Principios para una Sociedad Libre - Jarl Hjalmarson Foundation
Principios para una Sociedad Libre - Jarl Hjalmarson Foundation
Principios para una Sociedad Libre - Jarl Hjalmarson Foundation
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
es natural y es el movimiento hacia la igualdad el que debe ser<br />
justificado. El caso de igualdad de provecho es manifiestamente<br />
injusto, porque no toma en cuenta el esfuerzo o la producción o la<br />
satisfacción de la voluntad de los demás. Significaría bienes iguales<br />
<strong>para</strong> todo el mundo, independientemente de si son perezosos o<br />
irresponsables. Muchos igualitarios proclaman que no quieren<br />
igualdad total, solamente más igualdad, pero ¿cuánta igualdad es<br />
necesaria <strong>para</strong> satisfacer su definición de justicia? ¿Cómo llegaron a<br />
la conclusión de que su nivel de igualdad era el único <strong>para</strong> enfrentar<br />
el estándar de la justicia? – cuando otros igualitarios quieren un<br />
estándar muy diferente.<br />
¿Justicia social como necesidad?<br />
Otra escuela pretende que la riqueza debería ser determinada por<br />
necesidades. Una necesidad es algo indispensable <strong>para</strong> vivir. Es<br />
mucho más que deseos. Los necesitados carecen de algo esencial<br />
<strong>para</strong> sobrevivir, como por ejemplo comida, ropa o abrigo. Estas cosas<br />
son consideradas tan importantes que son derechos, no sólo algo<br />
deseable. Entonces, las necesidades son prioritarias a los deseos.<br />
Las necesidades principales de cada uno deberían ser satisfechas<br />
primero, antes que los deseos de los demás. La lógica de <strong>una</strong> filosofía<br />
de necesidades es la redistribución global, es decir que la riqueza<br />
debería ser transmitida con fuerza, desde gente próspera en países<br />
más ricos hacia gente pobre en países más pobres. El principio de<br />
necesidad requeriría la distribución desde la gran mayoría de los<br />
países más ricos, incluso de aquellos que se consideran pobres, pero<br />
que no carecen de las necesidades fundamentales. Ninguno sería<br />
autorizado a mejorar su casa, comprar ropa de moda, ir al cine,<br />
o comprar un CD, si alguien en algún lugar del mundo todavía<br />
estuviera hambriento. Con esta lógica, ninguno sería autorizado<br />
a comprar los libros escritos por los defensores del principio de<br />
necesidad, porque su dinero debería ir a los necesitados. Aquellos<br />
defensores tendrían que rehusar las ofertas <strong>para</strong> viajar por el mundo<br />
<strong>para</strong> promover sus ideas, si todavía las necesidades de los demás<br />
estuvieran insatisfechas. El hecho que no implementen su propio<br />
principio a sí mismos, debería decir algo sobre los defectos de la<br />
teoría.<br />
-60-