phenomena_junio_2014

Endika Páez (staff de Phenomena)
Me considero gran fan de Phenomena, desde que lo conocí
(Regreso al futuro + ET) he ido a prácticamente todas las
sesiones. Hasta que un día envié un mail a la organización
prestándome para ayudar en lo que sea, y me propusieron
el voluntariado, pero, ¿en qué consistía Simplemente en
entrar media hora antes de la apertura de puertas, sellar
a los espectadores y luego ver las pelis. Pero realmente
es algo más que eso: gracias al voluntariado he conocido
cada rincón del Cine Urgell, que es uno de los mejores
cines que he visto en mi vida, he podido ver en privado cada
tráiler, cada anuncio, cada avance de futuras sesiones. He
disfrutado de la visión de ver un cine absolutamente vacío
para al cabo de media hora verlo a rebosar de gente con
ganas de cine, de fiesta e incluso de cena, porque otra de
las experiencias que me llevo es la cantidad de situaciones
extrañas y divertidas que uno se puede encontrar, desde
gente que entra con un pollo a l’ast hasta guiris que pedían
un sello en la frente (y otras partes más íntimas) pasando
por llevarse KitKats sobrantes de San Valentín. Todo esto,
acompañado de otros voluntarios con los que hablar de cine
y otras cosas, es una auténtica gozada.
PHENOMENA
DESDE DENTRO
Mi paso por el Urgell fue breve (empecé de voluntario
en la Maratón Robótica) pero para nada había acabado
mi andadura por Phenomena. Descubrir el Comedia,
los Cinemes Girona y el grandioso Palau de Congressos
también fue una experiencia inolvidable. También descubrir
nuevos voluntarios, de los cuales ninguno decepciona.
Ya hemos hecho un buen equipo e ir a Phenomena como
voluntario pasó de darme un poco de vergüenza a contar
las horas para que llegara. Repartir cervezas gratis en
verano, ayudar a montar exposiciones y colgar fotocromos
(algo más difícil de lo que parece a simple vista), tener en
mis manos posters originales de películas de los 70, 80,
90. Poder conocer la historia de cómo se consiguen copias
en 35mm, como se alinean los subtítulos, de dónde sacan
tráilers, anuncios, etc. Y cómo no, llegar a tocar con mis
propias manos un DeLorean. Ver desde el vestíbulo del
anfiteatro cómo la gente se emocionaba al verlo, cómo lo
disfrutaban, sentirse parte de esa ilusión es algo en lo que
uno está orgulloso de participar.
No voy a dejar pasar el hecho de la cantidad de películas
que he descubierto con Phenomena, he visto desde una
sesión como la trilogía Regreso al futuro hasta El Santo
en La venganza de las mujeres vampiro, con lo Perico
Enmascarat haciendo de las suyas. Ambientes muy distintos
pero igualmente divertidos. Todas las sesiones Phenomena
en sus distintos ámbitos (Experience, Grindhouse, Little,
Collections, etc.) las he visto como quién descubre el mar,
porque por mucho que haya visto Superman o Jungla de
cristal quinientas veces, cuando la ves en pantalla grande
todo cambia, es como verla de nuevo por primera vez.
Disfrutar de Depredador como si no supiera qué pasa al
final, estar en tensión constante en Poltergeist con aquel
ambientazo (por suerte me senté al lado de una chica que
no la había visto y no paraba de saltar del asiento) y sufrir
mucho (muchísimo!) con El coloso en llamas.
Mucha gente me dice (gente ajena a Phenomena, claro)
que ser voluntario en Phenomena es más un trabajo
no remunerado y sufrido que algo provechoso, pero sé
perfectamente que no pueden estar más equivocados. No
es solo ver todas las películas gratis (hace poco hice un
cálculo de lo que hubiera pagado sin ser voluntario y la
cantidad es como mínimo de susto), es vivirlo desde dentro,
sentirte parte de ello, conocer gente con gustos comunes
y discutir con opiniones contrariadas, ya que la plantilla de
voluntarios es variopinta en gustos cinematográficos y no
nos aburrimos nada hablando de cine todas las sesiones.
Hablar con Nacho Cerdá de cine, discutir futuras sesiones,
darnos la oportunidad de decir con qué película pondríamos
otra, insistir a Sandra, de prensa, con que pongan Mad Max,
Loca Academia de Policia, Eduardo Manostijeras, Karate
Kid, etc. La verdad es que, por pesado o no, he podido
disfrutar de mis tres películas favoritas en pantalla grande:
Lawrence de Arabia, Cantando Bajo la lluvia y Tiburón, algo
que para alguien nacido en 1992 se presume imposible
prácticamente, pero que puedo estar bien orgulloso de
haber visto. Me siento un privilegiado como muchos de
vosotros de poder ver un peliculón como 2001: Odisea en el
espacio, o Psicosis, o Demons, ¿Por qué no.
Yo creo que no puedo estar más agradecido de lo que
ha hecho la gente de Phenomena por hacerme descubrir
no solo las películas, sino todo lo que envuelve el mundo
Phenomena: los derechos de Disney, la clasificación de
copias… Decirnos “Tenemos Mad Max!” y alegrarme
infinitamente para que luego me digan “Pero la copia se ve
muy mal” para mi gran decepción.
Entiendo que para muchos de vosotros no signifique nada,
pero para mí es tener un privilegio impresionante, creo que
pocos pueden presumir de haber vivido todo lo que yo he
vivido en Phenomena, y para mí es un honor seguir aquí,
siendo casi el más joven pero, a la vez, el más veterano de
los voluntarios, como estudiante de cine que soy, considero
a Phenomena desde el día 1 de voluntario una Masterclass
de cine constante.
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