estados unidos - Reporte Indigo

“Me cuesta
creer que soy
madre”, dice
Odette, quien
aparece en
esta fotografía
con su hijo
Martin.
de Ruanda, Burundi y la República Democrática
del Congo, países ubicados en la
región central de África.
Más de 800 mil tutsi murieron entre
abril y junio de ese año, incluyendo a toda
la familia de Odette. Pero muchas mujeres
fueron mantenidas vivas para violarlas.
Fue así como nacieron 20 mil niños que
hoy son adolescentes.
El trauma de haber sido ultrajada todavía
persigue a Odette, quien tenía sólo 13
años cuando fue violada varias veces. “Me
cuesta creer que soy madre. Tampoco soy
una niña. Soy algo entre esas dos cosas”,
confiesa Odette, quien es VIH positiva,
una secuela más de los ataques sexuales
que sufrió.
Ella nunca le ha contado a su hijo Martin
cómo quedó embarazada. Piensa que
el estigma de ser parte tutsi e “hijo del enemigo”
lo destruiría.
Ésta es una de las 30 historias que Torgovnik
recopiló durante tres años para su
proyecto “Intended Consequences: Rwandan
Children Born of Rape”. Las fotografías
actualmente se exhiben en la Aperture
Gallery de Nueva York. Estarán ahí
hasta el 7 de mayo; después serán expuestas
en varias ciudades de Estados Unidos.
“Éste fue
un proyecto
muy importante
y muy personal
para mí. Uno que
no olvidaré”.
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la biografía
de Jonathan
Torgovnik