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Pero quedaba claro que el fútbol no iba a perder
a un personaje de tal calado. Siguió vinculado
como entrenador y director deportivo hasta
que se le presentó la oportunidad de volver a
cruzar el charco. Y cómo no, desde el mismo
lugar donde partió pocos años antes: Huelva.
Corría la temporada 85-86 y el Recre, tras su
fugaz paso por la máxima categoría, acumulaba
un desastroso balance económico que, unido a
continuos desengaños deportivos, languidecía el
sentimiento recreativista a pasos agigantados.
Buscando un nuevo rumbo y bajo la nueva
presidencia de José Antonio Mancheño Jiménez
-de forma oficiosa lo hacía desde noviembre
de 1984 tras la dimisión de José Antonio Muñoz
Lozano- se contrató los servicios de Víctor
Espárrago. Junto a él, llegaron de la mano
sus compatriotas Roberto Arsenio Luzardo y
Jesús Noel Alzugaray, convertidos en historia
del club con el paso de los años. Además, se
consiguió la cesión del delantero del Sevilla,
Ramón, y los fichajes de Miguel Ángel Cabrera,
Carmelo, Higinio, Leal y Peña, que reforzarían
una plantilla plagada de gente de la casa como:
Carpi, Cepeda, Cumbreño, Felipe, José Mari, Juan
Ángel, Márquez, Miguel Ángel, Vela, Toledano
o Sevilla. A éstos se añadían veteranos como
Castell, Linares, Ondina, Orellana o De la Riva.
El equipo acabó noveno a sólo cuatro puntos
del ascenso, siendo el segundo equipo
máximo goleador de la categoría con 63 goles,
sólo superado por el campeón Real Murcia,
con 66. En casa demostró una supremacía
absoluta obteniendo un balance de quince
victorias, cuatro empates y ninguna derrota.
En esa misma campaña destaca una buena
actuación en Copa del Rey, eliminando con
autoridad a Pozoblanco, AD Ceuta, AD Almería,
además de dejar fuera a un Primera como
el Hércules antes de emparejarse con el
todopoderoso Real Madrid. En el Bernabéu
cayó derrotado por un contundente 5-0,
aunque en el partido de vuelta, venció 3-1,
realizando los de Espárrago un partido
memorable que aún se recuerda.
El previo a la temporada 86-87 no pudo empezar
mejor con la consecución del XXII Trofeo
Colombino. Los recreativistas derrotaron en
semifinales al Sevilla por 2-1 y se adjudicaron
su quinta Carabela de Plata, tras vencer al
Manchester City, desde el punto de penalti. El
tiempo reglamentario había acabado 2-2.
Garmendia, Granero, Jaime, Cristobal, Merayo,
Rodríguez, Eraña, Herreros, Julio y Trujillo eran las
nuevas caras de la plantilla, aunque la principal
novedad radicaba en el sistema de ascensos,
que se disputaría por medio de play-off. Los doce
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