los diez mandamientos. entre el precepto y la sabidurÃa
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18LOS DIEZ MANDAMIENTOScump<strong>la</strong>n <strong>la</strong> ley?”, sino: “¿Cómo conducir a <strong>los</strong> hombres hacia símismos para que sean capaces de hacer <strong>el</strong> bien?”. Digámoslo con<strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras d<strong>el</strong> poeta libanés Khalil Gibran: “Quizás un hombreque roba no sea más que un hombre que tiene hambre. Quizásun hombre que miente no sea más que un hombre que tiene miedo”.Y yo quisiera añadir: “Ese al que l<strong>la</strong>mamos criminal puedeque no sea más que un hombre que busca <strong>el</strong> amor que nunca haconocido”. En lugar de unir <strong>la</strong> ley al castigo y crear una morald<strong>el</strong> miedo, esperemos a que haya una respuesta a <strong>la</strong> pregunta decómo se hace libre un hombre. Un hombre sólo puede ser buenosi encuentra una bondad absolutamente referida a él.Y con esto hemos hal<strong>la</strong>do <strong>la</strong> r<strong>el</strong>ación que existe <strong>entre</strong> <strong>el</strong> primery <strong>el</strong> segundo punto: una vida humana sólo se forma desdedentro. Igual que <strong>la</strong>s flores que, al comienzo de <strong>la</strong> primavera, seestiran hacia <strong>los</strong> rayos d<strong>el</strong> sol: de este modo anh<strong>el</strong>an <strong>los</strong> hombres<strong>el</strong> amor. Si l<strong>la</strong>mamos a este amor Dios, tenemos con <strong>el</strong>lo <strong>la</strong> esenciade todas <strong>la</strong>s leyes. Es muy importante interpretar así <strong>los</strong> DiezMandamientos. También podemos ava<strong>la</strong>r esta idea comentandoun fragmento de <strong>la</strong> Biblia. En <strong>el</strong> quinto libro de Moisés (30,11-14) se dice: “Porque este mandamiento que yo te prescribohoy no es superior a tus fuerzas, ni está fuera de tu alcance. Noestá en <strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o, como para decir: ¿Quién subirá por nosotrosal ci<strong>el</strong>o y nos lo traerá, para que lo oigamos y <strong>los</strong> pongamos enpráctica? Ni está al otro <strong>la</strong>do d<strong>el</strong> mar, como para decir: ¿Quiénirá al otro <strong>la</strong>do d<strong>el</strong> mar y nos lo traerá para que lo oigamos y lopongamos en práctica? Sino que <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra está bien cerca de ti,en tu boca y en tu corazón, para que <strong>la</strong> pongas en práctica”.“Lo que está en tu boca” podría querer decir: eso de lo que máste gusta hab<strong>la</strong>r. Lo que, dentro de ti mismo, quiere expresarse,hab<strong>la</strong> en tu corazón. Hay que buscar un nuevo principio más allád<strong>el</strong> Dios d<strong>el</strong> Sinaí y <strong>la</strong>s tab<strong>la</strong>s de <strong>la</strong> ley. El profeta Jeremías, quevivió en <strong>el</strong> siglo VII/VI a. de C., se lo imagina de un modo muy distinto:Dios no escribe sus leyes en tab<strong>la</strong>s de piedra, sino en <strong>el</strong> corazónde <strong>los</strong> hombres. Esta es <strong>la</strong> Nueva Alianza que Dios establece