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DANZA EN LAS FLORES<br />
Guillermo Martínez psicólogo-psicodramatista<br />
La experiencia que intento transmitir es parte<br />
de un proceso de trabajo que venimos realizando<br />
trabajadores de la Municipalidad de<br />
<strong>Rosario</strong> dependientes de las Secretarias de<br />
Salud y de Promoción Social en conjunto con<br />
un grupo de jóvenes del barrio Las Flores desde<br />
mediados del <strong>20</strong>12.<br />
La hipótesis que nos propusimos en este trayecto<br />
es la siguiente: jugar con el cuerpo en<br />
movimiento habilita a la creación de nuevas<br />
configuraciones expresivas y de comunicación,<br />
donde compartir con otros, en espacios-tiempo<br />
no habituales, activa modos de<br />
estar y relacionarse en la vida más humanos<br />
y satisfactorios.<br />
Dar forma a este dispositivo con jóvenes estuvo<br />
a cargo de profesionales de distintas<br />
disciplinas, una profesora de expresión corporal,<br />
psicólogos, antropólogos y educadores,<br />
pensándonos desde una perspectiva de<br />
producción transdisciplinar. Esto implica que<br />
desde saberes y trayectos diversos apuntamos<br />
a problematizar y ampliar nuestros modos<br />
de trabajo con jóvenes, pensando las<br />
disciplinas como un complejo relacional que<br />
aspira al dialogo y a la revisión permanente<br />
de nuestra práctica, poblada de múltiples<br />
visiones sobre un objeto siempre cambiante.<br />
Esta práctica transdisciplinar implica la lectura<br />
de la realidad desde la multiplicidad ya<br />
que están allí imbrincadas innumerables capas,<br />
tanto en el plano macropolítico como<br />
en el plano micropolítico.<br />
Durante tres meses nos reunimos semanalmente<br />
un grupo conformado por cuatro profesionales<br />
de las disciplinas antes mencionadas<br />
y 6 jóvenes de entre 15 y 21 años en un<br />
espacio físico destinado a la danza. Si bien<br />
los jóvenes convocados tienen conexión con<br />
el baile desde diferentes géneros (cumbia,<br />
break, folclore) la propuesta de abordar el<br />
movimiento desde otros códigos estéticos y<br />
sensibles, resultó una tarea enriquecedora y<br />
no exenta de complejidades.<br />
La exploración desde otros lenguajes, la fotografía,<br />
la escritura, el teatro, venía siendo un<br />
terreno fértil de producción con este grupo<br />
de jóvenes. Producir desde la danza propuso<br />
un desafío hacia nuevos modos de pensarnos.<br />
Consideramos el pensamiento como un<br />
cuerpo afectado en el encuentro con otros<br />
cuerpos. Pensar implica, entonces, poner el<br />
cuerpo en movimiento y es allí donde surge<br />
la danza como la herramienta que nos permite<br />
movilizar ideas y conceptos a veces encapsulados,<br />
que en el encuentro en el día a<br />
día con los jóvenes no hacen más que obstaculizar<br />
modos de acercamiento y relación.<br />
Los juegos corporales, devenidos danza tienden<br />
a la activación de una capacidad específica<br />
de lo sensible que históricamente ha<br />
sido reprimida por la cultura de occidente. La<br />
propuesta fue recuperar esas poéticas acalladas<br />
encontrándonos con una noción de<br />
cuerpo entendido como un organismo pensante<br />
en relación con el mundo.<br />
Suelly Rolnik se basa en las neurociencias<br />
para expresar que cada uno de nuestros órganos<br />
de los sentidos es portador de una do-<br />
PENSAR IMPLICA, ENTONCES,<br />
PONER EL CUERPO EN MOVIMIENTO Y<br />
ES ALLÍ DONDE SURGE LA DANZA COMO<br />
LA HERRAMIENTA QUE NOS PERMITE<br />
MOVILIZAR IDEAS Y CONCEPTOS A<br />
VECES ENCAPSULADOS.<br />
ble capacidad: cortical y sub cortical.<br />
La capacidad que nos es más familiar es<br />
la cortical, que responde a la percepción.<br />
Aprehendemos el mundo en sus formas para<br />
luego proyectar sobre ellas las representaciones<br />
de las que disponemos y luego darle sentido.<br />
Están en juego el tiempo, la historia del<br />
sujeto y el lenguaje.<br />
La segunda capacidad, la subcortical, nos