09.01.2015 Views

Y LA VANGUARDIA CUBANA - Estudios – Revista de ...

Y LA VANGUARDIA CUBANA - Estudios – Revista de ...

Y LA VANGUARDIA CUBANA - Estudios – Revista de ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

ESTI,TDIOS. Rev¡s.¡ <strong>de</strong> Inve.dgaclons L¡tlrari¡! y Cultural€s. Año 10. N' 19. Ca¡aas, c!c-ju]. 2002. pp. 187,207<br />

UN CORTOCIRCUITO EN EL R¿¿É POSTCOLONIAL:<br />

WIFREDO <strong>LA</strong>M, JOSÉ LEZAMA LIMA<br />

Y <strong>LA</strong> <strong>VANGUARDIA</strong> <strong>CUBANA</strong>'<br />

I 1""*"Puer-Rsrrnnrncrn<br />

I rr.i. Universirár Berlin<br />

Hoy en día es posible observa¡ un esfuerzo consi<strong>de</strong>rable por pate <strong>de</strong> la crítica cuhu¡al po¡ enten<strong>de</strong>r la<br />

vanguardia cubana <strong>de</strong> los tardíos años veinte como una iend€ncia que a¡u¡cia todos los sigüos <strong>de</strong> una<br />

dinámica típica <strong>de</strong>l período postcolonial posrerior a la Segunda cuena mundial. Esta va¡gr¡a¡dia cubana<br />

funcionaba como un po<strong>de</strong>mso unificador al respecto, a diferencia <strong>de</strong> otros movimien¡os semejantes <strong>de</strong><br />

América Latina y los Esiados Unidos. En este ¿nículo se argumenta que tanto wifredo Lam como José<br />

Lazüna Liña han sido sus exponentes paradigmáticos en la.elaboración <strong>de</strong> un lenguaje visual, cüyas<br />

técnicas señalan coinci<strong>de</strong>ncias y difercncias €n cuanto a la supe¡vivencia <strong>de</strong> los patrones cullurales <strong>de</strong> la<br />

colonia. Ambos fueron muy influenciados por el Sunealismo, que ayudó a l-ezama a amplia¡ la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> una<br />

nación mo<strong>de</strong>m4 e impulsó a Lam a distancia¡se al m¡íximo <strong>de</strong> ese f¡¡tasma. En este senúdo, se p¡opone<br />

la lectura paralela <strong>de</strong> ambos artistas, qu€ pe¡mite i<strong>de</strong>ntifica¡ una conciencia compáfida enüe ambos <strong>de</strong> la<br />

importancia <strong>de</strong> las vanguardlas pam el are y la üteratura <strong>de</strong> postguerra.<br />

Pal¡brss clsve: Va¡gua¡di4 postcobnialismo, cultura cubana, Wifredo l,am, José l¡z¿ma LiIIja.<br />

A SHORT CIRCUTT IN TIIE POSTCOLONIAL N'¿É: WIFREDO <strong>LA</strong>IT-T..IOSÉ TZ¡IT¡ I¡I¿I<br />

AND CIJBAN MODERMSM<br />

At Fesent, we observe a consi<strong>de</strong>rable effort in cultural c¡iticism to un<strong>de</strong>rstand the Cuban avant-ga<strong>de</strong>, ftom<br />

the end of the 1920s onwa¡ds, as a @n<strong>de</strong>ncy which shows all signs of ¡¡e rypical dynamics of lhe<br />

poslcolonial p€riod after WW [I. This Cuban avanlga¡<strong>de</strong> figurcs as a very sensible g¡aduator in this<br />

rcsp€ct, compared with the other avant-ga¡<strong>de</strong> movements in l-atin America ¿¡d rhe United States. I a¡gue<br />

in üis anicle üa¡ Wifredo Larn as well as José l¡zama Lim¿ have b€en its paradigmatic exponents due to<br />

a¡ elaboration of a visual la¡guage, whose fictional techniques show coinci<strong>de</strong>nc€s as \pell as differences in<br />

relaüon ¡o the survival of the cultu¡al pattems of the colonial úmes. Both have been very much influenced<br />

by SuñealisÍ! which supports t¡zama to amplify his i<strong>de</strong>a of a mod€m nation, whe¡eas llm aspires to<br />

distantiate himself as much as possible ftom this pha¡tom. Until now üese great Cuban anists have ¡ot<br />

been read in this pa¡allel mo<strong>de</strong> which rcv€ats üeir consciousness of sha¡ing üis impofant proje.t in a¡t<br />

and literature of üe postwar era.<br />

Key rvords: Mo<strong>de</strong>mism, postcolonialism, Cuban cultu¡e, Wifr€do Laú, José IlzaDa Lin¡a.<br />

I Este texto es una segunda ve$ión complet¿mente revisada y aumentada <strong>de</strong>l áfículo: "Kurzschlüsse:<br />

Roberi AltrDann, Wifi€do t am" en Norbert Haas, Reiner Nágele & Hans-Jórg Rheinberger (eds.).<br />

Liechle6teiñ¿r Erktrse III. Aufme*somkeit. Eqgingen: Isele Ve¡1ag,1998.<br />

l8


En este a¡tículo se tlata <strong>de</strong> poner <strong>de</strong> relieve la importancia <strong>de</strong> la etapa fundacional<br />

<strong>de</strong> la vanguardia cubana para el <strong>de</strong>bate sobre la postcolonialidad. Des<strong>de</strong> esta<br />

perspectiva, no resulta suficiente limita¡ la exploración al campo <strong>de</strong> la pintura, como<br />

hace el libro Cuban At1 & National l<strong>de</strong>ntíty. The Uqnguardia Painters 1927-1950 <strong>de</strong><br />

Juan A. Mafínez; por el contfario, es también importante revisar el campo literario.<br />

Durante los años cuarenta <strong>de</strong>l siglo pasado, Cuba vivió un momento <strong>de</strong> introspección<br />

y orgullo nacional frente a su status <strong>de</strong> república recién constituida. Sirnultáneamente,<br />

la llegada <strong>de</strong> un grupo <strong>de</strong> inmigrantes <strong>de</strong> Europa, refugiados <strong>de</strong> la Segunda Guerra<br />

mundial, cuestionaba los límites exclusivistas <strong>de</strong> estos proyectos tan cubanos.<br />

El presente texto se propone conceptualizar este momento vanguardista en el<br />

marco <strong>de</strong>l <strong>de</strong>bate sobre el postcolonialismo. En los estudios sobre este tema suelen<br />

privilegiarse los análisis sobre autores <strong>de</strong>l Caribe (Ashcrofi, Griffiths & Tifñn, 1995),<br />

mientras que los <strong>de</strong> América Latina, obviamente, constituyen una entidad más<br />

problemática (Toro, 1997; Toro & Toro, 1999). Po¡ otra pa¡te, si aten<strong>de</strong>mos a algunas<br />

publicaciones <strong>de</strong>dicadas a la vanguardia cubana (Sosnowski, 1997; Manzoni, 2001),<br />

es fácil reconocer que el panorama <strong>de</strong>l Caribe suele funcionar como telón <strong>de</strong> fondo.<br />

De hecho, Cuba constituye en sí misma un caso excepcional. Su arte, literatura y<br />

ciencias ofrecen suñciente material pa¡a analizar algunas cuestiones paradigmáticas.<br />

Femando Oniz y su concepto <strong>de</strong> Íansculturación, por ejemplo, figuran como palabras<br />

aladas en la discusión acerca <strong>de</strong> la construcción <strong>de</strong> una "otredad" <strong>de</strong>mocrática. Por lo<br />

tanto, asumimos que las coor<strong>de</strong>nadas específicamente cubanas funcionan como un eje<br />

entre la vanguardia y el postcolonialismo.<br />

En los artículos sobre el postcolonialismo el énfasis en el psicoanálisis constituye<br />

uno <strong>de</strong> los conceptos más llamativos. Frantz Fa¡on (1925-1961), por ejemplo,<br />

ilumina las complejas ca¡acterísticas <strong>de</strong>l inconsciente <strong>de</strong> un hombre negro que vive<br />

en una nación regida por patrones predominantemente blancos y <strong>de</strong> herencia colonial.<br />

Según el autor, situaciones como ésta <strong>de</strong>mandan una evaluación cítica, si tomamos<br />

en cuenta el <strong>de</strong>sequilibrio sociocultural histórico que perjudica a los "con<strong>de</strong>nados <strong>de</strong><br />

la tierra". Asimismo, en The ktcqtion of Culture (1994), Homi Bhabha utiliza la<br />

conocida noción freudiana <strong>de</strong> lo "siniestro" (Unhe¡mlich, Uncanny), visto como acto<br />

violento con <strong>de</strong>senlace mortal generado por las inescrutables operaciones <strong>de</strong>l<br />

inconsciente, a fin <strong>de</strong> <strong>de</strong>construir el esquema colonialista <strong>de</strong> l¿s na¡rativas ficcionales<br />

y <strong>de</strong> poner en evi<strong>de</strong>ncia sus ridículas posiciones. Lo "siniestro" le sirve, al mismo<br />

tiempo, para <strong>de</strong>smantela¡ situaciones que <strong>de</strong>ben ser interpretadas como un<br />

enfrentamiento violento con las reminiscencias <strong>de</strong>l pasado colonial. En el artículo<br />

"How Newness enters the World. Postmo<strong>de</strong>m Space, Postcolonial Times and tbe<br />

Trials of Cultural Translation" (1994: 212-235), Bhabha <strong>de</strong>scribe esta situación como<br />

un "daemonic doubling [ . . . ] , when the familia¡ things of everyday life and letters are<br />

marked by an irresistible sense of their genealogical difference, a 'postcolonial'<br />

188


provenance" (213). Dicho <strong>de</strong> ot¡o modo, los tiempos <strong>de</strong> postguerra hicieron<br />

permeables las fronte¡as entre las ex-colonias y las metrópolis, por lo cual los<br />

migantes tropezaban en todas pafes con las limitaciones ocasionadas por sus<br />

diferentes genealogías sociohistóricas. A estos paseantes <strong>de</strong> las ftonteras se les<br />

obstaculizó el impacto psicológico represivo que se imponía sobre ellos gracias a los<br />

prejuicios que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el siglo xv acuñan las naciones eurocéntricas. Al habita¡ este<br />

mundo como afiistas o investigadores críticos ellos suelen enten<strong>de</strong>r esta experiencia<br />

<strong>de</strong> migración a panir <strong>de</strong> un horizonte traumático, sobre el que repercute la tensión que<br />

se crea al traspasa¡ las fronteras cultu¡ales antes <strong>de</strong>lineadas <strong>de</strong> acuerdo con los<br />

esquemas <strong>de</strong> la colonia'.<br />

En los estudios sobre el postcolonialismo, se discute esta literatura como una<br />

"diasporic (exilic; migrant) writing". Balasubramanyam Chandramohan (2001)<br />

sostiene, en este sentido, que el concepto hebreo <strong>de</strong> diáspora, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la Segunda<br />

Guerra mundial, ha sido ampliado pero continúa refiriéndose a una migración que se<br />

produce bajo condiciones forzadas; o también, a un grupo que compane el mismo<br />

lenguaje, la misma creencia o la misma experiencia histórica en un lugar especíñco3.<br />

Esta percepción <strong>de</strong> un rnundo postcolonial en movimiento emerge en gran escala<br />

a padr <strong>de</strong> la Segunda Guerra mundial, cuando los países europeos comienzan a<br />

<strong>de</strong>sarolla¡ una relación política diferente con sus anteriores colonias en Asia, África<br />

y el Caribe. En este sentido, el término implica una modificación <strong>de</strong> la relación <strong>de</strong>l<br />

mundo no-occi<strong>de</strong>ntal con los centros eufopeos. Es difícil pensar en Fanon y en<br />

Bhabha ---{ en Salman Rushdie y Wole Soyinla, para mencionar sólo dos más- sin<br />

recordar su origen mafiniqueño, indio o nigeriano, En todos ellos hay trazos <strong>de</strong> una<br />

vivencia estéüca como la que Bhabha alu<strong>de</strong> en el catálogo para una exposición en<br />

Nueva York en 1993. Se refiere a su juventud en Bombay, cuando <strong>de</strong>scubrió,<br />

doceañero, una reproducción <strong>de</strong>l Walking Man I <strong>de</strong> Albeno Giacometti. A parti¡ <strong>de</strong><br />

ese momento, Bhabha estableció una asociación directa entre el Walking Man I y la<br />

"Such 'overd¡amatized' images are precisely my concem as I attempt to negotiat€ narratives where<br />

double'lives are led in the postcolo¡ial world, wiü its joumeys of migratio¡ and its dwellings of the<br />

diasporic. These subjects of srudy rcqüre the experience of anxiety to b€ incorporated into the analytic<br />

construction of the object of critic¿l alleDtion: narratives of the bor<strong>de</strong>¡üne condirions of cultu¡es and<br />

disciplines" (Bhabh4 19941 213-14).<br />

"The postwa¡ use ofthe term 'diaspora' is more inclusive ¡han the preceeding usage and foregounds<br />

pa¡ticula¡ periods of colonial history or movements directly <strong>de</strong>fined by the inre¡ests of üe colonial<br />

power(s). The migatory paltems a¡e more diffused now a¡d involve a variely of remigralions from<br />

plac€s of fiIsr migmtio¡. However, 'diaspora' as a concept involving a forced migration or something<br />

that can be located in a place or a people shadng a panicula¡ language, faiü, historical exprience<br />

continues. Thus, in the contemporary rnedia one hean not only of lrish, ññenian, a¡d palestinian<br />

diasporas but also of Sikh, Kurdish, and Tamit (Sri ta¡kan) diasporas (Cha¡dramoha¡, 2OOl: 145-<br />

l4ó).<br />

189


figu¡a escueta <strong>de</strong> Mahatma Ghandi, cuya escultum se pue<strong>de</strong> admirar en todas las<br />

plazas <strong>de</strong> la India, en a<strong>de</strong>m¡án <strong>de</strong> enfrentamiento-protesta contra el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong><br />

Inglaterra. Bhabha caracteriza este momento <strong>de</strong> cont¡aste. <strong>de</strong> reconocimiento<br />

imprevisto, como el efecto <strong>de</strong> un "cortocircuito" p¡oducido por una Íaducción<br />

multicultural que evoca una constelación gracias a la cual se hace posible un vínculo<br />

intercultural en términos <strong>de</strong> simultaneidada. El <strong>de</strong>spefar que ocasiona el logro <strong>de</strong> esta<br />

haducción se enten<strong>de</strong>rá como un momento revelador en un r€l¿ electromagnético que<br />

registra tales momentos-chispas-<strong>de</strong>j'heureka" encaminados hacia una convivencia<br />

postcolonial verda<strong>de</strong>ramente <strong>de</strong>mocrática.<br />

Por nuestra parte, veriñcaremos esta relación a pafir <strong>de</strong> la obra <strong>de</strong> dos<br />

representantes eminentes <strong>de</strong> la vanguardia cubana: el escritor José Lezama Lima<br />

(1910-197ó) y el pintor Wifredo Lam (1902-1982). Lezama y Lam son polos<br />

contra¡ios en lo que se refiere a sus experiencias <strong>de</strong> viaje. Dejoven, Lezama salió dos<br />

veces <strong>de</strong> Cuba (a Jamaica y a México), razón por la cual llegó a ca.racterizarse a sí<br />

mismo como el viajero inrnóvil. Por el contrario, Lam se correspon<strong>de</strong> con el rno<strong>de</strong>lo<br />

<strong>de</strong> un viajero nómada, siempre en camino y escogiendo sus resi<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong> la manera<br />

más flexible.<br />

José Lezama Lima y el Aduanero Rousseau<br />

La novela Paradiso (19ó6) constituye uno <strong>de</strong> los exponentes más llamativos <strong>de</strong>l<br />

discurso sobre arte y literatura en Cuba, y proporcionó a Lezama<br />

-más<br />

allá <strong>de</strong> las<br />

fronteras <strong>de</strong> su país y en el mundo entero- un reconocimiento que se consolidó con<br />

la publicación póstuma <strong>de</strong> su segunda novela Oppiono Licario, en 1977 . Lezama ya<br />

se había <strong>de</strong>stacado como editor <strong>de</strong> la revista Orígenes (34[úmeros), publicada en La<br />

Haba¡a entre 1944 y 1956, en la que dio a conocer cinco capítulos <strong>de</strong> Paradíso, a<br />

partir <strong>de</strong> 1949. Al revisar las distintas ediciones <strong>de</strong> ortgenes se reconoce<br />

4 "Onc€, as a boy in Bombay, no more than t€n or twelve, I opened a museum catalogue and discovercd<br />

a la¡e ciacometti. The aüenuated ñgure, stilled in th€ peEified forEst of hjs My, the süartend flesh<br />

¡lmed inwa¡d: Who was this rnan/ A¡d sud<strong>de</strong>nly the museum opened onto a thousand villag€ squares<br />

a¡d city cenren, in €very part of lndia, wh€re the ñain sg€et or üe a¡terial road leads to a familiar,<br />

diminutive piece of statl¡ary. A meager ma¡, naked to the bone, legs like hollowed bamboos, buttocks<br />

like empty dugs, the icon of In<strong>de</strong>pet<strong>de</strong>nt lndra: MahaÍna Gha¡di./ Fmm that doment on, for rie, üe<br />

Father of the Nation lived in the shadow of GiamrrlÉft's Walking Man I (1960). An when I read of üe<br />

Mahatma's <strong>de</strong>fient march to the seashorc at Dandi, to draw a ha¡dful of f¡ee salt from the water and<br />

rhus oppose the B¡itish govemment's iniquitous salt tar, I saw the oüer figu¡e ñarchi¡g too: the<br />

walking man, stooped. <strong>de</strong>libe¡ate, but carrying himself a¡d his mission witb a certain lightness of<br />

b€ing./ ln th¿t walk, thar hither a¡d thitber that tums salt irto üe symbol of fteedom o¡ bronze into a<br />

human image, I felt the need !o translate, to create something else, somewhere, between a't and<br />

history; and wiü the <strong>de</strong>sire ro go BEYOND" (Bhabha 1993: 62).<br />

190


inmediatamente el marcado interés <strong>de</strong> I*zama por la pintura. Numerosos a¡tículos<br />

estudiaban tanto las afes visuales como la literatura, y cada núme¡o contenía<br />

numerosas reproducciones <strong>de</strong> pinturas y dibujos. Ente los favoritos <strong>de</strong> Lezama<br />

cuentan pintores como Robeno Diago, Aísti<strong>de</strong>s Femiín<strong>de</strong>z, Víctor Manuel García,<br />

Luis Pedro Martínez, Amelia Peláez, Guy Pérez Cisneros, René Pofocarrefo,<br />

Mariano Rodríguez, etc. En consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> este interés profundo por la pintura<br />

cubana sorpren<strong>de</strong>, por lo tanto, como subraya el análisis que hace Gustavo Pellón en<br />

José Lezame Lima's Joyful Wsion (1989), q]ue Lezama no opte en sus novelas por<br />

i<strong>de</strong>ntificarse con un pintor cubano, sino con un afista francés <strong>de</strong> fin <strong>de</strong> siglo: el<br />

Aduanero Heffi-Julien Rousseau (18,14-1910). Los círculos <strong>de</strong> la bohemia en París lo<br />

trataban con cierta soma, como un personaje peculiar, como un pintor primitivo <strong>de</strong> la<br />

mo<strong>de</strong>midad; aunque era, por otra parte, totalmente aceptado. Asi por ejemplo, en<br />

1908 Picasso <strong>de</strong>scubrió un retrato que Rousseau hiciera <strong>de</strong> su primera esposa en 1884<br />

(Vallier, I 961 : reproducción nro. 26). ¡Lo compró por cinco centavos a un ven<strong>de</strong>dor<br />

<strong>de</strong> obras <strong>de</strong> arte africano! y organizó en hono¡ a este pintor el farnoso banquet<br />

Rousseau en su ateliet', Como invitados asistieron Braque, Apollinaire, Max Jacob,<br />

Gertru<strong>de</strong> Stein, Maurice Raynal y otras ilustres personalida<strong>de</strong>s. Al parecer la reunión<br />

fue amena, sobre todo cuando se supo que Picasso por equivocación había encargado<br />

la comida para otro día (Vallier, l96l: 84-86).<br />

Precisamente a este notable autodidacta <strong>de</strong> la vanguardia iconopífica <strong>de</strong>l París<br />

<strong>de</strong> preguerra es a quien Lezama toma como leit notiv y a través <strong>de</strong> quien, según<br />

Pellón, <strong>de</strong>spliega su "artistic alter ego" (1989: 98) y su testamento poérico (100).<br />

Quizá Lezama disfrutaba <strong>de</strong> esta historia <strong>de</strong>l banquete en particular, a juzgar por el<br />

placer que le causaban las sobremesas típicas en su propia familia; o pue<strong>de</strong> que la<br />

posición ambivalente <strong>de</strong> Rousseau en los círculos artísticos <strong>de</strong>l País <strong>de</strong> su tiempo le<br />

hubiera permitido reconocer su propio lugar en el ma¡co <strong>de</strong> la cultura cubana. En un<br />

ensayo sobre el autor, Nancy Morejón menciona que cuando en los años 60 se hacía<br />

referencia a Lezam4 era con a<strong>de</strong>m¡án <strong>de</strong>spectivo. Se lo caracterizaba como un<br />

"negrito cate&ático", como alguien que sólo trataba <strong>de</strong> aparentar que sabía algo,.<br />

como un paria (Morejón, 1988: 135). Morejón anota, asimismo, la afinidad <strong>de</strong><br />

Lezam¿ con un paisaje claustrofóbico <strong>de</strong>l Caribe, un elemento poco elaborado en<br />

otros estudios sobre el sabio cubano. Más allá <strong>de</strong> estas circunstancias personales,<br />

existen también motivos miís profundos que pudieron haberlo llevado a i<strong>de</strong>ntihcarse<br />

5 "Rousseau's greatesl moment -almost<br />

a transfiguation it s€ems to us now across tbe ye€¡s, and it<br />

muí have appeared so in lhe dizziness of that evening- cane i¡ 1908 at the banquet Rousseau. Its<br />

story, so oftell rccounted [...l epitomizes üe combinaiion of festiüty a¡d conviction üat characterized<br />

the pe¡iod [...] The Rouss€au ba¡quet remains one of the landrDa¡ks of the pre-world war I era, a<br />

sequence that bas b€€n told and r€told until it is a cliché" (Shattuck, 1959; ó7-88).<br />

l9l


con Rousseau; una inquietud epistemológica, por ejemplo. En varias ocasiones,<br />

Lezama recuerda la siguiente anécdota: durante un encuento con Picasso, Rousseau<br />

le habría recriminado a este a¡tista el ser un pintor tan primitivo como los <strong>de</strong> los<br />

tiempos <strong>de</strong>l antiguo Egipto, mient¡as él mismo se atribuía un lugar en la mo<strong>de</strong>rnidad.<br />

Esta anécdota sobre Rousseau y Picasso es un topa.r en la cífica <strong>de</strong>l a¡te<br />

contemporiíneo (Rubin, 1984: 298-300). Lo que nos interesa aquí es que, obviamente,<br />

en comparación con Picasso, Lezama se consi<strong>de</strong>ra a sí mismo tan mo<strong>de</strong>rno como el<br />

Aduanero F 'sseau. ¿Primitivo o mo<strong>de</strong>mo Esta oposición, característica <strong>de</strong> los<br />

<strong>de</strong>bates cu<br />

les <strong>de</strong> principios <strong>de</strong> siglo, se reproduce <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> Ia Segunda Guena<br />

mundial er narco <strong>de</strong> la experiencia postcolonial. En "Primitivism and the Dilemma<br />

of Post-Colonialism" (1994), Rho<strong>de</strong>s sitúa el origen <strong>de</strong> esta polémica en la necesidad<br />

<strong>de</strong> dar forma al sujeto colonial con ñnes <strong>de</strong> dominarlo. En su opinidn, incluso hoy en<br />

día, es difícil negar el patemalismo propio <strong>de</strong> las visiones estéticas que analizan estas<br />

obras, pese al número consi<strong>de</strong>rable <strong>de</strong> exposiciones que preten<strong>de</strong>n presentar otra<br />

valoración posible.<br />

En la Encycloped.ía of Postcolonial Studies (2001), Andrea Feeser consi<strong>de</strong>ra que<br />

toda la vanguardia toma su inspiración <strong>de</strong> las anes primitivas: "Avant-gar<strong>de</strong> aÍists<br />

<strong>de</strong>termined to abandon or remake their experience of Western civilization -which<br />

they often thought \a,as compromised by loss of faith, social injustice, and <strong>de</strong>struction<br />

of natural resources and they drew on non-Western aÍifacts to produce work that<br />

critiqued European cultwe or that envisioned utopian alternatives to il'(47). En<br />

contr¿tste con Europa, este criterio <strong>de</strong> la influencia <strong>de</strong> los anefactos no-occi<strong>de</strong>ntales<br />

en la pliásdca no fue tematizado tan abiertamente por aquel entonces en Cuba.<br />

Etnólogos como Fernando Oniz y Lydia Cabrera investigaban las manifestaciones<br />

culturales amerindias y, sobrc todo, afrocubanas con el fin <strong>de</strong> asimilarlos al horizonte<br />

histórico <strong>de</strong> la nación cubana. Mientras tanto, los pintores se esforzaban por romper<br />

el aislamiento artístico con e¡ mundo intemacional presentándose con los logros <strong>de</strong> su<br />

a¡te académico en Europa y en los Estados Unidos.<br />

En este contexto <strong>de</strong> reorientación general las obras <strong>de</strong> Wifredo Lam no<br />

respondían a las posiciones nacionalistas <strong>de</strong>l campo intelectual. Hijo <strong>de</strong> un padre <strong>de</strong><br />

Cantón y una mad¡e afrocubana <strong>de</strong> la provincia, I-am no era el personaje más<br />

integrado en el medio ambiente criollo capitalino <strong>de</strong> la épocaó. Ni éste aceptaba <strong>de</strong>l<br />

ó "Witredo kept his distance. Therc was tittle cont¿rct between him and his fellow painte¡s. He<br />

consi<strong>de</strong>red Amelia Peláez and Cundo Bermú<strong>de</strong>z s€rious and talenEd artists. bur with his austerc<br />

pe.crpdon of style he had no interest in the works of most oüer Cuban painte¡s. Their prcdominant<br />

us€ of stereotyped Crcole ihemes, execured in convoluted styles, seemed aca<strong>de</strong>mic anal sufErficial ro<br />

him. ln tum, the so-assessed painters, well inregrated and at home in Cub4 consi<strong>de</strong>rcd Wifredo a¡<br />

outsi<strong>de</strong>r and a snob. In 1944, Lydia Cabrera felt compelled !o call attentio¡ to this p€¡sonal discord by<br />

publishi[g an anicle, 'Wifredo l¿rn: Ios p€f¡os ladra¡, la carava¡a pasa"' (Eenítez, 1999: 91).<br />

t92


todo sus imágenes, ni aquél lograba congeniar con dicho medio. Sin embargo, Lam<br />

no pasó inadvenido en La Habana. Su entonces esposa, Benítez, anota lo siguiente<br />

sobre los años compartidos en la capital cubana: "Cuando lo pienso bien, me doy<br />

cuenta <strong>de</strong> que en el campo cultural len Cuba, se entien<strong>de</strong>], Wifredo y yo en realidad<br />

tuvimos el mrís amplio entomo social. Todos los domingos organizáb.drrros \n open<br />

house, en el que se podían dar cita literatos, músicos o pintores extranjeros y<br />

nacionales" (Benitez, 15 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1996). Femando Oniz, Alejo Carpentier y sobre<br />

todo Lydia Cabrera pefenecían a este círculo, como igualmente numerosos viajeros<br />

en tr¡ánsito <strong>de</strong>s<strong>de</strong> y hacia Cuba. Era el peíodo en el que Lam se <strong>de</strong>jaba poseer <strong>de</strong><br />

modo progresivo por la cosmografía "primitiva" a la que se <strong>de</strong>be su famoso cuadro<br />

Le Jungla (1942-43). Lezama reconoció esta potencia creadora <strong>de</strong> Lam. De hecho, en<br />

tres ocasiones pudo convencerle <strong>de</strong> que hiciera el diseño <strong>de</strong> la portada <strong>de</strong> la revista<br />

Orígenes (wo.5, 1945; üo.16, 1947i ffo. 30, 1952). Por lo visto, existía una viva<br />

interacciófl<br />

-lo<br />

que no implica simpatía- entre los diversos afistas e intelectuales<br />

<strong>de</strong> la época en La Habana. Portodo esto llama la atención el hecho <strong>de</strong> que, en aquellos<br />

años en los que comenzó a trabajar en su proyecto <strong>de</strong> novela, Lezama <strong>de</strong>ja¡a <strong>de</strong> lado<br />

las obras <strong>de</strong> los pintores cubanos como correlato i<strong>de</strong>ntificatorio para su propio<br />

concepto poético. Sin embargo, el encuentro con Lam <strong>de</strong>be haber <strong>de</strong>sempeñado un<br />

papel significativo en esta toma <strong>de</strong> posición.<br />

Lam fue muy amigo <strong>de</strong> PicassoT (pintor preferido <strong>de</strong> Lezama), razón por la cual<br />

se mostraba inclinado a respon<strong>de</strong>r acerca <strong>de</strong> la presencia <strong>de</strong>l arte primitivo <strong>de</strong> la<br />

vanguardia en su tierra nativa. Obyiamente, a Lezama le interesaba conceptualiza¡ su<br />

mo<strong>de</strong>midad i<strong>de</strong>ntific¡ándose con el Aduanero Rousseau, en contraste con Picasso.<br />

Para po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>splegar el panorama <strong>de</strong> una geografía migratoria más amplia <strong>de</strong> los<br />

años <strong>de</strong> la vanguardia es indispensable ftarse en las intervenciones <strong>de</strong> Robert<br />

Altmann, quien formaba parte <strong>de</strong>l círculo <strong>de</strong> amista<strong>de</strong>s <strong>de</strong> La Habana. Altmann,<br />

nacido en Hambu¡go en 1915 como hijo <strong>de</strong> un banquero, era pintor e historiador <strong>de</strong><br />

arte. Como <strong>de</strong>scendiente <strong>de</strong> una familia judía peligraba, por cierto, en la Europa <strong>de</strong><br />

entonces, <strong>de</strong> manera que se había visto obligado al exilio. En Cuba, muy pronto, llegó<br />

a formar parte <strong>de</strong>l gmpo <strong>de</strong> pintores y escritores, y su amistad con Lam y con Lezama<br />

se prolongó hasta la muene <strong>de</strong> ambos cubanos. Altmann posee algunas obras muy<br />

importantes <strong>de</strong> Lam, como veremos en lo que sigue. Y en las cartas <strong>de</strong> l-ezama, por<br />

7 Helena Beníiez rccuerda esla aÍrisrad en su libro sobre Lam: "The two had k¡own each oü€¡ si¡ce<br />

1938, when Wiftedo v¡i¡ed Picasso in his studio to present a letter of introductio¡ ftom Manolo<br />

Hugué, a Catala¡ aftist and longtime Íiiend of Picasso. Since his first encounter a <strong>de</strong>ep affection had<br />

grow¡ betwe€n Pablo and Wift€do. Time permitring. rhey enjoyed each oüer's company, and the<br />

quickwitted, intelligent jesting in t¡eir common Sp¿dsh language was ahvays rcmalkably anilnated.<br />

Picásso called Wifredo 'mi primo' and oft€¡ jokiDgly allu<strong>de</strong>d to some dislant familial connection"<br />

(1999:22).<br />

193


otro lado, se encuentran muestras <strong>de</strong> su respeto y admiración por Altmann (Lezama<br />

Lima, 1979:20 <strong>de</strong>junio <strong>de</strong> 1967,209t l2<strong>de</strong>julio<strong>de</strong> l9'14,255113 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 197ó,<br />

285; 7 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1976,287). En una <strong>de</strong> las últimas cartas a su hermana Eloísa,<br />

Lezamale


Wifrcdo Lam. Querzal<br />

En lugar <strong>de</strong> mostrar dos patas, el caballete reprcsentado por Lam, en el centro <strong>de</strong><br />

su lienzo, exhibe dos nítidos trazos, hacia abajo y hacia arriba, respectivamente. Estos<br />

trazos forman un semiarco, como si se tratase <strong>de</strong> los cuemos <strong>de</strong> un toro o minotauro.<br />

En el bor<strong>de</strong> izquierdo y <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>l caballete se encuentran cuatro omamentos que<br />

195


parecerían estar girando. Los omamentos también <strong>de</strong>scansan sobrc líneas comiformes<br />

<strong>de</strong> formato más pequeño, sobre las cuales se ven suaves <strong>de</strong>coraciones que parecen<br />

aludir a plumas, hojas o <strong>de</strong>dos. Arriba, el omamento termina en una cabeza esférica<br />

con ca¡a <strong>de</strong> <strong>de</strong>monio ----con cucmos, y los ojos y la boca muy abiertos- que nos<br />

recuerda las hguraciones cómicrs r1e las fachadas y ponales <strong>de</strong> las catedrales góticas.<br />

Los ornamentos proporcionan una cierta diniámica a la precisión estática <strong>de</strong>l caballete,<br />

que entonces parece moverse en diferentes direcciones. Una ñgura antropomorfa, que<br />

traspasa las medidas <strong>de</strong>l mismo, a lo largo y ancho, acentúa este movimiento. En la<br />

parte <strong>de</strong> aniba, la cabeza, igualmente comamentada, tiene la forma <strong>de</strong> una vagina; en<br />

la <strong>de</strong> abajo, la <strong>de</strong> una figura geométrica<br />

-un<br />

rombo: un paralelograma <strong>de</strong> lados<br />

iguales. Las curvas abierta-s <strong>de</strong> los senos que flotan sobre el rombo subrayan la<br />

ambivalencia sexual <strong>de</strong> esta figura. El motivo <strong>de</strong> la cabeza redonda se repite <strong>de</strong>l lado<br />

<strong>de</strong>recho y <strong>de</strong>l izquierdo a la b:1ula <strong>de</strong>l úonco <strong>de</strong> este puntiagudo esqueleto con espinas<br />

<strong>de</strong> pez. En este caso las cabcz.ir comamentadas son algo más gran<strong>de</strong>s que las <strong>de</strong> los<br />

omanentos <strong>de</strong>l bor<strong>de</strong> izquierdc y <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>l caballete. La pelvis, forma apuntalada<br />

y girada, abarca la cabeza <strong>de</strong>moníaca más gran<strong>de</strong>. El hecho <strong>de</strong> que esta última mire<br />

hacia abajo viene dado por la tolalidad <strong>de</strong> la composición y evi<strong>de</strong>ntemente resulta €l<br />

<strong>de</strong>talle central. Sugiere que esta figura <strong>de</strong>beía saltar <strong>de</strong> la pelvis cual ¡ecién nacido,<br />

elemento éste <strong>de</strong>l cuadro <strong>de</strong>l caballete que causa el efecto <strong>de</strong> un torbelüno liberador<br />

en quien lo observa.<br />

Lo diabólico es un rasgo que la crítica le ha atribuido con mucha frecuencia a la<br />

obra <strong>de</strong> Lam. Femando Ortiz, en un primer catiílogo sobre la misma. <strong>de</strong>staca en ella<br />

"visiones" semejantes a las <strong>de</strong> El Bosco o como producidas por un "soñar <strong>de</strong>spierto"<br />

(1950). En el libro sobre los años compartidos con Lam, Benítez recuerda una<br />

anécdota al respecto: "One moming while I sat on the porch with the front door open,<br />

not realizing that I-d Jungra could be seen from the street, a mulatta passed by holding<br />

her daughter's hand. 'Mama', the little girl said, '¿Es verdad que aquí vive el Diablo'<br />

'Yes', the mother answered. 'Look'. Coinci<strong>de</strong>ntally Wifredo then stepped onto the<br />

porch. We weren't sure whether she meant the <strong>de</strong>vil in the painting or Wifredo"<br />

(1999: 8l ). En la cultura callejera en Cub4 los diablitos son figuras relacionadas con<br />

los ñiáñigos, una abakuá (asociación secreta) <strong>de</strong> ekobios (iniciados). Pero Lam no los<br />

perfrla como tales en su obra, Lázaft Menén<strong>de</strong>z, en el a¡tículo "Un Eleguá para<br />

acercarse al cíclope" (2000), explica la frecuente ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l pintor a<br />

<strong>de</strong>scontextualizar los elementos <strong>de</strong> sus ¡ámbitos originales, bajo la observación aguda<br />

<strong>de</strong>l oisha Elegguá, el custodio <strong>de</strong> los cuatro carninos, el que ve y observa todo.<br />

Elegguá suele situarse en la esqüna <strong>de</strong> la puerta, como dueño <strong>de</strong> las llaves, portem,<br />

mensajero y guardirán, en forma <strong>de</strong> una piedra con una boca y ojos hechos con<br />

conchas. La omnipresencia <strong>de</strong> Elegguá en la ob¡a <strong>de</strong> Lam es legendaria. En la<br />

196


litografía Quetzal,los cuatro Elegguá se hallan incorporados entre el rojo, el amarillo<br />

y el blanco. l-os ojos redondos, la boca abietta y los cuemos agudos enfadzan el efecto<br />

<strong>de</strong> choque, <strong>de</strong> movimiento y <strong>de</strong> sorpresa. Rojo es el colo¡ <strong>de</strong>l orisha Changó, el señor<br />

<strong>de</strong>l relámpago y <strong>de</strong>l t¡ueno, muchas veces disfrazado <strong>de</strong> mujer y que suele tener mucho<br />

éxito con el género femenino. En la santería <strong>de</strong> Cub4 Santa Bárbara<br />

-alias<br />

Changóes<br />

un guerrerc. Su estf¿tegia es estrictamente secreta e imprevisible ---+omo la <strong>de</strong>l<br />

pintor, por lo <strong>de</strong>m¿ís, cuyo caballete es precisamente rojo. Como símbolo <strong>de</strong> la virilidad<br />

y <strong>de</strong>l fuego, muchas veces se venera a Changó junro con Ochún, orisha <strong>de</strong>l amor y la<br />

fertilidad, <strong>de</strong>l agua dulce y los metales amarillos. Esto explica el color amarillo <strong>de</strong>t<br />

bronce o cobre, con el que Lam colorea el fondo <strong>de</strong> su litografía. El suave trvzo <strong>de</strong>l<br />

seno <strong>de</strong> esta Virgen <strong>de</strong> la Caridad <strong>de</strong>l Cobre, patrona nacional <strong>de</strong> Cuba, forma una<br />

línea <strong>de</strong> t¡ansición con el cuerpo blanco <strong>de</strong> la figura principal. En la santería cubana,<br />

el blanco es el color <strong>de</strong>l principio creativo <strong>de</strong> Obatalá, que creó al rnundo y a los seres<br />

humanos, y que representa también lajusticia y la pureza. En el attículo mencionado<br />

arriba, Menén<strong>de</strong>z dice al respecto: "Lam formaliza un tipo <strong>de</strong> configuración expresiva<br />

suscepúble <strong>de</strong> intelectualizarse como representaciones antropomórficas, zoomórficas,<br />

zooantopomórficas, todas ellas en constante mutación. Se percibe el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la<br />

función <strong>de</strong> revalorización estética, a la que se liga como consecuencia <strong>de</strong> la anterior<br />

la ¡evalorización ética, moral, social, pla¡eada en términos <strong>de</strong> una revolución <strong>de</strong>l<br />

Espíritu" (2000: 74). El esqueleto puntiagudo <strong>de</strong> esta figu¡a en mutación, con los<br />

contomos afilados como cuchillos, sobresale <strong>de</strong>l marco <strong>de</strong>l caballete y le otorga su<br />

dinensión explosiva. El título <strong>de</strong> la litogafía, Quetzal, sttbraya este efecto, ya que<br />

remite a una tradición imaginaria americana muy antigua. En la mitología maya, el<br />

quetzal es el pájaro que muere cuando es enjaulado. Por esto, en la ütografía <strong>de</strong><br />

Wifredo Lam, necesita escapafse <strong>de</strong>l estrecho cuadriíngulo <strong>de</strong>l caballete. Tanto su<br />

plumaje como sus costillas angulosas atesüguan la dureza con la que se libra tal lucha<br />

por sobrevivir.<br />

Surrcalismo y post-colonialismo<br />

También Ofiz estudia los orígenes amerindios y afroarnericanos en los mitos y<br />

costumbres <strong>de</strong> Cuba. En la obra <strong>de</strong> Lam, sin embargo, este tema crca una tensión<br />

simultánea entre el cautiverio y la liberación. Gestiones afiladísimas <strong>de</strong><br />

supervivencia, acompañadas por manos/ hojas/ <strong>de</strong>dos, simbolizan el placer y el dolor<br />

<strong>de</strong> la lucha combativa y <strong>de</strong>sesperada en el cuadro banoco <strong>de</strong> las Américas. Valga<br />

recordar la historia <strong>de</strong> la publicación <strong>de</strong> esta litografía Quetzsl. F\e una <strong>de</strong> las siete<br />

presentadas en el Portfolío n". I <strong>de</strong>Brundor, editorial fundada por Altmann en Nueva<br />

York en 1947. La editorial estaba ubicada en las oñcinas <strong>de</strong> Wew (194O-1944), revistz<br />

t97


importante para la diyulgación <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> los surrealistas en los Estados Unidose.<br />

El Portfolío documenta esta presencia <strong>de</strong> Lam en compañía <strong>de</strong> los surrealistas. Allí<br />

panicipan los siguientes artistas: Nicolás Calas (ensayo introductorio), Sebastián<br />

Matta, Yves Tanguy, Max Emst, Stanley William Hayter, Kurt Seligmann, Joan Miró.<br />

La presencia <strong>de</strong> Lam entre ellos no sorpren<strong>de</strong>, yisto que a partir <strong>de</strong> 1942 solía exponer<br />

su obra anualmente en Nueva York en la galeía <strong>de</strong> Piene Matisse. Su cuadro I¿<br />

JunSlq (1943) había sido comprado por el Museum of Mo<strong>de</strong>m An el 5 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong><br />

1945. Y Lam había establecido amistad con muchos anistas durante su estadía en<br />

Nueva York en la primavera <strong>de</strong> 1946<br />

-Matta<br />

y Calas, entle ellos.<br />

En esta primera edición <strong>de</strong> Brunido¡ se evi<strong>de</strong>ncia el contacto <strong>de</strong> Altmann con el<br />

mundo artístico intemacional <strong>de</strong> La Habana, en estrecha relación con el Pa¡ís <strong>de</strong> la<br />

preguera. En esta ciudad, Altmann había estudiado ciencias jurídicas y arte con<br />

Henri Focillon (1883-1943), autor <strong>de</strong> The Life of Forms ir¡ Arr, quien lo había<br />

impresionado mucho, según él mismo comenta. Encontró a Lam en La Habana,<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que éste había auavesado el océano en el mismo barco con André Breton<br />

y Clau<strong>de</strong> Lévi-Strauss. Lam y muchos otros habían preparado su emigración hacia<br />

América <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Ma¡sella. En este ambiente <strong>de</strong> espera, Breton escribió un largo poema<br />

en prosa, "Fata Morgana", en el que, entre otros motivos, aparece el quetzal¡o. Quizá<br />

Lam, a quien se le había encargado la ilustración <strong>de</strong> este manuscrito, ya había<br />

comenzado a pensar en su litografía. El títtrlo Quetzal, en todo caso, es <strong>de</strong> su autoía<br />

(Benítez, 1996), y este dato es importante a sabiendas <strong>de</strong> que Lam no tenía nada en<br />

contra <strong>de</strong> que Helena, An&é Breton u otras pefsonas conocidas bautiza¡an sus<br />

cuadros.<br />

El motivo <strong>de</strong>l pájaro prácticamente se pue<strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rar una marca <strong>de</strong>l<br />

surreaüsmo. Clau<strong>de</strong> Maillard-Chary comprueba en I.¿ Bestiaire <strong>de</strong>s surréalistes qle<br />

en su pan<strong>de</strong>monio zoológico las figuras aladas<br />

-incluyendo<br />

seres mitológicos como<br />

el fénix, la esfinge y el vampiro- constituyen un tópico privilegiado (el quetzal, sin<br />

embargo, sólo se menciona marginalmente en su a¡¡ílisis como quetzalcoatl [994:<br />

2ll). Valga <strong>de</strong>tenerse en algunas observaciones <strong>de</strong> Breton al respecto. En lglT ya<br />

había llamado la atención sobre la influencia que ejercían algunas esculturas <strong>de</strong><br />

pájafos <strong>de</strong> Benín sobre el lenguaje formal <strong>de</strong> Picasso. En 1933 escribe que este<br />

10<br />

"The beach¡ead established by the émigÉs of 1939 and l94O had fa¡ned outwa¡d ard its numbers had<br />

been enlarged by 1941, so that even b€fore the last a¡rivals from Marseilles Su¡realism wa5 enjoying<br />

a¡ increasing visibility i¡ Manhattan [...1 In the spdng of 1940 a pe¡iodical was launched rhar was ro<br />

involve the Su퀿lists' participation and publish their work. [...] Surrealists Matta, Tanguy, a¡d<br />

Nicol¡is Calas arc also ¡isted on the \¡ew letterhead, along with such lit€rary figures as Pablo Neruda,<br />

Thomas Merton, Wallace Stevens, a¡¡d William Carlos Williams" (Sawin, 1995: l5l).<br />

"De nosjours n'amiml Colignyl songe qu'une expédition se fonne pour la captu¡e <strong>de</strong> I'oiseau quetz¿l<br />

dont on ne poss¿<strong>de</strong> plus en vie oui en vie que quatre exemplair€s" (Breton, 1992: 1186).<br />

198


lenguaje conespon<strong>de</strong> a un movimiento dialéctico <strong>de</strong>l espíritu (,,1e mouvement<br />

dialectique <strong>de</strong> I'esprit"), que pareciera correspon<strong>de</strong>r a la trayectoria <strong>de</strong> un migrante.<br />

El pájaro migratorio gira su testa en pleno vuelo hacia lo que está <strong>de</strong>jando atrás<br />

("I'oiseau migrateur qui en plein vol va toumer la réte verse ce qu'il quitte,' [l9gg:<br />

3841). Breton retoma este tema <strong>de</strong>l vuelo migratorio cuando escribe ,fata Morgana'<br />

en 1940, en Marsella, y lo bautiza quetzal. En su <strong>de</strong>bate famoso con André Masson<br />

en Martinica, "La cha¡meuse <strong>de</strong> serpents" (primavera <strong>de</strong> l94l), Breton asocia su<br />

presencia con la <strong>de</strong>l Aduanero Rousseau en México. Susanne Klengel anota en su<br />

libto, Amerika-Diskurse <strong>de</strong>r Surrealisten. Amerikq als Vision und als Feld<br />

heterogener Erfahrungen (1994), que las investigaciones sobre este movimiento han<br />

explorado cada vez más estos discu¡sos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los años 80 con ocasión <strong>de</strong> las<br />

exposiciones en el MOMA (1984) y en el MAM (1989)r'. El mito <strong>de</strong> México,<br />

evocado en el ejemplo <strong>de</strong>l quetzal en el poema "Fata Morgana" <strong>de</strong> Breton se <strong>de</strong>be a<br />

un presunto viaje que habría emprendido el mismo Aduanero Rousseau, quien<br />

pintaba misteriosas s€lvas tropicales <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1889". Breton y Masson se ocupan <strong>de</strong> esta<br />

supuesta experiencia mexicana al intenogarse acerca <strong>de</strong> la presencia <strong>de</strong>l paisaje<br />

exótico, extraeuropeo en sus cuadros. En esto se enfatiza el papel <strong>de</strong>l viaje en sí,<br />

mientras que prácticamente no se aborda la influencia milena¡ia <strong>de</strong>l Viejo Mundo.<br />

También el postcoloniaüsmo se concentra en este dato, perc en su caso se cuestiona<br />

el papel <strong>de</strong> un "décentrement", un consciente <strong>de</strong>splazamiento <strong>de</strong>l centro eu¡of,eo. Este<br />

tema iba a set primordial en el discurso postcolonial <strong>de</strong> las décadas posteriores,<br />

cuando el viaje adquiere las coor<strong>de</strong>nadas <strong>de</strong> una migración diaspórica que se ve<br />

obstaculizada por un mundo en transformación.<br />

Muy diferente se ha presentado esta llegada a Martinica <strong>de</strong> Lam, ya que él<br />

regresó a su región <strong>de</strong> origen. Benítez <strong>de</strong>scribe la intensidad <strong>de</strong>l contacto entre Lam<br />

y Aimé Césaire, el autor <strong>de</strong>¡ Cahier du retour au pays nata¡ (1939), un poema épico<br />

que emocionó profundamente al pintor'3. Luego fue traducido por Lydia Cabrera al<br />

l1<br />

13<br />

'"Tras u¡! la¡go pe¡íodo en el que la investigación <strong>de</strong>l sür€alis¡no se concentraba primo¡dialmente en<br />

asuntos como la aspi¡ación político-emancipatoria y Ia c¡ítica d€ Ia socied¿d burgues4 este otro<br />

enfoque resalta especialmenle la relación entre el discurso cítico <strong>de</strong> los surrealis6s fr€nte a1<br />

ra.ionalismo y su inrcÉs especial en cultu¡as no-occi<strong>de</strong>ntales" (Klengel, 1994: 4).<br />

Se trata <strong>de</strong> la cuestión <strong>de</strong> si Rousseau ha eslado rcalmente en México, o si pintó sus cuad¡os a pafir<br />

<strong>de</strong> su imaginación (Klengel, 1994: 43-44). El Aduane.o necesitaba invent¿¡se en el ñomento en que<br />

comenzó a rclacionarse <strong>de</strong> formÁ co¡tinua con <strong>de</strong>Énninados círculos. por ello, su pintu¡a suplía la<br />

rnateria prima pa¡a hac€rse <strong>de</strong> un pasado. Puesto que 1e gusEba pint¿¡ paisajes exóticos, la oscur¿<br />

etapa <strong>de</strong>l servicio milita¡ se tomó viaje invenrado a México (Vatü€r, 1961: l5).<br />

"Some day later Aimé a¡d his b€¿uriful wife Susanne irvited us to a reading ofhis poeñ. He only rcad<br />

fragrn€nts of it, which I translated to a troubled a¡d very úoved Wift€do. who admired Aiñé's poetic<br />

observatioDs and <strong>de</strong>sc¡iptions of life as a black man in an environment of whire domin¿¡ce. He had at<br />

last found a compádon soul. Wifrcdo ¿nd Aimé wanted !o awaken üe Black, wanted him to be proud,<br />

wanted him to leam to do imponant thir¡gs, so he could be in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nt and he€, and with justified<br />

self-confi<strong>de</strong>nce" (Benírez, 1999: 56; para el texto en espaiol, véase Cabrera lgg4t 22j-261\.<br />

199


español y publicado en La Habana el 1944, para cuya edición Lam se ocupó <strong>de</strong> las<br />

ilustraciones. No pue<strong>de</strong> ser casual que en esta ocasión se observe la apa¡ición <strong>de</strong><br />

Elegguá (Cabrera, 1994i 230). Be\ítez data su ingreso en la iconografía <strong>de</strong> Lam en el<br />

cuadro Somble Malembo (158 x 125), el dios <strong>de</strong> las encrucijadas vudú, <strong>de</strong> 1943,<br />

relacion¡ándolo con la primera época <strong>de</strong>l pintor en Cuba (entre 1942 y 1943). Lam<br />

mismo caracteriza el retomo como un "dépaysement", en vez <strong>de</strong> un "repaysement"<br />

(Fouchet, 1989: i87), <strong>de</strong>bido a su emoción profunda <strong>de</strong> ver la situación <strong>de</strong> rnise¡ia en<br />

que yivía la mayor parte <strong>de</strong> la población. Lam recuerda su "tristesse terrible" <strong>de</strong> por<br />

aquel entonces al i<strong>de</strong>ntificarse con un poeta como Nicolás Guillén, que reflexiona<br />

sobre este panorama <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su interior. En este momento <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> Lam el camino por el<br />

cual optará para su futuro como pintor: el <strong>de</strong> "un cheval <strong>de</strong> Troie d'ou sortiraient <strong>de</strong>s<br />

figures hallucinantes, capables <strong>de</strong> surprendre, <strong>de</strong> troubler les réves <strong>de</strong>s exploiteurs. Je<br />

counais le risque <strong>de</strong> n'Ctre compris ni par les hommes <strong>de</strong> la rue ni paf les autres, je le<br />

sayais. Mais un vrai tableau, c'est celui qui poss¿<strong>de</strong> le pouvoir <strong>de</strong> faire t¡availler<br />

I'imagination, méme s'il fait du temps" (Fouchet, 1989: 192).<br />

En la introducción al catálogo <strong>de</strong> la primera exposición <strong>de</strong> Lam en Cuba, en el<br />

Lyceo <strong>de</strong>l 11 al 19 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1946, Lydia Cabrera expresa esta rnisma i<strong>de</strong>a con más<br />

cla¡idad: "Al volver a Cuba, el Dueño <strong>de</strong> los caminos, el Íavieso mensajero <strong>de</strong> los<br />

dioses y guardián <strong>de</strong> los umbrales, el 'pequeño y gran Elegguá, le ha abierto las<br />

puertas que comunican dÍectamente con las zonas miís secretas <strong>de</strong> un mundo<br />

impenetrable para quien no haya nacido zahorí o haya perdido <strong>de</strong>l todo su alma <strong>de</strong><br />

niño" (1994: 270). En la portada <strong>de</strong> este catálogo, reproducida en Póginas sueltas<br />

(1994: 268), se observan por lo menos cuaho Elegguá. a<strong>de</strong>mfu <strong>de</strong> manos, máscar¡rs,<br />

plumas d€ pája¡os y flechas. Gerardo Mosquera menciona que Elegguá es el rnclrsrer<br />

yoribay ewe-fon es <strong>de</strong>cir "el principio <strong>de</strong> la incenidumbre, diacrónico, <strong>de</strong>l cambio.<br />

Dueño <strong>de</strong> las puertas y encrucijadas, abre y ciena todo, pero resulta travieso,<br />

imprevisible" (1994:.234).Lañg'Jra <strong>de</strong> Elegguá incorpora la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la metamorfosis<br />

en la obra <strong>de</strong> Lam, traducida como una mutación figurativa constante que sugierc una<br />

simultaneidad <strong>de</strong> tiempos cosmológicos incompatibles. Sus cuemos, que sugieren la<br />

relación con eI Minotaure, reyista surrealista fundada en 1934, remiten a las<br />

experiencias <strong>de</strong> Lam en aquellos años. No sólo asistió a la confercncia sobre el<br />

Surrealismo que dictara Breton en Haití en 1944,la que priícticamente coincidía con<br />

el golpe <strong>de</strong> estado contra el presi<strong>de</strong>nte IJscot, sino que también en Nueva York, en la<br />

primavera <strong>de</strong> 194ó, su presencia influyó sob¡e los artistas allí reunidos. Núñez<br />

recuerda que "otros pintores noneamericanos quisieron seguir el ejemplo <strong>de</strong> Lam,<br />

inspiriándose en el arte <strong>de</strong> los indígenas hopi, iroqueses y <strong>de</strong> otros grupos <strong>de</strong> América<br />

<strong>de</strong>l Nofie. Aunque Pollock siguió por ese camino y conquistó el prestigioso luga¡ que<br />

tiene en la actualidad, su pintua es abstracta' (183).<br />

200


L'0ctroi <strong>de</strong> Plaisance<br />

La metamorfosis es una ca¡acterística igualmente paradigmática para la obra <strong>de</strong><br />

Lezama Lima. Pe¡o en su caso no se trata <strong>de</strong> un Elegguá figurativo. sino que<br />

const¡uye otro imaginario paralelo que arraiga en la controversia entre el a-rte<br />

mo<strong>de</strong>rno y el primitivo. Pa¡a señaliza¡ las flores <strong>de</strong>l mal <strong>de</strong> las encrucijadas,<br />

interpretando a Bau<strong>de</strong>laire, Lezama involucra un cuadro <strong>de</strong> Rousseau que Pellón<br />

ext¡añamente no mencionó. Se trafa <strong>de</strong> L'Octoi, obra creada alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 1890. En<br />

esta ocasión, Rousseau pinta ese lugar <strong>de</strong>l entonces subwbio cercano a las estaciones<br />

<strong>de</strong>l metro Plaisance y Porte <strong>de</strong> va¡ves, don<strong>de</strong> él mismo había trabajado como<br />

aduanero hasta su jubilación. En una monografía sobre Rousseau, Dora Vallier<br />

caliñca la representación <strong>de</strong> dicha estación como "una <strong>de</strong> las coinposiciones más<br />

logradas <strong>de</strong> Rousseau" (1961: I l9), dotada <strong>de</strong> una fuerza extraordinaria y con cuyas<br />

tonalida<strong>de</strong>s finamente maüzadas el pintor cierra la fase temprana <strong>de</strong> su obra. En dos<br />

ocasiones, Lezama se refiere a L'Oct¡oi en sus novelas, parafraseando el título <strong>de</strong>l<br />

cuadro como ¿'Octroi <strong>de</strong> Plaísance. Et Paradíso se intfoduce una escena en la que<br />

Fronesis<br />

-uno<br />

<strong>de</strong> los tles personajes principales <strong>de</strong>l lib¡o- reemplaza a un<br />

gendarme. Éste anuncia el comienzo <strong>de</strong> un nuevo día. Sale <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> La<br />

Habana frente al hospital, "que le recordaba, aunque el parecido estaba forzado por<br />

su imaginación, el Octroí <strong>de</strong> Plaísance, <strong>de</strong>l aduanero Rousseau" (1984: 478).<br />

Fronesis visitajunto con su amigo Cemí un cafecito característico en la esquina, con<br />

el mostrador lleno <strong>de</strong> frutas como el matriey, la piña, el mango, con guajiros, un<br />

sinsonte y una batidora <strong>de</strong> hielo, Lezama <strong>de</strong>scribe cómo Cemí observó "ese especial<br />

favor que tiene el cubano para diferenciar el espacio, para evitar su monotonía, cómo<br />

al lado <strong>de</strong> la Universidad, al lado <strong>de</strong> una casa <strong>de</strong> típica burguesía veda<strong>de</strong>sca, se<br />

entreabre un café <strong>de</strong> pueblo, con sus mesas mal pulimentadas, pero don<strong>de</strong> la leche<br />

hierve como en la trastienda <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong> un aneador <strong>de</strong> ganado" (479). Mucho más<br />

larga es la disertación sobre Rousseau en Oppiano Lícorio, en el que Lezama presenta<br />

al pintor Luis Champollion, que le expüca a este mismo Fronesis el significado <strong>de</strong> los<br />

cuadros <strong>de</strong>l Aduanero Rousseau en la rue du Dragon en París (1989: 16l-79). El<br />

apellido simbólico, Champollion, indica la imponancia que tienen sus observaciones<br />

sobre el efecto <strong>de</strong> la evaporación ante un cuadro: "sentirse un poco caracol, un poco<br />

coral, un molusco segregadoq es <strong>de</strong>cir que la conciencia <strong>de</strong> nuestro arte tiene que<br />

<strong>de</strong>spren<strong>de</strong>r una unive¡sal inconsciencia, que <strong>de</strong>spués cada cual intenta reducir,<br />

<strong>de</strong>scifrar o incorporar" (176). Fronesis, a su vez, agrega una <strong>de</strong>scripción sobre los<br />

al¡e<strong>de</strong>dores <strong>de</strong> la ciudad, don<strong>de</strong> a la saüda <strong>de</strong> las fábricas les espera a los obreros un<br />

músico hechizado, un juglar que hace bailar y cantar a toda la vecineía. Es una<br />

escena <strong>de</strong> medianoche que se observa en L'Octmi <strong>de</strong> Pla¡sance, la que constituye una<br />

"obra ejemplar <strong>de</strong> la pintura contemporánea ' (177). El Aduanero estiá "<strong>de</strong> guardiián al<br />

201


lado <strong>de</strong> la puerta <strong>de</strong> hierro que separa los alre<strong>de</strong>do¡es <strong>de</strong>l centro parisino", mientras<br />

que sus recuerdos <strong>de</strong> infancia sobre el viaje a México le sirvie¡on para plasmar su<br />

"originalidad en el sentido <strong>de</strong> po<strong>de</strong>rosa raíz germinativa y no a través <strong>de</strong> síntesis <strong>de</strong><br />

fragmentos apúrtados por las culturas" (167).<br />

Evi<strong>de</strong>ntemente, Lezama se i<strong>de</strong>ntifica con el papel <strong>de</strong> guardián <strong>de</strong> esta<br />

transformación testiva y el énfasis en esta constelación no es nada casual. Refiere a<br />

una vívida discusión sobre la <strong>de</strong>mocracia que se había <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nado entre los<br />

grupos <strong>de</strong> vanguardia en Cuba (Manzoni, 2001). Mientras que en sus discursos<br />

americanos los sur.ealistas habían percibido el paisaje y los habitantes <strong>de</strong> este<br />

continente como exóticos, apasionados y pertenecientes a una naturaleza<br />

exhuberante, estas marcas no coincidían en absoluto con la imagen que los<br />

intelectuales cubanos <strong>de</strong>seaban proyectar <strong>de</strong> su país: la <strong>de</strong> una república i<strong>de</strong>ntificada<br />

con una manera específica <strong>de</strong> ser mo<strong>de</strong>ma. Especialmente Ortiz revela este dilema en<br />

su eÍsayo Contropunteo cubano <strong>de</strong>l tabaco y eL azúcar (194O), don<strong>de</strong> se concentra en<br />

articular los movimientos contrarios <strong>de</strong>l señor Tabaco y la señora Azúcar y señalarlos<br />

como típicamente cubanos. Se inspira en un tema presentado en una obra católica <strong>de</strong>l<br />

Medioevo español. trazando un paralelismo entfe el contrapunteo cubano y la lucha<br />

entre el señor Ci:-lal y la señora Cuaresma <strong>de</strong>l Libro <strong>de</strong> buen qmor (1330) <strong>de</strong>l<br />

Arcipreste <strong>de</strong> Hit... También Ortiz compren<strong>de</strong> los países hispanoparlantes <strong>de</strong> la<br />

frontera austral <strong>de</strong> los Estados Unidos como un mundo lleno <strong>de</strong> obligaciones católicas<br />

<strong>de</strong> raíces medievales, encaminado hacia la modcmización. Define entonces este<br />

<strong>de</strong>sa¡rollo -transculturacióncomo<br />

fase <strong>de</strong> transición en la que Cuba <strong>de</strong>sempeña<br />

un importante papel <strong>de</strong> guía, Para imponerse a nivel intemacional, sobre todo con<br />

miras a los Estados Unidos, Hispanoamérica <strong>de</strong>be <strong>de</strong>splegar su potencia Productiva.<br />

Por esto, Cuba ostenta sus productos intemacionalmenle ¡econocidos, como el<br />

tabaco, con su opulencia artesanal, y el azúcar que, a su vez, eúge un sistema <strong>de</strong><br />

plantaciones técnicamente sofisticado. Sobre este transfondo Ortiz Plantea el<br />

contrapunteo <strong>de</strong>l tabaco y el azúcar, que posibilita <strong>de</strong>splegar un bienestar hacia afuera<br />

y hacia a<strong>de</strong>nüo, un matrimonio armónico capaz <strong>de</strong> engendrar un fluido: el hijo<br />

Alcohol.<br />

Algunos estudios <strong>de</strong> género sugieren que las coor<strong>de</strong>nadas femeninas y<br />

masculinas <strong>de</strong> este contrapunteo cubano correspon<strong>de</strong>n al antiguo esquema <strong>de</strong><br />

supremacía <strong>de</strong>l hombre. Frente a la amorfa señora Azúcar mecanizada, el señor<br />

Tabaco se siente culturalmente superior gracias a su sofisticación artesanal. En sus<br />

obras, Lezama ha rozado este contrapunteo <strong>de</strong> forma indirecta. I-a familia criollaespañola<br />

<strong>de</strong> su protagonista, José Cerní, personifica el contrapunteo cubano, a<strong>de</strong>más<br />

<strong>de</strong> la participación en las Guerras <strong>de</strong> In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia. En este caso, en el margen <strong>de</strong>l<br />

matrimonio afortunado, sin embargo, se manifiesta la dinámica <strong>de</strong> una producción<br />

implícita, las flores <strong>de</strong>l rnal o el mal <strong>de</strong> las encrucijadas, que pa¡a Irzama constituyen<br />

202


una constante interna inscrita en el renombre intemacional <strong>de</strong> la república cubana. El<br />

voyerr <strong>de</strong> su quehacer proyinciano, Godofredo el Diablo, quien habita la región <strong>de</strong> las<br />

plantaciones <strong>de</strong> caña, se ha conyertido en un tuerto, cuya apariencia ciclópea señala<br />

la presencia <strong>de</strong> una acción huma¡a ocultada, yiolenta y tabuizada.<br />

La afición gran<strong>de</strong> <strong>de</strong> Lezama por el arte cubano ha sido documentada en varias<br />

ocasiones. Leonel Capote observa que Lezuna co$¡€nza a <strong>de</strong>sa¡rolla¡ su sistema<br />

poético en los años 40, ya en contacto con la pintura a pa¡th <strong>de</strong> 193, cuando se<br />

instaló el Estudio Libre <strong>de</strong> Pintura y Escultura en una zona aledaña <strong>de</strong> su casa en la<br />

calle Troca<strong>de</strong>ro'4. En Cuba, por aquel entonces, el arte constituyó un tema <strong>de</strong><br />

polémicas chauvinistas. Altmann, a quien hemos i<strong>de</strong>ntificado como amigo <strong>de</strong> las<br />

artes, menciona la golpiza con que fue amenazado t¡as haber loado en la revista <strong>de</strong> los<br />

emignntes alemanes la pintura miás reciente que se volcaba en contra <strong>de</strong> la Aca<strong>de</strong>mia<br />

<strong>de</strong> San Alejandro. De todas formas, este autor también se inte¡esaba por la pintura<br />

establecida <strong>de</strong> Cuba. En su a¡tículo "Omamento y Naturaleza Muerta en la Pintura <strong>de</strong><br />

Amelia Peláe2", publicado et Orígenes en 1945, se mostraba fascinado con la<br />

omamentación barroca. Su tesis consiste en que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el siglo xlx, la artesanía<br />

(muebles, objetos <strong>de</strong> vidrio, etc.) y la a-rquitectura cubana han interpretado el legado<br />

<strong>de</strong> la tradición ba.rroca <strong>de</strong> una manera totalmente auténtica. Los cubanos no se<br />

<strong>de</strong>dican a la exploración <strong>de</strong>l espacio exterior, como em el caso <strong>de</strong>l Barroco europeo,<br />

sino que más bien inscriben su Barroco en la <strong>de</strong>coración <strong>de</strong> espacios interiores,<br />

omamentiíndolos con componentes integfales y traslúcidos ¡elacionados con un<br />

entorno natural y tropical. Los anistas <strong>de</strong> La Habana, en general, y Amelia peláez en<br />

particular, han dado forma a esta interpretación artesanal <strong>de</strong>l Ba¡roco cubano en su<br />

obra. Gerha¡d Poppenberg, en el ensayo "Espacio gnóstico: El concepto <strong>de</strong>l Nuevo<br />

Mundo como forma <strong>de</strong> pensarniento y forma <strong>de</strong> vivencia a partir <strong>de</strong> Iz expresión<br />

americana <strong>de</strong> Iosé Lezama Lima" (1996), analiza la simultaneidad <strong>de</strong>l Barroco y <strong>de</strong>l<br />

Gótico en la plasmación <strong>de</strong>l contrarritmo lezamiano, establecido bajo la protección<br />

<strong>de</strong>l diablo. Anotamos que en su naturaleza poética suena una música hechizada en<br />

cuyo ritmo se expresan los tabúes étnicos y eróticos. Por consiguiente, a l-ezama no.<br />

le conviene aplicar el corte <strong>de</strong>l cuchillo como ruptura en la vida interna <strong>de</strong> Cuba_<br />

Lam pa¡ece ubicarse en el otro extremo. A su vez, recuerda esa época en la que<br />

trabajaba bajo la influencia directa <strong>de</strong> Femando Ortiz's. Pe¡o, en su caso, necesita<br />

"Con ellos lMariano Rod¡íguez, René Ponoca¡rcro, el €scultor l,ozano] inicia¡ía una profu¡da<br />

amistad. Y esos t¡es a¡tisÉs nüís a<strong>de</strong>la¡te constituiñin la materia plástica esencial <strong>de</strong>l g¡upo origenish.<br />

En aquellos encuentros iniciales Mmiano recuerda cómo se inter€saba lrzam¡ por los aspectos rnás<br />

recientes <strong>de</strong>l arte cont€mporáneo. Discutían <strong>de</strong> arte e intercambiaban valoraciones, Con fre€uencia<br />

hablaron <strong>de</strong> Picasso, Miro, Dalí, P€toruni y Portinari. Para todos tuvo kzama su valoncidn muy<br />

personal" (Capote: 33).<br />

"hs domingos la casa se lleDaba <strong>de</strong> voces amigas <strong>de</strong>l pasado y <strong>de</strong> oúas nuevas. Atejo Caryentier,<br />

Pierre t¡€b, Silvia y sus hijos Albeí y Florcnce, Peter Warson, Ca¡¡os Steinberget piene Mabille y<br />

203


liberarse <strong>de</strong> esta voracidad voluptuosa <strong>de</strong>l estilo barroco americano, asfixiante para él<br />

como pintor, al escaparse <strong>de</strong> su ma¡co cuad¡ado enmasca¡ado como un Quetzal qve<br />

no aguanta ninguna prisión. El pájaro rnigratorio <strong>de</strong> Lam en pleno welo, sin emba¡go,<br />

queda indisolublemente conectado con los otros representantes <strong>de</strong> la vanguardia<br />

cubana. Sin ellos, es imposible enten<strong>de</strong>r la conmoción que le produce esta cubanía<br />

íntima y la lealtad crítica al pai; natal que le acomp¿!ñó durante toda su vida. Resulta,<br />

por lo tanto, que este corte con cuchillo o tijer¿s simboliza una ceremonia <strong>de</strong><br />

limpieza, como cuando duranto un rito afrocubano se <strong>de</strong>golla a un animal con un<br />

cuchillo preparado a manera <strong>de</strong> acto purificatorio, <strong>de</strong> curación simbólica para<br />

cualquier tipo <strong>de</strong> enfermedad.<br />

En resumen, el examen comparativo <strong>de</strong> las técnicas poéticas <strong>de</strong> Lam y <strong>de</strong><br />

Lezama nos permite traz¿r una notable diferencia en cuanto a las pdsiciones frente al<br />

proceso <strong>de</strong>finido por Ortiz como transculturación. El vo¡eurmutilado <strong>de</strong> Lezama, que<br />

personifica la existencia <strong>de</strong> una cultura heterogénea pero bajo una misma raíz<br />

germinativa <strong>de</strong> nación, no <strong>de</strong>sempeña un papel en los <strong>de</strong>bates sobre el<br />

postcolonialismo. Lam, por. el contra¡io, recibe toda la atención. Con su Elegguá da<br />

testimonio <strong>de</strong> la ardua lucha <strong>de</strong> sobrevivencia <strong>de</strong> las cultu¡as "primitivas" en el medio<br />

ambiente contempori4neo. Se le atribuye a Lam, por lo tanto, el papel <strong>de</strong>l afista<br />

gua¡diián <strong>de</strong> los caminos, el que <strong>de</strong>be dar las señales <strong>de</strong> sus "corto circuitos". Tanto Lam<br />

como IJzama, sin embargo, remiten a la valoración <strong>de</strong>l inconsciente. Para Lezama, éste<br />

se halla incorpo¡ado en una'técnica <strong>de</strong> la ficción", cuyo ritual <strong>de</strong>moníaco requiere sus<br />

víctimas. Como un cíclope po<strong>de</strong>roso, Lézama clavz las imágenes <strong>de</strong> las eras<br />

imagna¡ias en su territorio para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rlo <strong>de</strong> los invaso¡es <strong>de</strong> afuera" Su influencia en<br />

el arte y la pintura <strong>de</strong> Cuba <strong>de</strong> las últimas dos déaadas al respecto se manifiesta como<br />

una constante difícil <strong>de</strong> negar (Phaf-Rheinberger, 20Ol). Lam, a su vez, registra el gran<br />

esfueno que significa <strong>de</strong>shacerse <strong>de</strong> este imagina¡io en canino <strong>de</strong> <strong>de</strong>scolonización. Lo<br />

<strong>de</strong>fine como una "révolte <strong>de</strong>s profon<strong>de</strong>urs", nunca terminada: "Son inach¿vemeDt est<br />

visible, sa déformation fréquente" (Fouchet, 1989: ll).<br />

Como hemos visto, la simultaneidad pretendida <strong>de</strong> los dos conceptos cubanos en<br />

Lam y l-ezama no es tal. Ni los especialistas en Lezama ni el mismo autor hacen<br />

mención explícita a Lam. Y pese a que los biógrafos anotan con frecuencia la<br />

predilección <strong>de</strong> Lam por las lecturas <strong>de</strong> aquél no se hallan inventariados los libros que<br />

había consultado. Por consiguiente, no sabemos nada cierto acerca <strong>de</strong> ellas. De todas<br />

formas, el momento formativo <strong>de</strong> esta poética vanguardist¿ <strong>de</strong> la metamorfosis pone<br />

Benjamin Penet, venían d visi¡arlos. Vir8ilio Piñera les trajo a l€zama Lima y a Rodríguez Feo,<br />

drrectores <strong>de</strong> Ia rcvista Orígenes, y aoscar Húfl^do, mn quienen hicieron l¡na gran amistad. Hablaba¡<br />

incansablemente d€ filosofíai literatura y, por supuesto, lambién <strong>de</strong> pintura. Algu¡as veces don<br />

Fema¡¡do Oniz los honraba con su üsita; en esa época t¿m Eabajaba bajo la i¡fuencia dir€cta <strong>de</strong>l gran<br />

s¿bio cub¿no (Núñez. 1982: I7lJ.<br />

204


<strong>de</strong> manifiesto que aquí se <strong>de</strong>senvuelve una posición <strong>de</strong>frnida ante los polos b;ísicos<br />

<strong>de</strong>l arte mo<strong>de</strong>rno. Al medir sus efectos es posible i<strong>de</strong>ntificar la fuerza <strong>de</strong> una energía<br />

única postcolonial que continúa repe¡cutiendo cada vez con más fuerza en nuestros<br />

tiempos: la "Querelle <strong>de</strong>s Anciens et Mo<strong>de</strong>mes" entre un viajero inmóvil que abso¡be<br />

todos los omanentos <strong>de</strong> su medio ambiente y un nómada postcolonial que<br />

-aún<br />

en<br />

su propia tierra- se viste con una indumentaria figurativa que le catapulta en la era<br />

<strong>de</strong> las mutaciones genéticas. Lam opina que el "día en que las generaciones <strong>de</strong>l futuro<br />

sitúen mi obta en su tiempo, me gusta¡ía que comprendieran mi esfuerzo por<br />

<strong>de</strong>smitificar al hombre cubano, para enfrentado con su propia i<strong>de</strong>ntidad cultural"<br />

(Núñez, 1982: 234). Es <strong>de</strong> suponer que el estudio progresivo <strong>de</strong> la obra <strong>de</strong> estos dos<br />

personajes extfemos tend¡á como consecuencia una revisión total, no sólo <strong>de</strong> la<br />

vangua¡dia cubana sino <strong>de</strong> toda la vangua¡dia artística y literaria intemacional, a<br />

paftir <strong>de</strong> su confrontación con la experiencia <strong>de</strong> la Segunda Guerra mundial. La<br />

preocupación po¡ la era postcolonial inva<strong>de</strong> simultiáneamente las letras y las imágenes<br />

<strong>de</strong>senvolviendo mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> resistencia y transculturación indisolublemente<br />

conectados con la vida <strong>de</strong>l planeta en camino <strong>de</strong> una <strong>de</strong>mocratización altemativa.<br />

Bibliograflra<br />

Traducido <strong>de</strong>l alemá¡ por Claudia Sierich<br />

Altma¡n, Robert. "Ornamento y Naru¡ale)a Muena en la Pintura <strong>de</strong> Amelia peláez,,,<br />

0rígenes lI: 7 (1945): 65.<br />

.........._. 'll<strong>de</strong>as sobre una nueva posibiüdad plástica [1958]", Idas YfIl:3 (1966):7 \-75.<br />

"Notas <strong>de</strong> un tránsfugo euopeo en La Habana <strong>de</strong> los ai'os cuaferúa'', Gqcera<br />

<strong>de</strong> Cuba (marzo-abril 1992): 30-33.<br />

_-.<br />

(2000). Memoiren (Liechtensteinische Staatliche Kunstsammlung, Evi<br />

Kliemand). Mailand: Skira Editore.<br />

Ashcroft, Bill, careth Griffiths & Helen Tiffin (eds.) (1995). Thc post-colonial<br />

studies rea<strong>de</strong>r. London: Routledge.<br />

Benítez, Helena (1993). Wifredo lttm. Interlud.e Marseille. Copenhague.<br />

_. Cafa a Ineke Phaf-Rheinberger, 15 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 199ó.<br />

.........._. (1999). Wfredo and Heletw. My Lífe with Wifredo ltm 1939-I950.Latsanne:<br />

Sylvio Acatos.<br />

Bhabha, Homi K. (t993). "Beyond the Pale: Afi in the Age of Multicultural<br />

T¡anslation" en Bienniql Exhibifior¿. New York: Whitney Museum of American<br />

Ar.<br />

.........._ (1994). The k cation of Culture. Lonües.<br />

Breton, An&é (1988). Oeuvres Compléres I (Marguerite Bonnet avec philip Bernier,<br />

Etienne Alain Hubert et José Piene, eds.). Paris: Gallimard.<br />

205


Breton, André (1992). Oeuvres Compléte.r II (Ma¡guerite Bonnet avec Phiüp Bernier,<br />

Etienne Alain Hubert et José Pierre, eds.). Pads: Gallimard.<br />

Cabrera, Lydia (1994). Póginos sueltas (Isabel Castellanos, ed.). Miami: Universal.<br />

Chandramohan, Balasubramanyam (2001). "Diasporic (exilici migrant) Writings" en<br />

John C. Hawley (ed.). Encyclopedia of Postcolonial Studies. Westport:<br />

G¡eenwood Press.<br />

Feeser, Andrca (2001). "Art of the Twentieth Century and the (Post)Colonial" en John<br />

C. Hawley (ed.). Enctclopedia of Postcolon¡al Studies. Westport: Greenwood<br />

Press.<br />

Fouchet, Max-Pol ( 1989). Wfredo ktm (Préface <strong>de</strong> Pierre Gaudibert). Paris: Editions<br />

Cercle d' Aft.<br />

Foucault, Michel (1993 [968]). Las palabras y las cosas. Una arqueología <strong>de</strong> las<br />

ciencias humanas (Elsa Cecilia Frost, trad.). México: Siglo xxt.<br />

Hawley, John C. (ed.). Encyclopedia of PostcoLonial Strdies. Westport: Greenwood<br />

Press-<br />

Klengel, Susanne (1994), Ameríks-Diskurse <strong>de</strong>r Surreolisten. Amerika als Feld<br />

heterogener Erfahru¿g¿¿. StuttgarV Weimar: Verlag J.B. Me¿ler.<br />

Lam, Wifredo. Poftada Orígenes 2 (1945).<br />

_. Portada orígenes 4: 16 (1947).<br />

_. Portada /J¿as Ix: 5 (1967).<br />

Dibujos <strong>de</strong> Wifredo Lam, Isl¿s (IX): 3 (1967): 120-143.<br />

L€zama Lima, Eloísa (1991). "Una resistencia fogosa" en Nedda G. <strong>de</strong> Anhalt (ed.)<br />

-. Rojo y naranjo sobre rojo. Méxlco:. Y|lella.<br />

Lezama Lima, José (1979). Cartas 1939-1976 (Eloísa Lezama Lima, ed.). Madrid:<br />

Orígenes.<br />

('1984 119661). Pqradíso (EloísaLezama Lima, ed.). Madrid: Cátedra.<br />

(1989 [1977]). Oppiano Licario (César López, ed.). Madrid: Cátedra.<br />

(1994). IA vísualidad infinitq !-f,,onel Capote, ed.). La Habana: Letas<br />

Cubanas.<br />

Maillard-Chary, Clau<strong>de</strong> (1994). l¿ bestiaire <strong>de</strong>s surréalistes. Paris: Presses <strong>de</strong> la<br />

Sorbonne Nouvelle<br />

Manzoni, Celina (2001). Un dilema cubano. Nacionalismo y vqngualdia. LaHabana:<br />

Casa <strong>de</strong> las Américas.<br />

Martínez, Juan A. (1994). Cuban Art & National l<strong>de</strong>ntity. The Vanguardia Painters<br />

1927- I950. Gainesville: University of Florida.<br />

Morejón, Nancy (1988). 'A propósito <strong>de</strong> José Lezama Lima" en Fundación <strong>de</strong> la<br />

ímagen. La Habana: Letras Cubanas.<br />

Mosquera, Gerardo (1994). "La apropiación afroamericana <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>mismo: Wifredo<br />

Lam" en Renato González Mello y Juana Guüénez Haces (eds.). Ane Historía e<br />

I<strong>de</strong>ntidad en América: Visiones comparativ¿s. México: UNAM.


Mosquera, Gerardo (1996). "Hacia una postmo<strong>de</strong>rnidad ot¡a; África en el arte<br />

cubano" en María Lluísa Borrás y Antonio Zaya (eds.). Cuba Siglo xx<br />

Mo<strong>de</strong>midad y sincretismo. Gran CaÍanas: Centro Atlántico <strong>de</strong> Arte Mo<strong>de</strong>rno.<br />

Núñez-Jirnénez, Antonio (1982). Wifredo lam. LaHabana: Letras Cubanas.<br />

Ortiz, Femando (1950). Wifredo lnm y su obra vista a trqvés <strong>de</strong> signíficados crítícos.<br />

La Habana: Minisrerio <strong>de</strong> Educación.<br />

Pellón, Gustavo (1989). José lazama Límos's Joyful Vsion. Austin: University of<br />

Texas Press.<br />

Phaf-Rheinberger, Ineke (2001). "Avantga¡distische Strómungen in <strong>de</strong>¡ kubanischen<br />

Malerei <strong>de</strong>s 20. Jahrhun<strong>de</strong>ns" en Ottmar Ette & Martin Franzbach (eds.). Kuba<br />

hzute. Politik, Wirfschafr und Kuhrr. Frankfurt am Main: Vervuert.<br />

Poppenberg, Gerhard (199ó). "Espacio gnóstico: El concepto <strong>de</strong>l Nuevo Mundo<br />

como forma <strong>de</strong> pensamiento y forma <strong>de</strong> vivencia a parlft <strong>de</strong> It ex.presión<br />

americana <strong>de</strong> José Lezama Lima" en Ineke Phaf (ed.). Presencia criolla en el<br />

Caribe y América latina/ Creole presence in the Caribbean and latin America.<br />

FranKuf am Main: Vervuef.<br />

Rho<strong>de</strong>s, Colin (1994). Primítivism and Mo<strong>de</strong>rn Art. London: Thames and Hudson.<br />

Rubin, William (ed.) (1984). Primitivismus in <strong>de</strong>t Kunst <strong>de</strong>s ¿wan2igsten<br />

Jahrhun<strong>de</strong>ns. Mtinchen: Prestel Verlag.<br />

Sawin, Martica (7995). Surrealism in Exíle and the Beginníng of the New york<br />

School. Cambidge/ Mass. MIT.<br />

Shattuck, Roger (1959). The Banquet Years. The Ans ín France 1885-1915. Alfred<br />

Jarry, Henry Rousseau, Erik Satie, Guillaume Apollinaire. I-ondon: Faber &<br />

Faber.<br />

Sosnowski, Saúl (1997). Izctura crítíco <strong>de</strong> la literatura americqna. Tomo III.<br />

Vanguardias y tomas <strong>de</strong> posesión. Caracas: Ayacucho.<br />

Tonneau-Ryckelynck, Doninique (1995). Wlredo Inn. Catalogue raisonné. Oeuvre<br />

gravé et lithographiá. Gravelines: Musée <strong>de</strong> Gravelines.<br />

Toro, Alfonso <strong>de</strong> (ed.) (1997). Postmo<strong>de</strong>rnidad y Postcolonialidad. Breves<br />

reflexiones sobre l-atinoamérica. Frarlú.f\rt am Main: Vervuert.<br />

& Fernando <strong>de</strong> Toro (eds.) (1999). El <strong>de</strong>bate <strong>de</strong> la postcoloníalidad en<br />

Latinoamérica. Urw postmo<strong>de</strong>midad peiféríca o cambio d.e paradigma en el<br />

- pensamiento latinoamerícano. Fra¡kfun am Main: Vervuert.<br />

Valüe¡ Dora (1961). Henri Rousseau. Colonia: Ed. M. Du Mont Schauenberg.<br />

201

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!