28.02.2016 Views

PROFESIONAL

MVo4wD

MVo4wD

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

La formación de estos nuevos agrupamientos no tiene relación con aquella<br />

iniciativa ALCA. Ese proyecto pretendía agrupar países por su mera pertenencia<br />

geográfica al continente americano bajo la consigna “de Alaska a Tierra<br />

del Fuego”. Y esto no representa garantía alguna de cohesión de intereses.<br />

Por el contrario, en los proyectos actuales vinculados al Pacífico, existen<br />

bases sólidas de aglutinamiento: usufructuar del cambio de eje del comercio<br />

mundial, ahora ubicado sobre ese océano. No podemos pretender<br />

colocar un marbete ideológico sobre esos agrupamientos cuando el objetivo<br />

central de sus países miembros es legítimo, es decir, usufructuar de su<br />

localización geográfica. Argentina y Brasil también lo hicieron en los siglos<br />

XIX y XX concentrando su actividad sobre el arco litoral-atlántico.<br />

Por otra parte, aquel proyecto ALCA no tenía relación alguna con el<br />

criterio de formación de bloques regionales. Estos agrupamientos implican<br />

un espacio común de varios países, donde las relaciones comerciales son<br />

mutuas y simultáneas entre todos ellos. El ALCA, por el contrario, fue un<br />

engendro donde sólo existían relaciones radiales entre Estados Unidos y<br />

cada uno de los firmantes.<br />

No contenía un espacio común. Sólo un acuerdo marco para establecer<br />

relaciones económicas bilaterales de cada país con Estados Unidos. No quedaban<br />

bajo su paraguas protector, relaciones de los países de la región entre<br />

sí. Además implicaba la incorporación individual de países, y de hecho, la<br />

desaparición del Mercosur. Su aceptación era inadmisible para la mayoría<br />

de países y se expresó en una rotunda negativa al ALCA.<br />

En cambio, los actuales agrupamientos vinculados al Pacífico, conllevan<br />

el criterio opuesto: un espacio común donde las relaciones comerciales pueden<br />

ser establecidas entre todos sus miembros y en todas las direcciones posibles.<br />

En síntesis, cuando uno de los criterios básicos del proceso de integración<br />

son los acuerdos intra e interbloques, resulta absurdo rechazar la relación del<br />

Mercosur como grupo, con los del Pacífico, sobre todo cuando son agrupamientos<br />

genuinos en función de usufructuar sus caracteres comunes.<br />

Desaparición: implica la disolución del Mercosur como grupo regional,<br />

y sus componentes subsumirse o incorporarse a agrupamientos más<br />

dinámicos, tales como estos grupos del Pacífico o similares. La propuesta se<br />

basa en las limitaciones del Mercosur, y éstas tienden a exagerarse a fin de<br />

concluir en su imposibilidad fáctica.<br />

En este criterio hay mucho de utópico. Si la pertenencia a esos grupos<br />

se define por su ubicación geográfica con costas hacia el Pacífico, se hace en<br />

extremo difícil la aceptación de países atlánticos en carácter de un par. Solo<br />

sería posible una categoría tipo “adherente” y por ende no podría gozar de<br />

todos los beneficios de los países originales detentados por el carácter con<br />

el cual se autodefinen.<br />

Y también resulta utópico pensar en Brasil y Argentina adaptados a normas<br />

de liberalización aduanera y desregulación acentuada. Necesitarían décadas<br />

para instrumentarlo de manera paulatina. Y pretender realizarlo a través<br />

de un “shock”, resultaría insoportable para sus respectivas sociedades.<br />

Una alternativa diferente:<br />

recuperar y reorientar el Mercosur<br />

Recuperar el Mercosur implica superar sus debilidades actuales: conflictos<br />

internos, producción para terceros mercados y avanzar en lo institucional<br />

y sectorial.<br />

Los conflictos internos sólo pueden ser superados reabriendo el debate<br />

sobre su constitución a fin de introducir soluciones institucionales, es<br />

decir mecanismos aptos para solucionar sus diferendos, realizar estrategias<br />

productivas conjuntas para competir en el mercado internacional en nichos<br />

de alta tecnología (biotecnología, medicina nuclear, nanotecnología,<br />

electrónica especializada, etc.). El avance en lo institucional será posible<br />

completando el carácter de “unión aduanera” y comenzando a debatir los<br />

pasos para un futuro mercado común y normas regulatorias comunes. En el<br />

aspecto sectorial, será necesario introducir proyectos conjuntos en materia<br />

de infraestructura económica y de financiamiento.<br />

Reorientar el Mercosur significa superar la falencia restante: su aislamiento.<br />

Y esto sólo es posible multiplicando convenios con otras áreas. Es<br />

la única forma de avanzar en un contexto de intercambio mundial donde<br />

predomina un comercio administrado.<br />

Un ejemplo notable en este sentido es la posibilidad de concretar un<br />

área comercial entre el Mercosur y la Unión Europea (U.E.), ya con dos décadas<br />

de negociación sin avances. Sobre todo cuando las actuales condiciones<br />

mundiales la convierten en una necesidad urgente y vital. Es la única forma<br />

de consolidar la ventaja comparativa del Mercosur respecto a su acceso a la<br />

región atlántica donde realiza su comercio exterior más importante.<br />

Aunque ahora esa área ocupa un lugar secundario en el comercio mundial,<br />

aún conserva ventajas a capitalizar por el Mercosur. Y lo podrá hacer mediante<br />

un acuerdo con la U.E. para volcar a su favor, las dificultades de EE.UU.<br />

para cerrar un área conjunta con esa región, tal como hemos analizado.<br />

Dado el liderazgo de ese país sobre el área del Pacífico, el conflicto señalado<br />

se convierte, de hecho, en un obstáculo para todas las asociaciones<br />

creadas alrededor del usufructo del comercio en ese océano. De esa manera,<br />

el convenio con la U.E. se convertiría en el “as bajo la manga” del Mercosur,<br />

permitiendo negociar en paridad de condiciones con los bloques del Pacífico.<br />

El intercambio equitativo surgiría de permutar las ventajas comparativas derivadas<br />

de su orientación diferencial respecto a los grandes océanos, y con un<br />

Mercosur avanzando en los aspectos institucionales y sectoriales ya señalados.<br />

La estrategia deberá ser complementada con vías fluidas del Mercosur<br />

con los puertos sobre el Pacífico, mediante corredores bioceánicos a distintas<br />

latitudes, en base a rutas, pasos cordilleranos y ferrocarriles para facilitar<br />

el tránsito de mercancías. Su urgencia adquiere una nueva dimensión, sobre<br />

todo cuando se trata de un reclamo de décadas, y anticipado por quienes<br />

se atrevieron a otear horizontes de largo plazo. No se equivocaron, pero los<br />

avances concretos en esa infraestructura fueron nulos. Más aún, se deterioró<br />

la ya existente. La Ruta Nacional Nº 158, una porción del único corredor<br />

existente entre el Mercosur y Chile, con una extensión de 285 km. entre las<br />

ciudades de San Francisco y Rio Cuarto en la Región Centro, se destaca por<br />

una característica muy peculiar: hoy es el camino más deteriorado de la<br />

República Argentina.<br />

En síntesis, frente a las estrategias del comercio en el Pacífico, los criterios<br />

del Mercosur deben ser los de recuperación y reorientación de sus<br />

metas. El objetivo es salir de su aislamiento conservando su identidad.<br />

Consulte Informes de Coyuntura anteriores<br />

en la sección Biblioteca Virtual<br />

WWW.CPBA.COM.AR<br />

48 | RePro

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!