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El reloj de arena<br />
iglesia verdadera no es un edificio, sino que está compuesta de<br />
individuos fieles. Se me mostró cuántos infieles están adorando en<br />
una forma muy distinta a lo que Dios ha mandado. En el sueño,<br />
“Reverenciad mi Santuario”, me fueron dadas instrucciones muy<br />
específicas en cuanto a la forma correcta de adorar al Creador del<br />
universo. El sueño, “La Librería Adventista”, mostró cuáles tipos de<br />
libros, CD y DVD son buenos para comprar. Las instrucciones decían<br />
que debíamos “Estudiar como su fuera el examen final”. ¿“Buscas<br />
respuestas” “Él es el Verbo, el Autor, la Verdad, el Camino”. Fueron<br />
dadas instrucciones sobre cómo prepararse para el examen final.<br />
Otros sueños, tales como, “La Gran Prueba”, enseñaron cuáles son<br />
los libros que se deben leer y otras cosas que no es bueno poseer.<br />
El Heraldo enfatiza que es importante que todos sepan que hoy en<br />
día Dios está enviando mensajes, aunque muchos han hecho caso<br />
omiso de eso, porque creen que los mensajeros son inaceptables.<br />
Dios ha dicho que debemos prepararnos. Él ha dicho, “Arrepentíos,<br />
¡porque ya voy”! En los sueños, “La Iglesia Adventista” y<br />
“Reverenciad Mi Santuario” Él ha enviado instrucciones sobre cómo<br />
adorarle.<br />
Dios está dando estos mensajes para preparar a su pueblo. El<br />
sueño, “Arrepentíos, ¡Porque Ya Voy!, incluía esta cita de la profetiza<br />
de Dios, Elena de White:<br />
Jesús ha dicho que en esta época precisamente antes de la<br />
segunda venida de Cristo en las nubes del cielo, Dios necesita<br />
hombres que preparen un pueblo para que esté en pie en el gran<br />
día del Señor. En estos últimos días se debe efectuar una obra<br />
igual a la que hizo Juan. Mediante los agentes que el Señor ha<br />
elegido, él está dando mensajes a su pueblo, y quiere que todos<br />
presten atención a las admoniciones y amonestaciones que<br />
envía. El mensaje que precedió al ministerio público de Cristo<br />
fue: Arrepentíos, publicanos y pecadores; arrepentíos, fariseos<br />
Conforme vaya acercándose la tempestad, muchos que profesaron<br />
creer en el mensaje del tercer ángel, pero que no fueron santificados<br />
por la obediencia a la verdad, abandonarán su fe, e irán a engrosar<br />
las filas de la oposición.<br />
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