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Libros y otros libros251.pmd - Casa de las Américas

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como todos los nativos <strong>de</strong>l país, el lugar don<strong>de</strong> me<br />

encuentro». La violencia soterrada <strong>de</strong> ese país real, y<br />

ese país formal <strong>de</strong>l que nos hablara Montaña Cuéllar.<br />

Manuel Borrás, en el epílogo <strong>de</strong> este volumen, habla<br />

<strong>de</strong> esa voluntad <strong>de</strong> trasmitir: «El drama que pa<strong>de</strong>ce<br />

Colombia está presente en la poesía <strong>de</strong> Roca. Intenta,<br />

como ha dicho Darío Jaramillo Agu<strong>de</strong>lo, rescatar los<br />

rasgos míticos y vivos <strong>de</strong> ese país gobernado por<br />

muertos». Esa tristeza y <strong>de</strong>samparo que encontramos,<br />

acompañando el mismo acto <strong>de</strong> la creación, en un arte<br />

poética diferente, amarga, como en «La caída <strong>de</strong>l Reino»:<br />

«Y sólo encuentra / El peso <strong>de</strong> un silencio malogrado.<br />

/ El poema termina / Como un barco <strong>de</strong> papel /<br />

En los <strong>de</strong>ltas <strong>de</strong>l vacío».<br />

En otro <strong>de</strong> sus poemas antológicos, «Con el perdón<br />

<strong>de</strong> Kafka», sentimos la voz <strong>de</strong>l poeta al leerlo, cuando<br />

alarga <strong>las</strong> vocales, y queda temblando «la pesadilla».<br />

En «Testamento <strong>de</strong>l pintor chino» y «Del entierro <strong>de</strong><br />

<strong>las</strong> Meninas y <strong>otros</strong> asuntos», un ejemplo <strong>de</strong> su don<br />

para <strong>las</strong> asociaciones.<br />

Los viajes han ido alimentando sus palabras, dándole<br />

la ubicuidad <strong>de</strong> estar en Me<strong>de</strong>llín, México D.F., o<br />

La Habana, cuando sentencia: «Pero no hay nadie que<br />

sea mortal mientras baila un danzón» («Salón Colonia»).<br />

Esa <strong>de</strong>claración <strong>de</strong> principio y final que es El<br />

rock <strong>de</strong> los adioses, <strong>de</strong>dicado a los cubanos Wichy<br />

Nogueras y Ramón Fernán<strong>de</strong>z Larrea: «Y todos los poetas,<br />

los engolados, los puros / Los amorosos los solemnes<br />

y los piojosos / Todos los arrogantes y soberbios<br />

poetas / ¿Van a morir ¡Yeah! ¡Tres veces yeah!...».<br />

En ese caldo <strong>de</strong> cultivo están sus preferencias: José<br />

Asunción Silva, Vallejo, Rimbaud, en primer lugar, o<br />

toda una pandilla <strong>de</strong> autores como los varios Pessoa, o<br />

Dylan Thomas, etnia espiritual, o su amigo Fayad Jamís,<br />

cuya tumba buscó en vano.<br />

Una hermosa lección sobre el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l sueño es<br />

«Última costura en el agua». O su mirada sobre <strong>las</strong> historias<br />

menudas protagonizadas por el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> <strong>las</strong> cosas,<br />

que dota a su lírica <strong>de</strong> una alegoría constante como<br />

ciudadano <strong>de</strong> los objetos, <strong>de</strong> profesión anticuario o<br />

relojero, atravesadas sus páginas <strong>de</strong> silogismos, que<br />

pue<strong>de</strong>n ser visibles u ocultos. Lo que escribe sobre<br />

Silva, «tien<strong>de</strong> a ver el reverso <strong>de</strong> <strong>las</strong> cosas, a otorgarles<br />

un animismo propio <strong>de</strong> magos o <strong>de</strong> niños», le correspon<strong>de</strong><br />

cabalmente.<br />

El humor es otra forma <strong>de</strong> dialogar e interpretar al<br />

mundo; junto a la poesía, un ejercicio para vencer la<br />

oscuridad. «No hay rasgo más humano que el que<br />

<strong>de</strong>scansa en el humorismo». Algo tan orgánico en Juan<br />

Manuel, que le acompaña siempre, lo sobrepasa, es<br />

una segunda piel, llega a hacerse insoportable para él<br />

mismo. Des<strong>de</strong> celebrar el graffiti anónimo, hasta los<br />

juegos verbales y retruécanos con que sazona, incluso<br />

traicionándose, toda conversación.<br />

Pero siempre es un humor lúcido, como lúcida es<br />

su poesía, en este territorio calcinado por <strong>las</strong> <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s<br />

y la violencia que es el mundo y la época en que<br />

vivimos, que no <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> explorar convencido <strong>de</strong> que nada<br />

humano le es ajeno; don<strong>de</strong> la emoción pasa por la imagen,<br />

se levanta en la estructura <strong>de</strong>l poema, se da a<br />

conocer en sus silencios, poemas tan parecidos a su<br />

autor <strong>de</strong> tanto andar juntos. Saetas como <strong>las</strong> letras <strong>de</strong><br />

canciones populares que tanto gusta; en especial la<br />

música cubana, los bolerones <strong>de</strong> Orlando Contreras<br />

resonando en el Bulevar <strong>de</strong> Junín, su <strong>de</strong>voción por<br />

Bola <strong>de</strong> Nieves o el Benny, <strong>las</strong> crónicas que ha publicado<br />

a montón sobre los temas más diversos o esos<br />

mismos graffitis: «Las putas al po<strong>de</strong>r, sus hijos han<br />

fracasado», don<strong>de</strong> el humor y la síntesis se dan la mano.<br />

Dos virtu<strong>de</strong>s que mucho aprecia.<br />

Aquí encontramos al poeta, que como lo <strong>de</strong>finiría<br />

un ilustre compatriota suyo, el gran Héctor Rojas<br />

Herazo, «nos habla <strong>de</strong> nos<strong>otros</strong>». Recorriendo los pasillos<br />

<strong>de</strong> la <strong>Casa</strong> Silva, o los predios <strong>de</strong> La Can<strong>de</strong>laria,<br />

la cachaca o morocha, o El Vedado, con su tremenda<br />

capacidad <strong>de</strong> asociación, tanto para la conversación<br />

como para la escritura, para el humor como para la<br />

metáfora, nos acompaña en travesías don<strong>de</strong> se i<strong>de</strong>ntifica<br />

con los «maliciosos» colonizando la noche, a lo<br />

Villon o Barba Jacob, «confabulados con el tiempo».<br />

Todo en constante juego y <strong>de</strong>scubrimientos <strong>de</strong><br />

silogismos, sello que lo distingue, común <strong>de</strong>nominador<br />

en su obra.<br />

El placer <strong>de</strong> compartir esta antología, que se suma<br />

con justicia a una serie <strong>de</strong> autores latinoamericanos ya<br />

representados por este emblemático premio –baste<br />

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