11.07.2015 Views

Del Duelo a la Catarsis - Publicatuslibros.com

Del Duelo a la Catarsis - Publicatuslibros.com

Del Duelo a la Catarsis - Publicatuslibros.com

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Eduardo Perezchica<strong>Del</strong> <strong>Duelo</strong> a <strong>la</strong> <strong>Catarsis</strong>y ni pensar en dormir tranquilo, hace ya tanto tiempo que –¿Pero por qué crees que soy yo el culpable? –lesimplemente no puede.pregunto– ¿Por qué insistes tanto en que yo tengo una deuda?Entonces, <strong>la</strong> tregua instituida para ésta habitación, Si yo <strong>la</strong> amaba, y no tenía ningún motivo para hacerle daño.persiste por un <strong>la</strong>rgo, <strong>la</strong>rgo tiempo incalcu<strong>la</strong>ble. («silencio»). Con Además, si lo hubiera sabido, si siquiera lo hubiera sospechado,un suspiro, después de este mutismo, se renueva <strong>la</strong> descripción no me habría arriesgado. Me hubiese esperado al día siguiente.de los hechos.Pero, ¿qué iba a saber yo? No, no es mi culpa, no tenía motivos,¿Quién se está creyendo que es? Vestido con harapos, y culparme no soluciona nada. ¡Entiéndelo!sucio y mal oliente, se atreve a amenazarme <strong>com</strong>o si mi vida –¡Qué importan los motivos!, sabes que lo que meno valiese nada, tan sólo por que piensa que <strong>la</strong> suya no lo vale. tiene aquí es <strong>la</strong> venganza. Quiero acabar con los espíritus queSigo sin <strong>com</strong>prender por qué me ha dicho tantas veces que me rondan, cerrar <strong>la</strong> herida que tú abriste, <strong>la</strong> sangre paga <strong>la</strong>soy yo el culpable de su miseria, si tantas veces yo mismo he sangre. Esa es <strong>la</strong> cuota que me brindará paz, que me hará libre,querido ayudarle y siempre se niega.al menos de ésta vida que no es vida–. Entretanto, continúa–Hace ya un año, o más, no recuerdo –me dice–. No girando y cerrando el cargador del revólver, alternando eltengo ya más noción del tiempo, tan sólo de un ayer que me juguete entre ambas manos, colocándolo a veces en sus sienespersigue, un ahora que apenas puedo sobrellevar y un mañana y jugando a que dispara, jugando a que se mata ahí, frente a mí,que no existe, porque, ¿sabes?, mi vida se detuvo. Aún pienso viéndome fijamente a los ojos.que todo fue ayer. El tiempo no pasa donde no hay espacio, –Y para esto estoy dispuesto a morir contigo si esporque yo mismo, mi mente y mi cuerpo, soy un vacío. necesario –me asegura–. Sabes bien que tengo miedo, igual oDetiene momentáneamente sus pa<strong>la</strong>bras para jugar más que tú, porque hacer lo que pretendo hacer me pondrácon el cargador del revólver, girándolo y cerrándolo, dejando a más lejos de el<strong>la</strong>, porque será entonces <strong>la</strong> eternidad <strong>la</strong> que nos<strong>la</strong> suerte, mi suerte.separe. Pero el dolor es tan grande –da un suspiro profundo–Tal vez tú creas que olvidar es una opción y decidiste y lento– y, a parte, yo padezco el dolor del que tú te olvidas,tomar<strong>la</strong> –continúa–. No. Yo sé cuáles son tus opciones, y yo lo vivo. Por eso veo tu muerte <strong>com</strong>o un respiro, antes deolvidar no es una de el<strong>la</strong>s. He estado pensando que con <strong>la</strong> ahogarme finalmente en el dolor que me está tragando. Serámuerte se pagan <strong>la</strong>s deudas de nuestra vida. Tú tienes una, no <strong>com</strong>o robar un puñado de luz, que precederá a <strong>la</strong> más cruel yse te olvide, y va siendo tiempo de saldar<strong>la</strong>.fría de todas <strong>la</strong>s oscuridades.23

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!