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La Proxeneta De La Mafia

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ellas para no hacerlas quedar tan mal. Además, recibir<br />

dádivas, por salir como “Damas de compañía”, por<br />

desnudarse, por hacer strip-tease o por acostarse con un<br />

generoso mecenas, no es ningún delito, y para algunas son<br />

simples escalones que les permite subir más rápido en sus<br />

carreras”.<br />

Madame me parece bien, pero eso no lo defino yo. <strong>De</strong>bo<br />

consultar con los editores, me cuentas el tema, yo lo transmito y<br />

si les interesa seguramente te contactarán directamente a tu<br />

celular. Por ahora cuéntame de qué se trata.<br />

MI BAUTIZO COMO MADAME ROCHY<br />

“Mire señor, yo tengo el honor, y no niego que es un honor<br />

y de frente lo digo aunque a muchos fariseos les incomode,<br />

de conocer a los Rodríguez Orejuela hace cerca de dos<br />

décadas, gracias a una persona que llevo en la mitad de mi<br />

corazón, si bien es cierto las personas se mueren, las ideas<br />

no se van con ellos. Esa persona se llama Alberto Giraldo<br />

López, fue un gran periodista y militante del Partido<br />

Conservador, una persona muy culta, querida por todo el<br />

mundo, amigo personal de Ministros, Generales, Directores<br />

de Periódicos, de una calidad humana inmensa. <strong>De</strong> ese señor<br />

nadie en el país puede decir que puso un gramo de coca en<br />

ningún lugar, ni menos portó un arma.<br />

“El Loco” Giraldo, como lo conoció Colombia, era<br />

amigo de sus amigos, un tipo bueno, de gran humor, con<br />

olfato político, generoso y creyente en Dios. Además de un<br />

periodista que se “lucró” con su profesión y amistades, pero<br />

que no lo negó como lo hacen tantos ahora al servicio de<br />

los “dueños del país”. País al que le ocultan sus negociados,<br />

sus contratos con el Estado a cambio de comisiones y<br />

“mordidas”. También fue un gran benefactor, que aportaba<br />

dinero a diferentes obras benéficas, a obras como el Divino<br />

Niño del barrio 20 de julio de Bogotá. Y con el dinero que yo<br />

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