Constructivismo y educación escolar: ni hablamos siempre de lo ...
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i<strong>ni</strong>ciando con <strong>lo</strong>s trabajos pioneros <strong>de</strong> Ausubel en<strong>lo</strong>s años cincuenta y sesenta y <strong>de</strong>sarrolladoposteriormente por otros autores como Novak o Gowinel constructivismo inspirado en la psico<strong>lo</strong>gía cog<strong>ni</strong>tiva ymas concretamente en las teorías <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s esquemassurgidas al amparo <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s enfoques <strong>de</strong>l procesamientohumano <strong>de</strong> la información y por último elconstructivismo que se <strong>de</strong>riva <strong>de</strong> la teoría sociocultural<strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> y <strong>de</strong>l aprendizaje enunciada por primeravez por Vygotski y sus colaboradores en <strong>lo</strong>s ya lejanosaños treinta y difundida, revitalizada y enriquecida <strong>de</strong>forma espectacular por numerosos autores a partir <strong>de</strong> <strong>lo</strong>saños setenta.No cabe duda que utilizar el mismo términoconstructivismo a veces <strong>de</strong> forma genérica sin másprecisiones, otras con adjetivos que tratan <strong>de</strong> calificar<strong>lo</strong>,para referirse indistintamente a explicaciones <strong>de</strong>laprendizaje <strong>escolar</strong> y a propuestas educativas inspiradasen una u otra <strong>de</strong> estas fuentes teóricas es una práctica quegenera ambigüeda<strong>de</strong>s y provoca confusiones.Basta revisarlas explicaciones <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s procesos <strong>escolar</strong>es <strong>de</strong> enseñanza yaprendizaje, ó aún las aplicaciones concretas a la<strong>educación</strong> <strong>escolar</strong> que se proponen <strong>de</strong>s<strong>de</strong> cada una <strong>de</strong>ellas, para caer en la cuenta <strong>de</strong> que, en efecto, no tienemucho sentido hablar <strong>de</strong> constructivismo en general y sítal vez <strong>de</strong> distintos tipos <strong>de</strong> constructivismo. Estaconclusión resulta a<strong>de</strong>más consi<strong>de</strong>rablemente reforzada siampliamos el foco <strong>de</strong> atención hasta incluir, junto a lasteorías g<strong>lo</strong>bales <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> y <strong>de</strong>l aprendizaje humano,el conjunto <strong>de</strong> propuestas <strong>de</strong> menor alcance y amplitudque en el panorama <strong>de</strong> la psico<strong>lo</strong>gía actual ofrecenexplicaciones constructivistas <strong>de</strong> uno u otro <strong>de</strong> <strong>lo</strong>smúltiples factores implicados en el aprendizaje <strong>escolar</strong>: laatención, la motivación , las capacida<strong>de</strong>s intelectuales, lasestrategias <strong>de</strong> aprendizaje, la memoria, las expectativas, elautoconcepto, la comu<strong>ni</strong>cación, las relacionesinterpersonales, etc.La teoría psicológica <strong>de</strong> referencia, es <strong>de</strong>cir, laexplicación <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> o <strong>de</strong>l aprendizaje a partir <strong>de</strong> lacual nos aproximamos al estudio <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s procesoseducativos <strong>escolar</strong>es, es pues con toda certeza uno <strong>de</strong> <strong>lo</strong>scriterios que permiten precisar (Gómez Granell y Coll,1994). No es sin embargo, a mi juicio, el ú<strong>ni</strong>co criterio <strong>de</strong>interés que pue<strong>de</strong> ser te<strong>ni</strong>do en cuenta en este <strong>de</strong>bate. Amenudo, las propuestas y <strong>lo</strong>s enfoques constructivistas en<strong>educación</strong> se diferencian entre si no tanto, o no so<strong>lo</strong>, porlas teorías psicológicas <strong>de</strong> referencia o por la obra <strong>de</strong> <strong>lo</strong>sautores <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s que parten y en <strong>lo</strong>s que se inspiran, comopor respon<strong>de</strong>r a diferentes ´ o <strong>de</strong>utilización <strong>de</strong> dichas teorías y trabajos y, muyespecialmente, por hacer interve<strong>ni</strong>r puntos <strong>de</strong> vistasensiblemente distintos respecto a la <strong>educación</strong> <strong>escolar</strong>,su naturaleza y sus funciones.En <strong>lo</strong> que sigue, <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>ré la tesis <strong>de</strong> que la posturaadoptada respecto a este segundo criterio introduce en elámbito <strong>de</strong> la <strong>educación</strong> <strong>escolar</strong>, una diferencia neta entre2distintas maneras <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r, utilizar y aplicar <strong>lo</strong>sprincipios constructivistas. Con el fin <strong>de</strong> argumentar eilustrar esta tesis, orga<strong>ni</strong>zaré la exposición en tresapartados y unos comentarios finales.En el primero se revisa <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una perspectiva crítica,tres maneras clásicas <strong>de</strong> plantear las relaciones entre, poruna parte, el conocimiento psicológico, y por otra, lateoría y práctica educativa.Las tres comparten la i<strong>de</strong>a esencial <strong>de</strong> que esposible mejorar la <strong>educación</strong> en general, y la <strong>educación</strong><strong>escolar</strong> en particular, utilizando o aplicandoa<strong>de</strong>cuadamente <strong>lo</strong>s conocimientos que nos proporcionala investigación psicológica, pero reflejan al mismotiempo tres posturas epistemológicas claramente distintasa <strong>lo</strong> que concierne a la manera <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r la utilizacióno aplicación <strong>de</strong>l conocimiento psicológico al ámbito <strong>de</strong> la<strong>educación</strong>. La opción por uno u otro <strong>de</strong> estos tresplanteamientos es in<strong>de</strong>pendiente, en principio, <strong>de</strong> lateoría o teorías psicológicas <strong>de</strong> referencia, por <strong>lo</strong> que esposible encontrar ejemp<strong>lo</strong>s <strong>de</strong> aplicación o utilizacióneducativa <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s principios constructivistas acor<strong>de</strong>s conlas tres posturas epistemológicas.Una <strong>de</strong> las conclusiones que se <strong>de</strong>rivan <strong>de</strong> esta revisióncrítica es que cabe distinguir entre diferentesma<strong>ni</strong>festaciones o variantes <strong>de</strong>l constructivismo enfunción no ya, <strong>de</strong> las teorías psicológicas <strong>de</strong> referencia,sino también <strong>de</strong> la manera como se plantea la utilización<strong>de</strong> dichas teorías para analizar, compren<strong>de</strong>r y explicar la<strong>educación</strong> <strong>escolar</strong>. El segundo apartado estaráprecisamente <strong>de</strong>dicado a analizar con algo más <strong>de</strong> <strong>de</strong>talleuna <strong>de</strong> estas variables o ma<strong>ni</strong>festaciones <strong>de</strong>lconstructivismo en la teoría y práctica educativa: la quesitúa el punto <strong>de</strong> partida <strong>de</strong> la indagación en un análisis<strong>de</strong> la naturaleza y funciones <strong>de</strong> la <strong>educación</strong> <strong>escolar</strong> paracuestionar, a partir <strong>de</strong>l resultado <strong>de</strong> este análisis, lasteorías <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> y <strong>de</strong>l aprendizaje, y las aportaciones<strong>de</strong> la investigación psicológica en general, que comparten,mas allá <strong>de</strong> las diferencias que mantienen entre sí, unavisión constructivista <strong>de</strong>l psiquismo humano.No cabe, en un espacio reducido como el <strong>de</strong> esteartícu<strong>lo</strong> presentar siquiera <strong>de</strong> forma esquemática <strong>lo</strong>sresultados <strong>de</strong> esta indagación. Intentaré, en cambio, en eltercer apartado, mostrar cómo esta manera <strong>de</strong> proce<strong>de</strong>rpermite integrar <strong>de</strong> forma articulada, coherente yjerarquizada conceptos y principios explicativos quetienen su origen en diferentes teorías <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> y <strong>de</strong>laprendizaje. Los comentarios finales, por último, estarán<strong>de</strong>dicados a realizar algunas va<strong>lo</strong>raciones sobre el alcancey las limitaciones <strong>de</strong> esta versión o ma<strong>ni</strong>festación <strong>de</strong>lconstructivismo en el ámbito <strong>de</strong> la <strong>educación</strong> <strong>escolar</strong>.El constructivismo y las relaciones entre elconocimiento psicológico y la teoría y la practicaeducativa.Las relaciones entre el conocimiento psicológico y lateoría y la práctica educativa han estado presididas <strong>de</strong>s<strong>de</strong>
<strong>siempre</strong> por la creencia <strong>de</strong> que la utilización yaplicación <strong>de</strong> dicho conocimiento es una <strong>de</strong> las clavesfundamentales para mejorar la <strong>educación</strong> en general y la<strong>educación</strong> <strong>escolar</strong> en particular 2 . Lejos <strong>de</strong> <strong>de</strong>bilitarse, estacreencia se refuerza consi<strong>de</strong>rablemente cuando a finales<strong>de</strong>l sig<strong>lo</strong> XIX la psico<strong>lo</strong>gía adopta <strong>lo</strong>s métodos propios<strong>de</strong> las ciencias experimentales y surge la psico<strong>lo</strong>gíacientífica.A partir <strong>de</strong> ese momento, el recurso a lapsico<strong>lo</strong>gía-sobre todo a las gran<strong>de</strong>s teorías explicativas<strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong>, <strong>de</strong>l aprendizaje y <strong>de</strong> las diferenciasindividuales-será una constante en el estudio ytratamiento <strong>de</strong> l os temas educativos. De este modo a <strong>lo</strong>largo <strong>de</strong> este sig<strong>lo</strong>, <strong>lo</strong>s profesores, <strong>lo</strong>s formadores <strong>de</strong>profesores, y <strong>lo</strong>s psicó<strong>lo</strong>gos <strong>escolar</strong>es, <strong>lo</strong>s pedagogos, <strong>lo</strong>sinspectores, <strong>lo</strong>s pla<strong>ni</strong>ficadores <strong>de</strong> la <strong>educación</strong>, e incluso<strong>lo</strong>s responsables <strong>de</strong> las políticas educativas han dirigidouna y otra vez su mirada hacia la psico<strong>lo</strong>gía, mucho más amenudo quizás que hacia cualquier otra disciplina con laesperanza <strong>de</strong> encontrar en ella respuestas concretas a <strong>lo</strong>sproblemas <strong>de</strong> la <strong>educación</strong> y, sobre todo, con laesperanza <strong>de</strong> que la psico<strong>lo</strong>gía pueda ofrecerles un marcog<strong>lo</strong>bal <strong>de</strong> referencia susceptible <strong>de</strong> guiar, orientar y dotar<strong>de</strong> coherencia su actividad profesional.La evolución histórica <strong>de</strong> la psico<strong>lo</strong>gía <strong>de</strong> la <strong>educación</strong>y <strong>de</strong> la psico<strong>lo</strong>gía <strong>de</strong> la instrucción pue<strong>de</strong> interpretarse <strong>de</strong>hecho, en buena medida, en clave <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>lo</strong>s esfuerzosrealizados <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la investigación psicológica con el fin <strong>de</strong>proporcionar una respuesta ajustada a estas expectativasciertamente elevadas e incluso mas bien excesivas.Dejando <strong>de</strong> lado, sin embargo, la apasionante y polémicacuestión <strong>de</strong> si g<strong>lo</strong>balmente la psico<strong>lo</strong>gía ha sido, estásiendo o muestra una clara ten<strong>de</strong>ncia a ser capaz en elfuturo <strong>de</strong> satisfacer a<strong>de</strong>cuadamente las expectativas <strong>de</strong> lasque es objeto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el ámbito <strong>de</strong> la <strong>educación</strong>, <strong>lo</strong> que nosinteresa <strong>de</strong>stacar aquí es la lógica interna y <strong>lo</strong>s supuestosque han presidido estos intentos.Las figuras 1-3 presentan tres lógicas distintas, sin lugara dudas las más comunes, que presi<strong>de</strong>n a menudo lasrelaciones entre el conocimiento psicológico y la teoría ypráctica educativa 3. Conviene subrayar, que en principio,son in<strong>de</strong>pendientes <strong>de</strong> la naturaleza y <strong>de</strong> las características2Un análisis <strong>de</strong>tallado <strong>de</strong> estas relaciones y <strong>de</strong> suevolución pue<strong>de</strong> encontrarse en Coll, 1989.3 Las tres lógicas representadas en las figuras 1-3 tienena<strong>de</strong>más correspon<strong>de</strong>ncia clara con las distintas maneras<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r la psico<strong>lo</strong>gía <strong>de</strong> la <strong>educación</strong> y <strong>de</strong> lainstrucción, su objeto <strong>de</strong> estudio, su especificidad comoámbito <strong>de</strong> conocimiento y su lugar en el concierto <strong>de</strong> lasdisciplinas psicológicas y educativas (véase Coll, 1995; enprensa9. Así, mientras las figuras 1 y 2 correspon<strong>de</strong>n a laconcepción <strong>de</strong> la psico<strong>lo</strong>gía <strong>de</strong> la <strong>educación</strong> y <strong>de</strong> lainstrucción como psico<strong>lo</strong>gía aplicada a la <strong>educación</strong>, elesquema 3 respon<strong>de</strong> más bien a la concepción <strong>de</strong> lapsico<strong>lo</strong>gía <strong>de</strong> la <strong>educación</strong> y <strong>de</strong> la instrucción comodisciplina puente <strong>de</strong> carácter aplicado.3<strong>de</strong>l conocimiento psicológico que es objeto <strong>de</strong> utilizacióno aplicación. Es <strong>de</strong>cir, pue<strong>de</strong> seguirse cualquiera <strong>de</strong> lastres lógicas con in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> que el conocimientopsicológico que se intenta utilizar o aplicar, las teoríaspsicológicas a las que se alu<strong>de</strong> en <strong>lo</strong>s recuadros <strong>de</strong> la parteizquierda <strong>de</strong> la figura, sea o no acor<strong>de</strong> con <strong>lo</strong>s principiosconstructivistas. O para <strong>de</strong>cir<strong>lo</strong> aún con otras palabras, elhecho <strong>de</strong> utilizar como marco psicológico <strong>de</strong> referenciateorías claramente inspiradas o compatibles con <strong>lo</strong>sprincipios constructivistas no implica, en principio, laadopción <strong>de</strong> una u otra <strong>de</strong> las lógicas representadas en lasfiguras 1 3 .Teoría PsicológicaTeoría y práctica educativaFigura 1, Las relaciones entre el conocimiento psicológico y la práctica educativa (A)Una manera habitual <strong>de</strong> proce<strong>de</strong>r, representadaen la figura 1, consiste en elegir una teoría <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong>,<strong>de</strong>l aprendizaje, o incluso una teoría general <strong>de</strong>lfuncionamiento psicológico, y tomarla como punto <strong>de</strong>partida ú<strong>ni</strong>co y exclusivo para proce<strong>de</strong>r a su aplicación enel ámbito educativo. Cuando se proce<strong>de</strong> así, suele existirciertamente la conciencia <strong>de</strong> que, cualquiera que sea lateoría elegida, ofrece explicaciones todavía parciales,incompletas y con frecuencia controvertidas, pero sesuele argumentar que, a pesar <strong>de</strong> sus carencias,proporciona una buena plataforma para analizar,compren<strong>de</strong>r y explicar <strong>lo</strong>s procesos educativos <strong>escolar</strong>es.La coherencia interna <strong>de</strong> la teoría, el volumen y lavariedad <strong>de</strong>l apoyo empírico sobre el que se sustenta, lariqueza <strong>de</strong> su entramado conceptual y su potencialida<strong>de</strong>xplicativa suelen ser la razones aludidas con el fin <strong>de</strong>mi<strong>ni</strong>mizar el alcance <strong>de</strong> las carencias que presenta lateoría en cuestión para explicar <strong>lo</strong>s procesos <strong>escolar</strong>es <strong>de</strong>enseñanza y aprendizaje; y también para compensarlasmediante extensiones o extrapolaciones <strong>de</strong> naturalezaintuitiva que son sin embargo casi <strong>siempre</strong> difícilmentejustificables <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la propia teoría.Prácticamente todas las teorías comprensivas <strong>de</strong>lpsiquismo humano que ja<strong>lo</strong>nan la historia <strong>de</strong> la psico<strong>lo</strong>gía<strong>de</strong>l sig<strong>lo</strong> XX se han prestado o han impulsado, en unmomento u otro <strong>de</strong> su generalización y difusión,utilizaciones educativas que respon<strong>de</strong>n a este tipo <strong>de</strong>lógica. Las teorías <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> y <strong>de</strong>l aprendizajeinspiradas o compatibles con <strong>lo</strong>s principiosconstructivistas no han sido una excepción. Antes alcontrario, son quizás las que con mayor frecuencia eintensidad han dado lugar a este tipo <strong>de</strong> aplicacioneseducativas. Baste recordar, por citar só<strong>lo</strong> dos ejemp<strong>lo</strong>s,<strong>lo</strong>s intentos <strong>de</strong> fundamentar una pedagogía o incluso unadidáctica a partir <strong>de</strong> la psico<strong>lo</strong>gía y la epistemo<strong>lo</strong>gíagenética <strong>de</strong> Piaget, intentos inaugurados por Aebli en1951 y proseguidos <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> forma prácticamentei<strong>ni</strong>nterrumpida hasta nuestros días (Delval, 1983;
las bases neuropsicológicas <strong>de</strong> la conducta: <strong>de</strong>s<strong>de</strong><strong>lo</strong>s trastornos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> y las dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong>aprendizaje hasta la sobredotación intelectual: ....<strong>ni</strong>ngunaparcela <strong>de</strong>l conocimiento psicológico dispo<strong>ni</strong>ble queda enprincipio al margen <strong>de</strong> este afán por fundamentarcientíficamente la <strong>educación</strong> 5Teoría psicológicaTeoría psicológicaTeoría psicológicaTeoría psicológicateoría y práctica educativaFigura 2. Las relaciones entre el conocimiento psicológico, la teoría y la práctica educativa (B).En ocasiones, no obstante, se restringe elaba<strong>ni</strong>co <strong>de</strong> teorías, explicaciones o investigacioneselegidas con el fin <strong>de</strong> llevar a cabo la selección <strong>de</strong>conocimientos psicológicos a aquellas que, en principio,comparten unos mismos principios básicos yfundamentales sobre el funcionamiento <strong>de</strong>l psiquismohumano; es <strong>de</strong>cir, a aquellas que pertenecen a un mismoparadigma psicológico: conductismo, psicoanálisis,cog<strong>ni</strong>tivismo, etc. Tampoco el constructivismo escapa ala influencia <strong>de</strong> esta lógica. Más aún, la mayoría <strong>de</strong> <strong>lo</strong>splanteamientos constructivistas que encontramos en eldiscurso pedagógico actual respon<strong>de</strong>n, a mi juicio, bien ala lógica <strong>de</strong> la figura 2.Frente a <strong>lo</strong>s esfuerzos <strong>siempre</strong> renovados <strong>siempre</strong> porfundamentar la teoría y práctica educativa partir <strong>de</strong> unaú<strong>ni</strong>ca teoría comprensiva <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> o <strong>de</strong>laprendizaje 6 , la aparición <strong>de</strong> LA NUEVA CIENCIA DELA MENTE (Gardner 1983) y la adopción casigeneralizada <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s enfoques cog<strong>ni</strong>tivos a partir <strong>de</strong> finales<strong>de</strong> <strong>lo</strong>s años setenta y principios <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s ochenta abre la víaa una posible complementariedad entre teorías y5La mayoría <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s manuales <strong>de</strong> psico<strong>lo</strong>gía <strong>de</strong> la<strong>educación</strong>, especialmente <strong>lo</strong>s <strong>de</strong>stinados a la formación<strong>de</strong>l profesorado, respon<strong>de</strong>n a esta lógica. En realidad,aunque presentados como manuales <strong>de</strong> psico<strong>lo</strong>gía <strong>de</strong> la<strong>educación</strong>, parecen más bien verda<strong>de</strong>ras "anto<strong>lo</strong>gías" <strong>de</strong>psico<strong>lo</strong>gía general en las que el criterio <strong>de</strong> selección no<strong>siempre</strong> es evi<strong>de</strong>nte.6 Lejos <strong>de</strong> <strong>de</strong>saparecer, estos intentos se repiten una yotra vez en función <strong>de</strong> la teoría comprensiva <strong>de</strong>l<strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> o <strong>de</strong>l aprendizaje dominante en cada momentohistórico: el conductismo skinneriano en <strong>lo</strong>s añoscincuenta y sesenta; el constructivismo piagetano en <strong>lo</strong>saños sesenta y setenta; y <strong>lo</strong>s enfoques <strong>de</strong>l procesamientohumano <strong>de</strong> la información y la teoría sociocultural <strong>de</strong>l<strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> y <strong>de</strong>l aprendizaje a partir <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s ochenta.5explicaciones que, si bien pertenecen en principio atradiciones psicológicas distintas y son a vecescontradictorias entre si en otros aspectos, comparten sinembargo un número reducido, aunque potente, <strong>de</strong> i<strong>de</strong>asfuerzao principios explicativos básicos acerca <strong>de</strong> <strong>lo</strong>sprocesos <strong>de</strong> aprendizaje y <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s sereshumanos.Des<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista educativo, la i<strong>de</strong>a-fuerzatal vez más potente también la más ampliamentecompartida es la que se refiere a la importancia <strong>de</strong> laactividad mental constructiva <strong>de</strong> las personas en <strong>lo</strong>sprocesos <strong>de</strong> adquisición <strong>de</strong>l conocimiento. De ahí eltérmino constructivismo habitualmente elegido para<strong>de</strong>nominar esta posible complementariedad, tras el cualencontramos <strong>de</strong> hecho teorías y enfoques explicativos <strong>de</strong>lcomportamiento humano que difieren sig<strong>ni</strong>ficativamenteentre sí en muchos otros aspectos. Trasladada al ámbito<strong>de</strong> la <strong>educación</strong> <strong>escolar</strong>, la i<strong>de</strong>a-fuerza <strong>de</strong>l constructivismoconduce a poner el acento en la aportación constructivaque realiza el alumno al propio proceso <strong>de</strong> aprendizaje: es<strong>de</strong>cir, conduce a concebir el aprendizaje <strong>escolar</strong> como unproceso <strong>de</strong> construcción <strong>de</strong>l conocimiento a partir <strong>de</strong> <strong>lo</strong>sconocimientos y <strong>de</strong> las experiencias previas, y laenseñanza como una ayuda a este proceso <strong>de</strong>construcción:A partir <strong>de</strong> ese momento, y sin abandonar nunca<strong>de</strong>l todo la ilusión-en el sentido epistemológico <strong>de</strong>ltérmino-<strong>de</strong> po<strong>de</strong>r disponer algún día <strong>de</strong> una ú<strong>ni</strong>ca teoría<strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> y <strong>de</strong>l aprendizaje capaz <strong>de</strong> fundamentar la<strong>educación</strong> <strong>escolar</strong>, <strong>lo</strong>s planteamientos constructivistas en<strong>educación</strong> <strong>de</strong>jan <strong>de</strong> estar totalmente dominados por lalógica representada en la figura 1 y comienzan aa<strong>de</strong>ntrarse progresivamente en la lógica <strong>de</strong> la figura 2. Y<strong>de</strong> nuevo encontramos aquí un elenco <strong>de</strong>constructivismos en función <strong>de</strong> las teorías <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong>y/o <strong>de</strong>l aprendizaje cuya complementariedad en elámbito <strong>de</strong> la <strong>educación</strong> <strong>escolar</strong>-no en el ámbito <strong>de</strong> laexplicación que cada una <strong>de</strong> ellas ofrece <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> o<strong>de</strong>l aprendizaje-se postula precisamente por el hecho <strong>de</strong>compartir unos mismos principios básicos yfundamentales sobre el funcionamiento <strong>de</strong>l psiquismohumano. Así, y por citar só<strong>lo</strong> <strong>lo</strong>s ejemp<strong>lo</strong>s más conocidosy más frecuentes, encontramos propuestasconstructivistas en <strong>educación</strong> que buscan lacomplementariedad entre la teoría genética <strong>de</strong> Piaget y<strong>lo</strong>s enfoques <strong>de</strong>l procesamiento humano <strong>de</strong> lainformación; otros, entre la teoría <strong>de</strong> Piaget y la teoríasociocultural <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> y <strong>de</strong>l aprendizaje <strong>de</strong> Vygotski;otros entre la teoría <strong>de</strong>l aprendizaje verbal sig<strong>ni</strong>ficativo <strong>de</strong>Ausubel y <strong>lo</strong>s enfoques <strong>de</strong>l procesamiento humano <strong>de</strong> lainformación; y otros aún, entre varias o incluso todas lasteorías mencionadas.Mediante la lógica representada en la figura 2, y co<strong>ni</strong>n<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la naturaleza y <strong>de</strong> las características <strong>de</strong>las teorías psicológicas <strong>de</strong> referencia, es posible llegartambién a satisfacer la expectativa <strong>de</strong> disponer <strong>de</strong> unesquema g<strong>lo</strong>bal <strong>de</strong> comprensión y actuación sobre <strong>lo</strong>s
procesos educativos <strong>escolar</strong>es. El problema en estecaso resi<strong>de</strong>, sin embargo, en la dificultad <strong>de</strong> dotar <strong>de</strong>coherencia el esquema g<strong>lo</strong>bal elaborado a partir <strong>de</strong>retazos <strong>de</strong> explicaciones que tienen a menudo su origenen teorías y enfoques muy distintos entre si. La dificulta<strong>de</strong>s lógicamente menor en la medida en que --comosuce<strong>de</strong> con <strong>lo</strong>s planteamientos constructivistas en<strong>educación</strong> que acabamos <strong>de</strong> comentar- las teoríaspsicológicas <strong>de</strong> referencia comparten unos mismosprincipios básicos sobre el funcionamiento <strong>de</strong>l psiquismohumano. Pero no llega nunca ha <strong>de</strong>saparecer. De hecho,la anunciada complementariedad se acaba concretandoinexorablemente, en la lógica <strong>de</strong> la figura 2, en la lista oun catá<strong>lo</strong>go don<strong>de</strong> figuran, unas al lado <strong>de</strong> las otras,explicaciones y propuestas que tienen su origen en lasdiferentes teorías <strong>de</strong> referencia, sin que sea posiblediscer<strong>ni</strong>r un hi<strong>lo</strong> conductor, un esquema explicativoarticulado que les confiera u<strong>ni</strong>dad y coherencia.El origen último <strong>de</strong> esta dificultad resi<strong>de</strong> en lanaturaleza <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s criterios a partir <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s cuales se proce<strong>de</strong>a seleccionar <strong>lo</strong>s retazos <strong>de</strong> explicaciones <strong>de</strong> las diferentesteorías consi<strong>de</strong>radas. En efecto, tales criterios- cuando seformulan explícitamente, <strong>lo</strong> que <strong>siempre</strong> suce<strong>de</strong>- suele serel fruto <strong>de</strong> las preferencias teóricas <strong>de</strong> quienes asumen laresponsabilidad <strong>de</strong> realizar la selección, <strong>de</strong> la influencia <strong>de</strong>las modas mas o menos pasajeras que inva<strong>de</strong>n,periódicamente el campo <strong>de</strong> la <strong>educación</strong>, <strong>de</strong> laspresiones políticas y sociales por encontrar solucionesurgentes a problemas concretos, o <strong>de</strong> una mezcla <strong>de</strong>varios <strong>de</strong> estos factores. En cuanto a sus consecuencias,es casi inevitable que el eclecticismo al que correspon<strong>de</strong>esta lógica acabe <strong>de</strong>sembocando, la mayoría <strong>de</strong> las vecesen <strong>de</strong>cisiones y actuaciones inconexas, cuando noclaramente contradictorias en <strong>lo</strong>s intentos <strong>de</strong> aplicación<strong>de</strong> las propuestas así elaboradas a situaciones concretas.A todo el<strong>lo</strong> habría que añadir a<strong>de</strong>más que el principio<strong>de</strong> jerarquía epistemológica entre, por una parte, elconocimiento psicológico, y por otra, la teoría y lapráctica educativa, así como el principio <strong>de</strong>reduccio<strong>ni</strong>smo psicológico en el abordaje <strong>de</strong> lascuestiones educativas, están también presentes en estalógica, por <strong>lo</strong> que <strong>lo</strong>s comentarios anteriormenteformulados a propósito <strong>de</strong> la lógica representada en lafigura 1 son igualmente aplicables en este caso.Como pue<strong>de</strong> apreciarse a simple vista, las relacionesentre conocimiento psicológico y teoría y prácticaeducativa que aparecen representadas en la figura 3respon<strong>de</strong>n a una lógica substancialmente distinta a la quesubyace a las figuras 1 y 2. Las flechas u<strong>ni</strong>direccionalesque las figuras 1 y 2 apuntan <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la teoría o teoríaspsicológicas hacia la teoría y la practica educativa,-- y quecomo ya hemos mencionado reflejan una jerarquía <strong>de</strong>or<strong>de</strong>n epistemológico entre ambos elementos- han sidosubstituidas en la figura 3 por flechas bidireccionales quetienen su origen y su <strong>de</strong>stino en un nuevo elemento quesurge entre <strong>lo</strong>s dos anteriores. Este nuevo elemento queaparece al mismo tiempo como origen y mediador <strong>de</strong> las6relaciones entre el conocimiento psicológico y la teoría yla práctica educativa, no es otro que la naturaleza yfunciones <strong>de</strong> la <strong>educación</strong> <strong>escolar</strong> y las característicaspropias y específicas <strong>de</strong> las situaciones <strong>escolar</strong>es <strong>de</strong>enseñanza y aprendizaje. La inserción <strong>de</strong> este nuevoelemento y las modificaciones en las flechas querelacionan <strong>lo</strong>s distintos elementos <strong>de</strong> la figura reflejan unalógica netamente distinta a la representada en las figuras 1y 2 en <strong>lo</strong> que concierne a la manera <strong>de</strong> plantear lasrelaciones entre el conocimiento psicológico y la teoría yla práctica educativa. En efecto, en este caso el punto <strong>de</strong>partida ya no es una teoría <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> o <strong>de</strong>laprendizaje, <strong>ni</strong> tampoco un <strong>de</strong> explicacionessobre <strong>de</strong>terminados aspectos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> y <strong>de</strong>laprendizaje supuesta y potencialmente útiles paraanalizar, compren<strong>de</strong>r y explicar <strong>lo</strong>s procesos <strong>escolar</strong>es <strong>de</strong>enseñanza y aprendizaje. El punto <strong>de</strong> partida es ahora latoma en consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> la naturaleza y funciones <strong>de</strong> la<strong>educación</strong> <strong>escolar</strong> y <strong>de</strong> las características propias yespecíficas <strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>s <strong>escolar</strong>es <strong>de</strong> enseñanza yaprendizaje.Teorías <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> y-o <strong>de</strong>l aprendizajeinspiradas en, ocompatibles con <strong>lo</strong>sprincipios básicos <strong>de</strong> laexplicaciónconstructivista --<strong>de</strong>l psiquismo humano.*Naturaleza y funciones<strong>de</strong> la <strong>educación</strong> y <strong>de</strong> la<strong>educación</strong> <strong>escolar</strong>.*Características <strong>de</strong> las situaciones<strong>escolar</strong>es <strong>de</strong> -enseñanza y aprendizajeTeoría y prácticaeducativa.La concepción constructivista <strong>de</strong> la enseñanza y <strong>de</strong>l aprendizajeFigura 3. Las relaciones entre el conocimiento psicológico y la teoría y lapráctica educativa (C)Las teorías constructivistas <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> y <strong>de</strong>laprendizaje son interpeladas, son interrogadas, a partir <strong>de</strong>la problemática propia y específica <strong>de</strong> la <strong>educación</strong><strong>escolar</strong>, exactamente <strong>de</strong> la misma manera que so<strong>ni</strong>nterpeladas e interrogadas otras disciplinas educativas yla misma práctica. Esta interpelación conduce ai<strong>de</strong>ntificar una serie <strong>de</strong> principios explicativos que,a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> aportar una respuesta a las cuestionesplanteadas contribuyen a profundizar y compren<strong>de</strong>rmejor la naturaleza <strong>de</strong> la <strong>educación</strong> <strong>escolar</strong> las funcionesque cumple en el <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> y la socialización <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s sereshumano, y <strong>lo</strong>s rasgos que diferencian activida<strong>de</strong>seducativas <strong>escolar</strong>es <strong>de</strong> otros tipos <strong>de</strong> prácticaseducativas. Así, mediante un proceso <strong>de</strong> ida y vueltaincesantemente repetido, se abre la posibilidad <strong>de</strong> irconformando <strong>de</strong> forma progresiva un esquema <strong>de</strong>conjunto orientado a analizar, compren<strong>de</strong>r y explicar <strong>lo</strong>sprocesos <strong>escolar</strong>es <strong>de</strong> enseñanza y aprendizaje. Es <strong>de</strong>cir,se abre la posibilidad <strong>de</strong> avanzar hacia una explicaciónconstructivista genuina <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s procesos <strong>escolar</strong>es <strong>de</strong>enseñanza y aprendizaje que no sea una pura y simpletransposición al ámbito educativo <strong>de</strong> una teoría
constructivista <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> y/o <strong>de</strong>l aprendizaje-almodo <strong>de</strong>l constructivismo tributario <strong>de</strong> la lógica <strong>de</strong> lafigura 1-o un catá<strong>lo</strong>go más o menos amplio <strong>de</strong> principiosexplicativos extraídos <strong>de</strong> un conjunto <strong>de</strong> teoríasconstructivistas <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> y/o <strong>de</strong>l aprendizaje-almodo <strong>de</strong>l constructivismo tributario <strong>de</strong> la lógica <strong>de</strong> lafigura 2.Evi<strong>de</strong>ntemente, la clave <strong>de</strong> esta versión o variante <strong>de</strong>lconstructivismo en la <strong>educación</strong>, que hemos propuesto<strong>de</strong>nominar en las repetidas ocasiones (Coll, 1990; Coll yMartín, 1993; Coll y Solé, 1993) concepciónconstructivista <strong>de</strong> la enseñanza y <strong>de</strong>l aprendizaje paradiferenciarla <strong>de</strong> las anteriormente comentadas, resi<strong>de</strong> enla toma en consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> la naturaleza y funciones <strong>de</strong>la <strong>educación</strong> <strong>escolar</strong> y <strong>de</strong> las características propias yespecíficas <strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>s <strong>escolar</strong>es <strong>de</strong> enseñanza yaprendizaje. Pero antes <strong>de</strong> pasar a ocuparnos <strong>de</strong> estepunto, conviene que nos <strong>de</strong>tengamos brevemente, aligual que hemos hecho en <strong>lo</strong>s casos anteriores, en lasventajas y también en <strong>lo</strong>s riesgos y dificulta<strong>de</strong>s quecomporta la lógica <strong>de</strong> la figura 3.Comenzado por las ventajas, quizás la más <strong>de</strong>stacablepara la argumentación que estamos <strong>de</strong>sarrollando sea queesta manera <strong>de</strong> proce<strong>de</strong>r permite soslayar, en principio, elreduccio<strong>ni</strong>smo y el eclecticismo propios <strong>de</strong> <strong>lo</strong>splanteamientos anteriores así como la critica, plenamentejustificada a mi juicio, <strong>de</strong>l principio <strong>de</strong> la jerarquíaepistemológica entre conocimiento psicológico y teoría ypráctica educativa que les caracteriza. La cual no sig<strong>ni</strong>ficaque no comporte riesgos y peligros potenciales. Así,existe el riesgo evi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> que la integración buscadasiga encubriendo, <strong>de</strong> hecho, un eclecticismo similar al quesubyace a la lógica <strong>de</strong> la figura 2 ; o también el riesgo(señalado, entre otros, por Castorina,1992) <strong>de</strong> <strong>de</strong>sgajar<strong>lo</strong>s elementos y principios seleccionados <strong>de</strong>l contextoepistemológico, metodológico y conceptual en el que hansido elaborados y <strong>de</strong>l que extraen en <strong>de</strong>fi<strong>ni</strong>tiva, supotencial explicativo; o el riesgo <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar al margen,como consecuencia <strong>de</strong> la adopción <strong>de</strong> un enfoqueconstructivista, elementos y aportaciones <strong>de</strong> otras teoríasy enfoques que, pese a su interés intrínseco para la<strong>educación</strong>, son difícilmente compatibles con la opciónrealizada; o el riesgo <strong>de</strong> olvidar que la elaboración <strong>de</strong> unmarco g<strong>lo</strong>bal <strong>de</strong> referencia para la <strong>educación</strong> <strong>escolar</strong>inspirado en el constructivismo es una empresa que estáen sus i<strong>ni</strong>cios y que no cabe, por <strong>lo</strong> tanto, su utilizaciónen términos dogmáticos y excluyentes; o por último, elriesgo <strong>de</strong> quedar <strong>de</strong>slumbrados ante la coherencia y elpo<strong>de</strong>r explicativo <strong>de</strong> un marco g<strong>lo</strong>bal <strong>de</strong> referenciainspirado en el constructivismo psicológico, <strong>de</strong> olvidar lanecesaria aproximación multidisciplinar al estudio <strong>de</strong> <strong>lo</strong>sfenómenos educativos y <strong>de</strong> regresar a un reduccio<strong>ni</strong>smopsicológico ya superado.Nótese que estos riesgos y peligros son similares, casipunto por punto, a <strong>lo</strong>s que podrían señalarse a propósito<strong>de</strong> la lógica representada en la figura 2. La diferenciaestriba en que en el caso <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s planteamientos7constructivistas que siguen esa lógica, la mayoría <strong>de</strong> <strong>lo</strong>sriesgos señalados, no son en realidad tales, sino más biendificulta<strong>de</strong>s insoslayables <strong>de</strong>rivadas <strong>de</strong>l hecho <strong>de</strong> que elpunto <strong>de</strong> partida <strong>de</strong>l esfuerzo <strong>de</strong> integración se sitúa enlas teorías psicológicas <strong>de</strong> referencia o, en el mejor <strong>de</strong> <strong>lo</strong>scasos, en el conjunto <strong>de</strong> criterios más o menos intuitivosutilizados para seleccionar las partes <strong>de</strong> las mismas queson supuesta y potencialmente útiles para dar cuenta <strong>de</strong>laprendizaje <strong>escolar</strong>. En cambio, en <strong>lo</strong>s planteamientosque siguen la lógica representada en la figura 3 sonriesgos y peligros en sentido estricto, en la medida en quees posible hacerles frente llevando hasta sus últimasconsecuencias la propuesta <strong>de</strong> situar el esfuerzo <strong>de</strong>integración en el análisis <strong>de</strong> la naturaleza, funciones ycaracterísticas propias <strong>de</strong> la <strong>educación</strong> <strong>escolar</strong>.Naturaleza funciones y características <strong>de</strong> la<strong>educación</strong> <strong>escolar</strong>.Permítasenos suponer, con el fin <strong>de</strong> ilustrargráficamente las diferencias entre <strong>lo</strong>s planteamientosconstructivistas que respon<strong>de</strong>n a las lógicas <strong>de</strong> la figuras 2y 3, que tomamos en ambos casos como teoríaspsicológicas <strong>de</strong> referencia las 4 mencionadasanteriormente: la teoría genética <strong>de</strong> Piaget, la teoría <strong>de</strong>laprendizaje verbal sig<strong>ni</strong>ficativo <strong>de</strong> Ausubel, <strong>lo</strong>s enfoques<strong>de</strong>l procesamiento humano <strong>de</strong> la información y la teoríasocio-cultural <strong>de</strong> Vygotski. En el primer caso, es <strong>de</strong>cir, en<strong>lo</strong>s planeamientos constructivistas que operan <strong>de</strong> acuerdocon la lógica <strong>de</strong> la figura 2, el procedimiento podríarepresentarse esquemáticamente como <strong>lo</strong> muestra lafigura 4.La teoría genética <strong>de</strong>l<strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> intelectualLas teorías <strong>de</strong>lprocesamiento humano<strong>de</strong> la informaciónOtras teorías <strong>de</strong>l<strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> y el aprendizajeConjunto <strong>de</strong> principios yconceptos explicativos <strong>de</strong>naturaleza contructivistaseleccionados a partir <strong>de</strong>las teorías <strong>de</strong> referenciaFigura 4. Enfoques constructivistas en <strong>educación</strong> (A)La teoría <strong>de</strong>l aprendizajeverbal sig<strong>ni</strong>ficativo y lateoría <strong>de</strong> la asimilaciónLa teoría socio-cultural<strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> y <strong>de</strong>laprendizajeEl resultado sería una lista o un catá<strong>lo</strong>go <strong>de</strong> conceptosy principios explicativos obte<strong>ni</strong>dos a partir <strong>de</strong> unarevisión sistemática <strong>de</strong> las teorías <strong>de</strong> referencia yseleccionados en función <strong>de</strong> su mayor o menor utilidadpotencial para la <strong>educación</strong> <strong>escolar</strong>. La lista seríaciertamente extensa, pues las cuatro teorías o enfoqueselegidos han mostrado sobradamente su potencialidadpara generar implicaciones y aplicaciones no so<strong>lo</strong> útiles,sino también extremadamente valiosas para la <strong>educación</strong>
<strong>escolar</strong>. En esta lista encontraríamos por ejemp<strong>lo</strong>referencias a la relación entre la capacidad <strong>de</strong> aprendizajey el <strong>ni</strong>vel <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> cog<strong>ni</strong>tivo, a la importancia <strong>de</strong>lconflicto cog<strong>ni</strong>tivo y sociocog<strong>ni</strong>tivo como factor <strong>de</strong>progreso intelectual, al sig<strong>ni</strong>ficado <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s errores en elproceso <strong>de</strong> aprendizaje, a la actividad autoestructurante<strong>de</strong> <strong>lo</strong>s alumnos y alumnas, a la conve<strong>ni</strong>encia <strong>de</strong> crear oprovocar mediante la enseñanza <strong>de</strong>sfases o <strong>de</strong>sajustesóptimos entre la competencia cog<strong>ni</strong>tiva y las exigencias<strong>de</strong>l conte<strong>ni</strong>do <strong>de</strong>l aprendizaje al concepto <strong>de</strong> aprendizajesig<strong>ni</strong>ficativo, a la sig<strong>ni</strong>ficatividad lógica y psicológica <strong>de</strong>lmaterial <strong>de</strong> aprendizaje, a la necesidad <strong>de</strong> promover unadisposición favorable en el alumnado para realizaraprendizajes sig<strong>ni</strong>ficativos, a las jerarquías conceptuales ala orga<strong>ni</strong>zación <strong>de</strong>l material <strong>de</strong> aprendizaje mediantesecuencias elaborativas, a <strong>lo</strong>s esquemas <strong>de</strong> conocimientoa las diferencias entre novatos y expertos, a lasconcepciones previas y a las teorías implícitas, al cambioconceptual, a la diferencia entre conocimiento <strong>de</strong>clarativoy conocimiento procedural, a la estructura asociativa <strong>de</strong> lamemoria humana a la zona <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> próximo, alpaso <strong>de</strong> la regulación interpsicológica a la regulació<strong>ni</strong>ntrapsico<strong>lo</strong>gica, a la importancia <strong>de</strong>l discurso en laconstrucción y negociación <strong>de</strong> sig<strong>ni</strong>ficados en el aula, a<strong>lo</strong>s patrones <strong>de</strong> interacción profesor-alumnos, a laestructura social <strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> aprendizaje, a <strong>lo</strong>spatrones <strong>de</strong> interacción entre alumnos... y un largoetcétera.No me cabe duda <strong>de</strong> que tomado en su conjunto estecatá<strong>lo</strong>go merece ser calificado como ,en el sentido <strong>de</strong> que todos sus elementos tienen su origenen teorías constructivistas <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> y/o <strong>de</strong>l aprendizaje es<strong>de</strong>cir, en explicaciones <strong>de</strong> estos procesos que compartenuna visión constructivista <strong>de</strong>l psiquismo humano más allá<strong>de</strong>, y a pesar <strong>de</strong>, las diferencias que mantienen entre sí.No me cabe duda tampoco <strong>de</strong> que pue<strong>de</strong> resultartremendamente útil y eficaz para compren<strong>de</strong>r<strong>de</strong>terminados aspectos <strong>de</strong>l aprendizaje <strong>escolar</strong> y <strong>de</strong> quepue<strong>de</strong> suponer una ayuda inestimable para tomar<strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong> pla<strong>ni</strong>ficación o intervención educativa enalgunos o en muchos aspectos concretos. No creo, sinembargo, que sea legítimo aplicar a un catá<strong>lo</strong>go tal elrótu<strong>lo</strong> <strong>de</strong> en sentido estricto si porel<strong>lo</strong> enten<strong>de</strong>mos-como suele ser habitual por otra parteunaexplicación o incluso, siendo menos exigentes, unavisión articulada y coherente <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s procesos <strong>escolar</strong>es <strong>de</strong>enseñanza y aprendizajeEl catá<strong>lo</strong>go confeccionado no pue<strong>de</strong> <strong>ni</strong> podrá nunca siseguimos procediendo <strong>de</strong> acuerdo con la lógica <strong>de</strong> lafigura 2, proporcionar una visión o un esbozo <strong>de</strong>explicación articulada y coherente <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s procesos<strong>escolar</strong>es <strong>de</strong> enseñanza y aprendizaje. En primer lugarporque como es ampliamente sabido, algunos <strong>de</strong> <strong>lo</strong>sprincipios y conceptos explicativos que figuran en él sondifícilmente articulables entre sí- ¿Cómo compaginar, pormencionar só<strong>lo</strong> dos <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s muchos ejemp<strong>lo</strong>s posibles elconcepto <strong>de</strong> <strong>de</strong>sfase óptimo y el <strong>de</strong> la zona <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong>8próximo, o el concepto <strong>de</strong> actividad autoestructurante yel paso <strong>de</strong> la regulación interpsicológica a la regulació<strong>ni</strong>ntrapsicológica- y en segundo lugar, porque laarticulación y la coherencia buscada exigen dotarse <strong>de</strong> u<strong>ni</strong>nstrumento conceptual que las haga posibles y que noaparece contemplado en el procedimiento seguido. Esteinstrumento no pue<strong>de</strong>n proporcionar<strong>lo</strong> las teorías <strong>de</strong>l<strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> y <strong>de</strong>l aprendizaje <strong>de</strong> las que hemos partidopara elaborar el catá<strong>lo</strong>go-<strong>ni</strong> tampoco a mi juiciocualesquiera otras teorías psicológicas que incluyéramossinoque ha <strong>de</strong> ser, hasta cierto punto, externo a ellas 7 .Ú<strong>ni</strong>camente dotándonos <strong>de</strong> un instrumento <strong>de</strong> estanaturaleza podremos dar el salto epistemológico <strong>de</strong>cisivo<strong>de</strong>s<strong>de</strong> un catá<strong>lo</strong>go <strong>de</strong> principios y conceptos explicativos<strong>de</strong> naturaleza constructivista a una verda<strong>de</strong>ra concepciónconstructivista articulada y coherente <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s procesos<strong>escolar</strong>es <strong>de</strong> enseñanza y aprendizaje. Só<strong>lo</strong> si contamoscon un instrumento <strong>de</strong> esta naturaleza, podremosafrontar el problema <strong>de</strong> la articulación entre <strong>lo</strong>sprincipios y conceptos explicativos seleccionadosestableciendo una jerarquía entre <strong>lo</strong>s mismos que nosayu<strong>de</strong> a resolver las incompatibilida<strong>de</strong>s antesmencionadas. En suma, só<strong>lo</strong> con un instrumentoconceptual <strong>de</strong> esta naturaleza podremos superar eleclecticismo <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s planteamientos constructivistas en<strong>educación</strong> tributarios <strong>de</strong> la lógica <strong>de</strong> la figura 2.Volviendo ahora al supuesto con el que i<strong>ni</strong>ciábamoseste apartado, po<strong>de</strong>mos representar esquemáticamentecomo muestra la figura 5 el procedimiento seguido por<strong>lo</strong>s planteamientos que siguen más bien la lógica <strong>de</strong> lafigura 3.Como pue<strong>de</strong> apreciarse, la diferencia no estriba en lasteorías psicológicas <strong>de</strong> referencia que son las mismas sinoel hecho <strong>de</strong> que sus aportaciones aparecen filtradas porun nuevo elemento que actúa como tamiz y que no tieneque ver, en principio, con las teorías psicológicas <strong>de</strong>referencia, sino ,mas bien como una toma <strong>de</strong> postura,con un posicionamiento claro y explícito sobre lanaturaleza en funciones y características <strong>de</strong> la <strong>educación</strong><strong>escolar</strong>. Este elemento es el que nos va a proporcionar nosó<strong>lo</strong> <strong>lo</strong>s criterios para la selección <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s principios yconceptos explicativos, sino también el armazón, laestructura, que va a permitirnos su orga<strong>ni</strong>zación yarticulación en un todo coherente y eventualmente sureinterpretación y resig<strong>ni</strong>ficación en función <strong>de</strong>l lugar que7 Esta afirmación <strong>de</strong>be ser matizada en el caso <strong>de</strong> la teoríasociocultural <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> y <strong>de</strong>l aprendizaje. Como essabido, esta teoría postula que las prácticas educativas,<strong>escolar</strong>es y no <strong>escolar</strong>es, juegan un papel <strong>de</strong>cisivo en el<strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> <strong>de</strong> las personas y, en este sentido, incluye unatoma <strong>de</strong> postura sobre la naturaleza, funciones ycaracterísticas <strong>de</strong> la <strong>educación</strong> <strong>escolar</strong>. De hecho, lacaracterización <strong>de</strong> la <strong>educación</strong> <strong>escolar</strong> como prácticasocial que hace suya la concepción costructivista <strong>de</strong> laenseñanza y <strong>de</strong>l aprendizaje es tributaria, en buenamedida, <strong>de</strong> esta toma <strong>de</strong> postura.
finalmente ocupen en esta estructura.Llegamos así a otro punto crucial <strong>de</strong> nuestraargumentación-¿en que consiste exactamente unareflexión y esta toma <strong>de</strong> postura sobre la naturaleza,funciones y características <strong>de</strong> la <strong>educación</strong> <strong>escolar</strong>?Obviamente, no hay una respuesta ú<strong>ni</strong>ca a esta pregunta .Entre otras razones porque cualquier intento <strong>de</strong>respuesta hace interve<strong>ni</strong>r necesariamente, quiérase o no,tanto el análisis <strong>de</strong> <strong>lo</strong> que es como <strong>de</strong> <strong>lo</strong> que pensamos que<strong>de</strong>bería ser. La <strong>educación</strong> <strong>escolar</strong>, como han puesto <strong>de</strong>relieve una y otra vez <strong>lo</strong>s soció<strong>lo</strong>gos <strong>de</strong> la <strong>educación</strong><strong>de</strong>s<strong>de</strong> al menos <strong>lo</strong>s años sesenta, ha cumplido y siguecumpliendo en nuestra sociedad múltiples funciones, amenudo contradictorias entre sí, ante las que no cabe laneutralidad i<strong>de</strong>ológica. Pronunciarse sobre la naturaleza,funciones y características <strong>de</strong> la <strong>educación</strong> <strong>escolar</strong> ennuestra sociedad supone, implícita o explícitamente,pronunciarse sobre el mo<strong>de</strong><strong>lo</strong> <strong>de</strong> sociedad que se quierecontribuir a conformar mediante la <strong>educación</strong> <strong>escolar</strong> ysobre el mo<strong>de</strong><strong>lo</strong> <strong>de</strong> persona y <strong>de</strong> ciudadano que ha <strong>de</strong>formar parte <strong>de</strong> ella.La teoría genética <strong>de</strong>l<strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> intelectualLas teorías <strong>de</strong>lprocesamiento humano<strong>de</strong> la informaciónOtras teorías <strong>de</strong>l<strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> y el aprendizajeConjunto <strong>de</strong> principios yconceptos explicativos <strong>de</strong>naturaleza contructivistaseleccionados a partir <strong>de</strong>las teorías <strong>de</strong> referenciaLa <strong>educación</strong> <strong>escolar</strong>: unapráctica social y socializadora•La naturaleza social y la funciónsocializadora <strong>de</strong> la <strong>educación</strong> <strong>escolar</strong>•La <strong>educación</strong> <strong>escolar</strong> y <strong>lo</strong>s procesos<strong>de</strong> socialización y <strong>de</strong> construcción <strong>de</strong>la i<strong>de</strong>ntidad personalFigura 4. Enfoques constructivistas en <strong>educación</strong> (A)La teoría <strong>de</strong>l aprendizajeverbal sig<strong>ni</strong>ficativo y lateoría <strong>de</strong> la asimilaciónLa teoría socio-cultural<strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> y <strong>de</strong>laprendizajeConviene pues distinguir cuidadosamente dos aspectosante la pregunta formulada. El primero que es elverda<strong>de</strong>ramente importante para la tesis que estamos<strong>de</strong>sarrollando, se refiere a la inevitabilidad <strong>de</strong> plantearsela pregunta <strong>de</strong> la naturaleza, funciones y características <strong>de</strong>la <strong>educación</strong> <strong>escolar</strong>, así como a la inevitabilidad <strong>de</strong>respon<strong>de</strong>rla, cuando se entien<strong>de</strong> el constructivismo en<strong>educación</strong> <strong>de</strong> acuerdo con las exigencias <strong>de</strong> la lógica <strong>de</strong> lafigura 3. El segundo, claramente secundario para va<strong>lo</strong>rarla fuerza <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s argumentos expuestos en apoyo <strong>de</strong> latesis <strong>de</strong> este artícu<strong>lo</strong>, es la respuesta concreta aportadaante la pregunta en cuestión. En <strong>lo</strong> que sigue, y con laú<strong>ni</strong>ca finalidad <strong>de</strong> concretar e ilustrar las diferencias entre<strong>lo</strong>s planteamientos que respon<strong>de</strong>n a las lógicas <strong>de</strong> lasfiguras 2 y 3. vamos a presentar <strong>de</strong> forma breve yesquemática una respuesta posible 8 a dicha pregunta, la8 Los planteamientos constructivisatas en <strong>educación</strong> queproce<strong>de</strong>n <strong>de</strong> acuerdo con la lógica <strong>de</strong> la figura 3 pue<strong>de</strong>npresentar diferencias sustanciales entre sí en función <strong>de</strong> latoma <strong>de</strong> postura implícita o explícita que realicen9que aporta la concepción constructivista <strong>de</strong> la enseñanzay <strong>de</strong>l aprendizaje a la que he aludido más arriba.Para la concepción constructivista <strong>de</strong> la enseñanza y <strong>de</strong>laprendizaje, la <strong>educación</strong> <strong>escolar</strong> es , ante todo y sobretodo una práctica social, exactamente <strong>de</strong> la mismamanera como <strong>lo</strong> son <strong>lo</strong>s otros tipos <strong>de</strong> prácticaseducativas vigentes en nuestra sociedad (las prácticaseducativas familiares, las prácticas educativas que tienenla televisión u otros medios <strong>de</strong> comu<strong>ni</strong>cación comoingrediente fundamental las prácticas educativasextra<strong>escolar</strong>es <strong>de</strong> ocio y tiempo libre, etc.). Pero a<strong>de</strong>más yal igual que suce<strong>de</strong> también con <strong>lo</strong>s otros tipos <strong>de</strong>prácticas educativas la <strong>educación</strong> social tiene, entre otras,una evi<strong>de</strong>nte función socializadora .Esta doble toma <strong>de</strong> postura encuentra su justificaciónen una cierta manera <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r las relaciones entre el<strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> humano y el contexto social y cultural en elque, <strong>siempre</strong> y necesariamente, este <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> tiene lugar.El proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> personal, es <strong>de</strong>cir, el procesomediante el cual <strong>lo</strong>s seres humanos llegamos aconstruirnos como personas iguales a las otras personas,pero al mismo tiempo diferentes <strong>de</strong> todas ellas, esinseparable el proceso <strong>de</strong> socialización, es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong>lproceso mediante el cual nos incorporamos a unasociedad y a una cultura. Llegamos a ser quienes somos,cada uno y cada una con unos rasgos idiosincrásicos ydiferenciales, gracias a que po<strong>de</strong>mos incorporarnos a unamatriz social y cultural que nos permite formar parte <strong>de</strong>un grupo humano y compartir con <strong>lo</strong>s otros miembros<strong>de</strong>l mismo un conjunto <strong>de</strong> saberes y formas culturales.No hay <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> personal posible al margen <strong>de</strong> unasociedad y <strong>de</strong> una cultura. Los procesos <strong>de</strong> individuaciónes<strong>de</strong>cir, <strong>de</strong> construcción <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad personal-y <strong>de</strong>socialización-es <strong>de</strong>cir <strong>de</strong> incorporación a una sociedad yuna cultura-son las dos caras <strong>de</strong> la misma moneda; o si seprefiere, las dos vertientes <strong>de</strong> un mismo proceso: aquélpor el cual nos <strong>de</strong>sarrollamos como personas.De esta doble toma <strong>de</strong> postura, que se encuentra en labase misma <strong>de</strong> la concepción constructivista <strong>de</strong> laenseñanza y <strong>de</strong>l aprendizaje, se siguen toda una serie <strong>de</strong>posicionamientos sobre la naturaleza y funciones <strong>de</strong> la<strong>educación</strong> <strong>escolar</strong> que, como muestra la figura 5,construyen el telón <strong>de</strong> fondo a partir <strong>de</strong>l cual seinterrogan las teorías constructivistas <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> y <strong>de</strong>laprendizaje elegidas como referencia. Estosposicionamientos pue<strong>de</strong>n resumirse como sigue en unoscuantos enunciados fundamentales (Coll, 1990, p 441;1993, p 237):a) La <strong>educación</strong> <strong>escolar</strong> es uno <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s instrumentos querespecto a la naturaleza, funciones y características <strong>de</strong> la<strong>educación</strong> <strong>escolar</strong>. En consecuencia, no <strong>de</strong>be asimilarseen <strong>ni</strong>ngún caso la concepción constructivista <strong>de</strong> laenseñanza y <strong>de</strong>l aprendizaje, utilizada aquí para ilustrar yconcretar la tesis expuesta, con la totalidad <strong>de</strong> dichosplanteamientos, <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s que es só<strong>lo</strong> un ejemp<strong>lo</strong> entre otrosposibles.
utilizan <strong>lo</strong>s grupos humanos para promover el<strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> y la socialización <strong>de</strong> sus miembros masjóvenes. Lo que la distingue <strong>de</strong> otro tipo <strong>de</strong> prácticaseducativas para la convicción <strong>de</strong> que, el marco <strong>de</strong> nuestrasociedad y nuestra cultura hay <strong>de</strong>terminados aspectos <strong>de</strong>l<strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> y <strong>de</strong> la socialización <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s <strong>ni</strong>ños y jóvenes querequieren una ayuda sistemática pla<strong>ni</strong>ficada y continuadadurante un periodo largo <strong>de</strong> tiempo. Para la mayor parte<strong>de</strong> <strong>lo</strong>s <strong>ni</strong>ños y jóvenes, en la sociedad actual esta ayuda nopue<strong>de</strong> proporcionarse <strong>ni</strong> garantizarse mediante suparticipación en otro tipo <strong>de</strong> prácticas educativas, <strong>lo</strong> cualexplica, al menos en parte, su institucionalización ygeneralización a partir <strong>de</strong> un momento histórico<strong>de</strong>terminado.b) Obviamente, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> esta función <strong>de</strong> ayuda<strong>de</strong>terminados aspectos <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> y <strong>de</strong>socialización <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s miembros mas jóvenes <strong>de</strong> lasociedad, la <strong>educación</strong> <strong>escolar</strong>, como práctica social quees pue<strong>de</strong> cumplir otras muchas funciones relacionadascon la dinámica y funcionamiento <strong>de</strong> la sociedad en suconjunto, por ejemp<strong>lo</strong>, la función <strong>de</strong> conservar oreproducir <strong>de</strong>terminados aspectos <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n social yeconómico existente, la función <strong>de</strong> control i<strong>de</strong>ológico, lafunción <strong>de</strong> formar a las personas <strong>de</strong> acuerdo con lasnecesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> producción, etc. Laconcepción constructivista no <strong>ni</strong>ega <strong>ni</strong> ignora que la<strong>educación</strong> <strong>escolar</strong> cumple <strong>de</strong> hecho a menudo estasfunciones, pero entien<strong>de</strong> que la ú<strong>ni</strong>ca función que pue<strong>de</strong>justificar plenamente su institucionalización,generalización y obligatoriedad es la <strong>de</strong> ayudar al<strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> y socialización <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s <strong>ni</strong>ños y jóvenes.c) La <strong>educación</strong> <strong>escolar</strong> trata <strong>de</strong> cumplir esta función <strong>de</strong>ayuda al proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> y socialización <strong>de</strong> <strong>lo</strong>smiembros mas jóvenes facilitándoles el acceso a unconjunto <strong>de</strong> saberes y formas culturales, cuyo aprendizajey asimilación se consi<strong>de</strong>ra esencial para que puedanconvertirse en personas adultas y <strong>de</strong>sarrolladas, conple<strong>ni</strong>tud <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos y <strong>de</strong>beres en la sociedad <strong>de</strong> la queforman parte.d) El aprendizaje <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s saberes y formas culturalesincluidos en el curriculum <strong>escolar</strong> so<strong>lo</strong> pue<strong>de</strong> ser fuente<strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> personal <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s alumnos y alumnas en lamedida en que potencie simultáneamente el proceso <strong>de</strong>construcción <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad personal y el proceso <strong>de</strong>socialización; es <strong>de</strong>cir en la medida en que les ayu<strong>de</strong> asituarse individualmente <strong>de</strong> una manera activa,constructiva y crítica en y ante el contexto social ycultural <strong>de</strong>l que forman parte.e) La naturaleza constructiva <strong>de</strong>l psiquismo humano es<strong>lo</strong> que explica que el aprendizaje <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s saberes y formasculturales cuyo aprendizaje promueve la escuela puedaser una fuente <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> personal. En efecto, elaprendizaje <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s conte<strong>ni</strong>dos <strong>escolar</strong>es -al igual que elaprendizaje <strong>de</strong> cualquier tipo <strong>de</strong> conte<strong>ni</strong>do- implica<strong>siempre</strong> un proceso <strong>de</strong> construcción o reconstrucción enel que las aportaciones <strong>de</strong>l alumno son fundamentales. Esprecisamente, este factor <strong>de</strong> construcción o10reconstrucción subyacente a todo acto <strong>de</strong> aprendizaje, ymás concretamente la aportación personal que <strong>de</strong> ella se<strong>de</strong>riva, <strong>lo</strong> que permite enten<strong>de</strong>r por qué el aprendizaje <strong>de</strong>unos mismos saberes o formas culturales -<strong>lo</strong>s conte<strong>ni</strong>dos<strong>escolar</strong>es son, en principio, <strong>lo</strong>s mismos para todos <strong>lo</strong>salumnos y alumnas- no da lugar a una u<strong>ni</strong>formidad en <strong>lo</strong>ssig<strong>ni</strong>ficados que finalmente se construyen en la escuela.Para po<strong>de</strong>r cumplir la función <strong>de</strong> ayuda al proceso <strong>de</strong><strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> y socialización <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s alumnos y alumnas, la<strong>educación</strong> <strong>escolar</strong> <strong>de</strong>be tener la naturalezaintrínsecamente constructiva <strong>de</strong> <strong>lo</strong> psiquismo humano yapoyarse en ella.En cuanto a las características propias y específicas <strong>de</strong>la <strong>educación</strong> <strong>escolar</strong>, la concepción constructivista <strong>de</strong> laenseñanza y <strong>de</strong>l aprendizaje sitúa el punto <strong>de</strong> partida <strong>de</strong> lareflexión en la existencia <strong>de</strong> unas institucionesespecíficamente pensadas, diseñadas, construidas yorga<strong>ni</strong>zadas para acogerla: las escuelas, <strong>lo</strong>s colegios, <strong>lo</strong>sinstitutos y, en general, <strong>lo</strong>s centros educativos 9 . Lasituación es completamente distinta, por ejemp<strong>lo</strong>, a la <strong>de</strong>la familia, una institución en la que tienen lugar múltiplesactivida<strong>de</strong>s educativas, pero cuyo origen y pervivencia através <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s sig<strong>lo</strong>s respon<strong>de</strong> en primera instancia a estafunción; o no respon<strong>de</strong> exclusivamente a esta función.Algo similar suce<strong>de</strong> con la televisión. No cabe duda <strong>de</strong>que en la sociedad actual la televisión ejerce unainfluencia enorme sobre el <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> y la socialización <strong>de</strong>las nuevas generaciones --y también, aunque menosaparente, sobre el <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> y la socialización <strong>de</strong> laspersonas adultas--, y en este sentido cabe hablar <strong>de</strong> unámbito específico <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s educativas que tienencomo eje la televisión. Pero la televisión, al igual quesuce<strong>de</strong> con la familia, no ha sido pensada, diseñada,construida y orga<strong>ni</strong>zada con esta finalidad, <strong>ni</strong> encuentra lainfluencia educativa que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ella se ejerce sobre <strong>lo</strong>sciudadanos la razón última <strong>de</strong> su existencia. Lo mismopodría <strong>de</strong>cirse, con <strong>lo</strong>s matices correspondientes, <strong>de</strong>ltaller, <strong>de</strong> la tienda, <strong>de</strong> la fábrica, <strong>de</strong> las labores agrícolas o<strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> caza y <strong>de</strong> pesca a través <strong>de</strong> las cualesse apren<strong>de</strong> un oficio o se apren<strong>de</strong> a cultivar el campo, acazar o a pescar como medio <strong>de</strong> subsistencia.Al llevarse a cabo en unas instituciones específicamentecreadas a tal fin, la <strong>educación</strong> <strong>escolar</strong> se <strong>de</strong>sgaja <strong>de</strong>l resto<strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>s y prácticas sociales, contrariamente a <strong>lo</strong>que suce<strong>de</strong> con la mayoría <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s otros tipos <strong>de</strong>activida<strong>de</strong>s educativas. El maestro artesano o el oficialexperto que enseña un oficio a un aprendiz <strong>lo</strong> hace en eltaller o en la fábrica, al mismo tiempo que realiza sutrabajo, y ejerce su labor formativa mientras <strong>de</strong>sarrolla lasactivida<strong>de</strong>s propias <strong>de</strong> su oficio. El aprendiz, por suparte, se i<strong>ni</strong>cia en el oficio participando <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el primermomento o en activida<strong>de</strong>s cotidianas reales propias <strong>de</strong>lmismo, primero observando al maestro, y <strong>de</strong>spuésimitándole y asumiendo progresivamente9 La caracterización que sigue <strong>de</strong> las prácticas educativas<strong>escolar</strong>es está tomada <strong>de</strong> Coll, en prensa, y <strong>de</strong> Solé, 1995.
esponsabilida<strong>de</strong>s específicas bajo su supervisión.Nada <strong>de</strong> esto suce<strong>de</strong> en la escuela, don<strong>de</strong> <strong>lo</strong>s saberes son“recreados” fuera <strong>de</strong>l contexto real en el que se aplican yse utilizan habitualmente con el fin <strong>de</strong> ser enseñados a <strong>lo</strong>salumnos y alumnas.Este componente <strong>de</strong> simulación y <strong>de</strong> ciertaartificiosidad intrínseca a la <strong>educación</strong> <strong>escolar</strong> marcairremediablemente las activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> enseñanza yaprendizaje y les confiere unas características propias yespecíficas: Son activida<strong>de</strong>s mediante cuyo diseño,pla<strong>ni</strong>ficación y <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> se <strong>de</strong>sgajan <strong>de</strong> su contextonatural <strong>de</strong>terminado saberes o formas culturales --<strong>lo</strong>sconte<strong>ni</strong>dos <strong>escolar</strong>es-- y se vuelven a recrear en sucontexto apropiado para facilitar su aprendizaje por <strong>lo</strong>salumnos y alumnas. Por supuesto, caracterizar sin más elcontexto <strong>escolar</strong> como “apropiado” para la enseñanza yel aprendizaje <strong>de</strong> estos saberes es altamente discutible,pero mediante esta expresión se quiere señalar só<strong>lo</strong> elhecho <strong>de</strong> que es imposible, en la sociedad actual, hacerparticipar a <strong>lo</strong>s <strong>ni</strong>ños y jóvenes en activida<strong>de</strong>s cotidianasreales en las que <strong>lo</strong>s adultos expertos manejan todos <strong>lo</strong>ssaberes que aquél<strong>lo</strong>s <strong>de</strong>ben asimilar, supuestamente, parasu a<strong>de</strong>cuado <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> y socialización.Por oposición a <strong>lo</strong> que suce<strong>de</strong> en otros tipos <strong>de</strong>practicas educativas el conocimiento es casi <strong>siempre</strong>incluso en <strong>lo</strong>s <strong>ni</strong>veles mas elementales, un conocimientodiferido y hasta cierto punto <strong>de</strong>scontextualizado: seenseñan y se apren<strong>de</strong>n saberes y formas culturales paraque <strong>lo</strong>s alumnos puedan utilizar<strong>lo</strong>s en un contextodistinto al <strong>escolar</strong>. Piénsese, por ejemp<strong>lo</strong>, ,en <strong>lo</strong>s típicosproblemas <strong>de</strong> compra, venta, <strong>de</strong>scuentos, repartos, etc.que se utilizan en la escuela para trabajar las operacionesaritméticas; o en las activida<strong>de</strong>s no menos típicasconsistentes en preparar noticias, cartas, informes,<strong>de</strong>bates, réplicas, etc. para trabajar la composición escrita.El hecho <strong>de</strong> que se intente enseñar y apren<strong>de</strong>r estossaberes --operaciones matemáticas; composición escrita--simulando <strong>lo</strong>s contextos cotidianos reales <strong>de</strong> utilización yaplicación <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s mismos no hace sino poner <strong>de</strong> relieveque la escuela no es, la mayoría <strong>de</strong> las veces, un contextoreal <strong>de</strong> utilización y aplicación <strong>de</strong>l conocimiento que enella se enseña y se apren<strong>de</strong>.La peculiaridad <strong>de</strong> la <strong>educación</strong> <strong>escolar</strong> se reflejatambién en el rol que <strong>de</strong>sempeñan <strong>lo</strong>s diferentes agentesimplicados y en la naturaleza <strong>de</strong> las relaciones que seestablecen entre el<strong>lo</strong>s. En el caso <strong>de</strong> la familia, porejemp<strong>lo</strong>, las personas que ejercen una influenciaeducativa sobre <strong>lo</strong>s miembros más jóvenes <strong>de</strong> la mismamantienen con el<strong>lo</strong>s relaciones caracterizadas sobre todopor el rol que <strong>de</strong>sempeñan en la constelación familiar:madre, padre, hermanos, abue<strong>lo</strong>s, tíos, etc. No hay, en elseno <strong>de</strong> la familia, una figura específicamente encargada<strong>de</strong> educar a <strong>lo</strong>s hijos. Esta tarea es asumida, en mayor omenor medida y <strong>de</strong> forma más o menos consciente, portodos <strong>lo</strong>s miembros <strong>de</strong> la familia, y es inseparable <strong>de</strong>l rolque cada uno <strong>de</strong> el<strong>lo</strong>s <strong>de</strong>sempeña. Del mismo modo, larelación educativa es inseparable <strong>de</strong> la relación afectiva11que cada uno <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s miembros <strong>de</strong> la familia mantiene con<strong>lo</strong>s otros. La situación es ciertamente distinta en el caso<strong>de</strong>l aprendiz que apren<strong>de</strong> un oficio en el taller <strong>de</strong> unmaestro artesano. Sin embargo, tampoco aquí la figura<strong>de</strong>l maestro artesano se <strong>de</strong>fine en primera instancia por lafunción <strong>de</strong> enseñar, sino por su pericia en el oficio. Elmaestro artesano es ante todo un “maestro” en su oficio,y es precisamente esta maestría en el oficio la que elaprendiz va a po<strong>de</strong>r adquirir a su lado en el taller.Nada <strong>de</strong> esto suce<strong>de</strong> en la <strong>educación</strong> <strong>escolar</strong>. Paraempezar y contrariamente a <strong>lo</strong> que suce<strong>de</strong> en el ámbito<strong>de</strong> la familia, hay unas figuras específicamente encargadas<strong>de</strong> educar a <strong>lo</strong>s alumnos: <strong>lo</strong>s profesores y profesoras.Estas figuras, al igual que suce<strong>de</strong> en el caso <strong>de</strong>l maestroartesano, se caracterizan por la pericia y la maestría en unoficio. Pero se trata <strong>de</strong> un oficio muy especial: el oficio <strong>de</strong>enseñar. Continuando con el símil, <strong>lo</strong>s profesores yprofesoras son, como el maestro artesano, “maestros” ensu oficio, pero su oficio es educar y enseñar, podríamos<strong>de</strong>cir que son “maestros” en educar y enseñar. Ahorabien, la finalidad <strong>de</strong> la <strong>educación</strong> <strong>escolar</strong> no es que <strong>lo</strong>salumnos y alumnas adquieran la maestría que caracterizaa <strong>lo</strong>s profesores como expertos <strong>de</strong> la <strong>educación</strong> y <strong>de</strong> laenseñanza --contrariamente a <strong>lo</strong> que suce<strong>de</strong> con elaprendiz en el taller, en don<strong>de</strong> la finalidad sí es que elaprendiz adquiera la pericia en el oficio que caracteriza almaestro artesano--, sino más bien utilizar esta maestríapara que <strong>lo</strong>s alumnos puedan apren<strong>de</strong>r <strong>lo</strong>s saberes yformas culturales incluidos en el curriculum <strong>escolar</strong>.La aparición <strong>de</strong> la figura <strong>de</strong>l profesor como agenteeducativo especializado --es <strong>de</strong>cir como “maestro” en la<strong>educación</strong> y la enseñanza-- es quizás el rasgo distintivopor excelencia <strong>de</strong> la <strong>educación</strong> <strong>escolar</strong>, cuando secompara con otros tipos <strong>de</strong> prácticas educativas. Al igualque el padre, la madre, el maestro artesano o cualquierotra persona que ejerce una influencia educativa, elprofesor es un agente mediador entre <strong>lo</strong>s <strong>de</strong>stinatarios <strong>de</strong>su acción educativa --<strong>lo</strong>s alumnos y las alumnas-- y <strong>lo</strong>sconocimientos que se intenta que éstos aprendan. Alcontrario <strong>de</strong> todos el<strong>lo</strong>s, sin embargo, el profesor noejerce esta función mediadora al hi<strong>lo</strong> <strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>scotidianas reales en las que se utilizan y aplican <strong>lo</strong>sconocimientos que son objeto <strong>de</strong> la enseñanza y <strong>de</strong>laprendizaje; antes bien, <strong>lo</strong> que le caracteriza es justamentesu pericia, su maestría en actuar como mediador, razónpor la cual su función consiste fundamentalmente encrear -o recrear, llegado el caso- situaciones y activida<strong>de</strong>sespecialmente pensadas para promover la adquisición <strong>de</strong><strong>de</strong>terminados saberes y formas culturales por parte <strong>de</strong> <strong>lo</strong>salumnosLas activida<strong>de</strong>s educativas <strong>escolar</strong>es se diferencian puesnítidamente <strong>de</strong> otros tipos <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s educativas porel hecho <strong>de</strong> ser activida<strong>de</strong>s específica y exclusivamentediseñadas, pla<strong>ni</strong>ficadas y ejecutadas con unaintencionalidad educativa. Por supuesto, laintencionalidad no es una característica exclusiva <strong>de</strong> la<strong>educación</strong> <strong>escolar</strong>: las actuaciones y <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong> una
madre o <strong>de</strong> un padre en relación con sus hijos, las<strong>de</strong>l maestro artesano en relación con el aprendiz, las <strong>de</strong>lresponsable <strong>de</strong> programación <strong>de</strong> un canal <strong>de</strong> televisión enrelación con la audiencia, las <strong>de</strong> un mo<strong>ni</strong>tor <strong>de</strong> unaactividad <strong>de</strong> ocio en relación con <strong>lo</strong>s participantes en lamisma, etc. respon<strong>de</strong>n también a menudo, <strong>de</strong> forma máso menos consciente y explícita, a intenciones educativasconcretas. Lo que sí es una característica diferencial <strong>de</strong> la<strong>educación</strong> <strong>escolar</strong> es que la intencionalidad educativa y lavoluntad <strong>de</strong> poner en marcha las acciones necesarias paracumplirla es la razón misma <strong>de</strong> su existencia.De ahí que se señalen como rasgos propios <strong>de</strong><strong>educación</strong> <strong>escolar</strong> <strong>lo</strong>s <strong>de</strong> ser una actividad intencional,sistemática y pla<strong>ni</strong>ficada ya que, si bien todos el<strong>lo</strong>spue<strong>de</strong>n encontrarse en alguna medida en prácticamentecualquier tipo <strong>de</strong> actividad educativa, so<strong>lo</strong> en el caso <strong>de</strong> la<strong>educación</strong> <strong>escolar</strong> su ausencia es i<strong>ni</strong>maginable.Educación <strong>escolar</strong> y constructivismo: la integraciónjerárquica <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s principios.Si dirigimos ahora nuestra atención al resultado <strong>de</strong> aplicarun procedimiento como el representadoesquemáticamente en la figura 5, nos encontraremos conalgo muy distinto a un puro y simple catá<strong>lo</strong>go <strong>de</strong>principios y conceptos explicativos extraídos <strong>de</strong> lascuatro teorías <strong>de</strong> referencia. Así, continuando con elejemp<strong>lo</strong> <strong>de</strong> la concepción constructivista <strong>de</strong> la enseñanzay <strong>de</strong>l aprendizaje en el que nos hemos apoyado en elapartado anterior para ilustrar y concretar esta manera <strong>de</strong>proce<strong>de</strong>r, po<strong>de</strong>mos representar esquemáticamente agran<strong>de</strong>s trazos el resultado obte<strong>ni</strong>do como muestra lafigura 6.Lejos pues <strong>de</strong> construir una simple amalgama ocatá<strong>lo</strong>go <strong>de</strong> principios explicativos, el resultado secaracteriza entre otras cosas por poseer una estructurajerárquica. Esta estructura jerárquica es la que permite ala concepción constructivista <strong>de</strong> la enseñanza y <strong>de</strong>laprendizaje superar el eclecticismo propio <strong>de</strong> otrosintentos aparentemente similares, al mismo tiempo que leproporciona una fuerte coherencia interna y la convierteen un instrumento particularmente apropiado para<strong>de</strong>rivar <strong>de</strong> ella tanto implicaciones para la práctica, como<strong>de</strong>safíos para la elaboración y la investigación teórica. Lafigura 6 muestra esta estructura jerárquica en la que seinscriben <strong>lo</strong>s principios explicativos que conforman lacolumna vertebral <strong>de</strong> la concepción constructivista.En el <strong>ni</strong>vel más elevado <strong>de</strong> la jerarquía encontramos lastomas <strong>de</strong> postura relacionadas con la naturaleza,funciones y características <strong>de</strong> la <strong>educación</strong> <strong>escolar</strong>sintetizadas en el apartado anterior. Lo que convienesubrayar aquí es que, <strong>de</strong> acuerdo con la lógica <strong>de</strong> la figura3 <strong>de</strong> la que es tributaria, para la concepciónconstructivista <strong>de</strong> la enseñanza y <strong>de</strong>l aprendizaje estastomas <strong>de</strong> postura <strong>de</strong>finen el marco y las coor<strong>de</strong>nadas<strong>de</strong>s<strong>de</strong> las que hay que intentar el análisis, la comprensión12y la explicación <strong>de</strong>l aprendizaje <strong>escolar</strong> y <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s procesos<strong>de</strong> construcción <strong>de</strong>l conocimiento en la escuela.La <strong>educación</strong> <strong>escolar</strong>• La naturaleza social y la función socializadora <strong>de</strong> la <strong>educación</strong> <strong>escolar</strong>• La <strong>educación</strong> <strong>escolar</strong> y <strong>lo</strong>s procesos <strong>de</strong> socialización y <strong>de</strong> construcción <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad personal• Actividad constructiva, socialización e individuaciónLa construcción <strong>de</strong>l conocimiento en la escuela: el triángu<strong>lo</strong> interactivo• El papel mediador <strong>de</strong> la actividad mental constructiva <strong>de</strong>l alumno• Los conte<strong>ni</strong>dos <strong>escolar</strong>es: saberes preexistentes socialmente construidos y culturalmenteorga<strong>ni</strong>zados• El papel <strong>de</strong>l profesor: guiar y orientar la actividad mental constructiva <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s alumnos haciala asimilación sig<strong>ni</strong>ficativa <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s conte<strong>ni</strong>dos <strong>escolar</strong>esLos procesos <strong>de</strong> construcción<strong>de</strong>l conocimiento.................................................................Los meca<strong>ni</strong>smos <strong>de</strong> influenciaeducativa.................................................................Figura 6. La concepción constructivista <strong>de</strong> la enseñanza y <strong>de</strong>l aprendizaje: la integración jerárquica <strong>de</strong> <strong>lo</strong>sprincipiosEn el segundo <strong>ni</strong>vel <strong>de</strong> la jerarquía encontramos <strong>lo</strong>sprincipios y las i<strong>de</strong>as directrices relativos a lascaracterísticas propias y especificas <strong>de</strong> estos procesos <strong>de</strong>construcción <strong>de</strong>l conocimiento en el caso <strong>de</strong> <strong>educación</strong><strong>escolar</strong>. En primer lugar, <strong>de</strong>staca el principio <strong>de</strong> laactividad mental constructiva <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s alumnos y alumnascomo elemento mediador <strong>de</strong> la enseñanza y <strong>de</strong> suinci<strong>de</strong>ncia sobre el aprendizaje. En segundo lugar, se<strong>de</strong>staca el hecho <strong>de</strong> que esta actividad mentalconstructiva se aplica a formas y saberes culturales -<strong>lo</strong>sconte<strong>ni</strong>dos <strong>escolar</strong>es- que poseen un grado consi<strong>de</strong>rable<strong>de</strong> elaboración, es <strong>de</strong>cir, a conte<strong>ni</strong>dos que profesores yalumnos encuentran ya en buena medida elaborados y<strong>de</strong>fi<strong>ni</strong>dos en el momento en que se aproximan a el<strong>lo</strong>s.Para la concepción constructivista ésta es unacaracterística fundamental <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> construcción<strong>de</strong>l conocimiento en la escuela. Por una parte, <strong>lo</strong>salumnos só<strong>lo</strong> pue<strong>de</strong>n apren<strong>de</strong>r <strong>lo</strong>s conte<strong>ni</strong>dos <strong>escolar</strong>esen la medida en que <strong>de</strong>spliegan ante el<strong>lo</strong>s una actividadmental constructiva generadora <strong>de</strong> sig<strong>ni</strong>ficados y <strong>de</strong>sentido. Por otra parte, el <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>namiento <strong>de</strong> estaactividad mental constructiva no es suficiente para que la<strong>educación</strong> <strong>escolar</strong> alcance <strong>lo</strong>s objetivos que se propone:que el sentido y <strong>lo</strong>s sig<strong>ni</strong>ficados que construyen <strong>lo</strong>salumnos y alumnas sean acor<strong>de</strong>s y compatibles con <strong>lo</strong>que sig<strong>ni</strong>fican y representan <strong>lo</strong>s conte<strong>ni</strong>dos <strong>escolar</strong>escomo saberes culturales ya elaborados. En tercer lugar, ycomo consecuencia <strong>de</strong> <strong>lo</strong> anterior, el papel <strong>de</strong>l profesoren el proceso <strong>de</strong> construcción <strong>de</strong> sig<strong>ni</strong>ficados y <strong>de</strong>atribución <strong>de</strong> sentido que llevan a cabo <strong>lo</strong>s alumnos pasaa ocupar un lugar prominente. En efecto, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>favorecer en sus alumnos la aparición y el <strong>de</strong>spliegue <strong>de</strong>una actividad mental constructiva, el profesor tiene lamisión y la responsabilidad <strong>de</strong> orientarla y guiarla en ladirección que marcan <strong>lo</strong>s saberes y formas culturalesincluidos en el curriculum como conte<strong>ni</strong>dos <strong>de</strong>aprendizaje. En otras palabras, la función <strong>de</strong>l profesorconsiste en asegurar un engarce a<strong>de</strong>cuado entre laactividad mental constructiva <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s alumnos y <strong>lo</strong>s
sig<strong>ni</strong>ficados sociales y culturales que reflejan <strong>lo</strong>sconte<strong>ni</strong>dos <strong>escolar</strong>es.En resumen la concepción constructivista nos muestrael aprendizaje <strong>escolar</strong> como el resultado <strong>de</strong> un complejoproceso <strong>de</strong> intercambios funcionales que se establecenentre tres elementos: el alumno que apren<strong>de</strong> , elconte<strong>ni</strong>do que es objeto <strong>de</strong> aprendizaje y el profesor queayuda al alumno a construir sig<strong>ni</strong>ficados y a atribuirsentido a <strong>lo</strong> que apren<strong>de</strong>. Lo que el alumno aporta al acto<strong>de</strong> apren<strong>de</strong>r su actividad mental constructiva, es elelemento mediador entre la enseñanza <strong>de</strong>l profesor y <strong>lo</strong>sresultados <strong>de</strong> aprendizaje a <strong>lo</strong>s que llega. Recíprocamente,la influencia educativa que ejerce el profesor a través <strong>de</strong> laenseñanza es un elemento mediador entre la actividadmental constructiva <strong>de</strong>l alumno y <strong>lo</strong>s sig<strong>ni</strong>ficados quevehiculan <strong>lo</strong>s conte<strong>ni</strong>dos <strong>escolar</strong>es. La naturaleza ycaracterísticas <strong>de</strong> estos, por último mediatizan a su veztotalmente la actividad que profesor y alumnos<strong>de</strong>spliegan sobre el<strong>lo</strong>s. El triángu<strong>lo</strong> interactivo, cuyosvértices están ocupados respectivamente por el alumno,el conte<strong>ni</strong>do y el profesor aparece así como el núcleo <strong>de</strong><strong>lo</strong>s procesos <strong>de</strong> enseñanza y aprendizaje que tienen lugaren la escuela.Finalmente en el tercer <strong>ni</strong>vel <strong>de</strong> la jerarquíaencontramos <strong>lo</strong>s principios explicativos sobre <strong>lo</strong>sprocesos <strong>de</strong> construcción <strong>de</strong>l conocimiento y sobre <strong>lo</strong>smeca<strong>ni</strong>smos <strong>de</strong> influencia educativa cuyo origen seencuentra a buena medida en las teorías psicológicas <strong>de</strong>referencia- que en el caso <strong>de</strong> la concepciónconstructivista <strong>de</strong> la enseñanza y <strong>de</strong>l aprendizaje no <strong>de</strong>limitan a las cuatro mencionadas en las figuras 3 a 5 -;Conviene subrayar, sin embargo, que incluso en este <strong>ni</strong>velestamos lejos <strong>de</strong> encontrarnos con un simple catá<strong>lo</strong>go ouna pura lista, ya que en la mayoría <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s principios yconceptos explicativos rete<strong>ni</strong>dos han <strong>de</strong> ser interpretadosy resig<strong>ni</strong>ficados en función precisamente <strong>de</strong> las opcionesy principios que conforman <strong>lo</strong>s <strong>ni</strong>veles prece<strong>de</strong>ntes.De este modo, el resultado obte<strong>ni</strong>do respon<strong>de</strong> a lasexigencias <strong>de</strong>rivadas <strong>de</strong> la lógica <strong>de</strong> la figura 3 y <strong>de</strong>lprocedimiento representado en la figura 5. Por una parte,tiene su punto <strong>de</strong> partida en un análisis <strong>de</strong> la <strong>educación</strong><strong>escolar</strong> y en una toma <strong>de</strong> postura sobre su naturaleza,funciones y características. Por otra parte, integra unaserie <strong>de</strong> aportaciones cuya proce<strong>de</strong>ncia se encuentra endiferentes teorías <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> y <strong>de</strong>l aprendizaje quecomparten una visión constructivista <strong>de</strong>l psiquismohumano, aunque estas aportaciones son resig<strong>ni</strong>ficadas yreinterpretadas cuando así <strong>lo</strong> exigen o <strong>lo</strong> aconsejan elanálisis y la toma <strong>de</strong> postura i<strong>ni</strong>ciales sobre la <strong>educación</strong><strong>escolar</strong>.Comentarios finalesVolviendo ahora a la tesis enunciada al i<strong>ni</strong>cio <strong>de</strong> esteartícu<strong>lo</strong> sobre <strong>lo</strong>s enfoques constructivistas actualmente13vigentes en <strong>educación</strong>, <strong>lo</strong>s argumentos aportados en suapoyo aconsejan distinguir entre constructivismo, teoríasconstructivistas <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> y <strong>de</strong>l aprendizaje,planteamientos constructivistas en <strong>educación</strong> e intentosdirigidos a proporcionar una explicación constructivista<strong>de</strong> <strong>lo</strong>s procesos <strong>escolar</strong>es <strong>de</strong> enseñanza y aprendizaje. Enesta perspectiva, convendría reservar el terminoconstructivismo para referirse a un <strong>de</strong>terminado enfoqueo paradigma explicativo <strong>de</strong>l psiquismo humano que escompartido por distintas teorías psicológicas, entre lasque se encuentran por supuesto algunas <strong>de</strong> las teoríasactuales <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> y <strong>de</strong>l aprendizaje que gozan <strong>de</strong>mayor aceptación. En su inmensa mayoría, <strong>lo</strong>splanteamientos constructivistas en <strong>educación</strong> son enrealidad retazos <strong>de</strong> explicaciones que tienen su origen endichas teorías <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> y <strong>de</strong>l aprendizaje y quepermiten dar cuenta <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminados aspectos <strong>de</strong><strong>educación</strong> <strong>escolar</strong>. Existe sin embargo una ma<strong>ni</strong>festacióno variante <strong>de</strong> constructivismo en <strong>educación</strong> cuya metaúltima no es, o no es só<strong>lo</strong>, proporcionar un catá<strong>lo</strong>go <strong>de</strong>conocimientos psicológicos útiles y relevantes para la<strong>educación</strong> <strong>escolar</strong> sino mas bien pergeñar una explicaciónconstructivista genuina <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s procesos <strong>escolar</strong>es <strong>de</strong>enseñanza y aprendizaje.La concepción constructivista <strong>de</strong> la enseñanza y <strong>de</strong>laprendizaje que nos ha servido para ilustrar unama<strong>ni</strong>festación <strong>de</strong>l constructivismo en <strong>educación</strong>,comparte lógicamente la visión constructivista <strong>de</strong> lamente humana, es <strong>de</strong>cir, comparte las i<strong>de</strong>as básicas <strong>de</strong>lparadigma constructivista sobre el funcionamiento <strong>de</strong>lpsiquismo humano. Ahora bien, se diferencia claramente<strong>de</strong> las teorías constructivistas <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> y aprendizajepor su orientación a la <strong>educación</strong> y a la <strong>educación</strong> <strong>escolar</strong>,y <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s otros tipos o ma<strong>ni</strong>festaciones <strong>de</strong> constructivismopor carácter integrador y por la reinterpretación oresig<strong>ni</strong>ficación que lleva a cabo <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s principios yconceptos explicativos que integra.La concepción constructivista no <strong>de</strong>be ser entendida,en consecuencia, como una teoría más <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> o<strong>de</strong>l aprendizaje alternativa a las otras teorías existentes; <strong>ni</strong>mucho menos como la teoría que trata <strong>de</strong> integrar ysuperar las restantes teorías <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> y <strong>de</strong>laprendizaje que comparten las i<strong>de</strong>as fundamentales <strong>de</strong>lconstructivismo.La finalidad <strong>de</strong> la concepción constructivista no esexplicar el <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> y el aprendizaje humano. Sufinalidad es distinta: su finalidad es configurar unesquema <strong>de</strong> conjunto orientado a analizar, explicar ycompren<strong>de</strong>r <strong>lo</strong>s procesos <strong>escolar</strong>es <strong>de</strong> enseñanza yaprendizaje. Para el<strong>lo</strong> se nutre ciertamente en buenamedida <strong>de</strong> las teorías constructivistas <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrol<strong>lo</strong> y <strong>de</strong>laprendizaje y con toda seguridad seguirá haciéndo<strong>lo</strong> en<strong>lo</strong>s próximos años.Pero la concepción constructivista se nutre también, y<strong>de</strong>berá hacer<strong>lo</strong> aún en mayor medida en el futuro <strong>de</strong> otrasdisciplinas no estrictamente psicológicas cuyas
aportaciones son igualmente <strong>de</strong>cisivas paracompren<strong>de</strong>r <strong>lo</strong>s fenómenos y procesos educativos. Así,por ejemp<strong>lo</strong>, la investigación precisa <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s meca<strong>ni</strong>smos<strong>de</strong> influencia educativa -sin duda, uno <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s núcleosexplicativos fundamentales <strong>de</strong> la concepciónconstructivista -exige incorporar y utilizar instrumentosconceptuales y metodológicos que tienen su origen enotros campos disciplinares como la microsocio<strong>lo</strong>gía <strong>de</strong> la<strong>educación</strong>, la sociolinguística <strong>de</strong> la <strong>educación</strong>, lasdidácticas específicas o el análisis institucional, por citarsó<strong>lo</strong> <strong>lo</strong>s más evi<strong>de</strong>ntes. En la medida en que la evoluciónfutura <strong>de</strong> la concepción constructivista se oriente porestos <strong>de</strong>rroteros, y en la medida también en que sea capaz<strong>de</strong> resistir la tentación <strong>de</strong>l reduccio<strong>ni</strong>smo psico<strong>lo</strong>gizanteque ha acechado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>siempre</strong> las relaciones entre elconocimiento psicológico y la teoría y la prácticaeducativa, el esquema integrador que en la actualidadproporciona pue<strong>de</strong> tal vez acabar convirtiéndose en elgermen <strong>de</strong> una integración multidisciplinar mucho másrica y más respetuosa con la complejidad intrínseca <strong>de</strong> <strong>lo</strong>sfenómenos y procesos educativos y con la multiplicidad<strong>de</strong> dimensiones presentes en el<strong>lo</strong>s <strong>de</strong> <strong>lo</strong> que es en laactualidad.14