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12. Sólo desde estos presupuestos es posible una relación real en Jesús, no ficticia o
meramente ejemplarizante como han pensado algunos.
LA EXPERIENCIA INFANTIL DE JESÚS
1. No tenemos ningún dato.
2. La Carta a los Hebreos nos dirá que al entrar en el mundo exclamó: "He aquí que
vengo para hacer tu voluntad"(10,9).
3. El pasaje quiere afirmar la esencial orientación a Dios de todo su ser.
4. No es improbable que María sorprendiera no pocas veces a Jesús niño
ensimismado en su propio misterio en virtud de una fuerza interior que le atraía
hacia Dios.
5. Quizás la frase de Lucas. "¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi
Padre? (2,49) sea la respuesta.
6. Esta atracción interna hacia Dios como Padre condicionaba por entero toda la
configuración personal de Jesús. El percibirse imbuido, transcendido y envuelto
por Dios como ternura, gracia, paternidad, fue, sin duda, el origen del Abbá.
7. Lo cierto es que cuando Jesús alcanza la madurez frente a la Ley, a los doce años,
hablará de Dios como "mi Padre"(Lc 2,49); la realidad que le fascina por completo.
8. ¿ Hasta qué punto María desvelaba al niño sus orígenes ante cierta extrañeza de
éste sobre lo que le pasaba?
9. Y de ahí el reproche de Jesús: ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi
Padre?" 2, 49).
10. Y aquí cobrarían significado esas dos frases de Lc en las que dice que María
meditaba continuamente todo lo que iba sucediendo en torno a Jesús (Lc 2,19).
LOS AÑOS OSCUROS DE JESÚS
1. Ignoramos todo.
2. No podemos adentrarnos en su misterio por carencia expresa de datos.
3. El configurarlo meramente como un judío piadoso no sería fiel a la realidad.
4. La juventud de Jesús o su vida oculta es un secreto de Dios.
5. Pertenece al misterio de que Dios no necesita un largo tiempo para hacer su obra.
6. En torno a la idea de Dios como ternura todo fue tomando cuerpo en Jesús: su
madurez humana, su afectividad, cada vez sentía más clara su identificación en todo
con El; todos los movimientos de su ser le expresaban y hacia él tendían.
7. Hasta que un día surge el último clamor del AT, el Bautista, que predica la
inminencia del juicio de Dios: si el hombre no se arrepiente, la cólera de Dios
vendrá inexorablemente sobre él.
8. Aquella predicación no coincidía con lo que Jesús sentía por dentro, pero reconocía
que Juan era un profeta.
9. En los años oscuros Jesús debió sentir el amor gratuito de Dios; en el desierto como
a la Amada el Padre le hablaba al corazón; desde ese amor se estaba configurando
Jesús.
10. Dios se estaba expresando de forma nueva.
11. Jesús aparecía como un solitario en su ambiente y en la religiosidad de su tiempo.
JESÚS ACUDE AL BAUTISMO DE JUAN
1. Sólo Lucas dirá que Jesús recibió el bautismo, puesto en oración (3,21).
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