Asociación quiere Toledo Ayuntamiento

Semana Santa Toledo 2016
Jóvenes con Esperanza; Jóvenes con Fortaleza...
“Y eso es lo que necesitamos de los jóvenes hoy:
jóvenes con esperanza y jóvenes con fortaleza. No
queremos jóvenes debiluchos, jóvenes que están “AHI
NO MÁS”, ni sí, ni no, no queremos jóvenes que se
cansen rápido y que vivan cansados, con cara de
aburridos. Queremos jóvenes FUERTES, queremos
jóvenes CON ESPERANZA y CON FORTALEZA,
¿por qué? Porque conocen a JESUS. Porque conocen
a DIOS, porque tienen un corazón libre”. (Papa
Francisco, Encuentro con los jóvenes en Costanera
de Asunción, Paraguay).
Mucho se habla del papel de los jóvenes en las
Hermandades y Cofradías, pero muchas veces no
se profundiza en el verdadero papel que HAY QUE
DAR a los jóvenes en estas asociaciones y que los
jóvenes tienen que buscar, no quedarse “ahí” de
manera pasiva, sino involucrándose en el devenir
cotidiano de la verdadera vida que una Hermandad
o Cofradía debe intentar introducir en sus miembros
más jóvenes.
Todos los componentes de las Hermandades
tienen que tomar verdadera conciencia y necesidad
de que nuestros jóvenes son el presente y futuro de
las mismas, verdadero motor y verdadero combustible
de su mantenimiento y de su consolidación.
En muchas de nuestras Hermandades, más
en concreto de sus juntas directivas, como un
mal que no se hace adrede pero que existe palpablemente,
nos encontramos con que los grupos de
jóvenes son más bien mano de obra en el duro trabajo
necesario para trabajos más de “campo” o de
apoyo, pero se deja a un lado que , habitualmente,
somos gente preparada e integrada en la Hermandad
y dispuestos a desempeñar otras actividades y
aportando ideas nuevas y adaptadas a lo que desde
nuestros consejeros religiosos se nos pide.
La juventud unida a la veteranía de otros
miembros hace una fórmula de éxito seguro.
Pero el éxito seguro no es para “lucirnos” ó exhibirnos
puntualmente año tras año en una u otra
Cofradía; en uno u otro día de la Semana Santa o
en uno u otro día de nuestros Patrones: Estamos
para vivir una realidad del día a día en todo lo que
hoy se exige a los jóvenes católicos comprometidos
y que vivimos nuestra fe a través de un vehículo de
transmisión directa y cercana a la religiosidad popular
como son las Cofradías y Hermandades.
Esa realidad pasa por ser y querer ser formados
para convertirnos después en formadores; pasa
por formar parte de las juntas de gobierno no como
meros números o vocales por completar un grupo,
sino tendentes a introducir la figura del delegado
de juventud como un cargo de similar o incluso
mayor importancia a otros que son “históricamente”
de mayor peso en las juntas directivas. Si se pasa
por ese cargo y se consolida, tendremos el camino
abierto para que a futuro podamos asesorar y guiar
a nuevos dirigentes que se hagan cargo de ese camino
ya abierto y apoyar con experiencia y renovada
ilusión a quienes vayan siendo nuestros sucesores
naturales.
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