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12_Carlos Sainz.CASTE 29/11/04 19:29 Página 40
REPORTAJEDEPORTES
Avisó al final de la temporada
2003, cuando tuvo que abandonar
en el RAC Rally de Inglaterra
–un accidente tras una
extraña avería con conato de
incendio en la cabina– y perdió
toda opción de ganar el Mundial. “Seguiré
una temporada más y luego se acabó”,
dijo en pleno fragor de la batalla.
El pasado 21 de octubre, tras meditarlo
con calma, cumplió la advertencia que
muchos aficionados temían. “Después de
16 años en el Mundial de Rallies he decidido
dar un cambio a mi vida para tener más
tiempo de disfrutar con mi familia.” Atrás
quedaban 24 años de competición deportiva
al máximo nivel.
DEL SQUASH AL R-5 Y EL PANDA
Lo que algunos aficionados del motor
desconocen es que las cualidades para
la competición deportiva de Carlos
Sainz se manifestaron en su juventud
en una disciplina muy diferente, el
Si algo ha caracterizado a Sainz
como piloto ha sido su enorme
espíritu de lucha y su capacidad
para superar las adversidades
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squash, modalidad de la que fue campeón
de España cuando solo contaba
16 años de edad.
Su pasión por las competiciones de
motor, que le llevó a dejar sus estudios
de Derecho, se manifestó en 1980 con
su primera participación en un rally (el
Shalymar, en Madrid) con un R-5 TS,
y en los dos años siguientes cuando ganó
la Copa Nacional Seat Panda. En
1983 alcanzó la Copa Nacional Renault
con un R-5 Turbo. Con la marca francesa
compitió en el Campeonato de
España de Rallies (dos subcampeonatos),
disciplina en la que obtuvo la primera
plaza con un Ford Sierra Cosworth
durante dos años seguidos.
Todas estas competiciones nacionales
forjaron la experiencia de Carlos Sainz
en los rallies, y le prepararon para dar el
salto al Mundial, donde obtuvo los ma-
yores éxitos de su carrera deportiva a
comienzos de la década de los 90, de la
mano de Toyota.
EL REINADO DEL CELICA
El Mundial de 1990 marca un punto
de inflexión en la carrera de Sainz. En
la primera prueba, Montecarlo, terminó
segundo; luego abandonó en Portugal
y fue cuarto en el Rally Safari. A
partir de ahí y hasta el final de temporada,
todo fueron podios, incluidas cuatro
victorias (Grecia, Nueva Zelanda,
Mil Lagos y Gran Bretaña).
Se convertía en el primer piloto español
que ganaba un Mundial y, al mismo
tiempo, situaba a Toyota en la élite al
proporcionar el primero de los cuatros
mundiales que el Celica conquistó en
cinco años.
Tres abandonos en la temporada 1991
dejaron a Sainz a las puertas del título,
pese a haber obtenido… cinco primeros
puestos en otras tantas pruebas, toda
una gesta.
En 1992 el piloto madrileño y todo su
equipo echaron el resto. Fue una temporada
muy regular. En diez carreras
solo sufrió un abandono y logró ocho
podios, incluidas cuatro victorias. Una
de ellas fue muy especial: el primer
triunfo ante su público, en el Rally Catalunya
Costa-Brava. El Celica Turbo
4WD dominaba el panorama internacional
y Carlos Sainz alcanzaba la cúspide
de su carrera. De ahí que su cambio
de equipo sorprendiera a más de
un aficionado.
EL FINAL DE LA DÉCADA PRODIGIOSA
El paso de Sainz a Lancia en la temporada
1993 fue una de las apuestas más
controvertidas del piloto. El vehículo
(HF Integrale) en la fase final de su
evolución no ofreció las garantías de
fiabilidad que requería todo un bicampeón
del mundo. Dos accidentes y tres
abandonos condenaron a Sainz a una
octava posición en el Mundial, frustrante
vistos los resultados anteriores.
Los años finales de la década de los 90
significaron para Sainz el regreso a la
primera línea en su lucha por el Mundial,
primero con Subaru (1994 y 1995,
alcanzando dos subcampeonatos), después
con Ford (1996 y 1997) y más tarde
de nuevo con Toyota (1998 y 1999).