Edgar Alonso Vanegas Carvajalefecto, el único país que visita en el medio orientees Israel, lo cual no es ingenuo; igualmente cita elparadigmático caso <strong>de</strong> Corea <strong>de</strong>l Sur, sin ahondaren otros mo<strong>de</strong>los sobresalientes <strong>de</strong> otras i<strong>de</strong>ologías.Verbi gratia, la sharif university of technology<strong>de</strong> Irán que aparece en The Top 400 <strong>de</strong> The TimesHigher Education Supplement, 2011-2012 en elpuesto 3001-3050 <strong>de</strong> las mejores universida<strong>de</strong>s<strong>de</strong>l mundo; pero este país no es analizado en lamuestra escogida por nuestro autor: ¿quizás porquehace parte <strong>de</strong> los países que EE.UU <strong>de</strong>nomina <strong>de</strong>l“eje <strong>de</strong>l mal”?El discurso legitimador <strong>de</strong> Oppenheimer,es ampliamente difundido gracias a su trabajoen The Miami Herald, su programa televisivo“Oppenheimer Presenta” producido por NewlinkCorporation, difundido por WDLP Network ytransmitido por la ca<strong>de</strong>na CNN en Español paratoda América Latina y el Caribe en horario estelar;y la mayoría <strong>de</strong> los más <strong>de</strong> 60 periódicos que replicansu columna semanal “Informe Oppenheimer”son estrategias mediáticos <strong>de</strong>l personaje <strong>de</strong> turno,portavoz y apologista <strong>de</strong> turno <strong>de</strong> un capitalismoexacerbado, caracterizado por la globalización yel libre comercioDe la mano <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s i<strong>de</strong>ólogos neoliberalescomo Chubb y Moe (1990) el trasfondoi<strong>de</strong>ológico <strong>de</strong> los argumentos Oppenheimerianosplantean la educación como una “industria” y/ocomo un “servicio” más que como un <strong>de</strong>recho,don<strong>de</strong> las políticas educativas <strong>de</strong>ben respon<strong>de</strong>ral entramado macroeconómico <strong>de</strong>l capitalismo.En este sentido, la escuela –en su acepción másamplia– se <strong>de</strong>be concebir como una empresa ycomo tal <strong>de</strong>be funcionar; su oferta educativa <strong>de</strong>besatisfacer las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l consumidor (cliente)quien compra el servicio. En efecto una visióneconomicista ligada a la primacía <strong>de</strong>l mercado es elparámetro legitimador y regulador <strong>de</strong> la educaciónentendida como mercancía. No es <strong>de</strong>sconocidoque la educación está <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace algunos años enla mira <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s capitales como un gran negociotodavía virgen y poco explorado. Ya lo habíaanunciado Philips Commbs a finales <strong>de</strong> los 60:“Los sistemas educativos […] ya tienen su propiomercado común y lo han tenido durante muchotiempo. Es un mercado mundial, y su “voluntad<strong>de</strong> negocio” ha alcanzado gran auge en los últimosveinte años en medida, variedad y extensióngeográfica. A pesar <strong>de</strong> ello, poco provecho se hasacado <strong>de</strong> sus beneficios potenciales (Coombs,1971, pp. 213-214).Consecuente con su i<strong>de</strong>ología, en los casosanalizados el factor prepon<strong>de</strong>rante es el <strong>de</strong> lamacroeconomía: la educación y el conocimientocomo un bien “goods”, como un producto o comouna mercancía. La crítica <strong>de</strong> Oppenheimer es másenfática y aguda cuando se trata <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ologías <strong>de</strong>izquierda y movimientos como los sindicatos. Enefecto, afirma que el problema <strong>de</strong> la educación enMéxico es el Sindicato Nacional <strong>de</strong> Trabajadores<strong>de</strong> la Educación (SNTE) –el más gran<strong>de</strong> <strong>de</strong> Latinoamérica–;por el contrario, resalta los avancesen educación <strong>de</strong> Colombia (cap12) gracias a habersuperado la oposición <strong>de</strong> los sindicatos.Ese análisis estadístico, bajo estos parámetrosllega a ser bastante subjetivo y poco efectivo almomento <strong>de</strong> explica la realidad contextual <strong>de</strong>cada región en la que confluyen necesariamentediversos vectores <strong>de</strong> capital importancia. Estalógica lo lleva a presentar datos <strong>de</strong>sarticulados ya mirar las consecuencias sin conocer las causas ylas problemáticas <strong>de</strong> fondo <strong>de</strong> manera científica.Por el contrario, no se pronuncia respecto a la<strong>de</strong>strucción <strong>de</strong>l planeta por la industrialización yla tecnología (mundialización) y los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong>los trabajadores. Definitivamente es una visiónobtusa <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo neoliberal al cual representa,bajo el lema: “estudiar/trabajar más, para ganarmás, a cualquier costo”.Segunda consi<strong>de</strong>ración. La historia y lashumanida<strong>de</strong>s en el epílogo <strong>de</strong> lapropuesta oppenheimerianaEste aspecto me llamó profundamente laatención, sobre todo cuando la universidad estállamada a ofrecer una formación integral: comopersonas y como profesionales. Si echamos unvistazo rápido sobre las problemática más acucianteque tienen que enfrentar los gobiernos yministros <strong>de</strong> educación, constatamos que efectivamenterespon<strong>de</strong>n a la falta <strong>de</strong> una formaciónhumana integral. En efecto, los dilemas <strong>de</strong> tipoético-moral, <strong>de</strong> civilidad, <strong>de</strong> responsabilidad socialy ambiental, <strong>de</strong> sentido crítico y juicio analítico,<strong>de</strong> idoneidad y coherencia con los sistemas socioculturalespropios <strong>de</strong> cada lugar, <strong>de</strong> recuperación<strong>de</strong> las i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s nacionales, <strong>de</strong> valoración <strong>de</strong> la202 × <strong>Universidad</strong> <strong>de</strong> <strong>San</strong> <strong>Buenaventura</strong>, <strong>Cali</strong> - Colombia
¡Basta <strong>de</strong> historias! La obsesión latinoamericana con el pasado y las doce claves <strong>de</strong>l futuro - pp. 193-212memoria histórica, <strong>de</strong> respeto por la dignidad <strong>de</strong>los pueblos, <strong>de</strong> propen<strong>de</strong>r por la diversidad y lamulticulturalidad, <strong>de</strong> propen<strong>de</strong>r una ética globaly un diálogo entre las religiones bajo los principios<strong>de</strong> respeto y tolerancia, <strong>de</strong> pon<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> dilemas<strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> la bioética, honra<strong>de</strong>z intelectual ymuchos asuntos más, están casi ausentes en lasagendas nacionales <strong>de</strong> los gobernantes. Pero estacruzada <strong>de</strong> <strong>de</strong>shumanización <strong>de</strong> las humanida<strong>de</strong>s,no es otra cosa que producto <strong>de</strong> la lógica <strong>de</strong>l puntoanterior, don<strong>de</strong> el tener está por encima <strong>de</strong>l ser;la competitividad por encima <strong>de</strong> las personas;el utilitarismo por encima <strong>de</strong>l humanismo, “lasrazones <strong>de</strong> la razón por encima <strong>de</strong> las razones <strong>de</strong>lcorazón” (Cfr. Vanegas, 2009, p. 122).Peter, Sloterdijk (1947) humanista alemán,muestra que la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la dignidad humana esuna <strong>de</strong> las tareas innegociables <strong>de</strong> las humanida<strong>de</strong>s,rescatando al ser humano <strong>de</strong> la barbarie. Inclusomuchos siglos antes <strong>de</strong> los episodios catastróficos<strong>de</strong> la segunda guerra, en la época en que Cicerónrecorría las calles, teatros y plazas <strong>de</strong> Roma, elhumanista veía su misión en el rescate <strong>de</strong> suscongéneres <strong>de</strong> aquellos dispositivos <strong>de</strong> crueldady <strong>de</strong>sinhibición que fueron los espectáculos sangrientosesparcidos a lo largo y ancho <strong>de</strong>l Imperio.En este sentido, pues, el humanismo es una forma<strong>de</strong> resistencia ante las ten<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong>sinhibidorasinscritas en la condición humana (la violencia, lacrueldad, lo monstruoso) por medio <strong>de</strong> la apelacióna dispositivos <strong>de</strong> contención como la lectura,la meditación y la filosofía: “El sentido <strong>de</strong> dichaelección <strong>de</strong> medios resi<strong>de</strong> en <strong>de</strong>sacostumbrarse <strong>de</strong>la posible brutalidad propia y guardar las distanciascon la escalada <strong>de</strong> <strong>de</strong>shumanización <strong>de</strong> la jauríavociferante <strong>de</strong>l teatro” (Sloterdijk, 2000, p. 35).En efecto, si Sartre, Hei<strong>de</strong>gger, Camüs y suscontemporáneos vivieron una época en la cual latortura estaba a la or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l día, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> los setentaal parecer entramos en una época dominada,principalmente, “por los mitos <strong>de</strong> la comunicación,<strong>de</strong>l consumo, <strong>de</strong> la rentabilidad creciente y <strong>de</strong> lamovilidad” (Sloterdijk, p.14).Contrario al humanismo, las historias <strong>de</strong> “¡Basta<strong>de</strong> historias”!, sostienen que gran responsabilidad<strong>de</strong> que las universida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> América Latina seanlas peores <strong>de</strong>l mundo, es precisamente culpa <strong>de</strong> lashumanida<strong>de</strong>s y las ciencias sociales. (Ver Anexo 2).El autor concluye que la obsesión por la historiaes algo que está distrayendo a los países <strong>de</strong> la urgentetarea <strong>de</strong> concentrarse en el futuro y reducirla pobreza. En efecto dice:Las gran<strong>de</strong>s universida<strong>de</strong>s latinoamericanas estánrepletas <strong>de</strong> estudiantes que cursan carrearas <strong>de</strong> humanida<strong>de</strong>su otras que ofrecen poca salida laboralo están totalmente divorciadas <strong>de</strong> “la economía<strong>de</strong>l conocimiento <strong>de</strong>l siglo XXI”. Hay <strong>de</strong>masiadosestudiantes Latinoamericanos estudiando <strong>de</strong>recho,psicología, sociología, filosofía e historia, y pocosestudiando ciencias e ingeniería. Actualmente,57% <strong>de</strong> los estuantes <strong>de</strong> la región cursan carreras <strong>de</strong>ciencias sociales, mientras que apenas 16% cursancarreras <strong>de</strong> ingeniería y tecnología, según la OEI[…] Entre el conjunto <strong>de</strong> egresados <strong>de</strong> maestríasen Latinoamérica, 42% ha obtenido su título enciencias sociales, 14% en ingeniería y tecnología, y5% en ciencias agrícolas […] En la <strong>Universidad</strong> <strong>de</strong>Buenos Aires, hay 29.000 estudiantes <strong>de</strong> psicologíay 8.000 <strong>de</strong> ingeniería, 3.000 estudiantes <strong>de</strong> filosofía,contra 114 <strong>de</strong> física, y 3.200 estudiantes <strong>de</strong> historia,contra 1.088 <strong>de</strong> química […] En la UNAM <strong>de</strong>México hay unos 1.000 estudiantes <strong>de</strong> historia, tresveces más que los <strong>de</strong> ciencias <strong>de</strong> la computación(Oppenheimer, p. 17).El razonamiento anterior, le sirve a Oppenheimerpara presentar los datos estadísticos <strong>de</strong>Chile como economía emergente, que ha logradocolocarse un paso a<strong>de</strong>lante respecto a sus vecinos,gracias a que las universida<strong>de</strong>s Chilenas tienenmuchos más estudiantes <strong>de</strong> ingenierías que <strong>de</strong>historia, psicología, filosofía, y/o sociología; “600estudiantes por años en ingeniería, 50 en filosofíay 40 en sociología” (Oppenheimer, p. 216). Losargumentos que esgrime no son convincentes. Porel contrario, lo que no menciona el autor y que nose pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>sconocer es que la ausencia <strong>de</strong> estudiantesen carreras <strong>de</strong> humanida<strong>de</strong>s y ciencias socialesse <strong>de</strong>be a la dictadura <strong>de</strong> Augusto Pinochet queasesinó a cientos <strong>de</strong> intelectuales comprometidocon el pensamiento crítico y una historia popular.Una vez más aparecen los adversarios <strong>de</strong> la historiaen particular y <strong>de</strong> las humanida<strong>de</strong>s en general. Laamnesia es el arma <strong>de</strong> los políticos. Por eso susprincipales enemigos son los historiadores, quienesinvitan a hacer uso <strong>de</strong>l recuerdo y la memoria.En sintonía con lo anterior, vale la pena evocar,–aunque sea sólo a modo <strong>de</strong> ejemplo– un casomuy nuestro. Se trata <strong>de</strong>l historiador Caleño Rodolfo<strong>de</strong> Roux, quien <strong>de</strong>bió dimitir no solamentecomo sacerdote <strong>de</strong> la Compañía <strong>de</strong> Jesús, sinoRevista Científica Guillermo <strong>de</strong> Ockham. Vol 10, No. 2. Julio - diciembre <strong>de</strong> 2012 - ISSN: 1794-192X ‣ 203