Un viaje a la cultura maasai - Misna

Kenya/TanzaniaUn viaje a la cultura maasaiFrans Mol e Natana Ole PaswaEn la tierra donde viven los maasai, el Gran Valle del Rift de Kenia yTanzania, árboles de acacia espinosa que salpican la sabana cubierta dehierba, grandes largos, serpenteantes ríos y las llanuras resecas que conducendulcemente a colinas verdes, montañas lejanas, con nombres que suenancomo magia – Kilimanjaro, Kenia, Meru, Lengai – están ahí para proteger unatierra misteriosa y salvaje. Una luz intensa ecuatorial brilla por todas partes.El área está perfumada por hojas de leleshwa y los rebaños pastan junto a lascebras, antílopes y una grúa. En el horizonte un león conquista con su gruesopelo cepillado por el viento.Los maasai siguen el crecimiento del pasto como una preciosa lluvia que bañala tierra. Viven como siempre, nómades, pero no sin una casa, pero no sintiempo.Una leyenda cuenta que mucho tiempo atrás Engai (Dios) tuvo tres hijos aquienes quería darles tres regalos. Al primero le dio un arco con el cual debíavivir cazando; al segundo una azada para cultivar la tierra y al tercero unbastón para llevar al rebaño a los pastos.El tercer hijo, cuyo nombre era Natero Kop, fue el padre de los maasai, quedesde ese momento se convirtieron en fieles y orgullosos pastores. Así a lasombra del monte Lengai, los maasai miraban el sol al amanecer y el ocaso dela tarde custodiando su rebaño en la dorada sabana. Firme, en posiciónvertical, a veces sobre una sola pierna, donde los pensamientos se perdían enel viento dejando que el tiempo pase.

Los cinco clanesOtra leyenda cuenta que Natero Kop tenía dos mujeres, a una le regalo vacasrosas (Oodo Mongi) y construyó su casa a la derecha de la casa de su marido;a la otra le dio vacas negras (Orok Kiteng) y fue a vivir del lado izquierdo.Cada una de sus mujeres eran llamadas según el color de las vacas. Laprimera Nado Mongi (la vaca rosa) dio a luz a tres niños: Lelian, que fundó elclan de los Ilmolelian, Lokesen por el clan de los Ilmakesen y Losero por losIltaarrosero. Estas tres familias forman el pilastro diestro del pueblo maasai.La segunda mujer, llamada Narok Kiteng (la vaca negra) tuvo dos niños:Naiser, el primer descendiente del clan de los Ilaiser y Lukum el padrefundador de los Ilukumae. Estas dos familias forman la parte sinistra. LosIlmolelian y los Ilaiser son considerados los más potentes en toda lapoblación Maasai.Para cada uno de estos cinco clan maasai existe un símbolo principal ytambién el ganado lleva el estandarte de la familia a la que pertenece. Ademásdel símbolo del clan principal, cada familia tiene su propio escudo de armas,generalmente más chico que el principal, con el cual hacer reconocer lapropia pertenencia. Cada familia tiene también un método propio para marcarlas orejas de su rebaño. Para las vacas, una oreja es cortada para representarel tótem al que pertenece el propietario. Si es vista una vaca que se perdió sela puede identificar como perteneciente a un determinado clan o propietario.Solo viendo el pastoreo del rebaño en tierra maasai se puede saber de cualgrupo es parte el propietario.Los colores maasaiEl rojo y el negro son dos colores fundamentales en la cultura maasai eindican simbólicamente los dos principales estados de animo de Dios, que esrojo o negro, enojado o benévolo.

El negro (o el azul oscuro) simboliza para los maasai la santidad de laspersonas o de un objeto. En primer lugar, Dios mismo es convocado comoPapa Jai orok (mi padre negro) y a él se pide de cubrir a los maasai con sumanto negro: “intoipo iyiook to Ikila lino orok”Las cosas y vestimenta de color negro o azul oscuro indican las condicionesde santidad de las personas en varias etapas de sus vidas. Estas personasadquieren un estatus intocable: necesita saludarlos a voz, pero sin darle lamano o tocarlo. La tenebrosidad de su aspecto, que deriva de su vestimentanegra, es aumentada del hecho que se hacen crecer los cabellos y les da unaspecto aúnmás oscuro. Entre estas personas hay niños que, aproximadamente, nacenantes de los seis meses, los adolescentes y las adolescentes en el períodobreve posterior a la circuncisión y las mujeres después del parto. Todas estaspersonas pertenecen más a Dios que a la sociedad y deben ser reverenciados ytratados con respeto.Los ancianos que presidieron las más importantes fiestas maasai, que sonsiempre de naturaleza religiosa con muchas oraciones y bendiciones, estánvestidos de azul oscuro. Espolvorear con una mezcla de miel, cerveza y lecheo una ligera capa de saliva simboliza la escupida del mismo Dios, su lluviaque genera la vida y que a veces es así deseada.En la vida de los maasai, los objetos asociados a personas o actividadessagradas son preferentemente de color negro o azul oscuro. Vale durante laceremonia de la circuncisión de un pequeño animal como un cordero o degrandes animales como el toro durante el eunoto, la ceremonia de promociónde los guerreros (los ol-orika), que es el evento más importante en la vida deun hombre y que lo hace feliz porque desde ahora es considerado una personamayor. El origen de los il-oibonok, los santos de los maasai, se remonta a la“casa negra”.

Uno de los hijos de la segunda mujer de Natero Kop era Naiser “el rebelde”,de cuyo clan los Ilaiser son elegidos los más importantes santos maasai.Entre los maasai el Oikum orok, el bastón negro, que a veces es de fierro, esun signo de gran autoridad. Tiene el mismo significado cutural, simbólico yemotivo que tiene el cetro en otras sociedades. El color negro se obtieneenterrando por un cierto tiempo el bastón en el barro de un río.Los ancianos maasai vestían un emurt narok, que decora el cuello, es negro yes también llamado isaen naarook (perlas negras). Consiste en un largo hilode perlas de color azul oscuro, que en general se envuelve dos vueltas alcuello y que cuelga sobre el pecho. Son llamados perlas de la oración, pero nose desplazan entre los dedos como el rosario de los católicos o como las perlaspara la oración de los musulmanes.El color negro indica al mismo tiempo el “vacío”. Aparentemente sólo unalínea sutil divide la santidad del vacío, la grandeza de la pobreza. Esto serefleja en frases de la vida cotidiana, como enkurma narok (la harina a la queno se le agrega nada, ni aceite, ni azúcar), enkaji narok (una casa vacía) oenkare narok (agua a la cual no se agrega nada, agua que los ancianos nobeben)Mientras los colores oscuros (negro y azul oscuro) son seguido asociados alos ancianos y a la sabiduría, el color rojo simboliza sobretodo la juventud, laenergía y al mismo tiempo la impaciencia y incluso la cólera. Cuando Dios seenoja, su montaña eructa lava y llamas rojas y calientes: pero después de cadaerupción, Oldoinyo le Engai (la montaña de Dios), se calma y se cubre de unsobrio manto de ceniza gris, vuelve lentamente a la normalidad con nuevavegetación y vida, indicando la renovada y eterna bondad de Dios hacia suelusivo pueblo maasai.Las llamas rojas en la vestimenta, en el peinado, ocre en el cuerpo rojo de losguerreros, en la impetuosidad de la juventud y la vida.

En los tiempos antiguos, antes del 1900, los maasai vestían pieles de vaca,que se hicieron rojas por el uso abundante de ocre rojo.En cada ceremonia antes de la circuncisión de los adolescentes (enkipaata) ydespués también la ceremonia de eunoto, se baila por dos días: se trata de ladanza roja (enkzpaata nanyokie) y de la danza blanca (enhpaata naibor). Elcolor blanco se obtiene raspando los lados del cauce de los ríos, donde haydiatomita blanca o yeso (enturoro).La hierba tiene un significado simbólico de paz, quien tiene hierba en lasmanos no puede portar un arma. Los árboles y sus hojas, raíces, corteza,frutos y madera son los ingredientes de todas las medicinas tradicionales delos maasai. De hecho, la palabra olcani (árbol) es el término comunmenteusado por los maasai para indicar un medicamento.El concepto de DiosNo muy lejano en el límite entre Kenia y Tanzania, está situada la montañaque los maasai llamanOldoinyo la Engai “La Montana de Dios” y está a medio camino de lamontaña blanca Kilimanjaro y la negra Monte Meru. Es un don de Dios quelos maasai adoran a su sombra orando por su ganado y por sus hijos. Lostruenos y los relámpagos no son más que la presencia y el poder de Enga, quevive allí y que los maasai llevan a sacrificar los corderos sin manchas.El hecho que los maasai cultiven con la naturaleza esta estrictamenteconectado a su fe en Dios. Creen en un Dios, Enga, que vive ya sea en elParaiso que en la Tierra. Enga es el Dios Supremo, y ningún otro puede serllamado con su nombre. Puede tener dos caras: Engai Narok un Dios negro,bueno y benévolo; Enga Na-nyokie, rojo y vengador, que caracteriza la rabiade Dios.El Dios negro se manifiesta a través de la lluvia y los truenos, en cuanto llevacomida y hierba al ganado y prosperidad al pueblo; el Dios rojo se manifesta

con violentos rayos, que pueden matar y herir, y en las épocas de fuertessequías trae hambre y muerte. Para los maasai, Dios domina sea la vida que lamuerte. A pesar que existen rituales de oración en la comunidad durante lasgrandes ceremonias, su vida cotidiana ofrece algunas expresiones que indicanrespeto y agradecimiento a la divinidad. Se pueden escuchar oraciones comoEngai, tajapaki tooinaipuko inono (Dios, protégeme con tus alas) o Enga akenaiyolo (Solo Dios sabe). Un maasai que piensa de haber sido traicionado porel destino o una persona prepotente podrá decir Tapala amoo etii ake Engai( No importa, porque Dios está siempre presente). Algunos maasai se refierena Dios como a un ser masculino otros como un ser femenino. Una oraciónrecita Naamoni aiyai (Ella, a la que yo ruego) sino Olasera ingumok (El delos miles colores). Para los maasai, la grandeza de Dios comprende todos lospoderes .Los maasai están muy cerca de las oraciones. Invocan a Dios seguido, y no setrata de pura formalidad. Ofrecen sacrificios y usan su nombre con respeto.No hay celebraciones en las cuales Dios no sea mencionado. Comida y bebidason siempre ofertas en ocasiones de encuentros. Dios está siempre presente ensus vidas: los maasai son un pueblo profundamente religioso.El nacimiento de un niño“Pueda Dios darte niños; pueda Dios darte rebaño”. En las oraciones de losmaasai, niños y vacas son indispensables. Si un maasai tiene hijos, y tienenecesidad de vacas para nutrir y vestir a los niños; si tiene las vacas, tienenecesidad de los niños para llevarlas al pasto. Niños y vacas, por lo tanto soncomplementarios uno al otro. Pero si un maasai tiene que elegir entre estosdos, elegiría a los niños. Hay dos razones para que un maasai elega a losniños. La primera es que a los maasai les encantan los niños. Uno a menudopuede sentir expresiones similares a estas:”mi suave cordón umbilical”, “mifrágil hueso”, “niño de mi hombre amado”.

Y como consecuencia un hombre con muchos hijos es mucho mas rico de unoque sólo tiene vacas. Si tiene hijas, las chicas se casaran y el recibirá en dotemuchas vacas. Si tiene chicos, un día estos serán guerrero y capturaránmuchas vacas en sus invasiones contra las otras tribus. En todos los modos,para un maasai es mejor al final tener ya sea niños que vacas.En los primeros signos de embarazo, la mujer maasai pide tímidamente almarido la comida que le gusta. Esta riqueza debe ser rápido aceptada por elmarido sino se piensa que cualquier cosa mala le puede pasar al niño. Encuanto el embarazo avanza, la mujer inicia a ser más selectiva en laalimentación. Come menos y bebe mucha agua. La leche fresca esta prohibidaporque se piensa que un niño gordo portaría a un parto difícil y peligroso.La madre no debe comer carne de animales muertos por enfermedades sinosiempre carne fresca. Todas las comidas deben ser cocinadas y beber tantaagua ayuda a purificar el estómago de la madre.El niño maasai viene al mundo a través del grito de la madre: “Tiene aquí, tiraallá, empuja fuerte”. El nacimiento del niño es siempre en la casa de la madrecon una mujer que tiene experiencia en hacer nacer niños. Esta mujer no sólotiene la responsabilidad en ayudar a nacer a un niño sino también a cortar elcordón umbilical pronunciando estas palabra: “Tu eres ahora responsable detu vida, como yo soy responsable de la mía”. Estas palabras significan eldificil mundo en el cual el niño nació el cual es diferente al suave y cálidovientre de la madre. Esto marca también la separación de la madre con el hijo.Ahora cada uno tiene su propia vida.Después de esto, la madre y el niño son lavados con una mezcla de leche yagua. El sexo del niño es muy importante y el padre, que no tiene permiso depresenciar el parto será rápidamente informado. Si el niño es un niño, la mujerque ayudó en el parto dirá al padre de tomar la sangre de la vena yugular deun toro y de hacer un intento de burla para extraer sangre de una vaca.

El procedimiento será contrario cuando es mujer. La sangre es recogida en unrecipiente de calabaza por un niño si el nacido es varón por una mujer si elnacido es una niña.Los presentes viendo este procedimiento entienden si nació un niño o unaniña.La bebida esta hecha de una mezcla de sangre de toro o de vaca y lechecaliente y esto es dado a la madre del nacido. En la casa donde el niño nacióuna oveja conocida olkipoket es matada y su carne es comida sólo por lasmujeres del pueblo que se reunieron llevando leche para la madre del nacido.Un nombre al niñoEntre las ceremonias maasai las menos conocidas son las de la imposición delnombre (enkidungoto y nkaina) a un niño o a una niña y el corte de cabellodel pequeño (embamoto y nkerai). Ambos tiene lugar cuando el nacidocumplió los seis meses.Después de la manifestación de alegría al momento del nacimiento, la madrey el hijo/a son dejados en una especie de “aislamiento” por un cierto período.La nueva vida es aún muy frágil, del todo dependiente de la madre, y los dosson percibidos como inmersos en una atmósfera sagrada.Haciendo hincapié en su carácter sagrado, a ambos se ven obligados a vestirsede negro (o de oscuro) y no cortarse el cabello. El crecimiento del pelo oscuroy revuelto y la vestimenta oscura dan a la madre y al niño un aura de misterio.Esta “oscuridad” denota un especial estado de “santidad” (“separación” de lohabitual) y de cercanía a Dios. Por lo tanto, como en el caso de otra persona“oscura” (vestida de negro por esta u otra razón) o con el pelo largo ydespeinado (para hacer hincapié en su estado de “separación”), no podrán sertocados por los otros miembros de la sociedad, porque «sólo Dios puedetocar "el-que-es-negro"».

Quien los querrá saludar o bendecir no podrá hacerlo apretando sus manos otocando la cabeza con los dedos: deberá, en vez, hacerlo sólo con la palabra.En la mayoría, se puede dar mayor coherencia al saludo o a la bendición,“condensación” las “palabras de la bendición” en la saliva (que es “palabrahúmeda y densa” al mismo grado). Una persona adulta o anciana, por lo tanto,hará “caer de lo alto” su bendición sobre el niño, rociando gentilmente yrepetidamente un poco de saliva sobre él.En los primeros seis meses, el recién nacido no tiene un nombre verdadero opropio. Hasta la ceremonia del otorgamiento del nombre, el niño o la niñatiene sólo un sobrenombre; para dirigirse al hijo o para hablar de la hija, lamadre o cualquier otra persona harán uso de uno de los tantos términoscariñosos que los maasai han acuñado para el pequeño. En las cercanías deuna cabaña recientemente bendecida con un nacimiento, puede, por lo tanto,escuchar expresiones como: Oi, enkutuk ai ("Oh, boca mía") y 0i enkoshokeai ("Oh, intestinos míos", es decir: "Oh, dulzura mía!"), o sentir a una jovenmadre dirigirse a su propio hijo con Paran-ai ("viajes mío"), indicando asíque su hijo no quiso esperar a su regreso a casa, pero decidió venir al mundomientras ella estaba visitando a cualquiera; o Olaisho Enkai ("El-que-Dios medijo “especialmente si nació después de una larga espera o simplemente Pasim(dulce intimidad). A veces, este sobrenombre – jamás despreciativo, perosiempre que denota ternura y afecto – puede continuar a ser usado tambiéndespués que el nombre verdadero fuera otorgado.Cerca al día de la ceremonia del otorgamiento del nombre (enkidungoto enkaina, literalmente “el corte del hijo”), se prepara abundante cervezaespecial, llamada inaish que se obtiene dejando fermentar la miel silvestre(enaisho) en una piel de cuero o en un recipiente grande. Cuando la cervezaestá fermentada al punto justo y se ofrece una noche suficientementeiluminada por la luna es el momento de cocinar la comida.

Todos en el enkang (“pueblo”) son advertidos y la atmósfera se llena degozosa expectación. Las mujeres y los niños reciben leche o té para beber, acontinuación abundante comida. En la tarde, hombres y mujeres se reúnendebajo de una planta apenas en las afueras del pueblo para orar Enkai (Dios).Las oraciones toman la forma de súplica dirigida a Dios para bendecir a lamadre y al hijo que están a punto de ser afeitados. Sólo la madre, sinembargo, está presente en el centro del grupo. Terminada la oración, todosvuelven al pueblo donde viene distribuida comida a los hombres. Poco antesque llegue la noche, cuando los terneros volvieron del pastoreo y estánencerrados en su recinto, también llega la mujer elegida para afeitar el cabelloa la madre y al niño. No falta jamás ninguno y la ceremonia puede comenzar.La piel de una vaca está en el suelo, extendida apenas fuera de la choza de lamujer cuyo hijo está por recibir el nombre. Cualquiera lleva un ol-orika(“heces para personas mayores”) y un pequeño recipiente que contiene enkarepus (leche mezclada con agua), y un ol-murunya (“máquina de afeitartradicional”). Colocan las heces en el pecho de la madre, con el hijo enbrazos, y la mujer que deberá afeitar. Son afeitados y se sientan junto a íél. La mitad de la enkare pus es volcada en la cavidad de las heces; la otramitad, sin embargo, es usada por la mujer encargada de la afeitada para bañarlos cabellos de la madre. La “mujer de la máquina de afeitar”) debe tenercuidado de no dejar caer la más mínima línea de pelo en la piel (sería un malaugurio). Cada corte de mechón cortado, sin embargo, se coloca en el bordesuperior de las heces, formando una especie de corona alrededor del charco deenkare pus. La afeitada lleva tiempo. Por lo tanto, si los cabellos de la madretienden a secarse la “mujer de la máquina de afeitar” la humedece con unpoco de leche y agua.Terminada la afeitada de la madre, comienza la del hijo. Para humedecer loscabellos, la “mujer de la máquina de afeitar” se sirve de agua y leche.

Las cerraduras del pequeño son puestas sobre aquella de la madre: nada debecaer sobre la piel de la vaca. Al final, la mujer que ha pelado a la madre y alhijo levanta con cuidado la materia fecal para permitir a la madre de plegar lapiel de la vaca e ir a la tienda, así plegada, cercana a la propia cama (o sofá) ydespués sentarse en el centro de esta, con el hijo entre los brazos. Ella entrapoco después, teniendo con la mano derecha las heces y con la izquierda unpuñado de hojas verdes de un arbusto particular, llamado lipia. En unmovimiento de cabeza, la madre porta la piel. Cualquiera se ofrece a portaralgunas ramitas verdes, que pone por tierra. La “mujer de la máquina deafeitar” las cubre con algunas de las hojas verdes que tiene en la manoizquierda, después vierte sobre los cabellos cortados de la madre y del hijo,que recubre, a su vez, con el resto de las hojas verdes. En un nuevomovimiento de cabeza, la madre toma la piel de la tierra y la extiende sobre lacama: de ahora en más dormirá sobre ella.Ahora, la “mujer de la máquina de afeitar” toma el palo largo usado paralimpiar la calabaza y lo inmerge en una calabaza que contiene leche fresca.Dos veces, lo extrae y deja caer algunas gotas sobre las propias manos. A lamadre, sin embargo, le da una cuchara con grasa y manteca, que se apresura aconseñar a la mujer que la peló para que lo mezcle con la leche. Segura que lagrasa y la leche se disolvieron, la mujer vierte un poco de leche en la palmade la mano y comienza a frotar la espalda de la madre, de izquierda a derecha,diciendo: «Te doy el collar adornado de bolas, sea de los chicos que de laschicas». Después, engrasa los lados y los alrededores de la cintura, diciendo:«Te doy la cintura de la fertilidad» .Terminada la unción, la mujer pone en un lugar alejado las heces, para queninguno las use, hasta cuando se sienta el padre del niño después de laimposición del nombre. Se le ofrece, entonces, la comida o, si prefiere, unacalabaza de cerveza de miel. Se irá dejando a la madre y al hijo solos en lacampaña, donde estarán hasta el regreso del ganado.

Por la noche, cuando el ingreso al pueblo está bloqueado por las ramas secas,la madre, teniendo al hijo en brazos, sale de la cabaña y va a terminar el cierredel enkishomi (puerta), colocando cuatro grandes ramas espinosas. Por lotanto, se acerca a una vaca y la ordeña. Por último, entra en la casa, donde seapresura a darles de comer a sus otros hijos (si los tiene). Es el momento en elcual algunos ancianos visitan a la familia.Al entrar en la cabaña, reciben un recipiente que contiene cerveza de miel ycada uno toma un sorbo. El padre del niño, que está sentado en el piso con laespalda apoyada en la cama en la cual está sentada la madre, pronuncia losnombres de dos hombres y de dos mujeres que están presentes: serán ellos losencargados de elegir el nombre para ponerle al niño. Son numerosas laspropuestas. La historia de la familia, los nombres de los antepasados, lascircunstancias en las cuales tuvo lugar el nacimiento, un extrañocomportamiento de los animales, las características de las estaciones… todopuede constituir suficiente motivo para la elección de este en vez de aquelnombre. Todos y las cuatro personas elegidas deben estar de acuerdo, y noesta dicho que tal acuerdo se alcance en poco tiempo. Eventualmente, sinembargo, el acuerdo se obtiene y el hombre mencionado en primer lugar porel padre, dirigiéndose hacia este último, pronuncia cuatro veces en voz alta elnombre elegido; cada vez, el padre responde: «0ee!», para indicarconsentimiento e invocar bendición.El nombre elegido, por lo tanto viene proclamado 16 veces, y por 16 veces esaceptado el acuerdo y la bendición de los padres. Los dos señores ancianosdirigiéndose al niño bendice junto al nuevo nombre “«Pueda este nombreposarse encima tuyo y estar con vos. Pueda este nombre acompañarte siemprecon honor. Que puedas imponerlo a otros niños”, Termina así la ceremonia deobtención del nombre. A todos los ancianos se les ofrece una cerveza.Continúan con cantos de alegría.

Desde la infancia a la adultaCuando el niño está preparado para ir con los más grandes al pastoreo, entraen el estado de ayiokisho. La infancia termina con en-dungoto oo layiok, elcorte a los muchachos. Los cuales forman un nuevo grupo que los portará a lacircuncisión y a la constitución de un nuevo grupo etario. En este periodo setienen varias ceremonias; la más importante es la en-gilata ol-piron, ladivisión de las ramitas, dirigida por ol-oiboni, el experto de los rituales. Siguela unción de los chicos, enturoto e motonyi. Desde este momento losiniciantes quedan bajo la autoridad de los ancianos que encendieron el fuegopor ellos después de la -gilata ol-piron (ol-piron significa ramita para elfuego). Los ancianos en questión son del segundo grupo etario anterior alnuevo grupo formado.Después de cerca cuatro años, este grupo recibirá el permiso de celebrar laen-kipaata.. Fundamentalmente es una danza que dura varios días, al términode la cual el grupo recibe un nombre. Algunos grupos maasai la celebranapenas después de la e-mouo o Ikiteng, el cuerno del buey; para otros gruposesto viene más tarde como momento sucesivo al crecimiento, en el cual sedetermina quién tendrá el honor de dirigir funciones oficiales al interno delgrupo.Después de esta celebración, el grupo de los iniciados está listo para recibir lacircuncisión, e-murata. La primera es llamada e-mura y tatene, lacircuncisión de la mano derecha, este grupo llevará la denominación de olporrorle dukuya, el primer grupo de las circuncisiones. Los participantesprocederán rápidamente a través de las etapas de aprendizaje, ol-airbartani, yde despojos, ol-bamoti. Afeitarse es un signo de la inminente entrada en elgrupo de los guerreros. Durante todo este periodo los jóvenes forman aúnparte del grupo de la infancia.

El segundo grupo de circuncisión, ol-porror le isadi, aquello de la manoizquierda, comienza su preparación y repite toda la ceremonia del primergrupo. Al término de esta segunda circuncisión, e-murata e kedianye, los dosgrupos son reunidos y esto marca el fin de la infancia. Están listos para la fasede e-murano, el ser guerrero. El joven maasai es introducido con la ceremoniadel ol-kiteng loo nkulanen, el buey de las tapas para las orejas, seguida deotras ceremonias de bendición. La más celebre entre las celebraciones maasaies la e-unoto, plantar. Con este rito los jóvenes guerreros pasan a la etapa deguerreros ancianos. Durante la e-murano, algunos guerreros son elegidos parafunciones públicas y una nueva en-kipaata es celebrada.El MatrimonioCuando un hombre quiere casarse con una joven, toma la iniciativa decantarle alabanzas y regalarle un pequeño collar o un otro collar. Cuando lanoticia es difundida, llevará miel a las mujeres del propio clan que viven en lacasa de su futura esposa. Esto se lo darán a la madre de la jóven que, en casode aceptación, untará el vientre de la hija con manteca. Después de algúntiempo, otra miel es llevada al enkang (pueblo). Esta vez se deja fermentarpara producir cerveza que será dada al padre de la jóven, a los hermanos, a losancianos del clan y a aquellos del grupo etario. La cerveza es bebida duranteel encuentro que decidirá sobre el futuro de la propuesta, la discusión puedeser animada y los ancianos tienen el deber de evaluar a favor o en contra deesta nueva unión. Por norma solo un maasai puede esposar una mujer maasai,mientras no hay problema para los hombres de esposar mujeres de otrastribus. La prohibición es muy fuerte e interpretada de manera restrictiva.Alcanzado el acuerdo, la joven es llevada a la casa del novio, de la queregresará con tres vaquillas y un ternero, alambre de cobre para la fabricaciónde la joyería, la miel y, tal vez, dos cabras y una cabrito.

El novio ayudado por los cuñados y amigos tendrá que llevar cuatro o cincoganados a la casa de la futura esposa. A su llegada algunos ancianos se unen algrupo y, con el padre de la esposa, el esposo y la delegación que lo acompañóse reúnen después de la puesta del sol, en la sala central de la casa. Losacuerdos para el matrimonio son controlados, si falta alguna cosa el esposodebe salir y proporcionarlo. Al terminarse la reunión la esposa es interrogadasobre sus intenciones y el padre la aconseja. Le dice: “De ahora en más dejaslas comodidades de tu casa y de tu familia. No serás más tratada como unaniña. Vos sos ahora una persona y se espera de vos que debes dar y no recibir.Debes respetar a tu marido y escuchar aquello que él te diga. No escapar decasa a menos que la situación sea insostenible”. La madre de la joven sedirige al esposo y le dice: “Toma a mi hija y trátala justamente… No hacerlaregresar corriendo a casa porque te será difícil que después ella regrese a tucasa. Al amanecer una cabra ofrecida por el padre de la esposa es sacrificada,y su grasa, recogida en un contenedor, será después usada para el rito. Laesposa, unta sobre el cuerpo y sus vestidos, recibe de dos ancianasbendiciones sobre la cabeza, vientre y pies, otras la aconsejan como amar ydirigir la propia casa, si está embarazada, la bendición del vientre es omitida.El marido, seguido por la esposa y por los invitados, conduce la procesión através de la propia casa. Su testimonio controla que la calle esté libre deobstáculos para que no haya inconvenientes en el paso de la esposa. Al llegara la casa del marido, las mujeres de la zona entregan un niño a la esposa queentrará en brazos a la nueva casa. La esposa recibe leche para beber y unavaca de regalo. Por tres días será vestida de fiesta. El color negro se obtieneenterrando por un cierto tiempo un palo en el barro de un río. Al cuarto día sevestirá normalmente y se vuelve integrante de la familia. Con el matrimonio,echo con el rito de enkiyama, la mujer entra en el ol-porror del marido, peropermanece miembro del propio clan. La mujer casada querrá convertirse entoomononi, madre, lo antes posible.

El hoyEs difícil saber cuántos son los maasai hoy. Se habla de cerca de trescientosmil repartidos por Kenya en los distritos de Kajiado, Marok e Trans Mara.Desde Tanzania en la zona de la sabana de Serengeti y las tierras al sur delmonte Kilimanjaro (Arusha) hasta Dodoma y Morogoro. Hay grupos demaasai también sobre el monte Elgon, a caballo entre Kenya y Uganda ysobre el altiplano de Laikipia. El futuro para este fiel y gentil pueblo estámarcado por cambios en los últimos cincuenta años. El mayor problema paralos maasai hoy es que están perdiendo sus tierras ancestrales y por lo tanto lalibertad de movimiento de sus vacas siempre menos numerosas.Con el tiempo los maasai se ven obligados a cambiar su estilo de vida. Losjóvenes sobretodo, aquellos que viven cerca de las grandes ciudades, si bientratan de mantener vivas algunas tradiciones, están perdiendo elconocimiento de la lengua maa y sobretodo los elementos de la culturaltradicional.