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ert;o<br />
Organo de Nuestra Venerable Orden Tercera de Ferrol<br />
Dirección y Administración: Colegio de PP. MERCEDARIOS<br />
•••••nn<br />
IT<br />
ANO III 11=11 DICIEMBRE <strong>1920</strong> 11=11 NÚM. 29<br />
SAN JUAN GILABERT, Infatigable predicador de las glorias de María
eie9<br />
S "U" M A rt 10<br />
•<br />
Saludo al Rmo. Maestro general, por La Redacción.—La Inmaculada,<br />
por Fr. R. P. B.—Nochebuena, por Fr. P. N. Gaite.—Visita de la Virgen<br />
de la Merced en los hogares, por Fr R. Delgado.—Hollando la nieve,<br />
por Matilde Montero.—Alerta con el cinema, por Fr. I. Valencia.—Dotia<br />
Beatriz, Reina de Castilla y Portugal, por Fr. Guillermo Vázquez.-0<br />
Neno Xesús, por A. C.—Fe, por José Rubí —Samuel, por Julia G. Herreros.—A<br />
María Inmaculada, por X.—Máximas por Santa María de<br />
Cervellón.—Al Monte de la Mirra, por Fr. Ameno S. Blanco.—En Nochebuena,<br />
por Vicente W. Querol.—Fray Gabriel Téllez, por Jaime<br />
Fitzmaurice-Kelli.—Noticias.<br />
Orce e nació ao 1a p.okección<br />
e\ calor a. C- are, kan CM" 2\ Rmo. P. loado<br />
Opez Santa-Mafia ,c cm con sn a\\enko le, ao'pede menos<br />
roar a 5us numerosos \eckores, a 5n de cv,e e\ dAa 2;1 de<br />
eske mes, e\een a\ c\e\o ie .ff\e ,c\kes 5 .cas ‘idiendo a\<br />
\C<br />
a ,C)\çueskra anksima adre \e concedan a\mnd.ancia<br />
ehor<br />
zrac\as, kan Au.ndankes cuanko \o reeere 5\3. de\icadc N( esnoso<br />
car3o.<br />
La V. O. T. Mercediria "La Merced" Sn 6T5ano, no \e<br />
olid.arán en ese dAa en c n.1.e ce\e\ora 5 n.1. 5.es\a onomás‘ka<br />
nunca, N( 5e akreen a diriec1e un \-lurni\de rue2o .. cm \os ken5a<br />
muN( v.esenkes en 5us erkrosas oraciones N( 9e \es 'trodi5ue<br />
conse'yp carihoso ( udenke.<br />
Pa 1Redacción.<br />
eee:*<br />
LA INMACULADA<br />
Los grandes acontecimientos exigen larga preparación. La<br />
manifestación solemne de la verdad y misterio tan honroso para<br />
nuestra celestial Madre de su purísima e Inmaculada Concepción,<br />
especialmente en el siglo catorce, tuvo su preparación desde que<br />
el apóstol Santiago evangelizó a nuestros Mayores en la madre<br />
patria, España. «Y a pensar de esta manera, dice el historiador<br />
merc,edario R. P. Faustino Gazulla, nos mueven la autoridad de<br />
antiquísimos historiadores, y la tradición que pasando de gendración<br />
a generacion, ha llegado hasta nosotros». (1) Y añade este<br />
mismo autor, que, este, supuesto, se explica fácilmente cuanto los<br />
historiadores han dicho respecto à la misión que el valeroso rey<br />
D. Jaime el Conquistador dió a la Celestial, Real y Militar Orden<br />
de Nuestra Señora de la Merced, a saber, que sirviera de defensa<br />
y baluarte a tan pía Creencia para 'contrarrestar ä los efectos de<br />
opinión contraria. Conocido es de todo el mündo católico el objeto<br />
de la fundación de la Orden Mercedaria. Los sacerdotes de<br />
todo el orbe lo han repetido hace poco en el Breviario Romano:<br />
que la Sma. Virgen reveló a San Pedró l Nölaseo que le seria gratisimo<br />
a Ella y a su divino Hijo que se instituyera una Orden de<br />
religiosos en honor suyo y para que practicaran la caridad: la<br />
práctica, pues, de esta virtud en grado heróico y la gloria de María<br />
Santísima fueron el objeto principal de la fundación de esta Orden<br />
de María. Y esa gloria, después de la Maternidad divina, ¿en<br />
donde podía manifestarse mejor que eh „hontär su . Pnrísima Concepción?<br />
Es antiquísima tradición de la °Pelen que la Silla. Virgen<br />
al dar su blanco hábito a San Pedro Nolasco le dijo: «Recibe<br />
Pedro, este hábito en señal de mi pureza».<br />
El Ilmo. Padre Fray Pedro Armengol Valenzuela, actual Arzobispo<br />
de Cangra, en su interesante obra
11<br />
Por eso la Orden, desde el principio, en púlpito y en la cátedra,<br />
pública y privadamente se mostró celosa en propagar la limpieza<br />
origifial de su Fundadora. A los primeros pasos que dió en<br />
su existencia, le consagró a la Inmaculada fiesta con octava y en<br />
los 702 que lleva de instituida, no ha dejado un sólo día de hacer<br />
conmemoración de la Purísima después de la oración de la<br />
mañana y de la noche, todo por expreso mandato del Padre Fundador<br />
San Pedro Nolasco, a quien se le atribuye también el oficio<br />
antiquísimo de la Inmaculada que se rezaba en la Orden y que<br />
todavía puede verse en el misal y breviario propios, dejados al tomar<br />
la reforma de San Pío V. (1)<br />
Después de citar el Ilmo. Padre Valenzuela, en la antedicha<br />
obra, diversos testimonios, agrega que de todo ello se colige que<br />
la primera imagen destinada a significar la Purísima Concepción<br />
fu.é la de N. Madre de Mercedes, año <strong>12</strong>18, que siempre se presentó<br />
toda vestida de blanco; que la segunda fué la de Guadalupe<br />
de Méjico, en 1531, y la tercera la de Lourdes en Francia, en<br />
1858.—No andan, pues, equivocados los que celebran el mes .de<br />
la Inmaculada Concepción adornando una de estas tres imágenes<br />
citadas. Pero lo principal que hemos de tener en cuenta para<br />
agradar a la Purísima y Divina Madre es presentarle nuestros obsequios<br />
con un corazón limpio de pecados, lleno de confianza en<br />
su bondad y celoso de salvar muchas almas. Así sea.<br />
FR. R. P. B.<br />
00.<br />
NOCHEBUENA<br />
Es esta una tradición que no naufragó en la vorágine de los<br />
tiempos modernos. Aun el dulce recuerdo de un pesebre donde<br />
nace y se reviste de nuestra humanidad el Salvador, hace latir con<br />
acento de ternura el corazón de todos los humanos.<br />
¡,Es esto fé? ¿Es sólo un poético recuerdo de nuestros años niños?,<br />
sea una u otra cosa o las dos a la vez, lo cierto es, que esta<br />
fecha se espera con ansia, se ve llegar con alegría y se despide<br />
con tristeza.<br />
¡Nochebuena! ¿quién no la recuerda con emoción? noche en<br />
que los d.escreidos creen, y sienten los l'altos de corazón, y . piensan<br />
quienes jamás pensaron. Noche íntima de emociones, en que todos-procuran<br />
reunirse y agruparse como momento preciso para<br />
la suma de afectos... Noche de recuerdos en que la lumbre del<br />
hogar parece proyectar la sombra de seres queridos, se pierden<br />
en los aires lejanas notas de músicos instrumentos y populares<br />
melodías y el Angel de la paz, que habló a los pastores, cobija<br />
con sus níveas alas nuestra morada, arrullándonos con el dulce<br />
Gloria in excelsis Deo...<br />
Al niño háblale (le la satisfacción de su padre, de los tiernos<br />
besos de su madre, de la loca alegría de sus hermanos y de la<br />
completa dicha sin que la empañe una sola nube de tristeza, de<br />
la familia toda; porque en este día no hay clases, no hay categorías,<br />
no hay edades, hay sólo una democracia cristiana que prácticamente<br />
se aprende alrededor de una cuna donde se mece un<br />
Divino Infante, Rey y Señor que tiene por cortesanos, antes que<br />
a los príncipes de la tierra a humildes pastores y Angeles que con<br />
sus cánticos Melodiosos recuerdan al Niño la patria de donde bajó<br />
y a los humildes y puros la patria que les espera. ¡Santa fecha!<br />
¡Cuantos recuerdos despiertas en mi alma! la alegría de un padre<br />
que ahora me mira desde el cielo, la ternura de una madre que<br />
me recuerda con amor—el amor de las madres nunca fenece, que<br />
no es planta que logren ahogar las espinas de la vida—la sonrisa<br />
angélica de mis queridas hermanas que 'hoy son madres en hogares<br />
felices.<br />
¡Santa fecha! tu me recuerdas mis juveniles años, gratas remembranzas<br />
de los años más felices de la vida, que encantan la<br />
existencia pintándolo todo con risueños -,olores de la aurora y bañándolo<br />
en puras aguas de rosadas ilusiones.<br />
¡Santa fecha! tu me recuerd.as mis primeros fervores novicios,<br />
a mi memoria traes tantas venerables canas de Padres que entonces<br />
se hacían niños y tantas alegres caras de queridos hermanos<br />
que como yo recordarán con lágrimas estas alegrías pasadas.<br />
¡Santa fecha! que ahora me hablas de que la humildad representada<br />
en mi pesebre, la cruz en unas pajas y el desprendimiento<br />
en una choza son la única moneda con que lograré eternizar para<br />
mí aquellas armonías celestiales que hacían vibrar las cítaras de<br />
los Angeles de Belén.<br />
FR. P. N. GAITE.<br />
1 Archivo de la Corona de Aragón; Códices procedentes del convento de la Merced,<br />
núm. M.<br />
11<br />
164<br />
165
afill<br />
ìsit dg IH Pu. !iir5311 d g 1 MPICH ios1100arUS<br />
Md ,és la familia? Esta sola 'palabra evoca los recuerdos más<br />
gratos de nuestra existencia, y donde, arrojados a las corrientes<br />
del mundo seductor, combatidos por los huracanes de la existencia,<br />
en las alegrías y en las tristezas, en las horas de plácida calma,<br />
como en las de rudas luchas, se vuelven naturalmente nuestros<br />
ojos en busca de paz y de ventura, porque allí, más bien que.<br />
en otra parte, hallamos la felicidad, con que tantas veces hemos<br />
soñado. Y nada más natural; pues, la familia es el centro de nuestros<br />
mayores afectos, la escuela en que recibimos las primeras luces<br />
y aprendemos las primeras verdades que han de guiarnos en<br />
la vida, el santuario donde por primera vez nuestros labios balbucearon<br />
el nombre de Dios y nuestra alma se levantó hacia el<br />
cielo, el foco fecundo donde se desarrolló toda nuestra actividad<br />
y todas nuestras afecciones en esas dulcísimas relaCiones con la<br />
familia misma, exteriorizadas después al pueblo y la patria.<br />
Malestar de la familia. Por todas partes se oyen las palabras<br />
del Evangelio: Tolle gravatum tuum et ambula. Toma la camilla<br />
y anda. La relajación de costumbres en el seno de la familia es<br />
tan profunda, que, en la prensa, en el libro, . en el folleto, en los<br />
parlamentos, en los ateneos, en el miting, se ocupan de la necesidad<br />
de restaurar el hogar, de levantar la familia. Y la razón es,<br />
porque las costumbres, buenas o malas de la familia, trascienden<br />
siempre a la sociedad, y la. moralidad pública se eleva o desciende<br />
según sea el espíritu. moral de la familia.. De aquí que la relajación<br />
de los vínculos y del sentimiento. de la familia prepara graves<br />
desórdenes y grandes conmociones sociales. El cristianismo<br />
en su misión civilizadora, llegó a trasformar los pueblos, mejorando<br />
al. individuo y por medio del individuo a la familia. Así<br />
también si se quiere restaurar la familia, si se quiere que el hogar<br />
vuelva a ser lo que fué, nido de castos afectos, de purísimos<br />
amores, es necesario injertar en sus venas una poderosa corriente<br />
de savia cristiana„ que es la única ,que lleva la vida, los sentimientos<br />
de dignidad, de honradez, de nobleza y de facilidad.<br />
Una vez más tienen que convencerse los hombres- de Estado,<br />
si de veras quieren curar las cancerosas llagas que aquejan a la<br />
familia, de la necesidad de levantar el hogar sobre la socialisima<br />
base del amor cristiano, de ese amor que hace que dos corazones<br />
vivan la verdadera vida, nervio seguro del engrandecimiento de<br />
166<br />
0<br />
Ir,<br />
los pueblos. En el hogar donde los esposos y los hijos no respiran<br />
el oxígeno del divino amor, es imposible la vida de familia,<br />
y de ese edificio no quedan más que cenizas, símbolo de la muerte.<br />
La profunda crisis porque atraviesa la ramilia, vienen a agravaria<br />
más y más los reformadores socialistas y todos aquellos que<br />
quieren constituirla sin la bendición de Dios. Y arrancado del<br />
corazón de los esposos, de los padres, de los hijos, la idea de<br />
Dios ¿qué queda? Nada. Por eso «Le Temps», periódico parisien,<br />
estampó en sus columnas: ((Si queremos salvar la patria, es necesario<br />
que Dios vuelva a ocupar el lugar que le corresponde en<br />
el seno de la familia».<br />
Hay que salvar la familia.—Cómo? Llevando el nombre de<br />
Dios, como dice «Le Temps», al seno de la familia. ¡Ah! el día<br />
que la bendición del sacerdote, dice una gran mentalidad alemana,<br />
Sbitze, santifique la unión de los cónyuges, y éstos, al dar<br />
principio a su nuevo género de vida, se postren ante el altar a fin<br />
de pedir al Señor la virtud y la gracia de que han menester para<br />
salir triunfantes en los combates de la vida; y el niño entre en<br />
el mundo por la puerta del bautismo, y sea recibido con doble<br />
amor y veneración, como un don sagrado del cielo; y el santo<br />
día en que hacemos la Primera Comunión sea para el padre, para<br />
la madre y para el hijo el más bello y dichoso de la vida; y el<br />
hombre atempere de esta suerte su vida a las prescripciones de la<br />
Iglesia; y mientras, en fin, la Religión santifique y sancione las<br />
alegrías y las penas de la familia desde la cuna hasta el sepulcro,<br />
todo irá bien y no hay que temer que acaezca en nuestro cuerpo<br />
social esa descomposición espantosa que ha causado la ruina de<br />
tantos pueblos.<br />
Otro remedio eficaz.—«Entre los remedios más eficaces, dice<br />
un piadoso autor, para detener, en parte, este mal, y despertar.<br />
la fe en las almas, y fomentar la piedad cristiana, se cuenta la<br />
devoción a la Santísima Virgen Madre de Dios. Por eso los amantes<br />
de esta Madre bondadosísima han escogido el medio muy laudable<br />
de las visitas de la imágen de la Santísima Virgen a las casas<br />
para fomentar la piedad y amor a María, que con Ella vendrá<br />
tartibién el reino de Jesucristo en las familias. (1).<br />
En que consiste la Visita Domiciliaria.—La Santísima Virgen<br />
de la Merced, una Madre tierna -y cariñosa, desea visitar de cuando<br />
en cuando a sus hijos, y no soló visitarlos, sino permanecer<br />
con ellos algunas horas y aún días; quiere derramar y difundir<br />
la. suave unción .de la gracia y d sus mercedes; quiere infundir<br />
1 P. Manuel Tapia, «Visita Domiciliaria de la Santísima Virgen de la Merced.<br />
167<br />
gl
UI<br />
aliento, savia y vida en todas las manifestaciones de la familia;<br />
quiere bendecir los trabajos, las empresas, los negocios pertenecientes<br />
a la familia.<br />
De dos maneras visita la Madre de Mercedes los hogares; primero:<br />
En los campos se coloca la inlägen en unas andas adornadas<br />
con guirnaldas y flores y a una hora determinada, reunidos sus<br />
devotos, la llevan procesionalmente a la casa que va a visitar,<br />
cantando -<br />
Madre querida...<br />
Los miembros de la familia la reciben de rodillas a la entrada<br />
de la puerta, y después la ,colocan ep el lugar que le han destinado,<br />
procediendo al l' -e7,0 de las Oraciones que hay para el caso.<br />
(1) Allí permanece la Virgen una semana en que va a otra casa<br />
de la misma manera. El día escogido en los campos para el traslado<br />
suelo ser el Domingo, siendo esto un medio .de santificar el<br />
día, de fiesta. Esta visita es de semana a semana.<br />
El segundo modo es:<br />
La Santísima Virgen se coloca en una cajita, que abierta, forma<br />
un al tarH Lo, Y 'se lleva privadamente de Casa en casa. Se forman<br />
cocos de treinta familias a fin dé que la Santísima Virgen visite<br />
todos los Meses esos' hogares, permaneciendo en ellos un día<br />
completo. Cada coro tendrá, sri imagen.<br />
En los pueblos grandes se podrán formar varios coros. (2)<br />
Dui .ante los días, o día de visita no habrä en la casa diversiones<br />
pro1'anas y Sé guardará el mayor respeto, en atención a tan<br />
celestial visita. Ella Viene a traer bendiciones y conceder mercedes<br />
a los que reciben la, visita con devoción. (3)<br />
Gobierno de la Visita Domiciliaria.—Habrä un Directorio General<br />
que puede Ser el de la «Corte de Mercedes» o el del Capítulo<br />
de nuestra Y. O. T. Eri cada pueblo o parroquia un Consejo<br />
Parroquial y .cada coro un Director de coro.<br />
1, 7-;t poco de historia.—En Europa está muy estendida esta devOcie"0<br />
1 C011 los resultados mm halagadores. Aquí en Chile, nación<br />
eini]lenLemente min ma hace algunos años que la estableció el<br />
P. Luis Märqiiez, Mercedario, verdadero apóstol de esta maravillosa<br />
devoción.' Aliora «los Padres Mercedarios vienen estableciendo<br />
la Visita Circulante en todos los pueblos, después de haber<br />
predicado misiones:' todo 'con gran provecho». (4)<br />
1 El R. P Manuel Tapia ha escrito un precioso librito con las oraciones de la Visita<br />
Domiciliaria».—Couvento de la Merced.—Santiago de Chile.<br />
'2 'Si alguna persona desea mas detaiges, diríjase al P. A. Vistoso, La Merced.—<br />
Santiago de Chile.<br />
3 P. Manuel Tapia, «Visita Dimieiliaria de la Sma. Virgen de la Merced».<br />
4 Librito citado.<br />
Y es tal el incremento que ha tomado de norte a sur de Chile,<br />
que apenas hay un pueblo en que no esté establecida.<br />
Acción de celo.—Todos debemos trabajar con entusiasmo por<br />
llevar la Sma. Virgen de la Merced, a los hogares. Tú, esposa o<br />
o hija, que deseas que en tu hogar reine la paz, el amor, haz que<br />
la bendita Madre de Mercedes te visite. Si algún miembro de tu<br />
familia esta alejado de las practicas piadosas y deseas vuelva a<br />
ellas, lleva a tu hogar la Redentora de cautivos, para que redima<br />
del vicio y del pecado a ese ser querido.<br />
Si quieres prosperar en las empresas y negocios, si quieres<br />
que la Sma. Virgen te los bendiga, llévala y constitúyela Dueña<br />
Señora durante una semana o un día. Si quieres reformar las<br />
costumbres de tu esposo e hijos, nada mas eficaz que la visita de<br />
la Sma. Virgen.<br />
No temas; hazlo y veras cuan maravillosa es la acción de Ma.<br />
ría en los hogares.<br />
Santiago de Chile, <strong>1920</strong>.<br />
000<br />
FR. R. DELGADO, O. DE M.<br />
I-Iollan.do la riieve<br />
Era un día invernal frío, tan frío,<br />
que la nieve las calles alfombraba;<br />
mas era el veinticuatro de diciembre<br />
y, a pesar de la nieve y de la escarcha,<br />
por las calles la gente se veía<br />
como si en su esplendor el sol brillara.<br />
Entonces una niña, muy pequeña,<br />
aún ,quizá siete años no contaba,<br />
arropada con muy hermosas pieles,<br />
como copos de nieve, todas blancas,<br />
con su madre en im coche recorría<br />
las calles de Madrid con toda calma.<br />
Iban hacia un bazar donde pudieran,<br />
de barro fino o fina ieq. c e la n a,<br />
para armar un bonito NACIMIENTO,<br />
comprar, tal vez, figuras las más caras,<br />
168<br />
169
11111<br />
ZIS<br />
con el dinero que, a la linda niña,<br />
su tierno papaito regalara. .<br />
Más, de pronto, la niña ve que, hollando,<br />
iba la nieve, con desnuda planta,<br />
un ancianito de cabellos canos,<br />
frente rugosa y afligida cara,<br />
pobremente vestido y sin abrigo,<br />
que el penetrante frío lo traspasa,<br />
y que, con pena, pues no tiene fuerzas,<br />
un niño pequeñito en brazos carga,<br />
y a su blusa, cogida va una niña,<br />
mal vestida, y, a poco más, descalza.<br />
Los tres tienen tristísima apariencia,<br />
están sus caras, cuál la cera pálidas,<br />
y el pequeñito y tierna niña lloran,<br />
y el viejo a penas retener las lágrimas<br />
puede, observando que los niños sufren,<br />
y que el hambre y el frío los desmayan.<br />
La niña se conmueve y, al cochero,<br />
le dice: «No, no sigas, para, para».<br />
Llama al anciano y mientras él se acerca,<br />
de esta manera a su mamá le habla:<br />
—Mamaita, me habías prometido<br />
que tú el Niño Jesús me regalabas,<br />
pues mira, ya no quiero las figuras,<br />
con el dinero que, para comprarlas,<br />
yo llevo al viejecito le daría<br />
con que, a. sus criaturitas desgraciadas<br />
pueda vestir y darles alimento<br />
al calor del hogar, junto a la llama.<br />
—¿Y qué te va a decir tu papaito<br />
cuando te vea, que no llevas nada,<br />
y que te vuelves sin dinero alguno<br />
y sin las figuritas tan ansiadas?•<br />
—Nada, mamá, en cuanto yo le diga<br />
que lo di a un pobrecito, nada, nada.,<br />
dándome un beso, me dirá contento:<br />
«Muy bien, Nifií, ya sabes que Dios manda<br />
que los que algo tenemos, socorramos<br />
al que afligido en la pobreza se halla».<br />
Llega el anciano ylit, niñita dice:<br />
—¿Qué te son esos niños que tu amparas?<br />
—Dos nietecltos, que de padres huérfanos,<br />
quiero como a pedazos de mi alma...<br />
Pero ay! que los muchos años doblan<br />
mi cabeza y que mis manos paran...<br />
¿Y por qué lloran?<br />
—Porque tienen frío<br />
y, como DO han comido sienten gana.<br />
—Toma, a cenar y cómprales ropita,<br />
y lleva los niñitos para casa.<br />
Te doy cuanto yo tengo, que es poquito,<br />
para comprar figuras los llevaba—<br />
Y dejando el anciano, por su rostro,<br />
rodar muy gruesas y brillantes lágrimas,<br />
ocultando en su pecho los sollozos .<br />
y, con voz triste, por el llanto ahogado,<br />
arrodillado en el estribo dice:<br />
«Dios os bendiga, niña, os doy las gracias»<br />
Y la niña alargando una manita,<br />
muy tierna y generosa, lo levanta.<br />
Y entonces bendiciendo a madre e hija<br />
se aleja ya dichoso y con gran pausa<br />
pidiendo al Cielo con plegaria férvida,<br />
que brotaba del fondo de su alma,<br />
que una mirada tierna y protectora<br />
tenga para aquel ángel que le manda<br />
en aquel día que, afligido, cruza<br />
las calles por las nieves alfombradas.<br />
eo.<br />
MATILDE MONTERO DOPICO.<br />
Terciaria de la Merced.<br />
ALERTA CON EL CINEMA<br />
170<br />
171<br />
EBE agradecerse a la prensa chilena las primeras observaciones<br />
sobre el valor educativo y peligros del<br />
cinema. Las familias han permanecido en una<br />
ferencia tal que ésta perla la prueba más irrefutable<br />
de la incompetencia de los padres chilenos para la educación de<br />
SUs hijos. Una liga de señoras comenzó la acción con gran patriou.
tismo; pero se fatigó luego, porque extremó en otros campos su<br />
censura y fué incomprendida en éste. La autoridad ha iniciado<br />
con buena voluntad un comienzo de censura y ha logrado organizar<br />
las matinées infantiles. Este es un primer paso y nada más<br />
que un paso corto. Queremos llamar la atención de nuestros lectores<br />
hacia tan interesante problema en suyo estudio estamos vergonzosamente<br />
rezagados.<br />
Lo que primero nota el observador es la incompetencia de las<br />
madres para darse cuenta de la intensidad de estas cuestiones<br />
educatidas. Ellas mismas demuestran una curiosidad ridícula, si<br />
además no fuera malsana, por toda película que tenga algún elemento<br />
picante o medianamente lascivo. Se ve a mujeres cuarentonas,<br />
robustas, que han tenido muchos hijos y gozan de excelente<br />
apetito, cuchichear con las comadres, con risillas contenidas<br />
y gestos maliciosos, sobre argumentos escabrosos de películas<br />
que acaban de ver y admirar. ¡Qué de besos, que de pasión fotográfica,<br />
que de mujeres desnudas, unas veces hasta la cintura y<br />
otras veces hasta el comienzo de las medias, sin motivo alguno,<br />
porque sí, porque son modelos de artistas o porque van a serlo,<br />
porque se quieren suicidar o simplemente porque hace calor y<br />
quieren darse un bario! Sin perjuicio de que estas damas que corren<br />
a la barraca cinematográfica más apartada, donde se anuncia<br />
la película con ají, protesten contra el escote de una mujer<br />
bonita y joven y viva, o se quejen de la Venus de Milo, del Apolo<br />
del Belbedere o de cualquiera obra, de arte en piedra.<br />
Naturalmente no es buen ejemplo para ta niñez y la ad.oles,<br />
cencia ver en las salas de cinematógrafos, palcos con señoras y<br />
aún niñitas por ellas conducidas, mientras se dan películas cursis,<br />
desnudas, necias, o que falsean el sentido de la realidad y de<br />
la verosimilitud, Así como cuando se habló de una escuela para<br />
domésticas, se dijo que era indispensable abrir en ella un concurso<br />
para matronas, así creemos que junto con las matinées infantiles<br />
deben organizarse veladas maternales donde se saque luego<br />
de las curiosidades a estas respetables fundadoras de las familias<br />
de mañana y se les muestre al vivo el peligro de la pelicula, , peligro<br />
de entontecimiento para ellas y de perturbación para sus<br />
hijos.<br />
Se nos dice que ahora, por disposición de la Intendencia, no<br />
se permite la entrada de niños solos en las salas cinematográficas<br />
cuando se dan determinadas películas. Sin embargo, hace pocos<br />
días hemos oído en la AlamedX a un grupo de chicos que venían<br />
de un Colegio particular, y en el cual uno de ellos decía:—«Dicen<br />
que en el «Biógrafo... Tal», se dá, una película bien linda<br />
11<br />
que se llama.., tomemos un carro y nos vamos todos juntos?» Y<br />
así lo hicieron; ninguno de esos muchachitos se excusó para pedir<br />
permiso en su casa. Es evidente que los niños pueden ir solos<br />
aún a películas de clara inconveniencia y es aconsejable poner en<br />
vigencia la prohibición.<br />
La causa de que muchas madres no puedan tener a sus hijos<br />
en la casa, es la pereza y la misma incompetencia señaladas antes.<br />
Naturalmente es más cómodo echar a los chicos a la calle<br />
para que se diviertan, así como las madres pobres de los conventillos<br />
los echan a «buscarse la caridad», como dicen. Para 'entretener<br />
y disciplinar a. los chicos, se necesita trahajo y paciencia.<br />
Y para darles de comer, también.<br />
A pesar de que en Inglaterra, Francia y los Estados Unidos,<br />
los pedagogos y educacionistas se preocupan Mucho del cinematógrafo,<br />
en Alemania encontramos más abundancia de literatura<br />
sobre la materia.<br />
Fortunatus, con el titulo de Filmzauber, «el canto del Film«,<br />
clama contra los dramas cinematográficos y dice que son la divulgación<br />
gravísima de la «novela de falte», de esa novela criminal<br />
e inmunda que ha hecho víctima hasta los últimos y más<br />
apacibles y patriarcales rincones de los países.<br />
Hellwig, que ha dedicado en el curso de los años <strong>12</strong> y 13 numerosos<br />
trabajos al problema de la película, dice en un primer<br />
estudio tímido en que comienza a orientarse, con el título «Schundfilms<br />
als Verbrecheranreiz», «el cinematógrafo y el crimen»,<br />
que la influencia criminal de las malas películas se ejerce indudablemente<br />
sobre la juventud; confiesa que en algunos casos las<br />
pruebas son insuficientes; pero agrega que demuestran siempre<br />
que el cinematógrafo ha sugerido los medios del delito o desarrollado<br />
su tendencia al niño que la tenía en gérmen. En otro estudio<br />
pasa rápida revista a los peligros que corren las almas de los<br />
niños en las malas películas: excitación nerviosa, daños corporales,<br />
endurecimiento, relajamiento moral, alteración del sentido<br />
de la realidad, tendencia a proyectar 'crímenes.<br />
En un tercer estudio Hellwig se refiere a «los principios jurídicos<br />
de la censura cinematográfica». Dice que hay dos aspectos<br />
que estudiar: el contenido de la película y su influencia. He<br />
aquí los dos objetivos de la censura. Mientras Se trate del contenido,<br />
la tarea es fácil. Apenas entra en el terreno de la acción<br />
que puede ejercer y seguramente ejercerá sobre el espectador, la<br />
misión es árdua. El autor establece entonces un paralelo entre la<br />
censura del teatro y la del cinematógrafo que dá, luz sobre la cuestión.<br />
El mismo se refiere más tarde, en otras páginas, a la censu-
a cinematográfica en Wuremberg. Dice que las leyes promulgadas<br />
recientemente en Suecia, y Austria se limitan a prohibir la<br />
entrada en las salas cinematográficas a los niños, hasta cierta<br />
edad; pero que en Wurtemberg se va mucho morís lejos y con mayor<br />
estudio, pues no sólo se puede prohibir una película en nombre<br />
de la-moral, sino también en nombre de la higiene y de la<br />
estética.<br />
Otro autor, Mann, dice que la lucha eficaz contra la película<br />
imbécil o corruptora, puede emprenderse con mucha eficacia por<br />
la prensa cuotidiana. Pero, ¿cómo hacer esto mismo en España<br />
donde la imbecibilidad cinematográfica tiene adoradores y la crudeza<br />
excita curiosidades, aún en las damas de las clases acomodadas?<br />
Samulet y Borm, en un folleto publicado en Berlín el afro <strong>12</strong>,<br />
se refieren . a la importancia del cinematógrafo para llegar a ser<br />
obra de arte; y expresan que a lo menos no debe convertirse en<br />
flagelo corruptor de la sociedad. Denuncian los grandes trusts<br />
internacionales, judaicos, que son sordos a la parte educativa del<br />
cinema y atienden sólo a las ganancias; y declaran que los Estados<br />
tienen la obligación de luchar contra estos empresarios y sus<br />
agentes, sin tregua, hasta dominarlos, pues solamente los Estados<br />
son poderosos para hacerlo.<br />
He aquí la preocupación de los hombres civilizados respecto<br />
del cinematógrafo. Entre nosotros,—a lo menos en algunas casas,<br />
tal vez en la mayoril,—pasa por buena conversación la niña que<br />
cuenta los argumentos de las peliculas.—No hay nada más desolador<br />
que escucharlas, parte por parte, cuadro por cuadro, tan<br />
vulgares de sentimientos corno de palabras. Creen que esto revela<br />
inteligencia, imaginación; casi diríamos que se creen artistas y<br />
literatas. Mas de una va a ofrecer cándidamente sus servicios al<br />
Círculo de Lectura para leer dos o tres de estos argumentos: «El<br />
alma femenina en el Cinema», por ejemplo.<br />
El cinematógrafo está formando otra clase de niños y otra calidad<br />
de mujeres que las de antaño. La muchachita que guardaba<br />
en el fondo del alma la estrella azul, la que tenía el espíritu fresco<br />
y transparente y bruñido, como la superficie de un lago profundo<br />
en calma, es ahora una marisabidilla cuyos ojos de gata<br />
, revelan conocerlo todo. Enseñanza y moral de cinematógrafo.<br />
¡Cómo se deprime el encanto de la adolescencia!<br />
FR. 1. VALENCIA.<br />
--)1/0. a bid/y 1101110 de CHslilla y Porluol<br />
TERCIARIA DE LA MERCED r<br />
u nombre, olvidado por los cronistas de la Orden,<br />
es uno de los muchos que los documentos nos revelan<br />
y que deben añadirse al catálogo de personas venerables<br />
por sus virtudes y ferviente amor a la Merced,<br />
de la que fue terciaria profesa.<br />
Nació D. Beatriz en Coimbra el año 1372, siendo el tercer<br />
hijo de los 'Reyes D. Fernando y D. Leonor Telles. Sus dos hermanos<br />
murieron de corta edad, y quedó ella por heredera de la<br />
corona, siendo jurada en las Cortes de Leiria en 1366. El 17 de<br />
mayo de 1383 se desposó en Badajoz con el Rey D. Juan I de<br />
Castilla.<br />
Sabida es la guerra que estalló entre las dos coronas a la<br />
muerte de D. Ferna,4do, por negarse los Portugueses a ser gobernados,<br />
ni siquiera temporalmente, por el Rey de Castilla, que<br />
fué derrotado en Aljubarrota en 1385.<br />
D. Beatriz tuvo al parecer un solo hijo, D. Miguel, fallecido<br />
en 1385, y a la muerte del Rey en 1390, hizo propósito (quizá<br />
voto) de continencia, negándose a todos los partidos que se ofrecieron,<br />
apesar de no contar entonces más de 18 afros.<br />
Pidió entre otros, su mano el Duque de Austria Alberto V,<br />
después Emperador de Alemania, enviando para ello una embajada<br />
a Castilla en 1409, según detalladamente refiere la Crónica<br />
de D. Juan II, en términos sumamente honrosos para la Reina.<br />
Yo<br />
174<br />
175
— 11<br />
Mucho antes 'de este tiempo había tomado ya a los mercedarios<br />
por directores de su cönciencia. como lo indica una bula de<br />
Benedicto XIII fechada en Aviñón el 13 de febrero de 1404, que<br />
pinta maravillosamente la piedad filial de D. Beatriz.<br />
Entre las faltas de sus padres por las que procuraba satisfacer<br />
una la atligia extraordinariamente; el Rey D. Fernando, ofendido<br />
por las críticas injuriosas de un dominico de Coimbra, echó a los<br />
frailes del convento, después de cubrirlos de injurias, y no contento<br />
con ésto mandó llevar los restos de su madre, que estaba<br />
enterrada en los dominicos de Santarén, al convento de los franciscanos<br />
de la misma ciudad.<br />
Para satisfacer por estos crímenes D.' Beatriz, había ido personalmente<br />
al convento de los dominicos de Valladolid a pedir al<br />
General perdón por aquellas ofensas, y suplicó al Papa concediese<br />
a su padre la absolución e indulgencia ofreciéndose a cumplir<br />
la penitencia que le fuese impuesta.<br />
Benito XIII, además de escribirla directamente consolándola,<br />
encarga al Prior de la Merced de Valladolid que se entere de los<br />
hechos y eonceda a la Reina lo que desea. El Prior era entonces<br />
la segunda dignidad en los conventos de la Merced, y se compren'.<br />
de que el Papa se dirija a él y no al Comendador, que era el Maestre<br />
fray,Pedro de Logroño, quien por ser a la vez Provincial se<br />
hallaría probablemente ausente.<br />
En 1409 vivía D. a Beatriz retirada en Villarreal (hoy Ciudad<br />
Real) que con 'Medina, Arévalo y otras villas formaba su dote,<br />
pero su recogimiento no le impidió correr apresuradamente a Llerena.<br />
para salvar al Comendador Mayor de Castilla D. García<br />
Hernández, «y rogó muy afectuosamente al Infante (D. Fernando<br />
después Rey de Aragón) que lo quisiese perdonar, el cual como<br />
le era obediente como hijo, perdonole». (1) •<br />
De sus eStrechas relaciones con la Merced tenemos noticias<br />
por varias bulas dadas, a conocer, corno la anterior, por ei P. Eabel<br />
.y copiadas por mí en el Archivo Vat¡cano. Por ellas se ve<br />
tambien el . grande afecto que le profesaba el Papa.<br />
El 4 de septiembre de .1409, Benito XIII manda al Obispo de<br />
Palencia que, como delegado apostólico, autorice la fundación de<br />
un convento de monjas mercedarias que la Reina deseaba levantar<br />
con sus propios bienes en Castilla o en Leon, señalando como<br />
principales condiciones que la superiora se llamase comendadora<br />
y su segunda priora; que observasen las Constituciones de la Merced,<br />
viviendo en perpétua clausura, y que fuesen dirigidas en lo<br />
(1) Crónica de D. Juan II, alio IV, cap. L<br />
espiritual y temporal por un visitador de la Orden, que el Papa<br />
nombraría la primera vez, y eligirían ellas mismas en adelante,<br />
a reserva de la confirmación pontificia.<br />
Más interesante y expresiva es todavía otra bula que lleva la<br />
fecha de primero de octubre de 1414; por ella Benito XIII confirma<br />
los estatutos de reforma otorgados Jl convento de mercedarios<br />
de Valladolid por el General Fr. Antonio Caxal, «a petición de la<br />
serenísima señora doña Beatriz, reina viuda de Castilla, familiar<br />
y hermana de la religión y de los frailes del dicho monasterio, y<br />
que se considera miembro del mismo».<br />
La reforma habia de consistir principalmente en la implantación<br />
de la estricta vida comun, y para mantenerla se tomaban algunas<br />
medidas, por ejemplo: que sólo el General o el Provincial<br />
visitarán personalmente el convento; que los frailes no pudieran<br />
ser trasladados de allí sin grave causa; que pudieran elegir su comendador,<br />
etc.<br />
Todo esto es indudablemente obra del comendador de entonces<br />
que no era otro que el Provincial fray Juan de Granada cuya<br />
santa vida coronó el Señor algunos años después con el martirio;<br />
a él se refieren también expresamente varios otros despachos pontificios<br />
de estos afros, que demuestran su celo y el gran aprecio<br />
que de él hacia el Papa.<br />
El General.clespués de maduro exámen _aprueba los estatutos<br />
«por ser en manifiesta utilidad de la vida religiosa.., para gloria<br />
de Dios y de su Madre, la gloriosa virgen Maria que es fundamento<br />
y cabeza de nuestra Orden... y para complacer a dicha señora<br />
Reina, que profesa grandísimo afecto al dicho monasterio y a sus<br />
frailes, y piensa hacerse enterrar en él, como están ya enterrados<br />
allí los huesos de su señora madre, y ha hecho al dicho convento<br />
muchos beneficios y no cesa de hacerlos y se espera que los hará<br />
en el porvenir...»<br />
Fue hecha esta confirmación en el convento de Arguines el<br />
24 de septiembre de dicho año 1414, siendo testigos fray Antonio<br />
Dullan y dos seglares. El hecho de estar sepultada en la Merced<br />
de Valladolid la Reina doña Leonor de Portugal, era ya conocido<br />
y aún añaden los historiadores locales que el convento se<br />
trasladó a las casas de la difunta, abandonando el solar que ocupaba<br />
desde el siglo XIII.<br />
¿Donde está enterrada doña Beatriz? Algún autor afirma que<br />
en la capilla de los Reyes Nuevos de Toledo, pero hasta hoy no<br />
he podido hallar documento que esclarezca ese punto ni la fecha<br />
de su muerte, como sucede con los otros personajes de aquel tiempo,<br />
aunque hubieran sido tan importantes.<br />
3...Z.:011:<strong>12</strong>:23.=2.2=<strong>12</strong>2=3=M<br />
176
u<br />
igtgaguilf ma l tan affittti ti in II I i<br />
Además de los favores hechos al convento de Valladolid, sospecho<br />
que a doña Beatriz se deben otros que entonces recibió la<br />
Orden y entre ellos quizá la fundación de Guadalupe, que los<br />
mercedarios ocuparon en vida de su marido D. Juan 1, aunque<br />
luego por falta de personal, o Por Otras causas . no bien definidas<br />
abandonaron aquel monasterio que pasó a manos de los Jerónimos<br />
recien fundados.<br />
FR. GUILLERMO VÁZQUEZ.<br />
°ele<br />
o 1\,=1\170<br />
Sobr` unhas pallas Neno bendito<br />
Deitarme quero, D'os meus amores,<br />
Como se deita Tú que xa sabes<br />
O Dios d'o Céo; O que son dóres;<br />
Mais son as pallas Tú que n-a cruz<br />
D'unhos deseos, Xa naces hoxe,<br />
Que n-as entranas, Nunca me deixes,<br />
Cal os cadejos, Sempre m'acode<br />
Roen doen tes. N-as mifias coitas.<br />
A. C.<br />
e.<br />
5.<br />
•<br />
F- E . . .<br />
I 11<br />
I<br />
11 I 1<br />
Hoy creer es absurdo, escéptica despliega<br />
la razón los raudales soberbios de su ciencia.<br />
La Verdad absoluta, que rige la conciencia;<br />
el Mundo la desdeña, la humanidad la niega.<br />
No Importa que en la trágica, descomunal refriega,<br />
llore el Hombre, perdida, su angélica inocencia,<br />
ni que el instinto bárbaro domine a la clemencia,<br />
ni que al alma la duda haya trocado en ciega<br />
¡Felicidad! Has muerto. Te hirió de artero modo,<br />
el error, asestando su golpe sanguinario.<br />
Tu cädäver se arrastra, mezclado con el lodo;<br />
más la vida perdura, a través del osario,<br />
y has de resucitar, triunfante sobre todo,<br />
volviendo tus miradas al Mártir del Calvario.<br />
Joe RUBf,<br />
Terciario de la Merced.<br />
LA INMACULADA CONCEPCIÓN<br />
,g; ====maimwei=====.<br />
178 •<br />
110111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111MIMMI11111111114r<br />
179
SAMUEL<br />
('Conclusión)<br />
—¡Es mi Jaime!... aquí hay un misterio..'. ¿de dónde ha ve<br />
nido ese niño?<br />
—Tranquilícese Sra. Condesa,—dijo dulcemente el religioso,<br />
le ha sorprendido la semejanza de ambos niños, pero después de<br />
todo puede ser un parecido fortuito, ambos son de la misma edad,<br />
rubios y hermosos ambos...<br />
—¿Pero de dónde ha venido ese niño, ese huérfano según dice<br />
usted?<br />
—Hace diez años—dijo Fray Nolasco recogiendo ,sus recuerdos—en<br />
la noc he de Navidad se presentó este niño a la puerta<br />
del convento, solito, lloroso,. extenuado, con el calzado deshecho<br />
y los pies ensangrentados, traía una carta dirigida al P. Ramón,<br />
Comendador antecesor mio.<br />
—¡El P. Rainón!... dijo la Condesa extremeciéndose ¿y que<br />
dijo el P. Ramón?..<br />
—¡El padre Ramón estaba de cuerpo presente en nuestra capilla.:.<br />
como al morir me encargó de reemplazarle en el gobierno<br />
de la casa, mientras no nombraren Comendador, abrí la carta<br />
que llevaba el niño...<br />
que decía? preguntó la dama ansiosamente.<br />
El Sacerdote sacó de una peqeña cartera un papel amarillento<br />
por la acción del tiempo y alargandoselo a la Condesa:<br />
—Lo llevo conmigo siempre por si la providencia me hace<br />
encontrar a la familia de Samuel—dijo—lea usted mismo.<br />
La Condesa tomo el papel con la punta de los dedos como si<br />
le quemara; estaba .escrito con pulso inseguro, -tanto que algunas<br />
palabras apenas se entendian, y decía asi:<br />
-L--Padre mio: La vida se me vä, y mi pobre hijo va a quedar<br />
sólo en el mundo, se lo envió pal;a, que en nombre de Dios le<br />
ampare... no puedo seguir;picla al Señor por mi—Margarita.<br />
Mientras la Condesa leía, su rostro iba palideciendo hasta quedar<br />
como el de un cadáver; Fray Nolasco que la miraba atentamente<br />
vió temblar todo su cuerpo y agitar su mano en el Vacío,<br />
como si rechazara un fantasma.<br />
Viendo que el silencio se prolongaba, haciendo cada vez más<br />
penosa la situación, el religioso preguntó:<br />
—¿Puede acaso darme alguna luz sobre ese escrito?<br />
—¡Luz!—dijo la dama cuyos dientes rechinaban—¡Ah! hace<br />
poco preguntaba yo al cielo que crimen era el mío para merecer<br />
el castigo que hoy pesa sobre mí... esta carta me contesta, .Padre,<br />
¡Margarita!... ¡Ah!... ¡Margarita!<br />
—¿Usted ha conocido, entonces, a esa Margarita?<br />
--- .-.¡Que si la he conocido?—dijo la Condesa a Cuyos labios parecían<br />
fluir las palabras como un torrente de 'aguas amarguísimas;—Margarita<br />
era hija de mi marido.., cuando me casé con el<br />
Conde éste era viudo con una niña muy pequeña aún... ¡Margarita!<br />
al principio me M'e indiferente aquella pequeña, linda y juguetona;<br />
pero cuondo fui madre, empecé o sentir una aversión<br />
profunda por ella; pensar que era la primogénita, la heredera del<br />
Condado y de la mitad de la fortuna de su padre; era para mí una<br />
idea odiosa, que me mordía el corazón con celos crueles; creció,<br />
y creció mi hija por la que yo sentía una pasión salvaje, .avasalladora,<br />
yo amaba a mi Leonor como la fiera a su cachorro, con<br />
ansias de destruir cuanto le estorbara: Margarita tenia ya diez<br />
y ocho años y Leonor diez y seis cuando restauramos el castillo<br />
para retocar el gran salón, cuyos frescos dicen son de grandísimo<br />
mérito, vino un pintor de fama, era joven entusiasta, •Margarita<br />
muy hermosa, pidió como una. gracia hacer su retrato y la tomó<br />
como modelo para una Virgen; ya asistí a las sesiones aquellas y<br />
pronto comprendí que ambos se amaban.., entonces se apoderó<br />
de Mí una alegría malvada.., protegí bajo cuerda aquellos amores<br />
que sabía que mi orgulloso marido nunca aprobaría; •provoqué<br />
una escena violenta entre padre e hija y Margarita • ,salió de casa<br />
para casarse, sin el consentimiento de su padre el día en que<br />
cumplió la mayor edad.<br />
La Condesa se detuvo un momento fijando una angustiosa<br />
mirada en el religioso -que con la frente apoyada en la mano la<br />
escuchaba en Silenció:<br />
—El Conde desheredó a su hija mayor... siguió coh voz sorda;<br />
mi hija doblemente rica, contrajo un gran matrimonio, pero<br />
antes del año murió al dar a luz a Jaime, ese niño • que yace en<br />
un ataúd en la pieza contigua... el marido de mi hija de carácter<br />
violento no pudo resistir la muerte de su mujer, se •fué como<br />
voluntario a la..guerra y 'murió en ella... quedé sola con mi nieto,<br />
en el que cifré todo el amor que tenía a su madre.., y hoy, ya ve<br />
usted Dios me castiga y me lo quita de un modo espantoso...<br />
Y la desdichada retorcía sus manos con desesperación. •<br />
¿Y no supo nunca de Margarita? preguntó Fray Nolasco.<br />
Sólo una vez, hará unos doce años leí emi un periódico la<br />
muerte de su marido, acaecida en Roma.., yo pensaba que el Pa-<br />
180<br />
11<br />
181<br />
u.
dre Ramón, que fué su confesor, sabría de ella... pero nunca me<br />
atreví a hablarle; su mirada me hacía daño como si leyera en mi<br />
alma.... El cariño de mi nieto llegó a llenar mi existencia.., soñaba<br />
para él poco menos que un trono... y ya Ve usted, Padre...<br />
ahí está, inerte.<br />
Dos golpecitos dados en la puuerta interrumpieron el dialogo<br />
y Samuel apareció en el umbral.<br />
V<br />
A la vista del niño la Condesa enmudeció, pero sus ojos muy<br />
dilatados se fijaron en él con ansia dolorosa.<br />
¿Vengo a saber si puede empezar la segunda Misa? dijo el niño<br />
sin atreverse a alzar la vista ante una señora de tan alta calidad;<br />
y a una señal afirmativa, salió con su actitud humilde y<br />
grac.íosa.<br />
La Condesa le siguió con la vista y volviéndose al Padre.<br />
—Oh, Padre! (dijo con vehemente dolor) ¿Cree usted que es<br />
cosa de Dios la aparición de esta criatura en el Castillo de que su<br />
madre fué arrojada?<br />
—Los caminos del Señor soh. incomprensibles a nuestras pobres<br />
miradas.., dijo bondadosa pero gravemente el religioso.<br />
—Oh!, Yo sí lo creo—díjo la dama con voz trémula—la vista<br />
de este niño ha hecho en mi una revolución tal, que me parece<br />
que soy otra.., yo he sido mala, muy mala... repararé el daño<br />
hecho, en lo posible, ese niño vendrá a mi lado.., reemplazará<br />
al pobre muertecito... Dios es justo... el hijo de Margarita reemplazará<br />
en el Castillo de su abuela al hijo de Leonor.<br />
Fray Nolasco movió la cabeza mientras decía:<br />
—¿Será, preciso entonces decir a Samuel?...<br />
—Que soy la viuda de su abuelo... que este castillo y cuanto<br />
le rodea es suyo... que desde hoy vivirá a mi lado... rico, feliz...<br />
si Padre, una reparación que me dicta el mismo Dios.<br />
Sentado entre Fray Nolasco y la Condesa, Samuel permaneció<br />
cOn la vista fija en el suelo, el rostro pálido y los labios trémulos.<br />
—Ya has oído.., hijo mío,—terminaba el religioso con voz<br />
serena—eres rico y noble... la señora Condesa quiere que vengas<br />
a su lado...<br />
Samuel levantó la cabeza vivamente.<br />
—¿Me despiden del convento... Padre mío?.., dijo juntando<br />
las manos con angustia.<br />
182<br />
1:<br />
10<br />
Despedirte... nó; pero eres el heredero de una gran familia...<br />
dijo dulcemente el religioso.., te debes a ella...<br />
Me debo a Dios, a quien he prometido pertenecer—dijo el joven<br />
con firmeza superior a su edad... ¿que me importa a mi el<br />
nombre, la fortuna... ni los honores.., huérfano y pobre llamé a<br />
las puertas del convento y sus puertas se me abrieron de par en<br />
par... mi madre había muerto y la Santísima Virgen me recibió<br />
por hijo... hoy, hace un momento rezaba ante el cuadro de nuestra<br />
Santísima Madre que han puesto en ese altar y me pareció qüe<br />
su rostro es el mismo que yo recuerdo de mi pobre madre.<br />
—¿Tú recuerdas a tu madre?.., preguntó la Condesa con voz<br />
contenida.<br />
—La recuerdo corno en sueños y se parecía a la Virgen de<br />
ese cuadro... dijo el niño conmovido.<br />
-y desprecias la fortuna que te ofrezco.., que es tuya—dijo<br />
la Condesa vivamente.<br />
Hace diez años que espero la edad de empezar mi noviciado...<br />
—dijo el niño bajando la cabeza.., y, cuando he llegado a ella...<br />
creen ustedes que hay fortuna bastante que me haga dejar mi vocación?..<br />
No, rió; mi amada Orden es para mí, patria, familia,<br />
fortuna y nombre.., nada el mundo me hará dejarla... perdónenme.<br />
La Condesa bajó la cabeza mientras una lágrima de gozo brillaba<br />
en los ojos a Fray Nolasco.<br />
Aquella tarde, cuando el cadáver de Jaime descansaba ya en<br />
el panteón de sus mayores, Fray Nolasco seguido de Samuel dejaba<br />
el castillo dirigiéndose al convento.<br />
Detrás de una de sus ventanas la Condesa les seguía con mirada<br />
desolada hasta que se perdieron de vista.<br />
Cuando sus blancas siluetas se perdieron en la lejania la dama<br />
entró en la cámara ahogando los sollozos que <strong>12</strong>1esgarraban su<br />
pecho.<br />
Los elevados muros de la estancia cuyos limites se perdian en<br />
la sombra parecian aplastarla con el sentimiento de su soledad.<br />
—!Solai ...murmuró con infinito desconsuelo, sola...para siempre...<br />
Y su mirada extraviada giró en torno suyo como buscando un<br />
refugio contra aquella soledad espantosa. En la penumbra un rostro<br />
dulcísimo se destacó, fijando en la desventurada dos hermosos<br />
ojos de mirar inefable.<br />
—iMargarita!---gimió la Condesa con espanto.<br />
183
11<br />
Y tambaleandose fué a caer de rodillas bajo aquella imagen<br />
que parecia resplandecer en la semioscuridad de la estancia.<br />
Y su corazón se dilató, perdiendo aquella tensión que parecia<br />
petrificarle, saliendo dos nos de lágrimas de sus marchitos ojos.<br />
Y la celeste imagen abriendo sus brazos parecia tender su<br />
blanco manto sobre la infortunada que permanecía a sus plantas<br />
derramando a torrentes las lágrimas de arrepentimiento que debían<br />
borrar su pasado de ambiciosas pasiones segadas por la implacable<br />
segur de la muerte.<br />
184<br />
°Ce<br />
JULIA G. a HERREROS<br />
Terciaria de la Merced.<br />
A María Inmaculada<br />
Fuente de mis venturas,<br />
Iris de mi esperanza,<br />
Virgen de los ensueños de mi cuna,<br />
Reina de los cantares de mi infancia;<br />
Los céfiros te mecen,<br />
Los pájaros te alaban,<br />
La creación se inclina a saludarte,<br />
El cielo se arrodilla ante tus plantas;<br />
Los justos te bendicen,<br />
Los angeles te ensalzan,<br />
El guerrero te invoca de rodillas,<br />
En los terribles campos de batalla,<br />
El poeta te adora,<br />
El querube te canta...<br />
¡Dios mismo se extasía de ventura<br />
Al decirte en el cielo: INMACULADA!<br />
Tu eres en las tormentas,<br />
En las noches del alma,<br />
Rayo de sol que la tiniebla alumbra,<br />
Astro de luz que el horizonte aclara,<br />
Virgen de .mis recuerdos,<br />
Madre de mi esperanza,<br />
La más hermosa que en los cielos reina<br />
Y el altar en los templos engalana.<br />
•<br />
¡Oh! si pintor yo fuera<br />
Mi vida consagrara.<br />
A pintarte con luz del paraíso<br />
Y con rayos del Sol de la mañana.<br />
Si yo fuera marino...<br />
En medio de borrascas,<br />
Tú fueras siempre mi segura estrella<br />
Para llegar a venturosa playa,<br />
Y si soldado fuese<br />
Muriera en la batalla<br />
.Besando tu bendito escapulario<br />
Sonriendo entre el silbo de las balas.<br />
Ardiendo por tu gloria,<br />
Supiera con Aspada. •<br />
Conquistar el laurel en cien combates,<br />
O cefiir de los mártires la palma.<br />
¡Hazme guerrero tuyo<br />
Oh reina de las armas!<br />
¡Muera yo en un girón de bandera<br />
Consagrándote mi última plegaria!<br />
Y alzando a ti los brazoS<br />
De su ángel en las alas,<br />
Entonara su canto de victoria<br />
Un desterrado al sal ..Ldar su patria.<br />
Y pues soy sacerdote,<br />
¡Oh Virgen de mi alma!<br />
Haz que amoroso yo imite las virtudes<br />
Dame fervor para siempre predicarlas.<br />
E invocando tu Nornbre<br />
E implorando tu gracia,<br />
Llámame a ti Virgen de las Mercedes<br />
Reina de los cantares de mi infancia.<br />
ocio<br />
Aifixittias de Sta. María de Uniendo<br />
Virgen del siglo XIII y fundadora de 1a3 ffionjas Mercedarlas<br />
El que piensa en servir a Dios habla lo que piensa y practica<br />
lo que habla.<br />
***<br />
x.<br />
185
SI<br />
:11<br />
Donde está Dios siempre se progresa de bien en mejor.<br />
Ninguna cosa del servicio de Dios es imposible si de nuestra<br />
parte cooperamos sin timidez.<br />
* *<br />
El que quiere emplear su amor en Dios ha de estar muy lejos<br />
del amor al mundo.<br />
***<br />
La paciencia de Dios convida a los malos a penitencia; y sus<br />
castigos enseñan a los buenos a tener paciencia.<br />
* %<br />
A los egralos les da Dios bienes, y a sus predilectos quietud<br />
y alegría de corazón.<br />
* *<br />
Sembrar espinas en el prójimo, y querer coger buen fruto de<br />
Dios, es imposible.<br />
*<br />
Toda felicidad de un alma, de una familia, de un pueblo, de<br />
una provincia o de una nación, está, en no perder a Dios.<br />
* * *<br />
Prueba Dios a los suyos hasta dejar la esperanza colgada de<br />
un cabello.<br />
* * *<br />
No hay cosa por pequeña que sea que, si se le junta el amor<br />
y servicio de Dios, no tenga mucha dulzura y valor.<br />
La persona piadosa prefiere los castigos de Dios a los halagos<br />
del mundo.<br />
*<br />
Más severo se muestra el Supremo Juez en castigar las ofensas<br />
hechas contra el prójimo, que las hechas contra El.<br />
* * *<br />
Grande es la ira d -eepios cuando la muestra a los que pecan.<br />
***<br />
Mayor es el amor que Dios tiene por nuestras almas, que el<br />
que todos los bienaventurados tienen a Dios.<br />
* * *<br />
186<br />
Tantos pasos da un alma acercándose a Dios, como son las<br />
buenas obras y buenos deseos que tiene.<br />
** *<br />
No mira Dios tanto el valor del servicio, como la intención<br />
del que lo hace.<br />
000<br />
Al Monte de la Mirra<br />
CAPÍTULO NONO<br />
De las celadas que en esta lucha<br />
tienden al alma los apetitos.<br />
N el sagrado libro del Eclesiástico, se nos descubren<br />
maravillosamente las astucias y ardides de nuestros<br />
desórdenes y amor propio por estas palabras: No<br />
vayas en pos de tus apetitos y deseoE, no sigas tu<br />
voluntad, ni andes tras de tí mismo, porque vendrás a morir a<br />
manos y con gozo de tus enemigos (Eccli, XVIII, 30, 31); que<br />
una de las más ocultas asechanzas en que el alma puede caer con<br />
irrisión y escarnio, es el presumir de sí, así como la humilde<br />
desconfianza aniquila aquel yo corruptible y tenebroso del hombre<br />
viejo, para que viva, reine y domine en nosotros, por comunicación<br />
inefable, el de Aquel cuya gracia nos conforta (Philip.<br />
IV, 13); porque, puesto. caso, que los extremos se tocan, en la<br />
medida que el ánima siente y conoce de sí con humildad, en esa<br />
proporción siente y conoce ..ltarnente de Dios.<br />
Y así vemos que sucedió a Sansón, que mientras con fortaleza<br />
resistió a las acometidas de su propio amor, ocultando la gloria<br />
de su fortaleza en las siete trenzas de su cabellera, venció a los<br />
filisteos burlándose de ellos con victoria; más, apenas presumió<br />
un poco de sí, desmayó de ánimo y cayó en un mortal abatimiento<br />
hasta el punto de revelar a la pasión la verdad de su fortaleza<br />
diciendo: Saldré seguro como antes y me desentenderé de<br />
ellos, sin entender que ya el Señor se había retirado de él; faltaronle<br />
al mejor tiempo las fuerzas y cayó prisionero en manos de<br />
187<br />
:1
sus mismos enemigos quienes le arrancaron los ojos, y así privado<br />
de luz, amarrado con cadenas le condujeron a Gaza en donde<br />
encerrado en una cárcel le esclavizaron haciéndole mover las<br />
ruedas pesadas de un molino. Y así permaneció hasta que tornaron<br />
a renacerle sus cabellos; entonces los príncipes de los filisteos<br />
se juntaron todos para ofrecer sacrificios solemnes a sus falsas<br />
deidades, pero el invocando al Señor dijo: Acuérdate de mí,<br />
Señor, devuélveme mi anterior fortaleza para • vengarme de mis<br />
enemigos y hacerles pagar caro el haberme privado de la luz de<br />
mis ojos. Y agarrando las dos columnas en que estribaba el edificio<br />
sacudiólas fuertemente y cayó el templo envolviendo en su ruina<br />
a los príncipes y demás gente que alli había (Jud. XVI, 16-30).<br />
Por donde se ve que el más leve asomo de propia estima, apaga<br />
en nuestra alma aquella luz divina que el santo Amor hizo salir<br />
de entre la obscuridad de nuestras tinieblas, y que torne a la esclavitud<br />
y aun . a merar de asiento en sombras de muerte, hasta<br />
que corroborado el espírituen total fortaleza por el poder glorioso<br />
de nueva y hermosa claridad, con perfecta paciencia y longanimidad<br />
acompañada de dulce alegría y humilde oración, da en<br />
todo gracias a Dios que la hace digna en la porción y heredad de<br />
los santos, iluminándola con aquella brillante luz que le ha arrebatado<br />
del poder de las tinieblas y la traslada al reino (Colos. I.<br />
11-13) de,su amor, descubriéndole el rayo de su luz y enderezando<br />
sus pasos al camino de la paz, para que por ella entre en<br />
el descanso de las eternas moradas, porque el propio conocimiento<br />
y la humilde confesión de su nada, es camino para ir al Amor<br />
que es verdadero Camino y vida que vivifica nuestra vida, destruyendo<br />
el imperio de la muerte, sacando a luz la vida y la inmortalidad<br />
(II Timot. I, .10). Y pues es milicia la vida del hombre<br />
sobre la tierra (Job. VII, I), quien quiera que empieza a librar<br />
estas batallas, debe vivir sobriamente, armado de la cota de la fé,<br />
del escudo de la caridad y del yelmo de la esperanza de la salud<br />
(I Thesal, V, 8), disponiendo siempre su espíritu para la lucha<br />
(Eccli. II, 1); y como estos combates espirituales se originan del<br />
desorden de nuestros apetitos (Jacob. VII, 1) que entonces se levantan<br />
a mayores cuando imaginamos van de vencida, de aquí<br />
la imperiosa necesidad de pedir al Señor con lágrimas que, del<br />
modo que sea de su agrado, nos haga sentir los efectos de su misericordia,<br />
para que así como la soberbia de nuestros enemigos<br />
ha llenado de inquietud nuestra mente, así la humildad venga a<br />
ser un motivo de gloria (Judith, VIII, 17). Que estos lazos de<br />
nuestro amor propio son las sombras y tinieblas en que anda envuelto<br />
el abismo de la tenebrosa cárcel de esta vida en la cual<br />
está, encarcelada el alma hasta que brille el dia 'y desaparezcan las<br />
sombras (Cant. IV, 6) y con la virtud de la gracia amanezca en<br />
las aliñas el Lucero (II Petri, I, 19) alumbrándolas para que le<br />
conozcan como es en Sí, obscureciendo toda otra luz y claridad<br />
delante de esta Luz en comparación de la cual toda otra extraña<br />
claridad es confusión y tinieblas. Y si bien es cierto que en los<br />
campamentos celestiales la paz y la guerra tienen bellísimas flores<br />
con las cuales seran ceñidas de inmortalidad i las sienes de los<br />
valerosos soldados de la cruz (Beda, Serm. • de Sanctis, XVIII),<br />
no obstante el Señor les ejercita acá abajo en el sufrimiento y rigores<br />
de la guerra, armándoles caballeros, ciñéndoles la espada<br />
y adiestrándoles en las celadas de esta espiritual lucha hasta tanto<br />
que persigan a sus enemigos, sin volver pie atrás ., resistiendo<br />
a, sus asaltos y acometidas; que solamente los que han sido purificados<br />
con muchas tribulaciones, y salieran bien librados de estas<br />
batallas entrarán a reinar con el Amor (Actuum XIV, 21) y a recibir<br />
la corona de la vida, prometida a sus fieles amadores (Jacob<br />
I, <strong>12</strong>). Todo lo cual echamos de ver en los gloriosos Príncipes de<br />
los Apóstoles; a San Pedro, caído (Joann. XVIII, 25) por vana<br />
presunción y excesiva confianza de si mismo (Marc. XIV, 29)<br />
después de haber sido testigo de la magnífica gloria y resplandeciente<br />
hermosura del Señor en el Monte Santo (II Petri I, 17, 18),<br />
y a San Pablo pidiendo ser librado . del estímulo de sus apetitos<br />
después de contemplar en el Paraíso aquellas inenarrables revelaciones<br />
y misteriosos arcanos (II Corinth. XII, 1-7) que desde que<br />
el mundo es mundo nadie ha entendido, ni el oido oyó, ni la<br />
vista vió, ni cabe en la mente lo que Dios tiene preparado para<br />
aquellos que esperan en El (Isai. LXIV, 4); y,: por semejante manera,<br />
a las almas que por sendas de amor van subiendo a este<br />
sublime monte de la mirra (Cant. IV, 6) convlene orar sin intermisión<br />
(I Thes. V, 17) ceñida la espada al muslo por los temores<br />
nocturnos (Cant. III, 8); que esto mismo nos aconseja el Doctor<br />
de las gentes diciendo: Confortaos en el Señor y en el poder de<br />
su virtud; vestid la armadura de Dios. para que podais entrar firmes<br />
contra los asaltos del enemigo (Ephes. VI, 10). Y si con todas<br />
veras desea el ánima perseverar en aquella pureza . de intención<br />
que le guía a la verdadera Luz, ha de mortificar todo apetito<br />
sin codiciar cosa alguna, pues para llegar a aquella introversión<br />
íntima y amorosa por la que ya en esta vida mortal se manifiesta<br />
en nosotros la vida de Jesús (II Corinth. IV, <strong>12</strong>) ha de morir<br />
todo lo que vive oculto en lo escondido del alma; de la manera<br />
que Josué mandando abrir la boca de la cueva (por la que se significa<br />
cualquier afecto y raíz de amor propio a donde se eseonden<br />
188<br />
189
u.<br />
los demás apetitos) y descubriendo allí los cinco reyes (debajo de<br />
cuya imägen se han de ver los desórdenes de los cinco sentidos)<br />
les dió muerte, y sin dejar la espada de la mano asoló todo el<br />
país sometiendo a los demás reyes y sus territorios, porque el<br />
Señor peleó por él (Jud. X, 17-42). Y la razón principal porque,<br />
en sentir de los Teólogos místicos, debemos desasirnos de nuestros<br />
enemigos descubriendo a tiempo sus celadas, es porque así<br />
como el acto de virtud .da la mano a las demás virtudes, de igual<br />
modo cualquier apetito voluntario por mínimo que sea, causa 'en<br />
el alma los efectos contrarios. Porque tomando diversas figuras<br />
según la variedad de nuestras aficiones, a unos espanta con el<br />
terror de la noche, a otros traspasa con la saeta que vuela de día,<br />
a otros engaña con el negocio obscuro, a otros conturba con el<br />
demonio del mediodía (Ps.-XC 5 y 6), echándose de ver claramente<br />
que no somos suficientes, ni nos bastamos a nosotros mismos<br />
para pensar cosa de nosotros, como si fuera nuestra, pues de El<br />
nos viene toda nuestra suficiencia (II Corinth. III, 5). No desmaye<br />
pues el espíritu, ni desconfie que guiándole el Señor con alegría<br />
en la luz de su majestad (Baruch. V, 8) llegará a las consolaciones<br />
del divino amor y gustará en esta vida de sus suaves<br />
delicias y regaladas mercedes.<br />
(Se continuará).<br />
oØ®<br />
FR. AMERIO S. BLANCO.<br />
EN NOCHEBUENA<br />
A MIS ANCIANOS PADRES<br />
UN año más en el hogar paterno<br />
Celebramos la fiesta del Dios-Niño,<br />
Símbolo augusto del amor eterno,<br />
Cuando cubre los montes el invierno<br />
Con su manto de armiño.<br />
Como en el dia de la fausta boda<br />
O en el que el santo de los padres llega,<br />
La turba alegre de los niños juega,<br />
Y en la ancha sala la familia toda<br />
De noche se congrega.<br />
•La roja lumbre de los troncos brilla<br />
Del pequeño dormido en la mejilla,<br />
Que con tímido afán su madre besa;<br />
Y se refleja alegre en la vajilla<br />
De la dispuesta mesa.<br />
A su sobrino„/que lo escucha atento,<br />
Mi hermana dice el pavoroso cuento,<br />
Y mi otra hermana la canción modula<br />
Que, o bien surge vibrante, o bien ondula<br />
Prolongada en el viento.<br />
Mi madre tiende las rugosas manos<br />
Al nieto que huye por la blanda alfombra;<br />
Hablan de pié mi padre y mis hermanos,<br />
Mientras yo, recatándome en la sombra,<br />
Pienso en hondos arcanos.<br />
Pienso que de los días de ventura<br />
Las horas van apresurando el paso,<br />
Y que empaña el oriente niebla oscura,<br />
Cuando aún el rayo trémulo fulgura<br />
Ultimo del ocaso.<br />
¡Padres míos, mi amor! Cómo envenena<br />
Las breves dichas el temor del daño!<br />
Hoy presidís nuestra modesta cena,<br />
Pero en el porvenir.., yo sé que un año<br />
Vendrá sin Noche-Buena.<br />
Vendrá, y las que hoy son risas y alborozo<br />
Serán muda aflicción y hondo sollozo,<br />
No cantará mi hermana, y mi sobrina<br />
No escuchará la historia peregrina<br />
Que le dá miedo y gozo.<br />
No dará nuestro hogar rojos destellos<br />
Sobre el limpio cristal de la vajilla,<br />
Y, si alguien osa hablar, será de aquellos<br />
Que hoy honran nuestra fiesta tan sencillo<br />
Con sus blancos cabellos.<br />
Blancos cabellos cuya amada hebra<br />
Es cual corona de laurel de plata,<br />
Mejor que esas coronas que celebra<br />
La vil lisonja, la ignorancia acata,<br />
Y el infortunio quiebra.<br />
190
¡Padres míos, mi amor! Cuando contemplo<br />
La sublime bondad de vuestro rostro,<br />
Mi alma a los trances de la vida templo,<br />
Y ante esa imagen para orar me postro,<br />
Cual me postro en el templo.<br />
Cada arruga que surca ese semblante<br />
Es del trabajo la profunda huella,<br />
O fué un dolor de vuestro pecho amante,<br />
La historia fiel de una época distante<br />
Puedo leer yo en ella.<br />
La historia de los tiempos sin ventura<br />
En que luchästeis con .la adversa suerte,<br />
Y en que, tras negras horas de amargura,<br />
Mi madre se sintió más noble y pura<br />
Y mi padre más fuerte.<br />
Cuando la noche toda en la cansada<br />
Labor tuvisteis vuestros ojos fijos,<br />
Y, al venceros el sueño a la alborada,<br />
Fuerzas os dió a posar vuestra mirada<br />
En los dormidos hijos.<br />
Las lágrimas correr una tras una<br />
Con noble orgullo por mi faz yo siento,<br />
Pensando que hayan sido por fortuna.<br />
Esas honradas manos mi sustento<br />
Y esos brazos mi cuna.<br />
¡Padres míos, mi amor! Mi alma quisiera<br />
Pagaros hoy la que en mi edad primera<br />
Sufristeis sin gemir, lenta agonía •<br />
Y que cada doior de entonces fuera<br />
Germen de una alegría.<br />
Entonces vuestro mal curaba el gozo<br />
De ver al hijo convertirse en mozo,<br />
Mientras que al verme yo en vuestra presencia<br />
Siento mi dicha ahogada en el sollozo<br />
De una temida ausencia.<br />
Si el vigor juvenil volver de nuevo<br />
Pudiese a vuestra edad, ¿por qué estas penas?<br />
Yo os daría mi sangre de mancebo,<br />
Tornando así con ella a vuestras venas<br />
Esta vida que os debo.<br />
192
Que de tal modo la aflicción me embarga<br />
Pensando en la posible despedida,<br />
Que imagino ha de ser tarea amarga<br />
Llevar la vida, como inútil carga,<br />
Después de vuestra vida.<br />
-Ese plazo fatal, sordo, inflexible,<br />
Miro acercarse con profundo espanto,<br />
Y en dudas grita el corazón sensible:<br />
—((Si aplacar al destino es imposible,<br />
¿Para qué amarnos tanto?.».<br />
Para estar juntos en la vida eterna<br />
Cuando 'acabe esta vida transitoria:<br />
Si Dios, que el curso universal gobierna,<br />
Nos devuelve en el cielo esta unión tierna,<br />
Yo no aspiro a más gloria.<br />
Pero en tanto, buen Dios, mi mejor palma<br />
Será que prolongueis la dulce calma<br />
Que hoy nuestro hogar en su recinto encierra:<br />
Para marchar yo sólo por la tierra<br />
No hay fuerzas en mi alma.<br />
000<br />
VICENTE W. QUEROL.<br />
FRAY GABRIEL, TELLEZ<br />
(Conclusión)<br />
Siendo esencialmente un autordramático, no está sin embargo,<br />
perfecta y completamente representado por su teatro, cuya<br />
primera parte salió a luz en 1627, la tercera en 1634, la segunda<br />
y la cuarta en 1635, y la quinta en 1637. Una de sus más<br />
célebres comedias es El condenado por desconfiado, de la cual quieren<br />
algunos privar a Tirso; no obstante la manera de tratar el<br />
asunto es característica de nuestro fraile. Paulo que ha dejado el<br />
mundo, para haceree ermitaño, pide a Dios su salvación futura;<br />
pero sueña que sus pecados exceden a sus méritos, e impulsado<br />
por el demonio, va a Nápoles en busca de Eurico, cuyo término<br />
ii<br />
1:<br />
ha de ser idéntico al suyo. Descubre que Eurico es un tramposo<br />
espadachin y en su desesperación adopta la Vida de bandido. Entre<br />
tanto Eurico demuestra alguna virtud rehusando dar muerte a un<br />
anciano cuyas facciones le recuerdan las de su propio padre, y en<br />
cambio mata al maestro o jefe suyo, que se burla de él al observar<br />
su desistimiento. Marcha luego a donde Paulo y su cuadrilla están<br />
ocultos. Paulo, vestido de ermitaño, exhorta inältimente a<br />
Eurico a que confiese sus pecados y se arrepienta. Sin embargo,<br />
ese arrepentimiento viene luego, y Pedrisco (criado de Paulo)<br />
ve a ascender al cielo a Enrico. Engañado por el diablo, Paulo<br />
rehusa dar crédito a Pedrisco y muere condenada por su mismo<br />
orgullo y desconfianza. La tesis de este drama, desenvuelto con<br />
notable arte y con gran conocimiento de la doctrina teológica, es<br />
el antiguo conflicto entre la predestinación y el libre albedrío. (1)<br />
. Algunos atribuyen la comedia a Lope, fundados en que las<br />
escenas pastoriles parecen escritas en su mismo- estilo pero no es<br />
creible que Lope consintiera en publicar la obra con el nombre<br />
de Tirso. El Sr. Menéndez y Pelayo no ha de ser sospechoso en<br />
contra de Lope; pues bien: asegura que el único autor dramático<br />
español adornado de conocimientos teológicos suficientes para escribir<br />
El Condenado, era Tirso, quien por esa sola obra podría<br />
figurar entre los más insignes dramáticos de su país. -<br />
La obra que ha inmortalizado a Tirso es su Burlador de Sevilla<br />
y Convidado de piedra, impresa , por vez primera en Barcelona<br />
en 1630 como la séptima -en númera- de Doce comedias nuevas de<br />
Lope de Vega Carpio, y otros autores; y la omisión del Burlador<br />
en todas las ediciones autorizadas a inducido a críticos de nota a<br />
discutir la atribución de la comedia a Tirso. (2) El descubrimiento<br />
de una nueva versión en 1630 movió a D. Manuel de la Revilla<br />
a sostener que la comedia era de Calderón, fundándose en que<br />
figura en la portada el nombre de Calderón y en que Calderón no<br />
atentó jamás a la propiedad ajena. Este último es evidentemente<br />
una exageración para no mencionar más que unos cuantos casos,<br />
baste decir que A secreto agravio secreta venganza, de Calderón, es<br />
un arreglo del Celoso prudente de Tirso, y el segundo acto de Los<br />
cabellos de Absalón, de Calderón, está copiado casi palabra por palabra<br />
del tercer acto de La venganza de Tamar, de Tirso. Por todo<br />
esto, pues, puede estimarse a Tirso como creador del Don Juan,<br />
1 Hay tambiAn en la producción de Tirso algo de aquella idea según la cual<br />
«el pecado no es más que la sombra de la duda», tesis desarrollada con exquisito arte<br />
por P. A. de Alarcón en La Pródiga. Y sin embargo como el autor de la Visión deleitable<br />
decía: «El subdar fué siempre camino para la verdad» (A. 13.‘.<br />
2 Véase el estudio del Sr. Farinelli, D. Giovanni; Note critiche. Torino. 1896, paginas<br />
37-39.—(A)<br />
u.<br />
194<br />
eirj=====;,'<br />
1%
—<br />
No es menester analizar una comedia con la >cual Mozart el mas<br />
ateniense de los hnisic sos,• ha familiarizado al mundo, ni es posible<br />
hacer traduCción alguna 'en' el eStadci'de corruPción en que hoy poseemos<br />
el texto. Es dudoso 'si . existió o no uh';DOn Juan histórico<br />
en Plasencia o en SeVilta„ porque algunos folklúristas han hallado<br />
la tradición'en'Tuntös tarrlej -and's'de España como Islandia; pero<br />
es gloria dé eirso haberla expnesto de Manera que el Mundo<br />
acepte el tipo, como creación> genuinamente española. El Festin<br />
de Pierre (1), (1659) por 'Dorimond; el 'Fas CriMinel (1660) de<br />
De Villiers;• el •Dön Juan , (1 . 665), 'de Moliere, el Nouveau Festín<br />
de Pierre' (1'670) de Resiniond, y el arreglo de Tomas Corneille<br />
no son ' tnäs' qué un pálido' reflejo -de la 'obra española que trasciende<br />
.-al 'Libertine (1676) de Shadvsr el (2) hasta llegara Byron,<br />
Zorrilla, Barbey, d` Aureville >y Flaubert (cayo bosquejo póstu -<br />
hm sigue de'Cerca Al original); Ni'nno sólo ele estos últimos esdritores<br />
ha logrado"repróducir la aristoc,rAtica dignidad, el inicuo<br />
elnfernal valor' del' tiPo l original. : Haber Creado un tipo universal,<br />
haber impireStä al MuntIO :tiri scaraCter; haber sobrevivido a toda<br />
competencia,habehtraflifeStado con palabraS lo que Mozart sólo<br />
pudo expreSar >eón' la'hitisica, >es para colócar a un escritor entre<br />
l'Os cread :ore-S Trniís nsiglies 'd 'los tiempos':<br />
Si Tirso Se > distheie'en drama; no- sobresale menos en la<br />
Comedia > ligera Coito El''Veryon:táso 'en Palacio donde Mireno el<br />
prudente corteSanb-, ese eSentado con' singular delicadeza y en<br />
la origina/Intriga de' bon-Git de las Calz'as verdes donde las transformacikles'<br />
de Juana en Elvira y en' Don Gil son tan'sutiles y<br />
regocijadas,' ckbe : aun-E-tiempo couirinden y deleitan al lector, lo<br />
mismo > que el 'Córriieo trio.,' de •La Villana de Vallecas o la pintura<br />
de la taimada ' hipocresia"de Marta 'la : piadosa. Estaba destinado<br />
Tirso a ser cilvidado,;b6sóló pöri el público en generar sino por<br />
los mismos' autores drarmiticoS que aprovechaban sus ¡ producciones;<br />
lo cual, corno ; eri el' Acaso-de . Lee, es debido en parte a la<br />
rareza de : Sus ediciones. Sin 'embargo 'así y todo ese olvido es incomprensible;<br />
pues' es dieit encontrar 'en 'cualquier literatura<br />
un escritor de Sus prendas'NOtiene la sorprenderite'facilidad de<br />
Lope',.ni su: Variedad'ihfinita; -ni- sus recursäs;' además, su natural<br />
franqueza le-ha-hechó adquirir fama de poco decente. Posee<br />
no ;obstante; 'fantasía; sehtitniento, golpe de vista y conocimiento<br />
de los efectos dramáticos. Pudo crear caracteres, y sus mujeres,<br />
1 .0, como dice un ,bienaventuradertreductor, El<br />
1 Tomas<br />
.Festín de Pedro. (1).—(A. B.).<br />
Shadwell (1640-102), poeta y ,<br />
Decía, sin embargo,<br />
dramaturgo inglés, satirizado por<br />
'<br />
Dryden.<br />
Rochestdr que si Shadwell hubiese queinado<br />
publicado su 'c . toclos sus escritos y<br />
onversación, reconocería el mundo' tema más gracia y humor que<br />
otro cualquier poeta.—(A. B.).<br />
aunque menos nobles son más reales , ele las de l'jope., merced a<br />
su natural desenfado y seductor- abandono. A : veces ,su dicción<br />
tiende al gongorismo, conio.•acontece .en., El amor y , e1 amistad;<br />
donde cierto personaje, a la vista de unamiontafia habla de.«—Alta<br />
presunción de nieve—Pirámide de diamante—Encelado que,<br />
gigante—Al primer zallr . se . atreve.»pero esto eS,ésbepcional, y<br />
su hostilidad respecto al' baité3-ani:srnó'ihsPir6 u Otigóra más de<br />
un punzante epigrama Contra él. Tirso no tenía la pasmosa destreza<br />
de Lope, y considerando la madurez* del genio español parece<br />
raro que no hubiese escrito comedia alguna anteS de 1606 o<br />
1608. Ademas, escribió a interValoS, en' riMilientos robados al<br />
cumplimiento de la' obligación, >y, sobre haber empezado tarde,<br />
acabó demasiado pronto: 'Aún así; pudo . gloriarse . en-1621 de ha'-<br />
her escrito 'trescientas comedias, número que después ascendió a<br />
cuatrocientas. Quedan solamente unas ochenta; - decir, que las<br />
cuatro quintas partes de su-treatro han perecido, siendo esta pérdida<br />
sensible para los que de buen grado quisierah-conocer todos<br />
los aspectos de su personalidad literaria. :Pero la,s. obras restantes<br />
bastan para justificar sil renombre', 4fie, COMO . el de Lope, crece<br />
de día en día. Saliese ,que im Comedia de M'onfletirY,' La Dame Medecin<br />
s está tomada del' 14992 . Or 971MiCO; y 'el .hechó I.e que Fi 00p,ortunity<br />
(1634), de Shirley está' ba&tda en . El castigo del lenseqüp<br />
(1613) demuestra' que la reputación de Tirso llegó hasta Londres<br />
mientras 'vivía.<br />
• JAIME FITZMAURICE-KELLI.<br />
: tt) 1<br />
000<br />
SECCIÓN DE 1ÑO,TICIRS<br />
DESDE FERROL<br />
MES DE ÄNIMAS.—Con gran 'concurrencia Se celebró eh<br />
nuestra iglesia predicando todos los días el 11. P. Gaite, Pector<br />
de este Colegio. . • • - • e'• ; •. EJ<br />
DE VIAJE.—Con'granSentilniento hernoS Viste; partir ä nuestros<br />
queridos hermano:s•los,R, EugeniAH y.':Serapio, destinados<br />
a los conventos, de Lérida y• :el. Olivarrespectivamente,<br />
para cuyas casas reclama .la obediencia, sus,yalio.sos servicios. .);1;<br />
196<br />
197<br />
u.
u.<br />
A SAN SERAPIO.—Siguiendo la costumbre de años anteriores,<br />
tubo lugar en nuestra iglesia la novena en honor de este indito<br />
mártir mercedario, cantando las glorias del ilustre caballero<br />
de Cristo el R. P. Rector.<br />
ESCUELAS DOMINICALES.—Esta importantísima institución<br />
celebró Comunión General el- día de San Serapio. El Coro<br />
de alumnas interpretó una bellísima partitura en la misa cantada<br />
en honor del Santo. Ofició en ella el R. P. Serapio Director de<br />
las Escuelas.<br />
DIFUNTOS DE LA ORDEN.—En este día en que la Merced<br />
conmemora a sus amados hijos difuntos hemos visto acercarse a<br />
la sagrada mesa a nuestros hermanos Terciarios y a multitud de<br />
fieles.<br />
JUEVES EUCARÍSTICOS.—Esta piadosa asociación celebró<br />
sus cultos mensuales con la solemnidad acostumbrada, Predicó<br />
el P. Gaite Director de esta obra.<br />
ESCUELA OBRERA.—Con felicísimos augurios hizo su aper<br />
tura de curso esta benéfica institución, cuyos brillantes resultados<br />
garantiza el nombre de su dignísimo Director, nuestro querido<br />
amigo D. Manuel Montes y la meritísima labor de la señora.<br />
Presidenta y demás señoras y señoritas juntamente con las bellas<br />
disposiciones de multitud de obreros que desde sus comienzos<br />
asisten asiduamente a las clases y demás ejercicios de piedad y de<br />
cultura que celebra tan simpática Asociación.<br />
Nuestra cordial enhorabuena a todos y en especial a su fundadora<br />
la celosa señorita Mercedes de la Escalera.<br />
ANIVERSARIOS.—Con exposición de S. I). M. se han celebrado<br />
misas por el alma del Excmo. Sr. D. Antonio de la Rocha<br />
y Doña Evangelina Franco de Barros. (R. I. P.)<br />
A ZARAGOZA.—Salió con objeto de predicar la Novena de<br />
ánimas el M. R. P. Francisco J. Ferrer, Asistente General de la<br />
Orden.<br />
CORO DE LA SANTA CRUZ.—Inauguró el día 3 un preciosísimo<br />
estandarte bordado por la señora Comendadora de la<br />
V. O. T.<br />
ROPERILLO DE SAN VICENTE.—Celebraron el 22 comunión<br />
general y misa, en la que predicó el P. Director.<br />
LA PRINCESITA.—Con gran concurrencia se vió obsequiada<br />
la Virgen María en la tierna advocación de su Presentación en el<br />
templo con que es solemnizada todos los años por las religiosas y<br />
alumnas del acreditadísimo Colegio de la Enseñanza. Predicó el<br />
Dr. D. Isidoro Conde y ofició D. Benito Micado.<br />
NUESTRO SANTO ESCAPULARIO.—Lo recibió de manos<br />
del R. P. Ameno, el ilustrado y fervoroso Capellán de la Armada<br />
nuestro querido amigo Dr. D. Faustino Martínez; igualmente<br />
ingresaron como novicios de nuestra V. O. T. la Sra. D. Constantina<br />
Montero y su hija D. Maria Franco de Montero. Nuestra<br />
enhorabuena.<br />
EL DÍA VEINTICUATRO.—Como todos los meses honraron<br />
en este día a Nuestra Sma. Madre los coros de nuestra V. O. T.<br />
con la comunión general que ha sido muy solemne.<br />
ABSOLUCIÓN GENERAL—El día 25 fiesta de Santa Catalina,<br />
acudieron a recibirla multitud de fieles.<br />
NIÑO DE PRAGA.—Resultaron muy devotos los ejercicios<br />
al Santísimo Niño Jesús. Los dirigió el R. P. Amerio, quien dió<br />
la bendición a los numerosos niños y niñas de este lucido coro.<br />
DÍA DE RETIRO.—Lo han practicado en nuestra iglesia las<br />
diversas Asociaciones en ella establecidas, dirigiéndolo el R. P.<br />
Gaite.<br />
CUARENTA AVE-MARÍAS.—El día 30 comenzó este piadoso<br />
ejercicio.<br />
INDULGENCIAS PARA EL MES DE DICIEMBRE.—Plenaria<br />
con absolución General el día 8, fiesta de la Inmaculada, y<br />
los días 5, <strong>12</strong>, 15, 17, 18, 19, 24, 25, 26, 27, y 28, plenarias.<br />
PRIMERA COMUNIÓN.—E1 día 27 del mes pasado la recibió<br />
en nuestra iglesia, la niña Pilarita Ugidos Soler. El R. P. Rector<br />
que celebraba la misa pronunció con este motivo un elocuente<br />
fervorín.<br />
A la simpática niña y a su apreciable familia nuestra más<br />
cordial enhorabuena.<br />
EL P. CARLOS CARNEVALI.—Estuvo unos días entre nosotros<br />
que, debido a su bondadoso trato y amabilidad, nos parecieron<br />
bien fugaces; pero el atender al plantel de nuestros postulantes<br />
de quienes ha sido nombrado Maestro, reclamaba su presencia<br />
en el monasterio de Sarria de cuya casa es conventual.<br />
EL P. ELIAS BUJ.—Procedente del Convento de Santa María<br />
del Olivar ha llegado a Ferrol este virtuoso religioso, que suma a<br />
sus excelentes cualidades, un carácter exquisito y amable. Sea<br />
bien venido el culto y querido hermano y séale grata su estancia<br />
entre nosotros.<br />
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u.<br />
NUESTROS TERCIARIOS DE LA MERCED.—Interesa<br />
los profesos que aun no hayan recibido el diploma lo soliciten<br />
por medio de sus respectivos Directores de Coro, a fin de que sean<br />
expedidos antes del año próximo. Asimismo rogamos a cuantos<br />
hayan de tornar parte en la tradicional SUERTE DE LOS SANTOS que<br />
se celebrará, el 31 de este mes de Diciembre, envíen los nombres<br />
de sus,.difuntos a tiempo para que sean incluidos en las oraciones<br />
y sufragios.<br />
Alhajas para la Custodia<br />
Se siguen recibiendo de numerosos fieles devotos del Santísi -<br />
mo Sacramento. Deseamos vivamente 4ne. dunda el ejemplo para<br />
dar cima cuanto antes a este eucarístico proyecto.<br />
IMP. Y EST. DE EL CORREO GALLEGO FERROL<br />
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