Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>Alejandro</strong> González-<strong>Geell</strong><br />
—¿En serio ¿Me parezco—me respondió, con interés<br />
aparente y para seguir el hilo <strong>de</strong> la conversación, como<br />
hubiera hecho con cualquier tema y con cualquier cliente.<br />
—¡Claro, las dos sois putas!—le dije, como si hubiese<br />
hecho el mejor <strong>de</strong> los chistes, y reí.<br />
La prostituta sonrió, pero no se rió, y, guiada por su<br />
interés profesional, continuó a mi lado.<br />
—¿Y tú cómo te llamas—le pregunté, sin más intención<br />
que conocer su nombre.<br />
—<strong>Estela</strong>... ¿te gusta—me respondió la chica, sin pretensión<br />
alguna y sin percatarse <strong>de</strong> lo que eso significaba<br />
para mí.<br />
Esa inesperada respuesta no vino sino a sembrar mi<br />
maltrecha existencia aun con más recelos. El oír ese nombre<br />
en boca <strong>de</strong> la profesional, por décimas <strong>de</strong> segundos,<br />
me paralizó y removió todas mis dudas, puso en valor las<br />
suspicacias y <strong>de</strong>spertó mi curiosidad más interesada.<br />
—¿Acaso es común que muchas putas os llaméis <strong>Estela</strong>—le<br />
dije muy molesto, pero ella no podía enten<strong>de</strong>rlo.<br />
—No, cariño, no es mi nombre verda<strong>de</strong>ro. Solamente<br />
lo uso para trabajar aquí... ¿Es bonito, verdad—me confesó<br />
con candi<strong>de</strong>z, intentando establecer más confianza<br />
entre nosotros.<br />
—Vamos a ver. Déjame enten<strong>de</strong>rlo bien. O sea que en<br />
tu vida usas dos nombres—le dije a la vez que reflexionaba<br />
con rapi<strong>de</strong>z.<br />
Ella asintió con displicencia porque <strong>de</strong>sconocía la importancia<br />
<strong>de</strong> su confesión.<br />
190