9 meses. 40 semanas. 280 días. Desde las náuseas matutinas hasta la aparición de manchas en la piel, durante la gestación se pueden producir algunas pequeñas molestias que debes conocer para poder saber cómo combatirlas. En los próximos números te iremos explicando algunas de estas “particularidades” que puedes experimentar a lo largo de tu embarazo. Las pequeñas cosas de los 9 meses 24 · LA REVISTA DE IVI
NUEVE MESES 1. Náuseas Suelen ser más frecuentes durante el primer trimestre y desaparecer en el segundo. Se pueden tener a cualquier hora del día, aunque generalmente se producen por la mañana, sobre todo en ayunas. No afectarán al bebé mientras sigas engordando y alimentándote de la forma correcta. Para combatirlas, puedes hacer comidas poco abundantes y más frecuentes, evita las siestas después de comer, come un tentempié justo antes de irte a dormir y nada más levantarte, haciendo un breve descanso después. Evita los olores fuertes, ten siempre un caramelo de menta a mano o toma jengibre para aliviar las náuseas. 2. Cansancio En el comienzo del embarazo y en la recta final es muy común sufrir cansancio, acompañado de una necesidad imperiosa de dormir a todas horas. El cuerpo hace un esfuerzo mayor al habitual para crear una nueva vida en su interior, por lo que seguramente te costará seguir con tu ritmo de vida habitual, sobre todo por las noches. Es recomendable descansar siempre que sea posible, hacer ejercicio moderado y adaptar los horarios a la nueva etapa. Con estos consejos seguro que estarás más descansada y podrás sobrellevar con normalidad tu día a día. 3. Estreñimiento Algunas hormonas, en concreto la progesterona, ralentizan el tránsito intestinal, lo que hará que digieras la comida más despacio de lo normal. Además, el aparato digestivo se recoloca según va avanzando el embarazo, por lo que quizá cada vez que intentes ir al baño te cueste más. Para regular tu intestino, intenta tomar gran cantidad de fibra -presente en frutas, verduras y productos integrales- y bebe mucha agua e infusiones. Además, te ayudará el hecho de caminar o hacer ejercicio a diario. 4. Gingivitis Se trata de un problema de las encías que puede agravarse durante el embarazo, ya que éstas se sensibilizan y se hacen más propensas al sangrado. Puedes evitar este problema cepillándote los dientes regularmente, al menos dos veces al día y utilizando productos específicos para su tratamiento, siempre recomendados por el dentista, al que deberás acudir si detectas algún síntoma. Muchos estudios relacionan "El cuerpo hace un esfuerzo para crear una nueva vida, por lo que seguramente te costará seguir con tu ritmo habitual" esta enfermedad con los partos prematuros y el bajo peso al nacer, por lo que debes tenerla bajo control e intentar mantener tus revisiones con el dentista a raya. 5. Manchas en la piel Nueve de cada diez mujeres sufren cambios en la pigmentación de su piel durante el embarazo; el 70% de ellas aparecen en la cara. Esto se produce porque las hormonas del embarazo aumentan la melanina, pigmento responsable de dar una coloración más oscura a ciertas zonas de la piel como los pezones, las areolas de los pechos o los genitales, y pueden dar lugar a la aparición de la famosa “línea alba”, una línea vertical oscura que se dibuja entre el ombligo y el pubis. Después del embarazo, estas manchas suelen desaparecer, aunque es mejor prevenir su aparición para evitar que permanezcan tras el nacimiento del bebé. Para prevenir la aparición de estas manchas, trata de limitar el tiempo de exposición solar, tanto en verano como en invierno, y utiliza siempre pantalla total para proteger tu piel de los rayos UV. 6. Distracción y torpeza Puedes notar que desde el comienzo de tu embarazo estás más torpe y distraída de lo normal: se te olvida una cita con el médico, no eres capaz de terminar un informe o te das golpes contra las esquinas. No te preocupes, esto se debe al cambio hormonal que está sufriendo tu cuerpo. Para no tener tantos despistes puedes tener siempre a mano una libreta o agenda en la que vayas apuntando las cosas para no olvidarte, procura descansar bien e intentar que no te afecte el estrés del día a día, ya que éste siempre disminuye la capacidad de concentración. 7. Incontinencia urinaria A medida que va creciendo el bebé en tu útero, éste va ejerciendo mayor presión en tus órganos, lo que también afecta a la vejiga. También puedes llegar a tener cistitis, que hace que necesites orinar con mucha frecuencia y que sientas picores, por lo que debes hacerte análisis de orina para evitar esta infección. Lo mejor que puedes hacer es beber mucho líquido, mantener una higiene adecuada, usar ropa interior de algodón para tener una buena transpiración e ir al baño cada vez que te acuerdes o que tengas la necesidad para evitar posibles momentos incómodos. Ante cualquier duda, consulta con tu matrona o ginecólogo. LA REVISTA DE IVI · 25