El ojo veterinario El ojo veterinario - ARGOS
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34 EN PORTADA / EL OJO VETERINARIO<br />
Manifestaciones oculares<br />
de enfermedades sistémicas<br />
En un problema oftalmológico es fundamental identificar si se trata de una alteración<br />
específica del <strong>ojo</strong>, o si se trata de una manifestación ocular de un problema sistémico.<br />
Por ello, siempre se debe realizar una exploración física completa para descartar la<br />
presencia de enfermedades extraoculares que repercutan a nivel ocular. En todos<br />
los casos, la terapéutica debe estar enfocada a tratar el problema primario.<br />
86<br />
En este artículo se exponen las afecciones<br />
extraoculares que más frecuentemente<br />
repercuten a nivel ocular.<br />
Enfermedades infecciosas<br />
Víricas<br />
Inmunodeficiencia felina<br />
Aunque son raras las manifestaciones<br />
oculares de esta enfermedad, se han descrito<br />
uveítis anterior y glaucoma.<br />
Hepatitis infecciosa canina<br />
Este virus provoca lesiones oculares<br />
que consisten en una uveítis anterior unilateral<br />
o bilateral. La inflamación de la<br />
úvea puede ser severa originando rotura<br />
del endotelio corneal, con la aparición<br />
de un edema corneal completo “<strong>ojo</strong><br />
azul” (figura 2).<br />
Puede estar afectado el 20% de los animales<br />
que se han recuperado de la enfermedad,<br />
o bien puede aparecer como una<br />
reacción posvacunal en animales en los<br />
que se aplican vacunas con virus vivo<br />
modificado; en estos casos, las alteraciones<br />
aparecen a los 9-14 días tras la vacunación.<br />
Actualmente debido a la utilización<br />
de adenovirus canino-2 para la inmunización<br />
frente a la hepatitis infecciosa<br />
canina, se ha eliminado casi por completo<br />
esta complicación de la vacuna.<br />
Herpesvirus felino<br />
<strong>El</strong> herpesvirus felino origina una gran<br />
variedad de signos oculares dependiendo<br />
de la edad de los animales afectados:<br />
• Oftalmia neonatal: el virus provoca<br />
conjuntivitis en gatitos de 1 o 2 semanas<br />
de edad, que puede ser de tipo purulento<br />
si existe contaminación bacteriana<br />
secundaria. En casos graves, los animales<br />
presentan cierre de los párpados y simbléfaron<br />
(figura 3) con posible evolución<br />
a panoftalmitis.<br />
Figura 2. Ojo azul en un Pastor Alemán con hepatitis infecciosa canina. Figura 3. Oftalmía neonatal y panoftalmitis en un gatito debido a herpesvirus.<br />
nosos o hemorrágicos en cámara anterior<br />
(figura 4). En casos severos pueden<br />
aparecer hemorragias retiniana e infiltración<br />
de tejidos perioculares que resultan<br />
en exoftalmia.<br />
Moquillo canino<br />
(enfermedad de Carré)<br />
Los síntomas agudos del moquillo suelen<br />
asociarse con conjuntivitis bilateral de<br />
naturaleza serosa que progresa a mucopurulenta.<br />
A nivel de la glándula lagrimal se<br />
<strong>El</strong> moquillo produce a menudo una coriorretinitis no<br />
granulomatosa multifocal, aunque el problema más grave es la<br />
neuritis del nervio óptico, con midriasis bilateral y ceguera súbita.<br />
• En gatos jóvenes el virus origina conjuntivitis<br />
generalmente bilateral.<br />
En ambos casos, pueden existir signos<br />
respiratorios concomitantes.<br />
• En gatos adultos, los síntomas oculares<br />
pueden ser más graves, con la aparición<br />
de úlceras corneales de tipo dendrítico<br />
y uveítis.<br />
Leucemia felina<br />
Los signos oculares se caracterizan por<br />
iridociclitis bilateral con exudados fibri-<br />
produce una infiltración inflamatoria neutrofílica<br />
y mononuclear, así como alteraciones<br />
degenerativas del tejido glandular<br />
provocando una queratoconjuntivitis seca,<br />
que suele remitir en un plazo de 4-8 semanas,<br />
siempre que se supere la infección<br />
sistémica. También se producen úlceras<br />
corneales relativamente profundas.<br />
<strong>El</strong> moquillo produce a menudo una<br />
coriorretinitis no granulomatosa multifocal,<br />
aunque el problema más grave es la<br />
neuritis del nervio óptico, que se caracte-<br />
riza por la aparición de una midriasis bilateral<br />
y ceguera súbita.<br />
Peritonitis infecciosa felina<br />
Los signos oculares son uveítis anterior<br />
piogranulomatosa y en casos severos<br />
retinitis.<br />
Micosis sistémicas<br />
Las dermatofitosis suelen estar causadas<br />
por Microsporum canis, M. gypseum, Trichophyton<br />
mentagrophytes o combinaciones<br />
de ellos. Dado que los dermatofitos<br />
dan lugar a dermatitis facial, suelen afectar<br />
frecuentemente a los párpados provocando<br />
una alopecia periocular seca y costrosa<br />
(figura 5).<br />
Otros procesos tales como blastomicosis,<br />
criptococosis e histoplasmosis son menos<br />
frecuentes y dependen del área geográfica<br />
en la que se encuentra el animal. Los signos<br />
oculares que ocasionan incluyen coriorretinitis<br />
y desprendimiento de retina.<br />
Enfermedades originadas<br />
por protozoos<br />
Toxoplasmosis<br />
Las lesiones oculares son uveítis anterior,<br />
retinocoroiditis, miositis extraocular,<br />
escleritis y neuritis óptica (figura 10). A<br />
veces suele presentarse como signo único<br />
una epiescleritis.<br />
Figura 4. Presencia de fibrina en cámara anterior y uveítis en un gato con<br />
leucemia felina.<br />
Figura 5. Dermatofitosis con alopecia periocular seca y costrosa. Figura 6. Lesiones palpebrales en un perro con leishmaniosis. Figura 7. Uveítis en perro con ehrlichiosis.<br />
Figura 1. Petequias en<br />
fondo de <strong>ojo</strong> de un perro<br />
con trombocitopenia.