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El ojo veterinario El ojo veterinario - ARGOS

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38 EN PORTADA / EL OJO VETERINARIO<br />

Patologías oculares hereditarias del perro<br />

<strong>El</strong> control de las patologías oculares hereditarias es responsabilidad de los criadores y clubes de las diferentes razas, aunque los<br />

<strong>veterinario</strong>s deben jugar un papel importante realizando exámenes oftalmológicos, de forma regular, a los cachorros de las razas<br />

predispuestas para detectar el problema lo antes posible y solucionarlo.<br />

86<br />

Las patologías hereditarias del <strong>ojo</strong> son<br />

aquellas afecciones oculares que se trasmiten<br />

a la descendencia. En el caso del<br />

perro son comunes y de presentación más<br />

frecuente que en otras especies. Se denominan<br />

congénitas cuando están presentes<br />

en el momento del nacimiento (p. ej.:<br />

anomalía del <strong>ojo</strong> del Collie) y no congénitas,<br />

aquellas que aparecen de forma<br />

más tardía, a lo largo de la vida (p. ej.:<br />

atrofia progresiva de retina).<br />

La importancia de estas afecciones<br />

hereditarias se basa en los siguientes<br />

aspectos:<br />

La única forma de prevención eficaz de<br />

estas afecciones pasa por la detección de los<br />

animales afectados, tratando de evitar en<br />

la medida de lo posible su reproducción.<br />

• No siempre son detectadas por el<br />

propietario o el criador, ya que a veces no<br />

presentan manifestaciones externas.<br />

• Muchas de ellas solamente se manifiestan<br />

en edades avanzadas, incluso cuando<br />

el animal ya ha tenido descendencia.<br />

• Se trasmiten a la descendencia, aunque<br />

sólo se manifiestan clínicamente en<br />

algunos individuos.<br />

• Algunas no tienen tratamiento, de ahí<br />

la importancia de un diagnóstico precoz.<br />

Por todo ello es importante considerar<br />

los aspectos técnicos relacionados con una<br />

reproducción responsable y el bienestar<br />

animal. La única forma de prevención eficaz<br />

de estas afecciones pasa por la detección<br />

de los animales afectados, tratando<br />

de evitar en la medida de lo posible su<br />

reproducción. <strong>El</strong> examen clínico representa<br />

la vía más rápida y efectiva para detec-<br />

Figura 1. Entropión bilateral de los párpados superior<br />

e inferior en un Shar Pei.<br />

Figura 5. Membrana pupilar persistente adherida al<br />

endotelio corneal, causando opacidad focal de la<br />

córnea.<br />

Certificación de las afecciones oftalmológicas<br />

hereditarias por diferentes categorías<br />

<strong>El</strong> CERF (Canine Eye Registration Foundation) certifica las afecciones oftalmológicas<br />

hereditarias agrupándolas en diferentes categorías en función de la localización<br />

anatómica del defecto:<br />

• Categoría A Párpados: entropión, ectropión, distriquiasis, cilio ectópico,<br />

euri/macroblefaron.<br />

• Categoría B Tercer Párpado: anomalía del cartílago/eversión, prolapso de la<br />

glándula.<br />

• Categoría C Córnea: distrofia epitelial/estromal, distrofia endotelial, pannus,<br />

queratitis pigmentaria.<br />

• Categoría D Iris: quiste cuerpo ciliar, coloboma de iris, membranas pupilares<br />

persistentes, hipoplasia de iris.<br />

• Categoría E Lente: catarata, luxación.<br />

• Categoría F Vítreo: persistencia de vítreo primario hiperplásico (PVPH),<br />

degeneración vítrea.<br />

• Categoría G Fondo ocular: displasia retinal, hipoplasia coroidal, estafiloma/coloboma,<br />

hemorragia retinal, micropapila.<br />

tar la mayor parte de estas patologías. Sin<br />

embargo, tiene sus limitaciones, pues solamente<br />

puede confirmar el genotipo cuando<br />

la patología se manifiesta clínicamente.<br />

Aunque el modelo exacto de herencia<br />

no se haya definido en algunos casos, la<br />

marcada predisposición racial para algunos<br />

defectos pone de manifiesto claramente<br />

una base genética.<br />

Actualmente los test genéticos basados<br />

en los estudios de ADN se están incrementando,<br />

debido a que permiten determinar<br />

exactamente el genotipo de un perro de<br />

raza predispuesta, sin signos oftalmológicos<br />

en el momento del examen. Algunos<br />

colegios de oftalmología (American College<br />

of Veterinary Ophthalmology, European<br />

College of Veterinary Ophthalmology) y asociaciones<br />

de criadores de diferentes razas<br />

están realizando un trabajo conjunto en<br />

varios países para intentar eliminar anima-<br />

Figura 2. Ojo en diamante de un San Bernardo:<br />

ectropión del párpado inferior y entropión lateral del<br />

párpado superior.<br />

Figura 6. Imagen de hendidura donde se observan<br />

restos de una membrana pupilar persistente adherida<br />

a la cápsula anterior del cristalino.<br />

les como reproductores que puedan portar<br />

genes de las diferentes patologías oculares.<br />

Para ello se les realiza una exploración<br />

oftalmológica y una extracción de sangre<br />

(pruebas de ADN), para determinar la presencia<br />

o ausencia de una afección oftalmológica<br />

hereditaria. De esta forma a los propietarios<br />

de animales exentos se les entrega<br />

un certificado y posteriormente se inscriben<br />

en el registro para la raza como es<br />

el caso del CERF (Canine Eye Registration<br />

Foundation) (ver cuadro superior).<br />

A continuación se exponen los aspectos<br />

clínicos de las afecciones oculares hereditarias<br />

más frecuentes en el perro.<br />

Anomalías palpebrales<br />

En perros, las anomalías que afectan a<br />

los párpados con mayor frecuencia son el<br />

Figura 3. Distrofia corneal central en un Pastor Alemán<br />

de un año.<br />

Son típicas de muchas razas de perros y por<br />

tanto consideradas como patologías hereditarias.<br />

Su modelo de herencia es complejo<br />

y se considera que es una combinación de<br />

genes lo que controla el tamaño palpebral<br />

y su forma, profundidad de la órbita, tamaño<br />

y forma de los <strong>ojo</strong>s, conformación de la<br />

cabeza y cantidad de piel facial.<br />

<strong>El</strong> entropión consiste en una rotación<br />

interna de parte o de toda la extensión del<br />

margen del párpado, de tal manera que<br />

una porción de piel cubierta de pelo<br />

puede lesionar tanto la superficie corneal<br />

como la conjuntival. Aunque depende de<br />

la severidad del defecto, la consecuencia<br />

clínica es una erosión epitelial corneal y<br />

úlceras más o menos graves.<br />

<strong>El</strong> ectropión consiste en un enrollamiento<br />

hacia fuera de una parte o todo el<br />

párpado, de tal manera que el tejido conjuntival<br />

queda expuesto pudiendo aparecer<br />

una lagoftalmia. La exposición de la<br />

conjuntiva predispone a la presentación<br />

de una conjuntivitis y una epífora.<br />

Además, si un defecto de conformación<br />

palpebral debe ser tratado, solamente los<br />

perros que no tienen entropión o ectropión<br />

deberían ser utilizados para la reproducción,<br />

ya que las formas más leves del ectropión,<br />

pueden considerarse normales dentro<br />

del estándar de algunas razas (San Bernardo,<br />

Bloodhound, Gran Danés y las razas<br />

del grupo Spaniel). <strong>El</strong>lo implica que las<br />

recomendaciones actuales para la cría de<br />

perros con ectropión sean “a juicio del criador”.<br />

Aunque se considera un problema<br />

hereditario, normalmente no es considerado<br />

como una amenaza para la raza. En el<br />

caso del entropión se considera un proceso<br />

doloroso y que potencialmente puede<br />

originar ceguera. Por tanto el entropión<br />

debe de contemplarse a la hora de la cría<br />

sobre todo en razas con una elevada<br />

entropión (figura 1) y ectropión (figura 2). ▼<br />

Figura 4. Distrofia corneal en un Husky Siberiano.<br />

Figura 7. Catarata polar posterior en un Pequinés. Figura 8. Catarata progresiva secundaria a persistencia<br />

de vítreo primario hiperplásico.

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