Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
a cinematográfica en Wuremberg. Dice que las leyes promulgadas<br />
recientemente en Suecia, y Austria se limitan a prohibir la<br />
entrada en las salas cinematográficas a los niños, hasta cierta<br />
edad; pero que en Wurtemberg se va mucho morís lejos y con mayor<br />
estudio, pues no sólo se puede prohibir una película en nombre<br />
de la-moral, sino también en nombre de la higiene y de la<br />
estética.<br />
Otro autor, Mann, dice que la lucha eficaz contra la película<br />
imbécil o corruptora, puede emprenderse con mucha eficacia por<br />
la prensa cuotidiana. Pero, ¿cómo hacer esto mismo en España<br />
donde la imbecibilidad cinematográfica tiene adoradores y la crudeza<br />
excita curiosidades, aún en las damas de las clases acomodadas?<br />
Samulet y Borm, en un folleto publicado en Berlín el afro <strong>12</strong>,<br />
se refieren . a la importancia del cinematógrafo para llegar a ser<br />
obra de arte; y expresan que a lo menos no debe convertirse en<br />
flagelo corruptor de la sociedad. Denuncian los grandes trusts<br />
internacionales, judaicos, que son sordos a la parte educativa del<br />
cinema y atienden sólo a las ganancias; y declaran que los Estados<br />
tienen la obligación de luchar contra estos empresarios y sus<br />
agentes, sin tregua, hasta dominarlos, pues solamente los Estados<br />
son poderosos para hacerlo.<br />
He aquí la preocupación de los hombres civilizados respecto<br />
del cinematógrafo. Entre nosotros,—a lo menos en algunas casas,<br />
tal vez en la mayoril,—pasa por buena conversación la niña que<br />
cuenta los argumentos de las peliculas.—No hay nada más desolador<br />
que escucharlas, parte por parte, cuadro por cuadro, tan<br />
vulgares de sentimientos corno de palabras. Creen que esto revela<br />
inteligencia, imaginación; casi diríamos que se creen artistas y<br />
literatas. Mas de una va a ofrecer cándidamente sus servicios al<br />
Círculo de Lectura para leer dos o tres de estos argumentos: «El<br />
alma femenina en el Cinema», por ejemplo.<br />
El cinematógrafo está formando otra clase de niños y otra calidad<br />
de mujeres que las de antaño. La muchachita que guardaba<br />
en el fondo del alma la estrella azul, la que tenía el espíritu fresco<br />
y transparente y bruñido, como la superficie de un lago profundo<br />
en calma, es ahora una marisabidilla cuyos ojos de gata<br />
, revelan conocerlo todo. Enseñanza y moral de cinematógrafo.<br />
¡Cómo se deprime el encanto de la adolescencia!<br />
FR. 1. VALENCIA.<br />
--)1/0. a bid/y 1101110 de CHslilla y Porluol<br />
TERCIARIA DE LA MERCED r<br />
u nombre, olvidado por los cronistas de la Orden,<br />
es uno de los muchos que los documentos nos revelan<br />
y que deben añadirse al catálogo de personas venerables<br />
por sus virtudes y ferviente amor a la Merced,<br />
de la que fue terciaria profesa.<br />
Nació D. Beatriz en Coimbra el año 1372, siendo el tercer<br />
hijo de los 'Reyes D. Fernando y D. Leonor Telles. Sus dos hermanos<br />
murieron de corta edad, y quedó ella por heredera de la<br />
corona, siendo jurada en las Cortes de Leiria en 1366. El 17 de<br />
mayo de 1383 se desposó en Badajoz con el Rey D. Juan I de<br />
Castilla.<br />
Sabida es la guerra que estalló entre las dos coronas a la<br />
muerte de D. Ferna,4do, por negarse los Portugueses a ser gobernados,<br />
ni siquiera temporalmente, por el Rey de Castilla, que<br />
fué derrotado en Aljubarrota en 1385.<br />
D. Beatriz tuvo al parecer un solo hijo, D. Miguel, fallecido<br />
en 1385, y a la muerte del Rey en 1390, hizo propósito (quizá<br />
voto) de continencia, negándose a todos los partidos que se ofrecieron,<br />
apesar de no contar entonces más de 18 afros.<br />
Pidió entre otros, su mano el Duque de Austria Alberto V,<br />
después Emperador de Alemania, enviando para ello una embajada<br />
a Castilla en 1409, según detalladamente refiere la Crónica<br />
de D. Juan II, en términos sumamente honrosos para la Reina.<br />
Yo<br />
174<br />
175