Memorias de Nómada # 2
Memorias de nómada es una revista digital que tiene como objetivo difundir a los nuevos talentos de las artes visuales, literatura, música, teatro y producciones audiovisuales.
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memorias nomada<br />
<strong>de</strong><br />
Cultura y Arte Numero 2 - Ano 1
EDITORIAL<br />
SEGUNDA LLAMADA<br />
consejo<br />
editorial<br />
Esta edición está <strong>de</strong>dicada a un escritor hidrocálido, amado por<br />
muchos, <strong>de</strong>sconocido por más: Fernando Pare<strong>de</strong>s. Lo que habíamos<br />
pensado como un artículo se convirtió en un homenaje al<br />
escritor. La entrevista a Edna Rodríguez, esposa y compañera ; y<br />
a su amigo y editor, Leonardo Garvas, así como tres <strong>de</strong>dicatorias<br />
postmortem, y su propia obra “Mi tío Humberto” son un intento<br />
<strong>de</strong> conocer, <strong>de</strong> asomarnos a la intimidad <strong>de</strong>l autor.<br />
De alguna manera, los <strong>de</strong>más artículos se relacionan con el homenajeado:<br />
Jhonny escribe en Bitácora <strong>de</strong> supervivencia acerca <strong>de</strong><br />
los artistas emblemáticos que fallecieron; Graciela nos cuenta<br />
sobre las poetisas suicidas y las coinci<strong>de</strong>ncias que las unen, Yobaín<br />
en Síndrome <strong>de</strong> papelera tiene un interesantísimo artículo sobre las<br />
bibliotecas como símbolo <strong>de</strong> la subversión ; y en Recomendaciones<br />
tenemos los libros más tristes, un track <strong>de</strong> canciones melancólicas y<br />
las películas que nos hicieron llorar. Después <strong>de</strong> todo, ¿qué tiene <strong>de</strong><br />
malo la tristeza?<br />
En el área local tenemos a la talentosa artista Marilyz Tamez con una<br />
muestra <strong>de</strong> su obra en la Galería y en La H no es muda <strong>de</strong> Jesús, un<br />
artículo sobre la tlapalería La Tristeza que muchos conocemos por su<br />
nombre tan peculiar y por estar en uno <strong>de</strong> los barrios principales <strong>de</strong>l<br />
centro, Santa Ana. Por último, agra<strong>de</strong>cemos a los que se suscribieron<br />
y enviaron sus colabora- ciones. En especial un agra<strong>de</strong>cimiento a<br />
Tony Peraza quien<br />
nos regaló esta hermosa<br />
ilustración c o m o<br />
patada <strong>de</strong> la<br />
buena suerte.<br />
Katia Rejón Márquez<br />
Yobaín Vázquez<br />
Luis Cruces Gómez<br />
Katia Rejón<br />
Jhonny Euan<br />
Jesús Cámara<br />
Graciela Montalvo<br />
Elías Hernán<strong>de</strong>z<br />
Hugo Coop<br />
*Colabora en esta<br />
edición:<br />
Rubén Cabrera.<br />
Estudiante <strong>de</strong> artes<br />
visuales <strong>de</strong> la UADY<br />
Portada: “Fernando<br />
Pare<strong>de</strong>s” <strong>de</strong> Luis<br />
Cruces Gómez<br />
<strong>Memorias</strong> <strong>de</strong> nómada<br />
es una publicación<br />
bimestral gratuita <strong>de</strong><br />
Mérida, Yucatán,<br />
México, disponible en<br />
línea y para <strong>de</strong>scargar<br />
en: www.memorias<strong>de</strong>nomada.com<br />
Contacto:<br />
memorias<strong>de</strong>nomada@<br />
gmail.com
ÍNDICE<br />
Poetisas suicidas . . . 2<br />
Por GRACIELA MONTALVO<br />
Artículo sobre las poetas Sylvia Plath,<br />
Alfonsina Storni, Virginia Woolf<br />
Lectores radicales . . . 4<br />
Sección SÍNDROME DE PAPELERA por Yobaín Vázquez<br />
¡Lectores <strong>de</strong>l mundo, uníos!<br />
De la alegría a la tristeza . . . 7<br />
Sección LA H NO ES MUDA Por Jesús Cámara Ríos<br />
Artículo sobre la tlapalería “La Tristeza”<br />
Sobre los nombres que se borran . . . 9<br />
Sección BITÁCORA DE SUPERVIVENCIA Por Jhonny Euan<br />
Para aquellos héroes que se han ido<br />
Marilyz<br />
Tamez . . . 12<br />
Sección GALERÍA<br />
El mundialmente <strong>de</strong>sconocido<br />
Fernando Pare<strong>de</strong>s Milonás . . . 16<br />
Sección MAL DE PUERCO Por Katia Rejón<br />
¿Y quién es ese tal Fernando Pare<strong>de</strong>s?<br />
Tú fuiste el último cirio<br />
que le iluminó la piel . . . 18<br />
ENTREVISTA A EDNA RODRÍGUEZ<br />
¡Saque el pecho, en<strong>de</strong>rece la espalda!<br />
¡Esto es la guerra! . . . 20<br />
ENTREVISTA A LEONARDO GARVAS<br />
No todo está perdido . . . 22<br />
DEDICTORIAS POST MORTEM A FERNANDO PAREDES<br />
Recomendaciones . . . Última página<br />
MÚSICA, PELÍCULAS Y LIBROS PARA SOLTAR EL LLANTO
Poetisas suicidas:<br />
Mujeres para<br />
no olvidar<br />
“Don´t let yourself go, ‘cause everybody cries and everybody hurts sometimes…everybody hurts…”expresa<br />
una canción <strong>de</strong> la banda <strong>de</strong> rock estadouni<strong>de</strong>nse R.E.M. <strong>de</strong>jándonos en claro que no somos excepcionales<br />
y todos tenemos motivos para pensar en la muerte por elección. Enfermeda<strong>de</strong>s, trastornos, soledad, estos<br />
parecen ser una epi<strong>de</strong>mia que se va expandiendo entre las personas, y más entre los escritores ¿De qué<br />
sirve la gran<strong>de</strong>za en el talento si no hay felicidad? La vida no ha sido suficiente para aquellas escritoras<br />
como Alfonsina Storni o Sylvia Plath cuyas obras son un legado lleno <strong>de</strong> encuentros íntimos como lo es su<br />
poesía.<br />
No sorpren<strong>de</strong> que algunos artistas terminen<br />
atentando contra sus propias vidas. La locura<br />
-etiqueta para referirse a cualquier <strong>de</strong>sequilibrio<br />
mental- con el paso <strong>de</strong> los años se ha ganado un<br />
puesto <strong>de</strong> respeto por su vínculo con la literatura,<br />
sobre todo con los poetas. No obstante, la soledad<br />
que conlleva pa<strong>de</strong>cer cierto tipo <strong>de</strong> afecciones<br />
hace que el universo <strong>de</strong> las palabras terminen<br />
cavando una tumba a disposición <strong>de</strong> quienes lo<br />
pa<strong>de</strong>cen.<br />
Virginia Woolf fue una <strong>de</strong> las escritoras británicas<br />
más brillantes <strong>de</strong>l siglo pasado. Su muerte a causa<br />
<strong>de</strong> la bipolaridad –trastorno que en aquel tiempo<br />
se <strong>de</strong>sconocía- la hizo tomar la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> ahogarse<br />
en el río Ouse y acabar con sus males. Conocida<br />
por sus novelas y ensayos, Woolf acredita<br />
como una mujer que no <strong>de</strong>beríamos atrevernos a<br />
olvidar, porque sus escritos marcaron un hito en la<br />
novela y en el movimiento feminista. Sus últimas<br />
palabras están plasmadas en una nota que escribió<br />
a su marido, haciéndole saber sus intenciones:<br />
“…Ya no queda en mí nada que no sea la certidumbre<br />
<strong>de</strong> tu bondad. No puedo seguir arruinando<br />
tu vida durante más tiempo. No creo que dos<br />
personas puedan ser más felices <strong>de</strong> lo que lo<br />
hemos sido tú y yo”.<br />
Sylvia Plath es reconocida como una <strong>de</strong> los principales<br />
cultivadoras <strong>de</strong>l género <strong>de</strong> la poesía confesional<br />
junto con Anne Sexton, cuya vida terminaría<br />
en 1974 tras suicidarse al encen<strong>de</strong>r el motor <strong>de</strong> su<br />
automóvil y provocarse una intoxicación por<br />
monóxido <strong>de</strong> carbono. Plath fue una <strong>de</strong> las poetas<br />
cuya frase “la tercera es la vencida” lejos <strong>de</strong> ser<br />
alentadora, terminó por ser fúnebre. En su adolescencia,<br />
como si <strong>de</strong> una mala profecía se tratase,<br />
<strong>de</strong>jaría en claro que podía ser la mejor en lo que<br />
se propusiera y con esa manía <strong>de</strong> anotarlo todo en<br />
su diario, escribe con indicios abrumadores <strong>de</strong><br />
gran<strong>de</strong>za y soledad: “Nunca jamás conseguiré la
perfección que anhelo con toda mi alma… mis<br />
pinturas, mis poemas, mis cuentos”. Pero sus mayores<br />
dolencias se <strong>de</strong>bieron principalmente a la<br />
muerte <strong>de</strong> su padre y el abandono <strong>de</strong> su marido, el<br />
reconocido poeta Ted Hughes, algo que nunca<br />
superaría. El 11 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1963, durante la<br />
mañana y antes <strong>de</strong> que sus hijos <strong>de</strong>spertaran, <strong>de</strong>jó<br />
una ban<strong>de</strong>ja con el <strong>de</strong>sayuno junto a la cama <strong>de</strong><br />
los niños. Se dirigió a la cocina, tapó todos los<br />
resquicios, encendió el gas e introdujo la cabeza<br />
en el horno. Sylvia Plath encontraría un escape y<br />
no la perfección anhelada.<br />
Luego <strong>de</strong> ser operada <strong>de</strong> una mastectomía en<br />
1935, Alfonsina Storni poeta y escritora argentina,<br />
se volvió cada vez más huraña al grado <strong>de</strong> evitar a<br />
sus amista<strong>de</strong>s. Ella consi<strong>de</strong>raba que el suicidio<br />
era una elección concedida por el libre albedrío, <strong>de</strong><br />
hecho así lo había expresado en un poema <strong>de</strong>dicado<br />
al también suicida Horacio Quiroga, quien<br />
había sido su amigo y amante. Por ello, el <strong>de</strong>sconcierto<br />
que <strong>de</strong>jó su muerte fue sostenido por las<br />
cartas que Alfonsina había <strong>de</strong>jado y por el título,<br />
<strong>de</strong> lo que fue su último poema “Voy a Dormir”. La<br />
madrugada <strong>de</strong>l 25 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1938, Alfonsina<br />
abandonó su habitación y se dirigió al mar, <strong>de</strong>jando<br />
su vida tras cada paso que daba.<br />
Florbela Espanca y Alejandra Pizarnik, dos escritoras<br />
y poetas <strong>de</strong> Portugal y Argentina respectivamente,<br />
no solo tuvieron en común su amor por las<br />
letras, sino también la forma como <strong>de</strong>cidieron<br />
terminar con sus vidas, pues a pesar <strong>de</strong> haber residido<br />
en distintas épocas y lugares, ambas murieron<br />
ingiriendo barbitúricos y lo hicieron a la misma<br />
edad: 36 años, y por si fuera poco, dichas poetas<br />
ya habían intentado suicidarse dos veces. Florbela<br />
lo haría el 8 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1930, día <strong>de</strong> su cumpleaños.<br />
Y Alejandra el 25 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 1972.<br />
Woolf, Plath, Sexton, Storni, Espanca y Pizarnik<br />
tienen en común el sentimiento <strong>de</strong>positado en<br />
cada uno <strong>de</strong> sus versos y sus últimos suspiros.<br />
Aquellas poetas trazaron un camino al permanecer<br />
en el colectivo <strong>de</strong> aquellos escritores<br />
prisioneros <strong>de</strong> su creatividad, sin siquiera ser conscientes<br />
<strong>de</strong> ello. Conocer parte <strong>de</strong> su historia,<br />
brinda una perspectiva que valora la literatura<br />
femenina y su aportación a la lírica, esto es sin<br />
duda por los diversos estilos, temáticas, y contribuciones<br />
a las corrientes y épocas a las que pertenecieron<br />
cada una <strong>de</strong> ellas, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r<br />
apreciar su in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia y esfuerzo <strong>de</strong>positado<br />
en el recorrido que siguieron en las letras.<br />
Por Graciela Montalvo
Sindrome <strong>de</strong> Papelera<br />
Lectores radicales,<br />
bibliotecas subversivas<br />
Diez años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> iniciada la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong><br />
México, José Joaquín Fernán<strong>de</strong>z <strong>de</strong> Lizardi, escritor<br />
<strong>de</strong>l Periquillo Sarniento, tuvo la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> crear un servicio<br />
<strong>de</strong> préstamo <strong>de</strong> libros y periódicos. De este modo,<br />
el 23 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1820 fundó la Sociedad Pública <strong>de</strong><br />
Lectura, institución consi<strong>de</strong>rada como la primera<br />
biblioteca pública en el país. Su lema era claro: “ser<br />
útiles a nuestros semejantes, prefiriendo el bien público<br />
al privado”. Por un breve tiempo, el proyecto <strong>de</strong><br />
Lizardi haría accesible la información y conocimiento<br />
<strong>de</strong> su época a una mayoría sin suficientes recursos<br />
para comprar los textos que circulaban, hasta ese<br />
entonces, entre un puñado <strong>de</strong> ilustrados.<br />
Es difícil pensar que la fundación <strong>de</strong> una<br />
biblioteca representa un acto subversivo, pero en 1820<br />
constituyó un hito —ahora olvidado— <strong>de</strong> la historia<br />
nacional. La Sociedad Pública <strong>de</strong> Lectura no sólo<br />
contravenía a la lógica generalizada <strong>de</strong> resguardar y<br />
proteger el conocimiento <strong>de</strong> la chusma, sino que<br />
ofrecía a<strong>de</strong>más una in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia complementaria a<br />
la <strong>de</strong>l yugo colonial: una in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia ilustrada que<br />
tanto haría falta en la clase baja, que muy poco sabía lo<br />
que pasaba en el mundo o en otras partes <strong>de</strong>l recién<br />
formado territorio mexicano.<br />
Una biblioteca pública es subversiva porque<br />
sus fundamentos i<strong>de</strong>ológicos, tal como <strong>de</strong>ja patente el<br />
proyecto <strong>de</strong> Lizardi, son subversivos. Una biblioteca<br />
también emana subversión en sus usuarios y bibliotecarios.<br />
La investigadora y crítica <strong>de</strong>l neoliberalismo,<br />
Naomi Klein, ha explorado esta característica <strong>de</strong> las<br />
bibliotecas en una conferencia<br />
4
Sindrome <strong>de</strong> Papelera<br />
por Yobaín Vázquez<br />
5
Sindrome <strong>de</strong> Papelera<br />
Lista <strong>de</strong> bibliotecas<br />
públicas:<br />
B. P. C. E. Manuel<br />
Cepeda Peraza<br />
Calle 55 No 515 X 62,<br />
Centro, 97000 Mérida,<br />
Yuc.<br />
Contacto: 923 2177<br />
El Buen Saber <strong>de</strong> la Lectura<br />
Calle 100 Núm. 515 por la 67-A Mulsay C.P. 97249<br />
Contacto: bp6918@dgb.conaculta.gob.mx<br />
Eligio Ancona<br />
Av. <strong>de</strong> Los Itzaes S/N por la 59 y 65 Int. Ceba C.P. 97000<br />
Contacto: 987-32-52 Correo: bp1329@dgb.conaculta.gob.mx<br />
La Magia <strong>de</strong> los Libros<br />
Col. Emiliano Zapata Sur<br />
Calle 92 Núm. 59 Por 143 Emiliano Zapata C.P. 97000<br />
Contacto: 920-48-15 Correo: bp7328@dgb.conaculta.gob.mx<br />
Francisco Montejo<br />
Fracc. Francisco Montejo Calle 55 Núm. 182 Por 42 C.P.<br />
97200<br />
Correo: bp7872@dgb.conaculta.gob.mx<br />
Leer Para Apren<strong>de</strong>r<br />
Fracc. Fi<strong>de</strong>l Velazquez, calle 57 Por 46 S/N Fraccionamiento<br />
Fi<strong>de</strong>l Velázquez C.P. 97116<br />
Correo: bp8429@dgb.conaculta.gob.mx<br />
Chuburna De Hidalgo<br />
Col. Chuburna <strong>de</strong> Hidalgo Calle 21 Núm. 100 por la 18 y<br />
20 C.P. 97200<br />
Correo: bp2287@dgb.conaculta.gob.mx<br />
Mundo <strong>de</strong> la Lectura<br />
Fracc.Poligono 108 Itzimna, calle 27 Diagonal 322 Por<br />
26-C y 26-D Fraccionamiento Polígono 108 Itziman C.P.<br />
97144<br />
Correo: bp8287@dgb.conaculta.gob.mx<br />
Para ver la biblioteca <strong>de</strong> tu colonia entra a:<br />
http://www.rednacional<strong>de</strong>bibliotecas.gob.mx/<br />
6
LA H NO ES MUDA<br />
De la Alegría<br />
a la Tristeza:<br />
historias <strong>de</strong> barrio<br />
El antiguo barrio <strong>de</strong> Santa Ana, situado al norte <strong>de</strong>l centro <strong>de</strong> la ciudad (calle 60 por 47) se distinguía por ser<br />
constituido <strong>de</strong> pequeñas chozas habitadas en su mayoría por artesanos y trabajadores que se encontraban<br />
alejados <strong>de</strong>l centro <strong>de</strong> la ciudad en don<strong>de</strong> se establecían los españoles acaudalados. El crecimiento <strong>de</strong> este<br />
barrio comenzó en la segunda mitad <strong>de</strong>l siglo XVIII cuando el entonces gobernador <strong>de</strong>l estado, el general<br />
Antonio <strong>de</strong> Figueroa y Silva or<strong>de</strong>nó la expansión <strong>de</strong> la calle que comenzaba <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el palacio episcopal y se<br />
extendía hacia el norte, llegando en ese entonces solamente al parque <strong>de</strong> Santa Lucía. Des<strong>de</strong> entonces, el<br />
parque junto con el barrio y su iglesia muestran una constante evolución y se han distinguido por estar ro<strong>de</strong>ados<br />
<strong>de</strong> comercios <strong>de</strong>dicados a la artesanía y al trabajo manual meridano.<br />
7
LA H NO ES MUDA<br />
Entre ellos, se encuentra uno en particular que se<br />
distingue tanto por su nombre como por la larga<br />
trayectoria que ha tenido. “La Tristeza” es el<br />
nombre que lleva la tlapalería <strong>de</strong> la familia <strong>de</strong> don<br />
Luis Gamboa que abrió sus puertas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el año<br />
1964. Particularmente adoptó ese nombre ya que<br />
la familia Gamboa se <strong>de</strong>dicada al negocio <strong>de</strong> las<br />
herramientas y contaban con un local llamado<br />
“La Alegría” ubicado <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> la iglesia <strong>de</strong>l<br />
barrio <strong>de</strong> Santiago. Por la necesidad <strong>de</strong> mantener<br />
a su familia y su espíritu empren<strong>de</strong>dor, don Luis a<br />
la edad <strong>de</strong> 24 años emprendió otro negocio similar,<br />
pero en un barrio distinto <strong>de</strong> la ciudad buscando<br />
contrastar con su antiguo establecimiento.<br />
El gusto <strong>de</strong> la familia por las tlapalerías comenzó<br />
<strong>de</strong>bido a que ofrecen artículos que no son perece<strong>de</strong>ros,<br />
incluso argumenta tener artículos almacenados<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace más <strong>de</strong> 20 años que aún<br />
siguen en perfecto funcionamiento a comparación<br />
<strong>de</strong> establecimientos que <strong>de</strong>sechan un porcentaje<br />
<strong>de</strong> su dinero con insumos <strong>de</strong>scompuestos lo<br />
cual le hace pensar que es uno <strong>de</strong> los principales<br />
motivos por el que muchos establecimientos han<br />
cerrado e incluso vendido sus locales a los alre<strong>de</strong>dores.<br />
Al entrar a la tlapalería, inmediatamente puedo<br />
observar los muebles viejos, las cajoneras<br />
antiguas que ya no suelen utilizar las tiendas y los<br />
muebles más altos cubiertos por una <strong>de</strong>nsa capa<br />
<strong>de</strong> polvo. Caminando entre los pasillos traseros<br />
me topo con anaqueles que contienen cientos <strong>de</strong><br />
pequeñas puertas, cada una con la etiqueta<br />
señalando el artículo que pue<strong>de</strong>s encontrar <strong>de</strong>ntro<br />
<strong>de</strong> ella, sin duda, “La Tristeza” no busca escon<strong>de</strong>r<br />
el tiempo que lleva en el negocio <strong>de</strong> las tlapalerías,<br />
incluso, es don Luis el que nos cuenta<br />
acerca <strong>de</strong> la apariencia <strong>de</strong>l lugar, dice estar<br />
orgulloso <strong>de</strong> él, ya que al paso <strong>de</strong> los años ha visto<br />
la transformación <strong>de</strong>l barrio, pero su negocio<br />
sigue estando tal cual a como lo abrió en el 64,<br />
dice estar alegre <strong>de</strong> permanecer atrapado en el<br />
siglo pasado.<br />
El nombre, junto con la fachada y la apariencia<br />
<strong>de</strong>l lugar le han dado la fama y el reconocimiento<br />
que ahora tiene, incluso apareciendo en<br />
programas <strong>de</strong> la televisión nacional. También,<br />
don Luis se siente alegre cuando parte <strong>de</strong>l turismo<br />
pasa por las puertas <strong>de</strong> su local y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> mirar<br />
un poco hacia a<strong>de</strong>ntro comienzan a entablar una<br />
conversación o incluso, tomarse una fotografía<br />
con él y sus productos.<br />
De esta manera don Luis ha visto pasar tantos<br />
años como negocios <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su local ubicado frente<br />
al parque y <strong>de</strong>stacó que en los últimos años, el<br />
barrio ha tenido un nuevo florecimiento <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
que se remo<strong>de</strong>ló el parque y su mercado, <strong>de</strong>bido a<br />
que atrapa a los turistas con su arquitectura colonial<br />
y el negocio <strong>de</strong> las artesanías, el bordado a<br />
mano, la escultura y la gastronomía que han<br />
caracterizado a Santa Ana <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace casi 250<br />
años.<br />
Por Jesús Cámara Ríos<br />
8
BItacora <strong>de</strong> supervivencia<br />
Sobre los nombres<br />
que se borran<br />
Por<br />
Jhonny Euan<br />
La cita era a las 6 <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>. Habíamos llegado<br />
casi al mismo tiempo y <strong>de</strong>cidimos ir al café más<br />
cercano.<br />
Ella pi<strong>de</strong> un capucchino mientras yo sigo mirando<br />
el menú. Ve la hora en su teléfono y empieza a<br />
hablar sobre su día, los estudios y las noveda<strong>de</strong>s<br />
que nos interesan.<br />
“Me parece muy duro saber que todo sigue, que<br />
en la vida tienes que avanzar, y <strong>de</strong> repente algo te<br />
lo parte todo”, dijo Gustavo Cerati en una <strong>de</strong> sus<br />
últimas entrevistas en México, antes <strong>de</strong> sufrir un<br />
acci<strong>de</strong>nte cerebrovascular que lo <strong>de</strong>jó en coma<br />
por cuatro años y ocasionó su muerte el año<br />
pasado, para culminar la historia <strong>de</strong> un referente<br />
<strong>de</strong>l rock en español <strong>de</strong> los últimos tiempos.<br />
La conversación sale a flote porque se escucha<br />
“Cosas imposibles ” <strong>de</strong> Cerati, en la cafetería.<br />
—Es que Cerati fue un artista espectacular, capaz<br />
<strong>de</strong> causar admiración e idolatría en miles <strong>de</strong><br />
personas en todo el mundo. Con su muerte <strong>de</strong>jó<br />
un vacío que sólo se consuela con su talento.<br />
Mi amiga es una fanática <strong>de</strong> Gustavo. Sin pudor<br />
se tatuó una frase <strong>de</strong>l músico en el brazo: “Mereces<br />
lo que sueñas”. Aquella tar<strong>de</strong>, yo llevaba una<br />
playera blanca <strong>de</strong> John Lennon, otro genio <strong>de</strong> la<br />
música que <strong>de</strong>jó su huella en la historia y cuya<br />
muerte provocó mucha frustración.<br />
En 1980, el famoso ex- beatle, murió asesinado<br />
por un supuesto fan que le disparó cinco balas, <strong>de</strong><br />
las cuales cuatro impactaron en la espalda y<br />
hombro izquierdo. Luego <strong>de</strong> cometer el crimen, el<br />
sujeto permaneció en la escena, sacó un libro <strong>de</strong><br />
su bolsillo y lo leyó hasta que llegó la policía. El<br />
suceso trágico agigantó la imagen <strong>de</strong> John, un<br />
ídolo para multitu<strong>de</strong>s por su música y su forma <strong>de</strong><br />
pensar acerca <strong>de</strong> la vida.<br />
El mesero viene a pedir la or<strong>de</strong>n: dos frapuccinos.<br />
— Te recomiendo el libro “Hombre sin mujeres”<br />
<strong>de</strong> Murakami, y “Diablo Guardián” <strong>de</strong> Xavier<br />
Velasco, en especial el último, que <strong>de</strong> hecho, es<br />
mi favorito.<br />
—¡Va! Gracias. Oye, ¿y tu has leído el cuento “El<br />
rastro <strong>de</strong> tu sangre en la nieve”?<br />
—¿De quién?<br />
—Es un cuento <strong>de</strong> Gabriel García Márquez.<br />
“Gabo” el más periodista que escritor, que falleció<br />
en abril <strong>de</strong> 2014, retorciéndole el corazón a<br />
muchos lectores <strong>de</strong>l realismo mágico y <strong>de</strong> la literatura<br />
en general.<br />
—Qué triste. Hay personas que simplemente por<br />
ponerle amor, <strong>de</strong>dicación y compromiso a los que<br />
les gusta hacer se vuelven referentes, sea el<br />
medio en el que se <strong>de</strong>sarrollen.<br />
—¡Claro! saltan a la fama haciendo lo que aman y<br />
la entrega total es lo que los vuelve dignos <strong>de</strong><br />
admiración.<br />
—Es por admiración y cariño que sientes como<br />
tuyo el dolor <strong>de</strong> una familia cuando pier<strong>de</strong> a un<br />
ser querido. Como Carlos que lloró al saber que la<br />
mamá <strong>de</strong> Jim había muerto, en la novela “Las<br />
batallas en el <strong>de</strong>sierto”.<br />
9
—¡Ah! Ya sé. Yo leí un ensayo sobre José Emilio<br />
Pacheco, y fíjate que el autor, un compañero <strong>de</strong><br />
clases, se <strong>de</strong>jó llevar por su tristeza, pues repetía<br />
el nombre completo <strong>de</strong> Pacheco en cada párrafo.<br />
—Lo comprendo— entre risas— En verdad hay<br />
personas que se vuelve parte <strong>de</strong> ti, que nos<br />
parece injusto su fallecimiento— dice la chica,<br />
que a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> pasar sus ratos libres leyendo<br />
también es amante <strong>de</strong>l cine. Adora a actores<br />
como Jesse Eisenberg o Andrew Garfield.<br />
Para muchos cinéfilos y fans <strong>de</strong> Batman, todavía<br />
es una <strong>de</strong>sgracia la manera <strong>de</strong> morir <strong>de</strong> Heth<br />
Ledger, el consi<strong>de</strong>rado mejor actor en el papel <strong>de</strong>l<br />
villano <strong>de</strong>l murciélago, Joker.<br />
En The Dark Knight (2008), interpretó al malvado<br />
payaso y fue merecedor al Oscar a mejor actor <strong>de</strong><br />
reparto, premio que no pudo recibir en persona<br />
por morir semanas antes por una sobredosis acci<strong>de</strong>ntal<br />
<strong>de</strong> medicamentos recetados.<br />
—A veces uno cree que por ser prodigiosos en su<br />
profesión merecerían vivir más, pero todavía no<br />
he visto a alguien que logre escapar <strong>de</strong> la muerte,<br />
que en cualquier momento nos amortigua,<br />
recordándonos nuestra vulnerabilidad.<br />
La banda <strong>de</strong> Grunge Nirvana fue la precursora <strong>de</strong>l<br />
último gran movimiento <strong>de</strong>l género rockero y su<br />
vocalista, Kurt Cobain, fue la voz <strong>de</strong> toda la generación<br />
noventera.<br />
Cobain se convirtió en un ídolo, una estrella internacional<br />
que simplemente hacía lo que le gustaba,<br />
tocar con su banda canciones sobre la rabia,<br />
el inconformismo y el <strong>de</strong>scontento social, pero no<br />
pudo evadir los reflectores, el éxito atrajo miradas<br />
a su vida, y él, siendo una persona hipersensible,<br />
terminó hundiéndose por las críticas y la fama.<br />
—En estos tiempos <strong>de</strong> re<strong>de</strong>s sociales, que<br />
permiten expresar hasta lo más tonto, he visto<br />
mares <strong>de</strong> lamentos. Des<strong>de</strong> las <strong>de</strong>safortunadas<br />
muertes <strong>de</strong> “Chespirito”, hasta Jenni Rivera,<br />
Robin Williams, etc.<br />
Cuando fallece alguien que apreciamos es un<br />
momento doloroso. Sea tu amigo, familiar, o sea<br />
un artista, que seguramente jamás conociste,<br />
pero aún así es inevitable el golpe en el corazón<br />
al saber que los ídolos también se marchan.<br />
—Y cuando mueren, generalmente tien<strong>de</strong>n<br />
a revalorar su vida y publican tributos,<br />
libros…<br />
—¡Sí!, como el nuevo libro que<br />
salió <strong>de</strong> Cerati o el documental <strong>de</strong><br />
Kurt Cobain.<br />
—¡Cómo olvidarlo! el famoso Kurt<br />
y su Nirvana, los reyes <strong>de</strong>l rock en<br />
los 90´s.<br />
IlustracióOn por<br />
RubEén Cabrera<br />
i<br />
i<br />
10
Mi tío Humberto Por<br />
Fernando Pare<strong>de</strong>s<br />
Sólo quiero que escuches la historia <strong>de</strong> mi tío Humberto.Era<br />
alérgico al polen y siempre tenía la nariz<br />
colorada y los ojos vidriosos. En realidad era alérgico<br />
al aire: todo lo que viajaba en él lo lastimaba. Tenía<br />
cuatro muelas <strong>de</strong> oro y podía recitar el abecedario en un<br />
solo eructo.<br />
Buena gente, mi tío Humberto. Se casó con una bruja <strong>de</strong><br />
magia blanca, nada peligroso. Todos sus hijos murieron<br />
a los cuatro años. Tuvo doce. Le gustaba jugar fútbol<br />
todos los domingos y <strong>de</strong>spués beberse un cartón <strong>de</strong><br />
cervezas él solito. Era portero.<br />
Se fue a jugar, pues, y en el momento en que viajaba por<br />
los aires para <strong>de</strong>tener un tiro chanfleado al ángulo <strong>de</strong>recho,<br />
lo picó una abeja en un cachete. La pelota entró y mi<br />
tío cayó aterrorizado al suelo. Los contrincantes<br />
celebraron el gol y los compañeros se culparon unos a<br />
otros. Mi tío se levantó <strong>de</strong> un salto y comenzó a correr con<br />
rumbo a los vestidores en busca <strong>de</strong> su medicina. No llegó;<br />
las piernas y los brazos se hincharon en segundos y era<br />
imposible <strong>de</strong>finir dón<strong>de</strong> comenzaba la cabeza y dón<strong>de</strong><br />
acababa el cuello. El cuerpo <strong>de</strong> mi tío era un tumor creciendo<br />
justo en la media cancha y nadie supo qué hacer. Una<br />
bola <strong>de</strong> carne restirada y manchada <strong>de</strong> moretones oblicuos<br />
se revolcaba en sus narices, emitiendo guturales alaridos y<br />
<strong>de</strong>strozando los shorts y la camisa, como un Hulk a punto <strong>de</strong><br />
nacer.<br />
Mi tío Humberto reventó ahí mismo. Su carne se rompió y<br />
<strong>de</strong>jó escapar litros y litros <strong>de</strong> un líquido rosado y fragante.<br />
Todos vieron anonadados cómo la materia corporal se disolvía<br />
sobre el pasto, en un proceso orgánico a la velocidad <strong>de</strong> la luz,<br />
<strong>de</strong>jando solamente aquel adorable e in<strong>de</strong>finible aroma en el<br />
aire.<br />
Cuando nos llamaron para comunicarnos lo ocurrido y fuimos<br />
presurosos al lugar <strong>de</strong>l acci<strong>de</strong>nte, nos encontramos con un<br />
montón <strong>de</strong> futbolistas aficionados hincados y tomados <strong>de</strong> las<br />
manos, en una especie <strong>de</strong> comunión mística, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> un<br />
macizo <strong>de</strong> girasoles muy gran<strong>de</strong>s plantados en el medio campo.<br />
Dejaron <strong>de</strong> rezar y nos contaron que ahí mismo era don<strong>de</strong> mi<br />
tío había caído, que los girasoles nacieron y crecieron<br />
espontáneamente, que ellos estaban maravillados y que las<br />
cuatro muelas <strong>de</strong> oro, única prueba <strong>de</strong> que aquello era mi tío,<br />
estaban todavía en el lugar en que quedaron.<br />
Mi tía Laurita, su esposa, entró en la floresta y encontró las<br />
muelas. Apenas estuvo nuevamente fuera, ella gritó: “¡Abejas!”<br />
La cancha cerró durante quince días. La cantidad <strong>de</strong> abejas<br />
llegó a números apocalípticos y los resi<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> los alre<strong>de</strong>dores<br />
estaban literalmente paralizados <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> sus casas.<br />
Curiosa labor para el H. Cuerpo <strong>de</strong> Bomberos: incendiar un<br />
campo, apagarlo, fumigarlo, <strong>de</strong>syerbarlo y <strong>de</strong>jarlo ahí,<br />
hecho trizas.<br />
Todos los bomberos fueron picados.<br />
Ninguno <strong>de</strong>sertó.<br />
Mi tía Laurita se encerró en su recámara y se tragó una a<br />
una las muelas <strong>de</strong> su marido. Desnuda, se paró frente al<br />
espejo. Tomó unas tijeras y cortó a tajos su largo cabello<br />
negro. Después se acostó en la cama y esperó. Su vientre<br />
comenzó a calentarse y suaves ondas le ablandaron los<br />
huesos. Con un dolor sólo comparable al <strong>de</strong>l parto,<br />
comenzó a orinar un chorro <strong>de</strong> oro fundido que acabó<br />
por <strong>de</strong>shacerle las entrañas.<br />
- ¿Por qué me cuentas todo esto?<br />
Fernando Pare<strong>de</strong>s (1978-2012) Autor <strong>de</strong> Matamoscas, colección Primer Libro, con el cual ganó el premio <strong>de</strong>l Instituto<br />
Cultural Aguascalientes 2007. Participó como cuentista en Al diablo a<strong>de</strong>ntro (2009), y El cuerpo remendado (2011). Publicó<br />
en la Revista Parteaguas, Revista Replicante. Y post mortem se publicaron sus cuentos en Archipiélago <strong>de</strong>l Desierto (2012),<br />
Historias Maravillosas (2012) y en la Revista Tierra Baldía.<br />
11
Maryliz Tamez ( Apol Chiks)<br />
Mérida Yucatán, 1990<br />
Estudió Artes Visuales en la Universidad Autónoma <strong>de</strong> Yucatán.<br />
Su trabajo abarca el dibujo y la ilustración tradicional y digital.<br />
Su obra se concentra en la exploración y el uso <strong>de</strong>l color en la<br />
acuarela, a través <strong>de</strong> sueños e i<strong>de</strong>as que se ven representados<br />
en ella, contrastando la inocencia <strong>de</strong>l ser en<br />
contraposición con temas o acciones que podrían llegar<br />
a consi<strong>de</strong>rarse melancólicas o poco convencionales.Ilustraciones<br />
expresivas y viscerales, su concepción<br />
es una visión particular, una introspección <strong>de</strong>l<br />
entorno, mostrando una realidad que transmite<br />
fuertes sentimientos que le ayudan a <strong>de</strong>sarrollar<br />
una especie <strong>de</strong> catarsis. Es una prolífica ilustradora<br />
con imaginería en ascenso.<br />
12<br />
“Mi trabajo no preten<strong>de</strong> agradar ni<br />
<strong>de</strong>sconcertar, sin embargo los personajes<br />
que muchas veces utilizo son<br />
quizá una forma <strong>de</strong> sublimación utilizada<br />
para amortiguar algunas <strong>de</strong><br />
las que consi<strong>de</strong>ro mis peores pesadillas,<br />
mis pensamientos más recurrentes<br />
o mis sentimientos más profundos.<br />
Con esto me refiero a que<br />
lo más cercano a mi objetivo<br />
sería el po<strong>de</strong>r canalizar todas<br />
estas emociones e i<strong>de</strong>as en cada<br />
una <strong>de</strong> mis producciones.”
GALERIA<br />
Acuarela sobre Papel fabriano<br />
2015<br />
Acuarela sobre Papel Canson Grano fino<br />
2015<br />
12<br />
13
GALERIA<br />
Acuarela sobre Papel Arches<br />
2015<br />
Acuarela sobre Papel GUarro<br />
2015<br />
14
GALERIA<br />
Acuarela sobre Papel GUarro<br />
2015<br />
15
MAL DE PUERCO<br />
Por<br />
Katia Rejón<br />
EL MUNDIALMENTE<br />
DESCONOCIDO<br />
FERNANDO PAREDES<br />
MILONÁS<br />
Conocí a Fernando Pare<strong>de</strong>s Milonás justamente cuando ya no existía. Una nota entre tantas <strong>de</strong> Internet llamó mi<br />
atención: Bibliotecario <strong>de</strong>l Congreso se suicida. Dentro <strong>de</strong> la noticia el reportero <strong>de</strong>cía como una curiosidad que el<br />
bibliotecario también era escritor. Busqué su nombre y leí por primera vez –<strong>de</strong> muchas- a Fernando. En 2014<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>de</strong>vorar Matamoscas (2012), Al Diablo A<strong>de</strong>ntro (2009), El Cuerpo Remendando (2011) y los primeros<br />
números <strong>de</strong> la revista Turgente, todos <strong>de</strong> la editorial Disculpe las molestias <strong>de</strong> Leonardo Garvas, amigo y editor <strong>de</strong><br />
Fernando, organicé un homenaje pequeño en la Biblioteca Central Manuel Cepeda Peraza que incluyó una interpretación<br />
musical, visual y lectura en voz alta <strong>de</strong> sus escritos. Nadie en la sala conocía a Fernando entonces, pero<br />
al terminar la lectura no quedaba ningún ejemplar <strong>de</strong> Matamoscas, ninguna revista con sus textos, y como si fuera<br />
algo imprescindible, un error imperdonable <strong>de</strong> mi parte, me preguntaron ansiosamente el segundo nombre, el<br />
segundo apellido <strong>de</strong> ese tal Fernando, y por qué no dije más sobre él.<br />
16
MAL DE PUERCO<br />
Entonces soy todos los <strong>de</strong>fectos <strong>de</strong> la Historia.<br />
Hay al menos treinta adolescentes, agrios y somnolientos.<br />
Ninguno, me dicen, ha leído más allá <strong>de</strong> la caja <strong>de</strong>l<br />
cereal. La literatura, opinan, sirve para ser más cultos,<br />
mejores personas y ampliar el vocabulario. Nunca han<br />
oído el nombre <strong>de</strong> García Márquez, ni <strong>de</strong> Elena Garro, a<br />
Octavio Paz lo medio ubican pero ni por asomo les<br />
suena Edgar Allan Poe.<br />
Les digo que el tema <strong>de</strong> hoy es el cuento. Berrean como<br />
si les hubiera pedido hacer veinte abdominales.<br />
-Necesito a dos que lean fuerte.<br />
Nadie. Elijo dos nombres al azar y a cada uno le entrego<br />
una hoja con “Mujeres” <strong>de</strong> Fernando Pare<strong>de</strong>s Milonás.<br />
En medio <strong>de</strong> la lectura, uno <strong>de</strong> atrás comienza a reírse,<br />
casi al tiempo que otro lo voltea a ver ofendido mientras<br />
le hace ¡shht! La lectura es un poco torpe y la entonación<br />
no es la a<strong>de</strong>cuada, pero no se rin<strong>de</strong>n.<br />
-Lea usted, maestra.<br />
Abro Matamoscas y comienzo a leer el cuento “Insomnios”.<br />
Ya no hay nadie que impida las risas, tardo como<br />
quince minutos leyendo y me da la impresión <strong>de</strong> que mi<br />
voz pue<strong>de</strong> verse. Corona, el estudiante incontenible,<br />
tiene sus ojos fijos en las letras <strong>de</strong> mi voz, <strong>de</strong> cuando en<br />
cuando se sobresalta y sonríe. Paso a “Ella llora”. Llevo<br />
como treinta y cinco minutos leyendo, empiezo a per<strong>de</strong>r<br />
la voz y el aire. Cierro el libro y me pongo <strong>de</strong> pie, <strong>de</strong><br />
atrás se oye un lamento:<br />
-No, otro, lea otro, maestra.<br />
-Ya me cansé, contesto.<br />
Maria José levanta su mano y me dice:<br />
-Yo lo leo.<br />
Al final <strong>de</strong> la clase otro estudiante se acerca a mí<br />
con su libreta y una pluma. Quiere que escriba<br />
los títulos que leímos y dón<strong>de</strong> los pue<strong>de</strong><br />
encontrar.<br />
¿Quién fue el imbécil<br />
que nos sacó <strong>de</strong> las<br />
cavernas?<br />
Lo que pasa cuando uno<br />
lee a Fernando es<br />
que se da cuenta <strong>de</strong> que hay alguien en algún lugar <strong>de</strong>l<br />
planeta que entien<strong>de</strong> al mundo, a la humanidad, a sí<br />
mismo y se burla <strong>de</strong> todos ellos. Sin i<strong>de</strong>alismos, sin<br />
víctimas, sin disculpas, el mundo <strong>de</strong> Fernando es el<br />
nuestro, el que queremos ocultar. Así es leer al<br />
Muerto*.<br />
Sus cuentos parecen ser pedazos <strong>de</strong> su vida, todos<br />
juntos son como un diario maltrecho con saltos <strong>de</strong><br />
tiempo, los mismos personajes con otro nombre, vistos<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> otra luz, y ficciones ocurrentes. Al leer “Solicitud”<br />
me lo imagino a él mismo, en algún lugar hidrocálido<br />
mirando una “fotografía submarina <strong>de</strong> un <strong>de</strong>lfín<br />
que tenía impreso en letras manuscritas este pensamiento:<br />
Hoy es un buen día para vivir”. La ironía está<br />
en todas partes, pero él la observa <strong>de</strong>tenidamente y la<br />
<strong>de</strong>scribe. Sus i<strong>de</strong>as, son también las i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> sus personajes:<br />
“ ¿A quién chingada le importa el arte? Soy un<br />
perro que necesita dinero; al arte le sobran prostitutos.”<br />
o “A la vida no le hacen falta innovaciones, ni estéticas<br />
caóticas, ni vómitos intelectuales. La belleza sigue<br />
estando don<strong>de</strong> mismo, en las cosas simples, en las<br />
pocas palabras. En la entrepierna húmeda <strong>de</strong> la noche”.<br />
Así como sabe <strong>de</strong>scribir el dolor y la <strong>de</strong>cepción sin<br />
<strong>de</strong>cir qué le duele o qué lo <strong>de</strong>cepciona, como en “El<br />
nombre que mata”, uno <strong>de</strong> mis textos favoritos por la<br />
manera en la que convierte una cosa corriente en un<br />
recuerdo insoportable: “el nombre que mata salió<br />
disparado <strong>de</strong> tu garganta, explotó en tu boca y en un<br />
segundo partió en dos el aire, al muro <strong>de</strong> tu casa, la tranquilidad<br />
<strong>de</strong>l vecindario…”. Pero también la belleza, la<br />
contemplación no <strong>de</strong> lo hermoso por estética sino<br />
aquello que resulta invaluable por verda<strong>de</strong>ro y <strong>de</strong>fectuoso<br />
como en Trust. “Tus pies son feos, romos, duros,<br />
amarillos. Me gustan (…) De alguna forma, la luz <strong>de</strong> la<br />
lámpara hace <strong>de</strong> tu cabello un paisaje, un campo sembrado<br />
<strong>de</strong> trigo y cebada; o la tersa pelambre <strong>de</strong> un felino<br />
recostado al sol. No hay arte <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> ti, sólo un Dios<br />
eternamente contento”.<br />
Yo quisiera contar alguna anécdota, la vez que nos<br />
vimos en alguna calle y me contó un chiste, o me<br />
preguntó por qué llevaba un uniforme tan feo, o alguna<br />
cosa para recordarlo vivo. Pero no hay. Fernando como<br />
persona es alguien que hubiera <strong>de</strong>seado tanto tanto<br />
conocer. De Fernando como escritor sólo sé que es<br />
aquél dice la canción que no recuerdo qué dice <strong>de</strong>spués.<br />
*En su ciudad natal , amigos y familiares conocían a Fernando Pare<strong>de</strong>s como “El Muerto”.<br />
17
.<br />
Tu FUISTE EL ulTIMO CIRIO<br />
QUE LE ILUMIno LA PIEL.<br />
ENTREVISTA A EDNA RODRÍGUEZ<br />
.<br />
Edna Rodríguez, Ednushka, es la mujer con quien Fernando pasó los últimos cinco años <strong>de</strong> su vida y<br />
tuvo una hija. Actualmente ella tiene dos niños, un esposo y un montón <strong>de</strong> recuerdos para compartir.<br />
Quería que ella contara lo que vivió con Fernando, sin embargo, me encontré con que yo tenía el<br />
ticket número equis y cacho, que ya antes le habían pedido lo mismo, y ella ya había comenzando a<br />
tejer su historia.<br />
.<br />
MN: Me comentabas que estás escribiendo un libro<br />
acerca <strong>de</strong> lo que vivieron juntos, ¿cuándo <strong>de</strong>cidiste<br />
escribir esto y por qué?<br />
E: No estoy segura, pero yo diría que hace poco<br />
porque llegó mi momento. Cuando Fernando murió<br />
escribí muchísimo, pero para nada pensando en escribir<br />
un libro, más bien necesitaba contarle a mis amigos<br />
cómo me sentía, quería expiar mi culpa, contar<br />
<strong>de</strong>talles que me ayudaran a enten<strong>de</strong>r mejor lo que pasó<br />
y lo que pasaba conmigo.<br />
Estaba ensimismada en mi dolor, hasta que al fin un<br />
amigo me puso en mi lugar: "Creo que muchos queremos<br />
conocer a Fernando Pare<strong>de</strong>s, el que tú conociste y<br />
nosotros no". Tenía razón, así que me di cuenta que no<br />
estaba preparada para hacerlo y <strong>de</strong>jé <strong>de</strong> escribir. Con<br />
tantos cambios en mi vida y mudanzas, fue bien difícil<br />
darme tiempo para leer, mucho menos para retomar la<br />
escritura. Sin embargo, la necesidad <strong>de</strong> hacerlo no se<br />
murió nunca, sólo estuvo en pausa. Hace poco vi una<br />
convocatoria para un concurso <strong>de</strong> literatura, justo<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber leído varias novelas que me pasaron<br />
este año. Fue en junio cuando terminé <strong>de</strong> leer el libro<br />
autobiográfico <strong>de</strong> Vargas Llosa, y al cerrarlo pensé "yo<br />
también quiero contar mi historia", lo que para mi<br />
suerte coincidió con los tiempos <strong>de</strong> aquella convocatoria.<br />
18
Ahora estoy más tranquila, nos hemos establecido<br />
temporalmente en una ciudad, mis hijos y mi esposo son<br />
muy cariñosos conmigo, mi mente está más clara. Algo<br />
bien importante aún, es que ahora vivo sin remordimientos,<br />
lo que me brinda una perspectiva más<br />
amplia. No es lo mismo escribir con dolor y culpa que<br />
hacerlo estando en paz con mi pasado. Me permite<br />
recordarlo con más objetividad y creatividad. Ahora<br />
quiero escribir este libro para mis amigos, y con esto<br />
incluyo también, tanto a los que quizás jamás conoceré<br />
pero que recibirán con agrado mis textos, como a los<br />
que se hicieron amigos <strong>de</strong> Fernando al leerlo, aunque no<br />
lo hayan conocido, amigos que quisieran conocerlo<br />
ahora a través <strong>de</strong> mí.<br />
MN: ¿Cómo conociste a Fernando?<br />
E: Por Internet. Él escribía cuentos en una comunidad<br />
virtual en la que ambos participábamos, una vez<br />
comentó un escrito mío y a partir <strong>de</strong> ahí supe <strong>de</strong> él, me<br />
gustaron tanto sus cuentos que le comentaba todo lo que<br />
publicaba. Después nos hicimos amigos por chat, y unos<br />
meses más a<strong>de</strong>lante nos pusimos <strong>de</strong> acuerdo, tenía<br />
muchas ganas <strong>de</strong> conocer al tipo <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> "Aristi<strong>de</strong>mo"<br />
(su pseudónimo). Viajé <strong>de</strong> Puebla a Aguascalientes sin<br />
conocer la ciudad, sin saber nada bien <strong>de</strong> él. El plan era<br />
regresarme a los siete días, pero cuando ya me iba, me<br />
pidió que me quedara, y yo, por supuesto, acepté. Viví<br />
con él los últimos cinco años <strong>de</strong> su vida.<br />
MN: ¿Él se consi<strong>de</strong>raba a sí mismo un escritor?<br />
E: Sí, así tuvo que ser. Él sabía que escribir lo transformaba.<br />
En su momento, incluso, tocó varias puertas<br />
para que le publicaran; muy joven viajó a Xalapa en<br />
busca <strong>de</strong> oportunida<strong>de</strong>s, él quería vivir <strong>de</strong> la escritura.<br />
Lo paradójico <strong>de</strong>l caso es que eso no pasó. Ni siquiera<br />
cuando ganó el concurso <strong>de</strong>l ICA (Instituto Cultural <strong>de</strong><br />
Aguascalientes). Nos reíamos porque ironizaba al<br />
respecto: "Éste es el único concurso en el que se me<br />
ocurre participar, para que gane y no haya dinero <strong>de</strong> por<br />
medio: Grandioso".<br />
MN: ¿Qué amaba Fernando y qué cosas le parecían<br />
insoportables?<br />
Lo diré con sus propias palabras: ¿Qué amaba? "Comer,<br />
cagar y conversar. En ese or<strong>de</strong>n". ¿Y qué odiaba? "Mi<br />
secreto es que odio a todos".<br />
MN: Tú que lo conociste en la cotidianidad, ¿cómo<br />
era? ¿sus personajes, su narrativa son un reflejo <strong>de</strong> su<br />
vida personal? ¿qué tan apegadas son sus historias con<br />
su forma <strong>de</strong> ver la vida?<br />
E: Una vez le comenté algo cuando todavía no lo<br />
conocía en persona: "Pienso que tus personajes son<br />
muchos, pero a la vez son uno mismo, se me antoja<br />
pensar que eres tú, solitario y versátil". Le pareció atinado.<br />
Ahora podría corroborar la premisa <strong>de</strong> que su narrativa<br />
fue un producto <strong>de</strong> su experiencia y su imaginación,<br />
y los conocimientos que él poseía, ampliaban estos dos<br />
campos. Él, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego, no estaba casado con la realidad,<br />
sino con contar algo que lo satisficiera.<br />
¿Cómo era él en la cotidianidad? Se me ocurre que la<br />
respuesta <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong>l ángulo en que se le mira. Estoy<br />
convencida <strong>de</strong> que él mismo respon<strong>de</strong>ría algo distinto a<br />
lo que yo pudiera <strong>de</strong>cir, y no sería la misma respuesta si<br />
hiciéramos esta pregunta hace unos años atrás, hoy, o en<br />
los próximos años. Aún así, <strong>de</strong> eso versará mi libro.<br />
MN: ¿Quiénes eran sus escritores favoritos?<br />
E: Fernando Pessoa, Salvador Elizondo, Elena Garro,<br />
Nietzsche, Jorge Ibargüengoitia, Rubém Fonseca,<br />
Charles Bukowski, Günter Grass, Heinrich Böll, Kafka.<br />
Estos me vienen a la mente primero, pero <strong>de</strong>bieron ser<br />
más.<br />
MN: ¿Cuál era el cuento que más le gustaba leer y compartir?<br />
E: El primer cuento que me leyó fue el <strong>de</strong> Pessoa:<br />
Tabaquería. Y si él <strong>de</strong>bía contar algo suyo en auditorios<br />
casi siempre pretenciosos, procuraba que no fuera muy<br />
largo y que fuera efectivo para que los escuchas rieran.<br />
Por ejemplo: Matamoscas, La mundialmente <strong>de</strong>sconocida<br />
poetisa Can<strong>de</strong>la Farías, De cómo preparar viruleanos<br />
y textos por el estilo.<br />
MN: ¿Qué es lo que más recuerdas <strong>de</strong> Fernando?<br />
E: Basta con asociar cualquier pensamiento aleatorio,<br />
para tener un recuerdo claro <strong>de</strong> él. Tomaré uno: Lo<br />
recuerdo solo, cada quien ocupado en algún cuarto <strong>de</strong> la<br />
casa, a sabiendas <strong>de</strong> que estábamos ahí, uno cerca <strong>de</strong>l<br />
otro. Yo estaba en la computadora, él con un libro. Por<br />
supuesto, tenía que haber música. Él siempre la elegía.<br />
Eso me agradaba mucho porque era un melómano, y por<br />
lo tanto tenía un gusto muy fino y amplio que adaptaba<br />
al horario, al humor, al clima, a todo en su conjunto.<br />
Me complacía escucharlo reír <strong>de</strong>s<strong>de</strong> mi cuarto, porque<br />
se podía uno dar cuenta que lo disfrutaba muchísimo, y<br />
no era una, sino dos o más veces. Se le oía pararse <strong>de</strong>l<br />
sofá y caminar ida y vuelta leyendo en voz alta hasta<br />
que hallaba la ca<strong>de</strong>ncia, el ritmo, ¿su revelación? Aquello<br />
era, según yo, un indicio <strong>de</strong> su felicidad.<br />
19
I.<br />
SAQUE EL PECHO, ENDERECE LA ESPALDA,<br />
VEA AL FRENTE<br />
I.<br />
I.<br />
ESTO ES LA GUERRAI.<br />
Entrevista a Leonardo Garvas<br />
20<br />
MN: Alguna vez leí que Fernando Pare<strong>de</strong>s había<br />
<strong>de</strong>jado la prepa y nunca se arrepintió <strong>de</strong> ello, el<br />
cuento “Estudiante empapelado” parece apoyar<br />
esta i<strong>de</strong>a, me da la impresión <strong>de</strong> que no estaba<br />
dispuesto a aceptar cosas que no lo hacían feliz<br />
o le parecían absurdas. ¿Qué opinaba Fernando<br />
sobre la educación pública y académica?<br />
¿Cómo se convirtió en el gran escritor que fue?<br />
L: Me parece que no tenía interés <strong>de</strong> cursar una<br />
carrera, pero estaba haciendo trabajo académico<br />
ahí en el centro <strong>de</strong> investigación <strong>de</strong> Aguascalientes.<br />
Eso habla mucho <strong>de</strong> la capacidad que<br />
lo caracterizaba. Creo que él tenía un talento<br />
innato crítico hacia lo establecido o lo costumbrista<br />
y eso le permitía alejarse <strong>de</strong> las formas<br />
tradicionales y ser original. También tenía una<br />
curiosidad por leer, saber, sin la necesidad <strong>de</strong> un<br />
instituto que se lo marcara. No sé eso <strong>de</strong> dón<strong>de</strong><br />
apareció o nació en él.<br />
MN: ¿Cómo se conocieron y cómo era su<br />
relación?<br />
L: Nos conocimos en una red social primitiva que<br />
está especializada en publicar cuentos, poemas<br />
y ensayos, loscuentos.net. Ahí yo buscaba<br />
autores que me convencieran y me topé con él y<br />
con otros dos <strong>de</strong> los autores <strong>de</strong> Al diablo a<strong>de</strong>ntro.<br />
Los otros los conocí en ficticia.com.<br />
MN: Como editor y escritor, ¿qué opinas <strong>de</strong> la<br />
obra <strong>de</strong> Fernando?<br />
L: En una cultura don<strong>de</strong> es muy difícil salirse <strong>de</strong><br />
las formas tradicionales, se agra<strong>de</strong>ce mucho la<br />
presencia <strong>de</strong> un escritor tan fresco y auténtico.<br />
Me gusta la profundidad que pue<strong>de</strong>n llegar a<br />
tener sus textos, en medio <strong>de</strong> una simpleza o<br />
abordándolos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una perspectiva muy
casual y asequible para todo público. Aparte, su<br />
musicalidad y prosa son muestras <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s<br />
dotes literarias.<br />
MN: ¿Fernando quería ser conocido, leído, le era<br />
indiferente, o todo lo contrario?<br />
L: Sí, estaba interesado en ser leído, en ganar<br />
dinero <strong>de</strong> ello, pero al mismo tiempo por ratos, al<br />
ser un gran lector, se sentía inseguro <strong>de</strong> su<br />
trabajo. Cosa que le pasa a todo escritor cuerdo.<br />
Me hubiera gustado que viera el alcance que ha<br />
tenido y lo mucho que ha influido a tantos<br />
jóvenes y adultos.<br />
MN: ¿Hay alguna anécdota que te haga<br />
recordarlo tal y como fue? ¿Qué recuerdas más<br />
<strong>de</strong> él?<br />
L: Nuestra convivencia fue mayormente virtual,<br />
pero no <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la virtualidad tan efímera que<br />
pue<strong>de</strong> ahora llegar a practicarse. Se trataba <strong>de</strong><br />
escribir, recibir o dar una opinión, discutir, todo<br />
con herramientas muy básicas <strong>de</strong> internet. Me<br />
parece que la fuerza y la certeza <strong>de</strong> sus opiniones<br />
y sus críticas son lo que más recuerdo <strong>de</strong><br />
él.<br />
MN: Entiendo que tú editas y publicas parte <strong>de</strong><br />
su obra, ¿qué experiencia has tenido en la<br />
recepción <strong>de</strong> su obra?<br />
L: Tiene varios admiradores, lo siguen y buscan<br />
lo que vayamos publicando <strong>de</strong> Fernando. No hay<br />
otra persona que lo edite y lo publique, según<br />
tengo entendido, quizá por la visión que se<br />
necesita para creer en su trabajo, visión que yo<br />
he podido reforzar por medio <strong>de</strong>l cariño que han<br />
<strong>de</strong>mostrado sus lectores.<br />
MN: ¿Hay algún discurso recurrente en su obra?<br />
L: Las incongruencias <strong>de</strong> la sociedad, la insignificancia<br />
<strong>de</strong> nosotros los seres humanos, el humor,<br />
el amor. Esas son las que ahora recuerdo.<br />
MN: ¿Qué le gustaba, qué amaba Fernando?<br />
¿Qué odiaba?<br />
L: Era fan <strong>de</strong>l cine y <strong>de</strong> la buena literatura. Detestaba<br />
el mal cine, pero más <strong>de</strong>testaba la mala o<br />
aburrida literatura.<br />
MN: ¿Por qué <strong>de</strong>cidiste crear un Premio <strong>de</strong><br />
Cuento Fernando Pare<strong>de</strong>s?<br />
L: Me parece que la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> un escritor que nació<br />
o se dio a conocer en las re<strong>de</strong>s sociales es un<br />
buen símbolo para aquéllos que ahora quieren<br />
hacer lo mismo.<br />
MN: ¿Hasta dón<strong>de</strong> crees que la obra <strong>de</strong> Fernando<br />
pueda llegar?<br />
L: Hasta don<strong>de</strong> sus lectores quieran.<br />
Leonardo Garvas (Ciudad <strong>de</strong> México), es director<br />
<strong>de</strong> la editorial Disculpe las molestias y la<br />
revista Turgente. Ha participado en los libros Al<br />
diablo a<strong>de</strong>ntro (2009), El Cuerpo remendado<br />
(2011) y otros. Escribe en la revista digital El<br />
Cantor, Errr-magazine, entre otras. Actualmente<br />
imparte talleres <strong>de</strong> cuento, presenciales y en<br />
línea. Fue amigo y editor <strong>de</strong> Fernando Pare<strong>de</strong>s.<br />
21
NO<br />
TODO<br />
ESTA<br />
PERDIDO<br />
22
Dedicatorias post-mortem.<br />
Nubes Negras.<br />
Por: Daniel Cardona Ochoa<br />
Des<strong>de</strong> Montreal Quebec, Canadá.<br />
2012-04-21<br />
El día que me enteré me asomé por la ventana<br />
<strong>de</strong> mi habitación. Un piso 12. Des<strong>de</strong> allí las<br />
personas en la calle pue<strong>de</strong>n verse tal como son:<br />
minúsculas.<br />
Alguna vez me preguntaste mi opinión acerca <strong>de</strong>l<br />
gran Frusciante. Pu<strong>de</strong> haber buscado en Google<br />
pero te respondí que no tenía ni puta i<strong>de</strong>a <strong>de</strong><br />
quién era el fulano. Me dijiste "claro que sí, es el<br />
bajista <strong>de</strong> los Chilli Peppers". Tal vez era el<br />
guitarrista o tal vez el baterista. Tal vez no se<br />
apelli<strong>de</strong> Frusciante. El hecho es que me hiciste<br />
cómplice <strong>de</strong> una pequeña parte <strong>de</strong> tu complejo<br />
universo.<br />
Miro <strong>de</strong> nuevo hacia abajo.<br />
Veo a esas almas andando <strong>de</strong> acá para allá y<br />
pienso que la vida es un globo que inflamos sin<br />
control, como lo hacen los pequeños en sus fiestas<br />
<strong>de</strong> cumpleaños, soplan y soplan y el globo se<br />
hace cada vez más hermoso, pero todo tiene un<br />
límite y al final se escucha un BOOM, el globo<br />
hecho recuerdos, y el niño llorando, asustado al<br />
percatarse <strong>de</strong> su po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>structivo, <strong>de</strong>l daño que<br />
pue<strong>de</strong> hacerle a sus tímpanos.<br />
Miro hacia arriba. Alli sigue esa nube negra. Y te<br />
imagino acostado sobre ella, fumándote un<br />
cigarro y escribiendo una historia imposible<br />
acerca <strong>de</strong> un globo que no se revienta a pesar <strong>de</strong><br />
las bocanadas <strong>de</strong> aire caliente que le inyecta<br />
incansablemente un gigante cubierto <strong>de</strong> granos.<br />
Voy a la cocina. Me sirvo un trago. Me digo que<br />
hay múltiples entradas pero una única salida. Es<br />
la misma para todos. Unos la toman más rápido,<br />
otros se tardan un poco más. Cada quien <strong>de</strong>ci<strong>de</strong><br />
cuándo y cómo, al final vamos a encontrarnos en<br />
el mismo lugar y alli vamos a tomarnos esas<br />
cervezas que algún día nos prometimos.<br />
Empieza a llover. Las hormigas que caminan 12<br />
pisos más abajo corren en busca <strong>de</strong> abrigo.<br />
Tú no te mojas, estás encima <strong>de</strong> la nube.<br />
El <strong>de</strong>stiempo<br />
Por: Beatriz Patraca<br />
La Jornada <strong>de</strong> Oriente<br />
2012-04-12 04:00:00<br />
Siempre le <strong>de</strong>cía que nos reuniríamos en Tlaxcala,<br />
en el bar <strong>de</strong> don Benja. No sé por qué pero<br />
pensaba que en ese lugar se sentiría cómodo<br />
con el sonido <strong>de</strong> las fichas <strong>de</strong> dominó <strong>de</strong> fondo.<br />
Le contaba que también invitaría a Iván Farías, a<br />
quien conoció en un encuentro <strong>de</strong> escritores, y a<br />
Pedro, Ipatzi y Gaby Con<strong>de</strong> a quienes no conocía<br />
en persona aunque formaron parte <strong>de</strong>l<br />
mismo proyecto literario. A lo mejor también<br />
Leonardo se anima y viene, le dije. Y él me <strong>de</strong>cía<br />
que sí, que teníamos que brindar aunque fuese a<br />
<strong>de</strong>stiempo. Hoy sé que no brindaremos nunca,<br />
que los <strong>de</strong>stiempos rara vez se producen y que<br />
se nos quedarán pendientes esas cervezas<br />
como tantas otras cosas.<br />
En los periódicos siempre vemos que las<br />
necrológicas, los homenajes y los textos se <strong>de</strong>dican<br />
a personas con un grado <strong>de</strong> popularidad que<br />
les permita ser noticia.<br />
Fernando Pare<strong>de</strong>s nunca quiso ser popular<br />
aunque iba <strong>de</strong>stacando porque tenía un talento<br />
que lo rebasaba. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> participar en<br />
antologías <strong>de</strong> cuentos y en diferentes revistas<br />
23
como Replicante, Dixo o Parteaguas, ganó el<br />
premio estatal <strong>de</strong> cuento en Aguascalientes con<br />
su libro “Matamoscas”. Sin embargo, su vida<br />
literaria se gestó sobre todo en la red. Sus textos<br />
han circulado por Facebook –aunque siempre se<br />
negó a sacarse un perfil en las re<strong>de</strong>s sociales<br />
habituales–, en diferentes blogs y en páginas<br />
literarias. Era <strong>de</strong>sapegado y compartido con sus<br />
letras y aunque vanidoso, nunca se tomaba en<br />
serio a sí mismo. Eso <strong>de</strong> los premios, la trascen<strong>de</strong>ncia,<br />
el bombo y el platillo, lo tenían sin cuidado.<br />
Tuvo oportunidad <strong>de</strong> hacerse hueco entre su<br />
generación pero, según sus propias palabras, le<br />
daba flojera el ambiente literario y las envidias<br />
locales y nacionales.<br />
Es probable que quien lea esta columna no sepa<br />
quién fue Fernando, que el interés por el tema se<br />
circunscriba a unos cuantos y que sea sólo un<br />
pequeño homenaje muy personal. Lo que es<br />
seguro es que todos hemos perdido a un amigo<br />
y entonces coincidirán en que cuando se recibe<br />
una noticia así, el ambiente se llena <strong>de</strong> una<br />
imposibilidad muy <strong>de</strong>nsa en don<strong>de</strong> el recuerdo<br />
es la venganza <strong>de</strong>l <strong>de</strong>stiempo, <strong>de</strong> lo aplazado, <strong>de</strong><br />
lo postergado.<br />
Fernando Pare<strong>de</strong>s Milonás<br />
Por: Dm A Rd. (A. Dominguez)<br />
2015-10-9<br />
Mérida, Yucatán.<br />
cigarro <strong>de</strong>licado <strong>de</strong>lincuente y platicar con el tono<br />
<strong>de</strong> un coro <strong>de</strong> ranas.<br />
Abril <strong>de</strong> los <strong>de</strong>sconocidos.<br />
Tenía como plan juntar suficiente dinero para<br />
viajar a Aguascalientes y visitar a cada escritor<br />
<strong>de</strong>sconocido. A todo hombre que sobrevive: no<br />
esperes nada, arrójalo todo, pier<strong>de</strong> todo el<br />
tiempo y vive como un niño sin hogar, conquistando<br />
cada minuto. El Diablo A<strong>de</strong>ntro fue por<br />
casualidad, El Cuerpo Remendado, un regalo.<br />
En traje <strong>de</strong> astronauta.<br />
Me sentí triste, y recordé con horror lo triste que<br />
me pongo. Saber que no hallaríamos calma. Que<br />
cada pequeño trozo <strong>de</strong> meteorito que toca la<br />
primera capa <strong>de</strong> la tierra empieza a <strong>de</strong>svanecer<br />
en su luminiscencia. Sentí esa ráfaga anónima<br />
sonreír y doler. Perdimos en otro escenario la<br />
oportunidad <strong>de</strong> estrechar nuestros egos, burlarnos<br />
<strong>de</strong> nosotros mismos y llorar como niños<br />
abandonados el acabose <strong>de</strong> una botella <strong>de</strong><br />
whisky. ¿De qué sirve la literatura? ¿De qué<br />
sirve una AK-47? ¿De qué sirve traernos la<br />
noche cuando estamos dormidos?<br />
Suéter <strong>de</strong> cachemir.<br />
Fernando en todos los idiomas es una página a<br />
la que siempre vuelves para <strong>de</strong>slizar lentamente<br />
una aguja <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un globo rojo.<br />
24<br />
Mi cuento favorito “Edi, Edi”. La <strong>de</strong>lgada hemorragia<br />
cerebral que llamamos cordura, entre lo<br />
sensato <strong>de</strong> permanecer con vida. El extraño y<br />
ese instinto paranoico que me habita. Una vulva<br />
<strong>de</strong> miel en los labios. La válvula <strong>de</strong> escape que<br />
significa escribir, su transformación <strong>de</strong> lo cotidiano<br />
en un mundo perfecto para la habilidad: Matamoscas.<br />
Pero preferiría llevarme a la nada un
Y QUÉ TIENE DE MALO LA TRISTEZA<br />
… se nos cubren los ojos <strong>de</strong> raíces agrias (Rogelio Gue<strong>de</strong>a)<br />
Patriotismo <strong>de</strong> Yukio Mishima<br />
“El veintiocho <strong>de</strong> febrero<br />
<strong>de</strong> 1936, al tercer día<br />
<strong>de</strong>l inci<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l 26 <strong>de</strong><br />
febrero, el teniente<br />
Shinji Takeyama, (…)<br />
tomó su espada <strong>de</strong><br />
oficial y ceremoniosamente<br />
se vació las<br />
entrañas en la<br />
habitación….”<br />
Carta al padre <strong>de</strong> Franz Kafka<br />
“Queridísimo padre:<br />
Hace poco me preguntaste<br />
por qué digo que te<br />
tengo miedo. Como <strong>de</strong><br />
costumbre, no supe darte<br />
una respuesta, en parte<br />
precisamente por el<br />
miedo que te tengo…"<br />
La Tumba <strong>de</strong> las luciernagas<br />
(1988). Consi<strong>de</strong>rada como una<br />
<strong>de</strong> las mejores películas antibelicistas<br />
<strong>de</strong> todos los tiempos, y una<br />
obra maestra <strong>de</strong>l cine <strong>de</strong><br />
animación.<br />
I’m not gonna<br />
miss you<br />
Glen Campbell<br />
Fjour piano<br />
Sigur Ros<br />
Boys don’t cry (1999). Basada<br />
en la historia real <strong>de</strong> Brandon<br />
Teena, un joven transgénero <strong>de</strong><br />
Nebraska, Estados unidos.<br />
Wish you were<br />
here<br />
Pink Floyd<br />
No oyes ladrar a los perros <strong>de</strong> Juan Rulfo<br />
“—TÚ QUE VAS allá<br />
arriba, Ignacio, dime si no<br />
oyes alguna señal <strong>de</strong> algo<br />
o si ves alguna luz en<br />
alguna parte”.<br />
Semos malos <strong>de</strong> Salarrue<br />
“Y Goyo Cuestas, que<br />
nunca en su vida había<br />
hecho una caricia al hijo,<br />
lo recibía contra su<br />
pestífero pecho, duro<br />
como un «tapexco»; y<br />
ro<strong>de</strong>ándolo con ambos<br />
brazos, lo calentaba hasta<br />
que se le dormía<br />
encima…”<br />
Cancion <strong>de</strong><br />
Las cantinas<br />
Merce<strong>de</strong>s Sosa<br />
Todos los caminos llevan a<br />
casa (2002). Shin JeomHee.<br />
Corea, <strong>de</strong>l Sur. La historia <strong>de</strong> un<br />
niño a quien la familia <strong>de</strong>ja junto<br />
a su abuela durante una temporada<br />
al no po<strong>de</strong>rse hacer cargo <strong>de</strong><br />
él.<br />
Tropikalisimo<br />
Afrodita<br />
How to disappear<br />
completely<br />
Radiohead<br />
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