01.01.2015 Views

Estela_de_Alejandro_Gonzalez_Geell

Estela_de_Alejandro_Gonzalez_Geell

Estela_de_Alejandro_Gonzalez_Geell

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>Estela</strong><br />

—No me importa lo que pueda haber ocurrido, <strong>Estela</strong>.<br />

Lo único que te pido es que nuestro matrimonio se mantenga<br />

como el que hasta ahora ha sido—dijo Esteban en<br />

un tono que bien pudiera haberse equiparado a un ruego,<br />

y <strong>Estela</strong> sonrió mientras lo abrazaba.<br />

—No te preocupes, cariño. Nada cambiará—le dijo antes<br />

<strong>de</strong> darle un suave beso—Debes creerme. Pablo es un<br />

buen amigo, simpático, que me entretiene y nada más—<br />

terminó <strong>Estela</strong> con un susurró junto a su oído, aprovechando<br />

<strong>de</strong> rematar la faena.<br />

Y segura <strong>de</strong> haber conseguido ganar esa batalla <strong>de</strong>sigual<br />

le mimó con unas largas caricias que su marido recibió,<br />

resignado a su suerte.<br />

Hice mío el <strong>de</strong>satino <strong>de</strong> aquel hombre, y se me agrietaron<br />

la sensibilidad y la sensatez, puesto que había comprobado<br />

que esa mujer, tan hipócrita como <strong>de</strong>sollada, no<br />

mostraba el menor remordimiento. A la par, no pu<strong>de</strong> <strong>de</strong>jar<br />

<strong>de</strong> compa<strong>de</strong>cerme <strong>de</strong> Esteban, el marido abatido, que<br />

sin más opción tenía que sobrevivir a un gran <strong>de</strong>scalabro.<br />

Nuestras realida<strong>de</strong>s bien podían consi<strong>de</strong>rarse semejantes<br />

y, si me apuran, acaso también congruentes, como<br />

se dice <strong>de</strong> los triángulos que son idénticos en geometría.<br />

¡Qué <strong>de</strong>sdichada coinci<strong>de</strong>ncia!<br />

***<br />

Ya por la noche, seguía masticando las similitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />

la situación <strong>de</strong> Esteban y la mía. Con obsesión traducía<br />

y comparaba los hechos, buscándole significados a los<br />

paralelismos. Pero esos pensamientos solo conseguían<br />

traerme <strong>de</strong>solación. De manera que quise huir <strong>de</strong> mí mismo<br />

y me encerré en mi <strong>de</strong>spacho bajo llave. En mi alma,<br />

al tormento se le sumó una amargura negra y, entonces,<br />

159

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!