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Eventos finales y la primera cena<br />
terminado, deben regresar a la Ciudad Santa para dar el informe a<br />
Dios de que han hecho lo que Él mandó que se hiciera.<br />
Aquéllos que declaran cosas duras en contra de lo que Dios ha<br />
mandado, deben saber que Él le indicó a su sierva, Elena de White,<br />
que registrara estas palabras:<br />
Cuando el Sanatorio de Battle Creek fue destruido, Cristo se<br />
entregó a sí mismo para proteger las vidas de hombres y<br />
mujeres. Por medio de esta destrucción Dios suplicaba a su<br />
pueblo que volviera a él. Y por medio de la destrucción de las<br />
oficinas de la Review and Herald, y la protección de vidas, él<br />
les suplica por segunda vez. Él desea que vean que el poder<br />
milagroso del Infinito ha sido ejercido para salvar vidas, para<br />
que todo obrero tenga la oportunidad de arrepentirse y<br />
convertirse. Dios dice: “Si ellos se vuelven a mí, les volveré el<br />
gozo de mi salvación. Pero si siguen sus propios caminos, me<br />
acercaré aún más a ellos; y la aflicción vendrá sobre las<br />
familias que dicen creer la verdad, pero que no la practican,<br />
que no hacen del Señor Dios de Israel su temor y su miedo”.<br />
Testimonios para la Iglesia, tomo 8, p. 109<br />
En visiones nocturnas vi una espada ígnea suspendida sobre<br />
Battle Creek.<br />
Hermanos, Dios está tratando en serio con nosotros. Deseo<br />
deciros que si después de las advertencias dadas mediante estos<br />
incendios, los dirigentes de nuestro pueblo siguen actuando<br />
como de costumbre, tal como lo hicieron en el pasado,<br />
enalteciéndose ellos mismos, Dios a continuación tomará los<br />
cuerpos. Tan seguramente como que está vivo, les hablará con<br />
un lenguaje que no dejarán de entender.<br />
Dios nos está observando para ver si nos humillamos ante él<br />
como niñitos. Os digo estas cosas ahora que podemos<br />
aproximarnos a él con humildad y contrición para preguntar<br />
por lo que él requiere de nosotros.<br />
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