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Ortiít., de qui cn la· tomó lHUm cl'. Estuvo en ulla VCIItaua,de la escalera de la m\ l'cel , do nde la copió douEdua rdo Sa{\\'edl'a , va lié ndose de ulla escala. Al derribarla cárcel, D. And rés Marti nez S¡llaZ al', que lavió entre los escombros, logró del Al cald e qu e se latrasladara al Ay untamiento, dond e so conserva (1 ) .!\Ii de el c ipo l'40 In. de a lto por 0'54 de ancho, y comose vé en el rotogl'tl.bado, tiene una I'anura que COITede arriba a bajo por el prin cipio de los renglones, hechapara adaptar a ella la l'e.ia de hierro de h\ ventmw. El ancho de la ratl ura es, en todos SlIS pun tos,de 0'052 1l1., Y no hay en ell a espacio mús que parauna letra del tama flo de las demás, de donde resultaq ue en la Unea 3.& debe leerse V . LEG, Y noVE'!' LEG, como lcyó J:l Ub ner.L a. linea 2. 11 es la ún ic a que ofrece a lguna difi ­cul tad. El sabio epigrafista berli nés, que, segúnconfiesa , no logró ver el epígrafe, pOI' mús quelobuscó, en vista de q ue la tribu de los lkl1cil.l'ensescl'a la Quil'ina, cotl\'iel'tc el BR AC en BR IC, optandopor una de estas dos interpretaciones: Q . { (Llilts) P ab(ia) CelcrB/"i[x(ia)], Ó Q .(. A[1'n(l cnsi)J Cele )'Bri[x(ello) ]; pel'o es el CllSO que el cpigl'are dicec lal"lHnelHe 1.\B y llR AC, como leyeron Jovell nnosy Snavedra, y el que la tribu de los Bracarensesfu ese la. Qui rina., no es, á Iluestro juicio) ]'a zón bastantepara enmendar h~ illscripción en ninguna delas fo rmas que propone IInbn er. Sabido es que en elúltimo siglo de la República, las tribus perdieron el(' ) A este ilustre astorgano y ni crnllilo nulor do !n J/ islo)'ir,Ile Aslol'ya, D. ~ l lItia s H o dl'ig U I' ~ Die7., SCl dd,c el qu e lJa)'iln sidolrashulndas ,i Ins CaS.1S Consistoriales las ¡¡¡pidas ([u e estaban enel [laSCO [lúblico, 'J gració's ~¡ la constante solici tud dd Sr. Rodriguez,no se han perd ido oh'[(s Ilue han aparecido despues.