11.07.2015 Views

Del Duelo a la Catarsis - Publicatuslibros.com

Del Duelo a la Catarsis - Publicatuslibros.com

Del Duelo a la Catarsis - Publicatuslibros.com

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Eduardo PerezchicaPruebo mi sangre firme, coagu<strong>la</strong>da y vieja, sabea dolor, pero he llegado al extremo donde el dolor no sesiente, al menos no <strong>com</strong>o lo conozco. Sólo huelo mi cuerpo,mi aliento, mi sangre, pero ni una pista que me diga quélugar es este.Tengo una herida enorme. Me debilito a cadainstante. Bien podría <strong>la</strong> sangre estar cayendo desde micabeza, <strong>com</strong>o un cuentagotas dosificando mi tormento, perolo ignoro. No sé cuanto tiempo llevo así.Intento golpear algo, pero no me siento en éstevacío. He querido tantas veces abrir los ojos, es sólo que <strong>la</strong>slágrimas me impiden mirar, se han convertido en una masil<strong>la</strong>putrefacta que me <strong>la</strong>stima los párpados.A excepción de mis <strong>la</strong>tidos, todo es silencio. ¡Quierogritar!, sin embargo un nudo en mi garganta me impidehasta <strong>la</strong> respiración. Puede ser que de ahí esté colgando,pero no siento ninguna soga raspando mi cuello. Ni siquierasé si estoy de pie o de cabeza. Nada tiene sentido.Me inunda <strong>la</strong> angustia de <strong>la</strong> incertidumbre, de<strong>la</strong> impotencia. Estoy mudo, sordo, soy un vegetal consentimientos tan dispersos que no se aprecian, o tancontiguos que se confunden.‹‹«(Empiezan a aparecer vestigios de vida)»››Es posible que una lámpara se encienda lentamente,casi imperceptible, a unos centímetros de mis ojos.Ahora, sólo escucho el silencio y ese silbido eterno,nunca ausente. El volumen y el ritmo de mis <strong>la</strong>tidos handescendido hacia niveles mas normales y pasivos, que hasta14<strong>Del</strong> <strong>Duelo</strong> a <strong>la</strong> <strong>Catarsis</strong>los he olvidado.Extiendo mis manos, por impulso. Un nerviovenció el entumecimiento y <strong>la</strong> presión que retenía provocóreacciones en mis dedos, los cuales se tocaron. Estasensación, normalmente es un detalle, y ahora me provoca <strong>la</strong>certeza de que sigo vivo.En cadena se suscitan nuevos acontecimientos.Podría decirse que es un parto, pues cada sensación <strong>la</strong> vivo<strong>com</strong>o si fuera nueva. Ac<strong>la</strong>ro mi garganta y el murmullo llegahasta mis oídos. Pero al provenir de mi, es <strong>com</strong>o si unaorquesta tocara «La cabalgata de <strong>la</strong>s Valquirias», de Wagner.Es impresionante, satisfactorio.Respiro profundo, <strong>com</strong>o si volviese a nacer. Busco enmi mente un recuerdo, o al menos mi nombre o mi rostro. Esel alumbramiento, porque de nuevo todo se torna confuso.Todo se torna confuso.La respuesta llega después de abrir mis ojos,habiendo removido ya el l<strong>la</strong>nto, <strong>la</strong> sangre y el polvo de ellos.Me sorprendo enormemente. La impresión me confunde,me distrae y me mantiene fuera de <strong>la</strong> realidad un tiempomás. Momentos después, o tal vez días, <strong>la</strong> lámpara quedaencendida ante mis ojos que aún no despiertan de un letargoque se aferra, <strong>com</strong>o aquel que produce una botel<strong>la</strong> de tintoo de tequi<strong>la</strong>. Mis ojos, cegados por <strong>la</strong> intensidad de <strong>la</strong> luzque me rodea, parecieran abrirse por primera vez en toda <strong>la</strong>vida, sin enfoque ni dirección fija, todo me l<strong>la</strong>ma <strong>la</strong> atención,todo es nuevo. Pero lo que veo u oigo en el momento precisode mi renacimiento, de mi reencarnación en mí mismo, es loúnico que no logro recordar. Lo que ví, u oí, es un fantasmaenc<strong>la</strong>ustrado en el olvido.”

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!