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Eventos finales y la primera cena<br />
Entonces, oigo la voz de Dios que pronuncia mi nombre celestial y<br />
dice que yo soy como Elías y Juan el Bautista. Me dice que yo fui<br />
nombrado mucho antes de nacer, y que he sido llamado para servirle<br />
como un mensajero. Debo registrar su mensaje tal como sigue:<br />
Todos los Adventistas del Séptimo Día que escuchan la voz de Dios<br />
Dios había brindado gran luz, que se habían destacado como<br />
guardianes de los intereses espirituales del pueblo, habían<br />
traicionado su cometido. Habían asumido la actitud de que no<br />
necesitamos esperar milagros ni la señalada manifestación del poder<br />
de Dios como en tiempos anteriores. Los tiempos han cambiado.<br />
Estas palabras fortalecen su incredulidad, y dicen: El Señor no hará<br />
bien ni mal. Es demasiado misericordioso para castigar a su pueblo.<br />
Así el clamor de paz y seguridad es dado por hombres que no<br />
volverán a elevar la voz como trompeta para mostrar al pueblo de<br />
Dios sus transgresiones y a la casa de Jacob sus pecados. Estos<br />
perros mudos que no querían ladrar, son los que sienten la justa<br />
venganza de un Dios ofendido. Hombres, jóvenes y niñitos, todos<br />
perecen juntos.<br />
The Ellen G. White 1888 Materials (Los Materiales de Elena G. de<br />
White del 1888, p. 1303<br />
Los hombres que no están unidos a Dios han hecho muchas cosas<br />
conforme a la imaginación de sus propios corazones malvados. Dice<br />
el Señor de ellos, “Y me volvieron la cerviz, y no el rostro; y cuando<br />
los enseñaba desde temprano y sin cesar, no escucharon para recibir<br />
corrección”. Estamos en los peligros de los últimos días; pronto<br />
llegará el momento cuando la profecía de Ezequiel 9 se cumplirá.<br />
Esa profecía debe ser estudiada con atención, porque se cumplirá al<br />
pie de la letra. Estudiad también el capítulo diez, el cual representa<br />
la mano de Dios trabajando para llevar un método perfecto y un<br />
trabajo armonioso a toda la obra de sus instrumentos preparados.<br />
Los capítulos once y doce también deben recibir vuestra atención<br />
crítica y atenta. Debéis estudiar estas profecías sobre vuestras<br />
rodillas delante de Dios. A menos que quitéis los obstáculos que,<br />
por vuestro propio espíritu perverso, habéis colocado en el camino<br />
de muchos que han estado relacionados con vosotros, Dios apartará<br />
completamente su rostro de vosotros y de vuestros colegas. [Trad.]<br />
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