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Principios para una Sociedad Libre - Jarl Hjalmarson Foundation

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haber algunos derechos especiales solamente atribuidos a algunos.<br />

Segundo, tiene que ser absoluto. No puede ser legalmente limitado<br />

por pretextos de interés público o de costos. Los derechos humanos<br />

solamente pueden ser limitados cuando se oponen entre sí mismos.<br />

Por ejemplo, un terrorista que mata a otros, negándoles así sus<br />

derechos a la vida, puede ser privado de su derecho a la vida por<br />

pena de muerte o su derecho a la libertad si está condenado a<br />

prisión. Tercero, no se pueden enajenar. No es posible renunciar a<br />

ese derecho; por ejemplo no es posible venderse como esclavo.<br />

Derechos naturales<br />

Una identificación temprana de la existencia de estos derechos<br />

llegó con la obra Antígona, del dramaturgo griego Sófocles, donde<br />

Antígona enterraba el cadáver de su hermano fallecido en contra de<br />

las órdenes del Rey Creón, con la justificación de que las leyes de los<br />

Dioses eran más importantes que las leyes de los Reyes. Esta idea<br />

fue recomendada por los estoicos griegos, quienes pensaban que<br />

estas leyes se hallaban en la naturaleza y en el uso de la razón. Y más<br />

tarde la idea resonó en los labios de Cícero. “Hay <strong>una</strong> ley verdadera,<br />

<strong>una</strong> razón correcta, en armonía con la naturaleza; es <strong>una</strong> ley que no<br />

se modifica.” El cristianismo proclama la ley de Dios como superior<br />

a aquella de los gobernadores secularizados, particularmente en la<br />

obra de Santo Tomás de Aquino. Estos derechos naturales podían ser<br />

descubiertos a través de <strong>una</strong> revelación de Dios, o por la razón, “las<br />

leyes de la naturaleza y del Dios natural.”<br />

El filósofo inglés John Locke tuvo <strong>una</strong> gran influencia en el<br />

pensamiento moderno sobre el tema. Como <strong>una</strong> ley fundamental<br />

de la naturaleza, proclamó que “nadie debería hacer daño a la vida,<br />

la salud, la libertad o las propiedades del otro”. Los derechos a<br />

la vida, la libertad y la propiedad implicaban la obligación de no<br />

hacer daño sobre estos derechos de los demás. Estos derechos y<br />

obligaciones existían en la naturaleza y no eran garantizados por los<br />

gobernadores. El gobierno fue creado <strong>para</strong> proteger estos derechos.<br />

Un régimen político que fallaba en cumplir con esto, podía ser<br />

destituido y remplazado por otro que sí cumpliera, en consecuencia<br />

propuso de hecho, que la gente tuviera el derecho a rebeldía contra<br />

regímenes tiránicos.<br />

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