11.07.2015 Views

Un Mundo Feliz de Aldous Huxley - Tantra Nueva Tierra

Un Mundo Feliz de Aldous Huxley - Tantra Nueva Tierra

Un Mundo Feliz de Aldous Huxley - Tantra Nueva Tierra

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

146consumo <strong>de</strong> soma; nada más. Aquellas tres horas y media extras <strong>de</strong> ocio no resultaron,ni mucho menos, una fuente <strong>de</strong> felicidad; la gente se sentía inducida a tomarsevacaciones para librarse <strong>de</strong> ellas. La Oficina <strong>de</strong> Inventos - está atestada <strong>de</strong> planes paraimplantar métodos <strong>de</strong> reducción y ahorro <strong>de</strong> trabajo. Miles <strong>de</strong> ellos. -Mustafá hizo unamplio a<strong>de</strong>mán-. ¿Por qué no los ponemos en obra? Por el bien <strong>de</strong> los trabajadores;sería una crueldad atormentarles con más horas <strong>de</strong> asueto. Lo mismo ocurre con laagricultura. Si quisiéramos, podríamos producir sintéticamente todos los comestibles.Pero no queremos. Preferimos mantener a un tercio <strong>de</strong> la población a base <strong>de</strong> lo queproducen los campos. Por su propio bien, porque ocupa más tiempo extraer productoscomestibles <strong>de</strong>l campo que <strong>de</strong> una fábrica. A<strong>de</strong>más, <strong>de</strong>bemos pensar en nuestraestabilidad. No <strong>de</strong>seamos cambios. Todo cambio constituye una amenaza para laestabilidad. Ésta es otra razón por la cual somos tan remisos en aplicar nuevos inventos.Todo <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> las ciencias puras es potencialmente subversivo; incluso hasta ala ciencia <strong>de</strong>bemos tratar a veces como un enemigo. Sí, hasta a la ciencia.-¿Cómo? -dijo Helmholtz, asombrado-. ¡Pero si constantemente <strong>de</strong>cimos que la ciencialo es todo! ¡Si es un axioma hipnopédico!-Tres veces por semana entre los trece años y los diecisiete -dijo Bernard.-Y toda la propaganda en favor <strong>de</strong> la ciencia que hacemos en la Escuela...-Sí, pero ¿qué clase <strong>de</strong> ciencia? -preguntó Mustafá Mond, con sarcasmo-. Uste<strong>de</strong>s notienen una formación científica, y, por consiguiente, no pue<strong>de</strong>n juzgar. Yo, en mistiempos, fui un físico muy bueno. Demasiado bueno: lo bastante para compren<strong>de</strong>r quetoda nuestra ciencia no es más que un libro <strong>de</strong> cocina, con una teoría ortodoxa sobre elarte <strong>de</strong> cocinar que nadie pue<strong>de</strong> poner en duda, y una lista <strong>de</strong> recetas a la cual no <strong>de</strong>beañadirse ni una sola sin un permiso especial <strong>de</strong>l jefe <strong>de</strong> cocina. Yo soy actualmente eljefe <strong>de</strong> cocina. Pero antes fui un joven e inquisitivo pinche <strong>de</strong> cocina. Y empecé a haceralgunos guisados por mi propia cuenta. Cocina heterodoxo, cocina ilícita. En realidad,un poco <strong>de</strong> auténtica ciencia.Mustafá Mond guardó silencio.-¿Y qué pasó? -preguntó Helmholtz Watson.El Interventor suspiró.-Casi me ocurrió lo que va a ocurrirles a uste<strong>de</strong>s, jovencitos. Poco faltó para que meenviaran a una isla.Estas palabras galvanizaron a Bernard, quien entró súbitamente en violenta actividad.-¿Que van a enviarme a mí a una isla?Saltó <strong>de</strong> su asiento, cruzó el <strong>de</strong>spacho a toda prisa y se <strong>de</strong>tuvo, gesticulando, ante elInterventor.-Usted no pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>sterrarme a mí. Yo no he hecho nada. Fueron los otros. Juro quefueron los otros.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!