Societat per a l'Estudi i la Difusió de la Teràpia del Dr. Bach de Catalunyaª Aquel etólogodio en la claveAïda FumadóTEMAS <strong>Sedibac</strong> <strong>51</strong>36veces, en la vida, ocurren encuentrosbreves y fortuitosAque son especialmente significativos.Y así fue el caso que ahoracomparto con todos vosotros.Durante una espera en el aeropuertode Barcelona, se me acercóun hombre para preguntarmepor una información relativa a lasalida de un vuelo.El destino quiso que en ese momentose le cayeran torpementeunos documentos que quedaronesparcidos locamente por elsuelo. Me apresuré en ayudarley entonces estallamos los dos enunas sonoras carcajadas que dieronpie a una corta y más cercanaconversación.Durante la misma, pude saberque era un médico italiano y tuvela ocasión de presentarle a mihija de seis años que me acompañabaen ese momento.Me comentó que le llamaba laatención el buen aspecto de laniña. Pero inmediatamente tuvola capacidad de detectar en míuna tímida preocupación que nosupe disimular, a pesar del halagoque como madre acababa derecibir.Dado su tacto y suavidad, me animéa explicarle que mi marido yyo habíamos estado con idas y venidasa médicos convencionales,servicios de urgencias, exploracionesvarias, medicaciones alopáticasy medidas de higiene escrupulosas,para tratar unasinfecciones de orina que torturabanprácticamente casi cada mes,desde hacía más de dos años, anuestra hija.Dichos tratamientos no resolvíanen absoluto el tema y fueron socavandomás y más su salud, derivándosede ellos un sinfín deotras muchas infecciones inusua-les en ella: múltiples y encadenadasgastroenteritis, faringitis, otitis,bronquitis, etc.Repasé muy escuetamente todoel proceso y le subrayé mi alivioy satisfacción con su última mejoríafruto de un tratamiento básicamentecon fitoterapia quele estaba practicando un honradoy experto naturópata iridiólogo.Con él se habían corregido todaslas infecciones derivadas. Sinembargo, tras un prudente largoperíodo no se conseguían frenarlas infecciones urinarias, aunqueafortunadamente, éstas fueranun poco más distanciadas en eltiempo y ciertamente menos intensas.Algo se nos estaba escapando atodos y no sabíamos qué.Y entonces llegó su feliz aportacióncuando me comentó queademás de médico era etólogo1.
48TEMAS <strong>Sedibac</strong> <strong>51</strong>Sociedad para el Estudio y la Difusión de la Terapia del Dr. Bach de CataluñaAñadió que, como mamíferos yseres territoriales, podemos tendera necesitar marcar límites.Me explicó que, primigeniamente,nuestra orina en cierta manerase acidificaba cuando servía demarca o señal de aviso y defensapara expresar un territorio físicoo emocional que se sentía perturbado,amenazado o invadido. Todoello sigue hoy ocurriendo activamenteen muchos animales.Insistió en que los celos, porejemplo, o todo lo relacionadocon ellos, eran también una emociónvivida como una agresión ypodían tener todavía, en algunaspersonas muy susceptibles, unarespuesta somática -de tipo ancestral-en la orina. Este fenómenopodía generar una irritación yuna debilidad en esa zona.Yo le comenté que no había detectadoen ella ningún comportamientopreocupante ni llamativode celos en el sentido más ampliodel término. Pero al momento,de forma vertiginosa, mi cerebroempezó a repasar mis anotacionespersonales del caso y a revivirpequeñas escenas.A la luz de mis recuerdos, le confirméque intuía que podía haberverdad en esa reflexión, puestoque parecía que coincidían las fechasde inicio de las infeccionesurinarias más severas con ciertosacontecimientos muy banales1 Etología: rama de la biología y de lapsicología que estudia los instintos y códigosde comportamiento de los animales y del serhumano.pero que la niña, quizá interiormente,no supo vivir de una maneraadecuada.Llegaba a esa conclusión si ahoradaba relevancia y más sentidoa algunos de sus sutiles comentarioshechos en esas circunstancias.Tomé una concienciacompletamente diferente de la situacióny recordé mi reciente encuentrocon el amable y naturalsistema floral de BACH. Rápidamentepuse mi esperanza en él.Cuando llegué a casa consultéla esencia referida a ese tipo deemociones y a los pocos días yale tenía un preparado con HOLLY(para seis tomas diarias).Las infecciones de orina cesaronde manera fulminante desde elprimer mes. Este tratamiento específicoduró en total unos cincomeses aproximadamente.Durante un primer periodo, cuandome confiaba y relajaba la pauta,tenía los indicadores de que seiniciaba una irritación de la vejiga.Reiniciaba las tomas de maneraestricta y todo quedaba enorden.La esencia hizo reacción de formaextraordinariamente rápida. Desdehace un año hasta ahora, y exclusivamentetratada con las Flores deBACH, no se le han vuelto a repetirdichas infecciones ni molestias.Hoy necesito lanzar al aire un generosoagradecimiento a estemédico anónimo que, desde superspectiva etológica, no imaginacuánto me ayudó al aportarmeuna nueva visión de lo que podíaestar aconteciendo.Fruto de los óptimos resultados,aumentó mi interés y acercamientofloral para, poco a poco, irincorporando a su personal prescripciónotras esencias que estáncolaborando, de forma muy evidentey eficiente, a su armónicodesarrollo.Día a día me maravillael legadodel Dr. BACH, lasencilla y profundagenerosidadde la actuaciónde las esenciasflorales que -talcomo os he relatado-han contribuidode formatan excelente albienestar de mifamilia. Son unvaliosísimo tesoro.TEMAS <strong>Sedibac</strong> <strong>51</strong>37Aquel etólogo dio en la clave / Aïda Fumadó