13.07.2015 Views

D. Fr. MIGUEL DE SANTANDER

D. Fr. MIGUEL DE SANTANDER

D. Fr. MIGUEL DE SANTANDER

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

óEXERCICIOS ESPIRITUALES.» pero porque no eres sino un rloxo, un perezoso, un"tibio, te empezaré á vomitar de mi boca." ¿Lo habéisoido, venerables esposas de Jesuchristo ? ¡Pero granDios! já quién se dirigen estas palabras tan formida~bles y espantosas? ¿A quiénes amenaza una suerte tantriste ? A vosotras y á mí, que despreciamos el nombredel Señor Dios de los exércitos, debiendo promoversu gloria con todo empeño y fervor. A mí y á vosotras, que nos familiarizamos con las culpas que nosparecen veniales : que huimos de todo lo que es rigor ypenitencia: nos causan fastidio los virtuosos exerciciosde la vida monástica, y nos irritamos al escuchar soloel nombre de reforma por mas que ciertamente la necesitemos.¡Ay Señoras, y quanto debemos temer queirritado Dios contra nosotros , nos prive de sus particularesauxilios, nos prive de sus gracias eficaces, nosentregue aun sentido reprobo , y disponga que por síó por sus subalternos seamos arrancados de la superficiede la tierra , y separados para siempre de nuestrascongregaciones religiosas y de su amistad.Renovémonos pues para evitar este último golpe,en el espíritu de nuestra vocación con estos santos Exercicios:entremos en ellos firmemente persuadidos á quelos hemos menester : aprovechemos tan favorable ocasiónque la Divina misericordia nos dispensa: Sin autem,venio tibi, et movebo candelabrum tuum de loco suo.Confieso en obsequio de la verdad con todos los SantosPadres, que es muy difícil que una comunidad entera,ó una particular religiosa, salga de su tibieza , y setransforme en fervorosa y perfecta ; pero no es imposible.Es muy difícil; y por eso sabiendo San Bernardoque la comunidad Fontanense habia pasado de unavida tibia y floxa, que hasta allí habia tenido ó llevado,á una observancia fervorosa y perfecta, mirándolocomo un milagro , escribe á su Abad Ricando, y le dice lleno de asombro : "El dedo de Dios es?;este : ¿quién me dará que vaya y vea, como otroMoy-

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!