Mayo: Fiesta de las Lenguas y diversidad cultural - Ciudad Viva
Mayo: Fiesta de las Lenguas y diversidad cultural - Ciudad Viva
Mayo: Fiesta de las Lenguas y diversidad cultural - Ciudad Viva
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Por Juan Gustavo Cobo Borda<br />
m a y o d e 2 0 1 1 | pá g i n a m -i i i<br />
Freda Sargent o el enigmático po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> la poesía<br />
Esta artista inglesa, quien estudió<br />
con Viera da Silva en su estudio<br />
<strong>de</strong> París, y cuyos cuadros se<br />
encuentran en la Tate Gallery <strong>de</strong> Londres<br />
y en la colección <strong>de</strong>l gran crítico e<br />
historiador sir Kenneth Clark, expone<br />
ahora en la galería El Museo <strong>de</strong> Bogotá.<br />
Quince óleos <strong>de</strong> pequeño formato.<br />
Quince óleos <strong>de</strong> mediano formato,<br />
don<strong>de</strong> el paisaje, el bo<strong>de</strong>gón o el retrato<br />
están concretados en una pincelada<br />
que tiene tanto <strong>de</strong> caligrafía aérea<br />
como <strong>de</strong> sinceridad expresiva. Porque<br />
lo primero que sorpren<strong>de</strong> es su <strong>de</strong>lica<strong>de</strong>za<br />
visionaria, honda <strong>de</strong> misterios<br />
y amor por <strong>las</strong> presencias, sea la luna<br />
solitaria en una noche luminosa, sean<br />
mujeres, sentadas, en interiores don<strong>de</strong><br />
la circunvolución <strong>de</strong>l trazo <strong>las</strong> fija<br />
con rigor pero a la vez les abre en suscitaciones<br />
y ósmosis.<br />
Su pintura está cargada <strong>de</strong> una<br />
energía palpable en sus tonos azules,<br />
ver<strong>de</strong>s, blancos o grises, con la que el<br />
color adquiere un ritmo <strong>de</strong> fusión con<br />
lo subjetivo como al mismo tiempo<br />
una técnica <strong>de</strong> composición don<strong>de</strong> la<br />
silla, el florero, los caballos o <strong>las</strong> mir<strong>las</strong><br />
nos sumergen en un mundo en el que<br />
no han perdido <strong>las</strong> magias verbales y<br />
visuales <strong>de</strong> la infancia. El encanto <strong>de</strong><br />
una naturaleza, que está tanto en la<br />
mente como en un fresno o en aquella<br />
característica única <strong>de</strong> la poesía inglesa,<br />
siempre en diálogo con lagos, cascadas,<br />
fuentes y árboles seculares.<br />
No es <strong>de</strong> extrañar entonces que la<br />
exposición esté jalonada por textos inolvidables,<br />
sean <strong>de</strong> Alfred Tennyson o<br />
<strong>de</strong> T.S. Eliot. De William Wordsworth<br />
y <strong>de</strong> William Blake. Ya que la sensibilidad<br />
<strong>de</strong> Freda Sargent es <strong>de</strong> un tipo<br />
muy especial: aquella que admite la<br />
fragilidad fugitiva <strong>de</strong> <strong>las</strong> cosas. Unas<br />
hojas que caen en una fuente. Una<br />
nube que refleja un río. La transparencia<br />
cristalina <strong>de</strong> un jarrón, y todo ello<br />
en su proverbial clima espiritual <strong>de</strong> silencio<br />
nocturno, aromado siempre <strong>de</strong><br />
flores, pero dotado a la vez <strong>de</strong> una claridad<br />
que sólo la mirada reconciliada<br />
con el mundo asimila y compren<strong>de</strong>.<br />
Este puente que la pintura obliga a<br />
cruzar para compartir un símbolo <strong>de</strong><br />
Semana Santa, el abigarramiento cromático<br />
en su textura impresionista, <strong>de</strong><br />
un macizo táctil <strong>de</strong> pétalos, violetas,<br />
ocres, marrones, como un himno <strong>de</strong><br />
celebración y gozo.<br />
Es admirable que alguien nos restituya,<br />
con tanto encanto y sabiduría,<br />
<strong>las</strong> fluctuantes ondulaciones <strong>de</strong> una<br />
naturaleza plástica que no <strong>de</strong>smerece<br />
nunca <strong>de</strong> la otra, la naturaleza hoy en<br />
día mancillada y explotada sin misericordia.<br />
Contra la erosión <strong>de</strong> la técnica,<br />
el frescor hondo y grávido <strong>de</strong> una rosa.<br />
Una rosa y un futuro que sólo<br />
pue<strong>de</strong> atisbar, con temblor y ansia,<br />
la mirada <strong>de</strong> una niña pintora que<br />
recuerda tres pequeñas compañeras<br />
<strong>de</strong> colegio con sus uniformes grises,<br />
asomándose en un puente a la fugacidad<br />
<strong>de</strong> la vida en forma <strong>de</strong> tren. Un<br />
soberbio cuadro, don<strong>de</strong> lo férreo <strong>de</strong> la<br />
estructura metálica, el trazo firme y<br />
negro <strong>de</strong> <strong>las</strong> líneas que lo estructuran,<br />
se sumergen en esa nube blanca <strong>de</strong>l<br />
humo que envolverá todo en el sueño<br />
real pero a la vez imaginario <strong>de</strong> una<br />
escena que sólo Freda Sargent pudo<br />
captar y mantener, para siempre.<br />
Como suce<strong>de</strong>, por cierto, en muchos<br />
<strong>de</strong> esos rostros, apenas cejas y bocas,<br />
que sobrevuelan sobre campos remotos,<br />
al intentar concretar una imagen<br />
que tenga el sello inconfundible <strong>de</strong> su<br />
tarea. Tan real para impactarnos como<br />
fantasmal y elusiva para obligarnos a<br />
soñar con ella.<br />
He aquí el mudo logro <strong>de</strong> su capacidad<br />
para conciliar los contrarios y<br />
dotarlos <strong>de</strong> esa suave firmeza con que<br />
su visión nos impone su hermoso arte<br />
<strong>de</strong> artista perdurable.<br />
Freda Sargent, cuando llegó a Colombia<br />
Foto © Guillermo Angulo