You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>Estela</strong><br />
—¿Y cómo te las arreglaste para preparar todo esto<br />
—Olvídalo. Si te ha gustado, ha valido la pena—le<br />
dije, <strong>de</strong>jando la copa sobre la mesa <strong>de</strong> centro <strong>de</strong>l salón.<br />
Me acerqué a ella, <strong>de</strong>spojándome <strong>de</strong> la gabardina y<br />
<strong>de</strong> la chaqueta, que cayeron al suelo. La cogí por su espalda,<br />
cruzándole los brazos sobre sus pechos, y ella se<br />
<strong>de</strong>jó. Echó la cabeza hacia atrás hasta apoyarla en mi pecho<br />
y yo retiré su cabello para besarle la parte posterior<br />
<strong>de</strong>l cuello. Luego colaboró cuando la ayudé a quitarse su<br />
gabardina, que también cayó al suelo junto a las otras<br />
prendas <strong>de</strong>sparramadas. Ella se giró sobre sí misma, sin<br />
apartarse un centímetro <strong>de</strong> mi cuerpo y quedamos cara a<br />
cara, muy cerca, rozándonos los labios. Y como guiados<br />
por preceptos <strong>de</strong> un pacto tácito, comencé a <strong>de</strong>sabrochar<br />
uno a uno los botones <strong>de</strong> su blusa, mientras ella con acertados<br />
movimientos me facilitaba la tarea, aun manteniendo<br />
sus manos entrecruzadas en mi nuca. Conseguí acabar<br />
rápido con los botones, y sus senos firmes se asomaron<br />
y se me ofrecieron con generosidad. Dánae me miró sin<br />
<strong>de</strong>cir nada, y se puso a <strong>de</strong>sabotonar los <strong>de</strong> mi camisa.<br />
Con aptitud <strong>de</strong>snudó mi torso, me <strong>de</strong>spojó <strong>de</strong> la camisa y<br />
comenzó a mecerse con premeditada lentitud para hacer<br />
rozar sus provocativos senos contra mi pecho. Al instante<br />
sus rosados pezones empezaron a endurecerse notoriamente.<br />
Sin solución <strong>de</strong> continuidad, renunciamos al resto<br />
<strong>de</strong> nuestras ropas que se esparcieron en <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n por el<br />
piso. Nos fuimos abandonando en la pasión que nos llevó<br />
a ten<strong>de</strong>rnos sobre la gruesa alfombra que ocupaba gran<br />
parte <strong>de</strong>l salón. Allí retozamos quedadamente, disfrutándonos<br />
durante un prolongado preámbulo <strong>de</strong> caricias<br />
arrastradas por la embriaguez <strong>de</strong>l amor... Y esa mutua<br />
entrega se envolvió <strong>de</strong> voluptuosidad y, sin inhibiciones<br />
que nos coartara, nos sumergimos en un goce repleto <strong>de</strong><br />
complacientes sensaciones...<br />
Los besos se fueron tornando gradualmente en más<br />
pasionales y efusivos al pábulo <strong>de</strong> las caricias. Mientras<br />
nos besábamos en un beso continuado, largo e inmenso,<br />
45