09.01.2015 Views

Velado y obsceno, el cuerpo escrito de Frida Kahlo - Estudios ...

Velado y obsceno, el cuerpo escrito de Frida Kahlo - Estudios ...

Velado y obsceno, el cuerpo escrito de Frida Kahlo - Estudios ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

EST{.JDIOS,Reüsta<strong>de</strong>InvmtigacionesLiterarimyCulturales,Año7,N'13 Cracas,ene-jun,1999,pp.2O5-223<br />

VELADO Y OBSCENO,<br />

EL CUERPO ESCRITO DE FRIDA KAHLO-<br />

Er,noxon¡ Cnóeunn PrunóN<br />

Universidad Simón Bolívar<br />

etimología d<strong>el</strong> verbo "significar": fabricar un signo,<br />

hacer un signo (a alguien), reducirse imaginariamente<br />

a su propio signo, sublimarse en é1.<br />

Roland Barthes. Barthes por Barthes.<br />

Todos los <strong>cuerpo</strong>s, un rostro<br />

¿Dón<strong>de</strong> está su <strong>cuerpo</strong> <strong>de</strong> verdad Usted es <strong>el</strong> único<br />

l::J:,'.:lft";j:: IÍ; 3;'"tr'ffi;ld:fiT']ill<br />

que posan en <strong>el</strong> espejo o en <strong>el</strong> objetivo <strong>de</strong> la cámara<br />

(sólo me interesaría ver mis ojos cuando te miran):<br />

aun y sobre todo respecto a su propio <strong>cuerpo</strong>, usted<br />

está con<strong>de</strong>nado a lo imaginario.<br />

Roland Barthes. Barthes por Barthes'<br />

En la "Presentación" d<strong>el</strong> catálogo <strong>de</strong> una exposición que circuló durante 1997 pot<br />

varias ciuda<strong>de</strong>s importantes <strong>de</strong> España <strong>Frida</strong> y Am<strong>el</strong>ia"- leemos sobre<br />

<strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong>: "Sus cuadros hablan <strong>de</strong> <strong>de</strong>seos -"Tarsila,<br />

truncados y pensamientos secretos, <strong>de</strong><br />

fantasías sexuales y maternales, <strong>de</strong> la vida cotidiana y d<strong>el</strong> sentimiento <strong>de</strong> fragílídad<br />

fisica qlre la acompañó toda la vida" (Catálo go, 1997: 15; énfasis nuestro)l. En otro <strong>de</strong><br />

los textos allí contenidos: "Lo que queda patente luego <strong>de</strong> la observación <strong>de</strong> sus creaciones<br />

es 1...1 <strong>el</strong> drama y <strong>el</strong> dolor que emanan <strong>de</strong> los cuadros <strong>de</strong> <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong> [...]" (31;<br />

énfasis nuestro). Y, más ad<strong>el</strong>ante: "t...1 lo que nos atrae <strong>de</strong> <strong>el</strong>la [...] es [...] su intensa<br />

biofilia más allá <strong>de</strong> la oscuridad <strong>de</strong> su <strong>cuerpo</strong> maltratado" (63; énfasis nuestro).<br />

El presente texto <strong>de</strong>be parte <strong>de</strong> sus reflexiones a las discusione.s que se realizaron en.,e.l curso "Ficcion"i<br />

d<strong>el</strong> yo" dictado poi la Profa. Nuria Girona en la Universidad <strong>de</strong> Valencia en 1997 '<br />

En <strong>el</strong> catálogo, editado y patrocinado por la Fundación "La Ca!x1" -im-portante<br />

asociación financiera<br />

españolaa'y coordiáado por Asunción Cabrera y Casilda Mora, colaboran distintos autores. La<br />

presentación eslá firmada poiluis Monreal, Directoi General <strong>de</strong> la Fundación. La exposición tuvo su<br />

ipertura en Barc<strong>el</strong>ona, a mediados <strong>de</strong> 1997 y luego fue presentada en Madrid.<br />

205


Sin duda, y a pesar <strong>de</strong> que la bibliografía sobre <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong> sigue siendo inegular,<br />

son muchas las veces en que nos topamos con afirmaciones cotlro las que antes hemos<br />

señalado2. También es evi<strong>de</strong>nte que <strong>el</strong>las tien<strong>de</strong>n a enf'atizar lo que, a todas luces,<br />

parece obvio. Basta, en efecto, enumerar los muchos autoffetratos <strong>de</strong> la mexicana o<br />

<strong>de</strong>tenerse en algunos <strong>de</strong> sus lienzos más representativos para i<strong>de</strong>ntificar tanto los sucesos<br />

que marcaron su biografía como <strong>el</strong> dolor en <strong>el</strong>los implicado. En este sentido, no<br />

resulta sorpren<strong>de</strong>nte que lo (auto)biográfico surja como categoría dominante para <strong>de</strong>finir<br />

<strong>el</strong> trabajo estético <strong>de</strong> la pintora. Lo curioso resi<strong>de</strong>. sin embargo. en <strong>el</strong> hecho <strong>de</strong><br />

que los trazos <strong>de</strong> esa biografía -básicamente<br />

los que se vinculan con su <strong>cuerpo</strong> enfermo-<br />

<strong>de</strong>terminen<br />

-y hasta justifiquen- su "privilegiada"<br />

-o<br />

excéntrica-- posición<br />

en <strong>el</strong> mapa <strong>de</strong> .la cultura mexicana.<br />

En función <strong>de</strong> esta particular coyuntura, más allá <strong>de</strong> sus propuestas plásticas o más<br />

acá <strong>de</strong> cualquier "verdad" interpretafiva, lo que aquí nos interesa es recorrer <strong>el</strong> mecanismo<br />

a través d<strong>el</strong> cual los retazos <strong>de</strong> una vida se organizan, significan y resignifican<br />

en un otro r<strong>el</strong>ato -autobiográfico<br />

y biográfico- que no sólo hace <strong>de</strong> <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong> un<br />

sujeto sino que la convierte, por una parte, en un signo casi emblemático <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad<br />

nacional<br />

-<strong>el</strong>la<br />

es <strong>el</strong> personaje <strong>de</strong> la imagineúa mexicana (entre épico y mítico)<br />

que se enfrenta al dolor <strong>de</strong> un <strong>cuerpo</strong> <strong>de</strong>secho y lo conjura-t y, po. otra, en un<br />

espacio cercado por la expectación<br />

-<strong>el</strong>la<br />

es <strong>el</strong> personaje (entre fabulado y fabuloso)<br />

que convoca la repulsión/atracción simultáneas <strong>de</strong> lo abyecto.<br />

De hecho, ésta parece ser la propuesta <strong>de</strong> Rauda Jamisa, quien hace <strong>de</strong> todos estos<br />

<strong>de</strong>cires (<strong>de</strong> <strong>Kahlo</strong> y sobre <strong>Kahlo</strong>) la materia para <strong>el</strong>aborar lo que, más que una fi<strong>el</strong><br />

reproducción <strong>de</strong> su vida, resulta una recomposición <strong>de</strong> escrituras a través <strong>de</strong> las cuales<br />

esa vida <strong>de</strong>viene signíficante ----csto es: portadora <strong>de</strong> un sentido-. A lo largo <strong>de</strong> este<br />

r<strong>el</strong>ato -don<strong>de</strong><br />

se (con)fun<strong>de</strong>n, bajo la movilidad <strong>de</strong> las personas d<strong>el</strong> discurso, datos<br />

certificados con informaciones legendarias, fragmentos d<strong>el</strong> Diario con supuestas<br />

instrospecciones <strong>de</strong> la mexicana, visiones firmadas y visiones anónimas- <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong><br />

En un volumen reciente sobre <strong>el</strong> arte latinoameric¿rno d<strong>el</strong> presente siglo. e¡lcontramos. por ejemplo: "La<br />

carrera <strong>de</strong> <strong>Kahlo</strong> como afista estuvo estrechamente entr<strong>el</strong>azada no sólo con su r<strong>el</strong>ación con Rivera. sino<br />

también con su mala salud crónica y su acélrimo nacionalismo mexicano. 1...) pa<strong>de</strong>cía terribles dolor


es la pintora, es la mujer <strong>de</strong> Diego Rivera, es la amante <strong>de</strong> Trosky... pero es a<strong>de</strong>más la<br />

pintura que se impuso a la catástrofe orgánica, la mujer que se erigió sobre <strong>el</strong> cuefpo<br />

<strong>de</strong>strozado y <strong>el</strong> cuetpo <strong>de</strong>strozado cubierto por un polvo <strong>de</strong> oro (divinizado, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>el</strong><br />

momento mismo <strong>de</strong> su episodio sacrificial).<br />

La estructura es siempre semejante. En <strong>el</strong> primer capítulo, sin título, la voz fabulada<br />

<strong>de</strong> Fri


La imagen calcada <strong>de</strong> una vida (imaginaria) que se coloca sobre una imagen<br />

cruda (lo -la<br />

real d<strong>el</strong> <strong>cuerpo</strong> roto)-, un hecho <strong>de</strong> la memoria un uso d<strong>el</strong> lenguaje<br />

(que<br />

-y<br />

todo narrar la memoria implica)-, por lo <strong>de</strong>más, reuniflca también ---o resignifica-<br />

otros <strong>de</strong>smembramientos: <strong>el</strong> d<strong>el</strong> <strong>cuerpo</strong> traicionado <strong>de</strong> la cultura azteca, <strong>el</strong> d<strong>el</strong><br />

<strong>cuerpo</strong> social mutilado por la mo<strong>de</strong>rnización. El capítulo siguiente, bajo <strong>el</strong> rótulo sustantivo<br />

"Acci<strong>de</strong>nte", r<strong>el</strong>ata <strong>de</strong> "manera objetiva" <strong>el</strong> puntual acontecimiento que no<br />

<strong>de</strong>ja <strong>de</strong> parecer la perspectiva apuntada por la sentencia anterior- una especie<br />

<strong>de</strong> "venganza": -<strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

La tar<strong>de</strong> d<strong>el</strong> 17 <strong>de</strong> septiernbre <strong>de</strong> 1925 [...] f<strong>el</strong>iz tarnbién <strong>de</strong> estar en compañía<br />

<strong>de</strong> Alejandro, <strong>Frida</strong> subió con su "novio" en uno <strong>de</strong> esos autobuses que hacía<br />

poco que circulaban por la ciudad [...]. El trenecito <strong>de</strong> Xochimilco llegaba<br />

lentamente sobre las vías que <strong>el</strong> autobús iba a cruzar. El tren iba <strong>de</strong>spacio.<br />

quizá <strong>el</strong> autobús tendría tiempo <strong>de</strong> pasar. Quizá no [...]. Ella yacía sobre lo que<br />

quedaba <strong>de</strong> la plataforma d<strong>el</strong> autobús. Desnuda, recubierta <strong>de</strong> sangre y oro.<br />

Imagen alucinante [...] un toro atravesado por la espada y un torero cogido por<br />

un cuerno (99-101; énfasis nuestro).<br />

Lo <strong>de</strong>más es <strong>el</strong> primer diagnóstico<br />

médica- transcrito y<br />

-la<br />

entrecornillado:<br />

mirada científica <strong>de</strong> la interpretación<br />

"Fractura <strong>de</strong> la tercera y cuarta vértebras lumbares, tres fracturas <strong>de</strong> la p<strong>el</strong>vis,<br />

once fracturas en <strong>el</strong> pie <strong>de</strong>recho, luxación d<strong>el</strong> codo izquierdo, herida profunda<br />

en <strong>el</strong> abdomen, producida por una barra <strong>de</strong> hierro que entró por la ca<strong>de</strong>ra izquierda<br />

y salió por <strong>el</strong> sexo, <strong>de</strong>sgarrando <strong>el</strong> labio izquierdo. Peritonitis aguda.<br />

Cistitis que requiere una sonda por muchos días" (105).<br />

El violento acci<strong>de</strong>nte, sí, pero básicamente <strong>el</strong> <strong>obsceno</strong> r<strong>el</strong>ato d<strong>el</strong> acci<strong>de</strong>nte marca,<br />

a su vez ----en <strong>el</strong> texto <strong>de</strong> Jamis, pero también en otras biografías "menos nov<strong>el</strong>adas",<br />

<strong>el</strong> "nacimiento" <strong>de</strong> una <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong> pintora. Doble pérdida (amorosa y narcisista), <strong>el</strong><br />

choque d<strong>el</strong> nuevo y mo<strong>de</strong>rno medio <strong>de</strong> transporte urbano con <strong>el</strong> obsoleto autobús <strong>de</strong><br />

provincia se une a la separación entre <strong>Kahlo</strong> y Alejandro Gómez Arias y a la eiaboración<br />

<strong>de</strong> sus primeros cuadros.<br />

17 <strong>de</strong> septienúre <strong>de</strong> 1926 I Autorretrato con traje <strong>de</strong> terciop<strong>el</strong>o (1926).<br />

Si seguimos, como Jamis, la cronología que nos proponen las diversas biografías<br />

<strong>de</strong> <strong>Kahlo</strong> po<strong>de</strong>mos leer los dos primeros trabajos plásticos <strong>de</strong> la mexicana como una<br />

doble escritura (rev<strong>el</strong>adora una, sustitutiva la otra): un boceto d<strong>el</strong> acci<strong>de</strong>nte<br />

-17 <strong>de</strong><br />

septiembre <strong>de</strong> 1926- y un lienzo <strong>de</strong> regalo para Gómez Arias -Autorretrato<br />

con<br />

traje <strong>de</strong> terciop<strong>el</strong>o,1926-. En <strong>el</strong> primero, dibujo d<strong>el</strong> <strong>cuerpo</strong> vendado <strong>de</strong> <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong><br />

y rostro <strong>de</strong> Alejandro como primer plano sobre <strong>el</strong> fondo d<strong>el</strong> <strong>de</strong>sastre mecánico, se<br />

inscribe una leyenda: en letra casi infantil, *17 <strong>de</strong> Septiembre <strong>de</strong> 1926<br />

- FRIDA<br />

208


<strong>Kahlo</strong> (Acci<strong>de</strong>nte)"6.8n <strong>el</strong> segundo, la imagen donada al amante, tiene cubierto <strong>el</strong><br />

<strong>cuerpo</strong> con un ajustado traje <strong>de</strong> terciop<strong>el</strong>o rojo. La asociación es inmediata: se trata, en<br />

principio, d<strong>el</strong> mismo <strong>cuerpo</strong> (ahora vestido suntuosamente, amortajado) que antes había<br />

sido <strong>de</strong>scubierto por <strong>el</strong> acci<strong>de</strong>nte (<strong>de</strong>sprovisto <strong>de</strong> ropa y <strong>de</strong> pi<strong>el</strong>) y <strong>de</strong>spués públicamente<br />

mostrado a través d<strong>el</strong> dibujo (<strong>de</strong>snudado a la luz pública).<br />

En este lienzo<br />

-c<strong>el</strong>co<br />

taslúcido que se superpone al otro (se coloca sobre su<br />

imagen cruda)-, <strong>el</strong> rostro ---cab<strong>el</strong>lo recogido, cejas juntas y espesas,


momentos r<strong>el</strong>evantes <strong>de</strong> su biografía. En <strong>el</strong>los lo autobiográfico en este caso se<br />

fija obsesivamente en <strong>el</strong> dolor <strong>de</strong>/sobre <strong>el</strong> <strong>cuerpo</strong>- tien<strong>de</strong> a trascen<strong>de</strong>r -que<br />

las marcas d<strong>el</strong><br />

r<strong>el</strong>ato (la secuencia historiada <strong>de</strong> episodios humanos) en función d<strong>el</strong> constitutivo carácter<br />

d<strong>el</strong> suceso referido: cada nueva situación es /a experiencia d<strong>el</strong> dolor; y cada<br />

dolor <strong>de</strong>viene un saber sobre <strong>el</strong> dolor y sobre la muerte. De nuevo: una significación y,<br />

con <strong>el</strong>la, un po<strong>de</strong>r.<br />

Una segunda operación signfficante se verifica, entonces, en estos cuadros y <strong>el</strong><br />

que mejor da cuenta <strong>de</strong> <strong>el</strong>la es, probablemente, Lo que vi en <strong>el</strong> agua o kt que eI agua<br />

me dio, <strong>de</strong> 19387. En é1, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una especie <strong>de</strong> plano subjetivo que enfatiza la mirada <strong>de</strong><br />

un sujeto <strong>el</strong>idido sobre la bañera en la que se encuentra sumergido, están agrupados<br />

dos <strong>de</strong> sus referencias pictóricas básicas8, algunos motivos que<br />

-miniaturizadosanuncian<br />

bocetos o lienzos posteriores y varios <strong>de</strong> sus trabajos más importantes<br />

tados y por pintar- <strong>de</strong> la década d<strong>el</strong> 30e. La estructura intertextual y metatextual -pin-<br />

<strong>de</strong> la<br />

t<strong>el</strong>a reúne, entonces y <strong>de</strong> manera explícita, una <strong>de</strong>uda escritural influencia plástica<br />

o la conciencia <strong>de</strong> un proyecto estético y <strong>de</strong> una trayectoria-, -la<br />

una serie <strong>de</strong> motivos<br />

autobiográficos <strong>de</strong> escisión y pérdida (motivos <strong>de</strong> du<strong>el</strong>o) ruptura i<strong>de</strong>ntitaria<br />

entre pertenecer al mundo mo<strong>de</strong>rno y a la cultura<br />

-la<br />

<strong>de</strong> la tierra, <strong>el</strong> primer aborto, la<br />

muerte <strong>de</strong> la madre y la revisión <strong>de</strong> su genealogía olvidada, la r<strong>el</strong>ación entre Rivera<br />

y su hermana, <strong>el</strong> divorcio-, y una doble historia <strong>de</strong> una vida y la <strong>de</strong> una escritura<br />

<strong>de</strong> esa vida.<br />

-la<br />

Esta aparente factura fragmentaria (cada uno <strong>de</strong> los tópicos flota sobre <strong>el</strong> agua <strong>de</strong><br />

la bañera) se encuentra, al tiempo, contenida en un mismo espacio: <strong>el</strong> agua, superficie<br />

especular que, en lugar <strong>de</strong> refractar la imagen invertida <strong>de</strong> un yo que se contempla (lo<br />

que haría un espejo), le <strong>de</strong>vu<strong>el</strong>ve a la mirada d<strong>el</strong> yo sobre su <strong>cuerpo</strong> v<strong>el</strong>ado los<br />

microrr<strong>el</strong>atos con los que, en otros lugares, ese yo ha rev<strong>el</strong>ado su historia (la historia<br />

<strong>de</strong> un dolor repetido que ha hecho d<strong>el</strong> <strong>cuerpo</strong> un signo). Las imágenes que <strong>el</strong> yo observa<br />

sobre <strong>el</strong> espejo que oculta su <strong>cuerpo</strong> <strong>de</strong>forme son también las imágenes<br />

donadas al ojo <strong>de</strong> los otros- son restos <strong>de</strong> otras escrituras -que<br />

que cuentan (y significan)<br />

la <strong>de</strong>formidad. Des<strong>de</strong> esta perspectiva, sin duda, la escritura <strong>de</strong>viene tachadura y exhibición;<br />

es <strong>de</strong>cir, <strong>el</strong>la v<strong>el</strong>a pero también rev<strong>el</strong>a lo <strong>obsceno</strong>: sugiere y parcialmente<br />

escenifica <strong>el</strong> <strong>cuerpo</strong> imposible (un <strong>cuerpo</strong> sufriente) d<strong>el</strong> que apenas quedan, más allá<br />

<strong>de</strong> los sucesos biográficos <strong>de</strong>sperdigados, las puntas <strong>de</strong> los pies oximorónicos: <strong>el</strong><br />

izquiero, sano, junto al <strong>de</strong>recho, enfermo.<br />

Exterior, una mirada marca su presencia <strong>de</strong>s<strong>de</strong> afuera e impone su superioridad a<br />

través <strong>de</strong> la <strong>el</strong>isión <strong>de</strong> su reflejo (<strong>el</strong> rostro no se ve en la bañera rostro no se<br />

r<strong>el</strong>ata-). Esa mirada, agente último <strong>de</strong> la enunciación y único espacio<br />

-<strong>el</strong><br />

que peÍnanece<br />

fuera <strong>de</strong> lo interdicto hecho público, nos invita a buscar lo que falta en cada uno <strong>de</strong> los<br />

'7.<br />

8.<br />

9.<br />

Durante este período no sólo conoce a André Breton, quien insiste en colocarla <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las coor<strong>de</strong>nadas<br />

d<strong>el</strong> surrealismo (filiación que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>el</strong> principio la pintora negó <strong>de</strong> manera enfática), sino que<br />

expone sus cuadros en Nueva York y en París.<br />

Un <strong>de</strong>talle cIe El jardín <strong>de</strong> las d<strong>el</strong>icias <strong>de</strong> El Bosco y otro <strong>de</strong> h ninfa Eco <strong>de</strong> Max Emst.<br />

Autorretrato en lafnntera entre México y los Estados Unidos (1932), Henry Ford Hospital (1932),<br />

Mis abuebs, mis padres y yo (1936), Recuerdo (1937) y hs dos <strong>Frida</strong>s (1939).<br />

2r0


lienzos a los que intertextualmente se nos remite: los <strong>cuerpo</strong>s autosignificados <strong>de</strong> <strong>Frida</strong><br />

<strong>Kahlo</strong>. De <strong>el</strong>los obtendremos <strong>el</strong> <strong>cuerpo</strong> fisurado <strong>de</strong> una i<strong>de</strong>ntidad diseminada --{ntre<br />

la madre mexicana y <strong>el</strong> padre europeo; entre la tierra rural y la mo<strong>de</strong>rnización; entre la<br />

feminidad exigida por <strong>el</strong> Occi<strong>de</strong>nte mo<strong>de</strong>rno. la reclamada por la tradición y esa otra,<br />

homoerótica, excluida <strong>de</strong> ambos territorios culturales. Y <strong>de</strong> <strong>el</strong>los obtendremos, también,<br />

<strong>el</strong> <strong>cuerpo</strong> mutilado<br />

-por<br />

<strong>el</strong> aborto, por la pasión amorosa- que, no obstante, se<br />

con<strong>de</strong>nsa en un único gesto <strong>de</strong> dolor: <strong>el</strong> <strong>de</strong> una lágrima Henry Ford Hospítal-;<br />

<strong>el</strong> <strong>de</strong> la autolaceración Los do.s <strong>Frida</strong>.s. -en<br />

-en<br />

EI venadito (1946)l El. abrazo <strong>de</strong> amor <strong>de</strong> El unive rso, lct tierra (México), Yo, Diego y<br />

<strong>el</strong> señor Xólotl (1949).<br />

Aún más, los últimos lienzos <strong>de</strong> <strong>Kahlo</strong> parecen proponer otro <strong>de</strong>splazamiento<br />

-vna lercera operaciótr significante. En <strong>el</strong>los siempre sometidos a la tut<strong>el</strong>a<br />

-aunque<br />

d<strong>el</strong> rostro omniabarcante- la rnutilación, la liagmentación y <strong>el</strong> dolor no respon<strong>de</strong>n ya<br />

ni al or<strong>de</strong>n temporal d<strong>el</strong> suceso ni a la tiirrnula t'antasmática <strong>de</strong> la repetición. Por <strong>el</strong><br />

contrario, se recolocan en función <strong>de</strong> otro tipo <strong>de</strong> r<strong>el</strong>ato que es, a la vez, fundacional y<br />

heroico. En otras palabras habría que recordar aquí <strong>el</strong> sentido que le da Jamis al<br />

-y<br />

r<strong>el</strong>ato d<strong>el</strong> acci<strong>de</strong>nte-, la escritura se <strong>de</strong>splaza hacia la inscripción d<strong>el</strong> <strong>cuerpo</strong> personal<br />

en un contexto significante que lo hace homónimo <strong>de</strong> un <strong>cuerpo</strong> místico (<strong>el</strong> d<strong>el</strong> sacrificio),<br />

mítico (<strong>el</strong> d<strong>el</strong> origen) y utópico (<strong>el</strong> <strong>de</strong> la Revolución).<br />

En este sentido, por una parte, lienzos como E/ sueño o La cama ( 1940), La columna<br />

rota (1944), Sin esperanza (1945) y Árbol <strong>de</strong> la esperanza mantente firme (1946),<br />

tien<strong>de</strong>n a privilegiar, sobre un fondo <strong>de</strong>sértico y agrietado, <strong>el</strong> estoico <strong>cuerpo</strong> sacrificial<br />

<strong>de</strong> <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong>l0. Y, en principio, podríamos enten<strong>de</strong>rlos como cor<strong>el</strong>atos <strong>de</strong> El venado<br />

herido o El venodito o Sot un pobre venadito (1946), don<strong>de</strong> <strong>Frida</strong> corona su rostro<br />

inmutable con los cuernos <strong>el</strong>evados <strong>de</strong> un venado y convierte su <strong>cuerpo</strong> atormentado<br />

en <strong>el</strong> <strong>cuerpo</strong> redimido <strong>de</strong> un animal atravesado por flechas. La metamorfosis (atributo<br />

general <strong>de</strong> los dioses en numerosas mitologías) en venado (figura r<strong>el</strong>evante <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong><br />

fa tradición azteca), constituye una sublimación <strong>de</strong> la enfermedad cotidiana-<br />

hacia <strong>el</strong> dolor sacrificial colectivo, -mortal,<br />

T<br />

ustificadolt .<br />

-trascen<strong>de</strong>nte,<br />

10. Recor<strong>de</strong>mos'. en It coLumna... <strong>el</strong> tronco <strong>de</strong>snudo <strong>de</strong> la mujer, contenido por un corset metálico, exhibe<br />

la columna rota más cultural que física (no ya vertebral, sino jónica) que no consigue sostenerla y<br />

los miles <strong>de</strong> clavos que la <strong>de</strong>coran. En Sin esperanza, un vómito <strong>de</strong> alimentos, animales y cadáveres<br />

se <strong>el</strong>eva <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la boca <strong>de</strong> <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong> tumbada en una cama sobre <strong>el</strong> <strong>de</strong>sierto . En Arbol <strong>de</strong> Ia es¡teran-<br />

2c... <strong>el</strong> día y la noche <strong>de</strong> una superficie por igual seca y agrietada parten en dos la figura <strong>de</strong> dos <strong>Frida</strong>s:<br />

una. segunda, muestra las heridas <strong>de</strong> la espalda; otIa, sentada al frente, vestida <strong>de</strong> tehuana con un<br />

corset en las manos lleva Ia ban<strong>de</strong>ra con <strong>el</strong> mensaje que da título al cuadro.<br />

I 1. Esta divinización <strong>de</strong> la figura humana aparece ya en un cuadro anterior. En Mi nana y yo o Yo mamando<br />

(1937 ¡: <strong>el</strong> rostro adulto <strong>de</strong> <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong> siernpre más allá d<strong>el</strong> <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> su<br />

<strong>cuerpo</strong>-, sostenido entre los brazos <strong>de</strong> una -adulta totémica india <strong>de</strong> cara enmascarada e inexpresil'a. se<br />

amamanta <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> sus pechos <strong>de</strong>scarnado y prolijo. El paisaje <strong>de</strong> fondo s<strong>el</strong>va nocturna y<br />

lluviosa- parece hablar <strong>de</strong> un origen más mítico que humano muchos los -la r<strong>el</strong>atos <strong>de</strong> dioses sin<br />

padres que crecen alimentados pol los favores <strong>de</strong> la tierra y -son protegidos por figuras gigantescas e<br />

invcrosínriles.<br />

211


Por otra, cuadros como Moisés o Núcleo Solar (1945), El abrazo <strong>de</strong> amor <strong>de</strong> El<br />

universo, la tierra (México), Yo, Diego y <strong>el</strong> señor Xólotl (1949) y El marxismo dard<br />

salud a los enfermos (1954), no sólo cuentan --<strong>de</strong>s<strong>de</strong> una voluntad asumida- la historia<br />

<strong>de</strong> la humanidad, <strong>el</strong> inicio mítico <strong>de</strong> la tierra mexicana y <strong>el</strong> fin último <strong>de</strong> la revolución<br />

re<strong>de</strong>ntora, sino que también conducen <strong>el</strong> <strong>cuerpo</strong> sacrificial hacia un macrorr<strong>el</strong>ato que le<br />

otorga un sentido totalizante: <strong>el</strong> d<strong>el</strong> origen, <strong>el</strong> <strong>de</strong> la patria ancestral 'perdida" -traicionada-<br />

y <strong>el</strong> <strong>de</strong> la patria "recuperada" -redimida<br />

por <strong>el</strong> sacrificiol2.<br />

Por <strong>el</strong>lo, si recordamos <strong>el</strong> ya clásico texto <strong>de</strong> Josefina Ludmer sobre las tretas d<strong>el</strong><br />

débil<br />

-sus<br />

"tácticas <strong>de</strong> resistencia, sumisión y aceptación d<strong>el</strong> lugar asignado por <strong>el</strong><br />

otro, con antagonismo y enfrentamiento [...]" (Ludmer, 1980:51)-, po<strong>de</strong>mos ver<br />

cómo, sumisa frente al dolor, segunda en r<strong>el</strong>ación al genio <strong>de</strong> Rivera, pequeña para la<br />

Revolución, es <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong> la que nace <strong>de</strong> la tierra mexicana, es <strong>el</strong>la la que dona su<br />

<strong>cuerpo</strong> (lo convierte en un bien simbólico) como imagen sacrificial y es <strong>el</strong>la la que se<br />

gana<br />

-con<br />

la sangre <strong>de</strong>rramada- <strong>el</strong> <strong>de</strong>recho a contar la i<strong>de</strong>ntidad (que es <strong>el</strong> dolor) <strong>de</strong><br />

México. O, también, si vamos más allá <strong>de</strong> lo estratégico, po<strong>de</strong>mos i<strong>de</strong>ntificar aquí una<br />

tecnología, a través <strong>de</strong> la cual la otra (<strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong>) <strong>de</strong>viene un yo -victimizado,<br />

ciertamente, pero sin duda heroico13.<br />

<strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong> en la Galería <strong>de</strong> Arte Contemportíneo (1953).<br />

En efecto, <strong>el</strong> <strong>de</strong>splazamiento que organizala producción <strong>de</strong> <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong> (no sólo <strong>el</strong><br />

<strong>de</strong>venir <strong>de</strong> la enfermedad sino <strong>el</strong> <strong>de</strong>venir significante <strong>de</strong> su <strong>cuerpo</strong> <strong>de</strong>sierto) respon<strong>de</strong><br />

a un cambio <strong>de</strong> posición <strong>de</strong> la pintora en la escena pública. De esta manera, si la<br />

máquina expresiva <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong> se inaugura con <strong>el</strong> acci<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> 1926 y se fortalece en<br />

la década d<strong>el</strong> 30, los últimos años <strong>de</strong> su pintura le permitirán un -aunque<br />

menor-<br />

12. En Moisés..., por encima <strong>de</strong> la influencia <strong>de</strong> Freud ampliamente reseñada por la cítica y <strong>de</strong> las dos<br />

franjas horizontales d<strong>el</strong> lienzo -catálogo<br />

<strong>de</strong> antepasados, hibridaciones culturales, mitos, muertos,<br />

pensadores, revoluciones, vengadores-, dos manos oscuras (los brazos <strong>de</strong> la tierra) contienen a un<br />

feto fecundado por miles <strong>de</strong> lágrimas. Entre las masas mestizas se impone <strong>el</strong> río sobre <strong>el</strong> cual viaja <strong>el</strong><br />

niño Moisés (Diego, abrazado por la tierra, bañado por las lágrimas y alumbrado por la fuerza sólar)<br />

envu<strong>el</strong>to en pañales y <strong>de</strong>spiefo con sus tres ojos <strong>de</strong> la vigilia y la sabiduría. De igual modo, en E/<br />

abrazr¡... las cinco imágenes centrales se articulan a través d<strong>el</strong> gesto contenedor <strong>de</strong> un abrazo (abrazo<br />

<strong>de</strong> amor). El universo i<strong>de</strong>ntificable en la parte superior d<strong>el</strong> lienzo (negro-blanco oximorónico,<br />

taoísticamente concebido) se convierte, abajo, en dos brazos (raíz negra-blanca d<strong>el</strong> mestizaje, fecundada<br />

y fecundadora, productora <strong>de</strong> la árida vegetación mexicana don<strong>de</strong> <strong>de</strong>scansa <strong>el</strong> peno áncestral).<br />

Igualmente, la segunda figura, México, mujer <strong>de</strong> cejas espesas yjuntas, <strong>de</strong> cab<strong>el</strong>los largos y abundantes,<br />

<strong>de</strong> roca con un árbol en <strong>el</strong> hombro y una herida que nace en <strong>el</strong> cu<strong>el</strong>lo y <strong>de</strong>sembocá en la gota <strong>de</strong><br />

leche que sale d<strong>el</strong> pezón, acoge en su abrazo a <strong>Frida</strong>, vestida <strong>de</strong> tehuana, con las cejas juntas, <strong>el</strong><br />

cab<strong>el</strong>lo su<strong>el</strong>to y una herida que se inicia en las lágrimas que salen <strong>de</strong> los ojos, se continúlá en <strong>el</strong> cu<strong>el</strong>lo<br />

roto y finaliza en la sangre que sale d<strong>el</strong> pecho para rega¡ <strong>el</strong> fuego que Diego-niño, <strong>de</strong>snudo y <strong>de</strong>spierto-,<br />

sostiene en su regazo. México es <strong>Frida</strong>, sin duda, o <strong>Frida</strong> és <strong>el</strong> otrb duplicado -humánizado-<br />

<strong>de</strong> México; y, al tiempo, es <strong>Frida</strong> la que contiene la vitalidad legendariá <strong>de</strong> Diego y la que<br />

custodia su ojo agudo y vigilante. Por último, e¡ EI marxismo... sob¡e <strong>el</strong> fondo referéncial a los<br />

contenidos y figuras d<strong>el</strong> discurso sobre la revolución, emerge una <strong>Frida</strong> erguida (otra Juana <strong>de</strong> Arco),<br />

sin muletas, entre las manos <strong>de</strong> Diego.<br />

i3. Para la noción <strong>de</strong> tecnología, en tanto operaciones discursivas <strong>de</strong> articulación subjetiva, cf. Foucault<br />

(1991).<br />

2t2


econocimiento <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la plástica mexicana. Así, mientras la enfermedad la<br />

inmoviliza <strong>de</strong>finitivamente (curso que se cierra con la amputación <strong>de</strong> la pierna <strong>de</strong>recha),<br />

la pintura le garantiza una mayor participación institucional (es contratada, por<br />

ejemplo, para dar clases en la Escu<strong>el</strong>a <strong>de</strong> Arte "La Esmeralda").<br />

En 19-53, poco tiempo antes <strong>de</strong> morir, Lola Alvarez Bravo organiza la primera<br />

muestra individual <strong>de</strong> la autora en la Galería <strong>de</strong> Arte Contemporáneo. En <strong>el</strong>la <strong>Frida</strong><br />

<strong>Kahlo</strong> s¿ exhibe -ad<strong>el</strong>antándose,<br />

quizá, a algunas <strong>de</strong> las propuestas más radicales d<strong>el</strong><br />

performance <strong>de</strong> este fin <strong>de</strong> siglo- como obra principal y prácticamente clausura, con<br />

su exhibición, la historia <strong>de</strong> su productividad plástica: <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong>, objeto entre los<br />

objetos artísticos, (se) dona (en <strong>el</strong> momento <strong>de</strong>) su agonía al público. Como cuenta la<br />

biografía <strong>de</strong> Jamis:<br />

cuando ya nadie la esperaba, las sirenas <strong>de</strong> una ambulancia anunciaron su llegada.<br />

En previsión <strong>de</strong> su aparición, esa misma mañana habían trasladado la<br />

cama con baldaquino <strong>de</strong> la alcoba <strong>de</strong> <strong>Frida</strong>, <strong>de</strong> la que colgaban toda clase <strong>de</strong><br />

objetos, dijes...<br />

Sacaron a <strong>Frida</strong> <strong>de</strong> la ambulancia en camilla y la trasladaron como pudieron,<br />

mientras se abrían paso trabajosamente entre la multitud hasta la cama.<br />

Luego fue un momento extraño. <strong>Frida</strong>, bien vestida y peinada, estaba totalmente<br />

echada en su cama. Tenía una expresión crispada; se veía que cualquier<br />

movimiento le costaba un esfuerzo tremendo. Sus ojos no miraban, más bien se<br />

pegaban a la gente con todas sus fuerzas, con toda su intensidad, eran los únicos<br />

<strong>el</strong>ementos móviles <strong>de</strong> ese <strong>cuerpo</strong> lastirnado. Desfilando en un cortejo improvisado,<br />

la gente pasaba d<strong>el</strong>ante <strong>de</strong> su cama para f<strong>el</strong>icitarla, darle ánimos,<br />

besarla (336).<br />

Más ad<strong>el</strong>ante, por supuesto, "La última palabra" que, como la "primera dicha sobre<br />

<strong>el</strong>la", es médica pulmonar-, heroica que la salida sea afortunada<br />

y espero no -embolia volver jamás"' (341)-, mítica -"'Espero<br />

repito, lo grito, te llamo:<br />

viejo Mictlantecuchtli, dios, libérame" (349)-, -"Lo<br />

enigmática: "Tengo <strong>de</strong>recho a mantener<br />

un último secreto" (350). Y un "Post-scriptum" que, frente a la muerte tan largamente<br />

esperada/aplazada (<strong>de</strong>splazada), significa (<strong>de</strong>cora con los vestidos <strong>de</strong> la tradición,<br />

cubre con la ban<strong>de</strong>ra d<strong>el</strong> partido comunista y dibuja con la pluma d<strong>el</strong> gran pintor<br />

<strong>de</strong> la mexicanidad) también al cadáver <strong>de</strong> <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong>, en una ceremonia don<strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s<br />

arlistas e int<strong>el</strong>ectuales <strong>de</strong> la época saldan, quizá, su <strong>de</strong>uda con <strong>el</strong> pasadola:<br />

<strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong> tuvo <strong>de</strong>recho a una ceremonia oficial. Alre<strong>de</strong>dor d<strong>el</strong> ataúd abierto,<br />

podían verse las gran<strong>de</strong>s figuras d<strong>el</strong> mundo artístico, responsables políticos <strong>de</strong><br />

14. Probablcnlcntc no sería tan arriesgado pensar que también para los grupos int<strong>el</strong>ectuales <strong>de</strong> izquierda<br />

d<strong>el</strong> Móxico tlt- principios <strong>de</strong> siglo -preocupados<br />

por reorganizar las estructuras político-económicas<br />

dc l¿r nacion y profundamente seducidos por los cambios internacionales <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>mización estéticir-<br />

Iiitll Klhlo sirvió pafa canalizar cierta culposa <strong>de</strong>uda con <strong>el</strong> pasado que tanto uno como otro<br />

artlrclos ;rtlt¡rrir'í:ln irremediablemente.<br />

213


alto niv<strong>el</strong>, representantes <strong>de</strong> la alta burguesía, multitud <strong>de</strong> amigos y la familia.<br />

Y <strong>el</strong> anterior presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la República,Lázaro Cár<strong>de</strong>nas.<br />

El cadáver había sido arreglado, peinado con cintas, sus manos cruzadas llevaban<br />

anillos y <strong>el</strong> <strong>cuerpo</strong> vestía ricas t<strong>el</strong>as. Por última vez. En un momento<br />

dado, Diego echó sobre <strong>el</strong> ataúd una gran ban<strong>de</strong>ru d<strong>el</strong> partido comunista mexicano,<br />

con la hoz y <strong>el</strong> martillo [...].<br />

El <strong>cuerpo</strong> <strong>de</strong> <strong>Frida</strong> fue incinerado en <strong>el</strong> crematorio civil <strong>de</strong> Dolores.<br />

Diego se sacó d<strong>el</strong> bolsillo unlápiz y una libreta y allí, cabizbajo, llorando, con<br />

los ojos entrecerrados, dibujó sobre <strong>el</strong> pap<strong>el</strong> esos últimos instantes: <strong>Frida</strong>, toda<br />

fuego, arrasada por las llamas (351; énfasis nuestro).<br />

Dos últimas significaciones, así, <strong>de</strong> <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong>: es pieza <strong>de</strong> exposición (objeto<br />

artístico) en <strong>el</strong> museo d<strong>el</strong> arte contemporáneo y pieza <strong>de</strong> conmemoración (monurnento)<br />

en <strong>el</strong> mausoleo <strong>de</strong> la historia mexicana.<br />

Yo: la antigua oculta/dora<br />

El teatro (la escena recortada) es <strong>el</strong> lugar mismo <strong>de</strong> la<br />

venustidad, es <strong>de</strong>cir, d<strong>el</strong> Eros mirado, alumbrado (por<br />

Psiquis y su lámpara). Basta con que un personaje secundario,<br />

episódico, presente algún motivo para <strong>de</strong>searlo<br />

(este motivo pue<strong>de</strong> ser perverso, no estar r<strong>el</strong>acionado<br />

con la b<strong>el</strong>leza sino con un <strong>de</strong>talle <strong>de</strong> su <strong>cuerpo</strong>, con<br />

la textura <strong>de</strong> su voz, su foma <strong>de</strong> respirar y aun con<br />

alguna torpeza), para que se salve todo un espectáculo.<br />

La función erótica d<strong>el</strong> teatro no es accesoria. porque<br />

sólo é1, entre todas las artes figurativas (cine, pintura),<br />

da los <strong>cuerpo</strong>s y no su representación.<br />

Roland Barthes. Barthes por Barthes.<br />

No obstante todas estas imtígenes, ¿hay más Hay El Diario <strong>de</strong> <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong>, una<br />

superficie criptográfica (sintaxis cicatrizada por tachaduras, reimpresiones y transparencias)<br />

que, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> otra marca (ahora editorial), nos invita a escrutar un último<br />

autorretrato <strong>de</strong> <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong>: un íntimo autorretratol'.<br />

¿Qué retrato (a)guarda (en) <strong>el</strong> Diario <strong>de</strong> <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong> O, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> esta misma r<strong>el</strong>ación<br />

invertida, ¿qué extraño <strong>de</strong>seo pulsa en nosotros cuando aceptamos <strong>el</strong> pacto <strong>de</strong><br />

15. El Diario <strong>de</strong> Fricla Kahb. Un íntino autorretralo, recopilado por Sarah M. Lowe y prologado por<br />

Ca¡los Fuentes, (coeditado por la editorial Debate <strong>de</strong> Madrid y <strong>el</strong> Círculo <strong>de</strong> lectores <strong>de</strong> Barc<strong>el</strong>ona y<br />

con dos ediciones en <strong>el</strong> mismo año -1995),<br />

sorpren<strong>de</strong> no sólo por la atipicidad d<strong>el</strong> facsímil (que<br />

formalmente no parece seguir la <strong>de</strong>finición d<strong>el</strong> género), sino por la precariedad <strong>de</strong> las notas <strong>de</strong> la<br />

comentarista quien, más <strong>de</strong> una vez, enmu<strong>de</strong>ce frente a las páginas d<strong>el</strong> objeto <strong>de</strong> su lectura (y reescritura).<br />

Difícil empresa, sin duda, traducir un conjunto <strong>de</strong> palabras reunidas al azar, sin f'echas claras, con<br />

dibujos que traspasan <strong>de</strong> un lado a otro la página, con borrones, anotaciones, garabatos... ¿Cómo se<br />

traduce un garabato ¿Qué dice <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> una tachadura ¿Cuál <strong>de</strong> las dos palabras que conviven en <strong>el</strong><br />

mismo renglón, una sobre otra, privilegiar ¿Qué criterio usar si no hay r<strong>el</strong>ato que proseguir ¿Qué<br />

indicaciones aportar para la lectura <strong>de</strong> un material que se hace a sí mismo sobre <strong>el</strong> criterio <strong>de</strong> la<br />

ilegibilidad<br />

214


<strong>de</strong>sear(lo)/recibir(lo) ¿O es un goce, más bien'/ En otros términos, ¿es la vida <strong>de</strong> <strong>Frida</strong><br />

<strong>Kahlo</strong> lo que buscamos, su vida contada por <strong>el</strong>la misma y certificada por <strong>el</strong> signo<br />

legítimo <strong>de</strong> su firma: la memoria <strong>de</strong> su origen, <strong>el</strong> recuento <strong>de</strong> su enfermedad, <strong>el</strong> r<strong>el</strong>ato<br />

<strong>de</strong> su r<strong>el</strong>ación amorosa con Diego Rivera, <strong>el</strong> recorrido <strong>de</strong> su producción plástica<br />

¿Buscamos un sucedáneo a lo que hubiera podido ser una rev<strong>el</strong>adora autobiografía,<br />

una "restauradora sustitución tropológica"l6 Tenemos ya la verdad <strong>de</strong> su vida (cuyos<br />

datos aparecen no sólo en su propia biografía sino en la <strong>de</strong> otros gran<strong>de</strong>s sujetos historiados<br />

por ejemplo, o Trotsky), su imagen totalizante (<strong>el</strong> rostro que vemos<br />

en cada -Rivera,<br />

uno <strong>de</strong> los "públicos" autorretratos que, al margen <strong>de</strong> los museos, circulan en<br />

postales, afiches, anuncios publicitarios), la solución a ese apuro lingüístico que informa,<br />

a través d<strong>el</strong> r<strong>el</strong>ato <strong>de</strong> la vida es también <strong>el</strong> <strong>de</strong> la muerte- la imposibilidad<br />

<strong>de</strong> apresar con <strong>el</strong> significante diferenciador -que<br />

<strong>el</strong> vacío fundador que permite su <strong>de</strong>splazamiento<br />

(la crónica <strong>de</strong> una agonía tantas veces referida y representada).<br />

¿Pue<strong>de</strong> haber algo más que <strong>el</strong> performance <strong>de</strong> una agonía Un particular diario,<br />

quizá (El Diario <strong>de</strong> <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong>), y un autorretrato diferente, a<strong>de</strong>más, (un íntimo<br />

auforretrato). ¿No seguimos buscando, acaso, eso que <strong>de</strong> <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong> todavía nos<br />

falta Un más allá <strong>de</strong> la fotografía ---o d<strong>el</strong> cuadro- que la reproduce, don<strong>de</strong> la letrahu<strong>el</strong>la<br />

funcione como resto espectral d<strong>el</strong> <strong>cuerpo</strong> (imaginario) que la escribe; o algún<br />

tipo <strong>de</strong> rev<strong>el</strong>ación (o <strong>de</strong> pornografía) que nos ofrezca algo más <strong>de</strong> lo que <strong>Kahlo</strong> ofreció<br />

en vida (<strong>el</strong> tan esperado secreto <strong>de</strong> su <strong>cuerpo</strong>). ¿Buscamos, entonces. en <strong>el</strong> diario <strong>de</strong><br />

<strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong>, <strong>el</strong> recuento <strong>de</strong> sus pequeñas y gran<strong>de</strong>s aventuras cotidianas, sus dolores<br />

humanos, <strong>el</strong> cotilleo <strong>de</strong> sus amoríos. los sucesos referidos <strong>de</strong> los convulsionados momentos<br />

d<strong>el</strong> México postrevolucionario o <strong>de</strong> las vanguardias históricas ¿Buscamos,<br />

por <strong>el</strong> contrario, la experiencia trascen<strong>de</strong>nte, aurática, <strong>de</strong> su dolor trascendido (clave<br />

para una supervivencia) frente a los pobres dolores <strong>de</strong> su época (fundadora <strong>de</strong> nuestra<br />

cadavez mayor pobreza) ¿O buscamos, literalmente, su "diarie", tal como lo entien<strong>de</strong><br />

Barthes: "Juego cruzado: en <strong>el</strong> siglo xvr, cuando se empezaron a escribir, se les<br />

llamaba, sin reticencia, diarie: diarrhée y glaire (diarrea y flema)" (Barthes, 1997:<br />

107; énfasis d<strong>el</strong> autor)<br />

In<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> nuestro <strong>de</strong>seo recibimos <strong>el</strong> Diario <strong>de</strong> <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong><br />

ilegible que engancha, <strong>el</strong> texto ardiente, producido continuamente fuera <strong>de</strong> toda -"lo<br />

verosimilitud<br />

y cuya función [...] sería la <strong>de</strong> impugnar la restricción mercantil <strong>de</strong> los <strong>escrito</strong>s<br />

[...]" (Ibid: 129): listas intenninables <strong>de</strong> palabras reunidas al azar, bocetos <strong>de</strong> cuadros,<br />

poemas en un alemán mal <strong>escrito</strong>, juegos <strong>de</strong> colores, chistes, pedazos <strong>de</strong> cartas<br />

<strong>de</strong> amor, postales rayadas, referencias mitológicas, sentencias políticas. El Diorio <strong>de</strong>shecho<br />

<strong>de</strong> <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong> contiene, en efecto, los <strong>de</strong>sechos <strong>de</strong> (sus) otras escrituras. Grado<br />

16. En "La autobiografía como <strong>de</strong>sfiguración", Paul <strong>de</strong> Man habla <strong>de</strong> la autobiografía como una inestable<br />

situación tropológica fundada sobre (y fundante <strong>de</strong>) su propia incapacidad. (De Man. 1991: 114).<br />

Naturalmente, estamos conscientes <strong>de</strong> que <strong>el</strong> texto que nos ocupa no respon<strong>de</strong> exactamente a las preci<br />

siones genéricas <strong>de</strong> la autobiografía (largamente tentadas por tejeune); sin embargo, toda vez que no<br />

nos interesa estrictamente este problema, lo trabajamos a partir <strong>de</strong> la noción <strong>de</strong> espacio autobiográfico<br />

(existe una coinci<strong>de</strong>ncia enire las personas d<strong>el</strong> discurso *-quien firma, quien escribe, quien topicaliza <strong>el</strong><br />

enunciado- y hay una <strong>el</strong>idida temporalidad que se expresa en la continuidad diaria).<br />

215


cero <strong>de</strong> la representación, entre sus páginas no encontramos <strong>el</strong> r<strong>el</strong>ato <strong>de</strong> una vida. Las<br />

poquísimas fechas acotadas por la compiladora entre 1944 y 1954- canc<strong>el</strong>an<br />

la posibilidad <strong>de</strong> un r<strong>el</strong>ato. Salvo cuatro anécdotas -<strong>escrito</strong><br />

dispersas (<strong>el</strong> recuento escamoteado<br />

d<strong>el</strong> origen, algún episodio <strong>de</strong> la infancia --corriente, por lo <strong>de</strong>más-, la fantasía<br />

<strong>de</strong> la fundación <strong>de</strong> un país <strong>de</strong> la locura y una resumida historia clínica<br />

-(u)tópicadisfrazada<br />

bajo un largo listado <strong>de</strong> agra<strong>de</strong>cimientos), no hay ni restauración <strong>de</strong> una<br />

vida que se sabe pasada (son los años más difíciles <strong>de</strong> la agonía) ni crónica puntual d<strong>el</strong><br />

acontecer cotidiano. De igual modo, no hay fórmulas ni confesiones <strong>de</strong> secretos pactos<br />

con la muerte, no hay certezas ni sórdidos <strong>de</strong>talles <strong>de</strong> la laceración.<br />

Hay, sin embargo, dos frases que, en tanto auto<strong>de</strong>finitorias, se imponen a lo largo<br />

d<strong>el</strong> texto, trascien<strong>de</strong>n la representación que los lienzos nos han ya donado y exigen<br />

otro tipo <strong>de</strong> recepción: se trata, ahora, <strong>de</strong> una escucharT. En una página, casi al principio:<br />

"Yo soy la DESINTEGRACIÓN..." En otra, casi al final: "L,q ANTIGUA<br />

OCULTADORA". Superpuestos, la afirmación y <strong>el</strong> epíteto casi reproducen una enigmática<br />

-y amenazadora- sentencia: "Yo [a antigua ocultadora] soy la <strong>de</strong>sintegración".<br />

Esto es: yo, la que (se) oculta <strong>de</strong>s<strong>de</strong> siempre (¿la mujer¿esa inquietante mujer<br />

que es Dora, tal como la vive Freud), no soy más que eso que es inocultable: la<br />

tachadura, lafalta, lo real inscrito en <strong>el</strong> <strong>cuerpo</strong> (la herida).<br />

De hecho, <strong>el</strong> Diario no nos toma por sorpresa. Ya la introducción <strong>de</strong> carlos Fuentes<br />

nos incita a recibirlo "como un fuego, una droga, una <strong>de</strong>sorganizaciónenigmática"<br />

(Ibid: 129), y puntúa <strong>el</strong> órgano <strong>de</strong> esa recepción a través <strong>de</strong> 1a memoria acústica <strong>de</strong> su<br />

único encuentro con la casi <strong>de</strong>s<strong>de</strong> siempre legendaria pintora en un concierto en <strong>el</strong><br />

Palacio <strong>de</strong> B<strong>el</strong>las Artes <strong>de</strong> la Ciudad <strong>de</strong> México:<br />

cuando <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong> entró a su palco en <strong>el</strong> teatro, todas las distracciones musicales,<br />

arquitectónicas y pictóricas quedaron abolidas. El rumor, estruendo y<br />

ritmo <strong>de</strong> las joyas portadas por <strong>Frida</strong> ahogaron los <strong>de</strong> la orquesta, pero algo<br />

más que <strong>el</strong> mero sonido nos obligó a todos a mirar hacia arriba y <strong>de</strong>scubrir ala<br />

aparición qxe se anunciaba a sí misma con <strong>el</strong> latido increíble <strong>de</strong> ritmos metdlicos,<br />

pata enseguida exhibir a la mujer, que tanto <strong>el</strong> rumor <strong>de</strong> las joyas como un<br />

magnetismo silencioso, anunciaba (7; énfasis nuestro).<br />

17. En su prólogo al libro <strong>de</strong> Lucien IsraéI, E/ goce <strong>de</strong> la histérico, Sara Glasman convierte la histórica<br />

r<strong>el</strong>ación enl.re histeria ¡ psicoanilisrs en un r<strong>el</strong>ato fundacional: "Érase una vez una mujer, que no<br />

sabía qué significaba ser mujer para <strong>el</strong> <strong>de</strong>se.r d<strong>el</strong> hombre, y <strong>de</strong>cidió acudir a preguntailo a-quien<br />

presuntamenJe podía saberlo: un médico. Le lievó su <strong>cuerpo</strong> sufriente. Dibujó en Zl una anatómía<br />

diferente [...]. Deambuló por diagnósticos, pronósticos, tratamientos, <strong>de</strong>nunciando constantemente la<br />

impotencia <strong>de</strong> un presunto saber. Como era su <strong>cuerpo</strong> <strong>el</strong> que gritaba, sólo un médico podría <strong>de</strong>scifrar<br />

su pregglta... a condición <strong>de</strong> escucharla. Y <strong>de</strong> su encuentro con quien <strong>de</strong>cidió poner enjuego su oreja,<br />

nació <strong>el</strong> Psicoanálisis. Elogio, entonces, <strong>de</strong> la histérica: es fundádora, pero a-condición dé <strong>de</strong>scubhr<br />

luego su trampa'' (IsraóI, \919:.7). Ciertamente, lo que la histérica ofrece través <strong>de</strong> su <strong>cuerpo</strong><br />

sufriente- es, <strong>de</strong> nuevo, un enigma que, aunque sabido, no <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> resultar -a <strong>de</strong>sconcertante: <strong>el</strong>la es<br />

l9{9go y su vestimenta fálica no es más que la impostura imaginaria que recubre su vacío. Frente a la<br />

histérica, claro, <strong>el</strong> médico escucha y, seducido por <strong>el</strong> vacío que <strong>el</strong>la (re)v<strong>el</strong>a, no pue<strong>de</strong> más que <strong>de</strong>jarse<br />

caer en la evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> su propia incapacidad.<br />

216


La imagen<br />

-visual,<br />

pero sobre todo sonora- no hace más que poner en evi<strong>de</strong>ncia<br />

la atmósfera <strong>de</strong> expectación, a la que antes nos hemos referido: la <strong>de</strong> un plus, un "algo<br />

más", un "magnetismo silencioso" que la envu<strong>el</strong>ve y hace que los otros se vu<strong>el</strong>van<br />

hacia <strong>el</strong>larS. Paradójica y teatralizada esfinge, la presencia <strong>de</strong> <strong>Kahlo</strong> atrae con sus<br />

ruidos metálicos las miradas curiosas d<strong>el</strong> público que, sin embargo, sabe d<strong>el</strong> vacío que<br />

<strong>el</strong> <strong>de</strong>corado (a)guarda. Superficie histerizada, atrae también una escucha que olvida la<br />

armónica composición musical <strong>de</strong> una práctica "culta" (fálico concierto <strong>de</strong> Wagner en<br />

<strong>el</strong> teatro mo<strong>de</strong>rno) para <strong>de</strong>jarse seducir por los chirridos <strong>de</strong> un <strong>cuerpo</strong> "oculto":<br />

El <strong>cuerpo</strong> ante todo. El <strong>cuerpo</strong> <strong>de</strong> <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong>. Mirándola allí, en <strong>el</strong> palco <strong>de</strong><br />

B<strong>el</strong>las Artes, una vez que se aquietó <strong>el</strong> clamor <strong>de</strong> las joyas [...] una vez [...]<br />

que <strong>el</strong> gran halo ceremonial, mediterráneo y azteca, rabiosamente antisajón,<br />

se apagaron, uno sólo podía pensar: 1...1 cuando <strong>el</strong> <strong>cuerpo</strong> se rompe, <strong>el</strong> alma<br />

no posee más altar que <strong>el</strong> <strong>de</strong> un rostro. / Qué misteriosa hermandad, me dije<br />

[...] entre <strong>el</strong> <strong>cuerpo</strong> <strong>de</strong> <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong> y las hondas divisiones <strong>de</strong> México durante<br />

los añosjóvenes <strong>de</strong> esta mujer (8; énfasis nuestro).<br />

Como si se tratara <strong>de</strong> una Sirena (cuya "seducción consiste en <strong>el</strong> vacío que abre",<br />

en la "inmovilidad fascinante que provoca en aqu<strong>el</strong>los que la escuchan") y, también,<br />

<strong>de</strong> una Eurídice (que oculta, pero entrega su rostro <strong>de</strong> muerte) (Foucault,<br />

-dona-<br />

1993: 60), la rememoración <strong>de</strong> aqu<strong>el</strong>la visión (aurática, sin duda, como toda visión,<br />

pero curiosamente, porque lo es <strong>de</strong> un mod<strong>el</strong>o técnicamente re-producido), cuya<br />

intemporalidad no sólo nos sorpren<strong>de</strong> sino que nos invita a mirar-escuchar <strong>el</strong> espectáculo<br />

(y a gozar con su exceso significante), evoca <strong>de</strong> nuevo la plegada composición<br />

<strong>de</strong> la escena. A la manera <strong>de</strong> una obertura operática (y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una asociación <strong>de</strong> imágenes<br />

no particularmente distinta a la que propone Jamis), <strong>el</strong> ruido <strong>de</strong> la entrada ceremonial<br />

ce<strong>de</strong> al silencio <strong>de</strong> las joyas apaciguadas, la fascinación por los trajes a la certeza<br />

<strong>de</strong> un <strong>cuerpo</strong> inexistente, la incuestionable mexicanidad <strong>de</strong> <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong> (certificación<br />

<strong>de</strong> un origen borrado) a la fragmentación <strong>de</strong> un México <strong>de</strong>sarticulado por los<br />

procesos complejos <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>rnización política y económica <strong>de</strong> principios <strong>de</strong> siglo (aunque<br />

no sólo), la apariencia orgánica y cohesionada d<strong>el</strong> <strong>cuerpo</strong> vestido (ornamentado,<br />

v<strong>el</strong>ado) al absoluto <strong>de</strong> un <strong>cuerpo</strong> roto (<strong>el</strong> <strong>cuerpo</strong> <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong>- (d<strong>el</strong>)ante<br />

(d<strong>el</strong>)todore).<br />

-<strong>de</strong><br />

La expectativad<strong>el</strong>o v<strong>el</strong>ado (la aparición) y <strong>el</strong> horror <strong>de</strong> lo rev<strong>el</strong>ado (la certeza), sin<br />

embargo, no <strong>de</strong>sencantan al ojo que contempla. Por <strong>el</strong> contrario aquí resi<strong>de</strong> lo<br />

fundamental-,<br />

-y<br />

se continúan en la proliferación <strong>de</strong> imágenes plenas <strong>de</strong> contenido (en<br />

la interpretación suplantadora):<br />

18 Esta hiperbólica confección que Fuentes le confiere nos recuerda la doble imagen <strong>de</strong> la seducción que<br />

estudiaFoucault a partir <strong>de</strong> la escritura <strong>de</strong> Blanchot ----<strong>el</strong> canto rev<strong>el</strong>ador <strong>de</strong> las Sirenas (d<strong>el</strong> origen y<br />

<strong>el</strong> <strong>de</strong>stino último d<strong>el</strong> héroe¡ y <strong>el</strong> rostro v<strong>el</strong>ado <strong>de</strong> Eurídice (Foucault, 1993: 57-58).<br />

19 El vestido, aquí, como v<strong>el</strong>adura, como manto que tapa <strong>el</strong> vacío primero y fundante: la muene, la<br />

ausencia <strong>de</strong> cualquier significación y la unidad misma, en tanto ausencia <strong>de</strong> significante diferenciador.<br />

217


Era la entrada <strong>de</strong> una diosa azteca, quizá Coatlicue, la madre envu<strong>el</strong>ta en faldas<br />

<strong>de</strong> serpientes, exhibiendo su propio <strong>cuerpo</strong> lacerado y sus manos ensangrentadas<br />

como otras mujeres exhiben sus broches. Quizá era Tlazolteotl, la diosa<br />

tanto <strong>de</strong> la pureza como <strong>de</strong> la impureza, <strong>el</strong> buitre femenino que <strong>de</strong>vora la inmundicia<br />

a fin <strong>de</strong> purificar <strong>el</strong> mundo. O quizá se trataba <strong>de</strong> la Madre Tierra<br />

española, la Dama <strong>de</strong> Elche, radicada en <strong>el</strong> su<strong>el</strong>o gracias a su pesado casco <strong>de</strong><br />

piedra [...]. ¿Un árbol <strong>de</strong> navidad<br />

piñata (8).<br />

¿Una<br />

De lo sublime a lo ridículo, literalmente, <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong> pue<strong>de</strong> ser diosa o certificación<br />

d<strong>el</strong> mal gusto; pue<strong>de</strong> ser encamación mítica <strong>de</strong> las sacrificadas mujeres <strong>de</strong> la híbrida<br />

tradición mexicana (azteca e hispana) o anacronismo <strong>de</strong> una tradición que sobrevive<br />

como resto <strong>de</strong>slegitimado en los signos d<strong>el</strong> folclor. Asimismo, figura <strong>de</strong>screída, nombrada<br />

con la cru<strong>de</strong>za <strong>de</strong> un lenguaje no metafórico (entre médico y etnográñco):<br />

una Cleopatra quebrada que escondía su <strong>cuerpo</strong> torturado, su pierna seca, su<br />

pie baldado, sus corsés ortopédicos, bajo los lujos espectaculares <strong>de</strong> las campesinas<br />

mexicanas, que durante siglos han escondido c<strong>el</strong>osamente las antiguas<br />

joyas, protegiéndolas <strong>de</strong> la pobreza, mostrándolas sólo en las gran<strong>de</strong>s fiestas <strong>de</strong><br />

las comunida<strong>de</strong>s agrarias (8).<br />

Finalmente, la angustia se aquieta: "Los encajes, los listones, las rumorosas enaguas,<br />

las trenzas, los huipiles, los tocados tehuanos" enmarcan "como lunas ese rostro<br />

<strong>de</strong> mariposa oscura" y le dan "alas". Compleja operación maquínica, tanto <strong>el</strong> <strong>cuerpo</strong><br />

como <strong>el</strong> r<strong>el</strong>ato pasan por la superficie agujereada <strong>de</strong> este rostro que se presta para <strong>el</strong><br />

juego, se dona. El rostro significa, entonces, al <strong>cuerpo</strong> insignificado: "<strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong>, diciéndonos<br />

a todos los presentes que <strong>el</strong> sufrimiento no marchitaría, ni la enfermedad haría<br />

rancia, su infinita variedad femenina" (8). o, por <strong>el</strong> contrario, <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong> sugiriendo su<br />

<strong>cuerpo</strong> v<strong>el</strong>ado ante los ojos d<strong>el</strong> ávido espectador mexicano <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnidad que, incapaz<br />

<strong>de</strong> reconciliar <strong>el</strong> pasado y <strong>el</strong> presente, lo antiguo y lo nuevo, los símbolos totalizantes<br />

y trascen<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> la tradición azteca y los signos mercantiles y efímeros <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnizaci6n,<br />

"[...] goza simultiineamente a través d<strong>el</strong> texto <strong>de</strong> la consistencia <strong>de</strong> su yo y <strong>de</strong> su<br />

caída" (Barthes, 1991: 35). Más explícitamente, y aún más: <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong> ofreciendo su<br />

<strong>cuerpo</strong>/texto v<strong>el</strong>ado/<strong>obsceno</strong> para <strong>el</strong> goce perverso <strong>de</strong> la contemplación (d<strong>el</strong> horror individual<br />

frente a la muerte, d<strong>el</strong> horror colectivo frente al origen) y para <strong>el</strong> placer edificante<br />

<strong>de</strong> la rostrificación (que hace d<strong>el</strong> horror una razón <strong>de</strong> ser<br />

-histórica,<br />

cultural)2O.<br />

20. El <strong>cuerpo</strong>-texto <strong>de</strong> <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong> representa la posibilidad <strong>de</strong> mirar más allá <strong>de</strong> la vestidura <strong>el</strong> horror <strong>de</strong><br />

an_organismo <strong>de</strong>secho (un <strong>cuerpo</strong> sin órganos, según D<strong>el</strong>euze/Guattari):<br />

-la<br />

arbitrariedad d<strong>el</strong> origen,<br />

la brutalidad d<strong>el</strong> acci<strong>de</strong>nte, lo kitsch <strong>de</strong> lo popular, la siniestra intervención <strong>de</strong> la tecnología méáica<br />

sobre la naturaleza humana, la inminencia <strong>de</strong> la muerte, <strong>el</strong> anacronismo <strong>de</strong> lo indígena-, pero también<br />

<strong>de</strong> significar ese horror, _<strong>de</strong> u¡ar la superficie vaciada para escribir sobre <strong>el</strong>li los signos <strong>de</strong> un<br />

nuevo.organism_o social y cultural: la fortaleza <strong>de</strong> la mujer que supera las fisuras d<strong>el</strong> órigen, que<br />

sobrevive más allá <strong>de</strong> las mutilaciones, que concilia la ropa <strong>de</strong> tehuana con la productividadlstétiia,<br />

218


El <strong>cuerpo</strong>/ <strong>el</strong> arte <strong>de</strong> frida kahlo<br />

Er <strong>cuerpo</strong> anre todo. Er <strong>cuerpo</strong> o" rnllrillnfl;"","r.<br />

Estas y otras imágenes, estos y otros r<strong>el</strong>atos -due, a fin <strong>de</strong> cuentas, parecen conuo.u,<br />

unu l..tura don<strong>de</strong> se (con)fun<strong>de</strong>n la mirada d<strong>el</strong> yo sobre sí mismo con la mirada<br />

que <strong>de</strong> ese yo tienen los otros- proponen un doble problema que, difícilmente, podúa<br />

estudi¿use por separaclo2l. Por una parte, aqu<strong>el</strong> referido a una labor escritural qlue,<br />

como si seiratara <strong>de</strong> un paradójico trabajo <strong>de</strong> du<strong>el</strong>o22 (<strong>de</strong> restauración), convierte una<br />

vida <strong>de</strong>terminada por la tachadura (hiancia, fisura, <strong>de</strong>sprendimiento, pérdida, mutilación)<br />

en una serie <strong>de</strong> imágenes que prometen un saber d<strong>el</strong> todo rev<strong>el</strong>adosobre<br />

esa vida. Así, por encima d<strong>el</strong> <strong>cuerpo</strong> que muestra histéricamenl¿ sus cicatrices<br />

-jamás<br />

(<strong>cuerpo</strong> sufriente, esirito por <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong>) se impone <strong>el</strong> gesto enigmático d<strong>el</strong> rostro<br />

ir", á"t4" su inexpresión, anuncia (sin <strong>de</strong>cir) la verdad sobre ese <strong>cuerpo</strong>: es escritura<br />

io. un objeto perdido y, al tiempo, es escritura que se dona como un<br />

-amorosGoU¡"to.<br />

Por otra, <strong>el</strong> que se manifiesta como un trabajo <strong>de</strong> reescritura que' en la ambigu"a<br />

coexistencia <strong>de</strong>i placer y d<strong>el</strong> goce, circunscribe en <strong>el</strong> objeto/fetiche <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong><br />

]-ru .u..po historiaio-tanto miedos individuales (a la muerte, a la enfermedad' a la<br />

mutilación) y colectivos (al olvido d<strong>el</strong> origen, a la pérdida <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad, al fracaso <strong>de</strong><br />

21<br />

22<br />

oue aceDta la íntervención maquínica a fin <strong>de</strong> otganizar la barbarie caótica <strong>de</strong> la enfermedad, que<br />

l"riini"'"i ,*.iR.io 1<strong>de</strong> lo.¡ aztéca y hace <strong>de</strong> la muerte una fuerza procreadora.<br />

'dJü'il-.'r"""irá*lá;;;;i;. la"'vida" ---que es, en realidad, agonía y muerte- <strong>de</strong> <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong><br />

il;""""'¡u[6i;;.nlJuiogr"riu <strong>de</strong> Diego Riveia, escrita por Bertram Wolfe. Se trata <strong>de</strong> un texto que<br />

se- autolegitima rnediante los clásicos recursos <strong>de</strong> la verilicación<br />

"ñ;;ü;;;;;;;;;; ;;*;;;i ,y; io uile n¡storic¡itoit'uy "'d;";l p*"úu, positivas <strong>de</strong> qtI: ocurrió asfi: Ln fabulosa vida <strong>de</strong><br />

óiiilln-¡r^")á, originalment" eá iso¡. Eri <strong>el</strong> capít]lo ;Diego <strong>el</strong>ige r¡n camarada", <strong>el</strong> autor<br />

n-d'u." nr.u", "Á;taáa sienificaciónei iobre le <strong>cuerpo</strong> <strong>de</strong> <strong>Kahlo</strong>: "Enroncesienía irece años l. .l Una foto <strong>de</strong><br />

|if" i-l r"*1""";;';lt;;, iisi <strong>de</strong> varón adólescente: sus ojos son vivosy audaces. sombreados por<br />

iuinus ó"rruñu" v baio espesas ceias negras que se unen pór encima <strong>de</strong> la nariz como alas <strong>de</strong> ave'<br />

i;;Í;; iü;J;í"."1n". ti"y, ¿.atuerdo'con iu modo <strong>de</strong> ier picarescamente <strong>de</strong>senvu<strong>el</strong>to. y facciones<br />

ii*ráÁi."r'i'"á"finibles <strong>de</strong>Liáo a una amalgama <strong>de</strong> sangres ¡gdi1.^'9nTlla y mexicana [..'] cabe<br />

il;;;;;;is inos ,oAtá-Áicho e, sexual"\WoÍfe, 198ó: 199; énfasis. nuestro). <strong>Frida</strong><br />

fulio'"r.iiiu po. Wolfe es una chica-chico/ ^oierio asexuada y una perversa/ <strong>de</strong> trece<br />

9*pt:lt-^9{1^iiña<br />

rl¡"--"ñttt"o <strong>de</strong> la meicla étnica que <strong>de</strong> la calle aprenáió "la más nutrida colección <strong>de</strong> palat.u.<br />

rá"""r oue hava yo visto en posesión <strong>de</strong> una persona d<strong>el</strong> sexo femenino"' <strong>de</strong> México heredó<br />

"r"r,<br />

1:.""ñ;;i;;." i^ í*í"¡" á" ios'ninos mexicanos"'- la "imaginación y sentido <strong>de</strong> la forma y <strong>el</strong><br />

don<strong>de</strong>seruná"pintora"rlbid: 200-20lt Deigual<br />

-1"¡,i,ji:lt",;;;;i;i;"nr¿r."¿ao"recibió<strong>el</strong><br />

;,;;;. ü"d"..;;;;;;;¿;;'h f<strong>el</strong>ícula Frirla,-naturate¿a viva-- dá Paul Leduc tMéxico. le84r: la<br />

n.i,n"r,i es."na reúne la grotarao sirnultaneidad d<strong>el</strong> <strong>cuerpo</strong> enfermo y la masturbación voraz (¿no.eS<br />

l.i;;;'t"ñ;;; i.-r"riJ"t voraz y <strong>de</strong>sbordada uno <strong>de</strong> los rasgos que óaracterizan al "monstruo" en las<br />

varias representaciones que <strong>de</strong> él hace <strong>el</strong> Occi<strong>de</strong>nte mo<strong>de</strong>rno)'<br />

Ai ,"rncl.r,,. D¿rrlimos dél rabaio "Du<strong>el</strong>o y m<strong>el</strong>ancolía". <strong>de</strong> Freud tFreud. 1978:2091¡: trabajo.<strong>de</strong><br />

,t,,..i;, l.;",:,;i,,il"ánJ"..io" d.'tu t,bido dÁ un objeto no posible a otro distinto. En este caso. ni los<br />

iiii.l ,o ,,m"nt"r, ni <strong>el</strong> <strong>cuerpo</strong> lprimer amado imfosible.t be <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong> pue<strong>de</strong>n respon<strong>de</strong>r a la <strong>de</strong>niun,tu<br />

¿" la sirtislircción narcisiJta; por <strong>el</strong>lo, ésta ie <strong>de</strong>svía (se sublima) ha¿ia la materialización <strong>de</strong> la<br />

i;itac:"-.:l ii.'ri;,' t ilr.io er l"ngu"jd--<strong>el</strong> signo- que la llena (sin ocultar, por-esto' la falta.original).<br />

,q-ii,ri.iri". 1,, i¡¡ílcrancia rr"uñ ai dolor fÍs"ico trascen<strong>de</strong>ntaliza la enfermedad a través <strong>de</strong> la imagen<br />

sacri l'ic i¡l lcrl ritl i zadlt o cle Ia sobresignitlcación mitologizante'<br />

2t9


la utopía revolucionaria) como <strong>de</strong>seos (¿,per-versos) que se <strong>de</strong>slizan hacia <strong>el</strong> vacío<br />

que <strong>el</strong> <strong>cuerpo</strong> abyecto <strong>de</strong> <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong> promete.<br />

Des<strong>de</strong> esta perspectiva, la conjunción <strong>de</strong> escrituras autobiográficas y biográficas<br />

(histerias e historias que v<strong>el</strong>an y convocan a escena lo <strong>obsceno</strong>) moviliza un proceso<br />

<strong>de</strong> subjetivación que, a pesar <strong>de</strong> la tesis sostenida por Jean Franco en su libro l-as<br />

conspiradoras23, va d<strong>el</strong> lugar in-significante <strong>de</strong> una mujer individual, humana y <strong>de</strong>sfigurada<br />

por un acci<strong>de</strong>nte<br />

-que<br />

aguarda la muerte- hacia la edificación <strong>de</strong> una imagen<br />

colectiva, totémica, trascen<strong>de</strong>nte y casi mítica<br />

-que<br />

la guardaza.<br />

"El <strong>cuerpo</strong> ante todo. El <strong>cuerpo</strong> <strong>de</strong> <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong>", dice Fuentes, y continúa: "Er<br />

dolor, <strong>el</strong> <strong>cuerpo</strong>, la ciudad, <strong>el</strong> país. <strong>Kahlo</strong>, <strong>Frida</strong>, <strong>el</strong> arte <strong>de</strong> <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong>', (12). En<br />

efecto, los numerosos lienzos, <strong>el</strong> Diario y la correspon<strong>de</strong>ncia amorosa que componen<br />

la producción <strong>de</strong> la mexicana<br />

-sus<br />

<strong>cuerpo</strong>s, por <strong>el</strong>la misma <strong>escrito</strong>s-, así como también<br />

las <strong>de</strong>scripciones, estudios críticos y reseñas que significan su personalidad extraña,<br />

magnética, ancestral o ridícula, femenina o masculina, llena <strong>de</strong> "misterios" (que no<br />

son tales: todos saben lo que la esfinge oculta) y <strong>de</strong> "saberes" (que en realidad es un<br />

sólo supuesto saber sobre la pasión, <strong>el</strong> dolor y la muerte) -escrituras<br />

todas sobre su<br />

cue{po-, nos permiten pensar la presencia (<strong>el</strong> significante) <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong> (1907-1954)<br />

como un <strong>cuerpo</strong> ("ante todo") muy y en muchas direcciones <strong>escrito</strong> (v<strong>el</strong>ado y <strong>obsceno</strong>,<br />

en tanto <strong>escrito</strong>). Es <strong>de</strong>cir, como una superficie semiótica don<strong>de</strong>, por una parte,<br />

autor y obra tien<strong>de</strong>n a fusionarse en un mismo fluido <strong>de</strong> significaciones; y, por otra,<br />

texto y receptorjuegan por igual a (re)hacer hasta <strong>el</strong> infinito lo <strong>de</strong>s(h)echo. El <strong>cuerpo</strong><br />

ante todo (dolor, <strong>cuerpo</strong>, ciudad, país); <strong>el</strong> <strong>cuerpo</strong>/ <strong>el</strong> arte <strong>de</strong> <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong>, entonces:<br />

mdquina obscena y v<strong>el</strong>adora, sostenida por la actividad proliferante <strong>de</strong> y en torno a un<br />

no-yo <strong>de</strong>sterrado, vaciado, tachado, que prolifera (y se significa) en cada uno <strong>de</strong> los<br />

objetos subjetivados que, metafórica y metonímicamente, lo constituyen, sustituyen,<br />

instituyen... escriben25.<br />

23. En su estudio, por momentos muy lúcido, sobre <strong>el</strong> lugar ocupado por <strong>Kahlo</strong> como "renovadora" d<strong>el</strong><br />

discurso <strong>de</strong> la posición- <strong>de</strong> la mujer en las primeras décadai <strong>de</strong> este siglo en Aménca Latina,<br />

-y<br />

Jean Franco expone: 'A.pesar <strong>de</strong> que tanto Vasconc<strong>el</strong>os como Rivera <strong>de</strong>seabán 'mujeres liberadas',<br />

tanto Antonieta como <strong>Frida</strong> tropezaron con e[ hecho <strong>de</strong> que <strong>de</strong>ntro d<strong>el</strong> or<strong>de</strong>n simbólióo, en <strong>el</strong> que laé<br />

mujeres siempre rcpresentaban al Otro imaginario, no pódía haber liberación [...]. Con todo, lis dos<br />

aceptaron en <strong>de</strong>terminado momento <strong>de</strong> sus vidas <strong>el</strong> mito d<strong>el</strong> nacimiento d<strong>el</strong> héroe y al mismo tiempo<br />

se forjaron una i<strong>de</strong>ntidad en cierto espacio fuera <strong>de</strong> la historia y la nación" (Francó, 1993: 144). EJta<br />

línea <strong>de</strong> lectura conduce a Franco a una írnica conclusión posible: "Quizá iuera lógico que <strong>Frida</strong> se<br />

excluyera <strong>de</strong> la inmortalidad heroica y que e.n. cambio utilizara a su propio .r..po".o*o objeto que<br />

<strong>el</strong>la vestía,.adornaba y pintaba. En esa creación <strong>de</strong> sí misma no ofreóía ninguna-esperanza.i" poáer<br />

trascen<strong>de</strong>r la mortalidad" (Ibid: 151).<br />

24. No sólo todos los textos que hablan <strong>de</strong> <strong>Kahlo</strong> enfatizan su enfeme


Este trabajo <strong>de</strong> permanente reescritura, fuerza <strong>de</strong>seante que pulsa sobre <strong>el</strong><br />

significante (<strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong>). se expresa y expreso en <strong>el</strong> atuendo extravagante, <strong>el</strong> adorno<br />

precolombino, <strong>el</strong> vestido típico <strong>de</strong> tehuana, <strong>el</strong> maquillaje excesivo... o en <strong>el</strong> traje <strong>de</strong><br />

hombre, <strong>el</strong> bigote y la entreceja poblada... o en los dibujos sobre los innumerables<br />

corsés que le fueron impueslos: signos todos con los cuales la mexicana Ge') sígnifica<br />

<strong>el</strong> <strong>de</strong>sierto fisurado <strong>de</strong> su <strong>cuerpo</strong> (¿<strong>cuerpo</strong> sin órganos) o conviefte su <strong>cuerpo</strong> precario<br />

en una superficie <strong>de</strong> significado (¿,organismo26). Asimismo, en cada uno <strong>de</strong> los objetos<br />

(en los) que la pintora (se) produce como pinturas/escrituras <strong>de</strong> sí misma: autorretratos,<br />

visiones puntuales <strong>de</strong> su vida cotidiana, reconstrucciones <strong>de</strong> su origen, páginas<br />

d<strong>el</strong> Diario, macrorr<strong>el</strong>atos d<strong>el</strong> or<strong>de</strong>n cósmico <strong>de</strong> la tierra o <strong>de</strong> la utópica re<strong>de</strong>nción<br />

revolucionaria... pinturas escritas (con títulos narrativos, datos referenciales, fechas,<br />

versos <strong>de</strong> canciones populares) y escrituras pintadas (con bocetos <strong>de</strong> cuadros, garabatos,<br />

juegos, palabras <strong>de</strong> distintos colores, manchas). Pero también en las versiones que<br />

evocan (y recodifican, reconducen) los uscls excesivos <strong>de</strong> <strong>Kahlo</strong>: biogratías nov<strong>el</strong>adas,<br />

estudios críticos, catálogos <strong>de</strong> exposiciones, r<strong>el</strong>'erencias populares, asociaciones: sus<br />

vestiduras preciosas y ridículas, sus rasgos sobrecargados, sus cejas juntas como "alas<br />

<strong>de</strong> pájaro", su origen divino, su carácter tclúrico. su sexualidad <strong>de</strong>miúrgica, su <strong>cuerpo</strong><br />

<strong>de</strong>strozado pero cubierto <strong>de</strong> oro, su capacidad <strong>de</strong> contener al genio salvaje <strong>de</strong> Rivera,<br />

su meticulosa y llena <strong>de</strong> sabiduría pintura, su inverosímil po<strong>de</strong>r para seducir a gran<strong>de</strong>s<br />

hombres y mujeres, su narcisismo sobrevalorado en <strong>el</strong> México contemporáneo, su<br />

capacidad para mantenerse viva cuando "Por <strong>de</strong>recho, [...] <strong>de</strong>beía estar muerta" (Wolfe,<br />

1986:201).<br />

como totalidad <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la superficie plana d<strong>el</strong> espejo (imagen, aún más, mediada por la mirada d<strong>el</strong> otro<br />

que interpone su <strong>de</strong>seo entre <strong>el</strong> "yo" y <strong>el</strong> "espe.io") (Lacan, 1990: 86 y ss.). Tal mecanismo i<strong>de</strong>ntitario<br />

es, a<strong>de</strong>más, un intercambio cultural. La imagen d<strong>el</strong> sí mismo <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> d<strong>el</strong> espejo previantente<br />

escrilurado, señalizado, por las estrategi¿ts que <strong>de</strong>terminan la r<strong>el</strong>ación imaginaria posicional y referencial<br />

entre <strong>el</strong> yo (sujeto en r<strong>el</strong>ación) y los otros (Althusser, 1977: l13). Tales afinnaciones <strong>de</strong>muestran que<br />

las imágencs que <strong>el</strong> yo tiene (y que proyecta) <strong>de</strong> sí mismo respon<strong>de</strong>n a ia categoría <strong>de</strong> 1o imaginario;<br />

pero también, que lo imaginario no es una categoría monolítica. ¿,Qué ocurre cuando nos enfrentamos<br />

a individuos específicanente tachados silenciados, <strong>de</strong>spojados, enfermos, incompletos-<br />

y obligados a experimentar -periiéricos, evi<strong>de</strong>ncias inevocables- su mutilación'J Es <strong>el</strong> caso <strong>de</strong> los<br />

que no tienen patria, <strong>de</strong> los que no -<strong>de</strong>s<strong>de</strong> tienen razón, <strong>de</strong> los que no tienen riqueza, <strong>de</strong> los que no tienen un<br />

organismo. <strong>de</strong> los que no tienen f¿rlo económicamenle intercambiable. Esto es: <strong>de</strong> individuos disemi<br />

nldos por particulares situaciones <strong>de</strong> pérdida o <strong>de</strong> fhlta (que, se entien<strong>de</strong>, se mi<strong>de</strong>n en función <strong>de</strong><br />

coor<strong>de</strong>nadas hegemónicas y, como tales, simbólicas, culturales, arbitrarias) que han servido para que<br />

sean excluidos<br />

-o<br />

marcados como excepcionales- <strong>de</strong> los nracrorr<strong>el</strong>atos i<strong>de</strong>ntitarios que califican<br />

cultur¿Llmente al sujeto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> antes, incluso, tle su nacimiento: <strong>el</strong> origen, la patria, <strong>el</strong> sexo, <strong>el</strong> nombre,<br />

la salud, la normalidad. De igual modo ¿qué ocurre cuando tales sujetos no se mantienen en la periferia<br />

sino qr.re. en función <strong>de</strong> su nrarginalidad, resignifican su existencia precaria para ingresiu, <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

<strong>el</strong>la, en círculos <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r, en campos culturales o en re<strong>de</strong>s simbólicas <strong>de</strong> circulación e intercamhio<br />

26. En Mil mesetas. Capitali.smo y esquiioft'enia, los teóricos franceses proponen la oposición que aquí<br />

utilizamos; <strong>el</strong> <strong>cuerpo</strong> sin órganos sería "la realidad glaciar en la que se van a formar esos alubiones,<br />

sedimentaciones. coagulaciones. plegarnientos I proyecciones que componen un organismo -y una<br />

significación y un suieto--" (D<strong>el</strong>euze/ Guattari. 1994: 164); es <strong>de</strong>cir, <strong>el</strong> territorio vaciado que <strong>de</strong>vendrá<br />

organismo gracias a los nrovimicntos <strong>de</strong> significación y subjetivación que lo articulen. Aunque esta<br />

propuesta surge <strong>de</strong> un distancianriento con <strong>el</strong> análisis lacaniano, no <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> recordamos la i<strong>de</strong>a d<strong>el</strong><br />

<strong>cuerpo</strong> como una tot¿rlidld irnaginaria (y simbólicamente <strong>de</strong>terminada) que se escribe por encima <strong>de</strong><br />

Io real (lugar vacío <strong>de</strong> io tlc-lirrntc, <strong>de</strong> los <strong>de</strong>sechos. <strong>de</strong> lo no-significado. <strong>de</strong> la muerte innombrable).<br />

221


Unas y otras, escrituras sobre <strong>el</strong> <strong>cuerpo</strong> vaciado <strong>de</strong> Magdalena Carmen <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong><br />

y cal<strong>de</strong>rón, producen, reiteran e (inter)cambian <strong>el</strong> <strong>cuerpo</strong> imaginario <strong>de</strong> <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong>:<br />

<strong>cuerpo</strong> histerizado (<strong>de</strong>corado, teatralizado, especularizado) e historiado (interpretado,<br />

memoriado, especulado); <strong>el</strong> <strong>cuerpo</strong> <strong>escrito</strong> que ¿s <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong>. A través <strong>de</strong> <strong>el</strong>los, la<br />

mujer mexicana pintora./obra se construye y es construida en un movimiento que hace<br />

<strong>de</strong> una individualidad herida una subjetividad posible y, al tiempo, <strong>de</strong> lo individual<br />

impronunciable (<strong>el</strong> <strong>cuerpo</strong> <strong>de</strong>secho) una representación (un objeto, un fetiche) <strong>de</strong> consumo<br />

público.<br />

Para utilizar, <strong>de</strong> nuevo, un término propuesto por D<strong>el</strong>euze y Guattari asociados, se<br />

trata <strong>de</strong> un cómplice movimiento <strong>de</strong> reterritorializaciones. La hija <strong>de</strong> un inmigrante<br />

alemán ateo (fotógrafo <strong>de</strong> oficio) y una mexicana rural <strong>de</strong> oaxaca católica, nacida<br />

(como cualquier otra) en 1907, here<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> un <strong>cuerpo</strong> social mutilado (por la conquista,<br />

primero, por sus asimétricos procesos político-económicos, <strong>de</strong>spués), niña "feucha",<br />

"<strong>Frida</strong> pata <strong>de</strong> palo" poliomi<strong>el</strong>ítica, adolescente poco agraciada, mujer intrusa en grupos<br />

<strong>de</strong> discusión académica diseñados para varones, <strong>cuerpo</strong> individual <strong>de</strong>smembrado<br />

(por la enfermedad, primero, por un acci<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> tránsito, <strong>de</strong>spués), mujer <strong>de</strong> Diego<br />

Rivera (quien tuvo muchas)... grado cero <strong>de</strong> la subjetividad <strong>de</strong>sprovisto <strong>de</strong> significación<br />

y <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad (mujer, pobre, extranjera, enferma), se vu<strong>el</strong>ve escritura-mujer y<br />

mujer-escrita (proliferante y proliferada) en una doble mecánica (<strong>de</strong> donaciones<br />

y usos) <strong>de</strong> subjetivación y significación. Así, <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong>, hija <strong>de</strong> la Revolución (nacida<br />

en 1910), encarnación <strong>de</strong> la tierra mexicana, jamás <strong>de</strong>sapercibida, será símbolo <strong>de</strong><br />

su cultura, personaje internacional d<strong>el</strong> mundo mo<strong>de</strong>rno y <strong>de</strong> las vanguardias artísticas,<br />

seductor objeto d<strong>el</strong> <strong>de</strong>seo, rostro edificado e inmutable, pintora reconocida más allá<br />

d<strong>el</strong> "talento" o <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>raciones canónicas, estructura orgánica reificada y portadora<br />

<strong>de</strong> una significación y una i<strong>de</strong>ntidad incuestionables.<br />

222


BIBLIOGRAFfA<br />

Ab<strong>el</strong>a, Hosanna (1997). 10 mujeres <strong>de</strong> pasión. Madrid: Olalla.<br />

Althusser, Louis (1967) . Posiciones. Barc<strong>el</strong>ona: Anagrama.<br />

Barthes, Roland (1991). El placer d<strong>el</strong> texto. México: Siglo XXI.<br />

Barthes por Barthes. Caracas: Monte Avila.<br />

Catrilogo (1991). Tarsila, <strong>Frida</strong> y Am<strong>el</strong>ia (Asunción Cabrera y Casilda Mora coords.).<br />

-(1997). Madrid: Fundación "La Caixa".<br />

D<strong>el</strong>euze, Gilles/ Guattari, Félix (1990). KaJka. Por una literatura menor' México: Era.<br />

_(1994). Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia. Yalencia: Pre-textos.<br />

De Man, Paul (1991). ,'La autobiografía como <strong>de</strong>sfiguración". Anthropos,n" 29.<br />

Foucault, Mich<strong>el</strong> (1991). Tecnologías d<strong>el</strong> yo' Barc<strong>el</strong>ona: Paidós'<br />

(1993) . El pensamiento d<strong>el</strong> afuera. Valencia: Pre-textos.<br />

Franco, Jean (1993). lns conspiradoras.Méxtco: F.C.E.<br />

- Freud, sigmund ( 1978). Obras completas. Barc<strong>el</strong>ona: Biblioteca nueva.<br />

IsraéI, Lucien (1979). El goce <strong>de</strong> la histérica. Barc<strong>el</strong>ona: Argonauta'<br />

Jamis, Rauda (1995). <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong>. Barc<strong>el</strong>ona: Circe.<br />

<strong>Kahlo</strong>, <strong>Frida</strong> (1995). El diario <strong>de</strong> <strong>Frida</strong> <strong>Kahlo</strong>. Un íntimo autorretrutto (ensayo y comentarios<br />

<strong>de</strong> Sarah M. Lowe, "Presentación" <strong>de</strong> Carlos Fuentes). Madrid: Debate.<br />

Lacan, Jacques (1990). Esuitos 1. México: Siglo XXI.<br />

Lucie-Smith, Edward (1994). Arte latinoamericano d<strong>el</strong> siglo xx. Barc<strong>el</strong>ona: Destino.<br />

Ludmer, Josefina (1985). "Tretas d<strong>el</strong> débil". En: Varios Autores. I'a sartén por <strong>el</strong><br />

mango. Puerto Rico: Huracán.<br />

VV.AA. (1992). <strong>Frida</strong> Kahto. Alemania: Benedikt Taschen Verlag.<br />

Wolfe, Bertram (1986). Itt fabulosa vida <strong>de</strong> Diego Rivera. México: Diana.<br />

223

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!