Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
euniones del Congreso de la República, entraba en su calidad<br />
de periodista a todos los debates. Él movía sus fichas, los<br />
Rodríguez le supieron recompensar muy bien económicamente.<br />
Si Alberto Giraldo hubiera hablado con toda la verdad<br />
que el conocía, se cae el país, y en vez de ese Proceso 8.000<br />
se habrían abierto infinidad de procesos con otros políticos<br />
y militares. Se habría tocado a personas que nadie se imagina<br />
y que aquí pasan agachados y aunque los periodistas a sueldo<br />
de los grandes medios lo saben, lo ocultan para proteger su<br />
empleo, y así muchos secretos peligrosos de estos<br />
“personajes” que tienen gran prestigio y poder en el país<br />
nunca salen a la luz pública. Aquí nadie puede alzar la mano<br />
y tirar la piedra del yo no fui o no sabía”.<br />
Madame continúa sin parar hablando sobre su amigo del<br />
alma: “Alberto era un hombre que tenía entrada en donde<br />
quisiera, él sabía para dónde iba. Él estaba escribiendo un<br />
libro al que le solicité que me lo dedicara y me dijo, no porque<br />
yo no quiero que te maten. Yo pensé que el libro de él iba a<br />
decir lo que tenía que decir y no fue así, yo respeto esa<br />
decisión que él tomó, sé que hoy está en el cielo.<br />
Yo le decía que a la gente faltona no tenía porqué cuidarle<br />
la espalda, que Colombia tenía que conocer la verdad y que no<br />
fuera a pagar ese “carcelazo” de siete años así porque así, sin<br />
ser él un delincuente, sin haber traficado con un gramo de<br />
coca, sin robarle un peso a nadie, le insistía en que él sólo debía<br />
guardarle fidelidad a Don Miguel y a Don Gilberto, a los demás<br />
no. Alberto recibía en su despacho desde un gobernador o<br />
senador hasta un lustrabotas. Ese señor era un hermano más<br />
para los Rodríguez Orejuela, era su hermano menor como el<br />
mismo decía que era, era de total confianza para ellos, por eso<br />
en siete años no quiso hablar. Era un hombre íntegro”.<br />
19