Hace apenas <strong>un</strong>os díasque la zozobra provocadapor el estallido <strong>de</strong> las granadas en la plazaprincipal <strong>de</strong> Morelia ha sacudido al país. MarceloEbrard Casaubon ha rendido ya su seg<strong>un</strong>do Informe<strong>de</strong> Gobierno ante la Asamblea Legislativa yparece más relajado.Armado con números que hablan <strong>de</strong> los programassociales en favor <strong>de</strong> grupos <strong>de</strong> la poblacióntradicionalmente no atendidos y <strong>de</strong> los proyectospara ampliar las re<strong>de</strong>s <strong>de</strong> transporte público en laciudad <strong>de</strong> México, habla <strong>de</strong> temas en los que nopue<strong>de</strong> ser tri<strong>un</strong>falista.Uno es irrefutable: la capital <strong>de</strong>l país está saturadapor la enorme cantidad <strong>de</strong> droga que hay ensus calles, a tal grado que hay zonas don<strong>de</strong> existenre<strong>de</strong>s muy gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l narcotráfico con muchasactivida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>ntro en la sociedad.Dos datos asociados alimentan la preocupación<strong>de</strong> Ebrard: el creciendo grado <strong>de</strong> adicciones,<strong>de</strong> violencia, <strong>de</strong> alcoholismo en los chavos <strong>de</strong> sec<strong>un</strong>daria;el mayor número <strong>de</strong> jóvenes que son hoy<strong>un</strong>a generación perdida, fuera <strong>de</strong> la sociedad. Enel DF son muchos: 110 mil que ni trabajan ni estudian.“Es ahí don<strong>de</strong> estamos a p<strong>un</strong>to <strong>de</strong> per<strong>de</strong>r labatalla contra el narco”.Y justo por eso, por el mayor <strong>de</strong>safío que elnarco ha presentado ante el Estado y los crecientesriesgos <strong>de</strong> otro tipo para <strong>un</strong>a ciudad tan vulnerable,con tanta población y tantas instalaciones,es que Marcelo Ebrard an<strong>un</strong>cia que <strong>crear</strong>á pronto<strong>un</strong> Centro <strong>de</strong> Inteligencia que ayu<strong>de</strong> a la ciudad aprevenir situaciones <strong>de</strong> tipo terrorista por parte<strong>de</strong>l crimen organizado.Sólo hará cosas para la seguridad <strong>de</strong> la ciudad.“Nada <strong>de</strong> labores políticas. Sería absurdo.Por supuesto que no”.✱✱✱–Como jefe <strong>de</strong> Gobierno <strong>de</strong> la capital, ¿cómo ve alpaís luego <strong>de</strong>l ataque con granadas en Morelia?–Estamos viendo más violencia por parte <strong>de</strong>la <strong>de</strong>lincuencia organizada. Si bien no ha sido eltipo <strong>de</strong> violencia que tenemos aquí, significa <strong>un</strong>cambio muy importante <strong>de</strong> carácter cualitativo.Es <strong>un</strong> <strong>de</strong>safío no sólo al Estado sino que es <strong>un</strong> ataqueen contra <strong>de</strong> la población civil.Por lo pronto, la primera conclusión es quetenemos que ajustar todas las estrategias <strong>de</strong> seguridada <strong>un</strong>a nueva amenaza, a <strong>un</strong> nuevo riesgo,que se hizo visible ahora en Morelia. Ahora, cabela preg<strong>un</strong>ta: ¿Ésta es la estrategia que se <strong>de</strong>be <strong>de</strong>seguir? ¿Qué resultados están obteniendo? Esohabrá que revisarlo y discutirlo, pero ya hay <strong>un</strong>nuevo riesgo.–¿Ve que se avanza hacia <strong>un</strong> escenario comoel <strong>de</strong> Colombia?–No creo que sea la misma ruta, pero sí tenemoselementos que son muy preocupantes, el peso<strong>de</strong>l narcotráfico ha crecido mucho.En México, se ha hecho <strong>un</strong>a distinción queen realidad no existe. Se habla <strong>de</strong> narcotráfico y lagente piensa “ah, los gran<strong>de</strong>s cárteles <strong>de</strong> la droga”,pero en realidad hay que pensar en la droga quetenemos en todos lados, a la vuelta <strong>de</strong> la esquina.El narcomenu<strong>de</strong>o es <strong>un</strong> fenómeno en expansión.Hay cada vez más valor, más recursos, másbienes patrimoniales <strong>de</strong>l lado <strong>de</strong> quienes están enesta red <strong>de</strong>l narco; y el crimen organizado tienecada vez más penetración por el aumento <strong>de</strong> lasadicciones; y cada vez tienen más armas y no sólose <strong>de</strong>dican a eso. Es <strong>de</strong>cir, quien está en eso es <strong>un</strong>personaje que típicamente se pasa los altos; si se leantoja algo, se baja y se lo roba; agre<strong>de</strong> a los <strong>de</strong>más.Es <strong>un</strong>a forma <strong>de</strong> vivir cada vez más violenta.El otro fenómeno muy preocupante es la reducciónen la edad <strong>de</strong> las personas que están participandoen estas activida<strong>de</strong>s; tenemos muchosmás jóvenes <strong>de</strong> 14 a 16 años armados, involucradosen estas activida<strong>de</strong>s. Este es <strong>un</strong> fenómenoraramente observable en los pasados tres, cuatroaños.Ese es el diagnóstico <strong>de</strong>l problema. Por lotanto, <strong>un</strong>a estrategia para hacerle frente tieneque incluir varios aspectos. Uno, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego, esel combate policial al que estamos habituados;otro, menos <strong>de</strong>sarrollado, es la batalla es términos<strong>de</strong> patrimonio, es muy poco lo que se ha logradosustraer a estos individuos, reducirles, porque amayor valor patrimonial mayor po<strong>de</strong>r y más corrupcióne infiltración en todos lados.Un tercer tema, que es <strong>un</strong> muy complejo,es que hay zonas <strong>de</strong> la ciudad en don<strong>de</strong> ya tienesre<strong>de</strong>s muy gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l narcotráfico con muchasactivida<strong>de</strong>s en la sociedad; no existe no fuera <strong>de</strong>,sino <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ella.Los aspectos estratégicos hoy, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>todo lo que ya se dijo (pagarles más a los policía,comprar más equipo, etcétera; digamos, todala línea <strong>de</strong> coerción), serían los siguientes: <strong>un</strong>o,combate financiero a mucho mayor escala; y dos,ocuparnos <strong>de</strong> lo que llamo <strong>un</strong>a generación completaen la que veo que estamos perdiendo la batalla;digamos, estamos ya perdiendo a toda <strong>un</strong>ageneración <strong>de</strong> chavos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> doce años, cuandoterminan la primaria, a los que terminan su preparatoria.Tenemos <strong>de</strong>masiados jóvenes fuera <strong>de</strong>l siste-38 | EMEEQUIS | 06 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 2008
ma. ¿Cómo se relacionan, cómo son parte <strong>de</strong> la sociedad?No son. P<strong>un</strong>to. Porque no van a la escuelani trabajan, no existen en la vida pública; todom<strong>un</strong>do dice “hay que dar opciones a los jóvenes”,pero no es sólo eso, es que no están incluidos.Todos los <strong>de</strong>más grupos <strong>de</strong> la población tienenorganizada su relación con la sociedad <strong>de</strong> <strong>un</strong>modo u otro. El número <strong>de</strong> chavos que tenemosfuera, por <strong>de</strong>cirlo así, <strong>de</strong> nuestra sociedad, esenorme. Sólo en el Distrito Fe<strong>de</strong>ral son 110 mil. Nitrabajan, ni estudian. Es como <strong>un</strong>a población flotanteexcluida. Ese sector es en el que las bandaslogran <strong>un</strong> reclutamiento evi<strong>de</strong>nte.Ahora que se habla mucho <strong>de</strong> respuestas <strong>de</strong>Estado, tenemos que tener <strong>un</strong>a respuesta <strong>de</strong> esanaturaleza respecto <strong>de</strong> esa generación. Hay que<strong>de</strong>dicar recursos lo más pronto posible para incluirlos,hay que hacerlos parte <strong>de</strong> la sociedad.–Eso suena extremo: <strong>un</strong>a generación prácticamenteperdida a manos <strong>de</strong>l narco.–Ahí estamos perdiendo la batalla. No sóloson los que están excluidos<strong>de</strong> la sociedad; si se vaa <strong>un</strong>a sec<strong>un</strong>daria –hemoshecho varios análisis, estudios,en fin– el grado <strong>de</strong>violencia, <strong>de</strong> <strong>de</strong>splome <strong>de</strong>expectativas, <strong>de</strong> adicciones,<strong>de</strong> alcoholismo, esmuy importante.Es ahí don<strong>de</strong> po<strong>de</strong>mosganar o per<strong>de</strong>r la batallacontra el narco, enla lucha por los jóvenes,in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong>lcombate policial.Se ve en otro indicador:el número <strong>de</strong> jóvenes en prisión. En el caso <strong>de</strong>lDF, quizá 55 por ciento <strong>de</strong> los que están en la cárceltienen menos <strong>de</strong> 21 años <strong>de</strong> edad. Y son <strong>de</strong> las 250colonias en don<strong>de</strong> tenemos más exclusión, don<strong>de</strong>se registra mayor marginación, don<strong>de</strong> hay menostejido social. No es sólo <strong>un</strong> tema económico, seríamás sencillo si así fuera.–¿Por dón<strong>de</strong> habría que re<strong>de</strong>finir la políticanacional <strong>de</strong> seguridad frente al <strong>de</strong>safío <strong>de</strong>l narcotráfico?–Tenemos que fortalecer, lo más rápido quepodamos, todos los instrumentos civiles con losque contamos: <strong>un</strong>o, la policía <strong>de</strong> <strong>de</strong>spliegue, <strong>de</strong>bemosmeter dinero y ampliar la cohesión <strong>de</strong> esoscuerpos policiales con su com<strong>un</strong>idad porque hay<strong>un</strong> divorcio enorme. Es lo que tratamos <strong>de</strong> haceren el Distrito Fe<strong>de</strong>ral. No digo que sea sencillo,pero esa es <strong>un</strong>a línea estratégica.Los policías están mal pagados, aislados,poco reconocidos, infiltrados; la moral no es muyalta, su i<strong>de</strong>ntidad con la com<strong>un</strong>idad a la que sirventampoco, entonces ¿por qué suponemos que van adar los resultados que les pedimos?El otro instrumento civil por excelencia es elcombate financiero. Yo no quito el <strong>de</strong>do <strong>de</strong>l renglón.Me parece que es clarísimo. Los instrumentos<strong>de</strong> los que hoy disponemos para golpear su negocioson muy menores.–Mucha gente pediría, j<strong>un</strong>to con eso, que seincremente la presencia <strong>de</strong>l ejército…–No creo que el ejército pueda sustituir a lapolicía; es <strong>un</strong> error. En casos extremos, por supuestoque es <strong>un</strong> recurso <strong>de</strong>l Estado, no digo queno, pero pensarlo como opción preferencial, no. Elejército tiene muchas otras tareas sustantivas y nocreo que incluso ellos vean con buenos ojos sustituira la policía.Hay que recordar que a fines <strong>de</strong> 95, principios<strong>de</strong> 96, se <strong>de</strong>sesperaron y mandaron a la fuerzamilitar al Distrito Fe<strong>de</strong>ral. Tomaron el control<strong>de</strong> toda la policía. Eso terminó, entre otras cosas,primero, porque es muy difícil controlar el índiceEl número <strong>de</strong> chavos que tenemos fuera <strong>de</strong>nuestra sociedad es enorme. Sólo en el DF son110 mil. Ni trabajan, ni estudian. Es como <strong>un</strong>apoblación flotante excluida. Ese sector es en elque las bandas logran <strong>un</strong> reclutamiento evi<strong>de</strong>nte<strong>de</strong>lictivo por esa vía; y dos, por <strong>un</strong> <strong>de</strong>sgaste <strong>de</strong> losmilitares.Al ejército lo tenemos que salvaguardar yfortalecer; no pue<strong>de</strong> ser sustituto <strong>de</strong> la policía; sí<strong>de</strong>be, y lo hace, participar cada vez que sea indispensable,sobre todo cuando hay <strong>un</strong> riesgo, cuandose <strong>de</strong>safía al Estado, cuando se está rebasadoen algún p<strong>un</strong>to. Pero tenemos que fortalecer a loscuerpos civiles.–¿Y <strong>un</strong>a policía nacional? Mo<strong>de</strong>lo Colombia,digamos.–En primer lugar, se necesitaría <strong>un</strong> granacuerdo político para ver si se va avanzar en esalínea. México tiene <strong>un</strong>a tradición política fe<strong>de</strong>ralista.Plantear <strong>un</strong>a policía única nacional bajoel control <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Ejecutivo Fe<strong>de</strong>ral va a generarmuchas dudas. Pero, suponiendo que se llegase aese acuerdo, tendríamos que ver cómo se va a hacerla transición; no po<strong>de</strong>mos hacerlo ahorita. Escómo si se estuviera en <strong>un</strong> p<strong>un</strong>to clímax <strong>de</strong> <strong>un</strong>aguerra y alguien dijera “¿por qué no reestructu-06 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 2008 | EMEEQUIS | 39
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