos; recordemos<br />
que su producción es también mucho menos<br />
costosa que la comunitaria, ya que está basada en<br />
una mano de obra menos onerosa.<br />
Todo este panorama coloca a nuestro país en una<br />
posición escasamente competitiva en contra de las expectativas<br />
suscitadas, debiendo hacer hincapié en lo<br />
que ha sido señalado por diversos autores (6), que debemos<br />
tender a una reducción de nuestros costes para<br />
poder lograr un precio competitivo, debiendo reestructurar<br />
el sector en el que no tienen cabida nuestros<br />
cebaderos, y potenciar la explotación de nuestros<br />
secanos en integración con estas especies. Es evidente<br />
que nuestro mercado interior se ha visto afectado y<br />
puede deteriorarse mucho más si no se adoptan las<br />
medidas oportunas.<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
1. Anuario de Comercio. lid. RAO, liorna, varios años.<br />
2. Anuario de Producción, lid. 1AO, liorna, varios años.<br />
3. Boletín de Precios Agrarios, lid. Secretaría General Técnica<br />
del MAPA, varios años.<br />
4. Informe económico 19SS. lid. Raneo de Uilbao-Vizcavíi.<br />
Bilbao, 1989.<br />
5. PYZ SAEZ, A., y lilJIZ ARAD, ],.: «Aportación al e.onoeiinicnlo<br />
de ki estructura económica de la producción<br />
ovina». III Jornadas Internacionales de la SHO, Mérida,<br />
1979.<br />
6. RUIZ, L.; PAZ, A., y ROUCO, A.: «Análisis económico de<br />
una explotación de ovino». XIV Jornadas Científicas de<br />
la <strong>SEOC</strong>. Jaén, 1989.
Comunicación<br />
Análisis económico del mercado mundial de carne de ovino<br />
L. Ruiz Abad*, A. Rouco Yáñez** y J. A. Aguado Ramo***<br />
INTRODUCCIÓN<br />
Continuando con la línea de trabajo que nos ha llevado<br />
a participar en anteriores Jornadas Científicas<br />
de esta Sociedad, el equipo que constituimos la Unidad<br />
Docente de Economía Agraria de la Facultad de Veterinaria<br />
de Madrid presentamos unas comunicaciones<br />
con la pretensión de colaborar en el conocimiento y<br />
desarrollo de los sectores ovino y caprino.<br />
Dado que España hace cuatro años que pertenece a<br />
la Comunidad Económica Europea, y que en estas<br />
Jornadas hay una ponencia que realiza un análisis<br />
económico del sector ovino español, hemos creído<br />
conveniente tocar dos aspectos que puedan complementar<br />
la misma y que se refieren al análisis económico<br />
del comercio mundial de animales vivos (ovinos<br />
y caprinos —los anuarios de la FAO los recoge englobados—),<br />
y de la carne de ovino.<br />
La pretendida situación favorable que se iba a presentar<br />
para este sector tras nuestra adhesión a la<br />
CEE, según manifestaciones de diversos autores y de<br />
la propia Administración, se ha revelado a posteriori<br />
problemática, desfavorable e incierta para el futuro,<br />
de tal forma que en las Jornadas de esta Sociedad del<br />
año 1988, celebradas en Segovia, se apuntaba la importancia<br />
que tienen las primas para la subsistencia<br />
del mismo, lo que nos llevó a realizar el análisis de<br />
una explotación (presentada en Jaén en 1989), donde<br />
quedaba de manifiesto cómo estas subvenciones habían<br />
supuesto el 20% del total de los ingresos en 1988<br />
y el 14,21% en 1989, lo que realmente demuestra la<br />
tremenda importancia que este capítulo representa<br />
en la actualidad en nuestro sector ovino, con todos los<br />
problemas que esto conlleva.<br />
PRODUCCIÓN DE CARNE<br />
La ubicación de la cabana ovina en el mundo se rige<br />
por una serie de parámetros que han sido puestos<br />
* Profesor titular de la Cátedra de Economía Agraria del<br />
Departamento de Producción Animal de la Facultad de<br />
Veterinaria de la UCM. Carretera de La Coruña, s/n,<br />
28040 Madrid.<br />
** Becario de FPI de la Cátedra de Economía Agraria del<br />
Departamento de Producción Animal de la Facultad de<br />
Veterinaria de la UCM. Carretera de La Coruña, s/n,<br />
28040 Madrid.<br />
*** Profesor titular interino de Estados Unidos de la Cátedra<br />
de Economía Agraria del Departamento de Producción<br />
Animal de la Facultad de Veterinaria de la UCM.<br />
Carretera de La Coruña, s/n, 28040 Madrid.<br />
de manifiesto por diversos autores; de éstos vamos a<br />
citar los más importantes: a) zonas de baja densidad<br />
humana; b) grandes extensiones de terreno; c) escaso<br />
nivel de pluviometría, y d) zonas, en definitiva, con<br />
una producción no mercadeable y donde el ovino, y<br />
en su caso el caprino, juegan un papel primordial para<br />
obtener unos recursos que de otra forma se perderían,<br />
con la consiguiente degradación por desertización.<br />
En la tabla I y figura 1 podemos ver la evolución de<br />
la producción de carne de ovino en el mundo, la CEE<br />
y los países que hemos considerado más representativos.<br />
Años<br />
1965<br />
1975<br />
1978<br />
1979<br />
1980<br />
1981<br />
1982<br />
1983<br />
1984<br />
1985<br />
1986<br />
1987<br />
Tabla I<br />
Producción de carne de ovino<br />
(peso canal total, en miles de toneladas)<br />
MUHDIAL<br />
5.180<br />
6.777<br />
5.535<br />
5.502<br />
5.849<br />
5.984<br />
6.244<br />
6.139<br />
6.145<br />
6.242<br />
6.246<br />
6.420<br />
CEE
ANÁLISIS ECONÓMICO DEL MERCADO MUNDIAL DE CARNE DE OVINO 195<br />
Salvo en el caso de la URSS, que manifiesta más<br />
fluctuaciones que el resto de las series y una cierta<br />
tendencia a la estabilidad, el resto se muestra con un<br />
trend ascendente, aunque si bien es cierto que esta<br />
producción no llega a alcanzar el dinamismo del resto<br />
de las especies animales (salvo el caprino, que presenta<br />
el mismo comportamiento) por motivos inherentes<br />
a la propia oferta (hemos señalado los más importantes)<br />
y a la demanda de carne de esta especie (que<br />
veremos más adelante), aunque ya ha sido señalado<br />
en diversos trabajos.<br />
Tomando los datos correspondientes al censo mundial<br />
de ovino del Anuario de Estadística Agraria del<br />
MAPA para el año 1987, vemos cómo su distribución<br />
porcentual es la siguiente:<br />
— Australia: 13,5%.<br />
— CEE: 7,2%.<br />
— Nueva Zelanda: 6,2%.<br />
— URSS: 12,2%.<br />
— Países del Este*: 4,1%.<br />
— España**: 1,5%.<br />
Frente a esta distribución mundial del censo, vemos<br />
cómo se reparte la producción de carne (tabla I), que<br />
porcentualmente es:<br />
— Australia: 9,1%.<br />
— CEE: 14,4%.<br />
— Nueva Zelanda: 9,4%.<br />
— Países del Este*: 4,3%.<br />
— España**: 3,2*.<br />
Esto, unido a los datos que presentamos en la otra<br />
Comunicación, en los que se puede apreciar que los<br />
países del Este representan el 20,5% del total mundial<br />
de la exportación de animales vivos y Australia el<br />
29,4%, nos da una idea previa de la ubicación del ovino<br />
en el mundo y de las principales corrientes comerciales,<br />
de tal forma, y sirva como ejemplo, que la CEE,<br />
que tiene el 7,2% de la población ovina mundial, produce<br />
el 14,4% de la carne, lo que significa que es un<br />
bloque netamente importador de animales vivos,<br />
amén del comercio de canales como veremos más<br />
adelante.<br />
PAÍSES IMPORTADORES<br />
Partimos de un producto que es la carne y recordamos<br />
cómo cursando Economía Agraria en la licenciatura<br />
el profesor PAZ SAEZ nos decía: «Los países desarrollados<br />
son los que pueden acceder a estos productos,<br />
es decir, tenemos la suerte de poder comer<br />
carne, y algunos todos los días.» Es evidente que hablamos,<br />
por tanto, de que son los países desarrollados<br />
los que pueden acceder a estos productos, siendo así<br />
* En este bloque hemos incluido Bulgaria, Checoslovaquia,<br />
RDA, Hungría, Polonia, Rumania y Yugoslavia.<br />
* Este porcentaje ya está incluido en el de la CEE.<br />
los países con mayores recursos económicos los que<br />
abarcan el mayor porcentaje de la importación de ovino,<br />
como se puede apreciar en la tabla II y figura 2.<br />
Así podemos ver cómo entre la CEE (327.277 toneladas),<br />
la URSS (40.000 toneladas), los países árabes<br />
(260.000 toneladas) y Japón (70.000 toneladas) representan<br />
en el año 1988 el 82,15% del total mundial de<br />
importaciones de carne de ovino.<br />
No sólo tiene una tremenda importancia que sean<br />
los países con más recursos económicos los que puedan<br />
adquirir carne de ovino en el mercado mundial,<br />
sino que además hay que considerar que en otras<br />
producciones, como los monogástricos, se puede producir<br />
en los propios países un sistema intensificado,<br />
lo que no se puede dar en esta especie por tratarse de<br />
una producción extensiva y necesitar, por tanto, de un<br />
espacio físico (factor tierra) determinado (el modelo<br />
de cebo español intensificado hace tiempo que venimos<br />
señalando que está en crisis).<br />
Todo ello nos dice que son los países productores<br />
los que tienen que seguir abasteciendo de carne de<br />
ovino a los países más industrializados.<br />
No obstante, hay que hacer constar que hablamos<br />
de una demanda que presenta un crecimiento muy<br />
bajo (por razones ya expuestas en multitud de trabajos),<br />
y que además no es previsible que vaya a incrementarse<br />
mucho más.<br />
Hay que resaltar que en la CEE son el Reino Unido<br />
y Francia los mayores importadores, puesto que abarcan<br />
el 60% del total, lo que supondría un buen mercado<br />
para la producción española si logramos establecer<br />
una competitividad en precios de mercado, algo<br />
bastante señalado y no de fácil solución, puesto que<br />
supondría afrontar la crisis de nuestro secano en su<br />
conjunto.<br />
Tampoco hay que olvidar a los países árabes con<br />
Irán e Irak a la cabeza de las importaciones de estos<br />
países, con el 70%, aunque es preciso no olvidarse de<br />
las condiciones que requieren estos países para la importación<br />
de carne.<br />
PAÍSES EXPORTADORES<br />
Si observamos la tabla II (exportaciones) y la figura<br />
3, vemos cómo son los países que cumplen las condiciones<br />
que señalamos, al hablar de la ubicación del<br />
ovino en el mundo, los que abastecen el mercado<br />
mundial. Véase cómo entre Australia y Nueva Zelanda<br />
abarcan el 70% del total de exportaciones mundiales.<br />
Asimismo, y por razones de política de mercados, la<br />
CEE supone alrededor del 16% de las exportaciones<br />
mundiales.<br />
Es lógico pensar que estos grandes países exportadores<br />
no sólo cumplen las condiciones descritas, sino<br />
que además, la incidencia de los costes fijos en la explotación<br />
de esta especie es prácticamente nula, lo<br />
que determina que se obtenga un producto a un precio<br />
muy competitivo en el mercado mundial.
196 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
Tabla II<br />
Comercio internacional de carne de ovino, en toneladas<br />
Años<br />
MUNDO<br />
CEE *<br />
AUSTRALIA<br />
IMPORTACIONES<br />
N. ZELANDA<br />
U.R.S.S.<br />
PAÍSES ESTE**<br />
ESPAÑA<br />
1978<br />
1979<br />
1980<br />
1981<br />
1982<br />
1983<br />
1984<br />
1985<br />
1986<br />
1987<br />
1988<br />
738.050<br />
792.466<br />
827.394<br />
853.046<br />
870.688<br />
820.640<br />
804.130<br />
811.012<br />
862.567<br />
870.193<br />
848.698<br />
351.871<br />
335.340<br />
299.545<br />
263.675<br />
334.411<br />
284.025<br />
286.780<br />
287.400<br />
302.539<br />
316.677<br />
327.277<br />
6<br />
4<br />
9<br />
15<br />
0<br />
445<br />
3.470<br />
1.575<br />
1.488<br />
1.175<br />
1.900<br />
11<br />
28<br />
0<br />
27<br />
17<br />
5<br />
0<br />
25<br />
11<br />
18<br />
51<br />
10.000<br />
70.000<br />
130.000<br />
135.000<br />
120.000<br />
100.000<br />
45.000<br />
40.000<br />
77.000<br />
62.000<br />
40.000<br />
3.162<br />
3.000<br />
2.998<br />
3.302<br />
7.100<br />
5.800<br />
8.258<br />
22.608<br />
1.200<br />
1.500<br />
8.583<br />
934<br />
1.039<br />
310<br />
1.737<br />
1.500<br />
763<br />
640<br />
1.500<br />
7.862<br />
11.421<br />
14.725<br />
Años<br />
MUNDO<br />
CEE *<br />
AUSTRALIA<br />
EXPORTACIONES<br />
N. ZELANDA<br />
U.R.S.S.<br />
PAÍSES ESTE»*<br />
ESPAÑA<br />
1978<br />
1979<br />
1980<br />
1981<br />
1982<br />
1983<br />
1984<br />
1985<br />
1986<br />
1987<br />
1988<br />
776.484<br />
814.077<br />
793.028<br />
932.817<br />
843.345<br />
909.561<br />
858.665<br />
818.010<br />
843.924<br />
928.358<br />
869.102<br />
80.798<br />
79.026<br />
77.632<br />
72.396<br />
68.215<br />
72.913<br />
79.414<br />
89.046<br />
101.182<br />
120.434<br />
139.826<br />
192.424<br />
152.213<br />
189.986<br />
242.583<br />
146.998<br />
172.698<br />
93.325<br />
91.993<br />
143.997<br />
167.623<br />
166.396<br />
376.108<br />
461.949<br />
418.282<br />
494.247<br />
455.600<br />
506.458<br />
523.968<br />
496.463<br />
448.661<br />
509.897<br />
433.661<br />
0<br />
0<br />
0<br />
0<br />
0<br />
0<br />
0<br />
0<br />
0<br />
0<br />
0<br />
29.376<br />
30.016<br />
30.609<br />
23.812<br />
47.789<br />
33.103<br />
38.092<br />
40.121<br />
35.013<br />
36.338<br />
34.426<br />
2.081<br />
839<br />
1.374<br />
1.041<br />
1.100<br />
1.234<br />
1.309<br />
1.000<br />
5.381<br />
7.872<br />
19.676<br />
* Se considera, para lodos los años, la actual composición de la CKF.-12.<br />
** liste epígrafe comprende a: Bulgaria, Checoslovaquia, RDA, Hungría, Polonia, Rumania y Yugoslavia.<br />
Fuente: Anuario de Producción de la PAO. Varios años.<br />
900 i—•<br />
800 r<br />
9SO<br />
700<br />
S00<br />
500<br />
400<br />
300<br />
200<br />
100 r<br />
0L<br />
1982 1984<br />
50 l 1978 1980<br />
1982 1984<br />
1988<br />
Años<br />
Años<br />
Mundo<br />
CEE<br />
--- URSS<br />
Fig. 2.—Comercio internacional de carne de ovino, importación.<br />
Mundo<br />
CEE<br />
Aus.<br />
N.Z.<br />
Fig. 3.—Comercio internacional de carne de ovino, exportación.
ANÁLISIS ECONÓMICO DEL MERCADO MUNDIAL DE CARNE DE OVINO 197<br />
Tabla III<br />
Precio medio en $USA de la carne de cordero y carnero<br />
de 13 a 16 kg de PV en el mercado internacional<br />
y comparación con el mercado español<br />
Importación<br />
Exportación<br />
NUEVA ZELANDA<br />
ESPAÑA *<br />
$ USA/100 Kg<br />
$ USA/100 Kg<br />
1978<br />
1979<br />
203,2<br />
220,8<br />
322,1<br />
.417,7<br />
1978 1980 1982 1984 1986 1988<br />
Años<br />
Fig. 4.—Comercio internacional español de carne de ovino.<br />
1980<br />
1981<br />
1982<br />
267,7<br />
310,1<br />
312,0<br />
368,2<br />
321,8<br />
271,4<br />
450r- ' ••<br />
! " N. Zelanda<br />
,_„:<br />
España<br />
1983<br />
268,0<br />
218,4<br />
1984<br />
326,0<br />
225,1<br />
1985<br />
370,0<br />
298,3<br />
1986<br />
399,0<br />
389,5<br />
1987<br />
379,0<br />
421,6<br />
* Se considerad cambio medio del SUSA a! 31 de diciembre de cada año.<br />
Fuente: Elaboración propia a partir de: Anuario de Producción de la FAO (años<br />
respectivos). Boletines Mensuales de Estadística del MAPA e Informe Hconómico<br />
1988 del BBV.<br />
No podemos dejar de señalar la incidencia de los<br />
países del Este, que en la tabla II se puede apreciar<br />
cómo representan en torno al 4,5% de las exportaciones<br />
mundiales, y ello no significa que sean grandes<br />
productores, sino que es debido al sistema económico<br />
vigente hasta la actualidad, lo que les hacía exportar<br />
prácticamente toda su producción para tener así una<br />
fuente de entrada de divisas.<br />
No obstante, en el futuro habrá que prestar atención<br />
al desarrollo de la economía de mercado en este<br />
bloque, y ver hacia dónde apunta su lógico crecimiento<br />
én el sector productivo que indudablemente se tiene<br />
que dar y que incidirá en el mercado mundial del<br />
sector o sectores de que se trate.<br />
El comercio internacional español de carne de ovino<br />
apenas si ha mostrado dinamismo hasta nuestro<br />
ingreso en la CEE (figura 4), debido fundamentalmente<br />
a que teníamos un buen grado de autoabastecimiento<br />
por un lado, y por otro nuestra falta de competitividad<br />
en precios en el mercado mundial.<br />
A partir del año 1986 el comercio se muestra más<br />
dinámico y a pesar de que la figura 4 muestra que<br />
nuestras exportaciones se encuentran por encima de<br />
las importaciones, no es muy indicativo de la realidad,<br />
puesto que el mercado interior está acusando un<br />
mayor impacto en las importaciones de canales congeladas<br />
de Nueva Zelanda, que lo que puede suponer<br />
nuestro nivel de exportaciones para el conjunto.<br />
Sin entrar en mayores consideraciones sobre la po-<br />
1980 1982<br />
Años<br />
Fig. 5.—Precio de carne de ovino en los mercados español e<br />
internacional.<br />
lítica comunitaria y su incidencia sobre nuestro sector<br />
productivo, así como en el comercio internacional, sí<br />
debemos poner de manifiesto que son realmente<br />
nuestros precios de mercado los que determinan la<br />
falta de competitividad de nuestra carne de ovino en<br />
el mercado mundial, como se puede apreciar en la tabla<br />
III y figura 5, aunque se manifieste un período con<br />
precios más bajos, puesto que es debido a la paridad<br />
de la peseta con el dólar.<br />
Es el precio, como decimos, el verdadero problema,<br />
lo que manifiesta nuestra deficiencia estructural y<br />
consiguientemente que tengamos unos costes de producción<br />
más elevados, por lo que debemos remitirnos<br />
a una serie de acciones que son recogidas en diversos<br />
trabajos expresados en la bibliografía y que en resumen<br />
vienen a decir que se debe de abandonar la producción<br />
intensiva en esta especie y abordarse una reestruturación<br />
del secano español, tomándolo como un<br />
conjunto, lo que podría llevar, y esa es la meta, a una<br />
disminución de los costes de producción.<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
1. Anuario de Comercio. Ed. FAO, varios años.<br />
2. Anuario de Estadística Agraria 1987. Ed. Secretaría<br />
General Técnica del MAPA, Madrid, 1989.<br />
3. Anuario de Producción. Ed. FAO, varios años.
198 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
4. Boletines mensuales de Estadística. Ed. Secretaría General<br />
Técnica del MAPA, Madrid, meses y años respectivos.<br />
5. ESTEBAN MUÑOZ, C: «El sector de las carnes de ovino<br />
y caprino en la CEE. Incidencia de nuestra incorporación<br />
sobre el ovino y caprino español». V Jornadas<br />
Técnicas sobre el Ganado Ovino, Barcelona, 1987.<br />
6. Informe económico 1988. Ed. BBV, Bilbao, 1989.<br />
7. MOLINA, T.: «Ganadería intensiva y déflcit de la balanza<br />
de pagos agrícola». Agricultura, 538: 19,1977.<br />
8. PAZ SAEZ, A., y RUIZ ABAD, L.: «Aportación al conocimiento<br />
de la estructura económica de la producción<br />
ovina». /// Reunión Internacional de Producción Ovina,<br />
Mérida (Badajoz), 1979.<br />
9. PAZ SAEZ, A., y RUIZ ABAD, L.: «Impacto de la política<br />
comunitaria y el mercado en la producción ovina<br />
española, con especial referencia a Castilla-León». XIII<br />
Jornadas Científicas de la <strong>SEOC</strong>, Segovia, 1988.<br />
10. SORIA GUTIÉRREZ, R., y RODRÍGUEZ ZUÑIGA, M.:<br />
«Estructura de la oferta derivada del sector ovino: una<br />
aproximación regional». Monografía núm. 2 del DEA<br />
del CSIC, Madrid, 1977.
Comunicación<br />
Métodos de gestión técnico-económica en explotaciones<br />
de ganado OYÍno en Albacete<br />
S. Joy y L Gallego*<br />
INTRODUCCIÓN<br />
Históricamente el ganado ovino ha tenido una gran<br />
importancia en Castilla-La Mancha, donde como consecuencia<br />
de sus características climáticas y agrológicas,<br />
ha ido configurándose una zona, desde el punto<br />
de vista ganadero, de clara especialización extensiva,<br />
y muy particularmente ovina.<br />
En 1986 había en la comunidad aproximadamente<br />
3.00CK000 de cabezas de ganado ovino, lo que supone<br />
un 18,9% del total nacional, habiendo experimentado<br />
este censo durante el cuatrienio 1982-86 un crecimiento<br />
del" 3^7%. Su distribución regional coloca a<br />
Ciudad Real como primera provincia en cuanto a censo<br />
con un 28,8%, seguida a continuación de Albacete<br />
con el 23,16%, quedando en último lugar Guadalajara<br />
con el 14,4%.<br />
La raza más importante en la población es la Manchega,<br />
tanto en términos absolutos (43,14%) como relativos,<br />
consecuencia de su doble capacidad productora<br />
y de los altos rendimientos comerciales, y de la calidad,<br />
alcanzados en la producción de carne y leche.<br />
Destaca también el alto porcentaje de razas cuyas<br />
áreas de origen se sitúan dentro de los límites regionales<br />
o muy próximas a ellos (Alcarreña, Talaverana<br />
y Segureña), lo que garantiza un notable grado de<br />
adaptación de los efectivos a las condiciones específicas<br />
de explotación en la región.<br />
La característica más general en el conjunto de las<br />
explotaciones ovinas de la región es su reducido tamaño,<br />
con 189 cabezas/explotación como media. En<br />
total se calcula que existen en Castilla-La Mancha alrededor<br />
de 13.000 explotaciones ovinas, en general<br />
de volumen reducido y carácter familiar, lo que hace<br />
que un 60% de los rebaños cuenten con menos de 200<br />
cabezas como media, lo que determina una serie de<br />
importantes limitaciones estructurales y dificulta la<br />
incorporación de las mejoras necesarias.<br />
Sin embargo, junto a esta situación descrita, coexisten<br />
grandes explotaciones ovinas que agrupan casi el<br />
50% del censo regional, destinadas tanto a la producción<br />
de carne como de leche, que soportan rebaños<br />
de dimensiones considerables, donde las propias con-<br />
* Departamento de Ciencia y Tecnología Agroforestal. Universidad<br />
de Castilla-La Mancha.<br />
diciones de explotación han permitido su mejora. Así,<br />
el sistema de un parto por año ha dado paso a otros<br />
que reducen sensiblemente el intervalo entre partos<br />
(tres partos/dos años, cubrición intermitente). La mayoría<br />
de las explotaciones poseen base territorial, lo<br />
que permite realizar una planificación alimenticia<br />
que evite las grandes oscilaciones de los subproductos<br />
agrícolas. Y por último, como exponente de este alto<br />
grado de tecnificación apuntado en estas explotaciones,<br />
resaltar el incremento permanente en el número<br />
de instalaciones de ordeño mecánico incorporadas recientemente.<br />
Este tipo de explotaciones son también frecuentes<br />
en la provincia de Albacete, cuya agricultura ha evolucionado<br />
profundamente en el curso de estos últimos<br />
veinte años como consecuencia del descubrimiento de<br />
importantes reservas de agua que han permitido<br />
transformar en regadío grandes extensiones de terreno.<br />
Esta nueva situación ha afectado de manera importante<br />
a la cabana ovina provincial, que ha asistido durante<br />
este período de tiempo a un proceso de intensificación<br />
de sus sistemas de producción, prestando cada<br />
vez más atención a su especialización lechera.<br />
Por todo lo anterior, de todas las especies explotadas<br />
en la región, la ovina constituye quizá la de más<br />
evidente futuro, al margen de situaciones puramente<br />
coyunturales, dado, de una parte, las condiciones específicas<br />
de la zona, y de otra, su menor dependencia<br />
de concentrados que otras especies, aprovechando recursos<br />
baratos que de otra manera se perderían.<br />
No obstante, esta situación interesante descrita para<br />
este tipo de explotaciones ovinas de la región contrasta<br />
con los estudios más recientes llevados a cabo,<br />
en los que se ponen de manifiesto los numerosos problemas<br />
que inciden negativamente sobre la rentabilidad<br />
del ganado ovino, que ha llegado a hacer temer<br />
por la supervivencia de muchas de ellas.<br />
Por ello, paralelamente con la difusión de nuevas<br />
técnicas productivas destinadas a incrementar el número<br />
de corderos por oveja, la mejora de las condiciones<br />
alimenticias o a elevar la atención sanitaria del<br />
ganado, es necesario introducir técnicas de gestión<br />
que permitan un anáfisis riguroso de las condiciones<br />
de viabilidad de las explotaciones y establezcan criterios<br />
de rentabilidad que permitan al ganadero una toma<br />
más racional de sus decisiones.
200 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
LA GESTIÓN TECNICO-ECONOMICA:<br />
CONSIDERACIONES GENERALES<br />
El desarrollo de métodos de gestión de explotaciones<br />
agropecuarias ha tenido lugar en las dos últimas<br />
décadas en un gran número de países, a partir de una<br />
concepción empresarial de actividades agrarias. La<br />
aplicación de estas técnicas al mejor aprovechamiento<br />
de los recursos y a la reconducción de las distintas<br />
actividades ha sido posible gracias al desarrollo de la<br />
informática, y a la creación de estructuras asociativas<br />
que han permitido desarrollarlas. «Los métodos de<br />
gestión tienen como objetivo proponer métodos para<br />
una mejora neta y duradera de eficiencia económica<br />
de la empresa agrícola» (CORDONNIER y cois., 1983).<br />
La técnica de gestión más simple y utilizada es el<br />
análisis de grupo o comparativo, que emplea un número<br />
determinado de índices técnicos y económicos<br />
que constituyen la base de comparación frente a beneficios<br />
o márgenes obtenidos. A partir de él se determinan<br />
los elementos que limitan con mayor medida<br />
los resultados.<br />
El análisis factorial es una técnica analítica que<br />
permite conclusiones más objetivas, aunque introduce<br />
una mayor complejidad (CORDONNIER y cois., 1983).<br />
Pretende explicar las causas de variación de un cierto<br />
número de criterios (o índices) previamente seleccionados,<br />
a partir de diferentes factores independientes<br />
entre sí.<br />
Otras técnicas de apoyo utilizadas en la fase de<br />
análisis son las regresiones, análisis de la varianza,<br />
de correlaciones, y análisis presupuestario. Este último<br />
pretende prever los resultados tras la introducción<br />
de cambios en el sistema de producción.<br />
Por último, los modelos lineales de decisión determinan<br />
los programas óptimos a través de la elección<br />
de las combinaciones que conducen a la mayor eficacia<br />
productiva de la explotación (JUDEZ, 1983).<br />
La precisión y la validez de las conclusiones depende<br />
principalmente del nivel de precisión y de la calidad<br />
cualitativa de la información recogida.<br />
En España los Institutos Técnicos de Gestión, creados<br />
en Navarra en 1979 a modo de los centros de gestión<br />
franceses, han sido pioneros en la aplicación de<br />
estas técnicas de modo continuo, desarrollándose en<br />
sectores como el bovino, porcino, cereales y recientemente<br />
ovino. En el sector ovino los Servicios Centrales<br />
de Extensión Agraria han puesto a punto un programa<br />
de gestión a nivel nacional (GÓMEZ TORAN,<br />
1984). Por otro lado, la Agencia de Desarrollo Ganadero<br />
cuenta con otro programa y algunos resultados.<br />
En Aragón se está coordinando una acción común que<br />
permita desarrollar un control de gestión único para<br />
cada una de las actividades agrarias más importantes,<br />
entre las que destaca el interés por la ganadería<br />
ovina.<br />
OBJETIVOS PRINCIPALES<br />
Los principales objetivos que un plan de gestión técnico-económica<br />
aplicado a las ganaderías ovinas de la<br />
provincia de Albacete pretende conseguir podemos<br />
resumirlos así:<br />
1. Establecimiento de una metodología<br />
y procesado de datos<br />
Se incluye como objetivo, ya que la toma y procesado<br />
de datos constituyen el núcleo central de un control<br />
de gestión y determinan los límites del análisis<br />
posterior a realizar. Por otro lado es en esta fase; donde<br />
surgen mayores problemas, siendo necesario conocer<br />
el nivel de precisión de la información, establecer<br />
criterios de valoración comunes y de normalización<br />
de los datos. Es necesario también establecer una metodología<br />
de la recogida de la información asequible<br />
al ganadero.<br />
2. Características de los sistemas de producción<br />
Se trata de definir los sistemas de producción atendiendo<br />
a las características estructurales de la explotación<br />
y al manejo del ganado. Para ello se consideran<br />
los distintos niveles de intensificación, analizando<br />
entre éstos los siguientes parámetros.<br />
— Superficies pastables.<br />
— Alimentación en aprisco.<br />
— Reproducción (selección, razas o cruces, tratamientos,<br />
manejo, cubrición).<br />
— Producción de corderos (destete, cruce industrial).<br />
— Producción de leche.<br />
— Instalaciones.<br />
— Mano de obra.<br />
— Tamaño del rebaño.<br />
3. Metodología para el análisis<br />
de explotaciones ovinas<br />
Se pretende desarrollar y contrastar métodos de<br />
análisis de gestión técnico-económica que permitan<br />
concluir los medios necesarios para incrementar la<br />
rentabilidad de las explotaciones, estimada mediante<br />
márgenes brutos. Se realizará a partir de la información<br />
recopilada en un número limitado de explotaciones.<br />
Para ello se distribuirán en grupos atendiendo a<br />
criterios básicos y claramente diferenciados del sistema<br />
de producción.<br />
4. Determinación de modelos óptimos<br />
Una vez realizado el análisis de las explotaciones y<br />
llegado a las conclusiones correspondientes acerca de<br />
los factores limitantes de la rentabilidad se plantea<br />
como objetivo último la determinación de modelos óptimos<br />
de explotaciones ovinas de carne y carne-leche.<br />
«Un modelo de empresa agrícola puede definirse como
MÉTODOS DE GESTIÓN TECNICO-ECONOMICA EN EXPLOTACIONES DE GANADO OVINO EN ALBACETE 201<br />
la representación formal de los conocimientos relativos<br />
a una unidad de producción agrícola. El modelo<br />
se convierte en modelo de decisión cuando va unido a<br />
una función objetiva, como, por ejemplo, el de optimización<br />
del ingreso neto» (CORDONNIER, 1983).<br />
MATERIALES Y MÉTODOS<br />
Materiales<br />
Para la realización del presente trabajo se ha contado,<br />
en una primera fase, con 15 explotaciones, tanto<br />
de carne como de carne-leche, de la provincia de<br />
Albacete. Su elección se realizó procurando que fueran<br />
lo más representativas posible de determinadas<br />
zonas geográficas y diferentes sistemas de explotación.<br />
Además, de entre las ganaderías seleccionadas<br />
por los anteriores criterios se eligieron aquellas cuyos<br />
responsables mostraron un mayor grado de interés<br />
por el plan, por considerar de gran importancia la colaboración<br />
del empresario en las labores de recogida<br />
de datos.<br />
Durante el primer año de funcionamiento se recogieron<br />
datos correspondientes a 11 ganaderías, donde<br />
la raza predominante fue la Manchega en distintos<br />
grados de cruzamiento. Las explotaciones ganaderas<br />
estaban situadas en fincas agrícolas generalmente extensas,<br />
que les proporcionaron la base de pastoreo<br />
sobre subproductos agrícolas y, en muy pocos casos,<br />
superficies forrajeras destinadas al rebaño.<br />
El manejo reproductivo seguido en todos los casos<br />
fue el de tres partos en dos años. El destete se realizó<br />
precozmente, dada la orientación lechera de la mayor<br />
parte de las explotaciones y, aunque el cebo de los<br />
corderos en la explotación es la práctica más generalizada,<br />
en algunos casos la venta tuvo lugar al destete.<br />
Métodos<br />
1. Recopilación de la información<br />
A) Ficha técnica de explotación (anejo 1)<br />
En ella se recogen y almacenan los principales datos<br />
técnicos de infraestructura de la explotación. Su<br />
finalidad principal es conocer en todo momento las líneas<br />
principales de actuación de cada ganadero, así<br />
como los medios con que cuenta para realizarlas.<br />
Consiste en una encuesta realizada directamente sobre<br />
el ganadero con una periodicidad anual.<br />
— Corderos muertos.<br />
— Fecha de entrada de machos y número.<br />
— Número de ovejas en ordeño.<br />
— Muerte de reproductores/as.<br />
— Corderos destetados.<br />
B.2.<br />
Parid diario de ingresos y gastos<br />
En el que se recogen datos de:<br />
— Ventas de corderos.<br />
— Ventas de subproductos (lana, pieles, estiércol,<br />
etc.).<br />
— Venta de leche.<br />
— Gastos sanitarios y varios.<br />
— Gastos de mano de obra.<br />
En gastos varios se incluyen los referentes a cuotas,<br />
seguros, gastos de esquileo, portes, agua, luz, contribuciones,<br />
etc.<br />
B.3.<br />
Parte diario de compra y almacenamiento<br />
de alimentos<br />
Recoge todos los productos alimenticios que se almacenan<br />
con destino a la alimentación del ganado en<br />
pesebre. En él se anotan las entradas de productos,<br />
ya sean de propia explotación o del exterior.<br />
En él se anotan los datos sobre:<br />
— Pienso de corderos.<br />
— Pienso de ovejas.<br />
— Heno.<br />
— Subproductos.<br />
En este apartado se incluye la valoración de las cosechas<br />
de cultivos que son aprovechadas por el ganado<br />
mediante pastoreo, situación que se puede abordar<br />
desde dos puntos de vista. El primero y más sencillo<br />
consiste en considerar el precio de arrendamiento del<br />
cultivo en los casos en que existen referencias en el<br />
mercado agrario. El segundo contempla la valoración<br />
a partir de los gastos directos ocasionados por el cultivo<br />
y del precio de mercado anual de la tierra.<br />
Cuando se recolectan excedentes de pastoreo, en la<br />
valoración detallada se incluyen los ingresos procedentes<br />
de dicha recolección y los gastos originados<br />
por ésta. Por el contrario, si el aprovechamiento a<br />
diente de un cultivo es esporádico o parcial, se valora<br />
exclusivamente dicho aprovechamiento.<br />
B) Partes mensuales (anejo 2)<br />
B.l.<br />
Parte diario ganadero<br />
En él se recoge la evolución diaria de los siguientes<br />
parámetros:<br />
— Número de partos (simples, dobles).<br />
— Número de abortos.<br />
C) Partes anuales (anejo 3)<br />
Los datos correspondientes a este documento se obtienen<br />
al final de cada ejercicio, es decir, en el mes de<br />
diciembre. En él se reflejan los inventarios de principio<br />
y final de año de los principales factores de producción<br />
(reproductores, alimentos en almacén, corderos,<br />
estiércol, etc.), todos ellos valorados debidamente.
202 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
Tabla I<br />
Media, desviación típica y matriz de correlaciones<br />
de los principales índices técnicos-económicos<br />
Tabla II<br />
Comparación de resultados obtenidos en diferentes<br />
programas de gestión técnico-económica<br />
ÍNDICES<br />
TÉCNICOS<br />
MEDIA V DESVIA<br />
CION TÍPICA<br />
CORRELACIONES<br />
PB<br />
(IB<br />
ÍNDICES TÉCNICOS<br />
ALBACETE .<br />
ZARAGOZA<br />
TARN<br />
(FRANCIA)<br />
Efectivo medio de ovejas<br />
Efectivo medio de machos<br />
Mano de obra (UTH)<br />
N« de ovejas / UTH<br />
Fertilidad Anual (X)"<br />
Protificidad (%)<br />
Tasa abortos (%)<br />
Tasa mortalidad de corderos (%)<br />
Tasa desecho {%)<br />
Tasa mortalidad reproductores (%)<br />
Tasa renuevo (%)<br />
ÍNDICES DE PRODUCCIÓN<br />
721,2 ! 379,0<br />
17.5 i 13,9<br />
2,3 i 1,2<br />
311,4 i 156,2<br />
117,2 i 19,1<br />
130,0 i 10,1<br />
3,3 t 3,1<br />
14.6 ! 12,2<br />
11,6 í 9,8<br />
3,3 i 1,7<br />
16,2 ! 7,4<br />
0,08<br />
0,44<br />
0,41<br />
-0,15<br />
0,57<br />
0,62<br />
0,35<br />
-0,80<br />
0,57<br />
-0,01<br />
0,21<br />
0,10<br />
0,42<br />
0,35<br />
0,08<br />
0,59<br />
0,32<br />
0,06<br />
-0,51<br />
0,28<br />
0,13<br />
0,22<br />
Efectivo medio de ovejas<br />
Erectivo medio de machos<br />
mano de obra (UTH)<br />
N3 de ovejas / UTH<br />
Fertilidad (%)<br />
Proliticidad (%)<br />
Tara abortos í%)<br />
Tara mortalidad de corderos 1%)<br />
Tara desecho (%)<br />
Tara mortalidad reproductores {%)<br />
Tara semero (%)<br />
ÍNDICES DE PRODUCCIÓN<br />
721,2 s 379,0 •<br />
17,5 i 13,9<br />
2,3 • 1,2<br />
311,4 ; 156,2<br />
129,1 : 19,1<br />
130,0 s 10,1<br />
3,3 : 3,7<br />
4,6 ! 2,2<br />
1 1,6 i 9,8<br />
3,3 s 1.7<br />
16.2 ! 7,4<br />
625 ! 528<br />
11 ± A<br />
1.8: 1<br />
331 i 113<br />
122 s 12<br />
133 i 14<br />
12 : 6<br />
12 : 6<br />
15 : 5<br />
94<br />
147.5<br />
7.4<br />
20.7<br />
2.2<br />
29<br />
Productividad numérica<br />
Productividad ponderal (kg)<br />
Peso venta corderos (kg)<br />
Precio venta corderos íptas)<br />
Leche vendida por oveja íl)<br />
Precio venta leche íptas)<br />
1,3 ! 0,3<br />
26,6 t 6.6<br />
20,2 i 4,5<br />
407,3 i 7,4<br />
29,2 i 12,9<br />
99,1 ! 17,6<br />
0,84<br />
0,56<br />
0,12<br />
0,30<br />
0,51<br />
0,27<br />
0,70<br />
0,12<br />
-0,20<br />
0,03<br />
0,43<br />
-0,06<br />
Productividad numérica<br />
Productividad ponderal (kg)<br />
Peso venta .corderos (kg)<br />
Precio venta corderos (ptas)<br />
Leche vendida por oveja (1)<br />
Precio venta leche (ptas)<br />
1.3 : 0.3<br />
26,6 : 6,6<br />
20.2 s 4.5<br />
407,3 : 7,4<br />
29,2 i 12.9<br />
99,1 i 17,6<br />
1.4: 2<br />
32 i 6<br />
23.6: 1.7<br />
342 : 18<br />
13<br />
168-8<br />
ÍNDICES DE CONSUMO<br />
Concentrado consumido ovejas (kg/oveja)<br />
Heno consumido ovejas (kg/oveja)<br />
Subproductos consumidos ovejas (kg/oveja)<br />
Concentrado consumido corderos (kg/cordero)<br />
Precio medio concentrado ovejas (pías)<br />
Precio medio heno (ptas)<br />
Precio medio subproducto (ptas)<br />
Precio medio concentrado corderos (ptas)<br />
68,0 i 31,9<br />
98,8 i 68,2<br />
286,1 *204,7<br />
41,0 í 16,8<br />
24,2 i 1,2<br />
15,8 s 0,6<br />
5,6 i 1,1<br />
38,2 ! 7,9<br />
0,04<br />
-0,08<br />
-0,15<br />
0,10<br />
-0,13<br />
0,29<br />
0,16<br />
-0,04<br />
-0,09<br />
-0,14<br />
-0,40<br />
0,07<br />
-0,08<br />
0,21<br />
0,07<br />
-0,26<br />
ÍNDICES DE CONSUMO<br />
Concentrado consumido ovejas (kg/oveja)<br />
Heno consumido ovejas (kg/oveja)<br />
Subproductos consumidos ovejas (kg/oveja)<br />
Concentrado consumido corderos (kg/cordero)<br />
Precio medio concentrado ovejas (otas)<br />
Precio medio neno (ptas)<br />
Precio medio subproducto (ptas)<br />
Precio medio concentrado corderos (ptas)<br />
68,0 : 31.9<br />
98,8 ': 68.2<br />
286,1 ;204.7<br />
41,0 i 16.6<br />
24.2 ! 1.2<br />
15.8 : 0,6<br />
5,6: 1,1<br />
38,2 : 7.9<br />
58 : 31<br />
67 : 75<br />
148 : 88<br />
137 5<br />
ÍNDICES ECONÓMICOS<br />
ÍNDICES ECONÓMICOS<br />
Producto bruto por oveja (ptas)<br />
Gastos alimentación corderos (ptas/oveja)<br />
Gastos alimentación pesebre (ptas/oveja)<br />
Gastos sanitarios (ptas/oveja)<br />
Margen bruto por oveja (ptas)<br />
13255,5 i 4663,1<br />
2279,4; 988,6<br />
4627.8 i 2296,3<br />
374,7 i 274,4<br />
5973,6 ; 3149,8<br />
1<br />
0,28<br />
0,57<br />
0,32<br />
0,78<br />
0,78<br />
0,34<br />
-0,02<br />
0,34<br />
1<br />
Producto bruto por oveja (ptas)<br />
Gastos alimentación corderos (Ptas/oveja)<br />
Gastos alimentación pesebre (ptas/oveja)<br />
Gastos sanitarios (ptas/oveja)<br />
Margen bruto por oveja (ptas)<br />
3255,5 ! 4663.1<br />
2279,4 : 988.6<br />
4627.8 : 2296.3<br />
374,7 : 274.4<br />
6137.2 : 3149.8<br />
1073! :1908<br />
1764: 47<br />
2520 : 794<br />
154. 93<br />
6290 :2002<br />
27980<br />
4160<br />
432<br />
19380<br />
2. índices calculados<br />
Los principales índices reproductores utilizados<br />
son:<br />
— Fertilidad anual: número de partos/100 ovejas<br />
mayores un año.<br />
— Prolifícidad: número medio de corderos nacidos<br />
por parto.<br />
— Productividad numérica: número de corderos<br />
vendidos/oveja y año.<br />
— Tasa de abortos: porcentaje sobre número de<br />
partos.<br />
— Productividad ponderal: kilogramos de carne<br />
vendidos/oveja y año.<br />
Los índices económicos se han expresado en pesetas/oveja<br />
y año, y han sido los siguientes:<br />
— Producto bruto: variaciones de inventario y ventas<br />
de productos.<br />
— Margen bruto: PB-gastos de alimentación en pesebre<br />
y sanitarios.<br />
RESULTADOS<br />
En la tabla I se presentan las medias y desviaciones<br />
típicas de los índices técnico-económicos estudiados,<br />
así como las correlaciones de todos ellos con el PB y<br />
el MB, considerados como los índices de mayor im-.<br />
portancia económica.<br />
En lo que respecta a los valores medios de los índices<br />
calculados, en general se pueden considerar propios<br />
de un sistema de explotación semiextensivo, con<br />
un ritmo reproductivo de tres partos en dos años. En<br />
esta línea se sitúan el valor de la fertilidad anual<br />
(117,2%) y la prolifícidad (130%), resultando, sin embargo,<br />
un poco alto el índice de mortalidad de corderos<br />
(14,6%).<br />
El peso de venta de los corderos (20,2 kg) indica la<br />
existencia de explotaciones donde se produce el cebo<br />
junto a otras donde la venta se realiza como lechales.<br />
La leche vendida por oveja y año (29,21) expresa una<br />
no muy firme orientación lechera en las explotaciones.<br />
En el conjunto de índices económicos, el alto valor<br />
alcanzado por el PB es consecuencia de la doble<br />
orientación carne-leche de los rebaños, que se traduce<br />
en un valor alto también de los gastos de alimentación<br />
en pesebre de las ovejas.<br />
De entre los índices técnicos que más repercusión<br />
tienen, tanto sobre el PB como sobre el MB, destacan<br />
la fertilidad anual (0,57 y 0,59, respectivamente), la<br />
prolifícidad (0,62 y 0,32) y en sentido negativo la mortalidad<br />
de corderos (-0,80 y -0,51). Otros parámetros
MÉTODOS DE GESTIÓN TECNICO-ECONOMICA EN EXPLOTACIONES DE GANADO OVINO EN ALBACETE 203<br />
que también explican, aunque en menor medida, los<br />
índices considerados son el efectivo medio de machos<br />
y la tasa de desecho.<br />
La productividad numérica destaca como el índice<br />
de producción que más explica las variaciones del PB<br />
(0,84) y del MB (0,70). A continuación, en este grupo<br />
de índices productivos se sitúa la leche vendida, con<br />
unos coeficientes de correlación de 0,51 y 0,43 con el<br />
PB y el MB, respectivamente. La productividad ponderal<br />
se relaciona con un coeficiente 0,56 con el PB,<br />
mientras que con el MB tan sólo es de 0,12.<br />
Por último, indicar en relación con los índices económicos<br />
la estrecha relación, como era de esperar,<br />
entre PB y MB (0,78), así como la incidencia positiva<br />
de los gastos de alimentación de ovejas con el<br />
PB (0,57).<br />
En las figuras 1 y 2 se han representado las frecuencias<br />
de distribución de partos y producción de leche<br />
a lo largo del año. En lo que respecta a los partos,<br />
en la figura se aprecia con cierta claridad la existencia<br />
en la raza Manchega de anoestro estacionario, con<br />
un mínimo porcentaje de partos en junio y julio (cubriciones<br />
en enero-febrero) y un máximo en los meses<br />
de enero y abril (cubriciones en agosto y noviembre).<br />
Con más claridad aparece representada en la figura 2<br />
la estacionalidad en la producción de leche, concentrándose<br />
gran parte de la producción en los meses de<br />
primavera, para ser mínima en el otoño. Ello es consecuencia,<br />
por una parte, de la distribución de partos<br />
comentada anteriormente, y por otra del ordeño coyuntural<br />
de algunos rebaños, aprovechando la vegetación<br />
espontánea propia de la época.<br />
La figura 3 recoge el porcentaje de ovejas del total<br />
del rebaño que se ordeñan mensualmente, con valores<br />
medios del conjunto de explotaciones participantes<br />
en el programa. Se observa también una clara estacionalidad<br />
coincidente con la anterior, de tal manera<br />
que en el mes de mayo se ordeñan un 33% del total<br />
de efectivos, mientras que en el de octubre este porcentaje<br />
es tan sólo del 10%. En general, la proporción<br />
de ovejas ordeñadas mensualmente resulta baja, probablemente<br />
debido a la corta duración de las lactaciones,<br />
que dificulta que se solapen mensualmente. A<br />
ello se unen las bajas producciones de leche encontradas,<br />
que aparecen perfectamente determinadas en<br />
la figura 4, en la que se observa cómo la producción<br />
media diaria por oveja a lo largo de todo el año se encuentra<br />
en el intervalo 0,3-0,6 1/día, cifra a todas luces<br />
reducida.<br />
A pesar de que la muestra de explotaciones escogidas<br />
en esta primera fase del programa es reducida, se<br />
ha encontrado una gran variabilidad en muchos de<br />
los parámetros estudiados entre los diferentes rebaños.<br />
Con el fin de ilustrar esta situación se han elaborado<br />
las figuras 5 y 6.<br />
El parámetro más uniforme en todas las explotaciones<br />
es la prolificidad que presenta una baja desviación<br />
típica, mientras que margen bruto, producto bruto<br />
y productividad ponderal, por el contrario, adquieren<br />
valores muy diferentes entre explotaciones.<br />
Otro tanto sucede con los datos sobre consumo de<br />
alimentos reflejados en la figura 6, en los que se aprecia<br />
una gran variabilidad entre explotaciones en el<br />
consumo de concentrados, henos y subproductos.<br />
Estos últimos resultados comentados dificultan notablemente<br />
la estandarización de un sistema de producción<br />
propio de rebaños lecheros en la provincia de<br />
Albacete, a pesar de que el marco agrológico y climático<br />
resulta bastante uniforme, poniéndose claramente<br />
de manifiesto que en un contexto general similar<br />
existen diferentes maneras de enfocar la producción,<br />
con resultados económicos diversos.<br />
Resulta de gran interés también la comparación de<br />
los índices obtenidos en Albacete, determinados por<br />
un sistema de explotación concreto, con los calculados<br />
como consecuencia de programas de gestión similares,<br />
aplicados en otras razas y con otros sistemas de<br />
explotación. Con este fin se ha elaborado la tabla 2,<br />
que recoge datos de explotaciones ovinas de carne en<br />
Zaragoza y de carne-leche en el Tarn (Francia).<br />
Destaca en primer lugar la baja fertilidad anual<br />
(94%) de los rebaños franceses frente a los de Albacete<br />
y Zaragoza, consecuencia de la explotación de una<br />
raza como la Lacaune, caracterizada por la aparición<br />
de un fuerte anoestro estacional, que obliga a la realización<br />
de un solo parto al año. Por otro lado, la prolificidad<br />
resulta superior en el caso francés. La tasa de<br />
desecho en el caso de los rebaños Lacaune (20,7%)<br />
resta siempre superior a los de Zaragoza (15%) y a la<br />
de los manchegos (11,6%). En Francia la intensidad<br />
de renuevo anual (29%) resulta casi doble que la de<br />
Albacete (16,2%).<br />
La productividad numérica resultó ser muy similar<br />
en los tres casos considerados, aunque hay que hacer<br />
constar que en el caso de la Lacaune esta productividad<br />
se obtiene con un parto al año solamente, frente<br />
a los 1,5 partos de las otras dos razas consideradas.<br />
Probablemente la mayor prolificidad observada, junto<br />
a una menor tasa de mortalidad de corderos, sean suficientes<br />
para contrarrestar el menor número de partos<br />
por oveja y año obtenidos.<br />
Donde también vuelven a plantearse diferencias<br />
sustanciales entre los dos casos estudiados y el francés<br />
es en lo relativo al consumo de concentrado por<br />
las ovejas. Los 137,5 kg/oveja del Tarn suponen más<br />
del doble de los consumidos en Albacete y Zaragoza,<br />
poniendo claramente de manifiesto una fuerte intensificación<br />
productiva, sobre todo en lo que a producción<br />
de leche se refiere, que necesariamente obliga a<br />
un incremento en el uso de concentrados, y como consecuencia<br />
a una menor dependencia de los recursos<br />
alimenticios espontáneos.<br />
Esta última afirmación queda claramente contrastada<br />
al comparar las producciones de leche por oveja<br />
en el caso de la Lacaune (168,8 1) y de la Manchega<br />
(29,2 1). Estas diferencias de producción de leche entre<br />
ambas razas son debidas en buena parte al intenso<br />
esfuerzo de selección realizado en la raza francesa<br />
en los últimos cuarenta años, que han permitido obtener<br />
los espectaculares resultados comentados. A ello<br />
hay que añadir el alto consumo de concentrados por
204 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
20 (%)<br />
15<br />
10<br />
í;L'íí<br />
m<br />
m<br />
Ab My Jn<br />
Meses<br />
i<br />
De<br />
vrn fm &$ pv B<br />
En Fb Mr Ab My Jn Jl Ag St Oc No De<br />
Meses<br />
Fig. Ir—Distribución de frecuencia de partos (%).<br />
Fig. 3.—Porcentaje de ovejas ordeñadas<br />
mensualmente.<br />
l./dia<br />
0.6<br />
0.5<br />
0.4<br />
0.3<br />
0.2<br />
0.1<br />
_ N-M.-.. : .:&£.l„<br />
My Jn Jl Ag<br />
Meses<br />
0 L En Fb Mr Ab My Jn Jl Ag<br />
Meses<br />
St Oc No De<br />
Fig. 2.—Frecuencia de la producción de leche (%).<br />
Fig. 4.—Producción media diaria por oveja.
MÉTODOS DE GESTIÓN TECNICO-ECONOMICA EN EXPLOTACIONES DE GANADO OVINO EN ALBACETE 205<br />
Margen bruto (x 1000) Producto bruto (x 1000)<br />
10<br />
A B C D E F Q H I J K L M X<br />
Explotaciones<br />
Prolificidad<br />
A B C D E F G H I J K L M X<br />
Explotaciones<br />
Prod. ponderal<br />
A B C D E F G H I J K L M X<br />
Explotaciones<br />
A B C D E F G H I<br />
Explotaciones<br />
J K L M X<br />
Fig. 5.—Principales parámetros productivos por explotación.<br />
las ovejas, lo que les facilita la expresión de su máximo<br />
potencial genético, en este caso referido a la producción<br />
de leche.<br />
Los índices económicos también muestran unas diferencias<br />
sustanciales entre los sistemas de explotación<br />
comparados. De un lado, entre Albacete y Zaragoza<br />
existen diferencias en el producto bruto obtenido<br />
(13.255 ptas. vs. 10,731 ptas.), consecuencia sin duda<br />
de la orientación carne-leche en el primer caso y carne<br />
sólo en el segundo, que produce mayores ingresos<br />
por la venta de leche. Sin embargo, los menores gastos<br />
en alimentación de corderos (1.764 ptas. vs. 2.279<br />
ptas.) y, sobre todo, la disminución de gastos de ali-
206 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
Kg. pienso<br />
50 r<br />
Kg. heno<br />
350<br />
300 -<br />
250 -<br />
200 -<br />
150 -<br />
100 -,<br />
50<br />
A B C D E F G H I .JKLMX<br />
Explotaciones<br />
n<br />
i i 1<br />
A B C D E F Q H ' I<br />
Explotaciones<br />
J K L M X<br />
800<br />
Kg. subprod.<br />
600<br />
400<br />
200<br />
A B C D E F G H I J K L M X<br />
Explotaciones<br />
Fig. 6.—Consumo de alimentos por explotación.<br />
mentación de las ovejas (257 ptas. vs. 4.627 ptas.),<br />
hacen que el margen bruto sea ligeramente superior<br />
en el caso de Zaragoza. Mucho más importantes aparecen<br />
las diferencias entre índices al comparar los<br />
dos sistemas de producción orientados hacia la carneleche.<br />
Así el producto bruto (27.980 ptas. vs. 13.255<br />
ptas.) resulta ser más del doble en el caso francés que<br />
en el de Albacete y, como los gastos de alimentación<br />
en pesebre de las ovejas son muy similares, ello determina<br />
un margen bruto para los rebaños franceses<br />
3,2 veces superior al de los de Albacete.
MÉTODOS DE GESTIÓN TECNICO-ECONOMICA EN EXPLOTACIONES DE GANADO OVINO EN ALBACETE 207<br />
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208 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
ANEJO 1<br />
FICHA DE EXPLOTACIÓN<br />
Año Comarca Nombre<br />
Municipio<br />
Núm. ganadería<br />
I. BASE ALIMENTICIA<br />
• Explotación agrícola: tipos de tenencia de tierra y superficies (haj.<br />
Regadío<br />
Secano<br />
Pastos naturales<br />
Monte-erial<br />
Propiedad<br />
Arriendo<br />
Otros<br />
-<br />
TOTAL<br />
• Cultivos y aprovechamientos.<br />
Se incluyen los cultivos que hayan tenido lugar durante el año al que se refiere esta ficha.<br />
Cultivo Núm. ha Fecha siembra Fecha recolección Producción (kg)<br />
Aprovechamiento ganado<br />
Tipo<br />
Período<br />
• Alquiler de pastos<br />
Tipo de aprovechamiento Período Núm. ha<br />
II.<br />
INSTALACIONES Y MATERIAL GANADERO<br />
Utilización Dimensiones Año de ejecución<br />
Coste de ejecución<br />
o compra<br />
Naves<br />
Otras<br />
instalaciones<br />
Material ganadero
MÉTODOS DE GESTIÓN TECNICO-ECONOMICA EN EXPLOTACIONES DE GANADO OVINO EN ALBACETE 209<br />
III.<br />
MANO DE OBRA<br />
Número<br />
Jornadas por año<br />
Metálico<br />
Remuneración bruta<br />
Especies<br />
Asalariados fijos<br />
Asalariados eventuales<br />
Familiar<br />
IV. GANADO<br />
Raza Número de cabezas Peso<br />
Machos<br />
Hembras<br />
Detallar la relación de ovejas no propias en el rebaño y de otro tipo de animales en la explotación.<br />
Reposición<br />
Criterios de selección<br />
— Reposición (hembras): Propia Comprada<br />
Raza<br />
— Reposición (machos): Propia Comprada<br />
Raza<br />
/o<br />
— Edad primera cubrición 9 ; Edad puesta en servicio 6<br />
Manejo reproductivo<br />
Sistema de cubrición<br />
— Manejo de la cubrición (lotes, flushing)<br />
— Tratamientos hormonales<br />
• Tipo de tratamiento<br />
• Número de animales<br />
— Inseminación artificial (número de animales)<br />
— Intervalo parto-cubrición
210 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
Manejo del ganado<br />
Especificar el manejo más frecuente del ganado en cada fase fisiológica a lo largo del año, indicando para cada<br />
grupo si se mantiene separado del resto o en qué condiciones permanece.<br />
— Machos: Período de cubrición<br />
Período de descanso<br />
— Ovejas: Fin de gestación<br />
— Ovejas lactantes: Parto simple<br />
— Ovejas vacías<br />
— Borregos/as<br />
Parto múltiple<br />
Manejo de los corderos<br />
— Número de días permanentemente con la madre<br />
— Edad y peso aproximado al destete<br />
— Criterios de lotes de corderos<br />
— Número de celdas individuales para el parto<br />
Manejo sanitario (vacunas y tratamientos)<br />
— Ganado reproductor<br />
— Borregos/as<br />
— Corderos<br />
Problemas sanitarios más destacables:<br />
Manejo del ordeño<br />
— Tipo de sala de ordeño<br />
— Duración del ordeño
MÉTODOS DE GESTIÓN TECNICO-ECONOMICA EN EXPLOTACIONES DE GANADO OVINO EN ALBACETE 211<br />
ANEJO 2<br />
PARTE DIARIO GANADERO<br />
Gan. Mes Año<br />
Días<br />
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31<br />
Núm.<br />
partos<br />
Simples<br />
Dobles<br />
De más<br />
Abortos<br />
Corderos muertos<br />
N.° machos<br />
Entrada<br />
de<br />
machos<br />
N.° hembras<br />
Raza machos<br />
Cont. cel.<br />
Salida machos (1)<br />
Núm. ovejas ordeño<br />
Muerte<br />
reproductores<br />
Machos<br />
Hembras<br />
Corderas<br />
Destete corderos<br />
PARTE DIARIO DE INGRESOS Y GASTOS Gan. Mes Año<br />
Días<br />
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31<br />
Venta<br />
de<br />
corderos<br />
Venta de<br />
subprod.<br />
de la<br />
explotación<br />
Venta<br />
de<br />
leche<br />
Gastos<br />
sanitarios<br />
y varios<br />
Gastos<br />
mano<br />
de obra<br />
Número<br />
Kilos<br />
Pesetas<br />
Tipo<br />
Cantidad<br />
Pesetas<br />
Litros<br />
Pesetas<br />
Producto<br />
Pesetas<br />
UTH<br />
Pesetas
212 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
PARTE DIARIO DE COMPRA Y<br />
ALMACENAMIENTO DE ALIMENTOS<br />
Gan. Mes Año<br />
Días<br />
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31<br />
Pienso<br />
corderos<br />
Pienso<br />
ovejas<br />
Tipo<br />
Kilos<br />
Pesetas<br />
Tipo<br />
Küos<br />
Pesetas<br />
COMPRAS<br />
Heno<br />
Subproductos<br />
Tipo<br />
Kilos<br />
Pesetas<br />
Tipo<br />
Kilos<br />
Pesetas<br />
•<br />
Corrector<br />
Tipo<br />
Cantidad<br />
Pesetas
MÉTODOS DE GESTIÓN TECNICO-ECONOMICA EN EXPLOTACIONES DE GANADO OVINO EN ALBACETE 213<br />
ANEJOS<br />
PARTE ANUAL ECONÓMICO<br />
INICIAL FINAL<br />
Gan. Mes Año Mes Año<br />
Pienso de<br />
corderos<br />
Pienso de ovejas<br />
Heno<br />
Subproductos<br />
Corree.<br />
Almacén<br />
P. comp. Otros<br />
P. comp. Cebada Maíz Otros<br />
Alfalfa<br />
Veza Otros<br />
Paj. cer. Paj. leg. Otros<br />
Inventario<br />
Kg.<br />
Pts.<br />
Inventario<br />
Ganado<br />
Ovejas<br />
Machos<br />
Borros<br />
Borras<br />
N.°<br />
Corderos<br />
Kg/cor.<br />
Cabezas<br />
Pts/cabeza<br />
Subproductos<br />
Cult. forr + 1 año<br />
C. forraj. anual<br />
Regadío<br />
Secano Pastos Monte<br />
Regadío<br />
Secano<br />
Regadío<br />
Secano<br />
Pastos propios<br />
Pastos arrend.<br />
Has.<br />
Pts/has.<br />
Has.<br />
Pts/has.<br />
Cultivos de la explotación<br />
No forrajeros<br />
Forrajeros<br />
Pasto<br />
natural<br />
Monte<br />
erial<br />
Sau<br />
Cereales<br />
Huerta<br />
frutales<br />
Otros<br />
+ de 1 año + de 1 año<br />
Arriendo Propiedad Total<br />
Regadío<br />
Secano<br />
Razas<br />
UTH (total)<br />
UTH (ovino)<br />
Lluvia<br />
CV<br />
Almacén<br />
Apris<br />
Ordeño<br />
/o /o /o %<br />
Fam.<br />
Asal.<br />
Temp.<br />
Fam. Asal. Tem.<br />
mm.<br />
m 2<br />
m 2<br />
Unidad<br />
Pt s/jorn.
Comunicación<br />
La ovinicultura en Portugal^ Situación y perspectivas<br />
de desarrollo en los años noventa*<br />
Francisco Cabra! Calheiros<br />
Estación Zootécnica Nacional (INIA). Departamento de Ovinicultura.<br />
Fonte Boa-2000 Vale de Santarém. Portugal.<br />
SITUACIÓN PREVIA A LA INTEGRACIÓN DEL PAÍS<br />
EN EL MERCADO COMÚN<br />
Es corriente decir que la mayor parte de los suelos<br />
del país tienen aptitud forestal o capacidad de soporte<br />
para cultivos cerealíferos y pastos espontáneos o sembrados<br />
de secano. De dicha circunstancia resultaba<br />
atribuirle una marcada vocación para la producción<br />
de rumiantes.<br />
De éstos, tenían un lugar privilegiado los ovinos<br />
que, según se decía, debido a las características de su<br />
sistema productivo y reproductivo se ajustan mejor al<br />
ciclo de la producción forrajera, pudiendo dispensar<br />
la utilización de alimentos concentrados, si no en la<br />
totalidad, por lo menos a niveles no tan elevados como<br />
los practicados en la producción bovina de leche y<br />
carne.<br />
La participación de estos elementos en la dieta de<br />
los pequeños rumiantes debería ser considerada sólo<br />
como una opción tecnológica, teniendo en vista una<br />
especulación productiva (cuantitativa y cualitativa) naturalmente<br />
rentable (borrego, producción de leche).<br />
A pesar del ya mencionado ajuste de la explotación<br />
de ovinos a las condiciones edafoclimáticas del país,<br />
persistían varios bloqueos al desarrollo de esta especie<br />
que venían contribuyendo para una disminución<br />
significativa de los efectivos en las últimas décadas<br />
que antecedieron a la integración de Portugal en el<br />
Mercado Común en 1986.<br />
Se enumeran, sin pretender atender a un orden de<br />
prioridad, los que tenemos por más importantes:<br />
— La disminución creciente de pastores resultante<br />
del atractivo de las mejores condiciones propiciadas<br />
por otro tipo de actividad en el país o en el extranjero.<br />
— La falta de apoyos (fundamentalmente de créditos)<br />
en el desarrollo tecnológico de los pequeños rumiantes<br />
en privilegio de otros sectores de la producción<br />
pecuaria (bovinos de leche, suinos y aves).<br />
— La producción bovina se tornó más aliciente y<br />
* Materia presentada en un trabajo de síntesis: «Estrangulamientos<br />
en la producción ovina», en Potenciales de<br />
producción/aumentos de la exportación. Filagro-Encuentro/84.<br />
Lisboa, 1984.<br />
en cierta medida más competitiva (menos problemas<br />
sanitarios, de manejo, depredadores y de robos).<br />
— La ineficacia del sistema de comercialización en<br />
base a los precios de garantía (carne y lana) practicados<br />
durante muchos años; esos precios no tenían en<br />
cuenta los costes y los incentivos a la producción.<br />
— La incipiente actividad asociativa y cooperativa.<br />
— La ruptura del entonces Servicio de Asistencia<br />
Técnica a la Ovinicultura sin que, en su alternativa,<br />
fuese dada la necesaria dimensión y operacionalidad<br />
a las nuevas estructuras de extensión rural y de formación<br />
profesional.<br />
— La insignificante cobertura sanitaria relativamente<br />
a unas enfermedades infectocontagiosas como<br />
la brucelosis, la agalaxia contagiosa y la clamidiasis,<br />
así como algunas manifestaciones parasitarias.<br />
Habiendo hecho referencia a los bloqueos que podríamos<br />
considerar específicos, persistían otros coyunturales<br />
y no menos importantes que entramaban<br />
el desarrollo de la ovinicultura en general:<br />
— La dimensión de la empresa agrícola minifundista<br />
en muchas zonas del país, no permitiendo la justa<br />
rentabilidad y la sana competividad.<br />
— La inexistencia de un sistema de registro a nivel<br />
de explotaciones que permitiera la evaluación de la<br />
eficiencia y rentabilidad de las producciones.<br />
— La insuficiencia, a nivel regional, de técnicos especializados<br />
«operacionales» que permitieran una cobertura<br />
técnica suficientemente eficaz.<br />
— La falta de una investigación agraria dirigida y<br />
operante, convenientemente articulada a nivel regional<br />
y nacional, que deje de ser dispersa, paralela y diluida<br />
por innumerables entidades: INIA, direcciones<br />
generales, direcciones-regionales, universidades, diversos<br />
institutos, etc.<br />
PRIMEROS REFLEJOS DE LA ADHESIÓN DEL PAÍS<br />
AL MERCADO COMÚN (PRIMERA FASE)<br />
A pesar de la serie de bloqueos apuntados como<br />
trabas del desarrollo de los pequeños rumiantes, los<br />
ovinocultores vivieron en los inicios de la adhesión un<br />
cierto clima de optimismo y receptividad.
LA OVINICULTURA EN PORTUGAL: SITUACIÓN Y PERSPECTIVAS DE DESARROLLO EN LOS AÑOS NOVENTA 215<br />
ELEMENTOS BIOMETRICOS DE LAS DOS PRINCIPALES RAZAS OVINAS PORTUGUESAS.<br />
RAZA MERINA BLANCA<br />
(Carne)<br />
En: Estudios del crecimiento y composición de canales de borregos Merino Blanco. José Santos Silva (Ing. Agr.). EZN-<br />
Fonte Boa. Abril 1990.<br />
Tabla I<br />
Pesos y edades medias de los borregos provenientes de partos simples al nacimiento, al destete y al inicio del ensayo<br />
ani íi\a i e<br />
15<br />
.1.8<br />
nac i mienta<br />
•: kg. )<br />
4,42 ± 0. 67<br />
¡ Edad<br />
Ppn=<br />
SÜ Si i Edad al i i-<br />
a£ s tst dasret<br />
1 n ,u<br />
a i<br />
i<br />
( días ) ( k q. .)<br />
í<br />
d a 3<br />
49.53+5 •<br />
49 1 6,40±2 .-. o<br />
— -¡<br />
69<br />
•<br />
ái 1 ± 6 . 44<br />
•<br />
•<br />
i c i a 1. *<br />
kg. )<br />
01±3.99<br />
•<br />
* Taza de crecimiento medio en el ensayo: 0,362 kg/día.<br />
Esta circunstancia se debió, en parte, a los apoyos<br />
comunitarios, estatales y en parte a la valoración sustancial<br />
de los productos: carne, leche y queso.<br />
La lana, a pesar de su indiscutible importancia en<br />
la industria textil, va ocupando cada vez más una posición<br />
de subalternidad relativa a aquellos productos.<br />
El precio de la carne en ciertas épocas de producción<br />
ha conseguido precios a niveles europeos e incluso más<br />
elevados, justamente en relación a países del norte,<br />
que son más carentes en aquel primer producto.<br />
Esta situación en el mercado nacional constituye un<br />
factor positivo a la expansión del efectivo ovino, concretamente<br />
en el sur del país resultante, no tanto del<br />
aumento numérico de las explotaciones como por una<br />
consecuencia de la ampliación de los efectivos en los<br />
rebaños. Con todo, en la región del norte y centro interior,<br />
según opinión generalizada, el efectivo ovino<br />
continúa a disminuir.<br />
Puntualmente se verifica en algunas zonas cierta<br />
tendencia para un crecimiento como, por ejemplo, la<br />
zona norte de Ribatejo, y eventualmente en otras de<br />
pequeño significado en el cómputo global del país, caso<br />
del Minho y del Oeste.<br />
Es justamente en las zonas más deprimidas donde<br />
la explotación de los pequeños rumiantes tiene menos<br />
alternativas que los obstáculos hacen sentir más marcadamente<br />
sus efectos y aparecen las mayores dificultades<br />
para romperlos.<br />
Se impone un gran dinamismo de aplicación de acciones<br />
que lleven a pasar esos obstáculos para que<br />
vengan a crearse las condiciones que conduzcan a<br />
una modernización tecnológica de las explotaciones<br />
de ovinos.<br />
Estamos en la CEE, a las puertas del Mercado Único,<br />
y siendo la carne de ovino uno de los productos en<br />
que aquel mercado es deficitario y para lo cual nues-<br />
Tabla II<br />
Clasificación de las canales.<br />
Distribución en porcentaje para las diferentes clases<br />
Ucn íormacion<br />
r- ' —<br />
\-i C a D<br />
sao i 2 y t<br />
4<br />
i<br />
.-.<br />
xL<br />
r<br />
4<br />
i<br />
'*"><br />
^<br />
4<br />
21 !
XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
Tabla III<br />
Rendimiento y composición de las canales<br />
/.i<br />
l c:; •— -—, •<br />
oras.<br />
1 ó 0.3<br />
ai<br />
é. 5<br />
a<br />
•—- - i -<br />
,J.<br />
i,3<br />
cü<br />
17. i<br />
i<br />
i<br />
X<br />
3<br />
57. SO<br />
ab<br />
9.77<br />
ab<br />
10 „ 58<br />
ab<br />
2.13<br />
ab<br />
22.49<br />
57 „ 00<br />
ab<br />
10. 6S<br />
a<br />
1 1 „ 52<br />
5D<br />
2.11<br />
ab<br />
24.39<br />
53. 1<br />
be<br />
13.7<br />
be<br />
12.9<br />
b<br />
3.5<br />
be<br />
30.5<br />
17. / ±<br />
a o<br />
I ..'; ,<br />
i c>. •c a J.<br />
i. 4:<br />
ab<br />
ir<br />
-'<br />
I<br />
l.as canales fueron clasificadas de acuerdo a la clasificación de EZN (Simoes y Calheiros, 1985) que consideran tres clases de conformación (E: buena; Z: regular, y N:<br />
mediana) y cuatro clases de acabado, definidas con base en la grasa (1: magra; 2: medianamente acabada; 3: bien acabada, y 4: grasa).<br />
El estudio de las canales refendu en la tabla fue realizado en la Unidad de Canales de la EZN por el equipo de trabajo coordinado por el doctor Simoes.<br />
tro país tiene posibilidad de producir más y mejor y<br />
exportar, se impone llevar a efecto todo un esfuerzo<br />
de aumento de la productividad sobre pena de no producir<br />
lo suficiente para el consumo interno y estar a<br />
merced de la penetración de los productos de esta especie,<br />
particularmente de nuestra vecina España y/o<br />
de países terceros, si los precios practicados en los<br />
mercados propiciaran ese aflujo.<br />
En opinión general, Portugal tiene condiciones edafoclimáticas<br />
favorables a la producción de forrajes y<br />
suelos que racionalmente corregidos y fertilizados son<br />
susceptibles de proporcionar aumentos significativos<br />
de las áreas de pastoreo y, como consecuencia, el aumento<br />
de los efectivos ovinos.<br />
Sin pretender minimizar la importancia de estos aspectos<br />
que, al concretizarse, tendrían seguramente<br />
impacto en el desarrollo de la ovinicultura, tenemos<br />
como más realista para su progreso, a corto plazo,<br />
privilegiar, en esta fase, el aumento de la productividad<br />
unitaria, esto es, producir más kilos de borrego y<br />
litros de leche por oveja dentro de la mayor economicidad.<br />
Prácticamente concluida la primera fase de adhesión,<br />
es innegable reconocer que se verificó en estos<br />
últimos cuatro años una tendencia evolutiva del sector,<br />
no tanto en la tecnología de producción como en<br />
la «mentalidad» de criadores y técnicos.<br />
Estos tomaron conciencia de la irreversibilidad de<br />
transferencia de funciones y atributos cometido a los<br />
servicios estatales para las organizaciones asociativas,<br />
y aquéllos darán un impulso muy significativo en<br />
la constitución de asociaciones de criadores (se calcula<br />
que existen actualmente cerca de veinte legalizadas<br />
o en vías de legalización) y algunas cooperativas de<br />
producción, éstas en pequeño número y casi nula actividad.<br />
La aplicación en Portugal de los Reglamentos (CEE)<br />
números 355/77 y 797/85, el primero, impulsador de<br />
acciones comunes en la mejora de condiciones de<br />
transformación y comercialización de los productos<br />
agrícolas, y el segundo, institucionalizador de acciones<br />
comunes relativas a la mejora de eficacia de las<br />
estructuras agrícolas, tuvo sus efectos positivos, pero<br />
no tanto como sería deseable y necesario.<br />
Recientemente en el campo de la comercialización<br />
—nueva aplicación del Reglamento (CEE) 355/77— la
LA OVINICULTURA EN PORTUGAL: SITUACIÓN Y PERSPECTIVAS DE DESARROLLO EN LOS AÑOS NOVENTA 217<br />
organización común de mercado relativo a las carnes<br />
de ovino y caprino establece medidas de intervención,<br />
sobre la forma de ayuda, al almacenamiento privado<br />
para canales de borregos y/o piezas si las canales fueran<br />
sometidas a despiece.<br />
En la formación profesional, a pesar de las buenas<br />
intenciones del Fondo Social Europeo, los resultados<br />
prácticos en la formación de «jóvenes» que aquel fondo<br />
contempla no tienen en cuenta la actualización de<br />
los criadores y técnicos más viejos y en actividad y no<br />
corresponden a los objetivos marcados en la mayoría<br />
de los casos.<br />
En el dominio de las acciones estatales podemos<br />
sintetizar en el siguiente orden:<br />
— Creación de estímulos financieros para el desarrollo<br />
del asociativismo, del que resultaron las asociaciones<br />
de criadores verificadas, a bien decir, en los últimos<br />
años.<br />
— Definición de una política de fomento y mejora<br />
de los rumiantes del cual los ovinos y caprinos fueran<br />
contemplados, a nivel nacional, con acciones de mejora<br />
genética (elaboración de inventarios de los recursos<br />
genéticos e incremento de los libros genealógicos<br />
de las razas autóctonas).<br />
— Creación de las Agrupaciones de Defensa Sanitaria<br />
(ADS) con vistas a una definición de programas<br />
sanitarios generalizados en el país.<br />
— Apoyos a la formación profesional a través de<br />
centros de formación profesional, algunos ya en actividad<br />
y otros en vías de funcionamiento. Es de esperar<br />
resultados positivos por cuanto que los organismos<br />
que lo soportan tienen suficiente experiencia técnico-científica<br />
para dicho cometido.<br />
En el presente año el Ministerio de Agricultura,<br />
Pesca y Alimentación lanzó el PROAGRI —Programa<br />
de Apoyo al Refuerzo de las Organizaciones de Agricultores—,<br />
componente del PEDAP —Programa Específico<br />
para el Desarrollo de la Agricultura Portuguesa—,<br />
que tiene por objetivo el refuerzo de la capacidad<br />
técnica y de gestión, la creación y desarrollo de<br />
servicios de normalización y apoyo financiero relativo<br />
a las organizaciones asociativas. El mismo Ministerio<br />
tiene en elaboración el NOVAGRI —Programa de Apoyo<br />
a las Nuevas Actividades Agrícolas—, otro componente<br />
del PEDAP a desarrollarse próximamente. Este<br />
programa, en lo que respecta a los ovinos, tiene como<br />
objetivo estimular la producción y calidad de la leche<br />
y del queso con la introducción de nuevas tecnologías<br />
en el ordeño, en la recogida y conservación y en la fabricación<br />
de estos productos. Tiene por fin la creación<br />
de zonas demarcadas para recuperación de quesos regionales<br />
en vía de desaparición, estimulando simultáneamente<br />
sistemas de defensa para estos productos.<br />
COYUNTURA Y PERSPECTIVAS<br />
DE DESARROLLO<br />
Las muy diversas condiciones de cada región, fundamentalmente<br />
en los aspectos estructurales y socioeconómicos,<br />
no consienten encarar el problema del<br />
desarrollo ovino en una perspectiva de planeamiento<br />
uniforme como es obvio.<br />
Veamos así:<br />
El «Nordeste Transmontano» y la «Beira Interior»<br />
tendrán que privilegiar rebaños de media dimensión<br />
con razas autóctonas explotadas en la aptitud carne/leche<br />
o leche/carne/lana.<br />
Un gran esfuerzo tiene que incidir en las acciones<br />
de manejo, dando particular atención a la sanidad, a<br />
la alimentación, a la reproducción, a los registros zootécnicos<br />
y a los contrastes funcionales.<br />
No se excluye la ventaja de utilizar, en la intensificación<br />
del ovino de carne, el cruzamiento industrial<br />
con una raza pesada de carne.<br />
«La Cova de Beira» y zonas limítrofes, donde se<br />
acantona la segunda mayor población ovina y de más<br />
elevado potencial lechero —la «serra da Estrela»— se<br />
presenta por esta circunstancia y por todo un conjunto<br />
de tradiciones en la fabricación de un queso de<br />
gran renombre —el «Queijo da Serra» (Queso de la<br />
Sierra)—, con una gran vocación para la explotación<br />
de leche.<br />
La significativa rentabilidad de estas explotaciones<br />
consienten las estructuras de los rebaños, que son de<br />
pequeña dimensión y en la gran mayoría explotados<br />
por los propios criadores.<br />
Las acciones específicas prioritarias se relacionan,<br />
fundamentalmente, con aspectos genéticos de mejoramiento<br />
(registro genealógico, contrastes funcionales,<br />
selección y pruebas de descendencia). El ordeño mecánico<br />
es otra acción que interesa ir considerando por<br />
cuanto que en la medida que los ordeñadores manuales<br />
van escaseando, constituyen un factor más de re-,<br />
tracción en los efectivos. Tal vez se justifique la aplicación<br />
de instalaciones de ordeño mecánico en régimen<br />
cooperativo.<br />
Con esta vocación para la producción de leche puede<br />
también considerarse la parte contigua a la región<br />
ya referida y conocida por «Bibatejo Norte».<br />
Aquí las estructuras de la propiedad y de los rebaños<br />
consisten en unidades de mayor dimensión, incluyendo<br />
explotaciones de tipo empresarial.<br />
Aunque la etnia allí difundida sea de tipo amerinado,<br />
creemos que, en una intensificación de la producción<br />
de leche, habrá que optar por otra oveja que<br />
bien podrá ser la «Serra da Estrela» por la circunstancia<br />
de ya haber sido comprobada su buena adaptación<br />
en diversas regiones del país y por no ser muy<br />
creíble una significativa utilización de razas exóticas<br />
de leche, generalmente de difícil aclimatación en los<br />
países que no sean los de origen —Manchega, Lacaunne,<br />
Awassi, Assa.<br />
Algunas explotaciones vienen considerando de cierto<br />
interés la raza de síntesis «Frisserra».<br />
En esta región, en virtud de la mayor dimensión de<br />
los rebaños, es de solución más fácil el problema de la<br />
instalación de salas de ordeño.
218 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
RAZA «SERRA DA ESTRELA»<br />
(Leche)<br />
En: Reunión del grupo PHILOETIOS. (Agrimed/CEE). José Fernandes Ribeiro (Med. Vet). EZN-Fonte<br />
Boa. Septiembre 1987. (Datos tomados por la ANCOSE. Asociación Nacional de Criadores de Ovinos de la<br />
«Serra da Estrela».)<br />
Tabla I<br />
Producciones lecheras referentes a 150 días de lactación<br />
VarieGa uí blanca<br />
!<br />
Var-isdad<br />
¡Magra<br />
i<br />
!<br />
AnQ<br />
Lactac ion<br />
NS da<br />
an imales<br />
Media<br />
diari a<br />
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112<br />
107<br />
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701<br />
105<br />
1010<br />
37<br />
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637<br />
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792<br />
1<br />
1<br />
Manifiestan también aptitud lechera los ovinos de la<br />
región circundante de Lisboa y península de Setubal.<br />
En la basta región del Sur, conocida como «Alentejo»',<br />
se sitúa la mayor población ovina del país de merino<br />
blanco, representando cerca de la mitad del efectivo<br />
global.<br />
Se trata de la población ovina con más vocación para<br />
la producción de carne y sobre la cual ha incidido<br />
una acción generalizada de mejoramiento en lo que<br />
respecta a crecimiento, conformación y características<br />
de lana.<br />
Esta acción se debe, fundamentalmente, a la introducción<br />
del merino precoz a lo largo de cuatro décadas.<br />
Generalmente los rebaños son de gran dimensión y<br />
las estructuras fundiarias de la propiedad permiten la<br />
ampliación de los efectivos si, paralelamente, fuera<br />
ampliada sustancialmente la producción forrajera<br />
(pastos y subproductos para la complementación alimentaria).<br />
Es en esta región donde se detectan potencialidades<br />
inmediatas para la producción de carne en cantidad y<br />
calidad, bastando continuar introduciendo en los rebaños<br />
más heterogéneos carneros mejoradores de tipo<br />
Merino Precoz o Merino Alemán (Fleischschaf), utilizando<br />
carneros pesados de carne —He de Francia,<br />
Berichon du Cher, Sulfolk— en cruzamiento de tipo<br />
industrial o en cruzamientos terminales sobre hembras<br />
Fl cruzadas de autóctonas con una raza prolífica<br />
—Romanov— o eventualmente utilizar alguna raza<br />
exótica de comprobada capacidad de adaptación<br />
(Charolesa, Merino Precoz, Merino Alemán, He ce<br />
France u otras).<br />
La introducción del gen «Booroola» en el merino<br />
blanco puede tener interés para mejorar la prolificidad<br />
en esta raza autóctona.<br />
La explotación de leche como complemento de la<br />
producción de borrego continúa todavía teniendo tradición<br />
e interés económico en el «Alentejo». Creemos,<br />
con todo, ello irá acabándose a medida que vayan disminuyendo<br />
los ejecutores de la ordeña a mano.
LA OVINICULTURA EN PORTUGAL: SITUACIÓN Y PERSPECTIVAS DE DESARROLLO EN LOS AÑOS NOVENTA 219<br />
Tabla II<br />
Duración media de lactación<br />
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La media de los efectivos entre 2.700 animales contrastados en 1985, pertenecientes a 90 criadores, se estimó en 30 animales por explotación.<br />
Consiguieron más de 200 litros 63 ovejas, de variedad Blanca, con la producción máxima de 304 litros en 282 días, y 103 ovejas de variedad Negra,<br />
con la producción máxima de 467 litros en 305 días de lactación.<br />
Las perspectivas de desarrollo de los ovinos en el<br />
país están en razón directa de la capacidad de resolver<br />
los estrangulamientos que fueron apuntados y que<br />
en su mayoría todavía persisten.<br />
No va a ser una tarea fácil ni rápida.<br />
Pensamos que, a pesar de todo, el sector tiene suficientes<br />
potencialidades para superar los factores de<br />
retracción y crear condiciones favorables para su progreso.<br />
Estudios que se vienen efectuando en las dos principales<br />
razas ovinas, la Merina Blanca y la «Serra da<br />
Estrela», revelan ser detentoras de buenos potenciales<br />
productivos para la producción de carne y de leche,<br />
respectivamente.<br />
Las restantes etnias son muy rústicas, bien adaptadas<br />
al medio hostil donde sobreviven, aunque con<br />
productividades suceptibles de incremento en la medida<br />
en que se mejore el medio ambiente y el manejo<br />
a que están sujetas.<br />
La producción de carne constituye la especulación<br />
que sobrepasa en gran medida a las restantes producciones,<br />
pudiendo estimarse en el «Alentejo» la<br />
proporción en 70, 20 y 5% para carne, leche y lana,<br />
respectivamente.<br />
Es evidente que en la zona donde la explotación<br />
predominante es la leche, la carne aparece en segunda<br />
posición por las circunstancias de allí comercializarse<br />
un borrego ligero (borrego de leche o «canastra»)<br />
que en virtud de su precio en el mercado es significativamente<br />
más elevado que aquel practicado en<br />
borregos más pesados, constituye un incremento del<br />
rendimiento tanto más importante cuanto más elevado<br />
fuese la prolificidad de las ovejas. Teniendo en<br />
cuenta la evolución social, no nos resistimos a afirmar<br />
que la producción de carne es una especulación ovina<br />
que tiende a aumentar y que la producción de leche<br />
quedaría así circunscrita a las regiones tradicionalmente<br />
productoras, que hoy están siendo demarcadas<br />
y con capacidad de soportar, por sus características<br />
ambientales, animales de mayor producción.<br />
Así, para la generalidad de las regiones del país, las<br />
explotaciones ovinas tendrán cada vez más vocación<br />
para la producción de carne.<br />
La oveja de multiplicación deberá ser explotada,<br />
fundamentalmente en régimen extensivo, y el tipo de<br />
borrego producido dependerá de la naturaleza del<br />
medio ambiente (explotaciones de tipo más o menos<br />
extensivo), de la tecnología del manejo en el terreno<br />
alimentario (pastos mejorados, suplementación, cebo<br />
y acabado), de los criterios genéticos (cruzamiento industrial<br />
y doble), de los criterios reproductivos (tres<br />
partos en dos años, control del estro, inseminación<br />
artificial) y finalmente de las exigencias de los mercados<br />
consumidores (peso, conformación y acabado).<br />
En Portugal, en lo que respecta a las características<br />
de canal, es cuestión preferencial solamente el tamaño<br />
(peso).<br />
En las regiones del Sur se consume un borrego «pesado»;<br />
en las regiones del Norte y las más marcadamente<br />
lecheras se prefiere un borrego «ligero».<br />
Ni uno ni otro es producido atendiendo a la calidad,<br />
el primero por ser normalmente «viejo» y mal acabado<br />
y el segundo, aunque tierno, es de pequeñas masas<br />
musculares y escaso sabor. A pesar de eso, este tipo<br />
de borrego tiene un mercado asegurado, constituyendo<br />
un plato tradicional muy apreciado en las regiones<br />
donde es producido.<br />
El aumento del peso y la mejoría del acabado de las<br />
canales resultante de la utilización de técnicas simples<br />
traería por sí solo un apreciable desarrollo cuantitativo<br />
de la carne de ovino.<br />
Mucho se ha hablado de la capacidad de Portugal<br />
para exportar carne de ovino hacia Europa, resultante<br />
de nuestra adhesión al Mercado Común.<br />
Se apuntan como razones la carencia de este mercado<br />
en casi 300.000 toneladas y la existencia en el<br />
país de un potencial forrajero que permitiría aumentar<br />
significativamente la producción ovina.<br />
No dudamos de nuestra capacidad si todos los factores<br />
de producción apuntasen en ese sentido. Con todo,<br />
pensamos que seremos más realistas si primero<br />
optamos en producir lo suficiente para el país.<br />
Tengamos presente que viene del exterior más del<br />
50% de los alimentos que consumimos y que la carne<br />
de ovino puede ser también una importante alternativa<br />
a la carne de bovino que importamos.
220 XV JORNADAS CIENTÍFICAS DE LA S.E.O.C.<br />
Conseguida esta meta entonces sí podremos dirigir<br />
parte de nuestra producción para mercados externos,<br />
siempre que se salvaguarde una condición que consideramos<br />
esencial: que los precios practicados en los<br />
mercados sean concurrentes.<br />
PROGRAMA DE DESARROLLO<br />
El atraso todavía constatado en el sector de la ovinicultura<br />
y la necesidad imperiosa de una evolución,<br />
a ritmo acelerado de desarrollo, deseable a corto plazo,<br />
y más realistamente aceptable a medio plazo, hacen<br />
que sea imprescindible la promoción de una oportuna,<br />
«honesta» y bien concebida investigación experimental<br />
(IE).<br />
Sólo así será posible conseguir o, tal vez mejor dicho,<br />
aproximarnos a los patrones técnicos y socioeconómicos<br />
de los países comunitarios poseedores de<br />
oviniculturas más progresistas.<br />
Tenemos todavía para creer que las entidades y organismos<br />
de índole oficial, privada, asociativa y cooperativa<br />
están conscientes del papel decisivo que la<br />
investigación tiene que desempeñar en los últimos<br />
años que preceden aquel que debería constituir una<br />
«primera meta de referencia» en el Mercado Único<br />
Europeo: el año 2000.<br />
Anunciamos un proyecto que si fuera aceptado por<br />
el organisnTo involucrado estaría destinado al estudio<br />
de la evaluación de la capacidad productiva de la raza<br />
Merino Blanco y sus cruzamientos, en la que implicará<br />
explotaciones seleccionadas en toda la zona sur de<br />
Portugal y que es iniciativa de la FAPOC (Federación<br />
Portuguesa de Ovinocultores y Caprinocultores) y de la<br />
ACORE (Asociación de Criadores de Ovino de la Región<br />
de Estremoz) implicando tres asociaciones, una del<br />
norte, otras del centro y otra del sur del «Alentejo».<br />
La SPO da todo su empeño al correcto desarrollo de<br />
este programa, el cual vendrá a contribuir una acción<br />
dentro de un programa extendido a todo el país —PRO-<br />
DOVI— con vistas al desarrollo de la ovinicultura.<br />
Lanzamos un reto a la <strong>SEOC</strong> en el sentido de sensibilizar<br />
a las entidades oficiales de vuestro país para<br />
desarrollar una acción semejante en Extremadura y<br />
en Andalucía, caso de creer pertinente y de interés<br />
para la ovinicultura española.<br />
No me resisto a la tentación de transcribir de un artículo<br />
publicado en el «Diario Público», con fecha del<br />
31 de julio de 1990, una cita atribuida a Jean Fourastié<br />
a propósito de sus conceptos de productividad (lato<br />
sensu): «El espíritu de la productividad es antes que<br />
nada una mentalidad que consiste en sustituir el espíritu<br />
de la imitación, por el espíritu de la búsqueda; el<br />
espíritu crítico pasivo, por el espíritu crítico constructivo;<br />
el raciocinio racional, por la experiencia concreta;<br />
la autoridad de los antiguos, por la objetividad<br />
científica.»<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
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FAO. Reunión de la Red de Trabajos Cooperativos sobre<br />
Producción Ovina (26-29 mayo 1981). Boletín Pecuario.<br />
Dirección General de los Servicios Pecuarios. Año XLVIII.<br />
Lisboa, 1981.<br />
CALHEIROS, E: «Estrangulamiento de la producción ovina».<br />
En: Potencialidad de producción/aumento de la exportación.<br />
FILAGRO-ENEOTRO/84. Lisboa, 1984.<br />
CAROLINO, R. da S.: Papel del Estado en la defensa de la<br />
ovinicultura en coloquio sobre «Perspectivas de la Ovinicultura<br />
Nacional en Face del Mercado Único Europeo».<br />
XXV Reunión de la Sociedad Portuguesa de Ovinicultura,<br />
Santarem, 11 julio 1990. Vol. Serie II (Técnica). Número 1,<br />
1990.<br />
RIBEIRO, J.: Reunión del grupo PHILOETIOS. (Agrimed/<br />
CEE). Estación Zootécnica Nacional, Fonte-Boa. Septiembre<br />
1987.<br />
SILVA, J. S.: Estudio del crecimiento y de la composición de<br />
las canales de borrego de raza Merino Blanca. Trabajo<br />
Policopiado. Estación Zootécnica Nacional. Fonte-Boa, Vale<br />
de Santarem, 1990.<br />
SOBRAL, M., y cois.: Recurso genético-raza autóctona. Especies<br />
ovina y caprina. Volumen Dirección General Pecuaria.<br />
Lisboa, 1987.