El Gesto. - Casa del Teatro de Medellín

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lO lO _ lO - - - .. - ALBERTO CATTAN* .oetas trasnochados, buscadores de oro, alquimistas, payasos, amantes y chiflados. Fugitivos de la vida, solitarios, revolucionarios sin líderes, .sensuales, histéricas y narcisistas. Cínicos juguetones, frívolos del éxito, delincuentes sin valentía, feministas o ecologistas abandonados por la realidad, tarde o temprano obedecen a su intuición y arriban al espacio del teatro. Cierta sensación de inocuidad instalada en la musculatura, suele reconocerse como impulsora hacia el taller de teatro. Ideologías en crisis, penurias económicas, desastres políticos, funcionarios torpes y el recuerdo de tiempos gloriosos, enmarcan la salida lenta pero ininterrumpida de los espectadores del viejo edificio teatral. Llama la atención, ante esta situación cultural poco auspiciosa, la enorme y cada año más numerosa población de estudiantes de teatro en los centros urbanos. ¿Qué buscan en el espacio dela escena los jóvenes iconoclastas La angustia de las ciudades multiplica su asfixia, los modelos referenciales cayeron al son del muro de Berlín y las oposiciones sociales, claras y contundentes, que sirvieron en el pasado como soporte para la tensión creativa o para imaginar un nuevo mundo han perdido nitidez y no son motivadoras para llegar al juego dramático. O en todo caso las viejas mentiras fueron disfrazadas con un traje nuevo y necesitan el trabajo de ser desenmascaradas. "No es fácil descubrir la verdad porque en todas partes se la sofoca", decía Bertolt.Bretch, tal vez por' esa razón las escuelas teatrales fundamentadas en modelos de análisiscriticosobre las ideas sociales,han perdido predicam.ento entre los jóvenes que aprendieron dolorosamente a desconfiar de las palabras. Del mismo modo las grandes emociones, los buenos sentimientos, perdieron categoría moral y las causas sociales sostenidas en sueños utópicos, despiertan hilaridad y escepticismo a no pocos jóvenes que son testigos de una cultura que destruye progresivamente la tierra, el agua y el conducta humana posible, las experiencias reales de aire, ignora tanto los beneficios de la convivencia las percepciones y sensaciones, el universo de la memoria y las revelaciones de la imaginación, la libertad como las normas que dan sentido y justificación a la comunidad, para ser precipitados a una intuición del tiempo y del espacio donde la experiencia Los teatros y talleres que trabajan sobre esta rea expresiva y la naturaleza creadora. vital tiene la urgencia del drama y la tensión del lidad del fenómeno artístico, se han transformado conflicto. La historia termina bajo la cultura de la en receptores del impulso y la acción creativa de los empresa, la supervivencia de los más fuertes y el jóvenes. poder económico. El sentido de actuar en ese espacio teatral, adquiere así plena justificación. Es así, que el mundo, exterior a la percepción íntima y personal, carece de apoyos confiables que En la búsqueda de si mismo, emerge el individuo, que debe atravesar los límites cercanos del orientan la energía vital de aquellos que aun no fueron entrampados por la publicidad y el culto de egocentrismo y la banalidad: "El individualismo los objetos. nunca ha sido un desenvolvimiento natural, sino Rotas y sin vigencia casi todas las normas con que la una usurpación artificial, una pose inadecuada e sociedad presta una continencia al individuo, no podía este constituirse una dignidad si no la extraía del chas veces ante la menor dificultad. Se trata de impertinente, cuya vacuidad se manifiesta mu fondo de si mismo. "Queda el camino de lo propio", otra cosa", nos dice jung, se trata de una ubicación dice Ortega y Gasset (podemos citarlo sin que se nos existencial -trascendente sobre el gesto social de acuse), la realidad del cuerpo como realidad última, lo mortal. indivisible e intransferible, la cosa que no se pierde ni Tal vez de mirar, de escucharse de percibir y se volatilizaen la ficción de lo común, la estructura y de pensar lo propio, lo verdadero inalienable, los la unidad psicofísica, las leyes del equilibrio organísmico, el eje ético -biológico como organizador de la conociendo y aceptando la ambivalencia deseos, la oscuridad y la presión de los instintos, perturba- Murciélagos de Papel. Foto Casa de la Cultura El Carmen. dora de la naturaleza. Este espacio para el crecimiento humano es un beneficiocultural que el teatro puedey debe dar.Es esta etapa de aguda crisis social, donde también el teatro se piensa a sí mismo y medita sobre su valor para la comunidad, mientras desaparecen las salasteatrales y loscomediantes repiten gestos para ganarse el sustento, podemos aprovechar el intermedio para reflexionar sobre el arte del actor,arte de celebrar la conducta y la imaginación del hombre, sus vínculos con el espacioy el tiempo de su existencia, en el marco de una civilizaciónen tránsito, con sus pautas culturales cuestionadas y el futuro de su propia continuidad amenazado. Tal vez orando junto a Jo Chaikin, los jóvenes encuentren un sentido para su rebelión por el camino del arte. "Con el teatro quisiera cambiar mi vida y la de toda el mundo. No se como hacerlo. Por lo menos sino la vida, si el día, la noche, la hora, el minuto", Jo Chaikin. *Docente. Director de Programación de la SLA Armando Discépolo de la Comedia, de la Provincia de Buenos Aires, Argentina ¿QUÉ ES PARA USTED EL TEATRO JUAN ALONSO RICAURTE, 52 años, independiente "Me gusta mucho, es un descanso, un cambio a la rutina". JORGE JARAMILLO, 34 años, vendedor "Es la manifestación de todas las bellezas". ANTONIO PÉREZ, 55 años, comerciante "Es una diversión para la gente"
REINALDO CASTRO, 44 años, oficios varios "Es una cultura, es demostrar varias culturas, darlas a conocer". ¿QUÉ ES PARA USTED EL TEATRO' GIOVANNI LONDOÑO, 30 años, comerciante "Es una manifestación bonita, pero no me gusta". FRANCISCO ZULUAGA, 60 años, desempleado "Es una cosa muy interesante para la juventud y para los más viejos también, por la cultura que nos trae". Un gesto inútil sobre El Gesto Noble na de las cosas más difíciles de hacer bien es poner un nombre. Aun hijo, a un almacén, a éste . artículo. Por eso, por lo difícil que fue, todavía pasa por mi mente la tarde en la que un grupo de ociosos de la cultura de El Carmen de Viboral bautizamos al Festival de Teatro. y me da risa vernos ahí, sentados, a tres o cuatro peludos, en torno a un escritorio inundado de humo de Pielroja, gastándonos en eso el efecto estimulante del tinto, con las miradas perdidas en el mural paradisíaco que adornaba la dirección de la Sixto Arango Gallo, como esperando a que apareciera de entre el agua de las cascada una musa inspiradora, cual modelo de boxeo, con elletrerito en alto del nombre para el festival de teatro que queríamos hacer. Fueron largas las horas. Pero luego de tanto rascarnos la cabeza y al cabo de una buena dosis de risas y carreta barata, por fin alguno dijo algo aparentemente interesante. N o sabría decir quién de todos fue. Él, seguro, sabrá. Cada quien guarda en su mente, uno por uno y protegidos del mal de Alzheimer, sus momentos más lúcidos. A éste genio, que Dios lo guarde con salud en las montañas del OrienteAntioqueño, se le ocurrió algo que probablemente nadie, jamás, había pensado durante las elucubraciones previas a cualquier bautizo... Es evidente que no lo pensó el que puso el nombre a Ludovico Alberto Cuarto El Grande Varón Von Strolin. Tampoco quien bautizó a EsmeraldaEugenia de la Santísima Trinidad Gregoria-María Segunda. Pero a nuestro genio carmelitano, sí. A él sí se le ocurrió. Hizo una pausa, respiró, nos miró a todos a los ojos, uno por uno, y en tono solemne lanzó su sentencia: el nombre que llevaría nuestro festival sería un nombre corto, sonoro y contundente. De fácil recordación. Titiritrastos. Foto Casa de la Cultura El Carmen. ¿Cómo cuál Dijimos todos en coro, esperanzados en podernos ir ya para las casas con la tarea resuelta. Ah, yo no se, eso sí les toca a ustedes, yo ya di mi aporte... ¿Todo yo, pues. Brillante la intervención. No falta el aporte novedoso. Los demás nos miramos, torcimos la boca como diciendo "vean pues a éste", y volvimos al comienzo. Yo me concentré en recordar a la de los quince minutos de Viniltex de Pintuco, que anuncia los últimos quince minutos de juego en los partidos de fútbol del torneo nacional. (Estarán de acuerdo conmigo en que uno necesita inspiración para alcanzar algún nivel de genialidad). Con los ojos cerrados y la cabeza reposando sobre ambas manos, con los codos apoyados en el escritorio, la cafeína hizo su primer efecto. Abrí los ojos, y sin haber dicho nada todavía, todos los ojos se voltearon atentos hacia mí, pues era evidente que iba a decir algo. Entonces no tuve de otra. Tragué saliva y la pensé bien antes de soltarla al auditorio impaciente: Si era un festival de teatro, algo muy importante era el papel del gesto. Se me ocurría que la primera palabra del nombre debía ser Gesto. Se miraron, guardaron un poco de silencio, hasta que alguno, otro que tampoco recuerdo quién era, dijo: sí, puede ser, me parece interesante. Los demás de la ronda asintieron progresivamente y terminada una vuelta de cabezas afirmativas se dio el primer pupitrazo de aprobado, como en cualquier sesión de legisladores criollos en las que se deciden cosas realmente importantes. Entonces habíamos dado el primer paso. El Gesto. Muybien. Pero, ¿El Gesto qué.. Ustedes no se imaginan todas las cosas que puede ser un Gesto. El Gesto Feliz, El Gesto Grande, El Gesto Amplio, El Gran Gesto, El Gesto Mudo, El Gesto Sutil, El Gesto Real, El Gesto Gestual. .. Cuántos Gestos se le pueden ocurrir a un grupo de vagos que se dan el lujo de dedicar una tarde completa a pensar en nombres. Para un Festival. y de Teatro... Pasaron los segundos, los minutos y las horas, en medio del. vacío mental, las discusiones acaloradas y las justificaciones traídas de los cabellos con las que cada cual trataba de ganarse el puntopara aquel adjetivo que acompañaría al glorioso Gesto. Hasta que uno de los ociosos anónimos allí reunidos mandó callar al resto y sentenció: Un buen gesto ha de ser un Gesto Noble. Nos quedamos mudos. Nos miramos rápidamente y no fue necesaria otra retahíla justificatoria. Ni siquiera hicimos la ronda de asentimientos con la cabeza. Con esas dos palabras bastó para que brotaran todas las sonrisas afirmativas. Y entonces rompimos en un júbilo colectivo como si a la nma de Viniltex súbitamente se le hubieran desamarrado los cucos. Saltamos, aplaudimos, nos abrazamos. Alguien, sin duda el más feliz, gesticulaba con las manos en el aire, trazaba líneas imaginarias y nos invitaba a soñar el nombre colgado en una pancarta a la entrada del pueblo. Otro que se creía dibujante no lo soportó más y saltó de la silla tras un papel y un lápiz para bosquejar ellogo de la mano y la mariposa.... Era una felicidad como si hubiésemos encontrado el eslabón perdido, ganado un Nobel o parido un hijo. A quién se le ocurre contar estas cosas. Gastar papel en algo tan pendejo es cosa de desocupados. Puede ser. Pero me dieron papaya y quería dejar constancia de cómo bautizamos el más bacano de los festivales de teatro en Colombia. Contarlo es un Gesto Inútil. Si, tal vez. Mejor lo dejamos así. Pero antes dé terminar, la última de las justificaciones: ¿Por qué Noble Por la cálida hospitalidad de éste pueblo antioqueño con sus visitantes, por el gesto desinteresado de los grupos que asisten a la cita cada año, por la mística que le imprimen los organizadores a su trabajo... en fin, noble porque sí, por bueno, porque así nació: cómo un simple gesto en una noble tarde de ocio.
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