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de la época, pertenecientes a la Policía Nacional. Ya con<br />
todos los invitados en la finca, la reunión inicia con la<br />
celebración de la sagrada eucaristía, seguido de un exquisito<br />
almuerzo y luego vendría la farra, a la fiesta asistieron altos<br />
políticos del Valle del Cauca. El show central era la exhibición<br />
de los caballos campeones nacionales e internacionales del<br />
criadero <strong>La</strong>dy Di propiedad de los Montoya Sarria.<br />
Los equinos salían cuán esbeltos y elegantes por la pista<br />
con sillas con enchapes en oro e incrustaciones en diamantes,<br />
allí unos de los tenientes, que por cierto murió con la<br />
“Monita Retrechera” meses después en el barrio el Edén de<br />
Bogotá, uno de de apellido Jaimes, tenía unas pecheras que<br />
sacaban de un portafolio que le ponían al paso a cada bestia,<br />
las pecheras eran de puro cuero con 7 diamantes repartidos<br />
cada 20 centímetros entre uno y otro, y un diamante de 7<br />
kilates. Cada caballo lucía una docena de diamantes<br />
Algo que recuerdo es que el joven fotógrafo y<br />
camarógrafo, quien laboraba en compañía de su esposa,<br />
y por cierto ya eran famosos por su trabajo gráfico<br />
comoquiera que se los encontraba uno seguido en las<br />
fiestas, era Francisco Javier Zuluaga Lindo más conocido<br />
como “Gordolindo” quien hoy se encuentra recluido en la<br />
cárcel de <strong>La</strong> Picota de Bogotá acogido al proceso de paz<br />
en el marco de la Ley de Justicia y Paz. Ese muchacho<br />
siempre se distinguió por su caballerosidad, amabilidad y<br />
simpatía, años después se convertiría en uno de mis más<br />
exclusivos amigos”.<br />
EL CARTEL DE JUÁREZ<br />
“Tuve la oportunidad de conocer a dos señores por<br />
recomendación de un gran amigo mío, nos reunimos en un<br />
apartamento cerca al almacén Éxito de la 134 con carrera<br />
novena al norte de Bogotá. Ese día llevé a la señorita Sandra<br />
Milena Gil, una niña hermosísima que necesitaba reunir una<br />
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