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El entretenimiento vs. la verdad<br />
yerba hay otro trozo de madera. Al otro lado de la madera hay<br />
arbustos muy pequeños, nítidamente podados. Sé que la<br />
madera se usa para mantener separados la gravilla, la yerba y<br />
los arbustos. Me doy cuenta que los arbustos parecen proveer<br />
una gran variedad de flores. Al caminar, noto que el dulce<br />
aroma de las flores, combinado con el olor de la yerba recién<br />
cortada, es muy agradable. Al caminar, escucho el crujido de<br />
mis zapatos al pisar la gravilla. Todo el sendero es plano; no<br />
sube ni baja. Al caminar, siempre veo un panorama muy<br />
hermoso.<br />
Un poco más adelante, noto algo que parece un palo que yace<br />
atravesado por el sendero. Al acercarme, me doy cuenta que<br />
el palo es rojo. Entonces, veo que el palo tiene unos bultos<br />
rojos por los lados. Al acercarme más, me doy cuenta que es<br />
una culebra. La culebra se da vuelta y comienza a avanzar<br />
hacia mí. En ese momento, me caigo y me doy cuenta de que<br />
no puedo ponerme en pie. Veo que la culebra comienza a<br />
silbar y sé que va a atacarme. Comienzo a tirarle gravilla. La<br />
culebra observa la gravilla y la esquiva. Ahora, la culebra está<br />
muy cerca de mí y yo clamo en voz alta, “Jesús, Jesucristo,<br />
¡ayúdame”! Al instante, veo lo que podría describir como<br />
trabajadores campesinos con azadones que comienzan a<br />
golpear y cortar la serpiente, la cual es bastante grande. Me<br />
doy cuenta de que todos los trabajadores campesinos del<br />
jardín llevan puesta la misma ropa. Visten sandalias,<br />
pantalones de trabajo de hilo y una camisa de trabajo de hilo.<br />
En la cabeza llevan algo que parece un sombrero. También<br />
noto que la ropa de todos los trabajadores es muy blanca.<br />
Entonces veo a un trabajador de tamaño más grande que lleva<br />
un aparato con un pico en la punta. Se prende y sé que es un<br />
soplete de jardín. Él tiene la tea en la mano, y veo que las<br />
llamas consumen lo que queda de la culebra. Uno de los<br />
trabajadores del jardín viene hacia mí y me extiende la mano<br />
para ayudar a ponerme en pie. No me dice nada, sólo me<br />
sonríe. Mientras me ayuda a pararme, el trabajador con la tea<br />
dice que el Gran Jardinero escuchó mi pedido de ayuda. Dice<br />
que Él siempre está escuchando.<br />
Aquí terminó el sueño.<br />
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