Don Juan

Recommendations

Info

festándoles su dolor, ya que es más fácil lisonjearsede una dichosa cura, aunque imposible,deseada, que no dedicarse a imaginar que setiene delante la horrorosa guadaña que acabacon nosotros. Se pretende también que unarenta vitalicia, puesta sobre la cabeza de unviejo, es para él la mejor garantía de una vidalarga... Lo mismo sucedía a nuestros náufragosque se hallaban abandonados en la débil lanchasobre la inmensa y tormentosa mar; vivían conel amor de la vida y eran capaces de soportarmás desgracias de las que puedan creerse. Tanduros como rocas, resistían todos los embates.Pero... el hombre es un animal carnívoro y esnecesario que coma, a lo menos una vez al día,puesto que no puede vivir del aire. Así pensabannuestros pobres náufragos.***Al tercer día sobrevino una dulce calmasobre el mar, lo que renovó sus fuerzas y de-
amó un bálsamo reparador sobre sus miembrosfatigados. Pudieron disfrutar de algunashoras de sueño, pero cuando despertaron, sesintieron invadidos de un exceso de voracidad,y luego de economizar sus víveres prudentemente,devoraron muy pronto todo lo que lesrestaba. Así, cuando amaneció el cuarto día, enmedio de una admirable calma; cuando amanecióel quinto, sobre la misma paz de los elementos;cuando llegó el sexto..., don <strong>Juan</strong> hubo deceder y su amado perrillo faldero fue sacrificado.Al séptimo día, la piel del animal constituyóel último recurso. Al llegar el día octavo,¡preciso es que quien me lea comprenda la terriblesituación de aquellos hombres! Al llegarel día octavo se dejó oír un murmullo espantoso,voz siniestra de la desesperación, en el quecada uno reconocía sus propias palabras en laspalabras de su camarada. Tales palabras hablabande carne y sangre humanas, y se preguntabanquién de entre ellos serviría para mantenera los demás. Más como ninguno estaba dis-
Page 1 and 2:
Don JuanObra reproducida sin respon
Page 4 and 5:
como los reyes de Banque, corriendo
Page 6 and 7:
linda amante, en algún paraje deli
Page 8 and 9:
en todas las perfecciones posibles
Page 11 and 12:
hecho desterrar de su Paraíso, por
Page 13 and 14:
Gran pecado es casar a las doncella
Page 15 and 16:
sino la propia muerte afectiva sea
Page 17 and 18:
entereza tan sublime que todo el mu
Page 19 and 20:
de contrariedades, especialmente cu
Page 21 and 22:
manos ninguna obra literaria que a
Page 23 and 24:
da buena armonía. Pero protesto co
Page 25 and 26:
amoroso casamiento renovó la raza
Page 27 and 28:
Estaba casada hacía ya algún tiem
Page 29 and 30:
Nunca he podido adivinar por qué J
Page 31 and 32:
que ella no contaba entonces sino p
Page 33 and 34:
esultaban ser más apreciables. Has
Page 35 and 36:
a don Juan, comprendió doña Julia
Page 37 and 38:
que (para seguir fielmente las idea
Page 39 and 40:
cuales la mayor parte de ellos se a
Page 41:
en modo alguno a su hijo por medio
Page 44 and 45:
no se le hubiese presentado a Julia
Page 47 and 48: solitaria, que hermosea toda la nat
Page 49 and 50: Hay licencias poéticas. Mi licenci
Page 51 and 52: quean a lo lejos como si cubriesen
Page 53 and 54: venir a turbar el sueño de una mal
Page 55 and 56: Dona Julia recuperó al fin su voz,
Page 57 and 58: —Sí, sí; buscad, buscad bien, a
Page 59 and 60: por mi amor (a fuerza de beber)? ¿
Page 61 and 62: o que, puesto que habéis manchado
Page 63 and 64: ces labios temblaban de agitación;
Page 65 and 66: Job. Intentó hablar, pero la adver
Page 67 and 68: parece necesario que haya de ocupar
Page 69 and 70: al menos hubiera sido por un hermos
Page 71 and 72: loradas, y nosotros las creemos. Es
Page 73 and 74: la huida, lo cierto es que en el pa
Page 75 and 76: tas inglesas, sin omitir cosa algun
Page 77 and 78: argo. En adelante, no ostento ning
Page 79 and 80: orrarla"..."Mi corazón ha sido tod
Page 81 and 82: libros. Cada uno de ellos comprende
Page 83 and 84: tretuvo en romper la caja que guard
Page 85 and 86: ficación al mozo. ¿A quién estab
Page 87 and 88: Mas don Juan no llegó a Cádiz, si
Page 89 and 90: uque no pareció volver a su posici
Page 91 and 92: ciones, prometiendo cirios a los sa
Page 93 and 94: dia... Casi todos los viajeros pere
Page 95: tormenta, sus pobres cuerpos no ten
Page 99 and 100: médico. Este fue menos digno, pues
Page 101 and 102: Aún existían algunos restos del p
Page 103 and 104: sesperación los había extenuado y
Page 105 and 106: su jugosa y encendida boca quisiera
Page 107 and 108: oro y las piedras preciosas brillab
Page 109 and 110: en el interior de la gruta. El bien
Page 111 and 112: Don Juan no pudo comprender una sol
Page 113 and 114: Todos los días, al rayar la aurora
Page 115 and 116: los verdaderos placeres es necesari
Page 117 and 118: ¡Lluvia benéfica que reanimas nue
Page 119 and 120: la isla. Hallarían una gruta de in
Page 121 and 122: mo una paloma inocente; y, no habie
Page 123 and 124: carse. Allí, en medio de la arenos
Page 125 and 126: ¡Ay!, el amor es para las mujeres
Page 127 and 128: pleitear, por ellos y por mí, acer
Page 129 and 130: parece, no amaron ni la primera vez
Page 131 and 132: esaltaban a la luz del sol las blan
Page 133 and 134: questa invisible, y aun otros danza
Page 135 and 136: vuelve... "Nuestra ama... O mejor d
Page 137 and 138: les unía. El viejo navegante, que
Page 139 and 140: los mortales, pero especialmente se
Page 141 and 142: hallaba extendido Juan, sin vida, p
Page 143 and 144: la mirada de él manifestaba total
Page 145 and 146: aposento unos veinte piratas armado
Page 147 and 148:
derrama allí su perfumado tesoro y
Page 149 and 150:
Ninguna triste señal la indicaba.
Page 151 and 152:
guna piedra lo señala, ninguna ley
Page 153 and 154:
fueron aquéllas las horas más ama
Page 155 and 156:
ién nuestras amables bailarínas:
Page 157 and 158:
los Dardanelos, y para pasar la Sub
Page 159 and 160:
llada del trance y de la firmeza de
Page 161 and 162:
aunque la gloria no sea más que hu
Page 163 and 164:
go de chapete, la plaza abigarrada
Page 165 and 166:
—He servido algún tiempo en el e
Page 167 and 168:
vuestro firmamento, pero todos los
Page 169 and 170:
en los que parecía estudiar deteni
Page 171 and 172:
vanidad de poseer una inteligencia
Page 173 and 174:
—Sí —replicó el otro—, pero
Page 175 and 176:
dad por los cautivos. Siguieron des
Page 177 and 178:
a propicio a los disfraces, y recha
Page 179 and 180:
ticipadamente el paraíso del Profe
Page 181 and 182:
—Si pudierais probar, tan solo, a
Page 183 and 184:
posible que os describiera y detall
Page 185 and 186:
Miró la dama a Juan de pies a cabe
Page 187 and 188:
fue todo. Si vosotros me preguntái
Page 189 and 190:
gaba, dado el carácter del Sultán
Page 191 and 192:
el orgullo, pero deseoso de salvar
Page 193 and 194:
Su rabia no duró más que un minut
Page 195 and 196:
—Esposa del Sol y hermana de la L
Page 197 and 198:
aunque embarazosa, no es de las má
Page 199 and 200:
Y volvamos al poema. La Sultana deb
Page 201 and 202:
prevista, y todas las camas están
Page 203 and 204:
Tal habitación era el dormitorio c
Page 205 and 206:
a un sueño grato, y suponemos que
Page 207 and 208:
que obscuro, lleno, sin embargo, de
Page 209 and 210:
Al oír esto, brillaron los ojos de
Page 211 and 212:
que, sin embargo, lo aborrecía. Cu
Page 213 and 214:
Baba se estremeció y pareció duda
Page 215 and 216:
obedecer de buen o mal grado. Dejé
Page 217 and 218:
ilustres, voluntarios que combatía
Page 219 and 220:
—¿De dónde vienen esos hombres?
Page 221 and 222:
—Y ese joven, ¿qué puede hacer?
Page 223 and 224:
pero habrán de ser conducidas, par
Page 225 and 226:
dida de su ejército, se olvidó al
Page 227 and 228:
es la recompensa reservada a la mit
Page 229 and 230:
pas, rodeado y en peligro en otro l
Page 231 and 232:
a vez las emociones de los más pur
Page 233 and 234:
ia a Dios! ¡Gloria a la gran Catal
Page 235 and 236:
forme: frac encamado con solapas ne
Page 237 and 238:
Catalina se embelesó al ver al moz
Page 239 and 240:
presentes le veían ya sobre un rí
Page 241 and 242:
hacernos egoístas y esconde nuestr
Page 243 and 244:
grandioso como las virtudes de que
Page 245 and 246:
Con Juan iba Leila, la niña salvad
Page 247 and 248:
el acero de la venganza, porque les
Page 249 and 250:
que enseña el bedel con el tono m
Page 251 and 252:
hombres que han degollado a la mita
Page 253 and 254:
tud, y que después no vuelve nunca
Page 255 and 256:
todo aquella fuera el saludo corté
Page 257 and 258:
Habíase puesto el sol cuando nuest
Page 259 and 260:
hacerlo, lo cual, a ciertos ojos, a
Page 261 and 262:
asegurada y el afán de las casadas
Page 263 and 264:
tonces no puede calcularse de lo qu
Page 265 and 266:
semejante designio. Por cierto que
Page 267 and 268:
eservado, la juventud, la gracia y
Page 269 and 270:
Mas no crea el lector que milady fu
Page 271 and 272:
sabemos, por conducto fidedigmo, qu
Page 273 and 274:
según las regulares leyes de la na
Page 275 and 276:
filtros, que también son como el p
Page 277 and 278:
general Fireface, famoso en los cam
Page 279 and 280:
disimulada, pero impaciente espera,
Page 281 and 282:
talles de sílfidos. Separábanse t
Page 283 and 284:
a de él, comenzó a atraparle con
Page 285 and 286:
y disputas, siempre que tienen ocas
Page 287 and 288:
total precisamente cuando fue venci
Page 289 and 290:
guro estoy de que no creeréis la h
Page 291 and 292:
Como Adelina no era un juez muy pro
Page 293 and 294:
porque daba la casualidad de que ya
Page 295 and 296:
Tal omisión, como la del busto de
Page 297 and 298:
que, al menos, justificaran las son
Page 299 and 300:
illante luz obtenemos de ella grand
Page 301 and 302:
Cuando bajó al salón para el almu
Page 303 and 304:
e sus tumbas. Cuando les nace un hi
Page 305 and 306:
tre esto y la aparición de la noch
Page 307 and 308:
por primera vez y, por ello, sobrad
Page 309 and 310:
an a unos bermejos labios, cuando e
Page 311 and 312:
a, no debe ir nunca tan lejos que t
Page 313 and 314:
ahora que quemar viejas en la hogue
Page 315:
Ahí dejo la cuestión: llegó la m
show all

Don Juan

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

Delete template?

Save as template?